El sueño de mi abuela

June 8, 2017 | Autor: R. Rossi Valverde | Categoría: Novelas
Share Embed


Descripción













Cuento: "El sueño de mi abuela"

Autor: Ricardo Manuel Rossi Valverde

Febrero 2016










"El sueño de mi abuela"

Generalmente los cuentos empiezan diciendo: "Había una vez… ", pero este cuento no es igual a todos los cuentos, porque no es un simple cuento, es un sueño que parece un cuento.
Una noche, más fría que otras, durante un invierno colmado de amaneceres con neblina y una llovizna persistente, Luz Angélica se durmió muy temprano, el reloj marcaba las ocho de la noche y ella sólo quería dormir, así que se dirigió a su cama la cual estaba ubicada en un ambiente pequeño que compartía con sus otras dos hermanas. Luz Angélica tenía el privilegio de dormir en su propia cama, sus hermanas menores dormían en un camarote, y sólo tenían dos sillas para acomodar sus ropas. En cuanto llegó a su cama se quedó profundamente dormida y no le importó dormirse sin cepillarse los dientes y quitarse sus vestidos para ponerse una desteñida bata, incluso no le importó dejar los trastes sucios y que su mamá asumiera el trabajo a regañadientes.
Al colocar su cabeza en la almohada, cerró los ojos e inmediatamente perdió la noción del tiempo hasta que empezó a verse corriendo a través del campo, rodeada de árboles y bellas ovejas que revoloteaban a su alrededor. Únicamente pensaba en correr y no mirar para atrás en pos de la casa de madera en medio de esa belleza. La casa era pequeña y construida en madera, pero los acabados estaban muy bien trabajados y sobresalía el color blanco del color ladrillo, la pequeña chimenea aún humeaba por la leña en extinción. En un rincón, cerca de una ventana estaba una anciana tejiendo que observaba sonriendo cómo su niña corría hacia ella radiante de felicidad, y Luz Angélica la observaba mientras la distancia se acortaba cada vez más entre ellas. Sin embargo, en el trayecto Luz Angélica no se percató que había un hueco en el césped del tamaño de una tina ovalada de baño, cuando empezó a sentir que caía en el hoyo que apareció tan repentinamente que no le dio oportunidad de reaccionar, junto a ella también caían algunas de las ovejas que la habían estado siguiendo, aunque las ovejas sonreían mientras caían. Entonces, repentinamente despertó sudando, por el susto de la caída y la sensación de vacío en su estómago.
Cuando se levantó de su cama se percató que sus hermanas estaban dormidas, y aún no había amanecido, pero estaba tan empapada de sudor que deseaba sacarse esas ropas y darse un baño, por ello se dirigió al cuarto de baño y empezó a llenar de agua caliente un recipiente ovalado de plástico que usaban como tina de baño; la pobreza que rodeaba a su familia era angustiante. Cuando el recipiente estuvo con suficiente agua se metió en éste y sintió la sensación agradable del agua tibia, que la relajó tanto que se volvió a quedar dormida. Y nuevamente se vio así misma corriendo por el campo rodeada de ovejas y nuevamente divisó a la anciana tejiendo cerca a la ventana. Luz Angélica sabía que esa dulce anciana era su abuela, a quien rezaba con cierta frecuencia para que la cuidara desde el cielo, tal y como lo hacía cuando era muy niña. Por ello siguió corriendo en dirección a ella sin recordar que podría volver a caer en el hoyo, pero esta vez no cayó y llegó hasta la puerta de la casita, ingresó y corrió a los brazos de su abuela. La anciana la acarició y solo sentía sus dedos que se entrelazaban entre sus cabellos, hasta que la anciana le dijo casi como un susurro: "Busca en el cuarto de baño".
Luz Angélica despertó repentinamente y se percató que aún estaba en el recipiente ovalado sumergida hasta el ombligo en el agua ya fría. Muchas ideas surcaron su mente, pero las palabras de su abuela retumbaban con mayor empeño. "Busca en el cuarto de baño". Así que se levantó, se cubrió con una toalla desaliñada y empezó a observar el cuarto de baño. ¿Qué significaban esas palabras? Su abuela había vivido en el campo y criaba ovejas, y cada cierto tiempo visitaba a su madre y hermanas, quienes trataban de sobrevivir vendiendo chompas que ellas mismas tejían desde que su padre falleció. Sin embargo, el dinero era escaso. Durante una de las tantas visitas de su abuela, se presentó ante ellas con un recipiente ovalado de plástico que les obsequió para que puedan bañarse, porque ya no cabían en un viejo recipiente más pequeño. La misma abuela había colocado el recipiente en un lugar del cuarto de baño, aunque se había demorado un buen rato en ello, al poco tiempo la abuela falleció repentinamente.
Luz Angélica recordó sus sueños y miró el recipiente de plástico lo cogió para vaciar el agua, y al pasar por el lugar en donde había estado ubicado sintió que las maderas crujieron ligeramente. Se agachó y se percató que dos de las maderas del piso estaban algo sueltas, así que las movió y luego las levantó y encontró en un hoyo debajo de estas maderas un bolso no muy grande de lana de color blanco con bordes de color ladrillo. Al abrir el bolso encontró cincuenta monedas de plata y una carta. En la carta su abuela le decía que le dejaba ese dinero para que lo invierta sabiamente en el negocio de los tejidos, y así puedan salir adelante como familia, y culminaba diciendo que ella la cuidaría siempre desde donde estuviera.
A la mañana siguiente Luz Angélica contó todo a su madre y juntas decidieron formalizar su negocio y alquilar un local pequeño para ofrecer sus productos a los turistas que llegaban constantemente al pueblo donde ellas vivían. El negocio prosperó y toda la familia se dedicó a trabajar para atender mejor a sus clientes, quienes llegaban atraídos por los lindos tejidos que se mostraban en el pequeño local, pero sobre todo atraídos por el nombre del mismo: "El sueño de mi abuela".





3


Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.