El tópico literario de la Travesía de amor. De la literatura clásica a la poesía española de los Siglos de Oro. (Ejemplo en los autores Luis de Góngora y Francisco de Quevedo

May 24, 2017 | Autor: J. Gómez Luque | Categoría: Poetry, Love, Quevedo, Sailing, Topos, Seafaring, Góngora, Seafaring, Góngora
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El tópico literario de la Travesía de amor. De la literatura clásica a la poesía española de los Siglos de Oro. (Ejemplo en los autores Luis de Góngora y Francisco de Quevedo) Juan Antonio Gómez Luque Universidad de Córdoba. Facultad de Filosofía y Letras. Departamento de Ciencias de la Antigüedad y de la Edad Media. E-mail: [email protected] Summary The literary topos of love seafaring (nauigium amoris) can be defined as the identification or comparison between love and seafaring. As a topos, it sprung in Classical literature, including a set of six motifs: twofold nature of Aphrodite-Venus, comparison of sexual relationship to sailing or rowing, comparison of woman and/or love to sea, the love tempest, arrival to harbor and votive offerings. From its classical origin and by Petrarch’s intervention, the topos featured conspicuously in Spanish poetry of the Golden period.

Resumen El tópico literario de la Travesía del amor (nauigium amoris) se define como la asimilación figurada entre navegación y sentimiento amoroso. Surgió en la literatura clásica y consta de un conjunto de seis submotivos: doble faceta de Afrodita-Venus, la relación sexual comparada con el acto de navegar o remar, comparación de la mujer con el mar, la tempestad del amor, la arribada a puerto y la ofrenda votiva. A partir de ese origen clásico y gracias también a la mediación cultural de Petrarca, el motivo alcanza una presencia relevante en la poesía española de los siglos XVI y XVII. Introducción Cuando escuchamos expresiones como "amores tormentosos" o "relaciones tempestuosas", u oímos decir que tal o cual matrimonio "hace aguas", seguramente no reparamos en que se está recurriendo coloquialmente a un lenguaje figurado que ha tenido una rica y larga tradición en la poesía clásica (grecolatina) y en la literatura europea. Se trata, en efecto, de un tema literario consistente en la identificación figurada de amor y mar. El objeto del presente trabajo de investigación es el de analizar un tema literario concreto y rastrear su desarrollo en la literatura occidental, desde la literatura clásica hasta la literatura española de los Siglos de Oro. El tema puede recibir la etiqueta de TRAVESÍA DE AMOR (en latín, navigium amoris). Su contenido puede resumirse así: se trata de la expresión literaria de la asociación y comparación entre la navegación marina y la relación amorosa. Constituye, en nuestra opinión, un tópico literario, porque se manifiesta en bastantes textos cumpliendo unos determinados requisitos de contenido semántico, forma literaria y recurrencia histórica. Metodología Para un estudio sistemático del tópico literario de la travesía de amor y su rastreo hasta la literatura moderna hemos utilizado el siguiente esquema: 1.- Hemos delimitado el concepto de tópico literario partiendo de la retórica clásica (Aristóteles, Cicerón, Quintiliano) y terminando con la actualización temática de la crítica literaria moderna, en especial la obra de Curtius[1]. 2.- Posteriormente se ha analizado el tópico de la Travesía de Amor en la literatura clásica como génesis de la influencia que tendrá el tópico en la literatura posterior (Edad Media y Época 43

Moderna). En este período literario el tópico de la travesía de amor podía presentar los siguientes seis submotivos [5]: 1. El juego conceptual basado en la doble naturaleza de Afrodita-Venus. 2. Puede tener un carácter sexual, especialmente en la poesía griega: la relación sexual se compara con el acto de navegar o de remar. 3. También se puede equiparar a la amada, con su carácter voluble y cambiante, con la peligrosidad del mar. 4. Se suelen establecer paralelismos entre los males y desgracias inherentes al amor y una tempestad marina 5. Como estadio final de la travesía amorosa, la ruptura de los miembros que componen la pareja o, en su caso, el éxito en el amor, puede compararse a la acción del marinero de tocar puerto, tras haber sido salvado de una peligrosa travesía. 6. Finalmente, el amante, como un marinero que se jubila, puede colgar ofrendas votivas a una divinidad tutelar (Neptuno o Venus). 3.- Una vez delimitado el corpus clásico del tópico se ha rastreado su difusión en la literatura occidental desde la Edad Media hasta la lírica española de los Siglos de Oro. De esta forma desarrollamos el tópico literario en la poesía latina goliardesca, la mediación cultural de Petrarca y su influencia en la poesía del Prerrenacimiento. Especial mención merece aquí la presencia del tópico en el género literario de las “Naos de amor”, que se desarrollan en la poesía ibérica entre los siglos XV y XVI (Juan de Dueñas, Comendador Escrivá, Gil Vicente). 4.- El rastreo del tópico en la poesía lírica española de los Siglos de Oro ha ocupado gran parte de nuestro trabajo y por tanto ha sido el objeto central de la investigación. Hemos encontrado ejemplos del tópico literario de la Travesía de Amor en los siguientes autores que exponemos de forma cronológica: Como exponentes de la primera generación petrarquista (1500-1540) se ha estudiado a los autores: Garcilaso de la Vega, Juan Boscán, Cristóbal de Castillejo. Fieles exponentes del renacimiento español como continuadores de la tradición italianizante son los poetas de la denominada segunda generación petrarquista (1540-1580): Diego Hurtado de Mendoza, Gutierre de Cetina y Fernando de Herrera. Por último, en la lírica barroca (1580-1640) hemos estudiado a: Luis de Góngora, Lope de Vega, Francisco de Medrano, Francisco de Quevedo y Conde de Villamediana. También se ha ampliado nuestro estudio a los poetas incluidos en Flores de poetas ilustres y la poesía erótica anónima. Resultados Dada la gran cantidad de autores estudiados es imposible exponer, en un trabajo de esta extensión, toda la casuística encontrada, por lo que conviene ejemplificar los resultados obtenidos en dos autores significativos de nuestra poesía áurea: Luis de Góngora y Francisco de Quevedo. Luis de Góngora Varios textos de Góngora desarrollan directamente el tópico. En su Soneto 71 (de 1584), “No destrozada nave en roca dura”, compara a la dama con tres términos figurados: la roca 44

marina, contra la que naufraga una nave; la red que apresa un pajarillo; y el prado, en el que una muchacha es picada por una víbora. El sujeto expresa su desconfianza en la mujer y su intención de huir de ella, porque es tan airada como el mar, tan resplandeciente en su cabello como la red y tan hermosa a la vista como el prado. Por tanto, Góngora está desarrollando en el primero de los tres símiles el submotivo de que la amada es comparable con el escollo marino en su índole moral [3]: No destrozada nave en roca dura tocó la playa más arrepentida, ni pajarillo de la red tendida voló más temeroso a la espesura; bella ninfa la planta mal segura no tan alborotada ni afligida hurtó del verde prado, que escondida víbora regalaba en su verdura, como yo, Amor, la condición airada, las rubias trenzas y la vista bella huyendo voy, con pie ya desatado, de mi enemiga en vano celebrada. Adiós, ninfa crüel; quedaos con ella, dura roca, red de oro, alegre prado.

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Francisco de Quevedo El texto de Quevedo que trata más nítidamente el tópico de la Travesía de amor es el Soneto 454, “Náufrago amante entre desdenes” [6], que se desarrolla en su totalidad como un elaborado símil, con término figurado (vv. 1-11) y término real (12-14): NÁUFRAGO AMANTE ENTRE DESDENES Molesta el Ponto Bóreas con tumultos cerúleos y espumosos; la llanura del pacífico mar se desfigura, despedazada en formidables bultos. De la orilla amenaza los indultos que, blanda, le prescribe cárcel dura; la luz del sol, titubeando obscura, recela temerosa sus insultos. Déjase a la borrasca el marinero; a las almas de Tracia cede el lino; gime la entena, y gime el pasajero. Yo ansí, náufrago amante y peregrino, que en borrasca de amor por Lisis muero, sigo insano furor de alto destino.

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La sección más extensa de este soneto es una descripción detallada de una tormenta (versos 111), como término figurado, incluyendo los elementos del vendaval (1-2a), marejada (2b-4), azote de la costa (5-6), oscuridad celeste (7-8) y apuro del marinero (9-11). Esta sección contiene un cierto espíritu o connotación de denuesto de la navegación, un tópico que es favorito de Quevedo. En la segunda parte del soneto, que ocupa el último terceto (vv. 12-14), la 45

descripción previa se compara explícitamente con el término real, mediante el adverbio comparativo expreso “ansí” (12): el sujeto lírico se compara con el marinero que sufre la tempestad y se presenta como un “náufrago amante” (12), naufragado en la “borrasca de amor” (13) y afectado por un “insano furor” (14). La razón por la que plausiblemente el sujeto compara su situación con una tempestad es el desdén de la amada Lisi, lo que viene sugerido por la tradición provenzal, cancioneril y petrarquista, y confirmado por el paratexto del título (“Náufrago amante entre desdenes”) y la alusión “borrasca de amor por Lisi” (13). Conclusiones En nuestro trabajo hemos situado el tópico nauigium amoris en la poesía grecolatina y hemos recordado sus elementos componenciales: doble naturaleza de Afrodita-Venus como diosa de la navegación y del amor, comparación del acto sexual con la acción de navegar o remar, equiparación de la amada con el mar en su peligrosidad, comparación de la desazón amorosa con la tempestad marina, identificación del final de la relación amorosa con la arribada a puerto y ofrecimiento ocasional de ofrendas votivas. Igualmente, hemos rastreado algunas vías de transmisión para el tópico de la literatura antigua a la moderna (con especial atención a la posición intermediaria de Petrarca). Hemos destacado a dos poetas señeros de los Siglos de Oro: Luis de Góngora y Francisco de Quevedo. De los dos ejemplos propuestos el que corresponde a Luis de Góngora se centra en el submotio de la amada comparada al mar, destacando sus aspectos morales. Por el contrario el de Quevedo nos lleva al submotivo de la tempestad del amor. Pues bien, hay que afirmar que éste último es el que más éxito tiene en la poesía castellana de época áurea. Según se pone de manifiesto en nuestro trabajo de investigación, podemos comprobar que en torno al 76% de los ejemplos encontrados recogen este submotivo. Convendría subrayar el importante bagaje de cultura clásica que aportan tanto Luis de Góngora como Francisco de Quevedo, quienes tuvieron acceso directo a las obras italianas de la época, por lo que nos aventuramos a afirmar que la transmisión del tópico nauigium amoris en estos dos casos fue por esta vía. Bibliografía: [1] E. R. Curtius, Literatura europea y Edad Media latina, Madrid-México: Fondo de Cultura Económica, 1955. [2] A. M. BISTUÉ GUARDIOLA, “Vistiendo de naufragios los altares: un motivo horaciano en algunos poetas del Siglo de Oro”, en M. Puig Rodríguez-Escalona (ed.), Tradició Clàssica. Actes de l’ XI Simposi de la Secció Catalana de la SEEC, Andorra la Vella, (1996) p. 177-184. [3] L. Góngora, Sonetos completos, Madrid: Castalia, 1969, Ed. de B. Ciplijauskaité. [4] G. Laguna Mariscal, G., “El texto de Ovidio, Amores II 10, 9 y el tópico del navigium amoris”, Emerita, 57, 1989, pp. 309-315. [4] G. Laguna Mariscal, Gabriel, “El tópico de la tormenta del amor de la poesía grecolatina a la Tradición Clásica”, en M. Á. Márquez et al. (eds.), El retrato literario. Tempestades y naufragios. Escritura y reelaboración, Huelva: Universidad de Huelva, 1999, p. 435-442. [5] G. Laguna Mariscal, “Travesía de amor”, en R. Moreno Soldevila, Diccionario de motivos amatorios en la literatura latina. Siglos III a.C.-II d.C., Huelva: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Huelva, 2011, p. 424-426. [6] F. Quevedo, Poesía original completa, Barcelona: Planeta. 1990. Ed. J. M. Blecua.

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