El manejo forestal en los bosques de Nothofagus pumilio en Tierra del Fuego

June 28, 2017 | Autor: M. Lencinas | Categoría: Forest Management
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Descripción

En Tierra del Fuego

El Manejo Forestal en los Bosques de Nothofagus pumilio Los bosques de Nothofagus representan el ecosistema forestal dominante en Patagonia. El N. pumilio (lenga) es la especie más importante y de más amplia distribución, y ocupa más de cinco millones de hectáreas en la Argentina y Chile. Estos ecosistemas poseen estructuras simples, monoespecíficas, con 1-2 estratos arbóreos, y albergando una diversidad muy pobre en comparación con otros ecosistemas de climas templados (Figura 1). En Tierra del Fuego los bosques productivos de N. pumilio poseen cerca de 50 especies de plantas superiores, una decena de especies de mamíferos, alrededor de 30 especies de aves y aproximadamente 250 especies de insectos epígeos HISTORIA DEL MANEJO FORESTAL EN TIERRA DEL FUEGO La implementación de un manejo sustentable se propone mundialmente como una solución a los problemas socio-ecológicos. Sin embargo, la sobreexplotación de los recursos forestales ocurre en muchos países debido a la falta de políticas forestales claras. En los últimos años, los países desarrollados han invertido grandes cantidades de dinero para mantener la integridad de los ecosistemas forestales, disminuyendo la rentabilidad del aprovechamiento de los mismos. Por el contrario, en los países en desarrollo, donde los últimos bosques primarios aún sobreviven, se priorizan políticas económicas tendientes a la producción de bienes comerciables antes que la preservación de los ecosistemas forestales. La Argentina. en general, y Tierra del Fuego, en particular, no han escapado a dicha situación. Los bosques han sido desde la colonización un obstáculo para la expansión ganadera, siendo transformados o degradados. En Tierra del Fuego estas zonas abarcaron 20 mil hectáreas, mientras que en Magallanes (Chile) llegaron a 200 mil hectáreas. Asimismo, desde hace más de un siglo, los obrajes forestales de Patagonia han sobre-explotado el bosque como si fuera inagotable, retirando madera y leña. De esta forma, el bosque suministró la energía y la materia prima necesaria desde el comienzo de la colonización, y la presión sobre el recurso solo decreció después de la introducción del gas natural en la provincia, en la década del setenta, y con la creación de los parques naturales y reservas. La administración del recurso forestal comenzó a principios del siglo pasado, ejerciéndose desde

Ing. Ftal. Guillermo Martínez Pastur y María Vanessa Lencinas Centro Austral de Investigaciones Científicas Ushuaia, Tierra del Fuego

Buenos Aires bajo la dirección de numerosos organismos (Ministerio de Marina, Administración Nacional de Bosques y el Instituto Nacional Forestal), pasando a la administración provincial a principios de la década de los noventa. Cabe mencionar que durante la década del setenta se mejoró sustancialmente la tecnología en el aprovechamiento y procesamiento de la madera, con la incorporación de la motosierra, tractores forestales, modernas líneas de aserrado e instalación de industrias secundarias. Cerca de 900-1000 ha de bosques primarios son intervenidas cada año en la provincia (datos desde 1980) correspondiendo a un volumen de 40-50 mil m³/ha de madera para aserrado. SILVICULTURA APLICADA EN TIERRA DEL FUEGO Los métodos silvícolas poseen una índole cultural y económica que debieran atender a la conformación, desarrollo, mejora y regeneración de los rodales, así como su conservación. En los últimos años hubo un cambio en los objetivos, desde valores económicos y empresariales, hacia parámetros biológicos, conservacionistas, sociales y de uso múltiple, que tienden a la protección del medio ambiente. A mediados de siglo pasado, en la Argentina se impulsó un manejo forestal organizado según la Ley Nacional 13273/48. Desde entonces las propuestas teóricas se basan en un manejo a perpetuidad del bosque. Para entonces se proponía la extracción de los mejores ejemplares del bosque (floreos) dejando un bosque incompletamente aprovechado y degradado económicamente. A partir de la década del sesenta se propuso la aplicación de talas rasas o cortas de selección más intensas, que fueron aplicadas con éxito en gran-

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Bosques de nothofagus

des superficies, aunque el floreo no dejó de ser el método de extracción de mayor aplicación. Posteriormente, a partir de la experiencia en Chile en la década de los ochenta, se propuso la aplicación masiva del sistema de corta de protección, que permite la extracción de un mayor volumen comercial a un menor costo. El modelo silvícola teórico de la corta de protección implica una corta de regeneración que abre el dosel, una corta final y varios tratamientos intermedios (raleos y podas). Sin embargo, la realidad se aleja mucho de este esquema, debido a que la aplicación de la primera corta raramente se aplica correctamente: (1) en rodales disetáneos el método fracasó económicamente, ya que la relación costo-beneficio es desfavorable; (2) en rodales con baja densidad con baja productividad; (3) las operaciones forestales dañan la mayoría de los árboles reservados, que origina la muerte y caída de los mismos. La principal falencia se debe a no haber tenido en cuenta las condiciones propias del rodal y los gradientes de calidades de sitio, referidas a la estabilidad del rodal y a la regeneración. Esto se revirtió parcialmente al redefinir el área basal remanente, y teniendo en cuenta la calidad de sitio y la exposición del viento. Las intervenciones actuales se realizan en un 80% sobre bosques primarios, y durante la primer intervención se extrae el 80% de las trozas aserrables, dejando como dosel de protección a árboles sobremaduros, decrépitos y sin interés comercial. Asimismo, se han propuesto innumerables alternativas de tratamientos intermedios, que incluyen raleos y podas, pero que solo han sido aplicados en forma experimental. Los tratamientos intermedios son inexistentes a escala comercial, se realizan únicamente para la extracción de postes y varas (raleos suaves por lo bajo) en sectores reducidos, en fases avanzadas de crecimiento y sin considerar al modelo de producción propuesto. Finalmente, en los últimos años han aparecido

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nuevas propuestas basadas en una silvicultura más cercana a la dinámica natural del bosque, tratando de emularla (sistema de regeneración por selección en grupos) o que antepone principios de conservación a los económicos (sistemas de regeneración con retención agregada). En el caso de este último, el objetivo principal de la retención es mantener la biodiversidad del bosque dentro de niveles aceptables, evitando la pérdida de especies y asegurando una eficiente recuperación del ecosistema después de la cosecha. La propuesta que se aplica en Tierra del Fuego incluye dejar un 20-30% del bosque productivo en forma de islas, resguardando las características bióticas y abióticas del bosque primario (retención agregada), y un 10% adicional en forma de árboles aislados entre las islas de bosque (retención dispersa). El criterio de mayor importancia para seleccionar los árboles que quedan en pie es de orden biológico (árboles muy viejos, secos, árboles perchas o con huecos que sirven para la nidificación de varias especies de aves). Un aspecto secundario es de orden paisajístico, ya que reduce la mala apariencia que suelen presentar vastas áreas sometidas a un aprovechamiento. Cabe destacar, que el desarrollo de este sistema de manejo forestal ha sido analizado desde un punto de vista económico para las empresas, y se demostró que reduce significativamente los costos de marcación, fiscalización, volteo y rastreo, siendo el diseño de los caminos más ordenado y la ejecución de las tareas más eficiente. En Tierra del Fuego, la iniciativa de implementar el “método de retención dispersa y agregada” nació a partir de varias empresas privadas, que financiaron la investigación, promoviendo el estudio de la diversidad y el impacto sobre las variables económicas, y que continúa en la actualidad financiado por el proyecto de Bosques Nativos y Áreas Protegidas que funciona en el ámbito de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación (proyectos PIARFON). La mayoría de las empresas que aprovechan los bosques privados en Tierra del Fuego han adoptado este sistema, con un gran esfuerzo económico y tecnológico. Para ello ha sido necesaria una gran dedicación de técnicos y empresarios para capacitar a los operarios del monte, debiendo adoptarse nuevas reglas en el aprovechamiento de la madera, como el respeto por las áreas destinadas a la protección y los sectores de retención agregada. Por otra parte, este sistema promueve un uso más eficiente del recurso, aumentando las tasas de cosecha de los árboles apeados. De esta manera se reducen significativamente las áreas aprovechadas cada año, sin afectar el volumen de producción de las

empresas que han adoptado este nuevo sistema silvícola. IMPACTO DEL MANEJO FORESTAL SOBRE LA BIODIVERSIDAD Las actividades económicas desarrolladas por el hombre en los ecosistemas naturales afectan directa e indirectamente a la biodiversidad, el microclima y los procesos ecosistémicos, influyendo a nivel de paisaje, regional y global. Por otra parte, el ordenamiento de los bosques, mediante modificaciones en la composición y dinámica, provoca la homogeneización de la estructura forestal y la pérdida de microambientes propios de los bosques primarios, produciendo fragmentación y la modificación de los ciclos y disponibilidad de nutrientes. Esto genera problemas en la dinámica poblacional y puede provocar la extinción de determinadas especies. Por ello, el principal problema al que se enfrenta la silvicultura actual es la pérdida de biodiversidad y de conservación de los ecosistemas boscosos. Las cortas de regeneración afectan directa e indirectamente a los organismos del bosque de Nothofagus pumilio. El impacto sobre el sotobosque puede considerarse intermedio, ya que la riqueza se modifica levemente incorporando especies exóticas y de otros ambientes. La diversidad de plantas aumenta respecto del bosque primario luego de la corta, porque la apertura del dosel modifica el microclima a nivel del suelo, aumentando la luz incidente, la temperatura, las precipitaciones y el agua disponible. El impacto sobre los insectos es alto, y se pierden numerosas especies al cabo de un turno (una especie cada 11 años), a la vez que se facilita el ingreso de otras desde ambientes cercanos no intervenidos, que colonizan los bosques impactados. Dípteros e himenópteros son los órdenes más afectados, por poseer especies altamente especializadas, cuya alimentación o hábitat se modifican con el aprovechamiento. En los vertebrados (aves y guanacos) el impacto es bajo, ya que la riqueza no se modifica a lo largo del ciclo de manejo. La diversidad de aves aumenta luego de la intervención por el ingreso de especies de otros ambientes cercanos, y disminuye cuando la estructura se cierra, ya que el diámetro pequeño de los árboles no permite nidificar y dificulta la alimentación, la caza, los vuelos y las actividades sociales. Finalmente se retoman los niveles del bosque primario cuando la masa forestal madura, ya que dichas especies no poseen elevados requerimientos específicos y se adaptan con relativa facilidad. En cuanto a los guanacos, los

bosques aprovechados ofrecen mejores condiciones para su alimentación y protección, mientras que los bosques cerrados son desfavorables. Esto se corresponde altamente con la oferta alimenticia del sotobosque, y ocasiona daños en la regeneración. ¿MANEJO O DESMANEJO FORESTAL EN LOS BOSQUES FUEGUINOS? Las distintas propuestas de manejo silvícola, las distintas políticas forestales implementadas, las administraciones nacionales o provinciales, la evolución de la tecnología o el advenimiento de una conciencia social que valora mas la conservación no han modificado significativamente el modo en que se aprovechan los bosques de Tierra del Fuego. Algunos autores resaltan el desmanejo forestal que han tenido los bosques fueguinos durante los últimos cuarenta años. Salvo excepciones, la mayoría de las propuestas silvícolas nunca llegan a implementarse correctamente, y en ningún caso se ha realizado un manejo continuo persiguiendo objetivos a mediano y largo plazo. Los principales motivos son la falta de una política forestal en el gobierno así como la ausencia de la planificación del uso de la tierra, que permite la superposición de actividades incompatibles (como ganadería y aprovechamiento forestal). Asimismo, se observa un marcado deterioro en las instituciones encargadas de la fiscalización y el control, junto a un desinterés de la comunidad, debido principalmente a un desconocimiento de la situación del sector forestal. Por otra parte, cerca del 80% de las actividades madereras se llevan a cabo en bosques fiscales, en los que se permite que los permisionarios exploten y abandonen el bosque, ya que no existen obligaciones ni exigencias contractuales posteriores a la extracción de las trozas maderables. Los bosques privados presentan una situación diferente, ya que las empresas que realizan el aprovechamiento de los mismos se rigen por estándares de manejo definidos por los dueños de las tierras más estrictos y con objetivos de manejo a más largo plazo. Esto se refleja en mejores infraestructuras de caminos, mayores tasas de extracción, eficiencia del proceso industrial y aplicación de una silvicultura más sustentable (“método de retención dispersa y agregada”). El manejo forestal en Tierra del Fuego se encuentra distante del modelo teórico y sustentable, como ocurre en muchos países subdesarrollados. Si se mantiene la situación actual, el recurso forestal se agotará en pocos años, siendo el bosque primario disponible muy limitado. Además, la

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aplicación incorrecta de los tratamientos silvícolas propuestos deja un bosque degradado económicamente y abandonado. Si se considera la situación de Tierra del Fuego, de acuerdo al modelo forestal propuesto y al Inventario Forestal Provincial, la posibilidad del bosque se encuentra muy por debajo de la tasa actual de aprovechamiento. De mantenerse el esquema de manejo forestal actual, en un corto plazo la mayoría de los aserraderos deberán descontinuar su actividad por no tener acceso a bosques productivos. Para revertir la actual situación es necesario cambiar las políticas presentes de manejo del recurso forestal. Esto sería viable a través de dos alternativas posibles: modificar la tasa de corta actual, tendiendo a alcanzar los niveles de posibilidad sustentable, y adecuarla a los cambios en la situación de los dominios forestales; o modificar las políticas de manejo forestal, principalmente sobre la ganadería, el aprovechamiento, de acuerdo a lo que estipula la ley provincial n° 145 de Tierra del Fuego. De no implementarse estas políticas, el manejo de los bosques de Patagonia no será sustentable en el tiempo, se deberá aplicar y mantener un ciclo incompleto de producción, que no asegurará una producción estable de madera aserrada.

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Por otra parte, el mantenimiento de la biodiversidad debe convertirse en el objetivo prioritario dentro del manejo forestal, en la sustentabilidad y la concordancia con el ambiente. La preservación de ambientes asociados, árboles muertos en pie y grandes deshechos en el suelo, junto con la minimización del impacto de la maquinaria, contribuyen a la conservación de los ecosistemas forestales. La aplicación a gran escala de sistemas de regeneración con sistemas de retención agregada permitiría paliar muchas de las falencias de conservación del manejo forestal en Tierra del Fuego.

Retención dispersa y agregada

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