El último oasis del Loa: Agua, Territorio y Sociedad en la Comunidad Aymara de Quillagua. Informe a Amnistía Internacional.

July 18, 2017 | Autor: Jorge Rowlands | Categoría: Water, Indigenous Peoples, The Water Crisis, Atacama Desert, Quillagua, Antofagasta
Share Embed


Descripción

ESTUDIO DE CASO

“EL ÚLTIMO OASIS DEL LOA” AGUA, TERRITORIO Y SOCIEDAD EN LA COMUNIDAD AYMARA DE QUILLAGUA

Comunidad Aymara de Quillagua Alonso Barros van H. PhD Jorge Rowlands N.

1° de Mayo del 2008, San Pedro de Atacama

1

Índice Presentación ...................................................................................................................... 3 I. Antecedentes y objetivos............................................ ¡Error! Marcador no definido. El hábitat y sus recursos hídricos. .............................. ¡Error! Marcador no definido. Código de Aguas ........................................................................................................ 26 II. Ubicación y caracterización de Quillagua. ................................................................ 28 Intervenciones en el río y demografía local................................................................ 30 La vida hoy en Quillagua: sobreviviendo en el desierto. ........................................... 35 III. Descripción histórica de Quillagua: “Cuando Quillagua era Quillagua” ................. 38 ”Agua que no has de beber”: tomar del río y de los camiones aljibe. ........................ 44 Recreación en el Loa .................................................................................................. 47 Embalse Conchi: Una de las primeras intervenciones en el cauce del río. ................ 49 Aducciones sanitarias Los mejores camarones de la zona. ............................................................................ 51 Organización en el riego ............................................................................................. 55 Sistema de riego ......................................................................................................... 55 Nueva Ley de Aguas................................................................................................... 56 La última opción: Vender los derechos de agua. ........................................................ 58 La contaminación del río y la muerte del valle. ......................................................... 59 IV. Consecuencias sociales y culturales en la vida cotidiana de Quillagua. .................. 65 A.- Lo que vino después de la contaminación: apreciación de los quillagueños. ...... 66 La emigración y la búsqueda de mejores oportunidades. ........................................... 68 El río ya no se utiliza, el río se seca............................................................................ 71 B.- Árboles de problema ............................................................................................. 74 I.- Bajos niveles de producción (agrícola, ganadera, apícola, silvícola y de extracción de camarones). ...................................................................................... 75 II.- Degradación de un espacio de identidad y recreación. ..................................... 79 III.- Insuficiente disponibilidad de recurso hídrico para uso doméstico ................ 83 V. Conclusiones .............................................................................................................. 86 VI. Bibliografía. .............................................................................................................. 89

2

Presentación La investigación incluyó diversas fuentes documentales y sucesivas campañas en terreno, durante estadías los meses de octubre, noviembre y diciembre 2007, y enero y febrero 2008. Quillagua fue escogido porque concentra todos los problemas que uno pudiera imaginar en relación con el riego: enfrenta el robo, la escasez y la contaminación originados por la minería, la insalubridad, la degradación de los suelos y las cuencas, el abandono de cultivos y de infraestructura, despoblamiento, además de una creciente presión sobre sus aguas subterráneas. La muerte sonó su hora el 11 de septiembre de 1973, luego murió la cooperativa, privada del agua dulce que hace milenios inundaba el riquísimo valle que fue. El que fue tupido bosque de oasis hoy está desforestado, talados los centenarios algarrobos. Ya nadie recoge las vainas, que en Quillagua se dan muy dulces y esponjosas. La harina alguna vez sirvió de base las tortillas y la reponedora chicha de algarrobo o aloja. Los más antiguos conocedores aymaras y atacameños hablan de una sequía que comenzó en la década de los 1950. Aquí estudiamos como primero el proceso “la racionalización” desertificación y la desaparición anunciada. Nuestro objetivo ha sido realizar un diagnóstico de la cultura hídrica de Quillagua para mejorar el acceso al riego de sus habitantes. Esto debiera procurarse mediante: a) La adaptación intercultural de las bases de concurso para comunidades, asociaciones e individuos indígenas de conformidad a criterios de pertinencia verificados localmente; b) Una evaluación de la eficacia técnica y económica de las obras hidráulicas en proyectos aprobados a indígenas en relación con los sistemas de manejo y culturas locales; c) La medición del grado de cobertura, cruzando la información de la CONADI, la ODEPA, la DGA y la DOH, con la información estadística y cartográfica de la CNR; la orientación y coordinación de las políticas públicas hacia la restitución de las aguas ocupadas tradicionalmente, la mejora de su calidad, el aumento de las tierras cultivables y empastadas, y en definitiva, el repoblamiento de los sectores actualmente abandonados (Ley indígena Arts. 62 y sgts.). El Estudio Socio-Jurídico ha tomado en cuenta el siguiente marco normativo y territorial: a) Constitución Política de 1980 (arts. 1, 5, 19 Nºs 23, 24 inciso final, 26) b) Tratados internacionales vigentes, jurisprudencia y recomendaciones internacionales en materia de Derechos Humanos. 3

c) Código de Aguas de 1981 (C.A) y sus modificaciones (Leyes Nº 20.017 de 2005 y 20.099 de 2006) d) Resolución de la Dirección General de Aguas N°87 de 2006, que identifica y delimita 267 vegas y bofedales en el Norte Grande. e) Resolución de la Dirección General de Aguas Nº 425 del Diciembre de 2007 que norma la exploración y explotación de aguas subterráneas f) Reglamento del Catastro Público de Aguas (1998). g) D.F.L. 237 de 1931 del Ministerio de Bienestar Social de sobre aguas termales minerales y no minerales que se utilizan para fines sanitarios, turísticos o de esparcimiento (Declaración Presidencial de fuentes curativas). h) El tratado minero Chileno-Argentino y el Código de Minería i) Decreto Ley Nº 2.603 del año 1979 j) Resolución DGA Nº 1503 del año 2002 que contiene el Manuel de Normas de Procedimiento para la Administración de Recurso Hídricos k) Ley 19.300 sobre Bases del Medioambiente y su Reglamento sobre Evaluación del Impacto Ambiental l) Ley Nº 19.253, para el fomento, protección y desarrollo de los indígenas, conocida como Ley indígena m) Ley N° 19.657 sobre concesiones de energía geotérmica. n) Ley 18.575 sobre Bases Generales de la Administración del Estado y su complementaria, Ley 19.880. o) Código Civil p) Código de Procedimiento Civil

ESTATUTO EVOLUTIVO DE LAS AGUAS INDÍGENAS EN EL NORTE DE CHILE “Sólo la ley puede establecer el modo de adquirir la propiedad, de usar, gozar y disponer de ella y las limitaciones y obligaciones que deriven de su función social. Esta comprende cuanto exijan los intereses generales de la Nación, la seguridad nacional, la utilidad y la salubridad públicas y la conservación del patrimonio ambiental. El Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas, comprendiéndose en éstas las covaderas, las arenas metalíferas, los salares, los depósitos de carbón e hidrocarburos y las demás sustancias fósiles, con excepción de las arcillas superficiales, no obstante la propiedad de las personas naturales o jurídicas sobre los terrenos en cuyas entrañas estuvieren situadas. Los predios superficiales estarán sujetos a las obligaciones y limitaciones que la ley señale para facilitar la exploración, la explotación y el beneficio de dichas minas. Los derechos de los particulares sobre las aguas, reconocidos o constituidos en conformidad a la ley, otorgarán a sus titulares la propiedad sobre ellos”Art. 19 N°24 CPE 1980

1 Normas nacionales e internacionales sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y su aplicación en el Norte de Chile Pueblos indígenas y patrimonio ambiental La constitución chilena reconoce la función social de la propiedad en la preservación del patrimonio ambiental. Este principio general se evidencia también en las normas de protección, fomento y desarrollo de los indígenas, y sus tierras y aguas, “por exigirlo el interés nacional” (Art. 13). Existe una norma prohibitiva muy clara: no se pueden 4

enajenar, embargar, gravar o adquirir por prescripción las tierras y aguas indígenas, salvo entre éstos. Las tierras comunitarias, además, tampoco pueden ser arrendadas o dadas en administración a terceros. Diversos tratados ratificados y vigentes sirven para poner en contexto jurídico la relación armónica entre ambos aspectos. Reconocen la importante contribución de los pueblos y comunidades indígenas en la gestión y el aprovechamiento del medio ambiente. Se comprometen a promover, fortalecer y proteger los derechos, conocimientos y prácticas de los pueblos indígenas y sus comunidades. La Convención sobre Diversidad Biológica, además de reconocer la estrecha dependencia de muchas comunidades indígenas respecto de los recursos estableció la obligación de compartir equitativamente los beneficios que se derivan de la utilización de los conocimientos tradicionales, las innovaciones y las prácticas para la conservación de la diversidad biológica (lo que comprende la diversidad de las especies, fundamental para el funcionamiento natural de los ecosistemas). Los pueblos indígenas han perdido y siguen en riesgo de perder tierras y aguas ancestrales y lugares sagrados, muchos de los cuales contienen la biodiversidad más rica del mundo. Los países que como Chile se han adherido al CBD han asumido la obligación de poner en vigor leyes internas o de modificar sus constituciones para garantizar la participación de los pueblos indígenas en la conservación y la utilización sostenible de su medio ambiente, especialmente el agua.

La Declaración Internacional de los Derechos de los Pueblos Indígenas La Declaracion fue aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas, en el año 2007, con el voto de la Presidenta Bachelet. Aunque sin el carácter vinculante directo de las Convenciones y Pactos Internacionales ratificados por Chile, la Declaración es un instrumento de derecho internacional que recoge los principios jurídicos y la doctrina preponderante que forman el ius cogens o costumbre internacional en materia de derechos indígenas. En tanto fuente de derecho internacional, es justiciable nacionalmente, como lo ha sido en Chile en el reciente fallo Chusmiza. Entre los artículos referentes a las tierras, territorios y recursos naturales indígenas, (incluyendo el agua y la base alimentaria), está el derecho colectivo e individual: (3) a la libre determinación. En virtud de ese derecho determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo económico, social y cultural,(4) a conservar y reforzar sus propias características políticas, económicas, sociales y culturales, así como sus sistemas jurídicos, manteniendo a la vez sus derechos a participar plenamente, si lo desean, en la vida política, económica, social y cultural del Estado, (7) a no ser objeto de etnocidio y genocidio cultural, en particular a la prevención y la reparación de: a) todo acto que tenga por objeto o consecuencia privarlos de su integridad como pueblos distintos o de sus valores culturales o su identidad étnica; b) todo acto que tenga por objeto o consecuencia enajenarles sus tierras, territorios o recursos [incluyendo el agua]. La declaración señala que (10) Los pueblos indígenas no serán desplazados por la fuerza de sus tierras o territorios. No se procederá a ningún traslado sin el consentimiento expresado libremente y con pleno conocimiento de los pueblos

5

indígenas interesados y previo acuerdo sobre una indemnización justa y equitativa y, siempre que sea posible, con la posibilidad de regreso; (19) Los pueblos indígenas tienen derecho a participar plenamente, en todos los niveles de adopción de decisiones, en las cuestiones que afecten a sus derechos, vidas y destinos, por conducto de representantes elegidos por ellos de conformidad con sus propios procedimientos, así como a mantener y desarrollar sus propias instituciones de adopción de decisiones; (26) Los pueblos indígenas tienen derecho a poseer, desarrollar, controlar y utilizar sus tierras y territorios, comprendido el medio ambiente total de las tierras, el aire, las aguas, los mares costeros, los hielos marinos, la flora y la fauna y los demás recursos que tradicionalmente han poseído u ocupado o utilizado de otra forma. Ello incluye el derecho al pleno reconocimiento de sus leyes, tradiciones y costumbres, sistemas de tenencia de la tierra e instituciones para el desarrollo y la gestión de los recursos, y el derecho a que los Estados adopten medidas eficaces para prevenir toda injerencia, usurpación o invasión en relación con estos derechos. (30) Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar y elaborar las prioridades y estrategias para el desarrollo o la utilización de sus tierras, territorios y otros recursos, en particular el derecho a exigir a los Estados que obtengan su consentimiento, expresado con libertad y pleno conocimiento, antes de aprobar cualquier proyecto que afecte a sus tierras, territorios y otros recursos, particularmente en relación con el desarrollo, la utilización o la explotación de recursos minerales, hídricos o de otro tipo. Tras acuerdo con los pueblos indígenas interesados, se otorgará una indemnización justa y equitativa por esas actividades y se adoptarán medidas para mitigar sus consecuencias nocivas de orden ambiental, económico, social, cultural o espiritual. (31) Los pueblos indígenas, como forma concreta de ejercer su derecho de libre determinación, tienen derecho a la autonomía o el autogobierno en cuestiones relacionadas con sus asuntos internos y locales, en particular la cultura, la religión, la educación, la información, los medios de comunicación, la salud, la vivienda, el empleo, el bienestar social, las actividades económicas, la gestión de tierras y recursos, el medio ambiente y el acceso de personas que no son miembros a su territorio, así como los medios de financiar estas funciones autónomas (33) Los pueblos indígenas tienen derecho a promover, desarrollar y mantener sus estructuras institucionales y sus costumbres, tradiciones, procedimientos y prácticas jurídicos característicos, de conformidad con las normas de derechos humanos internacionalmente reconocidas (39) Los pueblos indígenas tienen derecho a procedimientos equitativos y mutuamente aceptables para el arreglo de controversias con los Estados, y una pronta decisión sobre esas controversias, así como a recursos eficaces para toda lesión de sus derechos individuales y colectivos. En esas decisiones se tomarán en cuenta las costumbres, las tradiciones, las normas y los sistemas jurídicos de los pueblos indígenas interesados. La Convención 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales El primer instrumento internacional que relacionó específicamente a los Pueblos Indígenas con el Medio Ambiente (incluyendo el agua y la seguridad alimentaria) fue el Convenio 169, según el cual Chile se ha obligado a: (2 1) asumir la responsabilidad de

6

desarrollar, con la participación de los pueblos interesados, una acción coordinada y sistemática con miras a proteger sus derechos y a garantizar el respeto de su integridad; (4.1) adoptar medidas para proteger el medio ambiente indígena, a través de Estudios de Impacto Ambiental, (7.3) reconoce derechos de subsistencia (13); establece la protección de los recursos naturales (15.1); Contempla medidas para proteger y preservar los territorios de los pueblos indígenas (15.2) a través de: Consentimiento libre e informado, participación en los beneficios de la explotación y la compensación por los daños. La protección del Medio Ambiente indígena conforme al Convenio 169 impone a los gobiernos el deber de respetar la importancia especial que para las culturas y valores espirituales de los pueblos interesados reviste su relación con las tierras o territorios que han ocupado tradicionalmente o utilizan de alguna otra manera, y en particular los aspectos colectivos de esa relación (13.1) En varios de sus artículos, la Convención 169 de la OIT se refiere explícitamente a la consulta y participación de los pueblos indígenas. Distintos Comités de la ONU se han referido a este principio en su jurisprudencia. En su recomendación general XXIII sobre los derechos de los pueblos indígenas, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) llama a los Estados ‘a asegurar que los miembros de los pueblos indígenas tienen derechos respecto a su efectiva participación en la vida pública y que ninguna decición relacionada directamente con sus derechos e intereses se tome sin su consentimiento informado’ (para. 4 (d)). En gran número de ocasiones, el Comité sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales ha destacado la necesidad de obtener el consentimiento de los pueblos indígenas en relación con la explotación de recursos. En 2004, por ejemplo, manifestó estar profundamente preocupado de que concesiones de extracción de recursos naturales hayan sido otorgadas a compañías internacionales sin el consentimiento de las comunidades afectadas. Algunos años antes observó, con desazón, que las tierras tradicionales de los pueblos indígenas han sido reducidas u ocupadas, sin su consentimiento, por compañías madereras, mineras y de petróleo, a costa del ejercicio de sus culturas y del equilibrio del ecosistema. La Convención para erradicar todas las formas de Racismo, Intolerancia y Discriminación El Estado chileno ratificó la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial el 20 de octubre de 1971. En su cláusula inicial, el texto afirma que la expresión ‘discriminación racial’ denota ‘toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o cualquier otra esfera de la vida privada’. Los pueblos indígenas y sus miembros han sido frecuentemente discriminados por sus propiedades colectivas o individuales sobre tierras, territorios y recursos naturales. Chile, como muchos otros países ha adoptado algunas medidas legales para reparar esta situación.

7

El Sistema Interamericano de Derechos Humanos: la Comisión y la Corte El Sistema Inter-Americano de derechos humanos (del cual Chile sí forma parte) también ha tratado la materia de la consulta y consentimiento en su jurisprudencia. En tres casos recientes, todos concernientes a los derechos indígenas sobre tierras y recursos, los cuerpos Inter-Americanos han articulado un requerimiento para los Estados de modo a que éstos obtengan el consentimiento previo de los pueblos indígenas cuando se contemplen acciones que afecten los derechos de propiedad indígenas, considerando que tales derechos de propiedad surgen de leyes consuetudinarias y de los sistemas de tenencia tradicional, sobre los cuales están basados (Anaya 2005). Así la Corte Inter-Americana reconoció los derechos colectivos indígenas sobre sus tierras y recursos sobre la base del Art. 21 de la Convención Americana de Derechos Humanos, que señala: ‘Todas la personas tienen el derecho de usar y gozar su propiedad’. La Comisión Interamericana, por su parte, sostiene que, dada la emergencia gradual de un consenso internacional respecto a los derechos de los pueblos indígenas sobre sus tierras tradicionales, tales derechos son ahora parte del derecho consuetudinario internacional o ius cogens, y son aplicables y justiciables como tal. z El derecho humano internacional a la propiedad abraza los regimenes de propiedad comunal de los pueblos indígenas en la manera definida por sus propias costumbres y tradiciones, de modo que, la posesión de la tierra debiera bastarles a las comunidades que carecen de un título material de propiedad sobre la tierra, para obtener reconocimiento oficial de esa propiedad. Pero la Corte no solo ha afirmado el derecho indígena en contra de la interferencia estatal en tierras y recursos indígenas sin su consentimiento, sino que el derecho afirmativo a la protección estatal en caso de una intereferencia similar por particulares, principio plenamente reconocida por la Ley Indígena y aplicada consecuentemente por los tribunales chilenos, especialmente en materia de aguas. La misma Comisión Interamericana, de conformidad a lo planteado anteriormente, ha descrito los siguientes principios legales internacionales: a) El derecho de los pueblos indígenas al reconocimiento legal de sus variadas formas y modalidades específicas de control, dominio, uso y goce de territorios y propiedades; b) El reconocimiento de sus derechos sobre las tierras, territorios y recursos que ocupan tradicionalmente, y c) donde los derechos de propiedad y de uso de los pueblos indígenas han surgido con anterioridad a la creación de un Estado, el reconocimiento de ese Estado de la propiedad del título permanente e inalienable indígena debe ser realizado de modo tal, que cualquier cambio en el título solo puede ser efectuado por consentimiento mutuo entre el Estado y los pueblos respectivos, debiendo éstos tener pleno conocimiento y apreciación de la naturaleza y atributos de tal propiedad modificada. Hemos hablado de la necesidad de mejorar y fortalecer la participación de las poblaciones locales y vulnerables en los procesos de toma de decisiones que afectan sus derechos colectivos. Cada vez más, las compañías explotadoras de aguas y energía se ven compelidas a consultar y obtener la autorización previa, libre e informada de las comunidades afectadas al implementar sus proyectos extractivos.

8

Doctrina y Jurisprudencia Internacional El pacto sobre derechos Civiles y Políticos artículo 1, inciso 2 y 27 y el Pacto sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales, artículos 1 inciso 2 y 11, a través de los cuales se reconoce el derecho de los pueblos sobre sus medios de subsistencia y que a través de diversas Observaciones Generales, en particular, la Nº 15, El Comité de Derechos Humanos que crea el pacto ha fundado el derecho preferente de los pueblos indígenas sobre los recursos naturales que existen en sus territorios ancestrales, en particular, el derecho sobre los recursos hídricos. La Asamblea General de las Naciones Unidas, en el año 1999, se ha pronunciado a favor de reconocer que el derecho al agua está en la base del derecho al desarrollo. De esta forma, las Naciones Unidas han posicionado en el debate que el derecho al agua es un derecho económico, social y cultural que debe ser garantizado al amparo del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales (PIDESC) de 1966, instrumento que también ha sido ratificado por Chile e incorporado al derecho interno por la vía de la ratificación. El Comité sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que instaura el pacto, en el año 2002 estableció expresamente la relación entre derechos humanos y agua, y otorgó reconocimiento expreso al derecho al agua, adoptando una Observación General sindicada con el N° 15, la que se sustenta en lo dispuesto por los artículos 11 y 12 del PDESC. El reconocimiento del derecho al agua, incluyendo aquella necesaria a la seguridad alimentaria, ha obtenido un creciente amparo legal en la arena internacional, y más cuando involucra derechos indígenas. Existe consenso de que su protección asegura la sustentabilidad de los ecosistemas indígenas de los cuales dependen sus modelos productivos, - en este caso las actividades agrícolas tradicionales, actividades silvo pastoriles y recientemente el turismo - y que al postre permiten la sobrevivencia de estos pueblos, como unidades políticas organizadas en la prosecución de un proyecto común que involucra a todos sus miembros y fortalece su autonomía. Especial mención amerita por su especificidad normativa referida a derechos indígenas, el artículo 27 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que dispone: “En los Estados en que existan minorías étnicas, religiosas o lingüísticas, no se negará a las personas que pertenezcan a dichas minorías el derecho que les corresponde, en común con los demás miembros de su grupo, a tener su propia vida cultural, a profesar y practicar su propia religión y a emplear su propio idioma.” Este artículo consagra el llamado derecho a la "integridad cultural". El Comité de Derechos Humanos de la ONU ha formulado la Observación General 23, al artículo 27 antes citado. En ella, interpretando la disposición, señala que pese a consagrar el artículo derechos individuales, estos tienen una dimensión colectiva pues su ejercicio depende de la capacidad del grupo minoritario para conservar su cultura, su idioma o su religión y que por tanto puede llegar a ser necesario que los Estados adopten medidas positivas para proteger la identidad de la minoría y asegurar el disfrute de los derechos de ésta, disfrute que en caso alguno menoscaba la soberanía y la integridad territorial de un Estado Parte.

9

El Comité de Derechos Humanos de la ONU ha tenido ocasión de pronunciarse respecto a situaciones en que se ha denunciado la violación del artículo 27. Así por ejemplo, en el caso denominado "Ominayak y el Grupo del Lago Lubicón contra Canadá" se determinó en 1990 que "los derechos protegidos por el artículo 27 incluyen los derechos de las personas, en comunidad con otros, para comprometerse en actividades económicas y sociales que son parte de la cultura de la comunidad a la cual pertenecen". El Comité reconoció que la subsistencia y actividades económicas tradicionales de los pueblos indígenas son parte integrante de su cultura, y que la interferencia con esas actividades, en ciertos casos, podría ser perjudicial para su integridad cultural y supervivencia. El Sistema Interamericano de Derechos Humanos del cual Chile forma parte y cuya presidencia ejerce en la actualidad, ha recibido un número creciente de casos relativos a la protección de los derechos indígenas sobre sus tierras y sus recursos naturales, fundados principalmente en la Convención Americana de Derechos Humanos o Pacto de San José y ha reconocido el derecho de propiedad ancestral de los Pueblos Indígenas sobre sus tierras fundado en el uso inmemorial de las mismas, extendiendo el amparo a través del derecho de propiedad a los recursos naturales que guarnecen en ese territorio y que le dan sustentabilidad ambiental y productiva. En 1970, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos conoció el caso de los Guahibos en Colombia y argumentando en base al derecho de propiedad reconocido en la Convención Americana de Derechos Humanos se refirió a la obligación de los Estados de proteger las tierras indígenas. En 1985, la misma Comisión emitió una resolución que favoreció a demanda de los Yanomani del Noroeste de Brasil y recomendó al Estado brasileño que delimite y demarque el Parque Yanomani, cuya superficie excedía los 9 millones de hectáreas de bosque amazónico. La resolución se fundó en el derecho a la vida, a la libertad, a la residencia y al tránsito, a la salud y al bienestar reconocido en la Declaración Americana de Derechos Humanos, toda vez que en este caso Brasil no había ratificado la Convención Americana de Derechos Humanos, lo que no hacía posible fundar la resolución en las normas de dicho instrumento y, por tanto, en el derecho de propiedad. En el año 2001, la Corte Interamericana acogió una reclamación interpuesta por la comunidad Mayagna (Sumo) Awas Tingni en contra del Estado de Nicaragua. El caso se originó en una petición hecha a la Comisión en 1995, donde se alegó que el Estado de Nicaragua no había adoptado las medidas necesarias para asegurar el derecho a la tierra de las comunidades indígenas reclamantes, y por el contrario, había comprometido este derecho al otorgar una concesión forestal para explotación de madera en sus territorios ancestrales. El fallo de la Corte Interamericana dejó establecido en sus considerandos el valor de la propiedad comunal de los pueblos indígenas a la luz del artículo 21 de la Convención Americana, que protege el derecho de propiedad, la validez de la posesión de la tierra basada en la costumbre indígena, aún a falta de título, para que se le reconozca la propiedad sobre ellas, y la necesidad de que la estrecha relación que los indígenas tienen con sus tierras sea reconocida y comprendida como la base fundamental de sus culturas, su vida espiritual, su integridad y su supervivencia económica. La Corte Interamericana, en el caso en análisis, ha reconocido el derecho de propiedad ancestral indígena y le ha otorgado preeminencia incluso respecto del derecho positivo, para resguardar los intereses indígenas sobre sus tierras y recursos naturales en los territorios de origen. En el año 2005 la misma Corte Interamericana, caso Yakye Axa con Paraguay, estableció que los derechos territoriales indígenas abarcan un concepto más amplio que

10

está relacionado con el derecho colectivo a la supervivencia como pueblo organizado, con el control de su hábitat como una condición necesaria para la reproducción de su cultura, para su propio desarrollo y para llevar a cabo sus planes de vida. El fallo concluye que los miembros de la Comunidad Yakye Axa viven en condiciones de miseria extrema como consecuencia de la falta de tierra y acceso a recursos naturales, y que a consecuencia de ello ven imposibilitado el acceso a una vivienda adecuada dotada de los servicios básicos mínimos, así como a agua limpia y servicios sanitarios1, lo que constituye una infracción por parte del Estado de Paraguay a la luz de los derechos garantizados por la convención. En la Sentencia pronunciada en el año 2006, en el caso de la Comunidad Sawhoyamaxa contra el Estado de Paraguay, la Corte Interamericana reconoce que la estrecha vinculación de los integrantes de los pueblos indígenas con sus tierras tradicionales y los recursos naturales ligados a su cultura que ahí se encuentren, así como los elementos incorporales que se desprendan de ellos, deben ser salvaguardados por el artículo 21 de la Convención Americana2. La cultura de los miembros de las comunidades indígenas – sentencia la Corte -corresponde a una forma de vida particular de ser, ver y actuar en el mundo, constituido a partir de su estrecha relación con sus tierras tradicionales y recursos naturales, no sólo por ser estos su principal medio de subsistencia, sino además porque constituyen un elemento integrante de su cosmovisión, religiosidad y, por ende, de su identidad cultura3. Ha quedado sentada la siguiente jurisprudencia: 1) La posesión tradicional de los indígenas sobre sus tierras y recursos naturales, incluyendo el agua, tiene efectos equivalentes al título de pleno dominio que otorga el Estado; 2) La posesión tradicional otorga a los indígenas el derecho a exigir el reconocimiento oficial de propiedad y registro de las tierras y sus recursos naturales y, al mismo tiempo, la preservación de su hábitat; y, 3) El acceso de los pueblos indígenas a sus territorios y recursos naturales garantiza su subsistencia y la preservación de sus costumbres y formas de vida. En la Sentencia pronunciada en el año 2006, en el caso de la Comunidad Sawhoyamaxa contra el Estado de Paraguay, la Corte Interamericana reconoce que la estrecha vinculación de los integrantes de los pueblos indígenas con sus tierras tradicionales y los recursos naturales ligados a su cultura que ahí se encuentren, así como los elementos incorporales que se desprendan de ellos, deben ser salvaguardados por el artículo 21 de la Convención Americana4. La cultura de los miembros de las comunidades indígenas – sentencia la Corte -corresponde a una forma de vida particular de ser, ver y actuar en el mundo, constituido a partir de su estrecha relación con sus tierras tradicionales y recursos naturales, no sólo por ser éstos su principal medio de subsistencia, sino además porque constituyen un elemento integrante de su cosmovisión, religiosidad y, por ende, de su identidad cultural: “Desconocer las versiones específicas del derecho al uso y 1

Párrafo 164, fallo Corte Interamericana, Caso Yakye Axa vs Paraguay, (ibidem) Párrafo 137, fallo Corte Interamericana, Caso Yakye Axa vs Paraguay; Párrafo 149 Caso de la Comunidad Mayagna (Sumo) Awas Tingni. 3 Párrafo 135, fallo Corte Interamericana, Caso Yakye Axa vs Paraguay 4 Párrafo 137, fallo Corte Interamericana, Caso Yakye Axa v/s Paraguay; Párrafo 149 Caso de la Comunidad Mayagna (Sumo) Awas Tingni

2

11

goce de los bienes, dadas por la cultura, usos, costumbres y creencias de cada pueblo, equivaldría a sostener que sólo existe una forma de usar y disponer de los bienes, lo que a su vez significaría hacer ilusoria la protección del artículo 21 de la Convención para millones de personas”5 Normas Nacionales La Ley Indígena N°19.253 establece normas en resguardo de los derechos indígenas de los pueblos del Norte de Chile que se ajustan a las normas, doctrina y jurisprudencia internacionales citados más arriba. Ley Indígena N°19.253 de 5 de octubre de 1993 Aprobada por unanimidad en el Congreso Nacional, es fruto de la lucha de los pueblos indígenas de Chile por obtener un reconocimiento de tipo legal a su realidad familiar, cultural, social y económica, movimiento que venía plasmándose en el Derecho Internacional, como en la declaración de Barbados (1971), con la creación del grupo de Trabajo sobre Pueblos Indígenas de Naciones Unidas (1982) y la redacción del Convenio 169 de la OIT (1989). La ley trata específicamente de la propiedad territorial indígena, especialmente sobre las tierras y aguas. Reconoce también la participación indígena estableciendo que sus opiniones deben ser escuchadas y consideradas por los servicos públicos, lo que se ha visto reforzado por el reconocimiento del principio del Consentimiento, Previo, Libre e Informado, según el cual los pueblos indígenas tienen el derecho de otorgar su consentimiento o vetar los proyectos que los afectan. Además de este reconocimiento legal, en virtud del cual se reglamentan muchas instituciones propias de nuestros pueblos originarios y se les da protección, la ley crea un organismo para realizar las políticas públicas, dándole a la Corporación Nacional de Desarrollo indígena (CONADI) la función de promover, coordinar y ejecutar estas políticas.Pueblos Indígenas reconocidos por la Ley Indígena de conformidad al Derecho Internacional Interpretada en armonía con los conceptos legales recientementemente ratificados por el Congreso Nacional en la Convención 169, la Ley Indígena Chilena reconoce jurídicamente a los indígenas como una agrupación cultural y económica históricamente distinta, es decir como una etnia y más propiamente, como Pueblos Indígenas. No solo reconoce como sujetos de derechos a los indígenas considerados individualmente en tanto personas naturales, sino que también como sujetos colectivos que pueden fácilmente obtener personalidad jurídica (comunidades territoriales, asociaciones funcionales), Según la ley, son indígenas los descendientes de las agrupaciones humanas existentes en nuestro territorio desde tiempos precolombinos, los que conservan hasta hoy sus manifestaciones étnicas y culturas siendo la tierra el principal sustento de su existencia y cultura. En forma no taxativa, el artículo 1º reconoce la siguientes pueblos indígenas (podrían haber más): 5

Párrafo 135, fallo Corte Interamericana, Caso Yakye Axa v/s Paraguay

12

a.- Mapuche b.- Aimara c.- Rapa Nui o Pascuenses, d.- Atacameña, e.- Quechuas, f.- Collas, g.- Diaguitas, h.- Kawashkar o Alacalufe, i.- Yámana o Yagán.Sujetos de Derecho La ley reconoce dos tipos de sujetos de derechos indígenas tanto: 1) personas naturales indígenas: esta calidad se acredita mediante el correspondiente certificado de la calidad indígena. 2) personas jurídicas indígenas: comunidades y asociaciones Estas personas pueden contratar y asociarse libremente, salvo en lo que refiere a sus tierras, territorios y recursos naturales. La ley define a las comunidades indígenas como aquella agrupación de 10 o más personas pertenecientes a una misma etnia que se encuentran en una o más de las siguientes situaciones: 1) pertenezcan a un mismo tronco familiar; 2) reconozcan una jefatura tradicional; 3) posean o hayan poseído una misma tierra en común y/o; 4) provengan de un mismo poblado antiguo Cumpliendo con las formalidades que se establecen en la ley, gozan de personalidad jurídica. La CONADI acreidta su vigencia Asociaciones Indígenas Agrupación voluntaria y funcional integrada por, a lo menos, veinticinco indígenas que se constituyen en un interés y objetivo común que puede ser educacional, cultural, profesional, etc. Pueden operar economatos. Las asociaciones de regantes de San Pedro de Atacama y Vilama, se han constituido al amparo de la Ley Indígena. Estas asociaciones han podido regularizar derechos de aprovechamiento consuntivos e incluso no consuntivos.

Las propiedad de las personas naturales y jurídicas atacameñas, aymaras, collas, diaguitas y quechuas sobre sus tierras y aguas están especialmente salvaguardadas por exigirlo así el interés nacional. El estado debe propender a su ampliación, repoblamiento, desarrollo armónico y equilibrio ecológico incluyendo a la flroa y fauna. Es uno de los casos chilenos donde la función social de la propiedad es reconocida y protegida explícitamente a favor de una parte de la población (Arts. 1, 12, 13, 62, 63, 64 y el 3 transitorio de la Ley Indígena). Los tribunales de justicia chilenos han entendido

13

estas normas en armonía con los Arts. 1, 5, 19 N°8 y 19 N°24 de la Constitución asíc como con diversos tratados, declaraciones y fallos internacionales. Entre 1990 y 1998, las comunidades atacameñas han venido identificando sus territorios comunitarios y patrimoniales de ocupación ancestral, deslindes que tomaron en consideración las ocupaciones materiales, rituales e históricas y los cerros tutelares. Como resultado de este proceso, la así llamada “demanda ancestral” atacameña suma más de 3.000.000 de hectáreas. Quillagua se constituyó más tarde, como comunidad ayamra y ha comenzado su propio proceso de regularización, con más de 1,5 millones de hectáreas modificadas. El proceso de entrega de títulos escritos ha sido extremadamente lento, sobre paños de tierras cuya regularización ha debido ser “priorizada” por las comunidades ante el Ministerio de Bienes Nacionales, que carece crónicamente de fondos para hacerlo. Esto ha fragmentado y reducido, en la práctica, la demanda territorial y ha beneficiado, en consecuencia, aquellas empresas mineras que extraen aguas desde territorios demandados pero todavía considerados, erradamente, como propiedad fiscal. La ley fijó un plazo de tres años para realizar el plan de saneamiento de las tierras, plazo legal que venció en 1996 (Art. 3° transitorio ley 19.253). Este retraso en la implementación es responsabilidad del Estado de Chile. Considerando este retraso y la creciente presión sobre las tierras, territorios y recursos naturales atacameños, el Ministerio de Bienes Nacionales y la CONADI adoptaron el siguiente acuerdo “técnico” en protección de sus propiedades mientras no estuvieran saneadas. Destacamos la distinción entre “demanda ancestral” y “demanda priorizada”. “En acuerdo de la comisión técnica regional de tierras indígenas de la Segunda Región, en su reunión del 18 de junio del 2002, todos los expedientes de aguas y otros que recaigan sobre la demanda priorizada por las comunidades indígenas no procederán a trámite en esta secretaría de estado ya que las comunidades indígenas de la segunda región han presentado expedientes de transferencia o concesión referentes a su demanda priorizada. Salvo pronunciamiento de las comunidades a favor del trámite por medio de acuerdos. Todos los expedientes de solicitudes y otros que recaigan solo sobre la demanda de territorios ancestrales deberán presentar acuerdo marcos celebrados entre la entidad solicitante y la comunidad indígena afectada antes que podamos proceder con el trámite específico” En la Región de Antofagasta (Chile), existen experiencias interesantes de coadministración de áreas del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas (SNASPE). Así ocurre con acuíferos indígenas protegidos como la Laguna de Chaxas (Toconao, Salar de Atacama) y las lagunas altiplánicas de Miscanti y Miñiques (Socaire). El saber de los Toconares sobre el comportamiento de las parinas (flamencos) ha sido clave a la hora de evaluar mitigar y/o y detener los daños provocados por la gran minería no metálica (SQM). La Reserva Nacional Alto Loa y el Parque Llullaillaco También están en vías generar un modelo de co-gestión para beneficiarse de sus recursos naturales con CONAF. Esta política administrativa ha buscado hacer respetar el derecho humano de las comunidades indígenas a otorgar su consentimiento previo, libre e informado en los

14

asuntos que les interesa, particularmente cuando se trata de proyectos de extracción en sus territorios ancestrales. La propiedad ancestral atacameña sobre sus territorios, tierras y recursos naturales es reconocida y amparada por el derecho internacional y nacional, complementariamente:

Estas normas tienen la importancia que reconocen un derecho preferente de constitución a favor de las comunidades indígenas del Norte fundado principalmente en sus derechos ancestrales. En estas normas las comunidades han fundado la regularización de sus derechos y exigido su constitución, argumentando que en este caso -no existiendo derechos constituidos con anterioridad a favor de terceros- el acto de autoridad que otorga el derecho cumple un rol meramente declarativo de dominio. La jurisprudencia ha establecido que la propiedad ancestral indígena sobre las aguas, derivadas de practicas consuetudinaria, constituye dominio pleno por aplicación de los ya citados artículos 3 transitorio inciso 2° y 64 de la Ley Indígena. (Fallo 22 de marzo del año 2004, la Corte Suprema Comunidad Atacameña de Toconce en contra de ESSAN S.A.). En el mismo sentido, en SOQUIMICH contra la Comunidad Indígena de Ayquina-Turi (causa Rol N°7646 del Tercer Juzgado Civil de Calama, 2007), el Juez Jordán Campillay falló en favor de la comunidad reconociendo su dominio sobre 120 l/s de la vega de Turi, aduciendo el aprovechamiento de tiempo inmemorial, la preexistencia del dominio, su legitimidad antropológica, y el deber de protección que tiene el Estado respecto de los recursos indígenas y de los modos de vida y costumbres asociados a ellos. El Código de Aguas protege específicamente los humedales atacameños. El inciso segundo del Art. 58 establece claramente que ‘no se podrán efectuar exploraciones en terrenos públicos o privados de zonas que alimenten áreas de vegas y de los llamados bofedales en las Regiones de Tarapacá y de Antofagasta, sino con autorización fundada de la Dirección General de Aguas, la que previamente deberá identificar y delimitar dichas zonas.’. El inciso segundo del Art. 63 señala, por su parte, que ‘Las zonas que correspondan a acuíferos que alimenten vegas y los llamados bofedales de las regiones de Tarapacá y de Antofagasta se entenderán prohibidas para mayores extracciones que las autorizadas, así como para nuevas explotaciones, sin necesidad de declaración expresa’. Tras un proceso que ha conocido diversos traspiés a lo largo de los años, la DGA finalmente identificó y delimitó 267 áreas protegidas en la segunda región. Desgraciadamente, autoriza comúnmente la exploración de aguas subterráneas en las zonas inmediatamente aledañas a las áreas delimitadas (prohibidas). Como prevención, la DGA ha venido estableciendo mecanismos de ‘alerta temprana’ con el fin de anticipar cualquier daño a las áreas protegidas. El problema es que, dado el escaso conocimiento existente respecto al comportamiento hidrogeológico de los acuíferos altoandinos y sus interrelaciones, tal ‘alerta temprana’ no garantiza en absoluto el que no se produzcan daños irreversibles en los sistemas afectados, vulnerándose el principio de la precaución en materia ambiental. Estas normas deben interpretarse armónicamente con el principio de la “unidad de la corriente” consagrado en el Artículo 3° del Código de Aguas, que señala que “la cuenca u hoya hidrográfica de un caudal de aguas la forman todos los afluentes, subafluentes, quebradas, esteros, lagos y lagunas que afluyen a ella, en forma continua o discontinua, superficial o subterráneamente”. Su inciso segundo es aun más explícito: “las aguas que afluyen, continua o discontinuamente, superficial o

15

subterráneamente, a una misma cuenca u hoya hidrográfica, son parte integrante de una misma corriente”. El artículo 22 (modificado en el 2005) señala, por su parte, que la DGA ‘constituirá el derecho de aprovechamiento sobre aguas existentes en fuentes naturales y en obras estatales de desarrollo del recurso, no pudiendo perjudicar ni menoscabar derechos de terceros, y considerando la relación existente entre aguas superficiales y subterráneas’, siempre en conformidad al ya citado principio de unidad de la corriente. Estos es, una persona interesada en explotar aguas subterráneas no puede perjudicar a los que usan las aguas superficiales, resguardo que, como ya vimos, la ley Indígena contempla en forma explícita a favor de los indígenas del Norte Grande. Desde el punto de vista de la protección de los recursos hídricos, estas normas se relacionan con otras que se refieren al manejo integral de cuencas, a la declaración de caudales agotados, de fuentes naturales agotadas y a la regulación presidencial del caudal ecológico. La disminución constante del caudal disponible de aguas para la agricultura, producto principalmente de las extracciones industriales, llevo a que, a solicitud de la Comunidad Atacameña de Chiu Chiu, la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Publicas mediante Resolución Exenta Nº197 de 24 de enero del año 2000, declarara el agotamiento del Río Loa y sus afluentes para los efectos de la concesión de nuevos derechos consuntivos permanentes. Es decir, cualquier comunidad que aprovecha aguas afluentes del Loa puede impedir que se otorguen nuevos derechos consuntivos permanentes o eventuales, por estar declarado agotado el recurso. De conformidad a la normativa vigente, la DGA debiera denegar automáticamente nuevas solicitudes de derechos sobre los afluentes. Considerando el principio de la unidad de la corriente reconocida en el Código de Aguas, se entiende que la declaración de agotamiento abarca tanto las aguas superficiales como las subterráneas. No puede, por lo tanto, otorgársele a GDN derechos sobre un caudal afluente del Río Loa, porque éste río está declarado como cuenca saturada. Pero hay más, específicamente respecto a la exploración y extracción de aguas subterráneas. La Ley 19.253 de 1993, contempla como señaláramos un régimen especialísimo de tierras y aguas para los atacameños, aymaras y “otras comunidades Indígenas del Norte del país” (Art. 62 y sgts.). La ley dice que “se deberá proteger especialmente las aguas de las comunidades Aimaras y Atacameñas. Serán considerados bienes de propiedad y uso de la Comunidad Indígena establecida por esta ley, las aguas que se encuentren en los terrenos de la comunidad, tales como los ríos, canales, acequias y vertientes, sin perjuicio de los derechos que terceros hayan inscrito de conformidad al Código General de Aguas”. La norma añade que “no se otorgarán nuevos derechos de aguas sobre lagos, charcos, vertientes, ríos y otros acuíferos que surten a las aguas de propiedad de varias Comunidades Indígenas establecidas por esta ley sin garantizar, en forma previa, el normal abastecimiento de agua a las comunidades afectadas.”(Art. 64) por “por exigirlo el interés nacional”. Por el solo ministerio de la ley, las comunidades indígenas también son dueñas conjuntas de los acuíferos y aguas subterráneas en zonas de protección y restricción. Se entiende que las aguas subterráneas que alimentan el Salar de Atacama y sus afluentes también están protegidas y pertenecen a las comunidades, esto es a la mancomunidad de aguas subterráneas atacameñas de la macro-cuenca del Salar de Atacama.

16

1. “El hábitat tradicionalmente ocupado”: La cuenca del Río Loa, la territorialidad de Quillagua y sus recursos hídricos. 1.1 La cuenca social y administrativa del Loa Según la ley chilena, la cuenca u hoya hidrográfica la forman todos los afluentes, subafluentes, quebradas, esteros, lagos y lagunas que afluyen a ella, en forma continua o discontinua, superficial o subterráneamente. La definición no incorpora la valoración social inherente al manejo de la misma. En la tradición andina, la cuenca del Loa corresponde a un taypirana o eje acuático de poblamiento y tránsito, una zona de conflicto y encuentro de poblaciones establecidas entre los valles occidentales, el altiplano meridional y la zona circumpuneña. El Loa es el único río entre Pisagua y Copiapó, una fantástica continuación del eje de aguas altiplánicas que se extienden desde el lago Titicaca hacia el Sur por lagos y salares de puna húmeda y de puna seca descolgándose del altiplano hacia el Pacífico. Desde sus nacientes en aledañas al altiplano y salares de Ollagüe, Carcote y Cebollar, Amincha y Alconcha, hasta su desembocadura en caleta Huelén tras 420 kms de recorrido, el Loa está en crisis. Una de las razones para ello es que la cuenca está a horcajadas sobre dos regiones administrativas, tres provincias y siete comunas chilenas, lo que ha imposibilitado su gestión integral de puna a mar. Aunque algunos de sus afluentes están en Tarapacá, la mayoría de ellos están en Antofagasta, lo que significa que los permisos sectoriales y la defensa de sus aguas subterráneas corre por la cuenta separada de diferentes SEREMIs, funcionarios de servicios y alcaldes (unos se oponen a mayores niveles de extracción, otros los apoyan). Desde el punto de vista de su autoidentificación, las comunidades agropastoriles ribereñas afirman ser atacameñas, aymaras y quechuas6. La gran minería del cobre también adoptó estos contornos, atrayendo individuos, familias e incluso comunidades enteras, que han migrado desde distintos países del cono suramericano, así como de regiones del norte y del sur de Chile, un contingente humano numeroso que agranda la mancha urbana en perjuicio de la vega y tierras cultivables de Calama y exige un volumen de agua creciente. En este contexto de cuenca fragmentado social y administrativamente, y como último pueblo del curso inferior, Quillagua atraviesa una crisis sin precedentes en su historia. Además de que el agua a la que tienen derecho es casi 10 veces menor que la que ocupaban hace 40 años, ni esa cantidad les llega, y el poco de agua que a veces corre por los canales no alcanza para regar, ni para nada. En la época de verano, el río simplemente no trae agua, y los canales están vacíos. El agua que llega durante el año, si es que llega, está tan contaminada que no se usa; en Quillagua, el río murió. A consecuencia de una petición formulada por la Comunidad Atacameña San Francisco de Chiu-Chiu, la Dirección General de Aguas, mediante Resolución Exenta Nº197 de 24 de enero del año 2000, declaró el agotamiento del Río Loa y sus afluentes para los efectos de la concesión de nuevos derechos consuntivo permanentes. Es decir, cualquier comunidad que aprovecha aguas afluentes del Loa puede impedir que se otorguen 6

La cuenca es el hábitat de Quillagua y de las siguiente comunidades indígenas constituidas: Chiu-Chiu, Lasana, Caspana, Toconce, Ayquina, Cupo, Conchi Viejo, Taira y San Pedro (en Calama).

17

nuevos derechos consuntivos por estar declarado agotado el recurso. De conformidad a la normativa vigente y el principio de unidad de la corriente, la DGA debiera desechar automáticamente nuevas solicitudes de derechos sobre sus afluentes. Para hacer un diagnóstico socio-ambiental de Quillagua, hemos contrastado su situación con las normas ambientales (Ley 19.300) que hoy exigen cuidar la relación entre los sistemas de vida de las comunidades indígenas y el medio ambiente, hacia un desarrollo sustentable. La minería es hoy la que pone en juego con mayor frecuencia estas normas, postulando proyectos que alteran el balance hídrico de las cuencas e impactan las costumbres y derechos indígenas. Hemos tomado en cuenta las normas sectoriales que inciden de algún modo en la actividad agropecuaria. La ley de bases del medio ambiente establece criterios muy claros para evaluar los ‘impactos significativos’ en la costumbre indígena, lo que facilita la tipologización socio-ambiental requerida. Las antiguas costumbres y la memoria de las prácticas de manejo fueron estudiadas y diagnósticadas en función de su potencialidad para el desarrollo de soluciones de riego y drenaje, en el sentido de proteger y ampliar la actividad agropecuaria indígena, y en general, mejorar la producción tomando en cuenta su sustentabilidad socio-ambiental. Cabe finalmente agregar que las lluvias torrenciales son inhabituales en la parte baja de la cuenca, pero se ha registrado el fenómeno en relación con la suplantación de la corriente fría de Humboldt por la cálida Corriente del Niño7. En el s. 19, Billinghurst destaca algunos fenómenos torrenciales excepcionales, cuatro entre 1850 y 1879, dando fecha para 2 de ellas: 27 de Agosto de 1867 y 28 de Junio de 1868 (dando a entender que no se reprodujo el fenómeno hasta 1893). Las garúas eran infrecuentes, agrega, antes de 1878 (teremotos), y después se han debido tomar en cuenta al construir. Con todo, las inundaciones de 1925, “fueron las más grandes que se registran en la historia reciente del Loa” (Rudolph 1928, 87). No haremos aquí el registro de las grandes avenida registradas, pero debe mencionarse que ya en el siglo 19 existía preocupación por controlarlas mediante la construcción de diques de altura, que servían para contener parte del agua torrencial del invierno boliviano, dando lugar a abrevaderos para el ganado altoandino. 1.2 Territorialidad: Retomando lo términos clasificatorios de la Ley Indígena (19.253), la propiedad individual de los quillagüeños “por lo general comprende la casa habitación y terrenos de cultivo y forrajes” (Arr. 63). Aunque en muchos casos no están regularizadas complejas situaciones de herencia, la mayoría de estas propiedades cuentan con títulos de dominio individuales inscritos en el Conservador de Biene Raíces. Pero no están inscritas en el registro de tierras indígenas y no gozan, por lo tanto, de la protección que la ley otorga a las tierras indígenas. De hecho, a lo largo de las décadas, la mayor parte de las tierras y de los derechos de aguas fueron adquiridos por SQM. Pero Quillagua sigue siendo dueña comunitaria de un territorio definido como “la totalidad del hábitat de las regiones que… ocupan o utilizan de alguna otra manera” (Art 13. 2 del C. 169 de la OIT), esto es, de las tierras que “tradicionalmente ocupan” (Art. 14.1), con una superficie que alcanza cerca de un 1,5 millones de hectáreas. Esta norma se complementan con las normas de la Ley Indígena, que define las tierras Rudoplh la llama corriente “del Miño” para acto seguido referirse al nacimiento del río Loa en “los Ojos del Miño”, en la cercanía del volcán del mismo nombre, en el Alto Loa.

7

18

comunitarias de Quillagua y otras comunidades indígena constituidas legalmente, en términos no taxativos, señalando que por lo general son “pampas y laderas de cultivo rotativas, así como los pastizales, bofedales, cerros, vegas y otras de uso del ganado auquénido” (Art. 63, b) y c)). La parte Alta de la cuenca del Loa fue declarada Área de Desarrollo Indígena, lo que le otorga algún poder de gestión y protección de los humedales y vertientes que caen hacia el Alto Loa. Aunque el territorio de Quillagua no entró en dicha demarcación, la comunidad igual se beneficia del mayor grado de protección que la ley le otorga a ese sector, que en su extremo norte también ha sido protegido mediante el SNASPE, habiendo sido declarado Reserva Nacional (Alto Loa).

19

20

El hábitat de Quillagua comprende tanto los sectores donde se realizan las distintas actividades productivas tradicionales, cómo la trama caminera que los une: ganaderas, arriera-caravaneras, agrícolas, carboneras, camaroneras y mineras. Entre las quebradas de la Sierra Morena (o Cordillera del Medio) que se descuelgan hacia la Pampa del Tamarugal y que también pertenecen a Quillagua, encontramos las de Pintados (que nace en el cerro de Catiña, donde hubo un sembrío), luego viene quebrada Honda que nace ahí cerca en (Ll)Amincha. La que sigue hacia el Sur es Maní que nace en Chijlla y desemboca en el Tamarugal. Las quebrada de Sipuca y la quebrada Seca, que vienen en seguida, solo tenían agua en épocas de grandes avenidas, pero en su nacimiento la primera tiene un sembrío abandonado llamado Quehuita, entre dos vertientes que alimentaban cochas, hoy rellenadas. Según Lucio Albornoz, el pueblo fue abandonado a consecuencia de la sequía que se habría inciado en la década de 1950. Hasta allí alcanzan a escurrirse las aguas de la Cordillera. Mientras en la cabecera de la segunda también hay eras abandonadas, en el sector denominado Cuya. La quebrada de Sama viene después, que nace en los altos de Yocas (limítrofe de las regiones de Tarapaca y Antofagasta) y termina en la pampa, en el sector denominado Piedra Cansada. Muchos de los habitantes de Quillagua emigraron originalmente de sus ayllus como Capuna, Quehuita y Chiligua, sectores de cultivos antiguamente compartidos con gente Guatacondo. Entre Quillagua y sus Altos, había paskanas y tambillos junto a minúsculos sembríos en las quebradillas aledañas de la pampa de soronal. En los ayllus y ranchos de los pajonales, nacieron y alcanzaron a vivir varios miembros de la comunidad, con infraestructuras de riego de gran complejidad (hoy abandonadas). Todo esta movilidad territorial se organizó en torno a la disponibilidad de agua.

Toma aérea, ayllu de Capuna, 2006 El territorio comunitario a regularizarse o “demanda ancestral” fue identificado participativamente y delimitado con ayuda de la CONADI, como parte del convenio que tiene esta repartición con el Ministerio de Bienes Nacionales, orientado a sanear las tierras indígenas (Art. 3° Trans. de la Ley Indígena).

21

La minería siempre requirió de agua, comida para hombres y bestias, y mucho combustible. Si había forraje, tanto mejor, porque el otro elemento clave era el transporte, tanto del mineral, como de comida agua, pescado o leña: Durante miles de años, Quillagua fue un emporio que recibió y despidió caravanas y caravanas de llamas con comida y minerales: hay restos de wayras (hornos de fundición a viento) y maray (trapiches)8, luego siempre sostuvo una gran cantidad de ganado. La crisis actual se inicia con otro evento relacionado con la minería: el fin definitivo del ciclo salitrero hace cerca de 50 años, que se agrava luego con el cierre del ferrocarril. Pero, es tan solo a partir del gobierno militar que la escasez y contaminación adquiere proporciones dantescas, asociada a una fuerte demanda de agua por parte de la gran minería y de las ciudades, que obligó a ‘racionalizar’ el agua para riego que llevaba el río, reduciéndose el caudal de riego a favor del uso de agua potable para Tocopilla, María Elena, Calama y Antofagasta, directamente ligadas a la industria minera. Desde entonces, además de presionar sobre la cantidad de agua superficial disponible para el riego y afectar el régimen de aguas subterráneas de la cuenca, la minería se ha constituido en un letal agente contaminante. El cauce del río y su embalses embancados tienen un alto nivel de contaminación de alta toxicidad, originado en los relaves y productos químicos utilizados en las faenas mineras.

8

A mediados del s. 19, el naturalista italo-peruano Antonio Raimondi dice que en Quillagua se beneficiaba la plata extraída de Guatacondo y Challacollo, describiendo ‘un trapiche muy bien construido con una rueda horizontal movida por el agua’.

22

Características Hidrogeológicas de la Cuenca del río Loa (Escala 1:1.000.000) Una sociedad hidráulica que desaparece Aunque reconocen linajes fundadores atacameños (como los Vintipopo), la mayor parte de la población se declaró de origen aymara y se organizó legalmente adquiriendo personalidad jurídica como Comunidad Aymara de Quillagua, el año 2003, al amparo de la Ley 19.253 o Ley Indígena. Como la mayoría de los pueblos y comunidades indígenas que la ley ha reconocido formalmente en el Norte Grande (atacameñas, aymaras, coyas, diaguitas y quechuas), donde se han desarrollado culturas de riego en función de la relativa escasez de agua, Quillagua forma una “sociedad hidráulica” (ver Barros 1998). La tierra y el agua son el fundamente principal de su existencia y cultura, revistiendo particular importancia la dimensión espiritual y colectiva de su territorialidad. Al no contar con el suministro de agua necesario a su actividad tradicional, Quillagua está a un triz de desaparecer completamente. La comunidad sólo coloca alguna esperanza de permanecer, en la poderosa figura simbólica de su Santo Patrono, el Arcángel San Miguel, que logra convocar y reunir anualmente a centenares de miembros de los distintos linajes de la diáspora que produjo la crisis hídrica, quillagueños hoy radicados en Copiapó, Antofagasta, Calama, Pozo Almonte, Pica, Alto Hospicio e Iquique. En la actualidad el río Loa es utilizado por distintos actores (poblados, comunidades indígenas, empresas mineras, etc.) como una de las principales fuentes de captación de

23

agua. Esta agua se utiliza para diferentes funciones: ganaderas, agrícolas, urbanas, sanitarias y, mayormente, faenas mineras. “Son entonces las aguas del Loa las que deben satisfacer cada una de los usos al que se destinan, las que se capturan y aprovechan desde el río y sus afluentes”. (Molina, 2005: 2) En esta zona se encuentran los mayores yacimientos de cobre del país como El Abra y Chuquicamata, así como unas de las mayores productoras de Cloruro de Potasio (KCl), SQM. El alto consumo hídrico de estas faenas ha traído graves consecuencias para todos los usuarios de la cuenca, pero el más afectado ha sido Quillagua, y más generalmente la agricultura de toda la cuenca. “Las aguas de la cuenca del río Loa desde el momento que comenzaron a ser aprovechadas para fines urbanos y mineros, disminuyeron sistemáticamente para el uso agrícola de las comunidades atacameñas, generándose impactos sobre el poblamiento, la seguridad del riego y la pérdida de superficies cultivables”. (Ibíd.) Así vemos que son variados los usos que se hace de las aguas del Loa, conviviendo entre lo urbano y minero, donde queda muy poco espacio para la realización de una agricultura tradicional. Para comprender la importancia social del recurso hídrico en el mundo andino, se debe tener su rol gravitante en las formas de producción de sus habitantes. “En los sistemas de riego el agua cumple una importante función sociocultural, constituyéndose un elemento vital vinculado con la coherencia de la familia y sociedad andina, que se expresaba en los múltiples ritos y fiestas que se realizan alrededor del riego.” (CEPAL 2002) Dentro de las formas de producción vinculadas al agua, ciertas componentes culturales determinan o caracterizan la gestión y utilización del recurso por la comunidad. (Castro, 1992: 24). 1) En el plano material- tecnológico de la cultura, el agua importa en dos niveles: a. como elemento del medio ambiente, b. como componente de las bases materiales de la sociedad, y como tal, en relación a los procesos de adaptación a entornos concretos. Estos niveles incluyen los procesos de producción, distribución y consumo de bienes y servicios requeridos por el grupo humano para reproducirse, pero también la prestación de servicios ambientales en un ambiente frágil. 2) En el plano social u organizacional de la cultura: Las relaciones que se dan entre distintas unidades socialmente definidas y las formas de control sobre los factores de la producción, como por ejemplo la tierra, pastos, agua, etc. 3) En el plano ideológico o ideacional de la cultura, el agua contiene y transmite un aspecto valorativo o afectivo y otro cognoscitivo. Estos aspecto “informan” al sujeto

24

sobre las formas como debe actuar sobre el entorno; están a la base de la configuración de posiciones y actitudes. Por sus características particulares como elemento vital el agua tradicionalmente ha sido un factor de cohesión social, porque integra a los individuos en relaciones sociales y productivas que requieren de gestión organizada: “El riego en la comunidad andina puede ser un factor de conflicto social, pero también es un eje fundamental de la participación campesina y la movilización social, viéndole por ese lado, el agua también constituye un elemento cohesionador de los grupos” (CEPAL 2002). En el Loa como en el resto de los Andes, se han conformado procesos colectivos que requieren de niveles críticos de población (y cohesión) para la creación, desarrollo y mantenimiento de la infraestructura necesaria. Esto se aprecia en las ceremonias de limpieza de canales, ritual importantísimo en el que todos participan en algún grado. La comunalidad tradicional de la gestión es valorada como elemento fundamental de la gobernanza del agua: “, puesto que de esta forma se logran mayores niveles de consenso y concertación de los diversos actores y pueden mitigarse posibles conflictos sociales (Boelens, 1999)” (CEPAL 2002). En una cultura hidráulica como la de Quillagua, hay una diversidad de uso, e interactúan diversos agentes individuales y comunitarios, vinculando sus propias necesidades a las del grupo, como ocurre donde hay individuos dedicados a la agricultura o a la ganadería. El proceso social de gestión del riego fue uno de los principales ejes de la vida colectiva de Quillagua, no era una mera “construcción física”, sino que una “construcción social” con cuyos valores se identificaban todos, como en Quillagua antiguamente, a través del mecanismo de autoregulación flexible conocido como mita: “El sistema de riego no solamente es un proyecto económico y una obra de ingeniería o sea física, con una organización social determinada y implementada por un ente externo y socialmente "superior"; es una "construcción social" (Boelens, 1999) en la que grupos humanos con interés divergentes a veces, se juntan para construir y colaborar en la infraestructura, y de esa práctica social luego se definirán las normas de uso del riego, siempre se acuerdo a la situación y lógica específica de la zona y de sus pobladores” (CEPAL 2002). Cabe señalar que este proceso en el cual la comunidad se organiza y cohesiona, también alcanza a otras comunidades y localidades, lo que ha sido reseñado con especial énfasis en el mundo andino, donde las comunidades procuraban el control de un máximo de pisos ecológicos, ya se directamente, o por medio de alianzas y lazos de parentesco. Esto es particularmente evidente en Quillagua cuyos habitantes accedían directamente a recursos costeros (pescado y guano), pero también agrícolas, en el valle, y ganaderos, en el pajonal que les pertenece en la Cordillera del Medio. Toda la región está condicionada por pisos ecológicos que los pueblos indígenas ocupaban en forma interdependiente, ya que las comunidades de los sectores más áridos de la puna y de la pampa, dependían de otras que se encontraba más cercanas al agua. Esto, hasta hoy, implica un Manejo Intergal de Cuenca por parte de los indígenas, cuyos vestigios se

25

aprecian hoy en día en las relaciones que por ejemplo se dan entre Chiu-Chiu y Quillagua. “Los usuarios de una fuente a lo largo de los Andes mantienen una reciprocidad contractual (Boelens, 1999) para sostener un sistema de riego, así que justamente a nivel de las cuencas hidrográficas -donde más conflictos surgen debido a competencias mercantiles, intereses divergentes, poderes diferenciales y usos distintos del mismo agua- hay que buscar y incentivar la mutua colaboración, ya que un efecto paradójico -tanto de un derecho exclusivo o prioritario como de una privatización e individualización de los derechos de agua es muchas veces la monopolización del poder de decisión por la elites y los sectores acomodados y la desarticulación de los sistemas indígena-campesinos” (Gentes, I. 2001).

QUILLAGUA EMBALSE CONCHI LASANA CHIU-CHIU CALAMA

Código de Aguas y ley Indígena “(…)Es deber de la sociedad en general y del Estado en particular, a través de sus instituciones, respetar, proteger y promover el desarrollo de los indígenas, sus culturas, familias y comunidades, adoptando las medidas adecuadas para tales fines y proteger las tierras indígenas, velar por su adecuada explotación, por su equilibrio ecológico y propender a su ampliación.” (Ley indígena 19.253, Art.1) La administración y gestión del recurso hídrico en Chile sufrió fuertes modificaciones con la aprobación de un Nuevo Código de Aguas durante la dictadura. El Código fue redactado con miras a privatizar el agua, separándola de la tierra y convirtiéndola en un bien transable, bajo dos lógicas consecutivas. La primera, de racionalizar el uso agrícola del agua, conforme a los planteamientos desarrollistas de la época. La segunda, de la

26

subsidiariedad, consistió en remitirse el rol del Estado a apoyar la iniciativa privada cuando ésta no podía solucionar problemas de mayor enevergadura. En la práctica, en el Loa, esto significó que la minería empezara a constituir derechos de aprovechamiento con los supuestos remanentes del proceso de racionalización llevado a cabo tras el estudio de Niemeyer (1979) a inicios de la década de 1980, y a comprar aguas superficiales, desviando éstas del uso agrícola. Sumando esta presión a la de las empresas sanitarias (SENDOS, luego ESSAN) se produjo el despoblamiento paulatino de los asentamientos indígenas de la cuenca del Río Loa, partiendo por los que estaban asentados en sus afluentes altoandinos, como ojos de San Pedro, Cupo, Panire y Toconce. De las comunidades asentadas a orillas del río, Quillagua, como último poblado, fue el más afectado. La racionalización del recurso hídrico en beneficio de la minería y de asentamientos urbanos como Calama y Antofagasta, se tradujo en un verdadero etnocidio de las sociedades hídricas usuarias de riego. Se generó también una nueva forma de concebir el recurso hídrico, como separado de la tierra. De tener mercedes de agua para el riego agrícola, el agua pasó a ser administrada mediante “derechos de aprovechamiento de agua” entregados en concesión por el Estado. El Código reglamentó el uso y la cantidad de agua por entidad usuaria del río, y en la nueva repartición del río, entraron tanto los poblados y comunidades indígenas, como las mineras y sanitarias que deseaba tener participación dentro de dicha licitación. “En 1981 se dicta el Nuevo Código de Aguas (D.F.L. Nº 1 222), el cual reformó la antigua legislación vigente sobre la materia, el Código de Aguas de 1969. (…) El nuevo Código, al separar el derecho de agua del derecho de la tierra, posibilita que particulares, ajenos a las comunidades, obtengan derechos de aprovechamiento sobre las aguas ubicadas en éstas y que históricamente les han pertenecido. (…) En el caso de la comunidad legal, cualquiera de sus miembros puede enajenar sus derechos en ella, a un tercero. Finalmente, el procedimiento para solicitar derechos de aprovechamiento es complejo y costoso.” (Arturo Warman Gryj. 2003:51) El nuevo código de aguas dió la posibilidad de que cualquier persona pudiera constituir derechos si aparecía que había alguna disponibilidad. Esto terminó afectando el uso del recurso por parte de las personas que no constituyeron o regularizaron sus derechos (se estima que un 40% de los regantes en chile no tiene derechos constituidos o regularizados. Cualquier persona podría inscribir los derechos de uso y propiedad del recurso natural y deslegitimar el aprovechamiento ancestral legitimado por los derechos indígenas sobre esos recursos. A partir de la redemocratización de los años noventa, en Chile, las políticas públicas relacionadas con el agua han tenido un desarrollo incipiente con respecto a la recuperación, regulación y ejercicio de derechos indígenas especiales sobre las tierras, territorios y recursos naturales que conforman su hábitat. Los pueblos indígenas del Norte tienen un párrafo entero de protección adicional en la Ley indígena, que resguarda especialmente los derechos de agua en los artículos 64 y 3° transitorio. Estas normas se han dictado e implementado en armonía con el Art. 2 transitorio del Código de Aguas y la Ley 19.145 de 1992, que modificó el Código para proteger los acuíferos (vegas y bofedales) altoandinos, cuyas aguas alimentan una diversidad de caudales superficiales:

27

(58.2) ‘no se podrán efectuar exploraciones en terrenos públicos o privados de zonas que alimenten áreas de vegas y de los llamados bofedales en las Regiones de Tarapacá y de Antofagasta, sino con autorización fundada de la Dirección General de Aguas, la que previamente deberá identificar y delimitar dichas zonas.’. (63.2) ‘Las zonas que correspondan a acuíferos que alimenten vegas y los llamados bofedales de las regiones de Tarapacá y de Antofagasta se entenderán prohibidas para mayores extracciones que las autorizadas, así como para nuevas explotaciones, sin necesidad de declaración expresa’. La DGA identificó y delimitó 267 áreas y acuíferos protegidos9. En sus propios términos, “la identificacion y delimitación de las referidas zonas tienen como propósito, la protección de los humedales citados, pues ellos sustentan ecosistemas únicos y frágiles que se hace necesario conservar y preservar, sin perjuicio del uso consuetudinario económico y cultural que efectúan en ellos las diversas comunidades indígenas” (Extractado de la Res. DGA N° 909 de 1996) Estas normas, sin embargo, aunque han otorgado mayores grados de protección formal, no han logrado revertir el proceso de monopolización a que nos referimos en el párrafo precedente. Respecto del proceso en su conjunto, se puede afirmar que el Estado chileno ha sido el principal causante de la expropiación de aguas a las comunidades indígenas.

II. Ubicación y caracterización de Quillagua. “El último poblado del Loa” Quillagua es un oasis ubicado en la comuna de Maria Elena, bordeando el límite regional entre Antofagasta y Tarapacá a aproximadamente 830 m.sn.m., en las coordenadas 21º 39` L.S. y 69º 33`L.O. Se encuentra a unos 70 kms. al Este de la desembocadura en la zona más desérticas de Chile, con precipitaciones cercanas a 0,1 m.m. anuales. Desde tiempos prehispánicos ha sido un importante punto de habitación y paso para poblaciones aymaras, atacameñas, quechuas y changas. Actualmente la mayor parte de los habitantes de Quillagua se reconoce como aymara, y están reconocidos legalmente como comunidad indígena territorial. El carácter de “paso” se ha mantenido hasta el día de hoy, y se encuentra el organismo estatal de la Aduana El Loa, que sirve para controlar el flujo de bienes entre la Zona Franca de Iquique y el resto del país. Además por esta carretera circula una gran cantidad de vehículos, especialmente camiones provenientes desde Argentina, Bolivia, Paraguay, Brasil, etc., que van rumbo a la ciudad de Iquique o Arica, y en algunos casos a Perú.

9

Identificadas en las Res. de la DGA, N°s 909 de 1993, 529 de 2003, 464 de 2004, y 87 de 2006, que incluye a las vegas de ‘El Tatio’ y de ‘Geyser del Tatio’, actualmente bajo amenaza por un proyecto geotérmico desarrollado por ENAP y CODELCO (quien ha cedido su aprticipación a ENEL, la empresa eléctrica italiana).

28

Fuente: Google Earth (2008)

El pueblo está limitado en sus extremos Este y Oeste, por el cementerio y la carretera respectivamente. El cementerio está en lo alto, como cuidando el pueblo. La carretera cierra el ancho del valle, por el otro lado siendo un lugar de flujo y movimiento, por el cual se ve pasar a lo lejos los vehículos que no ingresaron a Quillagua. La total dependencia hídrica de Quillagua ha determinado su dramática situación actual

29

Intervenciones en el río y demografía local

1911

Inicio funcionamiento Tranque Solman.

1964

Inicio construcción Embalse Conchi.

1975

Inicio funcionamiento Embalse Conchi.

1986

Inscripción de agua.

1990

Primera venta derechos de agua.

1997

Primera contaminación del río.

2000

Segunda contaminación del río.

2001

Derechos

de

Primera sequía total del cauce del río Loa.

En un periodo de aproximadamente 50 años, Quillagua sufrió cambios asociados a intervenciones en el cauce del río Loa, con evidentes consecuencias demográficas y sociales. Estos cambios se desarrollaron con tal rapidez e intensidad que es difícil imaginar cómo era el pueblo unos años atrás. Los quillagüeños continuamente hacen referencia y comparación con el pasado para hablar de su situación actual, intentando explicar que esto no siempre fue así, sino que es producto de circunstancias relativamente recientes vinculadas al río Loa y la calidad de sus aguas. Podemos agrupar las intervenciones en el curso del río Loa en la siguiente línea de tiempo, eventos han alterado profundamente la calidad y cantidad del caudal para el riego. Dichas intervenciones configuran los principales hitos en la pérdida del control y uso del recurso hídrico en Quillagua. A continuación esto será graficado en un cuadro de derechos de agua, en el cual se pueden apreciar los litros por segundo (L./Seg.) utilizados por los regantes en distintos periodos.

30

Derechos de Agua en Quillagua 500

L./Seg.

400

400

400

300 200 120 120

100 0 1930

64

41 1940

1950

1960

1970

1980

1990

2000

2010

2020

Año Litros por segundo. Fuente: (Molina, Raúl S/A.)

En el recuadro vemos que hasta finales de la década de los ´60 se estaba regando con 400 l/s. La Comunidad prosperó más o menos hasta el golpe militar y la entrada en funcionamiento del embalse Conchi. Pero la política de racionalización del Río Loa quiso fijar los caudales de cada usuario con la finalidad de determinar un remanente que pudiera ser utilizado por la minería. Es así que en 1979, Niemeyer detecta la existencia de cerca de 250 has agrícolas, de las cuales solo la mitad estaba bajo riego. Según este autor, gran parte de los 250 l/s asignados a Quillagua se perdían irracionalmente, se dejaba a correr hasta el mar, especialmente en épocas de invierno. Considera que Quillagua necesitaba tan solo 120 l/s para satisfacer sus necesidades de riego. Reveladoramente, este fue el caudal que los quillagueños regularizante, obteniendo derechos de aprovechamiento individuales conforme del Nuevo Código de Aguas. Esta cantidad se mantuvo por 10 años aproximadamente. En 1991, sin embargo, se venden los derechos, por lo que el caudal baja a 41 L/Seg. Posteriormente los derechos aumentan en 25 L/Seg. gracias a “los entregados por la iglesia católica y los adquiridos mediante subsidio de aguas de la Ley Indígena Nº 19.253.” (Molina, Raúl S/A.) De este modo vemos cómo la localidad de Quillagua, por medio de numerosas situaciones externas e internas, pierde el control sobre el uso del recurso hídrico en un lapso aproximado de 30 años. Estas situaciones guardan una fuerte relación con la cantidad de población que habita en Quillagua. Cada uno de estos hitos se puede relacionar con la cantidad de personas del pueblo, y cómo estas a su vez han ido emigrado a partir de las condiciones en que se presenta el río.

31

Población de Quillagua entre 1960 y 2007 700

Población

600 500 400 300 200 100 0 1950

1960

1970

1980

1990

2000

2010

Años Fuente: (INE y Municipalidad de Maria Elena 1999)

En el gráfico vemos que la población aumenta de manera continua hasta comienzos de los años `70. Luego una gran cantidad de personas emigra desde Quillagua, estabilizándose sólo en la segunda mitad de la década de los ´80 hasta el finales de los `90, cuando nuevamente comienza a disminuir en forma progresiva hasta estabilizarse en los primeros años del 2000 en aproximadamente 100 personas que se mantiene hasta la actualidad. La localidad presenta una edad promedio de 51,3 años, que es significativamente mayor que el promedio regional de 26.5 años según fuentes del INE. Según datos facilitados por el paramédico, hay 2,46 adultos mayores por cada niño. Lejos de renovarse, la población va en continua disminución siendo insostenible el reemplazo de la población de adultos por los niños. Hay 1,15 personas en edad de dependencia por cada persona en edad de trabajo, esto es, hay más personas dependientes que personas en edad de trabajo. Así, la cantidad de personas dependientes es cada vez mayor en relación a la población económicamente activa. En el gráfico de matrículas de la escuela de Quillagua, se aprecia la relación directa entre la emigración y la cantidad de alumnos, de lo que se deduce que han emigrado núcleos familiares completos. Destacamos que la cantidad de alumnos en la escuela representa casi la totalidad de niños que viven en el pueblo; salvo algunas excepciones, los años de escolaridad básica se cursan en la localidad.

32

Matricula, retirados y matricula real de 1958 al 2007 100

Alumnos

80 60 40 20 0 -201950

1960

1970

1980

1990

2000

2010

Años matricula

retirados

matricula efectiva

Fuente: Escuela G-15 Ignacio Carrera Pinto (2007)

Correspondiente con el aumento de la población, la cantidad de matriculas desde el año 1958 iba en continuo aumento. Durante la primera mitad de la década del `70 se pueden apreciar los más altos índices de retiro de alumnos de la escuela, lo cual coincide con los primeros años de la dictadura militar. Se desarrolla un fuerte proceso de baja en las matriculas hasta los años `80, donde se comienza a estabilizar dentro del rango de 20 a 40 matriculas. Finalmente a partir del año 97 aprox. comienza una nueva baja en el numero de matriculas, llegando a una cantidad mínima en el año 2006 de 3 alumnos y en el año 2007 de 7 alumnos. Continuando en este mismo ámbito de cantidad de población, podemos ver que a finales de los años ´60, Quillagua se encontraba en su máximo de población superando las 600 personas que residían en la localidad. Esto significaba que existía un sistema económico y social, sustentado en una infraestructura productiva, alimenticia, sanitaria y habitacional, entre otras, que eran capaces de contener de manera efectiva a dicha cantidad de habitantes. Una arista de esta situación la podemos observar en la relación entre población y viviendas. Tal como veíamos, la población actual de Quillagua es de 100 personas aprox., mientras que, según fuentes del INE, existen 126 viviendas. Al comparar estas dos informaciones salta a la vista que hay un número mayor de casas en relación a los habitantes de la localidad. A esto se le suma que son muy pocas las casas en las cuales vive sólo una persona, sino que por el contrario en cada casa viven a los menos cuatro personas. En esta relación vemos que hay una alta cantidad de casas sin utilizar en forma permanente, pero que en algún momento se encontraban habitadas. De esta forma, las organizaciones sociales del pueblo también se han visto influidas, de distintas maneras, por dichos cambios demográficos. En tanto que en algunos casos ha disminuido su participación y en otros a aumentado. Es así como en el plano organizacional, la Junta de Vecinos ha disminuido continuamente la cantidad de socios, que en un periodo de 15 años bajó un 75% aprox.

33

Número de socios

Socios de Junta de Vecinos Quillagua 160 140 120 100 80 60 40 20 0 1990

137 120

110 96 69

69 32

1992

1994

1996

1998

2000

2002

2004

2006

2008

Años

Fuente: Junta de Vecinos de Quillagua. (2007)

Paralelamente a este proceso, han aparecido otras organizaciones sociales como la Comunidad Aymará, que desde su fundación ha aumentado constantemente la cantidad de socios.

Número de socios

Socios de Comunidad Aymará de Quillagua 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 2002,5

41

40

21

2003

2003,5

2004

2004,5

2005

2005,5

Año

Fuente: Comunidad Aymará de Quillagua. (2007)

De esta manera la Comunidad Aymará se ha posicionado como una de las principales organizaciones sociales del pueblo que además ha demostrado, según los propios quillagueños10, ser efectiva en canalizar las relaciones con organizaciones e instituciones externas al pueblo. Por otro lado, en Quillagua existe un bajo nivel de ingresos económicos, lo cual es atribuido según sus propios habitantes a que hay sólo cuatro11 personas que reciben un sueldo fijo en el pueblo, el resto sólo tiene trabajo esporádicos o simplemente ya no trabaja, viviendo de pensiones o jubilaciones.

10 11

Gentilicio de los habitantes de Quillagua. Esto representa el 5% aprox. de la población total.

34

Es importante señalar que al solicitar la información sobre tasa de cesantía en la Municipalidad de Maria Elena, se me señaló que ésta era muy baja en Quillagua, debido a que quienes eran beneficiarios de pensiones u otros apoyos estatales no son considerados como cesantes, aún cuando no tengan trabajo. En este sentido la tasa de cesantía queda invisivilizada por las pensiones u otros apoyos estatales, lo que hace muy difícil conocer la magnitud real de este problema. Tipos de ingresos económicos en Quillagua (1999) 50% 40% 30% 20% 10% 0%

Porcentaje

sin una actividad trabajadores por rentada estable cuenta propia 43%

22%

trabajos esporádicos

ingreso vía pensiones

18%

14%

Fuente: Municipalidad de María Elena. (1999)

En el recuadro, con datos de 1999, vemos que la mayor parte de la población no realiza trabajos remunerados, mientras que sólo la mitad de la población sí realiza trabajos remunerados (trabajadores por cuenta propia y trabajos esporádicos). En los gráficos y recuadros revisados podemos apreciar que existe una cierta relación determinada por elementos y acontecimientos se manifiestan en la demografía de la localidad. Resumiendo vemos que hasta la construcción del Embalse Conchi la cantidad de L./Seg. se mantuvo constante mientras la población aumentaba alcanzando un máximo de 625 personas. Luego, con el inicio de funcionamiento de dicho embalse en 1967 y la inscripción de derechos de agua en 1980, la cantidad de L./ Seg. en el río disminuyen proporcionalmente a la cantidad de población que cae en un 65,3% aprox. Después la cantidad de agua aumenta levemente y la población se mantiene constante hasta la primera contaminación del río Loa en el año 1997, donde nuevamente comienza una emigración gradual hasta el año 2001, en que se produce la segunda contaminación del río. Es también en este año que la participación en la Junta de Vecinos disminuye drásticamente y que solo será retomada dos años después, pero continuará en baja. Paralelamente a esto, la participación en la Comunidad Aymara aumenta constantemente. La vida hoy en Quillagua: sobreviviendo en el desierto. Hoy en día la vida para los casi 100 habitantes de Quillagua está lejos de ser una vida fácil, pero sí muy tranquila, incluso demasiado tranquila para algunos. Esto se debe a que por un lado no hay muchas actividades para distraerse y, por otro, no hay personas suficientes para realizar actividades. 35

Los habitantes del pueblo organizan la espacialidad del valle en relación al curso del río. Así que cuando se habla de “subir” o “bajar” se hace referencia hacia el sector de la Bocatoma (Sur-Este del pueblo) o hacia la aduana (Nor-Oeste del pueblo) respectivamente. Las mujeres se levantan muy temprano para poner a cocer el pan amasado para el desayuno, los siete niños caminan luego a la escuela G-15 Ignacio Carrera Pinto que tiene capacidad para 80 alumnos, donde deben estar a las 8 de la mañana. Primero toman desayuno y luego ingresan a la sala de clases donde todos tendrán la misma clase con el mismo profesor que está hace 30 años en la escuela. En la tarde algunos niños almuerzan en el colegio para reintegrase a clases y terminar el día a las 16:00 hrs. La vida social en Quillagua comienza cerca de las 9 de la mañana. Muchas personas salen de sus casas en dirección al teléfono público que se encuentra en el “Local” de la Junta de Vecinos. Allí se encuentran con gran parte de sus vecinos, algunos llaman para fuera del pueblo y se enteran de noticias de familiares y amigos, que al salir del cuarto del teléfono, contarán y comunicarán a sus seres más cercanos. En el pueblo, la mayor parte de las personas almuerza al medio día, y luego descansa del fuerte calor que se siente durante la tarde, hasta las 18:00 hrs., cuando ya baja la temperatura y la gente de más edad se reúne bajo el kiosco de la plaza, donde esperan hasta la hora de tomar onces y la llegada de la luz para poder ver televisión. Nadie se baña en el río o los canales: las pozas y lugares preferentes de baños, como Martincho y Los Chañares se han vuelto puro lodo y sedimentos, con malezas y junquillos en la superficie. Los padres no dejan jugar sus hijos en el río. Juan Loayza entiende que sus nietos no quieran ir a Quillagua: “¿y qué tengo para ofrecerles acá?, sólo calor y un lugar tranquilo, nada más…”12. En este mismo sentido, Roxana Soza quien vive en Antofagasta señala que: “Imagínese que si estuviera el río apto para bañarse en el tiempo de verano vendría mas gente”13 En cuanto a servicios básicos, Quillagua es un pueblo que hasta hoy en día, nunca ha tenido ni agua potable ni luz eléctrica contínua. El agua potable llega en camiones aljibe y cargan dos estanques que están en el cerro; desde ahí, se reparte a las casas. Éstas sólo reciben una hora diaria de agua tres veces por semana (los días lunes, miércoles y sábado), por lo que actualmente gran parte de la vida del pueblo gira en torno a cuando van a dar la hora de agua. “Mire estamos esperando que nos den hoy martes una hora de agua, esa es la vida de nosotros. Nunca hemos tenido agua potable. Van a dar una hora hoy día,

12 13

Juan Loayza Roxana Soza

36

una hora el jueves y una hora el sábado. Y las horas de luz que usted ya las ha visto”14. Esta cantidad de agua potable debe alcanzar para satisfacer las necesidades de todos los habitantes del pueblo. Por este motivo el agua la distribuye cada familia según sus prioridades, dependiendo del uso y ésta, en el caso que se pueda, debe ser reutilizada. Incluso el agua para consumo de los animales debe estar contemplada dentro de la organización y distribución de cada familia. “Yo tengo un pequeño criadero de cerdos, y tengo que estar sacando del agua mía para darle a ellos, y todos igual. El agua que nos da la muni15, la subvención que nos da la municipalidad, con eso tenemos que estar viviendo nosotros y los animales”16. Los habitantes de Quillagua y sus visitantes deben comprar y traer agua potable desde otros lugares. Cuando vienen las familias que se han ido a vivir fuera de Quillagua, algunas traen consigo los bidones de agua para su consumo. Aunque las torres y sus cables de alta tensión pasan a menos de 2 kilómetros hacia el Oeste del pueblo, por un costado de la carretera, tampoco se dispone de energía eléctrica continua debido a que no hay ninguna empresa del rubro que preste los servicios a esta localidad,. La energía que dispone el pueblo es producida por un generador eléctrico que funciona 6 horas diarias, desde la 6 de la tarde hasta las 12 de la noche en invierno, y desde 7 de la tarde a la 1 de la mañana en verano. Para los días 27, 28 y 29 de septiembre en que se realiza la fiesta de San Miguel, patrono del pueblo, este horario es extendido en un par de horas, para lo que se trae desde Maria Elena, un generador de mayor capacidad que resista el aumento de la demanda. A pesar de tener un número reducido de habitantes, Quillagua tiene actualmente dos agrupaciones de adulto mayor, Agrupación Tercera Edad Quillagua y Las Chacaisas. Hay cuartel de bomberos, y una posta rural atendida por el paramédico Rolando Jara. Sólo hay dos pequeños almacenes en el pueblo, que abastecen de provisiones y verduras a los quillagueños, aún cuando la mayor parte de las personas intenta traer los alimentos directamente de las ciudades, debido a que los precios son más convenientes. Así mismo, quienes van a las ciudades, principalmente Iquique, aprovechan de traer para sus familiares. Quillagua no fue siempre así: cuentan los propios habitantes que el pueblo era un vergel. Fue decayendo a consecuencia de las intervenciones estatales y empresariales en las aguas del río Loa. Vieron impotentes como sus aguas de riego fueron disminuyendo en cantidad y calidad, alterándose su composición química por la sustracción de agua dulce al caudal aguas arriba, y por la contaminación que hace la minería con metales pesado y otros tóxicos antropogénicos. Desde que se secó totalmente el cauce en el año 2001 no se han solucionado los problemas. Han pasado numerosas personas e instituciones (públicas y privadas) que han prometido interceder o cooperar con el pueblo y que sin embargo no han cumplido con lo acordado. A los quillagueños les resulta muy difícil creer y confiar en las 14

Juan Loayza Manera coloquial de referirse a la Municipalidad. 16 Enedino Asola 15

37

autoridades, ya están cansadas de creer y esperar. Incluso han llegado a tomarse la Panamericana, deteniendo el tránsito para llamar la atención sobre su situación desesperada. Haremos una breve reseña histórica de Quillagua para luego atender las problemáticas específicas.

III. Historia cultural de Quillagua: “Cuando Quillagua era Quillagua” “Acá había un amigo que ya falleció, agricultor, don Porfirio Díaz que siempre dijo que el agua es el nervio motor de este pueblo. Y así fue en su época de esplendor”17. A lo lejos por la carretera, entre cerros color arena marcados con geoglifos y cruces andinas en sus laderas, comienza a aparecer una mancha verde que interrumpe la homogeneidad del desierto. Es el valle de Quillagua, el último oasis del Río Loa, en el desierto más árido del mundo. Porque el poblado de Quillagua es ante todo un oasis, un microclima, una antigua estación de paso de las poblaciones que iban y venían, del altiplano al mar. Abastecía de añimento y bebida todo el transecto, incluyendo las poblaciones de la costa, entre Tarapacá y Atacama. El valle está poblado desde tiempos prehispánicos. Los primeros españoles que llegaron, lo conocieron como parte de Atacama la Chica (cuya sede radicaba en Chiu-Chiu). Diego de Almagro pasó por allí en su regreso desventurado al Cuzco, atravesando el desierto. Más adelante, en 1540, Francisco de Pizarro entrega a Quillagua junto a otros siete pueblos más, en encomienda a Andrés Jiménez. Rumbo a la conquista de Chile, Pedro de Valdivia sentó allí sus reales antes de avanzar hacia la cuenca y Puna del Salar de Atacama, o Atacama la Grande (cuya sede era San Pedro de Atacama), siempre combatiendo a los indios. Toda la zona resistió hasta la derrota de cacique Viltipopoc en Humahuaca (hoy Argentina), a finales del s. 16. En adelante, este lugar, el más seco del mundo, fue objeto de mútliples disputas entre dos centros de poder colonial: Lima y Charcas; y más precisamente, entre los corrigimientos de Arica-Tarapacá, y los de Lípez-Atacama, ambos centros mineros de gran importancia (antaño unidas a tradiciones metalúrgicas respetadas desde mucho antes de los Incas). En 1585, Capoche señala que la provincia de los Lipes ‘Tiene por términos y confines de su latitud los indios Quillacas y Atacamas, que son pueblos de paz y que sirven en esta villa, aunque los atacamas son reservados [no contribuyen a la mita minera]. Tres años después, un cacique atacameño, Lanchemir, aparece vendiéndole a Juan Bautista, doscientas fanegadas de maíz que su común tiene en Quillagua, con la debida autorización del corregidor de Atacama, Velásquez Altamirano18 (J. L. Martínez 1998, 123)19. El Virrey Don Luis de Velasco 17

Jorge Mena ‘Sepan cuantos esta carta de venta real vieren como yo don Domingo Lanchemir cacique de Atacama vendo y doy en venta real doscyentas hanegadas de sembradura de mayz de tierras en la puna y valle de Quillagua y valle de dicha cancha que corre desde el camyno que va a la mar el río abajo enterándose en la dicha cantidad en el dicho valle ques el dicho valle abajo hasta Quillagua y distrito de Atacama que por todas partes deslinda con cerros y llanos del Pomal y por labrar en el dicho valle no se labran y es del pueblo dicho para los yndios del dicho mi pueblo lo cual vos vendo’ citado en Odone 1995. Se desprende que una autoridad étnica de linaje cacical atacameño ejercía autoridad. La venta fue auspiciada por el corregidor de Atacama, Velásquez Altamirano: es conocido su afán por controlar el tráfico de Cobija a Potosí. El apellido Bautista está presente en el pueblo de Quillagua desde el s. 16. 19 Los habilitadores Asencio Núñez de Azurduy y Gaspar Ruiz confieren una carta poder al presbítero Esteban Justiniano y al corregidor Velásquez Altamirano. Justiniano, residente en la doctrina de naturales de Atacama fue 18

38

(23/6/1596-8/12/1604) estuvo evidentemente interesado en el potencial minero de su encomienda de Tarapacá (segunda fase de explotación de Huantajaya). Le otorga ‘a Alonso de la Cueva una fanegada de tierras en el sitio de Cuvija [Cobija] y 100 fanegadas en las que llaman de Quillagua y Guataconde y Mantilla [Matilla] y Algarrobales de Pisa [Pica], en la provincia de Los Lipes de Tacama (Hanke y Rodríguez (ed.)1978, 71-72, énfasis agregado). Durante todo el siglo 18, en asociación al auge del mineral de Huantajaya (Tarapacá), Quillagua fue objeto de gran interés por parte de las autoridades coloniales. En 1704, el Teniente General de Tarapacá, Don pedro Sánchez de Rueda y Zamora le adjudica al presbítero Don Antonio de Barbosa algunas tierras y agua, por la suma de 200 pesos, pero “no pudiendo sacar [éste] el agua para regar, las dejó como todos los demás lo hicieron por lo dificultoso y costoso que vieron”. En 1740, Don Bartolomé de Loayza y Valdés, a la sazón Teniente Corregidor de Tarapacá -provincia que seguía siendo un tenentazgo dependiente del Corregimiento de Arica- adjudicó en beneficio de Ventura Hidalgo 30 fanegadas de tierra. Finalmente, Tarapacá es erigida en corregimiento, y la población de Guatacondo y de los Altos de Quillagua es reducida en este último pueblo. Lima, Setiembre 17 de 1764, ‘en atención a lo que informa el contador de retazas, y piden los Señores Fiscal, y Fiscal Protector General [de Indios]; y respecto de que por la ley primera, título seis, libro sesto [sobre nombrar a Protectores de Indios] de las de este Reyno, está ordenado se reduzgan los indios a población para que así gozen del beneficio espiritual y temporal, del que carecen estando divididos y dispersos por sierras y montañas, y con reflexión a lo que asienta el cura de San Andrés de Pica, en su carta de fojas siete sobre las incomodidades que padecen los indios del pueblo de Guatacondo, hallándose por esta razón doscientas veinte y nueve personas en quebradas incógnitas, careciendo de todo pasto espiritual y del Comercio racional, por lo que sería conveniente se redujesen a población en el parage de Quillagua abundante de tierras y agua: el Teniente General de Tarapacá, jurisdicción del correjimiento de Arica; o el correjidor de aquella ciudad darán los auxilios y fomentos para dicha reducción, procurando que esta se ejecute en toda forma, y según, y como previesen las leyes del título séptimo del libro cuarto, haciéndolo saber al correjidor de Atacama así como también al cura de Chiu-Chiu, para que no lo embarazen ni pongan impedimento alguno; apercibiendo al dicho correjidor con la multa de cuatro mil pesos, y las demás penas que en mí reserva, en caso que se le note la menor contravención: y que si tuviesen que pedir por lo que mira a la jurisdicción de dicho paraje de Quillagua lo hagan en este superior Gobierno sin perjuicio de dicha reducción, lo que se continuará como va prevenido y en el entretanto se ampara a dicho Teniente de Tarapacá en la posesión que se halla de estar comprendido en la jurisdicción de ese correjimientok”. Luego durante la independencia, en este territorio se instalará el hito de separación entre Perú y Bolivia, quedando Quillagua formalmente dividida en dos, en el lugar que aún se conoce como La Parte. Se gestaron mil revoluciones, con presencia de tropas argentinas, bolivianas, chilenas, peruanas e inclsuo colombianas. Ya iniciado el ciclo salitrero en Tarapacá, en 1857, Juan Williamson comienza la construcción de una acequia regadora de cerca de 10 kms. de largo para aprovechar los terrenos de Palomar, Punta Blanca, La Poroma, Mal Paso, Chuncahuaico y Santa Cruz, que en conjunto autorizado para solicitar, registrar, estacar y labrar minas (ANB Minas SG 141e. 1573, La Plata). En 1579, el general Pereyra de Charcas, dotó a su hija con la suma colosal de 2 millones 300 mil pesos sacados de Ujina, Chijlla y Choja (Cerro Pereyra, Altos de Quillagua) (De Angelis 1836, v).

39

podían medir 40 o 50 hectáreas (hoy no existe memoria de su existencia). El terremoto de 1878 derrumbó tanto esta acequia como la que antiguamente regaba a Quillagua. Además de una gran cosecha de algarrobo y maíz, Quillagua hasta entonces producía más de 1000 t. de alfalfa (Billinghurst 1893, 68). Con el auge salitrero también se pensó en endigar las aguas del río Loa más cerca de calartoco, y con eso subir suficiente agua para irrigar la pampa del Tamarugal en los sectores de Tambillo y Piedra Cansada. No alcanzaron a resolverse las disputas y los faccionalismos: la Guerra del Pacífico anexó al territorio chileno la totalidad de la cuenca. Con ello comienza una nueva época que acentúa la explotación minera, primero de salitre y plata, luego la de cobre, en una escala nunca antes vista. Ya en la época boliviana, una planta de amalgamación en Chacance contaminaba el río con sulfato de cobre. Los chilenos y extranjeros, insensibles a la agricultura milenaria, empezaron la verdadera industrialización del río, poniendo fin a la primacía agrícola del valle. Al señalar los daños generados por el terremoto y maremoto de 9 de mayo de 1877, Vidal Gormaz nos da una idea de la capacidad colectiva de los pueblos indígenas del Loa en materia hídrica: “Hacia el oriente de la desembocadura del río Loa existían enormes diques artificiales construidos con grandes rocas por los antiguos indios para canalizar el río y utilizar sus aguas para la irrigación del valle; pero esas viejas y colosales obras desaparecieron por completo con el terremoto del 9 de mayo, sin dejar huellas de labor humana, obligando al río a cambiar de curso a causa de los escombros… lo que induce a suponer… que el terremoto del 9 de mayo ha sido para el río Loa mucho mayor que cuantos había experimentado durante muchos siglos”. En 1927, Rudolph dice haberse encontrado con 4 “changos de hoy día” viviendo en la boca del Loa. “En el lado sur de la costa, a corta distancia de la rompiente, habían construido una rústica guarida de sacos de arpillera y latas de aceite, y habían instalado un aparato para destilar las aguas del río, utilizando receptáculos de de fierro y cañerías sacadas de una mina abandonada. Tenían una zanja para regar y terraplenes de cultivo en un plano sobre la playa. Todo era estéril aun cuando sus dueños afirmaban que las inundaciones de 1925 habían destruido el canal de división…. Estaban acostumbrados a hacer viajes a Quillagua para cambiar pescados y almejas por té y trigo.” (Rudolph 1928, 72). Aquí viven los más antiguos recuerdos de los habitantes de Quillagua. A fines del s. 19, al desarrollasre el cantón salitrero del Toco, comienza a operar el ferrocarril longitudinal que pasa por Quillagua. La comunidad pasa a integrar un circuito social mucho más amplio, compuesto por numerosos pueblos y salitreras. Uno de los primeros hitos de intervención a gran escala en el río Loa fue la construcción, entre 1904-1911, de un tranque diseñado por el ingeniero alemán Henry B. Sloman, que pasó a abastecer de agua potable y electricidad las salitreras de su grupo. Más allá de su intención inicial, y con el pasar de los años el tranque Sloman se transformó en una importante obra hidráulica para el pueblo, cumpliendo las funciones de almacenar y regular las aguas de riego según las distintas necesidades de cada periodo. durante la bonanza salitrera de los años 1920, la agricultura y la ganadería adquirieron una gran importancia. Existía una Escuela Granja que es muy recordada hasta hoy por

40

sus habitantes, en especial por los de mayor edad. Asistían niños del pueblo y de distintas partes de la región y del país. Estaba orientada para niños y para adultos. Allí se enseñaba todo lo relacionado con la agricultura y ganadería: tenía animales, chacras, herramientas, etc. Muchos de los que luego fueron importantes agricultores en la época de esplendor de Quillagua estudiaron aquí: “La escuela granja venía a ser, como quien dice, la universidad. Mandaban estudiantes de otras partes. De Copiapó, de todas esas partes venían a estudiar acá. Venía para profesionales salir, no como primarios. Había también una escuela que era para los niños de acá. Pero la mayor parte eran estudiantes”20. “Enseñaban agricultura, había criadero de aves, de todo. Por eso se llamaba Granja, porque había varias clases de animales. Zorros, tortugas”21. La gente de Quillagua recuerda que por ese tiempo, el pueblo era muy pobre, que existían muy pocos recursos económicos, pero eso sí, nunca faltaba qué comer. Puesto que siempre había o se podía conseguir algo de alimento con algún vecino o pariente que tuviera cultivos o criara animales. “Me acuerdo que éramos re pobres. Yo me acuerdo que íbamos a la escuela a pies pelados, y con los cuadernos así nomás, debajo del brazo. Nosotros vivíamos en la escuela, después de ahí nos vinimos para acá”22. “En esos tiempos era muy pobre Quillagua. Yo me ganaba un peso diario y en ese tiempo era plata”23. Pasó algún tiempo, y a finales de los años ´30, la escuela se trasladó a Copiapó. Esto al parecer se debió a un accidente ocurrido con un arma dentro del establecimiento. Con esto fue el fin de este tipo de educación, puesto que las escuelas que vinieron después ya no tenían tan claramente definida esta orientación agrícola, a pesar de que enseñaban algunas cosas relacionadas con lo productivo. “Venían profesores, venían muchos profesores porque venían estudiantes de fuera. Y después la gete de acá tuvieron problemas con el director de la escuela, entonces ahí decidieron que se fuera a Copiapó. Allá está la escuela granja, la que estaba acá” 24. El traslado de la Escuela Granja coincidió con lo que sería el comienzo del auge de la agricultura en el valle. Se estaba produciendo una amplia gama de productos como choclo, acelgas, betarragas, alfalfa, etc. que eran vendidos o intercambiados por otros productos en las salitreras cercanas. “En esos tiempos se cosechaba mucho maíz, y salía para las salitreras, de Enrique Aventura, Soledad… Se vendía la costumbre de acá, choclo, pasto. De ahí betarraga que salía, acelga. En las verduras salía el apio, salía para las oficinas. Llegaba hasta Maria Elena”25.

20

Bernarda Asola Mario Castro 22 Juan Iglesias 23 Mario Castro 24 Bernarda Asola 25 Mario Castro 21

41

“El (su marido) iba de acá a vender a Maria Elena, porque era Maria Elena en esos años. El iba a comprar, llevaba camarones, llevaba choclos, llevaba acelga, todo eso para vender allá en Maria Elena. Y de allá el traía mercadería, papas, guata, todas esas cosas traía el para venderle a la gente. Porque acá nunca ha habido esas cosas. Siempre uno tubo que traer de afuera porque nunca hubo una carnicería, panadería nada”26. Estos recuerdos establecen una tajante diferencia entre lo que es actualmente Quillagua y lo que fue en esos tiempos. Una diferencia clara y determinada por la presencia del río Loa, que estaba vivo. Los recuerdos parecen ser tan distintas que usualmente son comprendidas bajo la frase: “cuando Quillagua era Quillagua”, dejando entrever que ahora es otra cosa. Así las personas señalan que cuando Quillagua era Quillagua éste era un pueblo muy distinto, con un sistema agrícola y ganadero próspero, de modo que nunca pensaron que el río iba a dejar de ser lo que conocían, es decir, un río con abundante y limpia agua que facilitaba la vida y la recreación para todos sus habitantes y visitantes, y que a la vez generaba un espacio acogedor donde todos tenían una ocupación que les permitía proyectar un buen futuro en el pueblo. “hablemos de cuando era Quillagua, cuando habían hoteles, restaurantes, fuentes de soda, el “Muere Callado” de Daniel Hoyos, un hotel que estaba aquí en las 4 esquinas, el Condorito que era un restaurant, después frente a ese había una fuente de soda que se llamaba El Oasis…”27. Sus habitantes más antiguos recuerdan el valle como un vergel, un lugar en el que se podía sembrar y criar animales, un lugar que le disputaba espacio al desierto y que les permitía desarrollar tranquilamente su vida. Aquí tenían todo lo que necesitaban para ser un pueblo sustentable con producción propia. Tenían tierra, tenían agua, tenían maquinarias, tenían trabajadores y por supuesto tenían los conocimientos necesarios para practicar agricultura en las extremas condiciones ambientales donde se ubican. “El valle era eso, el valle fue un vergel. Usted veía ahí, todo eso era un alfalfal, un campo de alfalfa y choclo en esta época, estaban los choclos en producción y los camarones…”28 La calidad y capacidad productiva de Quillagua era reconocida por los pueblos y localidades vecinas que veían con admiración como allí se desarrollaba la agricultura. Muchos habitantes de Guatacondo29, a partir de la primera década del siglo XX se trasladaron junto a sus familias y animales a vivir a Quillagua, debido a que en este lugar presentaba buenas condiciones para sus cultivos y crianzas de animales. “Por que en ese tiempo aquí se sembraba mucho maíz y se vinieron muchos guatacondinos para acá, como en el año 1911 al `36, y uno de esos fue mi padre. Porque aquí había buena agricultura. Aquí se sembraba… se sacaba tanto maíz como alfalfa, había camarones para comer. Había de todas esas cosas, entonces 26

Gladis Suárez Mariel Castro 28 Juan Loayza 29 Poblado vecino y que se dice que era un antiguo ayllu de Quillagua. 27

42

este era un pueblo próspero, a nosotros nos envidiaban porque aquí criábamos a los mejores cerdos con puro maíz. Y todos los corrales llenos de cerdos, llenos de corderos, de cabros, de todas esas cosas.”30 Así Quillagua llegó a ser un pueblo donde vivía una gran cantidad de habitantes, donde había numerosas fuentes laborales que permitían que hubiese un importante movimiento en que iban y venían personas de distintas partes en búsqueda de mejores expectativas y suelos para sus animales y cultivos. El profesor Jorge Mena, quien llegó hace 30 años al pueblo, recuerda este buen momento. “Quillagua en su mejor tiempo no dependió solamente de la agricultura, o sea en este caso el agua, sino que también del ferrocarril, de carabineros, de otros servicios, del comercio mismo. Acá había mecánicos, lugares donde hacían mantención de vehículos en la parte ruedas, vulcanización, entonces era mas variado el asunto….”31. Hasta el año 1965 la carretera Panamericana cruzaba por el pueblo. Esto era muy importante para la economía de la gente, puesto que continuamente ingresaban visitantes que paraban a comprar cosas para comer, para llevar a otros lugares y en algunos casos para quedarse a descansar; Es decir, se generaba un importante mercado en el cual se vendía una gran cantidad de productos locales, sin la necesidad de salir del pueblo. “En esos tiempos… en que la carretera pasaba por acá, por el pueblo, toda la gente hacía negocios, o sea había en abundancia. Porque se daba el choclo, el camarón. Entonces cuando pasaban los buses para acá se vendía pastel, humitas, el choclo cocido, el pan dulce, camarones, alfajores de acá de Quillagua, el plato típico el chancho. Entonces había, nadie se moría de hambre porque había.”32 “Habían almacenes más surtidos, más agua en le río, habían niños, ahora no los hay...Había carabineros, una tenencia que después fue retén de carabineros. Habían club deportivos y se hacia actividad deportiva en la comunidad, y ahora no hay gente. Había mas locomoción para llegar a Quillagua, ahora menos”33. Fiestas del pueblo. Desde esos tiempos de esplendor en Quillagua, donde el río venía con gran cantidad de agua, se han realizado numerosas fiestas y celebraciones en la cuales participa todo el pueblo. Dichas celebraciones son muy apreciadas y valoradas por sus habitantes, siendo hasta hoy su gran orgullo, ya que además son un buen motivo para que se reúna toda la familia y los amigos.

30

Enedino Asola Jorge Mena 32 Mariel Castro 33 Jorge Mena 31

43

“…Son sus fiestas, sus fiestas de las cruces, sus fiestas del corpus, las fiestas de San Miguel lo más característico. Eso es lo que alegra más al pueblo. Vuelven los que están viviendo fuera, y se juntan, y la alegría que hay entre afuerinos y que son de aquí mismo.”34 Las principales celebraciones que se realizaban antiguamente, y que aún se conmemoran son: 



Fiesta de San Miguel: Esta es la celebración más importante que se realiza en el pueblo, los días 27, 28 y 29 de Septiembre, donde se recuerda al patrono del pueblo, San Miguel Arcángel. Esta fiesta es organizada por un alférez y su familia, cargo que se renueva cada año. A esta celebración asiste una gran cantidad de personas vinculadas al pueblo, quintuplicándose la población, con numerosas comparsas y grupos de bailes religiosos que vienen desde Iquique, Alto Hospicio, Pozo Almonte, Pica, Guatacondo, Calama, Tocopilla, Antofagasta, Calama, Arica, etc. Cruz de Mayo: Esta son varias celebraciones que se realizan en el mes de Mayo. Aquí se le canta a las cruces del pueblo.

“Las fiestas de las cruces, todos se reunían ahí, todos hacían las fiestas. Esos son los mas bonitos recuerdos de Quillagua que ya no se hacen como por ejemplo, para ir a celebrar las cruces se iba con una ollita con duraznos, un poco de vino y ahí vamos y cantamos a la cruz y nos servimos, y recordamos”.35 

Carnaval de verano: El carnaval comienza a mediados de Febrero con una recreación teatral en la cual un hombre y una mujer se visten del sexo contrario, y entran al pueblo con una maleta de la mano. Al llegar se les espera con una celebración y comida, dando inicio a las fiestas. En estas fiestas se realizan juegos y competencias entre alianzas del pueblo, que compiten por ganar el carnaval. Para el cierre, la pareja que dio inicio al carnaval se coloca a bailar y muere el hombre, pero en ese momento aparece otro hombre que toma a la mujer que quedó sola y junto con la maleta salen del pueblo, dando la señal de que el carnaval se volverá a realizar el año siguiente.

Agua que no has de beber: desde beber del río hasta los camiones aljibe. Cuenta Rudolph en 1927, que el agua potable de Quillagua la traían en una carreta de Pintados, más de 100 km al Norte. Aunque en los tiempos de esplendor de Quillagua el río era salobre, era poca la sal, y estó facilitó enormemente la construcción del tendido del ferrocarril: las empresas inglesas que construían la línea instalaron “resacadoras de agua”, máquinas que con destilaban agua y le separaban la sal. Ésta se mezclaba con la otra para mejorar el sabor. “mi abuelo cuenta que antiguamente antes sacaban el agua del río. Hacían resacadora de agua con leña ahí y sacaban el agua. O sea no porque les faltara

34 35

Enedino Asola Enedino Asola

44

el agua, era para tener una mejor calidad de agua, un agua pura, un agua sacada ahí mismo.”36 Las resacadoras consistían en “Un tambor cortadito, se le pone la salida por acá, una manguera por donde se salía el vapor, aquí se le planta fuego, se hace hervir esto, el vapor que sale se mete acá, se le da una vuelta y se mete en el agua helada, pasa al otro lado del río, y al otro lado del río se le vuelve en un tarro de 20 lt. En la noche, en 4 horas sacaba 2 tarros, o sea 40 lt. de agua hacía”37. Antes de 1940 dichas resacadoras llegaron a ser tan utilizadas que en casi todas las casas había, puesto que eran una buena manera de mejorar el agua para beber: “Estaban instaladas en las casas. Por este mismo canal (canal 2), era mejorar un poquito más el agua, para que no saliera con sabores tan mal, tan salina, que mejorara un poquito nomás”38. Incluso en algunas ocasiones la gente, y en especial los camaroneros39 que recorrían largas distancias, bebían agua directamente del río, porque ésta si bien era salobre, no estaba contaminada y las personas confiaban en que no había problema en beberla. “Las resacadoras se dejaron de ocupar antes del `46, cuando yo nací ya no había ni una resacadora acá. Todavía queda una chimenea, unas ruinas aquí, del fogón que calentaba con carbón seguramente… Después los camaroneros tenían una resacadora como a 16 km. Para el norte, de esa todavía quedan unas ruinitas por ahí.”40 Luego de las resacadoras y cuando ya estaba construido el ferrocarril, el agua comenzó a llegar por medio de éste, dejando de utilizar dichas máquinas. A partir de ese momento el agua que llegaba en ferrocarril había que ir a buscarla en baldes o con un burro para trasladarla a los correspondientes hogares. Esta agua comenzó a ser vendida, utilizándose los baldes como medida. Los funcionarios de la empresa pagaban menos que los habitantes del pueblo. “La traían por ferrocarril. En esos tiempos compraban el balde de agua a 20 centavos, yo me acuerdo de eso cuando me mandaban a comprar el agua con la monedita chica a la estación. Después la última vez la compré a 100 pesos el balde de agua, porque se compraba por balde, y no por tambor el agua”41. “Esa agua llegaba a la junta de vecinos, la junta de vecinos repartía el agua. Incluso el agua había que ir a buscarla allá en carreta o en balde a la estación”42. 36

Armando Soza Enedino Asola 38 Ibíd. 39 Gente que se dedicaba a trabajar en la extracción de camarones. 40 Enedino Asola 41 Mariel Castro 42 Armando Soza 37

45

Después don Bruno Hoyos, quien en ese tiempo era Presidente de la Junta de Vecinos, inicio junto a otros habitantes del pueblo, la construcción de un sistema de cañerías que trasladaban el agua desde el cerro colindante al cementerio hacia todas las casas del pueblo. Tal como lo señala don Victor Palape, Presidente de la Comunidad Aymara, “Bruno Hoyos, fue uno de los que inicio la construcción, hacer por primera vez el agua potable en Quillagua. Fue uno de los gestores con los otros viejos que estuvieron, para que el ferrocarril con los aljibes la entregaran arriba y la canalización para poner los tubos. Venían del ferrocarril, eso estanque hoy día tu los ves en el cerro, estaban antes en la estación. Entonces el tren llegaba, dejaba el aljibe, se descargaba por una bomba eléctrica y esa tiraba para arriba la cuestión”43. En un primer momento este sistema fue utilizado con el agua proveída por el ferrocarril, y cuando esto finalizó, fue empleado hasta la actualidad por los camiones aljibes de la municipalidad. Cerca de los años ´70 comenzó a bajar la frecuencia de paso del ferrocarril hasta que finalmente en la segunda mitad del los años `80 dejó de funcionar definitivamente el tren en Quillagua. Esto trajo consigo numerosas consecuencias en distinto orden de cosas. A finales de esa década, la Universidad Santa María implementó en el pueblo un sistema de “arietes”que permitía extraer una pequeña cantidad de agua del río Loa, trasladarla y desalinizarla, mediante un engranaje que con la fuerza del río, activaba válvulas que a su vez impulsaban el agua por tuberías, hacia el cerro que conlinda con el cementerio. Allí se destilaba el agua con paneles solares: “La Universidad Santa María 30 o 40 años atrás hizo una experiencia acá de evaporación solar, para sacar agua con la cuestión de la energía solar, y lo hicieron allá donde está el estanque del agua, unas bateas que están allí. Entonces para llevar agua allá instalaron esos arietes que están al otro lado. Entonces con eso llevaban agua allá, el agua salobre arriba se evaporaba, quedaba la sal y tenían agua destilada. Entonces el sistema se probó acá hace 40 años y resultó.”44 Si bien en un comienzo este sistema de arietes demostró ser eficaz, esto en ningún caso era suficiente como para satisfacer la demanda de Quillagua. La administración de este sistema pasó a los habitantes del pueblo, y luego por falta de mantenimiento y reparación dejó de ser utilizado. Ahora se encuentra nuevamente operando pero con el objetivo de utilizar el agua para mantener el jardín de la plaza del pueblo, los árboles del colegio, una plantación de algarrobos al costado de la cancha de fútbol y dos baños públicos.

43 44

Victor Palape Jorge Mena.

46

“Entonces hace 6, 7 años atrás se retomó con la Universidad. Se les pidió el sistema de arietes para poder tener agua acá a distancia con un costo cero. Entonces vinieron y trajeron este otro diseñado allá, grandote, que está hecho con desecho también y ha dado resultado. Con eso tú puedes elevar agua a este sector. La copa, por ejemplo, también se llena con eso y arriba. Y eso es regulable, entonces si tú quieres que trabaje mas rápido, se llena rápido pero no es capaz de llegar arriba, y la idea es que el agua llegue arriba. Sirve para la copa y para el colegio.” 45 Al disminuir la frecuencia del tren el agua potable se comenzó a traer en camiones aljibe. Así en un comienzo la gente debía ir a buscar esta agua a los camiones que llegaban al pueblo. Después se creó un sistema de cañerías que permite que el agua de los camiones llegue directamente a los hogares, sin la necesidad de ir a buscarla. Esto es interpretado por el profesor como “Antes la traían en una carreta con un burro, ahora en un camión”. Es decir, sólo cambió de manera cualitativa, en la forma en traer el agua, y no de manera cuantitativa, en cuanto a disponibilidad, pues sigue siendo un recurso limitado. De este modo se llegó a la distribución actual de agua potable en Quillagua.

Recreación en el Loa Cuando el pueblo aún dependía en forma confiada y estable del río Loa, los habitantes de Quillagua llevaban una intensa vida social que se desarrollaba entre las chacras o en el río. “Los mejores recuerdos que tengo es pasar bonitas fiestas al lado de mis padres, lindas fiestas. Con buenas comilonas, un buen asado. Los asados se hacían… prácticamente cada personas tenía su camping. Unos se reunían en la chacra de David Olcay, otros se reunían en la Villa Rivera, en unos callejones de la Villa Rivera, que ya no quedan ni callejones. Eran árboles que estaban frondosos y abajo se juntaba la gente a compartir. Las fiestas de las cruces, todos se reunían ahí, todos hacían las fiestas. Esos son los mas bonitos recuerdos de Quillagua que ya no se hacen como por ejemplo, para ir a celebrar las cruces se iba con una ollita con duraznos, un poco de vino y ahí vamos y cantamos a la cruz y nos servimos, y recordamos”.46

45 46

Ibíd. Enedino Asola

47

El río era un privilegiado espacio para divertirse, especialmente para los niños que jugaban todo el verano en sus aguas. “Nosotros éramos 11 hermanos, y los recuerdos que tenemos justamente era los veranos ir al río, el que se llenaba de niños, 40, 50 niños que disfrutaban del agua del río. Mi mamá acá en el canal, en el alto arriba enjuagando la ropa. Nosotros mismos, sobrinos que venían a la casa. En esta casa venían las visitas éramos mas de 40”47. “…Venían a veranear, venían de Maria [Elena], de Pedro de Valdivia, de Tocopilla. Acá había una casa de reposo que era del obispado de Iquique, venían colonias de distintas partes a aquí Quillagua en el verano. Ahora en la casa de retiro a qué van a venir, si no tenemos qué ofrecerles...”48 “Jugábamos harto en el río, nosotros nos metíamos a las 11 de la mañana, porque en ese tiempo como todos venían a compartir acá, y traían plata de afuera también. Mi abuelo tenía chanchos para vender, tenía corderos, y tenía la comida a diestra y siniestra mi abuelo”49. A finales de febrero era tradicional esperar la llamada “creciente” del río. Esta era el agua que baja por el río producto de las lluvias altiplánicas. Para los quillagueños esto era un suceso importante dentro del año, de modo que todos esperaban verla. Cuando bajaba el agua, ésta arrastraba en su paso todo lo que hubiera, y con ello todos los desperdicios y suciedades acumuladas durante el año. Al día siguiente el caudal del río estaba profundo y con agua limpia. Todos aprovechaban de ir al río a bañarse y comer algo. “Aquí la gente espera en febrero, esperaba en esos años, las crecientes del río que le llamaban. Porque para el invierno altiplánico, el río por las lluvias que hay allá arriba, elevaba mucho el caudal de agua. Y venía el río abajo y esperaba la “punta” que le llamaba la gente. “allá viene la punta, viene la punta”. ¿Qué era la punta?, era el muro de agua que venía y pasaba por arriba del puente de los camiones. Llevaba animales, llevaba casas, todo lo que estaba ese día alrededor del río” Durante una visita que realicé a María Elena un mecánico (que repara el generador eléctrico de Quillagua), me contaba que él al igual que muchas otras personas de esa oficina salitrera, iban a descansar a Quillagua, donde se refrescaban en el río y comían camarones. A finales de los años ´60, Quillagua encerraba una intensa vida social y fue cuando más gente vivió en el pueblo. Niños y adultos se organizaban en numerosas asociaciones. Para los niños había un grupo Scout, que estaba a cargo del cuartel de Carabineros del pueblo; mientras que para las niñas había una agrupación de la Cruz Roja en la cual participaban y que dirigía la profesora de la escuela.

47

Armando Soza Mariel Castro 49 Enedino Asola 48

48

Quienes hoy en día son adultos recuerdan con mucho afecto aquellos años en que habían muchos niños. Siempre tenían qué hacer, ya sea ir a la escuela, ir a jugar con los amigos o ir a trabajar junto a sus papás en las chacras, donde además aprovechaban aprender el oficio que mas grandes desempeñarían. En Quillagua el fútbol siempre fue un deporte muy practicado por sus habitantes, de este modo hubo varias generaciones de equipos de fútbol que pasaron por el pueblo, como Alianza Católica e Independientes, y antes aún Loicas y Calaveras. Hasta comienzos de los ´70 se mantuvieron constantes las competencias de fútbol. Así quienes eran más grandes o adultos participaban en equipos que iban a disputar partidos a otros pueblos y salitreras. “Los equipos duraron hasta el 72 más o menos, activo. Estaba Ferroviarios, que eran puros de ferrocarriles, Colocolo, Unión Quillagua. Esos eran los que estaban hasta esa fecha. Uno tenía que ser socio para participar. Ahí jugábamos los domingos, Unión Quillagua y Colocolo era como Colocolo y la U. Iban las barras para allá. Teníamos en el cerro las barras. En baby fútbol teníamos campeonato”50. Cada partido era una fiesta en el pueblo. Así como a los equipos de Quillagua los invitaban a jugar a otros sitios, ellos también invitaban a otros equipos que vinieran a jugar al pueblo. En estos partidos el “clásico” era con la selección del pueblo de Pica. Para esto tenían una cancha ubicada donde actualmente se encuentra la Villa Parraguez, y las graderías estaban en la ladera del cerro. Cuando venía otros equipos los recibían con comidas y preparativos típicos del pueblo que realizaban las mujeres. “Acá los atendíamos bien, con camarones, con todo. Unos aportaban con choclos, otros con hacer el pastel, con picante de camarón (con ají). Así es que todo salía bien” 51.

Embalse Conchi: Una de las primeras intervenciones en el cauce del río. La gente de Quillagua recuerda que el pueblo y el río Loa se encontraban en buenas condiciones durante la década de 1960; “En esos años nadie se preocupaba de proteger las aguas, vivíamos como los pajaritos, comen y viven su mundo nomás. Quillagua era así, tenía su agua y no se preocupaba de nada. Vivía en su mundo, nunca se preocupaba de ver su recurso, y ahora ¿dónde estamos?”52. El inicio de la construcción del embalse de Conchi produjo las primeras mermas en el caudal de Quillagua, y la alteración de su compósición química: “El agua del Loa, con sus afluentes era salobre, dulce y salada, hasta el año 64; no antes, en el año 64 construyeron el tranque Conchi y ahí comenzó a morir Quillagua, porque ya son aguas que la controlan, antes eran expeditas. Entonces 50

Gabriel Castro (Tojo) Ibíd. 52 Victor Palape 51

49

el río tenía allá un caudal mas o menos de 3 metros de agua. En cuanto a la agricultura éramos los últimos de la cuenca del Loa. Y Ahí en el 64 comenzó a disminuir. 53 “¿Sabe por qué se seco? La sequedad de Quillagua empezó cuando hicieron el tranque Conchi, ya comenzó a mermar el agua. Antiguamente había agua para el mundo. Los dos canales llenos y el río pasaban lleno, con harta agua. Y de ahí cuando se construyó el tranque se vino abajo al tiro. Pero así fue la cosa. Después ya comenzaron a pasar los minerales. A sacar y el agua y ya se fue secando el río.”54 Por otro lado, el fin del ciclo salitrero llevó aparejado la restricción del servicio de ferrocarril: “Ferrocarriles disminuyó drásticamente su movimiento entre los años 1960 y 1965, trasladando a su personal desde el Valle, eliminando el telégrafo público y los servicios de pasajeros y la venta y transporte de agua potable a los pobladores.”(Gomez, F. 1991: 3) Cuando el ferrocarril deja de funcionar completamente en la década de 1970, disminuye drásticamente la circulación de bienes y personas, y se produce una fuerte emigración de la población que estaba más directamente relacionada con él: “Pararon los ferrocarriles, ya nunca mas hubo ferrocarril. Antes el ferrocarril era un arma en la que uno podía llevar sus productos para todas partes.55 En 1973, se conformó e implementó lo que sería uno de los principales pilares para la producción de alfalfa en el pueblo, esto es la Cooperativa Agrícola. Esta cooperativa se creó debido a que la producción local de alfalfa era tan alta que las máquinas que había en el pueblo no eran suficientes par procesar la producción de los agricultores que no tenía una propia. Se agruparon 21 agricultores que por medio de INDAP implementaron este sistema de cooperativa que por esos tiempos se venía desarrollando en numerosos poblados agrícolas. “Con 21 socios fue creada la Cooperativa Agrícola en el gobierno de Allende, por eso le digo que como en el 74, 73… Cuando Quillagua tenía su apogeo de producción de pasto. Entonces ahí se creo esa cooperativa porque había personas que tenían máquinas y no daban abasto. Entonces INDAP en un proyecto se trajeron los dos tractores que hay y máquinas segadoras y enfardadoras, rastra de disco, rastrillos, picadoras. Entonces esas fueron las que se ocuparon para todos los que no tenían máquinas. Funcionaba bien, muy bien.”56 A diferencia de los que sucedió en otras localidades, la Cooperativa de Quillagua nunca quebró ni fue rematada, sino que se mantuvo funcionando hasta que los agricultores dejaron de producir. Las máquinas guardadas se han deteriorado con el paso de los años, sin uso. 53

Juan Loayza Bartolomé Vicentelo 55 Enedino Asola 56 Juan Loayza 54

50

“De todas las cooperativas que se crearon en el tiempo ese, es la única cooperativa que nunca tuvo acreedores, que nunca le remataron las cosas.”57 Según se desprende de los testimonio, el súbito decaímiento de la producción de Quillagua es que a partir de 1975, el embalse de Conchi ya no entregó el agua dulce que compensaba el aporte salado del antiguo Río Salado y del Río San Salvador: Quillagua se quedaba con un buen caudal, pero el agua venía más salada. La ciudad de Calama y Aguas Antofagasta necesitaban agua dulce, no salada. La agricultura aguas debajo de Chiu-Chiu empezó a desfallecer cada vez más, y el inmenso oasis y vega de Calama, a desecarse seriamente. Luego, según se desprende Niemeyer, las cosas se fueron poniendo peor. Después del construirse la abducción de Quinchamale, Quillagua ya no podía contar con agua sino para 45 hectáreas, y de pésima calidad. Los mejores camarones de la zona. El río Loa traía una gran cantidad de pejerreyes y camarones especialmente, los cuales eran de gran importancia dentro de la economía doméstica, puesto que aportaban tanto como alimento y como fuente de recursos económicos. Tradicionalmente los llamados camaroneros se dedicaban a extraer camarones desde el río, para lo que utilizaban ciertas trampas que ponían en su rivera, para luego venderlos por docenas; Con esto se sustentaban entre 10 a 15 familias, cada una de las cuales estaba compuesta a los menos por 4 personas, lo que significa una importante cantidad de personas dependientes de dicho recurso. Se dice que en Quillagua estaban los mejores camarones de la zona, debido a la especie que se criaba, y en particular al tipo de agua en que crecían, un agua saloria. En ese sentido hay muchas historias que cuentan de personas que venían desde lugares lejanos exclusivamente a comprar estos camarones, dinero con el que se sustentaban familias enteras. “Porque el río venía lleno de agua, y venían pejerreyes, camarones. Había gente que se dedicaba a camaronear acá, los Castro, don René Castro, don Eleuterio Castro, don Miguel Sanchez, el Cisto Palape, el otro que se dedicaba a camaronear era Mamerto Flores, sus hijos, ellos se dedicaron a camaronear, esa era una fuente laboral, una fuente de trabajo. Era una fuente grande.”58 “Mi papá fue camaronero, nosotros fuimos criados con todo lo que ha dado el río, en el fondo. Mi papá sacaba 100 docenas semanales, para vender afuera… hasta el 78 más o meno, trabajó en la ribera del río. Y nos crió a todos nosotros. Estudios no tuvimos porque no le daba el cuero para 11 para estudiar. Para comer sí, pero para estudiar no había. Después de eso la crianza de chanchos.” 59 La mayor parte de los habitantes de Quillagua trabajaba en más de una labor productiva, es decir, no se dedicaba exclusivamente a una sola labor, sino que realizaba dos o más labores que se complementaban en los ingresos familiares de cada hogar. De este modo había algunos que se dedicaban a camaronear, pero que en algún momento también tenían chacras o viceversa. Tal es el caso de Bartolomé Vicentelo, quien se dedicaba 57

Ibíd. Enedino Asola 59 Mariel Castro 58

51

principalmente a recolectar camarones, y sólo en el último tiempo cultivó una chacra con alfalfa, realizando las dos labores simultáneamente. “Yo trabajé hasta el año 90 en el camarón. Trabajé como 28 años con camarones. Andábamos en bicicleta, recorríamos 60 Km. para allá abajo, por la quebrada para abajo… Andaba mucho a pie, si hay que andar a pie por encima y después bajar a la quebrada, sacando las trampas. Después ya trabajé en moto, tuve 3 motos… Con eso se criaron dos, una mujer y un hombre, en Antofagasta se criaron, allá están todavía. Con puros camarones y agricultura después, pero ahí comenzó a decaer firme… Yo buscaba gente para que me trabajara en algo, y me iba para abajo a buscar camarones. Se vendía harto pasto. Esto como en el año 85, por ahí.”60 Posteriormente, casi en la última época de los recolectores de camarones en el río, se construyeron las llamadas Camaroneras, que consistían en piscinas donde se criaban en forma controlada los camarones. Estas piscinas funcionaban con agua proveniente de los canales de regadío, por lo cual también eran dependientes de las condiciones del río. Así a mediados de los años ´70 se construyen las primeras camaroneras en Quillagua. Estas se construyeron con el apoyo de exonerados políticos llegados durante la dictadura militar. “Esas las construyeron los asilados políticos en el año `73, hasta el `80 vivió la gente ahí, en esa parte. Y ahí sembraron en ese sector, llegaron 20 exonerados políticos, con problemas políticos con Pinochet. Y ellos se fueron a vivir al sector de La Capilla… Estuvieron del `76 al `82, por ahí, vivieron ellos ahí. Venía gente de bien al sur, arrancando de la represión. Llegaron por la vicaría antofagastina... Por la vicaría canadiense dieron un proyecto para que puedan vivir, puedan hacer funcionar un criadero de camarones. Y ahí están se dedican a eso. Hacen un criadero de camarones y da resultado, excelentes resultados. Yo soy gestor de las piscinas, yo construí esas piscinas, cero fierro, no tiene ni un gramo de fierro esas piscinas. Puras piedras empotradas. Más o menos había 1000 camarones para la venta, adultos. Cuando llegó un agua mala y ahí llegaba el término.”61 Los habitantes de Quillagua sienten que este proceso de baja en el caudal del río, que comenzó en el año 1964 con la construcción del Embalse Conchi, se mantuvo constante hasta el año 1980 aproximadamente, año en el cual todos los sistemas productivos del pueblo (agricultura, ganadería, apicultura y de extracción de camarones) aún se encontraban en un buen momento. “Mi papá, por ejemplo, cuando se regaban las chacras y mi papi le compraba a la CORFO… y él se iba a las oficinas de Maria, de Pedro de Valdivia a vender choclo y acelgas de buena calidad de aquí de Quillagua. Ellos ocupaban también el pasto que lo iban a vender a Calama, un bus de pasto. Salían camionadas de pasto de acá en invierno a vender a Calama.”62

60

Bartolomé Vicentelo Enedino Asola 62 Mariel Castro 61

52

Antiguamente la principal producción que se desarrollaba era de choclo, mientras que la producción de alfalfa sólo ocupaba un segundo lugar de importancia. Esta situación fue cambiando a medida que el contexto del pueblo y las necesidades de los pueblos cercanos se fueron modificando. El traslado de la carretera y la disminución en la frecuencia del ferrocarril trajeron con sigo una significativa baja en la cantidad de personas que visitaban el pueblo. Con esto se redujo el mercado del choclo, pero paralelamente la alfalfa fue más requerida debido a que algunas personas argentinas traían ganado en pié desde su país, por lo que se necesitaba alimentarlo. Así en el año 1980 el pueblo realizaba una importante producción de alfalfa, que ocupaba directa e indirectamente a la mayor parte de los habitantes. Realizaban cortes de alfalfa cada 2 ó 3 meses, lo que les permitía alcanzar hasta 7 cortes en el año. “Conforme este pueblo tenía una producción, hasta el año 80 más menos, de 6 o 7 cortes en el año de alfalfa. ¿Por qué? Por el sol, por el clima y el agua que teníamos.”63 “Los que tenían maquinaria cortaban a 7, y los que no se cortaban a 6. Pero esa era una producción del valle del valle completo tenía una producción de 20 a 25 mil colisas de pasto de 45 a 50 kilos de pasto picado.” 64 Esta próspera agricultura guardaba (y siempre había guardado) una estrecha relación con los otros modos de producción que habían en el pueblo, en especial con la ganadería y la apicultura. Las abejas de Quillagua se alimentaban con la flor de la alfalfa. Así los productores apícolas debían contar con el consentimiento o permiso del dueño de una chacra para instalar en ellas sus cajones con abejas. La miel se sacaba preferentemente de Diciembre a Febrero. “Yo me metí al plan de abejas, para producir miel. Eso fue macanudo, todas las semanas uno cosechaba miel… Las abejas le chupaban el puro néctar a la flor del pasto. Cuando cortaban la flor, los viejos para enfardarla, ahí quedaba sin comer la abeja. Ahí tenía que ponerles jarabe con azúcar dentro de la colmena para que comiera. Yo las tenía en una sola parte, ellas solas salen a buscar, aún maduraba mas rápido la alfalfa, les hacía bien.”65 La apicultura en pocos años logró transformase en una buena y rentable fuente de ingresos para algunas personas del pueblo, quienes incluso vendían para fuera del pueblo. Estas producción tenía una gran dependencia sobre la alfalfa; Motivos por el cual cuando esta se dejó de producir, las abejas perdieron su fuente de alimento y con esto dejaron de producir miel. “Eso lo hizo el SENCE (Servicio Nacional de Capacitación y Empleo), ellos trajeron los profesores. Yo llegué a tener 20 colmenas. Esa miel se vendía acá 63

Juan Loayza Ibíd. 65 Juan Iglesias 64

53

mismo. Entraban vehículos a comprar. También salió un cura que le gustaba llevarla para Canadá. Hasta 100 Kl. le vendí una vez. Gustaba mucho la miel, porque era de alfalfa, de pura alfalfa. Trabajé como 15 años. Entonces como la gente vendió no sembró mas pastos, entonces ahí clotió. Comenzó como el `81… Eso duró hasta que vendieron las aguas. Las vendieron y ahí nadie mas sembró pasto, nada. Y ese era el cuento con las abejas, la flor.”66 Por otro lado, la mayor parte del ganado que había en Quillagua, se criaba con alfalfa producida en el mismo pueblo, de modo que era común que quien tenía cultivo de alfalfa también tenía crianza de animales. Uno de los principales animales que se criaban en Quillagua eran cerdos, además de cabros y corderos, los cuales eran parte de la dieta diaria de las personas, además de ser también uno de los principales producto de venta del pueblo. “El cerdo era lo que más había, aquí venían para los 18 de septiembre camionetas a comprar los cerdos, también cabros y corderos. El río estaba lleno de llamos, venían los aymras de Bolivia, y traían cualquier cantidad de llamos. Los pastiaban acá, y acá todos aceptaban, era como un centro de comercio. Porque aquí los paisanos llevaban para distintas partes, Llevaban para Victoria Maria Elena, a Coya Sur, para todas esas partes las carnes del llamo. Eso dura hasta el `56 o hasta el `70 como máximo que duró la crianza de llamos.”67 La señora Mariela Castro en relación a la crianza y venta de cerdos nos cuenta que : “Mi papá en Mayo y Septiembre se carneaba 50, 60 chanchos y los iba a vender a la oficina de Maria Elena, de Pedro de Valdivia, entonces no nos faltaba a nosotros. Ahora ni eso podemos hacer, no podemos tener animales para la venta, porque el forraje es caro. Porque el chancho aquí es criado con pura harinilla.”68 Durante todo el ciclo productivo en la crianza de cerdos, al igual que en la agricultura, se empleaba a una importante cantidad de personas del pueblo para que realizaran las distintas tareas que esto requería. Tal como lo relata Eneldino Asola: “Había que tener un Tamal, como le llamaban acá, para matar a los animales, para venderlos. Ahí se ocupaba gente para matarlos, se ocupaba gente para darles de comer a los animales, se ocupaba gente para todo eso. Se ocupaba harta gente en la crianza de animales, hablemos de unas 10 a 15 personas por crianza. Por ejemplo, don Emilio Dassori mantenía una cuadrilla de 10 personas, 12 o 14 personas con cocinera y gente que asistía el campamento de ellos, mas o menos unas 15 personas. Mantenían la alfalfa, unos criaderos de corderos grandes. Corderos de raza, de raza negra, de cabeza negra.”69

66

Ibíd. Enedino Asola 68 Mariel Castro 69 Enedino Asola 67

54

A partir del año 1980 la disminución en la cantidad de agua que pasaba por el cauce del río Loa comenzó a ser más evidente. Tanto así que la mayor parte de los habitantes de Quillagua coincide que es en estos años, a comienzos de la década de los ´80, cuando la producción del pueblo inició una caída vertiginosa. “Hasta el 80 se vino decayendo, pero del 80 hasta la fecha se fue así (en picada), se cayó, se fue vertical como una catarata.”70

Organización en el riego La organización que estaba a cargo del riego en Quillagua se mantuvo sin mayores cambios hasta la entrada en vigencia de la Nueva Ley de Aguas. Así este tipo de organización que duró hasta los años `80 consistía en un presidente y un secretario que hacía de Juez de riego. Este último cargo fue desempeñado por un carabinero jubilado que hacía respetar los turnos y velaba por la mantención de los canales. Si existía algún problema él estaba facultado para cobrar multa si correspondía el caso, aún cuando multas en dinero casi no se cobraban. Cada regante debía aportar con mano de obra para sistema para realizar la limpia de canales, en directa relación con la extensión del terreno que tenía, en proporción de un trabajador por hectárea. Las multas aplicadas a quiénes no cumplían servían para pagar la mano de obra faltante. Con la implementación de la Nueva Ley de Aguas se re-estructuró dicha organización. Se mantuvo el cargo de Presidente y secretario, agregándoseles el de tesorero y dos vigilantes, quienes se turnaban para cuidar que el sistema funcionara correctamente (tal como lo hacía le juez de aguas). Sistema de riego Esta nueva organización no modificó sustancialmente el sistema de riego que operaba en esos momentos, y que opera hasta hoy en Quillagua, sino que sólo realizó algunas modificaciones como revestimiento de los canales. Dicho sistema de riego está organizado en dos canales principales, el Canal 1 cuya bocatoma está a 18 Km. Río arriba del pueblo, en un sector llamado la Encañada, y el Canal 2 que se desprende del primero en el sector de Martincho. Tradicionalmente el riego se ha realizado por mita, que consiste en un sistema de turnos. Este sistema seguía un orden descendente desde la bocatoma río abajo, hasta que al llegar al último predio, comenzaba nuevamente desde el principio el sistema. Hasta los años ´70, el riego se realizaba de “7 y 15” como dicen en el pueblo. Esto quiere decir que se realizaba cada 7 ó 15. La extensión de tiempo en cada turno dependía del tipo de siembra (alfalfa o choclo) y el tamaño y tipo de terreno (gredoso o arenoso). Un turno terminaba cuando se hubiese regado todo el terreno que se necesitaba, y en ese momento se debía pasar al siguiente

70

Juan Loayza

55

regante una ficha, que simbolizaba el derecho a regar en ese momento. Así debido a que había dos canales, había dos fichas, una por canal. La siembra se realizaba en Agosto preferentemente, en terrenos divididos en eras, que corresponden a superficies rectangulares, limitadas por bordos (franjas de tierra) y de tamaño variable según cada agricultor. Los bordos son de gran importancia debido a que el riego es por inundación, lo que permite controlar de mejor manera los minerales salinos del agua. “Nosotros teníamos un sistema de inundación de 30 cm. que es harto. ¿Por qué motivo era así?, porque el agua como era salobre y el subsuelo salobrio, entonces tenía que echárseles una cantidad, cosa que todos esos contaminantes estuvieran en el subsuelo un metro, que no perjudicaran la raíz de la alfalfa-”71

Nueva Ley de Aguas La baja en el caudal coincide, a la vez, con la inscripción de los derechos de aguas en la DGA (Dirección General de Aguas), donde se establecen derechos de uso individual que debían ser inscritos por los distintos usuarios del río. Es aquí donde aparecen una serie de irregularidades que no sólo sucedieron en Quillagua, sino que también en otros pueblos del río Loa, como por ejemplo en la localidad de Chiuchiu. Se cuenta que durante el proceso de inscripción de los derechos llegaron algunas personas pertenecientes a instituciones del gobierno que les decían a los regantes que debían inscribir sólo los derechos de aguas en las tierras que en ese momento estaban utilizando, es decir, sin contemplar las tierras que se encontraban en descanso o barbecho. Además se les sugería que inscribieran sólo la mitad de lo que necesitaban, esto debido a que tendrían que pagar según la cantidad de derechos inscritos; De este modo era preferible que tuviesen menos derechos ya que en caso contrario se les pasaría multa. Por otro lado, se les dijo que si en algún momento necesitaban más derechos de los que tenían inscritos podían solicitarlos, mediante un sencillo trámite, en la DGA. “Yo diría que el Estado hizo aquí un engaño muy grande a la comunidad. Fue hacernos inscribir los derechos de aguas con mentiras, porque ellos tenían en su tiempo sus merced. En esos tiempos eran merced de agua, y una merced de agua no era un litro por segundo, era una cantidad que tu regabas con, por decirte, el torrente traía 300 litros por segundo de agua y tu regabas con los 300 litros por segundo de agua tu predio, sin ningún problema. Y después lo que ellos hicieron fue reducir eso. Las escrituras de aguas de mercedes, en litros por segundo, o sea te controlaron. Y con el engaño, con el engaño que le dijeron a la gente el agua iba a ser cobrada, y los viejos dijeron: “chuta, yo tengo 3 hectáreas de aguas, o sea tres hectáreas para regar.. ya que me van a cobrar el agua para regar yo voy a inscribir una nomás”, se cayeron solos. Nunca han cobrado, pero si los viejos inscribieron un litro por segundo. Y las otras dos hectáreas quedaron sin regar. Y eso fue la disminución del caudal del Loa. A medida que fue pasando el tiempo se

71

Ibíd.

56

fue disminuyendo y después el agua llegó a los litros por segundo que decía la escritura. Ese fue el engaño.”72 En la práctica ninguna de estas situaciones era como se les había señalado a los regante, sino que por el contrario ellos sienten que fue una manera de atemorizarlos para que perdieran sus derechos y estos fueran adquiridos por las empresas mineras. En este sentido, Feliciano Gomez relata como con la Nueva Ley de Aguas de 1986 se asignaron menos de los derechos correspondientes a los canales: “La Nueva Ley de Aguas fue el 5 de Marzo de 1986. Ahí se entregaron la distribución para Quillagua. Ahí se escrituraron los nuevos derechos de aguas, del Canal 1 y del Canal 2. Para el Canal 2 asignaron 38.3 L./S., y para el Canal 1 que traía mayor cantidad de agua 99,35 L./S. Eso es lo que se destinó a Quillagua. Y al escriturarse eso, eso es lo que debiese usarse nomás. Pero históricamente Quillagua se regaba con 600 L./S., pongámosle 400, pero menos no. Porque los canales estaban hechos uno para 400L./s. y el otro para 200 L./S. Más o menos con esa capacidad se regaba. Entonces al quitarse esa agua empezaron los problemas de riego.”73 Esto es calificado por R. Molina (S/A) como una “Confiscación directa de sus derechos históricos”, en tanto que se inscribió una menor cantidad de agua que la solicitada por las comunidades agrícolas e indígenas, y entre ellas Quillagua. Así “la reducción de los caudales disponibles y por tanto de los derechos de aprovechamiento afecto a todas las comunidades atacameñas, ribereñas del Loa. La finalidad de esta reducción fue liberar caudales de agua del río Loa para ser entregados a empresas sanitarias y mineras”. Mariela Castro me cuenta que cuando en esa época ella era niña, veía la situación de la siguiente manera: “…cuando yo tenía como 6, 7 años el pasto era mas o menos así de grande, y de repente por la calidad del agua ya no creció ese pasto bonito, empezó como a mermar el pasto. Y eso ya fue como en el `80.”74 Con la disminución del caudal estos tiempos de riego de 7 y 15 días, se extendieron llegando a alcanzar un máximo de 90 días entre riego y riego, es decir, casi cada 3 meses. Además el bajo caudal producto de la extracción de agua río arriba, y especialmente de aguas dulces, generó un aumento de la salinidad del agua. “Entonces se regaba entre 7 y 15 días era el lapso de regadío, 7 días en la arena y 15 días en terreno gredoso. Y de ahí en el 70 nos fuimos de 7 a 15, nos fuimos de 20 a 30 y así sucesivamente hasta llegar a un regadío de 90 días que ya fue inviable. Entonces ¿qué sucedió en ese lapsus de alargue de los regadíos?, todos los contaminantes que estaban en el subsuelo aparecieron, se tendió a podrir por la escasez de agua.”75

72

Victor Palape Feliciano Gomez 74 Mariel Castro 75 Juan Loayza 73

57

Como dice el profesor: “…el río Loa perdió en forma gradual y sostenida su calidad y cantidad de agua…”76

La última opción: Vender los derechos de agua.

Así la crisis hídrica se fue agudizando cada vez más. El caudal de agua ya no era suficiente para mantener una agricultura rentable, y con esto mucho menos para criar animales. Los habitantes de Quillagua estaban concientes de lo delicada que era esta situación, y que si no existía una rápida solución la sobrevivencia en el pueblo sería cada vez mas difícil. Por este motivo decidieron, en forma individual y colectiva, buscar ayuda en diversos organismos estatales; sin embargo no recibieron respuesta a sus inquietudes y menos a sus necesidades. “Bueno acá yo tengo un montón de literatura que se reclamó a las autoridades. Se les dijo, se les pidió que por favor hicieran algo por Quillagua, que iba cada día de peor en peor. Nadie hizo caso. Enviamos todos estos reclamos incluso a Santiago, pero nadie, nunca obtuvimos una respuesta por lo menos de cortesía. Entonces ¿qué hacemos?.”77 Esto generó una sensación de desesperanza, que ya no se podía hacer nada más para volver a recuperar el río que tenían antes. Todo derivó en numerosos problemas económicos para los habitantes de Quillagua, quienes ya no estaban percibiendo los mismos ingresos de un par de años atrás, y las deudas iban en aumento. Dicha sensación fue descrita en ese tiempo por don René Castro, quien decía: “… no hay otra alternativa que vender, el agua del Loa cada vez baja más y no hay posibilidad de plantar alfalfa siquiera…”78 Así para los habitantes de Quillagua parecía no haber solución. No había agua en el río, y con esto todos los sistemas productivos estaban en crisis. No se podía cultivar, y en consecuencia los animales no tenían alimentos, ni las abejas tenían polen. “Lo que pasa es que las ventas de agua se originó por este mismo problema, por falta de agua en primer lugar. Entonces los quillagueños, entre ellos yo, ¿qué hacemos?, si ya no tenemos agua para regar. ¿qué hacemos?... La gente empezó a cortar árboles, ya que no hay producción agrícola hay que cortar árboles, hay que talar árboles y hacer carbón. Entonces en eso empezó la gente a mantenerse, a ganarse unos pocos pesos para subsistir nomás. Se terminó eso porque CONAF empezó con que los quillagueños estaban devastando el valle. Realmente es así, 76

Jorge Mena Feliciano Gomez 78 Don René Castro en Informe de Practica Luis Campos. 77

58

pero también digan por qué. ¿por qué ustedes están cortado, talando indiscriminadamente?, porque no tenemos como mantener nuestras familias. Para un pan, ¿de dónde sacamos?... Entonces se “llegó a una situación tal de ¿a qué echamos manos?. En ese tiempo SQM necesitaba agua.. Y SQM necesitaba agua no físicamente, sino que necesitaba derechos para justificar el agua que siempre sacaron ilegalmente. Empezó esa cosa de que nos ofertaron, yo estuve en la mesa de negociación de aguas. Empezamos a ofertar las aguas a SQM, a Chuquicamata, a ESSAN para ver la mejor alternativa.”79 En este escenario vieron que lo único a que aún tenían se le podía sacar algo de provecho económico para su sobrevivencia eran los certificados de derechos de agua, es decir, los “papeles”, debido a que ni si quiera se podía ejercer el derecho de utilizar el agua, porque no había tal recurso en el río. “Cuando vieron las cosas feas eso fue lo ultimo que rebalsó el vaso ya, y ahí se vendieron los documentos ahí nomás. Para qué vamos hablar de calidad de agua, si no había agua, no había nada. Ya en el valle había decaído, del 100%, ya el 90%. Entonces no había nada más que hacer. Ya eran papel.”80, porque “Mucho antes de que se hicieran estas cuestiones de la escritura de aguas ya estábamos secos. Varias épocas antes de las escrituras que estuvimos secos también.”81 Luego de un primer intento que resultó fallido en la venta de los derechos de agua, debido a que no alcanzaron acuerdo, los regantes quillagueños realizaron un segundo intento donde vendieron sus “papeles” a la vecina empresa minera SQM (Sociedad Química Minera), que precisaba el agua para el desarrollo de sus faenas. Además se cuenta que por este tiempo, dicha empresa ya se encontraba extrayendo agua sin poseer los respectivos derechos. “Cuando en Quillagua vendieron sus derechos de aguas, vendieron documentos nomás, porque el aguas se las habían sacado muchos años ya. Y a Quillagua ya le habían sacado su agua. Ellos lo hacen para justificar el daño que ya han hecho, para no poner problema, compraron los puros documento nomás… agua ya no teníamos cuando la compraron ellos.”82 Esto significó que SQM se transformara en el principal terrateniente, con la mayor cantidad de derechos de agua, caudales que extraía más arriba. De este modo se alteró profundamente la organización y gestión local del recurso hídrico, es decir la administración del recurso hídrico quedó debilitada y en función de los intereses de su comunero mayor.

La contaminación del río y la muerte del valle.

79

Feliciano Gomez Mariel Castro 81 Feliciano Gomez 82 Armando Soza 80

59

Seis años después de la venta de los derechos de aguas, sucedió algo nunca antes visto ni experimentado en Quillagua, esto es la contaminación total del río Loa en 1997. Cabe señalar que esto fue un proceso continuo que se venía desarrollando hace muchos años, pero que sin embargo en esa ocasión alcanzó su máxima expresión. Los camaroneros fueron los primeros en percibir la contaminación varios años antes de 1997. Debido a que su oficio se efectuaba directamente en el río y en particular con los camarones que vivían en él. Este es el caso de Bartolomé Vicentelo, quien antes de esta contaminación fue observando que los camarones iban experimentando ciertas alteraciones tales como manchas en su caparazón. “Yo me doy cuenta cuando el camarón comenzó a ponerse amarillo y como una caracha en el cuerpo. Cuando se ponía amarrillo, y ahí entonces ya le estaban echando la contaminación… ¿Sabe por qué no se notaba?, porque el río era grueso. Le echaban un poquito y ya venía contaminado el río. Y el camarón ya empezó a morirse.”83 Durante una noche del mes de Abril, en que se esperaba la tradicional crecida del río Loa, bajó un agua “negra” (como fue descrita por los habitantes) con un fuerte olor que se sentía en todo el pueblo y que permaneció por varios meses. Esto era la contaminación, en que “…echaron agua mugrienta y quedó el río envenenado.”84 Esto marcó un dramático antes y después del pueblo, ya que para muchos fue el “golpe de gracia” que estaban recibiendo. “Ya el `97 fue el caos de todo, rebalsó todo porque ya fue la contaminación del río Loa. Ahí ya fue lo último. Ya de ahí en adelante no hubo más agua de calidad en el río Loa… porque en el río llegó unas aguas negras y hediondas. Uno olor así... como cuando se hecha un poco de alquitrán, petróleo o algo así, como aceite quemado.” 85 “Llegó en la noche el agua. Porque el olor que traía era fuerte, entonces uno en la noche "¿Y ese olor de dónde es?". Al otro día nos levantamos y el río era una cosa negra nada mas.”86 En una entrevista realizada por un canal de televisión, Don Juan Loayza señala que, “Fue el día más triste de mi vida, porque ahí se notó que estábamos liquidados, que estábamos muriendo... Nos despertamos y se sentía una hediondez, una putrefacción en el pueblo en general, que no sé cómo estamos vivos porque era fuerte.” (www.canal13.cl) Al amanecer todos los habitantes de Quillagua estaban conmocionados. Nadie entendía bien qué había sucedido. Si bien los quillagueños sabían y estaban concientes de que su 83

Bartolomé Vicentelo Ibíd. 85 Mariel Castro 86 Ibíd. 84

60

vecino río venía decayendo desde unos años atrás, jamás se imaginaron ni pensaron posible lo que estaban viendo, un río de aguas negras, espumosas y mal olientes. Ese mismo día un grupo de pobladores decidió ir a ver cómo estaba el Tranque Sloman. Al llegar la situación no era más auspiciosa, tal como nos relata Bartolomé Vicentelo: "Fuimos a ver el agua que estaba llegando. Fuimos a ver el tranque que estaba hediondo, no se podía llegar al tranque, tenía una espuma para arriba de la quebrada. Una hediondez que no se podía entrar al tranque Sloman. Fuimos al tiro a ver que pasaba. El agua negra estaba en el Tranque Sloman. Estaba pasando el agua negra.”87 En el pueblo la situación era desastrosa. Sus habitantes veían con impotencia cómo su valle había sido ferozmente dañado de un día para otro. El agua negra que había bajado en la noche mató a los peces, a los camarones, quemó la vegetación y las siembras. “…Todas esas mugres que el río trajo, y todo lo que pillo al rededor del río, todo se secó y murió. Toda la fauna murió. Todos esos árboles que estaban al lado del río murieron, porque el agua fue demasiado fuerte… en ese rato a mi me dieron ganas de irme y de no ver nunca más a mi pueblo. Porque pensé que esto nunca más iba a pasar, porque si fue contaminado en el año `97 esto iba a seguir por las mineras.”88 Ante esta situación los quillagueños pusieron banderas negras en el pueblo, en señal de protesta y presión solicitando que las autoridades se pronunciaran frente al tema. “Entonces ahí nos juntamos todos, colocamos banderas negras pidiendo auxilio, para que las autoridades vengan a ver el daño que hicieron las grandes mineras. En este caso que contaminó que reconozcan; Pero lamentablemente el pescado grande se comió al pescado chico.”89 La señora Mariel Castro nos relata el comentario del intendente de la época, cuando fue a ver la situación del pueblo: “…Y sin embargo llamaron al intendente XXXXX , dijo que eso era algo natural. ¿Cómo puede decir tanta ignorancia sabiendo que él no vive con nosotros?. Yo aquí llevo 48 años, y eso no puede ser algo natural. Fue contaminado por las mineras. Porque como decíamos recién nosotros, al ser agua de lluvia del invierno boliviano es agua dulce. Nosotros felices esperábamos el invierno boliviano, porque el agua aumentaba, venía agua chocolate, pero después esa agua se pasaba y uno se bañaba con un agua rica.”90 Al poco tiempo los pobladores comenzaron a ver que las consecuencias eran cada vez mayores, incluso mas allá de lo que ellos pensaban en un comienzo. Por lo que se hizo imperativo saber con qué estaba contaminado el río, y de dónde venían dichos contaminantes. Así algunas autoridades y personeros políticos del momento se 87

Bartolomé Vicentelo Mariel Castro 89 Ibíd. 90 Ibíd. 88

61

acercaron para conocer la situación; Pero las promesas quedaron en el aire, y nadie se hizo cargo del problema. “Los animales empezaron a morirse. ¿Por qué se mueren los animales?, empezamos a investigar y claro, era porque lo malo de la mina lo echaban al rió. Y ahí recién la gente se dio cuenta de que Chuqui había echado a perder el rió Loa. Ahí empezó la gente a reclamar, a hablar con las autoridades, pero nunca hemos sido escuchados. Porque incluso trajimos para acá, para el pueblo, trajimos senadores, trajimos diputados que vieran el estado del pueblo y no… Claro promesas usted sabe que hacen cantidades, pero nunca hicieron nada. Vino Sebastián Piñera, vino Pérez Opazo”, quienes prometieron “…que iban a luchar para que el pueblo volviera ser lo que era. Pero hasta ahora seguimos aun peor.”91 Para saber qué había sucedido en el río, y cuales era los químicos que éste traía, se realizaron numerosos estudios. Así la Intendencia de la Región de Antofagasta encargó al científico Domingo Román, de la Universidad de Antofagasta, realizar un estudio que permitiera determinar las causas e implicancias de lo sucedido. En este estudio el científico determinó que: “Habían sustancias endobióticas, es decir, naturales del sistema y había sustancias cenobióticas, que son de síntesis artificial. Había una gran carga de metales pesados, que es el gran problema, pero también había ciertos reactivos orgánicos que son propios de las faenas mineras… El río Loa estaba impactado totalmente. Esto significa que toda su biomasa, su biota desapareció, otra está en riesgo.” (Domingo Román en www.canal13.cl) Según D. Román, esto sucedió por dos motivos. Primero por la acumulación de contaminantes río arriba donde hay nieve, hay lluvia y neblinas ácidas (producidas por las faenas mineras), y segundo por acumulación de contaminantes en el curso del río. Con la crecida del río todo esto fue arrastrado río abajo. “Entonces, qué ocurrió en Santa Fe y en Sloman, sitios eutroficados totalmente… Significa que en la contaminación, la descarga de sustancias nos llevó a un estado de inertización y hubo una gran acumulación de sedimento tóxico.” (Ibíd.) Por lo concluyente respecto de la responsabilidad de la gran minería, y en particular de la evidencia que apuntaba hacia la empresa estatal Codelco (que utilizaba las sustancias en cuestión), en la contaminación del río Loa, estos resultados fueron rápidamente cuestionados y desmentidos por las autoridades de Gobierno. Situación que a la vez, vino aparejada de amedrentamiento y presiones a este científico, quien nunca declinó en su postura. “Yo entregué el informe a las autoridades por las vías que ellos me lo pidieron seis días después… Entregué el resultado, pasaron dos días y me veo involucrado en prensa, radio y televisión. Era como que yo había ensuciado el Loa, porque prácticamente había inventado lo que decía en mi informe. Ahí entré en serios 91

Lila Silva

62

problemas, porque me empezaron a llamar por teléfono a mi casa… En la noche llamaban diez, doce veces. Después supe que me intervinieron el teléfono. Las autoridades de la universidad me llamaron y tuve que demostrarles que tenía una solicitud oficial por el estudio, de un subordinado del intendente, obviamente. Se crearon comisiones, analizaron los estudios. Pero, después me di cuenta que lo único que quería la autoridad era que alguien dijera que la empresa minera no tenía nada que ver en el asunto.” (Ibíd.) Para el Servicio Agrícola y Ganadero “Estas sustancias xenobióticas corresponden a xantatos y detergentes, cuyas concentraciones más altas se encontraron en muestras de agua provenientes de los Tranques Santa Fe y Sloman. El origen de los detergentes puede ser la actividad humana doméstica e industrial (minería metálica y no-metálica).” (Molina, R. S/A.) Ante esta situación Codelco pagó un nuevo estudio realizado por un investigador extranjero, quien determinó que el desastre ecológico no era producido por xantato, sino que por causas naturales. Esto fue interpretado por los quillagueños de la siguiente manera: “Domingo Román, un químico de la Universidad de Antofagasta, encontró xantato en el agua, lo que Codelco dijo que no, que estaba mintiendo y trajeron a otro químico, que no sé de donde, canadiense, le pusieron locomoción, buena estadía, buena comida, no sé donde más lo llevaron, entonces desmintió todo a don Domingo Román.”92 Por su lado, el científico reafirma la existencia de estudios posteriores al suyo, aunque desconoce quienes lo financiaron; sin embargo aclara que llegaron a la misma conclusión que él, pero que al momento de hacerlo público se cambió la versión. “En un estudio hecho por un laboratorio extranjero, se encontró lo mismo que yo había encontrado. Y tengo en mi poder el informe original. Ese informe fue entregado a la autoridad, pero a las antes de 48 horas me llama una persona y me dice, Domingo prepárate, porque a las 4 de la tarde retiran ese informe y lo cambian por otro, y yo tengo los dos informes… Incluso, estos científicos vinieron a hablar conmigo. Tengo las versiones de ellos así como tengo las versiones de los suecos que vinieron.” (Domingo Román en www.canal13.cl) Luego de esta contaminación del río, el Gobierno Regional encargó que se limpiaran los tranques (Santa Fe y Sloman), pero al parecer esta labor no fue bien realizada, ya que los sedimentos extraídos fueron depositados a un costado del lecho del río. Así en el año 2000 bajó una nueva crecida con similares resultados, que en la opinión de D. Román fue más perjudicial. “El año ´98 se hizo un trabajo para limpiar los tranques y hay un informe de la contraloría sobre esto. El gobierno regional. Sin embargo, es un trabajo que aparentemente no fue bien hecho, porque los sedimentos se colocaron a muy 92

Armando Soza

63

corta distancia del río. Por lo tanto, en la crecida del año 2000 ocurrió lo mismo, porque las aguas que crecieron pasaron a llevar todos los sedimentos tóxicos y nuevamente cayeron en Quillagua. El impacto del año 2000 en Quillagua fue mayor que el del año 97.” (Ibíd.) Tiempo después de esta polémica, en una entrevista publicada por la Revista Caras, el Gerente de Asunto Corporativos de Codelco, Jaime Undurraga reafirmó el origen natural de la contaminación. “La crecida violenta del río levantó los sedimentos del río históricamente acumulados, los que se agitaron y produjeron una demanda de oxígeno que ocasionó la muerte de los peces.”(Revista Caras S/A) Finalmente sucedió que “El gobierno regional no reconoció nunca que las aguas estaban contaminadas con relave de las empresas, en primer lugar de Codelco que es la mayor afectada acá. Con sus relaves de Talabre y El Indio que se van por napas subterráneas. Esas cuestiones se saben. Todo este estudio lo hizo la Universidad de Antofagasta. Ellos tiene todos los antecedentes y el gobierno se fue en picada contra ellos por haber denunciado todo esto, que la contaminación fue totalmente de Codelco y otras mineras, yo tengo los antecedentes. En el `97 fue la primera, que fue la más terrible, depuse vino otra 2 años después, y ahí se terminó el asunto. Nadie reconoce nada, nadie se hace cargo de nada. El gobierno dijo que era un derrame de barro que se juntaron.”93 Ante toda esta situación de contaminación y de venta de los derechos de aguas, los habitantes de Quillagua se encontraron en un pueblo devastado social y económicamente. Así, “Un año después, luego del episodio de contaminación del río Loa, simplemente no existía agricultura, ni recolección de camarones de ríos. La comunidad de Quillagua se encontraba colapsada, con sus tierras y aguas contaminadas, no podían sostener la agricultura, lo que provoco la decadencia del pueblo y el éxodo de la población.”(Molina, R. S/A) Por este motivo Enedino Asola dice que, “Veo mucha tristeza, me da mucha tristeza, veo que nos embromaron, nos tiraron a embromar con eso. Nunca más sería el Loa.”94 Quienes pudieron y quisieron, se fueron a vivir definitivamente a otros lugares como Iquique, Antofagasta, Pozo Almonte y Alto Hospicio, en búsqueda de una nueva vida. Porque para muchos con esto “murió Quillagua.”95

93

Feliciano Gomez Enedino Asola 95 Bartolomé Vicentelo 94

64

Otros se quedaron y luchan hasta hoy por revivir su pueblo, aun cuando los problemas con el río no cesaron con esto, ya que a esta difícil situación se le sumó en el año 2001 una sequía total del río. “Claro que hubo una catástrofe grande que estuvieron los canales secos por un año, cuando Soquimich cortó todas las aguas.”96 Esta sequía no fue definitiva pero sí se mantuvo por un largo tiempo, y se ha repetido en los últimos años. Así esto se ha transformado en un miedo constante que ronda en el pueblo, y que en cualquier momento vulva a suceder. “Usted ve como está el río ahora, así como va muriendo el pueblo, va muriendo el río. El año pasado estuvimos 5 meses sin agua en el río, todo lo que es verano, desde noviembre para adelante. Usted cruzaba el río, era como si no hubiera río.”97 Las fuerzas y esperanzas se han debilitado con el pasar de los años, ya que los quillagueños sienten que ellos han pagado el costo del progreso y la explotación minera. “Ahora la agricultura en Quillagua no es remunerable para el gobierno, estamos en el centro de todo, no aportamos nada para el Gobierno”98, “Porque el que aporta al país es la minería, la gran minería y no la agricultura en esta zona.”99 Toda esta situación a traído innumerables consecuencias en todo orden de cosas, tanto sociales, como culturales, económicas y políticas. Así el pueblo ha entrado en un delicado proceso en que sus habitantes dicen que no viven, sino que sólo sobreviven allí.

96

Enedino Asola Rolando Jara 98 Armando Soza 99 Jorge Mena 97

65

IV. Consecuencias sociales y culturales en la vida cotidiana de Quillagua. “Sin agua, Quillagua no es nada… como río Loa aquí no vale nada.”100

En Quillagua, tal como hemos visto y debido a sus características particulares dadas por su geografía e historia, se poseía un sistema económico y social fuertemente vinculado, directa e indirectamente, al recurso hídrico proveído por el río Loa. Por este motivo con la alteración del recurso hídrico producto de la sequía y contaminación del río, se desencadenaron numerosas consecuencias que afectaron, entre otras cosas, a la vida social y cotidiana del pueblo. Como hemos visto, este recurso era empleado de diversas formas y actividades por todos los habitantes. “Todo seco, los árboles si usted ve por ahí, todos los árboles secos. Y antes todo eso era verdecito. Todo lleno de pasto. Usted llegaba en este tiempo moradito de flores el pasto de alfalfa. Y el choclo también. Era el tiempo en que se sacaba el choclo, los camarones, pejerreyes, Se comía lo que quería uno. Tenia, ahora no hay nada.”101 Es así como estos cambios en el río generaron consecuencias más allá de lo que se pudiera pensar. Hoy en día estos efectos se pueden apreciar fácilmente en la cotidianidad de estas personas. A continuación desarrollaremos las consecuencias que a traído para Quillagua la pérdida y contaminación de las aguas, a través de la apreciación de sus propios habitantes. Luego analizaremos dichas consecuencias categorizándolas y explicitándolas en árboles de problemas que permitan una visión completa de la situación.

A.- Lo que vino después de la contaminación: apreciación de los quillagueños.

Tras antiguos algarrobos y chañares es normal ver en Quillagua grandes extensiones de terrenos o chacras secas que aún mantienen sus eras intactas, dando la sensación de que súbitamente se dejaron de cultivar, y que todo quedó como estaba. Así es común oír comentarios sobre personas que tienen una o más chacras, pero que sin embargo no le pueden dar ningún uso productivo o económico, debido a que la calidad del recurso hídrico y tierra es muy baja, lo que no permite obtener buenos resultados en las cosechas. Esta situación fue descrita en el año 2005 por Raúl Molina, de la siguiente forma: 100 101

Enedino Asola Lila Silva

66

“Los agricultores de Quillagua debido a la alta salinidad y concentraciones de boro en las aguas del Loa no pueden hacer uso cabal de sus derechos para el riego equivalentes a 45 l/seg. debido a que los efectos de la salinidad sobre la agricultura provocan menores rendimientos, incluso algunos agricultores señalan que las aguas queman sus cultivos y que las plantas no alcanzan a madurar”. (Molina, R. 2005: 51) Tal es el caso de la Sra. Mariel Castro quien señala, “Yo tengo una chacra, que por ejemplo me dejó mi papá, ahí está seca como el piso. ¿Qué saco con sembrar ahora si mañana se me va a secar?, mejor no siembro, si voy a perder todo.”102 En las crianzas de animales y en especial en la característica crianza de cerdos de Quillagua, como nos relata Armando Soza, también se han visto fuertemente afectados por esta situación, debido a que por motivos de salud y de producción ya no es posible seguir dando de beber agua del río a los animales. “A los chanchos, o las chanchas cuando ellos paren, les da agua, y la chancha no da leche. Y usted le cambió, le dio agua dulce y al tiro empezó a dar. Se nota al tiro el cambio del animal.”103 Por este motivo el agua del río dejó de ser parte de la economía ganadera de Quillagua; En consecuencia la opción más accesible fue que a los animales se le de a beber agua dulce o potable, es decir, compartir con ellos la escasa agua que reciben del camión aljibe. “No se puede criar ni un animal, ni una gallina, porque si usted cría un animal tiene que darle agua dulce. Y al darle agua dulce a los animales es porque está postergando a un ser humano. Por eso es que le digo que es campo de concentración.”104 Otra opción fue comprar agua especialmente para consumo de los animales, esto aumentó significativamente los costos de mantención y crianza. Hoy en día no es tan sólo que deban compartir o comprar el agua potable; Sino que además deben comprar alimentos especiales en otros lugares, porque la cantidad de forraje que se produce en el pueblo es insuficiente. Esta nueva situación encarece ostensiblemente los costos, haciendo en muchos casos prácticamente inviable la crianza de animales. Por lo que muchos, aun en contra de su voluntad, han debido eliminarlas. “Teníamos animales, incluso ya los empezamos a eliminar porque el alimento es muy caro. Un saco de alimento de 50 Kl. vale 9000 pesos aquí en Quillagua. Antes no había problema, porque antes había alfalfa, había maíz, estaba la remolacha, todo eso se les daba a los animales. Ahora uno va a tener animales y 102

Mariel Castro Armado Soza 104 Juan Loayza 103

67

hay que pedir el alimento que traen de a fuera, el maíz, la harinilla. Antes no, usted criaba gallinas, sembraba maíz y tenia todo el año.”105 Por este motivo: “Yo todo lo que tengo en este momento es una chancha toda piojosa, conejos y un par de burros… es que no hay forraje. Todo lo que había para animales se terminó.”106 “Ya no hay producción agrícola, no hay fuentes laborales, no hay incentivos para venirse a Quillagua. Entonces a la larga a pesar de los avances, son meros paliativos para la enfermedad que hay acá, porque el pueblo es un enfermo terminal. Le ponen calmante, calmante y algún día se va a morir a lo mejor.”107 Y esta enfermedad según el profesor sería, “La parte de fuente laboral. Hay que estar mirando por eso. Si los ancianos que van quedando son muy pocos y van falleciendo.” 108 Conjunto con dejar de practicar agricultura y ganadería, se han dejado de realizar algunas costumbres y tradiciones agrícolas aymaras, como por ejemplo el mingaco y el Floreo de animales. El primero según don Florentino Ayavire (uno de los últimos agricultores del valle), se caracteriza por una actividad desarrollada después de siembra, donde se hace una comida acompañada de vino que se “entrega”109 a la tierra para tener buena cosecha, y que luego se comparte con todos los que trabajaron en ésta. Por otro lado, el floreo de animales que es una ceremonia en el cual se adornan con flores y colores a las llamas preferentemente, para que tengan un buen año. Don Armando Soza, cuanta que estas tradiciones cada vez se realizan menos, principalmente debido a la pérdida de las aguas del río, ya que cada vez hay menos agricultores y ganaderos, y por lo tanto menos instancias donde practicarlas.

La emigración y la búsqueda de mejores oportunidades. Todas estas situaciones que tuvieron un efecto directo en la producción y economía local, también se manifestaron de manera indirecta a nivel social, en la vida cotidiana de los habitantes del pueblo. Uno de estos efectos fue que disminuyeran radicalmente las fuentes de trabajo disponibles, debido a que ya no se necesitaba personal para labores agrícola. Por otro lado las familias de Quillagua acostumbraban enviar a estudiar fuera del pueblo a los niños una vez que hubiesen cursado hasta sexto básico en la escuela local. Pero al 105

Armando Soza Mariel Castro 107 Jorge Mena 108 Ibíd.. 109 En su efecto se entierra. 106

68

disminuir los ingresos familiares (producto de la falta de trabajo) ya no tienen suficiente dinero para continuar con esta costumbre. “Lo que nos pasó a nosotros sobre el río nos afectó porque estábamos acostumbrados a un ritmo de vida... a ver plata, trabajábamos, veíamos plata. Llegó el momento, murió todo sin poder darle una buena educación a los niños, porque usted sabe que hay que tener dinero. Sin dinero no somos nada. Lamentablemente de los 5 niños, 2 sacaron estudios, y 4º medio nomás, no hablar de universidad, porque no nos alcanza.”110 Esto significó que debían optar. O se quedan los niños en el pueblo y no continuaban sus estudios, o se iba toda la familia junto a los niños. Al pasar del tiempo vemos que la tendencia fue la segunda opción, que toda la familia se traslade a vivir a otro pueblo. A sido tal la incidencia de esta situación, que se ha transformado en una de las principales causas de emigración. “La mayor cantidad que se ha ido es por problema de colegio, porque lamentablemente aquí tiene hasta 6º año básico, y de ahí hay que migrar... usted sabe que para mandar a estudiar a los niños solos, hay que tener familia. Ahora si el niño llega a sexto y muchos de los padres deciden irse, llegan y se llevan el resto de niños.”111 Esta situación fue descrita en el año 2000 por El Mercurio de Calama como: “La flamante escuela de Quillagua tiene capacidad para 80 alumnos. Pero se esta quedando vacía, ya que todos los niños que hay de primero a sexto básico caben en una misma sala. De acuerdo a los registros en 1976 tenían 79 alumnos y en el año 2000 se matricularon 23 y ocho ya se retiraron. Se fueron con sus familias a la ciudad”. (www.mercuriocalama.cl) Por otro lado, los jóvenes del pueblo que alcanzaron a finalizar sus estudios o que ya se están en edad laboral, se encuentran ante una situación tal, de escasez de fuentes laborales, que muchos se ven en la obligación de salir a trabajar fuera del pueblo para poder aportar algo a sus respectivas familias y para sí mismos, yéndose a otros lugares en búsqueda de mejores expectativas. Esto constituye un segundo motivo en la emigración de la población de Quillagua, puesto que cada vez es más difícil emplearse dentro del pueblo. En este sentido vemos que actualmente muchos de los jóvenes y adultos en edad de trabajo que permanecen ahí, no descartan la posibilidad irse del pueblo por dichos motivos. “Los niños van, tiene su trabajo a fuera, su descanso ya es en Quillagua. En vez de quedarse en la ciudad, se viene a acá.”112 Esta situación progresiva de despoblamiento de la localidad a traído aparejada numerosas e insospechadas consecuencias en la estructura social y organizacional de la localidad. En este sentido la disminución de la población implica, necesariamente, que 110

Mariel Castro Ibíd.. 112 Armando Castro 111

69

organizaciones tales como Club de fútbol, grupos scout, etc., han debido dejar de funcionar por una insuficiente cantidad de participantes. Durante una de las tantas asoleadas tardes de Quillagua, por ejemplo, le propuse a “Nico”113 que hiciéramos un partido de fútbol (ya que sabía que en este deporte había sido muy practicado en el pueblo). La respuesta de él fue que no alcanzaban los jugadores. Me nombró uno por uno a quienes podrían jugar, y estos no alcanzaban a ser cinco (incluidos nosotros), es decir, ni si quiera éramos 3 por lado. Así la emigración en los últimos años ha sido preferentemente de jóvenes, mientras que las personas de mayor edad se han quedado en el pueblo, sobreviviendo principalmente de sus jubilaciones. Sobre esta situación, el paramédico del pueblo señala que, “La mayoría de la gente es mayor de 60 años. Ellos dicen que no se van a mover acá, dicen que se van a morir acá, a ¿dónde va a ir?, dicen. Si vivieron toda una vida acá ya están acostumbrados al clima acá. Ellos dicen “a otro lado no nos movemos”. Casi el 70% es mayor de 70 años, si en el colegio tenemos 7 alumnos. Tengo 5 niños en controles de niños sanos. 5 niños de niños de 1 a 6 años.”114 También hay una importante cantidad de quillagueños que no quieren abandonar el pueblo, porque aquí está su historia, su gente, sus recuerdos y sus raíces. Tal como lo señala Mariel Castro: “Nuestras raíces están acá. Yo al menos no me voy a ir. Porque tengo a mis padres en el alto acá, que están descansando, que ellos dieron todo por Quillagua. Mi padre siempre vivió con la esperanza de que Quillagua algún día floreciera. Murió y nunca vio lo que él quería ver. Y de irme de aquí no me voy a ir, si quieren se van todos, que se vallan todos mis hijos si quieren, pero yo no. A pesar de tanta dificultad que tengo para vivir no me voy a ir.”115 Quienes se quedan en el pueblo no tienen muchas opciones laborales, debido a que los trabajos remunerados son mínimos, y sólo veces se pueden realizar algunos trabajos informales. “La gente que vive acá es la gente que está jubilada por ancianos... pero aquí sueldos fijos que hay son como 4. Que son el profesor, el paramédico, el que pone la luz, la señora que trabaja en la escuela. Esos son los sueldos fijos que hay. Después, por ejemplo yo me tengo que hacer el sueldo con trabajitos por acá nomás, temporales, eso nomás.”116 Esta situación de inactividad laboral ha llevado a los habitantes de Quillagua a sentirse como “cuidadores del pueblo” o “haciendo patria”; Es decir, hacen referencia a figuras pasivas en tanto que se sacrifican para mantener con vida el pueblo.

113

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.