EL PAISAJE Y EL TIEMPO. PAISAJES INDUSTRIALES DE CASTILLA-LA MANCHA

May 24, 2017 | Autor: Diego Peris Sánchez | Categoría: Urban Geography, Heritage Conservation
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Descripción

Archivo Histórico Nacional, Sección Nobleza, Osuna, pp. 1, D24. Mapa comarcal de Daimiel y Manzanares en el que aparecen los molinos que dan servicio a ambas poblaciones

EL PAISAJE Y EL TIEMPO. PAISAJES INDUSTRIALES DE CASTILLA-LA MANCHA. DIEGO PERIS SÁNCHEZ. DOCTOR ARQUITECTO

Castilla- La Mancha con 79.409 Kilómetros cuadrados de superficie y 2.115.334 habitantes tiene territorios diversos y geografías variadas. A lo largo de los siglos ha tenido un desarrollo industrial reducido, pero, en muchos momentos, proporcional a la población que reside en este territorio.

La industria, como

construcción del hombre en su intento de controlar el medio natural, de producir recursos con menor esfuerzo, o desarrollar proyectos que requieren estructuras complejas ha incidido de forma notable en el territorio. El Patrimonio Industrial, incluye todo tipo de espacios, paisajes e infraestructuras industriales, edificios, maquinaria, servicios a la producción, utillaje, archivos, alojamientos obreros, testimonios históricos, vitales, laborales, culturales, etnográficos, cívicos, asociativos, reivindicativos, intelectuales y de ocio de los numerosos agentes de la sociedad industrial. El paisaje es una realidad creada por el hombre en la que se integran lo geológico, los cultivos y la vegetación con las realidades construidas, desde las obras públicas a las edificaciones. El conjunto de estos elementos, la forma en la que se combinan, pueden llegar a identificar un territorio. El paisaje incorpora elementos del paisaje natural, es decir, lo que resta de la naturaleza no tocada por el hombre (las montañas, el mar, las selvas, los desiertos, los volcanes y los accidentes geológicos, etc.) y el paisaje de la cultura, la naturaleza trasformada y elaborada de un modo directo o indirecto por el hombre a través de la agricultura y la selvicultura, la industria, la ingeniería y las vías de comunicación, la ecología, la geografía y las ciencias de los asentamientos humanos, el turismo etc., y cualquier práctica artística1.

El paisaje tiene necesariamente una componente

cultural, se formaliza necesariamente sobre un sistema territorial, pero no es sólo la visión de una forma geográfica, la condición cultural del paisaje es su misma sustancia2. La forma de relacionarse los elementos, su “trabazón, se ha ido haciendo diferente en diversos tiempos, lugares y culturas porque el paisaje es histórico como algo inherente a su realidad, al momento de su creación y al momento diferente en que es percibido. Por ello resulta un buen campo de estudio analizar la evolución de esta realidad en un territorio de grandes dimensiones como Castilla-La Mancha (79.409 Km2) a lo largo de su historia.

MARCHAN FIZ, Simón. 2006: “La experiencia estética de la naturaleza y la construcción del paisaje”, en: Paisaje y pensamientos. Madrid, Abada Editores, pp.11-54., p.39. 2 MARTÍNEZ DE PISÓN, E. 2009, Miradas sobre el paisaje, Madrid, Biblioteca Nueva, Paisaje y Teoría 5. p.35. 1

1. Las construcciones preindustriales. Las construcciones preindustriales han estado íntimamente ligadas al territorio y han definido paisajes en los que su presencia generaba hitos ordenadores. Los ingenios creados por el hombre hasta el siglo XVIII necesitan las energías eólica e hidráulica para moverse. Y por otra parte deben situarse junto a las materias primas para resolver así los problemas de trasporte. Ello establece un paisaje singular en el que la relación de los ingenios con el territorio próximo es básica. Son paisajes de la integración con el medio natural con una relación funcional con los recursos energéticos y materiales y en los que las estructuras industriales representan elementos de una dimensión reducida en relación con el medio natural circundante. A mediados del siglo XIX había 1.265 molinos en Castilla-La Mancha y más de 20.000 en toda España muchos de las cuales se trasformaron, en épocas posteriores, en fábricas de harinas3. Hay una amplia ocupación del territorio que recorre los cauces hidráulicos de la región. Los molinos harineros representaron una forma de ordenación del territorio que obedece a criterios básicos: la existencia de energía suficiente para su funcionamiento y la cercanía de la materia prima que, en este caso, se extiende por casi la totalidad de Castilla-La Mancha. Aparecen así, como pequeñas acentuaciones en el territorio que subrayan elementos de éste en los cauces fluviales. La relación con los ríos establece entendimientos territoriales unidos a los recorridos de los mismos y a las ciudades próximas a las que dan servicio4. Y así se hace presente en los documentos del Catastro de la Ensenada o en representaciones gráficas como la de los molinos de Daimiel. Los molinos de viento se construyen en posiciones elevadas aprovechando la fuerza del viento5. Son un ejemplo de cómo la inserción de lo industrial puede caracterizar un territorio simbólica y literariamente. En este caso, el aprovechamiento de los recursos naturales demanda una ubicación que se hace visible desde larga distancia y que identifica los lugares donde se sitúa6. Las zonas elevadas, con pequeños espacios llanos donde se produce la llegada del grano, y los caminos de acceso establecen la peculiaridad de estas instalaciones. Ahora no es el camuflaje y

1857: Dirección General de Contribuciones. Estadística administrativa de la contribución industria y comercio. Madrid Archivo Histórico Nacional, Sección Nobleza, Osuna, pp. 1, D24. Mapa comarcal de Daimiel y Manzanares en el que aparecen los molinos que dan servicio a ambas poblaciones. 5 PERIS SANCHEZ, Diego; ALMARCHA NUÑEZ HERRADOR, Esther, BARBA, Cándido, 2005, Ingenios de aire y agua, Toledo, JCCM, “Los molinos de agua”, pp. 117-136; “Los molinos de viento”, pp. 141-154. 6 Los dibujos e Wyngaerden de ciudades como Belmonte sitúan los molinos de viento como elementos esenciales del paisaje urbano. 3 4

la identificación con el territorio sino la clara diferenciación con una geografía rotunda de formas cilíndricas y colores blancos que subrayan su presencia7.

Molinos de Campo de Criptana.

2. Las Reales Fábricas. La Fábrica ilustrada supone una nueva forma de concebir el paisaje industrial. Las arquitecturas y obras de ingeniería que las integran siguen teniendo una relación directa con las energías del medio natural (el agua especialmente) pero se definen como grandes construcciones que se relacionan y se configuran, en su autonomía, frente las ciudades próximas. Y deben tener en cuenta sus relaciones con el territorio por razones diversas, por el acceso de sus materias primas, por la distribución de los productos elaborados y por su implantación general en el territorio. Paisajes industriales en los que la escala de las construcciones, las

PERIS SANCHEZ, Diego y ALMARCHA NUÑEZ HERRADOR, Esther, 2009, La ciudad y su imagen, Toledo, Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha. 7

relaciones con los espacios productivos diversificados y su relación con el territorio en general suponen un cambio esencial respecto de épocas pasadas8. En Castilla-La Mancha es un momento de especial desarrollo industrial: las fábricas de paños de Guadalajara y Brihuega con más de a 18.584 personas9 trabajando, la de sedas de Talavera y Toledo, las fábricas de latón de Riópar y la de armas de Toledo o la de pólvora de Ruidera conforman una estructura industrial e gran importancia. En Ruidera, “la ordenación del paisaje desde la intervención aislada, punteando así el territorio con unas piezas de arquitectura arraigadas en el lugar a través de la constancia de una tradición constructiva y formal intemporal, el destino estrictamente utilitario y práctico de estas obras, el sentido transestilístico con que se proyecta cada una de ellas de acuerdo con una idea y una intención global, todo ello nos acerca a aquella triple condición del drama neoclásico- unidad de tiempo, unidad de lugar y unidad de acción- a la que don Juan de Villanueva y el infante don Gabriel parecen ceñir el teatro geográfico del Gran Priorato”10. Estructuras de grandes dimensiones que establecen un diálogo con la ciudad existente como en Brihuega o Toledo, y que exigen ordenaciones territoriales como la que realiza Villanueva para la fábrica de pólvora de Ruidera. Estructuras que, con el paso de los años y su rehabilitación, han sido elementos básicos de la ordenación actual del territorio como ocurre en la Vega Baja de Toledo11.

PERIS SANCHEZ, Diego; ALMARCHA NUÑEZ HERRADOR, Esther, BARBA, Cándido, 2005, “La fabricación del latón de San Juan de Alcaraz”, pp. 2336; Batanes de paños. Real fábrica de Guadalajara y Brihuega, pp. 71-94; Los batanes de pólvora de Ruidera”, pp. 95-102. 9 GONZALEZ ENCISO, Agustín. 1980, pp. 472-473. En este momento hay en Castilla-La Mancha 3811 telares funcionando. 10 MOLEON GAVILANES, Pedro. 1998: “Juan de Villanueva”, p.77. 11 VVAA, 2012, Plan Director de la Vega Baja de Toledo dirigido por Fernando Roch de la ETSAM. 8

Plano de las Lagunas de Ruidera.

Fábrica de Paños de Brihuega. Archivo de Palacio.

3. El siglo XIX. Paisajes de las minas y la alimentación. En la segunda mitad del siglo XIX “Castilla-La Mancha se especializará en las líneas de producción emergentes para las que presenta ventajas comparativas dentro de una economía española caracterizada por el lento crecimiento, la protección frente al exterior y una divergencia regional en aumento. Dichas líneas son la industria fabril agroalimentaria y las actividades forestales (madera y resina) y extractivas (mercurio en Almadén, azufre en Hellín, plomo y carbón en Puertollano; materiales de construcción), si bien poco acompañadas de la metalurgia o de los trasformados metálicos”12. En 1869 la actividad minera se centra en las explotaciones metalíferas del Valle de Alcudia, Almadén con la extracción del cinabrio y la producción del mercurio, Hellín con sus minas de azufre y las minas de plata de Hiendelaencina. Continúan funcionando las salinas de Guadalajara y Cuenca. En 1869 hay 3.873

DOBADO, Rafael, “Una aproximación a la historia económica contemporánea de Castilla-La Mancha”, en PALACIO, Juan Ignacio (coord.), Estructura económica de Castilla-La Mancha, pp. 15-48, p.39. 12

operarios trabajando en Ciudad Real y 1.390 en Albacete. El Catastro Minero de 1890 da cuenta de todas las instalaciones de Castilla-La Mancha13 con 4.169 trabajadores en el sector, 597 máquinas, 1.160.031 quintales de producción y una cantidad en pesetas de 12.894.576. Desde entonces comenzará la decadencia del sector y el cierre de muchas de las minas en las décadas posteriores. Con ello llegarán los paisajes del olvido a lugares como las minas de plata de Hiendelaenciana o las minas del Horcajo. Las salinas de Cuenca y Guadalajara tienen unos paisajes con el tiempo detenido en sus lugares de extracción. Y sólo algunos que permanecieron activos hasta hace poco han mantenido paisajes singulares. Almadén declarado Patrimonio de la Humanidad en este año 2012 es un ejemplo singular de paisaje minero en sus paisajes del azogue. El paisaje de Almadén es un paisaje rico y complejo. Es en primer lugar el paisaje de las minas, un paisaje interior de excavaciones de galerías y túneles que busca el cinabrio para extraerlo a la superficie. Un paisaje del trabajo que, en su dureza, ha incorporado personas condenadas para su realización, los forzados, que han sido testigos de la ignominia durante muchos años. Un paisaje del trabajo de miles de personas que permanece en la realidad física actual. Almadén es también el paisaje urbano de una ciudad que ha surgido de los valores de la mina. La voluntad de mantener la actividad, de atender a sus trabajadores y de crear un entorno agradable de vida lleva a la creación de estructuras educativas, de ocio y sanitarias que conforman el conjunto urbano. Los caminos para la exportación del azogue definen viarios, estructuran ejes urbanos, y conforman la ciudad que económica, social y culturalmente ha dependido del azogue durante siglos Porque Almadén es también el paisaje de un territorio de una belleza singular. Su ubicación y localización en el medio natural y las condiciones topográficas, geológicas y de desarrollo vegetal y animal del entorno superan ampliamente sus usos mineros para definir la realidad de un paisaje en el que la minería se encuadra en un entorno natural que ahora se valora de forma singular.

13 13

http://www.igme.es/internet/estminera/informes/1887_1888.pdf,

Junto a los paisajes mineros, los paisajes de la alimentación con tres sectores fundamentales: los cereales, la vid y el olivo. Cultivos que evolucionan con el tiempo y con su explotación y tratamiento pero que comienzan su evolución positiva en este siglo XIX. La vid comienza a producir instalaciones para la elaboración del vino que requiere una comercialización a gran escala, aumentando poco a poco, hasta llegar a las 600.000 hectáreas de cultivo, con nueve denominaciones de origen que hablan de paisajes específicos, más las ocho de vinos de pago. El olivo llega en la actualidad a las 350.000 hectáreas y 250 almazaras. En total entre ambos cultivos cerca de un 12% de la superficie de la comunidad autónoma14. Producciones relacionadas con una arquitectura que evoluciona desde las cuevas a las grandes naves del interior de las poblaciones manchegas, a las estructuras industriales y a los châteaux a los que se han incorporado modernas arquitecturas cualificadas. Cultivos en los que el paisaje tiene un elemento esencial en su geometría de la plantación, en las formas de cultivo que evolucionan de la cepa en vaso a la espaldera y a los grandes olivares, con cinco denominaciones de origen ya consolidadas. 14

Castilla-La Mancha tiene 80.000 Kilómetros cuadrados.

Viñedos y aerogeneradores en las zonas elevadas próximas.

Paisaje de olivos en el Campo de Montiel.

El trigo ha tenido un desarrollo esencial que generó en los momentos de la guerra la arquitectura de los silos que permanecen como hitos en las poblaciones donde se sitúan. En Castilla-La Mancha 126 silos repartidos por la comunidad marcan la referencia de un momento histórico singular por sus controles, sus referencias políticas y sociales.

4. El siglo XX. Nuevas dimensiones y nuevos contenidos. . “Las ramas industriales con mayor peso en CLM, incluidas las de construcción y energía y con una desagregación de la industria manufacturera en nueve subsectores, son, ordenadas de mayor a menor, las de Energía, Construcción, Alimentación, Química, Maquinaria y productos metálicos y Productos minerales no metálicos. Las que tienen menor peso ordenadas de menos a más son, Metálicas básicas, Papel y artes gráficas, Material de trasporte, Industrias diversas y textil, confección y calzado”15. 4.1. La energía hidroeléctrica a principios del siglo tiene una aportación significativa de Castilla-La Mancha. En 1909 la aportación al total español es del 40% desde la cuenca del Tajo. Las centrales del Molinar, en Albacete, son de 1909 y la de Bolarque de Guadalajara de 1910. En 1925 se pone en marcha el salto de Villalba de la Sierra sobre el Júcar. La producción de la energía eléctrica, con las centrales hidroeléctricas, ha tenido una incidencia singular en el paisaje de Castilla-La Mancha. Los cursos de los ríos con capacidad de aportación hídrica significativa y su proximidad a Madrid y a la zona de Levante han hecho que se construyan numerosas instalaciones en este espacio geográfico. Instalaciones que, en la construcción de las presas y centrales, producen una convivencia y contraste entre los elementos de ingeniería y la realidad natural de gran fuerza. Las centrales hidroeléctricas se localizan en la proximidad de estas presas, ya sea a sus pies o en zonas próximas en cotas bajas para recibir la energía potencial del agua que cae sobre las turbinas para producir la energía eléctrica. Y junto a las propias presas y a las instalaciones de producción, las conducciones de agua que elevan, trasportan o conectan cauces para mejorar el rendimiento de las mismas introduciendo un nuevo elemento en la configuración del paisaje. Las grandes presas delimitan los embalses, superficies de agua de grandes extensiones que han cambiado el paisaje de muchos lugares de la geografía de Castilla-La Mancha. Las instalaciones para la generación de energía hidroeléctrica han consolidado espacios naturales que modifican los entornos naturales y crean nuevos paisajes de ecosistemas renovados. Los cerca de 7.000 hectómetros cúbicos de capacidad representan una superficie de 40.000 hectáreas de agua que, PALACIO MORENA, Juan Ignacio; PARDO PARDO, Miguel Ramón y RUIZ CÉSPEDES, Tomás, 2002, “5.Industria”, en PALACIO, Juan Ignacio (ccord), Estructura económica de Castilla-La Mancha, Ciudad Real, Celeste, Biblioteca Añil 16, pp. 107-132, p. 110. 15

en un territorio como Castilla-La Mancha, han construido un nuevo paisaje especialmente significativo en aquellos embalses de grandes superficies.

Viaducto de Contreras.

Presa de Dornajos

Y en las últimas décadas, los paisajes de las energías renovables especialmente solar y eólica. Castilla-La Mancha se ha convertido en una de las primeras comunidades del país en producción de renovables con los nuevos paisajes de los aerogeneradores conformando una nueva imagen de la región. 199 parques eólicos que generan una energía de 6.927.750 Kw de potencia y que ocupan grandes superficies repartidas por toda Castilla-La Mancha16. Las

nucleares

tienen

otras

presencias

significativas

en

la

región

especialmente en Trillo.

Aerogeneradores junto al embalse de Vallehermoso.

PERIS SANCHEZ, Diego; ALMARCHA NUÑEZ HERRADOR, Esther, BARBA, Cándido, 2005, “Aerogeneradores”, pp. 155-166. PERIS SANCHEZ, Diego, 2008, “Energía y medioambiente. De los molinos a los aerogeneradores” en Actas del V Congreso de Molinología, Alcázar de San Juan, JCCM. 16

4.2. Las industrias de la construcción. Las cementeras son, elementos industriales que presentan una nueva imagen como grandes artefactos mecánicos en medio del paisaje, en los que han desaparecido los elementos construidos y que se generan con las piezas mecánicas y sus elementos de unión. Las cementeras de Yeles, Matillas, Castillejo, Villaluenga de la Sagra y Fuencemillán17 son ciudades en la que los volúmenes, las grandes infraestructuras de comunicación entre elementos generan un nuevo paisaje de ciudad industrial con formas desconocidas surgidas de nuevas funciones. Surgen en el paisaje no sólo con sus fábricas sino con sus grandes canteras de extracción, teleféricos y líneas de trasporte de los mismos. Junto a ellas, las grandes instalaciones de la cerámica especialmente en La Sagra toledana con notables incidencias en sus poblaciones cercanas, ahora paralizadas después de años de actividad intensa.

Cementera de Villaluenga de la Sagra.

PERIS SÁNCHEZ, Diego coord. 1995: Arquitecturas para la industria en Castilla-La Mancha. Toledo, Servicio de Publicaciones JCCM, 390 pp., pp.175183 y 190-194. Sobre El león de Matillas ver la tesis doctoral de LOPEZ CALLE, Pablo, 2010, Del campo a la fábrica, Libros de La Catarata. 17

4.3. Ciudades industriales: Puertollano Azuqueca de Henares. En Puertollano, el proceso temporal que ha ido cambiando desde la explotación de las pizarras bituminosas a la destilación del crudo y todas las producciones que se realizan en paralelo han ido conformando una estructura compleja que se autoalimenta y genera nuevos requerimientos haciendose cada día más compleja y tecnológicamente más avanzada. La ciudad industrial actual ocupa una superficie similar a la ciudad residencial con una población de 52.000 habitantes. Un espacio en el que destacan: la ciudad, el Complejo Empetrol Petroquímica y la extracción de carbón a cielo abierto que tiene unos 2.300 metros por 1.400 en sus dos ejes principales. En otra zona quedan la empresa SMMP y la escombrera del Terri que conformaron un área industrial en otro espacio de la ciudad, ahora rehabilitados en parte. Desde zonas alejadas se percibe como un complejo mecanismo de ingeniería, de depósitos, tuberías y elementos exteriores inter conexionados. Grandes almacenamientos cilíndricos que conviven con otros de forma esférica en una red de elementos que, al margen de su actividad y funcionalidad, presentan la imagen de un gran complejo de contendores y redes. Las actuales zonas de destilación de crudo tienen cincuenta metros de altura en piezas interconexionadas que parecen los elementos de la química industrial ampliados a gran escala. Sobre esta base de estructuras industriales sobresalen las grandes chimeneas que, en su voluntad de mitigar su impacto medioambiental, alcanzan los 140 metros de altura. Escalas que superan ampliamente la humana en 30 0 50 veces. Paisajes que envejecen rápidamente con los cambios tecnológicos y que han experimentado cambios significativos en los últimos cincuenta años y que seguramente evolucionarán de forma aún más acelerada en los próximos.

Complejo industrial. Puertollano.

En Azuqueca de Henares otros modelos industriales distintos propiciados por la proximidad a Madrid y las condiciones económicas de Castilla-La Mancha. Castilla La Mancha pasa de 10.159,4 hectáreas ocupadas por zonas industriales en 1987 a 18.943,1 hectáreas en el año 2.000 lo que representa un incremento del 86,5%18. (7) Los paisajes industriales van cobrando nuevas formas: por su escala que ha crecido al ámbito territorial en las dimensiones de sus instalaciones y en sus relaciones con el entorno, por sus nuevas formas de inserción en las que su presencia se hace continua en ocasiones ocupando toda la región, por sus nuevas concepciones cada vez más tecnificadas y por una nueva relación con el medio natural que se quiere cada vez más respetuosa con el medioambiente.

BIBLIOGRAFIA ALMARCHA NÚÑEZ HERRADOR, Esther; PERIS SÁNCHEZ, Diego BESSE, Jean Marc.

2009

MARTÍNEZ DE PISON, Eduardo

2006

PERIS SANCHEZ, Diego

1996

La ciudad y su imagen, Toledo, Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-la Mancha. “Las cinco puertas del paisaje”, en Paisaje y pensamiento, Madrid, Abada Editores. “Los componentes geográficos del paisaje” en Paisaje y pensamiento, coord. MADERUELO, Javier, Madrid, Abada. Arquitecturas para la industria en Castilla-La Mancha, Toledo, JCCM.

PERIS SANCHEZ, Diego, ALMARCHA NUÑEZ HERRADOR, Esther, SANCHEZ SANCHEZ, Isidro y DIEZ DE BALDEON, Paloma SABATÉ, Joaquín

2011

Paisajes de los conjuntos históricos, Cuenca, UCLM

2008

“Paisajes culturales y proyecto territorial”, en El paisaje en la cultura contemporánea, coord.. NOGUE, Joan, Madrid, Biblioteca Nueva, pp. 249-273.

2006

VVAA. 2006: Cambios de ocupación del suelo en España. Implicaciones para la sostenibilidad. Estudio realizado a partir del proyecto Corine Land Cover. Madrid, Ministerio de Fomento. Observatorio de la Sostenibilidad en España, p. 321 18

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