El léxico técnico latino de la fisiología en los textos del humanismo médico valenciano: la tradición de spiritus, Myrtia 14 (1999), 119 - 142.

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Descripción

Myrtia, no 14, 1999, pp. 119-142

EL LEXICO TÉCNICO LATINO DE LA FISIOLOGIA EN LOS TEXTOS DEL HUMANISMO MÉDICO VALENCIANO: LA T R A D I C I ~ NDE SPIRITVS

Ma TERESA SANTAMAR~A HERNANDEZ* Universidad de Castilla-La Mancha

Summary: The analysis of the tradition of some concrete medical words (spiritus, pneuma, flatus) and their corresponding concepts serves us to characterize the language of the humanist Valencians doctors in the XVI century : when building up the Latin language of classical levels, it may turn ont to be significative the election of tenns as nell as the philologist interests, that are lacking of medieval medical texts, wich lead to it. The preferences of vocabulary become at the same time, in a good instrument of comparison and relationship between the humanist doctors of our country and the European medical humanism.

1. La elección del léxico técnico llegó a ser en la medicina humanista del siglo XVI una marca del nivel lingüístico que buscaban para el latín los médicos que escribían sus obras en esta lengua, a la vez que se convirtió en uno de los instrumentos que utilizaban precisamente para conseguir plasmar la nueva mentalidad con la que volvían a los clásicos antiguos, con una expresión liberada de caracteres medievales. De este modo, podía resultar especialmente significativo el interés por recuperar el lenguaje de Celso o Plinio principales fuentes literarias para estos escritores.

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' Dirección para correspondencia: Profa Ma.T. Santamaría Hemández. Facultad de Humanidades. Universidad de Castilla-La Mancha. Campus Universitario sin. 0207 1Albacete (España). Copyright 1999: Servicio de Publicaciones. Universidad de Murcia (España). ISSN: 02 13-76-74 CJ:E. Coturri, "11 ritrovamento di antichi testi di medicina nel primo secolo del Rinascimento", Epistemé 22, 1968, pp. 91-1 10 ; R.K. French, "Pliny and Renaissance medicine", Science in the Early Roman Empire : Pliny the Elder, his Sources and Inj7uence (R.K. French, F. Greenaway, eds.), London, 1986, pp. 252-282.

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Por supuesto, estas preocupaciones lingüisticas no alcanzaban a todos los médicos de la época, sino sólo a una elite de los mismos que frecuentemente se movía en el entorno universitario o de la Corte 2 . En el campo concreto de la medicina, el "problema de la lenguav3toma en el siglo XVI dos direcciones diferentes : - Por un lado, empiezan a oírse las voces de aquellos que piensan que la medicina debe ser escrita y difundida en romance, pues de este modo puede llegar a más gente, dado el escaso conocimiento que la mayoría tenía del latín. Además, el principal problema que aquí se planteaba era el de las obras destinadas a los cirujanos, que, carentes en principio de formación universitaria, necesitaban textos en castellano para acceder a la ciencia. De este modo se separaba el saber más teórico y elitista del práctico y en cierto modo vulgarizado 4 . - Por otro lado, por la expresión latina de la medicina abogan quienes, con su práctica, proyectan en sus escritos el principio humanístico de la consecución de una lengua clásica, del nivel de los grandes autores de la Antigüedad. En este sentido, fue importantísimo el descubrimiento de Celso, que se convirtió en verdadero modelo de la latinidad médica, pues su obra ofrecía también los usos específicamente técnicos del léxico. De todas maneras, no desaparecieron los textos médicos que seguían todavía pautas medievales en la forma, pero también en los contenidos '. Un panorama general de la medicina española del siglo XVI, y sus más destacadas fi,ouras, se puede encontrar en el inestimable estudio de J.M. López PiAero, Ciencia y técnica en la sociedad española de los siglos XVI y XVII, Barcelona 1979. ' Así lo denomina A. Carrera de la Red en El 'problema de la lengua" en el humanismo renacentista españoi, Valladolid 1988. No obstante, hubo también algún caso de cirujanos defensores del latín, como el de Francisco Arceo, formado en Alcalá. Igualmente, algunos médicos teóricos se decantaron por la expresión en castellano : F. Franco, A. Pérez, A. Aguilera o J.A. de los Ruizes de Fontecha. Unos y otros, sin embargo, solían justificar su elección en sus obras, lo que prueba que eran conscientes de la transgresión de la norma. Así lo explica A.I. Martín Ferreira en El humanismo médico en la Universidad de Alcalá (siglo XVI), Universidad de Alcalá, 1995, pp. 166-174 ("La elección latín 1 romance"). Tambien señala el problema lingüístico en los escritos de cirugía E. Montero Cartelle, en "El humanismo médico en el Renacimiento castellano (siglo XVI)", Ciencia, medicina y sociedad en el Renacimiento castellano, Universidad de Valladolid, 1989, pp. 19-38. Asi, Andrés Alcázar, que en sus Chirurgiae libri s e . sigue los modelos de Avicena y Guy de Chauliac ; también la doctrina del grabe se refleja en los escritos médicos de Francisco Lopez de Villalobos, que ofrece igualmente tendencias medievales de expresión (orden de palabras, oraciones completivas de verbo de lengua con quodj. Cj: Ma J. Pérez

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En realidad, la lengua de la medicina nunca pudo conseguir una pureza total en el nivel léxico, pues no pudieron ser eliminados del panorama lingüístico términos que, aun procedentes de la Antigüedad, había consagrado la Edad Media. Esto es especialmente claro en los terrenos de fisiología y terapéutica 6, frente al caso de la anatomía, donde resultó renovadora la expresión de Andrés Vesalio. Por esta razón son precisamente los procedimientos de morfología y sintaxis los que, junto a la ortografía, mejor pueden mostrar el nivel clásico o no de los médicos del Renacimiento. Y también por esta razón puede resultar especialmente significativa la elección d e términos técnicos determinados dentro del campo médico, pues en ciertos casos puede demostrar la inspiración en los autores clásicos de la Antigüedad y el rechazo de formas medievales. Pero, por otra parte, el seguimiento del léxico técnico en su recorrido por los textos médicos clásicos, medievales y renacentistas podrá servir también como instrumento para probar el respeto d e los humanistas hacia una tradición lingüística de siglos.

Ibáñez, El humanismo médico del siglo XVI en la Universidad de Salamanca, Universidad de Valladolid 1998. 6 A este respecto A.I. Martín Ferreira sostiene que "no pueden hacerse extensivas las conclusiones de un estudio de léxico patológico o anatómico a otros terrenos como la terapéutica, y ello por varias razones : en primer lugar en este último, a diferencia por ejemplo de la anatomía, no se dio la figura revolucionaria de un Andrés Vesalio como punto de referencia para el resto de los escritores médicos. Quizá por eso se ve más claro que en el léxico terapéutico el humanismo médico no supuso en modo alguno una ruptura con el Medievo. En segundo lugar, la problemática del léxico de la terapéutica se ve agudizada por la enorme separación existente entre la práctica médica y la especulación teórica que recorre la medicina renacentista" ; cf: El humanismo médico en la Universidad de Alcalá ..., op. cit., p.206. Tampoco para el campo de la patología defiende M" J. Pérez Ibáñez una renovación total del léxico : "La tradicion, la reflexión y la practica llevadas a cabo durante la Edad Media parecen frenar todo intento de depuración del léxico" (El humanismo médico del siglo XVI en la Universidad de Salamanca ..., op.cit., p.215). 7 En este sentido, la vuelta a los clásicos hace que en los más representativos textos del humanismo médico se conserven algunos helenismos ya consagrados por la lengua latina, y por esta actitud se manifiestan figuras tan notables como L. Fuchs, J. Ruelle o Th. Linacre. Interesantes fragmentos de sus obras recoge sobre esta idea A.I. Martín Ferreira en su citado estudio, p. 202. Por otra parte, el mismo procedimiento tuvo que seguir A. Vesalio en su De humani corporisfabrica. Cf:C.D. O' Malley, "Los saberes morfológicos en el Renacimiento. La anatomía", Historia Universal de la Medicina IV ( P . Laín Entralgo, dir.), Barcelona, 1981, pp. 43-77, especialmente p. 56.

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En el caso concreto de la fisiologías es característica, por ejemplo, la elección típicamente humanista de dos términos que designan humores (bilis y pituita) frente a cholera yphlegma, tan del gusto medieval. En concreto, los dos primeros se encontraban ya, en su acepción médica, en Plinio 'O y en Celso ", los dos grandes modelos lingüisticos para los médicos humanistas. Por el contrario, en cholera y phlegma estamos ante dos calcos del griego muy del gusto medieval, que proceden de la latinidad tardía 12. Bien es verdad, sin embargo, que en el campo de la fisiología se observa en la medicina humanista de modo general una continuidad desde usos de la En nuestra Tesis Doctoral, El humanismo médico en la Universidad de Valencia (siglo XVI), Universidad de Valladolid 1998 (inédita), dedicamos un extenso capítulo al estudio del léxico técnico de fisiologia, diagnóstico y pronóstico en los textos de los humanistas médicos valencianos de ese siglo. Así, son los términos por los que optan importantes textos médicos del momento, no sólo de las grandes figuras extranjeras, sino también de nuestro país. Sirvan como muestra algunos testimonios : J. Dubois (o Jacobo Silvio), De febribus (París 1561) 8, 20 pituita dulcis, et semicocta ; 2 1 bilis pallidae aut flauae ; 1 1, 14-16 ; A. Vesalio, De humani corporis fabrica (Bruselas 1970 = Basilea 1543) 510, 25-26 bilis ex meatu defluit ; 43 bilisflauae ;41 pituitae ; J. Femel, Opera medicinalia ;nempe Phisiologia, Pathologia, et Terapeutica, seu de medendi ratio ... (Venecia 1564) 167, 8 pituita ; L. Fuchs, Methodus seu ratio compendiariaperueniendi ad culmen medicinae ... (Lyon 1548) 56,23 pituitam ; 137, 6 Flauae ... bilis ; 143,22-23 ; F. Vallés, Commentaria in libros Galeni de d~fferentia febrium (Alcalá 1569) 115, 2-3 atra bilis ; L. Collado, Ex Hippocratis et Galeni monumentis isagoge ... (Valencia 1561) 148, 6 amarae bilis ; 169, 21 pituitam ; P.J. Esteve, Hippocratis Coi ... Epidemia liber secundus, a Petro Iacobo Steue Medico Latinitate donatus, et firsissimis commentariis illustratus ... (Valencia 1551) 4 1, 16 atra bile ; 57v, 55 salsa ... pituita ;etc. 'O Nat. 23, 8,74 Nuclei nucis bilem pellunt ; 26, 8, 46 Bifes extrahere vomitione ; 23, 1, 13 Pituitam oris siccare ;25, 1 1, 90 Huius radix pituitas capitis purgat ; etc. 11 7, 18 Nonnumquam stomachus quoque affectus primum rufam bilem per os reddit, ... ; 4, 25, 1 Descendunt autem pituitae muccisque similia ; etc. Entre los médicos latinos se tiene ya conciencia de que el término bilis es traducción del griego ~ o h q como , lo prueban los testimonios del mismo Celso (2, 1, 6 humoris motu bilis atra, quam p ~ A a y ~ o A i aappellant v ... ) y de Escribonio Largo (Comp. 104 ad bilem atram generantes, quos , u ~ A a y ~ o A appellant, r ~ o ~ bene facit). l2 Pallad. R.R. 8, 6 flegma dissolvet ; Gargil. pom. 418 flegma nutriunt ; Cael.Aure1. chron. 4, 2, 15 cholerae rubeae ; Theod.Prisc. eup. 7, 8 de flegmate ; log. 84 cholera nigra ; Cass.Fe1. 21, 33 choleram vomunt ; 72, 7 uiscosiflegmatis ; Oribas. syn. 1, 17 elleborus niger purgat cholera maxime nigra et flegma ; Veg. mulom. 2, 1 14 bilis, quae cholera appellatur vulgo ; Vindic. med 2 fe1 id est cholera rubea. Sí hay testimonios de cholera en su acepción patológica en Plin. nat. 20, 67 ; 22, 144 ; Cels. 4, 1; Scrib.Larg. 90.

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Antigüedad que no abandona la Edad Media, aunque siempre haya alguna elección, como las mencionadas, que revela el interés por diferenciarse de los textos medievales 1 3 . Otro problema que plantea una parte del léxico técnico latino de la fisiología es la ausencia de precisión semántica de los vocablos, muchos de los cuales proceden de la lengua común 14 o aparecen en los textos renacentistas con significados muy generales e intercambiables entre sí (vapor, halitus, fumus). 11. Este estado del léxico de la fisiología (continuidad de la tradición junto a algunas elecciones muy significativas, inspiradas en las fuentes antiguas), que ofrecen los más importantes textos de la medicina humanista de fuera de nuestras fronteras, se deja ver igualmente en los escritos de los representantes españoles de la misma. Para ilustrar esta afirmación puede resultar útil escoger un grupo de términos cuyo concepto se mantuvo inalterado desde la Antigüedad hasta la época que nos ocupa : spiritus, pneuma, jlatus. Analizaremos su presencia en los escritos de los más representativos médicos humanistas de Valencia : Miguel Juan Pascual, Pedro Jimeno, Miguel Jerónimo Ledesma, Pedro Jaime Esteve y Luis Collado. Este grupo, que desarrolló su labor profesional hacia la mitad del siglo XVI, es un claro exponente de los cambios que experimentó la medicina con el humanismo. Esto es evidente en el aspecto doctrinal y científico 15, sobre todo en lo referido a la asimilación de ideas vesalianas en anatomía, aunque no exclusivamente : también proyectan sobre el estudio de la medicina procedimientos filológicos, pues en general postulan la correcta interpretación de los textos médicos antiguos 16, frente a las 15

Lo mismo sucede, por ejemplo, con la diferenciación que marca el término temperamentum, favorito de los escritores médicos del XVI, frente a complexio. Cf D. Jacquart, "De crasis a complexio : note sur le vocabulaire du tempérament en latin médiévai", Mémoires V. Textes Médicaux Latins Antiques (G. Sabhah, ed.), Saint-Étienne, 1984, pp. 71-76 ; D. Jacquart - G . Troupeau, "Traduction de I'arabe et vocabulaire latin : quelques exemples", La lexicographie du latin médiéval, Paris 1981 , pp. 367-376. 14 Acerca de esta situación, cJ: L. Callebat, "Langages techniques et langue commune", Latin vulgaire. Latin tardifII, Tübingen, 1990, pp. 45-56 ; igualmente, D. Langslow, "The Formation of Latin technical Vocabulary with special Reference to Medicine", New Studies in Latin Linguistics (R. Coleman, ed.), Amsterdam-Philadelphia, 1991, pp. 187200 ; 1. Mazzini, '11 lessico medico latino antico : caratteri e strumenti della sua differenziazione", Le latin médical: Mémoires X,Saint-Étienne, 1991, pp. 175-185. 15 J.M. López Piñero presenta las líneas principales del pensamiento médico de este grupo, en su Ciencia y técnica ..., op.cit., especialmente pp. 3 11-320. l 6 Acerca del caso concreto de la anatomía, cj: V. Nutton, " 'Prisci dissectionum professores' : Greek Texts and Renaissance Anatomists", The uses of Greek and Latin. Historical essays (A.C. Dionisotti, ed.), London, The Warburg Institute, University of London, 1988, pp. 1 11-126.

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retorcidas explicaciones medievales, como prueban la Ex Hippocratis et Galeni monumentis isagoge (1561) de Luis Collado o el comentario con traducción de la Prima primi Canonis Auicennae Sectio (1547) de Ledesma, que no tratan precisamente de Anatomía 1 7 . Se trata, por tanto, de averiguar de qué época toman los médicos estos términos, si tienen o no continuidad a lo largo de la tradición médica y si mantienen los significados ya presentes en los textos antiguos. La novedad o continuidad de los usos quedará además subrayada por el contraste con textos medievales por un lado, y con importantes obras renacentistas por otro 18 . Para elaborar este corpus de contraste hemos recurrido a textos significativos de las dos etapas, sin buscar específicamente escritos sobre fisiología, pues los conceptos que analizamos aparecen constantemente en obras de tipo general o sobre aspectos concretos como la patología o incluso la anatomía. Para la Edad Media hemos partido de las tempranas Glossae Medicinales y de los antidotarios, para seguir con los escritos de Rolando de Parma, Constantino el Africano, Arnaldo de Vilanova, Pietro dYAbanoo el anónimo Tractatus de Sterilitate, sin olvidar la tradición árabe, representada por las traducciones latinas de textos de Avicena y de Mesué. Para el Renacimiento hemos tomado las obras de importantes representantes del humanismo médico europeo, destacados no sólo por los temas médicos que tratan sino también por sus intereses filológicos : tales son N.Leoniceno, W. Kopp, A.Vesalio, J. Silvio, J. Fernel o L. Fuchs. Igualmente se han consultado diccionarios médicos de la época o algo posteriores, que, precisamente por recoger determinados términos, demuestran la pervivencia y el carácter técnico de los mismos : así, los de J. de Gorris, H. Estienne, B. Castello y E. Blancardo. De este modo, podremos comprobar con ejemplos concretos la situación del léxico técnico fisiológico en los textos de la medicina humanista, así como l7 En el primer caso, el autor describe el mCtodo de curación de las enfermedades, con sus causas y las indicationes para conocer las mismas, y esto siempre con el apoyo en los textos de los dos pilares de la medicina antigua, Hipócrates y Galeno. En el segundo, nos encontramos ante un excepcional intento de aplicar los presupuestos de la filología a la explicación de un texto árabe, para conseguir su interpretación correcta, no sólo en contenidos médicos, sino también en la forma : de ahí que Ledesma realice una traducción al latín de esta primera parte del Canon. CJ:L. García Ballester, "Una posibilidad frustrada en la España del siglo XVI : el arabismo como vía de acceso a las fuentes médicas griegas", Historia social de la medicina en la España de los siglos XIII al XVI, vol.1 La minoría musulmana y morisca, Madrid, 1976, pp. 80-88. ' En un Apéndice fmal recogemos las obras y ediciones de textos medievales y renacentistas que hemos utilizado para el análisis del léxico, así como las abreviaturas empleadas para las mismas.

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apoyar, o no, la plena inserción de los médicos de Valencia en las corrientes más novedosas del pensamiento médico de la época. 111. El concepto de spiritus (en griego nvsGpa) como elemento vital junto a humores y partes sólidas 19- que lleva a los miembros las facultades, arranca de la medicina griega, como también sus distinciones, su consideración como causa de patologías, o el empleo de esta forma para la acepción de respiratio 20. Spiritus designa un significado que desde la medicina griega 2 1 conecta filosofía y medicina, pues alude al elemento que une alma y cuerpo, al instrumento del alma en el cuerpo. Así, encontramos alguna definición galénica que será recogida por la tradición posterior 22: ... spiritum, qui in ventriculis l9 Así lo explica Galeno, recogiendo las ideas hipocráticas al respecto : Etenim quae hominem constituunt, ut Hppocrates nos docebat, sunt solida, humida et spiritus. En Cl. Galeni Opera omnia (C.G. Kühn, ed.), vol. VI1 De tremore, palpitatione, convulsione el rigore liber, Hildesheim, 1964-1965, p. 597. En adelante citaremos los textos de Galeno por esta edición. También en Galeno encontramos una identificación de spiritus con halitus : Porro halituosum spiritum in animalis corpore ex humoribus qui lente sensimue calefiant nasci didicimus .. . ibi crassior excitatur halitus ... (CI. Galeni Opera omnia ..., op.cit., vol. X De methodo medendi libri, p. 968). Igualmente es galénica la intervención de un spiritus en la constitución del semen, probablemente por su fuerza impulsiva : Semen est humor qui in parastatis continetur calido spiritu constans ex quo nasci hominem decet. Aliter :semen est spiritus calidus in humido qui ... (ibid., vol.XIX DeJinitiones medicae XCIV). Esta idea aparecerá posteriormente en el Liber de Coitu de Constantino el Afi-icano. 21 Sobre la importancia del pneuma en las escuelas médicas de la Antigüedad, cf: P. Diepgen, Historia de la medicina, Barcelona, 1932, pp. 40-82. Acerca de su presencia en diversos escritos filosóficos y médicos escribe H. von Staden en "Cardiovascular puzzles in Erasistratus and Herophilus", XYXI Congresso lnternazionale di Storia della Medicina, Bologna, 1988, pp. 681-687. La recepción y transmisión de la doctrina de los spiritus a lo largo de la Antigüedad, la Edad Media y el Renacimiento, insistiendo en su significación filosófica, es recogida por M. Putscher, Pneuma, Spiritus, Geist, Wiesbaden, 1973, especialmente en pp. 1 19-233. 22 En este sentido, el spiritus es recogido en la filosofía del Renacimiento por M. Ficino, como señala M.A. Granada en "Amor, spiritus, melancholia", Faventia 611, 1984, pp. 51-71. El autor ofiece también la explicación médica y fisiológica del término, que remonta a Aristóteles (si bien hemos visto que el concepto está ya presente en la medicina hipocrática), "la cual se presenta independientemente de la astrológica - cosmológica o combinada según dosis variables y más o menos armónicas, si bien huelga decir que esta nueva línea de explicación es la que nos encontramos en la tradición médica y en aquellas elaboraciones dependientes de ella. Aunque sus orígenes se remontan a Aristóteles, la doctrina médica del spiritus (srveUpa) es sistematizada por Galeno y domina el área médica de la cultura árabe, filtrándose al pensamiento bajomedieval a través de la escuela

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cerebri continetur, alterum ex duobus esse necessarium est, aut animae ipsius substantiam, aut primum ejus organum 23. Además, Galeno distinguía claramente entre espíritu animal y espíritu vital 24. El primero e s generado en el cerebro a partir del vital y por medio de los nervios transmite los sentidos y el movimiento. El segundo se encuentra en el corazón y las arterias, y tiene su origen en el aire que se respira y en el humorum vapor : Quemadmodum autern vitalis spiritus in arteriis corde generatur,materiam generationis habens ex inspiratione et humorum vapore, ita animalis ex vitali magis elaborato habet originem 25. Sin embargo, Galeno parecía mostrarse escéptico sobre la existencia de un tercer spiritus naturalis, que más tarde sí sería reconocido por médicos posteriores, como Avicena o Iohannitius en su Isagoge 26. En realidad, un empleo tan técnico del término spiritus para estos elementos en concreto no tuvo mucha difusión en los testimonios conservados de de Salemo (autores como Constantinus AjPicanus). La medicina bajomedieval y renacentista está presidida por este concepto de spiritus o pneuma, cuya desaparición no empieza hasta Harvey en el siglo XVII y que está en el centro de la psicología y problemática filosófica en tanto precisamente que cópula entre cuerpo y alma", op.cit., p.54. También R. Rius i Gatell ofrece la definición de spiritus que aparece en el De vita triplici de M. Ficino : "un instrumento que ha sido definido por los médicos como un cierto vapor de la sangre, puro, sutil, caliente y luminoso. Es generado por el calor del corazón a partir de la sangre más sutil, se eleva al cerebro y allí es utilizado por el alma, asiduamente, para el ejercicio de los sentidos internos y externos. Así, la sangre sirve al espíritu, el espíritu a los sentidos y finalmente los sentidos a la razón", en "Sobre la melancolía : M. Ficino", Actas del Simposio Filosoj?a y Ciencia en el Renacimiento, Universidad de Santiago de Compostela ,1988, pp. 49-55. 23 Cl. Galeni Opera omnia ..., op.cit., vol. IV De utilitate respirationis liber, p.509. En la misma línea, vol. V De Hippocratis et Platonis decretis libri I X , p. 608 : Itaque arteriarum spiritus vitalis est et appellatur animalis autem in cerebro, non tanquam animae substantia sit, sed sicut organum primarium ipsius in cerebro habitantis ... 24 CJ: O. Temkim, Galenism. Rise and Decline of a Medical Philosophy, Ithaca London, 1974, pp. 22 1-222. 25 Cl. Galeni Opera omnia ..., op.cit., vol. V De Hippocratis et Platonis decretis libri Ui, p. 608. 26 CJ:O. Ternkim, Galenism. Rise and Decline ..., op.cit., p. 107. En cualquier caso, la doctrina de los espíritus, concebidos como una de las res naturales del cuerpo humano, siguió teniendo, ya fueran reconocidos dos o tres de ellos, mucha difusión en la fisiologia del Renacimiento, hasta que el revolucionario Argenterio afirmó la existencia de uno solo originado en el corazón : Spiritus est substantia subtilis, aerea, dilucida, ex tenuissima quaque sanguinis parte producta, ut deferatur virtus a partibus principatum obtinentibus ad reliquas, ac proprias edere actiones possint (tomamos la cita del mencionado estudio de Temkim, pp. 14 1- 142).

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la medicina latina. Por el contrario, hay usos de tipo muy genérico (Cels.Pro.15 si sanguis in eas venas, quae spiritui accommodatae sunt, transfinditur ... ; Cass.Fe1. 179, 14-6 (idemon) et fit vel generatur ex jlegmatis substantia aut spiritu vaporoso circa pedes vel crura saepe eveniens ... ; 1 8 1, 4-6), o ya con otras acepciones frecuentes también en testimonios literarios anteriores (Cic., Plin., Horat., Tibull., Sen., etc.) de "aire", "viento", "aire que se respira", e incluso respiratio y d@cultas respirandi o dispnea 27. El término pasa a la medicina medieval y lo encontramos con diversos matices, además de valores no estrictamente fisiológicos *', en usos próximos a la acepción médica que nos ocupa : - Unas veces se hace referencia al lugar de origen de los espíritus, como encontramos ya en las Glossae Medicinales (68, 3-16 PuImo ... in se recipiendi spiritum habet potestatem ... per arterias, repletas spiritus injlat fibras ... spiritus, qui cum per angustum itineris spatium füerit actus, ...12' y después en los Cantica de Avicena (107, 81 Spiritus diuiditur in naturalem, geniturn ex uapore laudabili mundo ; 82 Er diuiditur in eum qui iam existit in corde, et est ille per quem permanet uita ; 83 Et diuiditur in eum qui in cerebrum fertur, et in panniculis eius retinetur), o en un anónimo texto posterior del siglo XIV, el De Sterilitate, donde se alude a las arterias, al corazón y al cerebro (11, 9-12 delectacio a cerebro, a quo principaliter trahitur materia generacionis mediante spiritu et calore, qui cum primo et principaliter causetur a corde, spiritus ver0 per arterias sicut et omnis pulsus corporis primo et principaliter venit a corde ...) 30. Además, aunque frecuentemente se 27 Por ejemplo, en Cels. 2, 7 ;4 , 4 ; Pro.19 ; Theod. Prisc. 25, 70 ; Cael. Aurel. Acut. 1, 17 ; Chron. 2, 95. Aparte quedan los usos literarios y metafóricos (suspirium, sonus vocis, animus, vita, facultas vaticinandi et poetica ...) que nada tienen que ver con la medicina, incluidos los valores religiosos del spiritus vitalis. CJ: G. Forcellini, Lexicon Totius Latinitatis, Padua 1864- 1926 (A. Forni, ed., Bologna 1965). Por ejemplo, en la traducción de Gilles de Santarem (siglo XIII) de los aforismos de Mesué: 21 Spiritus naturam corporis sequitur ..., confortetur spiritus cum ... ;39 Doctores medicine egros debent consolari ..., corpora enim hominum spiritus eorum sequuntur ; 40. Cf:Jean Mesué, Le livre des axiomes médicaux (aphorismi), ( D . Jacquart, G. Troupeau, eds.), Ginebra 1980. Sobre la pervivencia en la Edad Media de conceptos de la fisiología griega, entre ellos el de spiritus como una de las res naturales, cf: N.G. Siraisi, "Physiological and anatomical knowledge", Medieval and early Renaissance Medicine. An Introduction to Knowledge and Practice, University of Chicago, 1990, pp. 78-1 14. 29 A veces un espíritu parece incluso tener algo de líquido : Gloss.Med. 68, 23 spiritum spumantem. 20 Lo mismo encontramos en la Chirurgia de Rolando de Parma (L. Stroppiana, D. Spallone, eds., Roma, 1964), 11 29 : Est ergo cerebrum album humidum lene multum

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hable de espíritu vital y animal, también hay, como se observa, testimonios de aquel dudoso spiritus naturalis. Otras veces se relaciona al spiritus con otras sustancias del cuerpo, o se identifica con ellas. De este modo, aparece junto a sangre, vapor y esperma en el Canon de Avicena (5vb, 14 sperma, et sanguis, et spirihts vaporalis ; 7vb, 50-52 quae (arteriae) quidem ad hocherunt create ut cor euentetur : etfumosus vapor ab eo expellatur : et spiritus membris corporis distribuatur ; 8vb, 10-1 1 spiritus et sanguis qui in arteriis sunt reconditi), o se identifica con este último en el Liber de Coitu de Constantino el Afiicano (3,3-4 semen est spiritus calidus currens ... ; 11, 36 solvitur quidem de spiritu animali et de spiritu naturali ) 31. Puede aludirse también a su función, como testimonian el Tractatus de Sterilitate (11 1 , 7 ventositas seu spiritus extendens membrum), la Chirurgia de Rolando de Parma (VI 21-24 ablatione uocis ex spiritibus et fumositatibus nervos motivos lingue replentibus), o los escritos de Arnaldo de Vilanova (Regimen sanitatis 423, 9-10 et per omnes arterias inmiscehtr spiritibus corporis, per quos omnes acciones vite corporalis, perficiuntur). En otras ocasiones se revela la consideración del espíritu en las enfermedades o afecciones, pues puede ser elemento que interviene en tumores, heridas, enajenación mental : Gloss.Med, 77, 1-3 Sdematon : dicimus ... tumorem sine dolore, qui ostenditur Beri ex spiritu vaporante ve1 crescente a ventositate ; Rol.Parm. Chirurgia VI1 1-3 sanguis et sanies ... Jíuere ex spiritibus Jiuentibus ad vulnus et depauperantibus nutrimenta membrorum et inferiora ; IX 31 spiritus enim currentes ad locum dolentem ; VI 18-19 alienatio mentis ex nimia conturbatione spirituum et humorum ; Arn.Vilan. 0p.med. 264, 17-19 medicina ... alterativa ... non convenit nisi ... diminucionem spirituum paciuntur.

habens de spiritu multum de medulla ; o en la obra anatómica de Mondino de Luzzi (Anatomia Mundini, 1531 = Padova 1476), 24, 5-6 et calor et spiritus qui in eo (corde) generatur contemperent ; 32,3536 ; 32v, 5. 31 La misma relación entre cuerpo y alma que representaba el concepto de spiritus desde la Antigüedad se mantiene cuando Constantino considera el spiritus como necesario para el coito, junto a humores y appetitus (1, 1-3). A este propósito escribe E. Montero Cartelle : "Lo que se quiere indicar aquí en la cita de Galeno y el comentario de Constantino (1, 33-37) es la interrelacion de las fuerzas anímicas y el cuerpo en el acto sexual", en Constantini Liber de coitu. El tratado de andrología de Constantino el Afiicano ( E . Montero Cartelle, ed.), Santiago de Compostela, 1983, p. 135, nota 1.

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Está también atestiguado el empleo del término como respiratio, por ejemplo en el De venenis de Pietro dYAbano : 3 1, 1-2 Ille ... patietur scotomiam et stoliditatem et angustiam spiritus.

La tradición del término no se interrumpe en el Renacimiento, y de él hay testimonios ya desde las obras médicas de finales del siglo XV y principios del XVI. Además de la división clásica, perviven los diferentes valores de la palabra, desde el sentido más general (Leoniceno, Aph. 17, 3 spiritus extra fertur), hasta acepciones concretas como "respiración" (Cop. Rat. Vict.1 39v, 17-18 spiritum fiequentem reddit ; 111 50v, 2 1-22 spiritum facilem reddit 32; Praes.11 30v, 21-22 spiritus d~flcultas33), "aire que se respira" (And.Brent. De nat.hum. 68v, 18- 19 quem trahimus, spiritum in causa (morbi) esse ; 27-28 paucissimus spiritus corpus ingrediatur ; 68, 19-20 Morbi ... alii a spiritu quem trahentes vivimus, proveniunt), e incluso especificando su intervención en las enfermedades (Leonslph.IV 13, 1 In febribus spiritus ofSendens ; Lasc.74v, 20 Nam afJctum locum spiritum continere necesse est ; 76v, 6-8 Quando ji-equentior spiritus passim per corpus sanguini misceatur multe obturationes multis locis Jiunt per uenas). La tradición clásica pervive en importantes escritos posteriores. Andrés Vesalio, en su obra de anatomía, sigue buscando los espíritus animal y vital : 623, 5 Ab hoc ventriculo in dorsalem medullam, atque ita in neruos ab illapropagatos, animalis spiritus non mediocris portio digeritur ; 7-8 A reliquis autem cerebri uentriculis, spiritum in neruos ab aliis proxime principium ducentes ... ; 9 ut vitalis per arterias. J . Silvio incluye junto a los dos anteriores el spiritus naturalis : febr.8, 38 / 8v, 1-3 Est ... autem spiritus triplex : naturalis, vitalis, animalis sanguini mistus, et in eo spiritu ceu vehiculo etpabulo calor. También Fernel, en sus Opera Medicinalia, reconoce la existencia de ese tercer spiritus naturalis que aporta la facultad de nutrir : 110, 32 SS. unum naturalem e iecore per venas in corporis extrema dzfisum : alterum vitalem quem cor assiduo per arterias emittit :tertium animalem qui in cerebri venb-iculis y i t u s , hincque per nervos profectus, partes irrigat sensus motusque compotest 4

La pervivencia de la teoría galénica sobre los spiritus queda clara porque muchos de los escritos médicos no sólo emplean los mismos términos para -

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j2

Un poco antes, en el mismo contexto (9),emplea spiratio en el mismo sentido. j3 Pero 30v, 25-26 spirandi d~f/icultatem. 24 Además de los tres espíritus, habla también este autor de otros más generales, propios de cada parte : 110, 32 SS.praeter innatos spiritus qui stabiles et in unaquaque partefuci sunt, tres insuper errantes et vagos influentesque existere ... Escribe también que el naturalis es el primero y origen de los otros dos (1 I1,30-49).

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designar estos elementos, sino que desarrollan y explican la teoría. Aquí se incluyen también los diccionarios médicos. Precisamente es lo que encontramos claro está, al tratarse de un diccionario de en el léxico de 1 Gorraeus, en nv~Upa, términos médicos griegos 35: naturalis quidem ex iecinore, vitalis autem a corde, animalis autem e cerebro ... ; et spiritus$t naturalis. De quo tamen apud veteres medicos dubitatum hisse, sime aliquis ... Nunc tamen doctis omnibus placere video aliquem reuera esse, cuius opera venaiculus, iecur ... Presenta además Gorraeus otras acepciones del término, siempre a partir de Hipócrates y Galeno. Así, nos habla de unflatus o vapor diferente de estos tres espíritus etéreos y portadores del calor nativus, que se produce en cualquier parte del cuerpo siempre que el calor se debilita o hay un humor crudo, de manera que va de acá para allá provocando molestias : Praeter eum alius etiam est in nobis spiritus naturae multum ab eo diversae, spiritus quidem propter quandam similitudinem dictus, sed qui potius flatus nomen, quem q%au vocant, mereatur. Est enim veluti vapor quidam crassior, impurior atque turbidior, tanto aqueo vapori similior, quanto ille naturam aeris exuperat et antecellit. Oritur a nobis ipsis, ... Probablemente sea éste el spiritus al que se refieren muchos autores cuando lo consideran causa de enfermedad, pues, como dice Gorraeus, los otros tres son benignos36. La identificación de yatus con spiritus ya se encontraba en Galeno, que recurría a la equiparación para definir flatus (XI Ad Glauconem de medendi methodo libri 111 Ad aliud enim tumoris genus iam transire tempus est, cui gignendo j7atuIentus spiritus materiam suggerit. Dicitur autem non solum flatulentus, sed et flatus ejusmodi spiritus crassus ac vaporosus neque aethereus substantia n e p e tenuis 37), y señalaba la posibilidad de emplear como sinónimos

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Así define este autor el término TGVEU~OI: spiritus. Est substantia aetherea, calida, Ieuissima tenuissimaque, omnes in corpore motus ciens. Substantiam quidem esse liquet, quod tertia sit substantiae nostrae portio, quam medici constare scripserunt solidis, humoribus et spiritibus ... 36 Fertur autem huc atque illuc motu errabundo, non citra partis in quam ruit dolorem et molestiam, cum spiritus ille, de quo ante diximus, semper mitis sit et beneficus, nisi quando nimium exuberans aut exolutus minus belle oflcio suo defungi potest. 37 Los términos griegos que traduce Kühn son respectivamente @Coa (j7atus)y meCya (spiritus). También se encuentran en la obra de Galeno, como hemos visto, los términos jlatulentus spiritus o xveíiya @vocúZieq(XI Ad Glauconem de medendi methodo Iibri 1 1 1 , por ejemplo). En el mismo sentido de espíritu comoflatus : XI Ad Glauconem de medendi methodo libri 1 11- 1 12 Nam id genus spiritus crassus ac vaporosus nonnunquam quidem sub membranis ossa tegentibus collectus continetur, nonnunquam sub peritonaeo, aliquando ver0 in intestinis et ventre ... Ad hunc quidem modum et muscuIus @se spiritu

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spiritus, flatus o ventus (XVI In Hippocratis praedictionum librum primum commentarius 394 Ventorum aut spirituum aut flatuum, licet enim ut velis eos appellare 38). Las otras dos significaciones que presenta Gorraeus sobre el término que nos ocupa son aer inspiratu attractus y dzflcultas spirandi (66onvo~ci).La primera es más frecuente en los diferentes escritos médicos, como hemos visto en algunos testimonios medievales y renacentistas. La otra, demasiado específica (tal vez requiera un conocimiento más profundo de los textos de Hipócrates y Galeno), sólo se refleja en aquellos usos del término que ofrecen la acepción de "respiración" (la angustiam spiritus de P. d' Abano 3 1, 1-2, por ejemplo). IV. Presentada la situación del término a lo largo de la tradición médica latina, medieval y renacentista, así como la profusión del mismo y sus distintas acepciones, se observa que los usos de esta palabra en los médicos valencianos no difieren de los expuestos hasta ahora. El comentario sobre el Canon de Avicena de M.J. Ledesma sólo reconoce los espíritus vital y animal : 103v, 21-301104, 1-25 Gal. conira li. de fac. Corpus nostrum dispensantibus, Vitalis, inquit, spiritus secundum arterias et cor generatur ex inspiratione et humorum vapore, ... atque ex eius (sanguinis) parte tenuissima substantia quaedam aerea, subtilis perlucida generatur, quae spiritus, ut Gal. ait, et est, et dicitur cognati nimirum caloris atque insiti causa existens. Generatur nanque ex sanguinis temperatissimi exhalatione, atque inspiratione, eiusque principium cor est et arteriae, ut 7. de Plac. uidere est, qui postmodum, Gal. autore, perfectiorem elaborationem et concoctionem in animalem commutatur ... Caeterum 12. Meth. cap.5. de omnibus in hunc loquitur modum. Animalis spiritus cerebrum veluti fontem esse clare ostendimus, qui partim ex inspirato, partim ex eo quod reticularisplexus suppeditat irrigatur, atque alitur. Exactamente las mismas consideraciones galénicas presenta Fuchs en el capítulo XIV De Spiritibus de su Ratio compendiaria perveniendi ad culmen medicinae, donde, después de una definición de spiritus de corte galénico 39, divide los mismos en vitalis y animalis, dejando a un lado el tercer tipo naturalis

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impletur. In ventre quoque aut intestinisjIatulentus spiritus concluditur, qui si vehementer frigidus sir, maximum excitar dolorem. 5S En este caso, los términos originales son avépwv,nveupázov y $w6v. 39 Spiritus est substantia subtilis, aerea, dilucida, ex tenuissima quaque sanguinis parte producta, ut deferatur virtus a partibus principatum obtinentibus ad reliquas, ac proprias edere actiones possint.

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reconocido por algunos médicos a lo largo de la tradición, puesto que su presencia en Galeno es dudosa 40. Pues bien : con los mismos argumentos de Fuchs, argumentos que atribuye a Manardo (1 04v, 17- 18 Haec omnia doctissime est Manardus prosecutus lib. 15. Episl.12), rechaza Ledesma el espíritu natural (104v, 4 Non enim spiritus naturalis necessarius est), y refuerza las razones de Manardo con otra de su propia cosecha, aunque de nuevo obtenida de los textos galénicos : 104v, 10-22 quibus omnibus nos illud ex Gale. de Plac. addimus pulsos in cerebro datos ..., quemadmodum zn corde et arterizs ..., quae pulsatio nulla in iecore cognoscitur. También Fuchs recogía este argumento. Teniendo en cuenta que la obra de este último se publicó con posterioridad a la de Ledesma (1548 y 1547 respectivamente) y que el valenciano se atribuye tal afirmación (nos illud ... addimus), bien podríamos pensar que el alemán pudo haber tenido en cuenta a éste, aunque es cierto que todas son razones sacadas de los tratados de Galeno a raíz de un profundo conocimiento de los mismos 41: Leddvic. l04v, 22-23 Ex quibus omnibus ex Gal. autoritate tantum duos esse sat est. 40

Vulgus medicorum triplicem facit spiritum, animalem, vitalem, et naturalem. Animalis in cerebro sedem habet, et per nervos in universum d~ffunditurCorpus, mouendi sentiendique facultatem praebens. Animalis vero dicitur, .non quod animae substantia, sed potius primum eius ibi habitantis instrumentum sit. Generatur ex vitali sursum per arterias elato, perfectius cocto et elaborato. In quem sane usum reticularem plexum, quasi varium quendam labyrinthum, iuxta cerebrum natura fabricauit ... Vitalis in corde continetur, et per arterias ad corporis partes defertur, cognati ac instituti nobis caloris causa existens. Generatur ex inspiratione, et sanguinis exhalatione ... Naturalis in iecinore, et venis est, modo aliquis sit spiritus naturalis. Neque enim necessarius est spiritus naturalis, qui nutriendi vim adpartes corporis deferat ... Hecha esta clasificación, las razones que presenta Fuchs para la negación del spiritus naturalis son las siguientes : no es necesario que éste proporcione a las partes del cuerpo la facultad de nutrirse, porque es innata a ellas ; en el hígado no hay ninguna materia a partir de la cual pueda generarse el espíritu natural, igual que el animal se deriva del vital ; tampoco hay en el hígado ninguna cavidad que acoja su generación, como en el corazón o en el cerebro, ni canales para distribuirlo a los demás miembros, ni vía para alimentarse, ni motus ni pulsus en el mismo ; la sangre que hay en el hígado no está tan limpia que pueda servir de origen para este espiritu. 41 Mucho más adelante, el alicantino Jaime Segarra, además de comentar la teoría galénica de los espíritus vital y animal, expondrá también la controversia sobre el natural. Segarra, tambien profesor de medicina en la Universidad de Valencia, hace esto en una obra de carácter docente (Commentarii physiologici, non solum medicis. sed et philosophis, et omnium bonarum artium studiosis longe utilissimi, quibus praefucus est eiusdem auctoris libellus, De artis medicae prolegomenis ..., Valencia 1596), que, de marcado carácter libresco y alejada de la novedad y la preocupación filológica de los textos del humanismo médico, recopila a finales de siglo todos los datos posibles acerca

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Por otra parte, los diccionarios médicos posteriores de Castellus y Blancardus reúnen también el espíritu natural con el vital, con más dudas el primero (Spiritus naturalis, vide spiritus vitulis ; ... quod si naturalis quoque spiritus est, ...) que el segundo (Spiritus veteribus erant triplices in corpore hominis ... nunc vero ..., dichotomiam amant, ... sed Vitales et Naturales, qui idem sunt, ...). Además del comentario de Ledesma sobre los tres espíritus vital, animal y natural, y de la controversia sobre este último, que se encuadra perfectamente dentro de la asimilación de estas ideas en su época, encontramos también las denominaciones y conceptos clásicos en las obras de Miguel Juan Pascual, Pedro Jimeno, Pedro Jaime Esteve, Luis Collado y el mismo Ledesma. Éstos nos ofrecen por una parte la acepción más general del término, sin establecer distinciones. Los testimonios son frecuentes y recogemos solamente algunos a modo de ejemplo: Pasc.Morb.cur. 56, 24-25 spiritibus motum, ac sensum deferentibus viam ; 75v, 25-26 revocando sanguinem, calorem, et spiritum ; Est.Epid. 44, 3-4 Aut cum iusto fuerit tenuior, simul et aquosior, quam ut ab spiritu per tussim concitato evehatur ; Coll.lsag. 12 1, 3-7 Similarium partium natura ex his tribus constat, ex spiritibus; ex earum, quae solidae dicuntur, partium substantia :et tertia ab his carnosa ... ; Co1l.Oss. 8, 12-14 Tertium genus rerum secundum naturam causae sanitatis sunt, internae, nempe humores et spiritus ; Led Avic. l3v, 12-14 Ad Medicinam igitur spectat pertractare de elementis, temperamentis, humoribus ... spiritibus. Por otra parte, está también atestiguada en los escritos de los médicos valencianos la tradicional división de los espíritus en vital y animal : Pasc.Morb.cur. 3 8v, 14-1 6 spiritus animalis meatum, qui in cerebri ventriculis est ; 107, 16- 17 Quae cor corroborant, spiritumque vitalem instaurant ; Jim.Dia1. 74v, 18-20 atque vitalem spiritum cerebro offewe creditur :ut ex eo, substantiae cerebri temperamento ut mox dicetur animalis spiritus elaboretur ; 20-2 1

de diversas cuestiones médicas : 354, 15-19 dubitari ver0 soler, un praeter hunc, spiritus alter naturaiis sit, qui in iecore genitus una cum venaii sanguine per venas in partes omnes dzflundatur. Galenus quidem ubicumque de hac re agit, duplicem concedit spiritum injluentem, vitalem scilicet et animalem ... ; 354, 40-41 Haec itaque duo injluentis spiritus genera Galenus manifsto concessit, un ver0 concedendus etiam sit spiritus aliquis naturalis, incertum reliquit. También discute Segarra al profesor de Alcalá Francisco Vallés la opini6n de que este spiritus naturalis tenga su origen en los testículos : 356, 5-7 Nam quod Vallesiusscribit, spiritum quendam naturalem ex vitali in testibus generari, qui el vivat, et generandi vim insitam habeat,Jictitium videtur.

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Cerebrum vero animalis spiritzls sedes et ofJicina ...; Est.Epid.l74v, 38 ob locorum angustationem vitales spiritusferri non possint ; e t ~ . ~ ~ . La consideración de los espíritus como causa de enfermedad, en relación con el Jlatus galénico que mencionaba Gorraeus, también está presente en los escritos de nuestros autores. Para Pascual, Ledesma y Esteve, que escriben los textos de contenido más variado, el spiritus es el origen de diversos afectos. En este sentido, aparece frecuentemente acompañado del adjetivo jlatulentus, que parece marcar su carácter nocivo : Pasc.Morb.cur. 133, 1 1-12 Qui dolent ex jlatulentis spiritibus, tensionem expetuntur, Jlatum quoque sentiunt, et emittunt ; 146v, 24-26 Tympanites accidit quoties ... multus spiritus flatulentus modico humori commixtum includitur ; Led.Pleur. 4, 13-15 Item quaedam vera pleuritis est, quaedam notha, haec jlatulentus est spiritus ... ; LedAvic.79v, 3-7 haec enim rnembrorum natura ne ictus quidem sentiunt. Quod si flatulentus spiritus, aut praeter naturam tumor in his sentitur, id quidem Jit extensa ob spiritum membrana circumvolvente ; etc. También se utiliza el término spiritus con el valor de "respiración" (Pasc.Morb.cur.106v, 18-19 et nutrire spiritus bonis odoribus naribus admotis ; 138, 25 dzficultas spiritus ; Est.Epid. 89v, 22 spiritus ... sublimis ; 185v, 15 spiritus angustia). El propio Esteve, que recoge este uso, ofrece, en diversos fragmentos de su comentario sobre las Epidemias, las explicaciones galénicas sobre los significados de origen hipocrático de dispnea o spirandi dzficultas y de flatus, significados que también ofrecía Gorraeus 43 . Dichos fragmentos son, además, muy representativos de la labor filológica del médico valenciano, y muestran su preocupación por el léxico : 76v, 6-1 7 Solet igitur Hippocrates &o& hoc est, anhelitum, simpliciter nominare crebram respirationem ... aliam vero quae non admodum naturae limites praetergressa est m C p a nuncupare est solitus. Idipsum possumus facile ex Galeno didicisse, si quae libro de spirandi dzficultate ultimo ad calcem scripsit, diligenter excusserimus ... id est. Spiritum simpliciter cum scribit Hippocrates, in aegrotantium concursibus, monstratum iam esr, pro spirandi dzficultate ab eo usurpari, per quam spiritus creber redditur. 42

Otros ejemplos en Pasc. Morb.cur. 217, 4 morbum spiritum vitalem dissipantem ; 17 corroborant cor, quod meliorem generabit spiritum ; Jim.Dia1. 38v, 14-15 nervontm a cerebro animalem spiritum et vim adferentium ; 21-23 organa quibus animali spiritu totum corpus irrigatur, nervi nomine donavit ; 73, 16-1 8 Ad spiritum igitur conflciendum cor utitur aere, quo ... ; Coll.lsag. 256, 1-3 At partis substantia simili substantia servabitur, solida solido alimento, spiritus qui aereus est. Aereo et vaporoso ; etc. 43 Posteriormente, el Lexicon Medicum Graeco-latinum de Castellus seguirá ofreciendo para spiritus las acepciones hipocraticas de respiratio, aer attractus y flatus.

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106v, 7- 17 primum quidem z a n v d p a r a . id est. Spiritus intelligi volumus, jlatuosam in praecordiis contentam rnateriam, non speciem aliquam dzyicilis respirationis, qua creber spiritus efJicitur, quanquam frequenter m&@a,in ea signzjicatione sumi a b Hippoc. sciamus. Nam Galenus ... Quare in hac parte, spiritus @v^oag, hoc est, jlatus signzjicabunt quemadmodum interdum ea affectos passione Hippo. n v ~ v p a r i a g , aut n v ~ v p a r h & z g . Id est, jlatulentos, spiritososque nominat 44. Otra acepción del término que aparece en los textos médicos es la de "aire" (Est.Epid. 76v, 22 spiritum cum dzyicultate trahunt), e incluso se menciona en estrecha relación -no como sinónimo, sin embargo- con el calor nativus 45: 44

Igualmente, en el mismo sentido 107, 9- 20 Nam et Gale. ipse, tum alibifrequenter, tum libro de morborum acutorum victu, in hunc modum scripsit ..., vocavit autem Hipp. totam respirationem spiritum ... Quod igitur (inquit) ex ea quae tum foras, tum introfit spiritus delatione componatur totius respirationis operatio, quodque pars altera inspiratio, pars ver0 altera expiratio nominetur ... Haec ergo primum, quam impraesentiarum spiritum nominavit, bvariam deducenda erit : tum in inspirationem, qua cordis fewens caliditas attemperatur, spiritibusque nutrimentum suggeritur, turn etiam in expirationem,... 45 En algunos textos médicos posteriores, preocupados por la denominación de los elementos naturales, se encuentra también la identificación de spiritus con calor nativus, precisamente porque es su vía de distribución : Seg.Comm.phys. 74, 11-12 In eo tamen discrimen est, quod spirituosa substantia (quam etiam calidum innatum appellant) ex igne potissimum et aere constituatur ; Castellus : Estque tanta spiritui cum calore nativo substantiae communio, et operis societas, ut par sit ejusdem essentia, natura. et proprietas ; ut non immerito Hippocratis spiritus vocarit, impetus facientia ... Incluso Gorraeus habla de la identidad de denominación : Proindeque spiritus ille cum calido nativo mistus ita confususque est, ut nunquam ab invicem separentur, sed ubicunque calor est, illic etiam spiritum esse sit necesse ... Ex eo factum est, ut a medicis ... et iisdem cognominibus ornentur. Precisamente J. Segarra explica la razón de esta sinonimia entre calor innatus y un spiritus innatus, distinto de los tres clásicos, a la vez que critica a Fernel por distinguir entre ambos. Una vez más, esta significación de spiritus tiene su origen en Galeno (cf: Cl. Galeni opera omnia ..., op.cit., vol. XI De simplicium medicamentorum temperamentis ac facultatibus libri 73 1) : Comm.phys. 353, 31-48 1 354, 1-4 In singulis quidem corporis partibus spiritum quendam reperiri, quem naturalem, insitum, innatum, e! congenitum vocant, ab omnibus concessum est. Hunc vero, eundem cum innati caloris substantia, siue innato calido, Galenus constituit , in cuius natura explicanda varius ac inconstans videtur. Nam sanguineam seminalemque substantiam una cum spiritu aliquando calidum innatum appellat : alibi sanguinem et semen ;alibi sanguinem et pituitam ; ac rursus alibi

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Pasc.Morb.cur. 210, 1-4 Cum enim sola bilis putrescit, sanguis nullo modo mittendus est, quia eius vacuatio simul curn spiritu et nativo calore ve1 mortem, ve1 maximum periculum induceret ; Led A vic. 47, 25-27 calore nimirum naturali, cuius vehiculum spiritus est, quem Gal. ... primum animae appellavit instrumentum. Las significaciones de spiritus quedan corroboradas por las traducciones de Esteve en sus comentarios sobre las Epidemia, donde el autor hace gala de su conocimiento del griego y de los textos hipocráticos y galénicos. De este modo, por un lado traduce m&pa con spiritus, distinguiéndolo de Jlatus en consonancia con el texto griego de Hipócrates (36v, 15 spiritus ... jlatus < 4-5 n v ~ U p a m... $Uoai), y probablemente con las dos acepciones que presentaba Gorraeus, con lo que Jlatus sería más bien un espíritu que produce molestias. Pero, por otro lado, Esteve parece emplear los dos términos como sinónimos, siempre como traducción de nvaGpa, en un contexto donde seguramente busca la variación para evitar una frecuente repetición. Así, encontramos en la traducción de un mismo fragmento hipocrático el mismo matiz de spiritus y Jlatus como "aire que se respira", aunque en algún caso corresponda aJlatus la acepción de ese mismo aire pero ya dentro del cuerpo : 46v, 20-34 Loquitur autem homo quoniam universum Corpus spiritum intus attrahat :plurimumque in cavas ipsius partes reponat : qui curn foras recurrit per inania spacia padiens strepitum movet. ... Sed unam tantum vocem sonant : etiam si jlatum expirantes, loqui nitantur. ... Homines curn magnam loquelam volunt emittere, trahentes quidem spiritum forinsecus, impellunt foras :atque magnam ita edunt loquelam :tantisper dum spiritus durat. ... Quin et citharoedi, curn ipsos alte Ioqui oportet : magnam Jlatus copiam inspirantes elationem intendunt : ac sic alte loquuntur ac canunt : donec spiritus suficere potest 46. aeream et aqueam substantiam : et tandem substantiam igneam et aeream. Haec tamen tanta nominum varietas damnanda non est, cum propriam rei de qua agitur, naturam optime exprimat ... Ex his intelliges, quam male Fernelius spiritum nativum ab innato calido distinxerit, ... 46 El texto griego que ofrece y traduce Esteve es el siguiente : 46v, 4 -15 Aiah&yEZai 6~ 6ia 70 Z V E $ ~ B ~ K E L V~ i o w~ Ü 70 v &pa, 70 x h ~ i o ~ o&k v dic ~d Koiha ab70c EauíoG. AUTO 86payazi. 47 Como se ve también, por ejemplo, en 47, 21-25 At gravis vox ex eadem pender caliditate :quoniam arteriae etiam latitudinem expostulat : ingentem ver0 flatum, non pro sua ratione ... Caeterum haec (ut arbitror) maximajlatus indigent impulsione. 48 W.H.S. Jones, el editor de los escritos del Anonymus Londinensis, constata a propósito del término pneuma la dificultad de traducción, dado que en griego existían tres términos para designar "aire" : hfp, +Boa, .nveUpa. Los dos últimos en concreto implican movimiento. C$ The Medical Writtings of Anonymus Londinensis (W.H.S. Jones, ed.), Amsterdam, 1968, pp. 10-1 l.

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est, jlatuosus ramex ; Est.Epid 54v, 20-2 1 si jlatus in eam se insinuet partem, : llvsupazo~.ílhq), y otros términos similares n v s u p a ~ o ~ j h;~ Gorraeus v recogidos también por los diccionarios médicos : pneumatias, pneumatodes, pneumaticus, pneumodes ... VI. Después del estudio de estos testimonios y de tan diversas fuentes, podemos concluir que el término spiritus, tal como se utiliza en los textos de la medicina humanista de Valencia reune distintos significado^^^, que proceden de la medicina hipocrática y galénica, a la que el humanismo médico en general volvió sus ojos con verdadera devoción para restituirla, en la medida de lo posible, de la interpretación y la expresión medievales. No hay, por tanto, en este caso ruptura entre las ideas fisiológicas de la Antigüedad y el Renacimiento, como la hubo, por ejemplo, en el terreno de la Anatomía : el concepto de spiritus procedente de los textos clásicos se mantiene, y la disputa acerca de un tercer tipo naturalis no es sino fruto de una lectura atenta y preocupada de los textos galénicos. Además, en este caso el humanismo médico no puede romper tampoco con los conceptos medievales al respecto, que se mantuvieron igualmente dentro de los limites de la medicina griega. Esa continuidad de las ideas se corresponde perfectamente con la pervivencia de los términos que sirven para designarlas, pues desde la medicina latina de Celso se mantuvo el término spiritus durante las etapas medieval y renacentista. Es más : si en la medicina latina los usos son más bien genéricos, es en la Edad Media cuando se encuentra el término asociado a los distintos tipos, como se utilizará también después. Esto refuerza la idea de que en el terreno del léxico, especialmente en ciertos campos de la medicina como la fisiología o la terapéutica, los humanistas médicos no pudieron siempre llevar a cabo una renovación sistemática de la terminología técnica utilizada en la Edad Media, 49 En ocasiones, ya en una tradición medieval que no se interrumpe en el Renacimiento, se emplean como sinónimos otros términos, normalmente más genéricos y que, por tanto, pueden recoger estas acepciones. Así sucede, por ejemplo, con ventositas (Gloss.med. 48, 12-14 Nej-esis ... contingit autem ... ex ventositate ... ;42,24 / 43, 1 inde turbantur omnes partes spiritales inclusa ventositatis copia ; Ster. 11 1, 7 ventositas seu spiritus ; 2, 5 ventositatis ; 3, 39 Habundantes in ventositate ; 41-42 ab omnibus leguminibus causantibus ventositatem ; 8, 9 Yentositatem ver0 et spiritus multiplicant faba ... ; etc.), que es traducido por "aire" o "neuma" por E. Montero Cartelle en su edición Tractatus de Sterilitate. Anónimo de Montpellier (siglo XIV). Atribuido a A. de Villanova, R. de Moleris y J. de Turre, Valladolid, 1993, pp. 121, 125, 129, 143, 155. También encontramos ventus (Glosxmed. 34, 3 Faba : nutrit et stringit et ventos creat), humiditas jlatuosa (Pasc. Morb.cur. 248, 26-27 ve1 humiditatejlatuosa, ve1 spiritu vaporoso ; Est.Epid. 98v, 9-10 humiditas flatuosa, aut spiritus vaporosus), spiritalis substantia (Pasc. Morb.cur. 60v, 26-27) y, por supuesto,flatus.

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porque también ella recibió mucho de la latinidad, y no sólo tardía 50. De ahí que sean los aspectos de morfología y sintaxis los que ilustran mejor las diferencias de lengua de una y otra épocas. Importante es, sin embargo, señalar la preocupación filológica de los médicos humanistas, que alcanza también al campo de los spiritus. Dicha preocupación, ausente de los testimonios medievales que hemos visto, está representada en el caso de los valencianos por las traducciones y explicaciones lingüísticas que al respecto realiza P.J. Esteve, e incluso por la atenta interpretación que dedica Ledesma a los escritos galénicos para aclarar dudas sobre el spiritus naturalis. De este modo conecta también el humanismo medico de Valencia con el de otros importantes representantes del mismo como L.Fuchs o Th. Linacre, autores de traducciones de textos clásicos e interesados también en cuestiones lingüísticas. Por otra parte, aunque tampoco se rechazan en los escritos médicos del humanismo los helenismos -a los que no siempre se recurre por necesidad expresiva, sino también por erudición o por intenciones helenizantes-, en este caso la forma pneuma no encuentra apenas difusión en los mismos, en una preferencia por la forma latina que se observa también en la tradición medieval, con lo que tampoco en esto se diferencian ambas etapas.

Apéndice : obras y ediciones utilizadas. a) Fuentes medievales. - Anonymus Londinensis, The Medical Writtings of Anonymus Londinensis (W .H.S. Jones, ed.), Amsterdam 1968. - Antidot. Reich. / Antidot. Glasg. : Antidotario de Reichenau / Antidotario de Glasgow. En A. Thomas, "Notes Lexicographiques sur les recettes médicales du haut Moyen Age publiees par le Dr. H.E. Sigerist", A L M 5, 1929-1939, PP. 7-166. 50

Incluso admite el humanismo medico términos de uso exclusivamente medieval, cuando no se encuentra mejor equivalente para un helenismo. Es lo que sucede en diagnóstico y pronóstico con indicatio o iudicatio, porque no hay término más adecuado para los helenismos correspondientes. Además es la etapa medieval la que les confiere el valor técnico médico, como sucede por ejemplo con vapor, fumus o chyius, tampoco rechazados por el humanismo.

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Arn. Vilan. 0p.med. : Arnaldo de Vilanova, Opera Medica Omnia, vol. IV Tractatus de consideracionibus operis medicine sive phlebotomia (L. Demaitre, ed.), Barcelona 1993. Vol. X 1 Regimen sanitatis ad regem aragonum (L. Garcia Ballester- M.R. McVaugh, eds.), Barcelona 1996. Pietro d'Abano (1250-1316). 11 trattato "De venenis" (A. Benedicenti, ed.), Firenze 1949. Avicena, Liber canonis Medicine cum castigationibus Andreae Bellunensis ..., translatus a magistro Gerardo Cremonensi in Toleto ..., Venetiis 1527. Avicinne. Poime de la médecine ( H . Jahier, A. Nourredine, eds.), Paris 1956 (Cantica Auicennae a magistro Armengaudo Blasii de Montepesulano ex arabico in latinum translata, cum castigationibus ... Andreae Bellunensis). Constantini Liber de coitu. El tratado de andrologia de Constantino el AfPicano (E. Montero Cartelle, ed.), Santiago de Compostela 1983. Gloss.med. : Glossae medicinales (I.L. Heiberg, ed.), Kobenhaun 1924. Jean Mesué, Le livre des axiomes médicam (aphorismi) (D. Jacquart, G. Troupeau, eds.), Geneve 1980. Mondino de Luzzi, Anatomia Mundini. 153 1 (= Padova 1476). Rol.Parrn. : Rolando de Parma, Chimrgia (L. Stroppiana, D. Spallone, eds.), Roma 1964. Ster. : Tractatus de Sterilitate. Anónimo de Montpellier (siglo XIV). Atribuido a A. de Villanova, R. de Moleris y J. de Turre ( E . Montero Cartelle, ed.), Valladolid 1993.

b) Fuentes renacentistas.

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And.Brent. De nat.hum. : Hippocratis de natura humana, ab Andrea Brentio Patauino conuersus. Lyon 1 525. Blancardus : Stephanus Blancardus. Lexicon Medicum (K.H. Weimann, ed.), Hildesheim-New York 1973 (=Jena 1683). Castellus : Bartolomeo Castello, Lexicon Medicum Graeco-latinum ... Nunc ver0 in commodum publicum Opera et Studio Adriani Ravestini ... Rotterdam 1657. Coll.lsag. : Luis Collado, Ex Hippocratis et Galeni monumentis isagoge summa diligentia decerpta, ad faciendam medicinam non minus utilis, quam necessaria: autore Ludovico Collado medico Valentino ..., Valencia 156 1 .

El léxico latino en los textos del humanismo médico valenciano

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Coll.Oss. : Luis Collado, Claudii Galeni Pergameni liber de Ossibus ad pones, interprete Ferdinando Balamio Siculo, enarrationibus illustratus a Ludovico Collado Valentino ..., Valencia 1555. Cop.Praes. : W . Kopp, Hippocratis Coi Praesagia, Gulielmo Copo Basiliensi interprete. Lyon 1525. Cop.Rat.vict. : W . Kopp, De ratione victus in morbis acutis libri quatuor, Gulielmo Copo Basiliensi interprete. Lyon 1525. Est.Epid. : Pedro Jaime Esteve, Hippocratis Coi Medicorum omnium principis Epidemia liber secundus, a Petro Iacobo Steue Medico Latinitate donatus, et fusissimis commentariis illustratus, adiecta et singulis sententiis graeca veritate..., Valencia 1551. Femel, J. : lo. Fernelii Ambiani medici et philosophi praeclarissimi opera medicinalia ; nempe Phisiologia, Pathologia, et Terapeutica, seu medendi ratio: quibus adiecimus de abditis rerum causis : nunc denuo recognita et impresa. Venecia 1564. Fuchs, L. : Leonardii Fuchsii methodus seu ratio compendiaria perueniendi ad culmen medicinae ... Eiusdem usitata huius temporis componendorum rationum libri III, indice duplici latino et graeco ... adiecto. Lyon 1548. Gorraeus : lo. Gorraei Parisiensis, Deflnitionum Medicarum libri XYIIII, literis Graecis distincti. Frankfurt 1578. Jim.Dia1. : Pedro Jimeno, Dialogus de re medica compendiaria ratione, praeter quaedam alia, uniuersam Anatomen humani corporis perstringens, summe necessarius omnibus Medicinae candidatis, Valencia 1549. Lasc. : Libellus Hippocratis de JEatibus, Constantino Lascare : aut ut nonnullipraeferunt Francisco Philelpho interprete. Lyon 1525. LedAvic. : Miguel Jerónimo Ledesma, Prima primi Canonis Auicennae Sectio, Michaele Hieronymo Ledesma Valentino Medico et interprete et enarratore, Valencia 1547. Led.Pleur. : Miguel Jerónimo Ledesma, De pleuritide Commentariolus, Valencia 1546. Leoniceno, Aph. : Hippocratis Choi aphorismi, Nicolao Leoniceno Vincentino interprete. Lyon 1525. Pasc.Morb.cur. : Miguel Juan Pascual, Morborum internorum fere omnium, et quorundam externorum curatio brevi methodo comprehensa ... Huic disputatio quaedam medica accessit, Valencia 1555. Seg.Comm.phys.: Jaime Segarra, Commentarii physiologici, non solum medicis, sed et philosophis, et omnium bonarum artium studiosis longe

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utilissimi, quibus praeJxus est eiusdem auctoris libellus, De artis medicae prolegomenis ..., Valencia 1 596. Silvio, J., febr. : De febribus. Paris 1561 . Stephanus : H . Estienne, Dictionarium medicum uel expositiones vocum medicinaIium ad verbum excerptae, París 1564. Vesalio, A., De humani corporisfabrica (Bruselas 1970 = B a d e a 1543).

M"T. Santamana Hernández

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