EL PRIMER CENTENARIO DE LA UNAM

August 20, 2017 | Autor: F. Álvarez Simán | Categoría: UNAM
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Descripción


EL PRIMER CENTENARIO DE LA UNAM

Fernando Álvarez Simán*

"Yo no vengo a trabajar por la Universidad, sino a pedir a la Universidad que trabaje por el pueblo"
José Vasconcelos

Si nos preguntáramos ¿Que tienen en común Carmen Aristegui, Luis Ernesto Miramontes, José Vasconcelos, Carlos Slim, Pablo González Casanova, Hugo Sánchez, Carlos Monsivaís, Mario Molina, Octavio Paz, Germán Dehesa, René Drucker Colín, Elena Garro, Carlos Fuentes, Enrique Krauze, David Ibarra Muñoz, Guillermo Haro y Gonzalo Aguirre Beltrán, entre muchos otros hombres y mujeres de bien? Encontramos tres características principales, primero son personajes con voz e influencia directa entre la opinión pública mexicana; incluso después de desaparecidos físicamente su legado ha perdurado. En segundo lugar, son ellos y su obra un referente de la construcción cultural del México contemporáneo, la ciencia, las artes, los deportes, la política y la literatura. La tercera particularidad es que son orgullosos egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Sin duda, desde su fundación la UNAM representa la esencia de los mejores sueños de nuestro país; pero también a través de sus numerosas generaciones de egresados ha sido parte esencial de la transformación y desarrollo de una nación que exige instituciones modernas y eficientes.

El legado y aporte de esta institución, que para muchos es de lo mejor que en materia de educación e investigación hemos construido los mexicanos está fuera de discusión e incluso es reconocido más allá de nuestras fronteras: por ejemplo Ciudad Universitaria es desde el 2007 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, en ella Edmundo O'Gorman, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y José Chávez Morado, plasmaron algunos de sus trabajos más importantes; de igual manera en el 2009 recibe el "Premio Príncipe de Asturias" por ser de acuerdo al jurado que entrega el premio, el modelo académico de generaciones de estudiantes de diversos países, por haberle dado a Iberoamérica valiosos intelectuales y científicos y también por impulsar el pensamiento humanístico, liberal y democrático en América Latina.

Además desde que en el 2003 se instauraron en el mundo los rankings de calidad universitarios, invariablemente la UNAM aparece en el primer lugar de nuestro país, el primero también a nivel latinoamericano e iberoamericano y generalmente entre las primeras cien instituciones de educación superior de todo el mundo. Tres distinguidos universitarios han sido galardonados con el Premio Nobel: 1982 el de la Paz, Alfonso García Robles, Octavio Paz en 1990 con el de literatura y en 1995 Mario Molina en ciencias químicas, incluso, ocho miembros de la UNAM han sido condecorados con el premio Príncipe de Asturias.

Mención aparte merece el invaluable patrimonio cultural que posee y que se encarga de administrar y conservar: entre ellos los bellos edificios de la Academia de San Carlos y el Palacio de Minería, obras pictóricas, litografías, grabados, esculturas, murales, libros incunables, piezas paleontológicas y arqueológicas, seis museos, dos salas musicales, un anfiteatro, un foro, tres teatros, una filmoteca y tres recintos culturales; todo ello suma alrededor de 320,000 bienes.

Como el mismo México, emerge en un contexto de enormes dificultades pero se fortalece con el tiempo, así la Universidad Nacional Autónoma de México es legataria de la "Real y Pontificia Universidad de México" fundada en 1551 y también del humanismo del denominado "Maestro de América"; Don Justo Sierra Méndez, quien el 22 de septiembre de 1910 pronuncia el discurso que inauguraba su obra y donde expresaba que la Universidad Nacional debía "preparar para el porvenir". Con estas dos herencias, la UNAM nace portadora de los valores precolombinos y también es bandera en el nuevo continente de las ideas de la ilustración y la revolución francesa, pero solo es cuando adquiere el carácter de nacional y laica con Justo Sierra que comienza a volverse una institución que el país y su población comenzó a sentirla y volverla suya.

Sin embargo es necesario reconocer que la historia de la UNAM no ha sido fácil, ha superado numerosos obstáculos pero siempre ha salido adelante en las crisis experimentadas; recordemos que a solo dos meses después de su fundación en 1910 estalla el proceso revolucionario, en 1929 los universitarios salieron a las calles a manifestarse por la autonomía universitaria y la libertad de cátedra, como olvidar también los días de la huelga de 1968, del Consejo Estudiantil Universitario y el Congreso Universitario entre 1985 y 1991, y el último paro del siglo XX el del Consejo General de Huelga en 1999 y 2000.

Hoy la Universidad Nacional Autónoma de México es una de las más grandes del mundo, tan solo para el ciclo escolar 2009-2010 cuenta con casi 315 mil alumnos, cerca de 36 mil académicos, de los cuales 11,668 son de tiempo completo, ofrece 85 carreras en 159 planes de estudio, tiene 29 institutos, 16 centros de investigación y 8 programas universitarios. De igual manera, cuenta con el 91% de los programas educativos acreditados y el 86% de los posgrados que ofrece están inscritos en el padrón nacional de posgrados de calidad, cuenta además con 3,442 académicos en el sistema nacional de investigadores y es la institución mexicana de educación superior que más publica artículos científicos.

Con todos estos datos pareciera que una institución de la magnitud, de la importancia y del peso histórico innegable que tiene la UNAM sería suficiente ofrecer educación superior para todas y todos los mexicanos; sin embargo la dinámica poblacional y las distancias geográficas además de las dificultades económicas que implica para un estudiante de provincia trasladarse hacia la capital del país, hicieron que muchos jóvenes no accedieran a la educación superior.

Por ello aparecieron las universidades estatales, proceso en el cual la UNAM fue protagonista importante aportando los primeros recursos humanos que echaron a andar los proyectos educativos estatales que en muchos casos hoy se consolidan. Incluso hoy si revisamos el contexto internacional, descubrimos que las instituciones que un país construye tienen que ser del tamaño del reto que intentan asumir, en ese sentido datos de la OCDE y del gobierno mexicano apuntan que el porcentaje de la juventud mexicana que accede a la educación superior es de 25% del total, cuando en Corea del Sur este porcentaje se eleva al 93% y en Chile que guarda similitudes económicas y culturales con nuestro país se mantiene desde hace años un promedio del 47%. Otro dato lo conforma el innegable énfasis que los países llamados desarrollados le otorgan a la educación superior y lo que ella aporta a la comunidad a través del desarrollo de productos, empresas universitarias y patentes.

Por su parte la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), que ha cumplido 35 años de haber sido fundada, trabaja consiente del reto que implica ofrecer educación superior a un número creciente de jóvenes chiapanecos, para ello y siempre a base de grandes esfuerzos para movilizar recursos financieros y humanos ha creado programas educativos a distancia, nuevos centros académicos, cubre ya gran parte de la geografía estatal y participa activamente en la promoción de la transformación de la realidad social y económica. La UNACH al igual que la UNAM, guardando las proporciones, ha pasado por tres grandes etapas históricas que le han dejado enormes enseñanzas a los universitarios: la primera de ellas es la Formativa en la que se dan las convulsiones internas, periodo donde se buscada dar una identidad y rumbo definido a la institución; la segunda etapa es la de la Estabilización, proceso en el que la organización mostro mas cohesión, porque se confrontaron y superaron las diferencias. Esta etapa finaliza cuando la institución adquirió una estructura estable y se creó un conjunto común de expectativas para crecer. Esta época, nada fácil de transitar permitió el paso de la tercera etapa que hoy gozan nuestras dos instituciones, la ruta hacia la calidad educativa.

Es en esta tercera etapa de la vida universitaria la UNACH ha entregado las mejores cuentas a la juventud y a Chiapas: se encuentra inmersa en un profundo proceso de vinculación con la sociedad y los sectores productivos a través de las unidades de vinculación docente (UVD), las agencias universitarias para el desarrollo (AUDES), las agencias de gestión de la innovación (AGIS), cuatro empresas parauniversitarias que generan ingresos propios, programas de investigación y desarrollo con PEMEX, etc. El haber conseguido acreditar el 100% de la matrícula educativa en programas de calidad, con 81% el mayor número de maestros perfil PROMEP en nuestra historia, 5 programas inscritos en el padrón de posgrados de calidad y también los procesos administrativos de Ingreso-Permanencia-Egreso de nuestros estudiantes certificados, ha posibilitado que nuestra institución acceda al Consorcio de Universidades Mexicanas (CUMEX) grupo de elite educativa que solo lo conforman las 23 mejores universidades estatales del país.

Así como la UNAM es referente nacional en la formación de los recursos humanos que han construido nuestro país, la UNACH camina a consolidar su presencia y su compromiso con el estado, los valores que la impulsan son la solidaridad, la tolerancia la democracia y se ve a sí misma como una institución que analiza el pasado, resuelve los problemas presentes y mira hacia el futuro. Nuestras agendas de trabajo caminan en 2 niveles simultáneamente: atención al rezago y también la modernización tecnológica y administrativa.

Nuestras instituciones no son perfectas, estamos todavía muy lejos de serlo, sin embargo una ruta segura para ser mejores son los sistemas de evaluación y acreditación de los programas académicos (incluyendo a docentes, alumnos y egresados) y la certificación de los procesos administrativos. En el corto plazo habremos de buscar las acreditaciones internacionales, para garantizar que nuestros egresados puedan trabajar en igualdad de condiciones en cualquier parte del mundo. En su ruta hacia el futuro tiene la UNACH un Plan de Desarrollo Institucional hacia el 2018, que le da certeza a mediano y largo plazo, en cuanto a metas y programas por cumplir, este Plan hace el papel de un faro que habrá de conducirnos en el camino.

Los mexicanos, todos, estamos orgullos de la UNAM pues ha cubierto con creces la misión encargada por Justo Sierra de "preparar para el porvenir" y hoy representa un siglo de orgullo, de identidad nacional y de ser protagonista principal del desarrollo. La UNACH al igual que la hermana mayor camina firme con el propósito de consolidar su crecimiento y aspira a ser la institución referente en nuestro estado.

¡FELICES PRIMEROS CIEN AÑOS UNAM!

*Profesor-Investigador. Universidad Autónoma de Chiapas
** http://pnd.calderon.presidencia.gob.mx/igualdad-de-oportunidades/transformacion-educativa.html

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