El recurrente ataque de los mega-pollitos: ¿dinosaurios pedomórficos?

La evolución de grandes linajes animales puede ser explicada por fenómenos heterocrónicos. Dentro de los mayores dinosaurios Theropoda, ojos pequeños, huesos muy ornamentados y pérdida de neumaticidad con oclusión de fenestras son indicados como señales peramórficas, que se evidencian en la ontogenia y la filogenia de los Carcharodontosauridae, por lo que son considerados un “peramorfoclado” (donde la peramorfosis predomina sobre la pedomorfosis) (Canale et al., 2014). Recientemente, la evolución de las aves fue explicada por sucesivos episodios pedomorficos (Bhular et al., 2012) y eventos peramórficos localizados del cráneo. Con ello, se presenta un proceso combinado, la “heterocronía disociada”, ya reportada en Tyrannosauridae (McNamara, 2012) y Carcharodontosauridae (Canale et al., 2014). En éstos, los autores reconocieron pedomorfosis en la reducción de brazos. El presente trabajo busca destacar la posibilidad de que los linajes de grandes dinosaurios avianos y no avianos tengan una explicación más compleja que la propuesta hasta el momento.