El sillón romano de Barcelona y sus precedentes alemanes

July 22, 2017 | Autor: Mónica Piera | Categoría: Art History, Furniture
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Descripción

Eclecticisme, l’avantsala del modernisme: espais i mobiliari

Eclecticisme, l’avantsala del modernisme: espais i mobiliari L’estil de l’Eixample de Barcelona

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President Jaume Ciurana i Llevadot

President Jaume Ciurana i Llevadot

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Junta de l’Associació per a l’Estudi del Moble Presidenta Mónica Piera Miquel Vicepresidenta Àngels Creus Tuebols Secretària Núria Ruíz Comín Tresorera Montserrat Morgades Tutusaus Vocal Eva Pascual Miró Vocal Joan Güell Solà

Edició Associació per a l’Estudi del Moble Ajuntament de Barcelona Institut de Cultura Museu del Disseny de Barcelona Direcció i coordinació Mónica Piera i Xavier Nadal

Col·laboren:

Disseny i compaginació Fons Gràfic Impressió Reprodisseny Foto coberta: Arxiu Balclis Sala de Subastas ISBN: 978-84-9850-662-4 Dipòsit legal: B. 5982-2015

Presentacions / Presentaciones ............................................................................................................. 7 L’arquitectura eclèctica: el difícil equilibri entre la funcionalitat i la sumptuositat Joan Molet i Petit ............................................................................................................................................................. 11

L’estil renaixença, algunes mostres d’eclecticisme innovador Teresa-M. Sala i Garcia .............................................................................................................................................. 25

Conservació i restauració del mausoleu del general Prim M. Àngels Jorba, Carolina Jorcano i Xisca Bernat .. ................................................................................ 31

Consideracions al voltant dels teixits i les puntes als interiors eclèctics de finals del segle XIX Joan Miquel Llodrà Nogueras . . ........................................................................................................................... 39

Francesc Vidal i el bon gust a l’interior burgès? Mariàngels Fondevila Guinart . . ............................................................................................................................. 51

Muebles e interiores de las casas de indianos en Asturias Ana María Fernández García ............................................................................................................................... 63

La Biblioteca Nacional de España. Mobiliario y decoración del Palacio de Bibliotecas y Museos Nacionales en los años de su creación (1892-1896) María Paz Aguiló Alonso y Sonsoles Caruana Moyano .................................................................... 75

De l’arquitectura eclèctica al moble alfonsí Joan Güell ........................................................................................................................................................................... 87

Historicisme i moble corbat (1875-1900): Jacob & Josef Kohn a l’Exposició Universal de Barcelona del 1888 Julio Vives Chillida.........................................................................................................................................................95

De l’Àlbum Rigalt a la Història de l’Art de Montaner y Simón (1857-1897): 40 anys d’eclecticisme Pilar Vélez ......................................................................................................................................................................... 105

El sillón romano de Barcelona y sus precedentes alemanes Mónica Piera Miquel .................................................................................................................................................. 113

El negro y otros acabados en los muebles alfonsinos Àngels Creus Tuèbols . . ............................................................................................................................................ 125

Els setials de la mitja hora. Una aproximació a dos setials reials de l’Exposició Universal del 1888 Rossend Casanova ..................................................................................................................................................... 141

La chimenea monumental del Palau Casades Josep Capsir i Maíz .................................................................................................................................................... 153

Retrat d’una família burgesa de finals del segle XIX Fernando Pinós Guirao ............................................................................................................................................ 161

El sillón romano de Barcelona y sus precedentes alemanes

Eclecticisme, l’avantsala del modernisme: espais i mobiliari Associació per a l’Estudi del Moble i Museu del Disseny de Barcelona, 2014, pp. 113-124

Mónica Piera Miquel Associació per a l’Estudi del Moble

Resumen En los salones de finales del siglo XIX decorados por Francesc Vidal destaca un asiento de respeto que se identifica como sillón romano. Este mismo modelo lo reconocemos en la producción coetánea de la Casa Busquets y de otros establecimientos de mobiliario de Barcelona. En esta presentación se sigue la evolución de la tipología y se intenta diferenciar la autoría de las diferentes variantes. Además, planteamos las posibles fuentes de inspiración, localizando el precedente directo en un asiento diseñado en 1874 por el arquitecto alemán Franz Ewerbeck. Palabras clave: sillón romano, Francesc Vidal, Joan Busquets, El Siglo, Gaudí Abstract In the late nineteenth century in the reception rooms decorated by Francesc Vidal stands up a seat identified as Roman armchair. We recognize the same model in the contemporary production by Casa Busquets and in other local furniture shops in Barcelona. In this paper we follow the development of the typology and we try to identify the authorship of the variants. Also, we discuss the possible sources, and we found the direct precedent in an armchair designed by German architect Franz Ewerbeck in 1874. Key words: Roman armchair, Francesc Vidal, Joan Busquets, El Siglo, Gaudí

Introducción De entre los muebles que encontramos repetidos en los salones barceloneses de finales del siglo XIX destaca el sillón de respeto denominado en la época sillón romano. Se trata de un sólido sillón con decoración tallada y con asiento y respaldo tapizados. Su depurado diseño se organiza a partir de unos montantes oblicuos que cruzan el asiento de abajo arriba. Parten de los pies delanteros, en forma de garra felina, suben haciendo las veces de patas del asiento y se prolongan en función de montantes del respaldo con terminación circular tallada con hojas de acanto. Otra característica definitoria del modelo es la representación zoomórfica de los brazos a la manera de quimeras o dragones, en la mayor parte de los casos con cabeza de felino. En tercer lugar, pero no menos importante, el sillón se identifica por la reducción de los elementos a formas geométricas básicas: circular el asiento, rectangular el respaldo y oblicuos los montantes (fig. 1).

Estamos hablando de un diseño muy bien resuelto, estéticamente impecable1 y de una comodidad extrema. Las diferentes partes se sustentan por un marco ancho de nogal que se enriquece con tallas, lo cual le confiere un aspecto severo y suntuoso, que encajaba bien en espacios donde se quisiera ofrecer una atmósfera señorial, respetable y serena. Se presentaba adecuado para despachos públicos o privados, y también para salones de representación. Además del sillón, el diseño se ofrecía en forma de canapé, silla e incluso banqueta, en algunos casos con detalles dorados. Se conocen otros muebles a juego, como mesas de despacho o consola con espejo.2 En los asientos, a la calidad de la talla había que añadir la de la tapicería, en piel –guadamecil– o tejido –terciopelo, seda o jacquard– que procedía de las más renombradas manufacturas catalanas y que en la mayoría de los casos se tapizaba con muelles. Se han conservado muchos ejemplos de sillón o canapé romano, lo que indica su éxito y nos sugiere 113

Figura 1. Francesc Vidal i Jevellí. Sillón Romano, 1888. Procedente de la Diputación de Barcelona, actualmente en el Palau Güell.

una considerable producción, teniendo en cuenta que no era un mueble barato. Se localizan en colecciones públicas y privadas, como son el Palau Güell, el Museu del Disseny de Barcelona, el Palau Moja, el Museu Abelló de Mollet del Vallès, el Palacio de Sobrellano en Cantabria, y en anticuarios, como Gothsland, y casas de subastas. A primera vista todos estos asientos parecen iguales, pero una comparación atenta muestra diferencias, en algunos casos sutiles y en otros más evidentes. En realidad, lo que se hace difícil es encontrar dos conjuntos exactamente iguales.

El sillón romano en los talleres y tiendas de muebles de Barcelona Reconocer la autoría de estas diferentes variantes del sillón romano no es tarea fácil con los datos a nuestro alcance.3 Sabemos que el sillón romano fue vendido por Francesc Vidal, a quien se le ha atribuido el diseño, aunque también es conocido que fue muy utilizado por la Casa Busquets. Pero la producción no se limita a estos dos talleres de Barcelona, sino que otra empresa importante del sector, la dirigida por Josep Ribas,4 también la ofrecía en su tienda. Además, el asiento se vendía en la sección de muebles de los Grandes Almacenes de El Siglo. Hasta ahora la diferenciación entre los ejemplares de Francesc Vidal i Jevellí y los de Joan Busquets se había centrado en distinguir si los animales de las empuñaduras llevaban o no lengua, siendo ésta una teoría muy poco consistente porque, de entrada, muchas de las quimeras presentan la boca cerrada y otras tantas enseñan los dientes de forma amenazante, pero sin abrir la boca. Para poder apreciar las diferencias se debe agudizar la vista, lo que nos veremos obligados a hacer en este estudio, puesto que las variantes se muestran en los animales fantásticos, pero también en las garras de las patas, en los rosetones del respaldo o incluso en los torneados. 114

Como avanzábamos, además de Francesc Vidal y de Joan Busquets, este sillón de respeto lo vendían en los Grandes Almacenes de El Siglo. En su catálogo, bajo el nombre de “Sillón Romano” se presenta un fotograbado del asiento.5 Este documento ha sido esencial a la hora de conocer la denominación de época y demuestra que era un modelo de moda en la capital catalana. Los Grandes Almacenes ofrecían el sillón romano en dos versiones. Una, con número de catálogo 138, a 225 pesetas en nogal macizo, tallado con tapizado “superior” y forrado con peluche de hilo. La segunda, número 139, a 250 pesetas “forrada de badana chagrén fijada por clavos adorno bronceados”. El nombre de sillón romano parece hacer referencia a su relación con los tronos romanos o, mejor, con los modelos de sillón de estilo romano recuperados durante el Imperio e utilizados en los palacios napoleónicos. Asientos severos, de líneas horizontales y geométricas, con henchidos altos y rígidos que se adornaban con tallas que simbolizaban el poder y la fuerza, como son los leones monopodia tallados en los montantes delanteros o las figuras de grifos decorando los brazos. Estos modelos de asiento, a la romana, eran los que sirvieron de inspiración para el modelo de asiento denominado sillón romano de finales de siglo XIX. El hecho de que diferentes talleres de muebles de Barcelona compartieran modelo no se circunscribe a este asiento. A partir de la comparación de las fotos de los talleres de F. Vidal y J. Busquets podemos apreciar coincidencias en varias tipologías, como apuntaron anteriormente J. Mainar y T-M. Sala. Así ocurre, por ejemplo, con el sillón Febo o la silla Rothschild, entre otros.6 También es fácil establecer relación entre muebles de J. Busquets y los Grandes Almacenes de El Siglo, lo que hace suponer una continua copia de modelos de unos a otros, y que los diseños exitosos rápidamente eran incorporados en los catálogos de talleres que competían entre sí.

El sillón romano de Francesc Vidal La primera referencia del sillón romano en la empresa fundada por Francesc Vidal i Jevellí (1847-1914) data de 1884, cuando presenta “Un sillón de estilo Romano” en la sección de “Muebles, pianos y armóniums” de la Exposición de Artes Industriales con aplicación al decorado de habitaciones.7 Además de este sillón, entre las obras de F. Vidal destacan las de estilo ruso, gótico, barroco, en concreto Luis XIII, y renacimiento, con variedades de renacimiento italiano y renacimiento moderno. Entre estas últimas, se mencionan la silla y el sillón Febo.8 Un año más tarde, en 1885, Alexander de Riquer firma la postal de publicidad de la empresa de F. Vidal, que incluye una fotografía del interior del establecimiento donde destaca el sillón romano en primer término. De esta manera, entendemos que por esas fechas la empresa defiende el modelo como uno de los diseños insignia de la casa. Estos dos primeros

ejemplares son iguales a la pareja que se conserva en el Museu del Disseny de Barcelona procedente del legado de Carles Casades de Còdol (fig. 2).9 Otra pareja la encontramos en el Palacio de Sobrellano en Comillas, que fue amueblado por el artista catalán. Se trata de una propuesta de sillón donde las quimeras ocupan todo el brazo del asiento y cuyas patas traseras apoyan en los montantes del respaldo. Las zarpas de las patas delanteras del asiento son gruesas, peludas y enseñan incluso las uñas. Además de la pareja de sillones, el legado Casades incluye una pareja de canapés y un juego de sillas. Los canapés son del modelo romano, pero las quimeras están muy desarrolladas con cabeza de dragón y, en lugar de patas traseras, llevan cola enroscada que termina en fruto (fig. 3 y 4).10 Una foto antigua muestra un sillón, un canapé y una silla de este conjunto con las tapicerías originales, las mismas que actualmente presentan.11 Además, detalles de la silla nos permiten atribuir los asientos a F. Vidal.12 Este tipo de quimera con cola y fruto lo hemos localizado en un buen número de piezas, tanto en sillones como canapés, que varían en otros aspectos. Por ejemplo, los hay con patas de garra o simplificadas, con botones todo a lo largo de los montantes o sin ellos, etc. Por ello, aunque parece que deberíamos atribuirlos todos a F. Vidal, no podemos asegurarlo.13 En 1889, el estand de F. Vidal y Compañía de la Spanish Exhibition en Earls Court vuelve a mostrar una variedad de piezas de diversos estilos, donde reconocemos una renovación del sillón romano. Se diferencia del modelo de 1885 en que el travesaño superior del respaldo es más ancho, arqueado y está tallado con hojarasca, y el inferior con arquerías abiertas. Pero la diferencia principal, que lo aleja del sillón aquí estudiado, es que elimina la oblicua y la substituye por una en sentido contrario que une brazos y patas traseras del asiento.14 Se trata del mismo modelo que actualmente se encuentra en el Palau Moja de Barcelona, y que también se realizó en formato canapé,15 como el que se conserva en el Palacio de Sobrellano. En concreto, en el salón de la chimenea de este edificio construido por Joan Martorell por encargo de Antonio López y López y acabado en 1888. En realidad, en esa sala se combinan dos modelos diferentes de asientos romanos de Vidal.16 La mezcla de variantes en un mismo interior parece ser un hecho más común de lo que cabría pensar y se repite en otros conjuntos.17 Para poder avanzar en el conocimiento de los muebles de Francesc Vidal ha sido de vital importancia la información obtenida en los cuatro álbumes de fotografías del taller, propiedad de la familia Vidal, que recogen un buen abanico de productos.18 Entre los asientos fotografiados, localizamos el sillón romano de 1884 y 1885, antes comentado (fig. 5),19 pero también otra versión de talla más esquemática, en la cual el animal fantástico ocupa únicamente la parte frontal de los brazos y se presenta con las alas abiertas en abanico sin superar la altura del brazo.20 En este segundo mode-

Figura 2. Francesc Vidal i Jevellí. Sillón con tapicería original. Museu del Disseny de Barcelona, MADB 113.842. Autor fotografía: La Fotogràfica.

Figura 3. Francesc Vidal i Jevellí. Canapé con tapicería original. Museu del Disseny de Barcelona, MADB 113.840. Autor fotografía: La Fotogràfica.

Figura 4. Detalle de fig. 03.

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Figura 5. Francesc Vidal i Jevellí. Sillón Romano número 28 del Álbum de fotografías del taller. Diseño de hacia 1885. Archivo: F. Vidal.

Figura 6. Francesc Vidal i Jevellí. Mesa “de ministro” del despacho particular del Presidente de la Diputación de Barcelona, a juego con los sillones y canapés Romanos. Las barandillas del tablero llevan las quimeras iguales a las de los brazos de los asientos. Álbum de fotografías del taller. Diseño de hacia 1885. Archivo: F. Vidal.

Figura 7. Francesc Vidal i Jevellí. Canapé con tapicería original, 1888. Procedente de la Diputación de Barcelona, actualmente en el Palau Güell.

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lo, las patas delanteras del asiento insinúan las garras con unas simples incisiones. El sillón de la fotografía va tapizado en guadamecí, lo que confería todavía más solemnidad al asiento. Unos ejemplares de este tipo se conservan en el Palau Güell procedentes del despacho particular de la Presidencia de la Diputación de Barcelona, que fue amueblado por F. Vidal.21 En una fotografía del interior del despacho se aprecian tres de los sillones romanos realizados por F. Vidal junto a otros muebles del mismo autor, como la mesa de ministro, la peana y el bufete o mesa auxiliar, todos ellos localizados en los álbumes de fotos del taller (fig. 6).22 Actualmente el conjunto localizado en el Palau Güell está compuesto por cinco sillones y dos canapés, uno de los cuales conserva la tapicería con muelles original en terciopelo de algodón bicolor de fondo granate rematada por galón y fijada por clavazón de cabeza almendrada (fig. 7).23 La tapicería es la misma que se aprecia en los sillones del despacho de Presidencia, en la foto antigua, lo que ayuda a identificar el conjunto. La mesa de despacho hacía juego con la sillería y los mismos animales fantásticos decoraban las barandillas laterales que cerraban el tablero. No conocemos la localización actual de la mesa, pero refleja bien el tipo de mueble de estilo renacimiento que tanto gustaba al artista. Además de los sillones y canapés, los álbumes del taller de F. Vidal recogen un modelo de silla tapizada con guadamecí que iría a juego con el sillón Romano, así como otros modelos de sillón con características más o menos cercanas al que estudiamos.

El sillón romano presente en el catálogo de los Grandes Almacenes de El Siglo Los Grandes Almacenes de El Siglo, que se habían iniciado como camisería y ventas a ultramar, crecieron en poco tiempo, convirtiéndose en almacén de referencia entre la burguesía urbana. En 1881 se trasladaron a la Rambla dels Estudis número 5 y Xuclà 10 y 12, y desde allá fueron ampliándose.24 Desde su fundación, tuvieron como objetivo “poner al alcance de un público suficientemente selectivo de Barcelona toda la oferta francesa y europea de la mejor calidad y a un coste más razonable. Y ello pasará por comenzar a nacionalizar la producción de muchos modelos. O por adquirirlos, también más baratos, en la pujante Alemania de antes de la Gran Guerra”.25 Una Alemania que era “mucho más competitiva como proveedor industrial que Francia o Inglaterra”. La sección de muebles de los Grandes Almacenes de El Siglo no abrió hasta 1890-189126 y la de ebanistería lo hizo en 1905.27 Las tipologías de muebles que se vendían en estos renombrados almacenes eran siempre muy comerciales y procedían de industrias principales. Un ejemplo son los muebles de madera curvada, cuyos diseños nos revelan los talleres productores, en oca-

Figura 8. Grandes Almacenes de El Siglo. Catálogo s/d (entre 1898-1901). Arxiu Contemporani de Barcelona.

siones de Viena y posteriormente otros valencianos, especialmente de Salvador Albarcar y Ventura Feliu.28 Sabemos que otras tipologías de mueble, como bancos y aparadores, eran fabricadas en Alemania. El sillón romano se presenta en uno de los catálogos de estos grandes almacenes que no lleva fecha de publicación (fig. 8). Se había sugerido la datación de 1888,29 pero ha de ser posterior a la instalación de la sección de muebles, es decir, 1890-1891. Por la comparativa de precios de algunos muebles del catálogo con los de otros que están datados, el sillón romano se debió de publicar en fecha posterior a 1894 y anterior a 1904. Por la estética de algunas piezas, la tipografía y el tipo de imagen, creemos que se puede apuntar entre 1898-1901. El modelo se presentaba junto a asientos tipo confortable, como una silla lambrequín, un sillón Rotschild y una chaise longue María Antonieta. Como hemos comentado, su precio oscilaba de 225 a 250 pesetas según la tapicería, un precio muy alto en comparación con todos los demás asientos. Incluso sillerías compuestas por seis sillas, dos sillones y un sofá se vendían a 160 pesetas. El precio del sillón romano sólo era superado por el gran “Sofa Ascón” tipo neorrenacimiento, que se vendía tapizado a 260 pesetas. El

valor es acorde con la calidad de trabajo del asiento y la clientela a la que iba dirigido. La forma del sillón romano de El Siglo responde al último de los modelos comentados de Francesc Vidal, el de diseño más esquemático. Aunque se trata de un fotograbado de pequeño tamaño se pueden apreciar detalles que permiten establecer esta relación, al menos en los elementos relevantes. Este hecho nos plantea la cuestión de si pudiera ser el mismo Francesc Vidal el proveedor de los asientos o algún otro taller de la ciudad o, por el contrario, este asiento era también importado del extranjero, apuntando la posibilidad de Alemania por ser este país un proveedor habitual de la casa.30 Esta relación con el modelo de Vidal complica la catalogación de los ejemplares que podamos localizar de esta variante a no ser que contemos con otras informaciones, como son la procedencia o alguna etiqueta de los almacenes.31 Entre los ejemplares localizados de este modelo se cuentan los que incluyen incisiones vegetales de estilo modernista con ésta y otra parte de la decoración en dorado. En ese caso, su ejecución se adentra ya en el siglo XX, dato que no es de extrañar, ya que el sillón romano siguió vigente y con fuerza, durante la primera década siglo. 117

Figura 9. Muebles Artísticos Juan Busquets. Sillón Romano. Fotografía de Pau Audoaurd. Muestrario fotográfico nº 60. Museu del Disseny de Barcelona. Centre de Documentació. Fons Busquets.

Figura 10. Casa Busquets. Interior con sillones Romanos, entre 1888 y 1895. Museu del Disseny de Barcelona. Fons Busquets. Ref. SF02-GS04-S02.

Las propuestas de sillón romano de la Casa Busquets

se presentan encoladas en el álbum entre fotos datadas en 1888 y julio de 1895, lo que nos permite establecer unas fechas aproximadas para el modelo. Por otro lado, una de las fotografías donde se localiza el sillón romano con cabeza elevada representa el interior de la tienda, junto a asientos y otros muebles de estilos bien diversos. Esta imagen se utilizaría como reclamo en la tarjeta de la empresa de 1896, diseñada por el propio J. Busquets (fig. 11).37 La cronología de las imágenes parece corroborarse con la documentación escrita conservada e indicaría que el sillón romano se empezó a construir en la Casa Busquets hacia 1887 y, por lo tanto, con posterioridad al taller de F. Vidal.38 El borrador de facturas de los talleres Busquets empieza en octubre de 1877. Se mencionan muebles estilo gótico en 1878 y sillas de estilo renacimiento en 1881, pero no localizamos sillones romanos.39 En realidad, encontramos por primera vez el “sillón nogal romano” en el inventario del 21 de enero de 1888.40 En esa fecha, la realización del esqueleto del sillón costaba treinta y dos pesetas y con tapizado, cuarenta pesetas.41 En el mismo inventario se recogen “2 banquetas romanas a 35 p.” y “2 sillones romanos, nogal, en esqueleto a 32 p.”. El aspecto de las banquetas no lo conocemos, pero podrían ser parecidas a uno de los modelos de la casa Vidal, que responde a la parte baja de la silla del conjunto romano. En 1894, el precio de coste de “un sillón nogal romano” en Casa Busquets era de cuarenta y cinco pesetas.42 Tres años más tarde, en las cuentas del señor Adolfo G. Abrines se detallan “dos sillones ro-

El número sesenta del muestrario fotográfico de Muebles Artísticos Juan Busquets presenta el sillón romano en una versión muy similar a la de F. Vidal de 1885 (fig. 9).32 Las quimeras son de cuerpo entero con la boca abierta y con lengua,33 pero el modelo sorprende por no llevar chambrana delantera y por combinar el nogal con detalles dorados.34 Esta imagen, que no está datada, nos alerta de que este sillón de respeto se hacía más allá de la empresa dirigida por F. Vidal y que la diferenciación no va a ser fácil porque las similitudes son grandes. Pero además otras cuantas fotografías, en este caso incluidas en los álbumes más antiguos del taller de J. Busquets, revelan un modelo de sillón romano que se caracteriza por presentar las cabezas de las quimeras elevadas y el marco del asiento más fino y tapizado sin muelles. Esta derivación más ligera no la hemos localizado en la producción de F. Vidal, lo que permite atribuir los ejemplares localizados.35 Parece que Joan Busquets pensó este diseño ligero para colocarlo en salitas menos protocolarias. Al menos, en los interiores donde lo ubica se respira un ambiente más familiar y desenfadado, y en dos imágenes lo coloca junto a muebles neoárabes (fig. 10). Como en la mayoría de los modelos de sillón romano, pero a diferencia del anteriormente comentado de J. Busquets, la chambrana es corrida.36 Se recoge en diversas imágenes, algunas de las cuales 118

Figura 11. Casa Busquets. Interior de la tienda, 1896. Museu del Disseny de Barcelona. Fons Busquets. Ref. SF02-GS04-S02-NP02.

manos nogal [...] a 32.50 pts., tapizar a 15 pts. 1 metro tapicería de la casa Ramis y Capella a 9 pts, 5 mts. fleco a 1.37 pts m. Total 110,7 ptas.”, lo que supone que el precio de coste de cada uno es de 55,35 pesetas.43 Naturalmente, la estética neogótica tiene un destacado hueco en la producción de la Casa Busquets. Con el número de fotografía 327 del muestrario, se presenta una propuesta de sillón gótico con evidentes conexiones con el sillón romano (fig. 12). En ese ejemplar se mantiene el montante oblicuo y las hojas de acanto en los ángulos del respaldo, junto a otras tallas de inspiración medieval, pero las cabezas de felino se colocan en el nacimiento de los brazos y no en su largo. Es un diseño de menor atrevimiento que el que aquí estudiamos, ya que el asiento no es totalmente circular y el respaldo se curva bajo unas proporciones excesivamente alargadas. Además de la fotografía, se conserva el precioso proyecto en acuarela datado en enero de 1902, lo que nos documenta la fecha de estos asientos.44 En la exposición de Madrid de 1904, la Casa Busquets presentó nuevamente esta versión gótica del sillón romano y en 1909, se colocó en la habitación real de Capitanía General con motivo de la llegada de Alfonso XIII,45 lo que refuerza la idea de que por entonces seguía estando de moda.46 El hecho de que en el álbum del taller no aparezcan otras variantes del sillón romano no significa que Casa Busquets no los hiciera. Un modelo derivado que podemos atribuirle aún sin documentación, es el que tiene la hoja serrada inscrita en un cuadrado decorando

Figura 12. Muebles Artísticos Juan Busquets. Sillón gótico. Fotografía de Pau Audoaurd. Muestrario fotográfico nº 327. Diseño de 1902. Museu del Disseny de Barcelona. Fons Busquets. Ref. SF02-GS04-S02-NP01.

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Figura 13. Joan Busquets i Jané. Detalle de sillón posterior a 1902. Colección particular.

Figura 14. Autor sin identificar. Sillón Romano en palisandro. Anticuario Gothsland num. 1473.

las intersecciones entre patas y cintura del asiento, un motivo decorativo muy utilizado por la empresa a partir de 1902 por influencia del modernismo geométrico vienés (fig. 13).47 Aunque la propuesta es una versión evolucionada de nuestro sillón, se abandonan algunas de sus características definitorias, como son los montantes oblicuos y el asiento circular.

demás ejemplares, lo que hace pensar en una producción diferente. Esta pareja del Museu Abelló, en cambio, tiene grandes similitudes con el que para nosotros es el modelo de referencia del sillón romano barcelonés: el sillón gótico (Gotischer Lehnstuhl) diseñado por Franz Ewerbeck (1839-1889) en Aquisgrán (fig. 17 y 18). Justo diez años antes de que Vidal presentara su ejemplar en la exposición de Artes Industriales del Instituto del Fomento del Trabajo Nacional en Barcelona, el arquitecto alemán mostró su sillón de respeto en la publicación mensual de Stuttgart Gewerbehalle. Organ für den Fortschritt in allen Zweigen der Kunst-Industrie. Esta obra de tipografía gótica difundía obras industriales, especialmente las de las exposiciones universales, como la de Viena de 1873. En concreto, el dibujo con piezas neogóticas de Ewerbeck ilustra un artículo firmado por el profesor Dr. Stodtbauer y titulado “Heber die Stylgesesse”, sobre ornamentación aplicada a la industria.50 El sillón se publica junto a un velador de tablero estrellado, posiblemente para realizar en marquetería, y el espacio se enmarca con un arrimadero tallado con paneles de pergamino y rosetas en el friso. El sillón neogótico de Ewerbeck muestra las tres características básicas del conocido en Barcelona como sillón romano. A nivel estructural, las diferencias son sólo sutiles y se concretan en el acolchado del respaldo, la flocadura en el frontis del faldón del asiento. A nivel de decoración, las diferencias son estilísticas, con rosetas góticas en los marcos y cabezas de animal, creemos que de ratón, en lugar de las garras en los pies del asiento. Su relación con el sillón de respeto goticista del Museu Abelló es más que evidente y con los sillones romanos, como decimos, también. F. Ewerbeck nació en el pueblo de Brake en Lemgo, Westfalia. Se formó en Hannover y en Berlín, ciudades donde inició su trabajo y a partir de 1870 desarrolló su

Los referentes alemanes del sillón romano y el mueble ecléctico No hemos podido documentar la autoría de todos los sillones localizados. Entre los modelos que nos quedan por catalogar nos ha llamado la atención una pareja construida en palisandro en lugar del habitual nogal (fig. 14). En estas piezas, las quimeras están talladas en detalle con expresión amenazante y con garras delanteras y traseras. También las garras de las patas delanteras del asiento toman una forma muy desarrollada con alta calidad de talla. Este ejemplar se diferencia, además, por el asiento de galleta sin muelles inserto en una cintura rectangular con el centro del frontis arqueado.48 De menor calidad, pero igualmente original es la pareja conservada en el Museu Abelló de Mollet del Vallès, procedente de la colección de Carles Pellicer (fig. 15 y 16).49 Este modelo se debería inscribir en el estilo neogótico, ya que incluye arcos conopiales que no se repiten en ninguno de los otros ejemplares y animales fantásticos a la manera de gárgolas. Conservan la tapicería de seda salmón original fijada por clavazón de punta de diamante y son los únicos con reposabrazos tapizados. Aunque mantienen las tres características básicas del sillón romano, su ejecución y aspecto distan de los modelos de F. Vidal y de J. Busquets, así como de ese gusto a la romana que respiran todos los 120

Figura 15. Autor sin identificar. Sillón Romano. Museu Abelló. Fundació Municipal Joan Abelló, Mollet, Número Registro 2100.

carrera en Aquisgrán. Además de arquitecto, fue profesor en la Facultad de Arquitectura y fue autor de numerosas publicaciones con diseños de estilo gótico y luego también renacimiento. En 1875, en otra revista dedicada a las artes industriales publica “On Mediaeval and Renasissance Woodwork, with especial reference to ancient seating” donde bajo este título tan confuso que mezcla tres estilos recoge asientos románicos y los diferencia de los góticos.51 No nos sorprende esta referencia a Alemania para un mueble de asiento desarrollado en Barcelona, ya que una gran parte de los muebles de Cataluña de este periodo se inscriben en el estilo Gründerzeit con tanta precisión que se hace difícil encontrar elementos que permitan diferenciarlos. Gründerzeit Möbel, o el mueble del tiempo de los fundadores, hace referencia al periodo que va de 1871 al cambio de siglo, con el inicio del Deustsches Kaiserreichs, tras la guerra franco-alemana. Para Barcelona coincidió con el estilo ecléctico, denominado popularmente en España alfonsino. En realidad los talleres de mueble ya referencian los muebles de esta influencia como “d’estil alemany”, “Renaixement alemany”.52 Lo hemos comprobado en los catálogos de los Grandes Almacenes de El Siglo, también en el taller de F. Vidal y en el repertorio de la Casa Busquets, donde la inspiración en ejemplares germánicos es constante. Todos esos muebles historicistas tallados en nogal o roble, con baño a la cera o en caoba acabada en negro, de estructura arquitectónica y decorados con columnas torneadas, paneles tallados y copetes en semicírculo, para mencionar sólo algunos elementos que definen la producción, no son más que versiones de los muebles Gründerzeit, con referencias importantes en Múnich, Berlín, Dresde y Hamburgo. Ejemplos conocidos son los de Julius Groschkus y Rudolf Höffner,

Figura 16. Detalle de fig. 15.

Figura 17. Franz Ewerbeck, Gothisher Tisch un Lehnstuhl. Gewerbehalle. Organ für den Fortschritt in allen Zweigen der Kunst-Industrie. Stuttgart, 1874.

Figura 18. Detalle de fig. 17.

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Figura 19. Ferdinand Luthmer, Sillón, Illustrierte SchreinerZeitung, Suttgart, 1882.

Figura 20. B. Nepker, Escaño, Illustrierte Schreiner-Zeitung, Suttgart, 1882.

ambos de Berlín, Philipp Niederhöfer en Fráncfort o los hermanos August y Max Graef. La sintonía Alemania-Cataluña va más allá de la estética. La situación social y las necesidades económicas tienen importantes puntos de concomitancia, como puede recogerse en los textos del momento. La mirada de los artesanos del mueble de Barcelona a las producciones alemanas se recoge también en las tipologías de los muebles, como consecuencia del modelo de vivienda desarrollado al servicio de la burguesía industrial, que había tomado las riendas económicas en las principales ciudades de ambos centros. Su relación –o fusilamiento– es tan directa que, como decimos, plantea constantes problemas en la catalogación de piezas. En Alemania, el crecimiento económico se refleja con ricos interiores historicistas, donde destaca el llamado Neurenassance. Esta propuesta la encontramos en los Talleres Vidal dentro de los estilos que él denominaba renacimiento moderno y renacimiento alemán. Los contactos se estrechan a partir de la exposición de Múnich de 1876 (Kunstgewerbe und Industrieausstellung), cuando los alemanes aseguran haber encontrado el camino de un estilo nacional que se diferenciaba de las dominantes propuestas francesas e inglesas. Unas palabras que serían repetidas por intelectuales catalanes antes y después de la Exposición Universal de Barcelona de 1888. El diseño de Ewerbeck cumple con las tres características del sillón romano, pero habría otros ejemplos alemanes que sin ser el precedente directo se relacionan con el modelo que estudiamos, porque en aquel periodo son muchos los asientos con montantes oblicuos o cruzados, decorados con animales de referencias renacentistas o góticas y que incluían torneados. 122

Propuestas interesantes las ofrecían Ferdinand Luthmer en Fráncfort (fig. 19), B. Nepker en Colonia (fig. 20)53 y Otto Fritzsche en Múnich.54 Estos artistas no se limitaban a copiar el mueble del Renacimiento, sino que inspirados en modelos del siglo XVI europeo, renovaron el repertorio y lo adaptaron a los gustos decimonónicos. En sus diseños, la talla y el torneado son las técnicas reinas. Además, ese nuevo gusto alemán fue exportado más allá de Europa gracias a los artistas germánicos afincados en América y llenaban los interiores de las clases dirigentes del planeta. Un estilo que no murió con la introducción del modernismo, sino que se mantuvo como opción consolidada y de referencia. Más allá de Alemania, podemos encontrar interesantes aportaciones dentro del mobiliario historicista en otros países, como Francia e Inglaterra, que también permiten establecer la relación con los asientos barceloneses. En el caso francés no podemos dejar de mencionar los diseños de Viollet-le-Duc, que fueron clave para difundir los faldistorios medievales, con patas cruzadas y cabezas de animal. Este arquitecto, además, es el autor del canapé conservado actualmente en el castillo de Compiègne y que fue adquirido en 1878 nada menos que por Alfred Waterhouse, con el dinero que había ganado del premio de la Exposición Universal Internacional de aquel mismo año. Aunque el asiento no utiliza los montantes oblicuos del diseño de Vidal, centra la decoración en los dragones de los brazos y las amplias hojas de acanto de los rosetones que rematan los montantes del respaldo. Unos años después, en 1881, Eugène Grasset (1845-1917) dibuja unas sillas de comedor que fueron ejecutadas en nogal en los talleres de Fulgraff y cuya línea lateral muestra enormes semejanzas con las sillas del conjunto romano y otros diseños de los autores barceloneses.55 En el caso inglés, además de las tempranas referencias neogóticas de E.W. Pugin y sus seguidores,56 es a partir de la década de 1860 que se suceden los asientos con montantes oblicuos,57 siendo éste un elemento repetido en ejemplos de las décadas siguientes,58 que con el estilo anglo-japonés no hace más que impulsarse.

El esbozo de sillón de Antoni Gaudí Nos queda por tratar la relación entre nuestro sillón romano y el esbozo de sillón realizado por el arquitecto Antoni Gaudí en su juventud, actualmente desaparecido, que diversos autores han propuesto como precedente directo del sillón romano.59 A nuestro entender, las diferencias entre ambos sillones son muy considerables, limitándose la relación al motivo zoomórfico en la empuñadura. Se trata de un dibujo a mano alzada que representa un sillón tipo butaca de aire mecanicista con tapicería fijada en los laterales del respaldo por tachuelas de grandes cabezas cuadradas (fig. 21). El sillón de Gaudí no utiliza el asiento circular y los montantes no presentan la oblicua lateral, sino que su original estructura parte de dos ruedas que sirven de

Notas 1 La visión lateral del asiento es especialmente interesante. 2 En 2012 salió a subasta una sillería de este modelo, compuesta por sillas, sillones y canapé, junto a mesa auxiliar y consola con espejo procedentes de la Casa Terrades (Casa de les Punxes de Barcelona), construida por Josep Puig i Cadafalch. 3 No somos los primeros en intentar establecer esta clasificación. Entre los papeles del taller de Josep Pons hay algunas anotaciones al respecto y ya citan a Ribas en algún modelo. Se conservan en el Arxiu Nacional de Catalunya. Agradezco a Leire Rodríguez ésta y otras informaciones sobre el tema del artículo. Figura 21. Esbozo de A. Gaudí, publicado en Ràfols, Gaudí, Canosa, 1929.

4 Agradezco a Fernando Pinós de Gothsland la noticia. 5 Leire RODRÍGUEZ, “Talleres de ebanistería de Barcelona (1875-1914)”, Estudio del Mueble, 14 (2011), p. 14. 6 Josep MAINAR, El moble català, Destino, Barcelona, 1976. Teresa-M. SALA, La Casa Busquets, (Memoria Artium, 4), Barcelona, 2006, p. 56. 7 Organizada en Barcelona por el Instituto del Fomento del Trabajo Nacional. F. Vidal y Cª se presenta también en la sección de “Bronces y otros metales: lampistería” con diferentes piezas, entre ellas la arquilla de don Eusebio Güell, que posteriormente se colocó en el Palau Güell. En la sección “Objetos de mármol: vidrios decorados” F. Vidal enseña espejos, paneles de vidrio y cristales grabados, donde nuevamente destacan los de estilo renacimiento. 8 Es Josep Mainar quien identifica la silla “Phebus” con el modelo de rosetones calados en el respaldo. Es como mínimo sorprendente que Vidal inscriba la silla dentro del estilo renacimiento moderno y no neogótico, como cabría suponer. MAINAR, El moble català, op. cit., p. 283. En el caso del sillón romano, veremos que el modelo también se designa bajo las etiquetas de estilo romano y estilo gótico.

Figura 22. La tapicería antigua y moderna, Barcelona, 1880.

ensamble a asiento, respaldo, patas posteriores y brazos.60 La creatividad del modelo radica justamente en poner el acento en esa rueda colocada en la parte trasera del mueble y en las líneas quebradas que cruzan los laterales, justamente en dirección contraria a la del sillón romano. Para acentuar el confort, Gaudí diseña las patas muy cortas quedando las chambranas prácticamente a ras de suelo. Es, por tanto, una propuesta alejada del sillón de respeto de referencias clásicas del sillón romano. El esbozo se podría inscribir como una creación original dentro de estas diferentes opciones europeas del último cuarto de siglo XIX anteriormente comentadas, dirigidas a reducir las formas de los muebles a líneas básicas enriquecidas por algún elemento tallado, como son las cabezas de animal de las empuñaduras. Para poner sólo un ejemplo, en La tapicería antigua de 1880 se presenta un canapé con muchas más similitudes con el asiento de Gaudí que el sillón romano con el que se ha querido relacionar (fig. 22). Gaudí demuestra aquí que conocía ya los nuevos diseños internacionales y que participaba activamente en generar ideas de alcance internacional. El sillón romano se desarrolló en el mismo entorno, por esa mirada compartida hacia las producciones industriales de fuera de nuestras fronteras y no como derivación del diseño del arquitecto reusense.

9 MADB 113.841-113.842. Aunque todo lo hace suponer, no podemos confirmar que estos asientos procedan del interior del palacio de Pau Casades en la calle Mallorca de Barcelona, decorado íntegramente por F. Vidal y que la familia se vendió en 1921. Entraron en el Museu de les Arts Decoratives en 1976, junto a muchos muebles, entre ellos la chimenea de Francesc Vidal, procedente del palacio y estudiada en esta publicación por Josep Capsir, al que debo la información sobre la procedencia de los sillones. 10 Números de registro del museo MADB 113.839 y MADB 113.840. 11 Teresa-M. SALA, La Casa Busquets 1840-1929, tesis doctoral, Universitat de Barcelona, 1993, cat. 32.2. 12 Las tres piezas deben atribuirse a F. Vidal. Aunque es cierto que Joan Busquets realiza un modelo de silla muy semejante, este ejemplar se localiza en uno de los álbumes de fotos de F. Vidal y el canapé lo relacionamos directamente con uno de los procedentes del legado Casades. 13 Varios ejemplares ricamente trabajados se localizan en Gothsland, alguno de ellos incluye incisiones modernistas, que permitirían avanzar ligeramente la datación. También se publica otro en SALA, La Casa Busquets 1840-1929, op. cit., núm. 32.4. 14 Más cercano al diseño de A. Gaudí, del que luego hablaremos. 15 Recogido en el álbum de fotografías del taller F. Vidal. 16 Este canapé convive con los sillones del modelo de 1884. 17 En el legado de Carles Casades, los sillones y los canapés, antes comentados, responden también a dos modelos diferentes de asientos romanos. Actualmente en el Museu del Disseny de Barcelona. 18 Agradecemos a Frederic Vidal Laínez su generosidad en compartir la información sobre el taller familiar, así como la cesión de las imágenes de los cuatro álbumes de los Talleres Francesc Vidal (sin fecha pero anteriores a 1890), una copia de los cuales ha depositado para su consulta en el archivo de la Associació per a l’Estudi del Moble en Barcelona. 123

19 Con la numeración pª 28. 20 Número pª 1248 en los Álbumes de F. Vidal. Se trata del modelo de la figura 1. Archivo: F. Vidal. 21 Núm. Reg. 4132, 4802.1, 4802.2, 4802.4, 4802.5, 4140 y 4802. 22 Ignacio RUBIO Y CAMBRONERO, El Palacio de la Excma. Diputación Provincial de Barcelona, 1952. Despacho particular de la Presidencia de la Diputación, lám. 4, p. 92. 23 El canapé fue restaurado en el año 2001 por Luz Morata y Carme Masdeu, quienes aprovecharon el tejido original del respaldo para reemplazar el del asiento, muy desgastado. De esta manera, presenta un aspecto frontal del mueble igual que en origen.

40 “Inventario o estado general del capital activo, pasivo y líquido de Juan Busquets ebanista de ésta ciudad y comprensivo de todo lo que tiene su establecimiento, esto es, herramientas, maderas, muebles, ajuar, dinero y créditos, como también de todas sus deudas pendientes en el día veintiuno de Enero de mil ochocientos ochenta y ocho a fecha 21 enero 1888.” 41 Estas cantidades distan mucho de los precios de venta al público de El Siglo y no sabemos dar explicación al respecto, aun teniendo en cuenta que estamos comparando precio de coste con precio de venta.

24 Agradezco a Simeón García Nieto Conde el acceso al interesante libro de Luis CONDE MORAGUES, Grandes Almacenes de El Siglo 1872 -1853, MRR, Barcelona, 2013, así como a la revista El Siglo.

42 “Inventario o estado general del capital activo, pasivo y liquido de D. Juan Busquets ebanista y tapicero de esta, Ciudad nº 9, comprendiendo todo lo que contiene su establecimiento y almacenes esto es herramientas, muebles, ajuar metálico y créditos como también todas sus deudas pendientes en el día treinta y uno de Diciembre del año mil ochocientos noventa y cuatro.”

25 CONDE, Grandes Almacenes de El Siglo, op. cit., p. 62.

43 ATSF, Llibre de compte, diciembre de 1897.

26 El primer catálogo que cita la “Sección de muebles” es el de la temporada de invierno 1890-1891. Se trata únicamente de dos páginas con muebles eclécticos y de Viena. Se mencionan también sillas suecas para comedor. En números posteriores de la revista irá aumentando el número de páginas de la sección. En verano de 1891 ocupa cuatro páginas del catálogo. Consultados en el Arxiu Municipal de Barcelona.

44 MNAC, Secció de dibuixos i gravats, Fons Busquets.

27 CONDE, Grandes Almacenes de El Siglo, op. cit., p. 84.

48 En la colección de Fernando Pinós de Gothsland, Barcelona.

28 Algunos de los muebles de madera curvada que se vendían desde 1890 eran de J & J Kohn, Thonet y especialmente Fischel. A partir de 1900 también reconocemos algunos de Ventura Feliu. Por su parte, algunas de las camas torneadas provenían de la fábrica de Baldomero Martínez.

49 Fundació Municipal Joan Abelló, Mollet, Número Registro 2100. Publicados en Vestigis del Modernisme. Obrim el teló, Museu Abelló, Mollet del Vallès, 2011, p. 72-73.

29 Aunque Leire Rodríguez data el catálogo en 1888, creemos que la fecha es posterior. El catálogo ya incluye la sección de muebles y ésta se inaugura en la temporada de invierno 1890-1891, lo que nos permite considerar este periodo como el primero abierto al público. Luis Conde apunta la fecha de 1891 como la de inauguración de la sección (CONDE, Grandes Almacenes de El Siglo, op. cit., p. 77).

51 Franz EWERBECK, “On Mediaeval and Renasissance Woodwork , with especial reference to ancient seating”, The Workshop, VIII:7 (1875).

30 La relación de la producción de muebles entre Barcelona y Alemania no se circunscribe a estos almacenes comerciales, sino que es común a todos los talleres. 31 La información de los clientes de cada taller es un dato a tener en cuenta. Aun así, hay que tener presente que en ocasiones los clientes compraban indistintamente en varios talleres de la ciudad. F. Vidal no marca los muebles de esta época. Aunque también son escasas, es posible localizar alguna etiqueta de los Grandes Almacenes de El Siglo, de venta o de transporte. 32 Museu del Disseny de Barcelona. Centre de Documentació, Fons Busquets. 33 Reproducida en SALA, La Casa Busquets, op. cit., p. 54, fig. 10. 34 Aunque la fotografía es en blanco y negro, permite observar la combinación de la madera con un acabado brillante en algunos detalles, como son los collarines de las chambranas, las uñas de las quimeras o las cenefas de perlas. 35 Una pareja de sillones de este modelo se conserva en el anticuario Gothsland. Como en otras ocasiones la familia Pinós nos ha facilitado amablemente la máxima información. Otro ejemplar con tapicería original en terciopelo verde con bandas oblicuas de pasamanería blanca se vendió en Setdart. 36 Es decir, que los travesaños unen las patas por los cuatro lados. 37 SALA, La Casa Busquets, op. cit., p. 97. 38 Esta documentación escrita se localiza en el Arxiu Temple de la Sagrada Família (ATSF). 39 Tampoco aparecen en el libro de facturas de 1880 a 1885. Se ha extraviado el libro siguiente que sería de gran interés porque nos daría información de los años 1885-1887. 124

45 Ilustración catalana, (23 de mayo de 1909). 46 Museu del Disseny de Barcelona. Centre de Documentació. Fons Busquets. 47 Las quimeras con cabezas felinas se prolongan en un diseño esquemático con cola recta.

50 Ilustración número 8. F. Ewerbeck “professor der Architectur in Aachen”, “Gothisher Tisch un Lehnstuhl”.

52 Catálogo de la Exposición Nacional de Industrias Artísticas e Internacional de Reproducciones, Imp. Henrich y Cía, Barcelona, 1892, p. 30. 53 En 1882, Luthmer presenta un magnífico sillón y Nepker un escaño con felinos en los brazos que pudieron ser conocidos por F. Vidal y J. Busquets, a juzgar por sus producciones posteriores. Illustrierte Schreiner-Zeitung. Möbel – und Bauarbeiten in praktischen Beispielen für einfache und reichere Ausführung zum Gebrauch der Möbel – und Bauschreiner. Unter Mitwirkung namhafter Fachgenossen hrsg. von F. Luthmer, Berlín y Stuttgart , 1882. 54 El interior de la casa de Berlín de Alfred Pringsheim (18501941), patrón de las artes con mobiliario de la empresa Otto Fritzsche (Múnich), es otro ejemplo de asientos donde los animales fantásticos desempeñan un papel determinante en el diseño. 55 Conservados en el Musée des Arts décoratifs de París. Joan Busquets tiene un asiento de 1902 con el mismo perfil. 56 ACKERMANN & Co., The Repository of Art, Londres, 1835. 57 Un ejemplo en Richard CHARLES, The Cabinet-Makers’ Book of Designs, Londres, 1860. 58 C. Y R. LIGHT, Cabinet Furniture: Designs and Catalogue of Cabinet and Upholstery Furniture, Londres, 1881. 59 Publicado en Josep F. RÀFOLS y Francesc FOLGUERA, Gaudí, el gran arquitecto español, 1929, p. 226, y en publicaciones posteriores. 60 En otras ocasiones la relación se ha establecido a partir de los sillones del Palau Güell, pero ya hemos comentado que la autoría de aquel salón es de F. Vidal y los asientos no proceden del palacio. Riccardo DALISI, Gaudí. Furniture & Objects, Barrons, Nueva York, 1980.

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