El Fín de la Era Pacifista Japonesa: Repensando la Seguridad Nacional

Contribución a la seguridad internacional


Preparación ante agresiones a gran escala


Respuesta efectiva a amenazas y contingencias










EL FÍN DE LA ERA PACIFISTA JAPONESA: REPENSANDO LA SEGURIDAD NACIONAL

Mary Carmen Peloche Barrera
ITESM Campus Puebla
Maestría en Gestión Pública Aplicada por el Tecnológico de Monterrey (2012). Licenciatura en Relaciones Internacionales por el Tecnológico de Monterrey Campus Puebla (2010). Profesora de tiempo completo del Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política de la Escuela de Derecho y Diplomacia del Tecnológico de Monterrey Campus Puebla. Asesora Académica del Modelo de Naciones Unidas de la Universidad de Harvard.

Palabras clave: Japón, China, Defensa, Militar, Constitución, Senkaku, Guerra, JGSDF.

RESUMEN
En mayo de 1947 quedó establecido en el artículo 9° de la Constitución de Japón la renuncia permanente a la guerra, como resultado de los atroces ataques nucleares a las ciudades de Hiroshima y Nagasaki pero sobre todo como parte de las condiciones establecidas por los Aliados en el acta de rendición. Este principio pacifista ha caracterizado al país nipón durante 67 años; sin embargo, un anuncio realizado por el Primer Ministro Shinzō Abe el pasado 1° de julio de 2014 sobre una reinterpretación del artículo 9° puede significar el inicio de una nueva era para el Estado japonés.


El 2 de septiembre de 1945 a bordo del acorazado USS Missouri el imperio de Japón firmaba su rendición de la Segunda Guerra Mundial. El comandante supremo de las fuerzas aliadas General Douglas MacArthur tomó las costas de Tokio tan sólo 4 días antes en el mismo barco que había sido severamente dañado en el ataque a Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941 – día que de acuerdo a Franklin D. Roosevelt vivirá por siempre en la infamia- y obligó a Japón a efectuar allí la ceremonia de rendición como una señal de que Estados Unidos se levantaba victorioso a pesar de la adversidad. Esta ceremonia, por demás humillante para Japón, determinó el destino de la isla desde ese momento y hasta la actualidad.
En la declaración de Potsdam - emanada de la famosa conferencia que ostenta el mismo nombre - efectuada en el verano de 1945 entre los históricos Joseph Stalin, Harry Truman y Winston Churchill (reemplazado el 26 de julio por Clement Attlee), se convocó a Japón a rendirse para evitar una pronta y total destrucción. El documento estipulaba la completa desmilitarización del país nipón, misma que se efectuó bajo edicto imperial de Hirohito en un discurso llevado a cabo tras los trágicos sucesos de Hiroshima y Nagasaki del 6 y 9 de agosto de 1945, respectivamente. A partir de la firma de la rendición, el ejército imperial japonés fue desmantelado; sin embargo, se permitiría un limitado grupo de fuerzas de autodefensa con autorización de emplear las armas sólo en caso de un ataque inminente dentro de su soberanía. Este grupo son las Fuerzas Terrestres de Autodefensa de Japón (JGSDF por sus siglas en inglés), que en la actualidad se encuentran vigentes.
Otro punto estipulado dentro del acta de rendición fue que Japón debía renunciar a la guerra, lo que quedó formalizado de manera escrita en el artículo 9 de la Constitución aprobada en 1947:
"Aspirando sinceramente a una paz internacional basada en la justicia y el orden, el pueblo japonés renuncia para siempre a la guerra como derecho soberano de la nación y a la amenaza o al uso de la fuerza como medio de solución en disputas internacionales.
Con el objeto de llevar a cabo el deseo expresado en el párrafo precedente, no se mantendrán en lo sucesivo fuerzas de tierra, mar o aire como tampoco otro potencial bélico. El derecho de beligerancia del estado no será reconocido".
Desde entonces, Japón ha cumplido con el compromiso de renunciar a la guerra, si bien a través de las fuerzas de la JGSDF ha llevado acciones para garantizar su independencia y sobre todo para hacer efectiva la cooperación internacional. Los 3 pilares fundamentales de las Fuerzas de Autodefensa son los siguientes:

Dentro de las actividades de respuesta a amenazas y contingencias, han hecho frente a desastres naturales como erupciones volcánicas y terremotos, como el ocurrido en 2011 que produjo además un terrible tsunami. En cuanto a contribución a la seguridad internacional han participado en operaciones de mantenimiento de paz en países como Irak, Mozambique, India y Ruanda. Las JGSDF cuentan con misiles de medio alcance, helicópteros anti tanques y tanques porta misiles para responder a agresiones de gran escala.
Como se mencionó anteriormente, las Fuerzas Terrestres de Autodefensa constituyen el único cuerpo militar de Japón. No obstante, desde inicios de 2013 el Primer Ministro Shinzō Abe propuso una reconsideración del artículo 9 constitucional, con el objetivo de que la milicia nipona pueda participar en operaciones de defensa colectiva, sobre todo en aquellas comandadas por Naciones Unidas. Esta propuesta, que implica el fin del postulado pacifista de renuncia a la guerra, se hizo efectiva el pasado 1° de julio de 2014 cuando Abe anunció que el Parlamento realizará una reinterpretación del artículo 9 para ampliar las facultades de las milicias japonesas fuera del territorio nacional. El argumento principal para llevar a cabo tal empresa se centra en la búsqueda de una mayor seguridad regional, de manera que Japón pueda generar alianzas estratégicas con países dentro y fuera de Asia. En realidad, lo que el gobierno japonés espera a corto plazo es en primer lugar poder defender militarmente la soberanía sobre las Islas Senkaku que son reclamadas por China y, en segundo lugar, frenar la influencia avasalladora de ese mismo país en el sureste asiático.
La noticia que diera a conocer Shinzō Abe el 1° julio se dio solo dos días antes de la anunciada visita del presidente de China Xi Jinping a Seúl para tratar el tema de la seguridad regional con su homóloga surcoreana Park Geun-hye. Si bien el tema principal fue el programa nuclear de Corea del Norte, Japón considera que en realidad el gobierno chino está tratando de fortalecer su relación con Corea del Sur para así debilitar la alianza entre éste último y Estados Unidos, quien a su vez es íntimo amigo de Japón. Por ello, es menester para Shinzō Abe y su gobierno estar preparados ante cualquier escenario. Por el contrario, China ha manifestado su preocupación desde diciembre de 2013 cuando Japón anunció un aumento del gasto militar en un 2.6% para el año 2014, lo cual representa un dato significativo si se toma en cuenta que durante los últimos 10 años el gasto militar ha representado tan sólo el 1% del Producto Interno Bruto. El objetivo principal de este aumento es adquirir aeronaves así como vehículos de asalto. En caso de que la era pacifista de esta nación tenga las horas contadas, podrán no sólo emplear este nuevo armamento sino el resto del arsenal de alta tecnología con el que ya cuentan. Recientemente el Ministro de Defensa de China Chang Wanquan manifestó que Japón emplea una doble moral con su nueva política de pacifismo activo y que en realidad lo que busca es convertirse en la potencia militar del sureste asiático. Doble moral o no, lo cierto es que Japón no está dispuesto a asumir el riesgo de quedar desprotegido ante una posible ofensiva china para recuperar las Islas Senkaku.
Los trágicos sucesos de Hiroshima y Nagasaki en la Segunda Guerra Mundial marcaron a la nación japonesa. Hoy en día, la guerra es un tema sensible para la sociedad ya que los efectos psicológicos y biológicos de los ataques nucleares continúan presentes. No obstante, los retos de la geopolítica y de la seguridad (o más bien inseguridad) internacional hacen menester que cualquier nación esté preparada ante posibles conflagraciones, sobre todos si los vecinos de la región son militarmente poderosos. A través de la reinterpretación del artículo 9, Japón busca entrar en el táctico y bien conocido juego de la disuasión no sólo para frenar las intenciones chinas sino también para ganarse nuevos aliados en la región. Además, el primer ministro Abe cuenta con el apoyo de gran parte de la población nipona.
Japón, que quedó devastada al término de la segunda guerra mundial, es 69 años después la 5° economía del mundo y ocupa el número 36 en ingreso per cápita, un puesto para nada despreciable. Con 377 000 km2, la isla tiene aún mucho potencial que mostrar y, con las recientes noticias, espera hacerlo a través de la disuasión militar. ¿Es el fin de la era pacifista y de la renuncia a la guerra? La historia desearía que no, pero el fascinante juego de la política internacional hace necesario para Japón decir: Sí.



Referencias
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La Conferencia de Potsdam se llevó a cabo del 17 de julio al 2 de agosto de 1945 en la ciudad de Potsdam, Alemania, con el objetivo de continuar la negociación sobre los términos de la rendición de Alemania de la Segunda Guerra Mundial, misma que había iniciado en la Conferencia de Yalta en febrero del mismo año.
De acuerdo con el archivo histórico del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, la Unión Soviética se negó a firmar la declaración dado que para ello debía primero declarar la guerra a Japón (US Department of State, 2014).
La Constitución de Japón fue promulgada el 3 de noviembre de 1946 y puesta en vigor el 3 de mayo de 1947. Fue el resultado de uno de los compromisos realizados por el país nipón como parte de la reconstrucción y democratización de la nación, donde la figura del emperador continuaría presente pero con facultades muy limitadas.
Embajada del Japón en Cuba (2014). La Constitución de Japón (en línea). Recuperado de: http://www.cu.emb-japan.go.jp/es/docs/constitucion_japon.pdf
Elaboración propia con base en: Japan Ministry of Defense (2014). About JGSDF (en línea). Recuperado de: http://www.mod.go.jp/gsdf/english/roles/index.html
IBIDEM
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De acuerdo al Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI por sus siglas en inglés), el gasto militar es la suma de todo el gasto corriente y de capital correspondiente a las fuerzas armadas (incluyendo las de operaciones de paz), los ministerios de defensa y otras agencias relacionadas con proyectos de defensa, actividades militares espaciales, entre otras. (SIPRI, 2014).
Abusleme, P (2013). China manifiesta "fuertes preocupaciones" sobre gasto militar de Japón (en línea). Reuters América Latina. 21 de diciembre de 2013. Recuperado de: http://lta.reuters.com/article/worldNews/idLTASIE9BK01920131221?sp=true
IBIDEM
A pesar de que el 1° de julio alrededor de 10 000 japoneses se manifestaron en contra de la propuesta del primer ministro Abe, la mayoría de la población apoya la iniciativa ya que sean hacer frente a las crecientes amenazas chinas.
Respuesta efectiva a amenazas y contingencias
Preparación ante agresiones a gran escala
Contribución a la seguridad internacional