El Observatorio Astronómico Nacional (OAN) 1852-1856: Políticas Científicas y Nación, en la República Conservadora Chilena

October 8, 2017 | Autor: P. Leyton Alvarado | Categoría: History of Science, History of Astronomy
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Descripción

El Observatorio Astronómico Nacional (OAN) 1852-1856: Políticas Científicas y Nación, en la República Conservadora Chilena
Revista Thélos N°8, UTEM, Santiago, Chile, Diciembre 2013
Patricio Leyton Alvarado
Pontificia Universidad Católica de Chile
Resumen
El Observatorio Astronómico Nacional (OAN) fue una de las primeras instituciones científicas que se creó en el Chile republicano del siglo XIX. El OAN respondió a una iniciativa del Estado en el periodo conservador, por lo tanto el observatorio desde su fundación en 1852 y en sus primeros cuatro años de funcionamiento fue concebido para algunos fines estatales como la instauración de políticas científicas y como objeto ideológico a través de la construcción de un ideario de nación.
Palabras Claves:
Observatorio Astronómico Nacional, Políticas científicas, Nación.
Abstract
The National Astronomical Observatory (NAO) was one of the first scientific institutions that was created in the nineteenth century republican Chile. The NAO responded to an initiative of the State in the conservative period, therefore the observatory since its founding in 1852 and its first four years of operation was designed for some purposes the establishment of state and science policy as ideological object through building a nation ideology.
Keyword:
National Astronomical Observatory, Science Policies, Nation.
Algunos Antecedentes
Esta comunicación trata sobre las políticas científicas y el ideario de nación de los gobiernos de la "República Conservadora", en especial el de Manuel Montt, a través de la fundación y los primeros años de funcionamiento del Observatorio Astronómico Nacional. El cual es producto de una política creada desde el Estado, por los gobiernos republicanos, consistente en la fundación de instituciones científicas, inexistentes en el país, como lo fueron: El Museo Nacional de Historia Natural, La Universidad de Chile, La Oficina de Estadística, La Quinta Normal de Agricultura y La Escuela de Artes y Oficios.
Hacia finales del gobierno de Manuel Bulnes, en 1849, llega a Chile una expedición científica norteamericana al mando del teniente de la marina estadounidense James M. Gilliss, con la misión de determinar la distancia exacta entre la Tierra y Sol, utilizando el tránsito del planeta Venus por el disco solar, ya que "para medir la distancia al planeta deben realizarse observaciones simultáneas desde dos lugares de la tierra tan separados como en latitud sea posible" [1]. Para este propósito, originalmente se había elegido la Isla de Chiloé por encontrase a una latitud similar al observatorio de Washington, ya que para calcular el paralaje se necesitan dos puntos equidistantes sobre la Tierra, pero por motivos climatológicos se abandonó este lugar. Finalmente se decidió construir un observatorio en Santiago, en la cima del cerro Santa Lucía, que por aquellos años era utilizado como cantera. La expedición Gilliss no solo se debe entender como parte de la mundialización de las ciencias iniciado en el siglo XVIII, a raíz de las expediciones científicas que recorrieron el planeta, sino que también es parte del proceso de imperialismo europeo, el cual comenzó tras el descubrimiento de América, y para lo cual las expediciones de este tipo sirvieron para dichos propósitos, tal como señala Edgardo Minniti para el caso de la fundación del Observatorio Astronómico Nacional de Córdoba: "Alemania, Inglaterra, Francia, Estados Unidos o Rusia, ejercían o propugnaban por hacerlo, una actitud rectora producto del esfuerzo humano y económico destinado por los respectivos estados, para mantener supremacía no solo militar o política, sino también en el ejercicio de las distintas disciplinas, cualesquiera fueren, en su beneficio" [2].
Una vez finalizados los diversos trabajos científicos por la comisión Gilliss, en 1852, el Estado chileno procedió a realizar la compra de todo el instrumental científico de la expedición, al igual que las instalaciones construidas en la cumbre del Santa Lucía, poniendo en evidencia la preocupación del gobierno por la difusión y el puesta en marcha de la práctica de la ciencia en Chile.
El gobierno republicano rápidamente realizó las gestiones para adquirir el Observatorio construido por los norteamericanos. Barros Arana destaca la sencillez de las instalaciones: "nada refleja una idea más clara de la modestia de aquel establecimiento que el avalúo que de él hizo el mismo Gilliss. Los edificios o galpones de madera, los instrumentos, los libros y el material del observatorio fueron estimados en 7.823 pesos" [3], Kennan llega al mismo valor de compra dado por Barros Arana, señalando que "la delegación chilena completó la compra por $ 7.832" [4], mientras que Karl Moesta, primer director del OAN, estima una cifra un poco mayor, indicando: "fueron entregados por dicho señor [Gillis], a mediados de setiembre de 1852, los artículos e instrumentos siguientes, cuyo valor se había ajustado en la suma de 7.939 pesos" [5], ambas cantidades se asemejan no variando en gran medida su valor. La compra del Observatorio realizada por el Estado chileno, según el historiador de la astronomía Edgardo Minniti, "fue por debajo de su costo" [6], ya que este autor considera que "la expedición de Gilliss, que dio lugar a tal Observatorio, fue habilitada con fondos (U$S 11.400), instrumental, accesorios y personal por el Estado Norteamericano, que comprendió la importancia del emprendimiento" [7].
La compra del Observatorio a la expedición norteamericana se formaliza con la publicación de un decreto firmado por el Presidente de la República, Manuel Montt, y el Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública, Silvestre Ochagavía, el 17 de agosto de 1852, en el cual se estipula:
"Con lo espuesto [sic] en la nota que precede del Delegado universitario encargado de recibir los instrumentos i demás objetos del Observatorio Astronómico comprados por el Gobierno, conforme a lo dispuesto por decreto de 30 de junio último, i en uso de la facultad que me confiere la lei de 14 de setiembre del año próximo pasado, Vengo en decretar:
Los Ministros de la Tesorería entregarán del Teseoro Nacional, a M. Gilliss, jefe de la Expedicion científica Norte-Americana, la suma de siete mil ochocientos veinte i tres pesos en que han sido apreciados los instrumentos, edificios i libros del Observatorio Astronómico vendido al Gobierno por la mencionada Expedicion, según la tasación i los inventarios adjuntos de que se dejará copia autorizada en el Ministerio de Instrucción Pública.
Refréndese, tómese razón i comuníquese.- Montt.- Silvestre Ochagavía." [8].
Carlos Moesta y su preocupación por los instrumentos
Tras la fundación del OAN el gobierno de Montt procedió a nombrar como primer director de la institución al matemático alemán Karl Wilhelm Moesta, quien se desempeñaba como ayudante del naturalista y geógrafo francés, Amado Pissis, en la comisión cartográfica encargada de levantar un plano y un mapa general de Chile en 1848. Tras el nombramiento de Moesta como director del observatorio, el Estado le asigna una serie de requerimientos, los cuales están contenidos en el mismo decreto anteriormente referido, y en el cual se establece que:
"He acordado i decreto:
1° Comisiónese a don Cárlos Moesta para que se haga cargo del Observatorio Nacional astronómico, en su calidad de Director.
2° El Director del Observatorio publicará anualmente sus observaciones en los Anales de la Universidad, o separadamente, según lo disponda el Gobierno, i procurará darles el mayor ensanche posible, poniéndose al efecto en comunicación con observatorios del otro Hemisferio.
3° Don Carlos Moesta es obligado a dar lección de astronomía práctica a los alumnos que el Gobierno designe, cuando lo juzgue conveniente, i tendrá para que le auxilie en sus trabajos un ayudante, a quien instruirá en los principios de astronomía práctica teórica i en el manejo de los instrumentos.
4° Sin prejuicio de sus trabajos en el Observatorio, don Cárlos Moesta prestará sus servicios en calidad de profesor auxiliar de un ramo de Matemáticas superiores del Instituto Nacional, pudiendo limitarse este curso a dar tres lecciones por semanas.
5° Asígnese a don Cárlos Moesta el sueldo de 2000 pesos al año que los Ministros de la Tesorería Jeneral principiarán a abonarle desde el día 13 del actual en que se ha hecho cargo del Observatorio, i lo imputarán a la partida 49 del presupuesto de Instrucción pública de este año, mientras se consulta la suma correspondiente en el espresado [sic] presupuesto.
Refréndese, tómese razón i comuníquese.- Montt.- Silvestre Ochagavía." [9]
La compra de instrumentos científicos hecha por parte del gobierno de Manuel Montt a la expedición norteamericana consistió en:
"Un Círculo-Meridiano hecho por Pistor i Martins; Una Ecuatorial, cuyo objetivo mide 6,4 pulgadas (inglesas), hecho por Fitz; Una Ecuatorial de Fraunhofer, objetivo 4 pulgadas; Un Círculo de refleccion hecho por Ertel; Dos termómetros normales, hechos por Simms i Barlow; Dos sizemómetros (inservibles); Un péndulo de tiempo sidéreo, hecho por Molineaux; Un cronómetro de tiempo sidéreo, N° 2671 de Parkingson i Frodsham; Un cronómetro de tiempo medio, N° 2598 de id. Id.; Varios catálogos de estrellas, efemérides astronómicas i algunos otros libros, i Dos casitas de madera" [10].
Las políticas científicas del Estado republicano no solo se limitaron a la compra del instrumental científico de la expedición Gilliss, sino que además, se destinó parte del presupuesto fiscal en la adquisición de nuevos artefactos y aparatos, propios de las tareas científicas que un observatorio debía llevar a cabo, tal y como señala su director Karl Moesta en su informe al gobierno:
"No solo se han adquirido de su órden [sic] nuevos instrumentos hechos, por los artistas mas acreditados de Europa, sino que se está construyendo también en la actualidad, a espensas [sic] del tesoro nacional, un hermoso edificio sólido i adecuado para un Observatorio astronómico, i la República de Chile puede enorgullecerse de haber sido la primera de sus hermanas, en la América del Sur, que haya erejido [sic] un templo a Uranía" [11].
El nuevo instrumental adquirido por el Estado para el OAN consistió en:
"Un barómetro, según la construcción de Fortin, hecho por J. Green, N° 648; Un nuevo péndulo de tiempo sidéreo, hecho por Kessels, N° 1447 i adaptado al nuevo método de rejistar [sic] los pasos de los astros, mediante la corriente eléctrica; Un instrumento de pasos, de una construcción portátil; Un círculo de refleccion [sic] con prisma, hecho por Pistor i Martins; Un cronómetro de tiempo sidéreo, N° 2033 de Parkingson i Frosdsahm; Un precioso instrumento universal, hecho por Repsold hermanos; Un termómetro normal, hecho por Greiner jr; Un aparato electro-magnético, para rejistrar [sic] los pasos de los astros, hecho por Krille; Un barómetro de viaje, hecho por Pistor i Martins; Un teodolito, hecho por Breithaupt" [12].
Además, el gobierno de Montt adquirió para el Observatorio "un fotómetro, recién discurrido por el señor Steinheil, cuyo aparato está confeccionándose por este eminente artista, i ya se han dado los pasos preliminares, para la adquisición de un nuevo Círculo-Meridiano, que estará montado en la 2° ala del nuevo local" [13]. A esto, se debe agregar, una colección de 227 Tomos, 47 Memorias y una colección de mapas y tablas, de la cual se formó una pequeña biblioteca que "contiene las obras mas necesarias para los trabajos que se emprenden en el Observatorio. Una parte de ellas se han adquirido a espensas [sic] del establecimiento, la otra parte se compone de obsequios, dijidos al él por varios Observatorios, corporaciones científicas i personas particulares" [14].
El Estado no solo se preocupó de la adquisición y compra de instrumental científico, libros o de la infraestructura del OAN, sino que también, financió las publicaciones científicas de ésta institución, tal como señala Rolando Mellafe: "el Gobierno, para impulsar los estudios, financió la publicación de varios textos de especialidades, un tomo de observaciones astronómicas efectuadas por Carlos Moesta, y otorgó fondos para solventar el viaje científico de Philippi al desierto de Atacama" [15]. Así como el Estado financió parte del viaje de Philippi, también la administración del Presidente Montt destinó fondos al viaje del director del Observatorio, Karl Moesta, al Perú producto del eclipse de Sol que se produjo en la localidad de Ica, y en la cual participaron astrónomos y científicos de todas las nacionalidades. Como señala el mismo Moesta en su informe al gobierno:
"En cumplimiento del encargo que me fue conferido por decreto del Supremo Gobierno de 17 de octubre del año pasado [1852], me trasladé al Perú con el objeto de observar el eclipse solar del 30 de noviembre [1853], visible allí en su totalidad, i en consecuencia tengo ahora el honor de someter a V.S. el resultado de mis observaciones i apuntes en aquel viaje" [16].
La política científica en la "República Conservadora" no solo buscaba que la ciencia normal se desarrollará en Chile, debido a la carencia de ella en el periodo colonial, sino que además, tenía toda una connotación ideológica basada en el ideario de la construcción de la nación. Siendo la ciencia uno de los variados elementos que emplearon los gobiernos republicanos, a partir de la década de 1830, en la creación de un ideal de nación casi inexistente bajo la dominación española. Es así como los diversos naturalistas y sabios contratados por las nacientes repúblicas Latinoamericanas, a través de sus obras científicas, contribuyeron a crear este ideario, como indica Rafael Sagredo, al respecto, "la Historia física y política de Chile de Gay, El Perú de Raimondi, la Descripción geográfica, histórica y estadística de Bolivia de d'Orbigny y las geografías de Codazzi; todas verdaderos certificados de identidad de las nuevas repúblicas, a la vez que fundamentos científicos e intelectuales de las respectivas naciones" [17]. En este sentido, para el caso de Chile, destacó la obra de Claudio Gay, la cual, según Sagredo, "se transformó en un aporte sustantivo al conocimiento geográfico de la nueva república, en instrumento fundamental de la administración estatal y en herramienta invaluable de la integración territorial de la sociedad que, a lo largo del siglo XIX, se consolidó como Estado y nación" [18].
En cierta manera la fundación del Observatorio Astronómico Nacional responde a crear un ideario de nación por parte de los gobiernos republicanos, ya que a partir de los primeros años de Independencia la elite chilena ha creado diversas instituciones, tanto a nivel político, educativo, cultural y científico que llevan dentro de su denominación la palabra "nacional" y que apelan a la pertenencia de la comunidad imaginada, y que por lo general, dependen del Estado. A este tipo de iniciativas respondieron por ejemplo la creación del Instituto Nacional y la Biblioteca Nacional en la denominada "Patria Vieja". O en el periodo de la "República Conservadora", la Universidad de Chile, como ha sostenido Sol Serrano en su obra Universidad y Nación. Mientras que para el caso científico destaca el Museo Nacional de Historia Natural, fundado en 1830, y obviamente el Observatorio Astronómico Nacional, instituciones todas que llevan en su nominación la apelación a la comunidad imaginaria, vale decir, son instituciones que pertenecen a la nación o cuerpo social.
El carácter nacional del Observatorio queda explícitamente de manifiesto desde el momento de su fundación, tal y como señala su primer director:
"La fundación de este Observatorio data desde 17 de agosto de 1852, época en que el ilustrado Gobierno de la República, penetrado de la utilidad de la planteacion [sic] de un Observatorio Astronómico permanente en esta parte del globo, dispuso adquiriesen, como propiedad nacional, los instrumentos i demás enseres, traídos a Chile por la Espedicion astronómica naval de Norte-América, al mando de Mr. Gilliss, teniente de la marina de aquella República" [19].
Además el OAN, era parte de un proyecto mayor, concebido desde el Estado, el cual consistía en difundir las ciencias al resto de la nación, ya que se consideraba que la ciencia contribuiría al "perfeccionamiento moral de la sociedad, como el modo en que Chile debía avanzar y progresar, esto es, como formadora del país, de su pueblo, regeneradora de sus hábitos" [20]. En este sentido, el OAN era una institución creada para divulgar la ciencia al resto de la nación, como señala Moesta: "Este establecimiento, dedicado a la reina de las ciencias, logrará, para los amigos de ellas, un grato i vivo recuerdo de la benevolencia i de la decidida proteccion, que el esclarecido Presidente, señor, don Manuel Montt, prestó a todo lo que tendía a cultivar, promover i hacer populares las ciencias naturales en la República" [21].
Hacia una conclusión
El Observatorio Astronómico Nacional, desde sus inicios, así mismo, se instauró como un centro de enseñanza de las ciencias para la República, siendo este un elemento crucial para los gobiernos conservadores chilenos, ya que, como ha sostenido Sol Serrano, la educación era la base para la formación de ciudadanos bajo las administraciones de los gobiernos conservadores [22]. Para este caso, el OAN, se estableció como una institución que formara no solo a los futuros astrónomos que contribuirían al progreso del país, sino que también a los futuros ciudadanos que la República requerirá, tal y como señala su director:
"Habiéndose propuesto el Supremo Gobierno que este Observatorio fuese un establecimiento científico, destinado a suministrar datos para el adelanto de la Astronomía práctica, i que al mismo tiempo sirviese de escuela para aprendices de esta ciencia; dotó el establecimiento de un ayudante, i asignó la cantidad de 1.200 pesos anuales para dotación de dos jóvenes, que el Observatorio se dedicasen al estudio de la Astronomía. Al efecto, el Gobierno elije entre aquellos alumnos que mas se hayan distinguido por sus estudios matemáticos en el Instituto Nacional, i ya han sido varios los sujetos que hasta ahora han entrado en el Observatorio con mas oménos perseverancia i buen éxito" [23].
Por otra, parte, las revistas científicas del siglo XIX, contribuyeron notoriamente a afianzar el ideario de nación, tal y como ha sugerido Zenobio Saldivia al respecto:
"A partir de estos medios impresos se va articulando en los lectores y en los sujetos con los cuales éstos interactúan, un cierto perfil de nación, un imaginario en construcción, una percepción colectiva de pertenecer todos a una natío, a un lugar de nacimiento común que posee las características de una flora y fauna señaladas por los sabios que están recorriendo el territorio" [24].
Siguiendo la propuesta de Saldivia, en este sentido, el OAN contribuye a crear un ideario de nación, debido a que Carlos Moesta y los directores posteriores, así como otros científicos adscritos a esta institución, publican frecuentemente en revistas científicas como: Los anales de la Universidad de Chile o la Revista Ciencias i Letras, además, el Observatorio creó un anuario en la cual estaban presente las investigaciones científicas realizadas por esta institución.
De esta manera el Observatorio Astronómico Nacional fue una institución en la cual se plasmaron las diversas políticas científicas realizadas por el gobierno de Manuel Montt y así como su instauración respondió, en parte, a crear un ideario de nación el cual se pretendió imponer y construir, a partir del Estado, por parte de la llamada "República Conservadora".
Notas:
[1] Kennan, Philip, Philip, The Chilean National Astronomical Observatory (1852-1965), Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Universidad de Chile, Santiago, 1985 pp. 100.
[2] Minniti, Edgardo y Santiago Paolantonio, Córdoba Estelar: Desde los sueños de la astrofísica, Historia del Observatorio Nacional Argentino, Editorial Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, 2009, pp. 36.
[3] Barros Arana, Diego, Un decenio en la historia de Chile V.2, Instituto de Historia, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago, 2003, pp. 282.
[4] Kennan. Op.cit., pp. 104.
[5] Moesta, Carlos, Observaciones astronómicas hechas en el Observatorio Nacional de Santiago de Chile en los años 1853, 1854 i 1855, Imprenta del Ferrocarril, Santiago, 1859, pp. I.
[6] Minniti, Edgardo y Santiago Paolantonio, Córdoba Estelar…op.cit., pp. 63.
[7] Ibid, pp. 88.
[8] Leyes y decretos, observatorio astronómico de santiago Anales de la Universidad de Chile, Norteamérica, 021 10 2010. Consultado el oct 15, 2012, de http://www.anales.uchile.cl/index.php/ANUC/article/viewArticle/8252/8005., pp. 419
[9] Ibid, pp. 420.
[10] Moesta, Carlos, op.cit., pp. I
[11] Ibid, pp. II.
[12] Ibid, pp. II.
[13] Ibid, pp. II.
[14] Ibid, pp. II.
[15] Mellafe, Rolando, Historia de la Universidad de Chile, Ediciones de la Universidad de Chile, Santiago, 1992,, pp. 82.
[16] Moesta, C.. Informe sobre las observaciones hechas durante el eclipse solar del 30 de noviembre de 1853, presentado al señor Ministro de Instrucción Pública Anales de la Universidad de Chile, Norteamérica, 0 9 09 2010. Consultado el oct 29, 2012, de http://www.anales.uchile.cl/index.php/ANUC/article/viewArticle/2630/2537, pp. 3.
[17] Sagredo, Rafael, "Geogrfía y nación. Claudio Gay y la primera representación cartográfica de Chile, en Estudios Geográficos Vol. LXX Enero-junio, 2009, pp. 232.
[18] Ibid, pp. 232-233.
[19] Moesta, Carlos, Observaciones.. op.cit., pp. I.
[20] Vergara Quiroz, Sergio, "Rasgos del pensamiento científico en Chile durante el siglo XIX" en Cuadernos de la Universidad de Chile, Universidad de Chile, 1983, pp. 73.
[21] Moesta, Carlos, Observaciones, op.cit, pp. II.
[22] Véase en Serrano, Sol, Universidad y Nación: Chile en el siglo XIX, Editorial Universitaria, Santiago, 1994.
[23] Moesta, Carlos, op.cit., pp. II.
[24] Saldivia, Zenobio, "El rol social de las revistas científicas chilenas en el siglo XIX y su contribución a la idea de nación " en Gabriel Cid y Alejandro San Francisco, Nación y nacionalismos en Chile: siglo XIX Vol. II, Centro de Estudios Bicentenario, Santiago, 2009, pp. 137.


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