El Retorno a Lo Sagrado

May 18, 2017 | Autor: F. Baena Vejarano | Categoría: Quantum Field Theory, Nuevos paradigmas filosoficos, Maharishi Vedic Science
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Descripción

El Retorno a Lo Sagrado Fundamentos Científicos de La Espiritualidad en el Nuevo Milenio

Por Fernando Baena Vejarano

(derechos de autor registrados. Publicado desde el año 1999 )

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Agradecimientos No hay nada aislado en el universo. Como todo está conectado con todo, no podría decirse que hay seres individuales, sino nodos en una red de actividades culturales. Por lo tanto, yo no me debo a mí mismo. Me debo a los que me rodean ,-también mi libro-, y por eso mi gratitud. Las primeras gracias son para mi maestro espiritual, Maharishi Mahesh Yogui. Luego para todas las personas con las que me construyo como humano, mi familia, mi hija, mi compañera. Por supuesto, yo no sería relativamente conocido,- ni habría sentido el estímulo de escribir lo aquí plasmado-, sin los amigos de la revista Notas de Luz, sin las programadoras de televisión y las emisoras de radio que han hecho públicas mis propuestas. La carátula de este libro se debe a la calidad humana de la artista Beatriz Eugenia Diaz, la subtitulación a los correctores de texto de la primera publicación de mis artículos, y otras muchas cosas que se me escapan a otros muy bellos seres humanos.

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Para María Mercedes Salazar ¿ Cómo no ser siempre devoto de la otredad , del misterio marino ?

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Prologo En nuestra época, cuando existe un sinnúmero de opciones para asumir el siglo que se nos avecina, es dificil encontrar criterios fiables , y es refrescante hallar un intento de síntesis, en el que se pretende reconocer la similitud y la unidad entre todas las cosas, apreciar la unidad de lo diverso, el “uni-verso”, generar el respeto por las diferencias, tender puentes y acercar caminos; pues en tal diversidad de alternativas el hombre moderno puede más facilmente perderse que encontrarse. Cada expresión del conocimiento y de la experiencia humana obedece a un punto de vista sobre la vida mayor o menormente acertado, diversamente impregnado de razónes y deseos. Y la denominada “Nueva Era”, se presenta como una nueva oportunidad para encontrar en el compartir -,tomado en su sentido más amplio-, el camino para un nuevo rumbo. Este libro -,documentado, escrito en un lenguaje profundo y accequible-, es un intento serio por rescatar el paradigma holístico, sus validaciones científicas, y releer todos los aspectos de la vida para fundamentar la espiritualidad del nuevo milenio . Esta búsqueda tiene su fín en el ser mismo del hombre, en el yo espiritual que está en todo y en todos, y en la expresión inmanente de Dios . El “Retorno A Lo Sagrado” se propone encontrar un camino interior, reiniciar un viaje olvidado por occidente desde hace siglos y guiar la conciencia humana por el sendero del enfoque holístico de la ciencia. Es casi seguro, pienso yo, que esta búsqueda es la de toda la humanidad, y creo que el texto nos aporta herramientas para la travesía. Suerte y calma en la aventura.

Santiago Rojas Posada Médico Bioenergético Presidente de la Fundación Unión y Vida

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Proemio Este libro , como la vida, es un resultado del azar , que es la fuente del desarrollo inteligente de patrones de orden. Comenzó con la producción de un artículo sobre los nuevos conceptos en salud y medicina , siguió con otros textos , y al cabo de unos años ya había una reflexión completa y coherente sobre los fundamentos de la nueva cosmovisión, de los nuevos paradigmas sobre los que podría construirse una nueva humanidad, un nuevo planeta, en el milenio que viene. Los artículos que lo componen han sido publicados de manera ininterrumpida en los sucesivos números de la revista “Notas de Luz” ,-ahora fuera de circulación-, de la fundación Siu-Tutuava que dirige el médico bioenergético Santiago Rojas. Un día, por curiosidad, me puse a repasar los temas y encontré que había un hilo conductor, y unos conjuntos temáticos unificados. Los textos me decían que ya eran un solo cuerpo con vida propia, un solo sistema autoorganizado, es decir , un libro. Y así fué como supe que mis propios textos me habían puesto la tarea de publicarlos. Que sea usted, lector, en todo caso, el cántaro en el que se viertan estas propuestas ;las únicas que hasta ahora reconozco - y por las que podría apostar-, como capaces de conducirnos más alla del complejo laberinto que caracteriza la problemática mundial ,actual y pretérita. Ojalá el tema del desarrollo de estados de conciencia superior sea reconocido como un terreno medular para superar los álgidos problemas de Colombia, y llegue el momento en que se tomen en serio los nuevos paradigmas para diseñar proyectos ambiciosos y másivos de elevación de nuestro nivel de conciencia colectiva El autor

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INDICE GENERAL Un nuevo Paradigma 1. 2. 3. 4. 5.

La era de La magia de la Conciencia : De los objetos a los campos : Esa Diosa que todos somos : El Universo : Está vivo o muerto? A favor y en Contra de la Nueva era en Colombia

pg 9 Pg 17 pg 28 Pg 37 pg 47

Corporalidad y Amor 6. 7. 8. 9.

De la armadura al templo : el reto de occidente Enfermedad y Salud en el Nuevo Milenio Shiva Y Shakti: la Unidad en el orgasmo Volver a la Mar que es el Amor

pg 59 pg 70 pg 77 pg 85

Un Nuevo Modelo Social 10.La mente no es el cerebro. 11.El dinero: solo un símbolo 12.Hacia una Economía Ecológica 13.Lo esencial de la ecología 14.El Gobierno de la Ley Natural 15.Tras el Sombrero de Houdini

Pg 94 pg 103 pg 112 pg 119 pg 125 pg 135

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Contactar el Ser 16.Meditación y tradición pg 17.El Veda en la fisiología pg 18.Bebiendo En La Auto-referencia de las plantas pg 19.Polución Genética e Ingeniería Védica pg 20.Maharishi Mahesh Yogui: Puente Entre dos Mundos pg 21.Paul Knitter : Pluralismo y Catolicismo pg 22.La Meditación Trascendental pg 23.Bibliografía pg

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Un Nuevo Paradigma

Esta primera sección parte de una exposición general del nuevo paradigma, en términos de la historia profunda de occidente en el marco general de las etapas de la historia humana. Se dilucida cómo a la luz de la teoría de campos en la física subatómica y en la biología morfogenética, urge dejar atrás el mecanicismo y todas las prácticas culturales que atraviesa, para recobrar la capacidad intuitiva y la sensibilidad holística frente a los otros seres humanos y con el entorno cósmico. Solo una nueva mentalidad, una nueva cosmovisión, y una nueva epistemología pueden ser la base de una nueva y mejor era para la vida humana en la tierra.

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LA ERA

DE

LA

MAGIA

DE

LA

CONCIENCIA

Seguidores de las más diversas escuelas, creencias y prácticas se entienden a sí mismos como forjadores de lo que se ha llamado la "Nueva Era". Dicen estar conformando esta nueva Cosmovisión desde los que buscan en las prácticas chamánicas de los indigenas americanos la respuesta a la crisis ecológica del planeta, hasta los que se conectan a aparatos sensorio-visuales para experimentar alucinaciones holográficas con la más sofisticada tecnología electrónica, pretendiendo alcanzar una alternativa al LSD. Típicamente suele incluirse a los seguidores de técnicas mentales y escuelas de sabiduría de oriente, a los practicantes de medicinas alternativas, y a los interesados en parapsicología y ocultismo. Pero tal vez haya que contar también con los que dicen establecer comunicación con extraterrestres, y con los que siguen métodos de superacíon personal, por no mencionar sino unas cuantas ramificaciones. Uno se pregunta qué puede haber de común entre temas e inquietudes tan diversas. Lo que todos comparten es que, desde el punto de vista astrológico, el planeta está pasando de recibir una influencia pisciana a obtener una influencia acuariana, y que ello ha comenzado a ocurrir desde hace unas pocas décadas o comenzará a ocurrir en breve (hay divergencias de cálculo entre diferentes sistemas astrológicos y escuelas ). Lo cierto es que, haya o no una determinante astrológica, hay toda una cultura mundial "under-ground" gestándose manifiéstamente desde los años sesentas, modificándose permanentemente, y expandiéndose con prodigiosa fuerza. Aunque no se haya llegado , ni se pretenda llegar a una visión común de la vida, es indudable que un factor común es el descontento ante las cosmovisiones tradicionales imperantes en occidente, y ante su desbordamiento en el absurdo de unas dinámicas sociales y psicológicas centradas únicamente en torno al desarrollo científico-técnico y al comfort material. En Colombia no es tan escaza esa actitud como a veces parece: un recuento de los cursillos, librerías alternativas, institutos y academias orientados en tal dirección, tanto en Bogot'a y Medellín como en otras ciudades, pondría de relieve que la única razón por la cual no es un fenómeno social más notorio, es que casi ninguno de los sistemas alternativos ha logrado reconocimiento público a nivel macro, ni ha pasado a reconocerse oficialmente, lo que no implica que no esté permeando ya efectivamente las actitudes y acciones de un cierto sector de la población.

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Resulta necesario interpretar profunda y adecuadamente el movimiento de la Nueva Era. Sobre todo, para impedir que se banalize como una moda pasajera que el sistema social imperante adapte a su antojo, sin que se produzcan transformaciones sociales y personales de verdadero valor. Si la Nueva Era ha de ser una alternativa capaz de transmutar el sinsentido de un orden internacional injusto y violento, y la vida obtusa y ansiosa de millones de personas adictas al consumo de toda clase de experiencias que no hacen más que impedirles su progreso integral y espiritual, entonces ha de ser un movimiento autocrítico y reflexivo. También debe permanecer vigilante ante el peligro de ser facilistamente asimilado por sus adherentes y por sus exponentes en todo el mundo. El propósito es crear y proponer alternativas que potencien el desarrollo integral humano, trascendiendo y superando los métodos y supuestos de occidente. Se trata de transformar el nivel de conciencia de todas las personas, así como de manifestar dichas mutaciones psíquicas y espirituales en estructuras socio-económicas y políticas exentas de los vicios de las antiguas. El “salvador” Interno La nueva Era trabaja de adentro hacia afuera, de lo psíquico-espiritual en el individuo, a lo político-social en el planeta como totalidad. Occidente ha intentado repetidamente realizar la utopía humana en el sentido contrario (de lo macro a lo micro, de lo externo a lo interno, de lo político a lo psicológico ) , y su instrumento favorito ha sido la construcción de ideologías redentoras que se auto-postulaban como depositarias de la verdad absoluta (las religiónes y sus iglesias, la ciencia y sus tecnócratas, el marxismo y sus violentos, el capitalismo y sus privilegiados, el racionalismo y sus filósofos ). Pero hasta ahora ninguno de esos mesianismos ha demostrado capacidad significativa para elevar la calidad integral de la vida humana. En qué consiste el fracaso de los mesianismos ?. En prometer, es decir, en pedir resignación para con el presente, y, sobre todo, en descargar al individuo de la responsabilidad de asumir que la propia evolución de su nivel de conciencia es el origen del cambio. ( Será siempre algo externo lo que nos salvar'a-el mesías, el partido, la libre empresa, la máquina, el nuevo dogma-). Pero cómo y con qué derecho confiar en que la utopía de una humanidad próspera y espiritualmente evolucionada, sí puede hacerse efectiva por medio del abanico de posibilidades de desarrollo personal y social que ofrecen los adherentes a la nueva era ?. Mas aún : cómo estar seguros de que estamos entrando bajo la influencia de los valores asociados con el signo astrológico de acuario ?. Para los escépticos, se trata solo de un conjunto de prácticas e ideas descabelladas de personas supersticiosas y poco cultivadas racionalmente, o que evaden las prácticas idoneas para resolver sus problemas mediante creencias fáciles. Para los Adherentes dogmáticos , - los neo-hippies -, se trata de la única alternativa que tiene la humanidad, y debe hacerse a un lado totalmente todo aporte

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cultural tradicional de occidente - y en especial el de la ciencia, la técnica, y la racionalidad - para " volver a la naturaleza" en un acto romántico. Es necesario buscar un punto de equilibrio conceptual. El de la nueva era no es un movimiento unido por ideas y prácticas unificadas, sino un fenómeno social y personal que responde a unas mismas inquietudes generales y que parte de una común insatisfacción frente a la tradición de racionalidades y prácticas de occidente. Es muy probable que los buscadores de la nueva era no quieran ponerse de acuerdo para reemplazar otras ideologías por la suya. De la ideologización misma es de lo que huyen. Pero tampoco se trata de la dispersión absoluta de propuestas alternativas para el divertimento individual o para la recreación espiritual en los ratos libres, pues si de donde surgió todo fué de un descontento frente a la sociedad y sus estructuras de vida, a ella y a sus estructuras tendrá que proponérsele algo. Qué puede ser, si no ha de ser una nueva teorización racional, ni un nuevo catecismo religioso o político, ni un nuevo mesianismo cientificista ?. Ante todo, el descubrimiento de la nueva era ha sido el de la conciencia. La nueva era es la era del desarrollo de la conciencia, y sus estructuras sociales, educativas, políticas, económicas y psicológicas han de cualificarse apartir del desarrollo de la conciencia. Entramos en una nueva fase de la historia. La aventura de la conciencia Podemos hablar de fases históricas de la humanidad, y de sus respectivos ejes de desarrollo. Estas fases están interpenetradas, es decir, que no por comenzar una nueva termina la anterior, sino que la primera se adapta paulatinamente a las características de la segunda. Siendo muy esquemáticos, podríamos hablar de una fase centrada en la supervivencia y la conciencia mágica , de una fase centrada en el apego a creencias, y de una fase centrada en la ciencia de la magia de la conciencia - la de la nueva era -. Veamos si nos sirve de algo ese burdo esquema de la historia. Partamos de un supuesto evolucionista: el ser humano representa un salto cualitativo frente al mundo biológico, y su primera necesidad es organizarse socialmente para sobrevivir en el entorno natural. En esta etapa tienen importancia los objetos útiles del medio ambiente (alimentos, instrumentos, ropa y techo ) y la que hoy denominamos zona subconciente de la mente está totalmente activada, y se proyecta al mundo como si existiese en este. Entonces la humanidad habitaba en los símbolos, los arquetipos y los mitos, y ellos eran fuerzas vivas de la naturaleza misma. Se trata a la vez de una etapa de conciencia mágica pre-racional centrada en la supervivencia material. Luego, con la edad del hierro, comienza a terminar la fusión del hombre con la naturaleza y con su propia psique subconciente. El subconciente mismo queda desplazado de la

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experiencia cotidiana del ser humano, y ya no solo no se proyecta en la naturaleza y en el estado de vigilia, sino que solo comienza a aflorar al dormir o al soñar. . Comienza a diferenciarse el mundo interno del externo al desarrollarse el pensamiento racional con sus dualidades, especialmente en occidente. Empieza la era de piscis y de sus polaridades irreconciliables: la "realidad" se divorcia de la imaginación, la razón se diferencia de la emoción, la mente se concibe como si estuviese separada del cuerpo. Las tecnologías para sobrevivir están mejor aprendidas y desarrolladas, así que otros asuntos comienzan a volverse importantes. Sobre todo en occidente, es importante recuperar la tranquilidad psíquica perdida al terminar la etapa mágica, creando cosmovisiones dogmáticas, ya sean de orden religioso, científico, o político. La historia de occidente desde hace dos mil años es la historia de las luchas por el poder entre diferentes totalitarismos (y es curioso que oriente haya permanecido comparativamente no angustiado por defender "una única y definitiva verdad" ). A nivel del desarrollo material, durante esta fase los objetos y el valor de supervivencia que representan, comienzan a perder su solidez al abstraerse como papel moneda, y luego como información monetaria computarizada. Pero ahora, a finales del siglo veinte, depositar confianza absoluta en un conjunto de ideas o teorías de cualquier tipo , y en las instituciones que las representan, significaría no haber aprendido nada de los errores del pasado (recordemos a los nazis, o a la inquisición). A las creencias del intelecto hay que suplantarlas con las experiencias del afecto, con las vivencias del espíritu, con el desarrollo de la conciencia. Se viene abajo también el dualismo mente-cuerpo, iniciado por Platón y exacerbado en los últimos siglos. Y la función creativa de la mente subconciente y de sus símbolos, de su magia, de sus mitos, comienza a rescatarse como la fuente de donde se nutre el sentido y el goce pleno de pertenecer a la vida y al universo. Nos damos cuenta de que el comfort empalidece la vida si no viene acompañado del riesgo del esp'iritu, de la exploración de los paisajes internos de la mente y de sus infinitos laberintos. Por eso, los que queremos estar vivos, los que no queremos morir frente a una pantalla de televisión, nos enfilamos hacia una dispersión de búsquedas que ya son de suyo el encuentro de lo que somos: una aventura permanente de la conciencia. Vivir es una experiencia, un riesgo. Aferrarse a una creencia, no burlarse a menudo del intelecto y de sus dogmas , es impedir al cuerpo que vibre y prohibir a la vida que se expanda. La b'usqueda de experiencias de expansión de la conciencia comienza a desplazar en occidente a la afanosa construcción intelectual de ideologías mesiánicas.

La nueva era no deberá, sin embargo, caracterizarse por poses irracionalistas. Sencillamente, sin despotricar contra ella, deberá colocar a la razón en su justo lugar, y lo mismo deberá hacer respecto del conocimiento científico. Este habrá de ponerse al servicio del desarrollo integral del ser humano. La ciencia de la nueva era explorará al universo

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concibiéndolo como una gran mente inteligente, estudiará al planeta tierra preocupándose por su salud, y respetará sagradamente a todos los seres, desde las rocas hasta los árboles gigantes, desde los ríos hasta el más secreto de los protozoarios. Si la ciencia de la era de piscis postulaba el derecho humano de manipular a su antojo a cuanta criatura o fenómeno natural le saliera al paso, suponiendo que la naturaleza estaba desprovista de sentido, de alma, y de significado; el científico de la era de acuario se aproximará con reverencia a todo, y su primera emoción será la de presentir un sentido divino y una conciencia pulsante en cualquiera de los seres que estudie. Estamos pasando de una concepción mecánico-materialista de la naturaleza, a una percepción mágico-mental de la realidad. Veníamos creyendo que el mundo y sus objetos están afuera, que no formámos parte de ellos, y que eramos observadores neutrales de fenómenos regidos por leyes inmutables de la naturaleza. Ahora sentimos que somos parte de un entramado indivisible de conciencia -el cosmos-, y sabemos que el mundo parece material y concreto solo porque nuestros sentidos no són lo suficientemente refinados como para sintónizar con los niveles energéticos sutiles que estructuran las cosas. La nueva ciencia, además, reconoce que no hay un mundo objetivo "alla afuera", delante de los ojos y actuando independientemente, sino que todos los acontecimientos que observamos están influidos, si no totalmente, por lo menos en un altísimo grado, por nuestras expectativas y proyecciones mentales. Si la naturaleza es una gran mente conectada a nuestra mente, entonces nuestra mente es la naturaleza misma. De esta manera, hemos vuelto al principio. Pero no a la conciencia mágica, sino a la ciencia de la magia de la conciencia. Se trata de un pensamiento mágico fundamentado en principios muy distintos de los del pensamiento mágico-mitológico de la prehistoria. La psique primitiva -como ha notado el psicólogo Carl Jung- no ha pasado por los complejos procesos, represiones y condicionamientos educativos a los que ha estado sometida la psique greco-judeo-cristiana de la humanidad occidental, sino que sus estructuras, más espontaneas, són y permiten el aflorar de pautas energético-pulsionales arquetípicas y primarias que són proyectadas intuitivamente , conformando así la realidad mítica. El primitivo ve y oye a sus dioses, conversa y comparte experiencias con el espíritu de sus antepasados muertos, se identifica y se transforma sin dificultad en el animal o el vegetal que es su totem. Puesto que las energías de lo que llamamos el subconciente son las pautas mismas de la naturaleza, la magia primitiva es el diálogo con la psique del planeta. El ritual:agente transformador La forma de entablar esa conversación, ya sea para pedir poder o para dar ayuda, es el ritual. Pero probablemente el ritual primitivo no pueda ni deba ser igual al ritual de la nueva era. El rito es un catalizador de energías psíquicas profundas, mediante el cual se establece el puente con otras realidades y dimensiones de la mente-naturaleza. Pero es posible para

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un occidental contemporaneo oficiar un rito con la ingenuidad espontanea del primitivo?. Puede que no. Y si fuese posible , sería deseable?. Suponiendo que algo se ha ganado, que algo le aporta occidente a la historia de la humanidad, no sería conveniente que nos despojáramos del desarrollo racional de nuestra psique y de nuestra sociedad, para volver al animismo primitivo. Y en cuanto a si es posible, tenemos el caso de Carlos Castañeda y de otros chamanistas, que dicen haber podido desestructurar su sistema de creencias y de condicionamientos. Pero de ello no se deduce que ya no puedan razonar al modo occidental, sino que razonar ya no es su único método para conocer: han ganado algo más que la razón, pero no por ello han perdido la razón. El ritual es el agente de la transformación, es el medio para un fín. No es una mera tecnología, porque el oficiante sabe que puede no merecer o preferiblemente no recibir los favores que pide si del otro lado no se desea - por no convenir - dar una respuesta o la respuesta que uno espera. En cambio, la tecnología es un forzar a la naturaleza en el que nunca se le pide su permiso y casi siempre se logra un resultado eficaz -que no siempre , por cierto, era conveniente obtener-. Hay rituales para todo: para controlar el clima, para sanar la enfermedad, para dar gracias y asimismo atraer abundancia y prosperidad, para evitar la guerra, para hacer la paz, para consolidar uniones interpersonales y grupales, para pedir perdón, para expresar amor y para hacer el amor. Hemos dejado de creer en los rituales, porque hemos perdido poder psíquico para hacerlos efectivos al racionalizar excesivamente nuestra visión de la vida y del mundo. Ello ha conducido a que hayamos convertido los rituales en meros simbolismos huecos para expresar y consolidar significados o transmitir mensajes: cantar el "happy Birthday", comprar algo en el comercio el día del padre, tragarse la hostia y arrodillarse. Los rituales han decaido como meras convenciones sociales, y ya no nos comunican con los poderes, los" esp'iritus", y las leyes de la naturaleza. Pero los adherentes del movimiento hacia la nueva era estamos volviendo a usar y a potenciar nuestra conciencia y los estratos profundos de nuestra psique, así que nuestros ritos poseen poder. Estamos cambiando el mundo con el solo poder de nuestra mente, que es el único poder que existe. Y esto es lo extraordinario, lo increible para nosotros mismos: que ya no estemos fundando nuestras prácticas para mejorar la vida humana en la transformación del mundo externo -económico o político-sino que partamos de la exploración del mundo interno , - que es a la vez el mundo de las fuerzas esenciales de la naturaleza-, para crear desde ese nivel la materialización de un mundo próspero, justo y amoroso. Solo así tendremos prácticas económicas, educativas, sociales y políticas verdaderamente capaces de elevar a la humanidad al rango de vida que merece.

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La masa crítica para el nuevo milenio No es que no haya que hacer cambios en la constitución, legislativos y jurídicos, o administrativos y financieros. Sino que ellos no se harán plenamente efectivos sin transformaciones personales de los individuos encargados de ejecutarlos. La corruptela se frena con el castigo, pero no se previene sino elevando el nivel de conciencia integral y espiritual de los funcionarios, del que depende además el verdadero cambio ( que no es solo el de que no haya corruptos, sino que todos sean altamente creativos y estén profunda y amorosamente comprometidos con el bienestar social ). Como estamos acostumbrados a creer solo en resultados directamente inducidos -todavía creemos que la sociedad es una red lineal de causas y efectos enlazados- se nos hace absurdo que una transformación mental pueda ser la base de una transformación social. La ciencia de avanzada, sin embargo, nos indica que la realidad es mucho menos concreta, externa y burda que lo que parece, y que por lo tanto su transformación depende más bien de instrumentos sutiles. Cambiar nuestra realidad no es más que cambiar nuestras estructuras mentales. Y para que ello ocurra en todas las mentes individuales solo tiene que ocurrir primero en una pequeña cantidad de ellas: en los pioneros de la era de acuario. Esta afirmacion', la de que basta con que solo un número crítico mínimo de personas alcance cierto nivel de expansión de su conciencia y se convierta a la nueva cosmovisión para que el resto de la población quede automáticamente influida, puede deducirse limpiamente de las observaciones científicas recientes del biólogo y psicólogo inglés Rupert Sheldrake. Según este estudioso del comportamiento los pensamientos y conductas que se tornan habituales en suficientes cantidades mínimas de personas, se vuelven automáticamente, multiplicándose en una proporción geométrica- cada vez más fáciles de sintonizar por otros individuos. Uno de los experimentos que mejor ejemplifica este fenómeno de aprendizaje a distancia, es el reseñado por el biólogo Lyall Watson, quien cuenta un insólito episodio ocurrido en la isla de Koshima, en Japón. Los monos que investigaba estaban siendo alimentados con batatas, pero estas tenían que ser limpiadas de piedrilla y arena por los primates para poder ser consumidas, lo cual era fastidioso y muy demorado. Una mona llamada Imo resolvió la cuestión, sumergiendo las batatas en el mar para sacarlas inmediatamente limpias. Los otros monos fueron aprendiendo el truco, pero lo increible (e inexplicable desde una cosmovisión newtoniana clásica) fué que bandas de monos de otras islas, que evidentemente no habían tenido contacto de ningu~n tipo con los pioneros del nuevo método, empezaron a aplicar súbita y espontaneamente la técnica, sin haberla "aprendido" nunca. Según Watson, al alcanzarse un número crítico mínimo de aprendices, su habilidad quedó inmediatamente grabada en la memoria colectiva de la especie. A esta memoria colectiva la llama Sheldrake "Campo Morfogenético": un campo de información pura que trasciende la estructura del DNA, y la materia misma.

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También estamos grabando, actualmente, una nueva información en en campo morfogenético de la humanidad: la de la cosmovisión de la nueva era. Este aprendizaje colectivo de un nuevo programa de actitudes y comportamientos nos está llevando a un pleno y permanente contacto con esferas más altas de conciencia y a un vigoroso desarrollo de nuestras potencialidades mentales y espirituales . Mientras más individuos en más elevados niveles de conciencia existan para alcanzar esa cantidad mínima crítica capaz de darle el empuje necesario al pleno florecimiento de la nueva era, la transición a la nueva era será cada vez más notoria. Algunos han calculado inclusive la cantidad crítica mínima necesaria para catapultar procesos sociales de disminución espontanea y significativa de índices de delincuencia, violencia, accidentalidad y tendencias negativas, con la consiguiente elevación de índices de crecimiento económico equitativo y de cualificación del nivel de vida. Por ejemplo, el fundador del movimiento de "Meditación Trascendental" Maharishi Mahesh Yogi , afirma, basado en principios de física de la resonancia de campos, y en experimentos estadísticos de experimentos sociales piloto realizados en Estados Unidos, que basta con entrenar al 1% de la población en esa técnica de expansión de la conciencia, o a la raíz cuadrada del 1% en un curso más avanzado, en el que se aprende a levitar, para que se manifieste claramente el inicio de lo que se ha llamado "el descenso del cielo sobre la tierra" o la "era de la iluminación". Los más altos ideales de bienestar material y de desarrollo espiritual convivirán entonces. Hay que tener por seguro que cada una de nuestras visualizaciones, cada una de nuestras oraciones, cada una de nuestras prácticas mentales, cada una de nuestras prácticas de meditación; es decir, cada uno de nuestros ritos de acceso a los niveles superiores de conciencia, están sanando y encantando este planeta lleno de magia.

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De Los Objetos a los campos: La transición a La nueva era

Cada época es un paradigma. No es que en cada transición histórica surja una nueva manera de percibir y de pensar el universo, sino que la nueva cosmopercepción es la que inaugura y hace posible el paso a una nueva etapa de la historia. Un nuevo paradigma es una nueva era. Pero cual es el paradigma de la "Nueva Era", la era de Acuario ?. Existe ese nuevo paradigma?. Si existe, es que entonces ya está amaneciendo el futuro, que ya se asoma la luz de una nueva espiritualidad. Los egipcios amaron el misterio y detuvieron la fugacidad del tiempo con sus monumentos eternos. Los hindúes declararon el caracter ilusorio de la vida. Los chinos destacaron el gracioso fluir cíclico de las energías vitales. Los griegos adoraron la claridad de la razón y la armonía estática de las formas clásicas. Los medievales tuvieron su paradigma: consideraron la naturaleza como una manifestación cifrada de la voluntad de un Dios padre. Luego se levantó la edad moderna: Descartes, padre de la modernidad, y Newton, su gran exponente, concibieron la naturaleza al modo de una máquina. Las fábricas y la industrialización inspiraron el modelo de que el universo era también un producto mecánico de una serie de engranajes encadenados en linea de causas y efectos rígidamente dispuestos. Hacer ciencia, según estos exponentes de la era de piscis, consistía fundamentalmente en representarse matemáticamente la regularidad de los fenómenos naturales, con el fín de estar en capacidad de hacer predicciones y manipular toda clase de acontecimientos. Todavía hoy muchos piensan mas o menos así. De hecho, son contadas las Universidades e Instituciones académicas que se arriesgan a considerar siquiera los nuevos paradigmas que se desprenden de los últimos avances de las ciencias heterodoxas de vanguardia. Pero el nuevo paradigma está surgiendo, está tomando forma, y probablemente será la concepción

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comunmente aceptada por los intelectuales dentro de no pocas décadas. La aceptación de un nuevo paradigma se toma su tiempo, porque las viejas generaciones se resisten a dejar que se ponga en tela de juicio la autoridad que se han ganado con años de ardua investigación. La dinámica de la materia Podríamos arriesgarnos a pensar que la transición entre la pasada y la Nueva Era, equivale a la transición que actualmente se dá en las ciencias entre el concepto de "objeto", y el concepto de "campo". Ya no se entenderá más la realidad como un "objeto", sino que se percibirá como una red de niveles más universales a mas particulares de "campos". La diferencia es enorme, y conviene que los pioneros de la Nueva Era sepamos en qué consiste. No basta con que nos emocionen las prácticas de estilo alternativo: es necesario que comprendamos sus fundamentos. Newton y sus contemporaneos pensaban que el universo era un mecanismo ciego de partículas de materia en movimiento. Esos pedazos de materia, en su versión más pequeña, eran los átomos. Todas las cosas serían entonces conjuntos o agregaciones de esas cosas más pequeñas. El universo era para ellos un inmenso rompecabezas hecho de muchísimas de esas piezas. Y cada pieza o grupo de piezas era un objeto de estudio de alguna ciencia. Si el universo era esa suma de partes, entonces el conocimiento también sería esa suma de estudios e información recopilada por los diversos especialistas. Poco importaba que tipo de relaciones o dinámicas existiesen entre diversos tipos de objetos, pues lo importante era comprender la estructura "interna" o esencia de cada cosa, de la que, con seguridad , se podría desprender el conocimiento necesario sobre las actividades y dinámicas e interacciones que ese objeto estableciera con otros. El problema fué que, cada vez más, los investigadores se enfrentaban con un muro impenetrable. Los físicos de principios de este siglo, por ejemplo, se daban cuenta de que las partículas de "materia" de la que estaban compuestos los átomos, ni eran "partículas", ni eran materia, sino que se comportaban como nubes fantasmales extraordinariamente inestables. Para colmo, parecían

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no estar comportándose como objetos autónomos. Se suponía que la mente del científico no debería afectar los resultados "objetivos" de las investigaciones, pero se notaba que esa imparcialidad, en el caso de las partículas elementales, era imposible. Los electrones parecían, literalmente, estarle leyendo la mente a los investigadores. Entonces surgió la solución: las leyes de la física de partículas no trataban sobre "objetos", sino que describían las dinámicas de "campos". Sistemas de relaciones vivas Un campo es un sistema. Y un sistema es un conjunto dinámico. Un objeto, en cambio, es un agregado estático de pedazos. El objeto es igual a la suma de sus partes, y por eso, si se daña una parte, puede reemplazarse para que el objeto funcione, sin que las otras partes necesiten reparación o se afecten, como en una máquina. Pero un sistema no es un conjunto de cosas sino un conjunto de actividades, y esas actividades no són realizadas por "objetos" que tenga el sistema, sino que las "cosas" del sistema no son más que sus actividades. En un sistema todo está relacionándose con todo casi que simultaneamente, y, por eso, cuando algo falla, falla todo de inmediato, es decir, desaparece el campo. Un campo no está hecho de objetos, ni es tampoco un objeto. El campo es un sistema de relaciones vivas. A un objeto siempre le corresponde un sujeto. A algo que se observa siempre le corresponde alguien que observa con cierta distancia, pues si no hay un espectador no hay un espectáculo. Pero, en cambio, en el caso de un campo, el observador forma parte indesligable de lo que observa, y es a su vez observado desde dentro por el campo en el que se integra. El observador de un campo no se puede distanciar, sino que tiene que pertenecer , intuitivamente, a las relaciones que establece. Por ejemplo, la madre sabe que su bebé va a llorar antes de que llore. Por qué ?. Porque no son dos seres separados, sino un mismo campo sicosomático. El bebé no es un objeto para su madre: ella no puede distanciarse, y si lo hiciera, ya no podría atender tan rápida y oportunamente a las necesidades de su hijo. Si la madre tuviera que observar, analizar, verificar, el niño ya habría muerto de hambre. Los físicos se anticipan, mediante cálculos matemáticos puramente especulativos, a los

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comportamientos de partículas elementales que esos mismos cálculos han creado. Si en la Nueva Era todo ha de comprenderse como un campo al que uno se integra y en el que uno crea la realidad que se manifiesta, y ya nada ha de entenderse como un objeto ante el que uno se sitúa con una pose distanciadora, entonces el paradigma de la Era de Acuario tiene mucha familiaridad con la teoría de sistemas, si no es que es ella misma. Y si todo sistema es subsistema de un sistema mayor, entonces la mente de cada individuo está en interacción indesligable y simultanea con la mente de todo otro individuo, especialmente si són individuos del mismo tipo. Por ejemplo, se sabe que las partículas elementales mantienen relaciones de simetría mutua en sus respectivos campos. Esto quiere decir que cualquier movimiento de una partícula elemental de un campo está sincronizado con cualquier giro de cualquier otra partícula elemental de su campo. también significa que todas las mentes humanas individuales conforman una sola mente colectiva. En el caso de los bancos de peces, por ejemplo, se sabe que no hay un lider de la bandada que gire primero tantos grados en tal dirección, y luego otros que lo imiten después, sino que todos lo hacen exacta y cronométricamente en la misma millonésima de segundo. Cómo se ponen de acuerdo ?. Porque son un campo, son una unidad. No necesitan ponerse de acuerdo, porque en ese nivel no son un grupo de miles de individuos, sino un único sistema viviente. Hace pocas décadas se comprendió que existían cuatro campos fundamentales de la física, y en resumidas cuentas de la naturaleza: El gravitatorio, el electromagnético, la interacción fuerte, y la interacción debil. La ley de la caida de los cuerpos y la traslación de los planetas alrededor del sol son manifestaciones del primer campo. Toda nuestra tecnología eléctrica, mecánica y electrónica se basa en el conocimiento de las leyes del segundo campo. La tecnología nuclear se fundamenta en el uso de campos de interacción fuerte y debil. Einstein estaba convencido de que debía existir una unidad subyacente a los cuatro campos, pues estos no serían más que cuatro aspectos de un único Campo del que surgiría todo en el universo: el Campo Unificado. Pero Einstein no dió con la formulación matemática para demostrarlo. Hoy otros genios de la física se aproximan a ese logro.

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Sin embargo, hay una vía para comprender ese campo, que puede complementar, o inclusive superar la formulación intelectual de ese campo en términos matemáticos. Si un campo es algo a lo que uno por definición siempre está integrado, pues no puede uno distanciarse de un campo sino solo de un "objeto", entonces siempre puede tenerse comprensión intuitiva, vivencial, de ese campo. La madre no ha leido cuatro mil libros sobre crianza, pero sabe lo que debe hacer para calmar a su hijo. Entonces es posible "contactar" el Campo Unificado: si la mente humana hace campo, es decir, está en sistema, con la naturaleza, entonces en la mente "está" la fuente de donde todo el universo procede. Una técnica mental puede entonces conducir a la vivencia de ese campo. Maharishi Mahesh yogi, fundador de la técnica "Meditación Trascendental", llama también por eso "Tecnología Del Campo Unificado" al sistema de descanso profundo y manejo del Stress que ha venido divulgando desde hace más de treinta años. La información no “está” en los genes Si la física, que es la ciencia que ha marcado la pauta a todas las demás disciplinas desde el siglo XV dc, ya no quiere sino comprender el mundo como una red de campos, no es de extrañar que el paradigma sistémico empieze a colonizar a la biología, a la psicología, a la medicina, etc. En un futuro no muy lejano todos los saberes introducirán el cambio de paradigmas en que consiste la Nueva Era. Los avances que en tal dirección ha realizado Rupert Sheldrake, biólogo creador de la teoría de los Campos Morfogenéticos, son un faro muy destacado en ese camino. Sheldrake ha puesto las bases para complementar y trascender los descubrimientos de la genética moderna y de la etología animal y humana, al demostrar que el comportamiento de diversas especies y de un muy amplio rango de fenómenos biológicos, psicológicos y sociológicos, no queda sino muy parcialmente explicado por los supuestos newtonianos de la ortodoxia científica. Según este estudioso inglés, a los genetistas les ha ocurrido lo que a un niño que, observando un televisor, ha concluido que el sonido y la imagen

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proceden de los transistores, cuando en realidad los transistores no són más que los intermediarios que decodifican las ondas de información que viajan por la atmósfera. Los biólogos creen que la información total del organismo está en los genes, porque cuando se altera la secuencia de aminoácidos del ADN, es decir, cuando se inducen mutaciones, el aspecto externo o fenotipo del organismo cambia. Tras esta creencia hay un supuesto newtoniano: el de que el organismo es un producto mecánico y un mero agregado de partes "materiales". Atribuir a una secuencia de moléculas los estilos conductuales y el aspecto físico de un organismo es explicar una cosa en términos de sus partes más pequeñas, reduciéndola a la suma de sus componentes y, por tanto, no concibiéndola como un campo. Hoy en día ningún físico se atrevería a decir que el átomo es una mera suma de partículas (electrones, protones, etc), pues de hecho se sabe que estas no són cosas, no son objetos, sino dinámicas. Al alterar los transistores del televisor, por supuesto que se distorsiona la imagen. Pero no por ello vale decir que la imagen está en los transistores. Estos no són mas que intermediarios de la información. Si los intermediarios fallan, por supuesto falla el producto. Sheldrake opina que los organismos se desarrollan y se comportan contactando la información de su especie a través de los genes. Esa información es una especie de "Software" del computador orgánico, un campo, en el que se halla un programa completo de conductas, instintos, y estructuras de funcionamiento de la especie. Cuando se producen malformaciones de un organismo, es que los genes no han podido sintonizar con máxima fidelidad la información del campo de su especie. A cada especie botánica y zoológica le correspondería su respectivo campo. Las esencias florales, diríamos basados en Sheldrake, serían medios de transmisión de los respectivos campos de información de cada tipo de flor. Y también la morfogénesis de proteinas y cristales, la memoria animal, el aprendizaje humano, las sociedades animales y humanas , los mitos y los rituales, se deberían explicar según Sheldrake en términos de campos. A todos estos campos, en conjunto, se les llama "Campos morfogenéticos", porque originan y dan forma a todos los fenómenos naturales. Así, la naturaleza ya no sería entendida como un agregado de materia en movimiento, ni los organismos como el producto ciego del azaroso encadenamiento de

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cuatro nucleótidos en la molécula del ADN. El materialismo biológico llega a su fín con la hipótesis de la causación morfogenética. El concepto de "Campo Morfogenético" le agrega inteligencia y propósito a la naturaleza mecánica y muerta de la ciencia newtoniana, constituyéndose en el paradigma de la Nueva Era. Numerosa validación experimental respalda la propuesta de Sheldrake, para que no pueda ser desechada sin más por los científicos ortodoxos como un "misticismo biológico". Si se trata de una mística, pero científica y racional en grado sumo. En otro capítulo de este libro, titulado "La Era De La Magia De La Conciencia", hacemos mención a una observación científica reseñada por el biólogo Lyall Watson, quien cuenta que en la isla de Koshima, en Japón, todos los monos de islas distantes entre sí aprenden súbitamente a limpiar batatas en el mar para sacarlas limpias, cuando en la isla de Koshima un numero mínimo crítico de primates desarrolla la habilidad, como si estos les hubieran transmitido "telepáticamente" la información a los demás miembros de su especie. Este fenómeno de transmisión de información conductual contradice el materialismo biológico, según el cual solo los genes pueden guardar información. Pero los monos del archipiélago no eran descendientes genéticos de los de la isla de Koshima, ni tuvieron contacto sensorial con estos. Por tanto, tuvo que ser que la nueva información sobre un método más eficiente de lavar batatas, tuvo suficiente intensidad energética como para grabarse en el campo morfogenético de la especie, desde donde fué retransmitida a los receptores genéticos de todos los monos sintonizados con ese campo. Otro caso clásico de expansión espontanea de hábitos por grabación , transmisión y recepción de informacion de un campo mórfico, es el del herrerillo común. Este pajarito abre los tapones de las botellas de leche que los repartidores dejan en las puertas. Presumiblemente el hábito de alimentarse así se expandería por imitación, pero los herrerillos no suelen alejarse más de unos kilómetros de su nido, y nunca a más de veinte kilómetros. Sin embargo, los primeros casos se registraron en inglaterra, en 1921, pero luego el hábito se vió en Herrerillos de Suecia, Dinamarca y Holanda, paises alejados por mar de Inglaterra en distancias muy superiores a las abarcables por el ave. Estas aves morirían anidando en Barcos, y además durante la segunda guerra

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no hubo botellas de leche ni repartos a domicilio, por lo que resulta inexplicable, en términos clásicos, que el hábito haya sido reiniciado en 1947 masiva y simultaneamente en distintos sitios de Europa. Cabe pensar que la información estuvo "archivada" en el campo morfogenético de los herrerillos, para luego ser recordada bajo condiciones propicias. El Campo fundamental :fuente de todo Los campos se caracterizan por la propiedad de conservar toda la información en forma no local. De hecho, los campos no "ocupan" espacio, sino que trascienden el tejido tridimensional que llamamos "materia". En un archivo corriente, en cambio, tales carpetas están en tal cajón, y, si se dañan, la información que contenían no se recupera, a menos que se hayan hecho copias. Esto es así porque en nuestro mundo cotidiano cada cosa está en un sitio, y dos cosas no pueden ocupar un mismo lugar. Pero los campos no son objetos, y en ellos toda la información está en todas "partes" y en ninguna. Esto es lo que se ha llamado el "paradigma Holográfico", pues de cualquier sección de una película holográfica puede proyectarse la holografía completa, mientras que de una sección de un negativo fotográfico solo puede obtenerse la sección del positivo correspondiente. Karl Pribram viene proponiendo que el cerebro humano tiene de hecho un funcionamiento holográfico, pues la neurofisiología ha fallado repetidamente al intentar reducir el pensamiento a neuronas, y al intentar localizar las funciones cognitivas y psicológicas en ciertas zonas fijas de tejidos. Según Pribram, el cerebro no es la fuente de la conciencia, sino el medio de expresión de la misma, una especie de altoparlante que recoje y proyecta , que decodifica y amplifica la información de la mente. La embriogénesis y el fenómeno de regeneración de órganos o partes de órganos, denotan, también, un comportamiento holográfico. En efecto, cómo puede "saber", un fragmento de estrella de mar, que el resto del organismo ha sido mutilado, y cual es la estructura de esa parte faltante, para poder reproducirla fielmente, como de hecho sucede?. O cómo pueden "saber", las células del embrión de una libélula, que el huevo ha sido ligado por la mitad por un científico impertinente, de modo que cada mitad del huevo empieze de nuevo a reorganizarse para re-asignar funciones

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especializadas a las células, siemdo así que de cada mitad resulte de nuevo un embrión completo?. Algo semejante ocurre cuando cortamos un imán en forma de vara, que tenía su polo positivo, por ejemplo, arriba, y su polo negativo abajo. Tan pronto como se corta, de algún modo, el imán se dá cuenta , y reaparecen en ambos pedazos ambos polos . Cómo es posible?. Solo si toda la información está presente en cada elemento, por ínfimo que sea, del sistema. Otra característica de los campos es que son evolutivos y se estructuran por habituación. Cuanto más repetidamente ocurra algo, tanto más tenderá a pasar lo mismo, especialmente si cada vez más individuos o cosas adoptan el hábito fijándolo de este modo como un comportamiento que llegará a parecer una ley eterna. Sheldrake critica fuértemente la creencia tradicional de las ciencias occidentales, proviniente del pitagorismo, de que las leyes naturales son eternas e inmutables, increadas e inmortales. La regularidad o normatividad con que se presentan los fenómenos naturales, que es la que permite hacer predicciones, no se debería sino a la solidificación de unos hábitos conductuales por efecto de la repetición constante de los mismos. Por ejemplo, los primates suelen vivir en los árboles: y de ese hábito se puede predecir que es una norma o ley natural para ellos vivir allí. Pero un día, después de millones de años de esa rutina, algo distorsiona el campo mórfico de los primates, y unos de ellos bajan a vivir en las praderas: es el comienzo de otra rutina de comportamiento, la de los homínidos, tan natural como la primera, y , sin embargo, novedosa y perecedera. O, por ejemplo, los organismos humanos suelen desgastarse, envejecer y morir. Pero, alguna vez, -quizás ya ha ocurrido u ocurrirá (los que han leido a Sri Aurobindo ya saben lo que estamos insinuando) - un individuo humano olvida esa "ley" y alcanza la inmortalidad y la juventud permanente. Esto abre camino para un nuevo campo mórfico, el de una nueva especie humana, más conciente y espiritual : la de la Nueva Era ?. Nada es inmodificable, si los campos mórficos no son eternos ni absolutos, sino flexibles y mejorables. Parece una ley que todo cuerpo está sujeto a la gravedad, pero aparecen unos seguidores de Maharishi Mahesh Yogi que revelan estar levitando dos veces diarias como lo más natural del mundo.

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Todo es posible. Y si los campos morfogenéticos de las especies vegetales y animales són manifestaciones diversificadas de los cuatro campos subyacentes de la física, que a su vez son máscaras de un único campo subyacente, el "Campo Unificado", entonces el "Campo Unificado" es el campo de todas las posibilidades. Y todas las posibilidades significa todas las posibilidades. Y si el Campo Unificado es la fuente de todo, y por tanto también la fuente de la mente humana, la fuente de donde surgen los pensamientos, entonces es posible aprender a operar desde ese campo. El Campo Unificado es el potencial total de las leyes de la naturaleza, pues estas leyes son campos que emergen de ese campo, como los órganos de una flor son expresiones que provienen de la savia. La savia es una, pero se diversifica como múltiple disfrazándose de pétalo o asumiendo el rol de espina o tallo. Esta diversificación en complejas estructuras diferentes es solo una aparente ruptura de su sencilla naturaleza unificada. Del mismo modo, los campos que estructuran el universo son aparentes rupturas de la supersimétrica y sencilla autoreferencia del Campo Unificado. La savia es pura e incolora, pero los pétalos de la flor en que se transforma son multicolores. El campo Unificado es abstracto e inmanifiesto, pero al aparentar romperse su naturaleza pura se vá diversificando en niveles de campos cada vez mas burdos, concretos y manifiestos. Todavía los cuatro campos fundamentales de la física son bastante abstractos. Menos aún lo són los campos que estructuran la naturaleza de los cristales, las moléculas , y las proteinas. Un poco más burdos vienen conformándose, a partir de los anteriores, los campos mórficos de los virus, los cromosomas, las células, y los organismos vegetales y animales. La manifestación tridimensional de estos campos es lo que percibimos, bajo el efecto ilusorio de los cinco sentidos, como Universo "material". Pero ya no hay un nivel más burdo que el de la materialidad biológica, porque el ser humano ya no es más burdo que el más complejo animal, sino más sutil que todos ellos. Los campos mórficos de las culturas, mitos, rituales, aprendizajes y costumbres humanas , son ya un primer paso de retorno al Campo Unificado, el más sutil de todos los campos.

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El universo: materialización de impulsos De hecho, solo el Ser Humano, con su sistema nervioso mucho más complejo y mucho más sensible y delicado que el de cualquier animal, puede contactar concientemente el Campo Unificado. Esto Se hace , según Maharishi Mahesh Yogi, a través de, por ejemplo, la Meditación Trascendental. Contactar significa "entrar en contacto con", es decir, "impregnarse de". No significa pensar en algo, distanciarse de algo para juzgarlo, no significa objetivar objetos, sino dejar de pensar en todo para contactar la fuente de todo en lo que se piensa. El campo Unificado es la fuente de la mente humana por ser tambien la fuente de todo. Y si es el campo de todas las posibilidades, no hay nada que la mente humana no pueda materializar. Si el universo es de suyo la materialización de impulsos diversificados de manifestación del Campo Unificado, entonces el universo es la concretización de la Mente Pura, de la Mente Cósmica, de la Mente Divina. Entonces, en la base de la mente humana está la mente cósmica, el Campo Unificado, ese sistema de información en que se hallan virtualmente todas las posibilidades. Y si esa conciencia pura creó todas las maravillas que existen, entonces no hay razón para que un Ser Humano entrenado en contactar el Campo Unificado no pueda materializar todos sus sueños aprendiendo a poner a operar su mente desde ese nivel. Si desde ese nivel se emiten intenciones o deseos, no hay razón para que no se cumplan, y, por tanto, cualquier acto de magia es posible. La abundancia económica es posible para toda la humanidad, el equilibrio ecológico planetario está a nuestro alcance, la salud perfecta también, la felicidad permanente no menos. Y la nueva era será la era en que la humanidad operará la manifestación de todos los deseos de plenitud interior y exterior, individual y colectiva, avivando las cualidades de perfección y bienaventuranza que están estructuradas en el Campo Unificado, el campo del que emergen todos los campos. La nueva humanidad basará todas sus ciencias, saberes, artes y tradiciones en el hábito mental de contactar el Campo Unificado para hacer concreto cualquier deseo evolutivo desde ese nivel fundamental de la realidad.

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Esa Diosa Que Todos Somos ¿Por qué hay una presencia tan mayoritariamente femenina en toda clase de cursillos y talleres de crecimiento personal, en toda clase de eventos relacionados con temas de desarrollo espiritual alternativo?. Los pocos barones que asisten a este tipo de actividades se sorprenden con frecuencia de este hecho. Una respuesta inmediata que se le ocurre a todo el mundo es que se trata de una manifestación del machismo: los barones creen perder su masculinidad con todo aquello que signifique hacerse más sensibles, más concientes de su propia interioridad, más comunicativos y participativos. Para ser una primera respuesta, no está mal. ¿Pero cómo es que llegó a forjarse la versión competitivista , individualista, a-sensible de lo que significa ser un barón?. Y por qué les queda mucho más facil a las mujeres integrar todas las nuevas opciones de vida que hoy se exploran y que, como especie humana debemos adoptar ? Podría decirse que está en la “naturaleza” de la mujer ser más sensitiva, más relacional. Pero nada arregla responder que las cosas son así porque son así. . Hubo un proceso histórico que hemos olvidado, en el que se consolidó lo que por ser tan frecuente terminó por concebirse como “naturaleza” de la mujer y del barón. Ese proceso debe transmutarse en la medida en que impida la materialización de un mejor orden social y espiritual futuro. Sin duda, la integración de prácticas alternativas de cualificación de la vida se nutre en buena medida de conocimientos arraizados en el pasado remoto de culturas no occidentales. Y esto no es casual, como no lo es que las principales investigadoras y promotoras sean mujeres, o que el movimiento ecológico en Brasil sea una hermana gemela de la organización feminista de dicho país. Las mujeres fueron el nucleo básico de muchas culturas de la antiguedad remota y de sus cosmovisiones, antes de la revancha masculina que los antropólogos identifican como el inicio del patriarcado (gobierno de los barones). Dicho sea de paso, cierto tipo de feminismo suele ignorar que con una mera igualdad de derechos y oportunidades no se logra sino

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sobrevivir mejor en un mundo masculinizado, menos darwinista .

no menos mecanizado ni

Cuerpo, ecología y totalidad Tres temas podrían resaltarse como muy comunes a la búsqueda de un nuevo estado de conciencia planetario: el retorno al cuerpo, la experiencia holística, no fragmentaria, de la realidad; y la relación ecológica entre individuos, sociedades, y seres vivos e inorgánicos. Estas tres són o fueron características propias de las sociedades no occidentales en que la sensibilidad desarrollada principalmente por las mujeres tienen o tuvieron lugar. La mujer tiene una particular manera de relacionarse con su corporalidad, y sin duda la experiencia de la maternidad la favorece más que al baròn (lo que no significa que para el barón sea imposible) para comprender la unidad simbiótica existente entre todos los seres del universo. En algunas fases históricas y en ciertas culturas fué o es perfectamente común para todos, sin distinción de sexo, tener tal percepción de la vida, ajustando a ella la conducta cotidiana. Algunas escuelas describen la cultura occidental como aquella en que tuvo lugar una diferenciación sin precedentes respecto de esa forma holística de ver el mundo a la que se denomina, despectivamente, como “cosmovisión mítica”. Según estas filosofías, la aparición de los pensadores griegos significó un paso “adelante” en la “evolución” de la humanidad, evolución que, de paso, imaginan que culmina con las hamburguesas , los vuelos espaciales, y la “limpieza” técnológica de la guerra del golfo pérsico. El sesgo de quienes así opinan (la mayor parte, barones ilustres) es bien notorio, porque los avances científicos y el comfort que innegablemente le debemos al racionalismo, no han venido de la mano con una mayor comprensión sobre la manera de elevar y armonizar el potencial mental humano. Desde el interior de la investigación científica, sin embargo, muchos autores, y entre ellos el Psiquiatra Junguiano Edward C Whitmont, han propuesto que la sanación personal y social requiere, contra todo lo previsto, no de un énfasis en un avance racional mayor, sino de un retroceso hacia las estructuras profundas de la psique, sin el cual todo avance racional no será

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más que una nueva apuesta a la injusticia y a la guerra. Las zonas profundas de la mente, como las etapas más antiguas de la humanidad, son axiológicamente femeninas. Y el retorno al arquetipo de lo femenino más poderoso, el de la diosa madre adorada en la prehistoria, es según Whitmont un paso crucial de la sanación. Estas ideas han sido expuestas en su libro "El Retorno De La Diosa". La sabiduría de nuestra mente arcaica, de la Diosa interna que todos somos, que a todos nos susurra, es la que necesita ser escuchada. Protectora y destructora Uno podría imaginarse el arquetipo de la Diosa madre como algo semejante al simbolismo de la Virgen María. Pero esta representa bondad pura, ilimitada, asociada además a castidad absoluta. . En cambio, la Diosa madre tiene un contenido ambivalente: no solo es la protectora dadivosa, sino también la destructora terrible. Tiene dos rostros. La Diosa era virgen y arpía al mismo tiempo; germen de la violencia aniquiladora de las fuerzas de la naturaleza, pero a la vez fuente nutricia de las cosechas y acompañante simbólica de la preñez de la mujer. La mujer tiene el poder en la humanidad ginolátrica, pues posee la magia de dar la vida y de perpetuar así la supervivencia de la especie. Por eso el compañero masculino de la diosa -a veces su hijo, a veces su amante, a veces su hijo y amante- es una figura subordinada, representada por un dios ciervo, un dios-toro, o un dios-macho cabrío (- que es obviamente el dionisios de los griegos- ) Whitmont afirma que la pareja que hacen la gran diosa con su hijo y amante representa la androginia humana (la dimensión femenino-masculina tanto de barones como de mujeres), así como la ciclicidad rítmica de los ciclos de decadencia y crecimiento de los fenómenos naturales, la armonía de los opuestos, lo que luego el taoismo chino llamará la armonía del Ying y del Yang. En su práctica como psicoanalista, Whitmont encontró que la negación de esas estructuras arcaicas, y la represión temerosa de las mismas que ejercen las ideologías imperantes en la cultura occidental, son el factor más capaz de

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generar patologías individuales y colectivas. Por ejemplo, una paciente suya, aquejada de una compulsión por matar a su hijo, no pudo recuperarse sino hasta que se reconcilió con su propia diosa interna, a través de experiencias oníricas. Su vida era hueca y se sentía apática y sin fuerzas hasta que escuchó a su propia voz interior, esa voz femenina que mora en lo profundo de barones y mujeres. En opinión de whitmont, la agresividad manifiesta del mundo contemporaneo es, paradójicamente, el resultado de la represión del rostro agresivo de la diosa. La psique arcaica está programada para la supervivencia biológica mediante dos tipos de estrategias: por un lado, conductas de amparo y protección de la prole y del grupo. Por el otro lado, conductas de agresión a agentes amenazantes. Y la Diosa madre , símbolo de la vida, es tanto lo uno como lo otro. Pero la manera adecuada de tratar con la agresividad no es enfrentarla como a un enemigo, al modo del maniqueismo moral, sino asumirla gentilmente, haciéndola conciente, para reconvertirla en creatividad socialmente util. La propuesta de Whitmont sobre lo que ha de hacerse con la agresividad erótica y con el erotismo agresivo de la psique humana arcáica se resume en una frase: más vale transmutar que reprimir. El amor que se requiere para que surja un nuevo mundo, brotará -y esto es lo increible-, de una transmutación alquímica de la agresividad arcaica. Transmutar, no reprimir Por eso Whitmont propone una recuperación de formas de actuación y de percepción antiguas, propias de la etapa matriarcal, formas mágicas y mitológicas que ya no son posibles ni deseables literalmente, pero que sí pueden dar origen a nuevas formas de relación con nuestros impulsos instintivos y emotivos. . La actual forma de relacionarnos con los contenidos psíquicos arcáicos es represiva, y Sigmund Freud nunca imaginó otro estilo posible. Estas fuerzas profundas son la raiz misma de nuestra naturaleza biológica, y es obvio que no debemos entregarnos a su magnético mandato (esta fué, probablemente, la génesis del nazismo y del Rock satánico), pero que tampoco podemos desatenderla. Como un niño malcriado, la pulsión agresiva hace rabietas cada vez que ignoran su presencia. Lo adecuado cuando hierve el agua en la olla express no es taponar con insistencia la válvula, sino mantener bien abiertos los canales por los que se libera el vapor.

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La olla taponada termina necesariamente por estallar, como lo hizo en las guerras mundiales. Y siempre, dentro de una cultura racionalista, existirá la añoranza de una cosmovisión mágica, a la que será mejor darle cauce para que no aflore en estilos de degradante romanticismo o de burdo fanatismo. El cobre se oxida si no se le transmuta en oro: por eso es necesaria la alquimia. El racionalismo y el espiritualismo cometen el error de identificar al ser humano exclusivamente con las estructuras psíquicas que son evolutivamente más recientes. Cuando encuentran conductas reales nada angelicales, se niegan a explicarlas, o le echan la culpa al demonio. El biologicismo hace lo contrario, dando razón a Stalin y a Hitler. Es urgente, por lo tanto, no sobrevalorar ni subestimar nuestra identidad como especie. La patología de nuestro mundo, según Whitmont, es una desintegración de la cultura moderna respecto de las culturas antiguas -y no debe olvidarse que los árboles de ramas más altas son los que desarrollan raices más profundas-. Esta desintegración es semejante a la que probablemente existe entre las zonas del cerebro evolutivamente más recientes (corteza cerebral) y las más primitivas. El cerebro ha pasado por tres etapas de desarrollo, y de las tres hay estructuras residuales mas o menos activas. La zona más primitiva, a nivel biológico, es el "cerebro reptil", que se ocupa básicamente de la adaptación y el instinto de supervivencia. Luego viene el sistema límbico, relacionado con el afecto y el cuidado de la prole, propio de los mamíferos. Y, en tercer lugar, están las areas neo-corticales. Las tres zonas están activas: Carl Sagan , en su libro "Cosmos", compara por eso al cerebro con una ciudad en la que conviven medios de transporte muy primitivos y muy avanzados al mismo tiempo. Tenemos "instinto" de territorialidad, como los reptiles; comunicamos afecto y seguimos a líderes, como los mamíferos; y además somos capaces de lenguaje articulado, capacidad de simbolización, y cultura. Caldo de patologías Resulta muy interesante saber que, cuando se practica meditación, se pierde el predominio de la actividad neo-cortical, y se integran las funciones neuronales de los tres niveles cerebrales. Las zonas “inferiores” ya no se vén

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reprimidas por la zona “superior”. En la técnica “Meditación Trascendental” se ha observado este fenómeno muy destacadamente, como un estado de sincronía electroencefalográfico, que viene a equivaler a la propuesta de Whitmont de una relación más armónica entre las tres esferas de conciencia. Dice Whitmont que el problema humano consiste precisamente en esa desintegrada y polémica convivencia de estratos evolutivos arcaicos con estratos más nuevos. A nivel inconciente yacen dormidas percepciones y arquetipos propios de la etapa matriarcal y de sus formas mágicas y mitológicas, junto a estructuras aun más antiguas relacionadas con conductas de agresividad y defensa. La ingenuidad del racionalismo consiste en pretender que esos estratos antiguos pudieran y debieran ser extirpados por una buena educación, o que ya no forman parte de nosotros. El hecho de que sean inconcientes no significa que no sean un tipo de conciencia efectiva , como lo muestran a diario los noticieros. Pero lo más serio del asunto es que poseen una vida propia, y que, aunque son fuerzas burdas, son fuerzas sagradas de las que se nutre la auténtica espiritualidad. La Diosa quiere hacerse oir, quiere hacernos saber que siempre ha estado viva. Y quiere hacerse parte de nuestro mundo cotidiano, quiere estar presente en las exploraciones científicas y en los avances del siglo veintiuno, para podernos guiar con su amor comprehensivo. Así como un adulto que no sepa ser curioso y alegre como un niño no es un verdadero adulto, una cultura mundial científica y tecnológica que no sepa vincularse mágicamente con el universo no será más que un caldo de patologías. Tres cerebros, tres etapas Whitmont opina que la integración de las tres zonas cerebrales es paralela a la de tres etapas correspondientes de la historia de la humanidad en las que esas capas cerebrales se han despertado. La primera se llama "Fase Mágica". La conciencia se habría desarrollado a partir de una orientación ginolátrica primitiva, matriarcal y mágica, orientada por el culto a la diosa madre, para desenvolverse luego bajo una orientación androlátrica. Por "ginolatría" entiende Whitmont la adoración de lo femenino como conjunto de valores que se privilegian. ”Androlatría” significa lo contrario: privilegiar las capacidades “masculinas” del ser humano. El período ginolátrico podría abarcar desde el pasado nebuloso de la edad de piedra, hasta la edad de

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bronce bien avanzada. Hacia el segundo milenio antes de cristo ya probablemente la androlatría predomina en casi todas las culturas, y es entonces cuando se inicia la edad del hierro. Las divinidades masculinas sustituyen entonces al arquetipo de la gran diosa, y luego a todos los destrona un Dios Padre. Diríamos que durante la fase mágica la humanidad es psíquicamente más femenina que masculina. La dimensión masculina no esta todavía desarrollada y manifestada, pero ese proceso comienza con la edad del hierro y la androlatría. Así como ser barón, en el proceso psicológico del niño, requiere un enorme esfuerzo de ruptura con el regazo protector de la madre , en la historia humana explorar la masculinidad requirió un fuerte y cortante rechazo de las formas ginolátricas de ver el mundo. Junto con ese rechazo vino la opresión a las mujeres, que seguramente fueron las menos inclinadas a adoptar las conductas frías, individualistas, guerreras, pero investigativas y arriesgadas que se necesitaban entonces. La percepción casi que telepática, la conciencia casi que holográfica del ser humano en esa época, no podía durar para siempre. El nivel de razonamiento moral de la fase mágica, es , por ejemplo , deficiente. Ciertamente resulta llamativo un modo de existencia mágico, pero chocan con esa etapa de la conciencia mucos avances modernos que no convendría derrumbar: los modelos democráticos, la ética cristiana del amor, el respeto a la libertad personal, etc. En la etapa mágica el odio y desprecio por otros grupos humanos se considera valioso y necesario. Y, además, se trata de una etapa a-moral (que no es lo mismo que "inmoral"), en que no existen normas jurídicas. La actual civilización condena de hecho los reductos que afloran, en el presente histórico, como expresiones brutales de la dinámica mágica reprimida. Dice Whitmont que el racismo, el nazismo, la obediencia ciega a un lider, las obsesiones paranoicas de grupos fanáticos, el incesto, la magia "negra"; son ejemplos típicos de afloramiento de las necesidades mágicas de la conciencia en individuos o grupos que no han sabido integrar, transmutar , y sublimar el potencial renovador de la energía arquetípica primitiva que mora en las raices psíquicas de nuestra diosa interior.

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Post- moralidad Luego de la fase mágica, en la que la estructura cerebral dominante sería el “cerebro reptil”, vendría una segunda etapa , llamada “fase mitológica”, en la que suelen entrar los niños de hoy en día mas o menos a los tres años de edad. En este período las fuerzas creativas y destructivas de la vida, que eran adoradas por igual como cualidades de la diosa, comienzan a ya no considerarse como igualmente valiosas, y terminan por considerarse irreconciliables. Esas dos fuerzas estaban representadas por dos Dioses griegos: Apolo y Dionisios. Apolo representa la luz, la vida, la inmortalidad, el equilibrio armónico y la permanencia. Dioniso representa la oscuridad, la destrucción, la muerte y la transitoriedad. Al principio esta dualidad es una polaridad. Permanencia y transitoriedad, vida y muerte son aún aspectos de un gran ciclo ininterrumpido. Hacia el final de la era mitológica, la dualidad se convierte en dualismo. No hay ya polaridades, los opuestos se excluyen mutuamente. Los sexos están separados y se oponen. La luz, asociada al género masculino, se opone a la oscuridad, asociada al género femenino ( y poco después San Agustín escribiría sin reparos que la mujer es el diablo). Lo interior se opone a lo exterior, la vida a la muerte. Se inicia así la era androlátrica. Dionisios, asociado a dinámicas psíquicas femeninas, arcaicas, a las que el psicólogo Carl Jung llama el "Anima" , quedará proscrito bajo el rótulo de lo demoniaco -y no por casualidad són en su inmensa mayoría brujas y no brujos los que serán quemados en la inquisición-.

En la fase mitológica la propia identidad se percibe por contraste con el mundo natural, y es cuando comienza la pérdida del sentido de pertenencia ecológico. La fase mitológica habría tenido su inicio en el Neolítico, su florecimiento en la edad de bronce, y su final en la edad del hierro . Al período que va desde el Neolítico hasta la edad del bronce le corresponde la forma de ver el mundo que tiene un Niño desde los tres a los siete años. De los siete a los doce años el niño pasa, después, de la edad del bronce a la edad del hierro. Entonces comienza la tercera fase, la “fase Mental”, que es esta que hasta ahora occidente comienza a trascender.

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En la etapa mitológica aún todo es percibido como manifestación de lo sagrado -incluido el trabajo-. Todos los actos cotidianos tienen una connotación festiva y lúdica. No hay dias sagrados y de descanso, junto a días profanos y de trabajo -como en la cultura Judeocristiana-. Tampoco hay actividades "malas" y "pecaminosas" junto a actividades "buenas" y "virtuosas" . Cuerpo y mente no se perciben ni se conciben como diferentes o separados, ni "el cuerpo es la carcel del alma", . Por tanto, aún no existe represión de la corporalidad , ni la sexualidad se mira como "baja" o "inferior". La conciencia mágica es a-moral, la conciencia mitológica es premoral, y la conciencia mental es moralista. La Nueva era será post-moralista (que no equivale , ni remotamente, a "inmoral". ). La “post - moralidad” significa un nuevo tipo de sociedad, un nuevo tipo de relaciones de pareja, un nuevo modo de hacerle el amor a la tierra. Pasar a la post-moralidad es riesgoso y aventurado, pero no hay otro camino. Y la Diosa Madre, retornando transformada a nuestro mundo por intermedio de, principalmente, mujeres sensibles, y, ojalá, por cada vez más barones enamorados de la diosa, hará posible esa nueva era que deseamos materializar.

El Universo: ¿está vivo o muerto ?

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Resulta interesante observar las ideas preconcebidas que suelen tener muchos sobre la “Nueva Era”. Desde afuera, parecen ser un conjunto de prácticas y de creencias muy difíciles de definir en común excepto porque se salen de lo común, y que por lo tanto a algunos les atemoriza, a otros les escandaliza, y a otros más les causa risa o escepticismo. No es tan grave que el promedio de la población comparta esos prejuicios, porque al fin y al cabo las ideas y valores que marcan nuevas épocas en la historia son al comienzo cuestión de minorías. Pero lo que sí puede volverse peligroso es que estas minorías desconozcan la responsabilidad que tienen liderando un cambio de paradigmas, y entonces fracase el proyecto con que sueñan. En Colombia, de hecho, se multiplican las actividades e instrumentos de difusión y aprendizaje de temas y prácticas alternativas. Un público al parecer mayoritariamente femenino y de ingresos socio-económicos medio-altos o altos, se viene formando, cada vez con menos timidez. La respuesta de la sociedad es en general tolerante, pero oficialmente sigue siendo nula: no se avanza todavía a la integración académica y universitaria de los nuevos saberes, ni se considera relevante la discusión sobre la idoneidad de los mismos, precisamente porque parecen supersticiones de moda entre señoras, o extravagancias orientalistas. Cabe preguntarse hasta que punto conviene que siga siendo una tendencia mas o menos subterránea de la sociedad, una herejía mas o menos tolerada por la gente “seria” de las instituciones formales de la sociedad y de los centros educativos y universitarios. La gente “seria” ha respondido de diversos modos a la gente “rara” a lo largo de la historia. Como un padre con su hijo rebelde, las respuestas pueden variar ampliamente. Si la respuesta es abiertamente represiva, entonces tenemos la inquisición: por unas decenas de años nadie vuelve a hablar sobre el asunto, pero la necesidad humana de explorar una espiritualidad más elevada brota de nuevo , inexorablemente, un poco más tarde. Cuando las cosas no se pueden hacer de frente, se hacen a escondidas. Si, en cambio, la respuesta es la indiferencia tolerante, el gesto compasivo de quien cree ya haber pasado por ese estadio “infantil”, tampoco se logra nada: lo que quiere el acuariano rebelde es principalmente cambiar un estado de cosas, generar cuestionamientos , y esto no se logra si deja uno que la cosa se mire como una “moda”, por mucha satisfacción que se sienta de ser el raro del paseo.

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También es posible que papá de gusto por un rato a su hijo, en gesto de amable atención, para desviar inteligentemente la inquietud del niño de su propósito original. Esta es la estrategia más difícil de reconocer, y por lo tanto la más peligrosa. Las mejores trampas son las que menos se ven. ¿ Hemos pasado del Hipismo y del izquierdismo a la “Nueva Era” ?. Para los primeros dos hubo moralismo y cárcel. No eran, al parecer, propuestas dialogantes, sino diatribas mas o menos tercas, más o menos violentas, que incitaron por lo tanto a respuestas tercas y violentas de la gente “seria”. No se logró una Colombia más próspera, ni una calidad de vida más elevada. La inquisición no logró tampoco que hubiera más católicos. Lo que debió haberse dado fue una menor seriedad institucional, y un menor infantilismo rebelde de la gente “rara”. ¿Cómo y donde generar ese encuentro que transforme a ambas partes ?. Si los alternativos siguen considerándose alternativos y mirando raro a los que no meditan ni saben echar el I Ching, y los serios siguen encerrándose a resolver los problemas personales y sociales sin tener en cuenta los nuevos paradigmas y sus implicaciones, la tendencia “Nueva Era” puede resultar tan ineficaz como sus antecesoras, con el agravante de que la ecología planetaria es más débil que en los setentas. Es hora de que nos tomemos en serio los unos a los otros. Y esto implica dos cosas: el diálogo teórico, y la experiencia colectiva de una nueva espiritualidad. Los “serios” no se van a poner a meditar sino después de que les demuestren con coherencia conceptual y científica que la cosa no es un chiste, y los rebeldes no se van a arriesgar a exponerles los paradigmas holísticos sino hasta que entiendan que estos son el sustento teórico de las prácticas que parecen meros caprichos para expresar inconformidad ante un mundo hostil. El sistema educativo y los medios de comunicación son los espacios idóneos para este diálogo entre “piscianos” y “acuarianos”. Y, como este debate parte de la polémica entre el paradigma mecanicista-newtoniano y el paradigma holográfico, la universidad ha de abrir sus puertas a las implicaciones de esta discusión, y los alternativos han de procurar llevar un poco más allá sus originalidades esotéricas. Si Jung va a seguir por fuera del pensum de las carreras de Psicología, si Bateson y Sheldrake van a continuar ausentes en las

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carreras de Biología, Si Bohm no va a ser discutido en las facultades de física, si los estudiantes de Medicina van a seguir ignorando el trabajo de Hanemann y de Bach; y si vamos a seguir creyendo que estar “in” y “ser conscientes” consiste en comprar Cuarzos y leer libros de superación, entonces va a continuar el diálogo de sordos. Pregunta emocional A comienzos del siglo XVI todavía la física Aristotélica era la explicación “seria” de la naturaleza en la mayor parte de las Universidades Europeas. Una nueva filosofía de la naturaleza y una nueva sociedad siempre se engendran mutuamente, de modo que el nacimiento del Capitalismo Industrial y el de la física mecanicista Newtoniana se dieron conjuntamente. Es curioso que las mayores objeciones a ambas mentalidades se hayan hecho a principios del siglo veinte, cuando, con la exploración del mundo subatómico se empezaban a derrumbar varias creencias científicas tradicionales: que el mundo estaba compuesto de objetos sólidos e independientes espacialmente, relacionados entre sí por contactos causales que generaban lineas continuas de sucesos repartidos en el tiempo. Mejor dicho, que tanto el mundo astronómico como el microscópico tenían que comportarse como el mundo cotidiano, en el que las cosas se perciben como pedazos tridimensionales de diversos tipos de materia compuesta de pedazos más pequeños. Toda la polémica entre el paradigma Newtoniano y el de la Nueva Era se resume en una pregunta: ¿ El Universo es una suma de fragmentos ordenados por azar, o es una totalidad consciente y llena de propósito ?. Mas brevemente: ¿Está el Universo vivo, o muerto?. ¿Es hostil e indiferente, o amoroso y sagrado ?. Es una pregunta muy simple: la misma que quizás se hacen los bebés, justo antes de nacer: ¿ voy a ser amado , o voy a ser rechazado?. Como se verá, hay un alto contenido emocional en la pregunta. No se trata de una fría curiosidad académica, sino de creer o no creer en el amor, y de apoyar o no apoyar una Sociedad planetaria basada en la ley del más fuerte. Es una discusión sobre conceptos, pero también sobre los estados anímicos y valores correlativos. Sobra decir que la gente “seria” prefiere una versión mas

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bien fría del universo, para no tener que comportarse de un modo más confiado y amoroso. Y esto puede lograrse, o bien poniendo a Dios por fuera de su creación mecánico-material, o bien negando a Dios del todo. El tomismo y el materialismo son buenos hermanos: rechazan, en común, una versión cálida, sacralizante, de la naturaleza. Y esto no le cae nada mal a los que dejan sin pulmones al planeta para ganar en la bolsa de valores. La lógica en entredicho Desde la física, David Bohm ha logrado plantear de un modo muy llamativo, la versión holística, cálida, de la naturaleza, que quizás sea el hilo conductor de toda la disimilitud de prácticas rotulables como de “Nueva Era”. Si el universo está todo unificado, como el modelo de Bohm sugiere, entonces la separación no existe sino como una ilusión, y el amor es real. El asunto nos remite a la comprensión del comportamiento de las llamadas “partículas elementales”. Los átomos, como sabemos, fueron imaginados por primera vez por los griegos, hace 2. 500 años, cuando se especuló que, si todo estaba hecho de partes más pequeñas, tenía que haber unas muy muy pequeñas, pero que fueran indivisibles, para no tener que seguir imaginando que había que dividirlas. Ya era claro, a principios de nuestro siglo, que los átomos eran divisibles en sus “partes” componentes o “partículas elementales”: los electrones, los protones , y los neutrones. Pero los físicos continuaron buscando las piezas básicas del rompecabezas, hasta que se dieron cuenta de que no se comportaban como piezas sólidas. La conclusión fue que, si nuestro mundo sólido cotidiano no estaba hecho de sólidos pequeños, sino de fantasmagóricos y evasivos rizos de energía, entonces todo era energía. Y que la “materia” era solo un concepto obsoleto. El mundo cotidiano y su lógica quedaban en entredicho. Pero como ese mundo y esa lógica seguían siendo necesarios en la vida cotidiana, comenzó a abrirse una brecha entre la nueva cosmovisión, que solo algunos comprendían, y la antigua, que está tan generalizada y es tan útil a diario que parece la única aceptable. No es posible ni prepararse el desayuno sin suponer la existencia de objetos tridimensionales separados entre sí que se relacionan

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desde fuera. La imagen fragmentaria del universo es una proyección de nuestro sentido común. Ya no es muy de sentido común que uno prenda un televisor y aparezca la imagen y el sonido de alguien que está al otro lado del mundo, o que de unos Kilos de Uranio se saque energía por décadas para las necesidades de una ciudad de millones de habitantes. Poco a poco la nueva lógica se fue filtrando en la vida cotidiana, y muchos comenzaron a sospechar que con ella resultaban comprensibles fenómenos que antes se consideraban irreales: por ejemplo, los clasificados como datos “parapsicológicos”. Lo escandaloso fué que la conducta de las energías subatómicas comenzó a parecer más “parapsicológica” que lo que le gustaría a los científicos tradicionales. Por ejemplo, se notaba que un electrón no se comportaba siempre del mismo modo, sino de dos modos excluyentes y contradictorios: a veces, como si fuera una onda de energía esparciéndose por un espacio tridimensional, al modo de un rizo de agua viajando por un pozo tras la caida de una piedra. Y a veces como una masa compacta y sólida. En la calle uno no vé un gato que de pronto se vuelve perro y más tarde loro, sino cosas con una identidad mas o menos fija. Pero los electrones y todas las otras partículas elementales mostraban en cambio una violación flagrante al principio de identidad, como si quisieran mamarle gallo a la gente “seria”. En cierto modo, los electrones le estaban “leyendo” la mente a los físicos, porque estaban haciendo exactamente lo que en el experimento se suponía que iban a hacer, y además, cuando iban en grupos o haces , dejaban de comportarse como entidades aisladas para asumir una coreografía colectiva perfectamente sincronizada, como si todos fueran un solo organismo, al estilo de una bandada de pájaros. La pregunta era: ¿cómo “sabe” cada electrón cada cambio de posición de los otros simultaneamente que se efectúa, si la información no puede viajar a una velocidad mayor que la de la luz, y, en cambio, parece llegar en un tiempo igual a cero ?.

El orden Implicado Por la teoría de la relatividad de Einstein se acepta que todo tarda por lo menos 300. 000 kilómetros por segundo en llegar de un lado a otro, y que nada puede viajar más rápido. Esto supone que hay “cosas” que viajan por el

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espacio: balas, aviones, etc, y que todas ellas están hechas de pedacitos muy pequeños que también viajan, aunque a una velocidad más rápida: las “partículas” elementales. David Bohm ha propuesto una explicación que, sin contradecir el principio de la limitante de la velocidad de la luz, dá cuenta sin embargo de numerosos fenómenos subatómicos de simultaneidad de información y de conducta entre entidades subatómicas “aisladas”. La solución es muy sencilla: no hay entidades subatómicas aisladas, ni el universo es una suma de pedazos engarzados mecánicamente. Todo es uno. Para ilustrar su modelo, Bohm nos pone un ejemplo: imaginemos un solo pez, en una pecera, que nada. Al frente de la pecera y a un lado, pongamos, respectivamente, dos cámaras de televisión que emiten la imagen a dos pantallas en una habitación donde hay un investigador mirando. El científico vé dos peces, uno de frente, y otro de lado, que se mueven, inexplicablemente, con una sincronización y simultaneidad perfectas. Se pregunta cómo diablos hacen para leerse la mente el uno al otro, y se inventa una serie de hipótesis sobre ciertas energías que se transmiten el uno al otro, y que viajan tan rápido que sus instrumentos de laboratorio no las pueden interceptar en el camino. El supuesto es falso, y solo conducirá a hipótesis erradas, porque no hay dos peces, sino uno. Pero, a menos que el investigador se dé cuenta de que de un pez tridimensional pueden proyectarse múltiples imágenes sincronizadas diferentes en dos dimensiones, no entenderá que lo que parecían dos entidades aisladas no era sino un único pez. Lo mismo sucede con las “partículas” “elementales”, que ni son partículas ni elementales. Nuestros aparatos de observación nos hacen imaginarlas como si fueran entidades tridimensionales aisladas, pero en realidad no son objetos muy pequeñitos que viajan muy rápido por un espacio homogeneo y de un modo continuo, sino excitaciones discontinuas o apariciones fugaces de un único mar inmenso de plenitud y vacío multidimensional. Cuando una rueda de bicicleta que gira nos da la sensación de ser un objeto sólido, ocurre lo mismo que cuando percibimos nuestro mundo cotidiano: en realidad no hay sino apariciones fugaces o excitaciones sucesivas del un único campo de vacío, que por ser tán seguidas dán la impresión de constituir objetos relativamente estables y separados entre sí. Cuando suponemos que la naturaleza está constituida de entidades aisladas nos sorprende que no lo estén

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en absoluto: por eso nos extraña la “telepatía”, la “telequinesis”, y en general todo lo que nos haga presentir que estamos infinitamente interconectados con el todo, que estamos infinitamente abrazados por un orden cósmico amoroso. A esa unidad de todo en todo la llama Bohm el “orden Implicado” o plegado del universo. Es lo que, en el movimiento de “Meditación Trascendental” John Hagelin, otro físico heterodoxo, ha llamado el “Campo Unificado”. La apariencia mecanicista del universo tridimensional Newtoniano la explica Bohm como un despliegue o “explicación” de esa unidad subyacente, lo cual se produce cuando el cerebro humano descodifica esas energías en el estado de conciencia de vigilia. No sucede lo mismo cuando el cerebro descodifica el orden implicado en estados elevados de conciencia, que es lo que le sucede a los místicos: entonces el amor y la bienaventuranza se revelan como la substancia de la existencia. El cerebro es como un aparato de radio: aparece la emisora que se sintoniza. Si se sintoniza la “Newton FM Stereo” y aparece un mundo hostil y mecánico, no es porque no haya otras emisoras más dulces, que son las que quiere poner de moda la gente “extraña”. El todo está en cada una de sus partes La fotografía tradicional y sus técnicas han colaborado con la imagen Newtoniana del Universo, pues una foto es siempre un agregado de puntos invisibles de distintos colores que vistos desde lejos parecen figuras homogeneas. Así, no queda dificil imaginar el mundo como un agregado de billones de átomos separados y diferentes. Además, cuando cortamos un negativo y al pedacito le sacamos su positivo, la información pictórica obtenida corresponde solo a la información contenida en el pedacito de negativo que se usó para quemar el papel. De modo que en una foto la información sobre el ponqué del cumpleaños no incluye información sobre los rostros de los asistentes, luego el universo se comporta todavía como si estuviera fragmentado en partes. Pero en un holograma no sucede lo mismo. Un holograma es una imagen tridimensional de un objeto, que se obtiene pasando un rayo de luz coherente (laser) por una placa en la que se han superpuesto varios registros bidimensionales. Al ver un holograma uno siente el espesor y la presencia del objeto, casi como si estuviera allí. Y si uno

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rompe la placa en millones de pedacitos y pasa luz laser por uno de ellos, en vez de encontrar solo un fragmento de la información total, como con un pedazo de negativo fotográfico, encuentra de nuevo toda la información del objeto completo. En la película holográfica el todo está en cada parte, y en cada parte el todo. Estrictamente hablando, es una información que no se puede partir. Pretender partirla sería como afirmar que hay dos peces en la pecera. No es lo mismo que haya dos peces a que haya dos maneras de observarlo. Karl Pribram, un neurofisiólogo, se ha preguntado si el cerebro humano no tendrá también un funcionamiento holográfico. Es cierto que ciertas zonas cerebrales se especializan en ciertos tipos de actividades mentales, pero hay observaciones que indican que cada pensamiento se está originando al mismo tiempo en todas las neuronas y en ninguna. De ser así, no habría por qué extrañarse de que la conciencia haya parecido algo tan escurridizo, tan dificil de localizar. Se sabe donde está la sangre y donde está la bilis, pero no donde está la tristeza o el entusiasmo. Si la mente es holográfica, cada proceso mental está en todas partes y en ninguna, como todo el organismo está presente en las plantas de los pies y las plantas de los piés en cualquier otro órgano, para un acupunturista. Esto se resume diciendo que la mente es no local, que no está en el espacio, porque el espacio es divisible pero los estados mentales no. Y, si no está en el espacio, no está confinada al cerebro. El cerebro de cada individuo sería solamente un receptor de radio: las ondas de radio son independientes del aparato, ya sea que este las sintonice o no (aunque, de nuevo, la idea de unas ondas de radio que viajan introducen confusión en la explicación). Pero este transistor neuronal también puede suscitar que se despierte una misma información que ya coexiste en otros, porque todos los cerebros individuales no son en realidad más que uno solo: la conciencia humana. Y la mente colectiva de la humanidad no es mas que un rizo en el mar infinito de energìa inmanifiesta del Orden Implicado o Campo Unificado . El centro de partida Bohm considera que la comprensión del universo según el modelo holográfico, bien podría tomárse también como esquema de comprensión

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sobre la estructura de la conciencia y de los seres vivos. El orden implicado sería no solo el fundamemto infinito de energia sobre el que aparecen los rizos a los que llamamos electrones, protones neutrones etc, sino también al mismo tiempo, un mar infinito de conciencia, e inteeligencia desde el que emerge y se nutre todo el orden de la naturaleza y de sus leyes. Toda la diversidad del universo serìa expresión desplegada de una unidad sudyacente, como ya afirmaban, desde hace milenios, los sabios védicos de los Himalayas. Para ilustrar esta relación entre el despliegue diversificado del universo tridimencional y su fuente plegada o fuente de origen, Bohm pone el ejemplo de la gota de glicerina: coloquemos -dice-, dos cilindros cerrados por un extremo, uno dentro del otro, y en medio de ellos una sustancia muy vicosa, como la glicerina. Ahora pongamos una gota de tinta en la glicerina, y comenzemos a rotar el cilindro externo para que empieze a desplegarse la tinta conforme se desplace la glicerina. Poco a poco, la tinta se irá diluyendo, convirtiéndose en una linea curva de puntos cada vez masalejados entre si, finalmente invisibles. Ahora, si devolvemos el cilindro en dirección contraria, los puntos comenzarán a acercarse de nuevo por la ruta por la que se separarón, y la linea comenzará a engrosarse y a cortarse hasta convertirse de nuevo en la gota de tinta original. La linea diluida, invisible, es como el orden implicado, multidimencional, escondido, plegado. La gota, concreta, visible, es un despliegue manifestado, como lo es una partícula elemental o un objeto microscópico tridimencional del mundo cotidiano. Pero el cilindro puede continuar girando en dirección contraria a la original, y así la resistencia de la gota resultará muy efímera, y su vida parecerá un breve instante entre dos nadas, como ocurre con las partículas elementales. La apariencia de continuidad y de permanencia que tienen los odjetos visibles se debe a lo mismo que produce la sensación de continuidad de las imágenes de cine: en realidad no hay más que una superposición rápida de fotos fijas, pero la rapidez con que se proyectan nos hace imaginarlas en movimiento continuo. A esta sensación de permanencia y movimiento de los objetos cotidianos la llama Bohm “holomovimiento. ” La consecuencia que pueden tener estos paradigmas es enorme, en todos los saberes y disciplinas. Por supuesto, en medicina y psicología ya están removiendo viejas creencias e introduciendo nuevas prácticas. El corolario es obvio en lo que tiene que ver con las prácticas mentales, de cualquier clase

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que sean: sencillamente, son el instrumento principal de los que quieren cambiar el estado actual de cosas: al visualizar, por ejemplo en grupo, un mundo mejor, se están generando rizos de pensamiento, es decir, exitaciones del campo unificado, infinitamente correlacionadas con todas las mentes humanas que, sin sin saberlo, le hacen eco a ese grupo de personas bienintencionadas, por que toda la información que se despierta esa información en todos los cerebros del mundo. En particular, con la tecnica “Meditación Trascendental”, se ha medido y comprobando estadísticamente ese efecto colectivo de grupos pequeños de personas meditando juntas. Ojalá muy pronto se tomen decisiones nacionales e internacionales que apoyen este tipo de prácticas, para que la gente “seria” deje de tomar en chiste la lógica profunda del universo, y surja una nueva humanidad basada en estos modelos holográficos, los de la nueva era.

A favor y en Contra de la “Nueva Era” en Colombia Cada vez son más frecuentes y comunes los eventos masivos de promoción de actividades relacionadas con temas de conocimiento y

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desarrollo personal. Cada año, por ejemplo, se celebra en colombia el llamado “festival de wesak”, que cuenta con asistencias cada vez más masivas , y cada vez más atención de los medios de comunicación . Ya no son raras las largas agendas de citas para personas que quieren explorar toda clase de temas, que quieren acudir a toda clase de consejeros, o que quieren satisfacer curiosidades sobre tarot, astrología, sanación, o aprender meditaciones de todo tipo. Es un fenómeno social que merece gran atención y estudio.. Los medios de comunicación han comenzado a satisfacer cada vez más el creciente interés del público por este tipo de temas, y han vuelto a aparecer con frecuencia por televisión toda clase de personajes y de espectáculos que captan una audiencia cada vez más amplia. El telemercadeo ya incluye ofertas de pulseras bioenergéticas, líneas psíquicas, y cursos de exitología. los noticieros no quieren prescindir de su astrólogo de cabecera, y las referencias a los asuntos “Nueva Era” , sobre todo en la televisión matinal de entre semana que tanta receptividad tiene entre las amas de casa, son cada vez más frecuentes. Sin duda, la crisis del país tiene algo que ver. Pero no sería justo pensar que se trata de un mero escapismo espiritualista que la población necesita para sobrellevar la carga de una coyuntura histórica. Detrás del aparente Snobismo del interés “New Age”, detrás de las cuestionables comercializaciones de sus servicios y productos, hay elementos muy importantes que rescatar. Quizás de esos elementos dependa que podamos asumir el siglo veintiuno sin autodestruirnos ni acabar primero con el delicado equilibrio ecológico del planeta.

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Pero tienen razón los que se preocupan por ir con cautela y sentido crítico, y es muy recomendable que se promuevan los debates sobre la nueva era entre toda clase de públicos y auditorios, como de hecho ya está ocurriendo, por ejemplo en el ámbito universitario . Algunos hasta han propuesto que se establezca algo así como un comité de ética de la Nueva Era, que dé aprobación , la condicione , la suspenda temporal o definitivamente, la niegue o la quite, a personas y escuelas que con conductas inescrupulosas dén mala imagen a un interés social tan loable como este que nos une por diversos caminos de desarrollo espiritual. La mala imagen que generan algunos inescrupulosos y otros advenedizos aleja a personas que podrían beneficiarse . En 1996 participé , del lado de la defensa, en un debate que se transmitió dos veces por televisión, moderado por Margarita Vidal, con Sergio de Zubiría , Decano del departamento de Sicología de la Universidad de Los Andes, del lado de la crítica. La discusión fue fructífera para ambas partes, pero un medio audiovisual nunca puede transmitir toda la información y argumentos que pueden esgrimir los defensores, así como los críticos, de la tendencia “Nueva Era” en Colombia. Tal vez en este texto podamos cubrir mejor esa deficiencia. Conviene que conozcamos las tesis de ambas partes , pues hay muchos malentendidos sobre el asunto en Colombia. Muchos de los críticos no se han enterado bien sobre aquello contra lo que hablan. Podríamos organizar en una tabla las dos posturas, así:

Argumentos contra la Tendencia

Argumentos de la Tendencia “Nueva

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“Nueva Era”, o malentendidos sobre el tema

Era”, y posturas básicas en que se fundamenta

Es un tipo de música, un nuevo El término se conoció primero en el ámbito musical, pero lo desborda género más relajante.

ampliamente. La música que se etiqueta con el mismo nombre (Nueva Era) persigue estimular la exploración interior del individuo, mediante estilos relajantes, minimalistas, y mixturas con música no occidental (especialmente oriental).

Es una tendencia orientalista. Pero los orientales se han dado cuenta de la superioridad de occidente, y por eso han comenzado a occidentalizarse.

Atiende a los valores, creencias y aportes de culturas no occidentales, tanto presentes como pretéritas. Las culturas orientales son solo una parte del legado de la humanidad que podemos integrar a un planeta que ya no es ni occidental ni oriental, sino una síntesis de diversidades culturales. Es una religión. Atenta contra No es una religión, pues para ello otras religiones porque se sale del se requeriría que todos sus marco de la verdadera fé y de las partidarios pensaran igual, creencias correctas. tuvieran unas mismas escrituras sagradas de referencia, siguieran unas mismas normas de conducta moral, y creyeran en un mismo mesías , salvador , o profeta.

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Nada de esto ocurre con los adherentes a la “Nueva Era” Es una secta. Sus integrantes siguen unos principios uniformes, y tienen unos lideres autoritarios y dominantes que les piden dinero constantemente, y los explotan.

Todo fanatismo es abominable. Es necesario mantener un espíritu de libre investigación como el que sacó a occidente del oscurantismo. También es indeseable la manipulación ideológica explícita o soterrada de adeptos y la intención de controlar sus conductas, alimentación, economía, vida íntima, etc.

Es una especie de remanente del hippismo, pero trasnochado. Síntomatiza la pérdida de valores de nuestra sociedad. La gente está desesperada y se agarra de cualquier cosa que le presenten para disminuir su angustia. Es un síntoma de la crisis de finales de siglo, y como Colombia está particularmente mal, es un país donde ha tomado mucha fuerza.

Su impulso reciente proviene de los sesentas, pero el término se acuñó en los ochentas, asociado a inquietudes particularmente sentidas en la costa oeste de U. S. A. , luego del fenómeno de los setentas que allí se llamó “ Movimiento del potencial mental”. Es una contra-cultura. Responde a una necesidad histórica de sentido. La forma tradicional de resolver problemas sociales se mostró insuficiente. Se vió que no podrá haber un mundo mejor sin mejores individuos.

por lo menos Es una forma de pensar cercana a No se emparenta , directamente, con la tendencia “postla llamada “postmodernidad”.

moderna” en tanto que supone un horizonte de sentido y de evolución espiritual relativamente semejante en todas las etnias. La postmodernidad hasta cierto punto-, tiende a un excesivo relativismo ético y axiológico.

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No se puede pertenecer a una religión, y al mismo tiempo realizar prácticas que esa religión no prescriba, tales como meditación, visualización, uso de plantas y minerales para sanación, mancias, yoga, etc.

Toda religión auténtica quiere el desarrollo personal y espiritual de sus fieles, y todas las culturas tienen algo que ofrecer en esa dirección. Si alguna religión prohibe a sus fieles que busquen la liberación espiritual dentro de un marco universal, es una religión que contamina su propio sentido.

Hay unas fuerzas del bien y otras del mal. Las primeras están representadas por la religión a la que uno pertenece, y todo lo demás es ir contra la voluntad divina.

Creer que la religión “verdadera” es la de uno, y falsa o inferior cualquiera otra, es denotativo de un alto orgullo personal y narcisismo colectivo. Hay una sola espiritualidad, y cada religión aporta algo en ese camino. Hay un sentido evolutivo en la vida humana, y desconocerlo es lo que se llama “mal”. Pero es natural cierto grado de desconocimiento del bien, hasta que una persona realiza la meta espiritual. Lo “malo” es que haya gente que dé mal uso al dinero, o que lo obtenga sin haber ofrecido a la sociedad algo a cambio, o que obtenerlo se vuelva más importante que ayudar a la evolución del ser humano. Para

El dinero es malo, y muchos instructores y escuelas de la “Nueva Era” cobran por sus servicios, luego no están verdaderamente interesados en ayudar a la gente.

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que la tendencia “Nueva Era” se difunda, se requiere -en una sociedad cuya dinámica está regida por intercambios monetariospromover la prosperidad de sus instituciones. Implica prácticas de dudosa seriedad y de escasa base científica, que más bien son un conjunto de agueros y charlatanería.

El auge del tema se ha prestado para el lucro inescrupuloso de charlatanes. Pero un paradigma científico sólido y novedoso se aproxima cada vez más a una explicación sobre la razón por la cual sus prácticas son tan efectivas y valederas. Esta teoría se llama “paradigma holístico”.

Implica prácticas médicas y sicológicas ineficaces. No puede sanarse a nadie por métodos que las universidades y los gremios profesionales ortodoxos no aprueben.

Abundan testimonios de lo contrario. Pero también se han realizado experimentos científicos rigurosos que validan la eficacia de las nuevas terapias, muchas de ellas recomendadas por la OMS. Lo que sucede es que los mecanismos de acción que implican parecen menos comprensibles, y los profesionales ortodoxos, aunque vean el efecto, niegan la causa, porque no han sido educados para entender cómo se relaciona lo uno con lo otro, ni quieren perder el prestigio, intereses y status que tienen en la sociedad.

Es una sopa de creencias de todo Pretender un credo de la “Nueva tipo. Le falta una uniformidad Era” sería precisamente lo contrario de lo que se pretende: tener absoluta

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ideológica reconocible.

que

la

haga libertad para emprender un camino

Propone prácticas irracionales que ponen en peligro los logros de 2. 500 años de historia del pensamiento de la cultura occidental, que ha sido la mejor cultura que ha existido porque nunca otra alguna tuvo tanto desarrollo tecnológico ni sistemas políticos democráticos. La vida humana es un valle de lágrimas, y estamos aquí para sufrir, porque así lo quiere Dios. No podemos evitar la injusticia, ni las guerras, ni el hambre, ni la enfermedad, porque somos seres finitos y limitados. Querer ser menos imperfectos es atentar contra el derecho exclusivo de Dios a ser perfecto.

personal de espiritualidad. No se puede institucionalizar la búsqueda del desarrollo interior para un mundo mejor, pues eso automáticamente excluiría de la “Nueva Era” a múltiples , valiosas, y afortunadamente heterogeneas personas, ideas, escuelas, religiones, e instituciones .

El racionalismo es un producto de la cultura occidental, que es la única en la historia de la humanidad que ha puesto en peligro el equilibrio ecológico planetario. La mente profunda, que está más allá de la “razón” posee una sabiduría que debe ser explorada y avivada, y que no es, para nada, irracional. El ser humano posee un potencial mental, físico y espiritual enormemente desaprovechado. El universo se rige por la ley de la evolución, que es un impulso interno de todo organismo a alcanzar su propio perfeccionamiento. La búsqueda humana de la felicidad es realizable en la experiencia de la

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iluminación espiritual, de la que podemos gozar todos. Las prácticas de la “Nueva Era” promueven el egoismo humano, porque enseñan métodos para tener más éxito en la vida. La búsqueda de bienes , placeres y comodidades es contraria al desarrollo espiritual, porque incrementa el individualismo.

Hay que admitir que muchos no ven más que el beneficio personal que puedan sacar de diversas enseñanzas. Pero es natural que cada individuo quiera incrementar su propio potencial para el éxito. Lo importante es que, al tiempo que se ven cada vez más satisfechas esas necesidades, se cultiven las dimensiones más elevadas, íntimas y sublimes de la existencia individual, pues de ello depende que cada quien inicie acciones sinceras de apoyo amoroso a los demás.

La mujer ha desarrollado y tiene predisposición para una sensibilidad más refinada que la del varón. El estado del mundo actual tiene mucho que ver con la manera masculina de ver y de actuar, puesto que el poder ha estado en manos de varones. Se hace necesario recuperar la dimensión femenina e intuitiva de barones y mujeres (habilidades del hemisferio derecho del cerebro) para reconstruir una nueva sensibilidad y una nueva axiología que compensen la excesiva valoración occidental de las habilidades analíticas del hemisferio izquierdo del cerebro. Hay unos dogmas indiscutibles Cada quien es libre de optar por la que todo católico debe creer, religión y los dogmas que desee. No hay dogmas de fé en la “Nueva Era¨”,

Es una moda de señoras. El contenido emocional que ponen las mujeres en lo que se les antoja interesante indica que tienen pocas razones para fundamentar sus caprichos. Por alguna razón la “Nueva Era” atrae a un público predominantemente femenino, y eso significa que debe contener un alto ingrediente de novelería.

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como el de que no hay reencarnación. Los adherentes a la nueva era creen en la rencarnación, luego no pueden llamarse católicos.

porque no hay una institución única que la represente, ni la debe haber. Por tanto se puede abrazar cualquier dogma, y al mismo tiempo investigar libremente, sin prejuicios, sobre la estructura y el sentido de la existencia humana, bien sea para corroborar o para debatir diversas creencias de diversas religiones.

El desarrollo de habilidades parapsicológicas es negativo, y sus adherentes quieren mayor poder mental. La inclinación humana al mal es muy grande, y por eso adquirir capacidades mentales es muy peligroso. Es preferible mantener una capacidad mental menguada.

Es aceptable y conviene investigar la posibilidad de experiencias “parapsicológicas”, así como de vivencias fuera del cuerpo. Pueden revelarnos más sobre la relación mente-cuerpo, y ayudarnos a desmitificar el credo materialista. Buscar poderes mentales por el solo gusto de tenerlos es desaconsejable para la vida espiritual, pero bien compensado el desarrollo de la mente con el del corazón y el de la voluntad, puede alcanzarse sabiduría, compasión, deseo de servicio y y felicidad

No hay que descartar la posibilidad de estar compartiendo este planeta y este universo con entidades que aunque no necesariamente posean lenguaje articulado e inclusive tal vez carezcan de estructura corporea, sean seres concientes, mayor y (o) menor y (o) diferentemente evolucionados , ni de que pueda existir comunicación y deba haber una ética de respeto y colaboración con ellos. Sus adherentes son escépticos o La tolerancia implica cierto nivel de anarquistas, porque no quieren eclecticismo y (o) sincretismo cultural.

Solo el ser humano es inteligente. La naturaleza es un mecanismo de relojería que está allí para el servicio del hombre, y ni animales ni plantas , ni minerales tienen conciencia, porque la humanidad es lo mejor de la evolución.

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que la gente piense , valore y actue del mismo modo, lo cual es requisito para que haya orden y buenas costumbres en la sociedad. Sus adherentes quieren volver atrás en la historia, y vivir al estilo hippie, en comunas y bajo condiciones precarias, desconociendo todas las ventajas y comodidades de la vida moderna

Pero hay un horizonte de valores universales sobre lo moral y lo espiritual, que la humanidad en común debiera comprender.

El mundo cambiará mediante reformas macroeconómicas, macro políticas, y macroeducativas. Solo se necesitan más conversaciones internacionales y acuerdos. La ley del más fuerte ha regido la evolución biológica, y por tanto el neo-capitalismo está basado en una ley de la naturaleza. la desigualdad de oportunidades entre las naciones y entre las clases sociales es ineludible. Los problemas ecológicos actuales

Sin crecimiento personal no podrá haber un mundo mejor. Lo grande no cambia si primero no cambia lo pequeño. Desde esta base un renacimiento espiritual mundial , que tendrá mucha fuerza en américa latina, por ser un continente joven, está comenzando.

No se puede volver atrás, ni se trata de dejar de ser occidentales. El cientificismo, el tecnologismo, el racionalismo , el capitalismo y el materialismo son expresiones integradas e indesligables de una pérdida de sentido manifiesta a finales del siglo XX. Pero hay que intentar seleccionar críticamente los valores y contravalores , ventajas y desventajas de dichos elementos. El tecnologismo desbocado ha polucionado el planeta.

Darwin era un biólogo, no un sociólogo. La comunidad internacional debe concebirse como una gran hermandad que en el siglo XXI se regirá por la colaboración competitiva, como ya lo hace el pueblo japonés , que ha llegado a ser una gran potencia mediante esa actitud. El planeta es un organismo vivo en

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no son tan graves, y en cambio sería muy costoso para la economía intra nacional e internacional hacer las modificaciones que sugieren ciertos biólogos idealistas, románticos y proteccionistas que se oponen al progreso. Es necesario agredir y atacar a los adherentes de la Nueva Era, pues se necesita ser drástico contra quienes amenazan la verdad.

delicado equilibrio, y su conservación implica no solo acciones inmediatas bio-tecnológicas, sino ante todo un cambio en el nivel de conciencia del individuo. El costo que causará a las naciones no polucionar más la tierra es cada vez más elevado, porque cada vez hay más polución, y no hay otro planeta habitable cerca. Los paradigmas y prácticas de la Nueva era están en su infancia. Conviene recibir críticas para hacerle mejores aportes al mundo. Pero es mejor hacer caso omiso de críticas fanáticas de grupos sectarios, que con su actitud hablan peor de sí mismos que de aquellos a quienes critican. En la sociedad siempre hay quienes tienen miedo al cambio, y hay que intentar comprenderlos amorosamente.

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Corporalidad y amor En esta sección, el vacío de sentido contemporaneo ,- que a nivel individual y social está anudado al mecanicismo- , se estudia como un problema que tenemos con nuestra corporalidad y nuestra capacidad afectiva reprimida. Aquí se propone la liberación de este estado sicosomático a la luz de nuevos paradigmas sobre la sexualidad , la salud, y el cuerpo.

De la Armadura al templo : el reto de occidente Hemos re-descubierto lo obvio: que somos seres corporeos. Nuestra profunda necesidad de compensar las ventajas de una vida occidentalizada mediante el retorno a “lo natural” , ha traido consigo una mayor percatación sobre nuestra corporalidad. Paradójicamente , la exploración de aquello que parecía nuestra dimensión más densa, menos espiritual, nos ha conducido al encuentro de nuestras vibraciones más sagradas, más sutiles. Otro cuerpo que no es el del anatomista, ni el cuerpo investigado como un objeto más por la ciencia ; sino el cuerpo vivenciado, el cuerpo como sujeto, el cuerpo como lo

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que somos , es el que promete rescatarnos de la crisis contemporanea . Ese cuerpo que es vida quiere re-iniciar su historia , quiere fundar una nueva sociedad, una nueva época, y hacernos contactar la música del alma Pero no siempre vibran sus cuerdas. La mayor parte del tiempo duerme apagado por el barullo de la mente, por el diálogo incesante de la razón consigo misma. Los problemas cotidianos se roban toda la energía disponible -que es mucho menor que la que verdaderamente se requeriría para resolverlos-, y la conciencia corporal permanece subdesarrollada. Somos -los de vida occidentalizada- un manojo de lenguaje, conceptos, ideas, dando tumbos en una cabeza que pesa demasiado. Personas de otras culturas, cuando se refieren al lugar donde reposa su ser, se tocan, por ejemplo, el corazón o el plexo solar. El hara-kiri de los antiguos japoneses era un suicidio operado mediante una herida en el bajo vientre o “hara”, lugar que consideraban la sede de la vida. En cambio, nosotros tomamos como indicador de la muerte clínica de un paciente el hecho de que hayan cesado las funciones cerebrales. Parece que identificamos, desde Descartes, la actividad de pensar con la de vivir. Pero el cuerpo piensa de otro modo, no con palabras, no con razonamientos, sino con su propia música, con sus propios ritmos, que solo sabe potenciar quien sabe entrar en silencio. La razón calla: entonces el cuerpo habla. ¿Qué nos dice ?. Lo que nos dice, no nos lo dice con más bullicio, con más palabra. Solo una sensación de estar de nuevo completos, de existir de nuevo, de haber nacido, de poseer la vida un sentido por sí misma ;indica que el cuerpo ha tomado la palabra. Sentirse afirmado, enraizado, elevado al cielo al mismo tiempo que hundido en la sangre de la tierra, es haberle dado la palabra al cuerpo. La angustia es el producto de haberlo acallado de nuevo. Y por eso es que de angustia vivimos llenos. Una cabeza desconectada del resto no puede sino andar enloquecida por ahí, buscando en donde posarse, un asidero. No se demoran en surgir ofertas: esta ideología para aferrarte, este otro objeto con entrega a domicilio para que no tengas que salir de tu casa- , para que tu felicidad sea completa. Un mundo de ofertas para un mundo de ansiedades:

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Unicentro. Pero el cuerpo tiene la sabiduría, y sabe que la tiene, y la vive ofreciendo en cada oportunidad que tiene para hacerse escuchar. Todo es tan simple, y tan infrecuente, como prestar oidos. Perdidos en la Imagen Los estudiosos lo confirman: el malestar contemporaneo, el que hizo explotar a la generación de los sesentas, y que desde entonces buscamos superar , es nuestro estado de desconexión corporal. No tenemos conciencia corporal: he ahí sintetizada la patología occidental, que es casi ya la del mundo entero. Los cirujanos intervienen al cuerpo, las modelos lo exhiben, los publicistas lo usan, pero casi nadie se sabe a sí mismo de un modo constante un ser corporal. Nunca antes el cuerpo estuvo tan a la vista. Las revistas, la televisión, los carteles lo ponen a la venta ante todo el mundo. Y, por eso, porque ya no es el cuerpo sino un artículo, algo exhibido, puesto, mirado, es que nunca hemos estado tan lejos de tener conciencia corporal. Nos miramos al espejo, y entonces ya estamos por fuera de nuestro cuerpo: nos estamos mirando, desde el espejo, como nos miran los otros, juzgando esta arruga, este gordito, esta estatura, esta imagen. Poco a poco, se nos olvida sentir el cuerpo, y a ese olvido es proporcional una mayor y mayor identificación con ese cuerpo que no sentimos, sino vemos. Nos parece que somos esa imagen, y, como justamente eso es lo que somos para los otros, esa imagen, eso que los otros observan, estudian, juzgan, objetivan; entonces nuestra identidad queda a nombre de los otros. Al perder, así , el dominio de nuestra propia interioridad, de nuestra propia corporalidad, quedamos confiscados por la sociedad, y en eso consiste nuestra alienación. De allí en adelante es facil seguir la ruta que una sociedad de la imagen ha previsto para sus miembros: la vida consistirá en perfeccionar, en maquillar cada vez más esa imagen: un diploma por aquí, un doctorado por allá, un toquecito de cultura por allí, casa, carro, y beca. Esa imagen de éxito e importancia que nos sentimos destinados a dibujar en el espejo nos roba décadas de vida como al personaje de la novela de Oscar

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Wilde, y nos quita el tiempo que teníamos para ser felices, del modo más simple y más inmediato: experimentándonos corporeos. Experimentarse corporeo puede ser irse sánamente de rumba, puede significar practicar Tai Chi temprano en la mañana, en un parque, o abrazar y acariciar a tu hijo, o besar a tu pareja. Son cosas que todos hacemos. Pero algo falla: puedes volver de la ciclovía sintiéndote vital, optimista, pero el martes en la oficina estarás de nuevo bostezando, planeando la escapatoria del viernes. De algún modo la desconexión de nuestra corporalidad vuelve a operarse, la reafirmación vuelve a perderse, y el alma queda de nuevo confiscada. Parece que una estructura más profunda tiene que ser identificada y removida. Los teóricos la llaman “La Falla Basica”. Esta consiste en un estado de desconexión ontológica, una especie de sensación visceral de haber sido arrancado del paraiso, de haber perdido la continuidad con la totalidad del universo, de estar condenado a ser un ser separado de los demás , y del mundo. Por supuesto, nacer, es decir, desprenderse del paraiso materno, implica necesariamente separarse, y lo mismo puede decirse del proceso de adquirir individualidad e independencia. De modo que se diría que la falla básica es necesaria en la vida humana, conveniente incluso. Pero no todos opinan como Freud, defensor de esa tesis. Morris Berman, por ejemplo, ha estado realizando un estudio histórico sobre los matices de la falla básica en nuestra y en otras culturas, que indica que la angustia y ansiedad occidentales son una manifestación que otras sociedades no han tenido que enfrentar ( o no tán marcadamente ), y que por lo tanto sería posible construir un futuro social mejor provisto de sentido , es decir, más amoroso. Freud , según Berman, quizo generalizar para toda la humanidad y todas las épocas la situación observada en sus pacientes , típicos representantes de una cultura enferma. Pero otras culturas, casi todas desde el origen de nuestra especie, no han basado sus dinámicas históricas en un estado de desesperación visceral, sino de reposada vitalidad corporal, a la que Berman llama “Conciencia Participativa”. Es algo que sabemos, intuitivamente, cuando envidiamos la placidez del Campesino andino, o el ensimismamiento del indígena kogui, o la instintiva vitalidad de algún poblador costeño.

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Contra el cuerpo Para frustrar la conciencia corporal de un bebé, que la tiene innata, solo hay que comenzar por hacerlo nacer en una sala tradicional de cirugía, para provocarle del modo más sorpresivo posible la mayor descarga de dolor: corte de cordón, palmadas en la nalga colgando boca abajo, una balanza fría, gritos de enfermeras, y varias horas de espera en una máquina incubadora antes de volver a las escazas caricias maternas. También ayudará un destete temprano, una educación sexual maniquea, poco contacto corporal con padres y hermanos, y mucha motivación, desde el jardín infantil, y en la escuela, para que desarrolle habilidades intelectuales precozmente . El competitivismo deportivo, muchos espejos e imágenes donde pueda confizcar su identidad, y bastantes ocupaciones , harán el resto. En cuanto a los procedimientos para reprimir la conciencia corporal de toda una cultura, solo basta con repasar la historia de Occidente, fijándose, especialmente, en el siglo V A. C. , y en los orígenes del período moderno, hacia el siglo catorce de nuestra era. Nuestra corporalidad ha tenido una historia, que es la historia de su pérdida. La ganancia de esta pérdida ha sido el conjunto de logros técnico- científicos y racionales de la civilización occidental. La pérdida de esta ganancia es la ignorancia de nuestra unidad con la naturaleza. La conciencia corporal es el puente de retorno a una relación armónica con el universo. A la cultura occidental la funda, por el lado griego, la diatriba Neoplatónica contra los sentidos, completada por el racionalismo aristotélico; y , por el lado judeo-cristiano, el moralismo maniqueo. No es extraño que entonces el pensamiento oficial de occidente, en cada una de sus etapas, haya reprimido, cada vez mediante una nueva estrategia, la conciencia corporal. Morris Berman opina que , de haber ocurrido lo contrario, no hubiese podido existir el dogmatismo religioso, ni el racionalismo filosófico, ni el cientificismo materialista del siglo diecinueve, ni el neo-positivismo post-industrial de nuestros dias. Por eso, la cultura occidental es, quizás, la única que , -con denotada intensidad-, ha emprendido guerras y torturado personas para defender sistemas ideológicos sumamente rígidos y refractarios.

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La herejía , podría decirse, es un fenómeno de occidente. Los taoistas chinos, comprendiendo el mundo no como un dualismo de fuerzas morales incompatibles, sino como una dinámica armónica de fuerzas complementarias, nunca persiguió a los adherentes de otras escuelas de sabiduría. Tampoco lo hicieron los budistas indostánicos, ni mucho menos los hinduistas, que representan, más bien, el sincretismo y el eclecticismo por excelencia. Ni en India, ni en china, ni en japón; hubo herejes, porque no hubo nunca, ni una institución político-económica fundada sobre el dominio ideológico y el chantaje metafísico a las conciencias de sus súbditos, ni una comunidad que tuviera un ego tan grande como para considerarse depositaria de una única verdad, ni intención alguna de hacer equivaler la verdad con algún conjunto de ideas sobre la vida. La verdad espiritual, para casi todas las culturas no occidentales, se concibe como una experiencia, no como un sistema de significados verbales. Y, así como sería ridículo intentar reemplazar el sabor de una naranja con un tratado científico sobre su valor nutricional, les es impensable armar una inquisición por defender unas doctrinas sobre otras. La armadura de caracter La vivencia tiene lugar en el cuerpo, porque la corporalidad es un entramado de vivencias. Cada una de ellas es una energía, un modo de vibrar la mente, la emoción , y el alma. Por eso es que cuando nos vibra solo el hemisferio izquierdo del cerebro (encargado de habilidades analítico- linguísticas) nos resulta imposible admitir la existencia de un inconmensurable sentido de ser en el mundo. El cosmos, para quien no sabe contactar su propio cuerpo, no puede parecer algo emocionante, dirigido hacia una aventura infinita de felicidad y expansión. El científico newtoniano solo puede pensar en términos de azares fríos en la historia de la materia, y cae preso de su escéptica sensación de soledad. Por eso el académicismo racionalista, la tecnócracia neo-capitalista, el industrialismo deforestador ; no son más que una nueva versión de la teología dogmática del medioevo. La incapacidad para experimentar el sentido sagrado de la vida es el común denominador que, en

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cada individuo que participa, concientemente o no, de estas cosmovisiones, sustenta sus respectivos , -unos más visibles que otros - fanatismos. Wilhem Reich, otro discípulo rebelde de Freud, notó que sus pacientes más empecinados en defender un determinado conjunto de creencias eran, curiosamente, aquellos que presentaban una mayor rigidez corporal. Muscular , visceral, y articularmente, eran menos capaces que otros clientes para introducir variaciones en su forma de percibir y asumir la vida. A esta rigidez , mental y somática, ideológica y corporal, la llamó “armadura de caracter”. Reich comprobó que la armadura de caracter era un mecanismo de defensa contra el amor, y que era, por tanto, una expresión energética de pánico al contacto con otros seres. Freud había imaginado, probablemente, que la neurosis era un problema mental que tenía lugar en el cerebro, donde, en ese orden de ideas , estaría funcionando el inconciente. Si Freud hubiera explorado, con sus manos, a alguno de sus pacientes (pero no: esto es pecado , porque todo psicoanalista debe comportarse como un espejo de piedra), habría acariciado el agua tibia que Reich descubrio: que el inconciente es , óigase bien, el cuerpo mismo. Reich había, literalmente, palpado la neurosis, y se había dado cuenta de que esta era, esencialmente, una inflamación del ego. Pero Reich pensaba que la armadura de caracter no era una patología individual, sino una estructura de la sociedad occidental, y en particular del mundo capitalista (Que se sepa , nunca cometió la ingenuidad de pensar que los comunistas estaban a salvo de la neurosis). Tenía varias razones para pensar así. La cultura occidental, más que ninguna, requiere y fomenta el individualismo. La economía de mercado se sustenta en el competitivismo, y eso supone inculcar en la escuela, la universidad, y por los medios de comunicación, el sentido del éxito personal, y de la importancia de ser diferente. Hay que destacarse: exhibir posesiones y títulos que otros no tengan, tener ideas que a otros no se les ocurra primero, educarse para disentir. Este mandato social contradice directamente la tendencia del cuerpo a fusionarse con otros, es decir, la aspiración erótica del ser humano.

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El niño, que naturalmente añora la fusión paradisiaca con el cuerpo materno, busca su equilibrio psicológico y afectivo en la caricia, en el beso, y en el contacto físico. A través del tacto, del gusto, del olfato, se siente unido a su entorno, se siente unificado a su madre, a su padre, a su ambiente, y asimismo protegido y seguro. Es natural que, al adquirir mayor autonomía, vaya poniendo límites y creando diferencias; pero no tiene por qué considerarse necesario que para ello se violente su necesidad de seguridad creando una herida abrupta, exagerada y con frecuencia incurable en su conciencia corporal. Esta cicatriz, la “falla básica” es la que, con precisión quirúrgica, realiza la cultura occidental. Los Espartanos, en el siglo V a. C. , sabían que los mejores guerreros, los más violentos, los más despiadados, eran aquellos que, de niños, habían sido sometidos a torturas físicas. Nuestros medios educativos y de socialización conocen medios más sutiles, pero mucho más eficaces, para sacar al mercado Yuppies competitivos, políticos de turno, artistas de moda , negociantes inescrupulosos, adictos de toda clase, e intelectuales destacados. También, aunque no lo parezca, y aunque no lo queramos ni lo sepamos, hemos surgido de ese molde los que nos interesamos por la nueva era: es precisamente nuestro vacío interior el que nos hace buscar salidas , y el mundo no se divide en buenos y malos. La armadura de caracter, la falla básica, el ego inflamado, y una corporalidad entrenada para negarse a cualquier posible sensación de continuidad con otros seres humanos y con la naturaleza, definen la estructura sicosomática del hombre y de la mujer occidentalizados. De este modo quedamos entrenados para no poder amar, es decir, para no poder sentir nuestra corporalidad. Tras el camino del medio Como en todo, un justo equilibrio es necesario. Un sentido desviado de la conciencia de corporalidad sería tan peligroso como su contemporaneo defecto. Es sospechoso que, junto a contra-culturas “New Age”, fundamentalismos ecologistas, y modas naturistas; surjan movimientos de extrema derecha, brotes neo-nazis, culturas Rockeras y Punkeras. Es como si los Blue Jeans tuvieran que ver por igual con la necesidad corporea de la sutilización en el nirvana, que con la adicción a la adrenalina. En ambos

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casos, se recupera la conciencia corporal: ¿pero són igualmente valiosos los hallazgos del motociclista metalero que se siente tanto más vivo cuanto más desafía a la muerte, con los del practicante de biodanza que estuvo buscando afecto abrazando gente durante dos días en un taller ?. La cultura formal de occidente no vé la diferencia, porque solo vé una común rebeldía en ambas poses, que no se equivalen. Pero aún así Morris Berman se preocupa por matizar su crítica a occidente notando que también hubo un contexto de interés por el esoterismo en la alemania pre-nazi. Ello obedecía a una comprensión desviada del esoterismo, que corría paralela a una equivocada manera de rescatar la corporeidad. El fascismo, diríamos, es una dictadura de la conciencia corporal: la fascinación de exterminar al enemigo, de estar al borde de la muerte, de ir a la guerra por una causa, es un modo primario de volver al cuerpo y a sus impulsos básicos de supervivencia y agresión. A esos impulsos la cultura griega los llamó, con toda razón, “barbarie”. Pero el reemplazo de la barbarie ariana por el dualismo pisciano de occidente no fué suficiente: el racionalismo nos divorció del cuerpo y de sus energías, que, aunque peligrosas, son sagradas. Y, sin lo sagrado, no hay futuro posible. Definíamos hace algunas lineas a un fanático como una persona que carece de conciencia corporal. Pero esto, en cierto sentido, es falso: la adherencia del fanático a unos dogmas conceptuales, paradójicamente, lo hacen sentir vivo, lo hacen vibrar. Pero vibra en una escala más baja que el genuino buscador espiritual. El sectario ha encontrado a quien perseguir, a quien odiar, a quien acusar de ser un aliado del demonio. La paranoia del intolerante sube sus niveles de adrenalina, y sofoca momentaneamente el vacío interior y la ausencia de sentido de vida que la falla básica produjo en su cuerpo. Le pasa lo mismo al neo-nazi que al escandaloso que corre anunciando la proximidad del apocalipsis: ambos sienten la exultación del aficionado a los toros, y la del televidente frente a la película violenta: se trata del deseo de morir, resultado de una vida que se presiente hueca porque está sin amor. Así que la existencia de la falla básica pone en un mismo plano al guerrillero convencido, al exaltado religioso, al tatuado neo-nazi, al hincha alterado en la mitad del partido de futbol, al macrobiótico militante, al ecologista

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obcecado, y al orientalista de atar. Ninguno ama la vida. A todos los gobierna un deseo inconciente de morir. Ninguno de ellos experimenta la sanación de la armadura de caracter. ¿Donde, entonces , el camino medio?. La “falla básica” se experimenta como un estado de separación. Es un estado grabado corporalmente, a partir de experiencias de insatisfaccción (perinatales e infantiles) muy dolorosas y extremas que dán lugar al desarrollo de un ego hipertrofiado. Reich opina que lo que le ha ocurrido al neurótico es una desconexión parcial del nucleo de la energía biológica , a la que llamó “Orgón”. El orgón, la energía vital, fluye pobremente, y por tanto la relativa sensación de continuidad con la naturaleza, propia de muchas culturas no occidentales, se ha perdido. El “pedazo” desconectado es la mente conciente, su racionalidad, y su individualismo. Este estado somático de empobrecimiento se expresa en una percepción bien cartesiana de la relación sujeto - objeto: “Yo no soy el cosmos, yo no soy tu, yo soy un observador distanciado” son las expresiones verbales correspondientes. Por supuesto, todos necesitamos un cierto sentido de identidad, un cierto grado de diferenciación respecto a otras personas y seres. Pero el rumbo que ello toma en en quien se ha establecido un falso sentido de sí mismo le impide establecer relaciones interpersonales auténticas y enriquecedoras. A esta estructura alienada del caracter la llama Reich “personalidad modal”. El individuo afectado por ella percibe al universo y a sus semejantes como una amenaza constante, que necesita evitar teniéndolo todo bajo control. El proyecto de la edad moderna era ese mismo: tener bajo control a la naturaleza, mediante el conocimiento científico de sus mecanismos y la manipulación tecnológica de sus fenómenos. A modo de defensa, se ponen límites y se remarcan las diferencias nacionales, étnicas, sexuales, y culturales. La xenofobia y el armamentismo tienen en común la personalidad modal. Muchas tradiciones de oriente hablan de un estado de re-conexión con el cosmos, o iluminación, que sería, desde esta terminología, el alivio definitivo y permanente de la falla básica. La más antigua de ellas, la tradición védica, la define como lo que hoy la medicina cuántica llamaría un estado de completa integración mente-cuerpo. La armadura de caracter es un

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taponamiento del flujo natural que debería existir entre el psiquismo conciente de un individuo, y la corriente subterranea de sabiduría , inteligencia y experiencias ancestrales acumuladas en el inconciente profundo de la especie humana, que es una fuente de energías arquetípicas donde está la clave según Carl Jung, otro discípulo rebelde de freud- para la evolución de la conciencia y para salir del atolladero de finales del siglo veinte. Como el inconciente es nuestra corporalidad misma, entonces la iluminación espiritual consiste en una reapertura de la conciencia hacia el inconciente para nutrirse de su sapiencia. Cuanto más profundo se sumerja uno en el inconciente, en el cuerpo, tanta más inteligencia de la naturaleza se aviva en la conciencia, y tanto más se aproxima uno a la fuente sagrada, a la presencia creadora, y divina que subyace al universo. Esta presencia es silenciosa, infinitamente silenciosa, y lo gobierna todo. Solo si la dejáramos actuar, administraría el curso de la historia humana, de un modo natural, hacia un nivel más elevado. Y para ponernos en contacto con ella solo tenemos que acallar el bullicio de la mente, solo tenemos que descender a niveles de menor y menor actividad mental, a través de un sistema de meditación adaptable a nuestro estilo de vida y facil de practicar. Poco a poco , -nos dice Maharishi Mahesh Yogui, moderno representante de la ciencia védica- la meditación diaria limpia el sistema nervioso y remueve los bloqueos energéticos que nos distancian de la fuente creadora, el ser, hasta que el flujo de inteligencia y la experiencia de estar unidos al universo se vuelve constante, en cualquier estado de conciencia por el que uno esté pasando durante las 24 horas del día. Entonces, -diríamos con otros términos, se sanaría definitivamente la herida de la falla básica, y, haciendo de esta una experiencia colectiva, daríamos a luz una nueva era.

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Enfermedad y Salud en el Nuevo Milenio La nueva Era, esta nueva cultura que ya comienza a marcar el rumbo del planeta, significa un giro radical no solo de nuestros conceptos sino principalmente de nuestras experiencias de vida. En la era pasada, la era de los dualismos, era común pensar que el sufrimiento era el destino necesario en este "valle de Lagrimas", y por tanto que la enfermedad y la muerte

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eran compañeros inseparables de la existencia. Pero este prejuicio está cambiando, y ya resulta ridículo para quienes han abierto su conciencia a las grandes transformaciones que se avecinan. Estamos en la era de la Salud Perfecta, y una nueva interpretacíon sobre el origen de la enfermedad y sobre la identidad del organismo humano está surgiendo. Al proceder a investigar una enfermedad, diversas culturas y épocas han hecho uso de diversos sistemas de interpretación. Es innegable que los esquemas holísticos de la acupuntura, según los cuales cada órgano del cuerpo refleja y afecta cualquier otro órgano (del mismo modo como cada fracción de pelicula de un holograma contiene al holograma entero); no habrian surgido ni con la mas remota posibilidad en la europa mecanicista del siglo dieciocho. Muchas son las posibilidades interpretativas y los esquemas mentales posibles para leer los datos de la realidad. Sin embargo, correr el rieso de validar nuevos paradigmas es correr el riesgo de perder la propia autoridad. Y la medicina tradicional contemporanea no quiere poner en tela de juicio su propio status, pues de este depende no solo el prestigio de la profesión, sino una intrincada y poderosa red de intereses económicos. Lo curioso, a pesar de todo, es que desde el interior mismo de la ciencia se vengan gestando, desde hace varias décadas, concepciones de la realidad que muy bien habrían podido ejercer una revolucion sin precedentes en el campo de la salud, de haberse tenido una mentalidad menos conservadora. El cambio de paradigmas, en todo caso, es inminente; y aunque la nueva inquisicion médica condene a muchos herejes se ve venir un nuevo conjunto de paradigmas respecto a la salud y al ser humano tan necesariamente como se vió venir la necesidad de pensar que la tierra giraba alrededor del sol . A continuacion esbozaremos lo que en ese horizonte renovador ha está proponiendo el equipo de científicos de la Universidad Internacional Maharishi, entidad investigativa fundada por Maharishi Mahesh Yogui, el fundador de la Meditación Trascendental. La voz más pública de este equipo científico fue por muchos años el doctor Deepak Chopra, endocrinólogo y profesor de ciencias medico-sociales de la escuela universitaria de medicina de Boston, U. S. A. cuya visionaria concepción del cuerpo humano está fundamentalmente inspirada en el diálogo que Maharishi ha promovido entre la física moderna occidental y la antigua ciencia védica de oriente. Chopra conoció al fundador de la técnica "Meditación Trascendental", en un viaje a India. Allí, este representante de la tradición Védica le habló de métodos antiquísimos para reestablecer las capacidades curativas de la mente, y Chopra se mantuvo a su lado por muchos años, recibiendo enseñanzas e inspiración, hasta que la organización mundial que dirige Maharishi lo promovió como figura pública. Aunque Chopra no fué entrenado personalmente como Instructor de meditación, desde 1993 se le ha visto dirigiendo su propia “empresa” de servicios desarrollo espiritual, siguiendo lineamientos diferentes de los prescritos por Maharishi. Algunos han lamentado el tono excesivamente comercial de la empresa de Chopra, quien indudablemente es un habil orador, un médico brillante, una persona con carisma y un buen escritor ; pero no necesariamente un maestro espiritual. Sin embargo, su

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trabajo ha ayudado a difundir ampliamente la cosmovisión que hace que el concepto tradicional de enfermedad dé un giro de 180 grados, y que asimismo se haga necesario, por lo menos, adoptar una actitud abierta a la idea de que - óigase bien- cualquier enfermedad es reversible y de que la longevidad e inclusive la inmortalidad física son posibles y alcanzables ya. Inmaterialidad del Cuerpo Para comenzar, Maharishi no acepta el supuesto de que el cuerpo sea una entidad material, y mucho menos de que sea nada más que el producto fortuito de una intrincada red de causas y efectos bioquímicos engranados. Con ello, pone en cuestión el dogma fundamental de la medicina tradicional, destruyendo el concepto de "materia", así como la falsa dicotomía entre "mente" y "cuerpo", base del Cartesianismo . La evolución de la ciencia ha sido el progresivo descubrimiento de estratos cada vez más sutiles de organización del universo. También la medicina progresa conforme estudia cada vez más lo menos burdo. Por supuesto, un paso gigantesco en la medicina se dió con la invención del microscopio: por fín se trascendían los estratos más groseros de observación, para acceder a un nuevo nivel. Así es como hemos llegado a saber que nuestro cuerpo se compone de sistemas (circulatorio, endocrino, respiratorio, etc) que a su vez se componen de órganos. Estos son conjuntos organizados de células, y estas a su vez conjuntos organizados de moléculas, de las cuales la que porta mayor información de pautas inteligentes de comportamiento es el DNA. La molécula del DNA está constituida, como cualquier molécula, por átomos. Pero estos -y aquí comienza la irrelevancia de la palabra "materia", no son copias en pequeña escala de sistemas solares - como quizo proponer Niels Bohr, en el siglo XlX-, pues ni los electrones ni los protones ni los neutrones son ni se comportan como cuerpos sólidos . Són, en cambio, patrones vibratorios, redes de energía. La física cuántica afirma que el universo que nos rodea, tanto el microcósmico como el macrocósmico, está conformado por una infinita variedad de pulsaciones ondulantes (también llamadas "cuantos" -y de ahí el término "física cuántica"- ) que ocasionalmente se comportan como si fuesen corpúsculos, llamadas "partículas elementales", cuyo estado de realidad literalmente oscila entre la existencia y la inexistencia, y cuyo comportamiento no obedece ni a la lógica binaria ni a la fisica causal del universo newtoniano. La Mirada a La Apariencia Por qué habríamos de concebir entonces al organismo humano como un objeto "material", si ya el concepto de "materia" no tiene cabida en la ciencia de vanguardia ?. Nuestros sentidos nos hacen creer en la existencia de objetos sólidos solamente porque no están entrenados para sintonizar los niveles vibracionales finos que emiten y componen las cosas, pero una percepción más aguda del entorno nos permitiría observar que el mismo no es más

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que una serie de patrones energéticos que en sus zonas más densas se nos presentan como cosas aparentemente delimitadas. Michael Talbot, en su libro "más all'a de la teoría cuántica" , se atreve inclusive a afirmar que, puesto que en los niveles más sutiles de la realidad todo esta simultaneamente interconectado con todo, ni siquiera debe afirmarse que el universo sea una red de partículas elementales, sino mas bien un sistema desplegado de información pura y omnipresente. El universo, diríamos entonces, tomando prestada la terminología de la ingeniería de sistemas, no es más que un gigantesco software que autogenera desde sí el hardware tridimensional, para operar con el diskette del programa de las leyes de la naturaleza. El organismo humano, entonces, no es más que una nube de información cuántica interactuante , que se autogenera y se expresa a niveles sucesivamente más burdos como un conjunto de impulsos bioquímicos y celulares que se sistematizan en niveles más complejos, estableciendo los diferentes sistemas conocidos como aparato circulatorio, respiratorio, digestivo, nervioso, etc. La enfermedad es un olvido Cabe preguntarse ahora: si el organismo no es m'as que una red de informacíon, no es eso mismo lo que tradicionalmente se ha designado con la palabra "Mente"?. ¿ No es la mente humana tambíen una red de informacíones concientes e inconcientes ?. ¿Que es el organismo, entonces, sino la mente misma?. De hecho Michael Talbot, en el libro mencionado, sugiere que la nueva f'isica ya no podrá concebirse como un campo de estudio que segregue de sus intereses los fenómenos mentales (incluidos los llamados "Parapsicol'ogicos), y para ello describe numerosos experimentos que indican que los virus, las céulas, las comunidades bíoticas, los sistemas ecológicos, el planeta tierra y el universo entero dan signos de comportarse como sistemas mentales inteligentes y dotados de proposito de cuyo entramado total ( el cosmos ) la mente humana derivaría su capacidad cognoscitiva y sus leyes de funcionamiento, como un computador conectado a una gran red.

Si el organismo es una mente interactuando consigo misma, pura inteligencia llena de propósito, ¿qué es la enfermedad ?. Uno de los científicos que ha trabajado muy de cerca con Maharishi, el doctor Tony Nader, afirma que así como en el software de un computador puede ocurrir que el sistema olvide seguir una instruccíon, asimismo el organismo puede olvidar una pauta de comportamiento para la que fúe programado. Esto ocurre cuando circula informacíon inconciente correspondiente al deseo de morir, relacionada con situaciones anímicas y energéticas tan negativas que el instinto de supervivencia individual comienza a ceder terreno ante una sobrecarga de tensiones que no se sabe como reencauzar o disolver. Entonces el organismo deja de "pensar" como un todo del que cada parte se siente partícipe y responsable, y predominan los procesos desintegrativos. A un grupo de celulas, por ejemplo, les dá por reproducirse asistemáticamente, colonizando tierras

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vedadas: se trata de un cancer. O a otro grupo de entidades les desinteresa de pronto trabajar para el propósito programado en el sistema inmunológico, y permiten que casi cualquier virus, hongo, bacteria o infección comienze a imponer su propio programa de vida en detrimento del organismo-huesped del que se sirven: se trata de la manifestacíon del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (S. I. D. A. ).

Preguntémonos ahora si puede invertirse el proceso de la enfermedad. Ello supone que pudiera reprogramarse la información autodestructiva que invade al sistema mente-cuerpo cuando este pierde su inteligencia. Y claro que sí : Por supuesto que si. Pero la informacíon no debe confundirse con el aparato burdo por el que circula. El software no es el hardware. Resultaría ridículo atacar el virus que destruye el programa haciendo soldaduras en los chips, o reemplazando transistores en el computador. Y , sin embargo, este es el enfoque médico predominante. Se han designado millones de dolares para investigar un agente capaz de identificar y destruir el virus del S. I. D. A. , que ni siempre es el mismo, ni siempre se comporta del mismo modo. El gremio científico quiere encontrar una cura única para una enfermedad multiforme, y aplicar una solucíon material para un problema que, si bien tiene un sustrato bioqúimico, no es catapultado sino por un impulso autodestructivo de informacíon. Si la materia ya no existe, por qúe seguimos creyendo en ella?. Y no se trata de un nuevo manifiesto espiritualista. El espíritu, que no es sino su antónimo, tambien se presenta como una categoría inapropiada para interpretar la realidad. Emociones en el Cuerpo Al parecer, estamos subvalorando los procesos bioqúimicos como procesos mecanicos y desprovistos de inteligencia o propósito. Tony Nader afirma que desde una concepción cuántica, habrá que concebir los procesos orgánicos mas bien como una red de mensajes qúimicos que transportan la informacíon emotiva del individuo desde todas partes hacia todas partes. El papel protagónico lo tendrían los neuropéptidos, a través de los cuales nuestras células se comunican. Los linfocitos, las células clave del sistema inmune, recibir'ian de este modo información correspondiente a impulsos de inteligencia autodestructiva o autopreservativa, y en este sentido cada pensamiento estaría afectando a cada célula de nuestro cuerpo. Así, diferentes flujos de conciencia son traducidos fisiol'ogicamente, reflejándose cada sentimiento en todo el cuerpo, y no siendo el cuerpo más que una red de transmisiones de diferentes impulsos "pensantes" de inteligencia. El sentimiento de culpa, la falta de afecto, los temores, los resentimientos, la conviccíon sobre la supuesta inevitabilidad de la enfermedad contraída, se expresan a un nivel m'as denso cada vez, hasta producirnos la ilusión de que són esas manifestaciones densas de la informacíon autodestructiva las que causan la informacíon autodestructiva de la depresíon, la culpa, el temor a la muerte, etc. De este modo se explica que individuos que presentan el desorden siquíatrico de personalidad múltiple sean diabéticos por la mañana y no diabéticos por la tarde, o que una paciente suya presente una remisión espontanea de

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cancer, o que saberse amados por sus conyuges haga que un grupo de convalecientes tenga recuperaciones significativamente mejores que otros grupos diferentes. Desde diferentes enfoques se viene recalcando ultimamente que toda enfermedad está vinculada a un sentimiento, emocíon, o pensamiento. Pero inclusive el esquema del cuadro psicosomático impide ver que en realidad no existe desorden que no pueda invertirse. En efecto, en la medida en que se han venido descubriendo las interacciones entre lo emocional y lo físico se ha continuadot rabajando con el viejo esquema seg'un el cual la mente ciertamente influye sobre el cuerpo, lo cual contiene la trampa de la creencia en la absoluta materialidad de este último, y, por tanto, la creencia en su primacía y su autoridad. Se ha venido aceptando que la actitud es importante, pero no tanto como para llegar a pensar que la enfermedad es la actitud: todavía la actitud hacia la enfermedad y la enfermedad misma se vienen considerando como dos fenómenos de dos reinos independientes: el de la materia y el del espíritu. Y así se continúa encerrado en el viejo esquema dualista de antaño. Reprogramación natural Estamos en un nuevo reino: el del cuerpo humano como una red de fluctuaciones de informacíon absolutamente reprogramable, y el de la enfermedad como un fen'omeno sobre el cual solo decide esencialmente el enfermo. Volvemos al postulado de la homeopatía: la enfermedad es el enfermo. El enfermo es la mente. Pero la mente no tiene límites, porque está conectada al software infinitamente inteligente del universo. Y todo lo que pudo programarse puede desprogramarse: inclusive la manifestación del síndrome de inmundeficiencia adquirida. Si miles de bacterias virulentas se hospedan diariamente en los tractos respiratorios de cada uno de nosotros sin producir una meningitis, por qué ha de morir un portador del virus del S. i. D. A. ?. Todo depende de la informacíon que circule por esa manifestacíon burda de la mente a la que llamamos el cuerpo. Pero ¿ cómo introducir informacíon positiva? El cuerpo es un flujo conciente de conciencia del que somos inconcientes. Cuando la fuente de esa conciencia fluctuante deja de alimentar el campo tridimensional y continuo que llamamos "organismo humano", este pierde la vitalidad necesaria olvidando el programa de perfeccíon que originalmente ha recibido. Es como si de pronto la savia dejara de circular por la flor, marchitándola. Se necesita una reconexíon. John Hagelin , -un eminente físico cuántico y miembro del equipo de científicos asociados con Maharishi Mahesh Yogui-, basándose en una teoría f'ísica reciente que llama "Campo Unificado" a esa fuente universal de conciencia pura e inteligente, aconseja la práctica mental de una técnica llamada "Meditación Trascendental", o "Tecnología del Campo Unificado", para restaurar la memoria natural de funcionamiento perfecto del organismo humano. De este modo, afirma, la cualidad autoregenerativa y autosuficiente de

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la fuente de informacíon del universo inyectará en el campo cúantico focal del organismo humano las cualidades de funcionamiento perfecto que el stress y los pensamientos y sentimientos negativos distorsionaron, previniendo de este modo, virtualmente, cualquier enfermedad. Las enfermedades no existen, dice Maharishi: solo existe el momentaneo olvido de nuestra propia perfeccíon, al que llamamos enfermedad. Salud perfecta y Meditación La práctica diaria de Meditación Trascendental es una excelente herramienta de medicina preventiva y (o) curativa, pues durante la experiencia del cuarto estado de conciencia que se experimenta en ella (diferente de los estados de vigilia, dormir o soñar ) la unidad mente-cuerpo se reconecta con la fuente de inteligencia creativa del universo , reestableciéndose así en el individuo un flujo natural de vitalidad, plenitud, felicidad y salud. La técnica ha sido validada por más de 450 estudios científicos realizados con las más estrictas metodologías de evaluación experimental, y sus beneficios abarcan todos los niveles : físico, emocional, mental, intelectual y espiritual, tanto en lo individual como en lo colectivo. Se recomienda, por supuesto, una serie de cuidados complementarios, que también incluyen otras terapias. En algunos libros concebidos por discípulos de Maharishi , ( pero en los que dejó figurar a Deepak Chopra como autor -con la intención de lanzar su nombre a la popularidad- ), se enumera, además de la meditación, la terapia del Panchakarma (un sistema de desintoxicación corporal), la técnica del sonido primordial, la terapia "Marma", la técnica de bienaventuranza, la terapia de aromas, y la terapia musical Gandharva. Menciona allí también la importancia de hacerse un diagnóstico ayurvédico para iniciar ciertos cuidados alimenticios con hierbas o "rasayanas" y alimentos a consumir según las tendencias fisiológicas individuales y los cambios climáticos y atmosféricos. Muchas personas han tenido recuperaciones verdaderamente espectaculares al someterse a tan amplio abanico de ayudas. Por supuesto, como en otras medicinas alternativas, los expertos en este enfoque sobre la salud (entre ellos el experto en Ayurveda ,- también discípulo de Maharishi -, el doctor Triguna Ji ), ponen especial énfasis en la nutrición, en la respiración, en disfrutar de relaciones interpersonales amorosas, en el pensamiento positivo, en la periódica desintoxicacíon del sistema digestivo, en una rutina diaria saludable, y en una percepcíon optimista de la vida y del sentido de la existencia. Todo eso forma parte de la antigua medicina ayurvédica, que ha conservado por milenios importantes secretos acerca de la longevidad, y de la reversíon de los procesos de envejecimiento. Triguna recalca que la salud es algo más que un estado de no enfermedad. Maharishi ha dicho que podemos crear una metamorfosis somático-mental tan radical, que alcanzemos un estado no solo de salud perfecta, sino también de Salud Perfecta, es decir, de inmunidad permanente ante cualquier clase de enfermedad, incluido el envejecimiento -

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que en realidad no es más que una enfermedad lenta-. De hecho, se ha demostrado que los practicantes de Meditación Trascendental rejuvenecen, en términos fisiológicos, cinco años por cada dos años meditando dos veces diarias, quince minutos cada vez: un precio muy bajo por un beneficio tan increible. El nuevo milenio traerá no solo grandes saltos evolutivos en la conciencia humana, sino que estos vendrán acompañados de grandes cambios en nuestra concepcíon del cuerpo humano. Desde este y otros enfoques, parece cada vez más necesario abandonar el prejuicio de que la enfermedad y la muerte son consustanciales a la vida.

Shiva Y Shakti : la unidad en el orgasmo

Shakti y Shiva: así se llaman, respectivamente, la mujer y el Varón , en el culto tántrico del oriente. El le da a ella el nombre de la diosa, y ella a el el del dios. No se encuentran los amantes para verse como individuos, sino para

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contemplar, el uno en el otro, los arquetipos sagrados. Se aproximan, se desean, se consienten, se penetran, detienen el tiempo en un acto infinito, incesante , de adoración amorosa. Llegan a ignorar donde están, en que sitio, en cual vida, en que momento del tiempo. La embriaguez del amor los hace olvidarse de sí mismos. Es un acto de rendición, de devoción , de postración mutua a los principios cósmicos de lo femenino y de lo masculino, al gozo eterno del deseo, al impulso mismo de la vida. ” La vida es sagrada “ significa para Shakti y Shiva que la vida es sexuada. Lo sexual y lo sagrado: una misma cosa. Y el culto tántrico celebra esta integración de lo más sublime con lo más sublime : de la sexualidad humana con la espiritualidad humana. Una espiritualidad sexuada : una sexualidad espiritualizada. ¿Seremos capaces, en occidente, de retirar la costra de culpabilidad que durante miles de años hemos venido formando respecto a lo sexual ? Freud descubre la importancia de la sexualidad, pero aduce que la vida espiritual solo puede ser una versión sublimada, hipócrita, de los “verdaderos” impulsos biológicos. Sigue Freud con otro maniqueismo: ya no el del moralismo Judaico, sino el del materialismo científico, que solo vé una función reproductora tras el encanto del amor. Luego vendrán otros psicologismos, otros funcionalismos como el de Master & Johnson que creerán haber superado la culpa, pero que no han re-encontrado la religiosidad. Para ellos la vida sexual tiene una función: expulsar energías que, de acumularse en la vida corporal, crearían neurosis y bloqueos. Es un poco la visión de Wilhelm Reich: todavía para el, la actividad sexual es principalmente una terapia, y el orgasmo es su meta. Conseguir el orgasmo: la nueva misión de los terapeutas sexuales, el nuevo Boom de los Norteamericanos, la aparente comprensión sobre cómo superar las patologías psicológicas, en el paraiso neo-capitalista de la “liberación” sexual. Estar “in” : hablar de sexo, publicar libros sobre sexo, grabar programas televisivos sobre sexo, “hacer” el sexo. Precisamente porque era de lo que no se podía hablar, es que se considera superada la tara arrastrada por miles de años cuando se permite y se fomenta hacer público el tema. Todo esto parece muy lejos de las delicias del Tantra, sin embargo. Los aeróbicos cuerpos de la mona despampanante y el rubio ojiazul que hacen el amor en el video, - producido por la casa Play-Boy-, que se consigue en los

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supermercados; son cuerpos sin piel. Se trata de una sexualidad de espectáculo , de una sensualidad sin intimidad, de una entrega al otro que no es más que un show. No son cuerpos para ser tocados, sino para ser vistos: no son para cerrar los ojos y acceder a la interioridad del éxtasis, sino para ser aplaudidos como los más hermosos, como los más excitantes, como los más exteriorizantes. El erotismo de la liberación sexual solo se ha liberado del ocultamiento atávico del cuerpo, pero el asunto sigue girando en torno a los ojos: ver o no ver, hablar o no hablar : este es el Hamlet que no hemos trascendido. Con ello, no se alcanza todavía la dimensión más espiritual del cuerpo, la que rehace el sentido de existir, la que inyecta la certeza de amar y ser amado, la dimensión tactil, la auditiva, la gustativa, la olfativa. El placer espiritual entra al alma por los sentidos internos del cuerpo. Entra por los susurros a medianoche, por los poemas recitados con los labios mojados aún de sudor, por la entrega imprevista al amanecer, por el olor del otro que se queda impregnado todo el día. Todo Gourmet del amor sabe que los momentos más delicados, los más sagrados de la entrega, son los más olorosos, los más sonoros, los más apretados. Solo en la edad media pudo ser posible que un caballero amara a su señora y esta a aquel sin jamás tocarse, apenas viéndose de lejos. Y es que precisamente solo verse, nunca degustarse el uno al otro, era lo que para ellos garantizaba -con el visto bueno de la iglesia- la espiritualidad del amor que los unía. El cuerpo es otra cosa para otras culturas. Y porque nos interesa escuchar sus ritmos olvidados, sus sabidurías perdidas, sus lenguajes relegados, es que volvemos la vista , por ejemplo, a oriente. No podemos dejar de ser lo que somos, no podemos negar el peso de la historia . Pero la actitud inocente, despreocupada, nunca culpabilizada del pueblo Indostánico, Tibetano, Chino, Japonés; no deja de fascinarnos. Puede que los misioneros cristianos se hayan escandalizado ante las prácticas sexuales del lejano oriente, como se escandalizaron de casi cualquier costumbre que no corroborara su correspondiente europea. Pero ahora sabemos, con los datos del antropólogo, con los del arqueólogo, que la magnificencia de esas culturas estuvo muy vinculada con el manejo que hicieron de la vida afectiva y sexual. El esplendor del arte, de la literatura, de la filosofía en esos lugares; siempre estuvo acompañado de un sano sentido del hedonismo, de una abierta actitud hacia la placidez del amor. Y ello mismo queda indicado por el hecho de que

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el renacimiento italiano en el siglo XV, , su característico amor por la libre investigación, fué gestado en un contexto de libertades sico-afectivas que otros paises europeos no exhibían tan pronunciadamente. Cambio de Culto La actitud hacia el cuerpo corre paralela a la actitud hacia la mujer, porque esta representa más manifiestamente que el varón las peripecias de nuestra naturaleza biológica. Menstruación, gestación, embarazo, parto, lactancia : durante su vida, la mujer no puede hacer caso omiso a su naturaleza corporea. Y los varones lo saben : durante mucho tiempo, ni siquiera eran concientes de su papel en la reproducción, que le atribuían enteramente a ellas. Eran los tiempos de la adoración a la diosa tierra, a la gran hembra, a la gran paridora, a la fertilidad, a los ciclos lunares, al misterio nocturno de la vida, del que la mujer era depositaria por entero. Pero a comienzos de la edad del hierro, en tierras occidentales principalmente, una revancha masculina tiene comienzo : el poder de la mujer, fundado en su importante papel en las comunidades agrícolas, sedentarias, se vé disminuido al iniciarse un proceso de conquista y colonización de nuevas tierras, donde la destreza física del varón será necesaria para la guerra y el vandalismo. Se abre paso el patriarcado, y el culto a dioses masculinos marca el compás que bautizará la vida de occidente. Surgirá el dualismo, en grecia, a partir del siglo V a. c. , con el Platonismo, y desde entonces ya no será posible concebir sino una oposición irreconciliable entre la materia y el espíritu, entre los “placeres de la carne” y los sacrificios del alma piadosa, entre la sexualidad y la espiritualidad. Los filósofos pitagóricos dirán que el cuerpo es una carcel del alma, y esta idea se propagará por siglos y siglos como una epidemia. No solo la mujer, sino también el cuerpo, pasan a segundo plano, subyugados por el racionalismo andro-látrico de occidente. Sería una ingenuidad creer que unas décadas de liberación sexual hayan podido desatarnos unos lastres que llevan más o menos 5. 000 años en nuestros piés. Por muy de avanzada que hayan sido nuestros padres y educadores, o que creamos ser respecto a las generaciones que nos sucedan, siempre corre, disimuladamente, subterraneamente, una cultura del no contacto, una disposición recelosa hacia lo sexual que atraviesa todas nuestras

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instituciones y todos nuestros lenguajes, explícitos o implícitos, concientes o no concientes. Y por eso mismo no podemos sino intentar dar el giro hacia la integración de las esferas de lo sexual y de lo espiritual, procurando extraer lo mejor de las bellas actitudes que otras épocas, que otros pueblos han cultivado. No es que desde los cincuentas no hayamos dado ningún paso: ya algo indican las libertades que tenemos, las posibilidades expresivas y representativas que hemos abierto, y que antes estaban vedadas. Ya es un aporte valioso el de terapeutas como Wilhelm Reich, que se aproxima, con poca timidez, al tema de la fusión con la energía universal, experiencia que considera propia del orgasmo, y de la que la sexualidad tántrica venía hablando desde hace siglos. Solo que falta avanzar aún más, es decir, retroceder aún más hacia un sentido del gozo corporal como gozo del alma, ese sentido perdido de la unión amorosa. La pequeña Muerte A Reich, por poner un caso, hay muchas preguntas que hacerle. No resulta claro que lo que el psicólogo entiende por “orgasmo”, sea lo mismo que experimenta el experto tántrico. El precursor de la bioenergética consideraba que la terapia para poner fin a la “Armadura de Carácter”, es decir, a la cristalización de la personalidad neurótica, era inducir, mediante contacto físico con el paciente y ejercicios de respiración, la capacidad de generar movimientos pélvicos rítmicos involuntarios de alta frecuencia. Mediante esta experiencia , la experiencia orgásmica, se descargaría toda la energía bloqueadora, y se liberaría la creatividad y felicidad naturales al organismo sano. Reich esquematizaba la experiencia sexual como una sinusoide, como una curva cada vez más alta que, en el punto más elevado, -sobre todo para el varón, - tenía un abrupto descenso. Desde este punto de vista, la descarga orgásmica sería la experiencia sexual cumbre. Parece que Reich reconoce que el orgasmo masculino no equivale a la eyaculación, pues menciona cómo el arrinconamiento social del placer a la zona genital es una estrategia altamente represiva, mientras que la verdadera satisfaccción está en la erotización de todas , cualquiera, y cada una de las zonas del cuerpo. La licuefacción de ciertos cristales celulares durante el orgasmo es el correlato de esa pérdida de límites que le es característica, esa no ubicabilidad del placer, y que hace que la sabiduría popular francesa lo denomine también “la pequeña muerte”. De

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hecho, muere el ego. En el orgasmo, con la muerte del ego, nace el cuerpo. Y muchos testimonios de pacientes del terapeuta indican sensaciones de muerte y renacimiento, no pocas veces parecidas, - por sus repercusiones biográficas-, a verdaderas conversiones religiosas, con sus paralelas revoluciones en el sistema de valores de los sujetos, y de sus formas de percibir el mundo. Pero para el tantrismo no hay un precipicio al alcanzar la cima de la montaña, no hay un descenso de excitación tras la punta ascensional de la curva . Y esto indica que sus practicantes tienen acceso a niveles aún más elevados, o por lo menos diversos. Las tradiciones tántricas indostánicas y las tradiciones chinas taoistas, sin embargo, tendrían mucho que objetar y (o) proponer al esquema Reichiano. En primer lugar, la retención de la eyaculación suele ser un lugar común de la sexualidad sagrada en el lejano oriente, por varias razones. La principal de ellas es que eyacular es una práctica injusta respecto a la mujer, y desgastante para el varón. Injusta, porque la mujer tiene un potencial sexual casi infinito: una mujer entrenada en las artes amatorias puede tener diez, veinte, hasta treinta orgasmos en una sola noche. La anatomía y la fisiología femenina están previstas de tal manera que cuando hay un orgasmo no hay una pérdida de capacidad, como en el caso de la eyaculación , sino una cada vez mayor disponibilidad física para la siguiente cumbre. Pero como el compañero masculino quedaría exhausto a la quinta eyaculación, entonces, para dar la talla, aprende a retener la emisión de semen, mediante técnicas de control del ritmo de penetración y prácticas respiratorias. No sale perdiendo, ni es un sacrificio hacerlo; todo lo contrario: se siente cada vez más viril, pues le satisface ver a su compañera cada vez más radiante y enérgica, y además logra transformar lo que sería una lamentable pédida de energía, con el desinterés y cansancio que conlleva ; en una deliciosa continuidad de vivencias sensuales. La energía, en vez de perderse, aumenta cada vez más para ambos. En ella, porque la vida se abre paso, climax tras climax, en una elevación somática cada vez mayor. En el, porque en vez de la flacidez usual aparece una energía que le desborda, que no se sabe de donde llega, pero que es infinita, y que se presenta como la naturaleza más tierna, más sagrada del deseo. En ambos, porque van presenciando, poco a poco, cómo se disuelven sus egos limitados en un todo numinoso, conforme la auto-percepción corporal se va expandiendo, se va

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ensanchando, se va evaporando. En vez de un cuerpo cercado por una piel, sujeto a unos órganos , a unas articulaciones, a un volumen delimitado, surge la experiencia, primero, de una sola energía, de una sola unidad con el cuerpo de la amada o del amado. Ya no por metáfora poética, sino por certeza somática, saben que son un solo cuerpo y una sola alma, y lo saben porque piensan al tiempo, deciden al tiempo, se mueven al unísono como una sola mente. Luego, de la unidad de ambos, se elevan a la unidad con la tierra, con los seres vivos, con cada animal y cada planta, con cada primavera y cada río. Son, ya no una pareja humana que practica un rito, sino el planeta mismo que palpita y tiembla, que se huracana y se encoleriza. Luego, por fin, ella es Shakti, la diosa madre, y el es Shiva, el hermoso joven divino, y entre ambos danzan la obra de teatro que se llama “universo”: galaxias y nebulosas, quazares y pulsares, agujeros negros y cometas de hielo, espacio en expansión y redes de tiempo, campos gravitatorios y arcángeles de fuego, luz, misterio, silencio, rotación; planetas volcánicos, nubes de helio, fisiones atómicas y otros inventos divinos. Este sería el verdadero orgasmo que Reich no sospechó que fuese posible : ser el cosmos mismo. Deseandose en Unidad Si el cuerpo es expresión de una misma inteligencia creadora que sostiene la vida del mundo, ¿por qué no podría viajarse, en el cuerpo, hacia esa inteligencia, hacia ese infinito potencial creativo ?. Somos eso: naturaleza y vida, radiancia y abundancia, deseo que desea, felicidad y existencia, azar y orden, atracción y repulsión de fuerzas complementarias. Entonces ¿por qué no va a ser posible experimentar ser eso?. Si el cuerpo es una réplica perfecta del orden natural, no puede ser sino que experimentarse corporeo equivalga a experimentarse a sí mismo como el cosmos todo. Y como el universo es acción, dinamismo, expansión de sí mismo hacia sí mismo, deseo de expansión de sí mismo, de diversificación y multiplicación de sus propias maravillas, de copulación y multiplicación de sus propios inventos; entonces no puede sino ser posible, para dos amantes entrenados en elongar el deseo al máximo, convertirse en el deseo mismo. Y eso es el orgasmo.

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Shiva desea a Shakti: Lo masculino persigue a lo femenino, e intenta dominarlo. Shakti desea a Shiva: lo femenino desea, pero a la vez simula rehuir, ser dominado. ¿Cómo podría ser de otro modo?. Si el universo es deseo, tiene que haber alguien que desea, y ese sujeto es el arquetipo de Shiva. Pero, además, tiene que haber algo que desea, y ese objeto deseado es el arquetipo de Shakti. Sin embargo, la vida es una sola, y su deseo va dirigido hacia sí misma: Shakti es Shiva, y Shiva es Shakti, y por eso se aman: porque juegan a creerse diferentes para poder desearse, y por eso se aman; pero se saben esencialmente idénticos, y por eso se aman. Se aman aunque son un amor ya consumado, pero se aman como si fuesen un amor aún no consumado: y en eso consiste el rito tántrico, y por eso es que el amor es lo que, en últimas, constituye lo que única y verdaderamente nos interesa a los seres humanos de todas las épocas y culturas. No es extraño, entonces, que seamos, al mismo tiempo, seres particularmente concientes de la evolución biológica, y seres especialmente sexuados. Somos sexuados porque somos concientes, y somos concientes porque estamos muy sexuados. La sexualidad humana expresa un mayor nivel de conciencia que el de otras especies, porque una mayor dosis de conciencia implica una mayor dosis de vida , y una mayor dosis de vida implica una proporción mayor de deseo. Otras hembras biológicas tienen períodos específicos de celo, pero la hembra humana está siempre dispuesta: es una super-hembra entre sus colegas primates, y por eso conquista y atrapa al macho para que la goze y le provea a sus crias lo que necesiten para la supervivencia, creando redes cada vez más complejas de socialización que se estructuran como cultura: la familia, el clan, la nación, el mundo. Somos humanos porque estamos preferencialmente sexualizados, así que nuestra vida sexual es nuestra expresión más característicamente humana, y, por tanto, la más espiritual de todas. Fundirse en el deseo La sexualidad nos eleva al cosmos, nos acerca a lo sagrado, y nos hace más concientes, más humanos. Una sexualidad no culpable, bien manejada, integrada a la contemplación amorosa de los arquetipos universales de Shiva y Shakti encarnados por el compañero o compañera del rito orgásmico, puede

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ser la experiencia más noble y religiosa que pueda pensarse. Solo basta con desear, desear al máximo, seguir deseando hasta fundirse en la unidad del deseo, en la tendencia unitaria de la vida, en la amorosa complementariedad de los principios masculino y femenino, Shiva y Shakti. Solo basta con desgenitalizar el placer, con trasladarlo a voluntad a cualquier punto de la piel, a la punta de los dedos del pié, al cuerpo todo que se va evanesciendo, que se va evaporando, que se va sutilizando hasta desaparecer en la nada, en el todo, en el inmenso vacío cósmico que todo lo sabe y todo lo crea y todo lo preserva y todo lo transmuta. Solo basta con mirarse a los ojos, con olvidar la hora, con darse piquitos incesantemente hasta que duelan los labios, con abrazarse de emoción a la hora del encuentro, con añorarse en el día, en la noche, en el trabajo, en el bus. Con saberse perteneciendo el uno al otro y ambos a Dios, y decir una oración juntos antes de dormirse. Y esto es amar: alimentar el deseo con deseo, activar la actividad con actividad, aumentar el ritmo, la frecuencia, la tendencia, el impulso, la penetración del uno en el otro, la indiferenciación de ella en el y de el en ella, hasta que estalle en mil pedazos desde un punto la vida, y se haga el Big Bang, la gran explosión, y comienze la creación de nuevo. No cesa el deseo, sino que siempre aumenta, y por eso el arte amatorio consiste en prolongar el rito , no en terminarlo, hasta que nos lleve a la luz original.

Volver a la Mar que es el Amor

El amor es lo único que queremos y lo que más nos hace falta. Lo que más desconocemos y lo que más buscamos. Morimos de ausencia de amor. Enfermamos por deficit de amor. Vivimos para encontrar el amor.. Tener esperanza es encontrar sus rastros. Deprimirse es perder sus huellas. No exagera quien afirma que el amor es el único movil. Todos los otros objetivos son solo reemplazos de segunda, premios de consolación, satisfacciones

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secundarias. El amor es lo que importa. Quien lo niegue, niega que vive. Casi todos, sin embargo, nos hacemos a la idea de que en la vida hay muchos otros móviles y motivaciones: sobre todo cuando escasea en nuestra vida el amor: entonces nos refugiamos en la obsesión por el trabajo, o buscamos suplir el vacío consumiendo drogas o alcohol, o buscamos adquirir poder y autoridad.

Ninguna otra cosa nos importa más que la fusión amorosa, el contacto humedecedor del beso. El ritmo del amor es el ritmo de intrusiones y retracciones del agua en la playa. Solo ese es el tema sobre el que gira la literatura , el cine, la vida. Nuestras biografías, cada una de ellas, no són más que una historia de amores y desencuentros. El amor es el tema central de la religión, de la mística. Es el único tema. Es lo único por lo que buscamos el éxito, la fama, el dinero: porque creemos que nos facilitarán la obtención de amor. Los publicistas venden sus productos porque los presentan como medios infalibles para obtener el amor. A la base de su lógica de la manipulación del consumidor, está el axioma de que nada atrapa nuestra atención más que la promesa de adquirir el amor. Un automovil elegante se presenta como un vehículo para recoger a la amada y dejarla seducida. Un perfume se vende como el olor apto para volverse irresistible. No faltan en las propagandas de televisión los besos, los bikinis, los yoghurts que incitan a la reconciliación amorosa, la gaseosa que se toman los novios en la playa, las camisas y pantalones que incitan al amor al estilo francés.

El amor y el mar vienen juntos. Són lo mismo. Por algo, las novelas de amor suelen optar por paisajes paradisiacos en playas perdidas. La humedad del mar y el misterio del amor són iguales. Nos remiten a una misma aspiración profunda, a un mismo anhelo esencial de fusión. Venimos - como seres biológicos- del mar. Venimos -como individuos- del mar placentario del vientre materno. Quisieramos volver alli. Allí estuvimos en paz, sosegados al ritmo del corazón de mamá, flotando en sus honduras, con toda necesidad resuelta: ni hambre, ni frío, ni necesidad de respirar. El amor materno es el amor arquetípico, el modelo básico con el que nos figuramos el amor. La técnica sico-repiratoria "rebirthing" , se practica en agua caliente para estimular el recuerdo de la vida intra-uterina. Tal vez, en realidad, ni siquiera en las relaciones amorosas más adultas dejamos de anhelar la fusión total, el total reposo, la total unión con lo amado. Ni en la mística ni en el amor de pareja hay otra aspiración. Todo amor sexual , conciente o no, sublime o vulgar, bien o mal manejado, es un anhelo místico. Todo anhelo místico es una elevación alquímica que transmuta la energía vital. La energía vital está disponible como amor sexual, como amor religioso, como amor que sana, como amor a las expresiones de la cultura. Todas las facetas del amor están conectadas al

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anhelo más profundo que rige el psiquismo humano: la fusión original, la unión con el cosmos, la reunión con la naturaleza. El anhelo del amor es el anhelo de la unidad. La unidad intrauterina es por ello el paradigma del amor. El agua es por eso el medio del amor, su sustancia misma. Y por ello el mar es el símbolo por excelencia de la fusión del ser humano con el cosmos. Detrás de lo manifiesto: El amor El mar es el símbolo del absoluto, y por ello las biosofías orientales aluden al mar, siempre, cada vez que quieren explicar el propósito de la vida humana. Ese propósito no es otro que la reunión de lo individual con lo universal, no es otro que el retorno de la gota de agua, que se había evaporado, al mar del que se separó. El mar es, más bien, la mar, un ser femenino. Es el vientre del que salió, reptando, la vida. La vida es la expresión del mar, es el mar hecho materia viviente. Y la energía que anima esa expresión inteligente, viva, creativa, del mar inorgánico que es su matriz, es la energía del amor. El amor es la energía de la que se nutre la vida.

El amor es la vibración de la vida, y esta es la manifestación del campo trascendental del que surge, del absoluto. El absoluto, el Ser, es, en la metáfora que utiliza Maharishi Mahesh Yogui, como la savia de la que se nutre la flor. Todos los aspectos de la flor no són más que manifestación de la savia. La savia no es vida, pero se convierte en vida. No tiene color, pero asume los colores más variados al expresarse como pétalo, como hoja, como espina. Y el amor es el lazo que une la flor a la savia de la que se nutre. La savia no se vé: es inmanifiesta. Las partes de la flor se ven: son manifiestas. Pero las partes de la flor se mantienen saludables, radiantes, bellas, gracias al interés que tiene la savia de seguir expresándose através de la flor. El amor es la radiancia de la vida, y es una fuerza en expansión. La vida es felicidad pura en expansión permanente. La vida es feliz de ser actividad permanente, energía y materia conformada de modos cada vez mas complejos, expresiones cada vez mayores de mayor inteligencia de la naturaleza. La vida está feliz de ser expresión de la fuente de la que brotó, del campo del que surgió. El amor es esa felicidad pura. Al practicar Meditación Trascendental ,-dice Maharishi-, contactamos la fuente universal del amor preparándonos así para darnos a los demás amorosamente. No podemos dar amor si no contactamos su fuente, que es el nivel más profundo de nuestra propia mente, del que nos permeamos al meditar. La Diosa Mar

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Como la mar, la diosa mar, es femenina, al absoluto podemos imaginárnoslo también como femenino. Nos lo hemos venido imaginando como masculino desde hace dos o tres milenios, en las culturas patriarcales y androlátricas (que rinden preferencia a lo masculino) incluida la cultura occidental. Pero el vientre cósmico al que queremos volver es la mar, y nos lo podemos imaginar como una diosa. La diosa tierra, la Diosa mar, la absoluta. Por milenios, las antiguas culturas han adorado a diosas del amor, diosas que representan el amor cósmico que cobija a todos los seres vivientes. Estas diosas eran también símbolo de la fertilidad, fuente de la vida.

El amor es, psicológicamente, reposar en el interior de la mujer, en el místico medio placentario. Nace el niño , viene del mar amniótico del vientre de su madre. En adelante, su principal anhelo será volver al abrazo acuático que duró nueve meses. Nace la vida en el planeta en los caldos primigenios del mar, moléculas que al azar se cruzan para lograr el misterio ciego del puro impulso por la vida que es la vida. Trae la mujer desde el mar misterioso de su vientre al embrión que busca sus orígenes, que viene repitiendo toda la historia de la cadena biológica hasta el homo-sapiens. Reptan los anfibios buscando habitat en tierra firme. Gatea el niño buscando sus juguetes. Venimos del mar, o, mejor de la madre mar, de la diosa Mar. La diosa tierra y sus oceanos. Luego viene la leche. El niño lacta del seno materno. Durante la lactancia, el niño y la madre comprenden el significado más profundo del amor. Esa leche que alimenta es amor que nutre. Por eso, el barón ansiará devotamente beber los pechos de la mujer. Leche líquida, caliente, nutriente, brota como manantial de sus pechos. Leche de sus pechos de leche. Agua de nuevo. Del agua del vientre al líquido mamario. Agua que alimenta y agua que alimenta. Mujer-agua que alimenta. Al agua del rio van los seres del bosque a beber. Allí esperan las ninfas. El agua es el origen, la fuente. Por eso la mujer es el agua. Y si no es la mujer-madre, es la mujer-amante. Líquidos en todo caso. Són los flujos del deseo llamándo , lustrando, el empuje del macho. O es la saliva del beso. Luna y agua, ambas invitan al sueño, ambas nos sumergen en el inconciente. Alli nos invitan a nadar. Una irresistible atraccción magnética nos impulsa a dejarnos hundir en el regazo femenino, acariciante, tibio, del líquido amniótico. Algo nos invita al reposo perpetuo entre las aguas, a la inacción total. Algo nos busca para protegernos eternamente, y nos seduce con palabras suaves hacia el útero cósmico de la madre. El yoga llama "Samadhi" a esa experiencia infinita de sumergirse en el útero cósmico, en lo absoluto, en Brahman, estado de reposo infinito de la conciencia, inactividad pura del nirvana. Agua, amor y Vida El útero cósmico es la tierra. La tierra es la gran madre que nos nutre. Los simbolismos acuáticos remiten por eso siempre al elemento tierra, a la prima materia, y a las propiedades mágicas y curativas de los minerales escondidos en sus entrañas. También al

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mercurio, el metal líquido, agua y tierra a la vez, y símbolo de la energía básica de la vida, en su forma más burda, que debía ser sublimado hasta purificarse como oro. El simbolismo alquímico abunda en adjetivaciones feminizantes para describir a la materia prima, el mercurio, el líquido-base de la sabiduría. Se trata de materia viva, no de masa inerte y mecánica como la que imagina la física Newtoniana. En el yoga tántrico pueden encontrarse similitudes evidentísimas con el simbolismo alquímico: también para el tantra el desarrollo humano consiste en purificar lo denso, lo burdo, lo pesado, transformándolo en sutil, ligero, refinado. Ese refinamiento equivale a una transmutación del amor sexual en amor religioso. La tierra es una mujer que está viva, la Diosa Gaia. Y por eso en muchas tribus era común la creencia de que todas las formas de la vida salían del vientre de la tierra, y por eso a la tierra como vientre, a la Madre, se le han dado miles de nombres femeninos. Los lugares sagrados, sitios de adoración a la Diosa, son generalmente pozos, lagunas, o manantiales de agua. En ellos se asume un contacto más cercano con la fuerza animante de todos los procesos vivos planetarios, con la íntima inteligencia organizante del mundo : el "anima Mundi". La vida procede de esa inteligencia organizante, femenina, amorosa, y acuática. El agua, la vida y el amor son simbólicamente lo mismo. Probablemente la experiencia intrauterina, registrada en el inconciente profundo, explica que toda cultura humana identifique el agua con el amor, y el agua con la vida. Por eso el agua es fuente de vida, es decir, fuente de salud. Por eso al agua se retorna para recobrar la salud : aguas termales y milagros de la virgen María junto a fuentes de agua bendita a las que acuden los peregrinos de Fatima que abandonan sus muletas. Las esencias florales son vibraciones contenidas en agua. El agua conserva la vibración amorosa de la flor. El amor es la única vibración que sana. Los remedios curan. Pero solo el amor sana. Junto al agua se crean radiaciones naturales intensificadas, que inducen una ionización de la atmosfera más propicia para experiencias oníricas y estados cerebrales de ondas alfa, asociados con menores niveles de Stress y , por consiguiente, con una mejor salud. Las sacerdotisas, chamanes, curanderas, acuden siempre al agua para invocar la salud. Los poderes curativos de los templos de Esculapio, en grecia, requerían que el enfermo se durmiera y pudiese así venir en sueños la solución. A fín de facilitar el sueño, los templos se construían junto al agua. El poder renovador del inconciente es para los antiguos el poder renovador del agua. Los mismos contextos Judeo-cristianos hablan del agua sanadora, y del amor como el poder que sana a los enfermos. Juan el bautista prepara el advenimiento de la religión del amor, la de Jesus, con baños de agua. En 1858, Bernadette Soubirous, una mujer, recoge tierra de una gruta de Lourdes en un rapto místico, hasta hacer brotar un manantial cuya agua se hizo famosa en el mundo por sus virtudes curativas : el "agua de Lourdes", agua amorosa que sana. Las apariciones de la Virgen están siempre asociadas al agua. En

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la Salette, francia, una niña y un niño dijeron observar a una señora muy luminosa, junto a un arroyo al pié del cual comenzó súbitamente a manar un manantial en pleno verano. La luna es la madre, y el amor siempre remite al poder magnético que la luna ejerce sobre los amantes. El agua es la madre. Por eso las Diosas en las culturas antiguas eran siempre Diosas lunares, y casi siempre estaban asociadas a rios, cascadas, o remansos. Por eso a los Dioses masculinos se les asocia más bien con el sol. La Diosa luna llena representaba abundancia, el fuego de la sexualidad y la unión , la energía del amor personificada por la fenicia Astarté, o por la Griega Selene, o por la egipcia Isis. Todas ellas representaban la fuerza nocturna, con sus encantos eróticos y sus amorosos secretos, con sus sabidurías enigmáticas. Lilith, la antigua Diosa Semita, personificó en sus formas arcaicas los poderes benignos de la noche . Luego, la conexión de Lilith con la sexualidad y los reinos instintivos del deseo, con los sueños eróticos y las fantasías, con el poder de la vida; hizo que llegara a representar en la cultura occidental al demonio mismo. El romanticismo es Occidental El agua amorosa y sanadora, asociada al reposo y a los ciclos biológicos, está asociada también a la sensualidad y al eros, a la sexualidad y al instinto. Pero su valoración pasó de ser positiva a ser negativa desde mas o menos los principios de la edad del hierro, y sobre todo cuando los arios, procedentes del norte de Europa, comenzaron a invadir las tierras del mediterraneo, dando origen, con los griegos, a la cultura occidental. Los arios son un pueblo guerrero, el esfuerzo y la lucha són sus valores, y no ya más el juego inocente, la dicha erótica de estar entre las fuerzas aquietadas de la vida. Para Platón es dogma, en la ciudad Griega de Atenas, en el ciclo quinto a. c. , que la sensualidad y los sentidos son el polo del que debe alejarse la educación del ciudadano culto, y en especial el filósofo. Los cultos a Dionisios, generalmente asociados a ofrendas nocturnas de sangre de cabra, en ritos propiciatorios a la fertilidad de la tierra, y oficiados por mujeres principalmente; comienzan a verse con sospecha cuando no con disgusto. Ya para los romanos cristianizados se trata de delitos paganos, condenables sin lugar a duda. Para San Agustín, sencillamente la mujer es el diablo, pues simboliza el anhelo humano del amor sensual. La cultura Judeo-cristiana, a diferencia de las que la precedieron, estableció una dicotomía radical entre el amor sensual y el amor a Dios o amor espiritual. Este último debía lograrse a expensas de la represión inmisericorde del primero. Tal dicotomía, propia de la era de piscis, con sus antítesis irreconciliables, nunca se dió, en general, en las culturas de oriente . Los templos hindúes están llenos de figuras de diosas sensuales, y la sexualidad nunca fué sinónimo de" pecado" entre los chinos o entre los japoneses. El amor ha tenido una historia diferente en occidente y oriente. En el oriente clásico, nunca existió el amor romántico, que es un fenómeno exclusivo de occidente. El amor romántico

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no es necesario donde es posible y permisible el anhelo místico de vivencias internas de fusión con el arquetipo femenino, con la mar oceano, que es el vientre del que todo surgió. Si ese anhelo está socialmente prohibido ( y esa prohibición solo ha pasado de ser explícita en la inquisición a ser tácita en el racionalismo positivista de nuestra época), no queda otra salida que conformarse con el anhelo amoroso y trágico , por imposible, de unión con una "dama de mis sueños" . Entre los orientales el amor romántico se consideraba una patología, o, en todo caso, un asunto extraño e indeseable;porque la cultura religiosa permitía canalizar ese anhelo de unidad vivencial con el universo, a través de la mística. El matrimonio no requería el enamoramiento (limerencia), sino sencillamente la conveniencia y cierta disposición amorosa y devota hacia el cónyuge (lo cual, por cierto, es el secreto de las uniones armónicas , estables, y duraderas -nada hay más corto que una pasión- ). El arquetípico deseo de ser uno con el todo, no fué reprimido por institución religiosa alguna en oriente, sino más bien estimulado y valorado positivamente. Pero a la institución religiosa occidental le interesaba más mantener la distancia entre los fieles y su Dios, para que así se conservara también la distancia entre los representantes de Dios en la tierra y el pueblo obediente. De esa distancia dependía la autoridad de la iglesia, y de esa autoridad dependía su poder político. El poder político y el poder religioso se mantuvieron mucho más diferenciados en oriente que en occidente, y por eso las instituciones religiosas orientales no buscaron tanto mantener el control de las ideas y comportamientos de los individuos, como facilitarles unos medios de desarrollo espiritual y de autonomía religiosa. Amor al Enamoramiento Según Dorothy Tennov, en su libro "Amor y limerencia" son dos sentimientos totalmente diferentes el "amor" y la "limerencia". El amar es simplemente sentir estima por alguien, preocuparse desinteresadamente por su bienestar. En cambio, la limerencia consiste en estar enamorado, es decir, no desear otra cosa que estar con el objeto amado: involucra celos, drama, temor de perder, sufrir por su ausencia. Estar enamorado es una agonía que genera un placer exquisito, e implica ansiedad, desesperación y alivio. El enamoramiento romántico es una experiencia religiosa (al modo de la religiosidad occidental) en la que la ausencia del amado o la amada es la motivación central. Consiste en anhelar, y es ansioso y masoquista. Consiste en sentirse incompleto, presintiendo que solo en el encuentro con lo amado se podría recuperar la integridad y unidad existencial. Pero esa unión es imposible, y por ello el amor romántico es siempre trágico. Romeo y Julieta, Tristán e Isolda, són sus mejores ejemplos: tales historias nos inculcan la idea de que en la vida es imposible la fusión amorosa, y por eso toda pasión anhela ante todo la muerte, único descanso del sufrimiento de los amantes. Los orígenes del enamoramiento se remontan a las épocas de los caballeros feudales del medioevo. Estos guerreros, fieles a su señor , luchaban batallas inspirados por la dama de

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sus sueños, que era generalmente una mujer casada, con quien era imposible cualquier aproximación. Se trataba de un amor casto, y sin embargo apasionado. En realidad, ni el la conocía a ella ni ella a el: eso era lo de menos. Lo que importaba era que se ansiasen el uno al otro, no que consumaran el encuentro. No era amor del uno por el otro, sino amor al enamoramiento de parte de ambos. Lo que amaban era ese dolor que sentían de no poderse unir. Ese dolor de sentirse incompletos sin el otro era lo que les atraía. El dolor del amor romántico (limerencia) es igual al amor de Santa Teresa por su amado (Jesucristo). "vivo sin vivir en mí, y tan alta vida espero que muero porque no muero", decía la santa. La mística occidental, es toda de ese corte: puesto que Dios es inalcanzable, y el ser humano no puede igualársele, ni adquirir el Status de la perfección, el religioso es un sufriente perpetuo, un adorador adolorido que se desgarra ante la imposibilidad de unirse a Dios. El cielo consiste en contemplar a Dios, no en convertirse en uno con Dios. La espiritualidad Cristiana no consiste pues en llegar a la paz aquietada de la fusión con el absoluto (como en la cultura indostánica), sino en permanecer adorando a Dios en actitud ansiosa, suplicante y sufriente. Son más santos los que más sufrieron torturas y más llagas tuvieron. En cambio, en oriente ser feliz y estar en paz es el parámetro de la realización espiritual.

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El enamoramiento es una ansiedad de estar fusionado con el todo, y al mismo tiempo un deseo de que eso no suceda para que no cese el dolor. Estar enamorado es estar apegado al sufrimiento de la separación. Amar, en cambio, es un acto contemplativo, desinteresado, puro. En el sur de Francia, hacia 1150 dc, la cultura cátara reintroducía el concepto oriental de fusión con Dios, en el cristianismo. El catarismo revivió la importancia de los arquetipos religiosos femeninos, y, por ello, aspiró a abrir un camino hacia la interioridad. Los cátaros perseguían experiencias extáticas, vivenciales, de Dios; y criticaban la fé racional, dogmática, de la iglesia como una fé vacía de contenido vital. En los dos siglos siguientes ciudades enteras fueron pasadas a cuchillo, y miles de mis'ticos cátaros fueron quemados vivos, por la inquisición. Según el texto clásico sobre la historia del amor en occidente, (Love in the Western World, de De Rougemont), el concepto Cátaro del amor, reprimido por la iglesia, persistió secretamente en los poemas de los trovadores y en el amor romántico. El dulce sufrimiento del amor romántico (limerencia) genera una sensación de estar vivo, e incrementa la conciencia corporal. Esto, obviamente, resultó herético para la iglesia. La iglesia quería imponer su autoridad, y ello requería que los individuos, en vez de sentir incrementada su vitalidad y autonomía psíquicas (que es lo que genera un mayor grado de conciencia corporal) se ajustaran servilmente al sistema de dogmas y principios formales e ideológicos, por medio de una fé racional, desconectada de toda experiencia vital interior. La iglesia se apropió del amor romántico, haciéndole perder toda su capacidad transformadora, al desviar el interés cátaro por la vida interior y sus arquetipos femeninos (con el proceso de crecimiento espiritual hacia vivencias místicas elevadas que implicaba), hacia el culto exteriorizante a la virgen María. En occidente, continúa vivo el amor romántico, porque no quedó otra pauta culturalmente permitida de canalizar el anhelo de fusión con el interior arquetípico, femenino, acuático. En el fondo, lo que busca el amante en su amada es unirse a su propia femineidad, integrarse el Ying y el Yang. El nuevo milenio verá un renacer del anhelo humano de fusión y unificación dinámica del Ying con el Yang, reprimido a todo lo largo de la cultura occidental. Conviene mantenerse alerta, porque nuestra cultura ha impedido repetidas veces expresar y realizar ese anhelo. Unas veces lo ha reprimido directamente, como en la inquisición. Otras veces ha distorsionado su significado original formalizando ritualmente la vida interior, para convertirla en el cadaver del dogma, como en la edad media luego del cristianismo vivo de los apóstoles. Otras veces se ha apropiado de ese anhelo, desviándolo hacia sus propios intereses. Ojalá no ocurra eso ahora: las estructuras del capitalismo parecen tan fuertes, que las ideas, escuelas y técnicas de la nueva era parecen cada vez más un nuevo objeto-moda

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de consumo, perdiendose asíuna vez más la posibilidad de hacer efectivo el potencial renovador del amor. El nuevo milenio ha de ser , por fín, la era del amor.

Un Nuevo Modelo Social En esta sección se propone la revisión de conceptos y creencias atravesadas por el mecanicismo, para dar paso a nuevos enfoques sobre lo social, lo económico , lo ecológico , y lo político. La base de una nueva sociedad no puede ser sino un nuevo individuo, re-educado y re-estructurado tanto en lo conciente como en lo inconciente , tanto en lo mental como en lo somático. Esto supone un cambio al concebir la relación mente-cuerpo, para superar tanto al dualismo espiritualista como al materialismo reduccionista

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La mente no es el Cerebro Los paradigmas que actualmente revolucionan la concepción newtoniana del mundo, paradigmas que fundamentan nuevas estrategias de desarrollo del potencial mental y somático humano, inciden o incidirán (-hasta abarcarlas-) en todas las areas sociales y académicas. Veremos y viviremos en un mundo plenamente amoroso, dadivoso, próspero, cuando nos hayamos puesto todos las gafas de la cosmovisión holística. Entonces la paz no nos parecerá una meta, sino un punto natural de partida: ni siquiera nos daremos cuenta de estar viviendo en paz, como no se da cuenta de que tiene las gafas puestas el que las tiene puestas. El mundo será otro porque seremos otros, porque nuestro estado de conciencia será otro, para percibir -y asimismo crear- ese mundo. Hasta ahora veníamos creyendo que el mundo estaba afuera, y que había que salir a cambiarlo. Creíamos que había uno u otro culpable, y salíamos a guillotinarlo. Inexplicablemente, una vez se creía haber cortado de raíz la causa de todos los males, brotaban otros, y había que postular otra raíz, otros culpables. Ahora nos estamos preparando para admitir, mundialmente, que el mundo no es más que lo que ponemos en el. Lo que ponemos en el es lo que proyectamos, y solo percibimos lo que proyectamos. Pero nos ha pasado como al encargado de colocar y vigilar la cinta cinematográfica en el aparato proyector, que comenzó también él mismo a chiflar y a protestar cuando comenzó a desenfocarse la imagen. Nos hemos olvidado de haber puesto y de ser responsables nosotros mismos del mundo en que vivimos. Como hace siglos se dio un giro al concebir que la tierra giraba alrededor del sol y no al revés, daremos un giro ahora para reconocer que no desde el mundo, sino desde la conciencia que lo proyecta, se transforma el mundo. Para esto será necesario que superemos la auto-imagen según la cual somos nada más que primates cuyo sistema nervioso desarrolló un órgano especial en el que tuvo origen la conciencia : el cerebro. Si el cerebro es el origen de la

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conciencia, es decir, de lo que somos -seres auto-concientes-, entonces la conciencia es reductible al cerebro, es decir, puede explicarse en términos de las funciones e interacciones neuro-fisiológicas del cerebro. Si esto es cierto, entonces la conciencia, como función del cerebro, desaparece cuando muere el cerebro. Y si el cerebro es lo primordial, entonces estamos encerrados en él, y no somos más que una especie biológica en la que por casualidad los genes mutaron de este modo. En este caso no somos la fuente desde donde se proyecta la realidad, sino una pieza más del rompecabezas de la materia. O, a lo sumo, un tipo de sistema nervioso que procesa los estímulos sensoriales en determinadas frecuencias, diferentes de las que sintonizan los murciélagos, las abejas, las moscas, dándoles una significación espacio-temporal y cognitivo-cultural específicas, con el fín de sobrevivir del mejor modo posible. Cambio de Mundos Si fueramos nada más que un animal entre otros, y dado que cada animal percibe y sobrevive en su entorno de acuerdo a sistemas de interpretación y acción que son la consecuencia del sistema nervioso que tiene, entonces estaríamos determinados genéticamente a esta perspectiva, que es la perspectiva humana del mundo, y a la manera humana -con sus variaciones históricas-de interpretar el mundo, que es la realidad que le corresponde al ser humano. En consecuencia con la cosmovisión Newtoniana, la de la era de “piscis”, uno solo puede adscribirse al materialismo biológico, que conduce al antropológismo psicológico. Estas tendencias suponen que la conciencia es un sub-producto del cerebro y que es reductible a este, y que por tanto estamos determinados , total o parcialmente, por la realidad “material” (es decir, por los genes, por la estructura cerebral , por los condicionantes linguísticos de la cultura en que nacemos ), en vez de tener una infinita capacidad para proyectar, percibir, y vivir en la realidad que libremente queramos materializar. Las posibilidades, necesariamente escasas, de mejoramiento individual y social , dependerían, entonces, principalmente, de adquirir habilidades para llegar a arreglos negociados los unos con los otros, por medio de intercambios lingüísticos. Estas negociaciones se basarían en el supuesto biológico (ley del más fuerte) de que es “natural” que cada individuo o sociedad busque ante todo su propia supervivencia y

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conveniencia, y de que solo en el caso de que beneficiar a otros repercuta en beneficiarse a sí mismo, sería “lógico” pensar en el beneficio ajeno. Nuestro mundo Pisciano ha estado desplazándose por bastante tiempo en estas ruedas. Se ha considerado al ser humano , ante todo, como una especie biológica. Una especie, por supuesto, está definida por el organismo típico que poseen sus individuos. Así que la auto-imagen del ser humano desde Darwin ha estado basada en la creencia de que somos, ante todo, este cuerpo, con este tipo de cerebro con corteza bi-hemisférica. La cultura , el lenguaje, y la conciencia, serían sub-productos de ese azar genético. ¿Será posible y necesario darle un giro de 180 º a esta cosmovisión ?. Muchos piensan que sí, y lo interesante es que no provienen sus hipótesis de preferencias espiritualistas ni de modas esotéricas, sino de la más estricta investigación científica. ¿Qué pasaría si la conciencia no fuera el sub-producto del cerebro, sino el cerebro el instrumento de la conciencia?. ¿Qué pasaría si la estructura genética, el sistema nervioso, y el cuerpo humano, fueran más bien materializaciones de la conciencia , y no azares de la materia ?. ¿Que pasaría si es la conciencia la que precede a la materia, y no la materia la que precede a la conciencia ?. Entonces, el universo sería la materialización de la conciencia, y el cuerpo la expresión de la mente. La materia estaría gobernada por la conciencia, y el cuerpo por la mente. Y el mundo, la realidad, no serían quienes determinan al observador del mundo, al intérprete del mundo, sino este a aquellos. Lo observado ya no sería el origen del observador, sino el observador el origen de lo observado. Y entonces ya el observador y su manera de observar no estarían determinados desde afuera por lo observado, sino que la manera de observar y lo observado podrían libremente ser determinados al antojo del observador. Entonces el observador ya no se sentiría obligado a -y confinado por- un cerebro egoista, sino que se sentiría en total libertad de crear observaciones gozosas de un mundo observado como amoroso y bienaventurado. Todos, inclusive los científicos Newtonianos, confesarían querer pensar de este modo. Pero no se trata de cual pueda ser nuestra preferencia, sino de cómo sea en realidad la relación entre la conciencia, la mente, y el cerebro.

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¿La conciencia es el más reciente episodio de la historia de la materia, como piensa Carl Sagan en nombre de la mayoría de sus colegas ?. ¿O la historia de la materia es la historia de las expresiones espacio-temporales del campo inmanifiesto de la conciencia, como propone Maharishi Mahesh Yogui, (fundador de la técnica de “Meditación Trascendental”), en nombre de la sabiduría védica , y haciendo eco a numerosos físicos , médicos, y científicos contemporaneos?. La buena noticia es que las últimas investigaciones en física y en neuro-fisiología dán más esperanzas a los segundos, a los “acuarianos” , que a los “piscianos”. De La Máquina al Holograma Para que se pudiera comprobar que la materia es una expresión de la conciencia, sería necesario detectar fenómenos físicos en los cuales se dejaran de cumplir las leyes de interacción causal que se supone rigen a la materia. Lo mismo sería necesario para concebir al cerebro como sede habitual pero en todo caso instrumento de la mente. Y hay una copiosa cantidad de observaciones cuidadosamente controladas que se saltan dichas leyes causales “inexplicablemente”. La materia, tradicionalmente concebida, es un conjunto de partes aislables que se relacionan entre sí mediante encadenamientos causales o interacciones observables. Por ejemplo, si el cerebro no es más que una compleja estructura material, entonces es un conjunto de células nerviosas que intercambian mensajes bioquímicos que desencadenan reacciones específicas. Bajo este supuesto , tiene que haber siempre unas primeras acciones celulares que accionan efectos encadenados posteriores. Las funciones mentales, por ejemplo la memoria, tendrían que iniciarse y localizarse en alguna parte del cerebro, para luego enviar la información a otra parte, mediante mensajes bioquímicos inter-neuronales. Pero no es así: Karl Lashley, en los laboratorios Yerkes de Orange Park, estuvo entrenando animales experimentales, para luego dañar selectivamente partes de sus cerebros, con el fín de encontrar el lugar donde la memoria de la habilidad habría quedado guardada. Sin embargo, aunque cubrió todas las secciones cerebrales, los animales no olvidaban. Un compañero de investigación, Karl Pribram, continuó con la inquietud, pero cambió la pregunta. Ya no se preguntó

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“¿donde está la memoria?” , sino “¿donde no está?”. Y descubrió que estaba en todas partes, que era lo que su amigo ya había descubierto, pero no había querido admitir. La memoria sobre todo está toda en todas partes, y por lo tanto en cada parte, en cada neurona. De modo que los recuerdos no viajan de un lugar donde están almacenados a otro donde son abiertos, ni las experiencias viajan de un lugar por donde entran a otro en el que se conservan para ser recordadas luego. El esquema de las neuronas interactuando mediantes secuencias encadenadas de mensajes bioquímicos se había caído. Cuando, a mediados de los años sesentas, Pribram leyó un artículo de Scientific American que describía la construcción del primer holograma o fotografía tridimensional sin lente, no dudó en asociar la estructura de la película holográfica con la de lo que, entonces, ya no deberíamos llamar “cerebro” sino más bién “mente”. La asociación era evidente: cada trozo, por ínfimo que sea, de una película holográfica, contiene, como patrones de interferencia de ondas, la información total del objeto holografiado. La concepción de un cerebro hecho de partes como una máquina de piezas, resultaba evidentemente más primitiva e inapropiada que la del cerebro “holístico”. Ciertamente se ha demostrado que ciertas zonas del cerebro se especializan en unas funciones y otras en otras, pero también es verdad que cuando alguna se daña hay una infinita flexibilidad de otras zonas para encargarse de esas mismas funciones, como si todas las neuronas conociesen todos los roles. Inclusive se han detectado personas que tenían, en vez de materia gris, líquido cefaloraquídeo en un 95 % de la cavidad craneal, y llevaban una vida perfectamente normal, como si el cerebro no fuera estrictamente necesario para tener una mente normal. Campo Unificado El cerebro no se comporta en muchos sentidos como un engranaje bioquímico, como un conjunto de partes separables, sino como una totalidad indivisible. A esto la física moderna lo llama “Campo”. Un campo es una red de actividades perfectamente sincronizadas en las que todo ocurre de acuerdo a un orden preestablecido y de un modo simultaneo, porque hay una correlación infinita. Estas actividades no son realizadas por actores, no son

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cualidades que podrían dejar de exhibir unas substancias o elementos esenciales, sino que son dinámicas sincronizadas a otras dinámicas. Estamos casi absolutamente desacostumbrados, en nuestro mundo cotidiano, a tal clase de eventos. Normalmente percibimos que a unas cosas les siguen otras, y a las primeras las llamamos causas. Además, nos parece normal que haya siempre, detrás de una acción, alguien o algo que la realiza. Ese algo, el actor, nos parece que puede independizarse de su acción. Por ejemplo, a la orden del jefe siguen las obediencias encadenadas de los empleados, y no nos cabe imaginar que haya una orden que cumplir sin alguien que la haya dado. Pero los “campos” no son así. En un campo electromagnético no hay unos electrones que mueven a los otros, ni electrones que pudieran independizarse de las actividades electromagnéticas. Nuestro lenguaje nos impide entender la física, porque los verbos, que indican acciones, siempre se asignan a personas del singular o del plural, que indican actores. Pero los electrones nos sòn substantivables, no son cosas que actuen , sino acciones , interacciones, fluctuaciones, rizos del campo electromagnético. Y el Campo electromagnético no es más que una fluctuación del Campo electrodebil, y este nada más que una fluctuación del campo supergravitatorio, y este la primera manifestación del infinito potencial fundamental del que todo ha surgido: El Campo Unificado. La naturaleza abunda en ejemplos de conductas de Campo, de conductas holísticas, así que no debiera sorprendernos que el cerebro sea un caso de ellas. La conformación de un termitero, de una colonia de abejas, el aprendizaje -en primates , en aves, en ratas- de conductas no imitadas ni heredadas sino transmitidas por ”Campos Morfogenéticos”, la especialización de las células en el proceso embrionario, la perfecta y simultanea sincronización en el giro de orientación del nado de un banco de peces (no hay un pez que gire primero y al que luego imiten los otros, sino que todos saben “telepáticamente” cuando y cómo moverse) , son todos procesos holísticos. Solo que no habían sido reconocidos como tales por los científicos mecanicistas, porque nadie vé sino lo que espera ver. Si el cerebro opera como un campo en el que las funciones mentales están distribuidas holográficamente, o en el que cada sección tiene un potencial

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holográfico, entonces resulta más apropiado pensar que las neuronas son los medios de propagación de dicho campo, y que el campo precede a las neuronas y es distinto de ellas. Entonces, este campo es la mente, y la mente no es el cerebro, ni es reductible a este. Un campo no es su medio de propagación, ni su medio de recepción, ni su medio de emisión, sino la red de energía que da forma, es decir, que informa, a sus medios de propagación. Por ejemplo, la in-formación sobre cómo ha de especializarse cada grupo de células de un embrión de libélula para dar origen a un organismo adulto, no está contenida en las células. Si lo estuviera ¿cómo se explica que, si se corta en dos el embrión en formación, alterando el plan original de desarrollo, cada grupo de células se arrepiente de los procesos de especialización que seguía, para readaptarse de modo que resulten finalmente dos embriones completos más pequeños?. ¿Cómo hacen para darse cuenta las células pre-encefálicas de que ya no hay otras células convirtiéndose en alas, porque han sido cortadas?. No se han encontrado mensajeros bioquímicos que pudieran estar transmitiendo esa información, porque además parece ser que todas las células se enteran inmediatamente, y no después de un tiempo que podría demorarse un mensajero en ir a avisar . Lo mismo sucede respecto al cerebro: todas las neuronas funcionan en interconexión perfecta -y aunque no estén conectadas por proximidad espacial lo están de modo no local en el campo-, en perfecto estado de correlación. El campo in-forma a las células embrionarias exactamente al mismo tiempo sobre cómo va todo en todos lados. La mente in-forma al cerebro del mismo modo, como el software en un computador dá instrucciones al hardware. Lo sutil precede a lo Burdo La mente es información, información pura. Así como un software no es más que un tejido matemático de códigos binarios, que usa microchips para traducirse a códigos visuales y linguísticos en una pantalla, la mente es pensamiento, pensamiento puro, inteligencia pura, que usa códigos neuroquímicos en transmisiones neuronales para materializarse en ideas, lenguaje, acciones, decisiones, movimientos corporales. El Hardware del computador solo es un medio de expresión de un conjunto de fórmulas matemáticas. El cerebro es solo el hardware de la conciencia.

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Diríamos entonces que la conciencia tiene tendencia a actuar en el cerebro, como el software está concebido para actuar mediante el hardware. Pero el software no es reductible al Hardware, porque un conjunto de michochips y de piezas mecánicas no es jamás igual a un conjunto de fórmulas matemáticas. Ni la mente y el pensamiento són jamás iguales a un complejo entramado de señales bioquímicas inter-neuronales. La mente es un campo. Y un campo no es una substancia, sino una estructura. El algoritmo matemático tampoco es una substancia, sino la estructura de un programa. La Mente que Observa Hemos, pues, distinguido la mente del cerebro. ¿Y qué hemos logrado?. Hemos descubierto que lo sutil precede a lo burdo, lo estructura, le dá sentido. Hemos comprendido que el cerebro es lo observado por la mente, que es un objeto pensado por la mente, que el cerebro no es el observador. La mente es el observador, y lo observado es su creación. El observador puede crear libremente las observaciones que prefiera, como cuando un físico crea observaciones sobre partículas elementales que se comportan según sea el antojo del observador (4). La observación crea lo observado, el sujeto es dueño del objeto. Por lo tanto, y oigase bien, el mundo es lo que queramos que sea el mundo. Somos los únicos responsables de la realidad, porque no hay una realidad por fuera de lo que somos, sino la misma realidad en la que somos. Como el observador no es un producto de lo observado, como la mente humana no es un sub-producto de la evolución biológica, entonces somos libres, absolutamente libres. Pero ¿qué es el observador?. Y aquí viene lo más maravilloso: el observador es un campo dentro de otro campo, una mente dentro de otra mente más extensa pero igual a la que se le llama “Universo”. La mente no es más que una ola del mar infinito de la conciencia. Porque el universo -nos dice la física cuántica- es como una muñeca rusa dentro de la cual hay otra , dentro de la cual hay otra: hay un campo fundamental, del que han emergido cuatro olas, rizos, o campos básicos de la naturaleza (electromagnético, gravitatorio, fuerte y debil), de los que han emergido diversidad de olas,

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rizos, o campos morfogenéticos de conciencia e inteligencia que se expresan mediante hardwares llamados plantas, flores, animales, y seres humanos. Si el observador, la mente, se aquieta, entonces sucede lo que a una ola que se aposenta en el mar del que surge: la ola se dá cuenta de que su naturaleza es el mar. La ola realiza este pensamiento: “soy el mar, puedo por tanto hacer cualquier cosa que pueda hacer el mar”. Es como si el observador se realizara a sí mismo como observador, al liberarse de la observación. El observador puede aquietarse, puede suspender por un momento el hábito de observar, de hacer observaciones, y de crear lo observado. Cuando esto ocurre -y se sabe que ocurre al practicar “Meditación Trascendental”-, entonces el cerebro entra en un estado más aquietado y armónico, se produce un estado de sincronía de ondas cerebrales entre los dos hemisferios, y se experimenta un estado de conciencia en el que no se duerme, ni se sueña, ni se está vigilante. Este estado suspendido de la mente puede ser muy importante para que el observador se acostumbre a no quedar atrapado por lo observado (lo que Deepak Chopra llama, utilizando un término de Maharishi Mahesh Yogui “el error del intelecto”), y para que se nutra del potencial infinito de ese otro gran observador idéntico a él -pero en una escala más amplia- que es la divinidad. Así como la ola resurge poderosa solo si acaba de experimentarse a sí misma como idéntica al mar, asimismo el observador resurge capacitado para crear un mundo donde reine el amor solo si acaba de nutrirse del potencial infinitamente dadivoso , bienaventurado y creativo del campo fundamental de la creación, del mar inmanifiesto de la conciencia pura, es decir, si acaba de trascender, si acaba de meditar.

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El dinero: solo un símbolo El tema del dinero, -sin duda-, es resbaloso y dificil, sobre todo en el contexto del desarrollo personal y espiritual, del que ha estado excluido tradicionalmente. La sola palabra “dinero” pone a muchos en alerta. Resulta hasta sospechoso el hecho de que para alguien interesado en su evolución y en la del planeta pueda ser un tema importante. ¿Se trata de un avaro?. ¿De un materialista?. ¿ De un oportunista ?. ¿De un falso profeta?. ¿De un manipulador de conciencias?. ! Ese asunto ni siquiera debería tocarse¡. Con tanto despliegue, en los medios de comunicación , sobre problemáticas de sexualidad, ese ya ha casi dejado de ser un tabú. Pero falta evidenciar el otro gran enigma de occidente. La sociedad capitalista está llena de cifras, gira en torno al dinero, se obsesiona por el, pero poco se pregunta por su caracter y por su sentido. Tan poca reflexión sobre lo que tanto nos ocupa es la causa de que el dinero nos ocupe la vida, nos colonize el alma, y nos deje vacíos, sin amor. Le echamos la culpa al dinero de todos los vacíos morales que corroen nuestra sociedad, cuando el problema no está en la existencia del dinero sino en la inexistencia de una concepción y de un estado de conciencia que reestablezca su función original. El dinero es lo que proyectamos sicológicamente- en él. Para una mente egoista significa placer propio, opresión a los demás, explotación del trabajo ajeno, mecanismos de dominio. Para una mente expandida el dinero es otra cosa. Un símbolo es algo que remite a algo, que evoca un objeto. Y el dinero es un símbolo, solo eso. Originalmente un disco de oro no significaba un disco de oro, sino tantas ovejas o tantos bultos de semillas, y el trabajo humano correspondiente a la cría de esos animales o a la recolección de esas semillas. Pero luego el papel moneda pasó a simbolizar tantas monedas de oro, y ahora una cifra numérica en la pantalla de un cajero automático pasa a representar tantos papeles moneda de tal o cual denominación. La cosa se vuelve cada vez más abstracta, porque el dinero no es ahora más que cierta información matemática grabada en una red de cómputo, traducible en cierta cantidad de

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papeles dificilmente imitables llamados billetes. Y , sin embargo, por carecer de esa información, millones de personas en el planeta viven en la miseria. ¿cómo puede algo tan abstracto volverse tan importante?. Dinero y Trabajo Diría Marx que, en esencia, lo que simboliza el dinero es el trabajo humano. Por supuesto, la primera tergiversación de ese símbolo consiste en que el dinero pueda multiplicarse a sí mismo sin que alguien haya trabajado durante el proceso. A eso se le llama ganar interéses, y es un invento judío que consiste en prestar símbolos del trabajo humano a alguien que necesite conseguir con ellos algún producto del trabajo humano ( comida, vestido, etc), pero a condición de que se devuelvan más símbolos de trabajo humano que los que se prestaron. Es la forma más inteligente de obtener símbolos sin habérselos ganado, con la ventaja de que es un método que nadie cataloga como robo porque no implica la sustracción directa de objetos a otras personas. Comparar un tipo de trabajo con otro es definitivamente algo muy complejo, y por eso resulta algo azaroso intercambiar los productos de ambos trabajos. La consecuencia de esa dificultad es que se termina, no intercambiando lo simbolizado, sino los símbolos; no el trabajo, sino el dinero. Si el criterio escogido es el de la cantidad de tiempo empleado, entonces tendría que canjearse con exactitud un producto por otro en términos de horas de trabajo. Pero las horas de trabajo de un agricultor no són iguales a las de un obrero de la construcción, porque una planta de maìz necesita ser cuidada por meses pero la labor de regarla y protegerla viviendo a su lado no parece comparable a la de clavar puntillas y colar arena. Ambos trabajos son indispensables, pero no semejantes. Entonces ¿cómo determinar cuantas mazorcas equivalen a una casa de ladrillo, o cuántos minutos de echar pala corresponden a una libra de maíz molido?. Y, en todo caso, cuando crecen la cantidad de productos que uno quiere conseguir, la cantidad de mediaciones laborales requeridas, y la cantidad de personas con quien se quiere intercambiar , se vuelve inoperante el procedimiento de conversar con el otro productor para llegar a un acuerdo sobre el intercambio. Sencillamente no hay tiempo para eso, ni está presente el productor o productores del objeto que se quiere usar.

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Por otra parte, si el criterio es el de la educación y habilidades requeridas para ofrecer un servicio o producto, estas tampoco son fácilmente observables y comparables. En últimas, lo que decide la proporción de intercambio de un producto por otro es la necesidad y urgencia que se tenga del mismo, ( que depende de su facilidad o dificultad de consecución ) , la generosidad o avaricia de los sujetos involucrados, y el valor de intercambio que se acostumbre en la sociedad respectiva. Esa proporción de intercambio, sujeta a tantos azares que parece del todo arbitraria, es el dinero. Lo que cuesta una cosa es el número de veces o el tipo de trabajo que cuesta hacer o producir alguna otra cosa a cambio, según unos criterios de comparación sobre los que nadie se ha puesto de acuerdo, que nadie conoce, pero que implican unos valores de cambio que se consideran normales hasta que alguien se queja. Un trabajo y su producto se vuelven importantes si hay pocas personas capaces de realizarlo y muchas necesitadas de adquirirlo , y entonces se cambia por el fruto de muchos más trabajos más sencillos de ejecutar y menormente demandados , que entonces se devalúan. El punto clave es que la demanda social por cierto tipo de servicio depende del nivel de evolución de la sociedad y de su sistema de valores. Como la transición a la nueva era es el salto a un nuevo sistema de valores, interpretaciones y conductas, entonces es de esperarse que surja un nuevo modo de comparar unos trabajos y productos con otros, o que inclusive cese el hábito de comparar. Lo Mejor para Todos Los trabajos mejor valorados en nuestra sociedad occidentalizada són los de tipo Yang, masculino. Todo trabajo que implique pensamiento lineal, dirijido hacia lo tecnológico, lo pragmático, lo científico, lo objetivo; recibe mayor importancia monetaria que lo que implique afectividad, sensibilidad, emotividad, sociabilidad e introspección. La dimensión femenina, Ying, intuitiva, holística, onírica, ecológica, interior, es la dimensión reprimida y subvalorada por nuestra cultura patriarcal. Este sistema de valores nos hace tomar como normal que a una madre nadie le pague por formar amorosamente a sus hijos, o que un artista no tenga derecho a la seguridad social, o que un educador colombiano promedio tenga que dictar cuarenta horas semanales de clase, y corregir trabajos otras veinte, para medio vivir de su profesión.

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Con la nueva era no se invertirán las valoraciones dadas a las actividades Ying y Yang, sino que se integrarán dinámicamente. Retribuir más generosamente los diversos tipos de trabajo humano supone destruir los esquemas jerárquicos, pirámidales, monárquicos de la cultura patriarcal. Pero cuesta trabajo no aplicarle a todo la categoría de “superior” o “inferior”, “mejor” y “peor”. El dualismoes el lastre más pesado de la era de piscis. El nuevo sistema de comparación de unos trabajos con otros, ya no podrá estar basado, por tanto, en la distinción , sino en la similitud. Ya no en la exigencia, sino en el ofrecimiento. Ya no en la lógica de lo máximo para mí y lo mínimo para tí, sino en la de lo mejor para ambos mediante nuestra mutua colaboración. Es la lógica que ya los japoneses están aplicando, y que los ha puesto en la vanguardia del desarrollo mundial. Si el dinero es un parámetro de comparación basado en la observación de las diferencias , y el amor es un estado de fusión en el que estas desaparecen, entonces ¿desaparecerá el dinero cuando entre en pleno el sol de la nueva era?. ¿Qué sistema existirá para ofrecer y recibir servicios y productos ?. Ese momento no parece demasiado próximo. Se derrumbó el socialismo, que tampoco era el paraiso, y parece en auge el capitalismo, aunque algunos auguran su declive cuando se derrumbe el castillo de naipes de la especulación cambiaria de las grandes bolsas. Mientras tanto, diversas escuelas de estilo “Nueva Era” proclaman una nueva concepción del dinero. Algunos, por ejemplo, destacan la relación del dinero con nuestra creatividad interior y nuestra apertura mental hacia la abundancia. Todo esto está bien, pero hay un “pero”: la ingenuidad mentalista. La Ingenuidad Mentalista Habiendo descubierto que la capacidad humana para el éxito tiene íntima conexión con el desarrollo del potencial mental, algunos exitólogos han

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afirmado que la situación económica de cada persona es el fiel reflejo del nivel de armonía y creatividad que haya logrado cultivar en su mente. Esto es cierto: una persona tensa y angustiada no puede resolver bien los asuntos que se le presentan, y eso perjudica su nivel de ingresos. Pero que no sirva de excusa esta observación psicológica para deducir que las desigualdades en oportunidades e ingresos no existen en la sociedad, y que por tanto los que viven en la miseria se merecen su situación por no querer explorar las potencialidades de su mente. La miseria tiene factores sicológicos importantes, y lo prueban a diario todas las conciencias apagadas y resignadas que deambulan por el mundo sin querer hacer algo por sí mismas. Las circunstancias sociológicas són, sin embargo, igualmente reales. Hay ciertas versiones de la concepción oriental del “karma” que hacen eco con la buena conciencia burguesa , y que permiten que se sigan organizando eventos “in” de tipo esotérico, diseñados , sin embargo, solo para las clases pudientes. Que bueno que las clases dirigentes se sensibilizen hacia la “nueva era”: de seguro eso se reflejará en eventos esotéricos realizados con criterios menos elitistas, y de la misma altura y calidad que los organizados hasta ahora. El dinero, por sí mismo, no es evolutivo ni involutivo, así que no es reprochable ni alabable por sí mismo el hecho de que se esté moviendo mucho dinero en actividades, cursillos y eventos del más variado tipo. Todo depende de las intenciones que precedan a los actos, pues lo que prostituye una actividad espiritual no es que se cobre o nó, sino para qué se cobra. Y está perfectamente bien que todos aprendamos a atraer la abundancia de la vida. La vida es abundancia, abundancia infinita. Pero para percibirla de ese modo se necesita expandir la conciencia, ir más allá de la zona estrecha, limitada, de la mente, es decir, más allá de la mente conciente. Diversas influencias educativas han cultivado en nosotros, no una conciencia de nuestras infinitas posibilidades creativas, sino de nuestras limitaciones y estrecheces. Hemos crecido en la conciencia de escasez, y tenemos que educarnos para la conciencia de abundancia. En un caso y en el otro la relación que establecemos con el dinero varía fundamentalmente. Si hemos crecido con el dualismo moral de la era de piscis , de seguro el dinero nos produce culpa, y, o bien no lo disfrutamos, o bien no lo atraemos. Si confiamos en la generosidad ilimitada del universo sucederá lo contrario.

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En general, se necesitan tres elementos para atraer el dinero: que trabajemos en lo que más nos guste, que valoremos por lo más alto el servicio que ofrecemos a los demás con nuestro trabajo, y que estemos conectados con la fuente infinita de abundancia que está en la zona trascendental de la mente, mucho más allá de la mente conciente. Todo esto, acompañado de una actitud receptiva y abierta hacia la infinita felicidad que merecemos de la vida, nos hará millonarios pronto, y a todos por igual, sin distinción. Un millonario es una persona que no tiene ni cinco centavos en el bolsillo, pero piensa en tener un Mercedez Benz último modelo, y recibe al rato una llamada de un amigo que se va para Europa, y quiere pedirle el favor de que le cuide el Mercedez por un año. Se pueden hacer votos de pobreza monetaria sin que se supere la avaricia o ansiedad sicológica, y se puede experimentar la riqueza económica sin que haya la más mínima atadura hacia el dinero. Un miserable es una persona que tiene millones de dolares en sus cuentas bancarias, pero desea una relación afectiva enriquecedora, y sin embargo no ha podido conseguirla . En realidad, lo que cuenta no es la cantidad de dinero que se tiene, sino la capacidad que se desarrolle para satisfacer diversos tipos de deseos. A veces, eso sí, con una mayor capacidad mental para materializar deseos, se materializa también más dinero. Generosidad en Retorno Como el dinero que se posee -cuando está bien ganado- no es más que un símbolo del valor de cambio que tienen los servicios que uno le presta a la sociedad, entonces es natural que la propia estima que uno tenga sobre el oficio que uno ejerce incida directamente en lo que uno gana. Si demeritamos, conciente o inconcientemente, nuestras habilidades y conocimientos, obviamente transmitiremos esa imagen empobrecida de nuestro rol social a los demás, quienes de inmediato valorarán con menos dinero nuestro servicio. Lo contrario sucederá si amamos profundamente lo que hacemos y lo que somos: haremos entender a los demás que lo que hacemos por ellos lo hacemos con gusto y con amor, que es hermoso , y que lo que reciben es un privilegio, y les haremos sentir que lo que dan a cambio se queda siempre corto. Si ellos hacen lo mismo con su trabajo, todo el

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mundo comenzará a ganar más. Normalmente se puede proyectar esa imagen si uno está dedicado a hacer lo que más le gusta. Siempre será facil espantar beneficiarios de nuestros servicios transmitiéndoles el tedio que nos produce trabajar en eso que les vendemos, y que obviamente no concebimos como un servicio a prestar sino como un engaño en el que los estamos forzando a caer. Para que el dinero llegue con facilidad, es necesario igualmente que valoremos mucho el trabajo de los demás, y que simbolizemos nuestra gratitud pagándoles con alegría y de un modo generoso. Eso nos ayudará a ya no sentir verguenza al cobrar: más bien hay que sentirse orgulloso de haber hecho algo bueno por los otros. El dinero es energía que debe circular fluidamente, porque a una represa no entra agua por un extremo si no sale por el otro. Si el agua se queda estancada corre el peligro de pudrirse. Lo que más frena el flujo de dinero es el temor de perderlo. Cuando, por ejemplo, una guerra o una catástrofe mundial atemoriza a los que tienen atesorado el dinero, estos lo retienen para que les dure más durante la crisis, y, si la mayoría hace lo mismo, la gente se queda sin capacidad adquisitiva y viene una depresión en las bolsas. En épocas difíciles es responsabilidad de los atesoradores poner a fluir con generosidad la energía simbólica que poseen. Rebajar y pedir rebaja són hábitos desaconsejables, demasiado comunes entre los latinos. Lo primero significa reducir la autoestima, y lo segundo subvalorar al prójimo. Claro que no siempre es justo el valor de cambio de nuestro trabajo por el del ajeno, pero en ese caso conviene, no rebajar, sino demandar de entrada una cantidad menor que la usual. El dinero, en síntesis, se puede convertir en una expresión de nuestro amor por el trabajo ajeno, y en una sensación de plenitud por el trabajo propio. No es el demonio pecaminoso que nos han pintado algunas religiones y escuelas espirituales dualistas, sino una energía mental que, bien utilizada, puede multiplicarse al infinito hasta permear a la población del mundo entero. La abundancia es plenitud por lo que uno hace y por lo que los demás hacen por uno, y el dinero es una manifestación de gratitud mutua entre los seres humanos. Si en el corazón humano no hay gratitud se genera de inmediato la pobreza.

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La “Lógica” del Consumo Mentes insatisfechas y ansiosas, vacías interiormente, se volcarán hacia el mundo externo en busca de placeres finitos que una vez saciados solo traerán más sensación de vacío y más dependencia de placeres finitos. En búsqueda angustiosa de saciedad, esas mentes comienzan a competir con otras en una rapiña por el Status, el poder, el placer sexual, la fama, los lujos. estas fuentes de placer no son “malas” sino incompletas. Y este fenómeno, generalizado, se convierte en la lógica de la sociedad de consumo. La rapiña consumista es el opuesto de la gratitud y el principio de la miseria interior (cualitativa) y de la pobreza social ( distribución cuantitativa injusta). Los diversos métodos mentales de visualización y autosugestión que se ha puesto de moda practicar para atraer dinero y satisfaccciones externas, solo tienen un valor total si pueden permitirle a sus practicantes superar la sensación de vacío interior y ansiedad de consumo. Pero como al visualizar se hace contacto, no con la fuente trascendental del pensamiento y de la energía, el “Campo Unificado” del universo, sino con los niveles vibracionales burdos de la mente, los de la mente conciente, visualizadora y pensante, en frecuencias electroencefalográficas beta y alfa, entonces no basta con practicar afirmaciones sobre la abundancia, aunque ciertamente es aconsejable. Un estado de plenitud mental total y fundamental debe ser cultivado en cada individuo del planeta para que, cesando el temor y la angustia sicológica, fluya la gratitud, el amor, y el dinero, en la estructura social nacional e internacional. Y esa fuente de abundancia infinita está aquí mismo, en el nivel trascendental de la mente , más adentro de la mente conciente. Es un estado de conciencia que los antiguos sabios védicos llaman el Ser, o la conciencia pura: un estado de completa autoreferencia mental, de absoluto silencio interior, de bienaventuranza infinita trans-personal en el que nada se anhela o se necesita porque se es la fuente de todo. El método para experimentar ese estado mental, según Maharishi Mahesh yogi, representante moderno de la tradición védica, recibe el nombre de “Meditación Trascendental”. Cuando se establezca ese estado de plenitud a toda hora, no solo al meditar, sino también al salir de la meditación, entonces fluirá la

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abundancia en el planeta, y descenderá el cielo a la tierra. La humanidad disfrutará no solo de plenitud material, sino de infinita plenitud espiritual, al mismo tiempo. Y eso será el pleno sol del mediodía de la nueva era que está amaneciendo.

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HACIA UNA ECONOMIA ECOLOGICA

Las nuevas búsquedas, las del nuevo milenio, corren por diversos caminos. Y eso el lo prometedor: que no se esté tomando uno solo de ellos como el único valedero para construir el nuevo milenio. De lo contrario, se recaería en la intolerancia, se repetiría el absurdo que ya han venido dramatizando las guerras religiosas y las revoluciones violentas. A alguien se le ocurrió catalogar todas estas nuevas exploraciones como “Nueva Era”, pero el término ha creado confusión, porque ha hecho creer que hay alguna institución o movimiento espiritual en el mundo con ese nombre. Pero resulta que no hay tal. No hay un discurso unificado, ni un dogma estructurado, ni un catecismo por promulgar. No hay una sola verdad, porque entonces habría imponérsela a otros, y de toda imposición es de lo que huye. Tampoco implica una ideología política o económica, pero ,como supone un nuevo mundo, invoca a repensar la política y la economía.. Los adherentes a ideas y prácticas "Nueva Era" no son ni escépticos ni fanáticos revolucionarios, pero no quieren evadir temas de tipo social, económico, o político. Entienden que lo básico es el desarrollo personal, la expansión de la conciencia, el incremento de la felicidad interior. Pero saben que la prospección natural de esos procesos individuales es la creación de interacciones sociales conducentes a la prosperidad económica y a la honestidad política. La opción actual, una vez "desaparecido" el bloque comunista soviético, parece oscilar entre el capitalismo neo-liberal y el capitalismo social. La pretensión utópica del primero es que liberando la competencia en el mercado se producirá una mejora en la calidad de la producción, acompañada de un aumento de riqueza que beneficiará, directa e indirectamente, y tarde o temprano, a toda la población. La acumulación de capital en manos de unos pocos no sería problema, pues dicho capital tendría que invertirse para producir más capital, y esa inversión traería, necesariamente, un incremento del empleo y una redistribución de la riqueza. El "capitalismo social" duda de que ello ocurra, y por eso prefiere un estado más capaz de intervenir sobre el mercado, y más enfocado en la inversión en proyectos de beneficio social que posibiliten la distribución equitativa de riqueza y oportunidades. La realidad económica internacional, sin embargo, parece haber ya seguido el primer camino. Una tercera parte de la población mundial vive de la inferioridad tecnológica e industrial de las naciones menos competentes. Los paises del tercer mundo tienen que decidirse por la dependencia de las naciones ricas y de sus inversiones, que generalmente significan el deterioro medio-ambiental del "tercer mundo", si es que quieren no "quedarse atrás" en el "crecimiento" económico y "tecnológico" mundial.

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Si rompen la dependencia de la inversión y de la oferta trans-nacional, disminuyen el ritmo de desarrollo. Pero si hacen lo contrario, y se integran a la lógica de la dependencia, se hacen cómplices del deterioro medio-ambiental. Conforme aumenta la riqueza en las naciones "desarrolladas" , aumenta el consumo de energía por parte de las mismas. Las fuentes de energía no renovables, agotadas o insuficientes en los territorios de los paises ricos, disminuyen en los paises pobres. Los paises ricos pretenden que no habrá problema cuando se acabe el petroleo o el carbón, porque para entonces ya se habrán desarrollado y popularizado tecnologías "avanzadas" de producción de energía. Califican, por ejemplo, de "avanzada" a la tecnología de las plantas nucleares. La energía nuclear entraña enormes riesgos para la población, como ya se demostró en Chernobyl. Además, los desperdicios nucleares radiactivos són altamente tóxicos, y solo dentro de 500 millones de años serán inofensivos. Mientras tanto, 575 millones de desechos líquidos y miles de kilos de plutonio tendrían que permanecer herméticamente sellados para no dañar a la población. Medio kilo de plutonio repartido uniformemente sería sificiente para producir un cancer de pulmón a toda la población actual del mundo. Problemas que le Convienen a Algunos La inversión en investigación sobre métodos de sellado y preservación hermética de desechos nucleares, es ridícula en comparación con la inversión en más plantas nucleares productoras de desechos. Una catástrofe natural sería suficiente para romper los contenedores, y es sumamente caro botar los desechos en el espacio exterior. Es como si nos estuviéramos comiendo cápsulas llenas de sangre contaminada con virus del SIDA, esperando tener la buena fortuna de que nunca revienten en el estómago. La energía solar no es nada dañina, pero aún no se populariza. Dá más dinero extraer petroleo y multiplicar el parque automotor, porque de los derivados del petroleo se hacen fertilizantes químicos. Estos sirven para empobrecer la tierra cultivable, sobre todo si se fomenta el monocultivo. Una vez desnutrida, los campesinos se tienen que endeudar para comprar más fertlizantes e insumos que empobrezcan más la tierra , de modo que puedan endeudarse más. Los cultivadores adeptos a lo orgánico són menos competitivos, porque tienen que sostener el policultivo, de modo que pueden vender menos de cada producto. Los compradores del producto no están interesados en compras menudas, porque són más costosas de recoger y de procesar industrialmente. A la industria farmacéutica tampoco le convienen los cultivos orgánicos. Una gran cantidad de enfermedades se produce como resultado de una mala nutrición, la cual solo es posible si los publicistas convencen a los consumidores de que los enlatados son excelentes, de que es mejor darle la proteina del arroz al ganado de engorde, y de que los preservativos y colorantes artificiales son la chispa de la vida y la decisión de la nueva generación.

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El cuerpo médico alopático recibe cuantiosas ventajas de cada entrevista con los visitadores domiciliarios, representantes de las casas farmacéuticas, que les dán promociones proporcionales al número de drogas nuevas y de nombres extraños que pongan a comprar a sus pacientes. Estas drogas tienen efectos secundarios. que interfieren con los sistemas naturales de auto-sanación del organismo humano, produciendo nuevos malestares que requerirán el consumo de más drogas dañinas que incrementarán la riqueza de los industriales farmacéuticos, de los vendedores de pesticidas e insumos agrícolas, y de los que extraen y procesan el petroleo. Las instituciones educativas, concientes o no de ser los títeres de la industria y del sistema de intereses multinacionales , refuerzan el proceso de deterioro de la salud individual y medio-ambiental inculcando estilos cognitivos fragmentarizadores en sus estudiantes. Los especialistas no entienden de totalidades, sino de partes, y están poco entrenados para conectar unos temas con otros y establecer diálogos interdisciplinarios. De este modo, no conocen el hecho de que participan en un macro-sistema patológico y absurdo que no conduce al progreso y bienestar, sino a la crisis ecológica, económica, política , sicológica y somática del mundo contemporaneo. Cada quien siente que lo está haciendo bien, y con buenas intenciones, y que aporta su granito de arena al "progreso de la humanidad". La ventaja de no ampliar la propia conciencia es que se libera uno de cualquier responsabilidad. La conciencia ecológica es incongruente con el especialismo profesionalizante que se inculca en las universidades. La cosmovisión Newtoniana del mundo sigue siendo el paradigma educativo y universitario. Curiosamente, la visión fragmentada de la realidad, y la dispersión del conocimiento en asignaturas y profesiones aisladas recíprocamente; surgió al tiempo con el auge de la industrialización y con el regimen de la plusvalía. Se prohibió toda visión "holística" del mundo. "Holístico", que es lo opuesto de fragmentario, viene de la raíz de la que viene la palabra inglesa "holly", que significa "sagrado". De ahí mismo viene "Health", que significa "salud", y "heal" que significa "sanar". No resulta extraño que el sistema económico nacional e internacional esté, por lo tanto, enfermo. La prosperidad de los paises ricos es solo momentanea. Aunque los recursos no renovables pudieran suplantarse por tecnologías no tóxicas de generación de energía, lo cierto es que la pobreza aumenta en los paises pobres. Una parte de la población pobre languidece en las ciudades sumándose al deterioro social que es la matriz de la violencia urbana, mientras otra parte , buscando sobrevivir, arrasa con los pulmones del planeta en busca de tierras nuevas para la ganadería y la agricultura, que pronto quedan estériles. La erosión aumenta a un ritmo que no superan las políticas de reforestación, y se afecta el ciclo hidrológico planetario y el ecosistema en general. Como el planeta es un gran ecosistema, las naciones ricas no serán ajenas al proceso de desequilbrio ambiental, y la riqueza acumulada será inutil para costear el altísimo precio que tendrá la producción de alimentos en un planeta sin tierras fértiles.

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La gran pretensión de la economía moderna, tanto capitalista como comunista, es que pueda existir crecimiento económico ilimitado en un planeta con recursos limitados cuyo equilibrio socio-ecológico e internacional se derrumba en proporción al crecimiento económico que se alcanza. No todo es maximizar El pensamiento económico moderno es maximizador, es decir, pretende la producción y acumulación ilimitada de bienes y servicios. Pero la naturaleza no funciona de ese modo, sino que se rige por el principio de la ciclicidad, bien conocido por la biosofía china del taoismo: cuando se llega al máximo de algo, comienza a haber menos de ello y cada vez más de lo contrario. Por ejemplo, cuando el verano llega a su pico más elevado, comienza a disminuir la temperatura y empieza a acercarse el otoño. Y cuando el frío del invierno ya es insoportable, comienza a aumentar la temperatura y a acercarse la primavera. El ecosistema planetario es semejante al micro ecosistema de un organismo vivo. El enorme crecimiento demográfico de las últimas décadas es semejante a una reproducción masiva de virus en un proceso infeccioso. Cuando aumenta la cantidad de virus invasores, el organismo trata de matarlos subiendo la temperatura. Generalmente los virus no "escuchan" la advertencia. Entonces sube aún más la temperatura, y puede suceder una de dos cosas: o el organismo gana y los virus mueren, o el organismo muere y los virus mueren como consecuencia de la muerte del organismo del que vivian. En ambos casos, los virus mueren. Algunos sobreviven al pasar a otro organismo, pero ello no parece inmediatamente posible para los habitantes de la tierra, pues nuestro desarrollo tecnológico es muy precario para sobrevivir en otros planetas cercanos. Es probable que el planeta tierra se "defienda" del daño ecologico?. Es que acaso "siente" o "sabe" lo que puede ocurrirle si la patología del sistema mundial continúa con su lógica maximizante ?. Desde el siglo XVI nos estamos habituando a concebir el mundo geobiótico como una red de causalidades mecánicas, desprovistas de propósito e inteligencia, y por eso no nos imaginamos protagonismo posible alguno del ecosistema para autopreservarse. Sin embargo, todo sistema vivo tiende al equilibrio interno. Pudiera ser que el pico ya se hubiera alcanzado, y que el inicio del cambio hacia un sistema de valores compensador hubiese ocurrido alrededor de los setentas, que tantos movimientos sociales han propulsado hasta hoy, incluyendo el de la "nueva era". Pero , qué tan a tiempo estamos actuando ?. Es necesaria una reformulación holística de los modelos de interacción económica internacional, nacional, y local. Ello requiere de reconceptualizaciones a fondo sobre la lógica del sistema. Continuaría existiendo, o tendría que desaparecer, el regimen de la plusvalía, y bajo que limitantes ?. Dentro de qué sistema de valores se apreciarán diversos tipos de trabajo humano?. Cuanto y cómo se invertirá en la recuperación del ecosistema mundial ?. Se pretenderá la homogenización de ingresos, o habrá un sistema de salario

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diferencial, y en qué se distinguiría del actual ?. Sería conveniente crear una moneda mundial ?. Lo cierto es que el sistema actual se basa en la existencia de una arraigada necesidad psicológica de adquisición de bienes y servicios, y de una honda compulsión al control sobre personas y situaciones. Los objetos de consumo se convierten en satisfacciones momentaneas, y nunca completas, a la angustia y al vacío existenciales del ciudadano promedio. La dependencia de objetos, artículos, ropa de marca, Status profesional; no procede de otra fuente que de la que proviene la adicción al alcohol, a las drogas, a la cafeina y a la televisión. Todos los males contemporaneos proceden de una misma matriz: la mente humana. Si usted es espiritual, sea responsable También en la mente se halla la respuesta a la crisis. Una mente angustiada genera un mundo enfermo, pero una mente sana genera un mundo próspero. Los líderes que presiden las mesas de conversaciones y los simposios internacionales, no pueden resolver por sí solos los problemas que enfrentan. Tan solo asisten como representantes de los intereses colectivos de sus respectivas comunidades. Pueden perder el liderazgo que tienen si toman decisiones basados en intereses más generales que los que tienen los grupos que representan. Por tanto, los resultados de las conversaciones son generalmente escasos, y prima el conflicto y la discordia, cuando no la hipocresía y la amenaza directa e indirecta. La única manera de que exista un acuerdo mundial para frenar la bola de nieve del deterioro ecológico planetario y del caos económico internacional, es que exista respaldo público para que los líderes nacionales e internacionales tomen decisiones basadas en el bienestar planetario. Si cada país y cada multinacional continúa pensando en sí como entidad independiente e inmune a los procesos globales, y continúa privilegiando los beneficios inmediatos propios a los beneficios mediatos globales de la cooperación internacional, será imposible una acción inteligente. Cada individuo del planeta, y en especial los de las clases y naciones privilegiadas a las que generalmente representan los líderes internacionales; debe comenzar por expresar públicamente su apoyo a ideas y prácticas holísticas. De este modo, los líderes sabrán que una nueva cosmovisión se ha vuelto popular, y querrán representar esos nuevos intereses emergentes. Entonces no tendrán miedo de tomar decisiones ecológico-económicas que no traigan beneficios inmediatistas, porque sabrán que la población está pensando en metas más elevadas y mediatas que las de un aumento inmediato de la producción y del consumo, o que las de un sentimiento de superioridad alimentado sobre el placer del derrocamiento de la competencia . La transformación de la opinion pública es la base de la cooperación internacional, de la paz , y de la prosperidad mundial. Y la opinión pública comienza por usted, que me está leyendo, y por mí.

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Para que usted y yo seamos capaces de expresar nuestro respaldo a cosmovisiones holísticas, necesitamos sentir que muchos otros hacen lo mismo. Solo así superaremos la verguenza que se siente de creer todavía en el bien común. De este modo, no nos sentiremos extraños Quijotes en un mundo de Sancho Panzas. Lo primero es comunicarnos unos con otros, reconocernos unos a otros, salir del anonimato. El desarrollo personal y el crecimiento espiritual son un asunto privado, pero la transformación ecológica y sociopolítica mundial requieren de acciones públicas. Nuestra transformación individual debe reflejarse como transformación colectiva. De hecho, ya está ocurriendo. En Colombia ya se llenan auditorios gigantes ante la visita de médicos alternativos y psiquiatras reencarnacionistas, y comenzamos a comunicarnos por intermedio de una revista especializada. Por supuesto, mucho más es necesario. Pero miles de personas ya están de lleno en la promoción de prácticas holísticas, y, por ejemplo en Bogotá, la clase alta ya asume los temas "alternativos" como parte de la vida cotidiana, desde el procurador general en adelante, y sin excluir a las reinas de belleza y a personajes de farándula. Falta impregnar ese espíritu en otros estratos sociales, combatir el snob, y des-elitizar los precios. Ha habido varios intentos de conformar un partido político de corte "Nueva Era" en Colombia. Desde 1980, los seguidores del lider argentino "Silo" intentaron conformarse como entidad pública representada en el senado y en la cámara. Y desde comienzos de la decada de los noventas ha surgido el llamado "Partido De La Ley Natural", fundado por el movimiento internacional que difunde la técnica "Meditación Trascendental .Pero también llevan un buen camino recorrido, sobre todo en lo referente a proyectos socio-económicos piloto, en el movimiento de Yoga "Ananda Marga", que también es un movimiento espiritual internacional. Lo importante es que ninguno de estos proyectos públicos descuiden el crecimiento espiritual de sus líderes e integrantes. De lo contrario, les pasará lo mismo que a todos los otros grupos políticos. La ambición de poder es una poderosa motivación humana, que solo extingue una vida interior profunda. El escepticismo político de la opinión pública es el resultado de una observación histórica repetida. Cuando se llega al poder el deseo de satisfacer intereses individuales se vuelve en general más intenso que la intención inicial de servir a unos ideales sociales. Puede decirse que la corrupción moral de la clase política es altamente probable en individuos no educados para el desarrollo de su propia conciencia. La lógica maximizante de la sociedad mundial es el producto de mentes ansiosas, de mentes no educadas para encontrar dentro de sí la felicidad. Es obvio que una mente incapaz de extraer desde sí amor y energía infinitas; busque la felicidad y el amor en situaciones y objetos externos, que la sociedad de consumo entonces le ofrece. Afortunadamente, esa fuente interior de felicidad y armonía existe. La meditación es un modo excelente para contactarla. De hecho, meditar consiste en trascender a la zona más profunda de la mente, que es el nivel auto-referente absoluto de la naturaleza. La mente de

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un meditador que contacte periódica y sistemáticamente esa fuente interior de luz y amor, es una mente satisfecha. No hay ansiedad en una mente así, y por eso meditar nos prepara interiormente para los cambios sociales que requiere el planeta. Una opinión pública educada para expandir su conciencia, será capaz de respaldar las decisiones públicas locales, nacionales e internacionales que necesitamos tomar hoy, a finales del siglo veinte. De este modo no solo se aprobarían las decisiones y leyes pertinentes, sino que tendrían eficacia real y cumplimiento oportuno. El afán desarrollista y tecnologista de los paises ricos, que se ha contagiado a todos los otros, probablemente quedaría matizado al existir una opinión pública mentalmente sana. Los avances científicos permanecerían fiscalizados por una moral no belicista, y no contaminante. Al desaparecer la posibilidad de una amenaza militar extranjera, el personal del ejército podría guardar las armas y dedicarse a la construcción de escuelas y obras de interés social. La educación no tendría por propósito la asimilación de información especializada y la adquisición de habilidades competitivas, sino la elevación formativa del estudiante hacia estados superiores de conciencia. Se reducirían las tazas de delincuencia, abaratándose el sostenimiento del sistema de justicia. Se abaratarían los costos de inversión social del estado en el sistema de salud, al disminuir el porcentaje de enfermos (el 90 % de las enfermedades son de origen sicosomático). Como consecuencia, habría una descarga en los impuestos, pues el sistema de salud tendría un bajo costo de operación al quedar orientado a la prevención en vez de a la curación. El tiempo diario de trabajo podría reducirse al equilibrarse la distribución de la riqueza, quedando más oportunidad para el ocio creativo , la vida religiosa y artística, y el contacto inter-personal. Al haber menos problemas sociales, la administración nacional podría simplificarse. Y se re-establecería el valor salarial del trabajo humano, desde una escala de valores no piramidal, conciente de las diferencias cualitativas de los diversos niveles de preparación profesional, pero igualmente ocupada en reconocer la dignidad de todo oficio, y el derecho de toda persona a una vida cómoda , prospera, y feliz. Con un buen control de crecimiento ( o decrecimiento) demográfico, una política ecológica mundial constante, y unas reglas honestas de cooperación internacional, ese estado de cosas sería posible. Sería lo que Maharishi Mahesh yogi, fundador de la "Meditación Trascendental", ha llamado el "Descenso del cielo en la tierra".

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Lo Esencial de la Ecología El tópico de la defensa de los recursos naturales empieza a convertirse afortunadamente- en un lugar común . Los medios de comunicación tienen ya su atención sobre el tema, y varios programas de televisión se ocupan ya de la denuncia de delitos ecológicos, de la promoción de prácticas cotidianas que eviten la contaminación, y de la motivación por un mayor contacto, tanto intelectual como vivencial, con los temas de la naturaleza. Se ha creado un ministerio del medio ambiente en Colombia, y se ha comenzado a crear una legislación que permita sancionar a quienes cometan delitos contra el “patrimonio” natural. Los lugares comunes- sin embargo- , corren el riesgo de volverse demasiado comunes. Se empieza a abusar de unos términos, de unos valores, y en el proceso de popularizarse una actitud, de convertirse en moda, termina por degradarse la intención original y el sentido fundamental que encierran. La ecología no debe nunca convertirse en moda, ni debe ocurrir tampoco lo mismo con cualquier otro tema de tono “Nueva Era”. Las empresas interesadas en crear campañas publicitarias con motivos ecológicos hacen un bien promoviendo sus productos de ese modo, y resulta excelente que se multiplique la costumbre de ver al profesor Yarumo promoviendo la arborización de zonas en peligro. Tambien sería de gran ayuda que aprendamos a reciclar, y a economizar luz eléctrica. Pero falta un elemento muy serio: la interioridad. Sin transformaciones en la conciencia nunca habrá verdaderas transformaciones en el mundo. Los cambios concretos requieren cambios sutiles. La cultura occidental es una cultura exteriorizada, dirigida desde sus inicios hacia la objetivación del mundo. El nacimiento y auge del conocimiento científico y del tecnologismo, hace unos quinientos años, nos determina inevitablemente. Y eso está bien, que seamos una cultura práctica, que hagamos más facil la supervivencia mediante tecnologías apropiadas. Pero no por eso vamos a solucionar un problema que trajo el tecnologismo con tecnologismos ecológicos. Un mero cambio legislativo promoverá, pero no asegurará la solución. Y aunque todas las especies en vías de extinción fueran

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rescatadas, y todos los desquilibrios de todos los ecosistemas fuesen corregidos, no se habría logrado nada si al tiempo no hubiese ocurrido una expansión en la conciencia colectiva de la humanidad. Es el cientificismo mismo lo que hay que superar. De la Contemplación al Abuso Las raices de nuestro terco olvido de las dimensiones interiores, de los territorios profundos de la conciencia, están en europa, en los inicios de la industrialización. Un complejo entramado de factores entretejían entonces lo que hoy ha venido a presentarse como el siglo veinte. Probablemente nadie era plenamente conciente de lo que se gestaba, como hoy pocos se percatan de la enorme revolución oculta tras los paradigmas “Nueva Era”. Pero los procesos económicos, las manifestaciones artísticas, los acontecimientos políticos, los enfoques predominantes de la ciencia, la estructura sicológica , sociológica y educativa de los europeos en aquel entonces, y, sobre todo, los paradigmas epistemológicos existentes, confluían hacia un mismo punto del que hoy comenzamos a alejarnos críticamente. La burguesía naciente instalaba otra mentalidad, otra actitud hacia la vida, y esto incluía un nuevo modo de pensar la relación con la naturaleza. En la edad media, antes de que esto ocurriera, la relación era contemplativa, una relación de hermandad. La humanidad Europea de los señores feudales, estática, no se veía inclinada a la explotación irrestricta de los recursos naturales, a la dominación de las leyes de la naturaleza, sino más bien a otras metas: el poder político, la defensa de los dogmas, la salvación del alma. Era un mundo mucho más cerrado ideológicamente, y también geográfica y políticamente (el colonialismo no había comenzado), pero también mucho más respetuoso con el medio ambiente. La naturaleza se consideraba como una manifestación de la inteligencia divina, y la contemplación de su belleza se estimulaba como un modo de oración. Los alquimistas, los científicos medievales, experimentaban con los elementos de la naturaleza pero persiguiendo con ellos no el descubrimiento de leyes objetivas sobre el funcionamiento del mundo, sino elevadas vivencias personales de transformación espiritual.

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Quizás fué necesario que ese mundo se derrumbara, que la economía de sustento fuera reemplazada por la economía de producción , que se abrieran las fronteras y se exploraran nuevos territorios conceptuales y geográficos. No se trata de añorar un mundo al que ya no es posible volver, sino de rescatar lo que, al derrumbarse, nunca debió haberse perdido: el amor a la vida. La industrialización requería mano de obra, y comenzó una emigración masiva de campesinos y artesanos a los crecientes centros urbanos, población que sería altamente maltratada en su dignidad por el afán de lucro de los dueños de los medios de producción. Y este alejamiento físico de la naturaleza conllevaría simultaneamente a un alejamiento sicológico y epistemológico. La naturaleza dejaría de ser apreciada intuitivamente como entidad viva, como entidad sagrada, para pasar al otro lado de los lentes del microscopio y del telescopio. La naturaleza dejaría de ser la compañera de vida, el hogar, para ser un instrumento de uso, un material a utilizarse para producir objetos de consumo. Resulta paradójico que la época histórica que concibió los derechos del hombre estaba redactando simultaneamente un permiso tácito para violar todos los derechos de la naturaleza. La Biología “Objetiva” Epistemológicamente todas estas transformaciones se reflejaron en una prohibición tacita de cualquier sentimiento de empatía o conmiseración hacia los seres vivos. Se suponía que un buen científico debía conservar una actitud fría y distante, en todo momento, hacia sus “objetos” de estudio, a los que se consideraba compuestos de partes mecánicas dispuestas de un modo ciego. Entonces las vivisecciones hicieron su agosto, y toda clase de torturas físicas infligidas a perros, conejos, ratones, etc, se consideraron indispensables para el “progreso de la humanidad”. Como cosa curiosa -sospechosamente curiosa- los primeros zoológicos fueron fundados entonces. A los niños se les llevaba allí, para que se familiarizaran con la idea de que el modo de vida apropiado para un animal era el del cautiverio. Muchos de estos niños se hicieron biólogos más tarde.

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¿ Realmente se estaba comprendiendo mejor la vida, con el progreso de las investigaciones botánicas y zoológicas que hacia finales del siglo diecinueve ya eran notorias ?. Se estaban descubriendo numerosos conceptos, se estaban haciendo cuantiosas observaciones y clasificaciones, se estaban conociendo causas ignoradas de fenómenos antes desapercibidos , nacía la genética con Mendel, la historia de la evolución con Darwin , la microbiología con Pasteur. Se diseñaban vacunas para enfermedades consideradas incurables, se inventaban nuevas drogas elaboradas con plantas recién descubiertas. ¿pero se estaba comprendiendo mejor la vida ?. Las prácticas de minería, de tala de árboles, de explotación de carbón, de cazería de ballenas , búfalos, marsopas y otros animales indefensos, manifestaban muy claramente que el horizonte ético y espiritual estaba ausente en las relaciones del capitalismo con la naturaleza, y los biólogos no parecían interesarse por hacer algo al respecto. Protegidos por la bata blanca (a veces manchada de rojo en la última inmolación de laboratorio) de la neutralidad valorativa, se ponían al servicio tácito de los intereses de los comerciantes de pieles, de las industrias más variadas, de la farmeceutica. Y fumaban sus cigarros de orgullo suponiéndose poseedores de la verdad sobre la vida. Vitalismo Henri Bergson, un filósofo francés que murió a mediados de nuestro siglo, supo ver, mucho antes de que apareciera la protesta ecologista de los sesentas, que la visión fundamental sobre la vida estaba ausente en la biología académica. Su visión era puramente exterior, pues faltaba penetrar en la interioridad misma de la vida-decía el filósofo-. La vida, esencialmente, no era ese conjunto de manifestaciones recogidas en herbarios, insectarios, zoológicos y libros de texto, sino un impulso creador, una potencia sagrada, infinitamente dinámica y versatil, impredecible e indeterminable, torrentosa y apasionante. A esa energía inefable la llamó Bergson “Elan Vital”. En contra del mecanicismo biológico, que afirma que todos los fenómenos están rigurosamente preestablecidos por leyes genéticas fijas y leyes de

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adaptación inmutables, Bergson subrayó que la naturaleza era infinitamente creativa, que siempre estaba inventando nuevas manifestaciones , impredecibles, novedosas, de esa energía sagrada que se disfraza de flores y dinosaurios, de felinos y de bosques espesos, de neblinas y de colinas elevadas. En contra del probabilismo, que afirma que la vida es un mero azar de la química orgánica y que por tanto la existencia humana no tiene más sentido que el que queramos inventarle para evitar deprimirnos, Bergson destacó la inconmensurable emoción, el inexpresable sentido de la evolución de formas cada vez mas concientes e inteligentes, la fabulosa gratitud que le debemos al cosmos por aparecer como seres concientes y llenos de potenciales creadores. En contra del antropocentrismo biológico, que quiere poner al ser humano como la especie más importante de todas -para de ese modo justificar que extermine y torture a todas las otras-, Bergson aclaró que somos, por lo mismo que tenemos el sistema nervioso mas complejo, la especie en la que recae más responsabilidad ética sobre la preservación de sus manifestaciones hermanas. Somos el sistema nervioso más sensible, el más apto para cuidar de la totalidad, el más capaz de ponerse por encima de la ley de la supervivencia del más fuerte. Las ciencias, -dice Bergson-, matan con el concepto lo que es puro flujo de misterio para el poeta . El poeta se inclina ante la belleza de lo que lo sobrepasa. El científico Cartesiano, en cambio, destroza con su análisis la posibilidad de sentirse parte de la totalidad. Por eso, en la Nueva Era, la ciencia requiere nuevos científicos. No tanto nuevas tecnologías de descontaminación, no tanto nuevos métodos de reciclaje, no tanto nuevas bacterias capaces de descontaminar los mares recargados de petroleo fugado de los barcos, sino, sobre todo, nuevos seres humanos. Personas cuyas mentes estén más expandidas, gente que tenga contacto constante, sobre todo, con esa interioridad sagrada de la vida, con esa inteligencia creadora que regula la magia constante de la naturaleza. El retorno a nuestra interioridad, elemento sin el cual no habrá de darse una nueva era, es , afortunadamente, un camino sin camino, un camino que no es necesario recorrer, porque no es posible ir en busca de lo que ya ha estado allí, dormido, pero siempre disponible. La tradición védica ha llamado a esa realidad pura , absoluta, interna, de la vida- que Bergson

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llamaba “Elan Vital”, el SER. También recibe el nombre de “Campo Unificado”, un nivel de realidad localizado más allá de la dimensión mas silenciosa de la mente, más allá de todo concepto. Cuando se contacta esa base, todo se aviva, todo se regenera, todo se fortifica. Si más personas cada vez despertaran esa realidad dormida en el interior de su propio ser, , a través de un sistema de meditación capaz de llevarlas sin esfuerzo a ese nivel, cada vez se vería mas próximo el momento en el que ya no será necesario crear leyes para castigar a los violentos que polucionan este planeta. Los problemas ecológicos y los avances en telecomunicaciones producen un mismo efecto: unen al mundo. La conciencia creciente sobre los peligros que enfrentamos a corto plazo si no tomamos decisiones colectivas, como un mancomunado planetario, y pensando no en términos de beneficios nacionales, sino de sanación universal, no es posible sin embargo si continuamos abordando el problema ecológico en términos puramente objetivos, exteriorizadores, intelectualistas. Hasta ahora nos hemos preocupado por la ecología porque nos hemos preocupado por nuestra supervivencia como especie, y porque las posibilidades de ir a polucionar otro planeta son muy remotas, de modo que no queda mas remedio que hacer el aseo en casa. Pero ojalá no resulte ridículo para todos pensar, ya no desde una lógica de costo-beneficio, sino desde una ética amorosa. La naturaleza es sagrada, y aunque nos fueramos todos a vivir a marte deberíamos dejar la tierra tan limpia como la recibimos cuando, aquí, nacimos como especie. Es lo menos que puede ofrendarse a una madre tan dadivosa.

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El Gobierno de la Ley Natural Una rápida ojeada a la coyuntura mundial y nacional bastaría para comprobar que aún estamos en el amanecer de una nueva era. Y al amanecer, justo al comienzo del amanecer, todavía predominan las sombras de la noche: conflictos bélicos, corrupción en los procesos electorales y en las instituciones estatales y privadas, acumulación de capital en manos de las minorías. ¿Qué responsabilidad social tenemos los que, en vez de competir en el mercado de los enriquecimientos ilícitos, hemos decidido iniciar procesos de transformación personal y de expansión de conciencia, a través de múltiples caminos de espiritualidad ?. Ojalá tuviéramos acceso a un poder mayor que el que da pertenecer a los grupos económicos hegemónicos, a los círculos que monopolizan el acceso a los cargos gubernamentales, a los medios de comunicación que les colaboran. ¿ Existe ese poder ?. Ese poder es el poder de la evolución. Hasta ahora parece haber obrado lentamente: si comparáramos el imperio romano con la sociedad colombiana no notaríamos ninguna diferencia substancial en lo tocante a los juegos sucios de los políticos, ni en lo relativo a la indiferencia de unos sectores sociales frente a otros menos favorecidos, ni en lo relacionado con los temores de ser atacado que generan el armamentismo y provocan las pruebas nucleares. Ya algunas veces nos sentamos a las mesas de negociaciones en vez de matarnos, y en eso ya no somos típicos cavernícolas. ¿Pero no habrá algún modo de acelerar ese poder de la evolución, cuando hoy urge, ante la crisis ecológica, ante el crecimiento demográfico mundial descontrolado y la consiguiente multiplicación geométrica de la pobreza, una capacidad de respuesta más ágil, una concientización más rápida ?. Desde la Grecia clásica, más o menos, hemos venido elaborando en occidente diversos sistemas de pensamiento sobre cómo han de lograrse los fines y valores que caracterizarían a una sociedad ideal. Y ninguno de ellos ha ofrecido lo que prometió. Pero, ahora, tenemos más conocimiento, hemos investigado más sobre el universo, y sabemos más sobre la psique humana. Puede que el momento de decir algo sólido sobre un método eficaz para elevar la calidad de la vida social haya llegado.

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No le preguntemos a los políticos de turno sobre el asunto. Algunos de ellos, que empobrecen con sus actos la labor honesta y recta de muchos otros, que aminoran de este modo la confianza del electorado , sencillamente no están interesados en el progreso social. Ven en el ejercicio político un medio de ascenso personal, dentro de un esquema de oportunismo que su misma sociedad aprueba e inculca. . Y la mayoría de los que son fieles a una verdadera vocación de servicio aún piensan y actúan bajo los supuestos y paradigmas de la antigua era, que por cientos de años no han mostrado ser capaces de ofrecer métodos rápidos y efectivos de cualificación de la vida social. La fuerza evolutiva de la vida, esa tendencia al orden y a la integración que muestran los procesos biológicos, no parece incrementarse significativamente con los, en todo caso, loables supuestos de la racionalidad democrática. Sin duda se progresó con el paso de la tiranía a la democracia. Pero aún la democracia, como dijo Churchill, es el menos malo de los sistemas sociales existentes. Sería un sistema óptimo si sus integrantes pudieran elevarse a niveles de conciencia superiores. De la Célula al Homo Sapiens ¿Qué fuerza, o qué poder, gobierna la evolución? . ¿Es posible avivar esa fuerza?. Pensemos por un momento en el universo, en sus fuerzas, en sus leyes, en sus estructuras. Lo primero que sabemos es que el milagro de la vida muestra ser una progresiva asociación de estructuras más simples y sutiles en estructuras más complejas y burdas, o macroscópicas. Por ejemplo, primero hubo átomos, luego estos se asociaron como moléculas, y algunas de estas como estructuras orgánicas carbonadas capaces de auto-reproducirse, y estas en organelos que se asociaron como células, y estas en grupos celulares con funciones especializadas. Unos grupos celulares se especializaron en asimilación de energía y nutrientes del medio externo (sistema metabólico), otros en trasladar la colonia celular (sistema locomotriz), otros en intervenir sobre el medio externo (sistema prensil y masticatorio), y otros en procesar información sensorial y aprender a reaccionar y a tomar decisiones apropiadas para la supervivencia (sistema sensorial y nervioso). Las colonias celulares, vegetales y animales, evolucionaron en formas cada vez más complejas,

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colonizaron la tierra, subieron a los árboles, y bajaron de ellos en forma de “Homo sapiens”. Cada avance de la vida significó una integración de estructuras más simples que se asociaban en una nueva estructura más compleja. La nueva estructura poseía más capacidad de supervivencia, mayor complejidad, y mayor capacidad para resolver situaciones, es decir, mayor creatividad e inteligencia. Un pez, por ejemplo, es más apto para vivir más tiempo en el mar que un protozoario. Y , al asociarse, -por ejemplo las células-, unas de ellas descargaban muchas funciones en otras células especializadas para ejercer esos roles, quienes a su vez se liberaban de funciones de las que se responsabilizaban las primeras. Siempre resulta mejor no tener que encargarse de todo, para poner más atención y hacer mejor algo. De este modo todas las partes colaboraban mejor con la optimización de la totalidad, y la totalidad se hacía más fuerte y capaz de proteger a sus partes. Tanto más fuerte es una estructura para resistir a los embates amenazantes de su medio ambiente, cuantas más estructuras menores se hayan asociado para conformarla. Este principio lo conocían bien los señores feudales de la edad media, quienes se asociaron en reinos que dieron origen a las actuales naciones europeas, que tienden a integrarse en una unidad más poderosa , inteligente y creativa que la suma de sus partes: la Comunidad Económica Europea. El poder de la evolución es la tendencia de la vida a la integración armónica de unidades más simples en unidades más complejas, es la tendencia a la unidad. Y esa tendencia a la unidad, digamos incluso esa “tendencia al amor” (porque ¿qué es el amor sino la tendencia misma a la unidad ) tiene una fuente de origen. Desde que el universo explotó y comenzó a expandirse la red espacio-temporal y energética que lo constituye , -según la teoría del Big Bang, hace miles de millones de años-, desde las primeras milésimas de segundo posteriores a esa gran explosión creativa, ya comenzaron a establecerse sistemas de asociación de unidades más pequeñas en unidades mayores. Por lo tanto esa fuerza evolutiva es anterior al Big Bang, es anterior al universo, y, si es una estructura, tiene que ser una estructura más sutil que la más ínfima, simple, y microscópica estructura subatómica, porque en las primeras milésimas de segundo de la historia del universo ya había dinámicas

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de asociación de las estructuras más sutiles postuladas por la física cuántica contemporanea: los “preones”. Los “preones”, ondas de probabilidad potencial, serían tan ínfimos y simples que solo podrían localizarse en 10¯ 33 cm de la escala de Planck (para imaginar esa longitud ultramicroscópica habría que dividir un centímetro por una cantidad igual a 10 ³³ -un uno seguido de 33 ceros-). Probablemente se asociaron entre sí, en cuestión de segundos, para formar “leptoquarks”, en una escala un poco menos sutil de 10 ¯ 29 cm. Estos se asociaron, en la escala más burda de 10¯ 16 cm, para formar “leptones” (nombre de una familia de partículas elementales, dentro de las que figuran el electrón y el neutrino) y “quarks”. En la escala, aún más burda, de 10 ¯ 14 cm, los Quarks se manifestaron como estructuras más complejas integradas, que caracterizan a otras dos familias de partículas elementales: los “mesones”, y los “bariones” (el neutrón y el protón son dos bariones de los que todo bachiller ha oido hablar). Y los protones se asociaron, unidos por una goma nuclear llamada “interacción fuerte”, que impidió que se rechazaran mutuamente debido a su carga eléctrica de la misma carga -positiva- (cargas iguales se repelen, como sucede a veces al acercar dos imanes). Los protones asociados , a los que se unió el neutrón, fueron el nucleo de los átomos, y alrededor de estos nucleos quedaron girando atrapados los electrones. A la asociación de electrones, protones y neutrones suele llamársele “átomo”. Los elementos de la tabla periódica son asociaciones menos o más complejas de estas partículas elementales, y las moléculas orgánicas, base de la vida vegetal y animal, són asociaciones de átomos de carbono. Pero las moléculas, siendo estructuras gigantescamente burdas en comparación con los “preones”, son , sin embargo, algo muy sutil para el observador humano. Aún las células, que son asociaciones moleculares, son tan sutiles para nuestros sentidos que necesitamos microscopios para observarlas. La Fuente de todo el Poder y el Orden El proceso de la evolución es maravilloso, increible, sublime. Un poder creativo muy grande, un infinito grado de inteligencia y de capacidad organizadora tuvo que haber iniciado, preservado y arbitrado toda esa magia

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que hoy oficia la naturaleza, y que continuará hasta que el universo se contraiga de nuevo en un punto infinitesimal, como algunos cosmólogos piensan. . Y, desde una perspectiva cósmica, es poca cosa que a lo largo de 4. 000. 000 de años el homo sapiens no haya logrado aún integrarse en una humanidad unida para mejorar. Con el universo se creó no solo la tendencia al orden y a la perfeccción, sino también un telón de fondo de desorden o entropía que tendría que ser erradicado por la fuerza de la evolución. De hecho, en los primeros segundos del universo, había una alta temperatura, y una alta temperatura es sinónimo de un alto nivel de desorden. Todo se separaba de todo, porque todo se expandía. Pero la temperatura comenzó de inmediato a descender, y con ello comenzó de inmediato a aumentar el orden, porque todo comenzaba de inmediato a unirse a todo lo demás, a contraerse. Al cabo de la primera centésima de segundo de la historia del universo, la temperatura era de unos cien mil millones de grados centígrados. Había tanto desorden aún, que era imposible todavía que se asociaran los protones entre sí para conformar nucleos atómicos. Cuando la temperatura cayó a los mil millones de grados, mas o menos a los tres minutos, ya pudo haber nucleos de hidrógeno, que se asociaron para formar helio, y cientos de miles de años más tarde disminuyó lo suficiente el desorden, aumentó lo suficiente el orden, como para que se formaran nubes de hidrógeno que dieron lugar a los primeros soles , a átomos más complejos, y a los planetas. Las estructuras más burdas , manifiestas y macroscópicas del universo son las más recientes, y las más sutiles, microscópicas e inmanifiestas son las más antiguas. El area de la física que investiga las estructuras más sutiles de la energía, la física cuántica, se interesa desde hace varias décadas por concebir una realidad que estaría localizada más allá de lo más sutil, a la que se denominaría el “Campo Unificado”. descrito por la teoría matematica llamada “Supergravedad ampliada N=8. Dicho campo sería el area absolutamente inmanifiesta de la vida, más sutil que cualquiera de las partículas subatómicas, más poderoso que cualquier campo de fuerzas de la naturaleza. Si las teorías de “Campo Unificado” son correctas, entonces el despliegue entero del universo procede de allí, es su manifestación. El universo espaciotemporal, tanto el multidimensional como el tridimensional, y todas las leyes de las dinámicas de la evolución, se pueden comprender como expresión del

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infinito poder organizador de dicho campo. La historia del universo, desde esta perspectiva, sería la historia de lo que los físicos llaman “despliegue secuencial de rupturas de la supersimetría del Campo Unificado”. Este término merece explicarse. Primero que todo, se dice que el Campo Unificado es “Supersimétrico”. Simetría significa equilibrio, y equilibrio significa equivalencia de fuerzas en un sistema, por ejemplo en una balanza romana, cuando se queda inmovil. Cada vez que se rompe una simetría se inicia un movimiento, como cuando uno quita un peso de la balanza inmovil. Y el universo se habría iniciado cuando la perfecta simetría del Campo Unificado, cuando su infinito estado de aquietamiento, su infinito silencio, se quebró. Entonces, al romperse su supersimetría, en la escala de 10 ¯ 33 cm, la unidad inició su diversificación , se inició la gran expansión, y surgió , primero que todo, un par de campos de fuerzas muy sutiles: el gravitatorio (descrito por Isaac Newton y reinterpretado por Einstein) y el “Gran-unificado”. Areas separadas de fuerza y materia surgen entonces. Estos campos ya no eran perfectamente simétricos, como aquel del que surgieron, sino ligeramente inestables, así que su simetría se habría quebrado muy pronto, en la escala más burda de 10 ¯ 29 cm, cuando del campo “gran-unificado” emergen los campos “electrodebil” y “fuerte”. El electrodebil, a su vez, se diversifica en un nivel más burdo, a la escala de 10¯ 16 cm, y aparecen dos campos: el electromagnético, y el de “interacción debil”. Más tarde, en el nivel más burdo de 10 ¯ 14 cm, los electrones -que son mediciones del campo electromagnético-, comienzan a orbitar alrededor de nucleos de protones pegados, y aparecen los primeros átomos. Cada vez que la simetría de un campo de fuerzas más sutil se rompe, otros campos son creados. Y a cada campo viene asociada una medición o “partícula” : gravitones para la gravedad, leptones para la interacción debil y el electromagnetismo, y “quarks” para la interacción fuerte , que es la goma que mantiene pegados a los protones en el nucleo, como ya mencionamos. Las fuerzas más poderosas surgieron primero, y de estas otras menos poderosas. Lo más sutil es lo más poderoso. La fuerza electromagnética, por ejemplo, surge en una escala muy burda (10¯ 16 cm) en comparación con la “interacción fuerte” (10¯ 29 cm). Y, de hecho, al utilizar el enorme poder de esta última fuerza, mediante la tecnología nuclear de la fisión de los nucleos

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atómicos, se obtiene una energía mucho mayor que la que se obtiene mediante una tecnología electromagnética, utilizando electrones. En Armonía Con El Poder Evolutivo Ahora bien, en los primeros párrafos de este texto nos preguntábamos si existiría la posibilidad de localizar un area que fuese la fuente de la evolución, si existiría la posibilidad de avivar ese poder de la evolución, ese poder del amor, contactando y avivando esa información infinitamente ordenada e inteligente de la que se alimentan todas las dinámicas y leyes evolutivas. Hemos concebido esta area como el “Campo Unificado” de la ley natural, un campo supersimétrico, infinitamente silencioso, del que todo el universo sería manifestación. Pero falta averiguar si habrá algún método, alguna tecnología, para experimentar ese campo, y para avivar sus cualidades armonizadoras, integradoras, en los individuos y en la sociedad nacional y mundial. De las partículas subatómicas tenemos noticia porque, por medio de aceleradores -que son inmensos túneles de kilómetros de largo por los que se hacen colisionar unas con otras-, se pueden hacer mediciones de la conducta de estas energías. Pero del “campo Unificado”, la fuente inmanifiesta de esas energías, más poderosa que todas ellas ¿Cómo podríamos tener experiencia?. Se trata de un Campo inmanifiesto, y esto significa que no es ni energía ni materia. Por tanto, no se puede hacer nada con el. Solo se puede hacer algo con un objeto, pero no se trata de un objeto -y ni siquiera las partículas subatómicas se comportan como típicos objetos-. Además, toda energía circula por un sistema de energía, que es su campo. Pero este campo no circula, no es movimiento, porque es la fuente de todo movimiento, una fuente inmutable, infinitamente silenciosa, un estado perfectamente aquietado, supersimétrico. Si no se puede hacer algo para experimentarlo, entonces solo queda dejar de hacer algo. Solo “dejando de hacer”, dejando de experimentar, puede experimentarse aquello de lo cual no puede haber experiencia. Y este es precisamente el “método” de experimentar el campo unificado: dejando de hacer, dejando de experimentar. Cuando la mente del investigador deja de investigar, deja de hacer, entonces contacta el “Campo Unificado”, la fuente infinitamente amorosa de la evolución. La mente del

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investigador inicia un proceso de aquietamiento, yendo de niveles mayores de actividad mental, a niveles menores de actividad mental, viajando de niveles más burdos a niveles más sutiles, de campos más superficiales a campos más profundos, de estados menos poderosos a estados más poderosos de la mente, hasta trascender el nivel más sutil, y contactar el infinto poder organizador de la naturaleza. Toda práctica mental que lleve a menores niveles de actividad psicosomática nos aproxima a ese campo infinitamente inactivo. Si la oración, la visualización de eventos positivos, la imaginación de colores o energías en estados relajados, la concentración en la respiración o en la postura del cuerpo, producen menores niveles de actividad mental, entonces puede decirse que alguna capacidad deben tener para avivar el poder de la evolución. Pero, en el mar, puede estar uno de dos modos: a diversas distancias del agua -en la playa- , o nadando sumergido. Es conveniente estar sumergido: los valores del mar se impregnan más si está uno convertido en el mar, que si está uno a distancia, desde lejos, apenas mirando. En todo caso, el criterio para saber que tan poderoso es algún método mental es muy simple: solo hay que determinar qué niveles de inactividad produce. El ideal sería, sin embargo, el de tener “ninguna” experiencia, y siempre que haya palabras, sensaciones, imágenes o contenidos mentales, es porque hay aún alguna experiencia. El Grupo de Coherencia La antigua ciencia védica de los himalayas llamaba “Brahman” (distinto de “Brahma”, que es un Dios de la mitología) a esa realidad fundamental, inmanifiesta. Los Rishis, o investigadores védicos, desarrollaron un sistema para experimentar un estado mental de no experiencia, idéntico al estado de Brahman, al estado infinitamente inactivo, infinitamente silencioso, del universo, hoy llamado “Campo Unificado” por la física cuántica. Y, de esa tradición, viene la práctica mental que un Físico indostánico, de nombre “Maharishi Mahesh Yogui” , ha llamado “Tecnología del Campo Unificado”, más popularmente conocida en occidente como “Meditación Trascendental”. La Tecnología del Campo Unificado -dice Maharishi- aviva un poder evolutivo al cual ninguna dinámica entrópica ( no evolutiva) , social o personal, puede oponerse, porque opera desde el nivel más

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fundamental de la naturaleza, desde un nivel infinitamente ordenado. Ningún “poder” social, económico, político o sicológico que genere desorden es verdaderamente un poder, porque el universo está programado para que la fuerza armónica, integradora, de la evolución, supere y colonice la tendencia al desorden. Así que no puede haber nada más facil que elevar la calidad de vida del individuo y de la sociedad, porque no hay nada más sencillo que darle la oportunidad a algo de que sea lo que siempre ha sido. Es suficiente con poner a un gato frente a un ratón para que salga a perseguirlo. Una breve observación explica por qué han fallado tantos sistemas, ideologías, escuelas y filosofías en ofrecer lo que prometían a lo largo de la historia humana : sus seguidores (no siempre sus fundadores) desconocían un procedimiento para tener la experiencia , -para contactar- , la fuente de la evolución, o confundían esa experiencia con la teorización intelectual y las creencias dogmáticas sobre esa realidad, o negabán intelectualmente, además, que tal campo fundamental pudiese existir. Pero, si la “Tecnología del Campo Unificado” ya está disponible, bien justificado queda apostar individual y socialmente a ponerse en manos de ese infinito poder organizador. Para que no parezca solo una apuesta racionalmente muy plausible, sino un experimento científico predecible, se han hecho mediciones que indican que un grupo crítico mínimo de 7. 000 practicantes avanzados de Meditación Trascendental pueden, levitando juntos, de modo permanente, cinco horas diarias (el vuelo yóguico aviva el campo de supergravedad N=8) generar sincronías sociales estadísticamente significativas, en términos de disminución de la tasa de criminalidad y accidentalidad, y aumento de la creatividad, armonía, e integración nacional e internacional. La apuesta, prácticamente, está ganada, porque ya se sabe cómo van a caer los dados. Con el fín de ofrecer este estado de invencibilidad evolutiva a cada nación y al mundo, se ha pensado que, así como hay un cuerpo militar, un cuerpo de policía, un cuerpo de bomberos que velan por la seguridad de los ciudadanos; asimismo debe haber un cuerpo de 7. 000 empleados del estado, especializados en avivar el infinito poder armonizador de la naturaleza, para velar por mantener en un alto nivel la conciencia colectiva de cada nación. . Los costos militares, políticos y económicos que tiene desconocer una

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herramienta científica para armonizar la vida social son elevadísimos, y bien se justifica poner a prueba un sistema tan comparativamente barato de elevar el nivel de conciencia y el nivel de vida de la sociedad. Cuando la entropía corroe la conciencia colectiva de la nación, ocurre lo que al individuo que acumula Stress: disminuye su creatividad, toma decisiones incorrectas, enferma, y la fuerza de la evolución se debilita en todas las areas de su vida. Esto genera, socialmente, elevaciones de impuestos, aumento de la burocracia, disminución de la capacidad adquisitiva, concentración del capital, deterioro ambiental, delincuencia, inseguridad, deshonestidad, y guerra. Para poner en ejecución la propuesta, se ha creado un supra-partido cívico internacional, el “partido de la ley natural”, que, en vez de injuriar o combatir contra otros partidos, alabará sus buenas intenciones de mejorar la sociedad, y les ofrecerá , llevando la luz de la ciencia a la política, una herramienta muy sutil, infinitamente discreta, silenciosa y poderosa para que, cualesquiera que sean las agendas de trabajo que se ejecuten, conduzcan a una sociedad libre de problemas. La institucionalización macrosocial de la meditación requiere crear marcos legales, jurídicos y financieros afines, para los que se necesita y conviene tener representación política en un sistema democrático, y por eso se crea el “supra-partido cívico”. En Colombia, desde 1996, se están dando los primeros pasos para hacer eco de esta invitación a todas las naciones para que sean gobernadas, no por grupos o personas inarmónicas, tensas, -que reflejan en sus actos y decisiones el estado inarmónico de sus electores- , sino por el infinito poder organizador de la naturaleza, por la infinita inteligencia amorosa que alimenta la dinámica de la evolución. Todas las organizaciones de desarrollo personal y espiritual, sin importar cual sea su ideología, sin que importe que disientan en algunos puntos unas de otras, sin que sea necesario que sus integrantes quieran o no practicar también “Meditación Trascendental”, están invitadas a fortalecer este movimiento social , esta respuesta cívica , hacia una nueva era en nuestro país. Ya Mozambique, la república India y otras células planetarias han adoptado políticas de apoyo a la Tecnología del Campo Unificado. Por lo mismo que nuestra nación escribe tan altos niveles de oscuridad, es que es una de las más aptas para que florezcan en ella zonas de Luz .

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Tras el sombrero de Houdini Hay mucho más que exhibición de habilidades tras la vida de un verdadero mago, de un auténtico ilusionista. Lo que el mago sincero busca, trasciende siempre al show que presenta, va adelante de los aplausos que recibe, está por encima de la fama que gana su nombre. También los verdaderos espectadores quieren no solo la sorpresa de lo inexplicable, no solo la diversión de lo repentino, no solo el misterio de lo ilógico. Todo asistente a un show de magia quiere que le digan que lo imposible es posible, porque la realidad y la ilusión son una misma cosa. Y este es el trabajo de los ilusionistas: enseñar que toda realidad no es más que una ilusión fijada, y que toda ilusión es una realidad posible. Lo que diferencia la realidad de la ilusión es solamente que ponemos un mayor grado de creencia en la primera. Esta es la vocación del mago: creer que todo es posible. Y esta misma es la esencia del optimismo. Hacer que salga del sombrero un conejo, partir en cuatro a una señorita y volverla a armar, hacer aparecer lo desaparecido o desaparecer lo aparecido; son solo modos de mostrar que nada es tán sólido como parece, que nada está tan fijo como se cree, y que todo se puede hacer si se intenta. Pero hay magos de magos. Y uno de ellos, el famoso Harry Houdini, quizo ir incluso un poco más allá del optimismo. Por eso ha pasado a la historia como uno de los grandes. Nacido, como es obvio, en Aries, el signo de las iniciativas y los riesgos, el 6 de abril de 1874, no parece haber muerto todavía. Tal vez se encuentra escondido aún en algún cofre cerrado con candados y cadenas, esposado y envuelto en una camisa de fuerza, esperando para salir a escandalizar a la prensa de la nueva era. De entre los magos, pocos como Houdini. Su primer truco fue ponerse por encima de las circunstancias de un niño pobre, hijo de un hombre con seis hijos más que alimentar, y sin empleo ni posibilidades de conseguirlo. En Milwaukee, donde se habían mudado para distraer el hambre, hizo su primera aparición pública a los 9 años de edad, presentándose como contorsionista y trapecista. Pero luego tuvo que

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sobrevivir mediante oficios varios, en los que iba a desarrollar de paso el ingenio y habilidades que luego lo harían famoso. Fue electricista, fotógrafo, y -lo que más le ayudó- , cerrajero. Un día, cuando trabajaba de aprendiz en una cerrajería cercana a la estación de policía, le trajeron a un delincuente que había dañado las esposas que le habían puesto, para que las cortara con segueta. Pero el acero estaba muy duro, y Houdini logró facilmente abrir el cerrojo con un elemento metálico, descubriendo el principio que utilizaría alrededor del mundo en sus espectáculos de escapismo. De hecho, este acontecimiento lo marcó en adelante, definiendo su vocación de artista del escape. Otras circunstancias cotidianas iban a ser las que le despertaran ideas geniales de ilusionismo, como cuando tuvo que robar una caja enorme de madera para procurarse fuego en invierno, sacándola de un lugar público sin que nadie notara el delito, a plena luz del día en una calle populosa, truco que luego aplicó en alemania. A los 21 años trabajaba en un circo viajero, dando espectáculos de magia , y poco después ya era famoso porque de ningún modo que lo esposaran o lo ataran podían mantenerlo más de unos segundos sin libertad. Los retos empezaron a acecharlo, y los periodistas a seguir sus hazañas, que daban para amplios tirajes editoriales. Escapaba de cualquier limitación como si lo imposible no existiera para el . El 20 de abril de 1909 se lanzó encadenado al río sena, acompañado de la prensa y de un detective francés encargado de ponerle unas esposas del departamento de policía, y de vigilar su estricta colocación, encadenándolas además a su nuca. Pronto atrajo a una multitud, pues comenzó a gritar y a gesticular, y luego se lanzó al agua. Cuando el detective ya estaba argumentando que no era responsable de la muerte del actor, porque por varios minutos no se habían visto rastros de vida, Houdini apareció triunfante batiendo las esposas y la cadena, de las que se había librado. En 1906, en Washington, fue guiado, totalmente desnudo , a la celda # 2 del ala sur, donde había estado encarcelado por un año el asesino del presidente Garfield, y en menos de dos minutos había escapado y entrado a la habitación donde se había guardado su ropa. 21 minutos después había liberado de sus celdas a todos los prisioneros del primer piso, y todo había sido supervisado por los guardianes de la prisión, que evidentemente en ningún momento prestaron su

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colaboración. Estas hazañas y otras muchas le hicieron un personaje mundial en corto tiempo, y pronto hizo giras por rusia y Europa que también dieron para rato a los cronistas de hechos insólitos. Sin duda, Houdini tenía sus trucos. Alguna autobiografía suya indica que conseguir dinero le conmovía mucho más que cualquier significado espiritual que pudiera deducirse de sus espectáculos. Pero presentía que lo que podía hacerse con trucos también podría hacerse sin ellos, con el solo poder de la mente. De hecho, una mente bien controlada era el 90% del truco de cualquiera de sus trucos, porque habría bastado solo un asomo de nerviosismo, pesismismo o desconfianza para que se hubiera ahogado en el sena, o se hubiera muerto de asfixia enjaulado en una caja en la que lo retaron a meterse los empacadores de una fábrica de collares. Conciente de que había algo más allá, dicen que Houdini buscó contactos con parapsicólogos, con videntes, con gente que le pudiera indicar cómo ponerse, ahora sí del todo, por encima de cualquier circunstancia de encierro. Puede que tales inquietudes hayan sido solo un pasatiempo en su vida. Pero lo cierto es que la vida de Houdini es una hermosa metáfora de la búsqueda espiritual. Superando viejas Creencias Querer verse librado de toda limitación: tal es la vocación de todo buscador espiritual. Las actitudes necesarias para hacer ese camino, son las mismas que requiere el artista del escape: confianza, sentido del riesgo, ningún temor a la muerte, y gran concentración. Houdini se hundía en el peligro para salir triunfante, corría el riesgo de la muerte para celebrar la vida, desafiaba el escepticismo del incrédulo para imponer su sonrisa desafiante; y superaba todos los límites. El encierro del que se busca salir es la estrechez de la mente, la limitación de nuestros estados de conciencia ordinarios, la creencia de que hay un mundo sólido como una carcel del que no podemos escapar. Y el camino de la expansión de la conciencia es un gesto de burla hacia tales convicciones, es una ruptura con las rigideces de la lógica cotidiana. El buscador de lo divino es un artista del escape, y el arte de escapar consiste, simplemente, en darse cuenta de que en realidad no hay ni hubo nunca cadenas, celdas, o grilletes. Creer que haya una carcel es el primer requisito para ya no poder salir de ella.

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Principal carcel: la creencia de que hay un mundo en el que las cosas están separadas unas de otras . Esta farsa nos impide apreciar la íntima conexión de todo con todo. El vidente cree lo contrario: que todo es signo de otra cosa, que cada acontecimiento está necesariamente vinculado a cualquier otro acontecimiento en cualquier otro lugar. La posición de los planetas en el zodiaco para el lugar y la hora del nacimiento de una persona está entonces sincronizada con la agenda de lecciones que viene a aprender, y que puede preveerse en la lectura del tema astrológico natal. La forma en que al azar salen las cartas en una lectura de tarot indica los asuntos que debe resolver o aprovechar, y sobre los que un intérprete entrenado puede dar asesoría. Toda mancia , trátese de las runas, de la lectura de la mano, de lo que sea; supone lo mismo: que el universo está perfectamente sincronizado. No deberían llamarse, propiamente, métodos adivinatorios, porque adivinar es mas bien como apostar a que algo va a suceder, imaginarlo. Las mancias son algo más estructurado: son sistemas de símbolos, redes de arquetipos del inconciente colectivo de la humanidad, muchas veces plasmadas en los grandes mitos de diversas culturas, con las que pueden explorarse regiones no concientes de la mente. Se acusa a los que acuden a una mancia para comprender una situación de vida, de estar dependiendo de cosas externas, y no de su propia razón, para tomar decisiones. No es necesariamente así para el que actúa con criterio: bien asumida, la mancia no es una predicción del destino, a la que haya uno de conformarse patéticamente, sino un sistema de identificación de asuntos psíquicos hasta entonces inconcientes, que deben ser reprogramados y transformados del modo más positivo posible. Otra creencia que nos limita, y de la que podemos evadirnos tan rápido como Houdini, es la de que haya situaciones de la vida positivas y negativas , a las que nos obligue el destino. No hay una aspectación planetaria que lo obligue a uno a ser afortunado o infeliz, sino una repetida observación , -de parte de quienes investigan sincronicidades entre las conductas humanas y las posiciones planetarias-, de que en la mente profunda de personas con tal o cual tipo de carta natal suelen existir tal o cual tipo de actitudes y creencias inconcientes que les hacen manejar sus vidas de modo que atraen circunstancias externas de tal o cual clase. No es que una cosa produzca la

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otra, sino que en la sincronía perfecta de todo con todo cuando sucede la una sucede la otra. Y así se explica que se cumplan predicciones con cualquier tipo de mancia: simplemente, una mancia es un microscopio para ver lo que está urdiendo el inconciente. Pero también tiene explicación que toda predicción desafortunada pueda evitarse , y que toda predicción afortunada pueda no cumplirse : la clave de esta segunda explicación está en el estudio del principio principal que rige a la mente: todo lo que creemos, eso es lo que ocurre. Así como el temor es una creencia en lo negativo, la confianza es una creencia en lo positivo. Y lo que me sucede, lo que le sucede a una nación, es simplemente la exteriorización, la materialización de una creencia. Un mago puede hacer que exista lo imposible solo porque con su actitud lo hace posible. Pero, claro está, si tengo el hábito de creer siempre algo negativo sobre algún asunto, entonces me costará más trabajo abandonar esa creencia para generar la manifestación de lo contrario, porque exige más energía y atención de mi parte identificar y desterrar ese hábito que dejar que siga echando raices en la inercia de su peso. La manifestación de lo negativo me confirma mi pesimismo, y entonces mi pesimismo echa raices para atraer lo negativo con más fuerza todavía. Y por eso lo aconsejable es no alimentar mórbidamente a lo negativo con lo negativo. No hay nada de lo que disfrute más un enemigo que saberse odiado, porque del odio es de lo que vive. Y esta reflexión le caería bien a ciertos medios de comunicación. No se trata de que no sepamos que hay violencia en Colombia, ni de que no nos preocupe que mueran inocentes, ni de que no intentemos hacer algo por cambiar la situacion. Pero validar una y otra vez lo violentos que somos no nos hace más pacíficos, sino más desconsolados. Es mejor afirmar lo positivo. Cuando ponemos la atención en sucesos positivos - por pocos que sean- , empieza a crecer la semilla de la confianza y de la esperanza, que echa raices para atraer lo positivo con más fuerza todavía. En algún momento, el hábito de creer, atraer , manifestar y confirmar lo positivo se habrá vuelto tan fuerte, que lo negativo habrá sido erradicado sin ningún esfuerzo, y nos encontraremos viviendo el cielo en la tierra. Los interpretes de diversas mancias harían bien en entender la honda influencia que tienen sus palabras sobre sus clientes, porque cuando uno está

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frente al intérprete está altamente sensible, susceptible, y sugestionable. La diplomacia -distinta de la ceguera- debiera dirigir los consejos del intérprete, para no promover materializaciones negativas de probables pero prevenibles sucesos, sin por ello dejar de indicar al cliente sobre el aprendizaje que debe realizar para tomar la lección del modo más suave posible. El astrólogo, el quiromántico, o cualquier otro especialista; debería sobre todo recalcar todo lo positivo que encuentre, haciendo caso al principio numero uno de la magia: todo lo mejor siempre es posible. El Gran mago Cósmico Pero. . . . . . ¿Por qué?. ¿ y cómo es posible? ¿ Y por qué todo es posible?. Porque el todo ha sido posible. Han sido posibles las ballenas en los océanos, los amaneceres en las tardes, los romances en las playas, las abejas en las flores, las galaxias en un universo que se expande. ¿Por qué entonces no habría de ser posible que mi vida dé un giro hacia la abundancia, hacia la felicidad, hacia el amor, hacia la sabiduría?. No hay nada que lo impida, si no hubo nada que impidiera que apareciera la vida en los mares primitivos, que los dinosaurios conquistaran la tierra, que la brisa resfrescara mi rostro al amanecer, que en un beso pudiera unir mi vida a otra vida anhelante. La posibilidad es una constante de la naturaleza: la naturaleza es una posibilidad constante, y , por ello, un acto de magia que a cada día debiera asombrarnos. No hay un show de ilusionismo más entretenido que el cosmos. Y entonces ¿Quien es el mago?. Toda magia tiene un mago. Ese mago es exhibición de creatividad permanente. A cada rato saca una cosa nueva del sombrero: que la explosión de una estrella de neutrones por aquí, que un agujero negro por allá, que un virus o un protozoario o una orquidea o un coleóptero a este lado, que seres humanos más adelante, y todos los trucos le van quedando muy bien presentados. ¿ Habrá un mago que lo supere?. Tal vez : todo es posible. Tal vez este mago se lo haya sacado del sombrero otro mago que salío del sombrero de otro, y haya infinitos Dioses creadores de infinitos universos creados. No lo sabemos. Pero sabemos que tenemos el derecho de ejercer la magia sobre nuestra vida personal y sobre la historia de nuestro planeta, porque las ilusiones creadas por los magos tenemos licencia

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para crear ilusiones a las que llamamos “realidad”. Hemos nacido con el derecho del que se presintió también dueño nuestro amigo Houdini. El sombrero del que sale todo es la zona profunda, la más profunda de la mente, que está más allá de la zona conciente de la mente. Como todo sombrero de mago, es hueco. Y gracias a que es hueco, cabe cualquier cosa que queramos que pase y aparezca ante el público, desde conejos hasta paises en paz. No es algo, sino nada. Y gracias a que es nada, puede hacerlo posible todo. Por eso es el campo de todas las posibilidades. No tiene determinaciones, no tiene cualidades, no es espacio ni tiempo, no es energía ni materia. Gracias a eso, todo lo que se enmarca en el espacio y el tiempo, el mismo espacio-tiempo, son manifestaciones de ese inmanifiesto. De un durazno solo salen duraznos, de un manzano solo salen manzanos : son pobres árboles limitados a un solo tipo de creaciones. Pero de la nada del sombrero hueco de la conciencia pura que es el trasfondo ilimitado del que surge nuestra mente y que se encuentra a su base, puede salir todo. Por eso, el truco del mago consiste en olvidarse de sí mismo, en vaciarse de todo y convertirse en nada para extraer de ahí creatividad ilimitada. Y esto significa, al practicar meditación, trascender. Trascender es estar por encima del deseo de que salga bien el truco, por encima del apego a los aplausos del público. Gracias a ese desprendimiento, sale bien el truco. No es percibir a un angel, porque el angel también ha salido del sombrero. No es ver, no es visualizar un color, no es tener una vivencia interior agradable y momentanea. Esta calma, esta quietud, esta paz, este silencio, es experimentar el señorío sobre las angustias y las ilusiones de la mente. Desde este estado de libertad no hay temor, y por lo tanto puede obrarse calmadamente para hacer que se materialize cualquier truco de magia. Nada puede amenazar al que se experimenta a sí mismo como eterno, sin limitaciones, sin cepos corporales ni espacio-temporales que puedan maniatarlo. Y entonces ya no hay temor a la muerte, se es libre, y se puede salir a flote triunfante. Concentración, confianza, sentido del riesgo, y ningún temor a la muerte: las herramientas del artista del escape que quiere verse libre de toda atadura. La libertad, el estado de trascendencia , imborrable ya en la conciencia, no es otra ganancia más de la mente, no es otra vivencia que se pueda atesorar ni lucir como prueba de desarrollo espiritual. Es algo mucho más simple, mucho menos

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pretencioso, y mucho más facil de experimentar. Es pura inocencia , el estado más inocente de la conciencia. El sombrero del mago no es un estado de la mente, sino el escenario al que salen a actuar los estados de la mente. No es la pintura de Obregón, sino el lienzo en blanco que la hizo posible. No es un pensamiento muy sublime, no es una emoción muy elevada, sino la fuente de la que surgen todas las emociones y pensamientos nobles. No es ponerse a pensar -como aconsejan algunos- que uno está experimentando la brecha entre los pensamientos, sino estar en la brecha, es decir, no estar pensando ni siquiera en eso. Ni siquiera es intentar ponerse en la brecha, pues intentar ya lo deja a uno por fuera. No es un asunto, un objeto definido, abstracto o concreto, que se experimenta ; no es una emoción al leer un libro que trate sobre el tema, sino el campo unificado que hace posible y condiciona toda experiencia. No son las cosas que vemos con las gafas, sino las gafas que hacen posible verlo todo, siendo , -ellas mismas-, invisibles, transparentes. Este estado puro de la conciencia, este estado de meditación en trascendencia, es un sombrero roto : “nada por aquí, nada por allá, meta usted la mano para que vea que no es trampa, un voluntario por favor, suba al estrado, si señorita, con cuidado, no se me vaya a caer. Y ahora para ustedes, señoras y señores, - dice el Houdini que todos llevamos dentro-, en esta noche especial, a la vista insobornable y ante el escrutinio inexorable del honorable público que hoy nos acompaña, sacaré del sombrero, nada menos ni, nada más, que la certeza permanente de que somos seres de luz, seres radiantes de felicidad y amor con una misión divina que cumplir y posibilidades infinitas para hacerlo : por favor, cuando dé el golpe aquí con mi varita mágica, cuando mediante este simple acto redima de sus cadenas y de sus grilletes a la creencia de que la utopía de una nueva era para la humanidad no es posible, cuando libere ese prejuicio tan dañino de que hemos venido a vivir para sufrir y a sufrir para alcanzar el cielo, soplen. Pero no se me vayan a asustar cuando comprueben que sí era posible ser perfectos artistas del escape, seres enteramente libres”.

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Contactar el Ser A lo largo del libro hemos repasado la tesis de que toda la variedad del universo es la manifestación de un campo de unidad fundamental del que ha surgido, y que entrar en contacto con esa fuente universal de inteligencia , por ejemplo a través de la técnica de Meditación Trascendental, tiene un potencial altamente ordenador y armonizador para el individuo y la sociedad. El autor hace eco con esta propuesta a la voz de Maharishi Mahesh Yogui.

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Meditación Y Tradición Uno de los fenómenos más prominentes de la llamada "Nueva Era", es la extraordinaria proliferación de libros, escuelas, alternativas, técnicas mentales , métodos de exploración personal, y sistemas de desarrollo espiritual. Como ya hemos anotado en otras ocasiones, es necesario permanecer al mismo tiempo receptivos y cautelosos. No cualquier cosa es válida por el solo hecho de estar por fuera del pensamiento ortodoxo. Y deben producirse ciertos criterios de juicio para confiar o desconfiar de cualquiera que sea la escuela, doctrina, técnica o sistema que se ponga en consideración. Algunos parten de un referente específico: "si te cobran por aprender, no te fíes". Suponen, los que así piensan, que el dinero es una cosa sucia y despreciable, incompatible con la espiritualidad. El criterio principal de validez sería, entonces, la gratuidad, tras la que se estaría expresando un amor desinteresado y un espíritu altruista. El problema, sin embargo, es que ni el capitalismo es el diablo, ni es posible sostener una escuela, o una institución, hoy en día, sin recursos. Además, la nueva era no es dicotómica ni dualista, y por tanto no clasifica las cosas en espirituales y materiales. El dinero es energía, y la abundancia de energía es la radiancia de la vida. Se dá dinero con amor, y se recibe también con amor. Otro criterio de juicio podría ser el de la validación científica, teórica y experimental. Muchas biosofías de la nueva era se basan en hipótesis y (o) teorías científicas de diverso orden, a veces simplificadas para volverse accesibles al hombre o mujer corrientes, a veces francamente manoseadas por la oratoria facilista y los fines comerciales, y otras veces lo suficiéntemente sólidas como para ser discutidas en espacios académicos y profesionales. Sin embargo, hay quienes sencillamente se fían de su intuición para asumir una enseñanza u otra, y ello es igualmente válido para ellos. En todo caso, la definición misma de lo "científicamente " validado o invalidado es susceptible de reformas significativas bajo los nuevos paradigmas de verdad y de realidad que están surgiendo hoy. La intuición se aproxima cada vez más a la ciencia, y viceversa.

Hay, además, un tercer criterio de juicio, entre los muchos otros posibles. Y quisiera detenerme, en este artículo, sobre él. Se trata del valor de las tradiciones espirituales.

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Como efecto de los múltiples cambios psicológicos, culturales y sociales que, de modo vertiginoso, se han dado en este siglo; se ha concluido por juzgar peyorativamente, y casi que por acto reflejo, todo cuanto posee un valor tradicional . Lo tradicional era quedarse en casa cuidando los niños, y las mujeres salieron a trabajar. Lo tradicional era ser liberal o conservador, y los estudiantes se hicieron guerrilleros. Lo tradicional era pintar paisajes , y apareció el surrealismo. Se suponía que el progreso equivalía a la ruptura con lo tradicional. Pero pronto el liberacionismo sexual se descubrió como insuficiente para la salud sicológica, la mujer re-descubrió que también era esencial ser madre, y los Hippies nadaistas redescubrieron a los poetas clásicos. Probablemente los noventas són, mundialmente, mucho menos anti-tradicionalistas que los sesentas. El asunto inclusive peligra desbalancearse de nuevo: las ultraderechas reinventan el racismo, y las sectas religiosas atacan a toda vanguardia "nueva Era" como satánica. Lo mismo ha ocurrido con las escuelas espirituales, las técnicas mentales, y las tradiciones religiosas. Han surgido numerosos enfoques nuevos, nuevas instituciones, y nuevas prácticas. Probablemente uno de los personajes que más influyó a las nuevas generaciones de buscadores para que no siguieran ninguna tradición, fué Krishnamurti. Durante toda su vida, desde que renunció al liderazgo espiritual mundial que la Sociedad Teosófica, encabezada por Annie Besant- le ofreció al joven indostánico, se dedicó a afirmar que los líderes espirituales, sus instituciones, su autoridad y sus tradiciones;constituían no otra cosa sino un obstáculo para la experiencia de lo sagrado, no otra cosa sino una atadura al pasado. Lo paradójico es que muchos de sus lectores siguen literalmente esas afirmaciones, como si fuesen reglas de vida. Y, entonces, miran con desprecio la relación de admiración que naturalmente surge entre todo aquel que enseña y todo aquel que aprende. Pero Krishnamurti nunca quizo que sus palabras fuesen doctrina. El problema no es pertenecer o no a un movimiento o escuela de desarrollo personal y espiritual, sino qué actitud adoptar hacia las estructuras del pensamiento. Aferrarse a una idea -diría Krishnamurti-, es aferrarse al pasado o al futuro. Pero solo el presente es real, y solo en el presente mora lo que nos ama desde más alláy más acá del tiempo. Inclusive el pensamiento "Krishnamurti tiene razón", nos aparta de la eterna presencia de lo innombrable. Lo que, escapando a las redes ilusorias de la mente pensante, decía vivenciar Krishnamurti, era, sin embargo, intransferible. También era imposible de enseñar, puesto que todo método implica un proceso, y todo proceso requiere tiempo. Pero el tiempo no conduce a lo que le trasciende, sino de nuevo al tiempo. Por tanto, Krishnamurti negó estar enseñando método alguno para encontrar algo así como una meta espiritual. Lo espiritual no es algo a alcanzar, porque no es un objeto, ni está en un futuro.

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Todo ello es obvio. Pero. . . se infiere de allí que NO debemos seguir ninguna escuela, o que NO debemos creer en ningún libro de auto-ayuda, o que No debemos practicar ningún tipo de meditación, o que no debemos pertenecer a ninguna institución o tradición, ni "seguir" las ensen'anzas de algún maestro ?. Ser o no Ser Hay que responder en dos sentidos. En un sentido absoluto, convendría decir: dá lo mismo seguir o no seguir a alguien, pertenecer o no pertenecer a alguna tradición espiritual. Siempre que se haga o no se haga algo, en todo caso se está tomando una decisión. Pero toda decisión implica conflicto, pues involucra un dilema al que se enfrenta la mente pensante, que tiene que escoger entre dos caminos o más. Lo que importa es no aferrarse a nada: ni al escepticismo sobre los métodos, ni a la creencia ciega en la pretendida superioridad del que uno ha encontrado. Pero, en un sentido relativo, y para la generalidad de las personas, tal vez sea mejor responder de otro modo. Es como si nos enfrentáramos al dilema de dejar ver o no televisión a nuestros hijos. Si la vén, van a encontrar influencias negativas. Pero si no la vén, no van a tener la posibilidad de aprender nuevas cosas. No todo lo que se ve en televisión sirve, pero tampoco es todo un desastre. Luego el problema no es si verla o no, sino con qué criterio verla. Y, por supuesto, para verla con un buen criterio, es necesario ante todo prender el aparato. Entonces, habría que responder: es mejor pertenecer a alguna escuela espiritual que a ninguna, pero es más importante permanecer en ella sin aferrarse ni soltarse demasiado, según se vaya aprendiendo. En algún momento, cuando ya se haya desarrollado el sentido de autonomía, paz y solidez interior necesarios , se sentirá que nada se pierde ni nada se gana estando por "fuera" o por "dentro" de la tradición: y esa será la libertad. Conforme "menor" sea la autonomía psicológica del individuo, más convendrá que la institució a la que se afilie le imponga al principio -para luego ir disminuyéndolas-, normas de pensamiento, comportamiento y acción. De lo contrario, por ser excesivamente manipulable aún, podrá aferrarse a cosas peores que una escuela espiritual directiva: por ejemplo, a grupos violentos, o a la drogadicción, o al consumismo. La institución debiera ir soltando las riendas poco a poco. Como muchas no lo hacen, si el individuo madura pronto se rebelará y buscará grupos de identificación más flexibles y abiertos. Pero trascender la normatividad no significa violar todo código ( ser un "punk" tiene unos códigos tan estrictos como ser gerente bancario ) ya que la vida humana es social, y lo social se constituye por el acuerdo. Por tanto, cuando la persona, en su proceso de autoexploración, toca el nivel de la libertad interior, entonces sigue aún unos códigos, pero estando a todo momento más allá de ellos, y , por tanto, libre. Entonces, "alcanzada" la auto-trascendencia, no importa si se piensa de tal o cual modo, si se actúa de tal o cual otro, pero se opta por algun modo de conceptualización, y por algún estilo de comportamiento y de vida. Alguno ha de tenerse, o varios a la vez, o uno después

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de otro. A alguna cultura y tradición se ha de pertenecer, alguna imagen social se ha de proyectar, algún rol se ha de jugar. Pero, en todo caso, en el nivel relativo, concreto, de la existencia , no se puede flotar en el vacío de lo trans-personal: se es alguien determinado, y eso significa opciones, limitantes, pasado y futuro, aún en medio de la libertad ilimitada. Gozar de un Status universal e ilimitado no se opone a existir de un modo particular y finito. La oposición a lo tradicional, propia de los adolescentes y de muchos procesos mundiales contemporaneos, es reflejo de la natural necesidad humana por lo ilimitado, por lo nuevo. Pero lo nuevo no es lo novedoso. Lo novedoso no es más que la antítesis de lo antiguo, y ata del mismo modo que lo tradicional. Lo ilimitado solo es posible más alla del dilema entre lo antiguo y lo venidero. Están surgiendo, y seguirán haciéndolo, nuevos grupos, líderes y orientaciones de la "nueva era". Ninguno es el peor, ninguno es el mejor. Cada quien está en el que merece, según su nivel de desarrollo, y en ultimas comparar es imposible, porque cada quien es único. Por eso, en la nueva era, será improcedente polemizar. Cada quien expondrá lo suyo, pero no contra la exposición del otro. Este es el espíritu de la convivencia pacífica: que no sea necesario el acuerdo, porque no hay una única verdad, pero que tampoco nos sintamos en desacuerdo, porque la verdad es única, y está más alla de todo acuerdo: está más allá de la mente conciente, del proceso de pensar, del "diálogo interno". A lo Profundo Mas alla de la superficie de la mente, cada vez más en lo profundo, hay cada vez menos agitación, menos turbulencia de pensamiento, más silencio. Más alla del silencio más sutil, no hay sino puro silencio, conciencia pura, pura conciencia. No hay conciencia de algo, sino de nada, conciencia de todo. Puro reposo, pura ilimitación de la conciencia expandida. Este proceso de expandirse, de asentarse, se llama trascender la zona conciente, pensante, imaginante, de la mente. Trascender significa "ir más allá". Meditar significa "ir más alla" de la zona conciente de la mente. Es importante entender con exactitud qué significa "meditar", porque esta palabra tiene un significado muy preciso, y se ha abusado de él hasta la tergiversación. La vulgarización de las tradiciones espirituales, propia de la nueva era, conlleva a la vez un peligro y una esperanza. Se degradan y devalúan las tradiciones secretas al popularizarse como bestsellers de bolsillo, pero hacen huella en grupos cada vez mayores de la población. La tradición Védica de la india, quizás la tradición más antigua del mundo, conservó estrictamente el sentido de la palabra "meditación".

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Meditar no significa pensar en algo, porque la disminución de la actividad pensante es justamente lo que la caracteriza. Por tanto, no medita quien reza, por ejemplo. Rezar es emitir palabras, y las palabras són expresiones burdas de pensamiento. No medita quien ruega a dios en silencio, pues rogar es desear, y desear es siempre desear algo. Pero mientras algo esté presente en la mente como lo que es deseado por alguien, entonces habrá pensamientos. Los pensamientos los genera siempre algo, y siempre són pensamientos de algo. No hay pensamientos de nada, pues incluso si uno piensa "no estoy pensando en nada", piensa en eso, y por tanto piensa en algo. Por lo tanto, tampoco imaginar algo es meditar. Si, por ejemplo, tomo un quarzo en mis manos, imagino que entro en él, y luego imagino que llego a la oficina y mi jefe me anuncia que me ha subido el sueldo, entonces no he estado meditando, sino visualizando. Visualizar es una forma de pensar, porque siempre se visualiza algo. No es posible visualizar nada, porque solo se vé algo si tiene forma, es decir, límites. Pero la nada es sin límites, o de lo contrario sería algo, por ejemplo una gran esfera transparente. Y una esfera no es nada: es algo: es una esfera. Ni pensar con palabras, ni sentir con sentimientos, ni imaginar con imágenes, son estados de silencio puro , de inactividad total de la mente. Pensar, sentir e imaginar són estados activos de la mente, són estados excitados de la mente. La mente es como una vasija con agua: cuando se calienta la vasija, burbujas afloran a la superficie: esas burbujas son pensamientos, imágenes, o sentimientos. Las imágenes pueden ser visuales, olfativas, gustativas, táctiles o auditivas. Si pudieramos ir -dice Maharishi Mahesh yogi-, fundador de la técnica "Meditación trascendental", de las burbujas al fondo del vaso, entonces eso sería como ir a la fuente de todas las excitaciones de la mente, a esa fuente aquietada e inactiva de toda inquietud y actividad. Eso sería meditar, en el preciso sentido del término: ir mas' alla del pensamiento. Una pregunta surge: de qué modo, entonces, meditar ?. Hay que escoger un tipo de burbuja, y descender por donde ella ascendió a la superficie. Cual burbuja escoger ?. Un sentimiento ?. Un pensamiento verbal ?. Una imagen sensorial ?. Hay que buscar el camino más facil, el más sencillo. Pero nuestro yo se aferra a las burbujas, y no logra bucear en lo más profundo de la mente. Entonces hay que escoger las burbujas más sencillas de trascender, las que menos nos afecten. Los sentimientos són burbujas muy poderosas, y es dificil hacerse a un lado de ellos, porque siempre involucran un sentido del "yo". La tristeza, o la alegría, no són impersonales, sino que siempre es "uno" el que se siente triste o alegre. Luego uno se apega a los sentimientos, porque ellos mismos, por definición, son apegos de uno. Hay técnicas, en psicología, para distanciarse de los sentimientos. En guestalt, por ejemplo, se llama "darse cuenta". En "vivation", por ejemplo, se llama "integrar". En "rebirthing" se llama "dejar partir" o "perdonar". Entre los carismáticos se llama "dejar

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obrar la gracia de dios". Pero, cuando eso se logra, se desciende a la fuente de las burbujas?. Se contacta el silencio puro ?. Probablemente se siente alivio, cierta libertad, como si se hubiera dejado un lastre. Probablemente cuantos más lastres se dejen, mejor se sentirá uno. Pero hay otros miles de sentimientos más que van a burbujear de nuevo, y que habrá que procesar. Y algunos serán muy poderosos, y será mejor tener a un asistente o a un terapeuta al lado para que nos ayude a "distanciarnos". Puede ser muy doloroso, y tendremos que depender de alguien, en general, siempre que queramos practicar el "dejar partir". Los pensamientos son burbujas menos sólidas, mas' ligeras, que los sentimientos. El yo se aferra menos a ellos. Por ejemplo, hay pensamientos objetivos, como "está lloviendo". Todo el mundo puede percatarse de que llueve, de modo que no hay que aferrarse a ese pensamiento, porque es objetivo. Aunque alguien lo negara, no importaría, porque sabemos que no es así: que sí está lloviendo. Pero los pensamientos atraen más pensamientos, como si fueran una reacción en cadena. Siempre que se piensa en algo uno lo asocia con otra cosa en la que luego comienza a pensar. De modo que los pensamientos forman como una red de burbujas ascendentes en las que queda atrapada la intención de descender a la fuente. Muchas técnicas mentales trabajan con pensamientos. Hay métodos de autosugestión verbal que utilizan afirmaciones positivas, como los que aconseja Louis Hay. Son métodos que consisten en pensar, y que por tanto no són meditación. Hay métodos filosóficos, que son' para utilizar la lógica. Hay métodos para analizar, memorizar, asociar, investigar, etc. Hay métodos para sico-analizarse. Ninguno de ellos es meditación. Siempre que lo que se haga sea pensar, no hay posibilidad de descender. Pensar es ascender las burbujas, no descender por el camino que recorrieron. Las imágenes sensoriales, sobre todo las visuales, són como los pensamientos : exteriorizan la atención, en vez de interiorizarla. El sentido de la vista es el que más nos exterioriza, y la cultura occidental es la más visual de todas, la más objetivadora. La vista nos saca del cuerpo y nos pone afuera. El olfato, el tacto y el gusto, nos ponen en relación con cosas que ya no están tan lejos, sino en el propio cuerpo, pero, en todo caso, nos excitan, nos estimulan, hacen que la mente vibre y se active. El sentido del oido es el más etereo de todos. La música "new age", por ejemplo, no está en ninguna parte, sino que la sentimos muy adentro, pero ya no en el cuerpo, sino en algo mucho mas abstracto. La música más relajante , a la mayoría de la gente, la puede tranquilizar mucho más que el sabor más dulce, que el olor más aromático, que la caricia más delicada, o que el color más suave.

Hay numerosas técnicas que trabajan con la vista: mandalas e iconografías tienen un efecto agradable. Otras trabajan con el cuerpo, y consisten en sentir el cuerpo, por ejemplo,

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sentado en una posición fija, o en movimiento, en alerta a olores y sabores, o, por ejemplo, en sentir la respiración. Pero las burbujas de las sensaciones auditivas són las más sutiles, y por eso nos profundiza mucho más un canto gregoriano que una foto de la capilla sixtina, o que el olor de un perfume, o que el sabor de un té. Si es más facil descender por las burbujas auditivas, que són las menos intensas, y las que menos atrapan la atención de la mente, las que más la dejan flotar, entonces es más facil meditar con sonidos. Ello no significa, por supuesto, que no sea posible con imágenes táctiles, olfativas, gustativas, o visuales. Los sonidos que se cantan són más burdos que los que se piensan, luego meditar es pensar con un sonido. Cantar unos mantras en voz alta, entonces, quizás no repose tanto la mente como pensarlos mentalmente. Pero no cualquier sonido sirve. Benson, un investigador norteamericano, ha escrito varios libros afirmando lo contrario: que cualquier sonido sirve. Ello denota que Benson no tiene buen oido. Cualquier músico nos diría que un sonido no tiene el mismo efecto que otro. De lo contrario no existiría una ciencia tan compleja como la musicoterapia. Por ejemplo, las notas agudas producen un efecto de elevación psicológica y de desconexión corporal, mientras que los tonos graves intensifican la conciencia corporal, especialmente en el torax y abdomen, generando una sensación de poder y afirmación. Ahora bien, existe una tradición de investigadores que, desde hace miles de años, experimenta no con los sonidos , más burdos, de la escala musical, sino con los sonidos del idioma sanscrito, sonidos que sobresalen por sus delicados matices. Esa es la tradición védica del indostán. Las tradiciones existen para preservar conocimientos acumulados por la investigación. Pero Benson, que investigó unos cuantos años, pensó que con uno que otro viaje a oriente sería suficiente para diseñar su propia técnica de meditación, y que cualquier persona podría beneficiarse meditando con cualquier mantra o sonido. Ir con Cautela Hay otra posibilidad, y es que sea necesario un procedimiento cuidadoso de diagnóstico, selección y enseñanza del sonido o mantra adecuado para cada persona; y que para ello sea necesario que exista un profesional entrenado en la habilidad de ensen'ar meditación. Así como para preveer eventos futuros se requiere un astrólogo , o para curar se necesita un médico, quizás se necesita también que existan profesionales de la enseñanza de la meditación. Sucede que estamos en los albores de la nueva época, y por eso aún nos comportamos de un modo un poco infantil. Jugamos, cada uno de nosotros, a ser un poco astrólogos, un poco terapeutas florales, un poco sanadores, un poco sicólogos y un poco médicos. Es parte de la alegría de haber descubierto nuevos horizontes, y de querer explorarlos todos un poco. Pero una actitud más cautelosa también es necesaria, y no debemos enseñar ni practicar aquello en que no nos sintamos del todo expertos. De lo contrario el movimiento "nueva era" seguirá siendo asociado, por la opinión general de los no versados, con prácticas supersticiosas, charlatanería, e improvisación especulativa.

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Aprender a meditar, en mi opinión, es algo que requiere de un proceso de enseñanza y aprendizaje sistemático , interpersonal, y progresivo. La era de la expansión de la conciencia, la nueva era, se basa fundamentalmente en experiencias personales de trascendencia, que requieren que las personas adquieran la habilidad de descender más allá de la mente conciente, más allá de las redes ilusorias del pensamiento, como diría Krishnamurti. Para ello, ante todo, es necesario que se reconozca que toda actividad mental que se centre en el procesamiento conciente de sentimientos, pensamientos, especulación metafísica, visualización de eventos, autosugestión verbal, reflexiones conceptuales, sicoanálisis, experiencias sensoriales burdas, y atención a actividades corporales o respiratorias, no es, en sentido estricto, meditación. Sin ánimo de poner nada por encima de nada, pero por acuerdo semántico, debería reservarse otro término para esas prácticas que, por supuesto, son altamente recomendables y útiles. Quizás convenga llamarlas "técnicas contemplativas" o "técnicas de control conciente de la mente". Inclusive desde del punto de vista electroencefalográfico se ha visto que generan efectos neurofisiológicos diferentes a los de las técnicas de meditación. Conviene desconfiar de los manuales de meditación, y mucho más aún de versiones vulgarizadas al estilo de recetarios. Se hace un daño a un lector haciéndole creer que ya sabe lo que no sabe, porque entonces ya no buscará aprenderlo realmente. Además, en primer lugar, un libro, o un artículo de revista, no puede responder preguntas, ni intercambiar energía con el aprendiz. En segundo lugar, hay sutilezas de la enseñanza que solo se pueden transmitir de persona a persona ( "I shin den shin" - de mi alma a tu alma dicen los budistas Zen que se transmite la doctrina ). Inclusive en aprendizajes tan burdos como los de los oficios manuales, por ejemplo, la dificultad es enorme si no hay un intercambio de códigos no verbales. Alguien ha aprendido Kung Fu o natación por correspondencia ?. En tercer lugar, es mas confiable aprender dentro de una tradición, sea cual sea, pero lo más antigua y pura posible. La tradición no es una limitación, y el maestro no es un obstáculo autoritario, ni su autoridad es mero anhelo de imponerse y manipular a la gente. La tradición es para conservar la experiencia acumulada. El maestro es para que la motivación del discípulo se fije como una idealización o proyección sicológica que le ayude a perseverar, mientras adquiere mayor autonomía y solidez interna. Y la autoridad es para fijar los límites del aprendizaje y evitar deslizes, malinterpretaciones, o errores. Las tradiciones de enseñanza de meditación són importantes, porque garantizan que va a haber un mínimo de improvisación y un máximo de eficacia. En la tradición de la escuela Zen, según entiendo, la relación y la comunicación no verbal ( por ejemplo mediante acertijos o "koanes") de maestro a discípulo se considera un eje central. Antes de seguir a un maestro, los discípulos Zen se cercioran de que la linea de transmisión de la verdad original de Bodhidharma se conserve pura, es decir, de que no haya habido distorsiones en la linea de maestros. Y en la tradición védica que llega a occidente por vía de Maharishi Mahesh yogi, por otra parte, se entrena rigurosamente a los profesores, quienes siguen los procedimientos de diagnóstico de mantra originales, y se inicia al aprendiz tras una

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ceremonia simbólica ancestral. El rito de iniciación es necesario para fijar la significación e importancia del proceso de desarrollo espiritual que se inicia, y porque actúa como un transmisor de la información condensada en el "alma colectiva" , o campo morfogenético de la tradición. Cuanto más antigua y más adherentes ha tenido la tradición, más sólida es la información que se ha grabado y que se graba entonces, por medio del rito, en el aprendiz. El aprendiz entra en resonancia energética con la tradición. Antes de servirse de las experiencias de enseñanza acumuladas por una institución o escuela dada, conviene preguntarse que tan fiel es la enseñanza presente a la original. Generalmente ha habido tergiversaciones, y generalmente los procedimientos más antiguos son los más eficaces -lo cual violenta nuestro concepto de "progreso": estamos adoctrinados para pensar que lo más reciente siempre es mejor-. En todo caso, no por ser altamente confiables las técnicas de meditación ancestrales dejan de ser válidas las nuevas versiones. Muchos creadores de nuevas técnicas mentales han investigado a fondo lo que luego han divulgado. La ventaja de las técnicas ancestrales, sin embargo, es el respaldo morfogenético de la tradición a que pertenecen. Además, no fueron gestadas como oferta para la demanda del "mercado espiritual" de la nueva era, lo cual las hace menos sospechosas de indulgencia con las expectativas del "consumidor". La tradición significa el respaldo de una experiencia ancestral. Se ha visto que cuantos más individuos hayan alguna vez desarrollado una habilidad, tantos más tendrán mayor facilidad que sus precursores para adquirir esa misma habilidad en menos tiempo. Ello se ha probado, por ejemplo, enseñando a animales de laboratorio cierta habilidad. Las nuevas generaciones, sean o no descendientes de las primeras, y en cualquier laboratorio del mundo, realizarán mejor la destreza conforme más individuos la hayan desarrollado antes, e independientemente de que hayan tenido contacto espacio-temporal con esos individuos. Hay que explorar con cuidado, pues són muchos los que, no por deseo de engañar, sino por ingenuidad en su deseo de servicio, dan enseñanzas que no són óptimas, o que no tienen el respaldo de las experiencias, investigaciones y conclusiones de una tradición dada. . Y debe existir algo así como un "control de calidad" en las actividades de la nueva era.

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La Salud y El Cuerpo según La Ciencia Védica

Numerosas tradiciones y sabidurías vienen afirmando desde hace milenios el principio que dice: "como es arriba, es abajo". Esto no significa sino que las mismas leyes y estructuras que rigen al macrocosmos, a las más lejanas galaxias y Quazars, rigen y definen también nuestro pequeño mundo, nuestro pequeño planeta. Lo pequeño es una copia holográfica de lo grande, y por tanto el organismo humano refleja toda la majestuosa creatividad que rige los programas de funcionamiento del universo entero. El cuerpo humano es el universo mismo. Somos el universo. El solo hecho de haber escuchado este mensaje del Doctor Mukund Baheti, neurofisiólogo que visitó nuestro país a finales de junio de 1994, habría sido suficiente para reseñar la conferencia que dió en el centro de convenciones Gonzalo Jimenez de Quezada en Bogotá , como uno de los aportes más inspiradores que se han hecho al público interesado en temas "Nueva Era". Pero es que sus hipótesis llegaron mucho mas allá. El público quedó atónito. No solo estaba presentando una antigua creencia filosófica: la estaba demostrando con toda la rigurosidad de un científico. Mukund Baheti nació en 1653, en India, pero luce como un joven de 20 años. Sus primeros estudios los hizo en ayurveda, la medicina popular de su país, pero luego quizo formarse como médico clásico en Bombay, donde se especializó en neuro-endocrinología y neuro-fisiología . Ha recibido muchas distinciones, entre ellas el premio " A. J. Kohnar de la sociedad de investigación y la escuela médica Grant" , en 1979, o el premio médico "Glaxo", en el mismo año. Pero su sencillez es suprema, y a pesar de ser toda una personalidad en su país, dice que en realidad lo más importante que tiene que transmitir es lo que ha aprendido de Maharishi Mahesh Yogui, fundador del programa Meditación Trascendental, y de Tony Nader, Médico

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de la Universidad Americana en Beirut, que obtuvo su doctorado en ciencias cogniticas y del cerebro del Instituto de Tecnología de Massachussetts. El doctor Baheti nos concedió una entrevista en la que nos explicó los trazos fundamentales del nuevo descubrimiento que Maharishi Mahesh Yogui le pidió que difundiera en una gira mundial: el descubrimiento del Veda en la fisiología humana. Lo primero que tuvo que explicarnos fué qué es el Veda. El Veda -nos dijo- es un conjunto muy amplio de textos literarios ancestrales de la India. Su historia comienza en las silenciosas montañas de los himalayas, que son las montañas del norte del país. Allí se enseñaba a los niños sobre el sentido, significado y naturaleza de la vida en forma de himnos cantados. Se estudiaban las leyes de la vida a partir de recitaciones de cantos. Ellos memorizaban esos y los pasaban a sus hijos, que a su vez los pasaban a sus hijos. Y esto ocurrió por miles de años. Luego fueron publicados en forma de libros, en sanscrito, el idioma mas antiguo que existe. Una palabra tiene muchos significados y dependiendo de diferentes interpretaciones y perspectivas surgieron por tanto muchas diversas interpretaciones de estos textos. El veda es el conocimiento de las leyes de la vida. El Veda Reinterpretado Maharishi Mahesh Yogui -nos dijo el Doctor Baheti-, ha reinterpretado, reformulado, esos textos . Los antropólogos y filólogos occidentales no han visto en los vedas su valor esencial, pues solo han atendido a su significado. Pero lo que importa es el valor vibratorio, el valor mántrico, el valor sonoro de las estructuras sánscritas presentes en los himnos. Y, mas aún que los sonidos, tienen un valor primordial las estructuras de silencio existentes entre los sonidos. Los vedas han sido plasmados en forma de sonidos espaciados por silencios. Maharishi ha señalado que las palabras no són lo único que interesa, sino que las brechas entre las palabras son también de especial importancia. El dice que toda la dinámica y estructura del veda está en esas brechas. Las palabras se llaman mantras y las brechas de silencio se llaman Brahamanas. Toda la dinámica de la creación brota de las brechas.

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La dinámica de esas brechas es importante. Esto se explica mediante el análisis, por ejemplo, de las sílabas " NI" y "MI", de la primera frase del Rig veda. "Ni" colapsa en un punto de silencio. "Mi" comienza del punto silencioso de dinamismo y se gesta desde esa brecha. Hay cuatro etapas de desenvolvimiento en ese proceso de colapso del "Ni" en silencio y del "Mi" desde el silencio. Toda las estructura del dinamismo del veda yace en la brecha de silencio que se localiza entre los sonidos del veda. Esto no lo habían tenido en cuenta otros comentaristas. Los textos del Veda están relacionados con todo el universo, porque expresan las vibraciones de las leyes de la naturaleza en su totalidad , en los sónidos sánscritos. Lo que el Veda describe es la organización funcional, los principios subyacentes. Y esos principios subyacentes són los mismos para una galaxia que para la fisiología humana. Por eso, el cuerpo humano es una réplica perfecta del Universo, es decir, es la expresión plena del Veda. Maharishi ha formulado esos principios en 27 aspectos del veda que han sido correlacionados con 27 aspectos de la fisiología humana tal y como ha sido descrita por la fisiología médica de la ciencia contemporanea. Las correlaciones son válidas también entre las funciones y localización de los planetas del sistema solar según la astrología védica, y los órganos principales del cerebro. Por ejemplo, en una carta astrológica, partimos de la base de que todo está interconectado con todo, y de que por tanto existen correspondencias, sincronías, entre los movimientos de los planetas del sistema solar, sus influencias positivas y negativas, y los ciclos de la vida de los seres humanos. En el sistema solar hay nueve planetas y podríamos encontrar los correspondientes nueve "planetas" en el cerebro humano, con funciones extraordinariamente análogas a las que la astrología védica tradicional le asigna a cada planeta. El doctor Baheti lo explica del siguiente modo: El sol, que está en el centro , es semejante al tálamo, cuya función consiste en recibir diversas señales nerviosas desde diferentes partes del cuerpo, y pasar esa información a otros órganos del cerebro. Es como un rey que se sienta al centro. Por su parte, el

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hipotálamo está correlacionado con la luna, pues, de modo semejante a lo que dice la astrología tradicional sobre la influencia de la luna, se ha visto que está encargado de la respuesta fisiológica a las emociones en ciclos diarios, mensuales y estacionales. Controla los sentimientos, la temperaturacorporal, el comportamiento reproductivo , y el ciclo menstrual, que es de 27 días (correspondientes a los 27 dias de traslación de la luna, y a los 27 aspectos del veda). Hay otra zona del cerebro llamada el nucleo rojo, que es análogo a Marte, y cuya función es chequear e iniciar el control de movimientos suaves. En astrología se considera que una buena aspectación de marte es también indicio de que hay energía suficiente para emprender una acción de modo vigoroso. Luego hay otra estructura llamada Putamen, que es similar a Saturno. Saturno recibe impulsos y coordina actividades. El Putamen hace lo mismo en el cerebro: recibe información y luego coordina actividades. Otra estructura es el "Globus Pallidus", que es semejante a Júpiter, y que es el controlador general de toda actividad cerebral, como lo es un Guru o maestro, un profesor o un instructor: y Júpiter ha sido asociado en la astrología con un maestro. Si continuáramos el viaje por la fisiología humana , -nos dice Mukund Baheti, no dejaríamos de comprobar más y más analogías : Los doce signos zodiacales son correlativos a los 12 nervios craneales que coordinan la expresión corporal, y cada texto de la literatura védica tiene subdivisiones y funciones extraordinariamente iguales a las de diversas estructuras orgánicas. Es como si las vibraciones de los himnos védicos hubiesen creado, en un acto de magia divina, la anatomía. O como si el cuerpo humano cantara siempre los sonidos que crearon el universo, los mismos sonidos que materializaron nebulosas y agujeros negros en el espacio. Estas increibles concordancias, reveladas por Tony Nader en una conferencia a la que Baheti asistió, fueron las que lo indujeron a ampliar la visión tradicional de la neurofisiología moderna, comprendiendo los fenómenos descritos por la medicina tradicional como expresiones de la conciencia pura. Pero qué es la conciencia pura ?. todos los órganos de una flor són expresión de una misma fuente, de la savia, que es su valor unificado. Del mismo

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modo, hay un valor unificado del universo, que es de donde surgen todas las vibraciones, todas las leyes, todos los sonidos, todos los himnos del veda que estructuran el universo. Ese valor unificado es la conciencia pura, la conciencia trascendental. Este estado de conciencia autoreferente -asegura Baheti-no ha sido apropiadamente descrito en la medicina moderna. La ciencia moderna ha descrito el cuerpo en términos de sistemas, los sistemas en términos de órganos, los órganos en términos de células, las células en términos de moléculas, estas en términos de átomos, y estos en términos de partículas elementales. Estas son simplemente ondas de probabilidad, es decir, vibraciones. Pero estas vibraciones ("sonidos") surgen de un estado no vibratorio, de un estado de infinito silencio, que es la conciencia trascendental. Al practicar meditación trascendental la mente va de estados vibratorios más burdos a estados vibratorios más sutiles y de allí al estado no vibratorio de la mente, la conciencia trascendental. Un cerebro ruidoso y una mente ocupada y tensa se convierte por tanto mediante la meditación en un cerebro asentado en el silencio. Ese silencio consiste en estar conciente de uno mismo , no en un estado pensante de la mente, sino puramente conciente, sin pensamientos ni autoconciencia, algo muy dificil de explicar pero muy facil de experimentar. Ese es un estado de autoreferencia, lo que esencialmente somos. Los antiguos sabios védicos lo llamaban el Veda en su estado puro. El veda en su estado expresado, manifiesto, en su estado no puro sino relativo, es el universo. Y la fisiología humana es por tanto la expresión reverberante, la vibración dinámica del veda. El veda está escrito en la fisiología humana así como en los textos sánscritos, siguiendo una misma estructura, regido por unos mismos principios. Así como hay 27 aspectos básicos de la literatura védica, hay por tanto 27 aspectos de la fisiología humana correlacionados con ellos. Por ejemplo, el texto védico llamado "caraka Samhita" , texto clásico del ayurveda, tiene ocho capítulos divididos cada uno en cuatro, así como el hipotálamo tiene cuatro divisiones, y cuatro nucleos en cada uno. Todos estos 27 aspectos són la expresión del Veda, la expresión de la conciencia pura en forma de leyes de la naturaleza, programas vibratorios de acción de las redes de energía que constituyen el universo y que en el cuerpo

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humanose configuran como 27 funciones fisiológicas análogas a las quecumplen los 27 aspectos de la literatura védica ancestral. Cuando una persona contacta la fuente de esas leyes, a través de la Meditación Trascendental, es como si se identificara con el autor de la constitución de un país. Esa identificación hace que espontaneamente uno cumpla con todas los principios de la constitución. La Fuente del Veda También -asegura Baheti- del campo fundamental del universo brotan programas de acción, leyes naturales, o sea, leyes de la vida, reglas. Cuando no se cumple con las reglas de tránsito, es facil tener un accidente. Si uno rompe las leyes naturales eso tiene consecuencias: uno se enferma. Si se tiene conciencia de ellas uno se mantiene saludable. El conocimiento de los 27 aspectos del veda en la fisiología humana conlleva a entender que todas las leyes de la naturaleza están presentes en nuestro cuerpo, y que alcanzando la conciencia trascendental -ese estado de perfecto silencio de la mente- se avivan los principios que estructuran esas leyes, como cuando se resucitan los principios constitucionales de un país. La mente es la expresión del cuerpo y viceversa. Cuando el cerebro va hacia su estado de mínima vibración, igualmente la mente se encuentra en perfecto silencio. Y como el cerebro controla al cuerpo, todo el cuerpo entra también en un estado de descanso profundo. Se produce un estado de alerta en descanso, en el que todos los or'ganos, sistemas y funciones fisiológicas trabajan correlacionados con los impulsos vibratorios del Veda, en armonía con las leyes de la naturaleza. Entonces no es posible cometer errores. Y cuando el cuerpo no comete errores no hay enfermedades. El doctor Mukund Baheti es un decidido entusiasta de la Meditación Trascendental, que es una técnica para entrar en ese estado de descanso profundo. Asegura, por ejemplo, que en los estudios científicos que se han hecho se ha visto que los riesgos de ataque al corazón disminuyen en un 87 % en los practicantes regulares comparados con otros grupos. El cancer disminuye un 55 %. De un total de 17 diferentes enfermedades comunes se

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vió que las personas que meditaban tenián una tendencia 60 % menor a contraerlas que otras personas no meditadoras. Pero también se ha interesado por la medicina Ayurvédica, que está basada en principios completamente diferentes a los de la medicina clásica. Y nos pone un ejemplo para entender esta diferencia: Si uno toma una semilla -explica- y la pone en la tierra fertilizada, la semilla crece. El cuerpo es como la tierra, la semilla es como el germen. Si el germen entra en el cuerpo uno tiene una enfermedad. La medicina moderna actua atacando esos gérmenes para tratar de removerlos: el problema es que ellos se vuelven cada vez más poderosos y entonces la medicina es insuficiente. El ayurveda dice que en vez de preocuparnos por esos gérmenes nos enfoquemos en tener una tierra tal que ningún germen pueda crecer en ella, es decir , una fisiología invencible. El ayurveda dice que reglas seguir para mantener una fisiología muy resistente, en términos de dietas, rutinas, etc, es decir, para crear un estado fisiológico armónico con las leyes naturales, con los 27 aspectos del veda. Le preguntamos si entonces es posible la inmortalidad física. Nos dijo que no, que no cree que haya gente inmortal. En India se conocen personas que viven trescientos, cuatrocientos años, pero en su opinión no por eso són inmortales: solo manejan las técnicas correctas para detener los procesos de envejecimiento, técnicas que ya són accesibles al ciudadano común de occidente. El doctor Baheti está sorprendido también por los experimentos científicos que -nos asegura- han demostrado que los practicantes de Meditación Trascendental revierten el proceso de envejecimiento con solo meditar dos veces diarias, quince minutos cada vez. Esto se sabe porque conforme aumenta la edad se registran ciertos cambios fisiológicos: disminuye la agudeza de visión y la discriminación auditiva, se eleva la presión arterial. Pero en los meditadores esos indicadores se revertían, o por lo menos disminuían significativamente. Al parecer el envejecimiento celular está correlacionado con los radicales libres, átomos insatisfechos que quieren llenar su carga negativa, quedar completos , y van por ahí por el cuerpo robando electrones y desgastandolo.

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Probablemente la Meditación Trascendental -nos plantea Baheti- estimula al sistema inmune para que impida el desgaste, enviando mensajeros neuroquímicos que actúan como inspectores de policia impidiendo robos. Algunas de las correlaciones que hizo entre el veda y la fisiología humana no quedaron del todo explícitas, porque eran muchos los términos extraños al auditorio los que tenía que utilizar, tanto en sánscrito como en jerga médica. Pero todo su público sintió la belleza de su mensaje, un mensaje muy simple: que el cuerpo humano es perfecto como el universo, y que podemos glorificar la vida sobre la tierra trayendo salud perfecta y espiritualidad plena avivando el Veda , ya que poseemos el Status de la infinita inteligencia divina que permea todo lo que existe.

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Contactar el Ser A lo largo del libro hemos repasado la tesis de que toda la variedad del universo es la manifestación de un campo de unidad fundamental del que ha surgido, y que entrar en contacto con esa fuente universal de inteligencia , por ejemplo a través de la técnica de Meditación Trascendental, tiene un potencial altamente ordenador y armonizador para el individuo y la sociedad. El autor hace eco con esta propuesta a la voz de Maharishi Mahesh Yogui.

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Meditación Y Tradición Uno de los fenómenos más prominentes de la llamada "Nueva Era", es la extraordinaria proliferación de libros, escuelas, alternativas, técnicas mentales , métodos de exploración personal, y sistemas de desarrollo espiritual. Como ya hemos anotado en otras ocasiones, es necesario permanecer al mismo tiempo receptivos y cautelosos. No cualquier cosa es válida por el solo hecho de estar por fuera del pensamiento ortodoxo. Y deben producirse ciertos criterios de juicio para confiar o desconfiar de cualquiera que sea la escuela, doctrina, técnica o sistema que se ponga en consideración. Algunos parten de un referente específico: "si te cobran por aprender, no te fíes". Suponen, los que así piensan, que el dinero es una cosa sucia y despreciable, incompatible con la espiritualidad. El criterio principal de validez sería, entonces, la gratuidad, tras la que se estaría expresando un amor desinteresado y un espíritu altruista. El problema, sin embargo, es que ni el capitalismo es el diablo, ni es posible sostener una escuela, o una institución, hoy en día, sin recursos. Además, la nueva era no es dicotómica ni dualista, y por tanto no clasifica las cosas en espirituales y materiales. El dinero es energía, y la abundancia de energía es la radiancia de la vida. Se dá dinero con amor, y se recibe también con amor. Otro criterio de juicio podría ser el de la validación científica, teórica y experimental. Muchas biosofías de la nueva era se basan en hipótesis y (o) teorías científicas de diverso orden, a veces simplificadas para volverse accesibles al hombre o mujer corrientes, a veces francamente manoseadas por la oratoria facilista y los fines comerciales, y otras veces lo suficiéntemente sólidas como para ser discutidas en espacios académicos y profesionales. Sin embargo, hay quienes sencillamente se fían de su intuición para asumir una enseñanza u otra, y ello es igualmente válido para ellos. En todo caso, la definición misma de lo "científicamente " validado o invalidado es susceptible de reformas significativas bajo los nuevos paradigmas de verdad y de realidad que están surgiendo hoy. La intuición se aproxima cada vez más a la ciencia, y viceversa. Hay, además, un tercer criterio de juicio, entre los muchos otros posibles. Y quisiera detenerme, en este artículo, sobre él. Se trata del valor de las tradiciones espirituales.

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Como efecto de los múltiples cambios psicológicos, culturales y sociales que, de modo vertiginoso, se han dado en este siglo; se ha concluido por juzgar peyorativamente, y casi que por acto reflejo, todo cuanto posee un valor tradicional . Lo tradicional era quedarse en casa cuidando los niños, y las mujeres salieron a trabajar. Lo tradicional era ser liberal o conservador, y los estudiantes se hicieron guerrilleros. Lo tradicional era pintar paisajes , y apareció el surrealismo. Se suponía que el progreso equivalía a la ruptura con lo tradicional. Pero pronto el liberacionismo sexual se descubrió como insuficiente para la salud sicológica, la mujer re-descubrió que también era esencial ser madre, y los Hippies nadaistas redescubrieron a los poetas clásicos. Probablemente los noventas són, mundialmente, mucho menos anti-tradicionalistas que los sesentas. El asunto inclusive peligra desbalancearse de nuevo: las ultraderechas reinventan el racismo, y las sectas religiosas atacan a toda vanguardia "nueva Era" como satánica. Lo mismo ha ocurrido con las escuelas espirituales, las técnicas mentales, y las tradiciones religiosas. Han surgido numerosos enfoques nuevos, nuevas instituciones, y nuevas prácticas. Probablemente uno de los personajes que más influyó a las nuevas generaciones de buscadores para que no siguieran ninguna tradición, fué Krishnamurti. Durante toda su vida, desde que renunció al liderazgo espiritual mundial que la Sociedad Teosófica, encabezada por Annie Besant- le ofreció al joven indostánico, se dedicó a afirmar que los líderes espirituales, sus instituciones, su autoridad y sus tradiciones;constituían no otra cosa sino un obstáculo para la experiencia de lo sagrado, no otra cosa sino una atadura al pasado. Lo paradójico es que muchos de sus lectores siguen literalmente esas afirmaciones, como si fuesen reglas de vida. Y, entonces, miran con desprecio la relación de admiración que naturalmente surge entre todo aquel que enseña y todo aquel que aprende. Pero Krishnamurti nunca quizo que sus palabras fuesen doctrina. El problema no es pertenecer o no a un movimiento o escuela de desarrollo personal y espiritual, sino qué actitud adoptar hacia las estructuras del pensamiento. Aferrarse a una idea -diría Krishnamurti-, es aferrarse al pasado o al futuro. Pero solo el presente es real, y solo en el presente mora lo que nos ama desde más alláy más acá del tiempo. Inclusive el pensamiento "Krishnamurti tiene razón", nos aparta de la eterna presencia de lo innombrable. Lo que, escapando a las redes ilusorias de la mente pensante, decía vivenciar Krishnamurti, era, sin embargo, intransferible. También era imposible de enseñar, puesto que todo método implica un proceso, y todo proceso requiere tiempo. Pero el tiempo no conduce a lo que le trasciende, sino de nuevo al tiempo. Por tanto, Krishnamurti negó estar enseñando método alguno para encontrar algo así como una meta espiritual. Lo espiritual no es algo a alcanzar, porque no es un objeto, ni está en un futuro.

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Todo ello es obvio. Pero. . . se infiere de allí que NO debemos seguir ninguna escuela, o que NO debemos creer en ningún libro de auto-ayuda, o que No debemos practicar ningún tipo de meditación, o que no debemos pertenecer a ninguna institución o tradición, ni "seguir" las ensen'anzas de algún maestro ?. Ser o no Ser Hay que responder en dos sentidos. En un sentido absoluto, convendría decir: dá lo mismo seguir o no seguir a alguien, pertenecer o no pertenecer a alguna tradición espiritual. Siempre que se haga o no se haga algo, en todo caso se está tomando una decisión. Pero toda decisión implica conflicto, pues involucra un dilema al que se enfrenta la mente pensante, que tiene que escoger entre dos caminos o más. Lo que importa es no aferrarse a nada: ni al escepticismo sobre los métodos, ni a la creencia ciega en la pretendida superioridad del que uno ha encontrado. Pero, en un sentido relativo, y para la generalidad de las personas, tal vez sea mejor responder de otro modo. Es como si nos enfrentáramos al dilema de dejar ver o no televisión a nuestros hijos. Si la vén, van a encontrar influencias negativas. Pero si no la vén, no van a tener la posibilidad de aprender nuevas cosas. No todo lo que se ve en televisión sirve, pero tampoco es todo un desastre. Luego el problema no es si verla o no, sino con qué criterio verla. Y, por supuesto, para verla con un buen criterio, es necesario ante todo prender el aparato. Entonces, habría que responder: es mejor pertenecer a alguna escuela espiritual que a ninguna, pero es más importante permanecer en ella sin aferrarse ni soltarse demasiado, según se vaya aprendiendo. En algún momento, cuando ya se haya desarrollado el sentido de autonomía, paz y solidez interior necesarios , se sentirá que nada se pierde ni nada se gana estando por "fuera" o por "dentro" de la tradición: y esa será la libertad. Conforme "menor" sea la autonomía psicológica del individuo, más convendrá que la institució a la que se afilie le imponga al principio -para luego ir disminuyéndolas-, normas de pensamiento, comportamiento y acción. De lo contrario, por ser excesivamente manipulable aún, podrá aferrarse a cosas peores que una escuela espiritual directiva: por ejemplo, a grupos violentos, o a la drogadicción, o al consumismo. La institución debiera ir soltando las riendas poco a poco. Como muchas no lo hacen, si el individuo madura pronto se rebelará y buscará grupos de identificación más flexibles y abiertos. Pero trascender la normatividad no significa violar todo código ( ser un "punk" tiene unos códigos tan estrictos como ser gerente bancario ) ya que la vida humana es social, y lo social se constituye por el acuerdo. Por tanto, cuando la persona, en su proceso de autoexploración, toca el nivel de la libertad interior, entonces sigue aún unos códigos, pero estando a todo momento más allá de ellos, y , por tanto, libre. Entonces, "alcanzada" la auto-trascendencia, no importa si se piensa de tal o cual modo, si se actúa de tal o cual otro, pero se opta por algun modo de conceptualización, y por algún estilo de comportamiento y de vida. Alguno ha de tenerse, o varios a la vez, o uno después

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de otro. A alguna cultura y tradición se ha de pertenecer, alguna imagen social se ha de proyectar, algún rol se ha de jugar. Pero, en todo caso, en el nivel relativo, concreto, de la existencia , no se puede flotar en el vacío de lo trans-personal: se es alguien determinado, y eso significa opciones, limitantes, pasado y futuro, aún en medio de la libertad ilimitada. Gozar de un Status universal e ilimitado no se opone a existir de un modo particular y finito. La oposición a lo tradicional, propia de los adolescentes y de muchos procesos mundiales contemporaneos, es reflejo de la natural necesidad humana por lo ilimitado, por lo nuevo. Pero lo nuevo no es lo novedoso. Lo novedoso no es más que la antítesis de lo antiguo, y ata del mismo modo que lo tradicional. Lo ilimitado solo es posible más alla del dilema entre lo antiguo y lo venidero. Están surgiendo, y seguirán haciéndolo, nuevos grupos, líderes y orientaciones de la "nueva era". Ninguno es el peor, ninguno es el mejor. Cada quien está en el que merece, según su nivel de desarrollo, y en ultimas comparar es imposible, porque cada quien es único. Por eso, en la nueva era, será improcedente polemizar. Cada quien expondrá lo suyo, pero no contra la exposición del otro. Este es el espíritu de la convivencia pacífica: que no sea necesario el acuerdo, porque no hay una única verdad, pero que tampoco nos sintamos en desacuerdo, porque la verdad es única, y está más alla de todo acuerdo: está más allá de la mente conciente, del proceso de pensar, del "diálogo interno". A lo Profundo Mas alla de la superficie de la mente, cada vez más en lo profundo, hay cada vez menos agitación, menos turbulencia de pensamiento, más silencio. Más alla del silencio más sutil, no hay sino puro silencio, conciencia pura, pura conciencia. No hay conciencia de algo, sino de nada, conciencia de todo. Puro reposo, pura ilimitación de la conciencia expandida. Este proceso de expandirse, de asentarse, se llama trascender la zona conciente, pensante, imaginante, de la mente. Trascender significa "ir más allá". Meditar significa "ir más alla" de la zona conciente de la mente. Es importante entender con exactitud qué significa "meditar", porque esta palabra tiene un significado muy preciso, y se ha abusado de él hasta la tergiversación. La vulgarización de las tradiciones espirituales, propia de la nueva era, conlleva a la vez un peligro y una esperanza. Se degradan y devalúan las tradiciones secretas al popularizarse como bestsellers de bolsillo, pero hacen huella en grupos cada vez mayores de la población. La tradición Védica de la india, quizás la tradición más antigua del mundo, conservó estrictamente el sentido de la palabra "meditación".

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Meditar no significa pensar en algo, porque la disminución de la actividad pensante es justamente lo que la caracteriza. Por tanto, no medita quien reza, por ejemplo. Rezar es emitir palabras, y las palabras són expresiones burdas de pensamiento. No medita quien ruega a dios en silencio, pues rogar es desear, y desear es siempre desear algo. Pero mientras algo esté presente en la mente como lo que es deseado por alguien, entonces habrá pensamientos. Los pensamientos los genera siempre algo, y siempre són pensamientos de algo. No hay pensamientos de nada, pues incluso si uno piensa "no estoy pensando en nada", piensa en eso, y por tanto piensa en algo. Por lo tanto, tampoco imaginar algo es meditar. Si, por ejemplo, tomo un quarzo en mis manos, imagino que entro en él, y luego imagino que llego a la oficina y mi jefe me anuncia que me ha subido el sueldo, entonces no he estado meditando, sino visualizando. Visualizar es una forma de pensar, porque siempre se visualiza algo. No es posible visualizar nada, porque solo se vé algo si tiene forma, es decir, límites. Pero la nada es sin límites, o de lo contrario sería algo, por ejemplo una gran esfera transparente. Y una esfera no es nada: es algo: es una esfera. Ni pensar con palabras, ni sentir con sentimientos, ni imaginar con imágenes, son estados de silencio puro , de inactividad total de la mente. Pensar, sentir e imaginar són estados activos de la mente, són estados excitados de la mente. La mente es como una vasija con agua: cuando se calienta la vasija, burbujas afloran a la superficie: esas burbujas son pensamientos, imágenes, o sentimientos. Las imágenes pueden ser visuales, olfativas, gustativas, táctiles o auditivas. Si pudieramos ir -dice Maharishi Mahesh yogi-, fundador de la técnica "Meditación trascendental", de las burbujas al fondo del vaso, entonces eso sería como ir a la fuente de todas las excitaciones de la mente, a esa fuente aquietada e inactiva de toda inquietud y actividad. Eso sería meditar, en el preciso sentido del término: ir mas' alla del pensamiento. Una pregunta surge: de qué modo, entonces, meditar ?. Hay que escoger un tipo de burbuja, y descender por donde ella ascendió a la superficie. Cual burbuja escoger ?. Un sentimiento ?. Un pensamiento verbal ?. Una imagen sensorial ?. Hay que buscar el camino más facil, el más sencillo. Pero nuestro yo se aferra a las burbujas, y no logra bucear en lo más profundo de la mente. Entonces hay que escoger las burbujas más sencillas de trascender, las que menos nos afecten. Los sentimientos són burbujas muy poderosas, y es dificil hacerse a un lado de ellos, porque siempre involucran un sentido del "yo". La tristeza, o la alegría, no són impersonales, sino que siempre es "uno" el que se siente triste o alegre. Luego uno se apega a los sentimientos, porque ellos mismos, por definición, son apegos de uno. Hay técnicas, en psicología, para distanciarse de los sentimientos. En guestalt, por ejemplo, se llama "darse cuenta". En "vivation", por ejemplo, se llama "integrar". En "rebirthing" se llama "dejar partir" o "perdonar". Entre los carismáticos se llama "dejar

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obrar la gracia de dios". Pero, cuando eso se logra, se desciende a la fuente de las burbujas?. Se contacta el silencio puro ?. Probablemente se siente alivio, cierta libertad, como si se hubiera dejado un lastre. Probablemente cuantos más lastres se dejen, mejor se sentirá uno. Pero hay otros miles de sentimientos más que van a burbujear de nuevo, y que habrá que procesar. Y algunos serán muy poderosos, y será mejor tener a un asistente o a un terapeuta al lado para que nos ayude a "distanciarnos". Puede ser muy doloroso, y tendremos que depender de alguien, en general, siempre que queramos practicar el "dejar partir". Los pensamientos son burbujas menos sólidas, mas' ligeras, que los sentimientos. El yo se aferra menos a ellos. Por ejemplo, hay pensamientos objetivos, como "está lloviendo". Todo el mundo puede percatarse de que llueve, de modo que no hay que aferrarse a ese pensamiento, porque es objetivo. Aunque alguien lo negara, no importaría, porque sabemos que no es así: que sí está lloviendo. Pero los pensamientos atraen más pensamientos, como si fueran una reacción en cadena. Siempre que se piensa en algo uno lo asocia con otra cosa en la que luego comienza a pensar. De modo que los pensamientos forman como una red de burbujas ascendentes en las que queda atrapada la intención de descender a la fuente. Muchas técnicas mentales trabajan con pensamientos. Hay métodos de autosugestión verbal que utilizan afirmaciones positivas, como los que aconseja Louis Hay. Son métodos que consisten en pensar, y que por tanto no són meditación. Hay métodos filosóficos, que son' para utilizar la lógica. Hay métodos para analizar, memorizar, asociar, investigar, etc. Hay métodos para sico-analizarse. Ninguno de ellos es meditación. Siempre que lo que se haga sea pensar, no hay posibilidad de descender. Pensar es ascender las burbujas, no descender por el camino que recorrieron. Las imágenes sensoriales, sobre todo las visuales, són como los pensamientos : exteriorizan la atención, en vez de interiorizarla. El sentido de la vista es el que más nos exterioriza, y la cultura occidental es la más visual de todas, la más objetivadora. La vista nos saca del cuerpo y nos pone afuera. El olfato, el tacto y el gusto, nos ponen en relación con cosas que ya no están tan lejos, sino en el propio cuerpo, pero, en todo caso, nos excitan, nos estimulan, hacen que la mente vibre y se active. El sentido del oido es el más etereo de todos. La música "new age", por ejemplo, no está en ninguna parte, sino que la sentimos muy adentro, pero ya no en el cuerpo, sino en algo mucho mas abstracto. La música más relajante , a la mayoría de la gente, la puede tranquilizar mucho más que el sabor más dulce, que el olor más aromático, que la caricia más delicada, o que el color más suave.

Hay numerosas técnicas que trabajan con la vista: mandalas e iconografías tienen un efecto agradable. Otras trabajan con el cuerpo, y consisten en sentir el cuerpo, por ejemplo,

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sentado en una posición fija, o en movimiento, en alerta a olores y sabores, o, por ejemplo, en sentir la respiración. Pero las burbujas de las sensaciones auditivas són las más sutiles, y por eso nos profundiza mucho más un canto gregoriano que una foto de la capilla sixtina, o que el olor de un perfume, o que el sabor de un té. Si es más facil descender por las burbujas auditivas, que són las menos intensas, y las que menos atrapan la atención de la mente, las que más la dejan flotar, entonces es más facil meditar con sonidos. Ello no significa, por supuesto, que no sea posible con imágenes táctiles, olfativas, gustativas, o visuales. Los sonidos que se cantan són más burdos que los que se piensan, luego meditar es pensar con un sonido. Cantar unos mantras en voz alta, entonces, quizás no repose tanto la mente como pensarlos mentalmente. Pero no cualquier sonido sirve. Benson, un investigador norteamericano, ha escrito varios libros afirmando lo contrario: que cualquier sonido sirve. Ello denota que Benson no tiene buen oido. Cualquier músico nos diría que un sonido no tiene el mismo efecto que otro. De lo contrario no existiría una ciencia tan compleja como la musicoterapia. Por ejemplo, las notas agudas producen un efecto de elevación psicológica y de desconexión corporal, mientras que los tonos graves intensifican la conciencia corporal, especialmente en el torax y abdomen, generando una sensación de poder y afirmación. Ahora bien, existe una tradición de investigadores que, desde hace miles de años, experimenta no con los sonidos , más burdos, de la escala musical, sino con los sonidos del idioma sanscrito, sonidos que sobresalen por sus delicados matices. Esa es la tradición védica del indostán. Las tradiciones existen para preservar conocimientos acumulados por la investigación. Pero Benson, que investigó unos cuantos años, pensó que con uno que otro viaje a oriente sería suficiente para diseñar su propia técnica de meditación, y que cualquier persona podría beneficiarse meditando con cualquier mantra o sonido. Ir con Cautela Hay otra posibilidad, y es que sea necesario un procedimiento cuidadoso de diagnóstico, selección y enseñanza del sonido o mantra adecuado para cada persona; y que para ello sea necesario que exista un profesional entrenado en la habilidad de ensen'ar meditación. Así como para preveer eventos futuros se requiere un astrólogo , o para curar se necesita un médico, quizás se necesita también que existan profesionales de la enseñanza de la meditación. Sucede que estamos en los albores de la nueva época, y por eso aún nos comportamos de un modo un poco infantil. Jugamos, cada uno de nosotros, a ser un poco astrólogos, un poco terapeutas florales, un poco sanadores, un poco sicólogos y un poco médicos. Es parte de la alegría de haber descubierto nuevos horizontes, y de querer explorarlos todos un poco. Pero una actitud más cautelosa también es necesaria, y no debemos enseñar ni practicar aquello en que no nos sintamos del todo expertos. De lo contrario el movimiento "nueva era" seguirá siendo asociado, por la opinión general de los no versados, con prácticas supersticiosas, charlatanería, e improvisación especulativa.

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Aprender a meditar, en mi opinión, es algo que requiere de un proceso de enseñanza y aprendizaje sistemático , interpersonal, y progresivo. La era de la expansión de la conciencia, la nueva era, se basa fundamentalmente en experiencias personales de trascendencia, que requieren que las personas adquieran la habilidad de descender más allá de la mente conciente, más allá de las redes ilusorias del pensamiento, como diría Krishnamurti. Para ello, ante todo, es necesario que se reconozca que toda actividad mental que se centre en el procesamiento conciente de sentimientos, pensamientos, especulación metafísica, visualización de eventos, autosugestión verbal, reflexiones conceptuales, sicoanálisis, experiencias sensoriales burdas, y atención a actividades corporales o respiratorias, no es, en sentido estricto, meditación. Sin ánimo de poner nada por encima de nada, pero por acuerdo semántico, debería reservarse otro término para esas prácticas que, por supuesto, son altamente recomendables y útiles. Quizás convenga llamarlas "técnicas contemplativas" o "técnicas de control conciente de la mente". Inclusive desde del punto de vista electroencefalográfico se ha visto que generan efectos neurofisiológicos diferentes a los de las técnicas de meditación. Conviene desconfiar de los manuales de meditación, y mucho más aún de versiones vulgarizadas al estilo de recetarios. Se hace un daño a un lector haciéndole creer que ya sabe lo que no sabe, porque entonces ya no buscará aprenderlo realmente. Además, en primer lugar, un libro, o un artículo de revista, no puede responder preguntas, ni intercambiar energía con el aprendiz. En segundo lugar, hay sutilezas de la enseñanza que solo se pueden transmitir de persona a persona ( "I shin den shin" - de mi alma a tu alma dicen los budistas Zen que se transmite la doctrina ). Inclusive en aprendizajes tan burdos como los de los oficios manuales, por ejemplo, la dificultad es enorme si no hay un intercambio de códigos no verbales. Alguien ha aprendido Kung Fu o natación por correspondencia ?. En tercer lugar, es mas confiable aprender dentro de una tradición, sea cual sea, pero lo más antigua y pura posible. La tradición no es una limitación, y el maestro no es un obstáculo autoritario, ni su autoridad es mero anhelo de imponerse y manipular a la gente. La tradición es para conservar la experiencia acumulada. El maestro es para que la motivación del discípulo se fije como una idealización o proyección sicológica que le ayude a perseverar, mientras adquiere mayor autonomía y solidez interna. Y la autoridad es para fijar los límites del aprendizaje y evitar deslizes, malinterpretaciones, o errores. Las tradiciones de enseñanza de meditación són importantes, porque garantizan que va a haber un mínimo de improvisación y un máximo de eficacia. En la tradición de la escuela Zen, según entiendo, la relación y la comunicación no verbal ( por ejemplo mediante acertijos o "koanes") de maestro a discípulo se considera un eje central. Antes de seguir a un maestro, los discípulos Zen se cercioran de que la linea de transmisión de la verdad original de Bodhidharma se conserve pura, es decir, de que no haya habido distorsiones en la linea de maestros. Y en la tradición védica que llega a occidente por vía de Maharishi Mahesh yogi, por otra parte, se entrena rigurosamente a los profesores, quienes siguen los procedimientos de diagnóstico de mantra originales, y se inicia al aprendiz tras una

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ceremonia simbólica ancestral. El rito de iniciación es necesario para fijar la significación e importancia del proceso de desarrollo espiritual que se inicia, y porque actúa como un transmisor de la información condensada en el "alma colectiva" , o campo morfogenético de la tradición. Cuanto más antigua y más adherentes ha tenido la tradición, más sólida es la información que se ha grabado y que se graba entonces, por medio del rito, en el aprendiz. El aprendiz entra en resonancia energética con la tradición. Antes de servirse de las experiencias de enseñanza acumuladas por una institución o escuela dada, conviene preguntarse que tan fiel es la enseñanza presente a la original. Generalmente ha habido tergiversaciones, y generalmente los procedimientos más antiguos son los más eficaces -lo cual violenta nuestro concepto de "progreso": estamos adoctrinados para pensar que lo más reciente siempre es mejor-. En todo caso, no por ser altamente confiables las técnicas de meditación ancestrales dejan de ser válidas las nuevas versiones. Muchos creadores de nuevas técnicas mentales han investigado a fondo lo que luego han divulgado. La ventaja de las técnicas ancestrales, sin embargo, es el respaldo morfogenético de la tradición a que pertenecen. Además, no fueron gestadas como oferta para la demanda del "mercado espiritual" de la nueva era, lo cual las hace menos sospechosas de indulgencia con las expectativas del "consumidor". La tradición significa el respaldo de una experiencia ancestral. Se ha visto que cuantos más individuos hayan alguna vez desarrollado una habilidad, tantos más tendrán mayor facilidad que sus precursores para adquirir esa misma habilidad en menos tiempo. Ello se ha probado, por ejemplo, enseñando a animales de laboratorio cierta habilidad. Las nuevas generaciones, sean o no descendientes de las primeras, y en cualquier laboratorio del mundo, realizarán mejor la destreza conforme más individuos la hayan desarrollado antes, e independientemente de que hayan tenido contacto espacio-temporal con esos individuos. Hay que explorar con cuidado, pues són muchos los que, no por deseo de engañar, sino por ingenuidad en su deseo de servicio, dan enseñanzas que no són óptimas, o que no tienen el respaldo de las experiencias, investigaciones y conclusiones de una tradición dada. . Y debe existir algo así como un "control de calidad" en las actividades de la nueva era.

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El Veda en la Fisiología Humana

Numerosas tradiciones y sabidurías vienen afirmando desde hace milenios el principio que dice: "como es arriba, es abajo". Esto no significa sino que las mismas leyes y estructuras que rigen al macrocosmos, a las más lejanas galaxias y Quazars, rigen y definen también nuestro pequeño mundo, nuestro pequeño planeta. Lo pequeño es una copia holográfica de lo grande, y por tanto el organismo humano refleja toda la majestuosa creatividad que rige los programas de funcionamiento del universo entero. El cuerpo humano es el universo mismo. Somos el universo. Debemos al Doctor Tony Nader , que esta antigua verdad sea ahora rescatada para el mundo moderno, y demostrada con rigurosidad científica. Tony Nader es Médico de la Universidad Americana en Beirut, y obtuvo su doctorado en ciencias cogniticas y del cerebro del Instituto de Tecnología de Massachussetts.Después de extensas conversaciones con Maharishi Mahesh Yogui, fundador del programa Meditación Trascendental encontró sospechosas correspondencias -diríámos mejor, “exactitudes”-, estructurales entre la literatura védica antigua de los Himalayas y la fisiología humana. Pero lo primero que hay que explicar es qué es el Veda. El Veda es un conjunto muy amplio de textos literarios ancestrales de la India. Su historia comienza en las silenciosas montañas de los himalayas, que son las montañas del norte del país. Allí se enseñaba a los niños sobre el sentido, significado y naturaleza de la vida en forma de himnos cantados. Se estudiaban las leyes de la vida a partir de recitaciones de cantos. Ellos memorizaban esos y los pasaban a sus hijos, que a su vez los pasaban a sus hijos. Y esto ocurrió por miles de años. Luego fueron publicados en forma de libros, en sanscrito, el idioma mas antiguo que existe. Una palabra tiene muchos significados y dependiendo de diferentes interpretaciones y perspectivas surgieron por tanto muchas diversas interpretaciones de estos textos. El veda es el conocimiento de las leyes de la vida.

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Analogías sorprendentes Maharishi Mahesh Yogui ha reinterpretado y reformulado esos textos . Los antropólogos y filólogos occidentales no han visto en los vedas su valor esencial, pues solo han atendido a su significado. Pero lo que importa es el valor vibratorio, el valor mántrico, el valor sonoro de las estructuras sánscritas presentes en los himnos. Y, mas aún que los sonidos, tienen un valor primordial las estructuras de silencio existentes entre los sonidos. Los vedas han sido plasmados en forma de sonidos espaciados por silencios. Maharishi ha señalado que las palabras no són lo único que interesa, sino que las brechas entre las palabras son también de especial importancia. El dice que toda la dinámica y estructura del veda está en esas brechas. Las palabras se llaman mantras y las brechas de silencio se llaman Brahamanas. Toda la dinámica de la creación brota de las brechas. La dinámica de esas brechas es importante. Esto se explica mediante el análisis, por ejemplo, de las sílabas " NI" y "MI", de la primera frase del Rig veda. "Ni" colapsa en un punto de silencio. "Mi" comienza del punto silencioso de dinamismo y se gesta desde esa brecha. Hay cuatro etapas de desenvolvimiento en ese proceso de colapso del "Ni" en silencio y del "Mi" desde el silencio. Toda las estructura del dinamismo del veda yace en la brecha de silencio que se localiza entre los sonidos del veda. Esto no lo habían tenido en cuenta otros comentaristas. Los textos del Veda están relacionados con todo el universo, porque expresan las vibraciones de las leyes de la naturaleza en su totalidad , en los sónidos sánscritos. Lo que el Veda describe es la organización funcional, los principios subyacentes. Y esos principios subyacentes són los mismos para una galaxia que para la fisiología humana. Por eso, el cuerpo humano es una réplica perfecta del Universo, es decir, es la expresión plena del Veda. Maharishi ha formulado esos principios en 27 aspectos del veda que han sido correlacionados con 27 aspectos de la fisiología humana tal y como ha sido descrita por la fisiología médica de la ciencia contemporanea.

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Las correlaciones son válidas también entre las funciones y localización de los planetas del sistema solar según la astrología védica, y los órganos principales del cerebro. Por ejemplo, en una carta astrológica, partimos de la base de que todo está interconectado con todo, y de que por tanto existen correspondencias, sincronías, entre los movimientos de los planetas del sistema solar, sus influencias positivas y negativas, y los ciclos de la vida de los seres humanos. En el sistema solar hay nueve planetas y podríamos encontrar los correspondientes nueve "planetas" en el cerebro humano, con funciones extraordinariamente análogas a las que la astrología védica tradicional le asigna a cada planeta. Esto se explica del siguiente modo: El sol, que está en el centro , es semejante al tálamo, cuya función consiste en recibir diversas señales nerviosas desde diferentes partes del cuerpo, y pasar esa información a otros órganos del cerebro. Es como un rey que se sienta al centro. Por su parte, el hipotálamo está correlacionado con la luna, pues, de modo semejante a lo que dice la astrología tradicional sobre la influencia de la luna, se ha visto que está encargado de la respuesta fisiológica a las emociones en ciclos diarios, mensuales y estacionales. Controla los sentimientos, la temperaturacorporal, el comportamiento reproductivo , y el ciclo menstrual, que es de 27 días (correspondientes a los 27 dias de traslación de la luna, y a los 27 aspectos del veda). Hay otra zona del cerebro llamada el nucleo rojo, que es análogo a Marte, y cuya función es chequear e iniciar el control de movimientos suaves. En astrología se considera que una buena aspectación de marte es también indicio de que hay energía suficiente para emprender una acción de modo vigoroso. Luego hay otra estructura llamada Putamen, que es similar a Saturno. Saturno recibe impulsos y coordina actividades. El Putamen hace lo mismo en el cerebro: recibe información y luego coordina actividades. Otra estructura es el "Globus Pallidus", que es semejante a Júpiter, y que es el controlador general de toda actividad cerebral, como lo es un Guru o maestro, un profesor o un instructor: y Júpiter ha sido asociado en la astrología con un maestro.

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Si continuáramos el viaje por la fisiología humana no dejaríamos de comprobar más y más analogías : Los doce signos zodiacales son correlativos a los 12 nervios craneales que coordinan la expresión corporal, y cada texto de la literatura védica tiene subdivisiones y funciones extraordinariamente iguales a las de diversas estructuras orgánicas. Es como si las vibraciones de los himnos védicos hubiesen creado, en un acto de magia divina, la anatomía. O como si el cuerpo humano cantara siempre los sonidos que crearon el universo, los mismos sonidos que materializaron nebulosas y agujeros negros en el espacio. Estas increibles concordancias, reveladas por Tony Nader inducen a ampliar la visión tradicional de la neurofisiología moderna, comprendiendo los fenómenos descritos por la medicina tradicional como expresiones de la conciencia pura. Pero qué es la conciencia pura ?. todos los órganos de una flor són expresión de una misma fuente, de la savia, que es su valor unificado. Del mismo modo, hay un valor unificado del universo, que es de donde surgen todas las vibraciones, todas las leyes, todos los sonidos, todos los himnos del veda que estructuran el universo. Ese valor unificado es la conciencia pura, la conciencia trascendental. Este estado de conciencia autoreferente no ha sido apropiadamente descrito en la medicina moderna. La ciencia moderna ha descrito el cuerpo en términos de sistemas, los sistemas en términos de órganos, los órganos en términos de células, las células en términos de moléculas, estas en términos de átomos, y estos en términos de partículas elementales. Estas son simplemente ondas de probabilidad, es decir, vibraciones. Pero estas vibraciones ("sonidos") surgen de un estado no vibratorio, de un estado de infinito silencio, que es la conciencia trascendental. Al practicar meditación trascendental la mente va de estados vibratorios más burdos a estados vibratorios más sutiles y de allí al estado no vibratorio de la mente, la conciencia trascendental. Un cerebro ruidoso y una mente ocupada y tensa se convierte por tanto mediante la meditación en un cerebro asentado en el silencio. Ese silencio consiste en estar conciente de uno mismo , no en un estado pensante de la mente, sino puramente conciente, sin pensamientos ni autoconciencia, algo muy dificil de explicar pero muy facil de experimentar. Ese es un estado de autoreferencia,

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lo que esencialmente somos. Los antiguos sabios védicos lo llamaban el Veda en su estado puro. El veda en su estado expresado, manifiesto, en su estado no puro sino relativo, es el universo. Y la fisiología humana es por tanto la expresión reverberante, la vibración dinámica del veda. El veda está escrito en la fisiología humana así como en los textos sánscritos, siguiendo una misma estructura, regido por unos mismos principios. Así como hay 27 aspectos básicos de la literatura védica, hay por tanto 27 aspectos de la fisiología humana correlacionados con ellos. Por ejemplo, el texto védico llamado "caraka Samhita" , texto clásico del ayurveda, tiene ocho capítulos divididos cada uno en cuatro, así como el hipotálamo tiene cuatro divisiones, y cuatro nucleos en cada uno. Todos estos 27 aspectos són la expresión del Veda, la expresión de la conciencia pura en forma de leyes de la naturaleza, programas vibratorios de acción de las redes de energía que constituyen el universo y que en el cuerpo humanose configuran como 27 funciones fisiológicas análogas a las quecumplen los 27 aspectos de la literatura védica ancestral. Cuando una persona contacta la fuente de esas leyes, a través de la Meditación Trascendental, es como si se identificara con el autor de la constitución de un país. Esa identificación hace que espontaneamente uno cumpla con todas los principios de la constitución. La Fuente del Veda También del campo fundamental del universo brotan programas de acción, leyes naturales, o sea, leyes de la vida, reglas. Cuando no se cumple con las reglas de tránsito, es facil tener un accidente. Si uno rompe las leyes naturales eso tiene consecuencias: uno se enferma. Si se tiene conciencia de ellas uno se mantiene saludable. El conocimiento de los 27 aspectos del veda en la fisiología humana conlleva a entender que todas las leyes de la naturaleza están presentes en nuestro cuerpo, y que alcanzando la conciencia trascendental -ese estado de perfecto silencio de la mente- se avivan los principios que estructuran esas leyes, como cuando se resucitan los principios constitucionales de un país.

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La mente es la expresión del cuerpo y viceversa. Cuando el cerebro va hacia su estado de mínima vibración, igualmente la mente se encuentra en perfecto silencio. Y como el cerebro controla al cuerpo, todo el cuerpo entra también en un estado de descanso profundo. Se produce un estado de alerta en descanso, en el que todos los organos, sistemas y funciones fisiológicas trabajan correlacionados con los impulsos vibratorios del Veda, en armonía con las leyes de la naturaleza. Entonces no es posible cometer errores. Y cuando el cuerpo no comete errores no hay enfermedades. Ese estado de descanzo profundo tiene trae muchos beneficios. En los estudios científicos que se han hecho se ha visto que los riesgos de ataque al corazón disminuyen en un 87 % en meditadores regulares comparados con otros grupos. El cancer disminuye un 55 %. De un total de 17 diferentes enfermedades comunes se vió que las personas que meditaban tenián una tendencia 60 % menor a contraerlas que otras personas no meditadoras. Es importante entender la diferencia entr la medicina ayurvédica y la medicina clásica -,nos dice Tony Nader-.Si uno toma una semilla -explica- y la pone en la tierra fertilizada, la semilla crece. El cuerpo es como la tierra, la semilla es como el germen. Si el germen entra en el cuerpo uno tiene una enfermedad. La medicina moderna actua atacando esos gérmenes para tratar de removerlos: el problema es que ellos se vuelven cada vez más poderosos y entonces la medicina es insuficiente. El ayurveda dice que en vez de preocuparnos por esos gérmenes nos enfoquemos en tener una tierra tal que ningún germen pueda crecer en ella, es decir , una fisiología invencible. El ayurveda dice que reglas seguir para mantener una fisiología muy resistente, en términos de dietas, rutinas, etc, es decir, para crear un estado fisiológico armónico con las leyes naturales, con los 27 aspectos del veda. Otro tema ayur-védico interesantísimo es el de la inmortalidad física. En India se conocen personas que viven trescientos, cuatrocientos años, pero en su opinión no por eso són inmortales: solo manejan las técnicas correctas para detener los procesos de envejecimiento, técnicas que ya són accesibles al ciudadano común de occidente. El doctor Nader está sorprendido también por los experimentos científicos que -nos asegura- han demostrado que los practicantes de Meditación Trascendental revierten el proceso de

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envejecimiento con solo meditar dos veces diarias, quince minutos cada vez. Esto se sabe porque conforme aumenta la edad se registran ciertos cambios fisiológicos: disminuye la agudeza de visión y la discriminación auditiva, se eleva la presión arterial. Pero en los meditadores esos indicadores se revertían, o por lo menos disminuían significativamente. Al parecer el envejecimiento celular está correlacionado con los radicales libres, átomos insatisfechos que quieren llenar su carga negativa, quedar completos , y van por ahí por el cuerpo robando electrones y desgastandolo. Probablemente la Meditación Trascendental estimula al sistema inmune para que impida el desgaste, enviando mensajeros neuroquímicos que actúan como inspectores de policia impidiendo robos. Algunas de las correlaciones hizo entre el veda y la fisiología podrían no haber quedado del todo explícitas, porque són muchos los términos en sánscrito y de la jerga médica que hemos utilizado aquí. Pero se trata de un mensaje muy simple: que el cuerpo humano es perfecto como el universo, y que podemos glorificar la vida sobre la tierra trayendo salud perfecta y espiritualidad plena avivando el Veda , ya que poseemos el Status de la infinita inteligencia divina que permea todo lo que existe.

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Bebiendo en la Auto-referencia de las plantas Aristóteles nos dejó ciegos para ver el cosmos como un todo, y a nosotros en una relación simbiótica con el mismo. El golpe de gracia lo cometió el filósofo Griego cuando introdujo en el pensamiento occidental la teoría de los tres reinos de la naturaleza: mineral, vegetal, y animal. El universo quedó irremediablemente partido en tres pedazos separados, cada uno de los cuales fue despedazado después por la taxonomía de la química y de la biología. Claro que el estagirita no creía, - como otros colegas suyos de la antiguedad-, que la esencia del ser humano fuese absolutamente diferente de la de otros seres vivos, ya que , al igual que estos, en su opinión, estaba hecho de un indisoluble compuesto de materia y forma, orientados hacia su propia perfección. Pero aunque no comulgó con el dualismo cuerpo-alma, que sí sedujo a los pensadores Judeo-Cristianos , le preparó el terreno a Descartes, unos veinte siglos más tarde . Descartes remató con todo éxito: inauguró la convicción de que minerales, vegetales, y animales; eran conjuntos mecánicos de reacciones fisiológicas desprovistas de intencionalidad y de vida anímica: en resumen, meras complejidades de la materia, desprovistas de conciencia. Solo el ser humano tendría conciencia. El planteamiento lo pulió Darwin cuando expuso que la conciencia (a la que se le identificaba con la capacidad racional ) era un acontecimiento fortuito de la materia, estructurada como cerebro. Los espiritualistas imaginarían que el alma y la conciencia, siendo de una naturaleza no material, hacen uso -misteriosamente-, de la estructura neuronal del cerebro para expresarse. Los materialistas, que el pensamiento está hecho de reaccciones bioquímicas neuronales, y que eso mismo y no otra cosa es la conciencia. Pero ambos grupos estaban de acuerdo en una cosa: que la conciencia es un asunto exclusivamente humano, y que toda otra entidad natural es simple y llanamente un curioso manojo de átomos complejamente asociados.

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Minerales y seres vivos reducidos a átomos: el asunto parecía resuelto. Pero no para los físicos atómicos, que aún discuten por la interpretación correcta de experimentos que indican una mas bien poco mecánica naturaleza de las estructuras y lógicas subatómicas. Electrones, protones, fotones y otras partículas se portan holísticamente, como si tuvieran conexiones no locales, una especie de mente común de donde beben información- y como si respondieran “concientemente” a las intenciones de los experimentadores. Si las partículas subatómicas se comportan sistémicamente, y no como partes separadas de un mecanismo ¿Con qué derecho vamos a decir que minerales, vegetales y animales carecen de conciencia ?. Por supuesto que no razonan ni poseen lenguaje articulado. Entonces ¿Qué significa decir que son seres concientes , y que tienen vida anímica ?. La tercera alternativa Al materialismo y al espiritualismo puede planteárseles una tercera alternativa: el pan-psiquismo, que dice que materia y conciencia son lo mismo, o que han surgido de una misma fuente de conciencia . La materia posee conciencia. De otro modo ¿ Cómo podría haberse expresado en la evolución de la inteligencia de la vida ?. ¿Cómo pudieron haberse asociado los átomos para construir una estructura tan inteligente como el DNA ? . 32 fichas de ajedrez no juegan una partida en un tablero solo regidas por la estadística del azar. Lo increible es que nuestros educadores nos hayan logrado convencer de que vivimos en un universo carente de sentido, contra toda evidencia intuitiva de lo contrario. Ser un ser conciente es la mayor certeza de que todo está vivo. Todo significa todo: cada roca, cada piedra preciosa, cada planta, cada animal. Todo tiene algún tipo de conciencia, algún ritmo de vida anímica, alguna frecuencia de onda, algún contenido de inteligencia. La naturaleza es inteligencia provista de sentido: esto lo dudamos más de una roca que de un perrito faldero, pero solo porque nuestro ritmo es mucho más rápido y nuestra vida muy breve en comparación con la de la tierra. Cuanto más lejos en la cadena evolutiva nos quede un ser vivo, menos semejantes a este nos sentimos, y por lo tanto más le negamos la propiedad de la conciencia. De modo que a las plantas nos cuesta más trabajo comprenderlas

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que a los peces, los reptiles, las aves, los mamíferos. Y más aún para los que somos de vida urbana. Se sabe que las plantas curan. Se sabe que sanan. Pero la razón por la cual sanan varía enormemente para un farmacólogo tradicional, heredero de la cosmovisión mecanicista Cartesiana, que para un naturista, un chamán, o un experto en esencias florales. Según el farmacólogo, la planta es un conjunto de partes separables, como una máquina es un sistema de piezas aislables. El conjunto no es un todo mayor y diferente a la suma de sus partes, sino que lo real es cada pieza. Por tanto, lo que sana es algún componente aislable: la sustancia activa, que debe ser extraida, envasada, e introducida en el organismo del enfermo. Considerar las propiedades de la totalidad le resulta inimaginable al que no sabe percibir fenómenos como totalidades, sobre todo cuando de lo que se trata es de generar el efecto de retirar los síntomas de la enfermedad lo más rápida y espectacularmente que se pueda, que es algo para lo que la sustancia activa es muy buena. Pero la enfermedad viene por dentro. El Ayur Ved, el sistema curativo integral más antiguo que se conoce, habla de tres etapas asintomáticas de génesis de la enfermedad, en las que todavía no hay expresiones celulares de disfunción, y de una cuarta etapa, aún sutil, en la que la sintomatología es imprecisa porque aún no estalla el imbalance que se ha estado desarrollando. Nuestros médicos alópatas saben reconocer la enfermedad solo en la quinta y sexta etapas, cuando el potencial destructivo es inevitable; y por eso el enfoque de nuestra medicina tradicional es curativo, no preventivo. La enfermedad se concibe como el efecto de una causa identificable, aislable, y combatible: un virus, una bacteria, una exposición a agentes dañinos. El cuerpo del enfermo es considerado casi que una víctima pasiva del agente destructor, una máquina en la que hay que intervenir para librar la batalla contra ese enemigo. El médico tradicional reconoce que el cuerpo sabe cómo sobrevivir, pero se niega a atribuirle la propiedad de la inteligencia. Solo sabe concebir un cuerpo “material”, es decir, desprovisto de conciencia; y en consecuencia solo sabe indicar acciones correspondientemente mecánicas para tratar la enfermedad.

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Por supuesto, en muchos casos, -sobre todo cuando la enfermedad ya va por la quinta o sexta etapa de desarrollo-, no hay nada más que hacer sino invadir al cuerpo con marines microbiológicos , radiaciones, y otros instrumentos de guerra. El médico-cirujano es, en los imaginarios televisivos de las series gringas, una especie de Arnold Schwazeneger de la ciencia, un heroe destructor. Y el hospital, su campo de batalla. La inteligencia la posee el especialista más que el cuerpo mismo, y por eso aquel se siente con derecho de crear en este- mediante el arsenal de drogas- toda una serie de toxinas y efectos secundarios que más tarde producirán otras enfermedades con las que se darán gusto otros expertos, creándose un círculo vicioso que obviamente no molesta para nada los intereses de la gran industria farmacológica y médico-tecnológica. El único perjudicado es el estado, por los enormes y crecientes costos de unos programas de salud pública que apenas cubren a la población con servicios no siempre óptimos. La inteligencia Cósmica La inteligencia de la naturaleza es la gran desconocida de todo este espectáculo. El Ayur- Ved viene afirmando, desde hace milenios, que la enfermedad no es más que una momentanea pérdida de la inteligencia psíquico-somática. El cuerpo sabe todo sobre sí mismo: tiene un programa de instrucciones perfecto, elaborado , puesto a prueba, y validado durante millones de años de evolución biológica. Esa información la sintoniza el DNA, y la sigue cada célula de cada órgano. Solo a veces , cuando el Stress bloquea canales nerviosos y energéticos, entra estática, y dejan de seguirse las instrucciones correctas. Entonces se inicia la primera fase asintomática de gestación de la enfermedad. Esta no es más que un desbalance en la repartición de funciones y actividades somáticas, que se incrementan o disminuyen más de lo debido. . Estas funciones las coordinan tres principios metabólicos inteligentes, que el ayur- ved llama “Doshas”. La Dosha “Vata” impulsa la actividad fisiológica, y la hace posible. La dosha “Pitta” transforma unas sustancias en otras, y genera energía. La dosha “Kapha” da soporte a tejidos y órganos, y transporta sustancias entre ellos. Cuando Una Dosha se desequilibra, las otras se afectan, y luego esto se expresa celular y macroscópicamente en una enfermedad.

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Toda la naturaleza está regida también por las doshas. Vata rige el sistema respiratorio, pero también los fenómenos meteorológicos. Pitta rige la digestión, pero también la química orgánica e inorgánica, la evolución biológica, y la termodinámica del planeta. Kapha rige los fluidos corporales y el tejido oseo, pero también los movimientos geológicos. Ningún ser vivo deja de estar regido por las doshas, porque la inteligencia de la naturaleza está coordinada por estas. Y por eso las plantas, que poseen la inteligencia de la naturaleza, pueden curar: porque la inteligencia somática que perdió el organismo, puede susurrarse en el mismo mediante la asimilación de la inteligencia de las plantas. Un desbalance de las doshas, que es la causa de toda enfermedad, se corrige seleccionando las plantas que posean la inteligencia compensatoria debido a su particular distribución, estructura o prakriti; es decir, según las sutilezas que las doshas han estructurado como esta o esa planta particular. Los agentes destructivos que tanto combate la medicina tradicional, no lo serían tanto si hubiese un buen balance de las doshas en el organismo huesped; y de hecho un balance perfecto inplicaría una inmunidad absoluta a cualquier enfermedad. Esto haría posible la salud perfecta. Y el Ayur Ved tiene por meta preservar un estado de perfecto balance. Ayur Ved Maharishi La más moderna recuperación, interpretación y sistematización del Ayur Ved tradicional de la india, recibe el nombre de Ayur Ved Maharishi. Por varios siglos esta tradición científica, que se originó hace más de 6. 000 años, estuvo desestimulada, debido a la influencia colonizadora de paises europeos y de sus cosmovisiones médicas. Gran parte de los conocimientos se malinterpretó o perdió, pero desde hace unos años, bajo la guía e inspiración de Maharishi Mahesh Yogui, fundador de la técnica de Meditación Trascendental, se inició un resurgimiento total de esa sabiduría, con la colaboración de prestigiosos médicos ayurvédicos como B. D. Triguna , V. M. Dwivedi, y Balaraj Maharshi. También estuvo muy de cerca a ellos Deepak Chopra, que decidió darle su propio giro a estos conocimientos. El Ayur Ved Maharishi sostiene que el principal factor desencadenante de una enfermedad es el imbalance que resulta de la disfunción del sistema inmune, es decir, de los procesos homeostáticos del organismo. El sistema psíquico-

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somático está siempre pendiente de su propio balance, y por eso, tan pronto como un agente amenazante irrumpe en cualquier zona, miles de reacciones se activan para eliminar al intruso: esto es lo que se denomina reacción homeostática, y sucede a todo nivel: celular, respiratorio, digestivo, nervioso , psíquico, etc. Factores emocionales, mentales y comportamentales de la vida individual pueden afectar tanto o más que factores ambientales o exógenos, por lo que la causa fundamental del desbalance es lo que se llama en Ayur Ved Maharishi “Violación de la Ley Natural”: rutinas inapropiadas, desbalance entre el descanso y la actividad, dieta inconveniente para la proporción o prakriti individual de las doshas, y mal manejo del Stress. En Ayur Ved Maharishi se distinguen veinte enfoques complementarios para mantener la salud perfecta. El mas conocido, y que se tiene por principal, es la técnica de Meditación Trascendental, cuyos beneficios están ampliamente validados por más de quinientos estudios y cuarenta años de investigación científica. . Tres de estas veinte aproximaciones se relacionan directamente con el uso de plantas y hierbas capaces de restaurar y hacer eficientes al máximo las respuestas homeostáticas: un programa de desintoxicación y purificación corporal llamado Panchakarma, un programa de investigación y uso de la flora y minerales medicinales de cada región del mundo (las enfermedades típicas de cada zona geográfica quedan mejor tratadas con las plantas nativas), y la ingestión de Rasayanas. Las Rasayanas son preparaciones muy sofisticadas de hierbas y minerales, diseñadas con propósitos curativos, restaurativos y preventivos específicos. Se dice que son la sabiduría materializada de la naturaleza. Lo que hacen es despertar la capacidad auto-sanadora del organismo. Los textos ayurvédicos clásicos contienen descripciones de procesos farmaceuticos largos, minuciosos y detallados sobre cómo y cuando recoger las hierbas y plantas, cómo tratarlas, conservarlas y mezclarlas, y como aplicarlas y dosificarlas. Se utiliza la planta como un todo, y no su agente activo, por los efectos sinérgicos, es decir, por la inteligencia sistémica, holística de la planta, que quiere preservarse. Lo que posee potencial curativo es la planta como totalidad de conciencia, y esto es, en esencia, su cualidad auto-referente.

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Hace unas líneas nos preguntábamos qué se entiende por “Conciencia” cuando le atribuimos esa propiedad a todo en la naturaleza, o a una planta. La cualidad de la auto-referencia quizás sea la pista para desentrañar el misterio. Según el Ayur Ved Maharishi, el universo entero pulsa vida, y toda vida es reflejo y manifestación de un estado de inteligencia subyacente, inmanifiesto, puro, o trascendental, al que puede llamársele, usando un término de la física de vanguardia, el Campo Unificado de la ley natural. Este campo es el campo puro de inteligencia, es inteligencia pura donde están contenidas, como en una semilla que aún no germina, y de la que, sin embargo, el cosmos ha germinado, todas las posibilidades creativas de la inteligencia de la naturaleza. Se dice que el Campo Unificado posee una dinámica autointeractuante, es decir, que interactua solo consigo mismo, refiriéndose siempre solo a sí mismo, es decir, auto-referente. Puesto que posee toda la inteligencia posible, solo necesita beber de sí mismo para perpetuarse a sí mismo consumiendo su propia inteligencia que produce. Toda la inteligencia disponible en la naturaleza está disponible en esa reserva infinita de inteligencia pura del Campo Unificado. Como de este ha surgido todo, también nuestros pensamientos, que conforman este particular modo de inteligencia que es el raciocinio humano, han surgido de allí. Al meditar, es decir, al reducir la actividad mental hasta entrar en un estado cada vez mayor de silencio, se aprovisiona uno en esa fuente infinita de inteligencia, permeandose de mayor salud física y mental. Esto ocurre cuando se entra en un estado puro de conciencia, es decir, en el estado auto-referente de la conciencia. Autoreferencia en vegetales Las plantas también expresan la cualidad auto-referente de ese estado fundamental de inteligencia aquietada, porque este estado es el que se ha proyectado a sí mismo como la naturaleza. Y esa auto-referencia es su inteligencia. Cuando una cosa necesita de otra para existir o actuar, decimos que es un mecanismo, que carece de conciencia, que no tiene vida. Por ejemplo, las manecillas del reloj necesitan el movimiento de unos engranajes, y estos de una batería; así que no puede predicarse de un reloj que sea autoreferente, ni inteligente. Pero la vida evoluciona por sí misma, las plantas crecen por sí mismas: nada ni nadie tiene que enseñarle desde afuera cómo

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comportarse como manzano a un manzano, sino que este extrae de sí mismo sus propias instrucciones de conducta, y es por lo tanto auto-referente, es decir, posee conciencia. Aunque no piense, tiene conciencia, tiene inteligencia, es auto-referente. Y esta es la cualidad de las plantas que posibilita que nos sanen. Literalmente, lo que está ocurriendo cuando uno usa una hierba, cuando toma esencias florales, cuando ingiere una Rasayana del Ayur Ved Maharishi, es que uno está absorviendo auto-referencia. La vida quiere perpetuarse a sí misma . Este impulso de perpetuarse es la vida. Así que la auto-referencia, la interacción consigo misma, es el principal propósito y característica de toda entidad en la naturaleza. Este impulso tiene que compensar y superar otro que también caracteriza al universo manifiesto , que es el de la tendencia al desorden, o entropía: la información sobre cómo mantenerse en estado perfecto de salud se distorsiona, se pierde la auto-referencia. Y el sistema nervioso humano la pierde con más frecuencia, mientras que las plantas casi nunca. Por eso el Ayur Ved recomienda Rasayanas preventivas y curativas, y meditación diaria. La meditación del Ayur Ved Maharishi es el procedimiento para imbuir al sistema nervioso en el campo de perfecta auto-referencia, el campo de perfecto balance, de invencibilidad infinita, cuya información es indistorsionable porque no está expuesto a la ley de entropía, debido a su naturaleza inmanifiesta, trascendental. El Nectar de la Vida La más auto-referente de todas las Rasayanas es el Amrit Kalash. Se dice que es el equivalente físico del campo trascendental de la vida. La universidad estatal de Ohio , U. S. A. , concluyó en una investigación científica que esta antigua fórmula herbal es mil veces más poderosa por peso que la vitamina C y E para combatir los radicales libres, que son moléculas altamente inestables que atacan la autoreferencia de cada célula en una cantidad aproximada de 10. 000 de ellos por día, generando los procesos fisiológicos del envejecimiento y la enfermedad. Desde hace años los gerontólogos están de acuerdo en afirmar que si los radicales libres pudieran ser evitados, la mítica búsqueda de una fórmula para la longevidad se habría encontrado. Hasta ahora, los anti-oxidantes más conocidos eran las vitamina

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C y E, pero se necesitaría tomar el equivalente de unos 5. 000 dolares de vitaminas mensuales para crear el mismo efecto que el de un frasco de Amrit. Un frasco de Amrit Kalash es un concentrado de 30 libras de hierbas, que son procesadas por más de 250 pasos durante 24 horas para que compongan el producto sinérgico final. Definitivamente la medicina del futuro se dirige a la recuperación de las medicinas tradicionales, y la farmacología moderna tendrá que poner en tela de juicio la obsesión por aislar las sustancias activas, para volver a los compuestos herbales y a las respuestas curativas que nos ofrecen las plantas. Los promotores del Ayur Ved Maharishi han entendido que esto no ocurrirá con más prontitud, si en todo caso no se demuestra, al modo de la ciencia experimental occidental, que la inteligencia de la naturaleza es la mejor herramienta del médico. Puede que la teoría de que las plantas son seres concientes y de que beber de su autoreferencia conduzca a una mejor salud no sea convincente para una gran mayoría de científicos convencidos de la cosmovisión Cartesiana, pero lo que no podrían negar sería la evidencia experimental en condiciones de laboratorio. En la universidad de Ohio el Profesor de Patología de la escuela de medicina, doctor Hari Sharma, indujo un poderoso carcinógeno en un grupo de roedores, de entre los cuales un 70 % había desarrollado tumores a las 18 semanas (1) . Otro grupo recibió el mismo carcinógeno, pero también Amrit Kalash, y solo el 25% de los animales había desarrollado cancer en ese mismo lapso. El 60% de los enfermos habían mostrado regresión o desaparición de los tumores tras cuatro semanas más de administración de la antigua fórmula herbal del Ayur Ved. Otro experimento mostró que el 88% de los roedores expuestos a la fórmula no desarrollaban cancer mamario que intentaban inducir los investigadores (2) , y otro más indicó una reducción de un 60% en la metástasis de cancer de pulmón (3). Un equipo conformado por médicos de la Universidad de Indiana, junto con algunos otros de las escuelas médicas de la universidad de kansas, concluyó que la respuesta inmunológica de animales que consumían Amrit Kalash se incrementaba de un 100 a un 160 %, en términos del conteo de proliferación de Linfocitos T, que son la clave del sistema de defensas orgánico (4). Puesto que toda enfermedad comienza y se desarrolla sobre la base de una deficiencia inmunológica, no

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resulta extraño que otros estudios más hayan indicado, en consumidores de Amrit Kalash, reducción de sintomas alérgicos, mejoría en pacientes afectados por el virus del AIDS, mayor salud cardiovascular, recuperación rápida tras daños neuronales, disminución de neurotransmisores asociados al dolor y a la inflamación, y, por supuesto, disminución de radicales libres y de ácido hipoclórico, los principales generadores de enfermedades tales como arterioesclerosis e inflamación intestinal (5) . Son, en resumen, mas de cuarenta investigaciones solo sobre los beneficios de la fórmula herbal . Es suficiente información como para que la comprensión tradicional de la salud se dé un bañito de autocrítica, y la inteligencia de las plantas sea reconocida de una vez por el cuerpo médico mundial.

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Polución Genética e Ingeniería védica Nuestros hogares ya no són ese refugio de los problemas del mundo que quizás tuvieron nuestros ancestros. El mundo se nos ha metido al hogar: primero se nos colaron voces lejanas que sintonizába un aparato de radio, luego vimos y escuchamos al mundo en movimiento con la televisión, y ahora se nos han metido todas las bibliotecas y toda la información existente en todos los continentes y en todas las terminales de computador con Internet. La clara distinción entre los espacios públicos y los privados, que era válida hace unas décadas, ha dejado de ser tan real. Cada vez habrá más personas asistiendo a juntas, dando instrucciones a otros, trabajando en sus casas o apartamentos desde un computador conectado a la empresa. Cierto: la calidad de vida tiene que ver con el diseño urbano, con las zonas verdes y con los espacios recreacionales, con el problema de la contaminación ambiental, acústica y visual. Pero como el mundo se nos ha metido a la casa, es en la casa donde sentiremos el efecto del estado de un venidero siglo veintiuno cada vez más urbano. La casa se nutre del mundo y es su reflejo. Por tanto, la calidad de vida que tenemos en nuestro hogar depende de las decisiones que tomemos en el mundo y con el planeta. La superpoblación urbana, por ejemplo, no es un asunto externo a nuestra vida doméstica: precisamente es porque hay gran densidad demográfica que nuestros baños, nuestros estudios, nuestros muebles; són cada vez más pequeños, y que cada vez menos personas diseñan o pueden rediseñar sus espacios “Privados”. Nos ponemos ropa impersonal hecha en grandes fábricas como nos ponemos “unidades habitacionales” hechas con criterios puramente funcionales por urbanizadores ansiosos de reducir costos y maximizar beneficios. Lo que se vende hoy para habitar es cada vez menos habitable, no solo por ser cada vez más pequeño, sino por ser cada vez más Standard. Habitar significa todo lo contrario de adaptarse a un sitio según los criterios masificados de uso que me imponga un extraño: significa la nada pasiva actitud de moldear, , mi entorno espacial, para que mis valores y mi estilo de vida queden

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expresados en este, y yo me vea reconocido por mis objetos, mis muebles, mis habitaciones. En ese sentido es cierto que lo que hemos presenciado en este siglo no ha sido solo una reducción de metros cuadrados por persona en cada ciudad, sino un autismo cada vez mayor del ciudadano promedio para expresarse en su entorno y reaccionar a este. Cuanta menos vida interior tenemos , tenemos menos que expresar con nuestras cocinas, nuestras alfombras, nuestras artesanías, nuestras lámparas. Tal vez por eso nos molesta cada vez menos vivir todos del mismo modo con casi las mismas vajillas en las mismas cocinas integrales con los mismos comedores y los mismos estilos decorativos. Personas cada vez más standarizadas por las ofertas de la sociedad de consumo tienen cada vez menos necesidad de distinguir entre un guardadero de personas, es decir, una “unidad habitacional” -así es como las llaman- y un hogar. Contaminación genética Dicen que desde el hogar se transforma el mundo, pero lo contrario también es correcto. Hay que cuidar del planeta para construir un hogar mejor , porque el mundo se nos metió al hogar. El hogar es semejante al cuerpo: le entra información, debe asimilarla, y debe deshacerse de la innecesaria o de la perjudicial. Todo lo que dañe la armonía del hogar puede llamarse polución. Así, las influencias negativas de los campos electromagnéticos generados por los aparatos eléctricos, el aire malsano, los programas de televisión violentos o el acceso a información malsana via internet, los materiales y pinturas tóxicos de elementos mobiliarios, la mala calidad del agua o de los servicios telefónicos ; la presencia de personas negativas, todo esto es por igual contaminación para el hogar. Hay en particular un tipo de contaminación en el hogar que, por no haber sido suficientemente reconocido, es aún más peligroso que los otros: se trata de la polución genética. Tiene que ver, entre otras cosas, con el estado de los alimentos de origen animal y vegetal que ingerimos, y con su proceso de producción cuando es resultado de ingeniería genética. De este modo la polución genética puede llegar mucho más adentro aún en el hogar : al cuerpo-mente de nosotros, sus habitantes. Y también el planeta - esta gran

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vivienda de la vida - puede ser víctima, y lo está siendo, de los efectos imprevisibles de la ingeniería genética. Los alimentos producidos por ingeniería genética contienen genes que se derivan de peces, insectos, bacterias , vegetales o animales en los que se ha mutado artificialmente su estructura genética para maximizar la producción de la materia prima que será entregada al consumidor: La venta de estos alimentos es cada vez más generalizada, especialmente en los paises de alto desarrollo; pero ya en Colombia comienzan a difundirse productos , muchos de ellos importados-, que se expenden sin consideración alguna sobre los riesgos y efectos secundarios que pueden producir en la salud. La ingeniería genética es la rama de la biología que se especializa en modificar la información conforme a la cual se estructura y se comporta un ser vivo. Esta información está “contenida” en los genes. Los genes se encargan de especificar la estructura de las proteinas y de las moléculas que serán sintetizadas por enzimas, así que de ellos dependen todas las funciones celulares y todas las características de un organismo y de cada uno de sus componentes. Así como en el presente párrafo la información que se transmite depende de la manera como se colocan en secuencia las letras y las palabras, la información sobre como ser una remolacha, un elefante, un condor; depende de la secuencia en que se dispongan cuatro “letras” genéticas en una larguísima secuencia, que son cuatro moléculas (llamadas, abreviadamente, A, T, G, y C)). Estas moleculas unidas en grandes cadenas forman los dos hilos entrelazados en espiral del ADN, o ácido desoxiribunocleico, la molécula de la vida. Se pueden hacer transformaciones de toda clase en la secuencia genética del DNA, con distintas finalidades. Puede reemplazarse un código genético por otro, bajo el supuesto de que haya sido identificado el responsable de cierta enfermedad y se desee suplantarlo por uno sano. O puede crearse una linea de semillas cuyas cosechas sean inmunes a ciertos herbicidas que matan la maleza. También se puede hacer ingeniería genética a una bacteria para que descomponga con mayor velocidad la madera para producir etanol combustible. O se puede afectar el gene responsable de la hormona de crecimiento de un salmón, para que pese hasta 15 veces más de lo normal.

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Hay ya cada vez más ganado Bovino que produce más leche gracias a una mutación genética. Y hay procedimientos médicos para remover células inmunitarias genéticamente defectuosas que después de recibir los genes correctos se reinsertan en el tejido vivo de niños que morían a corta edad por deficiencias inmunológicas. Así que no resulta extraño que el interés de los industriales y hombres de negocios por la ingeniería genética aumente cada vez más, y que haya cada vez más fondos monetarios para apoyar la investigación en ingeniería genética. Solo que cada una de estas maravillas suele pagarse al costo de efectos secundarios mucho más nocivos que los problemas que intentan solucionar. Sin embargo, este Boom ha venido acompañado de cierta aceptación y hasta de cierto apoyo de parte de la sociedad civil, y de la publicidad positiva que se ha hecho sobre el tema. Pero también se ve crecer -cuando no el escepticismo-, la crítica abierta a las pretensiones y a las técnicas de la ingenieria genética. Entre los críticos hay no pocos científicos y genetistas eminentes. John Fagan, de la Universidad Internacional Maharishi, por ejemplo; devolvió ( en noviembre de 1994, en un acto público en Washington ), una subvención de U. S. $ 614. 000 dolares que le habían otorgado los institutos nacionales de salud. Fagan dijo haberse dado cuenta de los enormes peligros de la manipulación de animales y plantas, y de los comparativamente pocos beneficios que trae la investigación genética cuando se comparan estas con otras tecnologías y sistemas que son menos costosos y mucho más seguros para mejorar la agricultura, la salud, y el bienestar humano y ecológico. El principal problema de la manipulación artificial de la información genética es que genera efectos impredecibles, porque es de hecho imposible que el investigador conozca todos los detalles microbiológicos que se desencadenarán mediante determinada intervención. Todavía los genetistas presuponen que el organismo puede descomponerse en secuencias lineales de reacciones, a modo de encadenamientos causales parcializables. Como ni la biología ni la medicina han adoptado formalmente el principio holístico de que los organismos son un todo unificado no reductible a la sumatoria de las funciones aisladas de sus componentes, entonces todavía los genetistas pretenden que sea posible modificar algunas funciones y estructuras celulares sin afectar al resto del sistema de modo directo e indirecto. Indudablemente

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una célula está compuesta por moleculas sintetizadas por proteinas y enzimás que están todas codificadas por los genes, pero la salud de una célula y de sus órganos no es reductible al estado de los genes responsables; sino que es un fenómeno de totalidad. La salud es el resultado de un funcionamiento balanceado e integrado de todos los aspectos celulares y orgánicos, y por lo tanto el balance no puede ser obtenido manipulando componentes aislados de la célula. Esto no es solo una teoría: los repetidos fracasos y deficiencias de la medicina clínica basada en la intervención genética, es una indicación probatoria de que siempre son preferibles las terapeuticas no invasivas. Como en el caso del uso de herramientas farmacológicas, la manipulación genética ha probado tener efectos secundarios muchas veces más perjudiciales que la enfermedad misma que pretenden erradicar. El cancer es altamente probable en pacientes que sean sometidos a la manipulación genética de células somáticas, es decir, de células no responsables de la reproducción. En este tipo de terapia se coloca al azar dentro del ADN del paciente un gene clonado que sea capaz de inducir la proteina se necesita que las células produzcan para superar la enfermedad, pero como el material genético puede quedar por accidente insertado entre otro gene, este último puede quedar desactivado. Como resultado pueden alterarse las secuencias del ADN e inhibirse la producción de proteinas esenciales para la vida de la célula. La experiencia muestra que en muchos casos el daño celular no es notable, pero que en otros ocurre que células normales se vuelven cancerosas. y este riesgo es muy grande si se piensa que un paciente que recibe terapia genética somática está siendo expuesto casi mensualmente a billones de oportunidades de que una célula de su cuerpo inicie un cancer. Otras veces la mutación generará proteinas que el propio sistema inmune detectará como extrañas, y a las que atacará produciendo efectos secundarios graves, en una especie de suicidio biológico inducido por el genetista. No necesitamos ser pacientes sometidos a manipulaciones celulares para estar expuestos a la polución genética. Basta con traer del supermercado algún componente tóxico. Es bien conocido el caso de 37 personas que murieron, y de 1. 500 más que quedaron semiparalíticas junto a 5. 000 que quedaron temporalmente inhabilitadas por un síndrome producido por el consumo de un

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suplemento alimenticio compuesto de triptophan, sustancia producida por una bacteria alterada genéticamente, en estados Unidos. Pero más peligrosa aún que la manipulación de células somáticas es la de las células sexuales, porque las mutaciones inducidas pasarían a las siguientes generaciones. Una cebolla alterada genéticamente que en esta generación no haya mostrado ser dañina para la ecología del suelo en que se cultiva, podría manifestar , por ejemplo, una alta peligrosidad para la vida de los microorganismos aledaños al cabo de diez o veinte años de haber sido cultivada y diseminada por todo un continente. O los descendientes de un salmón gigante que en represas artificiales no representa peligro alguno para la cadena alimenticia de la cuenca de un río, podrían poner en vía de extinción a muchas otras especies de ser liberado accidentalmente a un entorno biológico natural. Y ni qué decir de los peligros que implicarían mutaciones en seres humanos cuyas características fuesen escogidas según criterios y propósitos políticos oscuros, como ya lo estaban planeando los científicos nazis. Si la principal causa de la enfermedad en los seres humanos fuera genética, todavía se justificaría correr todos los riesgos que implica la manipulación del genoma (colección total de genes ) de nuestra especie. Pero se sabe que el factor sicosomático pesa algo así como un 90% en la aparición de las enfermedades, y que los malos hábitos de vida y la mala alimentación son factores igualmente determinantes. Sin embargo, ni aunque los genes fueran culpables dejaría de ser suicida la iniciativa de hacerle cirugía al DNA humano. Si ni siquiera pueden preveerse las consecuencias letales de una mutación genética en una bacteria, que es millones de veces menos compleja que un ser humano, ¿Cómo no juzgar como un acto de inmensa soberbia e imprudencia el de los investigadores que defienden la idea de que no hay riesgo alguno en explorar e intervenir en el genoma humano, como si supieran mejor que nadie cual es el curso que debe seguir la especie, y que se sienten más sabios que millones de años de evolución natural ?. Las motivaciones de los impulsores de la ingeniería genética no solo han estado hipócritamente disimuladas de ideales humanitarios, sino que tienen por motor principal el ánimo de lucro del sector industrial y de sus socios políticos. Como siempre, los científicos se han estado protegiendo tras de su bata blanca para parecer investigadores neutrales, cuando en realidad saben

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que su Status económico y profesional depende del fomento gubernamental y privado a la investigación genética. John Fagan dice, en un libro que publicó hace poco (1) que ha estado ocurriendo lo mismo que con el desarrollo de las tecnologías químicas y nucleares: primero los científicos hacen promesas sobre las milagrosas esperanzas que se abrirán para la humanidad cuando se tengan más conocimientos en el area de estudio descubierta. Luego la industria capitaliza en investigación para desarrollar aplicaciones en escala comercial antes de que surja evidencia científica de los peligros que pudieran resultar de esas tecnologías, y cuando los efectos secundarios se hacen evidentes y amplios sectores ecológicos y poblacionales han quedado polucionados la opinión pública se despierta de su ingenuidad y se inicia un dificil y largo proceso de restricción de las prácticas difundidas, que no pueden suprimirse abruptamente para no afectar los intereses inmediatos de las economías nacionales. Para entonces la costumbre y el uso masivo de bienes y servicios tóxicos ya ha hecho imposible su rápida erradicación de oficinas y hogares, y solo lentamente van calando las campañas de prevención e información, pero conforme disminuye el uso de pesticidas , aerosoles, y otros productos dañinos en las sociedades industrializadas, que son las primeras en concientizarse de sus propios errores ; se exportan esos agentes dañinos a los paises subdesarrollados y en vía de desarrollo para que las industrias no quiebren y otros paguen el pato. Según parece cada vez que el ingenio científico intenta modificar la naturaleza , la destruye de modos más sofisticados , imprevisibles, y poderosos. Las máquinas y las industrias polucionaron el aire y el agua. Los químicos polucionaron además a la tierra y a su organismos huéspedes. Las radiaciones electromagnéticas y nucleares pusieron un granito de arena afectando el sistema energético humano, y la ingeniería genética nos promete la polución final de nuestros hogares con alimentos sospechosos y células sexuales disfuncionales para que nuestros descendientes puedan acordarse de nosotros como los causantes de sus mutaciones. ¿Por qué cada vez, cada tecnología nueva genera una nueva amenaza?. ¿Es que es imposible que exista una ciencia y una tecnología que no se oponga a las leyes naturales de la vida, a una vida humana feliz, y al equilibrio natural del ecosistema planetario ?. La tecnología que no contamina

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John Fagan opina que sí hay otras posibilidades. Como buen discípulo del fundador de la Universidad Internacional Maharishi, en la que es profesor de biología molecular, piensa que la ciencia y la tecnología que no produce desarmonía en el medio ambiente es una que existe desde hace por lo menos quince mil millones de años, y que desde entonces coordina todos los procesos y todos los inventos de la naturaleza : la tecnología Maharishi del Campo unificado, y su aspecto teórico, la Ciencia de la Inteligencia Creativa. Se trata de una tecnología no humana : la que la propia naturaleza ha diseñado a partir de su propio conocimiento sobre sí misma, para intervenir sobre sí misma a través de la evolución. Para no crear un desbalance se necesita toda la información. Por ejemplo, para que el uso de neveras y aerosoles que emiten Clorofluorocarbono que desgasta la capa de Ozono no se hubiera extendido, se habría necesitado que los fabricantes lo hubieran sabido todo sobre ecología atmosférica, biología, y química. Para que una droga no tenga un efecto secundario, se necesita que su creador conozca cada detalle de la fisiología humana. Pero ningún científico, ninguna persona, posee toda la información que se necesitaría para asegurar el total beneficio de una acción. Es obvio, entonces, que queriendo mejorar las condiciones de vida desde que desarrollamos ciencias y tecnologías, hayamos puesto más bien en peligro nuestra propia supervivencia y la de este delicado mundo. Para que el efecto de una novedad introducida en la naturaleza no sea perjudicial a la totalidad ni rompa con su delicado equilibrio, se necesitaría que la decisión se tomara desde un nivel tal de la naturaleza que posea toda la información sobre todo lo que sucede en la naturaleza. Y quien posee esa infomación es, simplemente, el nivel fundamental de la naturaleza, al que los físicos de vanguardia llaman el Campo Unificado de la ley natural. Este campo trascendental de la vida -dice Fagan- es un almacen de información en el que están contenidas todas las posibilidades desplegadas en la naturaleza en todos sus niveles, toda la inteligencia creativa del universo. Por eso Fagan piensa que operando en la naturaleza desde ese nivel holístico, solo pueden producirse efectos benéficos en la agricultura, en la industria alimenticia, y en la fisiología y sicología humana. Y así es que propone reemplazar los peligrosos experimentos de la ingeniería genética, por los seguros y benéficos experimentos de la

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tecnología Maharishi del Campo Unificado, que es una técnica mental de descanso profundo , también llamada Meditación Trascendental, que aviva la inteligencia de la naturaleza para atraer prosperidad y alejar la polución del hogar. La agricultura sostenible, la diversificación y rotación de cultivos, el uso de fertilizantes renovables, la conservación del suelo, las estrategias naturales de control de pestes, y la expansión de conciencia del agricultor y del consumidor, del médico y del paciente, mediante la meditación diaria, serían según Fagan las tecnologías no tóxicas para aplicar en el siglo venidero.

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Maharishi Mahesh Yogui: Puente Entre Dos Mundos Sin duda, uno de los personajes mundiales más conocidos, hoy en día, en el campo de la espiritualidad occidental, es el fundador del movimiento que difunde mundialmente la técnica "Meditación Trascendental". En los años sesentas se vió a Maharishi Mahesh Yogi acompañado de artistas famosos que habían aprendido su sistema mental, y luego se asoció su nombre a programas de paz mundial relacionados con prácticas colectivas de levitación. Su imagen pública, controvertida, defendida por muchos, vista con recelo por otros, no agota sin embargo todas las dimensiones y facetas de este desconcertante protagonista. Hay una vida interior tras esos roles sociales que Maharishi Mahesh Yogi ha jugado en Occidente desde hace casi cuarenta años. Y por eso es conveniente dar una ojeada a la misma, para redimensionar a este singular personaje que ha dado tanto que hablar en la segunda mitad siglo XX, yque figurará sin duda en el nuevo milenio como un pionero en el tema de la relación entre ciencia y espiritualidad. Varias veces le han preguntado a Maharishi sobre su vida en India, antes de que viniera a Occidente. Y, curiosamente, no ha dicho nada sobre su familia, no ha contado anécdotas sobre su época de estudiante, sino que siempre se ha enfocado en un solo tema: la vida con su maestro espiritual. Maharishi pertenece a la tradición védica, en la que tiene una gran importancia la rendición a las enseñanzase instrucciones de un maestro. Es algo que dificilmente se comprende en occidente, pues parte de nuestra cultura consiste, no en el respeto a la autoridad de alguien, sino en el ánimo de crítica y renovación constante: la actitud irreverente nos caracteriza a los occidentales desde el renacimiento. En cambio, muchos orientales consideran que la devoción a un maestro no es sinónimo de fanatismo, sino condición para que se haga posible el aprendizaje. Y Maharishi relata de un modo muy hermoso , en un libro que recoge la historia de su movimiento, lo que el considera el comienzo de su vida interior: el hallazgo de su maestro. Parafraseemos un poco el texto de su relato:

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"Ya había una inquietud en mí, flotando, sobre encontrar a mi maestro. Y un día, alguien en la calle me susurró que un gran santo había llegado a la ciudad, pero que no quería ser conocido por la gente. Me dijo que, sin embargo, podríamos ir donde se hospedaba en la noche, calladamente. Y fuimos. Me hicieron entrar en una sala oscura, en una cabaña apartada, en el bosque. Me senté y esperé. Pasaron horas, y, súbitamente, se acercó un automovil. Sus luces iluminaron la estancia, y entonces fué cuando lo ví: vi a Guru Dev, que había estado todo ese tiempo enfrente mío. La iluminación de la sala duró solo un instante, pero yo ya sabía que había encontrado a mi maestro, que mi vida había comenzado. Tres años después, en una ciudad del norte de India, lo volví a ver. Entonces ya había aceptado tener vida pública, y ocupaba el trono de Shankaracharya de Jyotir Math, un alto cargo espiritual que había permanecido vacante por siglo y medio al no existir una persona digna del mismo. Habían estado solicitándole por veinte años que ocupara ese cargo, pero Guru Dev se había negado, hasta que aceptó en 1941, a los 72 años. " Maharishi pasó trece años dedicado únicamente a servir a su maestro, Guru dev, tratando de hacerse uno con sus deseos, con sus pensamientos, y sobre todo con sus silencios. Fueron trece años colmando su sed por la verdad. Los occidentales tenemos poca capacidad para entender algo tan natural para ciertos orientales como rendirle la vida a un maestro. Pero este era el estado mas deseable para Maharishi. Cuando Guru Dev abandonó este plano, Maharishi se retiró a las cuevas del "Valle de los Santos", en Uttar Kashi, muy alto en los Himalayas. Maharishi no recuerda cuanto tiempo estuvo allí. Parece que por unos dos años solo flotó en el oceano del silencio puro, en un estado de unificación con el universo, con la armonía infinita del veda. Pero luego algo pasó. El llamado a la vida pública En Uttar Kashi, hacia 1955, cuando, retirado en los Himalayas, pensaba que su vida entera la pasaría en el valle de los santos, una idea extraña comenzó a surgir en su mente: ir a un templo dedicado a Shiva, en el sur de la India, muy alejado de los Himalayas, llamado Rameshvaram. El pensamiento no

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tenía sentido: no había nada que hacer en ese lugar, ni conocía a nadie allí, ni se justificaba un viaje tan largo. Maharishi se lo comentó a un santo que vivía en esa area, de unos noventa años de edad, que también era célibe, y que tenía un cabello tan largo que le rodaba por el piso. Pero el santo ni le respondió, pues entendía que Maharishi también era un recluso, y que no podía haber nada de interés para un iluminado en el lodo del mundo. El santo solía venir donde Maharishi estaba, y sentarse cerca. Quizás a veces cruzaban algunas palabras, quizás cinco o diez en algunas horas, pues no había planes que hacer, ni lo divino es para ser discutido. A veces Maharishi le comentaba al santo que ese pensamiento de ir a Rameshvaram venía a su mente, y así pasaron unos nueve meses. Pero Maharishi no tenía ninguna intención particular sobre ir a Rameshvaram, pues ese es un sitio de peregrinación, pero Maharishi no tenía ningún deseo de peregrinar. Simplemente llegaba esa idea a su mente. Entonces el santo le aconsejó que, para deshacerse de la idea, fuera allí, y luego volviera. Maharishi dejó Uttar Kashi, sin saber para qué. La naturaleza lo llamaba para que cumpliera un papel protagónico en los albores de la nueva era, y el, de un modo inocente, seguía el impulso que hoy acerca al planeta a un estado más elevado de conciencia. Al dejar los himalayas, una idea llegaba a su mente: que no era necesario el sufrimiento para el ser humano, que no era en absoluto necesario. Y que, solamente si se experimentara la fuente de toda la creación, el campo ilimitado, bienaventurado, de la vida, sería suficiente para que nadie tuviera necesidad de sufrir. Entonces Maharishi tuvo, por un instante, el impulso de traer las bendiciones de los Himalayas a la gente del sur de la India. Pero no compartió ese deseo con nadie. Sin embargo, en Trivandrum, alguien se le acercó a pedirle que dictara siete conferencias, que de hecho ya habían sido dispuestas para el. Maharishi le dió siete títulos, sin saber sobre qué hablaría en cada presentación. Y deleitó al público en lo que fueron sus primeras siete presentaciones públicas, cada una de las cuales doblaba el público de la anterior. Todo fluía sin esfuerzo, Maharishi no se proponía atraer a toda esa gente, y sin embargo parecía que su mensaje saciaba una sed de conocimiento que nadie antes había colmado. Un prominente abogado de la zona de Kerala, Barrister Menon, llevó a Maharishi de ciudad en ciudad, organizándole conferencias y entrevistas. Y

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en seis meses Maharishi había iniciado a miles de personas en la práctica de la Meditación Trascendental, quienes habían constituido ya el que entonces se llamó "Movimiento para el desarrollo Espiritual". Maharishi iba a salir de la zona, y a modo de despedida se organizó un evento en honor de Guru Dev, que tuvo lugar entre el 23 y el 26 de octubre de 1955. Las conferencias de Maharishi en ese evento enfatizaban en las infinitas posibilidades de realizar una vida espiritual plena aprendiendo a trascender la zona más íntima de la mente, más allá de la zona conciente. También empezó a hacer algunos paralelismos entre la descripción del universo ofrecida por la física occidental, y la ofrecida por la antigua sabiduría védica. Maharishi viajó por dos años a lo largo y ancho de la India, enseñando Meditación Trascendental. Las grandes cantidades de personas que esperaban ser iniciadas por él, lo obligaban a quedarse por más tiempo de lo planeado en cada ciudad. Y a finales de 1957 se organizó en Madrás un festival de tres días al que asistieron unas diez mil personas. Maharishi estaba hablando sobre su experiencia en India en esos dos años, transmitiendo las enseñanzas de Guru Dev, su maestro, y de pronto comenzó a hablar sobre llevar la Meditación Trascendental a todo el mundo. El público aplaudió sin parar, y ese fué el inicio del movimiento que hoy existe en casi todos los paises del planeta, inaugurado el primero de enero de 1958.

El 27 de abril de ese mismo año Maharishi partía a su primera gira mundial. Primero estuvo en el lejano oriente, donde tuvo gran éxito . Lo entrevistaron en todos los medios de comunicación, y centenares de personas acudían solicitando ser iniciadas en su sistema de Meditación. A la gente le agradaba que se tratara de una técnica simple de practicar, que no requería concentración o esfuerzo, y que a nadie se le exigiera cumplir algún tipo de normas de comportamiento o adoptar una serie de creencias nuevas. Maharishi era muy cuidadoso en respetar las tradiciones y religiones locales, pero además siempre recalcaba que la realización espiritual era perfectamente compatible con el bienestar material de la humanidad. Y muchos meditadores experimentaban cambios notorios en sus vidas, dedicando solo algunos minutos diarios a la meditación. En Singapur, inclusive, el presidente de la

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unión Budista declaró que los sistemas de meditación que había aprendido en 21 años de investigación personal, nunca le habían permitido alcanzar estados tan agradables y profundos, y de un modo tan sencillo, como los que ahora experimentaba con la Meditación Trascendental de Maharishi. Maharishi viajó a Hong Kong y luego a Hawaii, rumbo a Estados Unidos. Quería difundir la meditación por el mundo del modo más rápido posible, y por eso pensó en conquistar primero un País que tuviera gran influencia sobre otros. La primera ciudad que visitó fué San Francisco, en enero de 1959. El contacto con la cultura occidental implicó algunas variaciones en la forma de presentar la Meditación Trascendental, pues Maharishi, acostumbrado a hablar en términos del desarrollo espiritual, notaba que muchos sin embargo se entusiasmaban más facilmente si se explicaban las ventajas prácticas del sistema: mejor salud, mayor dinamismo y éxito personal, etc. Maharishi pensó que fuese cual fuese el motivo inicial papa practicar meditación, tarde o temprano vendrían las experiencias espirituales. En Los Angeles tuvo una rueda de prensa que aumentó aún más su fama, y pronto tuvo que asesorarse de varios asistentes y secretarios para atender todos los asuntos que se iban presentando, a los que Maharishi les dedicaba 22 horas diarias de trabajo. Maharishi recibió la sugerencia de motivar a diversos especialistas para que iniciaran un trabajo de investigación científica sobre los beneficios sicológicos, físicos, comportamentales y sociales de su sistema mental, y esos fueron los inicios de un acopio que hoy en día reune más de 450 estudios . Se vió que los beneficios abarcaban numerosas areas de la vida individual y social, y que se adaptaban a gran variedad de metas e inclinaciones particulares. Maharishi no veía límites ni obstáculos para una labor que hace treinta y cuatro años parecía Quijotesca, y que aún puede parecerlo a los que desconocen su voluntad inquebrantable y su creatividad y versatilidad infinita para alcanzar el ideal declarado de su movimiento: desterrar el sufrimiento de la historia humana. Maharishi parece haber inspirado siempre esperanza y ánimo, confianza y dedicación al proyecto, no de una humanidad mejor, sino de un mundo en plenitud. Nunca ha atemorizado a la gente con predicciones apocalípticas, nunca ha manipulado a nadie con el temor. Nunca se ha hecho

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reverenciar, eso es algo que le molesta, especialmente de parte de occidentales . Y su estilo ha sido siempre positivo, brillante, motivador. Pero lo más interesante es que sus planes nunca han parecido conocer límites. Planes, proyectos, cursos En 1959, en el parque nacional Sequoia de California, Maharishi estableció un plan mundial del movimiento para tres años, en los que se entrenarían a 25. 000 profesores de Meditación Trascendental que fundarían 25. 000 centros de meditación para atender a la población total del mundo. Maharishi se estaba multiplicando en miles de personas entrenadas en difundir su mensaje exactamente como el lo daba. Hacia diciembre Maharishi llegaba por primera vez a tierra europea, asombrando a los ciudadanos Londinenses con su calidez y su sencilla sabiduría. Luego viajó a Alemania, a Escandinavia, a todas partes. Cientos de personas se vinculaban de tiempo completo a trabajar en su movimiento, luego miles. Y había ya cientos de miles de meditadores tan solo unos años despue~s de haber abandonado el valle de Uttar Kashi en los Himalayas. En 1962 escribió, en cuestión de días, su libro mas conocido: "La Ciencia del Ser y El Arte de Vivir", un texto que explicaba en términos sencillos al hombre occidental toda la estructura y aplicación de la ciencia Védica. En 1963 ya estaba finalizando su cuarto viaje por el mundo, y en 1964 ya escribía otro libro clásico: "Comentarios al Bhaghavad Gita", una interpretación única del que quizás es el más importante texto de la sabiduría ancestral del Veda. En 1975, a raiz de varias verificaciones estadísticas que al parecer indicaban que la práctica colectiva de Meditación Trascendental estaba restaurando el orden social, revirtiendo los índices de delincuencia, y promoviendo la paz mundial, Maharishi declaró e inauguró el amanecer de la era de la iluminación. Un año después empezó a enseñar Sidhis, un programa avanzado de meditación que incluía la práctica de vuelo yóguico, o levitación. Y luego empezó a reinterpretar antiguas tradiciones Védicas, tergiversadas ante la ausencia de maestros iluminados que les dieran el enfoque correcto,

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pero que se mantenían relativamente bien conservadas en India. Fué asícomo comenzó a explicar el valor del Gandharva Veda, la música de la india que Ravi Shankar popularizó en occidente, y que Maharishi rescató de su vanalización. Luego se reinterpretó y difundió, desde hace algunos años, el ayurveda, la medicina védica que promueve un estado de salud perfecta y permanente por medio de sencillos cuidados alimenticios y cotidianos. Y también el Jyotish, la astrología védica, y el Sthapathya Veda, el arte de habitar espacios. Actualmente, Maharishi aparece rodeado de un equipo de especialistas en diversos campos: John Hagelin, un reconocido físico que bien podría competir con Stephen Hawking, Triguna Ji, un conocido médico ayurvédico . Recientemente el presidente de Mozambique adoptó oficialmente la Meditación Trascendental como herramienta fundamental de su programa de Gobierno para traer prosperidad a su país. Sin embargo, Maharishi permanece al mismo tiempo inmanifiesto, humilde, pensando siempre en el bienestar del mundo desde un rinconcito de Holanda, donde vive ahora. Cualquier día de estos le dan el Nobel de la Paz. Pero el sabe que su misión no ha sido más que seguir el curso de la naturaleza, el curso de un renacimiento de las verdades eternas del Veda que tenía que darse en la era de Acuario. Maharishi se camufla entre cientos de arreglos florales que adornan siempre el escenario público en que aparece, y siempre atribuye todos sus conocimientos a Guru Dev, su maestro, en nombre de quien ha trabajado sin cesar desde hace casi 40 años. La naturaleza es infinitamente versatil e inteligente, y toda esa variedad procede de una misma fuente. Dicen que cuando alguien se ilumina, es decir, cuando su mente y su fisiología están siempre, las 24 horas del día, en contacto con esa fuente infinita, el campo del que surgen todas las posibilidades, entonces esa persona adquiere esa cualidad infinitamente versatil, increiblemente divertida que posee la naturaleza. Eso es lo que, tal vez, le sucede a Maharishi. Multifacético

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No hay tema del que no se le haya visto hablar , ni area alguna de la vida en la que no haya podido resaltar el enfoque védico que le corresponde. Se le ha visto asombrar a críticos literarios expertos en Shakespeare, cuando les señalaba cual era la esencia de la literatura clásica, respecto a la cual ellos confesaron no haber tenido nunca antes tanta claridad (Y Maharishi nunca pasó por una carrera de Literatura, sino que se graduó en Física, en la Universidad de Alahabhad, India). Pero También se la ha visto jugar como un niño, mientras planeaba junto con Doug Henning - el mago internacional mejor reconocido de las últimas décadas-, la construcción de un parque de diversiones védicas cuyo objetivo es inspirar a la vida espiritual a millones de visitantes, y que será construido cerca a Disneylandia. El parque se llamará Veda-landia (no es una locura?). Otros días se enfrasca en discusiones de física cuántica o de neurofisiología con científicos interesados en paralelismos de la ciencia moderna con la ciencia védica, pero al rato puede vérsele ocupado en los más prosaicos asuntos financieros del movimiento mundial de Meditación, que tiene a Maharishi no solo por su dirigente espiritual, sino por su principal asesor en estrategias de divulgación y de administración de recursos. Todavía Maharishi trabaja más de veinte horas diarias, con sus ochenta o noventa años de edad (nadie le conoce la edad exacta): sus secretarios tienen que tomar vacaciones cada dos meses, porque no aguantan el ritmo de trabajo al que los somete. Maharishi solo descanza siete dias al comienzo de cada año, cuando se retira totalmente, y al parecer ayuna mientras entra en un profundo recogimiento. Al salir de su retiro anual, anuncia los planes del movimiento para el año. Y nunca se sabe lo que va a hacer, parece que ni el mismo lo sabe. La mayoría de sus decisiones las toma por intuición, y aunque al principio parezcan improvisadas, ya todos están acostumbrados a seguirlas al pié de la letra de tanto ver que siempre conducen a muy buenos resultados. El mundo debe sin duda mucho a las enseñanzas de Maharishi Mahesh yogi , y a las de muchos otros líderes de organizaciones interesadas en una humanidad mejor para el siglo que viene. Muchos otros movimientos espirituales han hecho contribuciones bellísimas al surgimiento de la nueva era. El de Maharishi lo ha hecho con gran altura, sabiendo integrar los aportes científicos de la racionalidad occidental, y las luces intuitivas de la sabiduría

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Vedica de la India; dando comprensión teórica unificada sobre todas las areas de la vida individual y social, y ofreciendo tecnologías prácticas capaces de ofrecer solución a problemas de todo tipo: psicológico, fisiológico, ético, , educativo, político, ecológico. Maharishi ha sabido llegar a toda clase de públicos, y ha aprendido a dar un mismo mensaje en todos los lenguajes, desde el más sofisticado de la física teórica de vanguardia, hasta el más pragmático, como cuando disenó programas de desarrollo empresarial a partir de la meditación Trascendental, para ofrecer a varias organizaciones interesadas en la implementación de la "Calidad total". Se trata, sin duda, de un forjador del nuevo milenio. Su imagen pública, sin embargo, no cubre todas sus facetas. No parece haberse propuesto nunca liderar un movimiento mundial, o convertirse en una figura famosa. Tal vez, en el fondo, más que una figura de referencia y de autoridad para millones de meditadores Trascendentales que practican su sistema , es un niño inocente y despreocupado, tierno y retraido, sabio y sencillo. Sobre eso habla por sí sola una anécdota que alguien contó, y que, cierta o no, es muy diciente, porque habla de el como un simple ser humano: Hace algunos años, en tierras donadas para su movimiento por el gobierno de la India, hubo una alarma entre los allegados a Maharishi: no se le encontraba por ningún lado, y había asuntos urgentes por resolver. Alguien salió de las edificaciones, y buscó por los jardines. En un extremo, bajo la sombra de unos árboles frutales, Maharishi estaba sentado, al parecer hablando solo. El espía se acercó con cautela, y vió al maestro, en la actitud más tierna, susurrando algo a un saltamontes que había saltado a su mano. Tal vez estaba aprovechando la ocasión para iniciar al animalito en la Meditación Trascendental, o tal vez, sencillamente, buscaba conversar con alguien que no lo tratara como a una gran figura espiritual.

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PAUL KNITTER : PLURALISMO Y CATOLICISMO ( A partir de una entrevista sostenida en 1996 )

Es una persona que irradia alegría y que inspira confianza: eso se percibe a los cinco segundos de conocerlo. A los cinco minutos ya puede uno estar riéndose de su última anécdota, o cuestionándose con sus agudas observaciones sobre la necesidad de un diálogo entre las diversas religiones del mundo. Es teólogo, pero no parece que sus estudios lo hayan hecho rígido, o frio, o excesivamente seguro de poseer unas verdades de las que quisiera convencer a otros, sino todo lo contrario: camina con la confianza de un niño, y su cuerpo, flexible, parece flotar entre nubes al tiempo que se hunde en los problemas de la tierra. Es una persona abierta mental, intelectual, afectiva y espiritualmente. Los que se imaginan a los doctores de la iglesia católica como unos señores vestidos de negro, sumidos en antiguos dogmas medievales de Santo Tomás aprendidos en latín, y tiesos como un paraguas andante; no reconocerían a Paul Knitter en la Universidad Javeriana, donde está como profesor visitante desde principios del año. Paul ya no ejerce el sacerdocio, en el sentido de que no oficia misa ni imparte sacramentos. Pidió licencia hace años, y se casó y tuvo hijos En otro sentido es el mejor sacerdote que pueda uno imaginarse, porque se siente de lejos que es un ser que profesa la filosofía del amor, un verdadero cristiano interesado en la comprensión y el respeto, la tolerancia y la apertura que podamos desarrollar entre todas las religiones y creencias del mundo. Nacido en Chicago , Illinois, U. S. A. en 1939, parece tener unos veinte años menos de los que indicaría un calendario. ¿El Secreto ?. Pues que no pierde la curiosidad. Ha viajado a cuanto rincón del mundo pueda uno imaginar, desde que se desplazó a Roma para hacer sus estudios teológicos, y luego a Alemania a hacer el doctorado, convencido de que la práctica del verdadero catolicismo no contradice sino que, al contrario, implica un verdadero interés por comprender los fundamentos de otras religiones, tal y como lo profesó el concilio vaticano segundo, y aunque la actual iglesia se incline poco a recordar toda esa apertura ideológica a la que se comprometió hace décadas.

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¿Qué es ser católico? Paul Knitter argumenta que la misma palabra “Católico” significa una invitación a la universalidad y a la comprensión respetuosa entre todos los seres humanos, porque Jesús mismo no hacía distinción ni tenía preferencias por unos sectores religiosos y (o) grupos sociales y culturas más que por otros, sino que vino a tratar a todos por igual como hijos de Dios. Entonces ¿Por qué tendría que imponerse una religión a otras, por qué tendría que considerarse que una de ellas es definitivamente la mejor, y que las otras debieran ser erradicadas , cuando de lo que se trata es de poner de moda el amor universal ?. El que ama comienza por ser humilde, y eso significa abandonar el orgullo de sentirse superior y más sabio en el plano religioso. No tiene por qué considerarse herética - dice Paul- la idea de que haya también otros salvadores, de que Krishna, Buda, Mahoma, hayan sido también encarnaciones de Dios. La base de estas afirmaciones no está solamente en teorías teológicas que conoce a fondo, sino principalmente en vivencias que ha tenido, en contactos que ha establecido, en enseñanzas que ha recibido de diversos líderes religiosos en oriente y occidente, y en diversas comunidades. Paul ha probado diversos tipos de oración y de meditación, y siempre ha sabido que todas ellas enriquecen su vocación cristiana. Pero se ha cuidado mucho de solamente llevar una vida contemplativa , docente y reflexiva como la que tiene, porque piensa que sin la acción social comprometida no hay verdadero compromiso de fé. Por eso, desde hace años, y también durante la época más dificil, ha estado participando en la agrupación “Cristianos Por la Paz en San Salvador”, a la que también pertenece su esposa. Paul duda de que la vida espiritual pueda vivirse auténticamente sin una preocupación paralela por el bien del prójimo y por la intervención activa sobre los problemas de injusticia, desigualdad, hambruna , violencia y deterioro del medio ambiente que estamos enfrentando a finales de siglo. Durante su estancia en Bogotá, Paul ha estado trabajando con seminaristas católicos, así como con laicos. La receptividad que han tenido sus propuestas ha sido muy grande, como se manifestó en elciclo de charlas titulado “Budismo zen: un diálogo”.

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Muchos católicos Colombianos le han manifestado que, luego de escucharlo, se han dado cuenta de que lo desventajoso que es no entrar en diálogo con otras religiones, cuando en la vida se busca un sentido de comunión con Dios. Según Paul la iglesia católica es la única iglesia que ha declarado oficialmente, en un documento del concilio vaticacno segundo titulado “Declaración de la Iglesia hacia Otras religiones” que los católicos tienen la responsabilidad y la obligación de abrirse al diálogo con los valores que puedan aportarle otras religiones. Y lo que vale para el diálogo entre religiones occidentales y orientales, debería ser válido también para las relaciones entre las iglesias cristianas en Colombia. Paul considera que los problemas de violencia, corrupción política, e injusticia social que vive nuestro país deberían suponer una mayor colaboración entre las iglesias. Hay grandes diferencias entre las iglesias protestantes fundamentalistas y la iglesia católica, pero como cristianos seguidores de Jesús todos en común pueden reconocer los problemas de Colombia como problemas comunes que deberían interesarles. Estos problemas pueden servir como una base común de encuentro, donde podrían conocerse todos como personas religiosas, no para discutir asuntos doctrinales, sino para reconocer la unidad que unos valores universales les aportan. El mismo Hans Kuhn , un teólogo contemporaneo famoso, ha afirmado que no habrá paz entre las naciones sin un diálogo más abierto y comprometido entre las religiones. Lo natural sería que nunca hubiera existido fricción entre religiones. Pero, en el caso de los orígenes del cristianismo, en los primeros siglos luego de nacido Jesús, hubo una necesidad de defenderse de los ataques externos, y esto habría creado, según Paul, una actitud de creer que la única verdad estaba en manos del cristianismo. Ante la amenaza romana, los grupos cristianos se defendieron cohesionándose, y la mejor forma de hacerlo es crear unos dogmas considerados como absolutos y superiores a toda otra creencia. Cuando la Iglesia católica comenzó a ser también una iglesia estatal, tuvo que asegurar su poder político, que ejercía mediante el control de las conciencias de los súbditos, afirmando que por fuera de la iglesia no podía existir salvación. Como los Budistas e Hinduistas nunca tuvieron una vinculación tan estrecha con la política, entonces nunca crearon cuerpos doctrinales dogmáticos.

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El modelo inclusivista Una idea muy interesante que Paul ha venido proponiendo, es la de que puedan existir otros salvadores además de Jesús. El antiguo modelo de las iglesias cristianas era excluyente, y se consideraba que toda otra religión era una “expresión del demonio”. Pero ahora hay un nuevo modelo sobre todo desde inicios de siglo, que aceptan los católicos, metodistas y presbiterianos. Este modelo , llamado inclusivista, acepta que es posible encontrar a Dios en un contexto hinduista, budista, etc, y que asimismo dentro de ese marco la salvación es posible. Esta perspectiva supone sin embargo que es la voluntad de Dios que los valores de otras religiones queden incorporados algún dia al cristianismo, al que se pretende concebir en todo caso como superior. Paul prefiere un tercer modelo, llamado pluralista, que defienden algunos teólogos de avanzada, y en el que se considera que el cristiano puede estar totalmente comprometido abriéndose al mismo tiempo a otras religiones, porque no es la voluntad de Dios que haya una sola religión. El pluralismo acepta que pueda haber otros salvadores en la historia, y no solo uno como defendía antiguamente el modelo exclusivista. Esta idea recibe respaldo de la doctrina original de la encarnación, en la que se entiende la encarnación de Dios en Jesús como un fenómeno en el cual una persona humana expresa la realidad divina que se revela de una manera convincente. Todo ser humano, como hijo de Dios, puede expresar la realidad divina, así que pueden haber existido y llegar a existir otros salvadores que con su amor y su sabiduría puedan ser considerados encarnación de Dios. Los primeros cristianos, para poder explicar lo sublime de Jesús, decían: “Esta persona es Yahve, es Dios, este solo puede ser Dios encarnado”. Con ello querían decir que ese ser humano había realizado a Dios.

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La Meditación Trascendental

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QUE ES " MEDITACION TRASCENDENTAL " ? *

Aunque el nombre con el que se difunde esta técnica en todo el mundo parece aludir a algún conocimiento extraño o esotérico , no se trata de nada que se parezca a una nueva religión o filosofía. Personas de todos los cultos, razas y culturas la practican, encontrando mas bien que complementa y fortalece sus propios principios y valores. Se trata de un método simple y sencillo de practicar que produce una disminución natural de la actividad física y mental, en la cual el sistema nervioso y el organismo en general experimenta un descanso dos veces mas profundo que el producido por el sueño más profundo. Este nivel de descanso no ha sido observado en ninguna otra técnica de relajamiento conocida. El ritmo respiratorio disminuye, el ritmo cardiaco disminuye, y se produce coherencia de ondas electroencefalográficas a nivel interhemisférico e intrahemisférico en la corteza cerebral, en los niveles alfa, gama y delta. La técnica se practica dos veces al día, quince minutos cada vez, en casi cualquier lugar y momento del día, y no requiere de ninguna habilidad ni preparación mental previas. *

A todo lo largo de este libro he hecho mención sobre la técnica de meditación Trascendental. El propósito de esta colección de artículos publicados a lo largo de varios años en la Revista Notas de Luz, es principalmente exponer un cuadro general de conceptos sobre el nuevo paradigma de la ciencia y sus nexos con la espiritualidad en el nuevo milenio, por fuera de toda circunscripción exclusiva a alguna escuela o corriente específica de desarrollo personal o espiritual . Sin embargo, el sesgo es inevitable para mí como autor, y por eso la perspectiva con la cual he tratado cada uno de los temas. Quede claro, en todo caso, que profeso enorme respeto por muchas otras escuelas y técnicas mentales y de desarrollo personal, pero pido comprensión al lector por haber hecho referencia principalmente a mis preferencias personales y a mis referentes más inmediatos. En todo caso, y para información del lector interesado en particular en la escuela de desarrollo personal a la que pertenezco, y en la técnica mental que practico y enseño, doy a continuación información básica sobre la Meditación Trascendental:

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PARA QUE SIRVE ESTA TECNICA MENTAL? Sirve para estar en armonía con la vida. Personas cuya mente se encuentra más despejada y cuyo sistema nervioso se encuentra menos tenso, se sienten y desempeñan mucho mejor en la actividad cotidiana , que quienes apenas se sirven del descanso experimentado al dormir. La práctica diaria de la técnica ha sido reportada como algo muy beneficioso por millones de personas que hoy en día la practican. Los beneficios incluyen una menor tendencia a la depresión, relaciones interpersonales más cálidas, mayor capacidad para disfrutar de la soledad, mayor eficiencia en el trabajo, mayor estabilidad emocional, incremento de la autoestima - que generalmente repercute en cambios positivos a nivel laboral y económico -, disminución de enfermedades psicosomáticas, mejor desempeño atlético, disminución espontanea de adicciones al alcohol o a drogas , mayor conciencia ética, mejor desempeño académico y muchos otros indicadores de que , en general, la experiencia de un silencio mental tan profundo y revigorizante transforma poderosamente y a todo nivel la vida de la persona que practica diariamente.

QUE SE SIENTE AL PRACTICAR MEDITACION TRASCENDENTAL ?

Es como expandir los límites de la propia conciencia. Como saber de pronto que la mente es infinita , y que todas las posibilidades en la vida están abiertas para quienes exploran el interior de su propio ser. Maharishi Mahesh Yogui, físico indostánico fundador del programa de "Meditación Trascendental", explica la experiencia de meditar con la metáfora del mar. Hagamos de cuenta -dice Maharishi -, que nuestra mente es como el mar , pero que nunca hemos descendido a sus profundidades, sino que siempre hemos permanecido navegando en su superficie, expuestos a toda clase de cambios imprevistos : vientos

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repentinos, remolinos extraños, días tempestuosos y días apacibles. Un buen día tenemos la experiencia de bucear, y hasta entonces descubrimos lo profundamente fresco, tranquilo y reposado que es el mar; y nos damos cuenta de que toda esa actividad de la superficie estaba fundada sobre un inmenso y maravilloso silencio. Eso mismo ocurre con la Mente : estamos atrapados en su actividad, pero podemos explorar sus niveles más profundos al meditar. La experiencia de meditar es única. Se trata de un estado de Conciencia natural, diferente de estar despierto, dormido o soñando. Uno está infinitamente despierto, alerta, pero simultaneamente en total reposo, en profundo descanzo. Solamente la experiencia puede darnos una verdadera idea de lo que se siente. En todo caso, es una experiencia invaluable. COMO SE EXPLICA LO QUE OCURRE AL MEDITAR ?

Con otra analogía. Supongamos que un jardinero cuida sus plantas, pero nota que por mucho que haga siguen marchitándose. Un día finalmente-, recuerda que lo esencial es regarlas con agua y abonar la tierra -que era lo que estaba olvidando-. Al meditar -explica Maharishi, ocurre lo mismo: durante años hemos acudido a cientos de métodos para ser más felices, sin lograrlo significativamente. La meditación es una respuesta de lo más sencilla, y por eso mismo la más profunda y eficaz. Cuando meditamos, hacemos contacto con la raiz de la vida, con la fuente de donde surge toda la creación , y esa energía comienza a fluir como la savia por nuestro sistema nervioso, nuestra mente, y nuestro espíritu. Entonces todo en nosotros comienza a florecer naturalmente. A esa realidad básica se la denomina -en términos de la física cuántica contemporanea- , el "Campo Unificado". La cultura indostánica védica la llamaba "Conciencia Trascendental", "Ser" , o "Brahman".

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QUE ES LO QUE GARANTIZA LA EFICACIA DE ESTA TECNICA ?

En primer lugar, que está arraigada en una tradición milenaria, transmitida de generación en generación por una larga y sabia cadena de maestros. Maharishi Mahesh Yogui pertenece a ese linaje de exponentes de la sabiduría védica , y asimismo los profesores de meditación que en su nombre transmiten ese arte de la vida. En segundo lugar , la exhaustiva validación científica de sus beneficios, realizada con los más rigurosos procedimientos de evaluación experimental , le garantiza a usted que está pisando en terreno firme Es bueno aclarar que esto no tiene nada que ver con una religión, ni con una nueva ideología : el respeto a las creencias, filosofías y valores de todas las culturas y pueblos , es nuestro punto de partida.

COMO SE APRENDE A MEDITAR ?

Primero se asiste a una charla informativa gratuita , sin ningún compromiso de inscribirse. Está charla se puede hacer a domicilio si se reune un buen grupo de interesados. Luego usted decide si le interesa aprender. Nadie va a presionarlo. El curso consta de cuatro sesiones de dos horas cada una, durante cuatro días consecutivos. Luego puede recibirse -opcionalmente-, mas información , chequeos periódicos de la práctica , y cursos avanzados. Pero con las cuatro sesiones basta. Originalmente solo Maharishi Mahesh Yogui enseñaba a Meditar , y había que viajar a la India para aprender. Hoy existen miles de profesores entrenados por Maharishi en todo el mundo. Hasta un niño de cuatro años puede aprender a hacer algo tan simple, si cuenta con un profesor debidamente entrenado .

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A QUIEN SE PUEDE ACUDIR ?

Puede usted contactar a Fernando Baena Vejarano, quien pertenece a la Sociedad Internacional De Meditación , que es una fundación sin ánimo de lucro que difunde esta técnica desde hace más de veinte años , en varias sedes y ciudades de Colombia. Fernando Baena es profesor calificado de esta técnica desde 1988, cuando hizo un curso intensivo de dos mil quinientas horas de formación. Luego hizo estudios de Post-grado en una universidad fundada por Maharishi en Estados Unidos, para especializarse en los sólidos principios teóricos y científicos que contextualizan y validan la técnica de Meditación Trascendental. Llame al teléfono 2456279, al 2872274, o al apartado telefónico 5007057 de Bogotá, Colombia. . También al celular # 033-2205108. asistir a la charla informativa gratuita , hay que confirmar asistencia . El cupo es limitado. Dirección: Carrera 8 # 43-20 de Santafé de Bogotá.

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BIBLIOGRAFIA LA ERA DE LA MAGIA DE LA CONCIENCIA 1-Sobre Campos Morfogenéticos, consultar en Talbot, Michael, "Más allá de la teoría cuántica", ed Gedisa 1988, cplos 3 y 4. 2-Sobre la Era de acuario y sus características, puede consultarse en Ferguson Marilyn, "La Conspiración de Acuario", ed Troqvel 1991. 3-Críticas interesantes a la nueva era, pueden leerse en Berman Morris, "Cuerpo y Espíritu", ed Cuatro Vientos, 1992, tercera parte. DE LOS OBJETOS A LOS CAMPOS: LA TRANSICION A LA NUEVA ERA -Sheldrake Rupert, La Presencia Del Pasado, ed Kairos , Barcelona.

DE LA ARMADURA AL TEMPLO: EL RETO SOMATICO DE OCCIDENTE Berman Morris, “Cuerpo y Espíritu”, ed cuatro vientos, , Chile, 1992.

Santiago De

Reich wilhem, La función del orgasmo, ed paidos, Ibérica, 1983. Reich Wilhem, Análisis del Caracter, ed paidos Ibérica, 1981. Balint michael, “La falta Básica”, ed paidos, Buenos Aires, 1982 Maharishi Mahesh Yogui, La ciencia del ser y El Arte De Vivir, ed Era de La Iluminación, Barcelona, 1981. Se recomienda en especial Parte 3 cplo 2, y parte 4 cplo 5.

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ENFERMEDAD Y SALUD EN LA NUEVA ERA (1) Talbot Michael, "Más Allá de la Teoría Cuántica", ed Gedisa, 1988, Barcelona, España. (2) Chopra Deepak, "La Curación Cuántica", ed Grijalbo1989, Barcelona, España. (3) Chopra Deepak, M. D. , Perfect Health: the complete Mind/Body Guide, Harmony Books, New York 1991. Al parecer, ya existe traducción al español. LA MENTE NO ES EL CEREBRO : (1) Roger Lewin, “Is your Brain really necessary ?”, Science 210, diciembre de 1980, pgs 1-232. (2) Sheldrake Rupert, -, La Presencia Del Pasado, ed Kairos , Barcelona (3) Talbot Michael, “Más alla de la teoría cuántica”, ed Gedisa, 1988, Barcelona. Cplo 3. (4) Op cit, cplo 1. Ver también Karl Pribram, Languages of the Brain, comp Globus y otros, New York, Plenum, 1971, Conciousness and the Brain, New York, Plenum, 1976. MAHARISHI MAHESH YOGUI: PUENTE ENTRE DOS MUNDOS Thirty Years Around The World, Dawn of the Age of Enlightenment, volume one. MVU press, netherlands. Publication # N100 BEBIENDO EN LA AUTOREFERENCIA DE LAS PLANTAS

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(1) Sharma, H. M. , Satter, B. , and Dwivedi, C. Anticarcinogenic activity of an ayurvedic food supplement. American Physiological society/ American society of Pharmacology and experimental Therapeutics. !988;86. 1: A 121 (abstract) (2) Dwivedi, C. , satter B. , Sharma, H. M. antineoplastic properties of Maharishi 4 against DMBA-induced mammary tumors in rats. Pharmacology, Biochhhemistry, and Behavior. !990;35: 767-773. (3) Patel, V. , Wong, J. , Shen, R. W. , Brahmi, J. , and Sharma, H. Reduction of Mouse Lewis Lung Carcinoma (LLC) by M4 rasayana. federation of American societies of experimental biology Journal. !990; 4: A637 (abstract). (4)Dileepan, k. N. , Patel, V. , Sharma, H. M. , and Stechschulte, D. J. Priming of Splenic Limphocytes after igestion of an ayurvedic herbal food Suplemment: evidence for an inmunomodulatory effect. Biochemichal Archives, 1990;6: 267-274. (5) reseñas Bibliográficas de todos estos y de otros experimentos en el folleto “Maharishi Ayur Veda, review of Scientific Research, American Association Of ayurvedic Medicine, 1990. Impreso por “Age of Enlightenment press, Livingston Manor, NY U2-10208-990.

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