El Western como ícono fundamental de la cultura norteamericana. Un estudio sobre cultura e historia

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El Western como ícono fundamental de la cultura norteamericana.


Un estudio sobre cultura e historia


de Joaquín Sanguinetti, 31 208 541











Índice


Introducción

Estados Unidos y el Western
3
1. Reseña sobre la historia del Oeste


1.1. El asentamiento y sus leyes
4

1.2. Comunicación y transporte
5

1.3. El "Problema Indio"
6
1.4. Gold Rush
7
1.5. Mitos "reales" del Oeste
8

2. Turner: dándole forma a la frontera

2.1. Relevancia histórica de la frontera
9
2.2. El carácter norteamericano en la cultura de la frontera
11
2.3. Crítica al modelo clásico de frontera
13
2.4. Defensa al modelo clásico de frontera. Un análisis metahistorico de
Turner 15
2.5. Turner en su aporte simbólico
17

3. El Western

3.1. El cine, un publicista de la frontera
18
3.2. La Historia en imágenes versus la Historia en palabras
19
3.3. Análisis de los films históricos
20
3.4. Stagecoach (La diligencia)
21
3.5. How the West Was Won (La conquista del Oeste)
23
4. Conclusión
25

Bibliografía
26










Seminario "Cuando Hollywood hace historia"


Carrera: Historia


Cátedra: Nigra/Jakubowicz


Cursada: 2 cuatrimestre del 2005


Universidad de Buenos Aires, Facultad de filosofía y Letras



El Western como ícono fundamental de la cultura norteamericana. Un estudio
sobre cultura e historia






"Por mucho tiempo he buscado intenciones.
Una clave de la historia del pasado para mí y para estos cantos... y por
fin la he hallado.
No está en las fábulas literarias de las bibliotecas (que no acepto ni
rechazo).
Tampoco está más en las leyendas que en cualquier cosa.
Se encuentra en el presente, Es esta tierra de hoy.
Está en la democracia (que es sustancia y objetivo de todo lo pasado)
Es la vida de un hombre y de una mujer de hoy, del hombre medio de hoy;
Esta en los idiomas, en las costumbres sociales, en las literaturas, en las
artes;
Esta en la amplia muestra de
objetos pergeñados por el hombre: navíos maquinas, política, credos,
mejoras modernas; y está en el intercambio de las naciones.
Todo para lo moderno; todo para el hombre medio de hoy."
Walt Whitman[1]






Introducción


Estados Unidos y el Western



Los últimos hechos de la política mundial dicen que un país se encuentra
por encima de muchas otras voluntades nacionales. Está claro quien manda, o
al menos, quien no necesita de ningún apoyo para hacer de su propia nación,
algo aun más poderoso. Esa actitud se ejemplifica de manera certera en la
falta de poder de las Naciones Unidas para frenar la intervención de
Estados Unidos en Irak. Por su relevancia política y por su peso económico
y cultural en el mundo, es que nos parece significante estudiar a los
Estados Unidos.
Segun nuestra postura, el proceso que hizo posible el nacimiento de
esa gran potencia es su avance hacia el Oeste, que interpretamos como una
de las gestas occidentales más importantes del siglo XVIII-XIX, dado que
forma parte del gran paradigma civilizatorio Occidental, esto es, el
corrimiento continuo hacia el Oeste que nace con los griegos y se repite
con Roma, España e Inglaterra[2]. De aquel proceso norteamericano
rescataremos sus huellas, impregnadas aun hoy en su cultura nacional.
¡Vuelve el Oeste! En el ambiente del cine aparecen películas como
Brokeback Mountain, un film sobre una pareja de hombres de campo gay, y en
la televisión Into The West, una miniserie producida por la gigantesca
televisora HBO, que intenta recuperar la historia del Oeste. ¡El propio
presidente G. W. Bush es del Oeste! Mismo, si quisiéramos figurarnos el
rasgo indentificatorio más pregnante de Estados Unidos, sin lugar a dudas
aparece el Cowboy. Esto no es casualidad, porque los propios
norteamericanos son los que se identifican con ese símbolo en todo tiempo.
Por lo tanto, el western resultaría una herramienta muy eficaz para poder
reconocer de la manera más autentica la identidad norteamericana.
De manera que, nuestro estudio se enfocará en descubrir la identidad
norteamericana que surgió de la experiencia del Oeste, puesto que ese hecho
marcó fuertemente a Estados Unidos como nación. Y para eso no seleccionamos
cualquier forma de western, sino que escogeremos su versión filmografíca,
porque el cine es una de las fuentes de expresión por excelencia en los
Estados Unidos. Así, le preguntaremos al propio pueblo norteamericano que
piensa de sí mismo, sabiendo que es la manera más efectiva de obtener una
respuesta. No obstante, en nuestra concepción no queremos caer en el puro
análisis estético del objeto, por eso, fundamentaremos nuestras
aseveraciones no sólo en lo que relata Hollywood, sino en las ideas de los
historiadores, que nos aportarán la intencionalidad científica que el cine
no tiene al momento de reflexionar sobre su sociedad. Los historiadores
serán Turner con su modelo sobre la frontera norteamericana, y los
retractores de esa hipótesis.
En una primera parte, revisaremos la historia de la expansión
norteamericana hacia el Oeste, desde una mirada lo más objetiva posible.
Estudiaremos sus personajes y algunos de los procesos más relevantes de
ella. Este recorrido histórico funcionará como una especie de "guía",
fundamentando futuras argumentaciones, refutando otras, y desde luego,
sirviendo de necesario contexto histórico para familiarizarnos con el tema.
Luego, analizaremos la hipótesis de la frontera de Turner desde una mirada
actualizada, con sus críticas y defensas. Veremos en él tanto el aspecto
historiográfico de su modelo como el aspecto creador y poético, escudados
por las ideas de Hayden White, quien cree que la historia tiene elementos
literarios. Así dimensionaremos a Turner como uno los historiadores más
polémicos y creativos de Norteamérica. En una tercera parte, se argumentará
la importancia cultural de la frontera sumando un nuevo elemento: el cine
western, que se nos presenta como la expresión cultural norteamericana por
excelencia, y no hace otra cosa que confirmar con sus producciones aquello
que Turner decía hace más de una centena de años. Pero la pregunta que
surge a partir de lo dicho es: ¿Por qué debemos darle crédito al cine como
elemento cognoscitivo? Eso lo argumentaremos con Rosenstone, quien ubica al
cine histórico como una válida mirada para ver el pasado, tan importante
como la historiografía.
Si nuestra hipótesis es sostenible, entonces comenzaremos a desmenuzar
dos films (La diligencia y La conquista del Oeste), para confirmar en un
estudio de caso cómo los medios audiovisuales construyen y reproducen la
identidad norteamericana de una manera excepcional a través del género
western, apoyándose en la hipótesis de la frontera de Turner.
Nuestro enfoque estará siempre apuntado a que el arte no es sólo un
"reflejo de la sociedad", sino que también tiene un aspecto creativo que la
hace digna de un puesto junto a la política y la economía como esferas que
movilizan la historia del hombre en todas las épocas.





1. Reseña sobre la historia del Oeste


1.1. El asentamiento y sus leyes


El acta Harrison, aprobada por el Congreso, inauguraba el siglo XIX con la
venta de tierras ubicadas en el Oeste de Estados Unidos, brindando 100
acres[3] por 2 dólares el acre. Sin embargo, no fue hasta restaurada la paz
en la frontera que la población comenzó a migrar hacia el Oeste, a partir
de 1815. Bajo el escudo legal del acta, se poblaron Alabama y Mississipi
con plantadores ricos venidos del Este de Virginia, las Carolinas y
Georgia. Su migración se debió a la preocupación por los rendimientos
decrecientes de sus tierras. En cambio, en Ohio, Indiana e Illinois se
instaló un torrente de refugiados provenientes de Nueva Inglaterra. Estos
eran granjeros de medianos recursos antiguamente asentados en planicies
poco fértiles y pedregosas que buscaban en el Oeste mejores tierras. Y allí
donde no había ningún tipo de infraestructura, se encontraron con la
posibilidad de construir pueblos a su medida, por eso, trajeron consigo sus
instituciones, iglesias y escuelas, y así sentaron un precedente: todas
aquellas comunidades cerradas que se trasladen, llevarían consigo sus
costumbres y estructuras al Oeste, así pasó con los mormones, las
comunidades protestantes y las colonias extranjeras.
Más tarde, a través de la Pre-amption Act de 1830, el congreso aprueba
un permiso para que los colonos asentados "ilegalmente" obtengan la
propiedad de la tierra a 1,25 dólares el acre, de esta manera, el gobierno
defendía los derechos de quienes trabajaban la tierra de forma directa,
frente a los propietarios especuladores absentistas. Esta medida fue
inspiradora de ideales democráticos y de una "doctrina fronteriza", porque
valorizaba la importancia de la pequeña unidad productiva integrada por una
gran masa de individuos, antes que los derechos de un puñado de grandes
propietarios que no generaban valor -porque preferían especular con la
tierra. Ahora bien, esta actitud del gobierno no hay que mal interpretarla:
no es una reacción en contra de las clases poderosas y a favor del
propietario promedio, sino un ataque a la concepción economica europea, de
ahí que ubicamos a esta ley dentro de una "doctrina de la frontera". El
gobierno no intentó evitar la acumulación de propiedades en pocas manos, de
hecho eso ocurrió en el Oeste -como más adelante veremos. La diferencia
entre el latifundio "permitido" y el "no-preferible" se encuentra en que el
primero estaba en manos de hombres que administraban sus tierras,
fundamentalmente en el rubro de la ganadería, y se convertían en personajes
típicos del Oeste, sin importar su estatus económico; mientras que el
segundo no sólo que no trabajaba la tierra, sino que era un representante
del Este, porque vivía en la costa atlántica y pensaba desde una mirada
europea.
En 1843 se vuelve a estimular la migración hacia el Oeste, dado que
comienza a funcionar el Oregon Trail, un camino hacia tierras libres guiado
por experimentados exploradores. Detrás de ellos, cientos de carretas
cubiertas transportaban hombres, mujeres y niños en busca de independencia
económica en nuevas tierras. Por su éxito, este viaje se continuó haciendo
una vez al año, creando una gran ola colonizadora hacia el Oeste. Otros
exploradores no condujeron personalmente a los pioneros, sino que
escribieron "libros-guías", con material y mapas de sus propias
expediciones. Estos libros eran muy populares entre la gente que buscaba
adentrarse en tierras desconocidas, algunos de ellos llegaron a ser best-
sellers, porque su contenido era informativo y también novelesco.
Para 1862 se aplican nuevas reformas y planes del gobierno para
permitir el asentamiento en el Oeste, demostrando la preocupación nacional
por convertir esa zona en parte "efectiva" del país. La administración era
muy conciente de que era tierra muy deseable, no sólo por los nativos, sino
por naciones como la mexicana y la rusa, que tenían intereses allí. Este
impulso tomó forma concreta con el Homestead Act, que garantizaba 64
hectáreas de tierras libres a quien ocupara y trabajara la tierra. Sin
embargo, no fueron los pequeños y medianos granjeros los que más se
beneficiaron con la norma, sino los grandes criadores de ganado. Para 1880,
casi 22.400.000 hectáreas de tierra libre estaba en manos de grandes
empresarios ganaderos o eran propiedad de los ferrocarriles.
A finales de la década de los ochenta, el fenómeno migratorio tomaría
nuevas dimensiones, al influenciar nuevos sectores de la sociedad
norteamericana. Con la discriminación racial en su punto más álgido luego
de la Guerra Civil, se estima que 40.000 afroamericanos migraron hacia
Kansas a tierras otorgadas por Benjamin Singleton, quien buscaba construir
comunidades negras libres. A partir de este hecho, la voluntad de buscar un
alivio en el Oeste ya no es una acción típica del blanco de medianos y
altos ingresos, porque ahora la posibilidad de mejores condiciones está
también al alcance del negro. Desde luego, hay que decir que la
contribución fundamental en provecho del negro provino del Este, al
firmarse la emancipación de los esclavos, pero el aporte de la frontera es
aun más importante, porque sólo en esa región las letras se volvieron
posibles.

Para darnos una idea de la importancia del asentamiento del Oeste es
necesario analizar este dato: las donaciones totales de tierras por parte
del estado federal se elevaron a más 80 millones de hectáreas, que
equivalen a más de la tercera parte del territorio argentino. Estas
estadísticas son producto de las leyes de asentamiento que permitieron a
ciudadanos, ex-esclavos y extranjeros poder obtener una vida en el Oeste, y
a la vez hacer crecer al país de manera sustantiva. Porque la migración no
es gente moviéndose de un lugar a otro, sino construcción de unidades
productivas como la granja, la estancia y la plantación; significa
escuelas, iglesias y pueblos; también bancos y empresas. El asentamiento en
la frontera es definitivamente un movimiento de apropiación de la
naturaleza, con el objetivo de convertirla en parte de la nación.


El factor excepcional de esta migración es que a su paso, la
democracia y una visión economica pragmática, se afirmaban y se confirmaban
como un único modo de vida posible en la frontera. De ahí que las leyes de
asentamiento resguardaban al individuo común; por eso el negro emancipado
vio en el Oeste la posibilidad de tener una verdadera independencia
política y economica; así pues, se defendía la producción de valor, antes
que la especulación.





1.2. Comunicación y transporte



Un factor fundamental para poder entender como se trasladó un volumen
tan grande de personas es, por supuesto, el transporte. Los avances en esa
materia fueron tan grandes, que se piensa a aquel fenómeno en términos de
"revolución". Esta revolución implicó caminos, creación de ríos navegables
y la construcción de monumentales vías férreas bioceánicas. En general,
todas estas empresas, como por ejemplo la construcción del canal Erie,
fueron financiadas por el fisco.
Lo que hizo de las comunicaciones una industria en constante avance
tecnológico, fue la particular economía norteamericana, que por su gran
capacidad de inversión interna hacia que fluyeran importantes sumas de
dinero. Esa excepcionalidad de su economía la explica Sellers:


Lo que hacía a los bancos extremadamente lucrativos era el hecho
de que podían conceder sin peligro prestamos que sumaban más que sus
respectivos capitales. En lugar de prestar metálico los bancos
entregaban a los prestatarios notas bancarias, trozos de papel
parecidos al papel moneda moderno en los cuales se consignaba la
promesa de que el banco emisor las redimiría a quien lo solicitara por
una cantidad especificada de oro y/o plata.[4]


Los bancos, entonces, se vuelven un factor fundamental del rápido
crecimiento económico, porque eran capaces de aumentar la concesión de
créditos y el capital de inversión de manera casi ilimitada, estimulado la
rueda economica.[5]
En 1862 se suceden uno de los grandes hechos de la historia del
transporte: el Congreso aprueba la construcción de una vía transcontinental
que a su paso proveerá de tierras públicas y subsidios a los colonos que se
asienten en ellas. Como se puede ver, toda empresa con sede en el Oeste se
enfocaba a distribuir esas tierras entre su propio pueblo y la gente de los
pueblos de Europa. Así como el asentamiento provocaba democracia y un
sentido económico particular, el transporte en el Oeste impulsó la
migración masiva y la demanda de nuevas tecnologías. De esta manera, la
frontera significó un terreno fértil para la productividad norteamericana,
la misma que fundamenta su posición como potencia economica.


1.3. El "Problema Indio"


En 1808 comienza la ola de repliegues de los nativos americanos hacia el
Oeste, forzados por la voluntad militar blanca. Es el comienzo de uno de
los capítulos más difíciles de la historia norteamericana, porque denuncia
en ella su parte menos "heroica". Sin embargo, no presentaremos sobre este
tema un juicio subjetivo, sino una interpretación de lo que más
manifiestamente es para la mentalidad de esa época: una guerra entre
culturas.
Aquel año, el gobierno actúa en respuesta a un ataque Cherokee en
Tennessee, que determina el desplazamiento de las tribus a Arkansas,
cruzando el Mississippi. La represalia tuvo como beneficio nuevas tierras
para el dominio norteamericano. Esa política con los nativos se iba a
volver norma: cambio de tierras aborígenes en el Este por tierras en el
Oeste, fuera de la jurisdicción de los estados.
En 1831, continúan los conflictos con la tribu Cherokee, que intenta
demandar al estado de Georgia por querer extender su jurisdicción por
encima de sus "derechos naturales". Los jueces dictan que las tribus
nativas no tienen protección judicial, porque son naciones con líderes
propios, capaces de manejar sus propios problemas. De esta manera, la lucha
por los límites entre nativos y blancos se vuelve una guerra entre
naciones, ya no sólo una guerra entre culturas. Finalmente, la tribu da sus
tierras a Georgia en 1838, y se ubica en lo que sería más tarde
Oklahoma.[6]
En 1851, se intenta firmar un tratado entre Estados Unidos y las
tribus más importantes de America para establecer que: las poblaciones
nativas no iban a moverse más allá de sus tierras e iban a dejar de atacar
a quienes migraban a sus tierras en busca de hogar o recursos, permitiendo
además la instalación de bases militares. A cambio, el gobierno debía
asegurar que sus posesiones iban a estar protegidas de invasores por
siempre y que se iba a entregar una suma de 50.000 dólares en provisiones
anualmente por cincuenta años. El trato se cerró entre las partes, pero
como los jefes que firmaron el contrato no eran representantes legítimos de
la voluntad de las tribus, Estados Unidos rompió sus promesas, alegando que
no podía confiar en que los nativos cumplieran su parte.
A mediados del siglo XIX, comienzan las expediciones de caza de búfalo
en las grandes planicies. El búfalo era el modo de vida de los nativos,
matarlos por deporte significaba un sacrilegio y una forma de destruir su
economía. El General Sheridan es conciente de las consecuencias de la caza,
y dirige a las fuerzas militares al Oeste, porque propone exterminar al
búfalo bajo la excusa de que: "Kill the buffalo and you kill the Indians"
("mata al búfalo y matarás a los indios").
En 1868 la tribu Lakota (o Sioux) firma un tratado con el General
Sherman, en donde se les promete grandes territorios en Wyoming, Montana y
Dakota. Estas tierras serían de uso exclusivo de los nativos. Pero, no
sorpresivamente, George Custer "descubre" oro en tierras de los Lakota y
precipita una escalada de violencia entre buscadores de fortunas que se
avecinaron y la tribu. Por tratados firmados, el gobierno federal debería
defender el territorio lakota del hombre blanco, pero lo único que hizo fue
defender los intereses de los mineros. En 1875 el senado le ofrece a los
Lakota 6 millones de dólares por su territorio, la tribu se niega, alegando
la existencia de un tratado anterior que los ampara. Esta batalla legal
termina en un conflicto armado en donde los Lakota serán masacrados por el
General Sheridan.
En un acto deshonesto, el Congreso le quita el valor al tratado con
los Lakota, y Estados Unidos suma a su territorio 40 millones más de acres.
Con este acto, la zona se puebla de hombres blancos repentinamente y se
organizan una gran cantidad de pueblos y campos mineros.
En 1881 Helen Hunt Jackson publica A Century of Dishonor, en donde se
detalla la política del gobierno frente a los pueblos nativos de
Norteamérica. Por supuesto, su libro causa un gran shock, porque muestra el
costado más violento del movimiento hacia el Oeste. En 1890 se terminan
oficialmente las guerras contra el indio, debido a que ocurren las últimas
masacres contra las tribus.
Con el pasar de los años, los norteamericanos pudieron justificar
aquello que parece difícil de enmarcar en un contexto de providencia y
excepcionalidad que representa la historia de Estados Unidos. Lo hicieron
con el modelo de Turner[7] cuando interpreta al pionero como un producto de
la civilización europea y el contacto con los nativos; y también, cuando el
norteamericano ve las victorias contra el indio como el éxito de la
productividad frente a la integración con la naturaleza; y el mejor
aprovechamiento de tierras por habitante, frente a la relativa poca
población nativa.


1.4. Gold Rush


Gold rush y great rush podrían traducirse como la "corrida por el oro" y la
"gran corrida" respectivamente. En esencia son movimientos poblacionales
muy grandes, en busca de recursos mineros, como por ejemplo el oro. Esos
movimientos tienen dos particularidades: 1) son migraciones que no buscan
la permanencia o el asentamiento definitivo (porque la intención es
trabajar hasta "hacerse rico"); 2) son migraciones al lejano Oeste en donde
la población masculina sobrepasa por mucho a la femenina, o sea, no es un
movimiento de unidades familiares, como puede ocurrir en la migración hacia
el medio Oeste.
Fue en el Far West ("lejano Oeste") en donde se encontró el oro, en
las regiones montañosas de California, Colorado, Nevada, Montana, Wyoming,
y Dakota. Los mineros establecieron comunidades muy improvisadas, no
obstante, muchos vieron allí la posibilidad de vivir sin la minería,
asentándose en granjas y formando comunidades duraderas y estables. Es más,
los recursos más valiosos que tenían las regiones de Montana, Colorado,
Wyoming, Idaho y California, eran justamente sus suelos y sus pastos aptos
para el ganado, no sus minerales.
Uno de los grandes gold rush fue el de California en 1848. Ese año, la
noticia se esparció por todo el mundo, y a su vez el mundo quería llegar a
ese supuesto paraíso de recursos. Un año después de que la noticia se
conoció, llegarían a California más de 80.000 personas de todo el planeta,
triplicando la población original del territorio. Gracias a eso, en la
década del '50 California se integraría a la Unión en un tiempo récord.
Otro fenómeno del gold rush californiano fue la inmigración china, que en
el año 1852 sumaba 20.000 cantoneses en busca de oro. Este extenso grupo
tenia una fuerte organización y una lealtad hacia el gobierno chino. En
1896 se produce el último great rush por oro, esta vez, en Alaska.


1.5. Mitos "reales" del Oeste


Fue en la literatura donde primero se forjó el escenario del western
como ficción, de la mano de las dime novels (novelas de diez centavos), de
Bret Harte con su obra The Luck of Roaring Camp de 1892 y con el célebre
poeta Walt Whitman. En esas obras se mostraba la vida feliz del campesino
de la pradera y la oscura existencia de los pistoleros con problemas con el
juego.
Algunas de las imágenes más representativas del Oeste era la del
hombre y su pistola, conocido como "pistolero". Esa fusión comenzó en 1833,
cuando Samuel Colt[8] crea el revolver, y con él, una concepción atípica de
la libertad individual, fundamentada en la posibilidad de defender la vida
-propia y de sus allegados- y las propiedades con las herramientas que se
consideren necesarias. Estas ideas están avaladas por la propia
Constitución cuando dice: "Siendo necesaria una milicia bien ordenada para
la seguridad de un Estado libre, no se violará el derecho del pueblo de
poseer y portar armas."[9] Junto a la pistola, se ubica el rifle, que no
tiene las mismas connotaciones porque tiene sus propias: el arma larga es
símbolo de la autosuficiencia, del poder humano frente a la naturaleza,
porque el rifle está ligado a la caza y no tanto al duelo entre personas,
como sí lo está la pistola.
Pero las armas solas no le dieron forma a la imagen del Oeste, puesto
que ellas son una parte de la historia. Uno de los agentes que más
influyeron en la construcción de un "ideal" basado en las costumbres del
Oeste fue el Wild West Show, protagonizado por "Buffalo Bill" Cody. En
1833, este vaquero comienza hacer un show que imita las escenas típicas de
la vida del Oeste (como el acto del rodeo), con un casting muy particular:
cowboys e indios reales, no actores. Eso sí, la idea original era que todos
los escenarios y aventuras que se presentaran fueran imágenes que el propio
"Buffalo Bill" vivió en su frontera. El show lo convierte en figura pública
y también en un promotor de la cultura norteamericana, la cual lleva hasta
Europa en varias de sus giras.
Sin embargo, el mito más importante del Oeste, es sin lugar a dudas la
democracia, visto por artistas, intelectuales y políticos de la época.
Desde la actualidad, se puede decir que ésta institución toma una forma muy
original en la frontera, debido a las condiciones sociales y materiales en
la cual se dió. Esas condiciones son: una mejor distribución de la riqueza,
mayor influencia política de la comunidades, aislamiento del Este (que
provoca menor control en la región), posibilidad de defenderse
personalmente a través de las armas, colonias de sectas protestantes que
organizan los pueblos a su manera, falta de infraestructura e instituciones
previas que impulsa la iniciativa y el trabajo de los hombres comunes, etc.
Por todo eso, la democracia de frontera era "vanguardista": no hay
esclavitud en la mayoría de los estados no hay revolución, no hay grupos
políticos defensores ni críticos, y ambos sexos pueden votar[10]; lo que sí
hay, de hecho, es una necesidad "natural" de aquella institución, porque
resulta un modelo político que se acomoda a las condiciones dadas. En la
base de la democracia no hay una cuestión "idealista", sino una postura
pragmática del hombre del Oeste.

2. Turner: dándole forma a la frontera

2.1. Relevancia histórica de la frontera

Turner vivió e investigó en esta atmósfera. Esa experiencia y estudio lo
llevó a considerar al proceso histórico de la frontera como un símbolo. En
fin, para él, la historia del Oeste era el núcleo generativo de la historia
norteamericana[11], anterior y aun más importante que la Independencia y la
Guerra Civil. Es que, sin duda, en el Oeste se encuentran todos los
elementos arquetípicos de esta gran nación, tanto en materia de carácter,
de valores e instituciones.
Segun nuestra interpretación de Turner, la frontera es digna
representante de la historia de Estados Unidos en tres sentidos: económico,
político/legal y cultural. Desde lo económico, lo primero que se nos
presentan son sus grandes reservas de recursos naturales, tanto forestales,
de agua y de suelos, como de recursos humanos. La consecuencia de esto fue,
por ejemplo, que gracias a la frontera se logrará una disminución de la
dependencia con Inglaterra en tiempos de la colonia. Como dice el autor:
"No pasó mucho tiempo y la frontera creó la demanda de comercio. A medida
que se alejaba de la costa, fue haciéndose más imposible para Inglaterra
transferir directamente sus abastecimientos al consumidor, y llevarse las
cosechas habituales."[12]
Ubicándonos en aspectos más legales que políticos, vemos también una
radical importancia de la región fronteriza para el país entero. Por
ejemplo, la legislación que más desarrolló los poderes del gobierno
nacional fue influenciada por urgencias del Oeste. Esto es así porque el
pionero de la frontera tenia necesidades concretas en relación con el
transporte y la legislación sobre tierras públicas, y le urgía un poder
federal fuerte para ejecutar y administrar sus demandas, neutralizando las
voluntades de los estados particulares. Desde esta mirada, cuestiones
legales tan importantes como la esclavitud resultan ser un mero incidente
para Turner. Este argumento parece acertado, porque la emancipación no fue
un alivio inmediato para la situación de los negros, mientras que las leyes
sobre tierras y la construcción de vías de transporte en el Oeste hicieron
de Estados Unidos uno de los países más ricos del mundo.
No obstante, hay que remarcar que el Oeste también le impuso límites
al poder central, porque el hombre de la frontera reclamaba
fundamentalmente tierras, no una administración política sofocante; porque
sus prioridades no son la política, sino la producción y la
autosuficiencia, resumidas en el ideal de la "libertad". Entonces, lo que
se espera del gobierno es que se estimulen las condiciones apropiadas para
que ese ideal dicho se materialice. Así visto, un gobierno fuerte y
expansionista no se contradice con un espíritu en gran medida ermitaño y
autosuficiente.[13]
Si nos concentramos en el aspecto político, vemos que el valor de la
frontera está en que promovió la democracia en Estados Unidos, aun antes de
ser una idea con aceptación nacional. Porque fue en el viejo Oeste (Old
West)[14] en donde se dispersaron las primeras voluntades democráticas.
Así, el "primer" Oeste fue el que se encargó de romper con muchas de las
costumbres dispuestas en algunos estados como Nueva Inglaterra y Virginia.
Estas viejas costumbres eran las de restringir sus tierras sólo a personas
blancas, de origen inglés y de religión puritana. También, el Old West
logró cambiar el tipo de unidad colonizadora, dispensando de la ciudad y
promoviendo la granja.
Con la independencia norteamericana, la expansión hacia el Oeste iba a
desarrollar nuevos elementos que promoverían de manera muy efectiva la
defensa y la evolución de la democracia. Estamos hablando de la venta y
donación de tierras libres por parte del gobierno. Este factor resulta
fundamental para la hipótesis de Turner sobre la democracia en la frontera,
porque gracias a que el gobierno central se adueñó de un gran dominio de
tierras libres, se pudo repartir a precios muy cómodos -e inclusive gratis-
una importante cantidad de propiedades a gente que las necesitaba. Estas
tierras fueron el medio de vida para sus propietarios, puesto que
funcionaban como unidades económicamente autosuficientes, con posibilidad
de criar ganado o vivir de la agricultura. Por consiguiente, se dieron
condiciones muy particulares en el Oeste: hombres y mujeres libres,
económicamente independientes, se dan una organización política
democrática, puesto que nadie en esas tierras dominaban a otros; no había
una elite ni una nobleza, todos eran campesinos con similares recursos
económicos y, por lo tanto, con los mismos derechos políticos. Con el
cierre de la frontera en 1890, los gobiernos son los que comienzan a hacer
esfuerzos para salvaguardar aquella democracia que se dio naturalmente,
pero ahora de manera formal a través de las leyes.
Como se puede entrever, Turner tiende a enfatizar todo aquello que el
Oeste le brindó al gobierno y al país, fundamentalmente desde el punto de
vista político: por ejemplo, dice que "El dominio público ha sido una
fuerza de profunda importancia en la nacionalización y desarrollo del
gobierno."[15] Ese "dominio público" no es otra cosa que las tierras
fiscales o "libres" del Oeste. En otras de sus consideraciones, aduce que
la frontera "obligó" al gobierno federal a ponerse objetivos
expansionistas, debido a los beneficios económicos que demostraba ésta
política. Por eso compró Lousiana, Alaska, y varios territorios en
California, sin mencionar las guerras de ocupación libradas contra México.
Parece claro que el gobierno se percató de que en cuanto más fueran los
estados fronterizos de la Unión, mayor sería el poder nacional. Así, el
pensamiento nacional juega en función del crecimiento del Oeste, porque
concentrarse en la frontera era pensar en una política de país.
Ahora, desde una mirada cultural, el Oeste que nos presenta Turner
tiene un aspecto de "tierra prometida", exaltada por los "tipos" de hombre
que se dirigen a esos lugares. Para el autor, quienes recorren miles de
kilómetros de Este a Oeste son: aquellos que dejaron de ser siervos y
quieren comenzar a ser libres; los que escapan de la ciudad y su opresión;
y los que buscan prosperidad desde Europa. Este último tipo, representado
en escoceses, alemanes e irlandeses, encuentran en el Oeste la autonomía y
la libertad cultural que no se da en sus países de origen. Así, el Oeste
funciona como una gran "válvula de escape"[16] para la problemática social
y económica del país; aunque no sólo de Norteamérica, sino también de
Europa.
La región central del país o Medio Oeste, fue la que más inmigrantes
extranjeros acogió. Según Turner, allí se dió un caldo de cultivo especial,
en donde americanos y extranjeros compartieron una misma realidad, desde
ese momento, el norteamericano no iba a conocer ni localismos ni
nacionalismos, porque todo se borraba en la experiencia compartida del
Oeste.[17] Por ejemplo, la inmigración germana trajo consigo el elemento
conservador, frugal y agrícola al Medio Oeste.
En fin, lo cultural es ineludible para Turner, puesto que la frontera
es un lugar de producción de sentido, más que una geografía especifica, un
proceso histórico o un hecho económico. En el próximo apartado
fundamentaremos porqué aquel es el lugar en donde emerge el sentido de la
historia norteamericana.


2.2. El carácter norteamericano en la cultura de la frontera


Dirá Turner: "La tierra virgen domina al colono". El colono se desliga del
"Este" -me refiero a Europa y a las 13 colonias- y es seducido por el mundo
salvaje de la frontera. En el Oeste no son necesarios los modos de ser y
pensar europeos. Allí se viaja en canoa, se viste sencillamente y se habita
en humildes cabañas de troncos. En la frontera, la comodidad de los
mercados no existe, allí, el suministro de comida, bebida y otros productos
vitales son en gran parte hechos en casa.[18] El colono europeizado, en la
frontera se hace rústico y salvaje, se hace un "indio blanco". En otras
palabras, durante el proceso de expansión hacia el Oeste nace un nuevo
producto: el "norteamericano". Él recupera en un mismo sujeto cultural al
intelecto europeo y al pragmatismo nativo. En el Oeste se iba a dar una
extraña mezcla de sentimientos encontrados frente al indio, que iban a
dejar una impronta en el espíritu norteamericano. Esos sentimientos eran el
odio racial y el respeto a sus costumbres. Las últimas iban a servirles a
los colonos para poder sobrevivir en la frontera. Algunas de estas
costumbres no eran sólo del orden material -como la construcción de
viviendas, el uso de armas o de determinados transportes-, sino también del
orden intelectual. Así, el colono se adaptó a ciertas posturas de vida que
tiene el indio, como la lealtad y la humildad. Precisamente, en las
relaciones con el indio es que Turner puede encontrar uno de los primeros
pasos hacia la unidad política y cultural de Estados Unidos:


En efecto, la frontera india como agente consolidador de nuestra
historia es importante. Desde fines del siglo XVII se vinieron
haciendo varios congresos intercoloniales para establecer medidas
comunes de defensa y trato con los indios.[19]


Estos congresos se interpretan como los primeros intentos de
integración regional. Sin embargo, el producto más concreto y reconocible,
es sin lugar a dudas, el territorio.
Luego, nos encontramos con otros factores que marcaron a fuego su
espíritu, como son los distintos tipos de migraciones. Un pasaje de la
Nueva Guía para el Oeste, de Peck, es citada por Turner. De aquel se pueden
extraer varias ideas que son compartidas entre ambos autores. Peck divide
la colonización en tres tipos de hombres, que se suceden en el tiempo.
Primero, se da el pionero agricultor: rústico, sin ley, que no le debe nada
a nadie. Este personaje se convierte en fundador de un condado, quizá de un
nuevo estado. Él venderá su cabaña y su tierra a la próxima oleada de
inmigración y avanzará hacia el Oeste sobre una nueva tierra inconquistada,
con el afán de colonizarla y repetir el mismo proceso. La segunda oleada de
inmigrantes, como decíamos, compra la tierra, abre caminos, construye con
madera, ladrillos y piedra. Levanta escuelas, molinos y juzgados. La vida
no deja de ser rústica, pero adquiere un nivel distinto, digamos
"civilizatorio". La tercera oleada es la de los hombres de capital y
empresa. El colono del segundo momento vende sus tierras a estos hombres
ricos, aprovechando la subida de su valor, para migrar[20] como el primer
pionero, o quizá para convertirse en una persona de capital y empresa
también. Peck nos da la clave de la naturaleza que hace de motor
civilizatorio en el Oeste: el espíritu pionero-fundador mezclado con un
interés económico.
Las consecuencias de la migración constante, segun Turner, eran el
amor por la libertad en tierras vírgenes, la demanda de tierras y un
impulso irrefrenable hacia el Oeste.[21] Pero también, la migración
interestatal es interpretada como un proceso de fertilización, en donde se
entrecruzan ideas e instituciones entre los pobladores.


Nada trabaja tanto a favor de la nacionalidad como las
relaciones dentro de la nación. La movilidad de la población lleva
consigo la muerte del localismo, y la frontera occidental influía
irresistiblemente sobre la población no asentada.[22]

El resultado de estos factores (intercambio con el indio,
condicionamiento ambiental y migración interna) promueven un sujeto
histórico de extraordinarios caracteres:


rudeza y fortaleza, combinadas con la agudeza y la curiosidad; es
disposición mental practica e inventiva, y rápida y expeditiva; esa
magistral captación de las cosas materiales, carente de sentido artístico,
pero poderosamente eficaz para lograr fines importantes; esa energía
incansable, nerviosa; ese individualismo dominante, que trabaja para el
bien y para el mal, y al mismo tiempo esa alegría y exhuberancia que nacen
con la libertad- esos son los rasgos de la frontera, o los rasgos que aun
encontrándose por doquier, tienen su origen en la frontera.[23]

En fin, segun Turner, la frontera fue para Estados Unidos lo que fue
el Mar Mediterráneo para los griegos: buscar independencia economica,
romper con la costumbre, ofrecerse a nuevas experiencias y crear nuevas
instituciones. Pero, por encima de todo, el Oeste le ofrece al país entero
un sentido en común, o sea, una cultura nacional. No hay que olvidar que en
el Este las diferencias culturales eran muy grandes, cristalizadas en la
Guerra Civil. Hacía falta un tercer elemento neutral, el Oeste, para que
todo el país se sintiera unido. Entonces, la frontera funciona como
generador en varios niveles, porque crea: democracia, un ideal de hombre
norteamericano, productividad economica y un consenso nacional.


2.3. Crítica al modelo clásico de frontera


Habiéndose concentrado en muy pocas temáticas durante su vida, Turner se
ganó un lugar entre los historiadores más influyentes de Norteamérica. Sin
embargo, este historiador logró una cantidad equivalente de elogios como de
criticas.
Las criticas más comunes apuntan a la insuficiencia de datos, a
análisis incompletos y a la falta de rigor en sus estudios. Se le achaca
haber sido ser implícitamente sexista y racista, y que se vio tentado por
las nociones intelectuales del momento[24]. Así también, encasillaba Malin
a Turner:


As a product of his time and of the Middle Western environment,
Turner was expressing both himself and his generation; he was teaching
history in terms of unconscious propaganda. His themes were
nationalism, democracy and individualism, with the frontier as his
instrument of instruction. [25]


Una autora como Patricia Limerick ataca la falta de interés de Turner
en describir la violencia y la depravación que se produjo en el Oeste
contra los indios. Su postura se basa en desacreditar todos los temas
tradicionales de la historiografía, como el progreso y los mitos que se
mantuvieron vivos bajo la obra de Turner, como el determinismo ambiental,
el destino manifiesto y el "cierre" de la frontera en 1890.
Otros critican al historiador de la frontera por el énfasis que le
dio a los elementos físicos por sobre los sociales en la formación de
procesos históricos. Por ejemplo, cuando Turner está convencido que el
ambiente salvaje cambió el ánimo del hombre blanco, y lo volvió rústico,
humilde y con experiencia práctica; o cuando alega que el factor de las
"tierras libres" fue determinante en la creación de una democracia en el
Oeste. Estas ideas son interpretadas como posturas "ambientalistas", porque
los factores naturales determinan las decisiones de los hombres.
Segun Billington, otros ataques muy comunes a Turner son que
utilizaba la generalización y que no podía evitar a las metáforas.[26] Sin
embargo, las críticas no logran probar de manera definitiva que la
hipótesis en sí sea falsa. En realidad, las "embestidas" más certeras y
profundas contra la hipótesis de Turner son específicamente dos: 1) se
encuentra en jaque la noción de que el Oeste funcionó como "válvula de
escape"; 2) se ve como un grave error el ignorar una fuerza tan importantes
como la lucha de clases.
La hipótesis sobre la "válvula de escape"[27] era simple: al Oeste
migraban aquellos hombres y mujeres que no tenían un lugar en el Este,
eran: siervos liberados, empleados de fábrica o campesinos que sufren de
malas cosechas. Las grandes oleadas de migraciones hacia el Oeste se daban
en periodos de crisis, cuando la situación economica era menos soportable,
por eso, se dice que la frontera significó una desahogo de las tensiones en
el Este.
Ahora bien, esa hipótesis ha sido largamente refutada, y he aquí sus
contraargumentos. Los trabajadores del Este no podían escapar a la tierra
de "la abundancia": primero, porque muchos no conocían las técnicas
agrícolas, pero fundamentalmente porque no tenían el suficiente capital
como para cumplir sus deseos. El precio de la tierra podría parecer un
regalo[28], pero en realidad eran grandes sumas para los trabajadores que
ganaban 1 dólar por día. A esto se suman los elementos que necesitarían
para cosechar, los animales y la construcción de la casa. Según las
estadísticas de Billington, los costos iniciales para obtener una casa y un
campo eran de 1.000 dólares en 1850. El transporte más barato desde New
York a St. Louis (que es recién una de las primeras fronteras) es de 13
dólares por persona. Estas sumas estaban lejos de poder ser acumuladas por
familias de bajos ingresos. Otro revés a la hipótesis sobre la válvula de
escape apuntó a la idea original de que funcionaba en "épocas de crisis".
Estudios han demostrado que si existiera una válvula de escape, ésta se
reactivaba en tiempos de prosperidad, puesto que allí es cuando se
registran las migraciones más grandes. Es más, nuevos estudios muestran que
en realidad ha habido grandes movimientos migratorios que provienen de
áreas rurales antes que de las ciudades:


If left to itself the farm population would have grown to 48
million during this period by natural processes; hence one scholar has
estimated that twenty persons left farms to move to the city for every
single worker who left a city to move to the farm.[29]

Por eso, se dice que la válvula de escape turneriana era en realidad
una "válvula de escape rural", en donde los hijos menores de los farmers
iban a buscar trabajo en las ciudades.[30]
Luego, se encuentran los cuestionamientos sobre su falta de interés
en la lucha de clases, pero que se agravan porque ni siquiera vio todos los
tipos de migración que existían en el Oeste. Turner reconocía, entre otros,
al mercader de pieles, al cazador, al ganadero y al farmer; pero la
expansión había sido mucho más compleja que eso; había mineros, soldados,
artesanos, especuladores y constructores de pueblos. La crítica es
legítima, debido a que algunos de estos personajes resultan fundamentales
para la comprensión de la historia del Oeste. Por ejemplo, el especulador
de tierras toma un rol omnipresente para los hombres de la frontera, puesto
que él personifica al capitalista típico del Este, que se encuentra en las
antípodas de aquel farmer que necesita tierras para su supervivencia. Entre
1785 y 1841, los especuladores funcionaban como intermediarios entre el
gobierno y los colonos, brindando tierras en sistemas de créditos. Pero,
también, debemos decir que la influencia de los especuladores se disipó
luego de que las leyes comenzaron a legitimar la ocupación precaria de los
colonos. En la nueva situación, ya no había mediadores entre el farmer y el
gobierno.[31]


2.4. Defensa al modelo clásico de frontera. Un análisis metahistorico de
Turner

A pesar de que aparentemente hemos dado suficientes argumentos como para
refutar totalmente la hipótesis sobre la influencia de las tierras líbres
en el Oeste, esta idea no se ha derrumbado del todo, puesto que, aunque
raramente se conseguían gratis, siempre las tierras del Oeste iban a ser
más accesibles que aquellas que existían en el Este o en Europa. Entonces,
no cae la hipótesis, pero si se corrige: no son las clases bajas las que
migran, sino aquellas que pertenecen a un estatus medio y alto en la
sociedad. Con ellas se construirá el modelo de democracia en el Oeste.
Del apartado anterior se puede tomar como resumen que Turner falló
definitivamente en la hipótesis sobre la "válvula de escape", aunque
también lo hizo al ignorar la lucha de clases y al tener ciertos "vicios"
en su lenguaje. Pero, desde nuestra postura, el no haber observado la lucha
de clases o el abusar de la generalización y la poética, son problemas
menores dentro del discurso. Es más, en este apartado vamos defender esas
particularidades de la obra y proponerlas como parte de un "estilo", no
como una falencia.
Decir que la historiografía contiene elementos literarios de los
cuales ella no puede escapar parece arriesgado, dado que siempre se la ha
pensado como una ciencia social, y las ciencias como tales no pretenden
contener ningún tipo de contenido poético. Sin embargo, esta idea no es
para nada arriesgada ni nueva, porque Hayden White la expuso hace ya 33
años, en su obra Metahistoria.[32] En ella, White busca sistematizar una
teoría formal sobre el relato histórico. Dice sobre su teoría: "...
considero la obra histórica como lo que más visiblemente es: una estructura
verbal en forma de discurso en prosa narrativa."[33] A partir de esas
consideraciones es que la historiografía se convierte en su objeto de
estudio.
El análisis metahistorico implica una preocupación por las huellas que
deja el "estilo" en el propio contenido historiografico. White cree que el
propio estilo de los autores participa en las obras y se proyecta en el
resultado de las mismas. Por ejemplo, cuando el historiador debe elegir una
estrategia para tramar su obra, segun White tiene cuatro posibilidades: el
modo romántico, el trágico, el cómico y el irónico. Esos cuatro modos de
tramar constituyen las "grandes estructuras del relato" que tiene la
historiografía, aquellas que el investigador no puede obviar, porque son
anteriores al acto mismo de verbalizar. Inclusive si se intentan relatar
hechos dispares -por su proceso, tiempo o lugar-, la forma que toman esos
relatos siempre van a ser finitos.
White, ve a la obra histórica como seudo-cientifica, y al propio
historiador como un agente "creador", un poeta. Si el historiador debe
elegir una forma de escribir su obra dentro de un abanico de posibilidades,
entonces la propia elección de su "estilo" es un acto esencialmente
poético. Una de las pocas diferencias, aunque primordiales, entre la
historia y la literatura, es que la primera contiene una premisa de
"verdad" que dice: "todo aquello que se lee en la historiografía es reflejo
exacto de la realidad". Por consiguiente, el historiador se ha visto auto-
limitado, porque por esa premisa no puede elegir cualquier estilo, sino que
tiene que decidirse entre formas de explicar que apelen a la credibilidad
del relato. Pero al fin y al cabo, el historiador sucumbe por su costado
poético, porque ordena los hechos con una determinada jerarquía de
significación y porque ellos siempre tienen una coherencia formal, esto es,
se suele considerar a los procesos históricos con un principio, un medio y
un final -tal como las novelas.
Como era esperable, Turner no pudo desembarazarse ni de los modos de
tramar, ni de las estrategias argumentativas, ni de las implicaciones
ideológicas que subyacen en toda obra historiografica. Gracias al método de
análisis metahistorico todos estos elementos de la obra de Turner pueden
definirse, y en ese proceso, se podrá entender mejor porque él tendía a
exagerar, a generalizar, y porqué ignoró la lucha de clases.
Como decíamos antes, existen cuatro formas de tramar en la
historiografía, esto es, hay cuatro relatos prefigurados para relatar una
historia: uno puede contarlo en forma de romance, de tragedia, de comedia o
de ironía. Turner eligió el modo romántico, y este se reconoce como un
drama de autoidentificación, simbolizado por el pasaje del héroe por el
mundo de la experiencia, luego su victoria sobre este y su liberación
final. Este relato prefigurado se puede leer fácilmente en una trabajo como
"El significado de la frontera en la historia americana": el héroe está
simbolizado en el hombre de la frontera, que huye del Este opresivo, hacia
un nuevo mundo. Pero la frontera no es ningún paraíso, sino un lugar que
demanda pragmatismo, un mundo en donde la gente vivía integrada con las
demandas por la supervivencia.[34] El "héroe de la frontera" construye su
victoria derrotando a la naturaleza con civilización y al enemigo indio con
las armas.[35] La liberación se encuentra en el éxito del Oeste para
conformar estados democráticos, abolicionistas y productivos, en fin, en el
éxito del modelo defendido en la frontera.
Ahora que sabemos que tipo de relato coincide con Turner, estamos
listos también para leer de la pluma de White porqué los románticos
utilizan la generalización como método de explicación:[36]

Los historiadores románticos, y en realidad los "historiadores
narrativos" en general, tienen una inclinación a construir
generalizaciones sobre todo el campo histórico y el significado de sus
procesos que son tan amplias que no soportan mucho peso como
proposiciones que puedan ser confirmadas o refutadas por medio de
datos empíricos. Pero esos historiadores generalmente compensan la
vacuidad de sus generalizaciones con la vida de sus reconstrucciones
de agentes, agencias y actos particulares representados en sus
narraciones.[37]


Avanzando en otro nivel de análisis, segun White existen cuatro formas
de argumentar: el modo formista, organicista, mecanicista y contextualista.
Turner es fundamentalmente organicista, porque:


Las hipótesis organicistas del mundo y sus correspondientes teorías de
verdad y argumentación son relativamente más "integrativas" y por lo tanto
más reductivas en sus operaciones. El organicista intenta describir los
particulares discernidos en el campo histórico como componentes de procesos
sintéticos.[38]


O sea, el historiador organicista se verá tentado a realzar los
individuos en tanto que son resumen de totalidades, como pueden ser el
pensamiento de una época, el espíritu o los valores. Además, los
organicistas son historiadores nacionalistas. Turner convive con estas
características: es un historiador que intenta resumir valores como la
democracia en la imagen del productor independiente de la frontera, y de
hecho es un autor nacionalista, que construye una historiografía
norteamericana sin residuos de su madre patria Inglaterra o de Europa.[39]
El tercer factor por considerar es la clasificación de Turner en su
ideología. White reconoce cuatro: anarquista, radical, conservadora y
liberal. La postura del norteamericano es la conservadora. Liberales,
radicales y anarquistas ven al cambio social como un "ajuste" de un
mecanismo, el conservador ve el cambio social como una evolución
natural.[40] Porque si bien Turner habla de la democracia, una institución
que en Europa es sinónimo de revolución, en Estados Unidos ella toma una
forma distinta: es una evolución natural, es un proceso que se da sin la
ayuda de agitaciones, surge del ambiente y de las condiciones económicas y
legales de quienes viven en esa región. En resumen, la democracia es una
adaptación al medio de la frontera, no un cambio radical o una revolución
institucional. Luego, de manera también procesual es que las
características de la frontera se traspolan a las de la nación,
fundamentalmente en materia legal y política.
La empatía que existe entre los distintos elementos que acabamos de
analizar, conforma una última clasificación integradora.[41] White
introduce en la teoría de los tropos una forma de sintetizar la trama, el
argumento y la ideología en un sólo objeto lingüístico. Esos objetos o
tropos son la metáfora, la metonimia, la sinécdoque y la ironía.
La metáfora es representativa del mismo modo que se puede decir que el
formismo lo es. La metonimia es reductiva como el mecanicismo, y la
sinécdoque es integrativa, como lo es el organicismo. Entonces, el tropo
que se identifica con la obra de Turner es la sinécdoque. Ella se
caracteriza por ser un fenómeno lingüístico que funciona simbolizando
alguna cualidad presuntamente inherente de la totalidad, enfatizándola
(como en la expresión "es todo corazón"). La sinécdoque, tanto como Turner,
exagera una característica del objeto, haciéndola representante de la
totalidad. Él mismo lo reconoce su estilo -en parte- en las siguientes
palabras: "El verdadero punto de vista en la historia de esta nación no es
la costa atlántica, sino el gran Oeste."[42] De esta manera, deja a cargo
sólo a una parte de Estados Unidos para contar la historia, catapultando su
importancia. La obra de Turner es así una sinécdoque constante.




2.5. Turner en su aporte simbólico


El "buen historiador" es aquel que hace del pasado una realidad
transformante del presente, esto es, quien hace de hechos antiguos una
experiencia cotidiana -porque en lo cotidiano se encuentra lo que nos
conmueve. Su tarea no se encuentra en un orden de análisis que supera las
ideologías o los intereses mediatos. Es por esas características que el
trabajo del historiador tiene un interés fundamental para la sociedad,
porque tiene destinatarios. Quizá, lo que ha hecho de Turner una figura tan
criticada, no es el haberse regido de manera anti-historiografica, sino el
ubicarse de manera tan cercana en tiempo y espacio a su objeto de estudio.
Esa cercanía hizo que las letras reflejaran el fragor y la subjetividad del
investigador. No obstante, su esfuerzo resulta fundacional, porque sobre el
Oeste sólo se habían escrito relatos fraccionados, fundamentalmente en la
poesía[43], en novelas cortas y en historias cómicas. Él se apropió de una
corta tradición literaria, una experiencia propia y un estudio histórico,
para hacer conocer a la frontera como una imagen integrada, dinámica y
autosuficiente; tarea que adquiere una absoluta novedad. Ese fue su logro
más inmediato. Luego, vendría su influencia en la historiografía, la
literatura nacional, más tarde en el cine y la T.V.
El lingüista Jay B. Hubbell en su articulo "La frontera", nos dice que
es significante estudiar desde la mirada de Turner, porque piensa que él
logró captar "el verdadero punto de vista en la historia del país",
relegando en segundo lugar a la historia del Este, que estaba sumida en la
tradición Europea e Inglesa. Debemos recordar que tanto la literatura como
la historiografía norteamericana le debían mucho a la tradición europea,
costumbre que cambió a partir de la cosmovision de la frontera turneriana,
porque le dió a literatos e historiadores una inyección de
nacionalismo.[44]
Entonces, el aporte invaluable de la frontera es que "... ha dado a
nuestros escritores un amplio campo de materiales nuevos y un punto de
vista que bien podemos llamar norteamericano."[45] Prosiguiendo con esta
argumentación, Hubbell cree que es necesario recuperar la idea del Oeste
continuamente, por contener un fuerte valor nacional, por encima de otros.


Si nuestra literatura es reflejo del carácter nacional debería
de estar teñida por los fuertes colores de nuestra experiencia
fronteriza. Pues fue principalmente la influencia de la Frontera lo
que, tal como Norman Foerster ha dicho, hizo que el tipo europeo se
transformara en hombres como Jefferson, Jackson, Lincoln y Roosevelt
o, entre los escritores, figuras como Emerson, Whitman y Mark
Twain.[46]


La posición de Hubbell es que la literatura ha venido a ser nacional,
fundamentalmente por la sublimación del espíritu de la frontera. Pero,
también otros temas sirvieron a construir una literatura nacional, y fueron
la colonización y la revolución norteamericana. No obstante, estos dos
últimos son temas que el mismo género de frontera ha adaptado y
reinterpretado.[47]





3. El Western


3.1. El cine, un publicista de la frontera


El primer film narrativo de la historia del cine fue norteamericano, y
se llamó The Great Train Robbery, dirigida por Edwin Porter en 1903. Duraba
10 minutos y contenía 14 escenas. El ambiente, sus personajes y la temática
pertenecían al Western. Creemos que es importante dimensionar aquellos
datos: ¡el primer relato cinematográfico -no sólo de Estados Unidos, sino
del mundo- fue un western! Es muy significativo que un director, conciente
de que estaba empleado en un rubro artístico completamente nuevo, haya
elegido un western antes que cualquier otra imagen o género del abanico de
historias en esa época. Aunque las razones de esa elección pueden ser
sencillas: antes de que el western se incluyera como un género
cinematográfico, ya era una literatura famosa y muy demandada por los
norteamericanos. Pero esto no explica del todo como es que la industria
cinematográfica más importante del mundo (que en la actualidad produce 800
films por año) tenga una predilección casi "romántica" con el western.
Parte de la respuesta está en que Hollywood, si bien vende sus películas a
todo el mundo, la mayor parte de ellas están dirigidas a un público
nacional. Teniendo en cuenta eso, el film sobre el Oeste resalta sobre
otros géneros porque es una creación original de su cultura.
Existen varios tipos de cine que se destacan por sobre otros,
principalmente por la posibilidad que tienen de actuar en la realidad,
creando opinión, desarrollando ideales en la sociedad, construyendo relatos
que ayudan a la nación a integrarse como unidad. El film histórico es uno
de esos productos culturales que más inciden sobre la realidad: revisando
la historia y afirmando o negando ciertos valores y hechos significativos.
El Western forma parte de los films históricos, porque intenta rememorar
una época perdida, reinterpretando los antiguos personajes, las
instituciones y los hechos desde una mirada retrospectiva pero sin dejar de
apuntar al futuro. Por lo tanto, creemos que el cine es la manera
privilegiada que tiene el pueblo nortemericano para reflexionarse.


3.2. La Historia en imágenes versus la Historia en palabras


El cine western es un símbolo del folklore y es parte fundamental de la
conciencia norteamericana. Para demostrar el valor como generador de
historia que tiene el western nos atendremos a la opinión de Rosenstone
sobre el film histórico.
Lo que plantea Rosenstone en su libro El pasado en imágenes es
simple: los films que muestran al pasado se convierten en una nueva manera
de hacer historia. Muchos cientistas sociales opinarían que las películas
"reflejan el momento histórico en el cual fue hecha", pero no que son una
herramienta eficiente para representar el pasado. De esta manera, se
desacredita el derecho al director de cine a contar el pasado tal como lo
hace un historiador profesional, simplemente porque el cine tiene una
premisa poética y la historia de "conocimiento social y científico". Pero,
gracias a los argumentos de White y su metahistoria, entendemos que la
historiografía no es más que un género literario "con vocación a ser
ciencia". Distinta a la novela, sí; pero no distante de las estrategias y
las tramas que rigen en la literatura. Por eso, la historia y la literatura
son campos separados por la intención, no por su naturaleza. Rosenstone es
conciente de esta teoría, e incluso cita las ideas centrales de la misma,
porque intenta rastrear la vinculación del cine histórico con la
historiografía. ¿Cómo se vinculan? A través de un elemento en común: el
discurso literario.
Si bien la historia y el cine son lenguajes distintos, tienen dos
vínculos muy fuertes: tienen una misma voluntad por representar el pasado,
y ambas comparten herramientas con el lenguaje literario.
Los elementos literarios de la historiografía ya los vimos: tramas,
estrategias argumentales, uso de objetos lingüísticos como la metáfora, la
metonimia, etc. Ahora bien, el cine tradicional también las tiene: relatos
cerrados, ordenados como un principio, nudo y final, y la existencia de
héroes individuales. Y desde un punto de vista más lingüístico, el cine
comparte con la literatura oraciones (unidades de sentido simbolizadas en
la "escena"), alusiones (breves evocaciones que obtienen sentido por ser
representantes de hechos precedentes) y descripciones (enfoques de objetos,
en tomas independientes y sucesivas).[48]
El cine tradicional -como el western- contiene también todas aquellas
características que se observaban en un historiador romántico como Turner:
un mensaje moral y optimista; presencia del concepto de progreso; los
individuos suelen ser determinantes, apartando a las fuerzas sociales como
agentes; no se suelen permitir las dudas, pues el relato es cerrado y
simple; se confieren emociones a los hechos; etc.
Rosentone defiende estas características cuando dice:

Igual ocurre con los hechos: aquí la invención es inevitable
para mantener la intensidad del relato y simplificar la complejidad en
una estructura dramática que encaje en los limites del tiempo fílmico.
Esto conlleva el uso de mecanismos narrativos: la condensación y la
alteración de hechos y la metáfora.[49]


3. 3. Análisis de los films históricos


Hay tres formas de plasmar la historia en un film: historia como
drama, como documento y como experimento. La historia como drama es
equivalente a lo que Rosenstone identifica como film tradicional, dado que
utilizan las mismas estrategias discursivas. Un ejemplo perfecto de film
histórico como drama es Lo que el viento se llevó, una película de amor que
no concede mucho conocimiento histórico, por su poco interés en mostrar
personajes y hechos de la época en la cual se desarrolla. Sin embargo, no
debe haber un relato cinematográfico que haya marcado de manera tan
profunda a varias generaciones como aquella película. Luego, el film
histórico como documento es uno de los géneros más recientes de la
cinematografía histórica:


Su estructura más común es la de superponer la explicación de un
narrador (y/o testigos o especialistas) a una serie de imágenes
actuales de lugares históricos junto con fotogramas de documentales,
noticiarios, fotos, dibujos, pinturas, gráficos y portadas de
periódicos de la época.[50]


Este tipo de films se encuentran más cercanos al espíritu y los usos
de la historia escrita. La historia como experimento integra una gran
variedad de formas de filmar, desde la ficción a la documental, y aun
aquellas dos juntas combinadas. Segun el autor, este tipo de películas
experimentales, abren la posibilidad de hablar de cine histórico con
intenciones serias, con ciertos valores de la historiografía escrita y con
la voluntad de superar las raíces "tradicionales" que tiñen al cine.

Otro elemento de análisis, es la invención falsa/invención verdadera.
Rosenstone llama invención a todo aquello que no se encuentra en el orden
de lo conocido, dentro de un film histórico o ambientado históricamente.
Una invención falsa es aquella que fuerza un suceso, que además de ser un
hecho no comprobable, tampoco condice con el ámbito de lo probable. En
cambio, una invención verdadera es aquella que respeta el contexto
histórico, a pesar de que narra hechos no comprobables empíricamente ("no
se si paso, pero es posible").[51]


Lo que estoy sugiriendo es que el film histórico hollywoodense
siempre incluirá imágenes que son inventadas pero que pueden ser
consideradas verdaderas; verdaderas porque simbolizan o condensan
grandes cantidades de información; verdaderas porque dan un
significado al pasado que puede ser verificado, documentado o
razonablemente sostenido.[52]
3.4. Stagecoach - Director: John Ford (1939)

La diligencia (Stagecoach) es una de las películas más importantes del
Western por varias razones: es el primer western con sonido de John
Ford[53]; es el primer film en donde Ford retrata el Monument Valley of the
Southwest[54] (aquel paisaje desértico con montañas muy extrañas y
dispersas); y donde la reputación del director es elevada, puesto que su
película fue nominada a siete premios de la academia, ganando dos. Sin
embargo, el logro más grande de Stagecoach fue el de haber brindado
prestigio a un género que no lo tenia. Para la década del '30 y hasta los
comienzos de la Segunda Guerra Mundial, las películas western eran de bajo
presupuesto y no tenían argumentos consistentes. Fue entonces que de la
mano de John Ford se logró sacar al western de su depresión de público y
salas, y se lo elevó a un mejor nivel. Stagecoach le dio sofisticación,
rentabilidad y popularidad al western; fue la reinterpretacion y el
renacimiento del género.
La historia estaba basada en el cuento corto "The Stage to Lordsburg"
de Ernest Haycox, escrita en Collier's Magazine (1937), con personajes que
recuerdan las obras del ya citado Bret Harte, como The Outcasts of Poker
Flat. Temporalmente, está ambientada entre 1867 y 1890, puesto que ya
existe el telégrafo y todavía no se han extinguido los nativos Cheyennes.
Geográficamente, la trama se ubica en parte del Suroeste
norteamericano.[55] Entre los personajes se cuenta una mujer de burdel (no
se sabe si es prostituta o bailarina) llamada Dallas e interpretada por
Claire Trevor; un hombre rudo que escapa de la ley, llamado Ringo Kid e
interpretado por John Wayne; un cirujano de la Guerra Civil en desgracia,
llamado Dr. Boone e interpretado por Thomas Mitchel; un cochero pobre y
torpe, interpretado por Andy Devine; un Marshal o policía, que tiene
encargado entregar un mensaje; un banquero estafador; un jugador con
modales caballerescos; una dama de sociedad de Virginia, que resulta estar
embarazada; y un vendedor de Whisky tímido y cobarde, llamado Peacock.
Todos ellos se entrelazan en la historia porque comparten el mismo coche
tirado por seis caballos, el cual recorrerá varios destinos hasta su posta
final en Lordsburg. Se podría decir que los personajes son la verdadera
historia del film, puesto que cada uno representa un tipo social que
esconde un oscuro relato. Dallas, Ringo Kid y el Dr. Boone son los tres
personajes más destacados, y simbolizan al sujeto rechazado por la
sociedad, pero que sin embargo es una imagen típica del Oeste. Son humanos
de buen corazón, humildes y hospitalarios, que no saben de prejuicios ni de
diferencias sociales. En cambio, una segunda triada de personajes es
negativa, compuesta por el jugador de poker, el banquero y la dama de
Virginia. Ellos son prejuiciosos y tienen una doble moral, que va a
revelarse en el relato. En contraposición a los primeros, ellos representan
la civilización, el Este y un nivel económico superior al resto. Por
ultimo, el Marshal, el cochero y Peacock se convierten en personajes con
menos peso simbólico, con la pequeña excepción de que el primero representa
a la ley del Oeste: mortal, pero también conciliadora[56], nunca apegada
estrictamente a un código (quizá porque no existe tal). Este coche de tan
característicos personajes se enreda en una situación peligrosa: en su
camino existe la amenaza de que los ataquen los guerreros Cheyennes. Pero
la mayoría de los pasajeros no se amedrentan por esa posibilidad, porque
tienen la promesa de que la caballeriza los defenderá durante el camino. Su
coraje se refuerza porque son personajes que no tienen nada detrás, porque
son puro devenir o porque escapan del pasado.
En principio, los pasajeros son siete, porque el banquero con un
botín se sube en las afueras de la ciudad, para no ser visto; y luego, se
topan con Ringo Kid en el camino para completar el coche. En la primer
posta comienzan los problemas: la caballería está ocupada en la ofensiva
contra los Cheyennes, cuestión que implica la soledad de la diligencia
durante todo el camino, a merced del ataque indio. Entonces, con la noticia
dispersada entre los pasajeros, ocurre una escena muy simbólica. El Marshal
organiza una improvisada asamblea democrática para que se decida que hacer:
o se continua a pesar de los peligros, o se vuelve al pueblo. De manera
casi unánime -Peacock, por miedo, vota por volver-, se apoya la moción de
continuar el viaje, confirmando la idea de que ninguno de ellos tiene nada
detrás: el banquero está a la fuga con el dinero, Ringo busca venganza en
Lordsburg, el doctor y Dallas han sido rechazados de su pueblo, la dama
está embarazada y busca decirle la noticia a su esposo soldado de
caballería, y el Marshal debe transportar su mensaje. En la segunda posta,
se cruzan con personajes mexicanos, que avisan que allí tampoco hay
soldados. En la posada del lugar nace la hija de la mujer del Este, y
Dallas cuida de la criatura como si fuera propia, puesto que no había
instinto maternal alguno en su verdadera madre. Al ver la dedicación de
Claire Trevor por la recién nacida, Ringo Kid se decide a pedirle la mano,
a pesar de que sabe que esa mujer tiene un pasado cuestionado. Así, le
ofrece a Dallas un rancho y una vida nueva. Hacia su último destino, sucede
la escena que hizo famosa al film: el ataque indio a la diligencia, en una
corrida a gran velocidad. En ella, la adrenalina y el peligro es máximo:
Peacock es herido, los jinetes Cheyennes alcanzan al coche y no hay
suficientes balas para defenderse. Pero, cuando ya no hay esperanzas, una
tropa caballeriza de la Unión se atraviesa y repele al enemigo, salvando a
la diligencia. Luego de la excitante corrida llegan a destino, donde el
banquero es arrestado y Ringo Kid busca completar su doble promesa: matar a
los asesinos de su hermano y darle una nueva vida a Dallas -de quien se
entera de su pasado. Es entonces que se cierra la película con una de las
escenas más paradigmaticas del Western: la pareja protagonista se aleja en
la diligencia en dirección al sol naciente, rodeados del paisaje del
Monument Valley.[57]
De este film queremos resaltar tres escenas-sómbolo: la asamblea, el
nacimiento del bebe y la unión de Ringo con Dallas. La votación en la
primer posta no es un arbitrio de John Ford[58], sino un elemento que se
identifica irremediablemente con la frontera norteamericana: la democracia.
Bien, el Marshal pudo haber decidido por sí solo por ser la autoridad, pero
deja que todos los pasajeros voten, sin importar su condición social.
Luego, nace el bebe de la dama de Virginia en la posta cercana a México,
pero ella no se hace cargo de él como debería, es entonces que Dallas lo
cuida durante todo el transcurso que queda de rollo. Allí se muestra lo
lejana que se encuentra la elite Eastearn[59] de las costumbres del Oeste,
porque en un lado hay aristocracia, formalismo y egoísmo, mientras que en
el otro humildad, calor y hospitalidad. Por último, la unión de Ringo Kid y
Dallas resulta muy simbólica, puesto que es la pareja representante de los
valores del Oeste. En esa pareja no importan los prejuicios, sino la
esencia de la personalidad. Son una mujer y un hombre dispuestos a olvidar
su pasado para construir una nueva vida, concepto que resume la idea de
migrar al Oeste: comenzar de nuevo, en un lugar alejado de lo urbano.




3.5. How the West Was Won - John Ford, George Marshall y Henry Hathaway
(1962)

La conquista del Oeste es ciertamente una de las épicas más ambiciosas del
western, no por su argumento, no por su originalidad, sino por la cantidad
y calidad de directores y actores dispuestos para hacer el film. De hecho,
ésta película está pensada como una gran épica, puesto que se persigue la
historia de algunos personajes a través de un largo tiempo, e intenta
abarcar la mayor cantidad de fenómenos asociados al Oeste posibles. Éste
film representa para el género western el comienzo de su decadencia, debido
a que la producción de los mismos había bajado considerablemente[60], los
actores típicos (como John Wayne) se estaban poniendo viejos y no había
nuevas estrellas que los reemplazaran. Fue entonces que se pensó en hacer
un western "a lo grande", para fijar toda una larga tradición en una sola
película. De hecho, lo lograron, porque en La conquista del Oeste se
recuperan 60 años de mitos, personajes y valores en casi 3 horas de sólido
western.
El film abarca el periodo de 1830 hasta 1880 y se divide en tres
partes: "La Guerra Civil" (Ford), "El sendero del tren" (Marshall) y "Los
ríos, las planicies y los fuera-de-la-ley" (Hathaway). En la primer parte
conocemos a la familia Prescott, colonos que viajan al Oeste por la salud
de su hijo menor y en búsqueda de mejores tierras, puesto que en sus
granjas del Este "sólo se cosechaban piedras", como decía el padre. Primero
viajan por el canal del Erie, luego en balsas por el río Missouri. En el
camino, la familia Prescott, compuesta de padre, madre, dos hijas mayores y
un niño, se topan con un cazador de nutrias (o montañés). Este personaje
ermitaño llamado Rawlings[61] representa el espíritu del pionero
explorador: hombre sin hogar, que viaja de un lugar a otro buscando como
sobrevivir, tiene pocos modales, y siempre escapa de la compania del
blanco, aunque se entiende bien con los nativos. Una de las hijas del señor
Prescott se enamora de él, e intenta hacer algo presuntamente imposible:
hacer "sentar cabeza" a un montañés y hacerle labrar la tierra. A la muerte
trágica de los padres Prescott, las hijas se separan; Eve se casa con
Rawlings y construyen una granja en donde los padres murieron (Ohio), y
"Lily" viaja a St. Louis para convertirse en bailarina.
El tiempo pasó, y Lily debe viajar a California para recoger las
ganancias de una de sus propiedades: una mina de oro. Su vuelta la hace a
través del Oregon Trail, una de las más típicas caravanas hacia el
Oeste.[62] En su camino, las carretas cubiertas sufren un ataque indio,
situación que se inserta como un guiño de Ford. Al llegar a destino, Lily
es avisada de que sus minas dieron oro, pero no el suficiente como para
brindar excedentes.[63] Por otro lado, Eve no prosperó con su granja,
puesto que vive en condiciones precarias y con suelos arenosos. Ella tuvo
dos hijos con Rawlings, que ya son adultos en 1861. Su esposo está
combatiendo en la Guerra Civil y demuestra ser un gran patriota puesto que
"se fue al tocar la primer tonada de guerra"[64] decía Eve acompañada de
sus hijos. Pero todo cambia cuando se acerca el mensajero a la granja,
vestido con el uniforme de la Unión -un hombre conocido por nosotros,
puesto que es interpretado por Andy Devine, el cochero de La diligencia-,
porque esa imagen iba a hacer reflexionar al hijo mayor, llamado Zeb, quien
determina enlistarse para la Guerra también.
Ahora, el tiempo pasa para Zeb, quien se encuentra en una batalla
histórica de la Guerra Civil llamada Shiloh. En esas escenas de guerra se
suceden uno de los hitos de la película, que es cuando Zeb se encuentra con
otro soldado igual de joven que él, pero de la Confederación (allí lo
llaman "rebeldes"). Estos dos soldados al principio no conocen sus bandos,
sin embargo, al confesarlo no se pelean, sino que conversan sobre lo
"innecesaria que resulta la guerra entre norteamericanos", mientras Zeb
prueba agua del río que sabe a sangre. Esa amistad lograda entre los
jóvenes resulta una conciliación entre las dos posturas, la del norte y la
del Sur. En sus reflexiones, deciden desertar y en su camino de escape se
topan con dos figuras históricas: los generales Sherman (J. Wayne) y Grant
(Eli Wallach). En un arrebato rebelde, el joven de la Confederación intenta
dispararle a uno de los generales, Zeb desvía el disparo y responde
clavándole una bayoneta; y en una frase desgarradora, el protagonista le
dice a su amigo del Sur: "¿Porque me hiciste hacer esto?". Aquella simple
frase resumiría la posición de Ford sobre la Guerra Civil: los del Sur
obligaron a la Unión a hacer una guerra indeseada, y en ese marco
prepotente, perdieron.
La guerra terminó y Zeb se convierte en un soldado de frontera, que
debe mantener la paz con los indios mientras se construye el tren sobre sus
tierras. Este episodio del tren contendría otro de los grandes momentos de
la película, protagonizado por Zeb y el capataz ferroviario. En una de las
discusiones entre ellos, ambos personajes representarán dos discursos
opuestos sobre la ocupación blanca en territorio indio: Zeb representa una
mirada conciliadora entre las culturas, porque piensa en una utopía de
entendimiento y convivencia. En cambio, el ferroviario es un hombre
rabiosamente materialista, que evita la retórica y por eso se convierte en
un personaje detestable. Sin embargo, de su boca sólo se enuncian hechos
consumados: el blanco no podrá ser detenido por la compasión por el indio,
porque si necesita tierras las toma, y si debe hacer la guerra para
conseguirlas, no duda en apretar el gatillo. Y en una frase resume sus
ideas: "estos colonos vienen de Europa, donde la pasaron mal. Sin embargo
aquí van a tener éxito, porque están dispuestos a cambiar. Para sobrevivir
como ellos los indios deben cambiar también, sino declinarán." Estos dos
discursos -principalmente el primero- funcionan como justificación del
avance sobre tierras ajenas. Con la mirada conciliadora se connota la
sensibilidad y la culpa por las matanzas, y con la visión pragmática se
mantiene latente un discurso "racional" e intelectual sobre las causas de
la apropiación y la muerte de nativos.
El tiempo pasa para Zeb y ahora es un Sheriff retirado con una
familia formada, que tiene como última misión restaurar el orden para poder
vivir el resto de su vida en paz. En esta sección de la historia, se pone
de relieve la "doctrina de la pistola"[65], o sea, la libertad individual
vinculada con la defensa propia. Zeb se ve atormentado por un viejo
criminal de origen mexicano que vuelve del pasado para robar un tren de
dinero[66] y vengarse por la muerte de sus hermanos. Pero la problemática
se encuentra en que la "doctrina de la pistola" ya no está vigente, puesto
que es el año 1880. En el nuevo contexto ya no es posible hacer justicia
con mano propia, porque las leyes son explícitas. Debido a que la justicia
formal se impuso también en el Oeste, Zeb se siente inseguro y se ve
obligado a romper con la ley, porque la vida suya y la de su familia
siempre va a estar mejor cuidada por él que por terceros. Decidido a matar
al criminal mexicano -a pesar de que no tiene pruebas del robo- Zeb se topa
con el policía local que tiene vocación de arrestarlo por perturbar el
orden. Más tarde, la convicción del protagonista logra hacer cambiar de
parecer al sheriff local, quien tampoco confía en los procedimientos
legales.[67] En fin, la corazonada se hace realidad, y el mexicano roba el
tren. El sheriff y Zeb salvan la situación por seguir sus instintos e
ignorar los procedimientos legales. Así, La conquista del Oeste cumple con
la tan mentada redención del héroe, fundamental para el sentido del
western.


4. Conclusión

Sin apartarse de la prosa de Whitman, Turner hizo su historia sobre el
Oeste. Sin despegarse de la narrativa de Turner, Hollywood creó el Western.
Por consiguiente, hay que decir que desde 1860 -cuando el poeta dicho
comienza a escribir sus grandes obras- la cultura del Oeste se ha mantenido
en Norteamérica con una identidad propia. Y mas allá de las criticas sobre
la ficcionalidad del western, es el único género encargado de recuperar la
etapa más trascendental en la historia de Estados Unidos. Por eso, si se
derrumba el western, cae también la tradición literaria sobre la frontera y
Turner, en fin, la cultura más autentica de la nación.
Como vimos durante el estudio, no es fácil prescindir de la frontera
cuando analizamos la nación del Norte, por eso nos encargamos de recuperar
a Turner como un pilar de esa cosmología del Oeste, actualizando su mirada
con el cine. No obstante, la tarea queda por más inconclusa, porque la
cultura de la frontera y su democracia pueden ser abordados por muchos
flancos: desde la literatura del siglo XIX; desde la función que cumplió el
cine western en los distintos contextos históricos (la crisis del '29, la
II Guerra Mundial, la Guerra Fría, etc.); y desde una comparación con las
distintas avanzadas poblacionales en la historia del mundo, como por
ejemplo "La conquista del desierto" argentina.



Bibliografía general:

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Center for Teachers of History, 1958. Extraído de Questia Media America,
Inc. www.questia.com

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A.A.V.V.(1966): Análisis estructural del relato, Buenos Aires, Editorial
Tiempo Contemporáneo, 1972.

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nuestra idea de la historia, Barcelona, Ariel, 1997.

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historia de los Estados Unidos, Buenos Aires, Fraterna, 1992

Turner, F. J.: "El significado de la frontera en la historia americana", en
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White, Hayden (1973): Metahistoria. La imaginación histórica en la Europa
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Fuentes historiograficas de "Reseña sobre la historia del Oeste":

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www.usinfo.state.gov

New perspectives on the West: http://www.pbs.org/weta/thewest/

Sellers, Charles; May, Henry y McMillen, R. Neil (1985): Sinopsis de la
historia de los Estados Unidos, Buenos Aires, Fraterna, 1992



-----------------------
[1] Whitman, Walt: "Por mucho tiempo he buscado" en Poesía completa,
Barcelona, Ediciones 29, 1994, tomo II, pag. 191-192. en Whitman, Walt:
Poesía completa, Barcelona, Ediciones 29, 1994, tomo II, pag. 191-192.
[2] Se considera la migración de Estados Unidos parte del ethos Occidental,
o sea, no es una actitud exclusiva de la experiencia norteamericana, sino
una voluntad que ya existía en los pueblos Europeos.
[3] Aproximadamente 40,5 hectáreas.
[4] Sellers, Charles; May, Henry y McMillen, R. Neil (1985): Sinopsis de la
historia de los Estados Unidos, Buenos Aires, Fraterna, 1992, pag. 201.
[5] Una de las expresiones del emprendimiento a gran escala es el Pony
Express, de 1860. Era una empresa que transportaba el correo a caballo a
través de 1966 millas, desde St. Louis hasta Sacramento en 11 días. Los
empleados eran jóvenes jinetes que avanzaban de pueblo en pueblo a una gran
velocidad, cambiando sus caballos para poder mantener un ritmo constante.
Un año después, se completaba la línea telegráfica que recorre a Estados
Unidos de costa a costa. Desafortunadamente para los dueños de Pony
Express, esta nueva tecnología creada por Morse significaba la quiebra de
manera repentina.
[6] Esa reubicacion iba a llamarse Trail of Tears ("camino de las
lagrimas"), puesto que provocó grandes perdidas de población al pueblo
nativo, estando en camino a su nueva tierra prometida por el gobierno.
[7] Ver más adelante en: "Turner: dándole forma a la frontera"
[8] Exactamente 30 años después del invento de Colt, una guerrilla de
hombres que respondían a las órdenes de la Confederación comenzaba a
aterrorizar el Oeste. Entre ellos se encontraban los míticos Frank y Jesse
James, quienes inventaron una técnica criminal llamada hit-and-run ("golpea
y huye"), la misma que utilizarían después de terminada la Guerra Civil. En
1866 Frank y Jesse James inauguran su carrera como criminales, robando un
banco de Missouri.
[9] "Artículos de enmienda a la Constitución" en Hamilton, A., Madison,
J., y Jay J.(1780): El federalista, México, FCE, 2004, pag. 395.
[10] Wyoming confirma su voluntad democrática al convertirse en el primer
estado en aceptar a la mujer como elector en 1869. Años después, otros
estados imitarían esa acción.
[11] Turner, F. J.: "El significado de la frontera en la historia
americana", en Clementi, Hebe: F. J. Turner, Buenos Aires, Centro Editor de
America Latina, 1992, pag. 44.
[12] Idem, pag. 63.
[13] "Pero el efecto más importante de la frontera ha sido el de haber
fomentado la democracia, aquí y en Europa. Como se ha indicado, la frontera
es productora de individualismo. La sociedad compleja se desarticula en el
suelo virgen en una especie de organización primitiva basada en la familia.
La tendencia es antisocial. Produce antipatía contra toda forma de control,
particularmente si es directa. El recaudador de impuestos es visto como un
representante de la opresión." Idem, pag. 69.
[14] Para Turner, el Viejo Oeste es la primera frontera occidental de las
colonias hasta aproximadamente el 1800. Esta frontera está compuesta por el
interior de Nueva Inglaterra, hasta el río Allegheny, en el Noreste de
Estados Unidos. "... cualquiera que pueda ser el valor real de la colonia
tipo comunidad, su establecimiento en Nueva Inglaterra estuvo íntimamente
unido tanto con la organización de las congregaciones religiosas como con
el sistema agrario de las colonias de aquella región, de acuerdo con el
cual hicieron concesiones los gobiernos coloniales, no en lotes para
individuos, sino en lotes urbanos a grupos de propietarios (...) La forma
típica de establecimiento de una ciudad era la siguiente: en vista de la
petición de un grupo de personas (...), la Asamblea Colonial nombraba un
comité que reconocía el terreno en cuestión (...) después se publicaba un
orden de concesión, asignando diversas extensiones de tierras, que siempre
venían a ser el equivalente a unas seis millas cuadradas" Turner, F.
J.(1908): "El Viejo Oeste" en Clementi, Hebe: F. J. Turner, Buenos Aires,
Centro Editor de America Latina, 1992, pag. 28.
[15] Turner, F. J.: "El significado de la frontera en la historia
americana", en Clementi, Hebe: F. J. Turner, Buenos Aires, Centro Editor de
America Latina, 1992, pag. 65.
[16] Ver en: "Criticas al modelo clásico de frontera", en donde se
profundizará el tema.
[17] "Representaba esa nacionalidad compuesta que presentan los Estados
Unidos contemporáneos, esa yuxtaposición de grupos no ingleses que ocupaban
un valle o una zona escasamente colonizada, y que en su variedad ofrecían
reflejos del mapa europeo; eran algo típico de los Estados Unidos." Turner,
F. J.: "El significado de la frontera en la historia americana", en
Clementi, Hebe: F. J. Turner, Buenos Aires, Centro Editor de America
Latina, 1992, pag. 67.
[18] Cfr. Idem, pag. 46.
[19] Idem, pag. 55.
[20] "Migrar es casi un hábito en el oeste. Pueden encontrarse cientos de
hombres, de no más de 50 años de edad, que se asientan por cuarta, quinta y
hasta sexta vez. Vender todo y marcharse una millas más adelante, forma
parte de la variedad de modos de vida y costumbres de los pioneros." Peck:
Nueva Guía para el Oeste, en Turner, F. J.: "El significado de la frontera
en la historia americana", en Clementi, Hebe: F. J. Turner, Buenos Aires,
Centro Editor de America Latina, 1992, pag. 61.

[21] Turner sugiere una visión evolutivista de la historia. La historia de
Estados Unidos es como una sinopsis de la historia de la Sociedad. La
evolución social en America comienza con (1°) el indio y el cazador; (2°)
la "barbarie" cede al mercader de pieles, que trae parte de la
civilización; (3°) comienza una fase pastoril, en donde la comunidad se ve
diseminada; (4°) con el cultivo intensivo, se logra la aglomeración de
personas; (5°) la organización manufacturera condiciona el surgimiento de
la ciudad. Tal como ha evolucionado la humanidad, Estados Unidos lo ha
hecho también. Cfr. Turner, F. J.: "El significado de la frontera en la
historia americana", en Clementi, Hebe: F. J. Turner, Buenos Aires, Centro
Editor de America Latina, 1992, pag. 62.

[22] Idem, pag. 69.
[23] Idem, pag. 75.
[24] Billington, Ray Allen: The American Frontier, Washington, DC, Service
Center for Teachers of History, 1958.
[25] James C. Malin, History and Ecology: Studies of the Grassland, Univ.
of Nebraska Press, 1984. en Hutton, T. R. C: "Beating a dead horse?: the
continuing presence of Frederick Jackson Turner in environmental and
western history" en International Social Science Review, Maryland, Pi Gamma
Mu International Honor Society in Social Science, Spring-Summer, 2002, pag.
2. Traducción: "En tanto producto de su tiempo y del ámbito del Medio
Oeste, Turner se estaba expresando a sí mismo y a su generación; enseñaba
historia en términos de propaganda inconsciente. Sus temas eran el
nacionalismo, la democracia y el individualismo, con la frontera como
instrumento de enseñanza."
[26] Una de las faltas más grandes de Turner es no haber podido darle un
significado cerrado al concepto de frontera, abandonándolo como un término
de lo más dinámico: algunas veces era "el lugar de encuentro entre lo
salvaje y la civilización"; otras "el límite transitorio de una sociedad,
en donde hay una gran cantidad de tierras libres"; una "región de
migración"; una sociedad; un "estado mental"; una "fase de la sociedad"; un
proceso; una "región en donde las condiciones sociales que resultan de la
influencia de tierras libres han transformado viejas ideas e
instituciones."; y por último, la definición de las oficinas de censo, que
consideran la frontera como un área en donde la población es de dos a seis
personas cada 2 kilómetros y medio. Cfr. en Billington, Ray Allen: The
American Frontier, Washington, DC, Service Center for Teachers of History,
1958, pag. 8.
[27] Turner, Rise of the New West, 1819-1829, New York and London
Harper&Brothers Publishers, 1906, pag. 68.
[28] Ver precios por acre en el apartado "El asentamiento y sus leyes"
[29] Billington, Ray Allen: The American Frontier, Washington, DC, Service
Center for Teachers of History, 1958, pag. 11. Traducción: "Por sí sola, la
población rural habría aumentado a 48 millones durante este período
mediante procesos naturales; así, un académico ha estimado que 20 personas
abandonaron las granjas para trasladarse a la ciudad por cada trabajador
que abandonó la ciudad para migrar al campo."
[30] Sin embargo, el escape de los hijos del farmer a zonas urbanas no
implica dirigirse sistemáticamente al Este, por lo menos no para los
estratos de menores ingresos. Lo que se prueba es que en un momento
avanzado de la expansión, el ámbito rural comienza a dejar de atraer a la
gente, pero no que la población del Oeste "se vuelva".
[31] Nosotros creeríamos que la lucha de clases no se da en el Oeste, por
el aislamiento de las unidades y por el poco peso a partir de 1841 de los
tenedores de tierras, que ya no son más intermediarios del gobierno para la
entrega de tierras. El sistema económico en el Oeste es de autosuficiencia,
por eso, recién con el cierre de la frontera se podría hablar de nuevo
desde un paradigma marxista, pero durante la expansión no hay revolución ni
lucha clasista.
[32] En realidad ésta idea es precedente también a White, porque la
conciencia de que la historia es un discurso que roza con la literatura se
encuentra en filósofos como Hegel, en su Filosofía de la historia y en
Vico, en La nueva ciencia.
[33] White, Hayden (1973): Metahistoria. La imaginación histórica en la
Europa del siglo XIX, Buenos Aires, FCE, 1998, pag. 9.
[34] Turner, F. J.: "El significado de la frontera en la historia
americana", en Clementi, Hebe: F. J. Turner, Buenos Aires, Centro Editor de
America Latina, 1992, pag. 46.
[35] Idem, pag. 50.
[36] Por ejemplo, en Idem, pag. 61, cuando explica las distintas fases de
la colonización, sin citar ni un sólo caso particular.
[37] White, Hayden (1973): Metahistoria. La imaginación histórica en la
Europa del siglo XIX, Buenos Aires, FCE, 1998, pag. 26.
[38] Idem, pag. 26.
[39] Hubbell, B. Jay: "La frontera" en Foerster, Norman(Recopilador):
Reinterpretacion de la literatura norteamericana, México, Pax-Mexico, 1968,
pag. 29-44.
[40] White, Hayden (1973): Metahistoria. La imaginación histórica en la
Europa del siglo XIX, Buenos Aires, FCE, 1998, pag. 34-35.
[41] Para White las afinidades del modo de tramar romántico es la
argumentación formista y la ideología anarquista, sin embargo, para
nosotros el romanticismo de Turner es organicista y conservador. El cuadro
de afinidades es de alguna manera una regla para autores "puros", y de
hecho Turner no lo es, porque es norteamericano (no europeo), nacionalista
y conservador. El romanticismo puede tomar la forma conservadora, se
encuentra en su naturaleza, porque es retrogrado, por su añoranza a las
culturas occidentales clásicas y también por la fe en el progreso del
hombre, visto como un ideal metafísico. Cfr. Idem, pag. 39.
[42] Turner, F. J.: "El significado de la frontera en la historia
americana", en Clementi, Hebe: F. J. Turner, Buenos Aires, Centro Editor de
America Latina, 1992, pag. 45.
[43] Uno de los poetas que más se inspiraron con la cultura de la frontera
fue Walt Whitman, quien describió en decenas de versos el territorio y el
temple de los personajes del Oeste. Si uno lee atentamente sus poemas, verá
la inmensa coincidencia de ideas y valores con Turner. El verso más
paradigmatico en relación con la frontera es ¡Pioneros! ¡Oh, Pioneros!
[44] "... hay que tener presente que nuestras letras siempre han sido menos
norteamericanas que nuestra historia (...) Nuestra dependencia intelectual
de Europa continuo mucho después de la separación política de la madre
patria, y todavía perdura." Hubbell, B. Jay: "La frontera" en Foerster,
Norman(Recopilador): Reinterpretacion de la literatura norteamericana,
México, Pax-Mexico, 1968, pag. 32.
[45] Idem, pag. 32.
[46] Idem, pag. 35.
[47] Cfr. Idem, pag. 37-38.
[48] Cfr. Metz, Christian en A.A.V.V.(1966): Análisis estructural del
relato, Buenos Aires, Editorial Tiempo Contemporáneo, 1972, pag. 147-153.
[49] Rosenstone, Robert A. (1995): El pasado en imágenes. El desafío del
cine a nuestra idea de la historia, Barcelona, Ariel, 1997, pag. 58.
[50] Idem, pag. 48.
[51] Idem, pag. 60-61.
[52] Idem, pag. 96.
[53] Luego de trece años de ausencia en el genero
[54] John Ford filmaría 6 películas más con esos paisajes y haría del
Monument Valley un ambiente icónico del Oeste.
[55] Texas, Nuevo México y Arizona.
[56] El Marshall debería encerrar a Ringo Kid porque se escapó de la
cárcel, pero como lo conoce y sabe que es inocente, lo deja escapar. Aquí
la ley es dejada de lado, porque no se condice con la experiencia.
[57] La partida de los héroes hacia el Sol naciente podría significar una
ascensión, una vuelta a la verdad, simbolizada por el Sol (verdad
inmutable).
[58] Nada parece ser un arbitrio en Ford, puesto que durante toda la
película se pueden ver símbolos del Oeste, guiños al pasado y al presente.
Por ejemplo, el asesino del hermano de Ringo obtiene una mano ganadora
antes de morir, dos ases y dos ocho, llamada "la mano del hombre muerto",
la misma que obtuvo el criminal del Oeste "Wild Bill" Hickok antes de morir
en Deadwood.
[59] "Del Este".
[60] En 1963 once westerns se estrenaron, mientras que diez años antes se
habían hecho noventa.
[61] "Raw" significa crudo, lo opuesto a refinado. Es un apellido que
enuncia una cualidad del personaje.
[62] Recordar que mencionamos esta caravana histórica en el apartado
"Comunicación y transporte".
[63] Ver que en esa escena se muestran trabajando en las vetas a hombres
orientales, haciendo referencia a la migración de cantoneses a la zona de
California. Mencionamos este hecho en el apartado "Gold Rush"
[64] De esta manera, el montañés Rawlings se convierte en el estado puro
del norteamericano: pionero, crudo y patriota.
[65] Ver el apartado "Mitos 'reales' en el Oeste"
[66] A la épica no se le escapó ni siquiera el robo al tren, imagen del
primer film narrativo dirigido por Porter (ver apartado "El cine, un
publicista de la frontera")
[67] En el western siempre prevalecen los valores típicos del Oeste, aunque
sean cuestionados. Esto es así porque los valores del Oeste son
interpretados como "naturales". Al tener una base natural (en realidad
pragmática), las acciones del héroe no pueden ser criticadas moralmente,
sino teniendo en cuenta el contexto propio en cual fueron hechas.
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