El exotismo en el episodio de Nay y Sinar en María de Jorge Isaacs

July 13, 2017 | Autor: Ana Cecilia Sánchez | Categoría: Romanticismo, Maria De Jorge Isaac, Exotismo, Romanticismo Latinoamericano
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Descripción

El exotismo en el episodio de Nay y Sinar en María de Jorge Isaacs
Ana Cecilia Sánchez González
El exotismo es un elemento esencial en el arte del Romanticismo, ya porque hace referencia a la añoranza del pasado —un pasado "mejor", más cercano a lo natural, frente al desarrollo del sistema económico capitalista, ya porque se contextualiza por lo general en tierras lejanas, como la India, el Medio Oriente o, como el caso que aquí se presenta, en África. Estos lugares representan la vida salvaje, la naturaleza indómita y, por ello, encarnan uno de los ideales del hombre romántico: la libertad.
Jorge Isaacs sitúa la narración de María en un territorio más familiar que exótico: el valle del Cauca de su natal Colombia. Como sus contemporáneos, intentó calcar los motivos y tópicos del movimiento romántico, uno de ellos el mencionado exotismo. Pero, "al situar la acción de María en su tierra nativa, [Isaacs] perdió la oportunidad de introducir esa nota de exotismo que sus modelos [literarios] habían logrado con sus héroes primitivos, colocados en una naturaleza lejana y extraña", observa Donald McGrady. Por este motivo en los capítulos XL-XLIII el autor introduce el episodio de Nay y Sinar, una pareja de negros africanos y sus vicisitudes, encarnaciones de lo "salvaje" frente a los muy civilizados protagonistas de la novela, María y Efraín.
En la Colombia post-independentista durante la cual vivió el autor y que es también escenario de la diégesis principal, tuvieron lugar los últimos años anteriores a la abolición de la esclavitud. Como resultado, Isaacs logra insertad de manera natural el tema de la esclavitud y logra desarrollarlo desde dos perspectivas: Por un lado, perfila a un esclavo "feliz dentro de su condición" que tiene amos bondadosos que lo tratan de manera amable y humana; en segundo lugar está la figura del esclavo degradado que sufre maltratos por parte de los traficantes que los traen de África, con lo cual "condena la esclavitud como sistema social". Esta visión resulta integradora y neutral pues considera ambas caras de un mismo suceso: "Isaacs se enfrenta [a la esclavitud] con ánimo sereno: la declara una enormidad moral, pero la ve dentro del contexto colombiano y se abstiene de prédicas doctrinarias".
Para introducir al lector en el mundo de lo "salvaje", el autor se vale de varios recursos, como la descripción de algunas prácticas cotidianas y costumbres de los personajes del episodio de Nay y Sinar, como las tribus Achanti y Kombu-Manez:
Nay le dio bálsamos preciosos para curar heridas: y poniendo plumas en el penacho de su amante, roció con lágrimas el ébano de aquel pecho que ella acababa de ungir con odífero aceite y polvos de oro. (Isaacs, 1988, p.119)

Otra manera consiste en hacer alusión a la vestimenta lujosa de miembros de la "aristocracia" de la tribu, como Nay, que es una princesa:
Con la corta y pulcra falda de carmesí salpicada de estrellas de plata, el amplio chal color de cielo, que después de ocultarle el seno, cruzándolo, pendía de la cintura; turbante rojo prendido con agujas de oro, y collares y pulseras de ágata, debía estar más seductiva que nunca. (Isaacs, 1988, p. 122)

En la narración podemos identificar otro motivo romántico: el de la idealización de lo natural, ya no tanto relacionado con los sentimientos del protagonista sino con la mujer amada. Es posible observar esta analogía entre los poetas de la época, que solían comparar lo bello y puro de la naturaleza con las cualidades físicas y espirituales de la mujer. Recordamos que para los románticos el amor no tenía una connotación carnal ni terrenal, sino que era símbolo de pureza y cercano a la divinidad. En ese sentido, en el siguiente fragmento podemos observar que la acción realizada por la amada sobre la naturaleza cercana a ella — de igual manera, idealizada—es similar o equivalente a la que los elementos de lo natural realizan sobre el mundo mismo:
El rayo que rasga las nubes y va cayendo sobre la capa del moabab lo despedaza, como tu planta deshace una de sus flores secas; las estrellas que como las ágatas y perlas que bordan tus manos de calín, tachonan el cielo; la luna que te place contemplar en la soledad dejándote aprisionar entre mis brazos; el sol que bruñó tu tez de azabache y da luz a tus ojos, so ante el cual el fuego de nuestros sacrificios es menos que el brillo de una luciérnaga: todas son obras de un solo dios. (Isaacs, 1988, pp. 123-124)

De esta manera, María es una novela que presenta muchos de los elementos característicos del género romántico, tanto europeo como hispanoamericano, y que está además repleta de simbolismos —recordemos las flores, el pájaro negro, etc. — que la enriquecen y redondean.


BIBLIOGRAFÍA
ISAACS, Jorge, María, Caracas, Ex Libris, 1988.
McGRADY, Donald, Jorge Isaacs, New York, Twayne Publishers, Inc., 1972.




Donald McGrady, "Función del episodio de Nay y Sinar en María de Isaacs", en Nueva Revista de Filología Hispánica, México, tomo 18, n.1-2, 1965, 1966, p. 172.
Donald McGrady, op cit., p.175.
Donald McGrady, op cit., p.176.
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