El spanglish como fenómeno sociocultural producto del choque de lenguas y culturas.

June 14, 2017 | Autor: Ricardo Connett | Categoría: Sociolinguistics, Spanglish, Sociolingüística
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Descripción

UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA FACULTAD DE HUMANIDADES LETRAS Y ARTES ESCUELA DE IDIOMAS MODERNOS

EL SPANGLISH COMO FENÓMENO SOCIOCULTURAL PRODUCTO DEL CHOQUE DE LENGUAS Y CULTURAS

Autor: Ricardo Connett Tutor académico: MSc. Luis Zuccato

San Diego, Diciembre de 2014

UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA FACULTAD DE HUMANIDADES LETRAS Y ARTES ESCUELA DE IDIOMAS MODERNOS

EL SPANGLISH COMO FENÓMENO SOCIOCULTURAL PRODUCTO DEL CHOQUE DE LENGUAS Y CULTURAS

Trabajo de Grado Presentado a la Universidad Arturo Michelena como requisito para optar al grado de Licenciado en Idiomas Modernos Mención Empresarial

Autor: Ricardo Connett Tutor académico: MSc. Luis Zuccato

San Diego, Diciembre de 2014

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ÍNDICE GENERAL

ÍNDICE GENERAL.................................................................................. LISTA DE GRÁFICOS…………...…………………….…………............ RESUMEN.............................................................................................. ABSTRACT............................................................................................. INTRODUCCIÓN................................................................................... CAPÍTULOS I. EL PROBLEMA Planteamiento del Problema............................... Objetivos de la investigación.............................. Objetivo General.............................................. Objetivos Específicos....................................... Justificación....................................................... II. III. IV. V.

CULTURA, SOCIEDAD Y LENGUA.......................... EL SPANGLISH.......................................................... ELEMENTOS SOCIOCULTURALES DEL FENÓMENO DEL SPANGLISH.................................. CONCLUSIONES.........................................................

REFERENCIAS.................................................................................

iv

pp iv v vi vii 01

05 11 11 11 12 15 21 47 64 67

LISTA DE GRÁFICOS

Gráfico

Pág .

1

Compilación de palabras en Spanglish…………….…….………

27

2

Poesía en Spanglish……………………………………….………

34

3

Spanglish publicitario………………………………………………..

34

4

Spanglish publicitario II……………………………………….…….

35

5

Letrero en spanglish I……………………………………………….

35

6

Letrero en spanglish II……………………………………………….

36

7

Mapa de hispanohablantes en EEUU según censo del 2000......

43

8

Mapa de la población hispana en EEUU………………………….

44

9

Mapa histórico de EEUU entre 1836 y 1853………...……………

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v

UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA FACULTAD DE HUMANIDADES LETRAS Y ARTES ESCUELA DE IDIOMAS MODERNOS

EL SPANGLISH COMO FENÓMENO SOCIOCULTURAL PRODUCTO DEL CHOQUE DE LENGUAS Y CULTURAS Trabajo de Grado Autor: Ricardo Connett Tutor: MSc. Luis Zuccato Fecha: Diciembre 2014 RESUMEN El propósito principal de este estudio es analizar el fenómeno del spanglish atendiendo a su naturaleza sociocultural producto del choque de lenguas y de culturas. Tal análisis es llevado a cabo mediante la descripción de la relación existente entre los conceptos de cultura, sociedad y lengua, estableciendo las concepciones que suelen manejarse del propio término spanglish e identificando los elementos socioculturales presentes en el fenómeno del spanglish. Metodológicamente, el estudio se desarrolló bajo los parámetros de una investigación documental, buscando alcanzar un nivel descriptivo. Para la recolección de datos se utilizó la técnica de análisis documental. Para llevar a cabo el análisis de los datos, el autor practicó técnicas de análisis y síntesis y la redacción de resúmenes según cada tema, en conjunto con la toma de notas. Todo el proceso de investigación descrito llevó a conclusiones respecto a la problemática en cuestión

Descriptores: spanglish, fenómeno, sociocultural.

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ARTURO MICHELENA UNIVERSITY FACULTY OF HUMANITIES, LITERATURE AND FINE ARTS MODERN LANGUAGES SCHOOL

THE SPANGLISH SOCIOCULTURAL PHENOMENON AS A PRODUCT OF THE COLLISION OF LANGUAGES AND CULTURES Degree Project Author: Ricardo Connett Tutor: MSc. Luis Zuccato Date: December 2014

ABSTRACT The main purpose of this study is to analyze the Spanglish phenomenon in relation to its sociocultural nature as a product of the collision of languages and cultures. This analysis is achieved by describing the existing relationship of the concepts of culture, society, and language; by stating the most common usages of the term Spanglish; and by identifying the sociocultural elements of the Spanglish phenomenon. Methodologically, this study was developed within the parameters of a documentary research in order to reach a descriptive level. Research data was assembled using source analysis techniques. For the analysis of data the author implemented techniques of analysis, synthesis and drafting of abstracts according to each specific topic along with the process of note taking. The research process described above led to conclusions and recommendations regarding the issue that was been explained.

Descriptors: spanglish, phenomenon, sociocultural.

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INTRODUCCIÓN

En el contexto de un mundo globalizado en el que las sociedades se comunican a través de sus manifestaciones culturales más esenciales –principalmente la lengua– llevada por una imperiosa necesidad de interacción que responde a numerosas y muy diversas razones, fenómenos de índole sociocultural se suscitan a través de la historia.

Tales

fenómenos

abarcan

un

amplísimo

campo

de

conocimiento que es preciso estudiar separadamente en cada rama del saber humano y que, no obstante, es posible analizar minuciosamente desde los ámbitos lingüístico y social.

Siglos de enfrentamientos, colisiones y encuentros de culturas, lenguas, idiosincrasias y sistemas disímiles que producen, condicionan y/o determinan consecuentes y drásticos cambios en lo que respecta a la identidad misma de pueblos y comunidades enteras son objeto de estudio por una gran cantidad de especialistas. La lingüística en general, y la sociolingüística en particular, así como también la historiografía y otras ciencias afines no menos importantes, ponen su ojo en procesos de transculturización, aculturación y construcción de identidad de culturas que en la actualidad se han dado en llamar híbridas atendiendo a una condición que les es común: ser producto del choque de lenguas.

A nivel general, es sabido o asumido que el contacto o choque de dos o más lenguas, que a su vez corresponde al choque de dos o más culturas, ha existido desde épocas que la humanidad ni siquiera ha

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registrado de forma escrita. Se sabe, de igual forma, que las lenguas que hoy se conocen como oficiales en los países en los que se hablan atravesaron

procesos

y

fenómenos

morfológicos,

sintácticos

y

fonológicos desde sus inicios y que las moldearon hasta hacerse las que hoy por hoy son conocidas.

El principal motor de tales procesos y fenómenos fue, sin duda, el choque cultural y el inevitable influjo de diversas lenguas sobre otras, por lo que cabe entender que probablemente no sea posible hablar de un idioma totalmente puro; y es en vista de tal hecho que un estudioso de las lenguas modernas se siente en la necesidad de llevar a cabo un trabajo de investigación acerca de lo que es ya una realidad incuestionable y que podría constituir el inicio de una futura o, al menos potencial, lengua de carácter oficial: el spanglish.

En este orden de ideas, el presente trabajo de investigación se propone

analizar

el

fenómeno

del

spanglish

como

fenómeno

sociocultural producto del choque de lenguas y culturas, que se lleva a cabo bajo la forma de una tesis documental que busca alcanzar un nivel descriptivo. Tal trabajo se estructura con cinco capítulos claramente definidos que se explicarán a continuación.

En el primer capítulo se plantea la problemática existente en lo que respecta al tema del spanglish como fenómeno sociocultural derivado del encuentro y choque de dos culturas muy diferentes: la anglosajona y la hispánica. Tal choque es asimismo un choque de dos lenguas: la inglesa y la española. El contacto de dos mundos

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desemejantes es posible a causa de diversos factores que son explicados y analizados en los capítulos siguientes. Se definen también en este capítulo los objetivos –general y específicos– de la investigación y que serán desarrollados a lo largo del presente trabajo. La justificación, de igual manera, se presenta en el primer capítulo desde las cuatro perspectivas que la tesis de grado requiere: teórica, académica, metodológica y social.

Es a partir del segundo capítulo que se marca el inicio de la parte teórica y que comprende el desarrollo de los objetivos específicos a través de la descripción del conocimiento, los argumentos, los juicios y concepciones de los diversos autores que fueron consultados durante el tiempo en que se llevó a cabo esta tesis de grado de tipo documental, que finaliza con un quinto y último capítulo en el cual su autor plasma sus conclusiones y ofrece recomendaciones a tomar en cuenta sobre el tema tratado.

En el segundo capítulo se describirá la relación que existe entre los conceptos de cultura, sociedad y lengua. Cada uno de esos conceptos posee un punto de vista diferente según desde donde han sido extraídos y que el autor procura vincular a través de un profundo arqueo de fuentes. Los términos en este capítulo tratados ponen de manifiesto que es innegable el enlace existente entre ellos y muestra la indiscutible necesidad de analizarlos a fin de estudiar luego el fenómeno sociocultural que constituye la lengua híbrida denominada spanglish.

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El capítulo tres trata directamente el tema del fenómeno spanglish como término y concepto desde diversos puntos de vista, con un claro y más notable énfasis en el aspecto lingüístico. El autor del presente trabajo de grado muestra el juicio de un elevado número de autores de diferentes orígenes así como la concepción misma que tienen del empleo del término spanglish.

En dicho capítulo se observa asimismo la discusión en torno a la legitimidad de un fenómeno que para sus detractores es considerado una mera corrupción de alguna de las dos lenguas implicadas y que para quienes lo ven con buenos ojos suele significar el inicio de una lengua futura (si no lo es ya) e incluso la manifestación cultural de una nueva e híbrida identidad producto de un proceso de transculturización incuestionable. Se ofrece también en este capítulo un conjunto de ejemplos del uso escrito del spanglish con el fin de esclarecer su función comunicativa.

En el capítulo cuatro se desarrolla el tema del spanglish como un fenómeno sociocultural en el que influyen factores y elementos de esta índole tales como la transculturización, la mundialización, los procesos migratorios, la construcción y/o búsqueda de identidad, entre otros, que indican con claridad la naturaleza de esta lengua híbrida más allá de su aspecto lingüístico. En el último capítulo, el autor, tras haber llevado a cabo el análisis del fenómeno del spanglish, presenta sus conclusiones acerca de todos los aspectos tratados y ofrece recomendaciones acerca de la problemática planteada en el capítulo primero, punto por punto.

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CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento del problema

Los fenómenos de transculturización y aculturación constituyen una constante a través de siglos de historia humana. Diversos rasgos culturales

–entre

ellos

el

lingüístico–,

antaño

autóctonos

de

determinados pueblos, son hoy no más que el resultado de una mezcla cultural producto de siglos de conflictos, conquista, colonización y dominio de un grupo cultural sobre otro y una fusión y/o hibridación, si cabe el término, de éstos. Se comprende, por tanto, que las culturas de hogaño ameriten un estudio profundo cuyo fin sea determinar hasta qué punto sus rasgos deban considerarse o no pasajeros o ya establecidos y pertenecientes a una determinada comunidad.

Entre los diferentes rasgos que definen a una cultura, es sin duda la lengua uno de los pilares que la sustentan y que hacen posible no sólo su divulgación, sino además su expansión, pues como escribe Lind (2009), constituye un vehículo de comunicación. La lengua de un grupo cultural es, en rigor, un asunto no menos social que lingüístico, y estudiado por ello por la lingüística en general, y por la sociolingüística en particular, cuyo objeto de estudio es, como señala Paredes (2004), el lenguaje en relación con la sociedad fundamentándose en el hecho

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de que el fenómeno lingüístico es analizable dentro del contexto de la conducta social más allá de la estructura interna de un idioma.

Ya en 1951 Terracini había advertido la problemática que existe entre los conflictos de lenguas y de culturas, expresando que “el declarar uno que pertenece a una comunidad lingüística no es efecto de reflexión, ni tampoco de estudio, sino de un sentimiento elemental que arraiga en el propio carácter social de la actividad lingüística” (p. 15). Dicha realidad lleva ineludiblemente a plantearse la tarea de analizar los problemas socioculturales que traen algunos fenómenos lingüísticos de fondo y que repercutirán, a mediano o a largo plazo, en la estructura misma de toda una sociedad al trastocarse su sistema de comunicación verbal y, con ello, el probable y significativo cambio en la cosmovisión misma de un grupo cultural cada vez más heterogéneo.

En el contexto de un mundo globalizado, en el que la interculturalidad es más frecuente en las sociedades al mismo tiempo que algunas de estas se ven en cierta forma amenazadas ante la pérdida de identidad al ser menos avanzadas en cuestiones de técnica y menores en peso económico, fenómenos de tal envergadura cobran una importancia cada vez mayor.

Uno de los casos más llamativos desde el punto de vista demográfico es el del spanglish, fenómeno lingüístico de hibridación o mezcla de la lengua española con la lengua inglesa –erróneamente confundido con el mero empleo en el español de préstamos lingüísticos, extranjerismos o calcos del inglés, como señala Marcos Marín (2001)–

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producto del contacto entre dos culturas que, si bien ambas son ya occidentales casi en su totalidad, distan de ser en esencia similares por motivos que van más allá de lo puramente lingüístico.

Puesto que, como sostiene Gimeno (2002), no hay lenguas totalmente exentas de mezclas ni sistema lingüístico que no sea producto del mestizaje lingüístico, puede entenderse que existan fenómenos semejantes al del spanglish y que este, naturalmente, no se trate de un fenómeno aislado o meramente accidental.

Casos análogos pueden verse en los siguientes fenómenos: el Portuñol, variación lingüística empleada por pobladores de las zonas fronterizas de Brasil y los países de habla hispana con los cuales comparte límites (en el caso americano) y por los pobladores de las zonas fronterizas de Portugal y España (en el caso europeo); el Chinglish, derivado de la mezcla de la lengua inglesa con las lenguas chinas; el Guarañol, claro indicio de un proceso de transculturización llevado a cabo en el Paraguay y que ha mezclado el guaraní (lengua autóctona y cooficial de ese país) con el español, lengua allí oficial; el franglais, producto de la mezcla del francés y el inglés; el taglish, que resulta del idioma tagalog (hablado principalmente en Filipinas) y su mezcla con el inglés; el hinglish, que pone de manifiesto la influencia recíproca que tienen sobre sí el hindi y el inglés en la India, entre otros casos menos relevantes estadísticamente hablando.

Es posible advertir la continuidad del proceso expansivo de la lengua española a nivel mundial. Obediente (2009), quien estudia los

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orígenes, el desarrollo y la expansión de la lengua española a través de numerosos trabajos e investigaciones académicas, escribe que:

Hoy por hoy, el español es la lengua materna de muchos millones de individuos, y la lengua de interacción diaria de muchos otros. Además de hablarse en aquellos países que lo tienen como lengua oficial o cooficial, existen numerosas e importantes comunidades hispanohablantes en países cuya lengua oficial o común es otra. (p. 405)

En las naciones anglófonas, especialmente en el territorio estadounidense, donde la presencia de hispanoparlantes es cada vez más evidente y ha alcanzado hasta hoy dimensiones sin precedentes a causa de la inmigración, el español es ya un fenómeno que precisa de especial atención. Como señala Triantafilian (2011):

Las estadísticas nos permiten observar la importancia de la presencia del español en los Estados Unidos y su crecimiento a través de los años. Según el Censo de 1990, había entonces más de 22 millones de hispanohablantes, lo que constituía el 9% de la población. Estas cifras indican que el país era el cuarto del mundo con más hispanohablantes. La población continúa creciendo, tal y como podemos observar en las estadísticas más recientes del año 2009, con 48.4 millones de hispanos, esto es el 16% de la población total es de origen hispano. Entre julio de 2008 y 2009 más de 1.4 millones se añadieron a la población, convirtiéndose en el segundo país con más hispanohablantes, después de México. Las previsiones para 2050 estiman en 132.8 millones el número de hispanohablantes, lo que representa el 30% de la población. (p. 119-120)

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Asimismo, Oppenheimer (2007), quien partió de cifras y estadísticas del Instituto del Tercer Mundo publicadas en el citado año, publicó que la población hispanoamericana constituye desde entonces la primera minoría en los Estados Unidos de América, superando así a los afroamericanos.

Paz (2005) sostiene que uno de los puntos más controversiales en la discusión sobre el futuro de la población de origen hispano en Estados Unidos es el que trata la interrogante acerca de cuáles serán los rasgos definitorios de su identidad y condición. En uno de sus escritos plantea la necesidad de estudiar los fenómenos lingüísticos que surgen como consecuencia de esta realidad de la siguiente forma:

La confirmación de que la población hispana se ha convertido en la nueva primera minoría en los Estados Unidos y que esta circunstancia impondrá una agenda política, cultural, social y educativa inaplazable, aunada a la discusión dentro y fuera de este país sobre el papel que el español debe desempeñar en el nuevo siglo, nos indican a nosotros, maestros, escritores, intelectuales, hispanos y anglos, que hay que reavivar acuciosamente el debate sobre la(s) lengua(s) que serán habladas por esa primera minoría y que perfilarán los rasgos de esa “hispanidad”. (p. 55)

No obstante tal situación, un importante subsector de la población hispanoamericana allí presente no tiene un dominio total (y a veces ni siquiera parcial) de alguna de las dos lenguas, hecho que suscita la colisión de ambos idiomas y el intento de sustituir uno por otro

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sin lograrlo a cabalidad, produciendo lo que se conoce como spanglish. En otros casos, sin embargo, el bilingüismo es evidente y el empleo del spanglish, tal como sugieren autores como Betti (2009), Tarantino (2011) y Stavans (s/f), corresponde a un fenómeno sociocultural de identidad.

Pese a que la presencia del fenómeno del spanglish es fundamentalmente estadounidense, abarca un sector geográfico mucho más amplio. En palabras de Lind (2009):

Básicamente, el spanglish es una variedad híbrida que tiene su origen en las lenguas española e inglesa y su interacción continua a través de varios años. Desde la segunda mitad del siglo XX hasta hoy, la afluencia de inmigrantes de países hispanohablantes a los Estados Unidos ha tenido la influencia fundamental en el desarrollo y crecimiento del spanglish. Actualmente, el contacto entre las dos lenguas se mantiene, especialmente en las ciudades estadounidenses con grandes poblaciones hispanohablantes, aunque no es limitado a los Estados Unidos. (p. 8)

También Guerra (2001) escribe que:

La importancia de analizar el impacto del spanglish en la cultura estadounidense radica en cómo se ha ido extendiendo su uso, tanto en la vida cotidiana de un gran número de habitantes de tal país, como en los medios de comunicación masiva, con lo cual ha rebasado las fronteras estadounidenses para ejercer un efecto lingüístico en diferentes países alrededor del mundo. (s/p)

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Contemplando lo citado, es preciso entender que la dimensión del fenómeno es cada vez mayor y que atañe, hoy por hoy, al resto de países hispanófonos del continente que de alguna u otra forma ven a su lengua nativa influenciada por el inglés hasta el punto de entrar en lo que la mayoría de los autores denominan spanglish. Por tal motivo, y siguiendo este orden de ideas, se plantean las siguientes interrogantes: ¿cuál es la relación que existe entre cultura, sociedad y lengua? ¿Qué suele

entenderse

por

spanglish?

¿Cuáles

son

los

elementos

socioculturales presentes en el fenómeno del spanglish?

Objetivos de la investigación

Objetivo general:

Analizar el spanglish como fenómeno sociocultural producto del choque de lenguas y culturas.

Objetivos específicos:

Describir la relación existente entre cultura, sociedad y lengua.

Establecer las concepciones que del término spanglish se tienen.

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Identificar los

elementos socioculturales

presentes en

el

fenómeno del spanglish.

Justificación

La pluralidad cultural en los Estados Unidos de América es claro indicio de que allí es llevado a cabo un proceso que, en muchos aspectos, podría considerarse de transculturización, y que es producto de la mezcla y/o la colisión de los diferentes grupos etnolingüísticos que habitan el país.

De la creciente cantidad de hispanohablantes que pueblan los Estados Unidos de América se desprende un hecho: que los problemas de índole cultural y social que trae consigo la globalización al expandirse

como

proceso

alcanzan

a

verse

en

todas

sus

manifestaciones, una de ellas la lengua, por lo que es preciso conocer el impacto cultural en general y lingüístico en particular que ha tenido la influencia de estos habitantes a través de la historia y que han dado paso a la aparición de un fenómeno que se presenta como lengua híbrida, el spanglish, y que constituye un fenómeno que refleja una importante e innegable fusión cultural. De tal manera cabe entender que el presente trabajo de investigación sostiene una teoría que justifica su realización.

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Casos similares en otros idiomas como el portuñol, el guarañol, el franglais y el chinglish, entre otros, demuestran que no se trata de un hecho aislado o únicamente propio del español en contacto con el inglés y viceversa sino que, lejos de serlo,

significa un proceso

evidente a ojos de todo aquel que estudie los conflictos y/o encuentros forzados o inevitables entre culturas y lenguas que de una u otra forma tienen la necesidad de vincularse.

En este orden de ideas, es preciso señalar que desde el punto de vista académico una investigación al respecto es necesaria dado el hecho de que dicho fenómeno forma parte del amplio campo que cubren las ciencias inexactas, sociales y humanas, tales como la lingüística, la sociolingüística, entre otras, que no sólo atañen al estudiante de idiomas modernos en el contexto de un mundo globalizado en el que se mezclan y fusionan culturas y elementos esenciales de ellas, sino que además forman parte de su preparación académica y profesional en el área de las lenguas, siempre en constante evolución. La complejidad sociocultural que trae de fondo el surgimiento del spanglish no puede ni debe ser ignorada por quienes estudian los idiomas que a tal fenómeno dieron origen.

La necesidad de mantenerse al tanto de los incesantes cambios que experimenta una lengua al momento de estudiarla, lo mismo que una cultura, hace que sea precisa y consecuentemente útil la presente descripción del fenómeno del spanglish, de igual forma que hace necesario el análisis de su naturaleza, de manera que en lo que respecta a la metodología el presente trabajo documental de grado busca servir de antecedente a futuras investigaciones en las escuelas

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de idiomas modernos y en las áreas de la lingüística general, la sociolingüística y otras ciencias afines, así como, desde el punto de vista social, se propone el fin de brindar un aporte al conocimiento general de temas poco tratados en la sociedad venezolana y que de una u otra forma, directa o indirectamente, ejercen influencia sobre ella.

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CAPÍTULO II

CULTURA, SOCIEDAD Y LENGUA

La cultura, es sabido, abarca un amplísimo concepto sobre el cual toda investigación y/o estudio sociocultural debe partir a fin de esclarecer aquello de lo cual se habla. Sintetizado por Ortega y Gasset (1930) como “el sistema de ideas vivas que cada tiempo posee” (p. 341) o, incluso, como “el sistema de ideas desde las cuales el tiempo vive”, el término cultura requiere de una generalización tan amplia como su concepto mismo implica.

Respecto a lo anterior, Álvarez (2007) señala que:

El concepto de cultura tiene en su origen la idea de cultivo, de lo que se produce ayudado por el cuido de los seres humanos. Allí están implicados tanto los conocimientos como los modos de vida y costumbres, las artes y las ciencias, la industria y la religión. (p. 19).

A propósito del término cultura, Ducrot y Todorov (1974) establecen que:

La cultura es el conjunto complejo de las representaciones, de los juicios ideológicos y de los sentimientos que se transmiten en el seno de

15

una comunidad. En esta acepción, la palabra engloba, pero desbordándolos ampliamente, los conceptos que pertenecen a la literatura y a las bellas artes; igualmente los conocimientos científicos de un individuo, frecuentemente designados como «cultura científica», sólo una parte de su cultura en el sentido sociológico del término. La cultura comprende así singularmente todas las maneras de representarse el mundo exterior, las relaciones entre los seres humanos, los otros pueblos y los restantes individuos. (p. 164-165).

Otra forma de entender lo que es la cultura es enfocando el concepto sobre la base de un código adquirido o traspasado de generación en generación, a través del cual el individuo moldea su personalidad y se adapta a las circunstancias de la misma o, en palabras de Kroeber y Kluckohn (1952) recogidas por Aguirre (1988):

La cultura consiste en patrones de comportamiento, explícitos o implícitos; adquiridos y transmitidos mediante símbolos, que constituyen los logros distintivos de los grupos humanos, incluyendo su plasmación en utensilios; el núcleo esencial de la cultura se compone de ideas tradicionales (es decir, históricamente obtenidas y seleccionadas) y, sobre todo, de sus valores asociados; los sistemas culturales pueden, por un lado, ser considerados como productos de la actuación y, por otro lado, como elementos condicionantes de las actuaciones sucesivas. (p. 208-217)

A juicio de Kottak (1997), y señalado también por Álvarez (2007) en la obra citada anteriormente, la cultura se aprende por la propia experiencia (que se conoce como aprendizaje individual situacional),

16

aprendizaje que también se da entre los animales (‘el fuego quema’), pero también mediante la observación (aprendizaje social situacional) y de la conciencia de lo bueno y lo malo.

Es preciso tomar en cuenta que uno de los rasgos más llamativos de toda cultura es su carácter ineludiblemente social. Toda sociedad, en rigor, posee una cultura que le es propia o le es impuesta y a la que tiene que adaptarse bien sea por necesidad o por conveniencia. Las sociedades, primitivas o civilizadas, dueñas como son de una identidad propia y de la manifestación de esta a través de las diferentes vías de comunicación que les son dadas, muestran al exterior aquello que se ha dado en llamar cultura y que tantas definiciones tiene. Existe, por tanto, un estrecho vínculo entre cultura y sociedad, un enlace que no puede ni debe omitirse en ningún caso y que enseña a los estudiosos que cultura y sociedad son dos conceptos inseparables a lo largo de la historia.

Por sociedad puede entenderse, según el Diccionario de la Real Academia Española (2001): “Agrupación natural o pactada de personas, que constituyen unidad distinta de cada uno de sus individuos, con el fin de cumplir, mediante la mutua cooperación, todos o alguno de los fines de la vida”. En el campo filosófico, mientras tanto, Abbagnano (1963) expresa tres acepciones del término sociedad:

1) El campo de las sea de las comunicación y, totalidad de los

relaciones intersubjetivas, o relaciones humanas de por lo tanto, también 2) la individuos entre los cuales

17

existen estas relaciones; 3) un grupo de individuos entre los cuales existen tales relaciones en forma condicionada o determinada de una y otra manera. (p. 1087)

Sin embargo, en el ámbito de la sociología, mucho más específico a efectos de estudio, la sociedad es, según lo recopilado por Álvarez (1986) “el conjunto histórico concreto de las relaciones interhumanas, grupos y estructuras sociales comparado varias veces como

una

mancomunidad

determinada

racionalmente

de

la

colectividad” (p. 168).

Asimismo, los individuos que forman parte de una sociedad, llevados por su necesidad comunicativa en el propio contexto social, utilizan el recurso del lenguaje para relacionarse, y más que cualquier otro tipo de lenguaje, la lengua, símbolo que caracteriza al hombre en relación con otros y que posibilita el recíproco y cabal entendimiento y el consecuente logro de sus fines.

Cabe hacer, entonces, la distinción entre lenguaje y lengua, e indicar que los enlaza un vínculo no siempre necesario. Alonso (1986) diferencia lenguaje de lengua. Le da al primero una extensión que incluye a todos los seres humanos; al segundo, sin embargo, le atribuye una extensión de naturaleza comunitaria, de “nación-pueblo” (p. 26-27). Dicha distinción le lleva a definir al lenguaje como aquella facultad que tiene el hombre para comunicarse con su entorno, y a la lengua como un sistema determinado de signos o códigos.

18

Tal como dicen Alcaraz y Martínez (1997):

La faceta cultural es fundamental en el estudio de las lenguas, ya que los hablantes de una comunidad dada hacen continuas referencias implícitas a conocimientos compartidos, lo que les permite incluir en su discurso importantes caudales de información que sería muy difícil tener que hacer explícitos en cada intervención. (p. 156)

Sobre el específico carácter social de la lengua se abre una discusión que, si bien en la actualidad podría parecer poco útil a causa de las teorías mayormente asumidas, cabe advertir y que data del siglo XIX. Obediente (2009), quien se pregunta si, al hablar de la historia de un idioma, puede emplearse el término biografía, señala que fue en aquel siglo en el cual algunos lingüistas sostuvieron la tesis de que las lenguas eran organismos naturales con vida propia. En torno a esto, el autor explica que tal teoría lingüística biologicista fue propulsada por August Schleicher y refutada, entre otros, por Otto Jespersen, quien, atinadamente según Obediente, consideraba las lenguas como fenómenos de carácter social que evolucionan atendiendo a su dinamismo propio y no según leyes naturales fijas.

Álvarez

(2007),

siguiendo

la

tradición

de

lingüistas

y

sociolingüistas como Hymes (1974) y Labov (1972), y tal como lo había hecho décadas antes Terracini (1951) enlaza estrechamente los conceptos de lengua y sociedad de la siguiente manera:

Lengua y sociedad son dos realidades interrelacionadas, de tal manera, que es imposible 19

concebir la existencia de una sin la otra. La finalidad básica de una lengua es de servir de instrumento de comunicación y, por lo tanto, es parte de la cultura de la que forma parte. Pero la lengua no es simplemente un vehículo para transmitir información, sino también un medio para establecer y mantener relaciones con otras personas. La función de la lengua de establecer contactos sociales, y el papel social de transmitir informaciones acerca de los mismos hablantes forman parte de la íntima relación entre la lengua y la sociedad. (p. 7).

De igual forma, Ducrot y Todorov (1974) enlazan lengua y cultura al señalar que:

Se acepten o no las relaciones establecidas por los lingüistas entre la lengua y la cultura, el estudio lingüístico implica de una manera u otra la descripción de una cultura. El lenguaje contiene, efectivamente, una serie de elecciones sobre la manera de representarse el mundo: por ejemplo, el número gramatical con la existencia de una oposición singular/plural o de un sistema de tres, cuatro o cinco números o más es ya una cierta organización del mundo. Esto no significa, por el contrario, que la representación contenida explícita o implícitamente en una lengua colme la cultura del pueblo que la habla y constituya la única realidad que conoce. (p. 164-165)

También Paredes (2004) establece una relación directa entre ambos elementos culturales al afirmar que la lengua es un hecho social que se impone al individuo, razón por la cual la sociolingüística cobra mayor relevancia al momento de analizar los cambios y variaciones que va sufriendo un idioma con el pasar del tiempo; y Bordieu (1991) quien argumenta que la lengua existe en determinadas condiciones sociales. 20

CAPÍTULO III

EL SPANGLISH

Estudiando los conceptos de cultura, sociedad y lengua y la inevitable y estrecha vinculación que hay entre ellos, planteada por los autores y teóricos expuestos anteriormente, resulta preciso estudiar asimismo los resultados que algunas veces tal enlace produce. A través de procesos de naturaleza sociocultural que se describirán a continuación, fenómenos de índole lingüística han surgido y captan la atención de especialistas, así como su debate. Torres (2004) advierte que:

Con la lingüística ocurre que, a diferencia de otras disciplinas, los límites entre lo científico y lo popular a menudo se quiebran. Como la lengua es un hecho social compartido por todos, en todos despierta interés y suscita reflexión y debate. Este debate se desarrolla tanto entre los propios especialistas como entre quienes no tienen una formación específica en ese terreno. (s/p)

Dicho lo anterior, resulta evidente que el spanglish (también escrito “espanglish”), de span- (spanish) más -glish (english) es, sin duda, uno de tales fenómenos. Siendo un término empleado por primera vez por el periodista y escritor puertorriqueño Salvador Tió, tal como indica Betti (2009), el spanglish consiste en una manifestación oral y escrita cuya descripción es compleja puesto que, por factores de edad, nacionalidad, y posición social de los hablantes, como sugiere 21

Lind (2009), es diversificado. Existen estudiosos que opinan que es el nombre que se da a un conjunto de fenómenos, desde los cambios de códigos de los bilingües, a préstamos y calcos del inglés, e incluso a veces a la creación de nuevos términos y a variedades de español anglicadas y de inglés

hispanizadas, como lo son, por ejemplo, el

español chicano y el inglés puertorriqueño (Betti, 2009).

Por préstamo lingüístico debe entenderse aquella palabra que una lengua toma de otra para añadirla a su léxico con cierta adaptación (fonética, por lo general) como sugieren autores como García (1984) y Grijelmo (2004), como, por ejemplo, el término béisbol en español, del inglés baseball. Cabe señalar, no obstante, que ambos autores coinciden en que es preciso entender que algunos especialistas en lingüística

general

y en

traductología

distinguen

préstamo

de

extranjerismo, significando este último una palabra que una lengua adquiere de otra sin adaptación lingüística alguna. Mientras tanto, el calco refiere, según explica Grijelmo (1984), a una palabra que un idioma toma de otro traduciéndola literalmente con el fin de crear un nuevo término: balompié (del inglés football), por ejemplo.

Torres (2004), quien realiza un profundo análisis a propósito del fenómeno lingüístico del spanglish, argumenta que desde la perspectiva del contacto de lenguas el concepto suele entenderse de diversas maneras pues en algunos casos alude a la interlengua de hablantes de la lengua inglesa que aprenden el español, y en otros alude al uso de préstamos del inglés en el español que pueden estar más o menos integrados.

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Advirtiendo que ha causado polémica en el ámbito lingüístico y que ha sido tratado despectivamente por los estudiosos más puristas, Trantafilian (2011) indica que el spanglish ha sido catalogado de diferentes maneras,

y que constituye un fenómeno lingüístico que

afecta a todos los niveles del sistema lingüístico (fonético, morfosintáctico y léxico-semántico). En su trabajo acerca de este fenómeno, escribe:

Es posible pensar que el spanglish es el fenómeno lingüístico contemporáneo más importante en los Estados Unidos. Los préstamos lingüísticos, los calcos semánticos, los cambios de código, el español ‘vestigio’ y el Junk Spanish son todos aspectos directamente relacionados con él. Producido por el contacto de lenguas, considerado como nueva ‘lengua’ por unos, otros no aceptan tal creación y temen la pérdida del español normativo, y de la cultura hispana. Lo cierto es que el spanglish se considera como una variante del español de los Estados Unidos, variedad que puede producir cambios en ambas lenguas. (pp. 124-125)

Moreno (2004), define al spanglish como una “mezcla de lenguas bilingüe” que, en paráfrasis de Betti (2009) cubre un amplio espectro de manifestaciones lingüísticas, que van desde el empleo del español salpicado de anglicismos, al uso de un inglés salpicado de hispanismos, con una notable y creciente presencia de préstamos, calcos, alternancias (de código) y mezclas aleatorias en la medida en que el hablante se sitúa en las áreas intermedias del contacto bilingüe.

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El anglicismo alude a un préstamo del inglés y que está presente en otro idioma, como advierte Lind (2009), quien sostiene que en la actualidad la incorporación de estos al español crece continuamente tanto en la vida cotidiana como en áreas especializadas del conocimiento como, por ejemplo, la informática y los medios de comunicación, además de tener una notable presencia en el mundo deportivo.

Dueñas (2001), de igual manera, establece que “el spanglish es un lenguaje híbrido generado a partir de la continua interacción de códigos lingüísticos perfectamente discernibles: el español y el inglés”, (p. 126) y luego afirma que su reconocimiento como fenómeno lingüístico es relativamente cercano en el tiempo, pese a que se remonta al siglo XIX, como se apreciará más adelante. En cuanto a sus fundamentos lingüísticos, escribe:

En términos generales, en las manifestaciones de spanglish se detectan múltiples variaciones de dos fenómenos básicos: el code-switching y la incorporación de préstamos. El code-switching consiste en pasar de una lengua a otra de diferentes formas alterando oraciones, enlazando frases en las dos lenguas a lo largo del discurso, incorporando palabras aisladas, etc. (“Tienes que mostrar tu driver’s licence”; “Tiempo es money”; “¡Tenemos lo que necesita… and if we don’t let us know!”). (p. 127)

Asimismo, Valenzuela (1997), quien advierte que un artículo de The New York Times calificaba al spanglish como la tercera lengua de Nueva York después del inglés y el español, describe al spanglish como: 24

Un castellano salpicado de palabras inglesas ticket (multa), income tax (impuesto sobre la renta), okey (de acuerdo), liability (responsabilidad civil), nice. (simpático).-y traducciones literales de palabras y frases inglesas -chores (shorts, pantalones cortos), marqueta (market, mercado), taipear (to type, escribir a máquina), parquear el carro (parking the car, aparcar el coche), vacunar la carpeta (vacuum the carpet, aspirar la alfombra), te llamo para atrás (I call you back, te vuelvo a llamar), el rufo del bildin (the roof of the building, el techo del edificio). (s/p)

Valenzuela (1997) concibe al spanglish como algo impuesto en todos los barrios de Nueva York en los que existe presencia hispana y enfatiza, como puede apreciarse, el hecho de que tal fenómeno se pone de manifiesto con el mal empleo de la lengua española de parte de quienes han asimilado el inglés como lengua de uso diario. Un ejemplo de esto, arguye, puede verse en el uso de frases en español empleadas por hispanos en territorio estadounidense cuyo origen radica en una mala y literal traducción de expresiones que proceden del inglés de dicho país, así como en la confusión que crean los falsos cognados entre los bilingües: “está corriendo para la oficina de mayor" (está compitiendo por el cargo de alcalde), o que tal tienda "delibera groserías" ("deliver grocery", reparte la compra)”. (s/p)

Escribe en un artículo de una revista universitaria Valíková (2002) que “por lo general se define el spanglish como una invasión del español por el inglés, como una mezcla deforme y alterada de los dos idiomas, o un torrente de anglicismos que está afectando al español” (p.

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55); coloca asimismo una serie de ejemplos de palabras que llama “espanglesas” de uso corriente:

Bíldin = edificio (building), carpeta = alfombra (carpet), culear = enfriar (to cool), chotear = charlar (to chat), chopear = ir de tiendas (to shop), enjoyar = divertirse (to enjoy), estorma = tormenta (storm), fisar = congelar (to freeze), grosería = mercancía (grocery), jaigüey = autopista (highway), marqueta = mercado (market), rufo = tejado (roof), viaje redondo = viaje de ida y vuelta (round trip), yarda = jardín (yard), etc. (p. 56)

Guerra (2001) argumenta que el spanglish es un híbrido lingüístico que no es ni español ni inglés, sino “una amalgama que nace del encuentro (o choque) entre ambos idiomas” (s/p), cuya función considera comunicadora, y que se ha dado a causa de una carencia de vocabulario en alguna de las dos partes que forman un diálogo, razón por la cual es necesario adaptar las palabras conocidas al esquema en el que se necesita manifestar una idea. Señala, además, que es “por ello por lo que se le considera una muestra de alto nivel de creatividad lingüística, que por sus características informales no sería posible estandarizar académicamente” (s/p).

En su trabajo, Guerra (2001) coloca una lista de palabras en spanglish que se pueden apreciar en el siguiente gráfico.

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Gráfico 1. Compilación de palabras en spanglish. Fuente: Guerra (2001)

Indica también Guerra (2001) que el spanglish posee pocas reglas y muchas variaciones, “constituyéndose en un paseo sin esfuerzo entre los dos idiomas” (s/p). Las frases y oraciones, explica, vienen y van de manera prácticamente inconsciente en el momento en

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que la intuición de quien está hablando va allegándose de las mejores expresiones para expresar la idea que tiene pensada, pudiendo inclusive crear nuevas palabras. Escribe asimismo que:

Generalmente, hay dos enfoques del spanglish con incontables variaciones. Puede consistir en la combinación de palabras correctas ya sea en español o en inglés: dos idiomas se unen and they both win something (dos idiomas se unen y ambos ganan algo). El segundo enfoque ha sido el creado por los inmigrantes para sobrevivir y consiste en que las palabras en inglés se "tomen prestadas" para cambiarlas y pronunciarlas en una forma de español: to hang out a hanguear. De esta manera se hacen palabras bajo las reglas de ortografía del español, pero no precisamente de manera correcta. (s/p)

En este orden de ideas, argumenta Guerra (2001) que el uso del spanglish generalmente se da cuando un individuo de habla hispana no puede expresarse

en un idioma extranjero, y da el ejemplo del

inmigrante hispanófono recién llegado a un país que combina el inglés con su lengua nativa con el fin de compensar su deficiencia. Añade que en otras ocasiones “quienes lo usan lo hacen tan sólo por diversión, ya que está lleno de adaptaciones disparatadas del inglés” (s/p). Y, finalmente, advierte que existen situaciones en las que el cambio de código se pone de manifiesto cuando se tiene el deseo de expresar solidaridad con un determinado grupo social, cuando se busca demostrar una actitud particular hacia quien lo escucha o cuando se quiere excluir personas que no entienden el idioma de la conversación.

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Sumado a lo anterior, Guerra (2001) advierte que la influencia entre ambas lenguas en los procesos a través de los cuales se da este fenómeno es recíproca. Tal como señala:

De hecho, hay que considerar que hay un gran número de palabras en inglés norteamericano que se han tomado del español, y que son ejemplos de la importancia e influencia que también ha tenido este idioma en la sociedad estadounidense. Las palabras bronco, burro, rodeo, palomino, sombrero, reata, coyote, tequila, guerrilla, patio, han sido incorporadas. Por otra parte, puesto que la comida mexicana es ya tan popular en todo Estados Unidos, palabras como taco, nacho, enchilada y tortilla se usan ampliamente. En muchas películas norteamericanas se han utilizado palabras en español, como amigo, hombre y macho. Claro ejemplo de ello es cómo en la película Terminator II, Arnold Schwarzenegger popularizó la frase "hasta la vista, baby", o la ya clásica frase "living la vida loca", adaptada a partir del éxito de Ricky Martin. (s/p)

Valíková (2002), explicando parte importante de los motivos del surgimiento del fenómeno del spanglish, escribe que:

Hoy día el inglés, y sobre todo el americano, está penetrando no sólo en español por muchas fuentes. Por la primacía del inglés en campos como la tecnología, ciencia, técnica, medicina, etc., y también por el hecho de que el inglés pase a ser, ya indiscutiblemente, la "lingua franca" en todo el mundo, algunos términos suyos deben ser incorporados al español. Esto se debe a que la cantidad de nuevos vocablos es enorme y gracias

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a las comunicaciones modernas, la información original llega muy rápido a todas partes y hay muy poco tiempo para buscar una traducción adecuada en otros idiomas. También la bibliografía técnica y especializada basada en conceptos y sistemas creados en países no hispanohablantes está lógicamente afectada por el idioma original, que es el inglés en la mayoría de los casos. (p. 58)

Una clara muestra de este fenómeno, en este caso a nivel de la traducción literaria, es el siguiente fragmento de una traducción al spanglish del primer capítulo de la célebre obra de Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote de La Mancha, llevada a cabo por uno de sus más célebres defensores, Stavans (2003):

In un placete de La Mancha of which nombre no quiero remembrearme, vivía, not so long ago, uno de esos gentlemen who always tienen una lanza in the rack, una buckler antigua, a skinny caballo y un grayhound para el chase. A cazuela with más beef than mutón, carne choppeada para la dinner, un omelet pa’ los Sábados, lentil pa’ los Viernes, y algún pigeon como delicacy especial pa’ los Domingos, consumían tres cuarers de su income. El resto lo employaba en una coat de broadcloth y en soketes de velvetín pa’ los holidays, with sus slippers pa’ combinar, while los otros días de la semana él cut a figura de los más finos cloths. Livin with él eran una housekeeper en sus forties, una sobrina not yet twenty y un ladino del field y la marketa que le saddleaba el caballo al gentleman y wieldeaba un hookete pa’ podear. El gentleman andaba por allí por los fifty. Era de complexión robusta pero un poco fresco en los bones y una cara leaneada y gaunteada. La gente sabía that él era un early riser y que gustaba mucho huntear. La gente say que su apellido was Quijada or Quesada –hay diferencia de opinión entre aquellos

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que han escrito sobre el sujeto– but acordando with las muchas conjecturas se entiende que era really Quejada. But all this no tiene mucha importancia pa’ nuestro cuento, providiendo que al cuentarlo no nos separemos pa’ nada de las verdá. (p. 253)

Stavans (s/f), quien ha mostrado un interés persistente por el tema del spanglish y su carácter social, se opone a la idea de concebir al fenómeno como la destrucción o degeneración de una de las dos lenguas implicadas. Sobre la situación actual, dice que: “existe la percepción generalizada de que es "la jerga loca", la lengua de aquellos sin acceso al poder. Pero el spanglish es mucho más sofisticado y está muy a salvo de lo que esta percepción pretende hacernos creer”. (s/p); contrastando notablemente con autores como Valíková (2002), quien arguye que el spanglish constituye básicamente la lengua de los hispanohablantes pobres, casi analfabetos tanto en inglés como en español. Stavans (s/f) añade que:

Su diversificación es asombrosa: de una jerga callejera de escasa estimación, ha pasado a convertirse en la última década en un fenómeno cultural decisivo. Las variantes nacionales empiezan a confluir en el spanglish mediático que apunta a una especie de estandarización verbal. Hay programas de TV que emplean spanglish, anuncios publicitarios, estaciones radiales, revistas femeninas... Las corporaciones no ignoran su valor comercial. (s/p)

Entrevistado por Marx y Escobar (s/f) en The Barcelona Review, revista en la cual argumentó lo anteriormente expuesto, Stavans explica

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sobre la huella que el fenómeno del spanglish ha ido dejando en manifestaciones culturales de trascendental papel en el mundo como la literatura, la música y la gastronomía, entre otras. Sobre la primera, dice:

Hay una corriente literaria que se remonta por lo menos a la década de los setenta cuyo vehículo de comunicación es el spanglish. Esta corriente, en los últimos años, se ha diversificado. Ya no es practicada únicamente por poetas nuyorriqueños o chicanos sino por un grupo más amplio y heterogéneo de ensayistas, cuentistas y novelistas. (s/p)

Sobre la gastronomía y la moda, indica que:

El spanglish también se deja sentir en la llamada "nueva cocina latina", que es una fusión de sabores y extracciones diversos. Los nombres e ingredientes de los platillos que lanzan los restaurantes en Miami o Los Angeles o las recetas que se promueven en revistas están en spanglish. Además, la moda muestra estrategias similares. Estamos en un momento de "pan-latinización", una época en la que la identidad hispánica es presentada ya no como una serie de herencias nacionales divergentes sino como una aglomeración de partes. El spanglish mediático, obviamente, es el ejemplo perfecto de esa aglomeración. (s/p)

Sobre la música, mientras tanto, señala que:

La música latina en EE UU, ni que decirlo, es el ámbito donde esta aglomeración se deja sentir 32

más claramente. Cada grupo de inmigrantes en el país halla su vehículo de expresión favorito, que si bien no es exclusivo, se convierte en una dimensión con propiedades únicas: para los judíos fue la literatura y el cine, para los africanos la danza y la música, para los irlandeses la política. En el caso de los hispanos ese "aceite social" es la música y el spanglish es su expresión. (s/p)

Y luego añade:

Su influencia es liberadora. Hoy el spanglish da la impresión de ser ubicuo en la música latina. Pero esta es una impresión superficial. Hay rastros de él desde la época de los corridos revolucionarios de Pancho Villa y Emiliano Zapata, ni hablar de la popularidad de ritmos urbanos como el mambo, la rumba y el cha-cha-cha, y otros de extracción rural, como las rancheras. Debo añadir que en la música latinoamericana también ha dejado huella. Hoy por hoy, hay un número importante de cantantes y grupos que lo utilizan. Piensa, por ejemplo, en Café Tacuba de México o en Juan Luis Guerra de la República Dominicana. O bien los grupos Orishas y Quetzal. Sin embargo, su influencia en el quehacer músical hispánico al norte del Río Bravo, en efecto, es incuestionable. ¿Es ésta una muestra de su aceptación por el statu quo? Yo estoy convencido de ello. Hay raperos afroamericanos que lo frecuentan porque saben que a través del spanglish llegarán a un público más amplio, o por lo menos serán vistos como "cool" por su propia gente. Así, bandas como Cypress Hill lo promueven, a veces sin saber que tipo de vocabulario emplean. (s/p)

Otro importante ejemplo del spanglish en el ámbito literario, y específicamente en la poesía, es el poema que My graduation speech, extraído del libro La carreta made an U-turn que Fairclough (2003) muestra en su obra y que Trantafilian (2011) recoge en su trabajo: 33

Gráfico 2. Poesía en spanglish. Fuente: Triantafilian (2011)

En un artículo digital, Solache (2014) trata el tema del spanglish y muestra fotos que exhiben la presencia de tal fenómeno en la publicidad y que pueden apreciarse a continuación.

Gráfico 3. Spanglish publicitario I. Fuente: Solache (2014) 34

Gráfico 4. Spanglish publicitario II. Fuente: Solache (2014)

Asimismo, muestra fotos de avisos o letreros de diferentes tipos en los que también existe presencia del spanglish.

Gráfico 5. Letrero en spanglish I. Fuente: Solache (2014).

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Gráfico 6. Letrero en spanglish II. Fuente: Solache (2014).

En la discusión acerca de qué es el spanglish y si es legítimo hablar de él como lengua o no, pueden verse contrastes en las opiniones, pues como advierte Tarantino (2011) “hoy por hoy, aún no hay consenso en cuanto al grado de aceptación y reconocimiento de este fenómeno que ya ha trascendido fronteras” (p. 69), puesto que hay quienes lo denomina dialecto o variante del español o del inglés y quienes lo consideran una jerga temporal o incluso quienes creen que se trata del nacimiento de una nueva lengua.

Están, por un lado, autores como Bernal (2009), que observan con poco agrado el surgimiento y la continuidad del fenómeno, así como también discute el nombre del mismo al decir:

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Yo propongo que esta mezcla de idiomas deje de llamarse spanglish porque estamos tratando de definir un fenómeno que es precisamente la nociva influencia del inglés en el español. Debemos usar espanglés para definir un fenómeno que es la subversión del idioma. (s/p)

Lipski (2004), de igual manera, concibe al fenómeno del spanglish como una mezcla de español e inglés “universalmente considerada como enfermedad lingüística de consecuencias mortales para la vitalidad de la lengua española, no sólo en Estados Unidos, sino a través del mundo” (p. 5). Basándose en esta concepción, afirma que la palabra misma con que se designa a esta lengua híbrida se ubica entre otras, igual de despectivas, que sugieren “una procreación y proliferación de lenguas bastardas” (p. 5), entre las cuales sitúa al franglais (mezcla de francés e inglés), al taglish (mezcla de tagalog e inglés), al hinglish (mezcla de hindi e inglés), al portuñol (mezcla de portugués y español), al guarañol (mezcla de guaraní y español) y al yanito (lengua híbrida hablada en Gibraltar).

González-Echeverría

(1997), a quien Lipski (2004) hace

importante mención en su trabajo, considera asimismo al spanglish negativamente al escribir lo siguiente:

El spanglish, la lengua compuesta de español e inglés que salió de la calle y se introdujo en los programas de entrevistas y las campañas de publicidad, plantea un grave peligro a la cultura hispánica y al progreso de los hispanos dentro de la corriente mayoritaria norteamericana. Aquellos que lo toleran e incluso lo promueven como una mezcla inocua no se dan cuenta de que esta no es

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una relación basada en la igualdad. El spanglish es una invasión del español por el inglés. (s/p).

De acuerdo a las circunstancias, se suele conocer con el nombre de spanglish, dice Lipski (2004), a las siguientes manifestaciones lingüísticas: el uso de préstamos integrados y no integrados del inglés en español; el empleo de calcos sintácticos de modismos y circunlocuciones ingleses en el español; la intercalación de forma fluida y frecuente del español y el inglés en una sola conversación u obra literaria; y las desviaciones del español gramatical vistas entre hablantes vestigiales del español, es decir individuos de ascendencia hispana cuya competencia en español no alcanza la de un verdadero hablante nativo, debido al desplazamiento lingüístico.

Sumado a lo anterior, añade Lipski (2004) que, en ciertos casos, se conoce como spanglish aquella serie de características del español hablado

y

escrito

como

segunda

lengua

por

millones

de

estadounidenses que no provienen de familias hispanas, pero que han aprendido algo del español debido a su utilidad en su vida personal o profesional.

Posteriormente, agrega Lipski (2004) que ninguno de los fenómenos o manifestaciones lingüísticas antes descritas

constituye

una amenaza a la integridad de la lengua española, pese a que, a su juicio, algunas señalan la erosión gradual y natural de una lengua de inmigrantes después de varias generaciones. Algo similar opina Trantafilian (2011), quien escribe que: “La razón por la que los puristas temen la pérdida de la lengua española viene del abandono del español 38

en las segundas y terceras generaciones de hablantes; fenómeno lingüístico y social que se produce con rapidez”. (p. 125).

Otra autora que considera al spanglish negativamente hasta el punto de catalogarlo de peligro para la cultura hispánica y el avance de la integración latina es Koroliova (s/f), quien escribe que “los vocablos de este extraño idioma implantado por las nuevas generaciones hispanas en los EEUU se enriquece cada día y admite todo tipo de variantes”. (p. 1). Según ella, los especialistas más ortodoxos manifiestan su ira y consideran que tal fenómeno obedece a causas estructurales, individuales y específicas, que son las siguientes:

Causas estructurales: Carencia de directrices de organismos oficiales, nula coordinación entre directivos, técnicos, profesionales y publicitarios. Nula coordinación entre los distintos grupos de profesionales y críticos literarios y periodistas. Nula coordinación entre profesionales y lingüistas. Causas individuales: Pedantería, búsqueda de un prestigio falso, mimetismo, comodidad, pereza, falta de sensibilidad, primacía de la afición al habla por encima de la preocupación por la lengua, falta de imaginación, incultura. Causas específicas: Conciencia de las ventajas prácticas que acompañan al dominio del idioma inglés, escasa creatividad española, carencia de voces españolas idóneas, alta dependencia extranjera, dificultad de translación al español de voces inglesas. (p. 1)

Por otro lado, se encuentran quienes como Torres (2004) lo estudian con la mayor objetividad posible y esclarecen la dinámica y la naturaleza de esta discusión al explicar a través de ensayos, artículos y

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otros textos los diferentes usos que se dan al término spanglish en los diferentes ámbitos; y, por otro, quienes a causa de su relevancia sociocultural y lingüística (Stavans), buscan hacerlo notar al plantearse las siguientes interrogantes: “¿Cómo explicar nuestro rechazo a las lenguas que se mezclan? ¿De dónde viene la actitud que tomamos ante criollismos como el franglais, el spanglish o el portuñol, que frecuentemente son descritas como meras "corrupciones" lingüísticas?” (s/p) y al dedicarse a la investigación y difusión de su importancia.

Hay, mientras tanto, autores como Marcos Marín (2001), que entienden al spanglish como una suerte de lengua franca (lingua franca), pues argumenta que, al entrar en contacto dos lenguas, tienden éstas a producirse. Señala, de igual modo, que el término lengua franca ha pasado a significar también, mal empleado, lenguas comunes, generales o internacionales. Una lengua franca, en sus palabras, “no es más que una mezcla simplificada de lenguas que sirve para la intercomprensión, generalmente en dominios limitados” (p. 76), a lo que luego añade:

Espanglish y portuñol son lenguas francas, que sirven para que hablantes que no manejan bien el inglés o el portugués usen una fórmula simplificada, con un fuerte componente español, en los Estados Unidos o en el Brasil (limitándonos a América, porque también hay un portuñol en Portugal). Son hablas de ida, no de vuelta y tampoco son situaciones totalmente simétricas. (p.76)

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En este orden de ideas, Marcos Marín (2001) observa el fenómeno del spanglish como un problema que afecta a la lengua española y no a la inglesa al considerar que:

Quien habla espanglish lo que quiere es hablar inglés, se ha decidido ya por una evolución hacia el inglés y trata de abandonar el español para expresarse en una nueva lengua que todavía no domina. No intenta conservar las estructuras lingüísticas del español, sino ir sustituyéndolas por las inglesas, empezando por la más simple, el inventario léxico. (p. 76)

Años más tarde, Marcos Marín (2005) juzga que no se puede hablar de la existencia de un spanglish, sino de múltiples fenómenos de interferencias dialectales de la lengua española con la inglesa al argüir que:

Ni existe un spanglish general, ni tampoco dialectos: no puede hablarse de un spanglish puertorriqueño o uno cubano o uno mexicano, son individuales, sujetos a modas u oscilaciones. Un individuo, en un momento determinado, a falta de una palabra, o por juego, con frecuencia, introduce una palabra de la otra lengua. (s/p)

Lind (2009) entiende al spanglish como un fenómeno lingüístico que

reúne

una

serie

de

características

especiales.

Dichas

características pueden hacerlo ver como dos tipos de lengua claramente distinguibles: pidgin y lengua criolla. Un pidgin, señala, es una lengua mixta que se caracteriza por la simplificación de los

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componentes fundamentales de una lengua, esto es, la sintaxis, la fonología y la morfología, y constituye una variedad lingüística que no es la lengua nativa de nadie y suele ser inicialmente muy inestable. En sus palabras:

El spanglish tiene varios elementos de un pidgin, como la gran cantidad de préstamos del inglés que son necesarios para obtener un código común de comunicación. Las lenguas son vehículos de comunicación y para lograr tal comunicación es necesario que ambas partes entiendan lo que se dice. No es el caso en cuanto al spanglish, que tiene diversos orígenes y por tanto, variantes regionales. (p. 4-5)

De igual modo, Lind (2009) advierte que si el pidgin se convierte en la lengua propia de una comunidad este pasa a denominarse lengua criolla. Según señala, para un porcentaje minoritario de usuarios, “el spanglish es una lengua criolla

pero la mayoría de los hablantes de

spanglish son bilingües y pueden expresarse en cualquiera de las dos lenguas”. (p. 5). Parafraseando a Ardila (2005), explica que el spanglish está convirtiéndose en la lengua nativa de un elevado número de niños de

segunda

generación

de

hispanos

que

están

expuestos

principalmente al spanglish en sus hogares, de modo que cabe considerar al spanglish, en este caso, como una lengua criolla.

Agrega Lind (2009), además, que el uso del spanglish no se limita a los Estados Unidos, puesto que se habla en todos los países hispanoamericanos y en España, aunque en menor medida que en Estados Unidos, razón por la cual, aunado al hecho de que por no estar

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estandarizado el spanglish es muy difícil especular el número de sus hablantes, ve preciso saber el número de hispanoparlantes en territorio estadounidense.

A continuación se presenta un mapa en el cual se aprecia la distribución en términos porcentuales de habitantes estadounidenses de 5 años o más de edad que hablan español en casa por condado, según un censo del año 2000. Seguidamente, se muestra un mapa indicando la población de origen hispano como porcentaje de la población total estadounidense.

Gráfico 7. Mapa de hispanohablantes en EEUU según censo del 2000. Fuente: Lind (2009)

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Gráfico 8. Mapa de la población hispana en EEUU como porcentaje de la población total en 2007. Fuente: Lind (2009).

Asimismo, Lind (2009) hace hincapié en una serie de características esenciales del fenómeno del spanglish: la presencia de cognados y falsos cognados, préstamos lingüísticos y el cambio de código; características en las que coinciden la mayoría de los autores a la hora de describir el spanglish.

No obstante, es Stavans (s/f) quien marca un precedente al brindarle al spanglish, como se ha apreciado anteriormente, una importancia que no debe ser ignorada, pues como explica, “ya llegará el

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momento, en una década quizá, en que surja una contracorriente a través de la cual se ataque esta identidad añadida. Pero por ahora estamos en su apogeo” (s/p). Asimismo, añade que:

En su lúcido libro filosófico de 1961, La invención de América, Edmundo O’Gorman habla del descubrimiento que hizo Cristobal Colón del continente americano. La opinión de O’Gorman es que el marinero genovés, si bien no conocía la existencia del otro lado del océano Atlántico, la sospechaba de manera inconsciente. Para probar su tesis, ofrece el siguiente paradigma: un peatón que al andar la acera se tropieza de pronto con una pequeña piedra de oro, su primera reacción es levantarla. ¿Por qué? La respuesta es fácil: sabe que el oro tiene valor social y no quiere perder la oportunidad de beneficiarse. Si perteneciera a un periodo histórico anterior al nuestro en el que el oro carecía de valor, ¿se inclinaría de cualquier manera? Obviamente no. Algo similar le ocurre al spanglish: su existencia no es reciente pero solo en los últimos años nos hemos dado cuenta de él. Y al hacerlo, empezamos a entender que, como el oro, había estado presente en épocas previas a la nuestra, aunque poca gente le prestaba atención. Sin embargo, en la actualidad se ha convertido en un artefacto de valor e ignorar sus posibilidades es una forma de ceguera. (s/p)

Otro autor que exhibe una actitud positiva hacia el surgimiento del spanglish es Guareschi (2001), quien considera que el fenómeno traería importantes beneficios para las dos lenguas que a él dieron origen si tan sólo se modificaran las condiciones actuales. Betti (2009) recoge sus palabras en su investigación:

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Algunos creen que es algo transitorio. Sólo lo hablan los monolingües, escuché decir en este ámbito. Para refutar esto, sólo basta comprobar que lo hablan muchos hispanos fluentes en ambos idiomas. Y no lo hablan porque les faltan las palabras; algunos hispanos cultos lo emplean como una manera de identificarse y hasta como una moda. [...] puede crecer. Ya hay manifestaciones artísticas interesantes de hispanos en la música popular, en la poesía. No sería aventurado apostar a que esa pujanza comience a condensarse también en construcciones literarias de valor artístico. Y además, sobre todo el spanglish va a progresar gracias a la creciente integración entre EE.UU. y México, es decir, por la política y la economía. [...]. No tiene sentido subestimar al spanglish. (s/p)

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CAPÍTULO IV

ELEMENTOS SOCIOCULTURALES DEL FENÓMENO DEL SPANGLISH

Partiendo del hecho de que, como arguye Paredes (2004), “resulta evidente que un cambio social trascendental puede tener consecuencias lingüísticas” (p. 12), y de las palabras de Terracini (1951), quien nos dice que “consideramos más bien el lenguaje en su calidad de producto de una actividad cultural” (p. 13), cabe entender al spanglish como un fenómeno no sólo lingüístico, sino además cultural y social; esto es: un fenómeno sociocultural desde su surgimiento.

En Estados Unidos se encuentran en contacto dos lenguas universales: el inglés como lengua mayoritaria y el español como lengua minoritaria, tal como advierte Betanzos (1997), quien considera, por tanto, lógico que ambas lenguas forcejeen y se entrecrucen. Señala Lind (2009) que: A lo largo de la historia, lenguas híbridas han surgido como resultado del contacto de dos o más lenguas. Es un desarrollo natural. Las lenguas vivas cambian y evolucionan continuamente, moviéndose de un lugar a otro. En cambio, una lengua que no sigue el camino normal de desarrollo y evolución se clasifica como una lengua muerta. Este choque o contacto de lenguas no es nada nuevo, ha existido desde que la especie humana empezó a hablar más que una lengua. (p. 11)

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Resulta evidente que el spanglish constituye un fenómeno que parte del contacto de lenguas, más específicamente, como escribe Stavans (2001), del “encuentro verbal entre las civilizaciones hispánicas y anglosajonas” (p. 5). Lind (2009) indica que “se habla de contacto de lenguas cuando dos o más lenguas son utilizadas por las mismas personas de manera alternativa” (p. 3), y agrega luego que “en casos extremos de contactos de lenguas, el resultado es la creación de una nueva lengua” (p. 3). Desde el momento en que dos o más grupos de gente tienen que comunicarse precisan de un código en común, explica Lind (2009); tal código puede ser en relación al comercio, la colonización, la esclavitud u otros motivos, por lo que surge una lengua nueva, el pidgin, fenómeno lingüístico que reúne varios elementos que pueden apreciarse en el spanglish, según advierte.

Stavans (2001) se pregunta si es posible establecer un lugar del comienzo del spanglish para de esa forma estudiar más directamente su origen. Lind (2009) escribe que desde la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492 hasta mediados del siglo XIX, las crónicas escritas por varios exploradores y misioneros en el continente fueron escritas en castellano. Con la llegada paulatina pero incesante de angloamericanos a las regiones de Nuevo México, Texas, California, Arizona, entre otros estados, a mediados del siglo XIX la situación lingüística cambió de forma drástica. El contacto de las dos lenguas que en consecuencia tomó lugar resultó en el uso aumentado de ambos inglés y español.

Señala Betti (2009), argumentando que el spanglish no constituye un acontecimiento nuevo que, como indicó años antes

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Stavans (2001), sus antecedentes pueden observarse en 1848, con la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo mediante el cual el dictador mexicano Antonio López de Santa Anna vendió a Estados Unidos dos tercios de territorio mexicano a la Casa Blanca y que marcó el final de la Guerra entre México y Estados Unidos. Estos dos tercios, señala Triantafilian (2011), comprendían los estados de California, Nevada, Utah, algunas partes de Colorado, Nuevo México, Arizona y Wyoming. Dueñas (2001) acota que:

En el documento que se firmó, a pesar de mencionarse las buenas intenciones por ambas partes en lo que respecta a la población afectada, no se incluye referencia alguna a la cuestión de la lengua madre de aquellos individuos nacidos mexicanos que de un día para otro y sin previa consulta pasaron a ser ciudadanos estadounidenses. Sí hay evidencia de que existió el compromiso político de que ambas lenguas serían usadas a efectos oficiales por los gobiernos de los nuevos territorios; no obstante, la historia muestra que tal compromiso fue incumplido y que los derechos lingüísticos de los hablantes de español quedaron totalmente ignorados. Aun así, comienza a apreciarse a partir de entonces una cierta influencia lingüística recíproca, incorporándose términos de cada una de las lenguas en la otra. (p. 126)

También Paz (2005) escribe sobre este hecho:

De un plumazo, las fronteras se corrieron más abajo y la población de entonces tuvo que elegir entre dejar lo que le pertenecía y mudarse a México, o quedarse en un nuevo país y adoptar

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una cultura, una lengua y una religión diferentes. Suponemos que en este momento el español se hizo “extranjero” con relación a la lengua mayoritaria del nuevo país. Si bien el tratado apunta claramente al libre ejercicio de la religión y al usufructo de las propiedades, no dice nada de manera específica con respecto a la lengua. (p. 58)

Asimismo, Betti (2009) argumenta que la nueva frontera marcada constituyó una arbitrariedad ya que, de repente, los hispanohablantes que hacían vida en esas zonas se vieron en una situación muy peculiar al ser tratados como extranjeros en la tierra que les vio nacer. Tal como escribe: “en pocas palabras, se convirtieron en extranjeros en su propia tierra, se les impuso el inglés como lengua oficial y se les prohibió hablar el español”. (p. 103).

Según Betti (2009), gran parte de la población anteriormente mexicana quería formar parte del nuevo sistema y, al mismo tiempo, conservar su identidad. Por tal motivo, arguye, la evolución del spanglish dependió asimismo de la zona geográfica. Indica además que con la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo “se intensificó en el Suroeste el tránsito bilingüe entre la población de habla hispana que se vio forzada a utilizar el inglés como la lengua de los negocios y la educación”. (p. 103)

En este orden de ideas, Torres (2007) escribe que:

Estos borderígenas, atravesados, habitantes de Mexamérica, de un Aztlán redescubierto, reinventado, junto con el resto de mitos aztecas, vivirán la frontera como un lugar poroso, de transgresión, de forja de una identidad pluriforme, 50

entrecultural, una identidad hecha de intersección, híbrida, mestiza. (s/p) El siguiente mapa histórico muestra a los Estados Unidos en el período comprendido entre los años 1836 y 1853.

Gráfico 9. Mapa histórico de EEUU entre 1836 y 1853. Fuente: Lind (2009) Lind (2009) escribe que “los nuevos ciudadanos mantuvieron el uso del español en casa y en las escuelas, pero el inglés llegó a ser la lengua dominante en los negocios y la diplomacia” (p. 12). Tal situación es denominada diglosia, que refiere a una situación en la que coexisten dos o más variedades o dialectos de la misma lengua, usadas con funciones diferentes, una para la conversación corriente y otra escrita y más formal.

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El spanglish, pues, es el fruto del encuentro (o la colisión) entre dos mundos que distan de ser iguales, de dos sensibilidades, dos culturas y lenguas cuya familia lingüística es diferente: el hispánico y el anglosajón. De igual forma, el spanglish puede entenderse como la representación del mestizaje cultural, referencias a culturas dobles o híbridas que gestan algo nuevo, como sugiere Morales (2002).

Betti (2009), quien parafrasea a Fernandez-Ulloa (2004) escribe que el fenómeno del spanglish comenzó de manera informal en los barrios de clase baja a lo largo de la frontera con México y que logró una mayor aceptación después del movimiento de los derechos civiles de los años 60. En palabras de Fernandez-Ulloa (2004):

Debido a la opresión política, social y económica a principios del siglo XX, el español no era visto con buenos ojos, era considerado la lengua de una minoría que rehusaba aceptar el inglés como lengua oficial. Irónicamente, la marginación hizo que estos hablantes buscaran ciertos elementos de cohesión que los unieran y los ayudaran a identificarse como chicanos. Uno de ellos fue un nuevo dialecto que ellos crearon y que se conocía en ese entonces como el lenguaje de los pachucos (el espanglish de ahora). El espanglish surgió en la calle y se introdujo en los programas de televisión y las campañas de publicidad hasta llegar a la situación actual, en que es usado, al menos en ocasiones, por hispanos de todas las capas sociales. Fue en la segunda mitad del siglo XX cuando empezó a tenerse conciencia de que el espanglish era un lenguaje nuevo, ni inglés ni español, aunque, en realidad, aún no se ha alcanzado un acuerdo5 sobre si el spanglish es

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una forma transitoria de comunicación o una jerga que va camino de convertirse en dialecto. La polémica está servida, y no hay más que entrar en Internet para ver que es un tema de apasionada discusión en múltiples foros. (p. 89-90)

Algo similar sucede en la actualidad cuando se trata el tema del elevado número de hispanoparlantes que han emigrado hacia Estados Unidos y se ven inmersos en un mundo que, si bien no dista demasiado de ser el propio, le es ajeno. Ya Terracini señaló algo cercano a esta realidad en 1951, cuando escribió que “los grandes ejemplos de cambio lingüístico son el resultado de inmigraciones o de infiltración colonial” (p. 19). De igual forma, Torres (1997) advierte que algunos estudiosos han demostrado que es en la propia condición bilingüe en la cual se dejan ver los principales signos de identidad

etnolingüística y no en la

preferencia o lealtad hacia una de las dos lenguas. De tal manera que el fenómeno del spanglish corresponde, asimismo, al resultado de un problema de identidad.

Explica Tarantino (2001) que desde el punto de vista del contexto social e histórico puede afirmarse que la aparición del spanglish se debe fundamentalmente a la inmigración hispanoamericana en los Estados Unidos durante el siglo XX, aunque, en rigor, ya existen muestras del fenómeno desde mucho antes. Destaca además que, como consecuencia de esta emigración masiva de los hispanos a diferentes estados en busca de unas mejores oportunidades y condiciones de vida, se incrementó de igual forma la presencia del idioma español y de la cultura hispanoamericana en Estados Unidos.

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Asimismo, Triantafilian (2011) sugiere que, además y luego de lo acontecido a causa del Tratado de Guadalupe Hidalgo a mediados del siglo XIX, el spanglish, dada la presencia de la lengua hispana en Estados Unidos, se desarrolló a medida que los hispanos fueron arribando a tal país. Escribe que:

Un gran número de mexicanos inmigró, también desde finales del siglo XIX, debido a los procesos de industrialización del país vecino, y a principios del XX a causa de la Revolución Mexicana, si bien en los años de la Gran Depresión muchos de ellos fueron deportados a México a pesar de que ya eran ciudadanos de los Estados Unidos. El caso de la inmigración puertorriqueña es otro. Más de 50.000 personas llegaron entre 1945 y 1955, después de la Segunda Guerra Mundial, para instalarse en el país, especialmente en ciudades como Nueva York y sus alrededores. Desde el Caribe, muchos cubanos emigraron a La Florida como refugiados políticos cuando Fidel Castro tomó el poder en 1959. Y de los países de Centroamérica, miles de salvadoreños, guatemaltecos y nicaragüenses emigraron durante las guerras civiles de sus países en las décadas de los setenta, ochenta y noventa. Hoy en día la inmigración todavía continúa, y se ha potenciado a causa de numerosos problemas en los países latinoamericanos como la superpoblación, la pobreza, la inestabilidad económica o la inseguridad social. (p. 119)

Guerra (2001) arguye que en el ámbito de los intelectuales se suele alegar que el spanglish carece de legitimidad y de una esencia propia. Advierte que la realidad es que actualmente, y debido a la fuerte presencia de los inmigrantes hispanoamericanos “se está registrando en Estados Unidos un cambio acelerado en el ámbito social, político,

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religioso, pero fundamentalmente un cambio verbal, representado por el spanglish”. (s/p). A diferencia de otros grupos también inmigrantes, señala, estos han descubierto que su idioma étnico se mantiene con firmeza en tierra estadounidense y que su resistencia es hoy por hoy más fuerte que nunca.

Valíková (2002), a propósito del spanglish, compara la situación de los aborígenes en Hispanoamérica respecto a la lengua española con la de los hispanos que viven en Estados Unidos respecto al inglés, pues señala que, en algunas zonas con población indígena en sus países, los padres de familia evitan que sus hijos empleen el español en detrimento de su lengua autóctona con el fin de procurarles un futuro prospero. Advierte, siguiendo dicha idea, que es por ello que una gran parte de los hispanohablantes inmigrados en Estados Unidos no tienen al español como un idioma de identidad nacional o étnica sino como una lengua aprendida de manera insuficiente que sólo les es útil para encontrar un empleo y vivir más dignamente. En su artículo, escribe que:

En este contexto podemos observar una cierta analogía social: en América Latina el español destroza las posibilidades del desarrollo cultural de las comunidades indígenas y, al revés, en los Estados Unidos un hispano que no entienda y no hable inglés está excluido de la vida corriente. Muchos hispanohablantes incorporan entonces palabras y construcciones inglesas a su habla de todos los días opinando que traducir directamente las expresiones idiomáticas inglesas significa reclamar la calidad de miembro de la corriente mayoritaria, tal vez se avergüenzan de su origen y por eso tratan de usar palabras inglesas lo que les

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da la impresión de conseguir un modo de vida más fuerte desde el punto de vista económico. (p. 56)

Algo similar siente Paz (2005), quien opina que es crucial que los intelectuales y escritores de origen hispano asuman su lengua nativa, en cualquiera de sus variantes, como lengua para la creación literaria. A propósito, escribe:

Entiendo que estos escritores están enfrentados a un dilema casi patético: escribir en español, en spanglish o en inglés. El mercado ha determinado la opción por el último. Como intelectual latinoamericana trabajando en una universidad estadounidense, escribiendo sobre literatura y lingüística del y en español, he observado incrédula que mis posibilidades de publicación son menores por ese solo hecho. En otras palabras, que para hablar de nuestras realidades tenemos que autotraducirnos. (p. 65)

Sin embargo, Grijelmo (2001) va más lejos al afirmar que, pese a que no puede tratarse al inglés como una lengua invasora sobre el español, el asunto es patético, pues considera que determinados hablantes del español tienen el deseo de ser invadidos porque en ellos anida un desprecio inconsciente hacia su propia cultura, a la cual consideran inferior frente a la estadounidense, y ante la cual sienten la obligación de rendirse.

En su artículo para la Revista Hópax de Salamanca, Tarantino (2001) escribe que:

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A pesar de que, en su mayoría, estos emigrantes hispanos que llegaron a los Estados Unidos desconocían el idioma inglés, no tenían educación ni trabajo, y se sentían marginados y discriminados por la sociedad norteamericana, consiguieron adaptarse e integrarse en su nuevo ambiente. El spanglish es el reflejo, en parte, de las duras condiciones sociales de estos emigrantes y de su lucha por superar ese choque social y cultural vivido. Con las sucesivas generaciones de hispanoamericanos, empezaron a convivir en EE.UU hablantes monolingües de español, hablantes monolingües de inglés y hablantes bilingües, lo que ha dado lugar a influencias en ambas direcciones creando una fusión cultural, social y lingüística, hoy día conocida como spanglish. (p. 70)

Guerra (2001) explica que pese a que todos los segmentos de hispanoamericanos identificables en Estados Unidos guardan vínculos culturales y lingüísticos con sus países originarios, su conducta y actitudes hacia los mismos tienen diferencias cualitativas según el grado de pertenencia y arraigo al entorno estadounidense. Escribe que:

Muchos hispanos buscan las posibilidades de educación bilingüe para preservar sus raíces culturales o, por lo contrario, hay quienes se han adaptado al estilo de vida y cultura estadounidense y ni siquiera llegan a aprender el español, a costa de ser llamados "vendidos". (s/p)

Indica también que las habilidades que requieren los hispanos para dominar el inglés son diferentes, ya que en las regiones cercanas

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a la frontera con México, por ejemplo, los niños chicanos no se ven en la necesidad de usar el inglés en su vida cotidiana y por lo tanto es difícil para ellos aprenderlo, pues “es más usual utilizar el español o, en otro caso, es muy normal que al crecer en un ambiente donde la gente habla tanto español como inglés, mezclen los dos idiomas”. (s/p). Esa mezcla ha propiciado, según argumenta, que el español no se haya propagado en su totalidad de forma pura en Estados Unidos.

Tarantino (2011) argumenta que no es válido decir que los usuarios del spanglish se avergüenzan de su identidad y cultura hispánica, puesto que ha sido el spanglish, precisamente, el que les ha permitido encontrar su lugar en la sociedad estadounidense en la que han

nacido

y

viven,

manteniendo,

a

la

vez,

sus

raíces

hispanoamericanas. Tal como escribe: “para sus hablantes se ha convertido en algo más que una forma de hablar ya que representa de alguna manera esa doble identidad y cultura que les rodea, reforzando su autonomía como individuos de una sociedad multiétnica” (p. 72).

El problema de identidad –que es un problema cultural y consecuentemente social– que trae de fondo el fenómeno lingüístico del spanglish deja verse a través de un sinnúmero de testimonios de hispanohablantes y/o descendientes de hablantes nativos de la lengua española en los Estados Unidos. Saz (s/f), quien hace un análisis sociocultural de las obras literarias de un conjunto de escritoras estadounidenses de origen hispanoamericano, escribe:

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Según Sandra Cisneros, nacida en 1954 en Chicago en el seno de una familia mexicana americana, no se dio cuenta de que era diferente hasta que se marchó de casa para hacer estudios de postgrado en la universidad en Iowa City. "Yo suponía –escribe que el mundo era como Chicago, compuesto de gente de muchas culturas que conviven aunque, a veces no felizmente, pero, sin embargo, que coexisten. En lowa, de pronto me di cuenta de que yo era extraña cuando hablaba, como si yo fuera extranjera. Pero éste era mi país también. Esto no quiere decir que nunca hubiera sentido esta sensación de "otredad" antes en Chicago, pero no lo había sentido tan agudamente como me pasó en los estudios de postgrado. No podía expresar lo que me pasaba, excepto que sabía que me avergonzaba cuando hablaba en clase, así que elegí no hablar". (p. 317)

El término spanglish, según explica León (2003), sirve para ilustrar de forma metafórica la diversidad cultural de los hablantes y, además, sitúa al cambio de código en una posición de honor entre los emblemas con los que expresan la identidad de su pueblo por ejemplo, los miembros de la comunidad chicana. Señala también que es gracias al cambio de códigos que los hablantes ayudan a crear y transmitir una serie de significados sociales cuyo análisis hace posible identificar muchos de los rasgos de la identidad de los interlocutores a través de su comportamiento verbal.

En este orden de ideas, Betti (2009) señala que el cambio de códigos que implica el spanglish constituye una estrategia expresiva que da la posibilidad a los individuos pertenecientes a ese contexto sociocultural de comunicarse pasando de un código a otro, del inglés al español o viceversa, o de mezclar ambas lenguas en los discursos

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dialógicos espontáneos, o incluso inventar nuevos términos, y tiene por eso una función comunicativa, gracias también a la versatilidad sintáctica que posee. Explica también que, sin embargo, el spanglish no sólo es una modalidad de expresión, sino que además se trata de “la manera

de

vivir,

multiculturalismo,

marcada que

en

de los

hibridación, Estados

de

Unidos

identidad,

de

representaría

perfectamente a muchos latinos que viven entre estas dos realidades”. (p. 110).

Betti (2009) añade luego que:

La identidad sociocultural se desarrolla en relación con los otros. A los hispanos poder comunicarse en inglés y en español les permite tener contacto con dos culturas y dos mundos diferentes, pero cabe recordar, sin embargo, que los conflictos que pueden nacer en los Estados Unidos atañen no solamente a cuestiones lingüísticas, sino también a conductas sociales y al modo de entender conceptos como la familia, el dinero y el individuo. (p. 110)

Entiende Betti (2009), por tanto, que el spanglish no pueda considerarse un lenguaje deficiente o marginal empleado por gentes pobres o por individuos que no dominan el inglés, el español o ambos sino un “tercer código” (p. 111) que es utilizado a menudo incluso por escritores latinos que presupone un alto grado de competencia bilingüe y una considerable habilidad, viveza lingüística para alternar o mezclar los idiomas a lo largo de una interacción dialógica o de un escrito, y que:

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Es en la literatura, de hecho, que el spanglish adquiere su sello de legitimidad, dando a ese lenguaje autoridad y verosimilitud. La fuerza de esos autores chicanos, puertorriqueños, cubanoamericanos, dominicanos, entre otros, reside en su literatura, y su identidad se refugia en la lengua, una lengua algunas veces mestiza, híbrida, a veces rebelde, pero siempre expresión de una vida in-between, que les hace únicos. (p. 111)

Guerra (2001), de manera similar, destaca que en Estados Unidos los jóvenes que luchan orgullosamente por su identidad como miembros de minorías culturales, dan un uso al spanglish como jerga, pero que los adultos han ido aceptando. Resalta además que, aunque es más hablado por las clases bajas y medias, se expande de forma paulatina, pero pasos agigantados y que en definitiva su popularidad ha crecido, ya que lo que en algún momento fue una moda, una forma de expresión casi contracultural, es ahora para muchos una necesidad misma.

Sobre la inevitable relación entre migración y rasgos culturales Zulma (2008) dice que:

La migración conlleva dejar atrás vínculos, profundas raíces personales, sociales y culturales. Se pierde la continuidad de la propia historia vivida en el lugar donde transcurrió. Implica poder soportar la distancia de aquello que hasta ahora se había dado por seguro, arriesgarse

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a lo nuevo, atreverse a la incertidumbre y a construir un nuevo entramado interno y externo de certezas y de vínculos. (s/p).

De tal forma, cabe considerar las migraciones y su debate cultural, la hibridez creciente y la gravitación de la lengua española en Estados Unidos temas decisivos, como indicó Ortega ya en 1999, quien explica que la presencia hispánica en la nación norteamericana da a “esta triangulación el común denominador de lengua” (s/p) y que las nuevas prácticas bilingües y las tesis en torno a la hibridación y al multiculturalismo forman parte de ese espacio de reflexión acerca de las nuevas identidades políticas y sus discursos de mediación.

También Lind (2009) trata el tema del spanglish como identidad. A su juicio, el fenómeno une a los estadounidenses de origen hispano que a menudo comparten experiencias similares. Advierte que durante más de 150 años los hispanoparlantes han mantenido en Estados Unidos su lengua nativa en mayor o menor grado pese a ser forzados a aprender el inglés y que, además de representar cierta resistencia ante la cultura anglosajona dominante, el spanglish cumplía y cumple una función de símbolo de identidad para sus hablantes.

Una obra literaria de Fuentes (1995) exhibe la identidad de los chicanos en Estados Unidos a través de un fragmento que alude de forma implícita al spanglish de la siguiente manera:

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Y cuando empezó a escribir, a los diecinueve años, le peguntaron y se preguntó, ¿en qué idioma, en inglés o en español? Y primero dijo en algo nuevo, el idioma chicano, y fue cuando se dio cuenta de lo que era, ni mexicano ni norteamericano, era chicano, el idioma se lo reveló, empezó a escribir en español las partes que le salían de su alma mexicana, inglés las que se le imponían con un ritmo yanqui, primero mezcló, luego fue separando, algunas historias en inglés, otras en español, dependiendo de la historia, de los personajes, pero siempre unido todo, historia, personajes, por el impulso de José Francisco, su convicción: -Yo no soy mexicano. Yo no soy gringo. Yo soy chicano. No soy gringo en USA y mexicano en México. Soy chicano en todas partes. No tengo que asimilarme a nada. Tengo mi propia historia. (p. 294)

De manera que al analizar el spanglish se encuentra el analista ante un problema transculturación, término por el cual se entiende, según lo recogido por Álvarez (1986) “las fases del paso de una forma de vida cultural a otra nueva en el transcurso de la cultura”, (p. 182), que pasó con el tiempo a ser de hibridación cultural y lingüística y, como fue señalado anteriormente, de identidad. Tal y como Betti (2009) escribe:

El spanglish llega a ser, entonces, no solamente un medio comunicacional eficaz en determinados contextos, sino un signo de hibridación, de una nueva identidad in-between, mestiza, además de un modo de vida bien definido, que facilita la comprensión entre hispanos que no hablan inglés y norteamericanos que no hablan español. (p. 113)

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CAPÍTULO V

CONCLUSIONES

En este último capítulo se presentan las conclusiones del autor del presente trabajo de grado tras haber hecho una investigación a través del arqueo de fuentes y documentos y tras haber analizado cada uno de ellos hasta alcanzar apreciaciones referentes a la problemática tratada y que corresponde a la naturaleza sociocultural del fenómeno del spanglish como un producto del choque de lenguas y culturas. A partir del segundo capítulo, y hasta el cuarto, se desarrollan los objetivos específicos planteados. Cada uno de estos objetivos lleva a conclusiones por separado.

En el segundo capítulo ha podido apreciarse la siempre inevitable vinculación que existe entre los conceptos de cultura, sociedad y lengua, trío indispensable de términos que son manejados por lingüistas, sociolingüistas, historiadores, sociólogos e incluso psicólogos, dada la amplitud de su implicancia en el estudio de toda comunidad o grupo etnolingüístico desde diferentes campos y enfoques. Dado que la cultura constituye la base de todos los rasgos que definen a una sociedad, cabe entender que la lengua es parte de ella y que tal sociedad sólo es posible si la comunicación a través de su uso es óptima o, al menos, efectiva. Toda cultura es, o ha sido, mixta, o nunca pura, lo mismo que las lenguas, hecho que es un claro indicio de que no existe sociedad sin interacción previa de individuos o grupos de individuos de diversas identidades.

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En el tercer capítulo se buscó esclarecer los conceptos comúnmente sostenidos del spanglish. Como pudo leerse, muchos son sus detractores y a su vez muchos quienes contemplan con buenos ojos su surgimiento y le auguran un buen futuro. Quienes lo repudian expresan una clara aversión a las lenguas híbridas y, a juicio de quien esto escribe, parecen olvidar dos cosas que serán explicadas a continuación.

La primera es que cada lengua es producto de la colisión de dos o más realidades y culturas que distan de ser semejantes por diversas razones o, lo que es lo mismo, que no existe lengua (al menos viva) que no haya resultado de la interacción cultural, tal como afirma la mayoría de los estudiosos de la lingüística. Idiomas como el yiddish, señalado por Stavans (s/f), lenguas que hoy se conocen como criollas, e incluso lenguas que se remontan a la Edad Media y que en la actualidad constituyen gran parte de las más habladas del planeta como las denominadas romances y germánicas, fueron en su momento un cruce del latín con las lenguas bárbaras habladas en cada región.

La segunda, es que el spanglish, según lo estudiado, une a los hispanohablantes de diversos orígenes geográficos en los Estados Unidos que en él hallan un vínculo en común que los identifica; de manera que se ignorara una parte de evidente importancia cuando el estudioso se toma la tarea de abordar el tema de este fenómeno enfocándolo desde un punto de vista mera y exclusivamente lingüístico, apegándose, quizás erróneamente, a su carácter purista en lo que a

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cuestiones de la lengua se refiere. Preciso resulta recordar, por ejemplo, que la propia identidad europea, hoy tan incuestionable, sólo es reconocible si se toman en cuenta tres herencias mezcladas de cuya presencia no se admite ningún tipo de discusión: la germánica, la grecorromana o grecolatina y la judeocristiana.

En el cuarto capítulo, que corresponde a la identificación de los elementos socioculturales presentes en el spanglish, se evidenció la doble naturaleza de este fenómeno que es a la vez una realidad lingüística y sociocultural. Es un fenómeno lingüístico debido a la presencia de dos lenguas en contacto: la inglesa y la española; y sociocultural, dado el encuentro en una misma sociedad de dos culturas diferentes: la hispanoamericana y la anglosajona. La identidad que une a los hispanoparlantes radica en una lengua híbrida que de una u otra manera se han visto forzados en un principio a crear y posteriormente a adoptar como rasgo distintivo de sus orígenes, y tal hecho debe estudiarse como lo que es: una realidad que no puede esconderse más allá de toda valoración del analista.

En síntesis, como conclusión general puede decirse que pese a toda polémica y debate provocado por una u otra voz de renombre que exhiba su opinión, y más allá de todo juicio de valor por demás subjetivo acerca de lo que se conoce como spanglish, el fenómeno está presente en Estados Unidos y se expande por toda América y España, y se debe analizar como tal.

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