El Referéndum de Independencia en Escocia

August 22, 2017 | Autor: F. Álvarez Simán | Categoría: Pobreza, Desarrollo Sociopolìtico cultural y econòmico, Estudios Sobre Pobreza
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Descripción

El Referéndum de Independencia en Escocia
"No puede haber una sociedad floreciente y feliz cuando la mayor parte de sus miembros son pobres y desdichados"
Adam Smith

El día 18 de este mes, todo el ciudadano escocés de 16 años o más, tenía derecho para acudir a las urnas para decidir en un referéndum si su territorio continuaba siendo parte del Imperio Británico o elegía un camino independiente. De un padrón de 4.3 millones de personas, casi el 85 por ciento de los escoceses se volcaron a las urnas, en un evento que superó cualquier votación de cualquier tipo en Escocia y el Reino Unido. La pregunta del referéndum era bastante sencilla: ¿Debería Escocia ser un país independiente? A lo cual se tenía que contestar con un sí o con un no. Al final de la jornada, el referéndum fue ganado por el NO con un 55.3 del total de los votos por el 44.7 del SI.

En noviembre del año pasado, el Parlamento escocés y el gobierno del Reino Unido, avalan la "Ley para el Referéndum de Escocia", a partir de la cual partidos políticos y organizaciones sociales se lanzan a una campaña para que la población definiera su preferencia; organizando mítines, generando debates y realizando diversas acciones políticas para convencer a las mayorías de la viabilidad de los proyectos.

Yes Scotland (Sí Escocia) era la frase y el nombre del movimiento que aglutinaba a quienes querían la independencia y con la frase de Better Together (mejor juntos), se organizaban quienes deseaban la continuidad del país como miembro de la corona británica. Con el referéndum se planteaba el futuro de 5.3 millones de habitantes, el diez por ciento de la población del Reino Unido y una décima parte de su territorio. Aunque también planteaba dudas sobre diversos temas como la moneda del hipotético nuevo país independiente, la fortaleza de la libra esterlina, el status que tendría Escocia ante la Unión Europea y sobre todo; daría una probable sacudida a la industria petrolera británica y de paso a la mundial, puesto que el precio de referencia de dos terceras partes del crudo que se comercializa en el mundo, es fijado por el crudo de Brent, que se extrae de las aguas escocesas del Mar del Norte.

De hecho, el descubrimiento de petróleo en el Mar del Norte en 1960 y su operatividad en la década siguiente del siglo pasado, es el antecedente inmediato de la propuesta escocesa de un referéndum por su independencia, en ese entonces la propuesta se basaba en la riqueza de los yacimientos, ya que se argumentaba que el estatus político de Escocia no permitiría disfrutar los beneficios de los ingresos del petróleo, como si lo haría siendo una nación independiente. Pero si el referéndum podía cimbrar al Reino Unido, también el mundo entero estuvo pendiente del resultado, por una razón fundamental; porque en Europa que históricamente siempre ha buscado la unidad social, política, económica y cultural; los nacionalismos y las identidades representan procesos emergentes, que como una curiosa contradicción también histórica, se contrapone al proceso de unificación.

Las razones históricas de Escocia para su independencia

Su nombre era William Paterson; banquero y comerciante nacido en Escocia que siendo adolescente emigra a Londres y después a las Bahamas; de regreso a la capital inglesa, Paterson cofunda el Banco Central de Inglaterra junto con Charles Montagu, el primer conde de Halifax. Eran los años finales de la guerra franco-inglesa, esta última aliada con los imperios español, holandés y Sacro Romano, la guerra fue conocida como de los "nueve años" (1688-1697) y la alianza pretendía frenar el expansionismo francés sobre Europa y lo territorios americanos descubiertos el siglo anterior. El esfuerzo inglés por tener una flota naval se topó con los requerimientos de financiamiento y unas arcas vacías reales; Paterson y Montagu fondean el banco con la ayuda de prestamistas, emiten moneda, se la prestan al gobierno, este reconstruye la armada con esos fondos y el resultado fue que el poder de la marina hizo de Inglaterra la potencia mundial dominante a finales del siglo XVIII y principios del XIX.

Esos años, si bien significaron el inicio del despegue posterior de Inglaterra como potencia mundial, para Escocia fue uno de los periodos más difíciles de su historia porque el peso de su economía era pequeño frente al de su vecino, lo que la hizo depender pronto de los productos ingleses, aunado a ello se desata una hambruna, periodo conocido como "The ill years" o los años malos. Buscando una salida que le permitiera a Escocia mantener una independencia económica respecto a Inglaterra y a la vez emular el crecimiento político y económico inglés; Paterson inspirado en el éxito comercial de la compañía de las indias orientales, que llegó a mover la mitad del comercio mundial de esa época; propone primero al gobierno inglés un plan para que una compañía mueva el comercio por rutas de Asia y África, ante la negativa propone el plan al Sacro Imperio Romano y después al gobierno holandés pero fracasa.
Pronto abandona la idea de asentar en algún lugar de Asia o África y ubica un nuevo proyecto en el Golfo de Darien, en el Istmo de Panamá; Paterson convence al gobierno escocés de fundar un Imperio que denominaría "Nueva Caledonia". De esta manera en 1698 con cinco buques, encabeza la primera expedición de dos que se realizaron, donde murieron su esposa y su hijo y él se enferma de gravedad. La expedición recibió fondos de toda la población escocesa, de todas las clases sociales; pero la mala planeación, el desconocimiento del terreno y las enfermedades tropicales terminaron con la ventura de 2,200 escoceses; falleciendo en promedio diez colonos al día; al final solo regresan a su país 300.

De manera obvia, la bancarrota se apodera de Escocia, puesto que en la aventura se invirtió el 25 o 30 por ciento del total del dinero circulante; por eso, la aristocracia y los ricos comerciantes consideraron que lo mejor sería ser parte del Imperio Inglés para que Escocia compartiera los beneficios del comercio internacional de Inglaterra que estaba en ascenso. Así, se firma "el Tratado de la Unión" pacto que en 1707 une a Escocia e Inglaterra formando el Reino de Gran Bretaña.

Elegir el futuro de Escocia

A diferencia del desastre de la expedición en Panamá que ha atado los destinos de Escocia y el Reino Unido por más de 300 años, los nacionalistas decían que el futuro del país estaba asegurado con ingresos petroleros del orden de los 13 mil millones de dólares para los dos siguientes años y que las reservas son del orden de los 24 mil millones de barriles en el lecho marino escocés. Hoy Escocia tiene en promedio el segundo mejor nivel de vida de la Gran Bretaña, solo la aventaja la ciudad de Londres, sin embargo la población del país ha envejecido más rápidamente que la del resto de la Gran Bretaña. Si los escoceses hubieran votado SÍ, la demografía los hubiera obligado a dedicar cada día más recursos al programa de salud pública en perjuicio de la estabilidad financiera que pudiera obtenerse.

Todo comienza cuando la hasta entonces pequeña organización política llamada Partido Nacional Escocés, pero en constante ascenso desde su fundación en 1934; comienza a ganar adeptos mediante una plataforma ideológica socialdemócrata en detrimento de los laboristas y los conservadores, los partidos históricos de Escocia. El SNP (por sus siglas en inglés) consigue en el 2011 la mayoría absoluta en el parlamento escocés, acusado por las demás organizaciones política de promover la anglofobia, aunque el SNP argumenta que la ciudadanía votó por ellos, no por considerar que era necesaria la independencia como un fin último, sino que esta es vital para proteger el estado de bienestar escocés y garantizar la construcción de una sociedad más justa.

El ascenso del SNP es liderado por Alex Salmon, quien desde el 2007 encabeza el gobierno de Escocia, primero al frente de un gobierno de coalición con el Partido Laborista y desde el 2011 con la mayoría absoluta. El principal argumento que Alex Salmon y este instituto político declaraba, era que el conservadurismo del gobierno británico no refleja las preferencias políticas de los escoceses que históricamente asume políticas sociales de izquierda y que además Gran Bretaña ha tomado medidas impopulares en Escocia desde siempre. La independencia sería el medio vital para solucionar ese déficit democrático.

Por eso, el SNP desde su ascenso en 2007 se dedicó a la redacción y presentación en todos los foros posibles del texto "Elegir el Futuro de Escocia", donde los promotores de la independencia del SNP a los que se les sumaron organizaciones de jóvenes, sindicatos y líderes ecologistas expusieron sus ideas. Ante el triunfo del NO, Alex Salmon, anunció que dejará su puesto, así como el liderazgo del Partido Nacional de Escocia (SNP) en noviembre.

La estrategia de Salmon era el proyecto que denominó de "Conversación Nacional", donde presentaba el texto, exponía sus razones y sentenciaba cuatro escenarios sobre el futuro de la autodeterminación escocesa: a) Ningún cambio, b) la devolución por la Calman Review (mejor trato fiscal con el Reino Unido), c) la devolución completa, y d) la independencia completa. Tras el triunfo de la negativa a la independencia, lo que viene para Escocia es el tema que los funcionarios y expertos llaman "la devolución de poderes" donde se trata de otorgarles a los otros tres países que conforman el Reino Unido, es decir Gales, Irlanda del Norte e Inglaterra; más autonomía en la toma de decisiones y en el manejo de sus economías. La vía para ello es dotarlos de más control en materia de gasto público; que los escoceses quieren privilegiar el que se refiere a las cuestiones sociales y del estado de bienestar y, la recaudación de impuestos.

Las lecciones del referéndum

Un plebiscito es una consulta que realiza el gobierno a la población en edad de votar para que se pronuncie acerca de una decisión gubernamental, que no implica ninguna reforma a la constitución. El referéndum es una consulta popular para que el electorado se pronuncie sí o no respecto a la conveniencia de realizar una reforma constitucional. Desde 1846 con el primer referéndum realizado en Liberia para independizarse de Estados Unidos, más de 62 referéndums independentistas se han llevado a cabo en los cinco continentes. Dos terceras partes de ellos desde 1991 a la fecha, cuando la caída del Muro de Berlín desmembraba a la Ex Unión Soviética y los países satélites de Rusia buscaban su independencia.

Este viernes, el gobierno autónomo de Cataluña en España firma el decreto para constituir una consulta de autodeterminación, a realizarse el próximo 9 de noviembre; la región del Kurdistán en Iraq, también tiene previsto realizar esta fórmula a finales de año, aunque los problemas provocados por el Estado Islámico dificultan su realización; los 250 mil habitantes de Nueva Caledonia, un enclave colonial francés en el Océano Pacífico están también convocando a una consulta para realizarse entre el 2015 y el 2018 y otras nueve regiones más del mundo que quieren la autodeterminación.

Si nos detenemos en analizar los cuatro escenarios planteados por Salmon y el documentado nerviosismo británico por la posibilidad de perder territorio; a pesar de que le cuesta el cargo, Salmon pudo lograr para Escocia mejor trato fiscal e incrementar el estado de bienestar en Escocia porque a eso se ha comprometido el Reino Unido, los cambios seguramente impactarán positivamente en el nivel de vida de los escoceses que aun así, tienen un presupuesto per cápita superior en un 19 por ciento a Inglaterra. El problema es que para evitar el desmembramiento del Reino Unido, sus dirigentes concedieron todo a Escocia y habrá que ver si esto no provoca disparidad con Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte; en todo caso resolver el desequilibrio será problema de las autoridades británicas y no de las escocesas.

Por otro lado y en el fondo; a pesar de perder el SI, con las prebendas fiscales y autonómicas obtenidas, seguramente el nacionalismo escocés prevalecerá largo tiempo más; a pesar de que existe la posibilidad legal de volver a realizar un referéndum en cinco años. La Europa que ha ido a la guerra por los nacionalismos y que también históricamente ha buscado la unidad; está en un intenso debate por la contradicción de unidad continental y los numerosos nacionalismos que la integran. Flandes, Cataluña y Euzkadi, entre otras regiones de Europa; buscan la autodeterminación porque como todos los pueblos, quieren conservar su identidad y quieren hacerlo en un mundo cada vez más global. La experiencia de Escocia y la victoria y a la vez derrota de Alex Salmon es digna de análisis y si los actuales países del mundo que mantienen dentro de sus fronteras a diversos pueblos no se asumen como pluri étnicos y no atienden los reclamos más apremiantes de desarrollo cultural y de inclusión total reconociendo la diversidad, el referéndum de Escocia, será el primero de muchos en todo el mundo.


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