EL TRABAJO EN LA ACTUALIDAD Y SU IMPACTO SOBRE LAS SUBJETIVIDADES: UNA MIRADA PSICOANALÍTICA

July 25, 2017 | Autor: Adriana Hernández | Categoría: Trabajo, Subjetividad
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Descripción

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COMPILACIÓN DE TEXTOS JORNADAS DE INVESTIGACIÓN DE PROFESORES DE SOCIOLOGÍA, 2013 Centro de Estudios Sociológicos Facultad de Ciencias Políticas y Sociales Universidad Nacional Autónoma de México

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Este material es una compilación de algunos de los textos presentados en las JORNADAS DE INVESTIGACIÓN DE PROFESORES DE SOCIOLOGÍA, 2013, organizadas por el Centro de Estudios Sociológicos durante agosto y septiembre del 2013. Autores (por orden alfabético): Adriana Hernández Gómez, Aurora Zlotnik Espinosa, Carlos Arturo Rojas Rosales, Erwin Stephan-Otto, Evangelina Sánchez Serrano, Fernando Jiménez Mier y Terán, Gerardo Cruz, Gina Zabludovsky Kuper, Jerónimo Hernández Vaca, Ma. Esther Navarro Lara, Obed Frausto Gatica y Víctor Sánchez Sánchez. Compilación a cargo de Mina Lorena Navarro y Paulina Alba Trenado Corrección de estilo: Paulina Alba Trenado Centro de Estudios Sociológicos, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, México DF, 2013, 215 p.

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ÍNDICE

Presentación

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Las mayordomías de Xochimilco como indicador de la calidad de vida de los habitantes de la zona a través del tiempo Aurora Zlotnik Espinosa

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Repensando el poder social desde la idea de comunidad en Alexis de Tocqueville Gerardo Cruz Reyes

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Durkheim: sociología de la religión y fiestas patrias en méxico. Gina Zabludovsky Kuper

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Cooperativa Española de la Técnica Freinet. Maestras participantes (1933-1936) Fernando Jiménez Mier y Terán

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La Reforma Política del Distrito Federal: propuestas desde la sociedad civil a partir de la Carta de la Ciudad de México por el Derecho a la Ciudad Miguel Ángel Ramírez Zaragoza

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El trabajo en la actualidad y su impacto sobre las subjetividades: una mirada Psicoanalítica Adriana Hernández Gómez.

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El Aprendiz del Hechicero: Crítica de Henry Thoreau al Positivismo Obed Frausto Gatica

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El SME y su existencia por el conflicto. [Las leyes, la Suprema y la lucha de clases] Víctor Sánchez Sánchez.

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El caso Rosendo Rosendo Radilla entre la incapacidad y la inoperancia estatal. La instrumentación de la políticas de reparación a víctimas del pasado en México. Evangelina Sánchez Serrano Panorama histórico de México Jerónimo Hernández Vaca

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Desarrollo y gobernabilidad en la ciudad de México: la vida en un lago seco y las culturas del agua. Erwin Stephan-Otto

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Las experiencias de educación alternativa en el mundo Ma. Esther Navarro Lara

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De lo lúdico y lo policial: Lo simbólico en el poder y la innovación social. Un apunte sobre la metodología en ciencias sociales como un a propósito de la geopolítica sobre la capacidad de transformación e inteligencia colectiva para los procesos sociopolíticos. Carlos Arturo Rojas Rosales

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PRESENTACIÓN Los textos que aquí se presentan son algunos de los trabajos expuestos en

LAS

JORNADAS DE INVESTIGACIÓN DE PROFESORES DE SOCIOLOGÍA DEL 2013, las cuales año con año son organizadas por el Centro de Estudios Sociológicos (CES) de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM para conocer los temas, enfoques y trabajos de investigación de los profesores de nuestra planta docente. Con dicha iniciativa se trata de abrir un espacio para dialogar y debatir entre todos los profesores, tanto los de carrera como los de asignatura, así como con los estudiantes de la carrera de Sociología. Los 14 textos presentados en este material muestran la diversidad de miradas e intereses de investigación de nuestros profesores, una virtud que enriquece la construcción de conocimiento de todo centro de estudios. Esta compilación es un esfuerzo por difundir algunos de los trabajos de investigación de nuestros profesores y sus contribuciones teóricas, metodológicas y de análisis de referentes específicos de la realidad social, así como la generación de vínculos académicos entre nuestra comunidad universitaria.

Dra. Mina Lorena Navarro Coordinación de Investigación Centro de Estudios Sociológicos

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EL TRABAJO EN LA ACTUALIDAD Y SU IMPACTO SOBRE LAS SUBJETIVIDADES: UNA MIRADA PSICOANALÍTICA Adriana Hernández Gómez.∗ “En la actualidad ya sucede que para vencer en la competencia económica es necesario ser capaz de reducir al mínimo lo humano que hay en nosotros y potenciar nuestros automatismos agresivos, competitivos y despiadados.” Franco Berardi Bifo El trabajo en la Actualidad: Exigencias en sentidos opuestos. Progreso, evolución y desarrollo conviven con la idea de innovación, necesidad de cambios constantes, lo desechable, lo momentáneo y caduco, lo virtual, la liviandad, la inconstancia. Todas las anteriores son características de hoy en día y que, por supuesto, son también características de las condiciones laborales actuales. Ambas formas se tocan, funcionan y; sin embargo, son completamente contradictorias. Para Walter Benjamin, el progreso representa la acumulación de la ruina. Él alerta sobre la exaltación de las mercancías, el asombro ante el progreso de la técnica, ante los objetos de moda, que termina convirtiendo lo humano en sólo una mercancía. ¿No estaba ya nombrando Benjamin lo que inminentemente llegaría? La disolución de las certezas, de los destinos; el paso del ideal de progreso y desarrollo a su licuefacción; siguiendo a Bauman, de la ética del trabajo a la estética del consumo. De esta manera, el trabajo se vuelve una mercancía, incluso el sujeto mismo como mercancía.



Lic. en Psicología por la UNAM, con Maestría en “Saberes sobre Subjetividad y Violencia” por el Colegio de Saberes, diplomado en “Técnica, estrategia y política en la clínica psicoanalítica” por el Colegio de Saberes y en “La Clínica de Freud” por Dimensión Psicoanalítica. Profesara de Asignatura en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, correo electrónico: [email protected]

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Así, ante los cambios en la formas de trabajo, la transformación del mismo en un consumible más, sobreviene un malestar, una angustia ante la finitud, y ¿qué mejor forma de contrarrestar este miedo a lo desértico de la vida (siguiendo a Žižek), que produciendo y produciendo (¿consumiendo?), aun cuando sea sólo en la virtualidad? Cabe regresar a las palabras de Foucault cuando afirma lo siguiente: “La positividad de la economía se aloja en este hueco antropológico. El homo oeconomicus no es aquél que se representa sus propias necesidades y los objetos capaces de satisfacerlas; es el que pasa, usa y pierde su vida tratando de escapar a la inminencia de la muerte”101 La virtualidad de la economía, de la tecnología, de las relaciones, de la producción, del trabajo, funcionan, de este modo, como un buen sustituto del representante que ya no existe, del sustento, del recurso que se ha agotado, y por tanto de ese horror vacui que tanta angustia produce. De aquí la insistencia de Zigmunt Bauman respecto al fin de la procrastinación de la gratificación en la modernidad y la entrada a una exigencia de inmediatez hedonista: “para mantenerse vivo y fresco, el deseo debe ser continuo y frecuentemente satisfecho –aun cuando la gratificación augura justamente el fin del deseo – […] Una gratificación no verdaderamente gratificante que jamás se bebe hasta el fondo, que siempre se deja por la mitad….”102 Al respecto de esto, cabe señalar la postura de Deleuze y Guattari en El Anti-Edipo, retomada por Bifo103, donde afirma que el hombre, frente al proceso de continua desterritorialización

(los sistemas de referencia se vuelven aleatorios y

nomádicos), busca incesantemente una identidad que pueda regresarle la seguridad que el capitalismo no puede ya ofrecerle (reterritoralización); sin embargo, esta construcción de un territorio se da sólo da manera ficticia (fantasmática) y como una estrategia agresiva frente al otro. En suma, esta inmediatez hedonista tendría por función restituir la seguridad que fue arrebatada, no sin pasar violentamente sobre el otro. Nos encontramos, de esta manera, en las actuales formas de trabajo, a un sujeto colocado en una contradicción: por un lado, exigencias de progreso, desarrollo y 101

Michel Foucault, Las Palabras y las Cosas (Madrid: Siglo Veintiuno Editores, 2007), 256. Zigmunt Bauman, Modernidad Líquida (México: Fondo de Cultura Económica, 2000), 170. 103 Franco, Berardi Bifo, La Fábrica de la Infelicidad (Madrid: Traficantes de sueños, 2003), 144. 102

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sentido de pertenencia; por otro lado, la imposibilidad de dar continuidad a estas exigencias y la constante demanda de flexibilidad y apertura a los cambios, ¿qué acontece con el sujeto, sus relaciones, su cuerpo, su deseo, inmerso en esta problemática? A continuación, reflexionaremos en torno a estos puntos. Del “todo administrable” y la fantasía que sostiene. Vincent de Gaulejac, junto con Nicole Aubert han realizado un interesante análisis del concepto de excelencia en su libro El Costo de la Excelencia, en el que realizan un recorrido histórico de las empresas y la forma en que éstas han ido modificando sus prácticas y sus formas de control, desde los modelos piramidales y jerárquicos del capitalismo industrial clásico, hasta la actual insistencia en que todo puede ser administrado (management). En 2007, De Gaulejac escribe La Societé malade de la Gestion, siguiendo con este texto las ideas planteadas en 1994, para mostrar esta insistencia en lo “todo administrable” como la enfermedad actual de nuestra sociedad, pretenciosa “enfermedad” característica de nuestros tiempos, en la que no se administran tan sólo recursos, los cuerpos y el deseo son también objeto del management, pero ¿de qué forma? A esto volveremos más tarde. Es una sociedad en la que los sujetos deben realizar ajustes permanentes para intentar mantener cierta coherencia en un medio ambiente que requiere de respuestas rápidas, oportunas y adecuadas; estas dinámicas están hoy, más que nunca, atravesadas por exigencias contradictorias. Sin embrago, Neuhaus afirma: “…la innovación no puede ir más allá de lo propuesto por los intereses del mercado, regido éste por las empresas multinacionales, portadoras de las ideas de globalización, falsa imagen de un igualitarismo inexistente, apoyado por el avance de las comunicaciones y la existencia del ciberespacio, que potencia esta ficción…” (Neuhaus, 2001: 231). Frente a estas exigencias de flexibilidad por un lado, y desarrollo y excelencia por otro, ¿no será justamente el “todo administrable”, el que hace el lazo entre estas dos contradicciones? Así, no resulta tan curioso recordar a un director del área de Mercadotecnia de una empresa financiera, solicitando un curso para su equipo de trabajo, que girara en torno a lo que él denominó “administración de las emociones”, de modo que sus empleados pudieran

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adaptarse a las condiciones cambiantes de la empresa y lograr los objetivos planteados en el área. Surgen nuevas formas de organización en las empresas, a partir de finales del siglo XX. Dichas formas de organización (que en un inicio se dan únicamente en las empresas privadas, para posteriormente trasladarse a las empresas públicas) modifican los lazos sociales al interior de estas instituciones, por supuesto también las relaciones laborales. Bajo estas nuevas formas, resulta casi imposible crear lazos duraderos, vínculos amistosos; las relaciones, al igual que los trabajos son sólo momentáneas y utilitarias. De esta manera, se introduce poco a poco, el empleo de este management de los recursos (incluidos los “recursos humanos”), de la información, de las labores, de los tiempos, de los espacios, de los cuerpos, etc., de forma que todo se presente bajo la ilusión de mayor eficiencia y control, al estar parado en un piso que no sostiene más que por un instante. Richard Sennet realiza un estudio al respecto del impacto que tienen en el sujeto estas transformaciones del trabajo, sobre todo pensándolo en términos de temporalidad: todo es a corto plazo, cada vez más los trabajos se presentan como proyectos temporales, abarcando cada vez mayor espacio el trabajo independiente o freelance. Sennet, al respecto de esto, afirma: “Es la dimensión temporal del nuevo capitalismo, más que la transmisión de datos con alta tecnología, los mercados bursátiles globales o el libre comercio, lo que más directamente afecta a las vidas emocionales de las personas que ejercen su actividad fuera del lugar de trabajo. Trasladado al terreno de la familia, el lema “nada a largo plazo” significa moverse continuamente, no comprometerse, no sacrificarse […] , sólo significa ”104 Hay entonces, en las condiciones laborales actuales, una necesidad de saber por fin quién se ocupa de qué labor, intentándose hacer reorganizaciones constantes que no resuelven la problemática (procesos de organización y desorganización permanentes). Esto explica la tensión constante que hace que la gente tenga una percepción (y no es sólo una percepción) de la vida laboral como poco estable, en 104

Richard Sennet, La corrosión del carácter. Las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo (Barcelona: Anagrama, 2000), 24 y 30.

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constante cambio. Y esto mismo es valorizado por el discurso del management, en el que se pide gente flexible y con capacidad de adaptación. Por supuesto que esta situación genera una incertidumbre terrible. Bajo este tambaleo, esta incertidumbre frente a los cambios constantes, también la búsqueda de excelencia se convierte en la norma. La prescripción no es lograr los objetivos, sino superarlos, está presente la exigencia de siempre hacer más, pero ¿qué es esto que llaman excelencia? No es más que un término utópico de siempre estar más allá de lo común y corriente, pero que finalmente se define por sí solo. No puede sustentarse y, sin embargo, se cuantifica con calificaciones y evaluaciones de calidad. Pongamos el ejemplo de las evaluaciones internas con respecto a los objetivos que manejó American Express105: sólo hay 5 posibilidades: -Outstanding; -Well, above normal expectancy; -Satisfactory; - Improve needed e – Insatisfactory. Estas calificaciones exigen estar por arriba de lo esperado, de lo contrario, el sujeto sería mediocre, la pregunta necesaria frente a esto es: ¿cómo transita un sujeto estos espacios en esta estructura del éxito/fracaso? Aparece aquí la imposibilidad del error. Basta con mencionar una de las expresiones utilizadas en las empresas para referirse a los errores: “Áreas de Oportunidad”. No hay espacio para el error, para la falta, por lo que tampoco habría espacio para el deseo. Por supuesto, que al interior, en las prácticas, esto nunca se da así, pero ¿qué efectos tiene la virtualidad de “cero errores”? Ya que el error, aun cuando se deje de lado, aunque se pretenda obviar, se presenta e insiste. Eso que “salió mal”, regresa y, ciertamente, no como “área de oportunidad”, tendiendo a revelarse el error de una forma u otra. Y es que se da un juego de apariencias, de sustituciones de la “realidad” por la fantasía. Se coloca en el trono al dinero, puesto que es lo único que da sentido y si es éste el objetivo, una de las formas para acceder a él es el trabajo, pero no sólo el trabajo como medio, sino el trabajo como sacrificio, ofrecerse a una empresa, “ponerse la camiseta”, hacerse uno sólo, utilizar el lenguaje “nosotros” al referirse a él mismo, diluirse, perderse en el discurso de la institución, estancarse… y todo

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Dato citado por Vincent de Gaulejac, El Costo de la Excelencia, Conferencia en Buenos Aires, Argentina, 2008.

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esto, frente a la incertidumbre del cambio constante. Cito a Bifo en su texto, La fábrica de la infelicidad: “Se ha producido una rápida polarización del proceso productivo en el planeta. El trabajo industrial de transformación mecánica de la materia física se desarrolla en los países carentes de tradición obrera, en las zonas pobres del planeta en las que el coste del trabajo es bajísimo y la explotación no tropieza con barrera alguna. En las zonas de alto desarrollo tecnológico se concentra, por el contrario, el trabajo cognitivo con un alto nivel de cualificación y una baja intercambiabilidad. Este trabajo está relativamente bien pagado, aunque dentro de este grupo el abanico salarial es muy amplio. Las condiciones de este trabajo, sin embargo, hacen que su explotación no esté sometida a ningún límite. El horario de trabajo es ilimitado y los trabajadores tienden a identificarse con las tareas que desarrollan, hasta el punto de considerar secundaria la defensa de su vida frente a la invasión del trabajo productivo”106. No cabe duda que la sociedad se encuentra envuelta en esta enfermedad que pretende, retomando a de Gaulejac, administrarlo todo, se administran los recursos, los procesos, a los empleados, las actividades, los tiempos, las emociones, los planes, los cuerpos… en una especie de programación de la vida, sostenidos en la firme creencia de que hay un lugar específico al cual llegar y que hay formas correctas de llegar; sin embargo, ese lugar ilusorio se tambalea rápidamente y habrá que hacerse de otra ilusión. Así, “una fantasía es a la vez pacificadora, tranquilizadora (nos proporciona una situación imaginaria que nos permite afrontar el abismo del deseo del Otro) y aterradora, perturbadora, inasimilable en nuestra realidad.”107 Pero, preguntémonos, ¿a quién responde entonces el sujeto?, ¿de quién vienen estos mandatos de excelencia, de flexibilidad, que encuentran sus vías a través de la administración de todo? “El orden simbólico, la constitución no escrita de la sociedad, es la segunda naturaleza de todo ser hablante: está ahí, dirigiendo y controlando mis actos; es el agua donde nado, en última instancia, inaccesible – nunca puedo ponerlo enfrente de mí y aprehenderlo- […] Por eso el gran Otro 106 107

Berardi, “La fábrica de la infelicidad”, 133-134. Slavoj Žižek, Bienvenidos al desierto de lo Real (Madrid: Akal, 2008), 20.

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puede personificarse o reificarse en un simple agente: el “Dios” que vigila desde el más allá, a mí y a cualquier persona existente, o la causa que me compromete (libertad, comunismo, nación), por lo que estoy dispuesto a dar la vida.”108 De la gestión de los cuerpos. Hemos hablado del “todo administrable”, pero ¿cómo se administran los cuerpos en las formas actuales de trabajo?, ¿pueden efectivamente administrarse?, o ¿son sólo intentos de gestionar el cuerpo? Ya Foucault daba cuenta de cómo posterior a la 2ª Guerra Mundial, una de las finalidades del Estado se transformó en el cuidado del cuerpo, surgiendo el derecho a la salud y con esto, una nueva moral, una nueva economía y una nueva política del cuerpo: “Vivimos en un régimen en el que una de las finalidades de la intervención estatal es el cuidado del cuerpo, la salud corporal, la relación entre la enfermedad y la salud”109 Y, ¿no pareciera, acaso, que en estos tiempos se diluye, cada vez más, la línea divisoria entre política y negocio? Los gobernantes se vuelven empresarios y los empresarios políticos. Si esto es así, ¿no será, no sólo el Estado, sino también las empresas mismas, las que ahora se encargan de las nuevas políticas del cuerpo? Basta con observar los programas de mejora de la salud y prevención de enfermedades que han cobrado una fuerte importancia dentro de los grandes corporativos. No hay sólo una preocupación por mantener la salud física de los trabajadores, sino además, una intención de mantenerlos “en forma” (cursos y talleres de salud y sexualidad, incentivos para actividades deportivas, programas de nutrición y control de peso, yoga, etc.) Siguiendo las ideas que propone Bauman: “Estar en forma, a diferencia de la salud, es una experiencia subjetiva. […] La vida organizada en torno del propósito de estar en forma propone muchas escaramuzas existosas, pero nunca el triunfo final.”110 ¿Será entonces, que las empresas han puesto sus esfuerzos en mantener, no sólo la salud de los sujetos al interior de las mismas, sino en formar subjetividades acorde a los múltiples cambios que se gestan? Con esta impuesta administración de los cuerpos, se crea la ilusión de la actividad, se hace sin hacer. “El hecho de que las 108

Žižek, “Bienvenidos al desierto”, 18-19. Michel Foucault, Obras Esenciales (Madrid: Paidós, 1999), 628. 110 Bauman, “Modernidad Líquida”, 83. 109

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cosas estén decididas de antemano –que nuestra actitud ante el destino sea la de una víctima pasiva- nos permite desarrollar una actividad frenética incesante. Actuamos todo el tiempo para sostener la inmovilidad del gran Otro…”111 En este mismo sentido, ¿Por qué es justamente dentro de las empresas dónde mayormente encontramos los textos denominados de autoayuda y superación, o bien los cursos y charlas motivacionales?, ¿qué clase de contenidos se manejan ahí?, ¿no son acaso recetarios para la vida?, ¿procedimientos todos ellos para administrar lo inadministrable? Ilusiones que a pesar de su ligereza y pobreza teórica dan tranquilidad a la gente, dejan una especie de certeza de algo: “si quiero, puedo”, restituyen la seguridad que se ha arrebatado. En este sentido, vale la pena recordar los trabajos realizados por Marcela Zangaro112 en España al respecto del Management como una tecnología del yo, reflexionando desde una visión foucaultiana al respecto del “todo administrable” y haciendo hincapié en los títulos de algunos de estos libros: “Descubra sus fortalezas”, o bien “El bienestar rinde dividendos”, un título más claro “¿Qué debería hacer con mi vida?” o de manera casi cómica: “Cuando el mundo se detenga, ¡muévase!” Con lo dicho hasta este momento, por supuesto que no es casualidad el surgimiento de este tipo de textos.

¿Qué hay del sujeto? Siguiendo a Freud, Assoun afirma: “…En efecto, se ha formulado la cuestión del coste que representa para el sujeto la pertenencia colectiva, en términos de satisfacción de las pulsiones… Una cultura que muestra ella misma cómo, en un momento histórico determinado, se acaba escogiendo entre el sufrimiento y la sublimación…”113 Sublimar para pertenecer, sublimar para sobrevivir, producir en lugar de amar, producir en lugar de desear. “Tal es efectivamente el juego de la institución. Ella habita la podredumbre al mismo tiempo que la designa. Le asigna

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Slavoj Žižek, Cómo leer a Lacan, (Buenos Aires: Paidós, 2008), 35-36. Marcela Zangaro, "Subjetividad Y Trabajo: El Management Como Dispositivo De Gobierno," Trabajo y Sociedad 15, no. 16 (2011). 113 Paul – Laurent Assoun, Freud y las Ciencias Sociales (Barcelona: Ediciones del Serbal, 2003), 188. 112

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un lugar, pero circunscrito, constituido en secreto interno: entre nos, tú sólo eres mierda, sólo eres un sujeto de un supuesto saber. Habitando en ella, esta “podredumbre”, la toma a su cargo, la limita a una verdad sabida y producida en el interior, que permite en el exterior otro discurso, noble, de la manifestación teórica.”114 Pero los sujetos no son pasivos, no aceptan pasivamente el control y la disciplina, también tienen diferentes formas de actuación, distintas maneras de utilizar esta disciplina, diversas “formas de hacer” que sólo son visibles al interior de la empresa. Pequeños actos a modo de resistencia. Prácticas cotidianas con las que se apropian de un espacio singular dentro de la empresa: “Esta mutación hace habitable el texto como si fuera un apartamento rentado. Transforma la propiedad del otro en un lugar que, por un momento, un transeúnte toma prestado. Los inquilinos operan una mutación semejante en el apartamento que hacen amueblar con sus acciones y sus recuerdos; los locutores, en la lengua donde deslizan los mensajes de su lengua materna y, mediante el acento, los “giros” propios, etcétera, de su propia historia…De igual modo, los usuarios de códigos sociales los vuelven metáforas y elipsis de sus cacerías. El orden imperante sirve de apoyo a innumerables producciones, mientras que vuelve ciegos a sus propietarios ante esta creatividad (como estos “patrones” que no pueden ver lo que se inventa de diferente en su propia empresa)…”115 Los empleados de una empresa, transforman el espacio ajeno en propio, lo personalizan, lo hacen suyo, resistiendo, de estas múltiples formas, al todo administrable. Pero ¿vale de algo esta resistencia? A modo de conclusión. Es claro que las condiciones laborales en la actualidad se presentan mucho más inestables que hace veinte o treinta años. Las posibilidades de hacer un “proyecto de vida” dentro de una empresa o cualquier institución u organización, se han reducido considerablemente. Es entonces, que debe insistirse en la reflexión de lo

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Michel de Certeau, Historia y Psicoanálisis (México: Universidad Iberoamericana, 2003), 138. Michel de Certeau, La Invención de lo Cotidiano. Artes de hacer (México: Universidad Iberoamericana, 2007), LI-LII. 115

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que acontece en los sujetos a partir de esta movilidad constante, de esta incertidumbre, de esta “fluidez de la época moderna”. Y es que siempre el sujeto encontrará formas (tácticas) de resistencia, un contrapoder manifestado en pequeños actos de rebeldía conscientes o bien, sin darse cuenta siquiera de ellos, ejemplo de esto son los constantes retardos, olvidos, errores, pérdidas de información o documentos e incluso las formas de utilizar el tiempo, las muy diversas maneras de realizar una actividad aun cuando haya un procedimiento marcado para ello, las constantes incapacidades por enfermedad, etc. Retomemos estas palabras de Nietzsche: “El hombre enfermo gana esa sabiduría en el ocio al que lo obliga su enfermedad y llega a enterarse así, de que por lo común está afectado por causa de su propio empleo, de sus negocios o de su sociedad, y que por ellos ha perdido todo conocimiento razonado de sí mismo”116 Pareciera que la singularidad, el deseo, la fantasía, surgen a pesar de las múltiples formas de control y la permanente exigencia de flexibilidad ante los constantes cambios. Ya decía Michel de Certeau que: “…como los indios, los usuarios “trabajan” artesanalmente –con la economía cultural dominante y dentro de ellalas

innumerables

e infinitesimales

metamorfosis

de su

autoridad

para

transformarla de acuerdo con sus intereses y sus reglas propias. De esta actividad de hormigas, hay que señalar los procedimientos, los apoyos, los efectos, las posibilidades.”117 Se necesita, pues, develar estas tácticas, estas jugarretas de las que se sirven los sujetos ante las condiciones laborales de la actualidad, mismas que le permiten hacerse de un lugar, tomar posición y no diluirse como sujeto de deseo. Sólo es posible conocer estas tácticas, estas prácticas minúsculas en la narración, siguiéndolas como trayectorias realizadas al interior de las instituciones, de esta manera, sería importante dar la palabra a estos sujetos, que narren acerca de la cotidianeidad de un día laboral e ir cazando en estos “recorridos” aquello que se escapa de lo teórico y, más aún, de la mirada al exterior de los espacios laborales y, por supuesto, de las formas de control que se ejercen dentro de ellos, así como esas 116 117

Friederich Nietzsche, Humano, demasiado humano (Argentina: Andrómeda, 2005), 202. De Certeau, “La invención de lo cotidiano”, XLIV.

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pequeñas prácticas que le dan cabida a los sujetos como autores de su propia historia, develando tal vez lo que es del sujeto y lo que se hace del sujeto: “…Quizá entonces, el mejor lema para el análisis contemporáneo de la ideología sea esta frase citada por Freud al principio de la Interpretación de los sueños: Acheronta movebo: si no puedes cambiar el conjunto explícito de reglas ideológicas, puedes tratar de cambiar el conjunto subyacente de reglas obscenas no escritas…”118 Bibliografía • Paul-Laurent, Assoun, 2003, Freud y las Ciencias Sociales, Barcelona: Ediciones del Serbal. • Zigmunt, Bauman, 2000, Modernidad Líquida, México: Fondo de Cultura Económica. • Walter, Benjamin, 2008, “Sobre el concepto de Historia”, Obras, libro 1, vol. 2, Madrid: Abada Editores. • Franco, Berardi, 2003, La fábrica de la infelicidad, Madrid: Traficantes de sueños. • Michel, de Certeau, 2003, “La Institución de la Podredumbre: Luder”, Historia y Psicoanálisis, México: Universidad Iberoamericana. • Michel, de Certeau, 2007, La Invención de lo Cotidiano. Artes de hacer, México: Universidad Iberoamericana. • Christophe, Dejours, 2009, Trabajo y sufrimiento. Cuando la injusticia se hace banal, Madrid, Modus Laborandi. • Vincent, de Gaulejac y Nicol, Aubert, 1994, El Coste de la Excelencia, Argentina: Paidós. • Vincent,

de

Gaulejac,

2007,

La

Société

malade

de

la

gestión.

Ideologiegestionaire, pouvoir managerial etharcélement social, Paris: Seuil. • Eugene, Enriquez, 1997, Les jeux du puovoir et du decir dans l’éntreprise, París: Desclée de Brower.

118

Žižek, “Bienvenidos al desierto”, 29.

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• Michel, Foucault, 2007, Las Palabras y las Cosas, Madrid: Siglo Veintiuno Editores. • Michel, Foucault, 1999, “¿Crisis de la medicina o crisis de la antimedicina?” Obras Esenciales, Madrid: Paidós. • Sigmund, Freud, 2007, “El Malestar en la Cultura”, Obras Completas, Vol. 21, Madrid: Amorrortu. • Friederich, Nietzsche, 2005, La Genealogía de la Moral, México: Tomo. • Friederich, Nietzsche, 2005, Humano, demasiado humano, Argentina: Andrómeda. • Richard, Sennet, 2000, La corrosión del carácter. Las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo, Barcelona: Anagrama. • Richard, Sennet, 2010, El artesano, Barcelona: Anagrama. • Marcela, Zangaro, 2011, “Subjetividad y Trabajo: El management como dispositivo de gobierno” Trabajo y Sociedad, 15, N° 16: 163-177. • Marcela, Zangaro, 2011, Subjetividad y trabajo, una lectura foucaultiana del management, Buenos Aires: Ediciones Herramienta. • Slavoj, Žižek, 2008, Bienvenidos al desierto de lo real, Madrid: Akal. • Slavoj, Žižek, 2008, Cómo leer a Lacan, Buenos Aires: Paidós.

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