El Rol de la Mujer Quechua

July 22, 2017 | Autor: D. NuÑez Del Prado | Categoría: Estudios de Género, Estudios Culturales, Género, Estudios Latinoamericanos, Mujer
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Descripción

El rol de la mujer

carnpesina

quetffi

por Daisy lrene Núñez del Frado Béjar

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En el presente arciculo me propongo exponer algunas características del rol de la mujer dentro de la sociedad campesina quechua, que se obnuvieron como resultado de ocho rneses de rrabajo cle campo en una

comunidad det sur del Peru. Por rol entienclo la serie de derechos

y obligaciones que asume un individuo en razón de la posición que ocupa dentro de una sociedad (Banton, 1,971:35). Estos derechos y obligaciones necesariamente tienen que desempeñarse respecto a. alguien o algo; tratándose de roles, esto va más a.IIh, implicando la existencia de otro rol con el cual un rol deternrinado se halla en relación. Tengamos por ejemplo eI rol (tA" y el rol "8", de encontrarse estos dos rclles relacionadcs, r(8" y lcs i.os derechos del rol {" serírn las obligaciones del rol '!(

derechos de este úldmo consrituirán las obligaciones del primero; es decir ambos consriruirán una díada Ce rol (hladel, 1966:137-40) " Hl rol relacional de mr-rjer será ei rol varón, por lo tanto,, para su adecuada delimitación

no

pcclernos tratarlo separado

de su rol par.

Este aspecto debe ser especialmente tenido en cuenta en los estudios sobre el estado de dorninación o nc de la rnujer. [Jn trabajo que

denda fr. mostra(

la posición de Ia mujer carnpesina, por

ejempio,

medianre una comparación direca con Ia mujer de La sociedad urbana, estará distorsionando la realidad en tanto no haga paralelamente una conraposición del rol mujer campesina en relación al varón carnpesino,

y del rol mujer no campesina en

relación

al varón de

su sociedad. Hablar de Ia. inferiorid,ad de la mujer ca,mpesina, tornando'como base el hecho de que rcahiza rrabajos de orden diferente a, los que realiza la mujer cle Ia ciudad, €s simplemente pasar por alto la diferencia contexrual de las sociedades de ambas. En esta perspectiva, la siruación de la primera como "explotada"u "domin ad&" , no es

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Inr¡qr Núñnz DEL Pn¿po BÉ34n, antropólbga de In lJniversidad hlacíonal $an Antonio de Abad, Cueco, Perú.

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Américu Indíggn¿,*\roL X,YKV, no. 2, al¡ril.junio,

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392

El rúl de la

América htdígen'*

offa cosa que el reftejo de la posición estrucrutal de su scciedad flente a Ia sociedad no campesina. La rcaLización d; un esrudio comparativo de las díadas varón-

:

uru,jei en las sociedades cennpesina y urbana, la dejaré. para posteriotes

gpo'

idades, cuando crr*n& con la información suficier¡temente docurr,rentada robt* dicha díad* en la sociedad urbana, 1o qrig, me Permiti¡lá trabajar acorde c:on los puntos de vista arriba expreiados. En esta opo¡¡unidad me limitaré a eiponer algunos de tros rasgos más saltantes : , ,:,,,i$; l¿ díada varén'rnujer en la sociedad campesina _quechua, dejando i. ' tabi.t." la posibilidad 'a otros investigadores interesados en el tema de profundizarlo y arnpliarlo. ',

üüfffrp€,s'ir¡e

393

LA MUJER Y EL GRANERO tr-a economía del carnpesino quechua es básicamsnte una econornía de subsistencia que persigue corno fin principal la satisfacción de las necesidade$,,,de la familia. En e$tas circunstancias, la labor de los integranres Jé l" unidad doméstica básica'de proCuCción, distri-unidod relevante. bución y consurrlo* resulta altamente

El varón, jefe de familia, . ¡ . se ocupa Cel laboreo agrícola y hace frente a. todas las relaciones ccn ei exterior , , , asume : ii :,,,,, ,la responsabilidad del mantenirniento d.e su mujer e hijos y

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LUGAR DE ESTUDIO

mwyer

dene la obligación primordial de poner a diqposición de su esqosa los producrcs obtenidos Cel laboreo Ce la tierra (NúRez del Prado, O,, L97 3:27 ) .

l.

Durante ccho rneses estuve viviendo en Huaro, capital del distrito de Huaro: provincia de Quispicanchis, departamento del Cuzco, Perú. El poblado tiene forrna de darnero y se halla ubicado a 42 Kms. uL S-E de la ciudad de Cuzco. Tiene una poblaciól aprorimada de 1,100 personas dedicadas en su mayor parte a las labores agrícolas. Huaro se halla rodeado de campos de cultivo y de numerosas montañas qle

: lo convierten en una hoyada natutal y cono de deyección.

*

La altura

3,100'Mi$.r,s.dl.rtrr. surnada a su posición geográftca protegida por:.: vientos y por las'r¡ontañas, le dan un clima de valle templado propicio

I ir, :. ,al cultjvo*de¡qffi"principal producto de la:zoaao q4¡yc-, cebadq trigo, ,1. - . .süngq'ts}frbqes*'fiütales de coco y pomo. El úa"V*r'oq-malu' a' crtyas ' oiittit-ü'"un..r"nttu él'¡obludo, 1o dota de riego abundante, haciendo posihle. rrn sisterna de cultivo Permanente. La población se encuenffa dividida en tres categorías jerarquizadas: :'vecino", "mozo o mestizo" e "indio'; cuya determinaciós obtuve mediante la apliEación de una variante del método de Sydel Silvernan

. .

aplicado en Collavetde (1966:899-92t). Mi trabajo rnayormente se refiere a la últinaa categoría de las nombradas ("indio') que es la gue ocupa ei estrato más bajo de la población y que se dedica a tiempo comp,leto a las labo¡es agrícolas. Durante el trabajo de campq mi condición de mujer me permitió pasar mucho tiempo compartiendo las labores femeninas y la rutina de las mujeres. Procuré lograr el mayor grado posible de acercamiento mediante una obsetvación rigurosa d! sus notmas de comportarniento, cuyo resultado fue un mayor acceso aun a lugares de intimidad fa-

miliar.

Es entonces atributo del varón la adecuada realización de labores agrícolas que :*errtre agricultores* dotaran a. la familia de su principal fuiente de ingreso. La ecología dercrmina que el riempo que un individuo pueda dedicar aI cultivo Ce sus parcelas, sea iimitado. Los productos deberán $er sembrados, a¡)orcaCos y cosechados dentro de una. époga,r determinada y en el menor dempo posible. La reducción del tienipo."de' labor implica un necesario aumentc de la rn,ano de obra, teniendo ,€n cuenta qne la disponible dentro de la unidad dornéstica no será suficiente para reducir a un, día o dos, eI tiempo cledicado a. cada actividad.l Dos son los medio$ empleados For el' campesino quechua parft solucionar esta siruación: frL ayni y Ia mrink'a. El primero consiste en un "intercambio recíproco de clía de trabajo por día de trabajo, que se esmblece preferentemente enffe perso,na$ vinculaclas por parentesco o amistad (Mayer, L972), El segunclo es un intercambio de trabajo por bienes ( comida, bebida, cota! etc. ) que deja abiema la posibilidad de realizar otra relación de le rnisma naturaler¿a que corra

en sentido contrario (Núñez del Prado Béjar, D., L972:20-23). El indíviduo mediante el ayni logra la concentración del uabajo que invertirÍa en el cultivo de su parcela & un sólo día. El resto de tiernpo que él hubiera empleado en cultivarla solq lo invertirá en Ia devolución de Los ayni recibidos. La obligación del varón de "ocuparse deL laboreo agrícola" no se reduce entonces solamente al trabajo que

I El dempo For labof, concreta deberá en lo posible permanecer constanre (uno o dos días) mientras que la valiación en Ia extensión del terreno deterrnina¡á una ampliación o reducción de la mano de obra requerida, pare dicha iabor.

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d,esarrollará en la parceia cle su familia, sino que también habrá Ce cofilprender la labor que realice en ias parceku de aquellos que contribuyeron a formar ia mano de obra neces,aria para el trabajo de su pro-

pia ^ parcela.

i,us atribuciones del varón con respecto a la proclucción, concluyen cuando ésm es cosechada y almacenada en el granero. A pardr Ce ese momentor es la mr-rjer la que posee mayores atribuciones sobre ella.

.

cuela de Huaro, nl realiaarse ia elección de cargos de la lunra de Padres de Familia, para dichos cargos, la mayoría de las propuesras reca-

yeron en varones a excepción del cargo de Tesorero para el que se propusieron mujeres. Uno Ce los profesores de la escuela, sugirió el nornbre de un varón para dicho cargo, provocando la risa y mofa del auditorio y una 'serie de comentarios entre las que, se escucharün: "corno pues un varón ya ha ser Tesofero", "una rnujer tiene qlre sef", -'si fuera un varón no podría cuidar la plara, se emborracharía". Comg

La mujer tiene cc)mo atribrrciones las de : Adminisu,ar y controlar los productos de Ia" agricultura, debiendo distribuidos de ml modo que alcancen yur* la subsistencia anual; as,irnismo,

conclusión fue elegida una mujer.

puede vender pequeñas partes de dichos productos, llevándolos a la feria dominical o haciendo con ellos ffueques que le permitan la adquisición de procluctos que ellos no posean, tales como ají, sal, kerosene, utensilios de cocina, etc. Asimisffio, son de su libre disponibilidad los produ*os derivados de la cría

tA

cCImo lana, qlleso, huevo y animales pequeñ.os corno; gallinas y cuyos, cuya venta y utilización no necesim consultar con el marido (Núnez del Prado, O,, L973:28).

de anirnales

En Huaro, el lugar donde se almacena la cosecha se llama i&{ü y pertenece a la mujer" Sólo ella.puede'sacar de allÍ los proCuctos y dispcner de elJ.cs. ,Sn marido, para hacerlo, debe recurrir a ella. La habilidad de la mujer rcomo adrninistradora, se verá n través

ivfUJER Y LA OLLA

Pa,ia contar con suficiente mano de obra, cuando se organiza un mabajo, dos deben ser las condiciones requeriCas: En prirnef lugar, el dueño de la parcela que se ha de trabajar, debe ser cumplidor, puntual de los compromisos de aynl adquiridos y mostrar gran ditigencia en el trabajo. E segundo lugai, la comida qüe se ofrecJ en Ia ch1¿cra d,rrant te el trabajo, debe ser de buena calidad. La prirnera co,ndición depende fffi rjel varón, y el cumplimiento de la segunda, de su esposa. Las labores culinarias son de exclusiva incumbencia de,las mujeres. A los varones les está permitido cocinar sólo en üranro se encuenffan de viaie o en ausencia de mujeres que 1o hagan" AquÍ el que se muesijj' tre muy intenesado por el. pr:ocedimiento de preparación de los aiiÍi ,ffii' rnentos,'y se acerque con frecuencia a los fogones, será llamado rnantrra. qhawa ( mira-otrlas ) , ofensa muy grav€ para un varón, ffi

de las mediclas que tome para asegpraf que la cosecha alcance a cubrir los fondos ceremoniales, de conüumo y de reemp{azo de l,a familia, durante un afi.o. Ilurante un dÍa de labor, se sirven rres comidas: Ír las 8, l0 y De auo lado, existen nornnas y''sanciones mágico-religiosas tenden- ffi 12 tirs., a tras que eccrnpañará ia chicha de maÍ2, el aguardienr* á* caña tes & asegurar el conttol de la mujer sobre la dismibución de la cosey la coca.. La preparación de estas ccmidas y de Ia chicha, requiere cha: El que un varón saque p'roductos del túqs, traerá desgracia y ban- ffi: rnalor trabaio del que pqlde sola persona, par tó que -desplegar .una carrota a la familia; el varón que se ocupe cte cosa$ o labores ferneninas 1ffi la dueña de ca$a; $e ve obligada a recurrir a oft'as mujeres para que en (incluyendo la distribución de los productos) será llamado ruarrnin- ffi, calidad de ayni concurran a ayudade. El reclutamiento de estas mü;eres, cha (aferninado). Grave injuria para un varón es ser señalado como ffi se lo hace entre los 'parientes afines, consanguÍneos o espirituales. En "uno que torna cuentas a $u mujer sobre la utilización de la cosecha". la orgatúzación interna de la cocina, €l pue$to de rnás caregoría es el Sin embargo, para la venta de mayor cuanda (más de dos saco$ cle de "cccinera" al que se supediran todas tras offas personas designadas m*íz) estará obligada la mujer a" consultar ,a. su marido. como "ayudantes". La 'ncocinefa" dispone el menú del día, impone Los varones se enfi:.entran culturaknente condicionados a pensar al resto cte mujetes las tareas de preparaci+$n de ingredíentes, cóndiy expresar que ellos, frente a las mujeres, son. rnalos adminis*adores menta los alimentos, vigila su cocción )¡ por úldmo, s€ encarga de s€rde la economía: "Las mujeres pues, son las que saben esa$ cosas, virtros. Este puesto debe ser ocupado por la mujer de rnás categoría saben 1o que h*y que gastar y 1o que hay que guardar. Nosotros los en el grupo, que por lo generatr, viene a $er la suegra de Ia duefa de hombres no sabemos." En la reunién de padtes de familia de La. escasa o la hermana de su rnaridc, a falta de la prímera. Aunque la espo-

396

'

El' rol d'e la ma'ier carnpesina

Amtír'ica. I,'ndú'gena

sa clei dueño no ,* la que ¡lerscnalrnente se haya encargado de la preparación de los alimen.tos, es ella Ia responsable anre el grupo. Su éxito o fracaso se encont mrá enbnces, en rnanos de la madre o de la hermana. de su esposo; de ellas dependeri la imagen de "buena" o "mala" cocinera que ella tenga. La calidad de la comida que se dis, tribuye en un día de tra,bajo, ei indicador no sólo de la aptimd de la 'ryuier en la preparación de los alimentoi, ''si¡o mmbién ¿* $u capacidad pala mantener btrenas telaciones con el resro de mujeres que conformarán su grirpo de trabajo, lo que es conseguido mediante una

cuidadosa observancia de las pauta$ y normas de cCmportarnienro. ta rnayor o menor cantidad de personas dispuestal a confi.rrrir a un

día de labor en la chacra de cualquier individuo, esrá Íntimamenrc vincul a'áa a tas cualidades de la esposa gue éste rcnga )n al modo como ella lleve adelante el cunplimienró de zus obligaciJnei. La genre mostrará redcencia & concurrir a trabajos donde Lfr. calidad de La comida sea deficienre. I.a acenruación del énfasis en la calided ,i* los alimenros, deriva cle la importancia que se les concede entre los campesinos quechuas, corno rnedio de establecimiento, rnanutención o quiebra de réhciones sociales. Una mala cornida servida a unn persona, indica desprecio por ella. No aceptar Ia invimción de una comida, indica deseo de no entablar relaciones. Echar el alimento ¡ecién, recibido a un animal, res una forma de insulto que deberá concluir a golpes. El envío d; comestibles en estado de descomposición; es un rrredio de rnostrar , 'hostilidad. Para establecer una' relación yi mosrrar aprecio,- hoy que tofiécel .,rüi regalo de comesdbles o invirar una .o*idu. Meáiante los alimentos se puede iniciar o rornper una cadena de reciprocidad. La

neral ocupan el lado detecho de la iglesia, mientras que las mujeres el lado izquierdo; los varones se sienmn en los poyos adosados & los muros de la parte externa de la casa, mienffas que las mujeres, hacen #i

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respecto a las personas a quienes se ofrezca.

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grupo separado sentándose en el sue'lo; Ia cocina de Ia casa es un lugár donde sólo pueden enffar los rniernbros de la familia y las rrm- ' jeies en general rin pt*via invitaeión, dei dueño de casa, rnienrras que les varoñ.s extraños sólo podrán hacerlo cuando sean autorizados por * el anfitrión. H níño desde que nace, sea varón o mujer, va a espaldas de su rnadre o de una hermanita mayor, hasta que pueda caminar. A pirtir de lcs 6 o 7' años, si es varón empez ari a. acomp afrat a, su padre, tomando parte activa en todo lo que ét realice. El campesino quechua forma a. su hijo para su ro,l de varón, mediante un contacto constante con éI y la coparticipación en las laborcs cotidianas; juntoa uabaian durante el día y juntos vuelven al atatdecer aL hogar. El hijo desde que acomp,aira a su padre es considerado socialmente apto para sup'ürlo en sus diversas obligaciones. Cuando un hombre cae enfeqmo, su hijo, si tiene más de 7 años podrá ir a ocupar su lugar en Las asarnbleas comunales, devoiver los ayrti en su oportuniclad y realizar todas las obligaciones de su progenitor, hasta que éste recupere Ia salud. Mediante ese acompañar continuo a su padre, los var.ones adffis,, ds- eapacitffie, pára ei Cesempeño de sus roles futuros, van armandor,.sus redes,de r,etráción social a" las que más tarde tenCrán que recurrir, cuando tornando ei lsüatt¡s de adulto, forrnen,un hogar separado al de sus progenitores. Las müieres, en' igual rfórma, permanecefl el mayor tiernpo posible cerca de sus madres, aprendienclo las labores propias de su sexo. Antes de ios diez años, deben saber cocinar, lavar hilar, hacer chicha y cuidar una criarura, labores que van aprendiendo junto a sll madre colaborando con ella o supliéndola cuando es necesario. Las oporrunidades de intertelación de los varones serán mayores con respecto a los varones adultos que conforman el núcleo de labor de sus progenitores, contribuyendo dichos adultos por lo general son parient€s- en el proceso de socialización-que de los muchachos. Las mujercitas, por su parte, ter:drln la permanente influencia de las mujeres qub conforman el núcleo de relación de su rnadre.' En término generales, todo esto llos petmite hablar de cierto énfasis paralelo de acuerdo aI sexo en la socialización. Los contactos inter-sexuales son más esporádicos que los intra-sexuales, deterrninando esto, una mayor infltrencia en la socialización de los níños por parte de los individuos de su mismo sexo. En el seno de la familia,. .

comida que se sirve en un dÍa de trabajo, tendrá un carácrcr rirual y simbólico que rePresente los sendmientos de los dueños de casa

LA

397

Y LA SOCIALIz¿CIóN

"Los varones perienecen al padre, las mujeres a Ia madre." Desde

el momento del nacimiento dC niño, queda definido el rol sexual que le corresponderá y las persona.e que habrán de socializarlo, en é1.

.

La separñ,ción de sexos en la sociedad campesina quechua, es bastante {uerte y se la enfatiza no sólo a, través de la delimitación casi rígida de tareas, sino también, por medio de ciertas normas de comportamiento que denden a realizarla. Por ejemplo: Los varones pcr io ge*, f. nít

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Á.ntúrica I'ndigena

398

la forrna conno son castigadas las faltas que los niños corneten: Cuando uno de los hijos varones comete una falta, Ia madre puede casdgarlo directamente, pero por lo general, recurre ,a la autoridad del padre para solicitar que él aplique el castigo, Cuando la hija rnujer es la infracto'ra, la madre, por lo general, la castiga directarnente y sólo recurrb al padre, en aquellos casos en que la falta sea considerada de suma gravedad. Por otra parte, el padre, al saber alguna falta de su hijo varón, lo castiga de inmediato, rnientras que tratándose de su hija, muchas veces, en lugar de casdgada directarnente, pegará a la madre de la niña reprendiéndola por no haberla educado adecuadarnente. La madre, posteriormente, procederá a castigar a La culpable de la golpiza recibida.

r'ol de ln m,rryer

cam"pe:i.na

399

de un palpable intercarnbio direcro: La posición más alra en la escala social, dentro de ln cornunidad, la ocupan los krwaq (mayor), individuos que para ser tales, deben haber pasado todo el sistema dq cargos políticos cuyo requisito es realizar, antes de .cada uno, un . cargo religicso determinado. Lt realieación de un car$o religioso implica gran desembolso económico y movilización de abundantes recursos humanosl de modo qug para subir polídcamente, hay que descender económicamente.

este énfasis paralelo se puede notar en

CüI.f CLUSIüNES

A

través del presenfe artÍculo, he querido r&osffar panorámicl la situación de la rnujer caÍnpesina quechua, €fl relación al de su sociedad. Com,o se ha podido apreciar, la relación varónvarón pese il la asimemía norrnativa qne existe en favor det varón, se rnujer, ft da en térrninos de equilibrio, algunos de cuyos aspectos podemos resumirlos detr modo siguiente: ffi 1 , La sociedad campesina quechua, confiere al varón, aparentemen,ffi; tr, Jnayor poder de decisión, pero, a. través de Ia administración de la ffi,' ecé,nornÍa Ca a La" rnujer la posibilidad Ce equilibr.ar dicho pader. Toda .dgüisié,n r:nilateral del varóno encont rrlri¡ su barrera de reaLización atlí ffi U*h*e sea necesario ei factor económico; por 1o tanto, será siempre ,ffi rnds ,cCInveniente obrar de rnufuo acuerdo. "Los ho'mbres hal¡lan, las ffi mujerbs callan", pero, reahnente aunque callen, están presentes siemnnenre,

EL EQUILIBRIO DEL

PODER

La sociedad campesina quechua, tiende a evitar en 1o posible la concentración de podere$ econémico y político en manos de la misrna Fersona, La manifestación de esto se pueCe notar desde el nivel Ce la familia hasta el de la cornunidad. A nivel familiar tenemosr en primer lugar, la situación varón-rnujer: El varón es quien debe tener la autoridad, repre$entar n la fanniiia en el mundo externo; él tiene autoridad sobre eiia; ella rlel:e resperadc y obedecerlo. Sccialrnente er é1 se le concede jerarquÍa, perCI, como anteriormente hemos visto, es l,a rnujer la que por meCio de tra administración de la cosecha goua de pcder económico con el cual podrá, al interior detr h,ogár, iograr un equilibrio Cel poder de su marido, dándose un equilibrio de decisiorres' más que una asimetría (Núñez

del Prado, O'.,

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de la familia* del intento de m,anutención Ctro ejemplo -denffodeL poder econó,mico y la jerarquÍa, e$ la en Cr:s puntos diferentes situación existente en el grupo de sibling. Ppr una parte tenemos que la eCad trae, en la sociedad campesina, jerarquía, por ffinto el hermano rnayor, frente aI re$to de herrn,anosr goza de una situación jerárquica superior. Por otra parte, el último hijo gaza de una situación económica privilegiada frente a. sus hermanos; es llamado chanako y deberá permenecer en el hogar paterno hasta la rnuerte de sus progenitores, heredando enüonces, a rnás de su parte, todo lo que sus padres conservafon pafa sí. A nivel de l* cornunidad, este equilibrio de poder se da en forrna

Fre que pueden en las reunianes o asambleas de los varones "sus opiniones será,n siempre ton:adas en consideración en la intimidad de

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hogares" (Núnez dei PraCo, O,, 1973: 28-9), parapoder ser manifes-

tadas en la reunión siguiente. Esta es una de las razones por las cuales, en las comunidades campesinas las decisiones pnra ser válidas no deben ser tomadas en una sola reunión, sino qrle son necesarias más de dos

reuniones para que puedan llevarse a cabo con éxiüo. La rnujer por $u parffi, tampoco puede obrar sin tener en cuenta los deseos de su marido, ye qlle siendo é1 su vínculo con el mundo externo, un desquiciarniento puede rraede como consecuencia, una situacién muy difícil en Ia que no contará con el apoyo del grupo. 2. Et concepto de riqueza denuo del campesinado quechua, está

íntirnamente viculado

al trabajo, el rnismo uaducido e

de recursos humanos movilizables en situaciones determina (rico) es aquél que cuenta con gran cantidad de parienter nados a guienes acudir en demanda de ayuc{a; waichn (pobre

América Lndígena

4cl0

EI rsl de' l,a rnuier tampesina

de huerfano ) , €s el individuo que no, posee ni. parientes ni reiaciones sociales. El capital humano es importante mnto ¡lara el proceso de producción como para hacer frente a las vicisitudes del decurso de la vida de los individuos. El adecuado rnanrcnimiento de. las relaciones sociales de una familia, ülependen mnto del varón corno de la mujer. É1, mediante el estricto curnp,limiento de los aywi4 ella For la observancia de las normas de conducta que ld permitan rnantener buenas relacicnes con otras mujeres que contribu)¡en al éxito en sus eventos

de trabajo. Por muchos esfuerzos que haga urlo, de ellos para sacar ad.etrante el hogar, si no cuenta con la cooperabión del otro, todo será inútil. 3. En los procesos de socialización, el énfasis gue puedan dar &nto el varon corno La mujer, se encuentra equilibr,ado, ya. que cada uno ' Ce ellos, tendrá ascendencia sobre la prole de su mismo sexo. 4. No quiero dejar de mencionar un hecho, que annqug po lo he uatado, conuibuye a filostrar ei equilibrio varon-mujer antes indicado: se trata de la existencia de una deidad fernenina dentro del panteón quechua, cuyo poder se casi equiparable a la más aLta deidad

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chua, sólo espero haber poclido comribuir en algo a la visión de su roi.

TüoLF,

Me refieto & Pachamam& (Madre tierra), deidac{ de la y la fearndidad (lrlúnea del Prado Béjar, J. 1974j. Mucho queda todavía por escribir sobre Ia mujer campesina que-

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