El viaje y el conocimiento en \"Un viaje celeste\" de Pedro Castera

TALLER DE CIENCIA FICCIÓN MEXICANA DOCENTE: SAMUEL MANICKAM COMENTARIO SOBRE “UN VIAJE CELESTE” DE PEDRO CASTERA ALUMNA: BETSY FABIOLA CASTILLO RÍOS

El viaje y el conocimiento en “Un viaje celeste” de Pedro Castera Primero sueño no es el poema del conocimiento como un vano sueño sino el poema del acto de conocer. Épica del acto de conocer, el poema es también la confesión de las dudas y las luchas del Entendimiento. Es una confesión que termina en un acto de fe: no en el saber sino en el afán de saber. Octavio Paz

Pedro Castera como miembro base de la Sociedad Espiritista Central (fundada en 1872)1 se enfrentaría a problemas intelectuales que le anunciarían su “Profesión de fe” en donde enmarcaría su visión respecto al Espiritismo, a la ciencia y a la religión.2 De esta manera, el autor se debate entre la religión y la ciencia y entre la forma de compaginarlas sin afectar ninguno de sus intereses ni ofender a Dios. En “Un viaje celeste” el protagonista emprende un viaje que pretende, a la manera del Primero Sueño de Sor Juana Inés de la Cruz, vislumbrar las posibilidades del conocimiento, sin embargo, vemos, maneja sus propias perspectivas: I.

Onirismo escritural

El texto presenta una especie de onirismo similar al de Primero sueño, el viaje se convierte en viaje del alma una vez que ésta se desprende del cuerpo, es el acto escritural el que permite este ambiente: Mi alma se fue desprendiendo de mi cuerpo como si fuese un vapor un éter, un perfume: la veía, es decir, me veía a mí mismo como si estuviese formado de grasa o de crespón aparente, y sin embargo, real, pero con todas aquellas ondulaciones, ligerezas y flexibilidades que tiene lo intangible. (46)

II.

Conocimiento3

El conocimiento, de nuevo de manera similar a Primero sueño es posible sólo a partir de la contemplación: Al verme dotado con tan bellas facultades, mi vacilación fue muy corta; levanté la mirada…y caí anonadado al contemplar la magnificencia de los cielos. (47)

Sin embargo, la contemplación llega a enloquecer, enceguecer al espectador, hay pérdida de la noción del tiempo y del espacio y de un instante a otro del juicio: […] se pasaron instantes o siglos, no lo sé. […] Yo estaba loco, ciego, casi no existía ya. (51)

III.

Dios como causa eficiente, formal y final

En el cuento aparece algo peculiar en relación con Dios, antes de emprender el viaje, el personaje sabe que Dios es la causa primigenia de todas las cosas y en el camino lo confirma: ¡Oh, Dios mío, cómo a la vista de esos mundos se despliega tu soberana omnipotencia!

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José Mariano Leyva Pérez Gay, dice que: La doctrina espiritista fue punto de convergencia de varias de sus [de Castera] aspiraciones y al mismo tiempo respuesta de incógnitas. Le permitía establecer una distancia con la iglesia católica ortodoxa, ponía su conocimiento al servicio del progreso humano y al mismo tiempo evitaba el desahucio espiritual, que tal vez para muchos de su generación significó la secularización creciente de la vida pública de la joven república. El espiritismo postulaba la existencia de un ser todopoderoso por encima de cualquier cuestión humana, pero sin minar la libertad de creación y existencia puramente terrena. Al igual que el positivismo, basaba su estructura doctrinaria en la razón, pero combinándola con la idea de un Dios sobrenatural. Todo ello no estaba peleado con las ideas liberales: tanto la ciencia como la razón eran pan de ambos bandos y asimismo tenían como gran enemigo a la Iglesia, considerada por muchos de los partidarios como corrupta e innecesaria. En Pedro Castera: cuentista. Análisis de las colecciones impresiones y recuerdos y las minas y los mineros de Dulce María Adame González. México: UNAM. 2

Como religión porque su base es el cristianismo puro, el Evangelio predicado por el mártir del Gólgota, limpio de todas esas manchas que los papas y el fanatismo han arrojado sobre él. Como religión porque enseña los principios absolutos del bien, de la moral y de la caridad universal. Como ciencia porque encierra las reglas más preciosas y las demostraciones más lógicas, para probar al hombre la inmortalidad del alma y la existencia de la Divinidad. Como ciencia porque ella nos da los medios para entrar en comunicación con las almas del mundo visible, probando así que la palabra muerte debe borrarse de la página inmortal de la creación. En Pedro Castera: cuentista. Análisis de las colecciones impresiones y recuerdos y las minas y los mineros de Dulce María Adame González. México: UNAM.

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Como algo infinito e inabarcable para el alma.

TALLER DE CIENCIA FICCIÓN MEXICANA DOCENTE: SAMUEL MANICKAM COMENTARIO SOBRE “UN VIAJE CELESTE” DE PEDRO CASTERA ALUMNA: BETSY FABIOLA CASTILLO RÍOS

Sin embargo, el viaje sirve finalmente para reconocer la causa final del Universo, bendecir a Dios: Yo seguía con mayor velocidad que la luz, que la chispa eléctrica, que el pensamiento, y aquella magnifica contemplación seguía también…soles inmensos de todos colores, mundos colosos girando a su derredor y todo…todo lleno de vida, de seres, de almas que bendecían a Dios. Los soles cantando con voz luminosa y los mundos elevando sus himnos formaban el concierto sublime, grandioso, divino de la armonía universal. (51)

De esta manera, el Universo aparece como algo infinito y avasallador que el alma, aún en su máximo deseo, no puede abarcar; sin embargo, pareciera, la voluntad y la esperanza del hombre por intentarlo y su afán por el conocimiento, es en el mejor de los casos, lo que lo define como tal: Pero por más que lo procuro, no puedo dejar de pensar que el Universo es la patria de la humanidad y el hombre un ciudadano del cielo. (54)