El modelo actancial y la figura del doble en Dentro del Laberinto de Jim Henson
Descripción
El modelo actancial y la figura del doble en
Dentro del Laberinto de Jim Henson Introducción El objetivo de este trabajo es analizar la película “Dentro del laberinto” (“Laberynth”) de Jim Henson, a través de dos motivos de análisis, como son el Sistema Actancial y la figura narrativa del Doble. En los que el sistema actancial actuaría como un contenedor en el nivel narrativo-‐expresivo, a la vez que a un nivel más profundo en el semántico-‐simbólico actuaría como un continente. En este nivel se yuxtapone la figura narrativa del doble, ayudando a enriquecer la carga simbólica, llenando de sentido el relato. El motivo de análisis es la representación de una lección moral posmoderna a través de la figura del doble. Una lección sobre la responsabilidad, en la que Sarah transgrede el arquetipo femenino doméstico al no querer tener nada que ver con el hogar y las responsabilidades de adultos, como es el cuidado de un niño, a través de su figura de héroe y en contraposición al anti-‐héroe en su representación a través de la figura del doble con Sarah como el bien (el acto de responsabilidad) y Jareth como el mal (ceder a los deseos pulsantes). Sarah va a llegar, utilizando la estructura actancial como esquema fílmico y a través del trayecto narrativo, a ser esa figura de maternidad y responsabilidad de la que en un primer momento intenta huir. Dentro del Laberinto (“Labyrinth”), es una película de 1986. Su director es Jim Henson y su productor es George Lucas. Sinopsis: La película tiene como protagonista a Sarah, una chica fantasiosa quien tiene que quedarse al cargo de su hermano pequeño, Toby, para cuidarlo. Enfadada porque no para de llorar, pide al rey de los Goblins, Jareth, que se lo lleve para siempre. Al verse cumplido su deseo se dará cuenta de que eso no es lo correcto y por ello intentará rescatar a su hermano, para lo cual Jareth le dará trece horas para cruzar el laberinto que llega a su castillo y recuperarlo. Si pasado ese tiempo no lo consigue, Toby se convertirá en un Goblin para siempre.
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Análisis de la película 1. Sistema actancial El Sistema Actancial es el que construye el trayecto narrativo, pues los acontecimientos, así como los personajes del relato narrativo de la película, encajan con la reflexión de A. J. Greimas1 sobre los modelos actanciales en los que cada personaje cumple su rol actancial determinado en esta teoría y el trayecto narrativo del sujeto de la acción, Sarah, es el itinerario que tiene que seguir dentro del laberinto como símbolo del último recorrido iniciático de la infancia camino a la pubertad y el mundo adulto. Esta película se ajusta al sistema actancial en su estructura. Los actantes se corresponderían con los siguientes personajes: Sujeto de la acción: Sarah. Objeto de deseo: Toby (hermano pequeño de Sarah) Oponente: Jareth, Rey de los Goblins. Destinatario: Padres de Sarah y ella misma. Destinador: La responsabilidad del ser adulto, impuesta por el padre. Ayudante: Aunque en la historia hay tres ayudantes: Hoggle, Ludo y Sir Didymus, Hoggle será el que encarne este rol principal, pues será el que tenga una relación de lucha con el Oponente. Estos modelos actanciales van a seguir a su vez, las funciones y combinaciones de las relaciones entre los actantes definidos por Greimas. Las combinaciones de relaciones entre los actantes se dan por parejas. En la relación de deseo, incluida en la esfera del intercambio, estarían Sarah como sujeto y Toby como objeto de deseo. En la relación de comunicación, en la esfera de búsqueda, vincula a los padres de Sarah, los destinatarios, con el destinador, la responsabilidad. En cuanto a la relación de lucha, situada en la esfera de lucha, se refiere a una lucha 1
En su libro Semántica Estructural, con base en los estudios de V. Propp sobre la morfología de los cuentos populares rusos y por el catálogo de las “funciones” dramáticas de E. Souriau en el teatro.
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secundaria más allá del sujeto de la acción, en este caso entre Hoggle y Jareth. En la película la tensión entre los dos personajes se va a dar en varios momentos, en los cuales quedan reflejados que Hoggle está sometido a Jareth por el miedo, superando ese miedo justo antes de la batalla final o prueba principal de Sarah, en la que se pone directamente de su lado haciendo peligrar con ello su vida. Respecto a la tres pruebas que tiene que asumir el sujeto, la Prueba Calificante sería la primera prueba que tiene que pasar Sarah para acceder al castillo, en la cual se encuentra con dos puertas que le proponen un acertijo, que sería el examen [1]. Esta puerta está marcando la idea de dualidad que va a sostener el trayecto narrativo. Al superar esta prueba, demuestra así que tiene la cualificación de heroína para enfrentarse a las pruebas decisivas siguientes y comenzar su trayecto que le llevará a lograr conseguir su objeto de deseo. La consecuencia de esta prueba es la recepción del ayudante, y efectivamente, una vez pasa esta prueba es en la siguiente escena donde encuentra a Hoggle de nuevo y él accede a ayudarla. En esta escena vemos la sombra de Hoggle reflejada en la pared [2], como símbolo también de su ambivalencia entre el bien y el mal, pues al mismo tiempo que le ayudará, le traicionará.
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La segunda sería la Prueba Principal, que se da como desenlace del relato y es la confrontación polémica entre Sarah y Jareth. Es polémica porque se da al final de una lucha, en la que se enfrenta sola a su oponente y le destruirá por medio de la palabra. Esta prueba principal comienza dentro de la esfera de lucha del Oponente/Ayudante, cuando Hoggle se pone del lado de Sarah, teniendo así como consecuencia la liquidación de la falta antes cometida, esto es, haberla
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traicionado como ayudante al hacer que casi olvide la razón que le impulsaba a buscar a Toby, la responsabilidad. Por lo tanto, supone la victoria del ayudante sobre el oponente, la destrucción del término negativo en provecho solamente del término positivo. Tras esto, Sarah tiene un enfrentamiento directo con Jareth, la frase “No tienes poder sobre mí” supondrá el fin de la lucha y la conquista del objeto del deseo y la vuelta a casa. Esta vuelta fílmicamente pasa de un primerísimo plano de la mano con la esfera que representa lo infantil, la cual se rompe [3], a un primer plano del rostro de Sarah, una transición con un fundido encadenado que une los dos mundos, el del sueño y el de la realidad, y un plano general que sitúa a Sarah ya dentro de la casa. La Prueba Glorificante, es el reconocimiento de Sarah como héroe que ha completado su misión, rescatar a Toby. Este reconocimiento se da al final de la película, una vez Sarah se ha deshecho de los objetos que la vinculaban a la niñez emocionalmente, y se reencuentra a su vez con sus ayudantes (Hoggle, Ludo y Sir Dydimus) en su habitación, al igual que con el resto de los Goblins y se produce una celebración [4]. [Imagen 3]
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En cuanto al Trayecto Narrativo, el destino del sujeto de la acción, viene representado a través del trayecto literal del laberinto, el cual tiene que cruzar Sarah para llegar a su objeto de deseo que es su hermano, conducida por el destinador, es decir, la responsabilidad de saber que tiene que cuidar a su hermano y evitar que se convierta en un Goblin. A través de ese trayecto y las pruebas a la que se verá sometida llegará a su destino final, que no es solamente conseguir ese objetivo –Toby-‐, sino su desarrollo personal, alcanzar su verdadera identidad: Sarah adulta.
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El trayecto narrativo es un viaje que hace que Sarah niña se convierta en Sarah mujer, por ello el reloj tiene una importancia en el relato como “paso del tiempo” y se verá en distintos momentos de la película. En la escena en que ella está en el campo y tiene que volver a casa para “ser responsable” el reloj le recuerda esa responsabilidad [5], así como el reloj usado por Jareth para poner un tiempo límite en que va a tener que alcanzar su objetivo. También en este refuerzo de la prisa por madurar lo refleja la madrastra cuando le dice “A tu edad ya deberías salir con alguien”. En el comienzo de este trayecto, la primera escena de Sarah en su habitación va a ser clave porque presenta todo los elementos que se va a encontrar Sarah como sujeto de la acción: desde los ayudantes (Hoggle, Ludo y Sir Dydimus) a los Goblins en forma de muñecos, así como el laberinto que va a tener que superar más tarde, en su inicio como transformación a la edad adulta [6]. También van a presentar los libros de cuentos a los que van a hacer referencia a lo largo de la película y recortes de la madre que expresarían su deseo de amor idealizado, frente a la realidad, cuando en la última escena se deshaga de esos mismos recortes.
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Es destacable sobre todo las referencias a Alicia en el País de las Maravillas y a El Mago de Oz, que se traducen en escenas referidas a estos cuentos, como la caída de Sarah en el agujero que da paso a que entre de lleno en el laberinto –sería una referencia a la caída de Alicia antes de encontrarse con el Conejo Blanco-‐. En cuanto a El Mago de Oz se refleja en sus tres ayudantes. También hay correspondencias con el cuento de Blancanieves, cuando Jareth le da a Hoggle la esfera del deseo infantil, que convertirá en un melocotón –como si fuese la
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manzana de Blancanieves-‐ [7] y Sarah acabará mordiendo y desfalleciendo según lo muerda, al igual que el cuento. También existen otras pequeñas referencias a obras artísticas y otros cuentos, presentándose igualmente en la escena de la habitación, como el uso del grabado de un mundo imaginario de M.C. Escher –que luego será el castillo de los Goblins-‐ [8] o la creación de Ludo a partir del libro Where the Wild Thing Are, de Maurice Sendak.
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2. La figura narrativa del doble En cuanto a la figura narrativa del doble, voy a tratar esta figura en cuanto a su valor simbólico y en relación con el imaginario social, en el cual Sarah tendría su dualidad en la figura de Jareth, como un desdoblamiento de sus deseos infantiles más ocultos, en relación con la idea de la irresponsabilidad y el amor platónico, no como algo positivo, sino como perdición. Esta dualidad va a ser la representación de una lección moral del imaginario social de la posmodernidad2, una lección que se basa en el ideario de que la mujer debe dejar de soñar irresponsablemente para convertirse en un arquetipo femenino doméstico, cuidadora de los hijos y responsable con las tareas del hogar. Destaca la importancia de la ambivalencia que hace su percepción del mundo, que se mueve entre la realidad y la fantasía al crear ese mundo fantástico en el que Sarah se va a sumergir. 2 En relación con la teoría de Roland Barthes en “Mitologías”, dentro de la corriente de análisis de los signos de lo social y su reflexión sobre la posmodernidad.
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Esta figura del doble complementa al trayecto narrativo del sistema actancial para conseguir que Sarah sea consciente de que ya no es una niña y se enfrente a su futuro como adulta, constituye la lección moral. Este doble significaría que el final de la niñez está próximo. El número dos, la dualidad, se repite constantemente a lo largo de la película, pues las pruebas que tiene que pasar se basan en tomar una decisión correcta entre dos aspectos -‐en dos ocasiones es la elección entre dos puertas [9]-‐, reforzando constantemente la idea de tensión entre identidad y alteridad. Pero esa dualidad también se refleja en la escenografía, con el número par presente, que también ayudan a enmarcarla [10]. [Imagen 9]
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Una escena esencial es la escena del baile, donde Sarah está a punto de rendirse a él. Es el momento previo decisivo donde ella tiene que decidir de nuevo el camino que tomar. Comienza con un encabalgamiento sonoro y una transición en fundido encadenado, en la cual ella se va a ver a ella misma reflejada en sus sueños de infancia correspondientes a los elementos que había en su habitación, como la bailarina, y se va a ver vestida como tal. Se sumerge en un sueño que le lleva a un baile de máscaras, donde se confrontan con un plano contra plano y ella parece carecer de voluntad, que es lo que refleja Jareth –la toma de decisiones-‐. Cuando se da cuenta de que algo no va bien y quiere huir, se tiene que enfrentar con un espejo, que no la refleja tal y como es, sino que la deforma [11] y lo rompe para acabar con ese sueño. Entra en un segundo mundo en el que tiene que volver a romper el espejo porque la imagen de ella misma cargada con sus juguetes de niña pequeña tampoco es ella, es contra lo que se está enfrentando [12].
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[Imagen 11]
[Imagen 12]
El reflejo de Sarah en el espejo está en relación con la alteridad, su relación con el Otro, que al mismo tiempo es ella misma, y se va a dar a lo largo de la película. El primer encuentro con su reflejo se da en la primera escena de su habitación. En este primer momento con el objetivo de reafirmar su imagen como niña, observada por la figura de Jareth colocada justo paralelo al espejo [13], así como al final de la película, termina igualmente mirándose al espejo y guardando todas las cosas que había a su alrededor que le recuerdan a esa infancia que ya ha dejado atrás. En este caso se mira en el espejo reafirmando lo que ya es. También hay otro momento justo antes de decir las palabras que hacen que Toby desaparezca, comienza a contar la historia del rey de los Goblins y lo hace frente al espejo, porque ya no es ella misma, sino su alteridad. [Imagen 13]
[Imagen 14]
Si comparamos el primer encuentro de Sarah y Jareth con el encuentro final, encontramos variantes: La primera vez que se encuentran Jareth y Sarah, su enfrentamiento sucede en un plano contra plano de la mirada de un personaje a otro: sombras – luz – sombras – luz: está reflejando con ello que es un objeto oscuro de deseo [15]. Esa
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sombra proyecta es símbolo inequívoco de alteridad, e incluso se funde con la propia persona de Sarah antes de aparecer Jareth en escena [16]. [Imagen 15]
[Imagen 16]
En el enfrentamiento final, antes de enfrentarse cara a cara, se ve de nuevo la dualidad cuando ella está de pie y Jareth está boca abajo justo debajo de ella, como si se tratase de un espejo [17]. Hay también un momento que le atraviesa, fundiéndose, cuando dice “he hecho todo por ti”, pero una vez se enfrentan de nuevo ya no hay sombras fundiéndose con ella, ni siquiera en él. Es también reseñable la dualidad de Jareth como humano y a la vez como animal, pues se convierte en lechuza, un animal nocturno que la observa tanto al principio –está con ella en el campo-‐ como al final de la película a través de la ventana, en la distancia, siendo testigo de la escena. [18] [Imagen 17]
[Imagen 18]
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Conclusiones: Lo que en un principio podría parecer que al hablar del cambio de Sarah niña a Sarah adulta se vería reflejado en la pulsión sexual –Jareth en sombras al principio-‐ en realidad es un rechazo de la Sarah adulta a este aspecto, centrándose en el hogar. Posiblemente también podría hacerse una revisión de esta película a través de estos modelos femeninos que representa a lo largo de la película, por su estrecha relación que hacen de ella con los cuentos de hadas y su cambio de actitud del principio al final. Aún así he querido centrarme en el Modelo Actancial y la Figura del Doble por creer que tiene una carga más simbólica en esta película. Me parece destacable también esa dualidad que llega a ser repetitiva de principio a fin, sobre todo en una película que está destinada justo para ese público infantil/adolescente, reflexionando sobre esos aspectos por los que todos hemos pasado en la pubertad, donde uno decide quién es y quién quiere ser, por eso esta dualidad o cargaba de significado el trayecto narrativo del sistema actancial, porque es exactamente esa ambivalencia lo que le hace llegar a conseguir su verdadera identidad.
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