EL Sujeto Escolar en Contextos Violentos

July 24, 2017 | Autor: J. Nielsen Nino | Categoría: Violence, Violence Against Women and Children
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Congreso Internacional Infancia en Contextos de Riesgo

Huelva (España), 20-22 de noviembre de 2014

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ISBN: 978-84-15385-40-0

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126. EL SUJETO ESCOLAR EN CONTEXTOS VIOLENTOS

Jaddy Brigitte Nielsen Nino y Lina Maria Franco Toro [email protected], [email protected]

Resumen. Al cambiar las necesidades de la escuela el maestro debe estar preparado para lo que lo conlleva en la actualidad pues debe mantenerse vigente, amar de corazón su labor y a sus niños pasajeros cada momento que se le presente. Es así que como parte de esa entrega profesión, de la vida de docente que eligió termina convirtiéndose no solo en el maestro de clase sino que también recurre a ser el padre, madre, psicólogo y por qué no en adivino. La problemática actual en la educación no es responsabilidad única de las leyes, decretos o normas; el mundo se mueve a millón por hora, las familias se van desmoronando, se rompen de a poco, hay menos tiempo, mayores necesidades, más carencias, más violencia, más muerte, más dolor... más costumbre y más niños solos. Los niños llegan a la escuela con dolor, hambre, falta de afecto, violencia, problemas cognitivos, físicos y sin amor como se da a conocer en cada uno de los casos de este articulo. Es allí donde el maestro debe hacer un análisis del discurso pero a su vez conocer el contexto real en donde se desenvuelve la alumna o el alumno.

Palabras clave: violencia, sujeto, socialización, escuela y familia

Introducción Es importante resaltar que hoy en día en la escuela los maestros, directivos docentes e incluso la misma familia se enfrentan a niños y niñas con reacciones, conductas y comportamientos que indisponen y molestan el ambiente escolar de forma violenta. Así mismo, se ven enfrentados a un grupo de estudiantes que parecen sombras en medio del entorno, en muchos casos y por la gran cantidad de niños y niñas que se encuentran dentro de un salón de clase de los colegios públicos de Colombia, raramente se logran percibir, son niños y/o niñas que no llaman la atención; son sujetos solitarios, aparentemente tranquilos y poco sociables.

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Definitivamente es claro, que la educación es cambiante y transformadora; que trasciende en la vida no sólo de sus estudiantes sino en la de sus maestros; la educación en este caso, la impartida en las escuelas, llegan sujetos totalmente únicos en vivencias, emociones y sentimientos, está regida bajo estándares, leyes y decretos que sostienen lo que se debe hacer en el aula de clase y dentro de las instituciones mismas. En Colombia la ley general de Educación, ley 115 (1994) no sólo determina qué se debe enseñar en la escuela de forma obligatoria, el cómo está conformada en la comunidad educativa, los tipos de educación que maneja el país, sino que también estipula la función y directrices que debe seguir el docente para ejercer su profesión. Tal como lo cita el documento del Ministerio de Educación colombiano (MEN): Cada vez es mayor la exigencia que recae sobre la escuela y, en general, sobre el sistema educativo, a través de posturas políticas y teóricas que configuran el perfil del docente como un profesional de la educación con capacidad para comprender, atender y resolver la complejidad de situaciones escolares como parte de su labor pedagógica. En tal sentido, el rol del docente en una sociedad moderna trasciende de su labor en el aula de clase y se despliega al campo profesional de la educación, de tal forma que su función y acción no puede pensarse exclusivamente en un escenario físico, con pupitres, textos escolares y estudiantes, sino que se extiende a un campo social y humanístico que tiene como fundamento científico la pedagogía”. (MEN & UNAL, 2002. p.15)

Demostrando así, que el maestro tiene la obligación de asumir día a día mayores responsabilidades, no sólo le compete cumplir con su labor disciplinar sino también debe cumplir el rol “amigo”, compañero y en algunos casos podría convertirse en “diván” de sus propios estudiantes. Los sujetos escolares a los que hace referencia este artículo en particular, se encuentran categorizados en dos grupos, el primero de ellos corresponde a niños y niñas que presentan comportamientos reiterados de lo que en la escuela se conoce como “mala conducta” y el segundo grupo equivale al grupo de niños y niñas que son extremadamente pasivos y que aunque no tienen llamados significativos de atención, si presentan un comportamiento solitario y que al observarlos detenidamente, parecieran querer pasar siempre desapercibidos. El sujeto en la etapa escolar primaria Antes de relacionar y citar algunos casos, es importante tener en cuenta y tratar de definir quién es el sujeto escolar y en este caso de estudio en particular, quien es el sujeto escolar en contextos violentos. Huelva (España), 20-22 de noviembre de 2014

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En Colombia, el niño entro a ser parte activa de la sociedad, a ser sujeto de derecho “…en los derechos de la infancia, promulgados en el Tercer Congreso Panamericano de Lima (Perú), en 1924, aparece un discurso que pondera los derechos de los niños….la relación estrecha entre educación y niñez, la promulgación de leyes internacionales, han posibilitado la reflexión y la producción de normas en torno a los derechos de la niñez …lo anterior ha permitido la intervención de una infancia como sujeto de derecho en el marco de la constitución política de 1991, reglamentada bajo la ley 115 y promulgada en la ley de infancia y juventud. ”(UNESCO, 2008) El niño en la escuela debería seguir el proceso académico y de formación en valores que ha comenzado en su hogar, durante la socialización primaria, cualquiera sea la forma en que éste esté conformado, que el niño y/o la niña (sujeto) se va construyendo; va surgiendo a partir de algo que alguien le ha presentado en un momento determinado bajo patrones y circunstancias muy específicas. Pero para que esto suceda, el individuo debe sumergirse dentro de un proceso de internalización, en donde se constituirían diferentes bases para entender, recrear y participar en y desde su realidad. El universo, el mundo, el continente, el país, la ciudad, el barrio, la cuadra, el parque, la escuela, la casa; cada espacio que se habita, cada espacio en el que se desenvuelve el ser, posee “realidades” y “conocimientos”, términos abordados y desarrollados por Berger y Luckmann y que son definidos como: “la realidad” “... una cualidad propia de los fenómenos que reconoceremos como independientes de nuestra propia volición (no podemos hacerlos desaparecer)” y “conocimiento” “...la certidumbre de que los fenómenos son reales y de que poseen características específicas”. (Berger P. & Luckmann T., 2003) La primera base que se construye y constituye, es aquella que le permitirá la comprensión de sus semejantes y la segunda le permitirá una aprehensión del mundo, en palabras de Berger y Luckman: “en cuanto a realidad significativa y la segunda le permitirá una aprehensión del mundo, en palabras de Berger y Luckman: “en cuanto a realidad significativa y social” (Berger P. & Luckmann T., 2003 p. 163). Dicha aprehensión, no surge de hechos y acciones aisladas; si no que comienza cuando el individuo ““asume” el mundo en el que viven los otros” (Berger P. & Luckmann T., 2003 p. 163). Es decir, que reconoce y acepta la existencia del otro; la internaliza y la comienza a analizar, a procesar y por qué no, a recrear y a reproducir.”. Dicha aprehensión, no surge de hechos y acciones aisladas; si no que comienza cuando el individuo “asume” el mundo en el que viven los otros. Es decir, que reconoce y acepta

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la existencia del otro; la internaliza y la comienza a analizar, a procesar y por qué no, a recrear y a reproducir. No sólo comienza a comprender los procesos del otro; si no que comienza a comprender y a apropiarse del mundo en el que vive y lo vuelve suyo. Es así que cuando lo comprende, lo apropia y lo reconoce; inicia el proceso de identificación con el otro (surgen los primeros nexos con la identidad). ¿Pero qué sucede cuando el sujeto niño y/o niña, sufre un impacto psicológico fuerte, al vivir en un entorno que en vez de cuidarlo, ayudarlo y protegerlo, lo agreden y después de agredirlo, no le ayudan a comprender lo que realmente ha sucedido?

Caso 1 Juan, el agresivo de la escuela: es un niño inteligente y receptivo, cursa tercero de primaria, aunque debería, por la edad estar en quinto. Sus maestras siempre lo dejan cerca de ellas, ya que es bastante agresivo con sus compañeros, los golpea y se vuelve insoportable en la clase cuando alguien hace un chiste acerca de él. Normalmente durante los descansos prefiere la compañía de adultos que la de sus pares, no le gusta jugar con otros niños o niñas y si no hay un adulto con quien estar prefiere permanecer sólo. Un día en clase de inglés se pide a todos y todas hacer un dibujo boy (si es niño) girl (si es niña), con alguna actividad que los divierta y haga felices. Es el mes de agosto, época de cometas gracias al fuerte viento que sopla. Juan se dibuja elevando una cometa lo que parece natural, las cometas divierten a los niños. De pronto Juan saca una cura (band-aid) de su maleta y la ubica justo en la zona genital del dibujo que realizó, luego toma su lápiz y repisa agresivamente el centro de la misma. El dibujo es aparentemente igual al de otros niños, sino fuera por la cura que añadió. Al entrar en detalle sobre el mismo, se puede apreciar que hay una mujer diminuta, y casi imperceptible al final del mismo, hay una cara triste en el centro de la camiseta y un sol bastante agresivo. La sonrisa del dibujo muestra los dientes apretados, pareciera ser simulada.

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Imagen 1. Dibujo de Juan de acuerdo a las instrucciones de la docente

Juan, el niño inocente de la casa la escena anterior genera gran inquietud en su maestra, quien pide que el niño sea remitido a orientación escolar nuevamente, ya que por su constante agresión a compañeros, su falta de aseo personal y de cuidado propio, se está llevando a cabo un trabajo para mejorar la autoestima del niño y ayudarlo a compartir con sus pares y a ser aceptado por estos. Después de citar a su acudiente, en este caso la madre, ella cuenta que el niño fue abusado sexualmente a los 4 años por primera vez, situación que duro casi un año. El abusador fue un adolescente de 16 años, sobrino del actual marido de la señora. Ella vive con el tío del abusador y tiene un hijo de 4 años con él, ella dice que no se puede separar ya que ella afirma con certeza que “… él es el que me mantiene, yo no sé hacer nada…”. Juan tiene no sólo que soportar, después de 5 años, el no haber recibido tratamiento psicológico después de lo que vivió, sino que debe convivir con el tío de quien lo abuso. Este señor lo agrede constantemente, le dice mentiroso, lo insulta y le reprocha que por sus mentiras, su sobrino tuvo que estar en una cárcel de menores pagando por algo que según él nunca hizo.

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Pero la historia no termina allí. El niño debe vivir con su madre, padrastro y hermanastro, quienes realmente no se ocupan mucho de él, el niño permanece en la calle, su refugio es la escuela y allí se siente, por lo menos durante un tiempo protegido y seguro. Caso 2 María el fantasma de la escuela: María es una niña juiciosa, no llama la atención en clase, trae siempre sus tareas, no pelea, no participa y generalmente es muy callada. Durante los descansos está sola, o comparte con una o dos niñas, aunque llevarse con ellas le resulta difícil. Su rostro no se ve feliz, pero tampoco llora ni se queja. Ella está en cuarto grado, tiene dos hermanas más en el colegio, una en quinto de primaria y la otra en primero. Vive cerca de la escuela y su uniforme siempre está muy bien puesto, bien peinada y con sus útiles al día. Durante una clase de español, se les pide escribir acerca de su escuela, (están viendo adjetivos) la maestra pide hacer un texto descriptivo sencillo. Todos los niños comienzan con su tarea, incluyendo a María; al final de clase, se recogen los trabajos y la maestra lee cada uno de ellos, corrige faltas ortográficas revisa la redacción y el uso de los adjetivos, de repente se encuentra con el siguiente texto, escrito por María: “El colegio es muy vonito, sobretodo aller mi mamá me pego con un gancho Melo tiro y me cayo en el ojo isquierdo y me iso una pepa con un morado y Willer esta en el ospital porque le pegaron 2 tiros en el braso y 2 en la pierna y el resto en el estomago y esta en el ospital enfermo y la mamá va a visitarlo..Willer tiene 18 años esta muy grabe…mi papá es el tido de mis primos y es hermano de mi tia Laura María y ella es mi tia es una bruja porque le da envidia a los animales mamiferos ...la mamá nunca deja la tristesa. Mi papá carga revolver para defenderse” Escrito original por la niña María, segun las instrucciones de la profesora titular.

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Imagen 1. Dibujo y Escrito original de María de acuerdo a las instrucciones de la docente La maestra queda sorprendida, ella sabe que la zona en la que trabaja es un lugar violento, disputado por dos pandillas, que pelean no sólo por el terreno, sino por el manejo de drogas y los robos a apartamentos de “ricachones”, como llaman a las personas que viven en barrios cercanos al suyo. Lo que no sabía la docente, es que la niña vive, convive y hace parte de una de las familias que conforma una de las pandillas más duras del sector, y que además es sobrina de uno de los cabecillas de la misma. María la sumisa de la casa: María llega a su casa que queda pasando la quebrada. Al llegar ella y sus hermanas preparan el almuerzo, ya que su mamá trabaja cuidando carros en la calle, frente a unas de las clínicas más prestigiosas de la ciudad. Con el dinero recogido lleva a su casa lo de la comida. Su papá trabaja en diferentes cosas, tiene una moto, es un hombre grande y corpulento. Las niñas se encargan de mantener la casa limpia y ordenada, además de cuidar las dos mayores de las dos menores. Su papá generalmente llega embriagado y golpea a su mamá, quien a pesar de ser joven en edad (26 años) se ve como de 50, le faltan casi todos los dientes, gracias no sólo a las golpizas de su marido, sino a la falta de una alimentación nutritiva y variada. Ella a su vez agrede física y verbalmente a sus hijas, aunque no tan a menudo como su padre y cuando no lo hace, simplemente ignora la situación y no defiende a sus hijas. Son múltiples los ataques de ira los que sufre el padre en contra de su familia, sus hijas tienen largas cabelleras negras, es de allí de donde las agarra y las arrastra por Huelva (España), 20-22 de noviembre de 2014

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la casa, generalmente a la que logra atrapar es a María. Luego de esto las manda a la cama sin cenar. Al día siguiente la niña llega a la escuela con sus ojos muy pequeños y grandes morados en sus brazos y piernas. Al llegar a la escuela, se siente tranquila, protegida y amada y le pide a su maestra que por favor se la lleve, que la adopte.

Caso 3 Manuel, el agresivo y egocentrista de la escuela: Manuel es un niño realmente brillante, tiene la habilidad de entender rápidamente todo, de coger las cosas en el aire. Sus cuadernos nos son los mejores y pareciere que pierde habilidad con la escritura día a día. Se encuentra en cuarto grado, tiene nueve años. Sus maestros y maestras siempre lo tienen cerca, ya que es un agresor constante, cuando se levanta del puesto que generalmente es el que está frente al escritorio del maestro(a), da toda la vuelta y al paso bota, jala y golpea. Cuando sus compañeros le hacen algo, por mínimo que sea llora inconsolablemente. Su situación académica no es la mejor, siendo extraño ya que pareciera comprender lo que se le explica en clase. El niño pasa mucho de su tiempo en la calle conoce todo el barrio y tiene un sin número de historias que contar de su barrio y prácticamente conoce a cada uno de sus compañeros de clase, sabe dónde viven, aunque ninguno de ellos lo quiere como amigo. Manuel el solitario de la casa. La historia de Manuel no es muy diferente de las anteriores, su madre es divorciada y sus tres primeros hijos, incluyendo a Manuel (la mayor de 20, el segundo de 18, Manuel de 9 años) son hijos del primer matrimonio. Su ex esposo era un adicto, ella quedo embarazada a los 14, se fue a vivir con él y dos años más tarde tuvo a su segundo hijo. Luego de 6 años de convivencia se separó. Cuenta la madre que un día llego su expareja a ver a los niños y la violó, resultado de dicha violación nació Manuel. Cuando el niño tenía un año y medio, su madre conoció a su actual pareja, un hombre trabajador que la “aceptó” con sus hijos. Cuando Manuel tenía 4 años ella quedó embarazada de nuevo dando a luz una niña, la primera hija de su marido. Manuel dejó de ser el consentido y su hermanastra paso a ser la adoración de la casa. Su madre consiguió un mejor empleo, su hermana consiguió marido y Manuel comenzó a estar en la calle mucho tiempo. Su comportamiento en casa no era mejor que Huelva (España), 20-22 de noviembre de 2014

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aquel en la escuela. Su madre constantemente lo castigaba y su padrastro lo alejaba de su hija. Manuel nunca falta al colegio, él ama estar allí a pesar de todos los problemas que a su corta edad tiene. Un día unos practicantes de oftalmología y de optometría de una prestigiosa universidad de Bogotá, llegaron a la escuela, convocados por una de las orientadoras, a hacer campaña visual, exámenes especializados y consultas gratis. Manuel se quejaba constantemente de dolor de cabeza, su servicio de salud era paupérrimo y siempre le decían que no era nada, cuando lograba obtener una cita médica. Al examinarlo notaron que uno de sus ojos prácticamente veía sólo un 20 % y que el otro tenía una enfermedad llamada queratocono razón por la cual, el niño veía borroso y tenía fatiga ocular. Después de lo anterior se logró entender el porqué de su bajo desempeño académico y su necesidad constante de levantarse, cuando las actividades requerían de atención permanente en un punto específico. Caso 4 Carlos con una familia nueva en la Escuela es un niño brillante, respetuoso y receptivo que al principio no se metía en líos, entregaba todo a tiempo y su desempeño escolar era brillante. Después de un tiempo el niño comenzó a comportarse diferente, su letra la cambio por grafos y símbolos extraños que representaban al equipo de fútbol que apoyaba y que según él lo llevó a unirse (por amor a su equipo) a una de “las barras bravas” más temidas de la ciudad y que ocasiona más problema en la ciudad de Bogotá. Carlos dejó de asistir regularmente a la escuela y cuando iba, no dudaba en meterse en problemas, ya fuera por consumo de licor, relación con venta de drogas o simplemente por que duraba días sin asistir. Pasando de ser un niño brillante a tener constantes llamados de atención y a llenar compromisos convivenciales y matrículas condicionales; también tuvo remisiones a orientación escolar pero aun así contaba con el apoyo constante de sus maestros. Carlos pide ayuda a gritos: el niño proviene de una ciudad diferente, llegando a Bogotá con su mamá, una tía y los hijos de ésta. De cierta manera buscando refugio y protección de la familia de su abuelo quienes ya llevaban un buen tiempo viviendo en la capital. Carlos era hijo único, ya que su hermano gemelo, fue asesinado por su padre en un ataque de ira y bajo el efecto de las drogas y el alcohol, posteriormente el padre es asesinado. Huelva (España), 20-22 de noviembre de 2014

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Carlos y mamá comienzan a reconstruir su vida, ella es una mujer muy joven que al llegar conoce un hombre mayor quien dice la va a ayudar, le ofrece empleo, se va a vivir con ella y luego comienza a agredirla y maltratarla, ella finalmente lo abandona, pero con otra boca que alimentar, ya que fruto de esa relación nace la hermana de Carlos. Su mamá consigue otra pareja y el niño queda a cargo de sus abuelos ya que su madre decide buscar mejor vida en otro país, le promete llevarlo cuando ella esté acomodada. Mientras tanto, Carlos se refugia cada día más en su nueva y acogedora familia: “las barras bravas” Análisis de casos La violencia además como propone Johan Galtung (1998) puede ser de tres tipos: directa, estructural y cultural. La primera es la violencia física que tiene como objetivo matar, destruir, herir; puede surgir o generarse gracias a diversos factores tales como: discriminación, intolerancia, competencia, territorialidad, nacionalismos, adicciones, etc. La segunda está basada en agredir a una agrupación colectiva desde la misma estructura política o económica; entonces se dice que de violencia estructural son aquellos casos en los que el sistema causa hambre, miseria, enfermedad o incluso la muerte a la población. Algunos ejemplos son: los sistemas cuyos estados o países no aportan las necesidades básicas a su población; así mismo, otro ejemplo puede ser tomado el abuso de autoridad en el que alguien cree tener poder sobre otro. Lo anterior por lo general surge de relaciones asimétricas, tales como: el hombre sobre la mujer o el padre sobre el hijo, y cuyo origen y finalidad es la de ejercer el control. Generalmente este tipo de violencia es manifestada a través de golpes, que suelen dejar marcas en el cuerpo (hematomas y traumatismos). La tercera es cuando la cultura legitimiza el uso de instrumentos violentos dentro de los tipos de violencia nombrados anteriormente. Por ejemplo: las guerras santas justificadas por una religión, los atentados terroristas. Teniendo en cuenta lo anterior, como dice Javier de las Heras (1999) en su texto: “Rebeldes con Causa” “A pesar de que nuestra sociedad parece estar cada vez más preocupada e interesada por los problemas y necesidades de los niños, continúa habiendo padres que descuidan a niveles importantes la educación –en el amplio sentido de la palabra-- de sus hijos, que les maltratan o les abandonan”

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Los niños no se sienten o se sienten poco queridos y además poco valorados por sus padres, además se sienten rechazados y discriminados en relación con otros miembros de su familia en la mayoría de los casos sus hermanos. Si los padres (la autoridad) categorizan a su hijo (estudiante) como vago, desobediente, malo o cualquier otro calificativo negativo, se corre el riesgo de que el niño lo asuma como cierto y real dicho papel, dicho calificativo asignado; ya sea por que interpreta que es lo que, en el fondo esperan de él o porque lo asume. Por otra parte, si el niño se siente poco querido, o poco valorado; por lo general puede reaccionar de tal forma en que pretende poner a salvo su autoestima; tomado por ende una actitud rebelde contra el padre (la autoridad). Tal como explica Adler “el niño busca tener seguridad y esa seguridad se la otorga en parte el hecho de sentirse querido y estimado; por lo tanto, cuando ya no lo tiene o ya no siente así, busca y se esfuerza en irritar a alguien o por molestar tanto a alguien, hasta lograr su objetivo, lo que a su vez le otorga una nueva fuerza (Alder, 1975). Es así como muchos niños terminan aprendiendo que la única manera de atraer la atención es ocasionando problemas. No solamente el maltrato emocional y verbal produce niños con problemas, también éstos son generados por otros tipos de violencia, tal como lo dice de la Heras: ...la escasa supervisión, los castigos desproporcionados, la ira, el abuso sexual, el abandono en la salud (higiene, atención médica, atención bucodental), el abandono en la escolarización, la explotación con fines económicos, la intermediación en el tráfico de drogas, y en los robos, los comportamientos antisociales de los padres o familiares cercanos... (Heras, 1999)

Con respecto a la problemática antes mencionada, el autor muestra como resultado que estos niños por lo general, no son escuchados o son rechazados; se les presta muy poca atención puesto que se presume que el niño es necio, malo o indisciplinado y por lo general no se busca el origen del hecho. Por otra muestra, a grandes rasgos, que la violencia no sólo crea niños violentos, agresivos y de mal comportamiento; si no que por el contrario, puede crear niños de bajo perfil que piden a gritos silenciosos, ser observados y ser ayudados. El autor los cita como niños que resultan más dóciles y obedientes, que nunca manifiestan irritabilidad o desadaptación, o solamente en determinados ambientes o en días excepcionales. Es de anotar que también guardan un importante en su interior. Son niños que sufren en silencio, si que ellos mismos ni los demás sepan bien qué es lo que Huelva (España), 20-22 de noviembre de 2014

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les ocurre. El miedo, la timidez, la angustia, la inseguridad, la inferioridad y el desprecio hacia sí mismos, la culpa, la depresión o intensos sentimientos de soledad pueden estar torturándolos interiormente sin que nadie lo perciba o le dé importancia. Ya habiendo observado en parte la violencia y los tipos de violencia ejercidos y sufridos por el niño, es importante mostrar algunos de los efectos a los cuales conlleva en el comportamiento en la escuela y frente a un adulto (padre, madre, acudiente, maestro; entre otros). De la Heras dice que: ... los padres y los educadores representan para el niño (el niño no violentado) la autoridad establecida, la cual pueden aceptar en mayor o menor grado; lo normal o más usual es que el niño acepte con naturalidad las normas y criterios que los adultos les imponen; en algunas ocasiones pueden quejarse o protestar frente a un castigo o cuando se les obliga a hacer algo que no desean o no quieren realizar en ese momento... (Heras, 1999) Lo anterior es tomado como rebeliones simples y “normales” o como las llama de las Heras: “pequeñas rebeliones” que generalmente no producen ni conllevan a problemas mayores y por lo general terminan bien y naturalmente aceptando lo que se pide, o el castigo impuesto. Por otra parte, es normal que el niño intente conocer el margen de lo que es permitido, forzando las situaciones, molestando, presionando y haciendo lo contrario de lo que se le solicita; midiendo en todo momento hasta dónde puede llegar, intentando en todo momento sobrepasar los límites. El niño quiere sobrepasar aquellos límites ya que se siente satisfecho y si logra hacerlo seguramente tratará de hacerlo de nuevo más adelante; pero si por el contrario no lo logra y no obtiene el resultado deseado lo suele aceptar y entender, por lo menos de momento y por lo general no intenta trasgredir la norma de nuevo y crea así un comportamiento. Su intuición y observación lo lleva a comprender que es lo que puede o no hacer. Por el contrario, muchos niños, gracias en parte a circunstancias específicas antes ya mencionadas, muestran conductas hostiles, rebeldes y agresivas contra la mayoría de las normas que implican la educación normal por parte de los adultos. Dichas conductas por lo general desembocan en represalias, castigos y en comportamientos agresivos por parte del adulto quien está “enfrentando” o “manejando” la situación; ya que éste se exaspera o no encuentra otro modo para dominarla y lejos de solucionarla, lo que puede crear es un círculo vicioso perpetuando la misma. Huelva (España), 20-22 de noviembre de 2014

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Cuando la rebeldía o la mala conducta del niño se tratan de atajar por medio de fuertes y continuos castigos se corre el riesgo de caer en un callejón sin salida, en el que el niño se torne cada vez más violento, más rebelde y así mismo los castigos sean cada vez más inútiles. De la Heras cita en su texto la frase de Montaigne: “la fuerza y la violencia es lo que más bastardea y embota la naturaleza de una persona bien nacida. Si se quiere que el alumno tema la vergüenza y el castigo, no se le endurezca en ellos.” (Heras, 1999) De la Heras muestra además, como un claro ejemplo, lo sucedido al premio Nobel de Medicina Ramón y Cajal, quien en sus memorias relata su niñez y dice que: el educador que comienza pronto a castigar corre el riesgo de nunca terminar de hacerlo y lo que puede originar son niños que se dedican a enredar, molestar, distraer, violentar tramar todo género de burlas y desafueros en contra de los demás y por ende en contra de aquello que los molesta, o de aquello que se quiere imponer como ley. Por otra parte, también se han realizado algunos estudios acerca del tema, pero más desde el punto de vista estadístico. Dichos estudios se enfocan más hacia la violencia dentro de la escuela, más no abordan en profundidad la violencia de afuera, la familiar, la der barrio y cómo influye ésta en los niños dentro de la escuela. El estudio llamado: “La violencia Escolar desde una Experiencia de Trabajo” nos muestra lo siguiente: ...hay que pertenecer a un grupo para no ser discriminado, por otra parte el consumo de droga influye como factor productor de hechos violentos. Otros factores son: el desmembramiento del núcleo familiar, las relaciones interpersonales y el medio ambiente; además de la aceptación de la violencia misma. (Gonzalez, 1999) El estudio utilizó como herramienta de aplicación el análisis del dibujo como método para identificar alteraciones emocionales en los jóvenes que tomaron parte de éste tomando como referencia a Karen Alper Machover (1902) quien en su trabajo trata de analizar la personalidad a través del dibujo. Muchos de los problemas de comportamiento en la escuela, se han abordado desde el punto de vista psicológico y la aplicación de diferentes tipos de test; dichos test ha dado a conocer la experiencia del joven y han mostrado sus actitudes, comportamientos y rasgos de personalidad; siendo esta información analizada en forma aislada, tomando por separado cada uno de los casos, sin integrarlos concretamente a la

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escuela ni tratar de acercarse a dar opciones de mejoramiento y atención a corto y largo plazo para los niños afectados. Conclusiones El tema propuesto en el presente articulo parte de una investigación previa que se abordó desde diferentes puntos de vista, perspectivas y disciplinas (Franco, 2011). Se sabe que la violencia marca el comportamiento no sólo el del niño sino el del adulto, se han sacado estadísticas sobre los tipos de violencia, la cantidad de niños que se han metido en pandillas, consumen drogas o que tienen algún comportamiento hostil, rebelde o agresivo dentro de la escuela; pero no se ha mostrado que sucede más allá; aunque se han observado conductas predictivas de tales hechos, los textos se han limitado casi que a la recopilación de datos, o al trabajo individual (de cada niño) sin tomar en cuenta que el problema es más que individual, es un problema social y que debe ser supervisado si es posible en la escuela como lugar en el cual se manifiesta más frecuentemente el hecho. Para terminar, es importante decir que la escuela al convertirse en el segundo (y por qué no el primer) hogar de muchos de estos sujetos escolares, ha asumido roles sociales diferentes a aquellos específicamente académicos, la escuela, los maestros han tenido que apoyar, ayudar y sostener niños y niñas con familias destruidas, niños y niñas con problemas de violencia, niños y niñas olvidados por una sociedad que cada día les exige más; pero que día a día les da menos.

Referencias Bibliográficas Ley 115, Título II, Estructura del servicio educativo (Capítulo III, Educación informal art 43 de 1994). Alder, A. (1975). El niño dificil. Madrid: Espasa-Calpe. Berger P. & Luckmann T. (2003). La construcción social de la realidad. Buenos Aires: Amorrortu editores. Franco, L. (2011). Acercamiento a la socialización del sujeto escolar en Contextos violentos: una investigación desde dos colegios Distritales: I.E.D. Agustín Fernández (Usaquén) e I.E.D. Colegio Cundinamarca (Ciudad Bolívar). Bogotá: Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Galtung, J. (1998). Tras la Violencia 3R: Reconstrucción, reconciliación y resolución, afrontando los efectos visibles e invisibles de la guerra y la violencia. Bilbao: Gernika Gogoratuz. Gonzalez, H. (12 de octubre de 1999). La violencia escolar desde una experiencia de trabajo. Bogotá, Bogota D.C., Colombia. Heras, J. d. (1999). Rebeldes con causa. Madrid: Espasa-Calpe.

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Congreso Internacional Infancia en Contextos de Riesgo

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Huelva (España), 20-22 de noviembre de 2014

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