El objeto como un elemento comunicativo

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INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY
Campus Toluca
Autor: Brenda Sujey Vázquez R.
El objeto como elemento comunicativo
Se analizó el documento El estudio de los objetos y la semiótica de Alfredo Cid Jurado. El texto trata de un método del estudio de los objetos a través del tiempo utilizando recursos como lo es la observación y la experiencia propia, que en conjunto generan la adquisición de conceptos que facilitan la comprensión y análisis de dichos objetos. La semiótica es el protagonista de dichos estudios. Según el autor, "el objeto comunica y se comunica a través de los objetos" (Jurado, 2002) lo cual quiere decir que el contexto que rodea a los objetos también es importante cuando se pretende estudiar al objeto desde una perspectiva establecida por la semiótica. "Moles fue uno de los primeros en considerar al objeto como un mediador social y en proponer un ciclo vital (que se describe en su estrecha unión con el hombre) para explicar la relación que los objetos desarrollan con los seres humanos." (Jurado, 2002). En este sentido, sabemos que el diseño industrial se encarga de crear objetos que además de cumplir con las necesidades y cuestiones funcionales, también son un medio de comunicación y por lo tanto tienen una gran influencia en el ser humano y en su interacción con el mundo que lo rodea.
El significado de los objetos depende directamente de un receptor, es decir, el lector del objeto. "El objeto es capaz de connotar hacia diversas direcciones, de ahí proviene su riqueza polisémica" (Jurado, 2002). Existen diversos parámetros que ayudan de cierta manera a entender al objeto como un determinante de las acciones del hombre, ya que forman parte del contexto en el que se desarrollan día con día. La función pragmática (simbólica), que es el significado atribuido por el usuario, puede variar incluso por las experiencias que cada uno viva en su entorno social. Esto genera una riqueza de concepciones y elementos significativos que moldean al objeto y originan una especie de valor que va mucho más allá de su función o uso. Esta función práctica se entiende por la sintaxis.
En el texto encontramos que "Umberto Eco […] considera a la cultura como un fenómeno esencialmente comunicativo y, por tanto, permite definir como signos todo aquello que la conforma." (Jurado, 2002). Para él, analizar los objetos parte de todas las funciones comunicativas identificadas en cada uno de ellos y propone una "tipologización" de los objetos. Este método da pie a la existencia de una función denotada y una función connotada. Estas funciones se modifican o incluso desaparecen según la perspectiva en la que se analice o se estudie el objeto. Aquí es en donde entra el contexto. Muchos de los objetos ordinarios que utilizamos pueden significar mucho para nosotros si existe una historia detrás de ellos que nos provoque emociones positivas o negativas. Por ejemplo, un bolígrafo. Existen miles de ejemplares del mismo bolígrafo y se puede encontrar en cualquier papelería. El significado que una persona le podría dar, podría ser, meramente funcional. Por otro lado, si fue un regalo de tu tatarabuelo, y así fue pasando de generación en generación hasta llegar a tus manos, entonces el significado cambia. Ya no es un simple bolígrafo, por la historia que existe detrás del mismo.
"Un ulterior punto de encuentro entre la semiótica y el estudio de los objetos se refiere a las pasiones y a la estesia que devienen de la función comunicativa inherente a todo diseño y que resultan de la interacción entre el material, la forma y el diseño del objeto individual". Esto quiere decir que se empezó a tomar muy en cuenta la atmósfera en la que encontramos los objetos. La experiencia del usuario al interactuar con un objeto puede cambiar considerablemente de acuerdo a este elemento. Los materiales, olores, sabores y texturas también son determinantes en cuanto al significado que se le otorga a un objeto. Actualmente, al diseñar la elección de los materiales va de la mano al tipo de usuario para el que se está diseñando. Por ejemplo, una silla. Los materiales y texturas que utilizarías para diseñar una silla para niños no son los mismos que se emplean para una silla de oficina corporativa. Todo esto cambia también al uso que se le da al objeto ya en su ambiente. La silla para niños podría ser ligera, colorida, con texturas agradables, con una forma muy orgánica. En cambio la de oficina tendría que tener elementos mucho más serios, rígidos y funcionales. "Un diseño apropiado recurre a las posibilidades que ofrecen los diversos sistemas perceptivos y que van desde la sensación térmica hasta la vista, el tacto, el oído, el gusto o el olfato, sin descuidar las posibilidades pasionales y estésicas que se pueden construir a partir de cada uno de ellos." (Jurado, 2002).
Concluyendo, la comunicación es un proceso mental que nos permite entender el proceso de percepción que vivimos a través de símbolos. Existen diferentes elementos dentro de la actividad comunicativa y su comprensión origina una interpretación propia del ser humano. Este proceso comunicativo también contiene variables que forman parte del significado y pueden ser modificadas de acuerdo al contexto en el que se encuentra nuestro objeto. El objeto está compuesto por signos y a su vez es un signo para la cultura. Todos los objetos que nos rodean, forman parte de una historia, una época o una cultura. Cada uno consta de un lenguaje propio que es capaz de comunicar y generar distintas emociones y mensajes, los cuales permiten acercarnos a un entendimiento mucho más profundo de su existencia. Sabemos que la comunicación es el conjunto de los signos, es decir, la semiótica. Esos signos definen al diseñador según su uso y aplicación en los objetos que diseñe. La semiótica en el diseño es muy importante ya que nos ayuda a conocer el discurso y la retórica que existe detrás de los objetos que utilizamos en nuestra vida cotidiana.
Bibliografía
Jurado, A. C. (2002). Redalyc. Recuperado el 18 de 01 de 2017, de http://www.redalyc.org/pdf/351/35102511.pdf