El principio del fin del tabú: Las drogas, más debate y menos silencio

La " cruda realidad " golpea a la puerta, se introduce en nuestros hogares, no pide permiso y se sienta en nuestras mesas. Luego nos mira a los ojos, agacha la cabeza-en un intento de tomar fuerzas de donde sea-se recompone y sostiene la mirada, piensa unos instantes tiempo en el cual desliza sus pensamientos por su cabeza, los que posteriormente se convierten en palabras y sonidos, y deciden salir por la multifacetica boca, la cual con un tono grave y angustiado nos pide dos cosas, que no es más, que " CONCIENCIA y menos HIPOCRESÍA ". Así empezó nuestra conversación con la " cruda realidad " , como a quien no le importa el que dirán, se despacho con dos grandes adjetivos, cargados de simbolismos y sentimientos, que atraviesan los tejidos del cuerpo humano individual y del conjunto social. Perplejos ante su requisitoria, solo atinamos a preguntar por el siempre y banal:¿por que?, y ella respondió con la contracara reflexiva: ¿no sera para que?. A poco meditar, y con la tele encendida en el canal de noticias, nos dimos cuenta de hacia donde apuntaba su pedido. Sin oponer resistencia, nos dejamos sumergir en el análisis el cual se avizoraba iluminador y revolucionario, tanto por el trágico contexto como por nuestra carencia de debate y cuasi complicidad en que ello se silencie y nos pase por el costado. La voz de la " cruda realidad " se alzo con ímpetu, pero con un dolor del alma fácil de percibir por los ojos que la exhiben, y la misma nos dijo " Las drogas hacen mal y eso no es novedad, que es un negocio multimillonario a costa de miles de vidas inocentes tampoco es nuevo, ni tampoco que detrás de ello existe corrupción, complicidad, poder, influencias, muerte y dolor (aunque no siempre se ha podido comprobar, porque los mismos factores que la operan son quienes inciden en la investigación inclinando la balanza a su favor).. " .