EL FACTOR CUANTITATIVO EN EL SUJETO DE LA CONSTITUCIÓN FREUDIANO

El factor cuantitativo en el sujeto de la constitución
Por Lucas Minervino


En este trabajo haré un breve recorrido por la obra freudiana intentando rastrear el desarrollo de la noción de ecuación etiológica (luego series complementarias) con el objetivo de destacar el factor cuantitativo que subtiende a la contracción de la neurosis histérica (mediante la determinación de un sujeto de la "constitución", como lo llama Assoun en su "Introducción a la metapsicología Freudiana".
Freud se refiere por primera vez al concepto de ecuación etiológica en una carta a Fliess fechada en 1893 y lo hace en un intento de dar cuenta de los factores intervinientes en la conformación de un cuadro de neurastenia.
En este escrito temprano Freud va a distinguir, como factores necesarios en la etiología de una afección nerviosa, a la condición necesaria por un lado, de los factores ocasionadores por el otro. Entre estos factores, establece una relación de complementariedad cuantitativa, afirmando que si la condición necesaria tiene injerencia suficiente puede prescindir de los factores ocasionadores, pero si no la tiene, "el resultado de su influjo es primero predisposición a esta afección, que deja de permanecer latente tan pronto como viene a sumarse una medida suficiente de uno de los factores de segundo orden".
Cabe señalar que, además de resaltar el factor cuantitativo en el uso del término suficiente para referirse a los factores como una determinada medida, en este manuscrito Freud va a sostener que "lo que a la etiología primera le falta para el efecto pleno, puede ser sustituido por una etiología de orden segundo", y, al menos en este momento de teorización, la afirmación inversa no es acertada ya que "la etiología de orden segundo puede faltar, la de orden primero es indispensable".
Vemos esbozarse aquí una primera determinación de un sujeto de la constitución predisponente, sujeto necesario para la contracción de una neurosis, en el que el factor determinante aparece como una cantidad necesaria para producir el efecto.
En un texto posterior, que escribe en respuesta a una crítica realizada por el psiquiatra Löwenfeld, Freud pondrá en cuestión lo que afirmara antes acerca de la indispensabilidad de la condición primera, de la constitución, y no sin dudarlo se inclinará por sostener la idea de que "la predisposición hereditaria es la condición más importante de la neurosis de angustia, pero no es indispensable, pues está ausente en una serie de casos límites."
Pareciera que en este texto breve, Freud está preocupado por dejar en claro que entre una etiología hereditaria o una adquirida, no elige ninguna de las dos con exclusividad, sino que prefiere poner el acento sobre el factor cuantitativo, sobre la necesidad de pasar cierto umbral que puede alcanzarse por una combinación de ambos factores o por una injerencia suficientemente intensa de uno solo de estos.
Sobre el final del texto se manifestará claramente en este sentido al decir: "Que en efecto se contraiga una afección neurótica depende de un factor cuantitativo, el lastre total del sistema nervioso en proporción a su capacidad de resistencia. Todo cuanto pueda mantener a ese factor por debajo de cierto valor de umbral, o pueda retraerlo hasta allí, posee eficiencia terapéutica, pues hace que la ecuación etiológica no se cumpla."
Vemos que no solamente el advenimiento de un sujeto de la constitución o un sujeto predispuesto a la neurosis resulta de una ecuación en la que juega un papel preponderante la cantidad, sino que, además, es también en lo cuantitativo en dónde reside la posibilidad terapéutica.
En unos párrafos agregado ya en 1915 a los "Tres ensayos de teoría sexual", Freud mencionará lo que será el concepto eslabón entre la ecuación etiológica y las series complementarias, a saber, la serie etiológica. En otra modificación en 1920 (ya habiendo dictado las "Conferencias de introducción") cambiará, en el mismo texto, serie etiológica por serie complementaria, aunque solo en una de las dos apariciones, por lo que es en ese texto en el que se puede ubicar la filiación entre los conceptos de ecuación etiológica y el de serie complementaria.
Entonces, al hacer uso por primera vez, en las 22ª conferencia de introducción al psicoanálisis, del concepto de series complementarias, Freud nuevamente hará la distinción entre constitución sexual y vivencia (ya a esta altura de la teoría equiparado a fijación libidinal y frustración) y reafirmará el carácter cuantitativo de la etiología, al recordar que en los extremos de la serie se encuentran los casos en los que no es necesario una vivencia (por ser la constitución determinante) y aquellos en que la vivencia sería constitutiva del cuadro clínico con importancia preponderante sobre una determinada constitución ("sin duda habrían escapado de la enfermedad si la vida no los hubiera puesto en esta o estotra situación").
En la 23ª Conferencia de introducción, vemos acercarse a un punto de culminación el proceso teórico que empezara en los primeros textos que abordamos, allá por 1893, con el intento de determinar una ecuación etiológica, culminación que dará lugar al sujeto de la constitución, un sujeto cuya principal característica es de índole cuantitativa.
Es aquí donde vemos desdibujarse la distinción entre los factores hereditarios, los constitucionales y los vivenciales. Al afirmar que los factores heredados fueron adquiridos alguna vez y al poner esta constitución hereditaria en pie de igualdad con las vivencias sexuales infantiles (la predisposición adquirida en la primera infancia) Freud hace surgir, como necesario para la contracción de la neurosis (en esta conferencia afirma que sus desarrollos se refieren con exclusividad a la neurosis histérica) a un sujeto de la constitución, un sujeto cuantitativamente predispuesto, cuyo correlato será el sujeto seducido (sujeto que desde la proton pseudos histérica del proyecto de psicología para neurólogos venía esbozándose).
Lo que Freud intenta llenar mediante la explicación de la escena de la seducción, primero considerada como realidad objetiva, luego mantenida en pie mediante el recurso a la realidad psíquica (efectiva), es un requerimiento, una necesidad de sumatoria de diversos factores que le permitan alcanzar un umbral más allá del cual se desencadenará la neurosis.
Podemos figurarnos al sujeto de la constitución como un cuenco, un recipiente a la espera de ser llenado por un quantum, con una determinada capacidad de recepción más allá de la cuál rebalsa en una nueva conformación neurótica. Sin embargo, esta metáfora pierde su fuerza apenas queremos llevarla un poco más lejos, dado que deberíamos pensar para este recipiente una serie de mecanismos de drenaje destinados a evitar este rebasamiento, mecanismos que en la neurosis aparecen insuficientes.
Creo que da cuenta del aspecto cuantitativo del sujeto de la constitución, el hecho de que Freud se atreva a nombrar a todo hombre como enfermo, diciendo "que todos somos neuróticos, puesto que las condiciones para la formación de síntomas pueden pesquisarse también en las personas normales". Es que aún las personas llamadas normales tienen un límite, un umbral más allá del cuál la cantidad de energía se hace incontenible en las formas hasta el momento adoptadas.


Bibliografía.


Assoun Paul-Laurent, Introducción a la metapsicología freudiana. Buenos Aires: Paidós, 1994.

Freud Sigmund
- Obras Completas, Tomo I. Buenos Aires: Amorrortu, 2008.
- Obras Completas, Tomo III. Buenos Aires: Amorrortu, 2008.
- Obras Completas, Tomo XVI. Buenos Aires: Amorrortu, 2008.




Paul-Laurent Assoun, Introducción a la Epistemología Freudiana, 355
Sigmund Freud, Obras Completas, Tomo I (Buenos Aires: Amorrortu, 2008), 217.
Ídem, 218.
Sigmund Freud, Obras Completas, Tomo III (Buenos Aires: Amorrortu, 2008), 136
Ídem, 137
Sigmund Freud, Obras Completas, Tomo XVI (Buenos Aires: Amorrortu, 2008), 316.
Idem, 329.
Freud, Tomo I, 400.
Freud, Tomo XVI, 316.