El marco teórico del cepalismo en el desarrollo de su primera década (Parte 1)

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Descripción

Maestría y Especialización en Economía Política con mención en Economía Argentina

TRABAJO FINAL ESPECIALIZACIÓN: Proyecto de Tesis + Estado del Arte

El marco teórico del cepalismo en el desarrollo de su primera década

Lic. Mariano Arana

Buenos Aires, 06 de 2013

Contenido Desarrollo del tema y su relevancia ...................................................................................... 1

1.

1.1 Justificación......................................................................................................................... 3 2.

Indagaciones preliminares ...................................................................................................... 5

3.

Objetivos de la investigación ................................................................................................ 6 3.1 Objetivos de contenido ........................................................................................................ 7 3.2 Objetivos de método............................................................................................................ 8 Hipótesis ................................................................................................................................ 8

4.

4.1 Ampliación de la hipótesis principal ................................................................................... 9 4.2 Hipótesis auxiliares ............................................................................................................. 9 Marco teórico ...................................................................................................................... 10

5.

5.1 Fundamentos del método .................................................................................................. 10 5.1.1 Epistemología, historia e interpretación ..................................................................... 12 5.1.2 Estructura metodológica ............................................................................................. 15 5.2 Síntesis metodológica........................................................................................................ 15 6. 7.

Síntesis del estado del arte .............................................................................................. 17 Contribuciones de la tesis .................................................................................................... 18

Bibliografía ................................................................................................................................. 20

1. Desarrollo del tema y su relevancia La historia del pensamiento económico muestra la relevancia del contexto histórico donde se imprimen los textos que pretenden teorizarlos. Las realidades forman pensamiento al tiempo que son influidas por sus resultados. El pensamiento económico en América Latina no está exento de tales generales. Sin embargo una parte de la literatura sobre los temas específicos a los que se han dedicado varios autores latinoamericanos se ha empeñado en eludir dicho pensamiento, unas veces excusando falta de los formalismos comúnmente seguidos por las convenciones académicas- otras veces por considerar que la política económica y el estudio de la historia son aspectos separables de las aproximaciones teóricas -que son sin teorías- y por lo tanto, doctrinarios en su acepción de mera opinión. 1

Es fundamental reconocer las diferencias en los procesos económicos regionales y nacionales inmersos en un contexto mundial y por lo tanto son necesarios abordajes específicos como componentes de teorías generales. De este modo, las formas de teorizar del modo de acumulación capitalista deben observarse tanto en sus aspectos centrales como en los auxiliares. Es preciso advertir que las formas de acumular en los países centrales son las dominantes y por ello aparecen como las formas generales. Así, la historia del pensamiento del desarrollo, nos permite comprender mejor al sistema en su conjunto y resulta indispensable para el estudio de las economías “subdesarrolladas”. En América Latina, las teorías del (sub) desarrollo surgieron con fuerza en el marco de las economías de posguerra, las reconstrucciones de economías nacionales y los incrementos sostenidos de productividad, que abrazaron al concepto desde diversos abordajes, cambiando el contenido y la forma de pensar la región. El desarrollo como concepto posee diversos significados y sigue siendo tema de controversia según el marco teórico donde se lo quiera investigar. Es así que para lograr una significación del “desarrollo” deberemos construir un marco teórico y ponerlo a prueba. El desarrollo a la luz de la historia del pensamiento económico cobra otro significado debido a que rara vez, en esta disciplina, se acostumbra a trabajar por problemáticas, sino que generalmente se hace cronológicamente y a través de una mirada interna del desarrollo de la ciencia. Esto produce otra dificultad interpretativa de las teorías del (sub) desarrollo latinoamericanas. Por un lado su componente político1 y su difuso marco teórico. Por otro lado, las dificultades propias de realidades nacionales dispares que en conjunto su escasa visión como sistema de ideas, han contribuido a la concepción protodisciplinar pre-científica y por lo tanto, sin valor al estudioso actual. Es por ello que debemos ordenar nuestra conversación con sus textos y contextos en distintos niveles:

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Así Furtado refiriéndose a las diferencias entre las luchas de clase en los países centrales y las condiciones

de las masas urbanas en los países periféricos indica “Se trata [en el primer caso] de un problema cuya solución se va encontrando en el campo de la técnica, al paso que en el caso latinoamericano la solución tiende a ser eminentemente política. Las grandes masas subempleadas de las ciudades latinoamericanas aspiran a empleos que el sistema económico no está creando en cantidad suficiente, razón por la cual constituye un creciente problema de orden político.” (Furtado, Hacia una ideología del desarrollo 1966, 386)

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desde aquel más abstracto como sus categorías y métodos, hasta aquellos más concretos como las propuestas de política. Es menester preguntarse si aquello constituye un aspecto central para contribuir al conocimiento económico en una región, ya que al caracterizar primero la cuestión regional, se está poniendo automáticamente detrás al resto de las constituciones teóricas. ¿Conoceríamos menos de nuestros procesos económicos al prescindir de las contribuciones cepalinas de la década del 50? Parece obvio que todos estos autores han puesto en relieve su condición de escribir regionalmente y por lo tanto a la pregunta ¿son los aspectos regionales aquellos que deben primar para el historiador de la ciencia? Nos la han respondido de antemano, sin embargo es un aspecto del cual debemos dejar registro y continuar. 1.1 Justificación Parte del pensamiento económico latinoamericano reitera, importa teorías que rara vez logran coherencia con la realidad regional, nacional y sus relaciones internacionales. El hecho que sea relativamente sencillo identificar la producción regional es parte una muestra de la importante (pero escasa) producción en varios aspectos teóricos de las competencias de la Economía Política. Es difícil encontrar producción teórica regional que no sea una mera adaptación o imitación, a la producción en EE.UU., Francia o Gran Bretaña. Y en los casos donde se las encuentran, parecen formar parte hoy del contorno de la periferia. Es preciso entonces realizar esfuerzos para explicar otros aspectos especiales de nuestra realidad y poder teorizar sobre ello. Una revisión liviana de la literatura muestra que siempre podemos encontrar aspectos originales aislados y no sistemáticos sobre problemas económicos. Nuestro problema, por el contrario, se encuentra en la relación sistemática de aquellos aspectos del marco teórico a través autores vinculados institucional o intelectualmente a la CEPAL2. 2

En principio debemos señalar que los autores de mayor actividad intelectual e influencia son Raúl Prebisch

(Argentina) y Celso Furtado (Brasil). Ambos autores han sido trabajadores institucionales de la CEPAL y a través de ella, han publicado numerosos trabajos de corte estructuralista. Ambos autores han participado de una u otra forma en la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) y han publicado una serie de libros y artículos discutidos internacionalmente. Es importante señalar que son autores de gran actividad intelectual durante el período elegido entre mediados de la década de 1940 y principios de la década de 1960 y han participado de distintos procesos de políticas públicas en sus respectivos países. Por todas estas referencias han sido foco de atención de muchos teóricos del desarrollo

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¿Por qué estos marcos teóricos? Tal vez, a raíz de la crisis emergida en 2008, se podría admitir que estamos frente a una tercera crisis de la ortodoxia. La historia ha mostrado que en cada crisis sistémica, la hegemonía intelectual dominante ha declinado y se han abierto espacios de disputas del saber convencional sobre la Economía Política. Así ha sucedido en los albores de la revolución industrial, en el período de las revoluciones de 1848, hacia fines del siglo XIX con los cambios en la gestión de las organizaciones y, por supuesto, en el período de entreguerras, la “edad de oro” y el neoliberalismo imperante al menos- hasta estas fechas. Claro, los cambios no son automáticos ni lineales3 sino discontinuos. Algo ha sucedido con las teorías estructuralistas y dependentistas en América Latina posteriores a la crisis de industrialización por sustitución de importaciones durante la década de 1970 donde el neoliberalismo ha desplazado muchos espacios ocupados por ellas. Construir sobre lo general resulta problemático, y con ello se suman dificultades propias de encontrar estas especificidades. Lo “general” tiene apariencia de dato: el marxismo, el “volver” a Keynes, el monetarismo, mainstream, etc. ¿De qué forma aplican, en democracia, las tesis modernas monetaristas a economías con mercados de capitales irrelevantes? ¿Cuándo, en América Latina los conflictos bélicos han sido causa de recuperación económica? ¿Cuándo han sido tan relevantes los conflictos bélicos como para crear una regularidad sobre ellos? ¿Qué pueden decir las teorías de la oferta sobre las bondades del ahorro externo transferidos a esta región durante los años 1970 hasta la actualidad? Incluso ¿Qué puede decir el corto plazo sobre las deudas públicas en ese mismo proceso? Siquiera parece probable testear con certeza la tendencia a la caída de la

en el resto del mundo. Asimismo, como lo demuestra la literatura económica regional, no solamente estos autores han publicado en diversos medios, sino que otros investigadores han seguido sus líneas teóricas y ya forman una parte de la historia económica latinoamericana. Asimismo han sido investigadores que mantuvieron estrechas relaciones con el mundo académico fuera de sus países y por lo tanto, si hubo una transmisión de ideas hacia el exterior de forma relevante, no es posible dejarlos a un lado. 3

El concepto de evolución teórica es cuestionado en este sentido, no debido a su definición formal

(Desarrollo o transformación de las ideas o de las teorías), sino porque ha sido utilizado como sinónimo de progreso.

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tasa de ganancia entre tan diversos países, tan diversos movimientos y tan pobres contabilidades nacionales4. El reconocimiento de teoría e historia como unidad y parte componente del marco teórico, permite dar una serie de respuestas a estas circunstanciales preguntas. Es hoy que pasamos de ver al sistema financiero mundial destrozado parcialmente, y recuperando terreno a costa de hundir las finanzas públicas de diversos países del mundo (quienes habían dado el puntapié inicial para alimentar a los nacientes mercados de capitales). ¿Cómo las formaciones subdesarrolladas del capitalismo moderno han evitado momentáneamente pagar ese costo? El crecimiento y las mejoras sociales en un mundo en picada ¿Es prueba o contraprueba de las tesis de la dependencia? ¿Cuáles han sido las alternativas teóricas relevantes y cercanas a los sucesos inflacionarios? ¿Es una práctica común contemplar el estudio de las realidades sociales sin referencia directa o indirecta a las tesis del cepalismo? ¿Qué ha sucedido durante los 90s que provocó la esterilización de prácticas discursivas tan arraigadas en las economías latinoamericanas? Las preguntas son circunstanciales, pero son aquellas que inspiran comenzar por el inicio de las teorías que pretenden darle un marco teórico a realidades diversas como las que suceden en América Latina. 2. Indagaciones preliminares El trabajo consistió en la realización de una compilación y revisión bibliográfica y de indagación en diversos espacios de discusión (congresos y seminarios). Los materiales de los autores están publicados principalmente en libros y artículos de revistas científicas, generalmente disponibles en estas latitudes y sucede algo similar con la mayoría de las publicaciones de su referencia por otros autores, principalmente revistas como Desarrollo Económico, El Trimestre Económico, Revista de la CEPAL, pero también en publicaciones de medios en lengua inglesa como Latin American Research Review, Journal of Economic Issues, Social and Economic Studies, The American Economic Review, Journal of Latin American Studies, etc. Encontramos que el debate sobre la CEPAL ha tenido, al menos, dos tendencias dominantes: la de ser textos regionales y la de estar comandados por los mismos autores

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Hasta la creación de la CEPAL no existiría una imagen unificada de las cuentas nacionales para América

Latina.

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vinculados a la institución. Las pruebas del diálogo regional se encuentran en el volumen de publicaciones de revistas científicas5 entre México y Argentina (pasando por diversos lugares entre los que se destacan Colombia y Brasil), en la práctica ausencia en revistas de la historia del pensamiento económico y en la casi inexistente formación de los manuales de historia del pensamiento económico. Por otro lado, los autores que han pasado por la CEPAL, han dirigido el diálogo mostrando diversos modos de encarar el tema o concepto del desarrollo, e incluso se han conformado en sus historiadores. Una característica relevante de la institución ha sido su empeño en registrar su propio desarrollo como acreditan los trabajos de CEPAL (1969, 2000), Fernando H. Cardoso (1977), Sunkel y Paz (1979), Octavio Rodriguez (1980, 2001), Calcagno (1989), Bielschowsky (1998, 2009), Di Filippo (1998a, 1998b, 2009), o Hofman y Torres (2008) e incluso la producción de manuales como el de Castro y Lessa (1973) entre otros. En esta búsqueda hemos enfrentado el problema de la discusión sobre el abordaje historiográfico, amplificado para una disciplina que recibe escasas miradas, como es la historia del pensamiento o de las ideas. De este modo, el debate ampliado a otros lugares de la Economía Política muestra hasta el momento que las interpretaciones del pensamiento contenido en la CEPAL aparecen unas veces como un pensamiento dominante que tuvo la tarea de abrirle camino a la “economía moderna”, o como formas específicamente locales subordinadas a teorías generales que han puesto en evidencia ciertas particularidades regionales. También encontramos la acusación de haber sido formas ideológicas condenadas al fracaso por su evasión del estudio del Estado y las relaciones de producción. Otros acusan a la CEPAL de no haber producido un discurso lo suficientemente potente como para explicar el curso de las realidades latinoamericanas con el advenimiento del neoliberalismo o en otro extremo, su defensa mediante el rescate escolar de ciertas ideas que mantienen vigencia. 3. Objetivos de la investigación El presente trabajo pretende contrastar la especificidad de un marco teórico del desarrollo en Latinoamérica, para lograr un caso de estudio para otros abordajes sistemáticos sobre la historia del conocimiento económico en general y del desarrollo en particular.

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Aunque es más exclusiva de la región -como era de esperarse- la disponibilidad de libros.

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3.1 Objetivos de contenido Analizar el tratamiento del (sub) desarrollo latinoamericano en los principales medios (libros y revistas científicas) de difusión de conocimiento. 1. Delimitar el objeto de estudio. o Generalizar un marco teórico, observando las regularidades del cepalismo a la luz de otros abordajes científicos mediante una crítica las formas tradicionales de historiar el pensamiento económico. o Revisar dicho objeto de estudio a través del abordaje de las obras de los autores institucionales de la CEPAL y de lo que se ha escrito sobre ellos, desde sus inicios hasta 19616. 2. Describir el tratamiento realizado por los referentes del estudio del (sub) desarrollo (estado del arte). o Estudiar los ejes de debate en torno a la hipótesis principal. o Comprender cuáles han sido los autores y textos más relevantes durante el período analizado. o Significar el debate en términos internacionales, regionales y nacionales (Por ej. las relaciones entre el estructuralismo y las teorías institucionalistas, entre otros, han sido objeto de estudios sistemáticos). 3. Comprender las relaciones de un abordaje teórico específico y uno general. Estudiar su coherencia histórica, lógica, metodológica y política. o Caracterizar las regularidades económico-políticas de la época. o Registrar los grados de vínculo entre los contribuyentes teóricos (asimilación y diferencia).

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El período en cuestión se refiere principalmente a la década donde el cepalismo desarrolla su núcleo

analítico, por un lado, y por otro resulta de aquel proceso de posguerra en los principales hechos relevantes para la región y el mundo. Asimismo, la teoría recibirá críticas relevantes en al década posterior, por lo que de encontrarse dicho marco conformado previo a dichas críticas nuestra hipótesis estará contrastada, es decir, desde la publicación del “manifiesto latinoamericano” hasta 1961, año que marcó la continuidad institucional de la CEPAL. En marzo, el discurso de J. F. Kennedy sobre la “Alianza para el Progreso” y en agosto, la Conferencia de Punta del Este.

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3.2 Objetivos de método 4. Realizar mapa conceptual (esqueleto de la tesis presente) teniendo presente la unión entre teoría e historia. 5. Determinar mediante diversas analogías en la historia de la ciencia, el rasgo, la regla y el caso de esta producción científica en relación a otras7. 6. Expresar el límite historiográfico y epistemológico. De las indagaciones preliminares resulta que tenemos tres problemas: el primero es el de construir el objeto de estudio mediante el marco teórico, el segundo es el de caracterizar los niveles del debate internacional, regional y nacional, y finalmente, el de cumplir con el objetivo de elucidar el carácter teórico de la CEPAL en sus primeros años. De esta manera, el trabajo posee un objetivo compartido con trabajos existentes pero difiere significativamente de ellos al hacer explícito su abordaje metodológico y en segundo lugar, al ampliar el objeto de estudio debido a que el estado del arte resulta incompleto cuando sólo se miran los discursos dominantes internacionales, eludiendo a la región, o en su defecto, sólo se observan los debates regionales y nacionales sin tener presente el poder ejercido por las instituciones académicas, representantes de nuevas hegemonías políticas en disputa. 4. Hipótesis La hipótesis de investigación plantea la existencia de una especificidad teórica sobre el (sub) desarrollo durante los años que van desde fines de 1940 hasta inicios de 1960 en América Latina8.

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Procedimiento que sigue el método expresado por Samaja (2012).

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Sería una tarea menor demostrar que las condiciones de desarrollo en Latinoamérica son distintas de las

del resto del mundo, pero no lo es mostrar que por ello el contexto impulsa a una forma de pensar los procesos económicos distintos a aquella pensada en otras regiones. Claro que es una pregunta que muchos otros autores ya han intentado responder de diversas formas (Sunkel, Di Filippo, Rodríguez, Love, Bielschowsky, etc.) y no pretendemos desconocer sus aportes, sin embargo la tarea requiere un esfuerzo adicional.

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4.1 Ampliación de la hipótesis principal El tratamiento actual del cepalismo no permite identificar plenamente sus aspectos centrales como marco teórico alternativo. El estudio de la historia del pensamiento en torno a la CEPAL que predomina es el que ha sido abordado de forma analítica; por un lado, al fragmentar los procesos de producción, justificación y difusión del conocimiento, por otro al romper el esquema de discursos interno y externo a la nación y región. La caracterización del cepalismo cambia acorde a su abordaje epistemológico. Existieron diferenciales regionales en América Latina que hacen a la naturaleza del método de estudio de las ideas y sus diferencias con las economías centrales; existe una aproximación latinoamericana. 4.2 Hipótesis auxiliares El marco teórico está definido por la relación entre el objeto, el método de estudio y su contexto. Es en este sentido que se construye un marco teórico específico: 

Este marco teórico se afirma en relación a los hechos económico-políticos.



El marco teórico es una categoría más amplia que la unidad conceptual de las teorías analizadas como elementos constituyentes de una coherencia científica.

La constitución del marco teórico del cepalismo se produce durante la década que sigue a El desarrollo económico de América Latina y algunos de sus principales problemas publicado en 1949. Los abordajes actuales han sido insuficientes para la construcción de un marco teórico contra el que contrastar la existencia de una formación específica. Existe una ruptura de los objetos de estudio expresados en 

los conceptos y elementos centrales del pensamiento económico de la época,



de los métodos de estudio de los procesos económicos y de las realidades latinoamericanas,



con los discursos al interior de la Nación,



con los discursos al exterior de la Nación, donde resulta una emergencia discursiva diferente en América Latina.

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Dichas rupturas dan como resultado una específica configuración teórica sobre los procesos que competen a la Economía Política: producción, cambio, acumulación, distribución y consumo. 5. Marco teórico Partimos de la discusión epistemológica como parte de, al menos, dos abordajes generales. La postura clásica (o hegemónica) y la alternativa. La epistemología clásica ha estado orientada al estudio de la historia interna de las ciencias, de su lógica y sus metodologías, mientras que la epistemología alternativa ha observado la historia de la ciencia a la luz de los procesos político-sociales, es decir, alejándose del discurso lógico-metodológico. Es necesario caracterizar al cepalismo en un lugar entre la perspectiva clásica -que mira la historia al interior de la ciencia- y la epistemología alternativa- que la observa desde afuera-.

Debemos advertir que el propósito del estudio incide sobre su método. Por un lado el propósito se vincula con el objeto y éste no tiene ilimitadas maneras de ser estudiado. Si admitimos que el propósito del abordaje histórico está en relación a una mejor comprensión del objeto, los conceptos, los métodos y sus resultados, entonces nuestro propósito no difiere en última instancia del de la Economía Política y, al ser ésta una ciencia social y por lo tanto histórica, las interpretaciones son ineludibles y aunque así lo fueran, sería poco deseable eludirlas debido al contenido político que intrínsecamente tiene cualquier compartimento de las ciencias sociales. 5.1 Fundamentos del método La epistemología es la rama de la filosofía que estudia al conocimiento científico, esto es, las teorías del conocimiento aplicadas sobre la realidad de la ciencia. En dicho campo surgen necesariamente las legitimaciones de los distintos discursos científicos capturados por los epistemólogos como sujetos que interpretan determinados conocimientos. Es interesante señalar la contradicción en la relación y el discurso crítico del abordaje epistemológico, que, en términos formales, se traduce en una división del abordaje epistemológico: un discurso, para legitimarse como científico, debe corresponder a quienes han de dictar su cientificidad. Éstos no están fuera de un contexto singular y por lo tanto no son individuos aislados del resto del desarrollo social. En segundo lugar, el 10

desarrollo de la ciencia -debido a las capacidades para actuar con información abundante, formas de financiamiento restringidas, variedad de problemas sociales y cambios en los sectores de poder- ha creado diversas formas de comunidades científicas alejando el estudio de contribuciones de los individuos al problema de la institucionalidad de los discursos. El conflicto de la legitimidad de las teorías científicas se sintetiza en el debate entre a) la universalidad, formalización y ahistoricidad de los discursos económico-políticos, y b) del contexto y estructuras atravesadas por lo político social, de ese conocimiento. De esta forma, llamamos epistemología ampliada a aquella que está ubicada entre la perspectiva clásica (a), que mira la historia al interior de la ciencia y la alternativa (b), que observa la ciencia desde afuera. Esta corriente permite pensar la actividad del científico social como una actividad política orientadora de medios hacia fines; en permanente conflicto. Es una actividad política en sentido de la transformación que el científico espera actuar sobre la realidad, operar sobre ella en un ámbito de polémica entre poder y saber; por lo tanto, es una actividad más de la política. Sin embargo, si los valores legítimos son aquellos que pretenden juzgarla a través de la “ahistoricidad, forzocidad, universalidad, formalización y neutralidad ética”, resulta evidente que el aspecto político queda esterilizado y el esfuerzo por comprender los procesos sociales que permitieron o actuaron para que un discurso domine el saber científico, dejaría de ser parte central de las teorías. Podríamos decir que la contradicción no encuentra su solución en la idea de una epistemología ampliada, es ella la que encuentra en el proceso real del comportamiento científico su necesidad de explicar9. Pero el conflicto no termina en esta síntesis, sino que se vuelve a poner en evidencia: la ciencia -como proceso emancipador- se ve condicionada por propósitos más mediatos y no necesariamente transformadores de la realidad. ¿De qué forma puede escapar la epistemología a estas generales de los discursos científicos? ¿Por qué ha podido escapar –si lo ha hecho– a dichas generales? ¿Cómo se ha vuelto crítica? Si como señalara Juan Samaja, “La investigación científica de los

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Resulta un hecho evidente en el plano de la transmisión de ideas que el cepalismo ha marcado un

contrapunto en los debates de la Economía Política, asimismo, aunque menos evidente dicho discurso ha estado lejos de quedarse en el plano de las ideas y se ha plasmado en todas las direcciones políticas posibles: desde la dimensión doctrinario-académica (impartiendo cursos, manuales, etc.), la dimensión de la política pública (gobiernos nacionales, instituciones supranacionales, etc.), hasta los vínculos con dependentistas donde la lucha de clases cobra centralidad, además, sobre los partidos políticos de izquierda.

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métodos deberá comenzar, entonces, por renunciar a un último e insidioso dogma: el dogma del método científico” (Samaja, Los caminos del conocimiento. 2003, 6) ¿Cómo resolver dicha contradicción? Si el método es pilar de “lo científico” ¿cómo pretender hacer ciencia sin método? Acorde al análisis de Foucault (1998), ¿de qué modo se consolida el “saber de observación”? ¿No son las comunidades científicas “instituciones de secuestro” también?10 5.1.1 Epistemología, historia e interpretación Por un lado se nos presentan los problemas acerca de la forma en que historiamos conocimiento científico y por otro, de la forma en que lo estudiamos. Podríamos decir, el problema del historiador y el problema del epistemólogo. Los que realizan el inventario y quienes lo observan críticamente. Foucault ha realizado una crítica a las formas contemporáneas del estudio de las ideas, buscando una alternativa a los conjuntos de actuaciones verbales que no están ligadas por lazos semánticos, lógicos, ni psicológicos, aunque lo estén en el plano de los enunciados (Foucault, La arqueología del saber 2008, 151). Ideas y materialidad parecen estar en extremos opuestos. La crítica a ciertos marxismos académicos que suponen la impresión de las condiciones económicas en las formas de conocimiento; aunque para que existan relaciones de producción, además de las relaciones económicas, es preciso que existan relaciones de poder y formas de funcionamiento del saber (Foucault, La verdad de las formas jurídicas 1998, 63). Esta búsqueda pretende ir más allá de las aproximaciones clásicas y alternativas. A la luz del párrafo anterior es interesante preguntarse si, para dar cuenta del surgimiento de una forma novedosa del pensamiento económico, ¿es preciso responder a las preguntas tradicionales de la historia en cuanto a periodización, contexto, continuidad, vínculos, influencias, tradiciones y obras? ¿Nos indicarán cómo se ha realizado esta formación de discurso? ¿Nos darán razones adicionales para responder al porqué se forma? ¿Es posible o deseable descartar al contexto, sus abordajes epistemológicos y la relación que ocupa el

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Foucault llama “instituciones de secuestro” a las instituciones desarrolladas en el siglo XIX “cuya

finalidad es la inclusión y la normalización” (Foucault, La verdad de las formas jurídicas 1998, 57) en función de una regulación del tiempo de trabajo.

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sujeto en ese contexto (tradiciones, influencias, legado)? Todos ellos parecen ser lugares comunes para la historia del pensamiento y la epistemología ampliada. Los métodos para fijar creencias, al relacionar la investigación, la filosofía, las tradiciones, las imitaciones y las instituciones científicas, nos aproximan de similar forma a esta cuestión y agregan dimensiones particulares de las relaciones entre los métodos (Estado, bio-comunidad, etc.) (Samaja, Los caminos del conocimiento. 2003). Si reconocemos las relaciones que se establecen entre el objeto de estudio, su método y el propósito social de la investigación científica en ciencias sociales, encontramos que el propósito del abordaje histórico –por caso, la historia del pensamiento económico- está en relación a una mejor comprensión del objeto, los conceptos, los métodos y sus resultados. Entonces nuestro propósito no difiere en última instancia del de la Economía Política. Al ser ésta una ciencia social y por lo tanto histórica, ¿es posible eludir las interpretaciones? Existen al menos, dos vías a través de las cuales diversos abordajes científicos han querido esquivar el problema interpretativo: por un lado, el positivismo y por otro, la dialéctica de la naturaleza. El primero de los casos ha pretendido quitar el componente histórico de las condiciones de verdad científica, en el segundo caso se ha puesto a la historia sobre un carril predeterminado. Ambos extremos comparten el desprecio de las acciones humanas en el cambio programado. En otro momento hemos mostrado cómo la economía no es sino por su historia (Arana, Apuntes sobre el pensamiento económico y su historia. 2010a), debido a que no es posible comprender la conformación contemporánea de conceptos, objetos y métodos sin conocer su desarrollo, desde variados puntos de vista: epistemológico, político, pedagógico, etc. Aunque hemos hecho especial hincapié en su carácter no-evolutivo (Arana, De la Economía sin caracteres al carácter social de la Economía Política 2011). Ahora nos corresponde afirmar que su historia no es sino por la Economía Política. Si estamos discutiendo las posibilidades y la necesidad de quitar el elemento interpretativo de todo el proceso, tuvimos que haber creado o tomado los objetos de estudio de la Economía Política, discutir su alcance y sus límites, conocer su estrategia, su propósito. La sola existencia de un compartimento social denominado Economía Política11 nos hace referencia al estudio de lo que se ha denominado dentro de la ciencia y ello no puede

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También incluimos a la economía a secas como componente del compartimento más general. Para una

aproximación a la discusión sobre la separación de las ciencias sociales consúltese Wallerstein (2006).

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escapar al estudio de la conformación de objetos y sus métodos, reglas de construcción, coherencias, regularidades, etc. Es decir a su abordaje epistemológico. Mirar la historia de la ciencia será un acto de darle un sentido y un significado sobre la construcción de ese conocimiento. No pretendemos separar las aguas entre la epistemología clásica y su historia interna de la ciencia con la epistemología alternativa y el estudio de su contorno. Estamos dispuestos a estudiar el contexto de descubrimiento así como el contexto de justificación (aplicación, explicación, etc.). La contradicción se traduce del siguiente modo: Si partimos de enunciados dados es porque los han elegido por nosotros, están allí por alguna razón. Esos discursos fueron interpretados. Su materialidad no es una casualidad de la historia12. Entendemos que no será posible comenzar por otros sitios, es el material inmediato, es una necesidad. Sin embargo las formas actuales de reproducción social hacen que sea imperativa la búsqueda de discursos que no han encontrado su terreno. Al carácter social de la Economía Política (y su historia del pensamiento económico) se le debe superponer su carácter político. El discurso económico no aflora como las hojas de las ramas de un árbol que buscan ser iluminadas para subsistir y seguir creciendo, ni surgen nuevas ramas formadas todas de un mismo tronco. Esta metáfora es, por lo menos, incompleta y sólo se sostiene en el nivel discursivo que crea sus propias condiciones de supervivencia científica. No tratamos de hacer una arqueología del discurso, ni de las ideas, sino presentar un componente que parece haberse perdido en el mundo y conservado en una región, en un momento. Esto requiere otra interpretación del porqué hacer historia del pensamiento económico es hacer Economía Política y viceversa. Resulta sumamente relevante para definir el sentido y el significado de la historia que escribimos.

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Por caso, la exclusión del pensamiento socialista (previo a Marx) de la “historia del pensamiento

económico” y su reemplazo por el clasismo como discurso dominante (Arana, Reflexiones sobre el socialismo antes de Marx en la historia del pensamiento económico 2010) provoca que el objeto de estudio esté equivocado, sea incompleto o al menos que debamos ampliarlo para observar las ciencias sociales de una forma sistemática.

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5.1.2 Estructura metodológica El abordaje epistemológico ampliado incluye el estudio de los contextos y de las fuerzas internas de la ciencia. Es preciso evaluar los aportes mirando la historia. La historia del pensamiento económico es la historia de la Economía Política como ciencia. Los significados de la Economía Política son ensayados acorde al desarrollo de su historia. Interpretar es un método de otorgar sentidos y significados. La historia no puede sino ser interpretada debido a sus múltiples objetos, dimensiones, factores, sujetos, etc. Las variables que juegan el rol histórico no pueden reunirse sino poniéndolas en relación y eso requiere un trabajo interpretativo. La historia del pensamiento económico posee una relación íntima y necesaria con la epistemología ampliada utilizando la interpretación como uno de sus métodos de estudio. 5.2 Síntesis metodológica Se hace necesario definir en términos generales qué es una propuesta institucional independientemente de la región, los autores y -teniendo presente el desarrollo del pensamiento desde el siglo XVIII- también de las épocas. Esto supone un abordaje contemporáneo respecto de la selección y justificación de elementos, categorías y métodos (procesos, vínculos, etc.) que limiten el objeto de estudio, es decir, que permitan crear un objeto de estudio pensamiento económico y en nuestras palabras, un marco teórico. Nos permitirá definir en términos de qué podemos estudiar pensamiento. En segundo lugar, se hace necesario encontrar esa comunidad de autores, ideas y prácticas en el contexto específico que pretendemos aplicarlo. Es entones donde el objeto de estudio debe ser teorizado, el marco teórico no será construido idealmente y luego aplicado, sino que será construido en conjunto al estudio propio de los autores seleccionados y, mediante la abstracción, será puesto en relación con aspectos comunes del pensamiento económico convencional13. Entonces la forma de abordar el problema se completa con el estudio de la historia y los procesos de abstracción selectiva atentos de incorporar elementos que la historiografía convencional no han tenido presente. Esto dará como resultado un estudio de componentes y relaciones de los marcos teóricos

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Clásicos (Neo, Neo Neo, etc.), Marx, Keynesianos (Neo, Post, etc.), Regulacionistas, institucionalistas.

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(epistemología, núcleos analíticos, proyectos políticos, etc.) donde serán estudiados los aspectos específicos de los autores seleccionados. Algunas dificultades teóricas deberán ser abordadas en el transcurso de nuestra investigación. Por un lado, deberemos discutir si los elementos analíticos como la teoría del intercambio, de la competencia, del empleo y del progreso técnico entre otros, son prueba suficiente de un aporte teórico significativo. Por ejemplo, algunos autores han afirmado que el estructuralismo posee una teoría propia del valor (Di Filippo, 2009), otros han matizado la originalidad del valor y resaltado la sistematización como elemento original (Love, 1996) y encontramos divergencias entre autores que negando la originalidad en términos de la teoría del valor encuentran coherencia teórica (Rodriguez, 2001) o la niegan (Kodric y Graña, 2011). Es preciso aclarar que el razonamiento mediante la abducción permite aplicarle ciertas reglas al rasgo para obtener un caso, es decir, que a partir de las características, descripciones, enmarcándolas dentro de aspectos generales, regularidades y teorías, obtendremos el caso (Samaja, Aspectos lógicos - epistemológicos de la ciencia 2002), es decir, la abducción es un proceso para conectar modelos con hechos. Es una operación lógica

creativa por cuanto se diferencia de la deducción que sólo se desarrolla sobre

ideas pre-existentes tomadas como verdaderas (de los casos) y de la inducción que toma la evidencia en relación a una teoría. Claro que no nos afirmará como verdaderas nuestras hipótesis, pero en ningún caso podremos partir de la pura abstracción, debemos por el contrario pretender comenzar en relación a lo concreto. También deberemos encontrar la unidad entre los autores en torno a la institución debido a que su formación teórica parece diferir sensiblemente, incluso, acorde a lo discutido para cada uno de los autores por separado14. Por otro lado, debido a que la metodología se constituye al tiempo que los objetos de estudio, podremos indagar sobre un aspecto menos controversial que el anterior pero igual de central, es decir, en qué medida el cepalismo ha constituido un aporte metodológico a la Economía Política. En este sentido pondremos en contraste las ideas de paradigma e ideas-fuerza y otras propias de la historiografía clásica schumpeteriana de la Economía

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El fenómeno del tratamiento de Prebisch acerca de sus influencias teóricas puede consultarse

contraponiendo las aproximaciones de Love (1996) con Hodara (1998).

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Política estudiadas en el estado del arte, con las propuestas en este trabajo y que constituyen el objeto de estudio. Schumpeter (1982) señala la posibilidad de escribir una historia del pensamiento que explicite el cambio histórico y citar, al mismo tiempo, sus logros analíticos. Dicho autor señala que los ambientes y cambios históricos no son su principal atención. Sin embargo, nuestras propuestas apuntan precisamente al proceso contrario. Este trabajo tiene la pretensión de tomar ambos aspectos, no sólo porque las conclusiones resultarán parciales en caso de omitir este proceso, sino porque fundamentamos que no es una aproximación posible y coherentemente aceptable desde el punto de vista metodológico para hacerlo. Es precisamente una diferencia fundamental con los trabajos existentes. Este tema se vinculará de forma central con la corriente de autores que señalará las contribuciones originales del cepalismo. 6. Síntesis del estado del arte Existe un grupo de autores que señala la originalidad del aporte teórico respecto de las teorías dominantes de la Economía Política. Observamos allí la originalidad de métodos y categorías y la moderación política como virtudes. Resaltan la superación del paradigma dominante con la utilización de recursos de la historia del análisis económico donde la visión clásica es superada, es por ello que gran parte de sus influencias apuntan al estudio de la realidad sin modificar significativamente dicho marco teórico15. Incluimos aquí los aportes de Sunkel y Paz, Norman Girvan, Alfredo E. Calcagno, Ricardo Bielschowsky, Armando Di Filippo, entre otros. Si la teoría moderna no pudo explicar siquiera el desarrollo del desarrollo, ¿el cepalismo la reformuló? ¿Produjo una ruptura teórica? El segundo grupo viene a responder parte de estas preguntas aunque es un tanto más heterogénea que la anterior. Los argumentos que comparten parecen estar destinados a la crítica de los aspectos sociales no incluidos en los primeros años de construcción teórica.

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“El rotundo triunfo del estructuralismo” de A. Ferrer, “Prebisch: Actualidad de sus ideas básicas” de O.

Rodríguez y “Vigencia de los aportes de Celso Furtado al estructuralismo” de R. Bielschowsky son algunos casos representativos.

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Se reconoce el aporte fundamental del cepalismo pero habilitando posiciones críticas que orientan sus esfuerzo por diversos caminos. En esta formación encontramos a Fernando H. Cardoso, Javier Salinas Sanchez, Octavio Rodríguez, Cristóbal Kay y María Urquidi, Joseph Love, Luiz Carlos Bresser-Pereira y Matías Vernengo. Desde una visión epistemológica generalmente clásica, sostienen la falta de ruptura y la mera transformación, adaptación que, aunque novedosa, no supera al paradigma. En términos schumpeterianos, cambia la visión sin un cambio analítico fundamental. En términos khunianos, no logra remplazar el paradigma fundamental, y en términos reales: produce recortes fundamentales para la comprensión de las nuevas realidades. Por último, el tercer grupo conformado por Ruy Mauro Marini, Eduardo Devés Valdés, Enrique Arceo, etc. se caracteriza por negar lo central del primero, principalmente a la luz de visiones historiográficas formuladas fuera de la Economía Política a través de los ejes críticos señalados por Bodenheimer y Luján (1970). ¿La CEPAL acuña teoría social con identidad regional al tiempo que es un actor de los intereses del centro? ¿Llega a ser la “agencia ideológica por excelencia” de América Latina poniendo el conflicto inter-burgués entre terratenientes e industriales, pero bajo la tutela de países centrales que pretenden seguir dominando? ¿Qué lugar le cabe a Prebisch acusado por movimientos progresistas argentinos de defender intereses de la oligarquía terrateniente en el conflicto inter-burgués entre sectores de la actividad? 7. Contribuciones de la tesis ¿Cuál es el límite del estructuralismo latinoamericano o cepalismo? ¿Es superado ese límite por un marco teórico más general? ¿Debe ser superado? ¿De qué forma? Son algunas preguntas centrales que guiarán nuestra investigación. La introducción del contexto histórico con diversos énfasis en el aspecto regional ha sido una de las principales virtudes de las formas de historiar revisadas16. Se podrá objetar que ello constituye una traba a la universalización del pensamiento y por tanto, un aspecto de su falta de cientificidad. El positivismo no admite semejante contextualización y relativismo. Claramente no será el tipo de crítica a la cual adherimos, pese a que hay

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También, otros lugares comunes son sus abordajes epistemológicos y la relación que ocupa el sujeto en

el contexto, sus tradiciones, influencias, su legado.

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trabajos que –con o sin intención– han respondido a este tipo de cuestionamientos17. De otro lado -un aspecto que sí rescataremos- se señala que se ha descuidado la relación con los discursos en el plano internacional pero sobre todo con la posibilidad que ese continente de pensamiento exista en un determinado momento de la historia y no en otra; su aspecto general. La existencia en un determinado lugar del mundo y no en otro –su aspecto específico, es decir, su carácter latinoamericano- ha sido indagado regularmente. Sin embargo, hay enfoques de los discursos que presumo poco desarrollados al interior de cada Nación y al exterior de esta región. Reconociendo el triple debate, es decir, Nación, región y mundo, preguntamos ¿Qué aspectos hacen del cepalismo un discurso exclusivo de la periferia? ¿Es el cepalismo un exclusivo discurso en la periferia? En otras palabras, ¿se trata de una teoría específica, no generalizable espacial y temporalmente? En cuyo caso, el límite está delimitado por las condiciones históricas, por el contrario, ¿es un marco teórico válido y suficientemente abstracto que permitiría ser utilizado, incluso con las transformaciones de la Economía Política como procesos reales? ¿Ha sido mera equivocación ideológica burguesa? o ¿una teoría incompleta que debe ser reformulada? Los abordajes historiográficos no necesitan partir todos de las mismas preguntas. Las formas de historiar diferirán acorde a los énfasis en los diversos tópicos, a las jerarquías asignadas a las diversas variables encontradas en ese continente. Esto podría dar una sensación de que todo vale, pues sí. Todo ha valido, o casi todo. Desde la anulación del discurso de la CEPAL como discurso alternativo a las teorías del desarrollo; su acusación de ideológico (normativo, espectro, etc.) y carente de toda cientificidad; su culto como discurso dominante en la edad de oro del capitalismo en América Latina; hasta el reconocimiento tímido de cierta originalidad de métodos y elementos teóricos. La historia de las ideas ha sufrido interesantes cambios en las últimas décadas y no es posible desestimarlos a la luz del problema de la CEPAL. Queremos contribuir a comprender el significado del pensamiento económico contenido en la CEPAL que no se ha conformado como parte del saber de la historia del pensamiento mundial aunque ha subsistido de diversas formas regionales y, en algunos casos, dominado. Hemos podido notar que la historiografía resulta en discursos divergentes e 17

Ver Di Filippo (2009). Hay que notar, en defensa del discurso que pretende ser validado, que esas

discusiones se deben dar con cuidado de desfigurar los propósitos de la teoría. El trabajo del científico es, en primer lugar, comprender para transformar, y el medio para ello es la consolidación de su discurso.

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irreconciliables, que generalmente están apoyados en concepciones historiográficas asociadas al marxismo clásico (de las formas ideales, falsos reflejos y demás), a la historiografía de Schumpeter o a los estudios de los paradigmas, resultando de este modo una elusión de otras formas de comprender el fenómeno discursivo en la historia.

No historiamos pensamiento simplemente porque somos curiosos, lo historiamos porque es un modo más de abordar el estudio de la Economía Política. La historia de la ciencia no pertenece a los anticuarios del pensamiento, forma parte del aporte de esa disciplina al estado y perspectivas del conocimiento actual y por lo tanto mantiene una función dentro de la ciencia.

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