El rol de las bibliotecas en clave de accesibilidad

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Descripción

De bibliotecas y Bibliotecarios…

Boletín electrónico ABGRA – Año 7, nro. 4, diciembre 2015

El rol de las bibliotecas en clave de accesibilidad

Prof. Alicia López GICEC – FH – UNMDP Octubre de 2015

Sembrando preguntas Los invitamos a pensar el rol de las bibliotecas en el siglo 21 a partir de un tuit de David Lankes: “Bad libraries build collections, good libraries build services, great libraries build communities”1 (Las malas bibliotecas construyen colecciones, las buenas bibliotecas diseñan servicios, las excelentes bibliotecas crean comunidades).

Las tecnologías llegaron para quedarse. Atraviesan nuestra cotidianeidad y nos fascinan sus posibilidades. Pareciera que las “nuevas tecnologías” y deben desplazar y anular a las “viejas tecnologías”. Sin embargo, al pensarlas críticamente, proponemos enriquecer digitalmente las buenas prácticas sin abandonar los éxitos analógicos. Consideremos este caso: en el siglo 20 se descubrieron en el Archivo Musical de Chiquitos (Bolivia) una colección de himnos y motetes utilizados en las misiones jesuíticas del siglo 172. En el siglo 21, el director del Coro Universitario de Misiones, Emilio Rocholl, incorporó algunos de ellos a su repertorio. Además de difundirlo en distintas presentaciones del Coro, fueron registrados en soporte digital (Música Coral Latinoamericana y Gloria et Honorem). Preservar el patrimonio histórico y cultural es un rol y una responsabilidad de las bibliotecas y archivos. Entender a la biblioteca como servicio está estrechamente vinculado con el buscar y hallar información confiable y útil según un objetivo. Las bibliotecas atesoran muchísimas 1 2

Fuente: http://quartz.syr.edu/blog/?p=1411 Vale la pena visitar http://www.gcc.org.ar/htm/edito/anti/par/ch_co.htm Asociación de Bibliotecarios Graduados de la República Argentina © ABGRA2015

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respuestas. Sólo están esperando que el usuario se acerque con sus preguntas. Nos permitimos destacar que no hay preguntas tontas. Sólo las respuestas pueden serlo y a veces. Cada pregunta es semilla de una investigación. A investigar se aprende investigando: plantearse una pregunta, considerar una respuesta esperada, que será contrastada con la “realidad” en un marco de referencia. Con diferente alcance, profundidad y rigor, esta secuencia es visible en los niños desde muy temprana edad. Los padres primero y los maestros después van preparando el terreno donde los bibliotecarios podrán ayudarlos a manejarse autónomamente en la biblioteca y discernir la información confiable gracias a la alfabetización informacional. Sobre esta cuestión ya hay mucho camino recorrido. Pero queremos agregar una nueva dimensión para pensar el rol de las bibliotecas del siglo 21: la accesibilidad. Del servicio a la comunidad Pensar la biblioteca en clave de accesibilidad es un servicio que contribuye a crear comunidades. Si bien la problemática de la accesibilidad está enfocada en las personas con discapacidad, también alcanza a otros sujetos de derechos que, por distintas razones, se encuentran limitados para su pleno ejercicio. En este sentido, sin negar las necesidades específicas de las personas con discapacidad, encontramos otros usuarios sin discapacidad (en los términos de la Convención) pero vulnerables frente a las barreras ocultas. De ahí que consideramos personas con movilidad, comprensión y comunicación reducidas. El embarazo no es una discapacidad. Sin embargo, una mujer en esta situación temporal tiene su movilidad reducida para buscar y hallar materiales en un estante muy bajo o muy alto. En la misma línea, la vejez por sí misma no supone discapacidad. Pero los adultos mayores presentan dificultades para movilizarse, escuchar o leer. En el caso de las personas cuya lengua materna es distinta a la utilizada en el material de referencia o en las instrucciones de uso, se advierte una comprensión reducida sin que exista deterioro en su capacidad cognitiva. El marco de referencia La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad exhorta a los Estados Partes a adoptar las medidas pertinentes para asegurar el acceso de las personas con discapacidad en igualdad de condiciones con las demás al entorno físico, el transporte, la información y las comunicaciones (Ley 26378, art. 9). A su vez, en su artículo 2, se definen dos conceptos clave para asegurar esa accesibilidad: “ajustes razonables” y “diseño universal”. Por "ajustes razonables" se entenderán las modificaciones y adaptaciones necesarias y adecuadas que no impongan una carga desproporcionada o indebida, cuando se requieran en un caso particular, para garantizar a las personas con discapacidad el goce o ejercicio, en igualdad de condiciones con las demás, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales; Por "diseño universal" se entenderá el diseño de productos, entornos, programas y servicios que puedan utilizar todas las personas, en la mayor medida posible, sin necesidad de adaptación ni diseño especializado. El "diseño universal" no excluirá las

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ayudas técnicas para grupos particulares de personas con discapacidad, cuando se necesiten. En Argentina, esta Convención se incorporó al corpus normativo por la Ley 26378 y tiene jerarquía constitucional por Ley 27044. En esta perspectiva, la accesibilidad es una cuestión de derechos humanos que nos concierne a todos. Dado que la ley se presume conocida por todos según el artículo 8 del vigente Código Civil y Comercial3, los marcos de referencia tanto jurídicos como teóricos deben ser revisados a la luz de esta novedad. Y ese mismo Código refleja el cambio de paradigma sobre la capacidad de las personas en su artículo 32: se abandona el paradigma de la tutela para adoptar el de las ayudas. La accesibilidad es un atributo de calidad. La calidad se diseña. Por lo tanto, la accesibilidad se diseña. En el caso de las bibliotecas, el desafío es descubrir las barreras ocultas que impiden o perturban el acceso a la información y al conocimiento. Una estrategia para descubrir estas barreras es “filtrar” el producto, entorno, programa o servicio analizado a la luz de los siete principios para el Diseño Universal4: 1. Uso equiparable: El diseño es útil y atractivo para personas con distintas capacidades. Proporciona las mismas (idénticas o equivalentes) maneras de uso para todos los usuarios. Evita segregar o estigmatizar a cualquier usuario. Las características de privacidad, garantía y seguridad deben estar igualmente disponibles para todos los usuarios. El diseño es atractivo para todos los usuarios. 2. Uso flexible: El diseño se acomoda a un amplio rango de preferencias y habilidades individuales. Ofrece posibilidades de elección entre los métodos de uso. Puede accederse y usarse tanto con la mano derecha como con la izquierda. Facilita al usuario la exactitud y precisión. Se adapta al paso o ritmo del usuario. 3. Simple e intuitivo: El uso del diseño es fácil de entender, atendiendo a la experiencia, conocimientos, habilidades lingüísticas o grado de concentración actual del usuario. Elimina la complejidad innecesaria. Es consistente con las expectativas e intuición del usuario. Se acomoda a un amplio rango de alfabetización y habilidades lingüísticas. Dispensa información de manera consistente con su importancia. Proporciona avisos eficaces y métodos de respuesta durante y tras la finalización de la tarea. 4. Información perceptible: El diseño comunica de manera eficaz la información necesaria para el usuario, atendiendo a las condiciones ambientales o a las capacidades sensoriales del usuario. Usa distintos modos para presentar de manera redundante la información esencial. Proporciona contraste suficiente entre la información esencial y sus alrededores. Amplía la legibilidad de la información esencial. Diferencia los elementos en formas que pueden ser descriptas de modo tal que, por ejemplo, se haga fácil dar instrucciones o direcciones. Proporciona compatibilidad con varias técnicas o dispositivos usados por personas con limitaciones sensoriales. 5. Con tolerancia al error: El diseño minimiza los riesgos y las consecuencias adversas de acciones involuntarias o accidentales. Proporciona advertencias sobre peligros y errores y aporta características seguras de interrupción. Desalienta acciones inconscientes en tareas que requieren vigilancia. 3 4

Ley 26694 de Aprobación del Código Civil y Comercial Puede consultarse en http://www.sidar.org/recur/desdi/usable/dudt.php Asociación de Bibliotecarios Graduados de la República Argentina © ABGRA2015

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6. Que exija poco esfuerzo físico: El diseño puede ser usado eficaz y confortablemente con un mínimo de fatiga. Permite que el usuario mantenga una posición corporal neutra. Utiliza de manera razonable las fuerzas necesarias para operar. Minimiza las acciones repetitivas y el esfuerzo físico continuado. 7. Tamaño y espacio para el acceso y uso: El diseño proporciona un tamaño y espacio apropiados para el acceso, alcance, manipulación y uso, atendiendo al tamaño del cuerpo, la postura o la movilidad del usuario, tanto sentado como de pie. Se acomoda a variaciones del tamaño de la mano o del agarre. Proporciona el espacio necesario para el uso de ayudas técnicas o de asistencia personal. Estos principios del Diseño Universal o Diseño para todos se aplica tanto en los entornos (físicos y virtuales) como en los productos (físicos y virtuales) y servicios. El primer paso será, entonces, definir los entornos, productos y servicios de la biblioteca para detectar las barreras ocultas que impiden o perturban la accesibilidad de los usuarios a la información y al conocimiento. Una biblioteca comprometida con ofrecer servicios de alta calidad necesita conocer tanto a sus usuarios actuales como potenciales. A la luz de nuestro marco de referencia, necesitará también conocer qué barreras ocultan el acceso de usuarios con movilidad, comprensión o comunicación reducidas. En un contexto de calidad entendida como un proceso de mejora continua, la revisión de estos aspectos se vuelve relevante y pertinente. Retomando el tuit de David Lankes, una biblioteca de excelencia en el siglo 21 será aquella que, además de incorporar los avances, hallazgos e innovaciones propias del campo de la Bibliotecología, es capaz de detectar barreras a la accesibilidad, minimizar su impacto y tender puentes hacia los distintos tipos y características de usuarios.

Sobre la autora Alicia López es especialista en Entornos Virtuales de Aprendizaje. Ejerce la docencia y la investigación en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Junto con otros colegas de las universidades socias del Proyecto Educación Superior Virtual Inclusiva para América Latina (ESVI-AL) del Programa Alfa 3 de la Unión Europea, continúa investigando sobre las prácticas docentes en clave de accesibilidad. En la perspectiva del aula expandida y la educación permanente en una cultura digital, considera que las bibliotecas son actores centrales para el acceso a la información y el conocimiento en el siglo 21.

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