El problema del vestido

El problema del vestido ¿es azul o blanco?
Por las redes sociales hemos visto que hay un tema que nos ha puesto de cabeza, las redes sociales se han dividido en dos bandos: los que consideran el vestido azul con negro y quienes ven el vestido blanco con dorado. Pero, ¿por qué darle tanta importancia al color del vestido?
El problema en raíz no es en tanto si el vestido es de un color o de otro, sino que al no ponernos de acuerdo ante una realidad objetiva que no es evidente, somos víctimas de la ilusión, vemos el vestido de un color que no es. Sin embargo, científicos han demostrado que el efecto que se produce es por medio de un filtro, el cual desvanece los colores, tanto que provocan en nosotros verlo de un color que no es, pero ¿qué implicaciones tiene esto?
Si el vestido se ve de un color que no es, significa que ¿nuestros sentidos nos engañan? Si éstos nos engañan, ¿cómo estaremos seguros de lo que vemos en la realidad es lo que es? Si no son los sentidos los que nos engañan, entonces ¿nuestra inteligencia se equivoca? Entonces si ésta se equivoca entonces ¿cómo podremos confiar en ella para conocer las cosas? Todas estas preguntas nos asaltan la mente cuando vemos que lo que parece ser, no es sino de otro modo.
Ésta interrogante que tiene dividido a las redes sociales, ha causado un problema del cual no aceptamos del todo conocer el verdadero color del vestido (azul con negro), porque esto implicaría que nuestra percepción es errada, pero si es evidente que lo vemos, ¿cómo puede no ser lo que veo que es? La interrogante sigue en pie, sin embargo aun conociendo la realidad seguimos percibiéndola con sospecha (si lo vi blanco con dorado entonces es blanco con dorado), pero sabemos que nosotros no hacemos que las cosas sean por haberlas percibido, esto es, por más que queramos que el vestido sea como lo vemos, no por eso es así. Las cosas no pueden ser relativas, si lo fueran, no estaríamos hablando del vestido.
La búsqueda por saber la verdad y el origen del vestido nos demuestra que no estamos dispuestos a aceptar un relativismo en nuestro conocimientos, por eso peleamos nuestra percepción ¡si yo lo veo blanco! Aun sabiendo que es azul, la respuesta por parte de la ciencia nos muestra que el filtro usado para tomar la foto del vestido es un efecto de la luz que nos hace ver un color que no es, y sin embargo el color es el mismo: azul.
La realidad es de un modo determinado, no puede ser de dos formas, el vestido es azul o blanco, no puede ser las dos cosas al mismo tiempo y bajo las mismas circunstancias, es imposible. Por lo que buscamos encontrar un punto objetivo para erradicar todo tipo de percepción subjetiva, lo que se hizo fue buscar el vestido en venta para poder confirmar nuestras sospechas: el vestido es azul con negro. Quienes experimentamos una desilusión ante el cambio de color del vestido de lo que creíamos a lo que es, continuamos viendo la foto y nos sigue pareciendo blanco con dorado, debemos tomar un cambio de actitud: aceptar lo que es por más que yo lo vea como no es.
La problemática del conocimiento se pone a prueba con este tipo de ilusiones ópticas, las cuales nos llevan a dudar de nosotros mismos ante una realidad presentada. Si tomamos la postura en torno a que los sentidos nos engañan estaríamos afirmando la teoría platónica, en donde nuestras ideas son puras e incorruptas, por lo que nuestro conocimiento no está en las percepciones sino en los conceptos: el vestido no es lo que nos parece sino lo que en realidad es (negro y azul). Sin embargo, si aceptamos que los sentidos no nos engañan, sino que son las ideas que nos formamos en la cabeza (vemos que es blanco y dorado porque así se presenta) entonces estaríamos inclinándonos a la fenomenología, en donde nuestro conocimiento es aspectual, lo que se nos presenta. Pero con todo esto, seguimos inconformes con el vestido.
Aunque nos parezca una tontería discutir por el color de un vestido, éste no va a cambiar por el mayor número de personas que lo perciben de un modo o de otro. Sino que el vestido es completamente ajeno a lo que pensemos y decidamos, porque el vestido es lo que es y no puede ser de otro modo. Este vestido despertó en nosotros un problema filosófico de hace muchos años y nos muestra que la realidad es de un modo determinado y no puede ser como queremos que sea, porque la realidad es o no es, no puede ser de las dos formas.