EL TRASFONDO DEL TIROTEO EN TUCSON, ARIZONA

EL TRASFONDO DEL TIROTEO EN TUCSON, ARIZONA

"Yo no propongo ampliar el Estado de bienestar, porque aspiro a extender la libertad"
Barry Goldwater

Dieciocho fue el número de personas víctimas de un tiroteo cerca de la ciudad de Tucson en el estado americano de Arizona acontecido el sábado 8, lamentablemente hasta el momento de la aparición de estas líneas seis de ellas han fallecido entre ellas una menor de seis años y un juez federal. Además se debate entre la vida y la muerte la congresista demócrata Gabrielle Giffords conocida en toda la unión americana por su apoyo al presidente Obama en la reforma de la seguridad social y su activismo a favor de las causas más progresistas como son la inmigración, la investigación con células madres y el apoyo al uso de las energías alternativas.

De hecho todo indica que el ataque ocurrido en los momentos en que se llevaba a cabo un evento de atención a las demandas ciudadanas estaba dirigido precisamente contra la congresista norteamericana. Incluso asistentes al evento lograron capturar y desarmar al agresor identificado como Jared Lee Loughner de apenas 22 años y un personaje a quien la prensa americana pronto se encargó de descubrir que era nativo de Tucson, que mantenía una vida difícil y aislada, que sus posiciones políticas eran radicales y que entre sus libros de cabecera se encontraba Mein Kampf (Mi Lucha), un texto escrito por Adolfo Hitler.

Aunque no parecen existir motivos políticos que alentaran a Lee Loughner a realizar el atentado que también dejó una estela de doce heridos aparte de los seis fallecidos, el hecho ha conmocionado a una nación que a la par de una severa crisis económica y financiera se encuentra también en medio de un intenso debate ideológico que seguramente decidirá el rumbo político, económico y social de la aún primera potencia mundial durante los próximos años.

En ese sentido es innegable el dolor, la frustración y la impotencia que en estos momentos deben sentir los familiares de las víctimas del tiroteo, pero también a nivel global los Estados Unidos se encuentran en un estado virtual de shock y de tensión política que es de llamar la atención.

Curiosamente el tiroteo se efectuó como ya mencionamos en Arizona, un estado que se encuentra en medio de la polémica por la aprobación de la ley conocida como Arizona SB 1070 que dividió a la opinión pública norteamericana porque para muchos criminaliza el perfil racial o sea el color de piel entre otras características físicas y ve al migrante ilegal como una amenaza al "American Way of Life"; para otros simplemente ejecuta el actual marco legal norteamericano en materia de inmigración. Precisamente un primer elemento de tensión política y social es el provocado por el efecto en toda la unión americana de la Ley Arizona, de entrada dos o tres estados más quieren imitarla; pero aún más allá del previsible deterioro de las relaciones económicas entre México y Norteamérica provocado por la retirada de miles de mexicanos, más allá de la falta de mano de obra barata para sostener el ritmo de crecimiento económico de Arizona, más allá incluso del costo económico y político de perseguir como delincuentes a migrantes la famosa ley provocó la radicalización de diversos grupos conservadores que han hecho de la causa antiinmigrante el eje de su ideario político.

El segundo elemento lo representa el movimiento político denominado "Tea Party Movement", o el "partido del té", cuya inspiración viene del famoso botín del té en Boston; Massachusetts, ocurrido el 16 de diciembre de 1773, cuando los colonos americanos se rebelan contra Inglaterra lanzando al mar un cargamento de 45 toneladas de té, acto que representa un antecedente inmediato a la guerra de independencia de los Estados Unidos y que está presente en la memoria colectiva del pueblo americano, porque es quizá la primera manifestación contra las restricciones del libre comercio, ya que la corona británica pedía un impuesto especial a los colonos por la comercialización del té.

Por ello y en memoria de este evento que simboliza el espíritu empresarial que dio origen a Norteamérica, a este movimiento político, sus fundadores le dieron el nombre que hoy todos conocemos. Pero en sí, lo que hoy busca el Tea Party es la reducción de la presencia de las instituciones del Estado y los políticos en la vida nacional. Sin embargo, a pesar de que pudiera decirse que el movimiento es de corte conservador o de derecha; lo que lo convierte en un fenómeno ideológico en la política americana es que quienes lo conforman representan un enorme espectro político que abarca desde posiciones nacionalistas, libertarias, religiosas e incluso filosóficas.

Tres aspectos a comentar, primero lo que hizo posible que el movimiento floreciera fue la carga impositiva que a los sectores de mayor ingresos les etiquetó en el 2006 el gobierno de George W. Bush; pero se potencializa con la llegada a la Casa Blanca de Barack Obama y recibe un nuevo impulso con la aprobación del plan de salud universal, con los guiños del nuevo presidente a una posible reforma migratoria y con el enorme paquete de medidas para reactivar la deprimida economía americana.

Segundo, para el Tea Party, ningún esfuerzo que pase por pugnar la igualdad social es válido si para lograrlo se coarta la libertad económica porque ello abre la puerta a estructuras de gobierno totalitarias y cancela cualquier proceso democrático. Recordemos que precisamente la libertad económica o liberalismo es uno de los conceptos económicos más arraigados en la sociedad americana y representa junto con los derechos individuales el motor del desarrollo americano desde la fundación de la nación y hasta la fecha, lo anterior explica que cerca del 20% de la población simpatiza con la postura de este movimiento.

El tercer elemento, en el debate político e ideológico americano el sistema de educación básica tiene en pugna a quienes defienden que en las aulas se continué enseñando como hasta ahora la "teoría evolutiva" de las especies y quienes piden que esta se cancele por incompleta y se sustituya o al menos se alterne con una enseñanza que los expertos han denominado "creacionista" y que tiene que ver con la mano de un ser superior y divino en la creación del universo, el hombre y la naturaleza, en resumen; la vida.

De esta manera, en el 2005, en una comunidad rural del estado de Pensilvania, un grupo de activistas logró que la escuela de enseñanza básica incorporara en su programa académico este tipo de enseñanza, (En los EU el sistema educativo sobre todo a nivel básico, depende de las autoridades locales, ello garantiza que la enseñanza sea vigilada por los padres y que en los niveles superiores esta responda a las necesidades locales). Rápidamente la noticia recorre la nación y provoca el rechazo generalizado de la comunidad científica, pero la unánime aprobación de diversos grupos religiosos y numerosos sectores sociales originando desde entonces un intenso debate.

Para algunos solo se trata de los contenidos de una simple clase de biología, para otros significa el principio de una futura cancelación de la enseñanza del método científico y hay quienes piensan que la enseñanza del creacionismo no se contrapone con las teorías evolutivas y que llegará un momento en que los estudiantes elegirán con cuales conceptos podrán identificarse en su vida futura.

Por lo pronto lo que salta a la vista es que de la noche a la mañana la sociedad americana descubre el enorme peso que sobre ella tienen las creencias religiosas, se habla ya de que son 20 los estados de la unión americana en donde se promueve intensamente la enseñanza del creacionismo. De esta manera, los efectos de la Ley Arizona, el crecimiento del Tea Party y el debate escolar en torno a la teoría de la evolución versus creacionismo, dominan hoy el debate de la sociedad americana. Para México es de sumo interés conocerlos puesto que nuestra a veces tortuosa y otras amistosa relación nos causa efectos colaterales que en muchos es necesario analizar a fondo, numerosos son nuestros compatriotas que día a día cruzan la frontera que nos separa no por gusto, lo hacen por la imperiosa necesidad de buscar la riqueza que en nuestro país no encuentran.

Los hechos son que Estados Unidos demanda mano de obra barata y esta la encuentra con mayor facilidad por cuestiones geográficas con su vecino del sur que expulsa trabajadores y que la Ley Arizona fue posible porque las diversas experiencias internacionales han demostrado que en épocas de crisis económicas es común que el sector más vulnerable pague los platos rotos, en este caso los migrantes; el hecho es también de que los mexicanos y latinos en general a pesar de que cada vez representarán una fuerza electoral más y más numerosa, aún no logran acumular un gran poder político, como si lo han logrado la diáspora irlandesa en Nueva York o la cubana en el estado de Florida.

Por otro lado no puede ocultarse que el americano promedio está desencantado con el accionar de la administración de Barack Obama, sobre todo porque su bolsillo ha resentido la crisis económica como no lo había hecho alguna otra generación de norteamericanos; la incertidumbre y el miedo a que el futuro no pinte bien será siempre un buen caldo de cultivo para los movimientos radicales.
Para los optimistas el Tea Party no tiene futuro porque su agenda de oposición a los aumentos de impuestos, a los altos gastos sociales es de alguna manera a corto plazo, por ello vaticinan que desaparecerá en cuando el país vea la luz al final del túnel de la depresión económica. El problema principal para los optimistas es que no saben cuando sucederá eso, por lo pronto no parece posible que para los americanos las cosas mejoren ese año.

Respecto al debate entre evolucionistas y creacionistas es difícil tomar partido, cuando la ciencia avanza niega lo que ayer se conocía o cuando menos el conocimiento anterior se vuelve más complejo, seguramente los descubrimientos científicos del mañana serán impresionantemente más grandes que los que hoy nos sorprenden, pero también muchos, por más racionales que intentemos ser no dudamos en recurrir a la fe cuando sentimos que la necesitamos para alimentar nuestro espíritu.

De cualquier forma, Norteamérica no deja de sorprendernos nunca, es una nación que está en constante evolución, construyéndose a sí misma y forjando cada día una identidad que se forma y sigue formando de distintas razas como un crisol, podemos criticarla, odiarla o admirarla, pero nadie puede negar que desde su fundación ha permanecido estática, ojalá que en estos momentos de avance de las ideas conservadoras sean capaces de ofrecernos también una lección de amor, tolerancia y respeto a quienes piensan diferente, solo así se acabarán hechos vergonzosos y dolorosos como el tiroteo en Tucson, Arizona.