EL PAPEL DE LA EDUCACIÓN EN LA SUPERACIÓN DE LA POBREZA (primera parte)

August 13, 2017 | Autor: F. Álvarez Simán | Categoría: Pobreza, Educación
Share Embed


Descripción

Reflexiones para la superación de la pobreza: El Desarrollo Humano
(PRIMERA DE TRES PARTES)

Fernando Álvarez Simán





EL PAPEL DE LA EDUCACIÓN EN LA SUPERACIÓN DE LA POBREZA

Es nuestro propósito realizar un diagnóstico sobre el papel de la educación
en la superación de la pobreza en Chiapas. De acuerdo con estimaciones del
INEGI 1995, la pobreza afectaba alrededor del 65 porciento de los hogares
chiapanecos en 1990; en cambio, el porcentaje de pobres entre la población
menor de 15 años llegaba al 69% debido a la composición diversa de las
familias. Por otra parte, las escuelas públicas cubren alrededor de 70% de
la población escolar en el estado. Si se asume que gran parte de los niños
pobres asisten a establecimientos públicos, se infiere que más de la mitad
de los estudiantes de escuelas públicas son pobres.

En tal sentido la educación pública y la pobreza están estrechamente
asociadas. La mayor parte de temáticas relativas a la educación pública
tienen directa correlación con las perspectivas de los pobres. Por tanto,
los vínculos entre educación y pobreza constituyen la norma antes que la
excepción. Este documento, que será presentado en tres partes, analiza tres
aspectos principales. El primero analiza la contribución de la educación al
desarrollo y a la superación de la pobreza. El segundo ofrece un breve
diagnóstico sobre el estado actual de la educación en Chiapas y, en
particular, sus vínculos con la población pobre. El tercer aspecto propone
un conjunto de estrategias y políticas para que la educación cumpla un
papel efectivo en la superación de la pobreza y el desarrollo social en
Chiapas.


Educación y desarrollo. La educación es uno de los factores más
importantes para el desarrollo de las personas y sociedades. Primero, la
educación puede ser entendida como un fin en sí misma, puesto que una
sociedad más educada tiende a ser más desarrollada. Segundo, la educación
contribuye en forma esencial al crecimiento económico. Tercero, el acceso
equitativo a instituciones educativas puede reducir las desigualdades
sociales y contribuir a la superación de la pobreza.

La educación puede ser considerada como un fin en sí misma en la medida que
amplía las capacidades de la persona para vivir con mayor plenitud. En tal
sentido, la finalidad de la educación excede el ámbito económico e incluye
valores más trascendentes como la libertad, justicia, autodeterminación,
etcétera. A pesar de todo ello, la educación no debe ser entendida como un
derecho amplio y gratuito disponible para todos, puesto que es una libertad
positiva: su generación requiere de recursos escasos, sujetos a usos
alternativos.

Una definición relevante proviene de Amartya Sen, quien postula que el
bienestar de las personas depende de su capacidad para desarrollar
plenamente distintas actividades relacionadas con el quehacer humano. La
educación —tal como la salud, estado nutricional, etcétera— permite a las
personas desarrollar una vida plena, a la vez que amplía las alternativas
de vida disponibles.


El enfoque de capacidades y funcionamientos desarrollados por Sen ha
servido de base intelectual a indicadores como el Índice de Desarrollo
Humano elaborado por el PNUD. Este índice se forma sobre la base de tres
aspectos centrales: a) nivel educacional, b)la esperanza de vida y c) el
ingreso per cápita, considerados parámetros del nivel de bienestar de
diferentes sociedades.

En segundo lugar, la educación es un determinante esencial del crecimiento
y desarrollo económicos debido al papel que desempeña en la formación de
recursos humanos. Este rol es avalado por modernas teorías de crecimiento
económico y por recientes enfoques que estudian la competitividad de
empresas y naciones.
A partir de los años ochenta ha habido una considerable producción
intelectual en torno a los llamados nuevos modelos de crecimiento
económico. Mientras las teorías tradicionales de crecimiento enfatizaban la
importancia de la inversión en capital físico, las teorías modernas
postulan que la acumulación de capital humano y el desarrollo tecnológico
forman la base del crecimiento sostenido de las economías. Las estrategias
para el mejoramiento de la educación y el desarrollo científico-tecnológico
son factores fundamentales para que los países alcancen un patrón de
crecimiento sostenido.

A similares conclusiones arriba el análisis de las condiciones que
posibilitan el éxito de las industrias en el contexto de la globalización.
La capacidad de competir en mercados internacionales, a través de precios
bajos o de productos diferenciados, constituye el factor medular detrás de
las industrias y naciones exitosas. Las ventajas competitivas sostenibles
están basadas en factores de producción complejos, siempre escasos,
difíciles de sustituir, y en proceso de perfeccionamiento continuo. Las
instituciones donde se forman los factores de producción, como son los
sistemas educativos, juegan un papel determinante en la creación y
mantenimiento de las ventajas competitivas.

En tercer lugar, la educación constituye un aspecto básico de las políticas
orientadas a reducir las desigualdades en la distribución de ingresos y
superar la pobreza.
En efecto, la oferta y demanda de trabajadores con distintos grados
educacionales son determinantes en la distribución del ingreso. En términos
generales, mientras más equitativamente estén distribuidas las
oportunidades de educación, más igualitaria será la distribución de los
ingresos.
A modo de ilustración puede citarse la tendencia hacia una mayor
desigualdad en la distribución del ingreso que se observa, desde hace
algunos, años tanto en países desarrollados como en desarrollo. Los
analistas han identificado como causa de tal fenómeno a la brecha creciente
entre los ingresos producto del trabajo obtenidos por trabajadores
calificados y no calificados derivada de aumentos en la demanda por el mano
de obra mas calificada. En esta mayor demanda han influido, a su vez, los
cambios tecnológicos y el proceso de globalización.



La disminución de la tendencia hacia una mayor desigualdad requeriría
acelerar la formación educacional de la población para reducir la brecha
salarial entre los distintos tipos y niveles de formaciones. Por otra
parte, la condición indispensable para superar la pobreza es el desarrollo
de las capacidades productivas de quienes se encuentran en esa situación.
En efecto, las carencias de capital humano determinan que la productividad
laboral sea insuficiente para generar un nivel adecuado de ingresos. En
consecuencia, el trabajo de los pobres será mal remunerado, o bien la
productividad de otros activos será muy baja, como en el caso de pequeños
propietarios agrícolas o de los microempresarios urbanos.
La educación actúa sobre las capacidades de los pobres en el largo plazo;
no se trata de una política que permita aliviar las carencias más urgentes
de la población. La educación también favorece la integración social al
promover formas culturales comunes —la historia, la patria, etcétera— y al
generar valores solidarios y humanistas. La misma convivencia escolar puede
ser valiosa en este aspecto. Compartir experiencias con quienes provienen
de distinta clase, etnia, u otro factor distintivo, forma la base de
aceptación, tolerancia y respeto mutuo entre las personas.

Por último, existen importantes interrelaciones entre los distintos fines
asociados a la educación. Así por ejemplo, la equidad en el acceso a la
educación, además de permitir la reducción de la pobreza, contribuye al
crecimiento económico. Una serie de investigaciones recientes señalan que
mientras más equitativamente estén distribuidas las oportunidades de
inversión de los recursos humanos, mayor será el potencial de crecimiento
de las economías. El vínculo entre igualdad y crecimiento radica en el
capital humano; la amplia difusión de la educación entre las personas
favorece tanto a la equidad como al crecimiento económico.

Esta proposición contrasta con las implicaciones de las teorías
tradicionales de desarrollo que enfatizaban el papel del capital físico,
donde acumulación y crecimiento pueden florecer bajo condiciones de
inequidad. Al mismo tiempo, el crecimiento económico provee los espacios
que se necesitan para tornar productivas las capacidades adquiridas por las
personas. En cambio, la ausencia de crecimiento conduce a la frustración de
las expectativas de un futuro mejor originadas en el acceso a la educación.

Educación y Superación de la Pobreza. El principal vínculo entre educación
y superación de la pobreza es el impacto que el nivel y la calidad de la
educación tienen sobre la productividad laboral e ingresos futuros de las
personas. El ingreso por el trabajo constituye el medio principal para la
superación de la pobreza. A su vez, la falta de trabajo, o su condición
precaria, es la principal causa de la insuficiencia de medios de vida. Por
tanto, los vínculos entre educación y superación de la pobreza son
evidentes. La productividad está determinada por las capacidades de las
personas empleadas, por la disponibilidad de los demás medios de producción
y por la demanda existente sobre los bienes y servicios que se producen.
El principal problema en materia de trabajo en Chiapas es la baja
productividad y la precariedad de los empleos a los cuales acceden vastos
segmentos de la población. Los avances y plazos para la superación de la
pobreza dependerán, en gran medida, de la capacidad de la sociedad y del
estado para generar empleos productivos.
Para tal efecto se deben aplicar dos estrategias complementarias: a)la
formación de capacidades productivas en las personas, y b)la adscripción a
un modelo de crecimiento económico que determine una demanda vigorosa de
tales capacidades.

La relación entre educación e ingresos es un resultado obtenido en
prácticamente la totalidad de estudios realizados en diversos períodos y
países. La contribución principal de la educación a la productividad
laboral es general antes que específica. La educación desarrolla en las
personas destrezas básicas y, fundamentalmente, capacidad de aprendizaje y
de adaptación al cambio. En cambio, los conocimientos específicos son
adquiridos primordialmente en los lugares de trabajo.
La contribución de la educación a los ingresos de las personas se mide
tradicionalmente aplicando la metodología de tasas de retorno. Los
hallazgos de los estudios de ese género conducen a tres tipos de
conclusiones. Primero, la educación es una inversión cuya tasa de retorno
es relativamente alta comparada con la de otros proyectos. Segundo, las
tasas de retorno de la educación son más altas en naciones y regiones en
desarrollo que en aquellas ya desarrolladas, lo que sugiere que existen
oportunidades de inversión importantes aún no aprovechadas. Tercero, la
tasa de retorno de la educación primaria tiende a superar a la obtenida en
los niveles secundarios y terciarios, particularmente en regiones menos
desarrolladas.

LA EDUCACIÓN EN CHIAPAS

Cobertura de la educación. El indicador prioritario y más utilizado sobre
el estado de la educación es la cobertura, esto es, el porcentaje de niños
y jóvenes en edad escolar que asisten efectivamente a establecimientos
educacionales. Los gobiernos federal y estatal hicieron grandes inversiones
durante la década pasada para universalizar la cobertura en el nivel
primario y ampliar significativamente la atención a los niveles preescolar
y secundario. Los avances obtenidos permiten afirmar que para Chiapas, en
términos generales, el desafío de masificar la cobertura educativa
—particularmente la básica— ha sido exitosamente superado.

1. El nivel primario. La región exhibe tasas relativamente satisfactorias
de acceso y permanencia en el nivel primario de educación. Las cifras
disponibles indican que más del 86% de los niños asisten a
establecimientos educacionales; por tanto, el acceso al nivel primario es
bastante generalizado, sin embargo aun estamos debajo de la media nacional
que es de casi 94 porciento..

Las estadísticas de egreso de la educación primaria son bastante menos
satisfactorias que las de acceso y cobertura. En efecto, sólo un 89.7
porciento de quienes ingresan al nivel primario en Chiapas logran concluir
el sexto grado, a diferencia del promedio nacional que es de 93.2. Peor
aún, un reducido porcentaje de los ingresados termina la primaria sin haber
repetido algún grado. Estos indicadores señalan la existencia de un
problema esencial de calidad en la enseñanza primaria, el cual se abordará
en la siguiente sección.
El estado de la educación primaria es correlativo al nivel de desarrollo
económico que presentan las entidades federativas. Existe una clara
asociación entre el nivel de ingreso per cápita de la región y el
porcentaje de población que egresa del sexto grado de educación primaria.

La cobertura educacional que Chiapas presenta responde a factores de
oferta y demanda. La oferta depende de la disponibilidad de
establecimientos educacionales, las condiciones de acceso, el tipo de
educación otorgada, etcétera; la demanda es el producto de la decisión
familiar de enviar el niño a la escuela, tomada en base al cálculo de los
beneficios y costos asociados con la educación. Son particularmente
relevantes los denominados costos de oportunidad de asistir a la escuela,
es decir, el valor de otras actividades que los niños podrían realizar,
tales como el trabajo agrícola y las labores domésticas.
Las elevadas tasas de acceso a la educación primaria en Chiapas, en años
recientes, sugieren que nos acercamos en cifras absolutas a una oferta
adecuada de establecimientos educacionales. Las carencias en esta materia
aparecen localizadas en las regiones menos desarrollados; en particular, en
sus áreas rurales, en zonas de extrema pobreza y en los asentamientos
indígenas.

Por otra parte, la variable tasa de egreso del nivel primario, se explica
por la masiva deserción escolar que se produce a partir de los 12 años de
edad, cuando los jóvenes empiezan a trabajar. En efecto, a partir de tal
edad la productividad laboral es mayor y aumenta el acceso al trabajo. La
asociación entre edad y deserción escolar es bastante significativa. De
acuerdo a una encuesta efectuada por UNESCO la probabilidad de asistencia a
la escuela es alrededor del 90 porciento para niños de 12 años, 81 para los
de 13 años, 71 para los de 14 y sólo de 59 porciento para quienes han
cumplido los 15 años.

Por su parte, el retraso escolar aparece asociado a dos factores; el
ingreso tardío a la educación primaria y la reprobación. El ingreso tardío
es un fenómeno masivo —el 44 porciento de la población ingresa a la
educación primaria después de los seis años de edad— y se debe básicamente
a la demora en la decisión familiar para enviar el niño a la escuela.
Además de contribuir a la posterior deserción temprana, el ingreso tardío
causa también un problema de heterogeneidad de edades al interior de los
grados. Esta es una de las causas estructurales de los problemas de calidad
y reprobación en la educación primaria. Los problemas de deserción escolar
afectan principalmente a los niños más pobres. Son ellos quienes ingresan
en forma tardía a la educación, tienen mayores dificultades en sus estudios
y soportan mayor presión para incorporarse tempranamente al mercado
laboral.


2. El nivel medio y medio superior. En educación media superior, con
relación al ciclo 1994 – 1995, la matrícula se incrementó 58 porciento
dando servicio a un 85 porciento de la población correspondiente a este
nivel. De esta forma, la proporción de estudiantes de este nivel significa
hoy 12 porciento de la matrícula total de la entidad.Esta cifra indica que
durante las últimas décadas se produjo un fuerte proceso de masificación de
la enseñanza secundaria. En efecto, hacia 1965 sólo una minoría de jóvenes
asistía a la educación secundaria y la tasa bruta de cobertura era de 19
por ciento.


La educación secundaria se divide en una rama de enseñanza general,
orientada a preparar a los jóvenes para estudios superiores, y una rama que
provee destrezas técnicas para que sus egresados puedan incorporarse
directamente al mercado laboral. La cobertura relativa de cada rama varía
significativamente entre las distintas regiones. Como se analizó
anteriormente, la cobertura de la educación depende de factores de oferta y
demanda. En el nivel secundario tiene particular importancia la
insuficiente disponibilidad de establecimientos educacionales —concentrados
en las áreas urbanas—; la frecuente irrelevancia de los contenidos de la
educación secundaria; y los costos de oportunidad que enfrentan los jóvenes
en el tramo de edad considerado. La hipótesis corriente postula que los
jóvenes de hogares pobres tienen una probabilidad relativamente baja de
asistir a la enseñanza secundaria. Ellos enfrentarían una mayor presión
económica para incorporarse al mercado laboral; la calidad de los estudios
secundarios es frecuentemente muy baja en zonas rurales ; y los costos de
acceso serían elevados para quienes viven en ellas.

La información procesada por UNESCO, para Latinoamérica a partir de
encuestas de hogares afirma que los jóvenes pobres efectivamente asisten
menos a establecimientos de educación secundaria. Al mismo tiempo, las
encuestas revelan un problema aún más serio: la mayoría de jóvenes pobres
que no estudiaban se mantenían inactivos o desempleados.
Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.