El Psa a fin de siglo

September 21, 2017 | Autor: Tyché Automaton | Categoría: Physics
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Descripción

Psicoanálisis en el fin de siglo.
Febrero-marzo ´98

1) En el siglo XXI habrá en la Pcia. De Bs. As. un psicoanalista cada 2
millones de bonaerenses o ¿Su radio de acción seguirá llegando hasta la
Gral. Paz?

Desconozco de estadísticas, cuestión que no me impide sostener que el
psicoanálisis no respeta ciertas fronteras si por una de éstas puede
entenderse a la Gral. Paz. En el próximo siglo los psicoanalistas nos vamos
a enfrentar a fronteras mucho más poderosas que cualquier valla urbana,
como por ejemplo el aumento abusivo que ya se está presentando en el
consumo de psicofármacos. No obstante este fenómeno no es más que uno de
los efectos del proceso de globalización de la economía capitalista neo-
conservadora, que destina a países perisféricos como el nuestro, al modo de
los zócalos en las casas; la función de albergar los "restos" de aquello ya
no utilizable. Otro asunto a tener en cuenta para el futuro siglo es lo que
esta aconteciendo con el factor de la movilidad social, que en los últimos
años se fue enlenteciendo a un ritmo asombroso. Esto quiere decir que si a
un individuo le tocó nacer en un barrio carenciado del conurbano, tiene
cada vez menos alternativas de acceder a otro nivel socioeconómico,
exceptuando un cargo político o pegar seis números en el Quini. Y esto si
que provoca cambios en la clínica, por ejemplo se agranda cada vez más la
brecha de posibilidades de acceso a un tratamiento psicoanalítico entre un
habitante de la Ciudad de Bs. As. y un habitante del conurbano. Está bien
alguien podría argumentar que lo que menos necesita una persona carenciada
es de un psicoanálisis, sino más bien de trabajo y vivienda digna por
ejemplo, pero quizás de este modo nos estaríamos engañando con una idea
preconcebida de las necesidades reales de la gente.


1) Al referirse al hombre en concreto ¿Se lo seguirá llamando objeto de
conocimiento?


En primer lugar habría que aclarar que el psicoanálisis no ubica al
hombre como objeto de conocimiento, sino más bien como un "sujeto en
desconocimiento". Este es uno de los más importantes descubrimientos del
psicoanálisis de la mano de Sigmund Freud. Por acción del Inconciente, cuya
existencia es verificable en sus producciones, lapsus, fallidos, sueños,
síntomas; nuestro yo se ve forzado a ignorar infinidad de cuestiones y a
sobrellevar otras tantas como pueda. Ahora, ¿De qué se trata aquello que
con tanto esfuerzo se pretende desconocer? Bueno, para tratar de
simplificar el tema, diría que se intenta eludir el hecho de saber que en
el "fondo" no somos tan "buenitos" como creíamos. Es decir, saber que
tenemos deseos peligrosos socialmente no presentables, como podrián ser los
de querer acostarnos con mamá además de querer matar a papito. Entonces
para concluir diría que el psicoanalista trata la singular relación del
hombre con el saber o mejor dicho con el no saber.

3) Psicoanálisis y felicidad ¿Pueden tomarse como sinónimos?

Sospecho que no. En todo caso habría que precisar con mayor rigor que
se entiende por felicidad. Término ambiguo si lo hay, podríamos desarrollar
una definición por persona. No obstante tomaremos dos criterios universales
para tener un cierto marco desde donde plantear la cuestión. Una persona
que puede trabajar y que puede amar, sin ser demasiado detallistas,
diríamos que es una persona saludable y entre comillas normal; y por tal
motivo no veríamos incovenientes en pensar que además puede sentirse
"feliz". Ahora de ahí a sostener que tal estado puede lograrse a traves de
un psicoanálisis, es una cuestión poco seria. Un psicoanalista por razones
éticas no puede prometerle a un paciente, un mundo feliz como destino de su
pasaje por el diván; si lo hace pues ya en ese acto demuestra que no actúa
como psicoanalista.

4)Lo fálico ¿Seguirá siendo todo lo que termina en punta?

No veo motivos por los cuales esta situación debiera cambiar en el
siglo que viene. Exceptuando el hecho de que por razones de mercado se
determine que ya no es más negocio. Hablando en serio, los psicoanalistas
observamos con cierto asombro cambios en los modos sintomáticos con los que
se presentan los pacientes a demandar atención. Cambios que hacen pensar
que las clásicas concepciones teóricas van a tener que ser re-examinadas.
Hoy por hoy los problemas que enfrentan un hombre y una mujer en la
sociedad, son absolutamente distintos a los de una década atrás. Hace no
más diez años la gran mayoría de la gente creía que la educación y el
trabajo eran medios valorables de ascenso social. Ahora, no podríamos decir
lo mísmo. Pero para no irme de tema, no creo que la cosa cambie tanto como
para que "Lo fálico en punta" deje de ser apreciado. Aunque como dice una
tía mía, "sobre gustos no hay nada escrito".



5) ¿Qué podría decir Freud si se mirara al espejo? ¿Y qué imagen le
devolvería actualmente?

De hecho esto en vida le aconteció. Cuenta que en un viaje en el
camarote de un tren durante la noche se levantó supongan, para ir al baño y
se encontró con un señor muy viejo con un ridículo gorro en la cabeza y en
piyamas, parado frente a él. Al principio se asustó, luego pensó algo así
como que viejo es y para su mayor desconcierto, descubrió que se trataba de
su propia imagen en el espejo de la puerta que estaba entornada. Respecto
de aquello que actualmente el espejo le devolvería a Freud, no tengo la
menor idea. Si mencionaría que en nuestro caso la cuestión es más difícil
de lo que podría haber sido en la época de Freud. Vivimos en la era de las
imágenes, y sin darnos cuenta hay modelos imaginarios que nos ordenan, cada
vez con mayor fuerza, la vida. Entonces a medida que pasa el tiempo,
estamos más empeñados en borrar sus consecuencias. En otras palabras, como
la bruja decimos a coro "Espejito, espejito, ¿Quién es el más hermoso en
este reino?"


Lic. Horacio Juárez

Psicoanalista

















































Y PENSAR QUE NO QUERÍA

Abril´98

Aquel que pretende analizar los fenómenos de su tiempo se encuentra la
mayoría de las veces en la encrucijada de verse afectado por aquello que
intenta abordar. En otras palabras no puede emprender un trabajo de este
tipo bajo el ideal positivista de la ciencia moderna, es decir desde la
"objetividad". Lo curioso o más bien lo paradójico es que en la actualidad
tal pretensión ya no es sostenida con tanto fervor por los científicos
sobretodo a partir de ciertas experiencias (Ver principio de
incertidumbre), pero si se espera que en el caso de ciencias sociales, más
precisamente las de la comunicación, sus actores sean lo suficientemente
objetivos como para que no desvirtúen la tarea informativa con su propia
"subjetividad". En relación a este asunto y con respecto al tema que hoy me
propongo desarrollar voy a expresar cual es la postura desde la cual parto.
En primer lugar, la pretensión de objetividad que se le demanda al
comunicador social no es inocente, es decir que no se busca con ello
brindarle mayor transparencia a la opinión pública, sino más bien evitar
que él mismo ventile cuestiones que es preferible que la mayoría no sepa. Y
en segundo lugar, considero que se le ofrece a la persona que tiene el
interés de informarse un lugar distinto cuando uno, el que produce el
material informativo, define su postura; de este modo el que busca
informarse tiene la opción de elegir. En tal sentido, dejo en claro que no
soy "oficialista". Y el no serlo me permite intentar un principio de
análisis de un tema que se ha instalado en el discurso general: La "RE-
REELECCIÓN". Voy a comenzar con una referencia que en estos momentos por
las circunstancias que viven miles de argentinos puede resultar dolorosa.
En los pueblos que se asientan cerca de las montañas los lugareños saben
que se va a producir una creciente en el río cuando días antes escuchan una
especie de sonido sordo y confuso, el "rumor de las aguas" se le suele
llamar. Desde hace unos cuantos meses ese rumor viene escuchándose en las
cercanías de la Casa Rosada anunciado la creciente de las aguas re-
reeleccionistas. Sea o no un capricho del destino las verdaderas "aguas",
por un lado han tapado a estas otras, las han hecho callar, y por el otro
lado, el más patético quizás, las han puesto al descubierto, en su
verdadera dimensión. Con el dolor de los inundados quedó expuesto más que
nunca antes, que la resolución del problema que están viviendo no se
contaba dentro de los intereses reales de quienes pretenden perpetuarse en
el poder. No podrá decirse ahora que es por falta de tiempo o de recursos
que no sean han tomado las medidas convenientes para paliar los efectos de
este desastre, que como ya expresamos en un artículo anterior no es un
hecho "natural" específicamente. Ahora no nos contenta tan solo pensar que
un afán desmesurado de codicia y poder alimenta esta oleada re-
reeleccionista, aunque razones obvias no nos falten para cerrar allí la
prosecución de otras hipótesis. No obstante voy a esbozar un intento de
explicación distinto pienso, a los ya dados anteriormente, ateniéndome a
las limitaciones personales de esta empresa. En el año 1912 Freud dentro de
la serie llamada "Escritos Técnicos" produce un texto que me resulta
imprescindible para este ensayo. Se trata de "Recordar, repetir y
reelaborar". Allí Freud nos informa que según puede inferirse de la
experiencia psicoanalítica el sujeto "...analizado no recuerda en general,
nada de lo olvidado, sino que lo actúa. No lo reproduce como recuerdo, sino
como acción; lo repite sin saber, desde luego, que lo hace". Siendo ésta
una característica del modo de recordar neurótico, ¿Sería demasiado osado
plantearse que en este tema de la re-reelección de alguna manera se juega
un orden de repetición en aquellos que la sostienen?. Pero además, la
cuestión se complica un poco si consideramos que lo que aquí está en juego
no es el destino personal de un paciente neurótico, entiéndase, que no por
esto deja de ser menos trascendente; sino que a lo que estamos haciendo
referencia es a los avatares en que queda expuesta toda una sociedad por el
decurso de una producción psicopatológica sin precedentes en quienes como
gobierno, tienen el deber de conducirla. Que conste que quien fue el
primero en esbozar una postura semejante no ha sido ningún psicoanalista,
sino el mismísimo Gobernador de la Pcia. de Bs.As. el Dr.Duhalde en sendas
declaraciones a los medios, cuando recomendó una evaluación psiquiátrica a
quienes hablaran de re-reelección. Volviendo a nuestro interrogante, si en
este caso aquello que insiste en repetirse hubiese de tener una tendencia a
reproducir un modo de gobernar similar al que ya estuvimos afectados ¿Qué
lugar le cabe en esta suerte de "retorno de lo igual" al ciudadano, al
votante, al responsable de elegir? ¿Podría explicarse el asunto con una
simple referencia a las virtudes "masoquistas" de un pueblo? Tal vez de
estas especulaciones no podamos salir tan fácil, y menos aún si del sujeto
aquí en cuestión no obtenemos más que respuestas evasivas o renegatorias.
Pero no seamos tan exigentes, a todos nosotros en el fondo nos cuesta
abandonar los lugares en los que algunas estuvimos supuestamente cómodos.
Intentamos recrearlos repitiendo en actos, recuerdos de otros tiempos sin
replanteos retóricos y represivos. Hasta que un día, después de una serie
de tropiezos, vía un psicoanálisis, reelaboramos nuestros propósitos
inconcientes y nos dejemos de insistir con el mismo camino, con la mísma
piedra. Después de todo no es tan malo terminar cuando debemos terminar,
retirarnos a tiempo a disfrutar si se puede de lo realizado, excepto que se
tengamos miedo de ser recordados a fuerza de reclamos y reproches o peor
aún, de repudios.


Lic. Horacio Juárez
¿Y dónde está el candidato?

Julio ´98


Cada día que transcurre en nuestro bendito país trae consigo una
novedad que eclipsa la del día anterior. Desde el último encuentro con este
espacio se han suscitado tantos cambios en el plano político a nivel
nacional que al desprevenido espectador de la realidad no le dan tiempo de
acomodarse en su butaca cuando ya le están cambiando el canal. Tal vez se
trate de uno de los tantos fenómenos del fin de siglo, la "Cultura del
Zaping". Para solo hacer una breve referencia, detengámonos en la
"Renuncia" del presidente de la Nación a insistir con el tema de re-
reelección. Vamos a tomar dos frases de las muchas que se dijeron en esas
circunstancias para iniciar nuestro análisis del tema. En el marco de la
declaración presidencial donde hizo público su anuncio el señor presidente
dijo que a partir de ese momento solo se dedicaría a gobernar, para que el
"inmenso sacrificio de la mayoría beneficie a los que más tienen". Luego se
corrigió: "los que menos tienen". La segunda frase: "Nadie renuncia a lo
que no tiene" fue pronunciada por el señor Héctor Ruiz, intendente de La
Banda, pcia. de Santiago del Estero. Ambas expresiones a nuestro entender
tienen un peso propio. En el primer caso con el fallido presidencial, uno
más de la prolífica producción de nuestros gobernantes; queda expuesta una
verdad a medias velada, de las reales intenciones que tuvo y tiene este
gobierno. En estos meses los operadores del oficialismo se encargaron de
resaltar la escasa identidad política de sus rivales de la Alianza
promocionando hasta el hartazgo la denominada incorporación de la "Pata
Peronista" dentro de la Oposición; como si en su andar el gobierno no
hubiese requerido de los servicios de la no reconocida "Pata Liberal" de
los Alzogaray o de Bunge & Born. En concreto lo que queda dicho de este
furcio presidencial es algo que los que menos tienen saben ya de sobras,
aunque por esa misma circunstancia, la de cada vez tener menos, han perdido
hasta la capacidad de hacerles sentir vergüenza a sus gobernantes. Estimo
que no es necesario intentar ubicar de que lado de los beneficios obtenidos
con el sacrificio de la mayoría se anotan los promotores de la naufragada
causa re-reeleccionista. En cuanto a la segunda frase no vamos a tener en
cuenta tanto quien la dijo, ni tampoco desde donde la dijo, sino más bien
aquello que expresa. Nada más ni nada menos que una sencilla verdad, es
decir que en tanto seres hablantes y por ende proclives al discurso
engañoso, en criollo a la "sanata"; no hay mejor manera de presentar una
imposibilidad que elevarla al gesto magnánimo de una renuncia. La famosa
fábula del zorro y las uvas sintetiza lo que estamos queriendo decir,
incluso mejor que muchos textos de psicología aplicada. Aún pecando de
reiterativo, resumiré su trama argumental: Estando el zorro intentando
tomar una uvas que apetitosas colgaban de una planta de vid, en un momento
determinado, decide, luego de infructuosos intentos dejar de lado su
empeño, observando con tristeza que por la altura no las iba a alcanzar.
Pero no se retira del lugar hasta tanto proferir en voz alta, como si
tuviese que justificar su renuncia ante un auditorio imaginario, la
siguiente sentencia: Están Verdes.
Quienes ya se estuvieron poniendo verdes seguramente por razones poco
ecológicas son los futuros candidatos del partido justicialista que tendrán
que deshacer el berenjenal que han recibido de herencia de un padre poco
afecto a ser generoso con sus hijos. Mejor no les irá a la gente de la
Alianza que con el tema de la Re-Re habián encontrado algo que justifique
su nombre, pero eso será harina de otro costal, y esperemos que no sea del
nuestro que ya esta casi vacío.



Lic. Horacio Juárez
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