Elementos bíblicos en la Navigatio Sancti Brendani: la numerología

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Descripción

ACTAS 11 CONGRESO HISPÁNICO ,

DE LATIN MEDIEVAL (León, 11-14 de Noviembre de 1997)

VOLUMEN 11 Coordinador: Maurilio Pérez González

Universidad de León Secretariado de Publicaciones 1998

ELEMENTOS BÍBLICOS EN LA NAVIGATIO SANCTJ BRENDANJ: LA NUMEROLOGÍA

JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ MARRERO Universidad de La Laguna.

El pasaje 6, 7 de los Hechos de los Apóstoles dice ·ta pofahra de Dios iha creciendo; en Jerusofén se 11111ftipficó e{ número de {os discfpufos-" 11ntftit11d de sacerdotes iha aceptando fofé'. En estas líneas se resume el deseo de expansión del cristianismo y la idea central de la Nauigatio Sancti Brendoni, es decir, la extensión del conocimiento de Dios a todos los pueblos paganos en un momento. los siglos V y VI de nuestra era, en que se mostraba incipiente la evangelización de Irlanda y al mismo tiempo, ordenados los primeros sacerdotes, se iniciaba la salida de éstos con el fin de dar a conocer la palabra de Dios fuera de su tierra. Las manifestaciones religiosas que vamos a reseñar en este estudio constituyen por sí mismas un fenómeno social, provisto, si se quiere, de la riqueza cultural que le pueda añadir un pueblo a través de cualquier mito o leyenda durante siglos. De esta manera junto a elementos estrictamente bíblicos aparecerán aquí otros que pueden parecer míticos o legendarios. En todos ellos hemos querido conjuntar el respeto hacia esa simbología bien con la realidad histórica o bien con la práctica oral de la Nauigatio Sancti Brcndoni, que constituye, en todo caso, términos indirectos de una tradición alterada por una larga transmisión temporal. Nuestro objetivo principal es dar a conocer el vasto conocimiento bíblico que se poseía en la época de redacción de la Nauigatio Sancti Brendani (finales del siglo VIII o principios del siglo IX), ejemplificado unas veces con citas que son casi un calco textual de la Biblia, otras suponen la variación de una idea y otras, como pueden ser las relativas al simbolismo numérico, una composición habitual en la tradición tanto de la Biblia como de cualquier texto medieval que contenga elementos sagrados. Empecemos por hablar primero de la Nauigatio Sancti Brendani antes de entrar en detalles sobre el tema que vamos a tratar: en la Irlanda del siglo VI, en la que aún permanecían numerosos elementos paganos, vivieron varios santos, cuya importancia llegaría con posterioridad a la Europa continental. De estos religiosos nos interesa destacar la figura de Brendano o Brandano de Clonfert popular por el viaje o los viajes que llevó a cabo durante su vida. 1

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La ubicación de estos viajes en el terreno real o en el fabuloso ha sido motivo de varios estudios. Sin embargo, sólo vale la pena añadir que si bien es arriesgado decir que

' Esla dualidad de su nombre se debe a la confluencia de significados que lenían las palabras Bra11 y BrC11 en francés medieval. De ahí que la entrada de la palabra en el continenle llevó consigo la crea-

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el abad irlandés pudiera realizar varios viajes por el Océano Atlántico con fines evangelizadores, por el contrario parece más coherente, dado su carácter viajero, que pusiera rumbo a algún lugar cercano de las costas irlandesas, a las islas de alrededor, donde aún no había llegado la fe cristiana, en un momento, como hemos dicho antes, en que prácticamente se iniciaba la evangelización de Irlanda. La fecha de nacimiento de Brendano de Clonfert varía un poco entre unos estudiosos y otros, pero se puede cifrar entre el 477 y el 485 y tuvo lugar en la costa oeste de Irlanda, dentro del condado de Kerry'. Su larga vida nos permite situar su muerte noventa y tres o noventa y cuatro años después, en el monasterio de Enach Duin, en el condado de Galway, regido en ese momento por su hermana Brig. En esta época Irlanda sustituía a Europa en la labor religiosa, porque el continente estaba sufriendo las invasiones bárbaras. De esta hipotética responsabilidad surgirá posteriormente, en los siglos VIII y siguientes, la enorme actividad misionera de los monjes irlandeses. Y serán éstos, a los que Europa llama scoti (escotos), los que exporten de nuevo a los europeos la sabiduría clásica que la isla había recibido unos siglos antes. El término escoto (scotus) es confuso en este momento: la palabra designa a los peregrini en general y es una cuestión que viene motivada por el creciente número de irlandeses en el continente. El relato de la vida y las navegaciones de San Brendano de Clonfert se encuentra escrito en dos textos principalmente, la Nauigatio Sancti Brendani y la Vita Sancti Brendani. La Nauigatio nos presenta las peripecias que ocurrieron a San Brendano y a sus monjes durante los siete años que duró su navegación y la Vita proporciona otros detalles referidos a su vida. En síntesis, a través de la Nauigatio, podemos decir que Brendano, guiado por la curiosidad de lo que le cuenta otro monje, Barinto, en relación a la Tierra de la Repromisión de los Santos, reúne a sus discípulos' y prepara un viaje para catorce religiosos. A la hora de la partida se suman otros tres monjes en los que Brendano descubre la acción del diablo. Finalmente se hace a la mar con diecisiete monjes. En la primera isla que visitan, la Isla Deliciosa, conocen al que será su proveedor de alimentos. A partir de este momento se suceden las peripecias que referíamos: la visita a Judas y a los infiernos, la descripción de un iceberg, el episodio de Pablo el eremita, etc ... Quizás lo más característico sea que regresan siempre a cuatro lugares dispuestos según cuatro fiestas de la liturgia cristiana: el Jueves Santo se reúnen en la isla del procurador; la Pascua de Resurrección ofician la misa en el dorso de la isla-ballena, Iasconio; desde la Pascua de Resurrección hasta Pentecostés se establecen en la Isla Paraíso de las Aves y en la Navidad son atendidos por la familia de Elbeo. Pasados siete años llegan al Paraíso terrenal, tras lo cual Brendano y sus monjes vuelven a casa. Brendano tiene poco tiempo para contar todo lo sucedido en el mar porque poco después muere. El acontecimiento de la muerte tras cumplir los objetivos previstos es un hecho, casi habitual, que sucede a los héroes desde el mundo clásico. Sin embargo, el caso de la

· Cf. W. Stokes, Lives of Saintsfrom the Book of Lismore, Oxford, 1890, p.247. Dice textualmente: Now, in the time of Oengus, son of Natfraech, King of Munster, then was this holy Brenainn horn. Of Ciarraige Luachra was he, of Altraige Caille in especial. Por otro lado, vid. L. Kervran, Brandan, le gran navigateur celte du VI siecle, Paris, 1977, p.59, donde se afirma cet Oengus fut bien le premier roi chrétien de Munster; il avait été haptisé par Patrick avant de monter sur le trbne. II mourut en 490, dans une hataille historiquement datée. Certaines traditions placent la naissance de Brandan sept ans avant cette mort. 'Según la Vita, Brendano decidió peregrinar porque su fe se había debilitado.

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Nauigatio es sumamente interesante porque en ella se combinan muchos clichés que le permitieron ya en la Edad Media ser un texto popular. Los precedentes más cercanos que se han pretendido buscar a esta obra se encuentran en viejas narraciones orales irlandesas, algunas de las cuales pasaron a la escritura'. Estos cuentos se conocen con el nombre de imrama y echtrae y se distinguen entre sí porque las imrama son fundamentalmente viajes marinos, mientras que las echtrae entran dentro del mundo de las aventuras sin otra especificación. La esencia de estos periplos paganos, esto es, la búsqueda del paraíso, se ve continuada en los viajes que emprendieron los monjes irlandeses para construir monasterios en los que erigir la bandera de la fe cristiana. En este sentido la Nauigatio acoge esta tradición de las odiseas marinas, pero amplía el diseño de los objetivos religiosos, siempre con una base evangelizadora, pudiendo encuadrarla en una literatura de viajes que manifiesta no sólo las experiencias del viaje en elementos geográficos sino también aspectos simbólicos y maravillosos, propios de este tipo de literatura. Pero la Nauigatio tiene otros antecedentes, que podemos citar si quiera sea brevemente: en las narraciones de los navegantes celtas es habitual encontrar como tópicos eremitas que permanecen toda una vida aislados en pequeños islotes y que han asumido esa vida siguiendo el ejemplo del fortalecimiento de la fe que experimentó Jesús en el desierto. Otros elementos de la navegación son comunes al fondo de la mitología europea (tal es el caso de pájaros que hablan o de almas con forma de pájaro) o incluso a la mitología oriental (esto sucede con Iasconius, la ballena, cuyo dorso le sirve a Brendano para oficiar la misa de Pascua, que está presente en bestiarios medievales, pero también en el episodio de Sinbad de los cuentos de las mil y una noches e incluso en el Talmud o en la literatura mítica escandinava, por no hablar de las islas flotantes del mundo grecorromano). Por último, otra fuente principal pudieron ser las navegaciones clásicas de Eneas' y Ulises o la propia Biblia. Es aquí donde entramos de lleno en el tema que queremos desarrollar: ¿hasta qué punto pudo servir la Biblia como modelo o guía para la realización de la Nauigatio Sancti Brendani? Suponemos que como libro de cabecera de cualquier monje medieval su papel debió ser primordial. Debemos subrayar ciertamente que esta labor de patrón o de prototipo que ejerció la Biblia pudo hacerse fundamentalmente a partir de una idea, por medio de la cual desarrollar un tema, y no de una copia literal, aunque a veces la conlleva. Pero además de esto, nos interesa ejemplificar también un elemento que si bien no es propio de la Biblia sí es característico de los textos simbólicos de cualquier religión y culto: hablamos de los números, tan presentes en la Biblia y en la Nauigatio Sancti Brendani. El número se introduce por su propio valor en este trabajo, tanto por las numerosas repeticiones en el texto latino como por sus distintas y varidadas designaciones, entendido como elemento necesario de la belleza, como origen de elementos armónicos o simplemente como principio antitético entre la singularidad y la pluralidad.

'Estas composiciones de imaginación celta son entre otras El viaje de Bran, El viaje de los hermanos Corra, El viaje de Mernoc, El viaje de Maddoc y El viaje de Maelduin. Su elemento más clarificador y común es un carácter pagano que pretende como finalidad la búsqueda del Paraíso o de la Tierra Prometida. ' A este respecto queremos recordar nuestra comunicación en el II Encontro de Estudos Medievais, celebrado en Porto Alegre (Brasil) del 23 al 26 de septiembre de 1997, que llevó por título 'Fuentes para el estudio de la Nauigatio Sancti Brendani: la Eneida de Virgilio'.

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Queremos comenzar el apartado destinado a los números haciendo referencia a San Isidoro. En sus Etimologías dice '!1111111/tis Scripturarum locis quantum 111vsteriw11 habent eluce( y más adelante 'Sic et alii in script11ris sacris 1111111eri existunt, q11orw11 figuras nonnisi noti lwius artis scie11tiac soluere poss1111t ... adi111e saeculo comp11tu111, et cu11cta ignorantia cacea co111plectit11r, nec differri pote.1"t o ceteris a11i11wlib11s, qui calc11li 11esciunt rationem ''•. En tal caso, y siguiendo la idea de Isidoro, nos preguntamos nosotros ¿,El número, tal como es usado en la Na11igatio, tiene una utilización aritmética o nos encontramos ante un significado simbólico, entendido por tanto, en un sentido filosófico o teológico-'? A primera vista la respuesta debía de ser que el número generalmente tiene un valor aritmético y más si refiere ideas temporales. Sin embargo, a nuestro modo de ver no es éste el valor predominante porque los números se repiten siempre en los mismos contextos. Son muchos los dígitos presentes en Ja Nauigatio, no obstante, nosotros hemos elegido Jos que má~; aparecen: el número tres, el cuarenta y el siete, en esta secuencia y siguiendo un orden de frecuencias. Del número 'tres', a pesar de no estar considerado entre los números bíblicos por excelencia, tales como el siete, el doce o el cuarenta, hemos escogido algunos ejemplos bajo las fórmulas siguientes, porque es probablemente el que más aparece (hace un total de veintinueve veces). Los ejemplos son los siguientes': 1.- Dominus lhesus Christus post tres clics ostendet ser11is su is portum et locum manendi (Cap. VI, 22-24). 2.- Cwn aute111 circuissent per tres dies illam i11sulam, tercia die circa horam 11011am inuenerunt portum (Cap. VI, 25).

3.- Sanctus pater rnm suafamilia per cquora occea11i huc atq11e illuc agitabatur per tres menses (Cap. XII, 1-2). 4.- lbi demoratus est tribus diebus et tribus 11octibus (Cap. III, 7). 5.- Ita per tres di es et tres noctes preparauit Deus prandiwn seruis .rnis (Cap. VI, 6061 ).

6.- Post tres dies et tres noctes cessauit uentus (Cap. XIV, 1). 7 .- lbique triwn dierwn hospitiu111 peregerunt (Cap. XXVIII, 39-40).

Ni que decir tiene que este número se identifica con la Trinidad, con el movimiento ternario" o en el caso de la duración temporal de tres días se ejemplifica en algo más concreto, en el paso de la muerte a la vida de Cristo, es decir, la Resurrección, como recoge

' Islll. orig .. 3. 4. 1y3,4, 4 (ed. de J. Oroz Reta). Madrid, 1982, cuya traducción vendría a ser 'En muchos pasajes de las sagradas escrituras se pone de re/iel'e clÍan pr()fll/l{lo es el misterio que entraiian· y a continuación 'Aparecen en las Sagradas Escrituras otros números. cuvo sentido 110 pueden desentrwiar sino los que conocen la ciencia de esta arte ... quítate al tiempo su medida, r todo quedará en\'uelto en la ciega ignorancia: (el hombre) no podría diferenciarse del resto de los animales, que ignoran la noción del cálculo'. - Vid. X. Léon-Dufour. Vocabulario de teología bíblica. Barcelona, 1988. ' Para el texto latino hemos tomado la edición de C. Selmer, Nauigatio Sancti Brendani Abbatis. From early /ati11111a11uscripts, New York, 1959 (reimpr. Worcester, 1989). ''Vid. E. R. Curtius. Literatura Europea y Edad Media Latina. 2 vols., Madrid, 1976.

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Mt 27, 63: 'A los tres días resucitaré''" o en un simple período temporal como en Le 2, 46: 'Y sucedió que, al cabo de tres días, lo encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros ... ', tal como aparece en nuestros ejemplos 1, 2 y 3. Pero incluso la fórmula que hemos repetido varias veces en los ejemplos 4, 5 y 6 (tres di es et tres noctes) es una mención frecuente en la Biblia como aparece en Mt 12, 40: 'Porque de la misma manera que Jonás estuvo en el vientre del cetáceo tres días _v tres noches, así también el Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres noches'''. Por otro lado, en el ejemplo siete tratamos de mostrar -quizás de una manera curiosa, porque no es uno de los objetivos de este trabajo- que la costumbre de prolongar la hospitalidad a tres días nos hace relacionar un poco más, como dijimos al principio, la Nauigatio con las obras orientales. De este modo, Ibn Battuta" nos ofrece indicios que muestran claramente que esta costumbre llega a convertirse en ley en algunas regiones islámicas. Los ejemplos del número 'cuarenta' son dieciocho en la Nauigatio y en torno a esta cifra dice San Agustín 'Et est iste numerusfrequentissimus in Scripturis ad insinuandum mysterium perfectionis in quadripartito mundo·''. Las citas que hacemos de la Nauigatio son las siguientes: 1- Transactis iam quadraginta diebus (Cap. lll, 3). 2.- Post uero quadraginta dies, accepta benedictionefratrum et ahhatis reuersus sum cum sociis ... (Cap. l, 83-84).

3.- Deflniuit ergo sanctus Brendanus et hi qui cum eo erant ieiunium quadraginta dierum semper per triduanas agere (Cap. III, 1-2) que muy bien refiere el pasaje de Mt 4, 2 'y después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al final sintió hambre·. También en esta ocasión los ejemplos se encaminan hacia el aspecto temporal como en los textos 1 y 2 o en la temporalidad de los días y las noches del tercer ejemplo. Y es que, del mismo modo que en la Nauigatio el cuarenta es una cifra importante, los escritores bíblicos jalonan la historia de la salvación dotando los principales acontecimientos con este número. Es la cifra de la espera (Gn 7, 4 ·... haré llover sobre la tierra durante cuare/lfa días y cuarenta noches ... ' o mejor en Gn 8, 6 'Al cabo de cuarenta días abrió Noé la ventana que había hecho en el arca·), de la preparación o de la prueba (como en Ex 24, 18 ' ... y permaneció Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches') y hasta del castigo (Nm 32, 13 'los hiw andar errantes por el desierto durante cuarenta allos' ).

"Para el texto bíblico hemos utilizado la edición de D. De Brouwcr, Bihlia de Jerusalén (Nueva edición totalmente revisada y aumentada), Bilbao, 1975. 11 En relación con el tres está el tres mil, cantidad habitual en las Vitae irlandesas como número de monjes que están a cargo de un santo. Esto es así en el caso de Brendano. pero también en otras vidas como la Vita Sancti Columbani y en la Vita Sancti Comgalli. "lbn Battilta. A tra!'és del Islam. Madrid. 1981. ' Vid. Ave;. trin. 4. 6, 10. Su traducción es la siguiente: 'Es has/ante frecuente en la Sagradas Escrituras el empleo de este número para significar el misterio de la perfección del mundo. dividido e11 rnatro partes'.

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Por último, las referencias al número siete son menos abundantes en la Naui?,atio, sólo aparece nueve veces. Este dígito corresponde principalmente al ciclo creado de los siete días de la semana, pero también simboliza un período completo como el que establece la luna: cada fase lunar dura siete días y sus cuatro períodos conforman la totalidad -siempre entendida como una totalidad dinámica-. En el caso de este guarismo los ejemplos de la Nauigatio no refieren sólo la temporalidad sino que se acerca a la designación concreta como en la primera cita que hacemos de él: et habebat septem luminaria (Cap. XII, 84-85) que tiene una expresión parecida en Ex 25, 37 'Harás sus siete lámparas que colocarás encima de manera que den luz al frente'. Otros ejemplos son, como decíamos, puramente temporales, como los siguientes: 2.- lgitur sanctus Brendanus cum nauigasset contra meridiem iter septem dierum ... (Cap. XXV, 1-2). 3.- Septem iam anni sunt postquam egressi sumus de nostra patria (Cap. XXVI, 6-7). De igual manera sucede en la Biblia no sólo con los siete días en que Dios creó el mundo (Gn 2, 2), sino también con los siete años como en 1 Re 6, 38 ' .. .fue acabada la Casa en todas sus partes, según su proyecto. Salomón la levantó en siete años'. Las referencias a esta cifra son muchísimas dentro del libro sagrado, dado el carácter de número mágico que tiene en él, en consecuencia no conviene seguir enumerando las pocas anécdotas que posee la Nauigatio en tomo a él. Hemos renunciado a mostrar ejemplos de números como el dos, el cuatro, el seis, el ocho o el quince porque, si bien simbólicamente poseen una riqueza enorme 1", no valía la pena incluirlos, dadas sus escasas apariciones -no más de cuatro ejemplos en cada casofrente a las que presentan los que hemos indicado en este estudio. Como conclusión queremos reseñar que el hecho de que los números más apreciables y repetidos en 1aNauigatio Sancti Brendani sean el tres y el cuarenta se debe, según creemos haber mostrado, a que son números relevantes en la Biblia, pero también a que el primero indica períodos cortos y el segundo ciclos más largos dentro de una indeterminación del espacio temporal. A ello se debe que la mayor parte de nuestros ejemplos refieran tiempo y que el autor lo tome como término medio para no especificar fechas. De cualquier manera, todos estos pequeños o grandes detalles que componen la numerología de la Nauigatio no difieren en nada de los que encontramos ordinariamente en los textos hagiográficos, con mayor o menor frecuencia entre las cifras que hemos manejado para este texto.

'" Baste sólo recordar que el dos supone el contraste entre lo bueno y lo malo o simplemente la pluralidad que comienza después de la unidad o que el seis es un número perfecto y completo porque encierra en sí una sexta parte, una tercera y una mitad.

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