El Pacífico como punto de encuentro: China y América Latina y el Caribe

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Descripción

El Pacífico como punto de encuentro

China y América Latina y el Caribe Andrea Garries Medina

copia del mapa de Zheng He (1421)

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1. Introducción. 2. Antecedentes de la relación China y América Latina y Caribe (1949- 1969) 3. Relaciones entre China - América Latina y Caribe desde 1979. 3.1. El softpower chino 3.2. Líneas de cooperación. 4. Los casos de México (TTS), Brasil (BRIC) y Argentina (G-20) 5. Conclusiones: consecuencias de la presencia de China en la región. 6. Bibliografía.

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1. Introducción En 1990 la economía china estaba situada en el décimo puesto a nivel internacional, justo detrás de Brasil que ocupaba el noveno lugar, según los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Para el año 2014 es la primera economía en paridad de poder adquisitivo, acumula gran parte de la reserva de divisas y es el principal exportador e importador mundial. El crecimiento acelerado de la economía china ha supuesto, sin duda, un cambio también en su grado de influencia política a nivel internacional. El subcontinente de América Latina y Caribe (ALC) esta marcado por la desigualdad y la diversidad, como señalan los datos del Banco Mundial, en el se encuentran países como Chile que en 2014 contaba con una renta per cápita que multiplica por 13 la de Haití. Ahora bien durante los últimos 15 años ALC ha sufrido cambios importantes, su economía se ha visto favorecida por el aumento del precio de las materias primas y se produjeron virajes hacia el centro izquierda o izquierda en gran parte de los gobiernos latinoamericanos, desde la llegada de Hugo Chávez en Venezuela a la victoria de Ricardo Lagos en Chile. En el ámbito de las relaciones internacionales también se han producido variaciones frente a los patrones tradicionales. Esta coincidencia temporal entre el ascenso chino y los cambios de patrones de ALC es sobre la que se soporta este trabajo. Estados Unidos ha sido y es un actor principal en la región latinoamericana, con los datos ofrecidos por la Comisión Económica para América Latina y Caribe (CEPAL) este país sigue siendo el principal destino de las exportaciones latinoamericanas y el principal importador. Otros actores extrarregionales que han ejercido cierta influencia son España y la Unión Europea así como, la OTAN, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Por lo tanto, vamos a cuestionarnos si se ha producido un desplazamiento del poder de Estados Unidos con el aumento de la presencia de China en el subcontinente. Para resolver esta cuestión examinaremos de forma breve la relación que han tenido China con la región desde la instauración de la República Popular China. A continuación, profundizaremos en el periodo que se inició desde la llegada al poder de Deng Xiaoping atendiendo a las diferentes dimensiones de cooperación existentes: política, económica, de seguridad, académica y al desarrollo. Después nos centraremos en el estudio de tres países, México, Brasil y Argentina; y finalizaremos con las conclusiones acerca de la relación entre China y América Latina y la repercusión sobre otros actores regionales.

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2. Antecedentes de la relación China y América Latina y Caribe (1949- 1969) Durante los primeros años de la Republica Popular China las relaciones con el exterior no estaban entre sus objetivos prioritarios. Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial en la región asiática y su relación con la URSS centraron la presencia de China más allá de sus fronteras. Además, no estaba reconocida por el sistema internacional, es decir, no formaba parte de las Naciones Unidas ya que su sillón lo ocupaba Taiwán. China participo de manera activa en la Conferencia de Bandung (Indonesia) celebrada en 1955 y en la que se congregaron lideres africanos y asiáticos de 29 estados, algunos como gobierno y otros como movimiento de liberación. Estos países tenían en común que habían alcanzado o buscaban alcanzar la independencia tras procesos de descolonización y que eran todos calificados como países del tercer mundo. En este encuentro acordaron una serie de principios comunes, entre ellos la cooperación sur-sur, la defensa de los principios de no agresión, no injerencia y coexistencia pacífica, en la actualidad estos siguen vigentes en el marco de la política exterior china como veremos más adelante. Fue este un periodo en el que se antepuso la ideología y en el que las relaciones exteriores estaban centradas en las grandes potencias, por lo que la dirección del Partido no prestó excesiva atención a América Latina y Caribe, podemos decir que la actividad diplomática en la zona era de perfil bajo. Se articularon diversas asociaciones a través de las que tender puentes con la región, como la Asociación de Amistad del Pueblo Chino con los Países Extranjeros (1954) o la Asociación de Amistad entre China y América Latina (1960). Fuentes chinas estiman que alrededor de 1.200 ciudadanos de 19 países latinoamericanos visitaron China durante estos años, incluidas figuras destacadas como Salvador Allende o Pablo Neruda, entre otros. También buscaba tener relaciones con partidos comunistas, así hacia 1960 ya había establecido relaciones con 22 partidos latinoamericanos. Además, China dio cobertura y animo a diversos grupos insurgentes latinoamericanos en su lucha anti-imperialista.

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5 Durante estos años, sin duda, el principal aliado de China fue Cuba, que la reconoció en 1960 pero, sus relaciones se fueron enfriando conforme esta rivalizaba y se distanciaba de la Unión Soviética. Diferentes académicos apuntan a que durante la Guerra Fría para muchos países latinoamericanos, la presión estadounidense fue un obstáculo para estrechar relaciones con la RPC.

3. Relaciones entre China - América Latina y Caribe desde 1970.

El 25 de octubre de 1971 la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la resolución 2758 que llevó a la entrada de la República Popular China en este organismo internacional. Las visitas previas durante ese año de Henry Kissinger, Secretario de Estado de EEUU, a China promovieron además, el posterior encuentro en 1972 entre Mao Zedong y el Presidente Nixon. Sin lugar a duda, este fue el punto de inflexión en las relaciones de China con América Latina y Caribe, y prácticamente con el resto del mundo. A excepción de Cuba (1960) y el Chile de Allende (1970) China había cosechado claros fracasos en su intento de acercamiento y reconocimiento en la zona. A partir de la década de los setenta Estados Unidos aumentará su poder sobre los países de ALC gracias a los nuevos gobiernos militares que plagaron la región de dictaduras derechistas. Por lo tanto, bajo este nuevo marco en el que EEUU se acercaba a China, con el fin de romper el bloque soviético y con la posibilidad de abrir nuevos mercados, se producirá de forma progresiva también el establecimiento de relaciones con más países de la región. Así entre 1971 y 1980 hasta 12 países reconocieron a la República Popular China como la única China, entre ellos encontramos a México (1972), Brasil (1974) o Argentina (1972), el último de los 12 países del cono sur, y con el que EEUU tenia estrechas alianzas, fue Colombia, con el que no solo peso el hecho de que había un claro distanciamiento ideológico además se sumaba la participación de Colombia en la guerra de Corea en el bando contrario. Por lo tanto, con el acercamiento sino-estadounidense se abrió un periodo marcado por el pragmatismo en las relaciones exteriores del gobierno comunista dejando a un lado la ideología, 5

6 ya que no solo Estados Unidos era el principal representante del capitalismo y claramente anticomunista sino que también los gobiernos de ALC lo eran. El Partido Comunista chino se interesó por establecer vínculos con los principales partidos políticos y con las cuatro agrupaciones que estos formaron de la región por supuesto, sin tener en cuenta su ideología. Asimismo los nuevos gobiernos democráticos que se suceden en ALC en estos años tampoco tendrán reparos ni cuestionarán las actuaciones con respecto a los derechos humanos en China, no suponiendo estas un obstáculo en el aumento de sus interacciones diplomáticas. Podemos concluir que el pragmatismo reino en ambas partes. En cualquier caso, durante la década de los 70 China se centró en fomentar sus relaciones con EEUU, y con respecto a la región su objetivo fue el desplazamiento de Taiwán, como indicaba anteriormente. Otro periodo se abrió a partir de las transformaciones internas que se pusieron en marcha con la llegada de Deng Xiaoping al poder. El gobierno chino se centraría en la política interna, dejando a un lado a una región periférica que en ese momento no aportaba un plus a la modernización del país. Aún así esta declaración de intenciones en 1988 del nuevo líder del Partido Comunista de China nos sirven para entender hacia donde ha ido se ha dirigido la cooperación con ALC: “La gente dice que el siglo XXI será la era del Pacífico […] Yo creo firmemente que será también la era de América Latina, y espero que la era del Pacífico, la era del Atlántico y la de América Latina se produzcan al mismo tiempo.[…] La política china consiste en desarrollar y mantener buenas relaciones con América Latina, y hacer de las relaciones sino-latinoamericanas un modelo de cooperación Sur- Sur” 1 El suceso de Tiananmen en el 1989 provocó la condena internacional de la gestión del gobierno chino y su vuelta al aislamiento, lo que llevo a que China tuviese una nueva mirada hacia las relaciones exteriores. Con el fin de diversificar a su acción diplomática, se giró hacia los países periféricos buscando apoyos para romper con la soledad en el contexto internacional. Así pues, en 1990 con la visita el Presidente Menem de Argentina a China comenzó el desbloqueo.

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Shixue, Jiang. 2005. “Una Mirada China a Las Relaciones Con América Latina.” Nueva Sociedad 203: 62–78.

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7 A partir de entonces la RPC ha dado un giro drástico con respecto a América Latina y Caribe. En las últimas décadas ante el increíble crecimiento de su economía y la necesidad de materias primas y fuentes de energía que provoca ese dinamismo y por otro lado, la gran acumulación de capital que le permite realizar prestamos a los países de la zona, es justo decir que las relaciones entre ambos están en el mejor momento de su historia.

3.1 El softpower con características chinas. El gobierno chino tiene entre sus principales fundamentos el uso del poder blando en el ámbito de la política exterior. En este sentido, el académico Joseph Nye que acuño el término softpower lo describe como “el arte de lograr que otros ambicionen lo que uno ambiciona […]. El poder blando más que coaccionar, absorbe a terceros”. Para Nye este arte de la seducción y la persuasión se apoya en tres pilares fundamentales: la cultura, las relaciones exteriores y los valores políticos. Dicho esto, y como se puede observar en otros ámbitos, China ha caracterizado el softpower con otros conceptos que son claves en el ámbito de las relaciones exteriores chinas. La matriz de esa caracterización viene de la mano del principio de coexistencia pacífica (Zhou Enlai, 1955), junto con el concepto de desarrollo pacífico(Hu Jintao, 2005), con el que China subraya su papel de líder responsable en la gobernanza global que no busca la confrontación aunque si la influencia, y y por otro lado, la búsqueda de un mundo armonioso (Hu Jintao, 2009), basado en la legalidad internacional, la soberanía de los países, es decir, la no injerencia en asuntos internos, y el desarrollo de los pueblos, que sustenta el estrechamiento de las relaciones de cooperación “sursur”. Desde este análisis terminológico de los principios sobre los que se apoya la política exterior china podemos observar que esta ha evolucionado pero, no ha sufrido cambios de base. Adicionalmente, estos fundamentos le sirven a China para explicar el aumento de su presencia en las últimas décadas en los países del hemisferio sur (África y América Latina). Así podemos ver como en el marco del Foro Económico Mundial de 2012 celebrado en Davos, el Primer Ministro Wen Jiabao declaro que “Estados Unidos es el mayor país desarrollado y China, el mayor país en desarrollo del mundo”, con lo que pretendía remarcar la apuesta china por la Alianza con los Países en Desarrollo, con la que podrían presionar por una reforma de la gobernanza global y contrapesar la influencia de las potencias del Norte. Más recientemente, en la última Cumbre sobre el Cambio Climático que se ha celebrado en París (diciembre, 2015) 7

8 hemos podido ver como China, junto con India, ha representado los intereses de los países en desarrollo, ejerciendo un cierto liderazgo de los intereses del hemisferio sur.

3.2 Líneas de cooperación y espacios de encuentro. En adelante vamos a ver las líneas de cooperación (política, económica, de seguridad, al desarrollo y académica) entre China y ALC sobre las que se viene trabajando desde los años noventa, centrándonos principalmente en los años posteriores al comienzo del siglo XXI, así como los espacios de encuentro entre ambos actores. En este relato iremos remarcando algunas estrategias de softpower que han sido utilizadas.

Cooperación política En el ámbito de la cooperación política vamos a señalar cuales son los objetivos geoestratégicos sobre los que se apoya la relación entre China y Latinoamérica, apoyandonos en los que han sido definidos por M. Esteban, investigador del Instituto Real Elcano.2 Por un lado y en común, ambos actores buscan diversificar sus relaciones exteriores tanto como sea posible. Ahora bien para China se traduce en: obtener fuentes de energía y materias primas de manera estable que le permitiría seguir impulsando su desarrollo económico, garantizar la seguridad alimentaria dado el incremento de la tasa de urbanización, potenciar y proteger mercados prometedores para las exportaciones chinas, asegurar acceso a los flujos de tecnología e información global y mantener una presencia en instituciones claves para sus transacciones económicas globales. En el caso latinoamericano se buscan nuevas oportunidades de acceso a mercados, financiación (Venezuela, Ecuador y Argentina) y tecnología (biotecnología para Cuba). Otro aspecto común entre China y los países que tienen más tensiones con EEUU, es el objetivo de reducir su dependencia de sus socios tradicionales con el fin de impulsar el multilateralismo y contrapesar así la posición de dominante de los actores del Norte. Antes señalábamos cuales eran 2

Esteban, Mario. 2015. “China En América Latina: Repercusiones Para España.” 3/2015.

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9 el fundamento clave de la política exterior china, la coexistencia pacifica, lo que marca una clara diferencia con las tradicionales relaciones entre EEUU y ALC. En particular, los países que han mostrado más abiertamente este afán en los últimos años han sido Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela, que se ha visto reflejado en el discurso de las elites políticas del país, así como Brasil, con el objetivo de lograr el liderazgo regional. En el ámbito de la colaboración, China busca también el apoyo de los países de ALC con el objetivo de frenar ciertas iniciativas diplomáticas estadounidenses que buscarían censurar a la política interior del gobierno chino. Algunos ejemplos de apoyo mutuo sino-latinoamericano en el foro de las organizaciones internacionales son por ejemplo, el que se produjo en la votación en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU el 15 de abril de 2004 sobre las violaciones de derechos humanos en Tíbet y Xinjiang. No tuvo el apoyo de ningún país latinoamericano que mantiene relaciones con China. Esto no significa que se presten apoyo de manera incondicional o formen un bloque a nivel internacional. Un ejemplo sería que mientras China ha apoyado a México para formar parte del Consejo de Seguridad de la ONU no lo ha hecho con Brasil. Es más, la última vez que éste último formó parte del Consejo votaron más del 50% de las veces de manera diferente. Una cuestión importante de la diplomacia política y que conviene tener presente es el factor Taiwán aunque, provocar su desplazamiento y perdida de reconocimiento haya dejado de ser el el principal objetivo del gobierno de la RPC desde la propuesta de “tregua diplomática” por parte de Taipéi. A día de hoy, doce países centroamericanos mantienen relaciones diplomáticas oficiales con la República de China. Tradicionalmente estos países han sido muy activos a la hora de apoyar la vuelta a Naciones Unidas de Taiwán, o su entrada en la Organización Mundial de la Salud. Otro de los beneficios que le reporta a la RC es que le permite realizar la “diplomacia de tránsito” en EEUU, en lo que el gobierno taiwanés es muy activo. A pesar de esto, podemos ver como la postura de la RPC ha ido evolucionando con respecto a estos países, apostando más por ganar simpatías que forzar acuerdos. En este sentido vemos como en 1997 China vetó en un primer momento la creación de una misión para monitorear un acuerdo de paz en Guatemala en el Consejo de Seguridad, fue la primera vez que uso este derecho en 25 años. La situación se desbloqueo con la retirada del apoyo guatemalteco a la petición de entrada en la ONU de Taiwán. Esto contrasta con los otros hechos más recientes, por ejemplo el envío de policías a Haití en 2004 por parte de China en el marco de una Misión de Estabilización de las Naciones Unidas o en 2011 con la misión del buque hospital chino “Arca

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10 de la Paz”, que prestó asistencia sanitaria a militares, funcionarios y población local en Cuba, Jamaica, Trinidad y Tobago, Costa Rica y Chile. La disputa tradicional entre Pekín y Taipéi ha reportado beneficios a los gobiernos centroamericanos, ya que ambos apostaron por usar “la chequera” como herramienta para la persuasión. Lo cierto es que esta línea de trabajo así como la visión positiva que se ha generado de China gracias a su gran capacidad de inversión ha llevado a que varios países han cambiado el reconocimiento de Taiwán por el de la RPC, tal es el caso de República Dominicana (2005), Granada (2005) o Costa Rica (2007). Otros países como Honduras, Panamá, Paraguay y El Salvador han planteado públicamente la intención de reconocer a Pekín con la crítica por parte de la RC. Como decíamos la cuestión del reconocimiento ha dejado de ser el motor que empuje las relaciones con ALC, ahora priman las cuestiones económicas y otros asuntos de geopolítica pero, usando la persuasión como herramienta. Tal es así que China tiene una presencia a todos los niveles muy activa en la región con el fin de reforzar las relaciones con los gobiernos regionales. Esto, se ve reforzado por la invitación de lideres políticos latinoamericanos a China con el fin de que profundicen el conocimiento del país, de hecho se prevé que serán unas 1.000 las invitaciones que se cursarán en los próximos 5 años. En conclusión, en términos generales se puede afirmar que las relaciones sino-latinoamericanas se caracterizan por un enfoque pragmático de ambas partes, un amplio interés en la región por el aumento de la presencia china y la ausencia de conflictos históricos. Por lo tanto y a pesar de que existe cierta asimetría, en la que China tiene la posición fuerte, existe una buena sintonía y las distensiones que se puedan producir se van resolviendo.

Cooperación en seguridad El interés chino por la seguridad en la región es creciente y deriva en términos generales de la necesidad de proteger sus inversiones, o las de sus empresas, y asegurar la fluidez de los intercambios comerciales entre ambos lados del Pacífico, la mayoría de las mercancías se transportan a través del cabo de Buena Esperanza, el Amazonas y el canal de Panamá. Estas razones no constituyen una justificación suficiente para que China tenga bases permanentes en la zona pero, China se esta posicionando estratégicamente en esta zona sensible para otros 10

11 actores. Ha llegado a acuerdos para ocupar durante los próximos 10 años la base militar de Manta en Ecuador, donde antes se albergaba el ejercito norteamericano, esta construyendo una base espacial en Neuquén, Argentina, que será gestionada por personal militar, y tiene presencia en antiguas bases soviéticas en Cuba, cuestión que junto al apoyo siempre manifestado al gobierno de la isla, tiene cierta importancia porque puede ser visto como el espejo del conflicto del estrecho de Taiwán. Además, otra derivada de la cooperación en materia de seguridad entre China y ALC es que esta primera supone una alternativa a los suministradores tradicionales de armamento, como la OTAN, por lo que China ha firmado ya acuerdos de colaboración, con Venezuela y Brasil por ejemplo, para la instrucción de equipos, venta de armas y logística. Aunque no se trata de algo aislado, en el ámbito de la educación y el entrenamiento, prácticamente todos los países de la región con los que Pekín tiene relación ya han enviado personal a formarse a China. Estos movimientos se están realizando con la cautela y la gradualidad que caracteriza al gobierno chino, huyendo de la retorica anti-norteamericana y la confrontación. En la cuestión de la seguridad no tradicional existe también un interés común por aumentar la colaboración a través de acuerdos para la resolución de acciones terroristas sobre ciudadanos de China y en la persecución de las actividades ilícitas desarrolladas por chinos.

Espacios de encuentro China esta mostrando cada vez un mayor interés en la participación los foros multilaterales. La política exterior china ha caminado de la preferencia por las relaciones bilaterales, que siguen siendo importantes, hacia una presencia cada vez más activa en los espacios regionales latinoamericanos, llegando a apostar por la creación de plataformas propias de encuentro, lo que es muestra de su creciente influencia en la zona. En febrero de 2010 se creó la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) de la que forman parte 33 países de toda la región. La creación de este organismo intergubernamental que promueve la integración y el desarrollo de los países latinoamericanos y caribeños es un herramienta que facilita el establecimiento de relaciones con la región, ya que si por algo se caracteriza es por la gran multiplicidad de foros y organismos.

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12 El pasado enero se celebró en Pekín el primer Foro Interministerial China- CELAC, en este encuentro se aprobó las líneas maestras de un ambicioso Plan de Cooperación 2015- 2019 (en adelante PC1519) en el que se establecen trece áreas clave de cooperación, abarcando desde la seguridad, la agricultura o la ciencia al intercambio entre pueblos. A tenor de lo que comentábamos previamente, a este foro acudieron mandatarios de países que en la actualidad mantienen relaciones diplomáticas oficiales con Taipéi. Sin duda, esta por ver si CELAC cumplirá con su objetivo de promover la integración regional pero, hay China puede jugar un papel importante (como hizo EEUU con Europa tras la Segunda Guerra Mundial) si esta apuesta por medidas que les lleven a cohesionar el territorio y a integrar sus economías, como la construcción de grandes infraestructuras, la mejora en las comunicaciones, la modificación en los patrones comerciales o la concesión de prestamos.

Cooperación económica La relación sino-latinoamérica esta fuertemente marcada por las relaciones económicas. Asi aunque el principal socio comercial de la región sigue siendo Estados Unidos en términos absolutos como la presencia de China ha crecido de forma drástica en el último decenio lo que ha provocado la modificación de los patrones tradicionales de los actores regionales y extrarregionales. China ya tiene firmados tratados de libre comercio con Chile (2006), Costa Rica (2011) y Perú (2011) además, de las diversidad de acuerdos estratégicos firmados con otros países latinoamericanos. Las economías de China y ALC son complementarias en términos generales. El país asiático requiere de recursos naturales como el petróleo, el gas, y productos básicos como la soja y la pesca para poder alimentar a las bases de su economía y a su población; y también necesita de mercados prometedores para las exportaciones chinas. Datos de la Organización Mundial del Comercio indican que los intercambios comerciales se multiplicaron por 21 entre el año 2000 y el 2013, llegando a los 275.000 millones de dólares anuales. La participación de China en las exportaciones de la región ha pasado de un 1% al 10% y las importaciones 2% al 16% en el periodo antes señalado. Aunque la cuota comercial china crece a nivel mundial, en ALC lo ha hecho de forma acelerada, por lo que ha pasado del 2,6% al 6,2% en 13 años.

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Fuente: boletín estadístico CEPAL, 2015 3 Dicho esto, tenemos que señalar que las relaciones comerciales están caracterizadas por la asimetría, por un lado en los productos intercambiados, materias primas latinoamericanas por manufacturas chinas. Por otro, por los desiguales vínculos de dependencia, incluso los principales socios latinoamericanos, como Brasil y México (primera y segunda economía del subcontinente), representan una escasa cuota comercial en el total chino, no superan el 3% en el mejor de los casos. Mientras que China es destino fundamental de las exportaciones latinoamericanas, para Brasil y Chile es su principal socio situándose en un 20% y 24,9% respectivamente, el peso medio de exportaciones a China para el año 2013. Las importaciones chinas suponen en la relaciones comerciales paraguayas un 28,3% y en Perú alcanzan el 19,4% también en 2013. Una cuestión interesante y que muestra el interés de China por consolidar las relaciones comerciales y de inversión con la zona es la apuesta por aumentar el uso su moneda en las relaciones comerciales y de inversión. Argentina, Brasil y Perú ya firmaron acuerdos bilaterales para usar el renminbi como moneda de cambio por un total de 280.000 millones de RMB. Recientemente se anunciaba que la moneda china entraría a formar parte de la cesta de monedas internacionales lo que puede promover que otros países se sumen a este tipo de acuerdos. Más allá de las relaciones comerciales, hay que destacar la importancia creciente que tiene la inversión china y es que desde el año 2014 China es el segundo país que más inversión directa extranjera esta realizando, tan solo detrás de Estados Unidos. En lo que respeta a ALC, durante el periodo 1990- 2013 el acumulado de inversión directa proveniente de China en la región superó los 50.000 millones de dólares según datos de la CEPAL. En referencia a los destinos de CEPAL. 2015. “Comercio Exterior de Bienes En América Latina Y El Caribe.” Boletín Estadístico CEPAL Número 20: 1–6. www.cepal.org/comercio. 3

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14 la IED, Brasil es el principal receptor del flujo de capital, suponiendo un 55,92% del total, al que le sigue Perú (16,03%) y Argentina (14,68%). Esta dinámica tenderá a incrementarse debido a la política gubernamental china que esta animando e impulsando a las empresas a internacionalizarse. También los prestamos chinos a la región forman parte de las medidas de cooperación económica. Ya en el año 2010 la cuantía de los prestamos chinos a los gobiernos latinoamericanos superó a los concedidos por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, del que también es miembro contribuyente desde 2008 tras una aportación de 125 millones de dólares para el Fondo de Operaciones Especiales. Los prestamos chinos entre 2005 y 2014 alcanzaron la cifra de 118.000 millones de dólares, el 70% fueron destinados a proyectos de infraestructuras y el 25% de extracción. El país que más prestamos ha recibido es Venezuela, que acumula el 50% de los créditos y un 42% de los proyectos de infraestructuras en la región. En la actualidad existen grandes proyectos en debate, algunos de ellos son infraestructuras estratégicas y controvertidas, como el Canal de Nicaragua que se realizaría a través de un inversor privado chino, esta obra conectaría el mar del Caribe con el océano Pacífico, siendo un competidor principal del canal de Panamá, que hasta 1999 estuvo gestionado por la administración estadounidense y sobre el que mantiene su influencia. El Tren Biocenánico es otra de estas infraestructuras, saldría desde el Porto do Açu, en el Atlántico, recorriendo la Amazonía hasta llegar a la costa peruana, aun esta por determinarse el recorrido completo que podría llegar a conectar por vía férrea a Brasil, Bolivia y Perú. La inversión que se plantea alcanzaría los 10.000 millones de dólares que estaría respaldada por el gobierno de Pekín al menos en un 50%, ya que se encuentra entre sus prioridades para la zona, tal y como manifestó Li Keqiang en su visita de mayo de 2015 a Brasil. Las consecuencias de ambos proyectos sobre la región son a día de hoy difíciles de observar por completo pero, si tenemos en cuenta que abrirían dos vías hacía la región a la que más dinamismo se le estima en las próximas décadas, Asia, son sin duda, infraestructuras estratégicas que cambiarían por completo el tablero del poder de los actores extrarregionales en ALC, como indica el Kevin Gallagher, profesor de la Universidad de Boston y autor de estudios sobre el vínculo China-América Latina.4 En resumen, los vínculos comerciales entre ALC y China han ido cobrando fuerza desde la entrada en la OMC del país asiático, que ya supone para alguno de los países, de gran dimensión

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BBC Mundo - El polémico tren Atlántico-Pacífico que China quiere construir en Sudamérica http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/05/150518_brasil_peru_china_tren_bioceanico_gl 14

15 como Brasil o Chile, el primer socio comercial. Otro asunto importante son los prestamos, que han superado a los realizados por los países e instituciones del Norte desde 2010. Las inversiones realizadas por China en la región han despegado y seguirán ganando peso en los próximos años debido a la política de impulso del propio gobierno asiático hacia sus empresas. En definitiva, podemos decir que la relación económica sino-latinoamericana es asimétrica pero, podría suponer para la región el impulso necesario para cambiar sus patrones tradicionales de crecimiento, gracias a las nuevas infraestructuras y al capital para inversiones. Aunque también supone riesgos, ya que de no tener claros los gobiernos locales los objetivos de desarrollo podría llevarles a desaprovechar una gran oportunidad para la modernización de sus economías y, en algunos casos incluso a sufrir las consecuencias de la llamada “fiebre de los tulipanes”.

Cooperación al desarrollo En el ámbito de la cooperación al desarrollo, la presencia de China ha modificado los patrones de comportamiento de los donantes tradicionales, desplazándolos o haciéndoles variar el destino de su ayuda, así como el de los receptores. Los donantes tradicionales en Latinoamérica son EEUU, España, la Unión Europea, Canada, el Fondo de Operaciones Especiales del BID, Banco Muncial, y agencias de la ONU, también hay empresas y fundaciones (donantes privados) que trabajan en la zona. En general, todos ellos ha sufrido fuertemente la crisis económica que comenzó en 2008 con lo que sus aportaciones se han visto seriamente reducidas. Éstos, suelen apoyar programas de educación y salud, económicos y humanitarios, condicionando la ayuda a mejorar la gobernanza y la transparencia de la asistencia. Desde la reducción de la cuantía que destinan al desarrollo los países del Norte han tenido que buscar nuevos vías de entrada, desde la cooperación triangular, financiación de talleres y divulgación, a el apoyo a la creación de redes de sociedad civil. En cambio durante los años de crisis, la cooperación china no ha dejado de aumentar, tal es así que en 2012 el gobierno propuso la creación de un Fondo de Cooperación al que aportaría 10.000 millones de dólares para proyectos de infraestructuras. Es aquí, donde se plantea la principal controversia entre China y los actores implicados en la cooperación, otros países u organizaciones donantes y las entidades de sociedad civil en terreno. China no sigue las normas del CAD, por lo que sus aportaciones no son Ayuda Oficial al Desarrollo, por lo que se produce un debate sobre la efectividad de esa ayuda y su gestión, que en ocasiones incluso esta condicionada a la concesión de contratos de ejecución.

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16 China desarrolló en 2011 el Libro Blanco sobre la Ayuda Extranjera, donde resalta los principios de no injerencia, no condicionalidad de la ayuda y el beneficio mutuo. La gestión de la ayuda se realiza desde el Ministerio de Comercio chino y hasta el momento ha consistido en prestamos en condiciones no concesionarias, créditos a la exportación, ayuda humanitaria, asistencia en salud, educación y agricultura, proyectos de infraestructura, o condonación de deudas como a Bolivia y Guyana. Otra de las críticas de las organizaciones civiles es que ha cambiado el mecanismo de la ayuda, pasando a diseñarse y decidirse en el nivel Estado-Estado. El desplazamiento en este ámbito es claro, China disponía de recursos cuando los donantes tradicionales han recortado sus presupuestos, por lo que ha ganado un peso relativo importante en este sentido.

Cooperación académica En el Foro que se realizó en Pekín entre CELAC y China se establecieron las líneas generales de cooperación para el periodo 2015-2019, haciendo especial hincapié en el interés mutuo de impulsar los intercambios en materia de investigación al desarrollo y las áreas tecnológicas. El gobierno chino prevé financiar más de 12.000 matriculas de estudiantes e investigadores en China, destinará también recursos a la formación de más de 1.000 futuros líderes latinoamericanos dentro del programa “Puente Hacia el Futuro”, de esta manera se busca el acercamiento de las culturas sino-latinoamericanas y fortalecer las relaciones futuras de las élites de ambos lados del Pacífico. Además también se apuesta en el PC1519 por la promoción del estudio de los idiomas, mandarín, español, portugués e inglés, para ello China seguirá aumentando su red de Institutos Confucio y Aulas y subvencionará programas de aprendizaje en las instituciones educativas. Este tipo de cooperación se enmarca dentro de las acciones que podemos denominar de softpower y a las que China esta prestando especial atención, en el año 2015 ya cuenta con centros en 15 países latinoamericanos, que suman un total de 35 Institutos y 18 Aulas Confucio, y a esto hay que añadir los numerosos acuerdos firmados con Instituciones universitarias públicas y privadas para la promoción del idioma y la cultura china. Sin duda, una apuesta clara y decidida del gobierno por aumentar la presencia del país entre la población latinoamericana.5

En América Latina se ha levantado el “viento de China”: http://spanish.hanban.org/article/201506/11/content_604089.htm 5

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4. Los casos de México (TTS), Brasil (BRIC) y Argentina (G-20) A continuación vamos a analizar de forma breve los vínculos que existen entre China y tres países latinoamericanos. La elección de estos tres países se basa en los criterios que se explican a continuación y que considero interesantes para observar la viabilidad de la hipótesis planteada. En el caso de México podemos afirmar que es un país que los lazos de colaboración establecidos con Estados Unidos son tradicionales y solidos, comparten el área de libre comercio de norteamericana (NAFTA) desde el año 1994 y recientemente, ha firmado su adhesión al Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TTP). Dicho esto, hay que afirmar que para China el estado mexicano representa uno importante socio comercial de bienes industriales intermedios, suponen el 91% de las importaciones chinas al país. En otro situación se encuentra Brasil, sus distensiones con EEUU se han manifestado en la última década especialmente, ya que el gobierno latinoamericano aspira a ser líder regional y desde el gobierno estadounidense no se le valora esta situación positivamente. A lo que hay que sumarle la distancia ideológica existente desde la victoria de Lula da Silva en 2002. En cuanto las relaciones con el país asiático son profundas y de largo plazo, ambos forman parte del grupo de las economías emergentes, los BRICS, y es considerado un socio estratégico en la región para China. Argentina, varió la fluidez de sus relaciones con Washington desde la llegada al poder del gobierno kirchnerista en 2004. Los problemas de la deuda argentina y la falta de flexibilidad por parte de los organismos internacionales que lidera EEUU a ojos del gobierno argentino son uno de los motivos de este distanciamiento, además de la ideología. Argentina comparte espacio con China en el grupo del G-20, sus vínculos siempre han estado enmarcados en la cordialidad, de hecho se apoyan mutuamente en temas como las Malvinas y Taiwán a nivel internacional y sus relaciones comerciales se basan en el intercambio de materias primas por manufacturas, siendo la economía asiática su segundo socio comercial para el año 2014. En el siguiente cuadro vamos a destacar los hechos más relevantes de las relaciones entre México, Brasil y Argentina y China.

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México

Brasil

Argentina

Reconocimiento

1972

1974

1972

Valoración

Distanciamiento

Nueva

desde la década de

relaciones con el

cordiales

los 80 y 90, y

presidente Da Silva,

tradicionalmente,

desencuentros

2003.

impulso

las

de

relaciones

diplomáticas

a

etapa

de

partir del 2000.

Relaciones

con

gobierno

el de

Kirchner. Apoyo

mutuo

Malvinas- Taiwán 6

4

(Presidente 2)

(Presidente 4)

(Presidente 3)

Incidentes

Recibimiento

________

Aceite

diplomáticos

presidencial

al

Dalai

en



visitas

3

del

gobierno chino (2001-2015)

Lama

de

soja

(2010) y pesca

2011 Características

Déficit comercial.

Socios estratégicos.

Intercambio

de las relaciones

Economías

Principal

materias primas por

económicas

(comercio

e

inversión)

que

tienen

rivales

a

ser

complementarias.

socio

de

comercial

y

receptor

de

principal destino de

inversión china en

la soja argentina.

la región.

Prestamos por valor

Currency agreement

swap

manufacturas,

de 19.000 mill de $. Currency

swap

agreement

18

19

Acuerdos bilaterales

y

proyectos

México

Brasil

Argentina

2013 Acuerdo de

2015 firma de 35

2015

Asociación

acuerdos

Estratégica Integral.

Estratégica

inversión de capital.

Proyectos

Tren bioceánico

presas y una vía

estratégicos

para

Asociación de

2

férrea. Posibles puntos

México se ve afectado

Imposibilidad

de

Reciente cambio de

de tensión

por las exportaciones

transformar

la

gobierno,

chinas a EEUU.

inversión china en

prooccidental.

mejora

Estancamiento

de

la

de

capacidad

las

relaciones

productiva del país.

comerciales en los

Problemas internos

productos primarios

del gobierno. Opinión pública

Positiva- 35%

Positiva- 51%

Positiva- 29%

sobre

Negativa- 41%

Negativa- 38%

Negativa- 39%

Opinión pública

Positiva- 37%

Positiva- 49%

Positiva- 32%

sobre

Negativa- 22%

Negativa- 31%

Negativa- 23%

Opinión pública

Positiva- 33%

Positiva- 52%

Positiva- 45%

sobre

Negativa- 40%

Negativa- 29%

Negativa- 20%

EEUU

(2014)

la

UE

(2014)

China

(2014)

Si analizamos los datos de opinión pública en estos países a cerca de los actores extrarregionales podemos observar que la visión negativa de EEUU es mayor que la de China en los tres países analizados, y la cuenta con el país asiático contaría con una opinión favorable superior a la de la 19

20 Unión Europea y EEUU en Brasil y Argentina. Por lo que podemos afirmar que China ha ganado simpatías entre la población y las elites de estos tres países, y ha pasado a ser un actor extraterritorial importante.

5. Conclusiones: consecuencias de la presencia de China en la región.

Hemos visto a lo largo de todo el trabajo las diferentes líneas de cooperación que se están desarrollando entre China y la región latinoamericana y el Caribe en la que las relaciones son en términos generales asimétricas, siendo el país asiático el socio que ejerce poder sobre la zona dada su capacidad económica, que al tiempo se traduce en una mayor influencia política. También hemos podido observar el apoyo mutuo que se prestan en los foros multilaterales y la importancia del último acuerdo firmado entre CELAC y el gobierno de Pekín para los próximos cinco años. Con respecto a la hipótesis planteada podemos afirmar que la presencia de China ya ha erosionado la influencia histórica de Occidente porque ha permitido que exista una cierta rivalidad y alternativa a los actores tradicionales. China ha pasado de ser un país irrelevante para ALC a ser un socio político, estratégico o comercial clave. Este el impulso de la presencia China en ALC se ha producido en las horas más bajas de Occidente, durante la crisis, reduciendo, sin duda, el espacio que claramente estos ocupaban. En definitiva, el aumento de las relaciones sino-latinoamericanas ha posibilitado la revalorización en el contexto internacional de una región que estaba siendo olvidada. El fortalecimiento de los vínculos de cooperación han traído el beneficio mutuo aunque la gestión que los países americanos hagan de éste esta aún por dilucidarse . Será interesante observar hacia donde se dirigirán estas relaciones en un futuro debido a los cambios de gobierno que se han comenzado a producir en la región aunque, los lazos económicos son lo suficientemente profundos como para que no se pueda producir un viraje radical en ellas.

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