El fin de la segunda guerra mundial en Europa

EL FIN DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL EN EUROPA1 Por Martín Lexequías. Hace setenta años, el 7 y el 8 de mayo de 1945, el gobierno alemán firmaba la rendición incondicional ante los Aliados occidentales y los soviéticos en Reims y Berlín, poniendo punto final a la segunda guerra mundial en Europa. Con ello concluía la conflagración más sangrienta de la historia europea que no solo significó la muerte de decenas de millones de soldados en los campos de batalla, sino también la muerte y tortura de civiles de toda edad, la violación de innumerables mujeres, la destrucción casi completa de muchas ciudades y, sobre todo, el genocidio deliberado de comunidades enteras en los ya célebres campos de exterminio alemanes. Sin embargo, este capítulo oscuro no acabaría con la capitulación alemana: en las semanas y meses siguientes, miles de personas seguirían muriendo, ya sea durante las interminables marchas de los desplazados, o siendo deliberadamente asesinados por algunos victoriosos inclementes. No cabe duda de que el principal responsable de esta sangría fue el gobierno dictatorial liderado por Adolf Hitler. Sus políticas expansionistas y su sueño de construir un imperio alemán que durase mil años a expensas de los pueblos vecinos, lo llevaron a embarcarse en una terrible aventura en la que se violaron las más elementales reglas de la guerra (porque hasta la guerra tiene reglas) y se revivieron episodios propios de la barbarie de centurias pasadas. Uno de los aspectos que más llaman la atención de los historiadores de la segunda guerra mundial y el fenómeno del nazismo, es la obediencia y fidelidad de la gran mayoría del pueblo alemán a Hitler; obediencia que incluso se prolongó hasta los días finales de la debacle. Fueron pocos los ciudadanos alemanes que cuestionaron abiertamente al régimen dictatorial y muchos, embotados por la propaganda, no dudaron en sacrificar propias sus vidas acatando las órdenes del régimen. Lo único que consiguieron fue provocar un atroz sufrimiento en los países considerados enemigos y también en la misma Alemania, porque inevitablemente la guerra hubo de llegar a las puertas de sus casas. Por ello no está de más preguntarse si después de setenta años sea posible que se repita una historia semejante. En estos tiempos poseemos un mayor acceso a la información, lo cual puede ser, según se mire, una ventaja o una desventaja para cualquier régimen que pretendiera adoctrinar a sus ciudadanos. A lo largo y ancho del mundo, incluyendo el continente americano, podemos constatar la existencia de regímenes que pretenden imponer una única visión para las sociedades que gobiernan, proscribiendo o vilipendiando a quienes no comparten esa misma visión. Está en manos de cada individuo pensar fría y racionalmente para no dejarse arrastrar por la propaganda de los regímenes que desean convertir a sus gobernados en dóciles marionetas, de lo contrario nunca estaremos libres de repetir una catástrofe similar a la segunda guerra mundial.

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Artículo publicado en el periódico EnSUMA, Cacahoatán, México. Edición mayo – junio de 2015.