El uso del dinero y su administración

El uso del dinero y su administración

Día a día nos vemos inmersos en transacciones propias o algún negocio
rentable en las que se hace uso del dinero, por diferentes razones o
motivos que se presentan en la vida diaria, tales como pagos por
compromisos adquiridos, pago de deudas, pagos por servicios o productos,
educación, entretenimiento o distracción, eventualidades, misceláneos,
ingresos por trabajos o prestación de servicios, ventas, comisiones, bonos,
ingresos por ahorros e inversiones, cobro de intereses, entre otros; es
decir nos movemos entre los ingresos y los egresos y somos los
administradores que permite que este proceso suceda o fluya diariamente,
por consiguiente es de esperarse que los movimientos diarios o del día a
día relacionados con el flujo de dinero sean observados, concientizados y
detallados para que no pasen desapercibidos ni nos tome por sorpresa.
Tradicionalmente sucede que cuando los ingresos que percibimos sirven para
sustentar los gastos o egresos de dinero en que incurrimos no nos detenemos
en revisar ni en preocuparnos por lo que hemos gastado de más, en muchas
ocasiones sin ser necesario.
Para estar más atentos a como nos manejamos con el dinero, es necesario
establecer algunas tácticas o premisas que puedan ser seguidas de forma
natural, automática y consiente, lo cual permita optimizar el manejo de
dinero y ser más eficientes con el uso que le damos al mismo así como a su
forma de administrarlo.
Una de esta tácticas que resulta ser de gran utilidad, es la de no gastar
ni endeudarnos antes de haber ganado o generado ingresos, suena lógico que
así sea que se realice, pero en la mayoría de los casos esta premisa no se
cumple, pues tendemos a endeudarnos y gastar hasta de forma compulsiva,
por lo que la tendencia al actuar de esta manera nos conduce a mantenernos
en una situación repetitiva de déficit o falta de dinero y en estas
condiciones la situación de ahorro es imposible que se llegue a dar, bajo
estas formas de actuación lo más acertado es fijarse una meta que permita
establecer un presupuesto y mantenerse lo más apegado posible a este.
Otra táctica a tener en cuenta es la de finiquitar el pago de deudas que se
han adquirido y especialmente las deudas resultantes que se generan al
hacer uso de las tarjetas de crédito, estas deudas deben procurar pagarse
en su totalidad pues generan intereses acumulativos y muy elevados que
descompensan el flujo de ingreso que se pueda percibir por cualquier
circunstancia o eventualidad.
Se fija también como táctica, el de reservar un cierto porcentaje de los
ingresos generados o ganados de forma constante, consecutiva y con una
frecuencia determinada y que sea ejecutada o depositada fielmente, sin
contratiempos y con responsabilidad, pudiéndose establecer como meta un
depósito de un 10% o 20% de los ingresos que se perciban por ejemplo para
todos los meses de un determinado año, y preferiblemente que sea depositado
en las instalaciones de un agente externo como por ejemplo en un banco
haciendo uso de una cuenta de ahorros, se cumple con este hecho la premisa
de que al recibir dinero al primero al que hay que pagar es a uno mismo, de
esta forma es posible estimular el ahorro y la disponibilidad de dinero por
los ingresos recibidos lo cual servirá para posteriores inversiones o
compras que generen valor.
Otra táctica que se expone a continuación, es la de disponer de un flujo de
caja que permita lograr mantenernos con ese dinero en el caso de que suceda
un periodo de inactividad por cualquier motivo a la que nos veamos forzado
presenciar, es decir es conveniente tener un fondo de reserva para
eventualidades que logre poder sustentarnos por un periodo, por ejemplo de
tres o seis meses de inactividad, por consiguiente el fondo de reserva debe
tener lo equivalente a los gastos que se correspondan a tres o seis meses
correspondiente al presupuestos de los gastos de esos periodos proyectados
y que podamos utilizar ese dinero durante la cesantía o periodo de
inactividad.
De la misma forma otra de las tácticas a considerar es la de establecer una
planificación financiera personal, relacionada con metas, objetivos,
indicadores, y todo aquello que permita cuantificar la evaluación y
análisis de las finanzas personales y tomar las acciones necesarias que
conlleven a enrumbarla en caso de ser necesario a las metas y objetivos
preestablecidos; de cierta forma con esta acción se estimula el manejo
objetivo de la situación financiera y se enfatiza fijar el control de las
finanzas personales.
Es importante de igual forma para el uso del dinero y su administración,
establecer como táctica fortalecer la educación y preparación en materia
financiera, esta es una de las claves fundamentales para el éxito en
materia de negocios y finanzas bien sean personales o empresariales, pues
es determinante el conocimiento de los términos básicos de administración y
flujo de caja así como otros tantos puntos de interés relacionado con el
tema, tales como: inversiones, portafolio de inversiones, intereses
pasivos, interés activos, patrimonio, ingresos, egresos y tantos otros que
rigen el mundo de las finanzas y del dinero, al no tener claro estos
términos básicos y cómo funcionan los mecanismos relacionados con esta
materia, resultará más complicado poder tomar decisiones asertivas y
atrevidas y entender el lenguaje básico de las finanzas y el dinero, lo
cual permitiría iniciar negocios prometedores, inversiones a riesgo, leer e
interpretar estados financieros propios o externos, así como cualquier
otra acción que amerite conocer nuestro estado real de fianzas,
proyecciones, patrimonio, tendencias y otros propios para invertir,
asegurar o incrementar el patrimonio personal.
La táctica que se presenta a continuación, está relacionada con el de
iniciar un fondo de jubilación que sirva para el retiro, es posible
realizarlo ajustándonos a un plan personal y fijándonos metas de aportes
para este fin o mediante los planes de jubilación existentes en las
empresas.
Finalmente es importante considerar como una de las últimas tácticas
propuestas, proyectar realizar inversiones en cualquier ámbito donde el
dinero no se vea estancado o permanezca de forma ociosa, sino que sirva o
sea útil para hacer generar dinero que incremente las finanzas o patrimonio
personal.