«El tema de perfecto en los léxicos aticistas».

September 15, 2017 | Autor: José M. Floristán | Categoría: Classical philology
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EL TEMA DE PERFECTO EN LOS LÉXICOS ATICISTAS* JOSÉ M. FLORISTÁN Universidad Complutense de Madrid [email protected]

Abstract: Analysis of the perfect tense of the Greek verb during the Hellenistic-Imperial koine in the light of the prescriptions of atticism. Key words: Perfect tense. Hellenistic-imperial period. Atticism.

Dentro de la extensa actividad investigadora del prof. García Teijeiro destaca su ponencia ante el VI CEEC1, en la que analizó las principales transformaciones de la koiné en el terreno de la sintaxis, menos estudiado que los de la fonología y morfología por los grandes manuales de la gramática histórica (Hatzidakis, Thumb, Jannaris, Dieterich, etc.) En ella trazó las líneas generales de esa evolución en terrenos como la desaparición de las partículas, la reestructuración del sistema preposicional, el retroceso y desaparición del dativo, los cambios y eventual desaparición de los temas de futuro y perfecto, de los modos de subjuntivo y optativo, de las voces activa y media y de las formas nominales del verbo, la extensión de la parataxis en detrimento de la hipotaxis y la influencia de otras lenguas en la koiné. Unos años después, en un trabajo primerizo presenté las conclusiones alcanzadas en mi tesina de licenciatura sobre la evolución del tema de futuro en Epicteto, autor representativo de la koiné coloquial2. Ahora, en este merecido homenaje que discípulos, colegas y amigos le brindamos quiero hacer unas consideraciones sobre el tema de perfecto en los siglos primeros de nuestra era a la luz de las prescripciones de los léxicos aticistas, por comparación con etapas anteriores. Me limito al periodo comprendido entre los siglos VIII a.C. y V d.C. La búsqueda del material se ha hecho por medios electrónicos, el TLG de la universidad de California-Irvine y las SGI (Searchable Greek Inscriptions) del Packard Humanities Institute. Como bien señaló el prof. García Teijeiro, las innovaciones sintácticas del verbo estuvieron ligadas a alteraciones fonéticas y presiones estructurales del sistema. El caso del futuro es paradigmático: si a su confusión con el aoristo de subjuntivo en las formaciones sigmáticas por el itacismo y la nivelación de la * Trabajo redactado en la Universidad de Harvard (Cambridge, MA) en una estancia de investigación durante el curso 2011-12 financiada por Caja Madrid. 1 GARCÍA TEIJEIRO, M., «Innovaciones sintácticas en la koiné», Actas del VI CEEC, vol. 1, Madrid 1983, 247-277. 2 FLORISTÁN, J. M., «El tema de futuro en Epicteto», EClás 89, 1985, 111-131.

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cantidad vocálica añadimos la tendencia del sistema a estructurar el verbo en torno a la oposición presente / aoristo y la situación de debilidad del futuro en el verbo griego antiguo, por su creación reciente y sus limitaciones (inexistencia en subjuntivo, limitación sintáctica en optativo), no es de extrañar su temprano debilitamiento y los diferentes intentos de sustitución que se documentan ya en autores de época imperial. En el caso del perfecto el factor fonético fue menos importante en su desequilibrio, que se debió principalmente a razones de analogía formal (identidad de las terminaciones salvo en la tercera plural). Desde el punto de vista semántico, su situación especial dentro del sistema de aspectos y tiempos verbales por oposición al bloque presente / aoristo, con un significado que podía acercarlo a uno u otro, determinó su progresiva confusión con el aoristo y su desaparición final y sustitución por perífrasis de + infinitivo, que no se documentan hasta el medievo. En la época que analizo las referencias de los léxicos aticistas al perfecto (como también al futuro) son de naturaleza morfológica, no sintáctica, salvo alguna excepción. Con todo, su información es de gran interés para el seguimiento de la evolución de este tema en la koiné helenístico-imperial. Meris ( 70) y Oro (Att. B 35) rechazan los perfectos y (helenísticos) frente a y (áticos). Ninguno de ellos aparece en inscripciones. En la literatura las formas de - están ampliamente documentadas, mientras que las de - son mucho menos frecuentes. Los datos son los siguientes: - se documenta en época clásica (47x) en los autores más importantes: Hdt., Pl., X., Lys., Isoc., D., Arist., etc. En época helenística (ss. III-I a.C.) está documentado en 7x, y en la imperial (ss. I-V d.C.), en casi tres centenares (Plu., Arr., I., D.C., Philostr., Lib., Cyr.Al., etc.) La forma intermedia está por vez primera en Arist. (Top. 182b19) y luego en los siglos I a.C. y I d.C. -, por el contrario, aparece por vez primera en Arist. (2x) y Men. (1x), y luego tiene una existencia más bien escasa: sendos ejemplos en Plb. y D.S. y 3x en el s. IV d.C., además de los léxicos de Meris y Oro. No parece, en definitiva, que la advertencia de éstos responda a una realidad lingüística muy extendida. En dos glosas (PS 289, 290) Frínico informa de la naturaleza ática de frente a la dórica de . Prescindiendo de la equiparación que la glosa hace de un aoristo y un perfecto (quizás quiso decir ), el primero no tiene existencia real fuera de ella. Hay que decir primero que el perfecto no aparece como verbo simple salvo en un ejemplo de Epicarmo que cita Ateneo ( ) y sendas glosas de Herodiano y del ps. Arcadio ( ), tan sólo en composición con -, -, -, -. Ciñéndonos a los compuestos de , los datos de frecuencia son los siguientes: 2x de - en el s. V (X., Hp.), 7x en el s. IV (5x en D.), 1x en Plb., 10x en el s. I a.C. (D.S., D.H.), 19x en el s. I d.C. (Plu.: 16x), 11x en el s. II d.C. y 5x en el s. IV d.C. (Lib.: 4x), por ceñirme a los autores y cifras mas representativos. El primer ejemplo de - está en Hdn. (GG 3.2.236), en una glosa conservada por el EM

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(176.45). En ella explica a partir de por elipsis de < > y adición de < >, lo que equivale a decir nada. Según otra teoría sigue diciendo al igual que de ( ) hay los perfectos y por cambio de < > en < >, así del aoristo por adición de < > se obtuvo , y por cambio de < > en < >, o la foma pasiva (nueva equiparación entre aoristo y perfecto). El EM insiste en la doctrina de Hdn. y dice que el perfecto es , pero a diferencia de Frínico afirma que es forma ática por repetición de < >, que los áticos cambian en < > ( , , ). Suda ( 4584, 4596) repite la doctrina de dórico y ático, si bien dice que también los jonios, como Hdt., emplearon el segundo (pero en Hdt. no hay ninguna forma del perfecto de ). Por lo que hace a las inscripciones, - está en 23x, y -, en 2x (Hircania, mediados s. III a.C., y Tesalia c. 10 a.C.) La forma pudo ser sustituto cómodo para distinguir el perfecto del aoristo de un verbo en el que a la confusión semántica se sumaba la fonética ( , ). La ausencia total de ejemplos en la literatura impide extraer conclusiones sobre su empleo y connotaciones sociolingüísticas. El Antiaticista (88.25) da un ejemplo del cómico Filemón en pro de la antigüedad de . De el griego antiguo conoció dos formaciones de perfecto, -y -. La primera, como forma simple pero sobre todo en composición, se empleó sobre todo en la épica y lírica (5x en Hom. e Himnos, forma intermedia en Sapph. 31.10, Archil., Semon., etc.), pero no faltan ejemplos en prosa (Pl.) -, por su parte, aparece por vez primera en época clásica, en Hdt., Th., X. (9x), Isoc., Pl., Hp., etc. En época helenística está en Plb., Ph. (2x), D.S. (5x), en 6x del s. I d.C., 22x del s. II d.C., 129x del s. IV d.C., etc. Hdn. (An. Ox. 3.260.20 ss.) rechaza y como creaciones paralelas a y , pero no éstas. Sólo la glosa del Antiaticista insinua una posible condena de esta forma frente a . Los hechos lingüísticos, sin embargo, ponen de manifiesto que aunque y compuestos son formas más antiguas, su empleo es fundamentalmente poético, y que es también término antiguo (s. V a.C.) Los datos de las inscripciones apenas ayudan: encontramos en una de Curio (Chipre) del s. I. a.C. y dos ejemplos de compuestos de en inscripciones de Epidauro del s. I a.C. y de Creta de los ss. VII-VIII d.C. Varios léxicos coinciden en señalar el valor activo de y en condenar su empleo con valor pasivo (Phryn. Ecl. 131, PS 63.4; Ammon. Diff. 134; Orus Att. A 29, Herenn.Phil. Sign 46). Meris ( 31), además, establece diferencia entre (forma ática) y (forma helenística). La situación de la literatura es la que sigue. El primer ejemplo de está en Hom. (Il. 15.128), con valor intransitivo. Hay que esperar luego a época clásica para encontrar nuevos ejemplos en la tragedia (S., E.) y comedia (Ar., Cratin., Eup.), pero con valor transitivo: el intransitivo sólo está en Hp. En el s. IV se documentan 7x (transitivos), 0x en el s. III,

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2x en el s. II (uno, intransitivo, el otro, sin contexto) y 1x en el s. I (transitivo). En nuestra era, hay 32x en el s. I (15x en Plu., 3x en I., 2x en D.C., todos intransitivos), 46x en el s. II (10x en Gal., intransitivos; 3x en Luc., intransitivos, y 12x en Philostr., mayoritariamente intransitivos). Finalmente, en el s. IV hay 45x (11x en Orib., Chrys. y Gr.Nyss., intransitivos). De los datos podemos concluir: i) que el valor transitivo de es el ático clásico; ii) que el valor intransitivo es tan antiguo como Hom. y que luego se impuso en contextos jónicos y en la literatura médica; iii) a partir del s. I d.C. predomina en todo tipo de textos el valor intransitivo, que las prescripciones de los léxicos no pudieron desterrar: así, es mayoritario también en autores más o menos clasicistas como Plu., Gal., Luc. o Philostr. Pudieron hacer de puente hacia el valor intransitivo expresiones del tipo , con acusativo interpretable como objeto o como accusativus graecus: de ahí habrían surgido expresiones como , , , etc., en las que el valor es claramente pasivo, presentes sobre todo en autores y textos de la medicina. Por lo demás, no hay ejemplos de - en inscripciones. Por lo que respecta a -, los primeros ejemplos son del s. V a.C. (E.: 1; Pl.: 7; Lys.: 1). En el s. IV se documentan 10x (D.: 5; Aeschin.: 2; Men.: 1), en el s. III, 6x, en el s. II, 0x, y en el s. I, 7x. Ya en nuestra era, el s. I documenta 18x (de ellos, 10x en Plu.), el s. II, 17x (Aristid., D.C.: 5), y el s. IV, 16x (de ellos, 5x en Lib.). Finalmente, no hay ejemplos de - en inscripciones, sólo el infinitivo simple en una de Delfos (s. II a.C.) y el participio en otra de Tegea (s. IV a.C.) A las conclusiones anteriores podemos añadir que el perfecto - es ya clásico y que los léxicos aticistas, al hacer sus recomendaciones, estaban limitando la elección a la forma predominante en la poesía, no en la prosa. Elio Dionisio ( 11), Frínico (PS 92.7) y Meris ( 22, 24) defienden la conjugación alternante de como ática frente a la regularizada helenística. Para la 2ª sg. defienden frente a , pero también frente a la forma hipercaracterizada . Hdn. (GG 3.2.559) y Hsch. ( 396), por el contrario, dicen respectivamente que y y y son áticas.Vamos por partes. Los datos de frecuencia de son abrumadores a su favor: 16x en el s. VIII a.C., 277x en el s. V, 52x en el s. IV, 58x en el s. I, 307x en el s. II d.C., 453 en el s. IV, 85x en el s. V, por citar los más significativos. En total son 1317 los ejemplos documentados en la literatura en nuestro periodo. En inscripciones sólo encontramos 3x, lo que no debe extrañar, por no ser la inscripción el registro más adecuado para una 2ª sg. Los primeros ejemplos de son del s. IV a.C. (cómicos Alexis, Filemón y Menandro). Luego hay otro en Herondas. Tienen sendos ejemplos Plu. (de Pyth.Or. 408a) y Epict. (1.12.26). En inscripciones sólo he encontrado un caso de en , el primer ejemplo conocido es de Antinópolis (s. III d.C.) Por lo que respecta a Hom. (Od. 1.337), luego hay dos en el h.Merc. (456, 467), y en Thgn. e Hippon. En el s. V lo tienen Hdt. (2), E. (1), X. (1), Hp. (1) y otros autores. El s. IV documenta 17x, de ellos, 6x en Arist., 2x en los cómicos Filemón y Estratón y 1x en Men. El s. III tiene 3x, el s. II, 6x, y el s. I, 21x (destacan 12x en Ph.) En el s. I d.C. hay documentados

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67x (Plu.: 7; NT: 17; Epict.: 23), en el s. II, 106x (Gal.: 6; Ath.: 13; Origenes: 23), en el s. III, 23x, en el s. IV, 719x (en todo tipo de autores, paganos y cristianos; destaca Chrys. con 292x), y en el s. V, 71x. Las inscripciones documentan 6x en diversos territorios, todos ellos en nuestra era. De todo lo anterior podemos concluir: i) es la forma habitual y más frecuente, presente en toda época; ii) es regularización anterior en el aparece sobre todo en cómicos del s. IV3; iii) tiempo (desde Hom.), aparece en autores jónicos (Hdt., Hp.) o de influencia jónica (X.) y tuvo gran éxito en época imperial, tanto en la literatura coloquial (NT, Epict.) como en autores clasicistas (Plu., Gal., etc.) está bien atestiguado en nuestro periodo de estudio, en todo tipo de textos y autores: Hom., lírica arcaica (Tyrt., Alcm., Pi., Ibyc.), tragedia (A., S., E.), historiografía (Hdt., Th., X.), comedia (Ar., Men.), oratoria (And., Isoc., Is., Lys., D.), filosofía (Pl., Arist.). En época helenística está en Plb., D.H. y Ph., y en la imperial, en Plu., NT, D.Chr., Gal., Aristid., Chrys., etc., por citar los autores más representativos. En las incripciones no he hallado ejemplos, quizás por el mismo motivo por el que escasean los de . La forma regularizada está por primera vez en Pl. (Demod. 381e4, diálogo tenido por espurio), y luego hay que esperar hasta los Testamentos de los doce patriarcas, que tienen dos ejemplos. En el s. I a.C. documentan la forma Ph. (2) y D.S. (1). En época imperial se produce su explosión: 74x en el s. I, 104x en el s. II, 9x en el s. III, 569x en el s. IV y 106x en el s. V. Hay que destacar su elevada frecuencia en el NT (63), que condiciona la presencia posterior en autores cristianos. Aun así, también aparece en un autor de la Segunda Sofística como D.Chr. (2). Quizás el caso más significativo sea el de san Juan Crisóstomo, que emplea indistintamente (289x) y (196x): el primero responde a su formación clasicista, el segundo, a sus fuentes (NT) y a su deseo de llegar a un amplio público. Parece evidente, en definitiva, que a diferencia de / / , de interpretación más compleja, en el caso de / nos encontramos claramente ante una forma clásica y otra de creación tardía, cuya frecuencia aumenta enormemente desde comienzos de nuestra era, en especial, en la literatura cristiana. La tercera persona / presenta características intermedias. está documentado desde Hom. en toda época y género (1612x en nuestro periodo). Los primeros ejemplos de están en Hdt., Isoc. y Epicarmo. Luego Arist. tiene uno, y hay que esperar hasta D.H. para encontrar el siguiente. Tienen sendos ejemplos D.Chr. y Clem.Rom. en el s. I. En el s. II encontramos 29x (Ath.: 9; Gal: 2; Origenes: 10). En el s. III hay 6x, y en el s. IV, 132x (Chrys.: 35; Mac.Aeg.: 26; Thdt.: 16). Finalmente, he encontrado 5 inscripciones con y 3 con (curiosamente, dos de estas últimas son de fecha antigua, ss. VI y IV a.C.) Parece, 3

Sobre las diferencias entre Zenod. y Aristarch. a la hora de escribir A 85, Od. 337, 20; Eust. Od. 1773.27 ss.

/

en Hom., cf. Ariston. Il

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en conclusión, que es anterior en la literatura que , que su verdadero incremento llega con nuestra era (aunque su frecuencia nunca fue tan alta como la de ) y que se documenta también en autores de estilo elevado, como D.Chr., Ath., Gal. Su ausencia del NT es, sin duda, la clave de su frecuencia menor. Frínico (PS 103.12) y Meris ( 5) defienden el aticismo del perfecto radical frente al aspirado . Los datos de la literatura son los siguientes. - está por primera vez en Pi. (P 2.73), luego en E. (15), Ar. (8), X. y Pl. (1 en cada uno), Arist., etc. La forma jónica - está 1x en Hdt. En las inscripciones he encontrado 3x, dos de ellos en una inscripción de Éfeso (297 a.C.) y otro en una de Pérgamo (ante 263 a.C.) Por lo que respecta a -, el primer ejemplo está en un fragmento de Isoc. (6.4). Encontramos ejemplos en X. (3), D. (1), Arist. (10), Men. (3), Plb. (3), Ph. (4), D.S. (6), D.H. (1), Plu. (5), NT (2), I. (5), Epict. (1), Gal. (3), Lib. (4), Cyr.Al. (más de cien) y Chrys. (10). Salvo excepciones (1x en Plu., 4x en Lib.), los autores mencionados de época helenístico-imperial no tienen ejemplos de -. La forma jónica - está atestiguada en Hdt. (1). En las inscripciones no hay ejemplos de ésta, pero sí de - (11), mayoritariamente entre los siglos III y I a.C. Parece, en conclusión, que - es anterior a -, forma esta que, sin embargo, está ya documentada en el s. V a.C. en autores de influencia jónica como X. o de incipiente koiné como Arist. En época helenísticoimperial, sin ser muy frecuente, el perfecto - se halla ampliamente repartido, en autores de koiné literaria (Plb., D.S.) y textos coloquiales (NT, Epict.), pero también en autores de tendencia arcaizante (Plu., Gal., o, ya en la Antigüedad tardía, Lib. o Chrys.) Elio Dionisio ( 12) defiende la antigüedad de frente a . La realidad es que desde el inicio se documenta una rica variedad. El primer ejemplo del perfecto pasivo de es de A. (Pers. 503). Tiene tres ejemplos más, todos ellos del participio . S., por el contrario, tiene sólo -, y E., una mezcla de ambas formas, aunque son mayoritarias las que no tienen sigma ( , , , etc.) X. tiene 5x, todos con - -, y de los 4x de Pl., uno es con - - y los otros sin ella. Lisias tiene un solo ejemplo, con sigma, y D. tiene 7 con sigma y 1 sin ella. En Men. hay 3 con y 3 sin sigma. A partir de la koiné se impone de forma mayoritaria la forma con - -. Los datos de los siguientes autores son todos de formas -: Plb. (2), D.S. (1), D.H. (1), Plu. (6), NT (3), I. (3), (Ps.) Luc. (2), Aristid. (3), D.C. (5), Origenes (10), Eus. (14), Gr.Naz. (11), Chrys. (17), Lib. (25), Procop. (13). Por lo que respecta a las inscripciones, salvo una de Siria de c. 425 d.C. que tiene (reconstrucción dudosa), el resto presenta -, -, son siempre la forma con sigma. Parece, pues, evidente que formas características de la koiné, pero con una tradición antiquísima que se remonta a la tragedia del s. V a.C. Amonio (Diff. 376 = Ptol. Vocab. 392.28H) distingue entre (valor activo) y (valor pasivo). Los datos no lo avalan. Ambas

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formas aparecen por primera vez en D., con valor pasivo (24.37) y con valor activo (6.23). Además de las glosas de Ammon. y Ptol., - aparece una vez en D.H. con valor pasivo, 2x en Luc. con ambos valores, y 1x en Lib. con valor pasivo. En las inscripciones no he encontrado ejemplos de una ni otra forma. En conclusión, parece claro que Amonio, como en otros pasajes de su obra, también aquí intenta establecer diferencias artificiales inexistentes en la práctica. Para el perfecto medio-pasivo de Oro (Att. B 99 = Phot. 255) prefiere y a y . Salvo su glosa, ni la literatura ni las inscripciones documentan ejemplos de -. En cambio, las formas de - son antiguas, están en Th. (7.43.7), Lys., Isoc. y otros autores del s. V (mayoritariamente de participio). Los siglos IV-II a.C. tienen un ejemplo cada uno. Con posterioridad encontramos - en D.H. (1), Plu. (9, todos de participio, salvo un ), Lib. (6, casi todos de participio) y Cyr.Al. (15, todos de participio). Parece, pues, que si - tuvo alguna entidad, no lo fue en la literatura. Herodiano (Philet. 407) propugna y para el participio perfecto activo de . Ambas formas, como en general las otras de la flexión ( -), están ampliamente documentadas desde Hom., en época clásica, pero también helenístico-imperial (Plb., Plu., I., Gal., Philostr., Luc., Aristid., Lib., Cyr.Al., Chrys.) Las formas - aparecen en inscripciones (10), en un amplio abanico cronológico desde el s.III a.C. hasta el s. IV d.C. Por lo que hace a las formas contractas y , el primer ejemplo está en Luc. (Trag. 9: ). Luego el propio Hdn. (GG 3.1.351) tiene y , y Babrio (45.9), : éstos son todos los casos de la literatura en el periodo estudiado. En las inscripciones, por el contrario, encontramos 17x de -( , , , ) y 15x de - ( , , ), todos ellos en época imperial. En conclusión, si la literatura apenas documenta las formas contractas, no ocurre lo mismo con las inscripciones, en las que hay ejemplos abundantes que justifican la glosa de Herodiano. frente a . El Frínico (Ecl. 374) rechaza el perfecto Antiaticista (79.5), por su parte, ofrece un ejemplo de en Anaxipo. Como perfecto de , - está documentado desde Hom. (Il. 17.748; Od. 10.88). Luego está en Th. (1.32.3), Isoc. (2), X. (5), Pl. (1), Lys. (1), Hp. (1), D. (16), Arist. (25). En época helenística lo tienen D.S. (1), D.H. (3) y Str. (6), por citar los autores más destacados. En época imperial está en Plu. (7), I. (19), Epict. (2), D.Chr. (6), Gal. (36), Luc. (4), Aristid. (7). Sigue siendo forma frecuente en los siglos IV-V: Eus. (63), Basil. (19), Chrys. (22), Lib. (82), Thdt. (197), etc. -, por su parte, está documentado por primera vez en Hp. (Ep. 18.10), luego en Ctesias (FGH 688, F1b 655), Hecat. (5), Arist. (2), Men. (1), Timae. (5). Los datos de época helenística son: Plb. (19), D.S. (36), D.H. (2). En época imperial lo tienen Epict. (2), D.Chr. (4),

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Gal. (3), Vett.Val. (25), Origenes (10), y otros más en otros autores. Por lo que hace a las inscripciones, - y compuestos aparece en unas 50, de diversas regiones y periodos, mientras que - sólo está en 13. Finalmente, y no están documentadas en toda la literatura griega salvo en la glosa del Antiaticista. En conclusión, parece claro que - es forma más antigua, que - se desarrolló a partir del s. V a.C. en ambientes jonios (Hp., Hecat.) o de lengua mezclada (Arist.), y que tuvo especial prevalencia en épocas helenística e imperial, pero no sólo en textos coloquiales, sino también en otros más clasicistas. Oro (Att. B 28) propone las formas de perfecto y pluscuamperfecto y y rechaza . Las primeras están en Archil. (252.1 W), Hp., Arist., Plb., Str. (4), I. (2), Gal. (3), Luc. y Aristid. (1), y en Gr.Nyss. (5). Está documentado así mismo en tres inscripciones de Delos de mediados del s. II a.C. , por su parte, es forma tardía. Está en Gr.Naz. (3), Ath.Al. (1) y en Cadenas del NT (1), además de la glosa de Oro y otra de Hsch. ( 6025): en total, 7x en la literatura del periodo que estudio. Otras formas de perfecto: es hapax en Chrys. y está en Gr.Naz. (3), Basil. (1), Chrys. (5) y Cadenas del NT (1). , sin embargo, es forma antigua, documentada en Teofrasto, Posidonio y Zenón, en Filón de Alejandría y Pólux. En inscripciones no he hallado ninguna forma de este perfecto. En definitiva, tiene razón Oro al rechazar y propugnar . Frínico (Ecl. 152) rechaza el pluscuamperfecto por , con la terminación típica del jónico y ático que la koiné convirtió en por analogía con las tres personas del singular. Los datos de la literatura son los siguientes: y están en Hom. De encontramos 3x en Th. (pero en 4.55.3 los codd. leen ), y 1x en Isoc., Pl. y Lys. Luego hay que esperar hasta el s. II d.C. para encontrar nuevos casos: D.C. tiene 3x, que con la glosa de Frínico completan todos los documentados en el periodo estudiado. Ninguna inscripción tiene . Por lo que respecta a , los primeros dos ejemplos son de X. (Hell. 4.4.16, An. 5.6.36). Luego hay que esperar a Arriano (An. 1.1.10) y Josefo (3) para encontrar los siguientes. Gal. tiene 3x y D.C. 5x en el s. II d.C. En el s. IV Eus. tiene 1x, Chrys. y Thdt. 3x, y Cyr.Al., 6x, además de otros en otros autores. En las inscripciones tampoco se documenta . En resumen, ambas formas son igualmente antiguas (Th., X.), pero es evidente que la segunda predomina en época imperial, en la que es empleada libremente también por autores clasicistas como Arr. o Gal. Para el pasado de , Meris ( 1, 3) y Oro (Att. B 77) defienden la conjugación antigua , / , , etc., frente a la moderna , , . es forma habitual desde Hom., está luego en S., Ar., X., Pl., etc., aunque siempre con baja frecuencia. Los primeros ejemplos de son del s. V: Anaxag., S. y Ar. (3), Isoc. e Is. (1), X. (8), Lys. (9). En el s. IV lo tienen D. (11) y

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Aeschin. (3). Luego está en Ph. (1), D.H. (2), Plu. (8), NT (5), I. (2), Epict. (7), D.Chr. (5), Gal. (7), Luc. (3), Aristid. (6), Chrys. (88), Lib. (79). Los datos de en estos mismos autores son: 4x en S., 1x en Ar., X. y D., y 0x en Isoc., Is., Lys. y Aeschin.; los autores de época helenístico-imperial no tienen ninguno. De estos datos se deduce que es forma antigua, existente desde el s. V a.C., que en época helenística ha desterrado a por completo. La forma está en S. y Ar. (1), E. (2) y Pl. (5). Luego hay que esperar a las glosas de Herodiano (cf. infra), Oro y Hesiquio para encontrar la forma de nuevo, y nada más. El primer ejemplo de es de Luc. (Hes. 9.3). Hdn. (GG 3.2.517) dice que esta forma nació de y con alargamiento - : la forma sería más común, y , más ática. La antigüedad de , que hemos visto pudo ser el motivo de la afirmación de Herodiano. tiene sus primeros ejemplos en Antipho (1), Ar. (1), Is. (2). Luego los hay en D. (2) e Hyp. (1). Con posterioridad la encontramos en Ph. (2), Plu. (5), NT (3), D.Chr. (1), Luc. (9), Origenes (10), Chrys. (38), Lib. (29). Como en el caso de la primera persona, parece razonable concluir que es forma antigua (s. V a.C.) y casi exclusiva en épocas helenística e imperial. , por su parte, desaparece tras el s. V y sólo se documenta en glosas, y , salvo el ejemplo de Luc., sólo aparece también en la lexicografía. Por último, la tercera persona es habitual desde sus primeras apariciones en el h.Ven. (207) y en un fragmento de Hesíodo: S. (2), Ar. (1), Th. (5), X. (17), Lys. (6), Isoc. (3), Is. (8), Pl. (11), D. (23), Arist. (15), etc. En época helenístico-imperial la tienen Ph. (20), D.S. (4), D.H. (7), Str. (10), Plu. (9), NT (14), I. (13), Epict. (9), D.Chr. (12), etc.

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