El laberinto venezolano y una nueva Constitución

May 19, 2017 | Autor: J. Fernández Bara... | Categoría: Política Latinoamericana
Share Embed


Descripción

El laberinto venezolano y una nueva Constitución
Por Julio Fernández Baraibar
En su noche toda mañana estriba:
de todo laberinto se sale por arriba
Leopoldo Marechal
Venezuela vive, desde hace meses, una situación que, vista de lejos, da
toda la impresión de un enfrentamiento que orilla la guerra civil. En
realidad, lo que ocurre es que un sector de la oposición que expresa a los
sectores altos y altos medios de la sociedad venezolana pretende generar
una situación de anarquía que "justifique" una intervención extranjera, es
decir norteamericana. Lo curioso de esta supuesta rebelión es que tiene
lugar tan solo en los barrios en los que viven los sectores más acomodados
de las ciudades. Es en esos, sus propios, barrios, donde jóvenes bien
alimentados, munidos de máscaras antigases, camisetas y jeans de marca y
los rostros cubiertos con pañuelos, salen casi a diario a quemar gomas,
tensar alambres que cruzan la calzada a la altura de un motociclista,
incendiar palmeras, mientras en el resto de la ciudad la gente vive su vida
habitual. Es como sí, en Buenos Aires -para dar un ejemplo- se produjeran
piquetes -guarimbas, les llaman en Venezuela- en la zona de la Recoleta y
Barrio Norte, mientras en el resto de la ciudad, Barracas, Chacarita,
Constitución, Mataderos, Flores, reina la más absoluta tranquilidad.
La oposición, rejuntada en la MUD, es de una enorme torpeza y mediocridad,
y está dividida por rencillas, ambiciones, alcahueterías y cotilleos de
camarín de teatro burlesco. Toda su esperanza está depositada en que un
pronunciamiento de la OEA lleve a una intervención de los EE.UU., como
ocurriera en la década del 60 del siglo pasado con la República Dominicana
del coronel Caamaño. Pero, Venezuela no es una isla, tiene petróleo -que
nunca ha dejado de abastecer a las estaciones de servicios norteamericanas-
y cuenta con un poderoso ejército que, hasta ahora, permanece incólume en
defensa del proceso bolivariano. En ese sentido ha sido particularmente
lamentable el papel jugado por el uruguayo Luis Almagro, en su carácter de
Secretario General de la OEA. Tan unilateral y golpistas han sido sus
participaciones, que no ha logrado sacar de la OEA, que no es más la de los
años 60, más que una abstracta e inocua declaración.
El propio Papa Francisco, que ha intentado a través de representantes
personales, establecer una mesa de diálogo entre el gobierno y la
oposición, ha declara hace muy pocos días que es en el seno de la MUD donde
radica la más dura resistencia a una solución consensuada. Estas
declaraciones papales han generado una tormenta de airadas réplicas por
parte de dirigentes como Freddy Guevara o la señora Lilian Tintori, una
rubia paqueta y tonta, convertida en una especie de Novia Olvidada que
recorre las capitales en busca de apoyo. Esta nueva dirigencia fogonea
desde las redes una campaña sumamente violenta, llamando a una insurrección
piromaníaca que, como hemos dicho, termina incendiando el barrio en el que
viven. La provocación de estos sectores ha sido permanente. Llegaron al
extremo de intentar ocupar el aeropuerto militar de La Carlota, en pleno
Caracas, y rápidamente denunciaron en las redes sociales que eran
salvajemente reprimidos por el ejército con... disparos al aire.
En medio de este violento batiburrillo, el presidente Nicolás Maduro
encontró en la Constitución de 1999, la actualmente vigente, la posibilidad
de un llamado a una Asamblea Constituyente destinada a reformarla. En
efecto el artículo 347 establece:
"El pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente
originario. En ejercicio de dicho poder, puede convocar una Asamblea
Nacional Constituyente con el objeto de transformar el Estado, crear un
nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución".
Asu ves el siguiente artículo determina:
"La iniciativa de convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente podrán
tomarla el Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros;
la Asamblea Nacional, mediante acuerdo de la dos terceras partes de sus
integrantes; los Consejos Municipales en cabildo, mediante el voto de las
dos terceras partes de los mismos; o el quince por ciento de los electores
inscritos y electoras inscritas en el registro civil y electoral".
De alguna manera, ante la negativa al diálogo de una oposición empecinada
en derrocarlo por cualquier medio, Maduro logra cambiar la conversación. Si
lo que preocupa a la oposición es la falta de democracia -caracterizaron
siempre al gobierno de Chávez y, ahora, al de Maduro, como una dictadura-
ofrece a la oposición la oportunidad de confrontar en una Asamblea
Constituyente, previa elección de un poco más de 500 convencionales.
Al parecer, según diversas encuestas, más del 80 % de la población quiere
un diálogo y un punto final a las guarimbas y los actos de violencia. Pero
la violenta presión mediática y social de la pequeña minoría vinculada
cultural y socialmente a Miami, hace díficil la expresión abierta de esta
opinión. Los ataques a comerciantes que, en los barrios del Este, han
pedido públicamente el cese de los desmanes ha llegado como noticia incluso
a la propia CNN. Días atrás se conoció una conversación telefónica de la
esposa del veterano dirigente adeco Henry Ramos Allup -un astuto y
experimentado político con más de cuarenta años en la escena pública- donde
la mujer le expresaba a su padre -también político opositor- la inutilidad
y el desborde de las guarimbas y el camino sin salida al que se
enfrentaban.
De la capacidad del chavismo y del gobierno en lograr que esa inmensa
mayoría que quiere vivir en paz se exprese libremente depende, sin duda, la
salida de la actual encrucijada.
Comenzamos la nota citando al gran poeta argentino Leopoldo Marechal.
Queremos terminar con la continuación de ese mismo verso, que es, también,
un llamado de atención:
"si el alto Amor lo quiere. Pero la Ciencia dijo:
En horas de tiniebla no te apresures, hijo."
Buenos Aires, 2 de mayo de 2017
Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.