El Lenguaje y el Discurso de la Globalización en Educación

July 24, 2017 | Autor: Jorge Benavides B. | Categoría: Globalization, Higher Education, Marketization, Higher Education and Marketization
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APA Citation Style: Benavides B., Jorge E. (2007). El Lenguaje y el Discurso de la Globalización en Educación. Paper presented at the VI Coloquio Internacional de la Red de Pensamiento Latinoamericano. CEILAT, Universidad de Nariño, Hotel Don Saúl, San Juan de Pasto.

EL Lenguaje y el Discurso de la Globalización en Educación VI Coloquio Internacional de la Red de Pensamiento Latinoamericano Universidad de Nariño – Hotel Don Saúl Diciembre 13-14, 2007 Jorge E. Benavides B. ([email protected]) Departamento de Lingüística e Idiomas Universidad de Nariño, San Juan de Pasto, Colombia

El lenguaje es el medio central por el cual comprendemos el mundo y construimos cultura. El lugar primordial del lenguaje en la construcción, constitución y regulación del mundo social. Información y comunicación En este caso se da por entendido que la comunicación no solo implica un intercambio de información sino la acción que se realiza por quienes reciben el texto como mensaje (Searle, 1980). Esta perspectiva del lenguaje está estrechamente relacionada con el contexto en el sentido de que no puede utilizarse, entenderse o interpretarse con sentido sin tener en cuenta aspectos más allá de los puramente lingüísticos formales. De esta forma la interpretación del lenguaje se vuelve interpretación del mundo. En estos casos, el contexto social es importante lo mismo que las omisiones, por ejemplo, sobre las cuales se piensa que no son omisiones propiamente dichas sino ‘información’ codificada que el lector sabrá decodificar al compartir elementos de contexto social (Halliday, 1982). En este orden de ideas se necesita una concepción de lengua y de lenguaje más socialmente comprometida y que implique no solo relación sino interacción en la creación y transmisión de significados. Para un estudio más social de la lengua Wittgenstein proporcionó la metáfora del ‘juego’, donde las relaciones de significado y las acciones para el mismo (reglas acordadas) son decisivas para el éxito del mismo. Más que buscar explicaciones teóricas universales del lenguaje se puede proceder en forma más provechosa: buscando los significados en el uso del lenguaje. El significado real de una palabra se encuentra en su uso en el lenguaje, y de manera análoga el significado de una frase, oración o proposición se encuentra en la forma como esta es realmente utilizada

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(discursivamente) teniendo en cuenta las circunstancias históricas de su producción; es ahí donde esta tienen significado (Wittgenstein, 1988). Fairclough (1995) ve la lengua como el sistema por medio del cual se establecen relaciones de tipo social. Es en el uso de la lengua y su capacidad de comunicación y acción referida al lenguaje, es decir al uso del lenguaje visto como practica social. Es también un ‘modo de acción’1 localizado histórica y socialmente, es decir, que está configurado socialmente y que a la vez también configura el aspecto ‘social’. Es en este sentido y dada la naturaleza social de la lengua que se pretende una teoría social del discurso no necesariamente centrada en su funcionamiento lingüístico sino en la relación de las prácticas y eventos discursivos con lo social. Lenguaje y sociedad El modelo del lenguaje de Halliday es funcional en su organización puesto que está basado en tres componentes funcionales o metafunciones: ‘ideacional’, ‘interpersonal’, y ‘textual’ que “son los modos de significado presentes en toda utilización del lenguaje en todo contexto social” (Halliday, 1982: 148) cuyo producto social es el texto o discurso. Estos componentes se reflejan en el estrato ‘lexicogramatical’ como ‘redes discretas de opciones a las que accede el hablante (o el autor en el texto escrito, por ejemplo), en otras palabras, comprende la función ideacional representada por la transitividad en la cláusula, la interpersonal por el modo y la modalidad, y la textual por un conjunto de sistemas denominados ‘tema’. El giro lingüístico El giro lingüístico implicó el desarrollo filosófico de la segunda mitad del siglo XX y se caracterizó por su enfoque hacia el lenguaje como construcción de realidad y su consecuente influencia en las ciencias sociales y humanidades. Su fundamento yace en la característica del lenguaje de no ser un medio transparente y directo del pensamiento propugnado por la filosofía del lenguaje. Durante los años 70 las ciencias sociales y humanidades reconocieron al lenguaje como una agente constituyente de realidad diferente a la tradición que consideraba al lenguaje como un sistema de palabras y significados a la manera de rótulos. Sin embargo, el estructuralismo, y más tarde el post estructuralismo jugaron un importante papel que influenció las diferentes posiciones dentro de la filosofía y la ciencias sociales y humanas, al considerar que la percepción de la realidad puede estar condicionada por el poder del lenguaje. En otras palabras los investigadores sociales se dieron cuenta que el lenguaje era el eje central por medio del cual se entiende el mundo y se construye la cultura. 1

Cita a Austin, 1962 y a Levinson, 1983.

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El poder y La ideología En la tradición del análisis crítico se rechaza el criterio por el cual el lenguaje es una representación directa de la realidad social, libre de todo valor ideológico. El hecho de que toda representación está mediada, modelada por los sistemas de valor que se incrustan en el medio lingüístico cobra más preponderancia cuando necesariamente este último se realiza en un contexto social, político y económico donde generalmente se asientan ideologías que funcionan dentro de sistemas sociales y sus instituciones (Kress , 1979; Wodak, 2003a). Según lo propone Fairclough, (1992) no se puede desconocer la importancia del lenguaje en las operaciones de poder y de hegemonía como foco de interés de la comunidad académica mundial. Bajo las condiciones contemporáneas de la modernidad en curso hacia la postmodernidad es importante un foco critico en la producción y reproducción del conocimiento, dando particular énfasis a las formas en las que la ideología esta investida en el lenguaje, como lo sugiere van Dijk, (1998). La relación entre ideología y las representaciones del conocimiento son de preocupación central y que pueden afrontarse desde una perspectiva del análisis del discurso. Como categoría analítica general, el discurso puede contribuir a la construcción de identidad social; permite la construcción de relaciones sociales entre la gente y las instituciones; y a la construcción de sistemas de conocimiento y creencia (Fairclough, 1992). El discurso de la globalización Una característica del lenguaje de la globalización (que se integra como ideología) es su carácter persuasivo. La persuasión como un fenómeno caracterizado por la alusión al mercado, (libre), al consumo, a la cantidad de opciones, a la flexibilidad, y que crea la seguridad de corregir inestabilidades. Este tipo de persuasión no tiene que ver con el concepto (que hace parte de la retórica de la modernización y del cambio) El tipo de persuasión utilizada en estos días es del tipo coercitivo, intimidante, textos que no dejan al destinatario opción sino aceptar declaraciones llenas de intereses económicos. El discurso de la globalización enfatiza conceptos que a menudo resultan incuestionables (libertad, eficiencia, productividad, competencia, alta calidad, estandarización, índices, mercado, consumo, privatización, reducción de costos, (coste-efectivo), comunicación, información, nuevas tecnologías, etc.) El discurso global y neoliberal en educación El conocimiento es más que evidente como unidad de poder y persuasión en el mundo de la globalización en que nos encontramos donde el mercado es el paradigma para toda empresa, hasta llegar a hablar de empresa educativa.

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Se entrevé la influencia del mercado y el consumo en educación en general. La idea de proveer de bienes de consumo y servicios ha hecho que se desarrollen otras prácticas discursivas como lo que sucede con el uso de la metáfora de la COMPETITIVAD traído del concepto de empresa (teoría económica) Muchos considerarían una buena relación entre la economía de mercado y la educación, pero no alcanzarían a ver sus devastadoras consecuencias al considerar lo que pasa en la economía de mercado y el fin que tendría el campo educativo sujeto a toda una presión mercantilista con todos sus vicios y problemas: donde la meta no es mejorar como persona sino ganar como cliente. En una época dominada por los medios masivos y electrónicos de comunicación y su conocida importancia como ‘extensiones del hombre’ (Mcluhan, 1996), es necesario no solo conocer sino comprender los cambios culturales y las relaciones entre las nuevas tecnologías y la sociedad para empezar a discutir estas nuevas formas de interacción discursiva que dominan la sociedad contemporánea

Referencias Fairclough, N. (1992). Discourse and social change. Cambridge, UK: Polity Press. Fairclough, N. (1995). Critical discourse analysis: the critical study of language. London: Longman. Halliday, M. (1982). El lenguaje como semiótica social (J. F. Santana, Trans.). México: Fondo de Cultura Económica. McLuhan, M. (1996). Comprender los medios de comunicación: las extensiones del ser humano (1a ed.). Barcelona; México: Paidós. Searle, J. (1980). Actos de habla: ensayo de filosofía del lenguaje (L. M. Valdés Villanueva, Trans.). Madrid: Cátedra. Wittgenstein, L. (1988). Investigaciones filosóficas (A. García Suárez & U. Moulines, Trans.). Barcelona: Crítica.

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