El movimiento de pobladores... una lucha de más de 40 años (Crónica Popular)

September 25, 2017 | Autor: M. Iglesias Vázquez | Categoría: Social Movements, Movimiento de Pobladores
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Descripción

Suplemento CELAC nº 4

CHILE 40 AÑOS DESPUES

MARTA HARNECKER:

El Socialismo del siglo XXI

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Editado por Renovación Editorial SL. Travesía Señores de Luzón, 1. 5º A 28013 Madrid

Sumario Chile, cuarenta años después. JOAN E. GARCÉs ……………………………………………………… pag 4 Estudiar el pasado para construir el futuro. Reflexiones sobre el Gobierno de Allende. MARTA HARNECKER ………………………………………………… pag 10 Recordar a Allende. MARIO AMORÓS …………………………………………………… pag 18 Semblanza de Salvador Allende. DOCTOR OSCAR SOTO ……………………………………………… pag 22 La política económica de los "Chicago boys" en la dictadura de Pinochet. JUAN PABLO MATEO TOMÉ. ………………………………………… Pag 24 Allende: cada septiembre huele a Chile. JOSÉ LUIS PITARCH. ………………………………………………… pag 28 La izquierda revolucionaria y la izquierda parlamentaria durante el Gobierno de Unidad Popular. RICARDO PARVEX …………………………………………………… Pag 30 Filmando el golpe de Estado. JOSÉ JUAN BARTOLOMÉ ……………………………………………… Pag 35 El presunto asesinato de Neruda. MARIO CASASÚS …………………………………………………… Pag 40 Te recuerdo Víctor Jara. MERCEDES ARANCIBIA. ……………………………………………… Pag 43 Chile, una élite sin dignidad. MARCOS ROITMAN ROSENMANN. …………………………………… Pag 48 Chile, un país esquizofrénico. XIMENA DE LA BARRA. ……………………………………………… Pag 50 FELIPE PORTALES: La concertación, complemento de la dictadura. ………………………………… Pag 55 Desencanto popular y desprestigio de la política. JUAN PABLO CÁRDENAS. …………………………………………… Pag 58 La conciencia juvenil. PAUL WALDER.  …………………………………………………… Pag 62 El movimiento de los pobladores. MÓNICA IGLESIAS VÁZQUEZ. ………………………………………… Pag 64 Marta Harnecker: El socialismo del siglo XXI. Entrevista por RAMÓN PEDREGAL.  ………………………………… Pag 66 Dibujos de ÁNGEL ARAGONESL. ………………………………… Pag 78 Cuenca del Paraná-Paraguay, un cambio silencioso EMILIO MENÉNDEZ PÉREZ ……………………………………………Pag 80

Hoy, igual que ayer, resulta imposible no parafrasear el título del bellísímo poemario de Pablo Neruda dedicado a España, en 1937, para rememorar el esperanzador proyecto en Chile de Salvador Allende de 1970 a 1973 y su brutal y sangrienta interrupción por la fuerza de las armas del general Pinochet, con la inspiración y el apoyo de los EE.UU. de Nixon y Kissinger. Socialista de una sola pieza y heredero y continuador de las mejores tradiciones de la masonería que impulsaron los aires de libertad e independencia de América Latina, Salvador Allende diseñó un camino hacia el socialismo por la vía institucional, que plasmaba en la práctica las reflexiones de Marx, Engels, Lenin y, de manera muy particular, Gramsci. En los años setenta del siglo XX, volvió a coger la antorcha de los Frentes Populares de España, Francia y de su mismo país, de cuyo gobierno formó parte como ministro de Salud siendo muy joven. Y, de la misma manera que la Rusia de 1917 lo hizo con la vía revolucionaria insurrecional, el Chile de Allende “cargó con todo el peso” de ser, en plena guerra fría, el país iniciador de la lucha contra el imperialismo mediante los procesos electorales y el Parlamento, a través de la profundización de la democracia política y social y la conquista de la soberanía económica.

Chile en el corazón, 40 años después

Solo las armas pudieron frenar su fructífero mandato. El 11 de septiembre de 1973 se convirtió en una de las más dolorosas páginas de la Historia universal de la infamia. Y el corazón de los españoles se quebró, intensa y dolorosamente, al conocer los bombardeos de la Casa de la Moneda, el sacrificio del heroico Salvador Allende, la muerte, asesinado o no, del Premio Nobel Pablo Neruda y el asalto y saqueo de su casa de Isla Negra, la tortura y muerte de Víctor Jara, y la persecución, detención y muerte de tantos y tantos desaparecidos... Y, mirando hacia atrás con ira, volvió a revivir la tragedia y el sufrimientos del pueblo español casi cuarenta años antes, cuando el golpe de Estado de Franco y sus generales traidores, frenó tan Rodrigo Vázquez de brutalmente como en Chile otro esperanzador proyecPrada y Grande to, el de la II República. CO DIRECTOR DE Cónica Popular

Aquel 11 de septiembre de 1973 fue, también, un decisivo punto de inflexión para quienes tratamos de unir la teoría y la praxis para llevar a cabo “el asalto al cielo” que cantaba la Comuna de Paris. Entre todas las reflexiones que aquellos luctuosos hechos suscitaron destacan por encima de cualquier otra, la del secretario general del Partido Comunista Italiano, el sardo Enrico Berlinguer, al que el golpe de Estado de Pinochet impulsó una profunda reflexión de la que salieron tres potentes artículos (Reflexiones sobre Italia, Tras los hechos de Chile y Tras el golpe) que fueron publicados en Rinascitá y, como corolario de todo ello, la estrategia del Compromiso histórico, frenado también a instancias de los EE.UU mediante el asesinato del líder de la Democracia Cristiana Aldo Moro. De todo ello se escribe en este suplemento especial de Cónica Popular que sale a la calle en este septiembre de 2013, tanto en su versión digital como en edición de papel. A partir de dos textos que, aunque escritos hace ahora diez años, no han perdido un ápice de vigencia, uno de ellos, de la filósofa chilena Marta Harnecker y otro, del abogado español y ex asesor del presidente Allende, Joan E. Garcés, en sus páginas analizan lo que ocurrió y lo que sucede hoy en Chile especialistas en América Latina de gran prestigio; entre ellos, Marcos Roitmann, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y miembro del Consejo Editorial de Cónica Popular, que ha coordinado gran parte del suplemento, y Mercedes Arancibia, Co Directora de Cónica Popular.

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Comunidad de Estados LatinoAmericanos y Caribeños CELAC

Consejo de Dirección RODRIGO VÁZQUEZ DE PRADA Y GRANDE (Periodista) MERCEDES M. ARANCIBIA (Periodista) Consejo de Redacción JOSÉ LUIS DELGADO GONZALEZ (Jefe de Diseño) GERMÁN GALLEGO PICÓ (Redactor gráfico) JUANJO DELAPEÑA (Redactor gráfico) ALFONSO ORTUÑO (Dibujante) RAFAEL ALVEAR (Web manager) CARLMELCHOR (Periodista audiovisual) PAULA GUERRA (Periodista) ANTONIO PIERA (Periodista) RAMÓN PEDREGAL (Escritor) MARCEL FÉLIX SÁNCHEZ (Periodista) PERU ERROTETA (Periodista) PATRICIA REGUERO RÍOS (Corresponsal) Mª ROSA DE MADARIAGA (Historiadora) MANUEL MONEREO (Analista político) JUAN PABLO MATEO TOMÉ (Economista). FÉLIX GIL (Periodista) Félix Población (Escritor y periodista). DAVID RUIZ GONZÁLEZ (Historiador). JUAN TRÍAS VEJARANO (Catedrático emérito). MARCOS ROITMANN ROSEMANN (Profesor de Sociología) DANIEL LACALLE (Ingeniero Aeronaútico y sociólogo)

Suplemento especial nº 4

Crónica Popular

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CELAC Comunidad de Estados LatinoAmericanos y Caribeños

Consejo de Gerencia ANTONIO GALLIFA (Economista) FRANCISCO LAGUNA (Economista) PEDRO MONTES (Economista)

Hace 40 años se iniciaba una larga noche para los demócratas y luchadores de izquierda de Chile y del mundo.

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Y especialmente aciaga fue para los sectores más desfavorecidos de ese alargado país, que vieron sumarse a la represión y violencia políticas, el recrudecimiento de sus condiciones económicas, fruto de las políticas neoliberales implementadas por los militares y los mandamases tras ellos. En ese caso, como en otros, la lucha no concluyó entonces, sino que tuvo que adoptar otras formas y otros ritmos. Los pobladores –los pobres urbanos, los sin casa– continuaron por otros derroteros, abriendo nuevas sendas, retomando viejos caminos, la vía de la resistencia tenaz que los había convertido en uno de los sectores más relevantes del escenario social y político de los últimos años.

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plasmó en las 344 tomas que tuvieron lugar en Santiago entre 1970 y 1973. Tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 la población –la barriada resultante en muchas ocasiones de la ocupación ilegal de sitios por parte de sus habitantes– fue identificada, por los militares, como uno de los espacios propios del pueblo y los pobladores como un sujeto que había osado erigirse en actor político, con hegemonía y pretensiones revolucionarias. Y sufrieron represalias en consecuencia. Sería difícil y largo enumerar el reguero de ignominias que debieron soportar: perseguidos por alzados y estigmatizados por pobres, se vieron forzados a iniciar un largo éxodo interior, que los llevó a revalorar las fuerzas propias, replantear las tácticas, e iniciar o retomar un camino de acumulación de energía para encarar los desafíos del presente y del futuro. Los pobladores alimentaron un conjunto de prácticas y organizaciones de tipo comunitario, encaminadas a hacer frente a los envites de la dictadura y garantizar su sobrevivencia: ollas comunes, comedores populares, huertos familiares, círculos de salud, jardines infantiles, centros culturales, comités de vivienda, grupos de ahorro, comités de deudas, talleres laborales y otro tipo de agrupaciones, configuraron una extensa y densa red de organizaciones, para atender las necesidades de trabajo, alimentación, salud, educación, así como de tipo político y cultural.

El año 1957 se produjo una de las tomas más masivas de la historia de Chile, cuyo final feliz quedó sellado en el nombre que recibió primero el provisional campamento y posteriormente la más estable y permanente población: «La Victoria». A partir de entonces, tanto con los gobiernos del liberal Alessandri y del democristiano Frei Montalva como, en mayor medida, durante el periodo de la Unidad Popular, los pobladores fueron ocupando terrenos para la construcción de sus precarias viviendas, y ganando visibilidad social y relevancia política, convirtiéndose en uno de los actores sociales más dináLA PARTICIPACIÓN DE LOS micos y entusiastas de los proPOBLADORES EN EL PROCESO DE yectos de transformación social, dando lugar a expeRESISTENCIA Y LUCHA CONTRA LA riencias radicales de configuDICTADURA CONTRIBUYÓ SIGNIración social alternativa al FICATIVAMENTE A ARREBATAR capitalismo, como las que se comenzaron a ensayar en los ESPACIOS AL AUTORITARISMO Y A campamentos «26 de enero» o MODIFICAR LAS CONDICIONES «Nueva Habana». La fuerza y radicalidad que alcanzó el PARA FAVORECER LA REAPERTURA movimiento de pobladores se DEMOCRÁTICA

Intensa participación en las protestas bajo la dictadura Fruto de ese proceso de introspección y exclusión o marginación, forzado por las nuevas condiciones impuestas por la dictadura, y de manera paradójica, los pobladores experimentaron en este periodo mayores cuotas de autonomía (dentro de la pre-

mo, lógica funcional al sistema de mercado y a la ideología neoliberal, que fue inoculada con la dictadura y cultivada después, y cuyos efectos se han mostrado más permanentes y corrosivos que las acciones disciplinantes por la vía de la fuerza. Junto con el individualismo y potenciándolo, adquieren relevancia –en parte debido a la precariedad laboral y educativa que enfrentan los sectores populares– las actividades vinculadas con el narcotráfico, que han proliferado en algunas poblaciones, induciendo dinámicas desestructurantes y contrarias a la vida comunitaria.

La participación de los pobladores en el proceso de resistencia y lucha contra la dictadura fue muy protagónica. Su arrojo, tenacidad y radicalidad (cuestionadas y desestimadas por cierta sociología “de izquierda” ) contribuyeron significativamente a arrebatar espacios al autoritarismo y a modificar las condiciones para favorecer la reapertura democrática. Sin embargo, la lógica de la transición pactada cupularmente, entre los partidos de la izquierda renovada y de centro-derecha y los militares, que se impuso sobre todo a partir de 1985, fue marginando paulatinamente a los pobladores –y a los sectores populares– de las instancias para decidir las condiciones de la transición y del futuro diseño de sociedad, algo que en realidad estaba bien atado por los militares.

Así como durante la década de los ochenta los pobladores dieron vida a uno de los movimientos sociales más vigorosos en la lucha antidictatorial, apuestan ahora por potenciarse, recuperando la capacidad de autogestión en la comunidad, proyectándose hacia la vida política y dinamizando procesos de democratización real. Existen muestras fehacientes de esa voluntad de recuperar su centralidad histórica como son los proyectos comunitarios del Movimiento de Pobladores en Lucha (MPL) y de Andha Chile a Luchar–Democrático, entre otros; la creación de una plataforma que agrupa a distintas organizaciones de pobladores –Federación Nacional de Pobladores (FENAPO)– en lucha por una vivienda, un barrio y una vida digna; o la reciente constitución de un partido político desde el mundo poblacional –«Igualdad»– que postula a una pobladora como candidata presidencial y que propugna la recuperación de la política por los de abajo. En ese proceso de fortalecimiento están, y una de las herramientas más potentes con las que cuentan es precisamente la memoria histórica, esto es, la apropiación colectiva de los procesos que los constituye en un actor significativo, que los dota de una identidad propia y que recupera su capacidad de autogestionarse y alumbrar formas más democráticas de organización.

Hacia finales de la década de los ochenta se insinuó algo que se haría evidente al poco de empezar la transición: la “democracia política” no significaría inmediatamente la “democratización social”, dos aspectos que los pobladores con sus prácticas y sus reivindicaciones habían tratado de conjugar. El retorno de la democracia significó, sin lugar a dudas, un logro para los sectores populares; pero la dinámica de la política parlamentaria, los pactos entre partidos políticos favorecidos o forzados por el bipartidismo, los tiempos de la lógica electoral y otras trabas y sujeciones sancionadas constitucionalmente convirtieron la política en una actividad elitista, alejada y de espaldas a las necesidades reales de los sectores populares. La promesa de alegría pronto se vio frustrada. La etapa de la posdictadura, que podemos prolongar hasta la actualidad, supuso el confinamiento de los pobladores a un papel secundario, contra el que han debido rebelarse nuevamente para reinstalar sus reivindicaciones y sus potencialidades como actor social. Uno de los desafíos principales de los pobladores es resistir y organizarse contra el individualis-

Revindicaciones y apuestas actuales

Las reivindicaciones persisten: a la falta de vivienda se suma la deficiente calidad de las viviendas de carácter social construidas y entregadas en los últimos 20 años; los efectos de la segregación espacial promovida por las políticas públicas; iniquidades y déficits vinculados con el sistema educativo, de salud, de transporte, de previsión social, etc. Las injusticias de un sistema profundamente desigual que se ha mostrado incapaz de generar bienestar social y que durante el año 2011 fue ampliamente cuestionado primero por los estudiantes y después por amplios sectores sociales.

Notas Cofré Schmeisser, Boris. “El movimiento de pobladores en el Gran Santiago: Las tomas de sitios y organizaciones en los campamentos. 1970-1973”; en Tiempo Histórico, Universidad Academia de Humanismo Cristiano, nº 2, septiembre 2011, pp. 133-157. Un análisis más extenso en: Iglesias Vázquez, Mónica. 2011. Rompiendo el cerco. El movimiento de pobladores contra la Dictadura. Santiago de Chile: Ediciones de la Radio Universidad de Chile.

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Comunidad de Estados LatinoAmericanos y Caribeños CELAC

Mónica Iglesias Vázquez SOCIÓLOGA POR LA UNIVERSIDAD DE BARCELONA Y CANDIDATA A DOCTORA EN ESTUDIOS LATINOAMERICANOS DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO.

cariedad característica del contexto dictatorial) en su quehacer social y político, y una mayor conciencia de su capacidad para modificar su entorno y sus formas de vida. Combinando una estrategia encaminada a la autoorganización y gestión propia de los recursos comunitarios, con una lógica reivindicativa, los pobladores reconstruyeron un entramado potente de vida colectiva al margen de la legalidad alienada, con altas dosis de legitimidad. Y fue esa efervescencia, a veces soterrada, a menudo fragmentada, la que posibilitó la intensa participación que tuvieron en las jornadas de protesta nacional que estallaron en mayo de 1983 y que se extenderían hasta 1986, pero que serían especialmente intensas los dos primeros años. La población, entonces, se evidenció como un lugar físico y social de resistencia: barricadas, hogueras, pintadas, marchas, cacerolazos, expresaron el descontento de los pobladores con la dictadura y con el nuevo régimen económico y social. La lógica comunitaria que imperaba tras las acciones poblacionales suponía efectivamente un freno a la razón individualista e instrumentalista que traían aparejadas las políticas implementadas por la violencia a raíz del golpe de Estado y sancionadas ilegítimamente por la Constitución de 1980.

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El movimiento de pobladores… una lucha de más de 40 años

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