El interminable debate sobre el sujeto social

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Descripción

EVA DA PORTA

·

DANIEL SAUR

COORDINADORES

Giros ,

.

teorlCOS en las Ciencias Sociales y Humanidades

comunlcarte

Glros teóricos en las Ciencias Sociales y Humanidades @2008, Editorial Comunicarte

comunlcarta

.

Ituzaingó 167 Séptimo piso X 5000 IJC - Córdoba, Argentina Tel/fax: (54) (351) 426-4430 editorial@comunicéirteweb.com.ar www.comunicarteweb.com.ar Dirección editorial: Karina Fraccarolli Nou Coordinadores: Eva Da Porta y Daniel Saur Fotografía de tapa: Fernando Vélez ISBN: 978-987-602-069-5 Se terminó de imprimir en Córdoba el 29 de enero de 2008 Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723. Impreso en Argentina - Printed in Argentine Tirada: 400 ejemplares No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización y otros métodos, sin el permiso previo y escrito de los titulares del copyright. Su infracción está contemplada por las leyes 11.723 y 25.446.

Giros teóricos en las Ciencias Sociales y Humanidades I coordinado por Eva Da Porta y Daniel Saur

- 12 ed.

- Córdoba:

Comunic-arte

Editorial,

2008.

280 p. ; 23x16 cm ISBN: 978-987-602-069-5 1. Ciencias cee

300

Sociales

1. Título

11.Da Porta, Eva, coord. 111.Saur, Daniel, coord.

El interminable debate sobre el sujeto social1 ROSA NIDIA BUENFILBURGOS*

~

un en los inicios del siglo XXI es 6:ecuente encontrar posiciones teóricas que siguen sosteniendo la idea de un sujeto que tiene una esencia predefinida por a posición que el agente tiene en las relaciones de producción, cuya identidad se forma de una vez y para siempre, y cuyos atributos, aunque puedan ser construidos a partir del contacto con las relaciones sociales imperantes (y no como

derivaciones de la razón, o de las leyes económicas), siguen entendiéndose como f~os y cerrados. Es en esta línea que todavía hoy (2006) sigue siendo pertinente discutir los giros teóricos que desde el siglo pasado han tenido lugar y como éstos afectan nuestras concepciones y la realidad misma de cómo el sujeto se constituye. Me referiré en esta intervención, al desarrollo que sobre este tema han planteado Laclau y Mouffe (1987) y Laclau (1993, 1996, 2002, 2005, entre otros) y para ello caracterizaré brevemente el contexto de debates intelectuales en que se enmarca así como las corrientes de pensamiento que son articuladas en sus planteamientos. Posteriormente elaboraré las características y trayectoria de la noción de sujeto en cuatro momentos y terminaré con unas consideraciones finales.

1. Caracterización y contexto de la noción de sujeto en Laclau a. Una mejor manera de comprender las posiciones de cualquier autor es ubicado en los debatesteóricosque enmarcansu planteamiento,y mencionaré cuatro de ellos: 1) El relativo a la erosión sistemática del carácter absoluto de los fundamentos del pensamiento ilustrado (i. e. en la crítica al Sujeto como fuente y origen del sentido, al Sujeto racional, al Sujeto de la Historia, entre otros). 2) El concerniente a los efectos intelectuales del giro lingüístico (Humboldt, Heidegger,Wittgenstein) en el que se reconoce que la realidad está discursivamente construida, se recupera la distinción óntico-ontológica y se reivindica la noción de juegos de lenguaje, entre otras cosas.3) El que alude a que la historización y contextualización (relativización) de los valores éticos, políticos e intelectuales de la modernidad no niega la posibilidad

*

Investigadora Nacional Nivel 11, y del Departamento de Investigaciones Educativas del CINVESTAV3D (México) desde 1983. Profesora del Posgrado en la Facultad de Filosofia y Letras de la UNAM. E-mail: [email protected] La primera estructuración de esta ponencia fue presentada en el Seminario: Hermenéutica, sujeto y cambio social, por invitación de la Dra. Mariflor Aguilar (responsable del seminario) en la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, el 23 de mayo de 2006. Agradezco el apoyo de la Lic. Laura Echavarria en la elaboración de este escrito.

117

GIROS TEÓRICOS EN LAS CIENCIAS SOCIALES y HUMANIDADES

de proyectos políticos progresistas porque: la negatividad es parte de cualquier identidad y el proyecto racionalista de fúar el significado último, objetivo o positivo de los procesos sociales, estaba condenado al fracaso; la naturaleza precaria y contingente de toda objetividad sólo se ha hecho evidente en el capitalismo contemporáneo y sus efectos dislocatorios que muestranla historicidaddelser... [ergo,de la naturaleza humana y discursiva de la verdad]... que abre nuevas oportunidades a políticas radicales (Laclau, E. 1993).4) Finalmente, pero no menos importante, el debate entre marxismo, el neomarxismo y el postmarxismo en el pensamiento de izquierda de los años '80 (Oponentes diferenciados: Geras, Habermas, Negri, Giddens). b. Un segundo aspecto relativo a la ubicación del concepto de sujeto sostenido por Laclau, concierne a lasfuentes de que abrevasu constructohíbridoy con quiénesdiscute sobreel sujeto.En este sentido es fundamental destacar cinco campos. Primero, la Teoría política: Gramsci y Althusser; K. Schmitt; y la interlocución con Ranciere, Badiou, Lefort. Segundo, la dimensión conceptual (no clínica) del Psicoanálisis: Freud, Lacan y Z~ek (el carácter social del individuo, la formación del yo; la crítica al racionalismo, la dimensión afectiva, la identificación, la sobredeterminación, imaginario-simbólico y real, la noción de falta).Tercero, el campo de la Filosofia: Nietzsche, Heidegger, Wittgenstein, Gadamer, (la crítica al racionalismo, el carácter discursivo y situado del ser y mutatis mutandisde la identidad, la crítica al esencialismo contenida en el pragmatismo, interalia).En cuarto lugar, del pensamiento de Foucault y Derrida (coincide con la crítica a la metafisica de los orígenes, la genealogía, la preeminencia del significante, la deconstrucción, la crítica a la metafisica de la presencia). Por último, del campo de la retórica (desde Perelman como arte de convencer y argumentar, hacia la retórica como lógica y función figural en la política). 11. Desarrollo

de la noción

de sujeto

En este marco Laclau construye una constelación conceptual relacional, histórica, sin fundamento extradiscursivo, reactivando tres nociones para argumentar posicionamientos ontológicos básicos en su planteamiento: discurso, hegemonía y retórica. El discursoes entendido no como palabrería sino como el acto de significaciónque es terreno primario de la objetividad; además su carácter relacional y diferencial permite entender que más allá del juego de diferencias no existe ningún fundamento que

privilegie a priori algunoselementospor encima de otros (por ejemplo:esferas,agentes, discursos sobre otros), o preestablezca centralidades definitivas. Las categorías de signifzcantesvacíosy hegemoníason otras herramientas de intelección que posibilitan pensar las identidades y las centralidades una vez que se ha puesto en cuestión toda noción de esencia. Argumenta que para entender las identidades diferenciales se requiere de la totalidad en todo acto de significación, para aprehender una totalidad se necesita ubicar sus límites (aquello que la demarca de otra totalidad), y para ubicar 118

.'

IDENTIDAD y SUJETO. DEBATES y APORTES TEÓRICOS

SUSlímites se requiere reconocer una exterioridad constitutiva, no neutral, sino aquélla resultante de una exclusión. Aquí se genera un doble juego significante: el de la equivalencia y el de la diferencia en una tensión irresoluble que nos muestra una totalidad fallida, sitio de una plenitud inalcanzable. La aporía que se despliega en este argumento es impecable: la totalidad es a la vez necesaria e imposible. La representación social de dicha totalidad tendrá que conjugar su particularidad diferencial con el ideal de universalidad requerida para la función totalizadora. Hegemon{a,es otra categoría que Laclau ha venido elaborando desde 1985, y la expone aquí para redondear el argumento.2 Como la totalidad es necesaria e imposible, la identidad hegemónica viene a ser el signi.ficante(tendencialmente)vado, que expresa y constituye una cadena equivalencial confiriendo estabilidad y solidez a demandas sociales heterogéneas y de esta manera transforma su propia particularidad en algo universal que encarna una

totalidadinalcanzable,fallida,sin fundamento (Laclau,E. 2005:95).La retóricaalude en este contexto, no a un lenguaje poéticamente transfigurado, ni a los excesos demagógicos de los pronunciamientos de nuestras autoridades, sino a operaciones discursivas como los desplazamientos mediante los cuales un término literales sustituido por uno figurativo, la utilización de palabras en más de un sentido, la posibilidad de nombrar algo que es innombrable (como condición de su propio funcionamiento), la imposibilidad de sustituir un término figurativo por uno literal (catacresis);por ejemplo, el significante vado surge de la necesidad de nombrar un objeto imposible y necesario. Una vez ubicado el contexto de esta propuesta, pasaré ahora a caracterizar el concepto de sujeto en cuatro momentos de la producción intelectual de Ernesto Laclau.

a. Primer

momento.

Del marxismo

al postmarxismo

Esta fase se sitúa en los años de redacción y primera recepción de Hegemon{ay EstrategiaSocialista(Laclau, E. & Mouffe, Ch. 1987), Y está impregnada por la deconstrucción de la noción de hegemonía que afecta toda la constelación conceptual en la que Laclau y Mouffe se involucran: historia, sujeto, estructura, discurso, hegemonía (antagonismo y articulación). En esta fase los puntos cruciales implican, inter alia:La crítica a la centralidad y exclusividad de la clase social como sujeto de la historia. No hay sujeto predeterminado, éste se constituye en las luchas, su articulación es contingente. El sujeto no es fuente y origen del sentido, sino que se constituye en las prácticas significantes (i. e. discurso).El sujeto es siempre situado y no tiene identidad, se constituye en las prácticas hegemónicas,mediante actos de identificación. La multiplicidad y no centralidad a priori de las posiciones de sujeto. Las posiciones de sujeto se articulan necesariamente (no son átomos) pero sus vínculos son contingentes. El planteamiento más discutido en esta deconstrucción, es el relativo a la propuesta gramsciana, especialmente, la relación contingentedel sujeto con sus condiciones 2 La hegemonía es entendida no como un estado de cosas sino como una relación, como forma de lo político, como la articulación y el antagonismo, como la acción que hace universal a un particularismo, entre otras cosas. 119

GIROS TEÓRICOS EN LAS CIENCIAS SOCIALES y HUMANIDADES

objetivas, relación que tiene dos consecuencias: la subjetividad no se agota en la necesidad; las intervenciones contingentes de los actores determinan parcialmente la objetividad estructural temporal del bloque histórico y el sujeto se constituye en su intervención contingente: es la primacía de lo político sobre lo económico y de la ideología sobre la institución. Lo anterior implica que el sujeto no puede constituirse en el ámbito de la pura particularidad, pero tampoco en el de la clase universal, la sociedad civil no puede aparecer como una instancia separada, el estado es el nombre de una función que excede sus fronteras institucionales (Buder, J.; E. Laclau & S. Zizek,2002).

b. Segundo momento. De las posiciones escindido y al sujeto de la falta

de sujeto al sujeto

A partir de la primera recepción importante en Europa, Canadá, Australia y Estados Unidos, también tiene lugar un importante intercambio con ZiZek, especialmente a partir del encuentro en la Universidad de Essex, en el cual la participación de la Escuela de Ljubljana es de particular importancia (de este encuentro se publica The making of political identites).Entre otras cosas las preguntas que son planteadas como resultado de este evento, pueden agruparse en: ¿Qué es lo que articula las posiciones de sujeto? Y,¿por qué el sujeto realiza actos de identificación? La primera respuesta es que el carácter constitutivo de la negatividad en el antagonismo es incompatible con una visión positiva y objetiva de lo social, por varios motivos: 1) el antagonismo al amenazar mi identidad muestra mi contingencia; 2) el resultado de la lucha no puede pre-establecerse; 3) la contingencia de las identidades antagónicas es también radical; 4) las condiciones de existencia de las fuerzas antagónicas es también contingente. El punto decisivo es que esta nada,esta falta de un fundamento del sujeto, puesta en oposición a la organización,no es la nada de una imposibilidad lógica que simplemente colapsaría dentro de lo no-existente: es una nada real,un espacio vacío que la organización vendría a llenar. ¿Que hace posible esta nada?La respuesta es: el sujeto, como libertad e indeterminación (Laclau, E. & Zac, L. 2002). La estructura del acto identificatorio preserva, sin sustituir, la falta constitutiva del sujeto; y la representación de ésta tiene lugar a través de la subversión de la superficie de identificación. Además, el carácter alienante del acto de identificación es también mantenido, en tanto que no hay concesión de la dualidad sujet%bjeto. Ciertas consecuencias básicas se siguen: Si lo objetivo llenami falta originaria, este llenado sólo puede tener lugar en tanto que lo que es objetivo es externo a mí. Mediante el acto de llenar mi falta, lo objetivo no pierde su externalidad; no es asimilado a una identidad que ya era mía. Por el contrario, su carácter extraño es precisamente lo que le permite funcionar como lo que llena. Su llenar mágicopuede operar porque el sujeto es originariamente ausencia de existencia. Pero si el sujeto es originariamente una falta ine"adicable, cualquier identificación tendrá que representar, también, la falta misma. Esto sólo

·

120

IDENTIDAD y SUJETO. DEBATES y APORTES TEORICOS

puede ser hecho mediante la reproducción del carácter externo de eso con lo que el sujeto se identifica, es decir, su inconmensurabilidad frente a él mismo. Es por esto que la aceptación de la Ley -es decir, el principio de organización como opuesto a la nada- es la aceptación de la Ley porque es la Ley, no porque es racional. Si la aceptación de la Ley hubiese resultado de su racionalidad, en ese caso, la Ley sería una prolongación del sujeto como identidad positiva y no podría realizar su papel de llenado. Pero si la Ley puede realizar este papel, se sigue necesariamente que este papel tiene que ser su propia justificación, y que éste no puede ser

· garantizadopor ningún tribunal

a priori

de la razón.

La función de llenado requiere un espacio vacío, y éste es, en cierto punto, indiferente al contenido del llenado; aunque esta función de llenado debe estar encarnada en algunoscontenidos concretos, esos contenidos podrían ser cualesquiera. Esta es la falta originariamente constitutiva de toda representación, a la que nos referimos antes. Ahora, esto significa que entre la función de llenado y el contenido concreto que la actualiza, hay una inconmensurabilidad constitutiva. Esta inconmensurabilidad sólo sería eliminada si un contenido concreto qua concreto pudiera agotar y volverse idéntica a la función de llenado. Pero en ese caso, volveríamos a la reabsorción de lo indeterminado en lo determinado, y el carácter radical de la oposición entre organización y nadase habríaperdido.Entonces retornemos a nuestro ejemplo previo. Un alguien supuesto es confrontado con una profunda situación anómica -lo que sería requerido sería la introducción de un orden, los contenidos concretos de lo que se convertirá totalmente secundario- (Laclau, E. & Zac, L. 2002). · Ningún contenido concreto está, en su concretud, destinado a priori a realizar la función de llenado, esto también significa, entonces, que todo contenido concreto será constitutivamente inadecuadopara sobrellevar esa función, y el lugar del sujeto será perpetuado en la base de la reproducción de esta inadecuación. Esto significa que no hay un único acto de identificación cuyos efectos podrían realizar indiscutiblemente su función de llenado. Como cualquier identificación tiene lugar a través de contenidos que son esencialmente inadecuados para este llenado, la identificación será constitutivamente incompleta y tendrá que ser siempre re-creada mediante nuevos actos identificatorios. El sujeto no es isomórfico con el significante que lo representa, de la misma manera que no hay correspondencia entre los representados y el representante. Los intereses o voluntad de los representados no existen previos o al margen del acto mismo de la representación (Laclau, E. 1996).

c. Tercer momento.

El sujeto y la dislocación

En Nuevas reflexiones sobre la revolución de nuestro tiempo (1993) es donde se desarrolla

con mayor detalle un nuevo énfasis conceptual en torno al sujeto de la decisión (especialmente pp. 13 Y ss.) articulado a una forma más avanzada para entender la negati121

GIROS TEÓRICOS EN LAS CIENCIAS SOCIALES y HUMANIDADES

vidad (i. e., lo Reallacaniano) en la constitución identitaria.3 Una consecuencia crucial de esto es el reconocimiento de que la objetividad,en tanto emanadade una decisi6n, es una relaci6nde poder.En esta lógica, indecidibilidad e irracionalidad no son necesariamente correlativos. El grado de arbitrariedad en una decisión tomada marca que los vínculos racionales no agotan la decisión, hay numerosos lazos razonables,motivacionales, pero ninguno es unfundamento apodfcticoque las hagapreferiblesa otrasdecisiones. El sujeto es el espacio entre la estructura indecidible y la decisión. La decisión no es necesariamente ni exclusivamente racional, sino que se entreteje con las pasiones; no es necesariamente deliberada sino que se entreteje con lo inconsciente, implica la elección de una entre varias posibilidades en una estructura dislocada. La dislocación es mirada en su dimensión de libertad, de lo indeterminado. La reactivaci6n(Husserl) de formas sedimentadas,4 muestra la contingencia de la exclusión que instituyó las identidades, reinsertándolas en el sistema de opciones históricas, reales, facticas que fueron descartadas revelando el acto original de violencia mediante el cual este acto instituyente tuvo lugar, y que en su sedimentación y naturalización tiende a borrar la huellas de toda contingencia, violencia y exclusión, pre-

sentándosecomo objetividadpositiva.La reactivaciónno es el regresoa losongenessino el redescubrimiento, vía la emergencia de nuevos antagonismos, del carácter contingente de la objetividad y de los orígenes mi.smos. "Las formas sedimentadas de 'objetividad' constituyen el campo de lo social. El momento del antagonismo donde el carácter indecidible de las alternativas y su resolución mediante relaciones de poder se hace visible es el campo de lo político" (Laclau, E. 1993:34). De lo anterior se derivan dos consecuencias:

· ·

Toda construcción política tiene lugar sobre el fondo de prácticas sedimentadas. Toda sociedad sedimentada se finca en la naturalización de relaciones de poder contingentes. Las fronteras entre lo político y lo social se desplazan constantemente. Una cierta opacidad es inherente a las relaciones sociales,la creencia de una sociedad transparente y reconciliada es claramente un mito. Esto no implica pesimismo sino la base para un optimismo ya que las transformaciones sociales no son producto de un autodesarrollo necesario de una objetividad esencial, sino de las elecciones en una estructura indecidible, hay lugar para constituir nuevas identidades sociales y verdades posible como aletheia.

A partir de lo anterior es posible ubicar tres implicaciones: La primera es que la noción de dislocación como posibilidad implica la relación entre lo indeterminado y la libertad; por una parte, la condición de la libertad -y, por consiguiente, de la sub3 No toda dirección es una alternativa posible o una elección posible. Algunas están fuera del horizonte mismo de toda posibilidad estructural. Son incoadas las alternativas posibles que fueron intentadas en algún momento y reprimidas. 4 Husserl: rutinización y olvido de los orígenes. 122

IDENTIDAD y SUJETO. DEBATES y APORTES TEÓRICOS

jetividad- es la indeterminación; y por la otra, todo contenido determinado (aún el más formal, en el sentido kantiano) es objetivo más bien que subjetivo y, por consiguiente, debe ser heterónomo desde el punto de vista de una subjetividad pura (Laclau, E. 1993:19). La segunda implicación alude a la relación antitética entre sujeto y estructura, de la cual se observan dos dimensiones: la primera es que todo sujeto es un sujeto mítico (mito"" espacio de representación, principio de lectura). La condición para la emergencia de un mito es la dislocación de la estructura. Toda objetividad es un mito cristalizado. La segunda es que el sujeto es constitutivamente metáfora. La condición de la literalidad es el isomorfismo per? el espacio mítico constituido por el sujeto no tiene la misma forma lógica que la estructura cuyo principio de lectura es el sujeto. El espacio mítico se presenta como una alternativa a la forma lógica del discurso estructural dominante. El espacio mítico se opone a los efectos des-estructurantes de la estructuralidad de la estructura dominante. El mito emergecomouna metáforasobreun terrenodominadopor la relad6nentre ausenda (dislocad6nde la estructura)y presenda (identificaci6ncon una plenitud inalcanzada)que no es otracosaque el sujeto. La tercera implicación es que el sujeto se constituye y permanece en la tensión entre la alienación ante el mandato, y lo indeterminado y la posibilidad abierta por la dislocación. d. Cuarto

momento.

Las colectividades:

el sujeto

popular

Aunque siempre el sujeto en Laclau ha estado concebido en términos de colectivo, es en LA raz6n populista (Laclau, E. 2005) donde su elaboración es más evidente y explícita. En este escrito, el recorrido por algunas de las ideas en torno a la caracterización y formación de las colectividades mediante la discusión del debate paradigmático de la psicología de las masas, opera como una genealogía de la denigración, ya que en la historia intelectual sobre las colectividades se ha asociado recurrentemente la masa con lo patológico, especialmente desde ópticas criminológicas y psiquiátricas.s Laclau además de mostrar las sucesivas sedimentaciones de la asociación entre masa y delincuencia, patología, mecanismos de propagación o contagio y funciones del líder, ubica un hilo conductor que posteriormente hará jugar en sus propios planteamientos: la progresiva renegociación entre homogeneidad social (o indiferenciación) y diferenciación social, vistas como dualidad en las diferentes aproximaciones deconstruidas. En la elucidación de procesos de formación identitaria de colectividades, Ernesto Laclau va desplegando diversas lógicas y entramados conceptuales mediante los cuales reactiva las nociones de populismo corrientes tanto en perspectivas sociales como en el habla común. Populismo más que ser un tipo de movimiento (ya que de hecho no se encuentra correspondenciacon algún sector de la población)es una 16gica polí-

5 En una revisión que incluye a Taine (1986) pasa por Le Bon (1995), Lombrosso (1876), Tarde (1986), McDougall (1920) y llega hasta Freud (1980). 123

GIROS TEÓRICOS EN LAS CIENCIAS SOCIALES y HUMANIDADES

tica,"un sistema de reglas que trazan un horizonte dentro del cual algunos objetos son representables mientras que otros están excluidos" (Laclau, E. 2005:150). Dado que la construcción del pueblo como sujeto no expresa una unidad del colectivo prefijada, la heterogeneidadde demandas inscritas en su discurso es irreductible, por ello el lenguaje de un discurso populista (sea de derecha o de izquierda) es impreciso y fluctuante. La tensión entre las lógicas diferenciales (que exaltan el particularismo) y las equivalenciales (que debilitan el particularismo y enfatizan el universalismo) es irresoluble y constitutiva de las superficies de inscripción para las demandas sociales. La movilidad es característica de las ITonterasque distinguen estos horizontes y las inscripciones de demandas sociales en cada caso. Así, a una ITontera más estable corresponde la lógica del significante vacío en tanto que a una frontera cuyos desplazamientos son continuos, la lógica del significante flotante. La heterogeneidad es radical, constitutiva e inconmensurable en relación con la exterioridad sistémica (alejándose con claridad de la dialéctica hegeliana en la cual la negatividad es reabsorbida en un relato teleológico unificado y coherente). La heterogeneidad es radical en la medida en que las lógicas universalistas no pueden eliminar las diferencias al construir una cadena equivalencial para oponerse al enemigo, sino solamente es debilitado el particularismo de las demandas. Aunque concuerda con la idea de representaciónsimbólicaplanteada por Hanna Fenichel Pitkin (1967) en la cual la representación opera como un medio para homogeneizar lo heterogéneo, Laclau difiere en que tal homogeneización se alcance y avanza la idea de que es en la representación misma donde se constituye la validez y las razones para identificarse con el representante o con la particular condensación de demandas con las que habla por sus representados. Dicho de otro modo, las razones también operan en la representación; y los intereses o voluntad de los representados no existen previos o al margen del acto mismo de la representación. Las nociones de imaginario político y del lugar del poder como un lugarvacíoavanzadas por Lefort (1988) son recuperadas por Laclau aunque con matices conceptuales.6 El vacío en Laclau apunta a la plenitud ausente de la comunidad y no sólo a una ausencia.

Conclusiones La noción de sujeto en Laclau, como hemos visto, es pensada en términos de los sujetos colectivos y tiene una trayectoria que: va de las concepciones marxistas clásicas,a las primeras críticas al reduccionismo de clase (por su exclusividad o por su centralidad pref~ada y necesaria como sujeto de la historia);

6

Relativo a si el vacío alude a un tipo de identidad o como dice Lefort (1988) en Demoeracyand polítícal theory, sólo a una ubicación estructural; ya la distinción que Mouffe hace en su The demoeratícparadox (2000:221) sobre la percepción de Lefort de la democracia asociada implícitamente a la democracia liberal, y no como una articulación contingente entre democracia y liberalismo. 124

..

IDENT[J)AD y SUJETO. DEBATES y APORTES TEÓRICOS

pasa a la noción de posiciones de sujeto en la cual reconoce que la constitución tiene lugar en las prácticas hegemónicas (antagonismo y articulación), e implica una multiplicidad de polos identitarios cuya relación es necesaria y contingente; pasa también por el reconocimiento de la negatividad, el vacío y la falta como detonantes en torno a los cuales las identificaciones se generan, como llenadossiempre inadecuadosde

·

la falta (que es obstinadamenteinsaciable);

circula por el reconocimiento de la dislocación de la estructura (otra forma de la negatividad) como condición para la emergencia del sujeto en la decisión. Las colectividades se constituyen mediante la ampliación de la cadena de equivalencias entre sus demandas. La heterogeneidad constitutiva de las colectividades (de unas más que de otras) hace que su discurso sea ambiguo y que permita la inscripción de diversos significados en la representación del bien universal que los articula.

Es así que en el recorrido por la trayectoria del concepto de sujeto en Laclau, es posible encontrar insumos que operan como herramientas conceptuales y figurales para hacer inteligible al sujeto contemporáneo. En ellas encontramos una cuidadosa articulación de corrientes y posicionamiento s que circulan por diversas disciplinas sociales y que ofrecen modelos para comprender los procesos de identificación (aporéticos, inacabables, resultantes de una falta constitutiva) que son condición para la constitución del sujeto.

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