El legado urbano en la Bética romana: una visión a través de la arqueología

July 21, 2017 | Autor: A. Arévalo González | Categoría: Archaeology, Classical Archaeology, Archaeology of Roman Hispania, Arqueología, Roman Archaeology
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Descripción

JOSÉ MARÍA MAESTRE MAESTRE, JOSÉ GUILLERMO MONTES CALA, RAFAEL J. GALLÉ CEJUDO, CRISTÓBAL MACÍAS VILLALOBOS, VIOLETA PÉREZ CUSTODIO, SANDRA I. RAMOS MALDONADO, MANUEL SÁNCHEZ ORTIZ DE LANDALUCE (EDS.)

BAETICA RENASCENS VOLUMEN I

CÁDIZ-MÁLAGA 2014

Baetica Renascens / José María Maestre Maestre, José Guillermo Montes Cala, Rafael J. Gallé Cejudo, Cristóbal Macías Villalobos, Violeta Pérez Custodio, Sandra I. Ramos Maldonado, Manuel Sánchez Ortiz de Landaluce, eds.- Cádiz- Málaga: Federación Andaluza de Estudios Clásicos; Alcañiz: Instituto de Estudios Humanísticos. 2014 2 v., XXII, p. 1364; 24 cms. I.S.B.N.: 978-84-942322-6-8 (Obra completa) I.S.B.N.: 978-84-942322-4-4 (Volumen I) 1. Arqueología- Historia Antigua- Epigrafía- Numismática. 2.- Filología Griega clásica. 3.- Filología Latina clásica, 4.- Filología Greco-Latina medieval. 5. Humanismo- Tradición Clásica. 6. Didáctica de las Lenguas Clásicas- I.- Maestre Maestre, José María, ed. II. Montes Cala, José Guillermo, ed. III. Gallé Cejudo, Rafael J., ed. IV. Macías Villalobos, Cristóbal, ed. V. Pérez Custodio, Violeta, ed. VI. Ramos Maldonado, Sandra I., ed. VII. Sánchez Ortiz de Landaluce, ed. VIII. Federación Andaluza de Estudios Clásicos, ed. IX. Instituto de Estudios Humanísticos, ed. X. Grupo Editorial 33, ed. XI. Título

© Federación Andaluza de Estudios Clásicos Instituto de Estudios Humanísticos Grupo Editorial 33 I.S.B.N.: 978-84-942322-6-8 (Obra completa) I.S.B.N.: 978-84-942322-4-4 (Volumen I) DEPÓSITO LEGAL: MA 1081-2014 DISEÑO Y MAQUETACIÓN: Olga Ramos Maldonado IMPRESIÓN: Publidisa (Sevilla)

EL LEGADO URBANO EN LA BÉTICA ROMANA: UNA VISIÓN A TRAVÉS DE LA ARQUEOLOGÍA Alicia Arévalo González Universidad de Cádiz

Es evidente que nuestras ciudades son fruto de su historia y con ella de la evolución de los criterios sobre el mayor grado de respeto a la memoria de las mismas y a las evidencias que nos quedan en su subsuelo o integradas en sus construcciones posteriores. Es ante todo ello ante lo que hay que arbitrar soluciones que faciliten esa convivencia sin ruptura, que ayuden a comprender el legado que encierran, sin transformar por ello los restos en testimonio fosilizado de un pasado incomprensible. Que la herencia romana en la actual Andalucía constituye uno de los rasgos fundamentales de su idiosincrasia, es un hecho probado que no necesita de demasiadas contrastaciones empíricas a poco que pasemos la vista por buena parte de nuestras ciudades para comprobar el legado arquitectónico y paisajístico que nos rodea, y que nos recuerda los siglos de presencia romana no sólo sobre la Baetica sino sobre la Península Ibérica en su conjunto. Por otra parte, a poco que reparemos someramente en la ingente bibliografía que ha generado la romanización de Hispania en general y de la Baetica en particular, un hecho destaca rápidamente y no es otro que el foco de interés que siempre ha despertado el estudio del mundo urbano desde cualquiera de sus facetas. Sin duda debido a que es la ciudad el eje fundamental en torno al cual se articulará la ocupación y explotación de los territorios conquistados por Roma en la Baetica, del mismo modo que ocurrirá en el resto del Imperio.1 1 Es fundamental para este tema las Actas del XIV Congreso Internacional de Arqueología Clásica. La ciudad en el mundo romano, Tarragona, 1994. Una amplía revisión del estado de los conocimientos sobre los diferentes ámbitos hispanos en relación con el proceso urbano se recoge en M. BENDALA (ed.), La ciudad hispanorromana, Barcelona, 1993. Sobre las ciudades de la Baetica destacamos la contribución de P. LEÓN Y P. RODRÍGUEZ OLIVA, “La Ciudad hispanorromana en Andalucía”, en M. BENDALA (ed.), La ciudad, pp. 13-53. Una reciente puesta al día de la investigación encontramos en M. BENDALA GALÁN, “Urbanismo y romanización en el territorio andaluz: aportaciones a un debate en curso”, Mainake XXVII (2005), 9-32.

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Así pues en esta monografía dedicada a analizar “El legado clásico en Andalucía”, me cumple abordar una visión general del legado urbano en la Bética romana a través de la Arqueología, con la dificultad que entraña tratar de un asunto tan amplio y complejo como éste. MARCO INSTITUCIONAL DE LA ARQUEOLOGÍA URBANA La dificultad de disponer de series suficientes de datos arqueológicos sobre la urbanística antigua es insalvable, pero se ha paliado algo gracias a la mayor atención prestada al Patrimonio aún recuperable en numerosas ciudades actuales. En efecto, en los últimos veinte años hemos asistido a un desarrollo social y legal de la preocupación por el Patrimonio Histórico, y dentro de él por el Patrimonio Arqueológico, de nuestro país, por su conocimiento, conservación y gestión. En este marco ha surgido y se ha desenvuelto la llamada Arqueología Urbana, cuyo objetivo principal es la contribución al conocimiento del proceso histórico de la ciudad. La Arqueología Urbana empieza a desarrollarse en toda España a mediados de los años ochenta, fruto de la confluencia de dos fenómenos: la recuperación de los cascos históricos de las ciudades, motivada por la expansión del urbanismo que agota los suelos disponibles, y la nueva preocupación por el Patrimonio Histórico, materializada en la ley de 1985.2 Sin embargo, en un primer momento, el Modelo Andaluz de Arqueología no tendrá un tratamiento específico para la Arqueología Urbana, y pasará a formar parte de las actividades denominadas de urgencia. El principal inconveniente de este hecho es que un número muy importante de actividades arqueológicas del total que se realizan quedan al margen de la investigación, en cuanto que no se circunscriben a ningún proyecto, con la consecuente ausencia de contribución al conocimiento histórico. Ante esta situación, en 1993, la Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura se plantea la necesidad de dar un giro a la situación y recomienda la transformación de las actuaciones urbanas en proyectos sistemáticos de investigación. De esta manera se aprueban trece proyectos: ocho correspondientes a las capitales de provincia y otros cinco de poblaciones con importantes cascos históricos.3 Sin embargo, la situación no cambió, pues los proyectos parece que cayeron en los errores de modelos anteriores, quizás por una falta de definición y por una ausencia de directrices claras y unitarias. Es cierto que se han llevado a cabo mejoras, así las ciudades se han zonificado en atención a los diversos grados de sospecha arqueológica y se han tomado en colaboración con los Ayuntamientos ciertas medidas de protección de tipo urbanístico –P.G.O.U.-. Si bien es cierto que en algunos casos la denominada Arqueología Urbana está dando importantes resultados en numerosas ciudades de la antigua Bética, al estar conectada a menudo a programas científicos bien planteados, como sucede, entre otras, 2 V. SALVATIERRA, “Arqueología Urbana: Investigación o intervención”, en Patrimonio y ciudad. Reflexiones sobre Centros Históricos, Córdoba, 1994, 71-75 (p.72); Mª A. QUEROL Y B. MARTÍNEZ, La Gestión del Patrimonio Arqueológico en España, Madrid, 1996, p 271. I. RODRÍGUEZ TEMIÑO, Arqueología urbana en España, Barcelona, 2004. 3 V. SALVATIERRA, “Arqueología Urbana: investigación y gestión. La situación en Andalucía”, Problemas en Arqueología Medieval. Arqueología y Territorio Medieval 1 (1994), 75-82 (p. 82).

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en Córdoba,4 Carmona, ciudades actuales que han crecido sobre núcleos antiguos. En ellas son visibles los resultados de una política de salvaguarda, estudio, y adecuada presentación de sus vestigios antiguos, pese a los no pocos problemas que plantea la convivencia de los restos del pasado con la exigente vida cotidiana de nuestro tiempo. Se han incrementado, por otra parte, los programas de excavación y de estudio sistemáticos en ciudades menos o nada afectadas por los problemas de continuidad, como ilustran magistralmente Italica, cuya memoria comienza a ser recuperada desde el siglo XVI y continua hoy, siendo uno de los Conjuntos Arqueológicos Andaluces más visitados,5 o la ciudad de Celti (Peñaflor, Sevilla), por citar algunos ejemplos, analizada más recientemente con el propósito de reconstruir su historia urbanística, con métodos de excavación modernos y amplia prospección superficial.6 En la misma línea que el resto de Andalucía, Cádiz participa de las mismas condiciones, dificultades, y situaciones explicitadas en la investigación arqueológica al conjunto de la Comunidad Autónoma. En efecto, es evidente la ausencia de un Proyecto de Arqueología Urbana para la ciudad de Cádiz, a pesar de las diversas tentativas que ha habido desde hace años,7 y de las decenas de excavaciones anuales llevadas a cabo desde 1985, si bien los objetivos de todas ellas no son científicos, sino que se han caracterizado en líneas generales por su desarrollo paralelo a la dinámica urbanística, atendiendo casi con exclusividad a documentar y proteger los elementos integrantes de nuestro pasado puestos en peligro por cualquier tipo de obra con afección al subsuelo, como queda evidenciado en los contenidos del Catálogo de la Exposición Cádiz al final del Milenio,8 que muestra el carácter embrionario de las investigaciones arqueológicas sobre Gadir-Gades, a pesar de la ingente bibliografía publicada en los Anuarios de Arqueología Andaluza, 4 Las investigaciones en Córdoba se han desarrollado al amparo de varios proyectos de investigación financiados tanto por la Administración Autonómica como Central, ello ha permitido el mejor conocimiento de la trama urbana y la localización de nuevos edificios urbanos. Mayor importancia, en la línea de lo que estamos hablando, han sido los trabajos conjuntos del Seminario de Arqueología de la Universidad de Córdoba y de la Gerencia Municipal de Urbanismo, unidos por un convenio que complementa gestión e investigación. Un resumen de este modelo de gestión arqueológica ha sido publicado por J.F. MURILLO, A. VENTURA Y R. HIDALGO, “El planteamiento urbanístico y la gestión del patrimonio arqueológico en Córdoba”, Kobie XXV (1998-99), 45-73; A. LEÓN MUÑOZ, “Hacia un nuevo modelo de gestión arqueológica en Córdoba. El convenio UCO-GMU”, Anejos de anales de arqueología cordobesa 1 (2008), 11-15. Asimismo, un reciente estado de la cuestión sobre estas investigaciones ha sido realizado por C. MÁRQUEZ MORENO, “Córdoba romana: dos décadas de investigaciones arqueológicas”, Mainake XXVII (2005), 33-60. 5 Dos recientes síntesis historiográficas sobre esta ciudad en A. CABALLOS RUFINO, J. MARÍN FATUARTE Y J.M. RODRÍGUEZ HIDALGO, Itálica Arqueológica, Sevilla, 1990. J.Mª LUZÓN NOGUÉ, Sevilla la vieja. Un paseo histórico por las ruinas de Itálica, Sevilla, 1999. 6 S. KEAY, J. CREIGHTON Y J. REMESAL, Celti. Peñaflor. The Archaeology of a Hispano-roman Town in Baetica, Oxford, 2000. 7 J.I. VALLEJO SÁNCHEZ Y A. Mª NIVEAU DE VILLEDARY, “La Arqueología Urbana en Cádiz: dificultades de su gestión”, en M. GARCÍA PAZOS Y J.R. CIRICI NARVÁEZ (eds.), Las tribulaciones en la tutela del patrimonio paisajístico y urbano, El Puerto de Santa María, 2001, 97-112. D. BERNAL, “Roma y la Antigüedad tardía en el Círculo del Estrecho”, en D. BERNAL, B. RAISSOUNI, J. RAMOS Y A. BOUZOUGGAR (eds.), Actas del I Seminario Hispano-Marroquí de especialización en arqueología, Cádiz, 2006, 169-200 (p. 185-186). 8 AA.VV., Cádiz al fin del milenio. Cinco años de arqueología en la ciudad (1995-2000), Sanlúcar de Barrameda, 2002.

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como recientemente también ha señalado G. Chic.9 A esta circunstancia hay que añadir la disparidad de métodos y sistemas de registros empleados por los numerosos profesionales de la Arqueología que han excavado y excavan en la ciudad. Como consecuencia un número de datos y materiales se van acumulando, y difícilmente podrán clarificarse si no se aborda su estudio desde planteamientos científicos. Por otra parte, al ser abordada la investigación arqueológica en función de la expansión urbanística de la ciudad en los años sesenta y setenta hacia la zona de extramuros ha llevado a que los trabajos en las necrópolis fenicia, púnica y romana hayan sido muy numerosos, en detrimento de la supuestas áreas urbanas, coincidentes con el casco histórico, donde debido a la escasa movilidad urbanística, las intervenciones han sido muy reducidas. Así, en el discurrir de todo este proceso, tan sólo han existido actuaciones sistemáticas en el Teatro romano a cargo de R. Corzo,10 sin embargo falta un estudio de conjunto del mismo, así como una interpretación de la propia historia del monumento y sus sucesivas fases de ocupación (figura 1).

Figura 1.- Teatro romano de Cádiz.

G. CHIC, Gadir-Gades. Nueva perspectiva interdisciplinar, Sevilla, 2004. El teatro es hoy bien conocido gracias a las excavaciones realizadas a partir de 1985, aunque carece de una exhaustiva investigación cf. R. CORZO, “IIª Campaña de excavación en el teatro romano de Cádiz, 1985”, Anuario Arqueológico de Andalucía 1985, Sevilla, vol. II, 1987, 376-377. IDEM., “Teatro romano de Cádiz. Campaña de 1987. Informe preliminar”, Anuario Arqueológico de Andalucía 1987, Sevilla, vol. II, 1990, 328-330. IDEM., “El teatro romano de Cádiz”, en Homenaje al Prof. A. Blanco Freijeiro, Madrid, 1989, 197-213. J.F. SIBON OLANO, “Informe preliminar de las excavaciones en el teatro romano de Cádiz, campaña 1990”, Anuario Arqueológico de Andalucía 1991, Sevilla, vol. II, 1993, 16-21. 9

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Por último, entre las escasas actuaciones acometidas fuera de las IAU y dentro de la Arqueología preventiva hay que referirse a las perforaciones geoarqueológicas realizadas en el casco antiguo de Cádiz, llevadas a cabo por un equipo de investigadores de las Universidades de Sevilla, Cádiz y Bremen, y que tiene como objetivo el estudio del subsuelo de la ciudad y la transformación del paisaje litoral.11 Este proyecto se inició en el Proyecto Antípolis con el objetivo de la investigación geoarqueológica de las antiguas líneas costeras de la bahía de Cádiz, abarcando desde el Caño de Santi Petri hasta la desembocadura del Guadalete. Los resultados de estas prospecciones están empezando a proporcionar las guías y las bases suficientes para intentar un ensayo de interpretación de los elementos arqueológicos y de las informaciones literarias con vistas a aproximarnos a un análisis diacrónico del proceso histórico de la bahía gaditana. Al mismo tiempo, la provincia de Cádiz cuenta con una de las ciudades mejor estudiadas de las provincias occidentales del Imperio. Nos referimos a la conocida ciudad de Baelo Claudia (Tarifa,Cádiz) cuyas investigaciones se remontan a principios del siglo XX de la mano de P. París,12 seguidas por las acometidas por la Casa de Velázquez, y que cuentan con más de un centenar de publicaciones, así como una obra de síntesis realizada por P. Sillières.13 Todo ello ha permitido un óptimo conocimiento tanto de la topografía urbana como de su urbanismo, donde se conservan prácticamente todos los elementos canónicos de la arquitectura vitruviana. Una investigación que sigue viva de la mano de los Cursos Internacionales de Arqueología Clásica en Baelo Claudia coorganizados, desde el año 2000, por la Universidad de Cádiz y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía,14 y que se ha centrado en el análisis histórico-arqueológico del barrio meridional de la ciudad.15 Igualmente la ciudad de Carteia (San Roque, Cádiz) goza de más de medio siglo de estudios científicos, desde las investigaciones patrocinadas por la fundación Bryant,16 O. ARTEAGA; A. KÖLLING; M. KÖLLING; A.M. ROOS; H. SCHULZ Y H.D. SCHULZ, “El Puerto de Gadir. Investigaciones geoarqueológicas en el casco antiguo de Cádiz”, Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social 4 (2001), 345-415. O. ARTEAGA, A. KÖLLING, M. KÖLLING, A.Mª ROOS, H. SCHULZ, Y H.D. SCHULZ, H. D., “Geoarqueología urbana de Cádiz. Informe preliminar sobre la campaña de 2001”, Anuario Arqueológico de Andalucía 2001, Sevilla, vol. III, 1, 2004, 27-40. O. ARTEAGA Y A. Mª ROOS, “El puerto fenicio-púnico de Gadir. Una nueva visión desde la geoarqueología urbana de Cádiz”, Spal 11 (2002), 21-39. O. ARTEAGA, “Geoarqueología”, en D. BERNAL, B. RAISSOUNI, J. RAMOS Y A. BOUZOUGGAR (eds.), Actas del I Seminario Hispano-Marroquí de especialización en arqueología, Cádiz, 2006, 57-76. 12 P. PARÍS, G. BONSOR, A. LAUMONIER, R. RICARD Y C. DE MERGELINA, Fouilles de Belo (Bolonia, province de Cadiz) (1917-1921). La ville et ses dépendances, París, 1923 ; IDEM., Fouilles de Belo (Bolonia, province de Cadiz) (1917-1921). La nécropole, París, 1926. 13 P. SILLIÈRES, Baelo Claudia. Una cité romaine de Bétique, Madrid, 1985. 14 A. ARÉVALO Y D. BERNAL, “El proyecto Cursos Internacionales de Arqueología Clásica en Baelo Claudia”, en D. BERNAL, B. RAISSOUNI, J. RAMOS Y A. BOUZOUGGAR (eds.), Actas del I Seminario Hispano-Marroquí de especialización en arqueología, Cádiz, 2006, 157-168. A. ARÉVALO Y D. BERNAL, “Docencia e investigación en Baelo Claudia. Balance de los Cursos Internacionales de Arqueología Clásica (2000-2004)”, en I Jornadas Internacionales de Baelo Claudia. Balance y perspectivas (1966-2004), Sevilla, 2006, 207-232. 15 A. ARÉVALO Y D. BERNAL (eds.), Las Cetariae de Baelo Claudia. Avance de las investigaciones arqueológicas en el barrio meridional, Sevilla, 2007. 16 D.E. WOODS, F. COLLANTES Y C. FERNÁNDEZ CHICARRO, Carteia. Excavaciones Arqueológicas en España, Madrid, 1987. 11

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realizadas en los años sesenta, continuando por las acometidas por Presedo17 en los años setenta y ochenta, hasta las llevadas a cabo, en la actualidad, por la Universidad Autónoma de Madrid dentro del Proyecto Carteia.18 Todo ello ha permitido un conocimiento tanto de los principales edificios conservados de la ciudad -teatro, termas, domus, foro, templo republicano- como un estudio diacrónico del yacimiento desde la facies tardo-púnica hasta la época medieval.19 LA TRADICIÓN URBANA DE LA BÉTICA La importancia extrema de la ciudad y su entorno circundante como pilares fundamentales en la articulación del territorio en época romana, no debe hacernos olvidar que la Baetica, al igual que prácticamente toda Hispania poseía, a la llegada de Roma, una larga tradición urbana madurada hasta el punto de tener ya entonces determinada buena parte de su definitiva organización territorial urbana en la Antigüedad, como resultado de la dinámica originada en los tiempos prerromanos, como ha puesto de manifiesto la investigación histórica y arqueológica reciente.20 En efecto, Hispania fue escenario de uno de los antiguos procesos de urbanización que dieron personalidad a las culturas mediterráneas. Este proceso se asocia fundamentalmente a la formación y consolidación de la cultura tartésica, con centro nuclear en la baja Andalucía y con eje el río Guadalquivir. Así, la investigación arqueológica está poniendo de relieve las remotas bases de nuestra estructura urbana por entonces, y los criterios básicos que determinaron la nueva estrategia territorial que la vida urbana comportaba. Ello suponía una ruptura respecto a las estrategias de poblamiento anteriores, con la valoración de puntos clave de una organización que se consolidaría en etapas posteriores hasta constituirse en la base de la definitiva para la Antigüedad y, a la postre, tras un largo proceso de continuidad y renovación, de la que llega hasta nuestros días. Durante la etapa orientalizante se alcanza una maduración urbana y urbanística. De forma que los hábitats de cabañas son paulatinamente sustituidos por casas y ambientes cuadrangulares insertos en trazados urbanísticos cada vez más funcionales y 17 F. PRESEDO VELO, J. MUÑIZ COELLO, J.M. SANTERO SATURNINO Y F. CHAVES TRISTÁN, Carteia I. Excavaciones Arqueológicas en España, Madrid, 1982 18 L. ROLDÁN Y J. BLÁNQUEZ, “Investigación, divulgación y puesta en valor del patrimonio arqueológico. El Proyecto Carteia (San Roque, Cádiz)”, en D. BERNAL, B. RAISSOUNI, J. RAMOS Y A. BOUZOUGGAR (eds.), Actas del I Seminario Hispano-Marroquí de especialización en arqueología, Cádiz-Tetúan, 2006, 325-334. 19 L. ROLDÁN, M. BENDALA, J. BLÁNQUEZ Y S. MARTÍNEZ, Carteia, Madrid, 1998. L. ROLDÁN, M. BENDALA, J. BLÁNQUEZ, S. MARTÍNEZ LILLO Y D. BERNAL, Carteia II, Madrid, 2003. L. ROLDÁN, M. BENDALA, J. BLÁNQUEZ Y S. MARTÍNEZ, Estudio histórico-arqueológico de la ciudad de Carteia (San Roque, Cádiz) (1994-1999), Sevilla, 2006. 20 Un análisis reciente en M. BENDALA GALÁN, “De Iberia in Hispaniam: el fenómeno urbano”, en L. ABAD (ed.), De Iberia in Hispaniam. La adaptación de las sociedades ibéricas a los modelos romanos, Alicante, 2003, 15-36. Además en J.F. MURILLO, “Fases de desarrollo urbanístico y modelos monumentales en las ciudades hispanas I. Desde la fundación de Gadir a César”, en D. VAQUERIZO Y J.F. MURILLO (eds.), El concepto de lo provincial en el mundo antiguo. Homenaje a la Profesora Pilar León Alonso, Córdoba, 2006, 327-390

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regulares, acompañados por la importancia creciente de las obras públicas. En efecto, son fechas en las que se documentan ya importantes asentamientos con recias murallas para el control viario y territorial, como los casos de Tejada la Vieja (Escena del Campo, Huelva),21 o el asentamiento de Plaza de Armas de Puente Tablas, en Jaén.22 Al tiempo que se levantan edificios de cierto porte arquitectónico con función cultual, es el caso del gran edificio sacro de Montemolín (Marchena, Sevilla)23 o el excavado en Carmona (Sevilla)24 y, más recientemente, en Coria del Río (Sevilla).25 Con el siglo VI a.C. Iberia tuvo una directa vinculación con el proceso de maduración urbana que por entonces experimentaban las más importantes culturas mediterráneas, a través de la directa presencia griega26 y la fundación de colonias como Emporion, así como la intensificación de la presencia y la influencia cartaginesa en buena parte del Mediodía peninsular, además de en Ebusus y su ámbito.27 En estas fechas comienza, en relación con todo ello, la consolidación de la cultura ibérica, y con ella la proliferación de centros organizados con planta regular y funcional, como ejemplifican los dos notables asentamientos ya citados de Tejada la Vieja y de Plaza de Armas de Puente Tablas. Sin embargo, los centros ibéricos presentan en conjunto una monumentalidad limitada, una arquitectura modesta que excluye mayoritariamente el uso de técnicas y fábricas complejas y costosas, debido, según Bendala,28 a una escasa consolidación de la semántica urbanística. Si bien se articulan complejos paisajes urbanos, en los que los santuarios y otros edificios relevantes muestran una rica ritualidad colectiva;29 al tiempo que los ambientes suburbanos de las necrópolis concentran los mayores esfuerzos arquitectónicos y, sobre todo escultóricos, al servicio de una sociedad arsitocrática.30 21

J. FERNÁNDEZ JURADO, “Tejada la Vieja: una ciudad protohistórica”, Huelva Arqueológica IX (1987),

9-170. A. RUIZ Y M. MOLINOS, Los iberos. Análisis arqueológico de un proceso histórico, Barcelona, 1993, p. 191. 23 Mª L. DE LA BANDERA, F. CHAVES, E. FERRER Y E. BERNÁLDEZ, “El yacimiento tartésico de Montemolín”, en Tartessos 25 años después, 1968-1993, Jerez de la Frontera, 1995, 315-332. 24 Mª BELÉN, R. ANGLADA, J.L. ESCACENA, A. JIMÉNEZ, R. LISNEROS Y I. RODRÍGUEZ, Arqueología en Carmona (Sevilla.). Excavaciones en la Casa-Palacio del Marqués de Saltillo, Sevilla, 1997. 25 J.L. ESCACENA Y R. IZQUIERDO, “Oriente en Occidente: arquitectura civil y religiosa en un barrio fenico de la Caura tartésica”, en D. RUIZ MATA Y S. CELESTINO (eds.), Arquitectura oriental y orientalizante en la Península Ibérica, Madrid, 2001, 123-158. 26 P. ROUILLARD, Les Grecs et la Péninsulde Ibérique du VIIIe au IVve siècle avant Jesús-Christ, París, 1991; A. DOMÍNGUEZ MONEDERO, Los griegos en la Península Ibérica, Madrid, 1996. 27 M. BENDALA GALÁN, “El influjo cartaginés en el interior de Andalucía”, en Cartago, Gadir, Ebusus y la influencia púnica en los territorios hispanos. VIII Jornadas de Arqueología fenicio-púnica, Ibiza, 1994, 59-74. 28 M. BENDALA GALÁN, “La ciudad entre los iberos, espacios de poder”, en C. ARANEGUI (ed.), Los iberos, Príncipes de Occidente. Estructuras de poder en la sociedad ibérica, Barcelona, 1998, 25-34. 29 Claro ejemplo de estos santuarios es El Pajarillo de Huelma (Jaén), cf. M. MOLINOS, El santuario heroico de “El Pajarillo. Huelma (Jaén)”, Jaén, 1998. 30 Una buena muestra de ello lo encontramos en el excepcional conjunto escultórico del Cerrillo Blanco de Porcuna (Jaén), cf. I. NEGUERUELA, Los monumentos escultóricos ibéricos del Cerrillo Blanco de Porcuna (Jaén), Madrid, 1990. 22

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Con el siglo III a.C. se inicia una etapa llena de trascendencia, con la inclusión de la Iberia meridional en la oleada de la cultura helenística, como consecuencia de la conquista de los Barca. Estos caudillos cartagineses de claro perfil helenístico llevaron a cabo una cuidadosa planificación urbana en el mediodía peninsular, sometido a su control, mediante la base organizativa de unos pocos y cruciales centros urbanos, según se deduce inicialmente de los textos literarios, y la cada vez más rica información arqueológica.31 Según Diodoro, Amilcar fundó una gran ciudad Akra Leuke identificada tradicionalmente con Lucentum (Tossal de Manises, Alicante), pero que la investigación moderna tiende a situar en algún lugar próximo a Castulo (Cazlona, Jaén), una zona de gran importancia minera. Más tarde, Asdrúbal fundó Qart Hadascht, la posterior Cartago Nova romana (Cartagena), como capital de los dominios púnicos de Iberia, y otra ciudad más cuyo nombre no es citado en las fuentes. Dado que en la concepción ideológica de las monarquías helenísticas, el poder de los príncipes tenía un alto componente militar o guerrero, no es casualidad que las pruebas arqueológicas de este fenómeno en Iberia, todavía no muy numerosas, apunten a una particular atención a las fortificaciones de las ciudades principales.32 Así se comprueba en Cartagena, donde se ha descubierto un buen tramo de la muralla bárquida, muy monumental y dotada de un poderoso zócalo de sillares almohadillados de gran tamaño.33 Igualmente se pone en evidencia en el gran bastión de la Puerta de Sevilla de Carmona, que se realizó a partir de una gran torre central de traza helenística, con magníficos sillares almohadillados, que corresponde a la época de los Barca.34 Y en la reciente muralla de casamatas descubierta en la ciudad de Carteia (San Roque, Cádiz), levantada sobre zócalos de sillares, cuidadosamente tallados y almohadillados, y alzado de adobes.35 No cabe duda que, aunque el proyecto bárquida quedó truncado por la derrota sufrida ante Roma, su planificación hizo posible el éxito de sus vencedores y su implantación en Hispania. La actual investigación histórico-arqueológica está tratando de aclarar las fórmulas seguidas por Roma a la hora de incorporarse a la realidad urbana heredada y de proceder a su “modernización” o su “puesta al día”, como recientemente ha analizado Bendala.36 EL URBANISMO ROMANO EN LA ULTERIOR-BAETICA Es indudable que la conquista romana y la romanización traerían consecuencias trascendentales tanto para el futuro de la organización territorial y urbana como para la 31 M. BENDALA, “Panorama arqueológico de la Hispania púnica a partir de la época bárquida”, en Mª P. GARCÍA-BELLIDO Y L. CALLEGARIN, (coords.), Los Cartagineses y la monetización del Mediterráneo Occidental, Anejos de Archivo Español de Arqueología XXII, Madrid, 2000, 75-88. 32 Una visión de conjunto puede verse en cf. M. BENDALA Y J. BLÁNQUEZ, “Arquitectura militar púnicohelenística en Hispania”, Cuadernos de Prehistoria y Arqueología de la UAM 28-29 (2002-2003), 145-160. 33 M. MARTÍN CAMINO Y B. ROLDÁN BERNAL, “Aspectos arqueológicos y urbanísticos de la Cartagena púnica”, en Historia de Cartagena, vol. IV, Cartagena, 1992, 107-149. 34 A. JIMÉNEZ, La Puerta de Sevilla en Carmona, Sevilla, 1989. 35 Cf. ROLDÁN, BENDALA, BLÁNQUEZ, MARTÍNEZ LILLO Y BERNAL, Carteia, pp. 197-213. 36 M. BENDALA GALÁN, “Estructura urbana y modelos urbanísticos en la Hispania Antigua: continuidad y renovación con la conquista romana”, Zephyrus 53-43 (2000-2001), 413-432; IDEM., “Urbanismo y romanización”, pp. 9-32.

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consolidación de un determinado modelo de ciudad. En principio, los romanos basaron su dominio en el aprovechamiento de la estructura urbana previa, como señalaron hace tiempo diversos investigadores. Se trataba de aprovechar cuanto fuera posible la estructura anterior, un aprovechamiento selectivo que, para mayor eficacia, se complementaba con la práctica de flexibilizar el propio concepto de ciudad para hacerlo más fácilmente adaptable a fórmulas organizativas existentes en los territorios conquistados; en segundo lugar, potenciaron ciudades nuevas a partir de centros ya existentes mediante su aglutinación por sinecismo o contributio; y tercero, fundaron nuevas ciudades. Por otra parte, es sabido que Roma hizo de la arquitectura urbana una obsesión colectiva, de forma que cobró cuerpo la idea de que los líderes sociales tenían entre sus obligaciones principales la de contribuir a la dignitas de la ciudad, la de constituirse en evergetas y patrocinadores de una arquitectura extremadamente politizada.37 Los ciudadanos romanos tenían profundamente arraigado el sentimiento de ser miembros de una comunidad cívica, ya que era en el marco de la ciudad donde los notables buscaban estima y prestigio, y donde intentaban perpetuar su memoria. Entre los ciudadanos de cada comunidad va a desarrollarse un orgullo cívico que les va a llevar a embellecer sus ciudades siguiendo el modelo de la capital, ya que éste era un medio de obtener prestigio ante Roma y ante las ciudades vecinas. Ello estimuló la competencia edilicia entre comunidades vecinas. Esta rivalidad llevó a las elites municipales a una competencia por dotar a sus ciudades de edificios lujosos y monumentales. La erección de edificios públicos y de obras de infraestructura era responsabilidad de la ciudad y de sus grupos dirigentes. En ellos y especialmente en su estructura romana, tamaño o decoración se exhibía el orgullo de la comunidad que los había levantado más grandes o más bellos que los existentes en otras ciudades de la provincia. Este uso ideológico y político de la arquitectura, así como la evolución general de las modas y costumbres, en las que era incuestionable el peso creciente de la potencia del Imperio, fueron modificando las ciudades hispanas, su papel y su apariencia, hasta pasar de constituir la más evidente demostración de la continuidad respecto de las culturas anteriores a ser la más contundente expresión de romanización. Los numerosos y magníficos restos de monumentos romanos en la Baetica, así como en el resto de Hispania, son un recordatorio continuo de esa trascendente realidad cultural. Ejemplos de aprovechamiento directo de las ciudades existentes y sus procesos de monumentalización. En una amplia primera etapa, en que las fundaciones ex novo fueron muy escasas, se dio un aprovechamiento directo de las ciudades existentes. El gran problema que encontramos para su estudio es la escasez de excavaciones arqueológicas realizadas en yacimientos con niveles de época republicana; además, cuando éstos existen suelen ser sondeos de reducidas dimensiones. Esta escasez contrasta con la rica y variada información que proporciona la moneda acuñada, en estos momentos, en la Ulterior, un conjunto de

37 E. MELCHOR GIL, El mecenazgo cívico en la Bética: La contribución de los evergetas al desarrollo de la vida municipal, Córdoba, 1994.

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sesenta y cuatro cecas, donde incluso aparecen utilizados tres alfabetos diferentes, y que tienen un importante denominador común: la presencia siempre del nombre de la ciudad emisora, salvo alguna rara excepción. No cabe duda que es el mayor número de ciudades-cecas de todo el Occidente romano durante la etapa republicana, superior incluso al Norte de África y sólo parangonable a la Hispania Citerior, de esta manera la moneda se convierte en una fuente indispensable para el conocimiento de estas ciudades.38 Además estas emisiones son ordenadas por las autoridades gobernantes de la ciudad, como se deduce de los casos en que aparecen nombres y cargos de magistrados en las leyendas, sin que conste ningún permiso de Roma. A este respecto hay dos aspectos importantes a destacar: la naturaleza de las autoridades emisoras en cuanto a la organización del gobierno ciudadano, y su procedencia social. Recordemos que en varias cecas se constata la mención de magistrados locales con cargos de nomenclatura romanizada en especial el aedil, que es el más repetido, y junto a ellos, nombres claramente indígenas, y otros que adoptan la forma de los tria nomina y la onomástica latina. No cabe duda que esta rica información epigráfica es clave para el estudio de las viejas oligarquías existentes en las ciudades y la génesis de las elites municipales.39 Otra cuestión es la idea que podamos hacernos de las estrictas competencias que han podido corresponder a estas magistraturas premunicipales, que no siempre cabe deducir de los títulos romanos con que son denominados. La adopción ha podido ser compleja, si lo que se ha pretendido es traducir al léxico institucional romano cargos peregrinos con funciones no estrictamente equiparables a las correlativas magistraturas romanas. La aedilitas documentada monetalmente en comunidades hispanas del siglo II a.C., como Obulco (Porcuna, Jaén),40 o a inicios del siglos I a.C., como Bailo (Bolonia, Cádiz),41 puede tratarse de ensayos de adaptaciones institucionales de modelos romanos, como ocurre coetáneamente en ciertas comunidades de Italia. Es pues factible que esa aedilitas tradujera precedentes autóctonos que desconocemos. En el caso de Obulco conviene tener en cuenta que antes de las acuñaciones con ediles y alfabeto latino (figura 2), la ciudad emitió otras con nombres de sus magistrados en escritura meridional (figura 3), pero incluso cuando utilizan la onomástica latina mantiene paralelamente su propia tipología y un patrón monetal no romano. Ello confirma la amplia autonomía disfrutada por esta ciudad dentro de la órbita romana.

38 A. ARÉVALO GONZÁLEZ, “Las acuñaciones ibéricas meridionales, turdetanas y de Salacia en la Hispania Ulterior”, en Historia monetaria de Hispania Antigua, Madrid, 1998, 194-232; F. CHAVES TRISTÁN, “Las acuñaciones latinas de la Hispania Ulterior”, en Historia monetaria de Hispania Antigua, Madrid, 1998, 233-317. 39 J.F. RODRÍGUEZ NEILA, “Organización administrativa de las comunidades hispanas y magistraturas monetales”, en Mª P. GARCÍA-BELLIDO Y R.M.S. CENTENO (eds.), La moneda hispánica. Ciudad y territorio, I Encuentro Peninsular de Numismática Antigua. Anejos de Archivo Español de Arqueología XIV (1995), 261-274; IDEM., “Sociedad indígena y génesis de las élites municipales en Hispania” en F. SALVADOR VENTURA (ed.), Hispania meridional durante la antigüedad, Jaén, 2000, 149-181. 40 A. ARÉVALO GONZÁLEZ, La ciudad de Obulco: sus emisiones monetales, Sigüenza (Guadalajara), 1998; IDEM., Sylloge Nummorum Graecorum España. Hispania. Ciudades del área meridional. Acuñaciones con escritura indígena, Madrid, 2005. 41 Mª P. GARCÍA-BELLIDO, “Las cecas libiofenices”, en Numismática hispano-púnica. Estado actual de la investigación. VII Jornadas de arqueología fenicio-púnica, Ibiza, 1993, 97-146 (pp. 118-124).

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Figura 2.- Unidad de Obulco con nombres de ediles (MAN).

Figura 3.- Unidad de Obulco con nombres en escritura meridional (MAN). 13

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Asimismo, según avanza la investigación arqueológica se va aquilatando lo que hubo de perpetuación y de transformación en el paisaje urbanístico de las antiguas ciudades como consecuencia del dominio romano. Sirve Carmo de ejemplo de continuidad y de prueba de un aprovechamiento estructural que tiene su mejor ejemplo en la Puerta de Sevilla: el bastión púnico-helenístico seguirá siendo en época romana el núcleo central del gran organismo defensivo de esta entrada principal de la ciudad, puesto al día por los romanos en fecha temprana, seguramente a finales del siglo II a.C., con el añadido de las magníficas puertas arqueadas que todavía se conservan (figura 4). Más tarde, tal vez en época augustea, la apariencia y el sentido del enorme bastión defensivo fue completado y transformado con la construcción sobre el antiguo bastión de un templo inscrito en un pequeño espacio porticado, no se sabe a que divinidad.42 También los progresos arqueológicos realizados en la ciudad de Carteia en los últimos años permiten proponer hipótesis verosímiles sobre su historia urbanística.43

Figura 4.- Puerta de Sevilla de Carmona.

Remito al detenido análisis realizado por JIMÉNEZ, La Puerta de Sevilla. Cf. ROLDÁN, BENDALA, BLÁNQUEZ Y MARTÍNEZ, Carteia, pp. 149-194. ROLDÁN, BENDALA, BLÁNQUEZ, MARTÍNEZ Y BERNAL, Carteia, pp. 166-269. ROLDÁN, BENDALA, BLÁNQUEZ Y MARTÍNEZ, Estudio históricoarqueológico, pp. 297-502. 42 43

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Así puede verse, junto a la ya comentada monumentalización con patrones helenísticos en tiempos de los Barca, cómo el núcleo existente antes de la conquista romana no parece que experimente cambio perceptible alguno como consecuencia de la conquista. Después, incluso tras la conversión de la ciudad en colonia latina, en el 171 a.C., la primera fuera del territorio itálico, tampoco parece que la ciudad en un principio experimentara modificaciones urbanísticas o arquitectónicas de importancia; si bien se tradujo en el comienzo del proceso de ampliación de la urbe, según pautas que por ahora no ha sido posible precisar, pero parece probable que fuera una ampliación considerable, correspondiente o cercana a la definitiva de la ciudad romana, que con una extensión de unas 27 hectáreas ampliaba considerablemente la de la ciudad púnica, de unas cuatro hectáreas, y que en lo sucesivo ocuparía el sector que se supone corresponde al foro de la ciudad romana. Será hacia la transición entre el siglo II y el I a.C., cuando la ciudad experimente una brusca remodelación, que supuso la amortización de la antigua muralla, cuyos materiales fueron en gran parte desmontados y reutilizados para la construcción de, al menos, el gran templo romano republicano, que a su vez amortiza las estructuras de un santuario púnico anterior. Por otra parte, sobre los restos de la antigua muralla, en el sector de la puerta, se construyó otra nueva, que respeta el paso y el alineamiento de la púnica, aunque quedan muy pocos vestigios de la misma.44 También en estos momentos se lleva a cabo la construcción del templo, un edificio periptero sine postico sobre podium, es decir rodeado de columnas por todo su perímetro y con un único acceso desde el frontal, contando con una sola cella y dos alae laterales (figura 5);

Figura 5.- Vista aérea del podium del templo republicano de Carteia (según Roldán et alii, 2003, 227). 44

Cf. ROLDÁN, BENDALA, BLÁNQUEZ, MARTÍNEZ

Y

BERNAL, Carteia, pp. 214-220. 15

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aunque durante un tiempo se sostuvo que era un Capitolio, debido a una errónea percepción de la planta, y la suposición de que se trataba de un templo de triple cella. Es de destacar que se conservan evidencias del programa ornamental de claro sabor púnico por la iconografía tauromorfa.45 La ciudad experimentó una grave sacudida durante la guerra civil y como consecuencia de la misma el templo quedó amortizado, y la zona remodelada e integrada en un nuevo plan urbanístico a partir de la época de Augusto. En efecto, la ciudad debió adquirir una nueva monumentalización durante el gobierno de Augusto, con el desarrollo de un nuevo programa urbanístico y arquitectónico que alteró sustancialmente este sector principal de la ciudad.46 La zona de la puerta de la muralla descrita quedo amortizada definitivamente, y sobre los restos de las edificaciones púnicas y romano-republicanas se construyó una gran domus. Ahora, debió de construirse el edificio en forma de macellum adosado al podio del templo, y organizarse el frente de la plataforma con una nueva y más ancha estructura escalonada. Debió ser ahora cuando, definitivamente ampliada la ciudad hasta su extensión máxima, se construyo el teatro, un edificio de principal significación en la vida de las ciudades romanas, como marco cívico de las actividades políticas propiciadas por la ideología y el aparato ceremonial del principado inaugurado con Augusto. Es un edificio de considerables dimensiones, muy parcialmente excavado, que parece pertenecer a un tipo de teatro de estructura bastante arcaica, y que bastantes indicios invitan a pensar en una fecha augustea o poco posterior para su inicial realización, y la existencia de posteriores y parciales remodelaciones. Más tarde se dotó a la ciudad de un amplio complejo termal, sólo parcialmente excavado, que constituye uno de los edificios más imponentes de la Carteia de época imperial. Construido a finales del siglo I d.C., se mantuvo en uso, con numerosas reparaciones y reconstrucciones, hasta el siglo IV, y durante los siglos V y VII, ya en desuso, sirvió de lugar de enterramiento. En el mismo cuadro de ciudades de origen semita que continúan su actividad sin grandes traumas durante la época romana, pero en las que se detectan una oleada de renovación edilicia con patrones romanos, hay que señalar a Malaka. Aunque conocemos poco del aspecto de la ciudad en época republicana, contamos con algunas muestras de remodelaciones urbanísticas y de la introducción de edificios característicos de la ciudad romana a través de la información arqueológica y numismática. Como testimonian las termas republicanas localizadas bajo el teatro romano, construido en época augustea, y levantadas a su vez sobre construcciones púnicas preexistentes.47 Y la inclusión en sus monedas de un templo que mostraba esa transformación urbana, ambos elementos se convirtieron en un símbolo propagandístico de los nuevos tiempos, evidenciando el proceso de modificación de antiguas ciudades Cf. ROLDÁN, BENDALA, BLÁNQUEZ, MARTÍNEZ Y BERNAL, Carteia, pp. 221-230. Cf. ROLDÁN, BENDALA, BLÁNQUEZ, MARTÍNEZ Y BERNAL, Carteia, pp. 231-240. 47 P. RODRÍGUEZ OLIVA, “Nuevas investigaciones sobre el teatro romano de Málaga”, Cuadernos de Arquitectura Romana 2 (1993), 183-194; IDEM., “Málaga”, en Ciudades antiguas del Mediterráneo, Barcelona, 1999, 350-351. 45 46

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Figura 6.- Divisor de Malaca con representación de templo e inscripción neopúnica (MAN).

de origen semita. Si bien, el acercamiento a usos y modos romanos se hace compatible en estas emisiones con la conservación del carácter púnico en otros aspectos, como demuestran sus leyendas púnicas48 (figura 6). En esta misma línea de monumentalización temprana de los lugares de culto49 en ciudades hispanas de origen greco-helenístico podemos también inscribir el templo de las monedas de Abdera (Adra, Almería),50 y la monumentalización sobre patrones helenísticos del templo de Torreparedones (Castro del Río-Baena, Córdoba).51 Con varias etapas constructivas, una de ellas de mediados del siglo III a.C. y que muestra tres espacios bien diferenciados: corredor, patio y cella, planta característica del mundo fenicio-púnico, como el famoso templo de Salomón. Al fondo de la cella se hallaba una columna exenta coronada por un capitel foliáceo, que sus investigadores consideraron como el elemento de culto en torno al cual giraba la actividad del complejo sacro, y que corresponde a un betilo estiliforme de raíz semita.52 Este templo no sólo se perpetuó en época romana, sino que fue en tiempos avanzados de la República cuando se potenció hasta alcanzar su momento de máxima monumentalidad, como evidencia el uso de aparejos cuidados con abundante utilización de sillares bien escuadrados. Aprovechamiento indirecto de las ciudades existentes Muy interesantes resultan, por su parte, las fórmulas de aprovechamiento indirecto de la situación existente, que implican cambios de mayor grado y de diferente carácter, M. CAMPO Y B. MORA, Las monedas de Malaca, Madrid, 1995, 93-100. Remito al detenido estudio de S. F. RAMALLO, “La monumentalización de los santuarios ibéricos en época tardo-republicana”, Ostraka 2 (1993), 117-144. 50 C. ALFARO ASINS, “Avance de la ordenación de las monedas de Abderat/Abdera (Adra, Almería)”, Numisma 237 (1996), 11-50. 51 J.A. MORENA LÓPEZ, El santuario ibérico de Torreparedones. Castro del Río-Baena (Cordoba), Córdoba, 1989; B. CUNLIFFE Y Mª C. FERNÁNDEZ CASTRO, The Guadajoz Project. Andalucia in the first Millanium b.C. Vol.I. Torreparedones and its hinterland, Oxford, 1999. 52 I. SECO SERRA, “El betilo estiliforme de Torreparedones”, Spal 8 (1999), 135-158. 48 49

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sintetizables, como ha indicado Bendala,53 en dos sistemas principales: el de la dipolis y el de aglutinación por sinecismo o contributio. El primero, practicado antes por otros pueblos colonizadores, como los griegos, consistía en disponer un núcleo de asentamiento junto a otro existente para controlarlo y asimilar su papel económico o estratégico. Por lo común serán dos núcleos que tenderán a fundirse o a integrarse, dando lugar a una realidad nueva. La fórmula está mejor o peor constata en muchos centros, siendo una clara evidencia la denominación de ciudades con el apelativo de gemelas, dobles, como ocurre con la Colonia Iulia Gemella Acci (Guadix, Granda) o la Colonia Augusta Gemella Tucci (Martos, Jaén). Esta fórmula se constata también en la conversión de la antigua Gadir en una ciudad doble -una Didyme, según la expresa indicación de Estrabón (III, 5, 3)- debido a la construcción de un nuevo núcleo junto al antiguo por Balbo Menor. De manera que sin dejar de ser Gadir se hace Gades, duplica su casco urbano con una nueva ciudad y se incorpora a las formas de vida romana,54 como muestra de forma fehaciente la expresiva prueba de que dispuso de uno de los teatros más antiguos de Hispania. Éste es un claro ejemplo de los cambios urbanísticos por una nueva situación, en la que la arquitectura de la ciudad se convertía en campo privilegiado de la acción política, y en lo que las nuevas elites romanas y las viejas oligarquías ciudadanas existentes podían confluir en un proceso de modificación de las urbes que renovó sustancialmente el paisaje de los centros urbanos. Por desgracia, la trama urbana de Gades sigue siendo prácticamente desconocida, por las especiales circunstancias topográficas de Cádiz y la continuidad del hábitat en un espacio muy reducido. La ciudad contaría como consecuencia de dicha reforma con varios edificios públicos y obras de infraestructura, siendo el teatro el único monumento cuyas excavaciones confirman su fecha republicana.55 Lo que de él se ha podido ver es una construcción de opus caementicium, correspondiente a la cavea, esta última conformada por una serie de galerías anulares sobre las que se elevan las gradas. Por otra parte, en el barrio del Pópulo y bajo la Catedral se encuentran una serie de bóvedas de cañón que han hecho pensar que la ciudad de Balbo en este lado ofrecía un conjunto de criptopórticos escalonados destinados a sostener ciertas edificaciones de funcionalidad todavía no explicada. Son de destacar los resultados obtenidos durante las excavaciones arqueológicas acometidas en la Casa del Obispo, aún pendientes de su conveniente y necesaria publicación. La mayor parte de las construcciones documentadas parecen corresponder a contextos religiosos, siendo las edificaciones de mediados del siglo I d.C., que por otra parte son las mejor conservadas, las que han permitido a los investigadores proponer que el edificio por su distribución, los elementos 53 M. BENDALA GALAN, “Fórmulas de promoción y desarrollo urbano y urbanístico en la Hispania tardorrepublicana”, en J. MANGAS (ed.), Italia e Hispania en la crisis de la República. Actas del III Congreso Hispano-Italiano (Toledo, 1993), Madrid, 1998, 307-312; IDEM., “La ciudad en la España Antigua”, en F. R. GARCÍA VERDUGO Y F. ACOSTA RAMIREZ (eds.), Córdoba en la Historia: la construcción de la Urbe, Córdoba, 1999, 15-36. 54 Sobre las transformaciones urbanas experimentadas en Gades durante la época de los Balbos cf. J.F. RODRÍGUEZ NEILA, Confidentes de Cesar. Los Balbos de Cádiz, Madrid, 1992, pp. 289-297. 55 Cf. CORZO, “El teatro romano”, pp. 197-213.

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muebles aparecidos y la existencia de toda una red articulada de estructuras hidráulicas, se tratase de un Asklepeion.56 Uno de los problemas de Gades por su situación insular fue el abastecimiento de agua. Las fuentes nos indican la existencia de pozos (Estr., III, 5, 7) pero su mala calidad obligó a hacer cisternas en que recoger el agua de la lluvia y, más tarde, a construir un acueducto que la traía canalizada desde Tempul, a unos 60 km. de distancia. Un castellum aquae se ha pensado que podía ser las siete albercas rectangulares que se localizaban en la zona de Puerta Tierra, y cuyos mosaicos describen algunos autores árabes. Hasta aquí llegaría el acueducto desde los manantiales del Tempul, que en los 20 km. que recorría desde la actual Chiclana venía discurriendo a nivel del mar en una canalización formada por sillares huecos y ensamblados que contenían el tubo, así como agujeros para la aireación y limpieza (figura 7). Los estudios realizados hasta ahora sobre esta infraestructura hidraúlica se han centrado en la problemática de su trazado y en la técnica constructiva de los diversos tramos excavados, pero falta un análisis en profundidad que permita datar los restos visibles.57

Figura 7.- Canalización del acueducto de Gades. 56 Las conclusiones provisionales de esta investigación ha sido presentada en diversas conferencias por los excavadores J.Mª Gener y J.M. Pajuelo y por uno de los investigadores, Dr. A. Ventura, que está llevando a cabo esta nueva línea de investigación. 57 A. MUÑOZ VICENTE, “Intervención arqueólogica en el acueducto romano de Cádiz: los sectores de El Mimbral (Jerez) y Tres Caminos (Puerto Real), en Anuaruo Arqueológico de Andalucía’89, Sevilla, 1991, 89-103; J. FIERRO CUBIELLA, “El acueducto romano de Gades”, Revista Arqueología 95 (1989), 19-24; IDEM., “Esplendor y ocaso de la técnica hidráulica en Cádiz entre la Antigüedad y el Medievo”, en J.M. B ARRAGAN (coord.), Agua, ciudad y territorio, Cádiz, 1993, 85-135; L. R OLDÁN , J. B AENA , C. BERMÚDEZ Y E. GARCÍA, “SIG y arqueología romana. Restitución del trazado del acueducto de Cádiz”, en J. BAENA, C. BLASCO Y F. QUESADA (eds.), Los S.I.G. y el análisis espacial en Arqueología, Madrid, 1999, 255-272; J. GUZMÁN ARMARIO, “El agua en Cádiz en época romana”, en Patrimonio histórico hidraúlico de la cuenca del Guadalquivir, Sevilla, 2002, 427-438.

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Por lo demás, las excavaciones recientes descubren mayoritariamente instalaciones industriales que han sido recientemente analizadas y sistematizadas,58 y una amplia necrópolis de la que se conoce una gran cantidad de intervenciones arqueológicas, pero de la que no se ha acometido hasta el momento un estudio de conjunto. Junto a las citadas construcciones excavadas o que se conservan restos, hay otras de las que sólo quedan antiguas referencias escritas, como el anfiteatro, el posible circo, o el nuevo puerto situado en tierra firme,59 obras no conservadas. También a través de la iconografía monetal podemos tener referencia a unas posibles obras de mejora en el puerto por Agripa, mediante la representación de un actrostolio,60 ornato en la proa de las embarcaciones, en monedas de la serie VIIC, pues es sabido el valor de la moneda como instrumento de propaganda oficial, que la convierte en una importante fuente de información para el estudio de la monumentalización de las ciudades hispanas.61 Sabemos por las fuentes literarias que en Gades existieron templos dedicados a Saturno, Venus, a Minerva. Amén del antiguo Herakleion, sin lugar a duda uno de los templos oraculares de mayor importancia en época fenicio púnica, que continuó su andadura durante época romana, como nos informan las fuentes literarias y el testimonio monetal de época de Adriano (RIC II, 347-48, nº 56-61).62 Son escasas, por el contrario, las evidencias arqueológicas, ausencia atribuible al continuado proceso de reocupación del islote de Sancti Petri en época medieval y moderna, momento este último al que corresponden las estructuras actualmente visibles. No obstante, los singulares hallazgos subacuáticos localizados en sus inmediaciones -estatua marmórea de emperador divinizado o thoracato broncíneo, ambos en el Museo de Cádiz-, son evidencias indirectas de la importancia del enclave a lo largo de época imperial. Es, sin lugar a dudas, el exponente más claro de la continuidad del carácter sacro de los lugares de culto a lo largo de la historia, pues cuenta con un carácter cultual milenario.

58 Sobre la industria alfarera se ha realizado recientemente un estado de la cuestión Cf. L. LAGÓSTENA Y D. BERNAL, “Alfares y producciones cerámicas en la provincia de Cádiz. Balance y perspectivas”, en D. BERNAL Y L. LAGÓSTENA (eds.), Actas del Congreso Internacional Figlinae Baeticae. Talleres alfareros y producciones cerámicas en la Bética romana (ss. II a.VC. – VII d.C.), BAR internacional Series 1266, Oxford, 2004, 39-124; asimismo para la industria salazonera contamos con el trabajo de J. A. EXPÓSITO, “¿Dónde se encuentran las cetariae de Gades?. Revisión arqueológica y estado de la cuestión sobre el emplazamiento de las factorías de salazón romanas de la ciudad de Cádiz”, en L. LAGÓSTENA, D. BERNAL Y A. ARÉVALO (eds.), Cetariae 2005. Salsas y salazones de pescado en Occidente durante la Antigüedad. Actas del Congreso Internacional (Cádiz, noviembre 2005), Oxford, BAR Internacional Series 1686, 2007, 367-385. 59 Sobre la ubicación del nuevo puerto existen diversas hipótesis: M.C. MARÍN CEBALLOS Y F.J. LOMAS, “Cádiz fenicio-púnico y romano”, Conquista romana y modos de intervención en la organización urbana y territorial, Dialoghi di Archaeologia 10 (1992), 129-143 (p. 134), lo sitúan en el Puerto de Santa Maria, siguiendo a G. CHIC, “Portus Gaditanus”, Gades 11 (1983), 105-134 (p. 105); R. CORZO, “Paleotopografía de la bahia gaditana”, Gades 5 (1980), 5-14 (p. 12), lo ubica en la zona de Puerto Real. 60 Esta emisión fue acuñada a nombre de Marco Vipsanio Agrippa, yerno de Augusto, Cf. C. ALFARO ASINS, Las monedas de Gadir-Gades, Madrid, 1988, p. 47. 61 F. CHAVES, E. MELCHOR, M. ORIA Y R. GIL, “Programas urbanos, ciudad y amonedación en el Occidente romano”, XII Internationaler Numismatischer Kongress, Berlin, 2000, 664-666. 62 A. GARCÍA Y BELLIDO, “Hercules Gaditanus”, Archivo Español de Arqueología 36 (1963), 70-153. H. MATTINGLY Y E.A. SYDENHAM, The Roman Imperial Coinage, vol. II, Londres, 1926.

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Por último, en referencia a los lugares de culto queremos hacer mención al testimonio que ofrecen las monedas de la ciudad. En efecto, Gades entre el 19 y el 14 a.C. emitió dos series monetales en las que aparece un templo tetrástilo, que presenta en su frontón un clípeo o disco de gran tamaño (RPC 94 y 95).63 La primera serie lleva en reverso un haz de rayos con AVGVSTVS arriba y DIVI. F abajo, mientras que el anverso porta un templo tetrástilo. La segunda presenta en anverso la cabeza laureada del princeps con leyenda AVGVSTVS, y en reverso el templo dentro de láurea. Sobre este templo y sobre su posible existencia se han planteado diferentes hipótesis: que represente el conocido Heracleion gaditano,64 que muestre un tipo estándar de templo a Augusto, que no correspondiera a ninguna realidad monumental,65 o que fuera la representación del Capitolo romano de forma simplificada copiada de la representación realizada por Volteius en el 78 a.C., y que no existió en realidad,66 propuestas que han sido hoy ya desterradas por diversas razones. Últimamente, se ha subrayado la clara ruptura que suponen estas emisiones -símbolos augusteos y templo- con la amonedación tradicional de la ciudad -Melqart y atunes-, por lo que se ha sugerido que el templo podría estar dedicado al Divus Iulius.67 Conocida la fuerte vinculación de Gades con Cesar, aún próxima en el tiempo, y el impulso dado por Octaviano desde el 42 a.C. al culto del Divus Iulius, que fue impuesto en todas las ciudades de Italia, no sería descartable pensar en la existencia de un templo gaditano dedicado a Roma y a Julio Cesar. Es posible que éste existiese realmente, quizás parte del proyecto de Balbo, o bien como un nuevo proyecto más o menos contemporáneo de su imagen monetal, dentro del importante impulso que los programas de monumentalización de la Baetica reciben en épocas cesarianas y augustea, y que los gaditanos mostrasen su orgullo cívico colocándolo como emblema de su ciudad. Más discutible sería aceptar que el templo de estas monedas reproduzca de forma fiel la estructura real del edificio en cuestión. Intervención mediante la creación de un nuevo domicilio Un mayor grado de intervención suponía la creación de un “nuevo domicilio”, una nueva urbe sobre la base de la ciudad ya existente, a menudo a partir de centros de nivel más o menos evolucionados. Sería muy largo hacer relación de los espléndidos ejemplos de ciudades con “nuevo domicilio” atestiguados en la Baetica, por lo citaré sólo algunos casos relevantes. Baelo Claudia fue refundada junto a la costa por los romanos a partir de un centro púnico, situado con bastante probabilidad en un lugar alto más al interior, en la Silla del A. BURNETT; M. AMANDRY Y P.P. RIPOLLÈS, Roman Provincial Coinage, vol. I, Londres-París, 1992. A. BELTRÁN, “La significación de los tipos de las monedas antiguas de España y especialmente de las referentes a monumentos arquitectónicos y escultóricos”, Numisma 162-164(1980), 123-152 (p. 134); Cf. GARCÍA Y BELLIDO, “Hercules Gaditanus”, pp. 100-101. 65 A. GUADÁN, “Gades como heredera de Tartessos en sus amonedaciones conmemorativas del Praefectus Clasis”, Archivo Español de Arqueología 34 (1961), 53-89 (pp. 67 y 86). 66 F. DE A. ESCUDERO Y ESCUDERO, “Los templos en las monedas antiguas de Hispania”, Numisma 168-173 (1981), 153-206 (pp. 164-166). 67 F. CHAVES TRISTÁN; E. MELCHOR GIL; M. ORIA SEGURA Y R. GIL FERNÁNDEZ, “El paisaje urbano en los ss. I a.C. – I d.C. y la emisión de moneda local: el caso de Gades”, en Simposio Internacional de Epigrafía. Ciudades privilegiadas en el Occidente romano, Sevilla, 1996, 87-94. 63 64

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Papa, mal conocido y que debía de tener unas 3 hectáreas de superficie.68 Este antiguo centro acuñaba monedas, claro testimonio de documento oficial, dentro de un sistema monetario púnico, con una clara iconografía púnica, y con la indicación en neopúnico, junto a la versión latinizada, del nombre de la ciudad BAILO.69 El cambio de domicilio no significaba, sin embargo, que la ciudad dejara de ser cultural y jurídicamente lo que era, una ciudad púnica, que se perpetuaba como tal en el nombre que mantenía -Baelo-, aunque su integración urbanística en las pautas de la romanidad y, por tanto, su romanización sea evidente. El traslado hacia la costa se debió probablemente para acceder con mejores condiciones al mar y a su trabajo principal, relacionado con las pesquerías, como prueban las recientes excavaciones arqueológicas acometidas por la Universidad de Cádiz realizadas en el barrio industrial baelonense que han permitido documentar un horizonte republicano fechado en la segunda mitad del siglo II a.C.,70 detectado en todas las zonas en las cuales se ha intervenido en extensión llegando hasta los niveles geológicos (Sondeos 1 y 2).71 Así como, en la intervención realizada en Punta Camarinal – El Anclón, en la playa de Bolonia, donde también han sido excavadas diversas habitaciones del mismo momento (figura 8).72

Figura 8.- Contexto de época republicana bajo los niveles de pavimentación de la fábrica de piletas troncocónicas de Baelo Claudia.

68 SILLIÈRES, Baelo Claudia, pp. 51-52. Recientemente se ha llevado nuevas investigaciones arqueológicas en el lugar cuyos resultados han sido publicados P. Moret, A. Muñoz, I. García, L. Callegarin, O. Michel, J.M. Fabre, F. Prados, Ch. Rico y G. Bernard, “Chronique d’archéologie. La Silla del Papa (Tarifa, Cadix): aux origines de Baelo Claudia”, Melanges de la Casa de Velázquez 38(1) (2008), 353-367. 69 GARCÍA-BELLIDO, “Las cecas libiofenices”, pp. 118-124. 70 D. BERNAL, A. ARÉVALO Y A. M. SÁEZ, “Nuevas evidencias de la ocupación en época republicana (ss. II – I a.C.)”, en A. ARÉVALO Y D. BERNAL (eds.), Las Cetaraie de Baelo Claudia.. Avance de la investigación arqueológica en el barrio meridional (2000-2004), Sevilla, 2007, 237-354. 71 A. ARÉVALO; D. BERNAL Y A. ÁLVAREZ, “La factoría de salazones de Baelo Claudia (Tarifa, Cádiz). Intervenciones arqueológicas”, Revista de Arqueología 251 (2002), 22-31; D. BERNAL; A. ARÉVALO; L. LORENZO Y L. AGUILERA, “Imitations of italic amphorae for fish sauce in Baetica. New evidence from the salt-fish factory of Baelo Claudia (Hispania)”, Rei Cretariae Romanae Fautorum Acta 38, Viena, 2003, 305-313. 72 A. ARÉVALO; D. BERNAL Y L. LORENZO, “La industria pesquero-conservera en época romano-republicana. Novedades de las excavaciones en Punta Camarinal-El Anclón”, en I Jornadas de Arqueología del

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ROMANA: UNA VISIÓN A TRAVÉS DE LA ARQUEOLOGÍA

La singularidad de estos hallazgos es triple. En primer término, han permitido precisar con claridad el asentamiento humano en la ensenada de Bolonia a partir de mediados del siglo II a.C., época en la cual asistimos a una conjugación de la tradición púnica con los intereses de los itálicos asentados en la zona, como demuestran los abundantes contextos cerámicos con ánforas tardo-púnicas (especialmente de la familia de las Ramón T-7.4.3.2/3) e itálicas (tanto grecoitálicas campano-laciales como Dr. 1 A etruscas junto a imitaciones regionales de las mismas), junto a cubiletes de paredes finas y cerámica común itálica, así como vajilla de barniz negro e incluso cerámica ibérica pintada. En segundo término, la ocupación republicana es de gran entidad, tratándose de estructuras constructivas estables dispersas espacialmente en una amplia zona, que coincide como decimos con prácticamente todos los puntos objeto de intervención. Y en tercer lugar, las actividades realizadas durante la segunda mitad del siglo II a.C. se vincularon a la pesca y a la industria conservera, como se deduce de los múltiples restos de fauna marina (tanto malacofauna como ictiofauna), algunos incluso conexionados anatómicamente y otros termoalterados, junto a unos contextos cerámicos plagados de ánforas salazoneras. Todo ello ha permitido confirmar que la industria conservera de la entidad cívica baelonense estaba plenamente en funcionamiento desde mediados del siglo II a.C. con múltiples áreas destinadas a aspectos pesquero-conserveros repartidas por la ensenada, por lo que pudo ser la excelente marcha del negocio conservero y portuario una causa capital para el traslado, por encima de decisiones políticas o efectos de conflictos armados como las guerras civiles, el conflicto sertoriano, como se había planteado por anteriores investigadores. Parece pues que el origen del establecimiento humano en Baelo Claudia estuvo vinculado a la explotación de los recursos del mar, al amparo de cuya fecunda actividad surgió con posterioridad la imponente arquitectura monumental de la ciudad. Englobada en el seno del Imperio romano, quedó sujeta, por supuesto, a la influencia de la poderosa potencia dominante y, sin duda, inmersa en un proceso de progresiva intervención de élites itálicas o romanas en el juego de su vida cívica y económica. Tradición púnica y romanización debieron de convivir en Baelo, lo que resulta más evidente es el peso enorme de los modelos de Roma, como se aprecia claramente en la construcción del foro que sigue el esquema definido en Italia a finales del período republicano y en los primeros años del Principado, el llamado foro tripartito, caracterizado por tres elementos inseparables: el templo que preside el conjunto, la plaza rectangular porticada, y la basílica jurídica. En torno a esos elementos fundamentales se distribuyen otros edificios (¿curia?, ¿tabularium?, etc), cuya ubicación está sujeta a condicionamientos topográficos (figura 9).73 Sin embargo, no debemos olvidar el carácter inicial de la ciudad, no enteramente romano, como ilustra magistralmente la perduración de los cultos betílicos en la necrópolis hasta bien entrada la época imperial.74 En esta línea interpretativa, algunos investigadores han defendido que el centro principal de culto, Campo de Gibraltar, Tarifa (Cádiz), 2006, 221-234; A. ARÉVALO Y D. BERNAL, “Los orígenes de la industria pesquero-conservera en Baelo Claudia (ss. II-I a.C.)”, en L. LAGÓSTENA; D. BERNAL Y A. ARÉVALO (eds.), Cetariae. Salsas y salazones de pescado en Occidente durante la Antigüedad. Actas del Congreso Internacional (Cádiz, noviembre 2005), Oxford, BAR Internacional Series 1686, 2007, 79-91. 73 SILLIERÈS, Baelo, pp. 85-118. 74 SILLIERÈS, Baelo, pp. 189-202. 23

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publicado como Capitolio,75 no fuera tal, y estuviera dedicado a los dioses de la ciudad, lo que explicaría determinadas anomalías como el hecho de tratarse de tres templos distintos en batería, la carencia de un pórtico común, una molduración distinta en el llamado Templo C, y la cronología más reciente de este último.76

Figura 9.- Vista general del foro de Baelo Claudia.

Por último, otro caso notable de creación de un nuevo domicilio urbano, por su papel en la historia y la vertebración política del mediodía peninsular, lo proporciona la propia capital provincial. En efecto, su privilegiada posición estratégica había propiciado el asentamiento humano desde la Edad del Cobre, según nos informa los resultados de las excavaciones 75 J.N. BONNEVILLE, M. FINCKER, P. SILLIÈRES, S. DARDAINE ET J.M LABARTHE, Bello VII. Le Capitole, Madrid, 2000. 76 Mª P. GARCÍA-BELLIDO, “Recensión a P. Sillières, Baelo Claudia. Une cité romaine de Bétique, Madrid, 1995; J.N. Bonneville, M. Fincker, P. Sillières, S. Dardaine et J.M Labarthe, Bello VII. Le Capitole, Madrid, 2000”, Archivo Español de Arqueología 74 (2001), 325-327.

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LEGADO URBANO EN LA

BÉTICA

ROMANA: UNA VISIÓN A TRAVÉS DE LA ARQUEOLOGÍA

arqueológicas practicadas en la zona del actual Parque Cruz Conde, de modo que en el siglo VIII constituía un importante asentamiento tartésico a través del cual se daba salida al mineral de Sierra Morena hacia el Bajo Guadalquivir; asentamiento que tuvo una continuada ocupación con posterioridad al inicio de la presencia romana en el valle del Guadalquivir y a la fundación de la nueva ciudad romana. Aunque durante años se especuló con el abandono del oppidum turdetano con anterioridad a la fundación de Marcelo, las excavaciones realizadas a comienzos de los años noventa77 permitieron demostrar la continuidad hasta el tránsito del siglo II al I a.C. y, por tanto su coexistencia con la ciudad de Marcelo durante varias generaciones. Hasta ahora el testimonio más significativo de la edilicia monumental de esta primera fase de la ciudad lo constituye la muralla, construida hacia el segundo cuarto del siglo II a.C. con sillares escuadrados e isodómicos que conforman un doble paramento que determina un espacio intermedio de c. 6 m relleno de tierra. A finales del mismo siglo se detecta un primer proceso de remodelación urbana que implica la introducción de nuevas técnicas edilicias en la arquitectura doméstica, y la construcción de edificios públicos con cierto carácter monumental de los que no se conservan trazas arqueológicas, pero cuya existencia se puede deducir a partir de los escasos restos materiales recuperados. Aunque no hay evidencias fehacientes, se ha planteado la existencia de un primer foro republicano, que se mencionaría en las fuentes y que se hallaría en una posición similar a la del foro colonial de época imperial.78 Sin embargo, y como en el resto de ciudades hispanas, el gran proceso de monumentalización se produce tras la refundación augustea, después de un período de crisis y de una probable destrucción parcial, secuela de la apuesta de la ciudad por el bando pompeyano que la llevará a ser brutalmente asediada y destruida por César tras la batalla de Munda, algo que a escala arqueológica se manifiesta por lo general en un potente estrato de cenizas o incluso en la amortización de ciertas estructuras. Para el período imperial, los elementos que definen este concepto de monumentalidad cambiarán de forma sustancial y se manifiestan en la construcción de grandes edificios con una adhesión constante a los modelos de la arquitectura oficial de la Urbs,79 y en un empleo sistemático de materiales nobles de construcción como pudo ser el mármol.80 A este momento corresponde el foro imperial de la ya Colonia Patricia que se asienta en el mismo lugar que el republicano, si bien a una cota más alta;81 éste se rodea de pórticos y se dota de una gran fuente de planta rectangular que formaría, seguramente, una de las muchas que se realizaron en la época como consecuencia de la llegada del agua 77 J.F. MURILLO, “Nuevos trabajos arqueológicos en Colina de los Quemados: el sector del Teatro de la Axerquía (Parque Cruz Conde, Córdoba)”, en Anuario Arqueológico de Andalucía’92, Sevilla, 1995, 188-199. 78 J.F. MURILLO, “Topografía y evolución urbana”, en X. DUPRÉ (ed.), Las capitales provinciales de Hispania. I Córdoba, Colonia Patricia, Roma, 2004, 39-54. 79 P. LEÓN, “Itinerario de monumentalización y cambio de imagen en Colonia Patricia”, Archivo Español de Arqueología 72 (1999), 39-56. 80 C. MÁRQUEZ, La decoración arquitectónica de Colonia Patricia. Una aproximación a la arquitectura y urbanismo de la Córdoba romana, Córdoba, 1998. 81 C. MÁRQUEZ, “Transformaciones en los foros de Colonia Patricia”, en J. NOGUERA (ed.), El Foro como espacio regulador de la vida cívica y religiosa de las ciudades de Hispania, Murcia, en prensa.

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ÍNDICE GENERAL

ÍNDICE

VOLUMEN I:

MAESTRE MAESTRE, JOSÉ MARÍA, “Prólogo” ..........................................................

Págs.

VII

1. ARQUEOLOGÍA, HISTORIA ANTIGUA Y EPIGRAFÍA ARÉVALO GONZÁLEZ, ALICIA, “El legado urbano en la Bética romana: una visión a través de la arqueología” ..............................................................................

3

DE BOCK CANO, LEONOR, “Gádira” ........................................................................

27

CAÑIZAR PALACIOS, JOSÉ LUIS, “Incidencia en la Bética de la legislación sobre el patrimonio público de las ciudades en tiempos tardoantiguos”......................

47

FORNELL MUÑOZ, ALEJANDRO, “La huella de Roma en el Alto Guadalquivir (Jaén): ciuitates y villae” ..............................................................................................

59

GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, JULIÁN, “Tradición y originalidad en los documentos epigráficos de la Bética” ..................................................................................

73

DEL HOYO CALLEJA, JAVIER , “Canulei en Lacippo. Nueva lectura de CIL II 1937”

87

LAGÓSTENA BARRIOS, LÁZARO, “Nuevas consideraciones sobre la Societas Cetariorum Gaditanorum” ................................................................................

93

LAGÓSTENA GUTIÉRREZ, JOSÉ, “Arqueología del mundo cristiano en la Antigüedad Tardía. Síntesis de las evidencias materiales en la provincia de Cádiz”........

109

LÁZARO PÉREZ, RAFAEL, “Nuevas aportaciones a la epigrafía latina de Almería” LÓPEZ CASTRO, J.L. – LÓPEZ MUÑOZ, M., “Livio XXXIII, 21, 6-9 y las ciudades fenicias del sur de Hispania”............................................................................

125 131

LOZANO GÓMEZ, FERNANDO, “El pasado clásico de la Bética en la Historia general de Andalucía de Joaquín Guichot y Parody” ..................................................

139

MARTÍN CAMACHO, JESÚS, “Edición y comentario filológico de CIL II2/5, 1055 y CIL II2/5, 1079: la necesidad de contar con el entorno epigráfico para estudiar los Carmina latina epigraphica”........................................................

147

ÍNDICE

MIRÓN PÉREZ, Mª DOLORES, “Mujeres y movilidad territorial en la Bética romana: notas sobre género, epigrafía y prosopografía” ................................ MORALES MUÑOZ, CRISTINA MARÍA, “Las manifestaciones de dolor ante la muerte en el mundo romano” ......................................................................................

161 175

MORALES RODRÍGUEZ, EVA Mª, “Magistraturas municipales en las fundaciones flavias de la Bética” ........................................................................................

185

PASTOR MUÑOZ, MAURICIO, “Epigrafía y sociedad en el municipio romano de Sexi (Almuñécar, Granada)” ............................................................................

207

PENA GIMENO, Mª JOSÉ, “Los Canulei y el texto de Livio, 43, 3. Sobre la fundación de la colonia latina de Carteia” ......................................................

233

RODRÍGUEZ MORENO, INMACULADA, “Filosofía y medicina en la Antigüedad: dos disciplinas complementarias” ....................................................................

247

RUIZ LÓPEZ, ILDEFONSO DAVID, “La circulación monetaria en la ulterior: el caso de las cecas con escritura ibérica meridional” ................................................

261

2. FILOLOGÍA GRIEGA CLÁSICA BERNABÉ PAJARES, ALBERTO, “El vocabulario filosófico griego: nacimiento de una terminología” ....................................................................................................

281

GARCÍA CABALLERO, ROSA Mª, “El mármol verde de Tesalia en los textos griegos”

301

JIMÉNEZ DELGADO, JOSÉ MIGUEL, “Sintaxis de los pronombres reflexivos en Heródoto” .......................................................................................................... JIMÉNEZ SAN CRISTÓBAL, ANA ISABEL, “Las serpientes en el orfismo”.................. LÓPEZ CRUCES, JUAN LUIS, “Fiestas religiosas en el mimiambo I de Herondas” MACÍAS OTERO, SARA Mª, “Reso 962 SS., Un destino especial en el más allá” .. MARTÍN HERNÁNDEZ, RAQUEL, “El papel escatológico de las Erinis en los testimonios órficos” .......................................................................................... MELERO BELLIDO, ANTONIO, “La utopía de los confines: pueblos lejanos y exóticos de la literatura griega” ......................................................................

313 323 335 349 361 373

PAJÓN LEYRA, IRENE, “La etapa inicial del viaje de Piteas de Marsella: Gádira y el estrecho, foco de atracción intelectual en el siglo IV a. C.” ....................

391

SOLÍS BERNI, REBECA, “Breve análisis del funcionamiento de los dobles plurales en la literatura homérica” ................................................................................

405

ÍNDICE

3. FILOLOGÍA LATINA CLÁSICA BAEZA ANGULO, EULOGIO, “Elegía “amorosa” en Ovidius Exul” ..........................

423

BELTRÁN SERRA, JOAQUÍN, “Sobre el odio en la obra de Séneca” ........................

433

CORREA RODRÍGUEZ, JOSÉ ANTONIO, “Tipología sintáctica del articulado de las leyes malacitana e irnitana”..............................................................................

445

FERNÁNDEZ MARTÍNEZ, CONCEPCIÓN, “Relectura de un Carmen Epigraphicum malacitano: ¿El fin de una leyenda?” ..............................................................

457

GIL ABELLÁN, Mª CARMEN, “Una recreación pictórica de Juvenco mediante el uso de adjetivos. Interacción fondo - forma en I 715-730 de la Historia evangélica” ........................................................................................................

463

GÓMEZ PALLARÈS, JOAN, “Paseo entre el amor y la muerte: poesía epigráfica latina del conuentus Gaditanus” ......................................................................

477

HERNÁNDEZ MAYOR, Mª DOLORES, “De la caracterización de dos personajes en Lucano y Sedulio: Marcia - Sara y Mario – Herodes” ..................................

485

LIMÓN BELÉN, MARÍA, “La fíbula de Preneste: estado de la cuestión” ................

495

MOLERO ALCARAZ, LEONOR E., “Los finales abiertos en el corpus trágico de Séneca” ..............................................................................................................

505

NAVARRO LÓPEZ, JUAQUÍN, “Aproximación a Gades en la poesía latina antigua”

519

POCIÑA PÉREZ, ANDRÉS, “Otra lectura de Lucrecio: su pasión por los animales”

535

PUJANTE SERRANO, MARÍA JOSÉ, “Mujer y mito en los Amores de Ovidio” ........

553

QUINTILLÀ ZANUY, Mª TERESA, “Las puellae gaditanae: del tópico literario a la realidad profesional” ........................................................................................

563

RODRÍGUEZ PANTOJA, MIGUEL, “Griego - latín (y viceversa) en el habla cotidiana”

577

RUIZ CASTELLANOS, ANTONIO, “Hic deíctico en Veleyo Patérculo, Historia de Roma” ................................................................................................................

601

SOLANO SOLANO, Mª DOLORES, “Creencias, costumbres y supersticiones en los Fastos de Ovidio” ............................................................................................

611

THOMSEN, AUGUST H,. WEIMER, CHRISTOPHER M., NEGENBORN, RUDY R., “Catullus: poeta flagrans an doctus”..................................................................................

621

ÍNDICE GENERAL ............................................................................................

651

ÍNDICE

VOLUMEN II:

Págs.

4. FILOLOGÍA GRECO-LATINA MEDIEVAL ALBERTE GONZÁLEZ, ANTONIO, “Relevancia de las Artes dictaminum” ................

669

ARÉVALO MARTÍN, BEATRIZ, “La presencia de las Epistulae ad Lucilium de Séneca en los florilegios conservados en España” ..........................................

691

LÓPEZ QUERO, SALVADOR, “Latinismos en el Cancionero de Baena” ..................

703

PÉREZ JIMÉNEZ, AURELIO, “Autoridades griegas en la astrología medieval” ........

711

5. HUMANISMO Y TRADICIÓN CLÁSICA ALARCOS MARTÍNEZ, MIGUEL, “El contraste heliodórico entre héroes y bandidos al comienzo de las Etiópicas: su reelaboración cervantina en el Persiles”....

745

ANDINO SÁNCHEZ, ANTONIO DE PADUA, “Cervantes: actitud y manejo de las fuentes grecolatinas” ......................................................................................................

757

A SENCIO G ONZÁLEZ , E MILIO , “Los códigos del arte barroco: la literatura emblemática como clauis interpretandi”..........................................................

769

ASENCIO SÁNCHEZ, PABLO, “El léxico de la traducción del De rerum natura por José Marchena” ................................................................................................

781

BENÍTEZ RODRÍGUEZ, ENRIQUE M., “En las redes de Afrodita” .............................. BERMÚDEZ RAMIRO, JESÚS, “El mundo clásico en la poesía de Rafael Alberti de 1920 a 1938” ....................................................................................................

787 803

CARDONA CABANILLAS, SONIA, “Uso de las fuentes en el De scribenda historia liber de Viperano” ............................................................................................

811

CONTRERAS CONTRERAS, DIEGO, “Dos elegías funerales de Pedro Mártir de Anglería: a la muerte del Príncipe Juan y Alonso de Cárdenas” ..................

819

DELGADO SANTOS, JOSÉ ÁNGEL, “La tradición clásica en la poesía de Antonio Colinas” ............................................................................................................

827

DURÁN LÓPEZ, Mª ÁNGELES, “La Exposición de la República de Platón por Averroes: ¿recurso o pretexto?”........................................................................

839

FALQUE REY, EMMA, “La pasión de san Servando y san Germán y la obra teatral Así fueron nuestros mártires de don Adolfo Vila Valencia” ..........................

847

FLORISTÁN IMÍZCOZ, JOSÉ MANUEL, “«Bizancio después de Bizancio»: la herencia imperial de Constantinopla y la política exterior de los Austrias españoles (1517-1621)”......................................................................................................

863

ÍNDICE

GALLARDO MEDIAVILLA, CARMEN – FLORES SANTAMARÍA, PRIMITIVA, “Teatro escolar latino en los jesuitas de Cádiz: la fiesta del estreno de El triunfo de la fe”

877

GALLÉ CEJUDO, RAFAEL, “Ecos de tradición clásica en los dramaturgos andaluces del siglo XVII”..................................................................................................

889

GARCÍA GONZÁLEZ, JESÚS Mª, “La Historia Mulierum Philosopharum de Aegidius Menagius”..........................................................................................................

903

GARCÍA DE PASO, Mª DOLORES – RODRÍGUEZ HERRERA, GREGORIO, “El metatexto de los Progymnasmata de Aftonio: una aproximación al Epítome de Juan de Mal Lara” ..........................................................................................................

917

GARCÍA ROMERO, FRANCISCO ANTONIO, “Los clásicos en el padre Coloma” ........

929

GÓMEZ GÓMEZ, JUAN MARÍA, “El legado de la Eneida en La conquista de la Bética de Juan de la Cueva” ............................................................................

935

GONZÁLEZ DELGADO, RAMIRO, “La Biblioteca de Autores Griegos y Latinos del Círculo Científico y Literario de Cádiz (1858-1859)” ....................................

947

GONZÁLEZ GONZÁLEZ, MARTA, “La Tumba de Antígona de María Zambrano. A propósito de la figura de Ana” ....................................................................

961

GONZÁLEZ VÁZQUEZ, JOSÉ, “El legado clásico en la obra latina de fray Luis de Granada” ............................................................................................................

969

HUALDE PASCUAL, Mª PILAR, “Dafnis y Cloe entre dos traductores andaluces: de Juan Valera a Carmen de Burgos” ..............................................................

981

IGLESIAS MONTIEL, ROSA Mª – ÁLVAREZ MORÁN. Mª CONSUELO, “De la narratio épica a los libretos de Ópera” ..........................................................................

993

LÓPEZ LÓPEZ, PABLO, “De graece latineque philosophicis notionibus” ................

1021

MAESTRE MAESTRE, JOSE MARÍA, “Horacianismo y biblismo en la oda sáfica Pro incolumitate fontis Ariae Montani” ..........................................................

1029

MARTÍN GARCÍA, JUAN MANUEL, “Mecenazgo y cultura clásica en el primer círculo humanista de Granada” ........................................................................

1055

MARTÍNEZ RODRÍGUEZ DE LEMA, Mª ELENA, “La evolución de los fondos humanísticos del Real Observatorio de la Armada de San Fernando en el último tercio del s. XIX: Cecilio Pujazón y el Astronomicum Caesareuvm Apiani”

1067

MARTÍNEZ SARIEGO, MÓNICA MARÍA, “Tres poemas de inspiración horaciana en las Poesías filosóficas de Alberto Lista” ........................................................

1083

MILHO CORDEIRO, ADRIANO, “A comedia classica na renascença portuguesa. Un legado a preservar” ....................................................................................

1095

MUÑOZ MARTÍN, Mª NIEVES – SÁNCHEZ MARÍN, JOSÉ A., “El nacimiento de la tragedia según la Poética de J.C. Escalígero” ................................................

1107

ÍNDICE

ORTEGA SÁNCHEZ, DELFÍN, “La natura del niño en el proceso educativo. Una utilidad pedagógica en el De liberis educandis libellus de Nebrija” ....

1115

PELÁEZ BERBELL, JOSÉ JAIME, “El legado clásico en la Silua locorum” ..............

1125

PÉREZ CUSTODIO, Mª VIOLETA, “El elogio al rector por su doctorado: un subtipo de la epidíctica complutense del s. XVI”........................................................

1143

PINO CAMPOS, LUIS MIGUEL, “Los presocráticos en la filosofía de María Zambrano: la importancia de Anaximandro” ..................................................

1163

POZUELO CALERO, BARTOLOMÉ, “El inconformismo juvenil del licenciado Francisco Pacheco” ..........................................................................................

1173

RAMOS MALDONADO, SANDRA INÉS, “¿Antiperistasis o antiparistasis?: de Nebrija a Terreros y Pando” ..........................................................................................

1189

ROBLES SÁNCHEZ, Mª ÁNGELES, “Análisis del comentario de Badius Ascensius a la Declamatio I atribuida a Quintiliano” ........................................................

1207

SALAS ÁLVAREZ, JESÚS, “Patricio Gutiérrez Bravo, el cura de Arahal: un ejemplo del interés de la ilustración por el legado clásico en Andalucía” ..................

1221

SÁNCHEZ ORTIZ DE LANDALUCE, MANUEL, “Teoría y práctica de la traducción en Cristóbal de Castillejo” ....................................................................................

1241

SÁNCHEZ PIÑERO, EMILIO ANTONIO, “Reminiscencias clásicas en la Soledad de Pedro Espinosa” ................................................................................................

1259

SANTAMARÍA HERNÁNDEZ, Mª TERESA, “Isidoro de Sevilla sobre las serpientes: entre la medicina y la historia natural” ..........................................................

1271

URBÁN FERNÁNDEZ, ÁNGEL, “El arte de gobernar: consideraciones sobre la fortuna de Virgilio, Aen. 6, 853 en la literatura latina cristiana y en la emblemática” ....................................................................................................

1279

6. DIDÁCTICA CANALES MUÑOZ, EMILIO – GONZÁLEZ AMADOR, ANTONIO, “La enseñanza del latín a través del método inductivo-contextual”..............................................

1293

MACÍAS VILLALOBOS, CRISTÓBAL, “Una experiencia de teletutoría en la enseñanza del latín a nivel universitario”..........................................................................

1313

MARTÍNEZ AGUIRRE, CARLOS, “Didáctica de las lenguas clásicas: panorama de la enseñanza del griego clásico. Bases metodológicas” ......................................

1329

ORTEGA VERA, JOSÉ MANUEL, “El empleo de internet como apoyo a la clase presencial” ........................................................................................................

1339

ÍNDICE GENERAL ............................................................................................

1355

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