El espejismo de la transparencia: análisis del nuevo dogma desde la Teoría Crítica

July 26, 2017 | Autor: Miquel Comas Oliver | Categoría: Political Philosophy, Jurgen Habermas, Deliberative Democracy, Wikileaks, TRANSPARENCIA
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Descripción

EL ESPEJISMO DE LA TRANSPARENCIA: ANÁLISIS DEL NUEVO DOGMA DESDE LA TEORÍA CRÍTICA

MIQUEL COMAS I OLIVER

RESUMEN

Prácticamente todo partido político, mass media, ONG y movimiento social llega al consenso de considerar al principio de «transparencia» como la panacea a la crisis actual, causada especialmente por la corrupción y sus corolarios —espionaje, estafas, etc. De ahí las leyes de apertura, buen gobierno o acceso a la información pública, abanderadas por gobiernos de cualquier color, y las denuncias de censura contra el periodismo de investigación, responsable de la revelación de escándalos —destacándose WikiLeaks. Esta unanimidad sospechosa no es casualidad sino consecuencia de la hegemonía del liberalismo. Es decir, una prueba del dominio ideológico de la democracia liberal es la aceptación mayoritaria de la transparencia como único criterio de legitimación. No obstante, el aumento de la transparencia sólo supone un espejismo intencionado: creemos observar democracia allí donde hay un desierto de prácticas de participación. Reducir la opacidad confunde políticamente a la ciudadanía porque la mayor visibilidad deslumbra y (re)produce una ilusión de democracia, sin que aumente la intervención de las personas

afectadas

en

la

toma

de

decisiones.

Basándome

en

el

«deliberacionismo» de la Teoría Crítica, defiendo que no hay democracia plena sin unir derechos fundamentes y soberanía popular, exigiendo una opinión pública activa y no meramente censora de injusticias. Por ello, cabe aclarar que la transparencia es necesaria pero insuficiente. En conclusión y en contra del dogma actual, una institución más transparente no es sinónimo de una institución más democrática.

PALABRAS

CLAVE:

transparencia,

Jürgen

Habermas,

democracia deliberativa, opinión pública, Teoría Crítica.

1

WikiLeaks,

INTRODUCCIÓN: ¿ESPEJISMO O ESPEJISMOS?

Obviamente, la metáfora que guía esta comunicación es la de la luz. La luz simboliza la información, ya sea pública o privada. Y mi tesis fundamental es que el ideal de transparencia provoca hoy un espejismo en la ciudadanía por el supuesto exceso de luz.1 En el mundo físico, la idea de espejismo va asociada a la de «oasis»: un área de vegetación aislada en el desierto, que normalmente circunda una fuente de agua subterránea que puede emerger o no a la superficie. En el mundo político, el espejismo de la transparencia nos hace creer que existe «democracia» ahí donde en verdad no la hay. Esta ilusión también nos permite hablar de mito, en el sentido de relato que embauca o engaña al espectador. Además, la idea de la luz como cegadora es muy antigua, y se halla ya en el mito de la caverna descrito en la República de Platón.2 Como se sabe, en el mito se observa una gradación. El proceso de ver la realidad es lento y necesita habituación. Eso nos hace comprender que la transparencia política también tiene niveles. Al principio, distinguimos sombras; y para ver lo realmente importante, hay que investigar y diferenciar. Por tanto, en verdad, hay diversos espejismos de la transparencia, porque el simple hecho de tener una legislación al respecto ya nos confunde, haciéndonos creer que ya lo vemos todo. Adicionalmente, en la interpretación dominante del texto platónico, el sol representa las ideas divinas de bien, belleza y de verdad, que se oponen al mundo sensible y/o la apariencia. En ese sentido, la luz solar constituye la 1

«Un espejismo es una ilusión óptica en la que los objetos lejanos aparecen reflejados en una superficie lisa como si se estuviera contemplando una superficie líquida que, en realidad, no existe» (Colaboradores de Wikipedia. Espejismo [en línea]. Wikipedia, La enciclopedia libre, 2014. [Consultado 28/06/2014]. Disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/Espejismo, la cursiva es mía). 2 «Qué pasaría si fueran liberados de sus cadenas y curados de su ignorancia, […] cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz, y al hacer todo esto, sintiera dolor y, por quedarse deslumbrado, no fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué crees que contestaría si le dijera alguien que antes no veía más que sombras inanes y que es ahora cuando, hallándose más cerca de la realidad y vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera […]? ¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había contemplado le parecería más verdadero que lo que entonces se le mostraba? […] Y si se le obligara a fijar su vista en la misma luz, ¿no crees que le dolerían los ojos y que escaparía, volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que consideraría que éstos son realmente más claros que los que le muestra? […] Y si […] arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees que […] una vez llegado a la luz, tendría los ojos tan llenos de ella que no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que ahora llamamos verdaderas? […] Necesitaría acostumbrarse para poder llegar a ver las cosas de arriba. Lo que vería más fácilmente serían, ante todo, las sombras; […] Y por último, […] sería el propio sol en su propio dominio y tal cual es en sí mismo, lo que él estaría en condiciones de mirar y contemplar» (PLATÓN, Diálogos, IV, República. Madrid: Gredos, 2000, 344-346, la cursiva es mía).

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auténtica verdad e ilumina la realidad. Por ello, una visión de la verdad como correspondencia sostiene la transparencia. Así se distingue esencialistamente entre ciencia (episteme) versus opinión (dóxa). Como explicaré, en la teoría de la democracia deliberativa, toda verdad es simplemente una opinión dialógica. Es decir, el resultado de un debate ciudadano y del reconocimiento intersubjetivo en una esfera pública abierta e inclusiva. Tener esto en cuenta es fundamental, ya que pone de relieve que la información que nos deslumbra no es necesariamente «la verdad» —lo cual supone otro motivo para hablar de espejismos en plural. EN EL LABERINTO DE ESPEJOS, TÚ ERES INVISIBLE

Antes de volver a la idea de espejismo, cabe explicar sucintamente porqué se postula aquí que existe actualmente un dogma de la transparencia. Siguiendo la metáfora de la luz, podríamos decir que, si la realidad es producto de una construcción social, actualmente los medios de comunicación monopolizan este proceso, haciendo de lo real un sinfín de repeticiones de reflejos de lo idéntico. Y en esa infinita reproducción ficticia de lo real, la vida de las personas de carne y hueso es irrelevante. En el laberinto de espejos que permite desviar la atención ciudadana, los mass media reproducen una y mil veces las mismas ideas, lugares comunes y tópicos. Es lo que permite el sostenimiento pacífico del sistema económico e institucional. Una de esas proyecciones interesadas es el concepto de transparencia. Como mostraré a continuación, esta idea ya forma parte del sentido común (en el lenguaje gramsciano), es el ideal que «más buena prensa tiene», y por ello es invocado en cualquier ámbito social. En el ámbito político, la corrupción política exige reformas legales que se ajusten a este nuevo ideal. Véanse las diversas iniciativas legislativas, que podrían resumirse con la Ley de Transparencia, Buen Gobierno y Acceso a la Información Pública. Así se pronunciaba Mariano Rajoy, actual presidente del Gobierno del Estado Español y líder del PP, de corte conservador:

«España tendrá una Ley de Transparencia, Buen Gobierno y Acceso a la Información Pública [...]. Es necesario que se sepa cómo se ejecutan las políticas públicas en nuestro país. Y es necesario que una administración de

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calidad no pueda ocultarse ante las demandas legítimas que le plantean los ciudadanos. […] Quiero restablecer la ejemplaridad en la vida política y prestigiar la vocación de servicios. Quiero que cuando se hable de los políticos, se piense en honradez, respeto al interés general y servicio al bien común».3

En la misma línea se encuentran destacados líderes del PSOE, supuestamente de izquierdas. Por ejemplo, José Antonio Griñán, anterior presidente de la Junta de Andalucía:4 «La transparencia […] es sin duda uno de los principales valores democráticos, gracias al cual la ciudadanía puede controlar la actividad de sus cargos electos, verificar el respeto a los procedimientos legales, comprender los procedimientos de decisión y confiar en las instituciones públicas. Es necesario intensificar la aplicación del principio de transparencia en todos los niveles de gestión pública. La auditoría pública no es una tarea exclusiva de los órganos de control externo, sino que requiere de la colaboración de todas las instituciones para alcanzar el objetivo de un buen gobierno. En este sentido, el gobierno andaluz está elaborando una Ley de Transparencia que supone un paso más en el desarrollo del derecho de acceso a la información por parte de los ciudadanos y del deber de la Administración de facilitarla. También para que la información se convierta en comunicación. Una comunicación que pueda generar un diálogo entre la Administración y los ciudadanos».5

Para acabar con el ámbito oficial e institucional,6 son reveladoras las opiniones en el debate entre monarquía y república, abierto debido a la abdicación del rey borbón, y el rol que ha jugado la transparencia en él:

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«Promesas de Rajoy sobre la Ley de Transparencia» [en línea]. En: Tu Derecho a Saber [Consultado 24/1/2012]. Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=e9gpc2tPXOY, la cursiva es mía. 4 Alfredo Pérez Rubalcaba, exsecretario general, declaraba lo siguiente: «Nosotros tenemos que tratar de pelear contra esa percepción [podría ser: “todos los políticos son iguales, unos ladrones”] y la fórmula es poner encima de la mesa: uno, comportamientos, eso tiene que ser radical; y segundo, prevención. […] A veces todos tenemos sospechas fundadas. Cuando es así, hay que amputar. Amputar. Sin ningún tipo de duda. Y la prevención es lo mejor que podemos hacer y por eso la transparencia. Prevención es transparencia, y transparencia es que se sepa todo y todo el mundo pueda, si me permitís la expresión, hurgar en todo. Eso hará que la gente se corte. Sabéis que yo era partidario y lo soy, lo defendemos aquí, de poner una suerte de unidad de asuntos internos en la Administración. […] Porque creo que hay que impedir a la gente que lo haga. Una vez que un político se sienta en el banquillo, el mal ya está hecho, aunque que le condenen a muchos años, aunque no salga de la cárcel. […] Y por tanto, hay que tratar de que no lo haga. Y para no hacerlo, hay que organizar bien y hay que meter miedo al que tiene tentaciones. Es así de dura la vida. Hay que quitarle las tentaciones a los que las tengan. Y eso se llama, entre otras cosas, transparencia y que alguien pueda aparecer un día por tu despacho y decirte “compañero, amigo, director, secretario, dame tus cuentitas”. Es así. Implacables, compañeros» («Rubalcaba pide "transparencia" en los partidos» [en línea]. En: Europa Press [Consultado 18/5/2013]. Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=p_cHBmx5I64, la cursiva es mía). 5 «Griñán ve necesario “intensificar” el principio de transparencia» [en línea]. En: Europa Press [Consultado 21/5/2013]. Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=pA0Nrg0YseI, la cursiva es mía. 6 La transparencia también es un elemento fundamental en los discursos de los partidos políticos que pretenden desbancar el bipartidismo español. Véanse, a modo de resumen, las posiciones expuestas en el programa televisivo La Sexta Noche (Temporada 1, Capítulo 73) por parte de Irene Lozano, de UPyD, Albert Rivera, de C’s, y de Alberto Garzón, de IU.

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«La transparencia y la normalidad con que se está llevando a cabo la sucesión en la Corona es la mejor prueba de la solidez de nuestras instituciones y del consenso social entorno a nuestra Constitución y a nuestra democracia. Estamos dando una magnífica imagen ante el mundo y por todo eso creo que los españoles debemos felicitarnos».7

Aparentemente, la transparencia es en sí misma la evidencia del consentimiento ciudadano. El nuevo Jefe del Estado español afirma:

«La Monarquía Parlamentaria debe estar abierta y comprometida con la sociedad a la que sirve; ha de ser una fiel y leal intérprete de las aspiraciones y esperanzas de los ciudadanos, y debe compartir —y sentir como propios— sus éxitos y sus fracasos. La Corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza; y para ello, velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función institucional y a su responsabilidad social. Porque, sólo de esa manera, se hará acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones. Hoy, más que nunca, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren —y la ejemplaridad presida— nuestra vida pública. Y el Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no sólo un referente sino 8 también un servidor de esa justa y legítima exigencia de los ciudadanos».

En el ámbito privado-económico, se percibe el rol prominente de la transparencia en la lucha contra el secreto bancario, instrumento principal de encubrimiento de la evasión de impuestos y el fraude fiscal. Al respecto, cabe destacar el caso del informático francoitaliano Hervé Falciani, que destapó en 2009 un enorme entramado de blanqueo de dinero negro.9

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«Rajoy destaca la "transparencia y normalidad" de la sucesión» [en línea]. En: La Sexta.com [Consultado 17/06/2014]. Disponible en: http://www.lasexta.com/noticias/nacional/rajoy-destacatransparencia-normalidad-sucesion_2014061700056.html, la cursiva es mía. 8 «Discurso íntegro de Felipe VI tras la proclamación» [en línea]. En: Abc.es [Consultado 19/06/2014]. Disponible en: http://www.abc.es/casa-del-rey/proclamacion/20140619/abci-discurso-integro-felipe-tras201406191151.html, la cursiva es mía. 9 Aquí tienen la transcripción de una de las noticias que informaban de ello: «En 2007, Falciani robó los datos de 130.000 cuentas del sistema del HSBC en Suiza. En el banco vio unas actuaciones escandalosas. Y la escandalosa información acabó en manos de la justicia francesa. […] Falciani ha reconocido que colaboró también con las autoridades españolas. Su información permitió pescar a 650 españoles con cuentas en Suiza y recuperar más de 250 millones de euros. Esa información fue la pieza necesaria para poder hacer las actuaciones. Y el informático se muestra dispuesto a seguir colaborando para destapar a más evasores españoles. […] Está previendo la posibilidad de que cuando acabe todo este caso, le cambien la identidad. En definitiva, España le daría protección a cambio de su escandalosa información» («Hervé Falciani Informó sobre la trama Gürtel con nuevos datos de cuentas en Suiza» [en línea]. En: Infórmate Aquí [Consultado 15/4/2013]. Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=PXBaLTKKTc0, la cursiva es mía). Hay que mencionar que Falciani se unió posteriormente a la candidatura a las elecciones europeas de 2014 de la Red Ciudadana Partido X (http://partidox.org/quienes-somos/), grupo político que tiene como uno de sus principales objetivos eliminar la corrupción mediante la instauración de mecanismos —incluso tecnológicos— de transparencia. Eso sí, el máximo fin de esta organización es una «Democracia y Punto», mediante «wikilegislación y wikigobierno».

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En el ámbito periodístico, la transparencia es una bandera que se enarbola en favor de la libertad de prensa, algo que desgraciadamente no se respeta suficientemente, suponiendo ello la represión sorprendentemente creciente que actualmente sufren multitud de informadores —incluyendo encarcelamientos y asesinatos, no simplemente la censura mediática.10 En el ámbito privado-civil y ciudadano, la transparencia también es exigida por cualquier movimiento social. Valga como ejemplo la trascripción, incluida en la nota al pie, del vídeo elaborado por la Comisión de Audiovisuales del Movimiento 15M.11 En el ámbito privado-asociativo se comparte la misma idea que correlaciona de forma muy gráfica la opacidad con las condiciones de 10

Los «Barómetros» e «Informes Anuales sobre la Libertad de Prensa» que, entre otros, publica la organización sin ánimo de lucro Reporteros Sin Fronteras, apelan explícitamente a la transparencia como principio de justificación de su tarea (REPORTEROS SIN FRONTERAS. Informe Anual 2013 de la Libertad de Prensa en el Mundo [en línea]. [Consultado 28/06/2014]. Disponible en: http://www.rsfes.org/grandes-citas/informe-anual-/) 11 «¿Cuántos viajes han realizado mi alcalde y los miembros de su corporación en los últimos tres años? ¿Qué criterios se utiliza el gobierno para decidir qué proyectos de ayuda al desarrollo serán subvencionados? ¿Cuál es la titulación académica de los políticos? ¿Cuántas vacunas se compraron para luchar contra la gripe A? ¿Cuántas se han utilizado y cuántas han sobrado? En España, el 60% de estas preguntas no obtiene respuesta. Una Ley de Acceso a la Información Pública es una ley que permite al ciudadano solicitar información a las Administraciones Públicas y establece la obligación a las Administraciones Públicas de contestar esas solicitudes de información. Es necesario que exista una ley que de derecho a los ciudadanos a exigir esa información para que esta información se publique. Y no podemos seguir con un paradigma en el cual los de las Administraciones Públicas y los del Gobierno se piensan que estos datos son suyos. Los datos no son suyos, los datos son nuestros. De algún modo garantiza por ley un derecho y sobretodo educa al funcionario. Si la ley está establecida y el funcionario sabe que debe cumplirla, empieza a generar una costumbre y empezamos a educarnos todos los unos a los otros. Mantener a la clase política alrededor de 720 millones de euros al año. Y si se aprobara una Ley de Acceso a la Información Pública, cualquier ciudadano podría conocer porque tiene derecho a conocer en qué se gasta su dinero y cómo, cuándo y dónde. Porque yo tengo derecho a saber cuántos bolígrafos están gastando en la calle Ferraz y de dónde ha salido el dinero para gastar esos bolígrafos. Porque esos bolígrafos los estoy pagando yo, entre todos los demás españoles. También tengo derecho a saber en qué restaurantes están comiendo los políticos y con quién están comiendo los políticos, porque esas comilonas las estoy pagando yo, las estamos pagando todos con nuestro dinero y nuestro bolsillo. Nos convertiremos en cuarenta millones de auditores capaces de revisar con mucha más conciencia las cuentas del Estado. Eso va a provocar que la clase política necesariamente tenga que cortarse un poco y adecuarse a los requerimientos y las necesidades que de verdad tiene la gente que les elige. En Inglaterra, hace unos años, unos periodistas exigieron al Parlamento que se publicaran las dietas de todos los diputados. Usando la Ley de Acceso a la Información, que existe en toda Europa prácticamente, el Parlamento se vio obligado a dar la información. Lo hicieron en un formato muy difícil de entender, pdfs, fotos, fotocopias de los recibos, de los diputados. Pero aprovechando el hecho que había miles de personas interesadas en estos datos, los ciudadanos se unieron y pasaron toda esta información a limpio, digamos, y a raíz de eso surgieron grandes escándalos que The Guardian publicó en muchos artículos y muchos diputados tuvieron que dimitir a raíz del escándalo de las dietas. En todas las acampadas lo que se está pidiendo es una transparencia; se está pidiendo una transparencia por parte de nuestros gobernantes. Tenemos que llevar a las asambleas la necesidad [sic], le tenemos que poner nombres y apellidos a nuestra reivindicación. Es precisamente la Ley de Acceso a los datos públicos. Simplemente es un mecanismo que tiene que existir porque es un derecho fundamental que existe en todos los países de Europa menos en España. La corrupción, por tanto, es el cáncer que tenemos actualmente en nuestra sociedad. Esa corrupción nos la tenemos que quitar de encima. Se habían gastado 2000 euros en un par de días en chucherías, en bombones, en golosinas, en anacardos. Lo que parece es que el dinero cae del cielo. Digamos que robar al Estado no es robar a nadie. Y eso no es así, porque en realidad se está robando a todos los ciudadanos» («Por una ley de transparencia» [en línea]. En: Audiovisol, [Consultado 06/08/2011]. Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=LDtgNI9JoFA, la cursiva es mía).

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posibilidad a priori de la corrupción, como se observa en las demandas de multitud de entidades y ONG de la sociedad civil. En especial, destaca la organización Transparencia Internacional, cuyos «Informes e Índices» sobre las corruptelas y los déficits en la apertura institucional han sonrojado a más de una comunidad autónoma o gobierno nacional.12 En el ámbito privado-individual, también aparecen muchos argumentos de corte utilitarista para consagrar la transparencia, al considerarla un requisito para la toma de decisiones «mejor informada».13 Por último, en el ámbito digital es fácilmente detectable la función primordial que realiza la transparencia en la justificación de las prácticas y estrategias de importantísimos movimientos y tendencias virtuales. Por su carácter paradigmático, mencionaré tan solo la filtración ética de secretos por parte de WikiLeaks y la revelación de datos confidenciales llevada a cabo por Anonymous.14 De hecho, con ello se cierra el círculo y se retorna al ámbito político, ya que la transparencia es un lema central en el WikiLeaks Party.15 12

Véanse sus tablas e informes en la web de Transparencia Internacional España, («Índice de transparencia de las Comunidades Autónomas 2012: objetivos y características básicas» [en línea]. En: Incau 2012 [Consultado 28/06/2014]. Disponible en: http://www.transparencia.org.es/INCAU_2012/INDICE_INCAU_2012.htm). De hecho, manejan una «noción social de corrupción» muy interesante, ya que insinúan que la corrupción política sólo es un reflejo y la punta del iceberg de las irregularidades que toda la sociedad tolera de forma cotidiana («Es Tiempo de Despertar Guatemala» [en línea]. En: Acción Ciudadana [Consultado 23/11/2012]. Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=HrLS9dj99lA). 13 La periodista Mar Cabra respondió así en la entrevista que le hizo Jordi Évole, del programa de televisión Salvados del día 19/05/2013, titulado Sin transparencia: «¿A ti no te gustaría saber, cuando vas a un restaurante, si realmente han encontrado algún indicio de que no era salubre el restaurante? […] Esto es una aplicación que ha hecho el New York Times. Aquí podríamos ver todos los restaurantes y podríamos filtrar de repente y vamos a ver: todos estos restaurantes son restaurantes donde se han encontrado indicios de que había ratones. Aquí vamos a hacer clic en uno de ellos, y puedes ver todo lo que han encontrado los inspectores sanitarios aquí. […] A lo mejor te lo piensas dos veces antes de ir a comer a este restaurante […] La fuente dice: Departamento de Salud de Nueva York. El New York Times lo que ha hecho es que sea fácil y lo podamos ver sobre un mapa, pero podríamos irnos directamente a la fuente y verlo en la página web del ayuntamiento de Nueva York» («Estamos haciendo una Ley de Transparencia sin cumplir convenios internacionales» [en línea]. En: La Sexta.com [Consultado 28/06/2014]. Disponible en http://www.lasexta.com/programas/salvados/noticias/estamos-haciendo-leytransparencia-cumplir-convenios-internacionales_2013051900111.html, la cursiva es mía). 14 Julian Assange, fundador y líder de WikiLeaks, ha realizado declaraciones de esta índole: «Tienes que empezar por la verdad. La verdad es la única manera para llegar a cualquier lugar. Porque cualquier toma de decisiones que se base en mentiras o la ignorancia no puede conducir a ninguna buena conclusión» (THE GUARDIAN. Julian Assange, monk of the online age who thrives on intellectual battle [en línea]. [Consultado 28/06/2014]. Disponible en: http://www.theguardian.com/media/2010/aug/01/julian-assangewikileaks-afghanistan); «El objetivo es la justicia, el método es la transparencia. Es importante no confundir el objetivo y el método» («Julian Assange Interviewed by John Pilger» [en línea]. En: BackToTheEUSSR [Consultado 28/06/2014]. Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=lGUq0kYV8Q); «Es imposible corregir ningún abuso si no sabemos que se está produciendo» («Julian Assange Oslo Freedom Forum 2010 (Part 2 of 2)» [en línea]. En: Oslo Freedom Forum [Consultado 28/06/2014]. Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=4S6002S8PTU); «Somos activistas de la transparencia que piensan que un gobierno transparente tiende a ser un gobierno justo» («WikiLeaks Founder Julian Assange: “Transparent Government Tends to Produce Just Government”» [en línea]. En: Democracy Now [Consultado 28/06/2014]. Disponible en: http://www.democracynow.org/2010/7/28/wikileaks_founder_julian_assange_transparent_government);

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¿Qué tienen en común todas estas manifestaciones del dogma de la transparencia? La respuesta es que la transparencia sirve para:

i.

Saber cómo se gasta el dinero y se ejecutan las políticas públicas, con el objetivo de (re)prestigiar la denostada vocación política.

ii.

Prevenir y/o evitar a priori la corrupción, las irregularidades y los delitos, porque «la luz» desincentivaría los comportamientos vergonzosos.

iii.

En el caso de cometerse ilegalidades, sancionarlas a posteriori desde una perspectiva penal, política, moral o económica.

iv.

Convertir la ciudadanía en «auditores» que controlen la actividad de los cargos electos, verifiquen el respeto a la ley, comprendan los procesos de decisión y, así, confíen de nuevo en las instituciones.

v.

Individualmente y siguiendo un argumento utilitarista, para tomar decisiones más racionales, es decir, más beneficiosas económicamente, gracias a toda la información veraz sobre las empresas e incluso instituciones públicas.

Así las cosas, la transparencia es un requisito para controlar tanto la función pública como las actividades privadas, consideradas análogas en base a la misma noción liberal de libertad: el individuo maximiza sus intereses

«¡Transparencia para el Estado, privacidad para el resto de nosotros!» (REVOLUTION NEWS [en línea]. [Consultado 28/06/2014]. Disponible en: https://www.facebook.com/RevNews/photos/a.125035117650059.26795.124978350989069/14919601523 3969/?type=1&ref=nf). Adicionalmente, Assange justificaba así la transparencia forzada: «WikiLeaks is designed to make capitalism more free and ethical. It’s easier to run a good or honest business and harder to run a bad business, if the dishonest businesses are more affected negatively by leaks. In the struggle between open and honest companies and dishonest and closed companies, we’re creating a tremendous reputational tax on the unethical companies. Honest companies producing quality products end up being more competitive than dishonest companies producing bad products. […] I love markets. In order for there to be a market, there has to be information. A perfect market requires perfect information. For a market to be free, people have to know who they’re dealing with» (ASSANGE. An Interview With WikiLeaks’ Julian Assange [en línea]. [Consultado 28/06/2014]. Disponible en: http://www.forbes.com/sites/andygreenberg/2010/11/29/an-interview-with-wikileaks-julian-assange/5/, la cursiva es mía). Véase mi análisis crítico de esta justificación en COMAS, Miquel. El meu nom és Assange, Julian Assange (i vull llicència per informar). Astrolabio: Revista internacional de filosofía [en línea]. 2012, 13, 129-139 [Consultado 28/06/2014]. Disponible en: http://www.raco.cat/index.php/Astrolabio/article/view/256232/343222 15 Algunos de sus eslóganes son: «Standing up to the powerful and shining a light on injustice and corruption. That’s what you’ll be doing if you volunteer for the WikiLeaks Party!»; «Transparency. Accountability. Democracy. True democracy is the resistance of the people armed with the truth against lies»; «The WikiLeaks Party insists on transparency of government information and action, so that these may be evaluated using all the available facts. With transparency comes accountability, and it is only when those in positions of power are held accountable for their actions, that all Australians have the possibility of justice» (WIKILEAKS PARTY. The WikiLeaks Party. Transparency Platform [en línea]. [Consultado 28/06/2014]. Disponible en: https://www.wikileaksparty.org.au/platform/, la cursiva es mía).

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eligiendo el mejor producto en el mercado, incluido el político. La información veraz de la «mercancía» es decisiva para elegir lo más racional. De hecho, «todo el mundo» quiere ser transparente: las monarquías, el Cónclave del Vaticano, los clubs deportivos, las celebridades… Pero, ¿por qué? La respuesta es tan clara y distinta que podríamos acudir en busca de la evidencia cartesiana: la transparencia no se considera un requisito previo para la participación política activa, sino un medio posterior de legitimación pasiva de las instituciones, algo rotundamente beneficioso para las élites de poder. De hecho, en aquellos casos en los que la transparencia serviría supuestamente para aumentar la democracia y la participación, se trataría exclusivamente de mejorar los procedimientos internos de elección de candidatos en los partidos políticos, algo que redundaría tan solo en mejorar la representatividad esencial en la democracia liberal.16 ¿ALGUNA SOMBRA EN LA TRANSPARENCIA?

La pregunta que debemos hacernos ahora es: ¿existe alguna crítica contra el principio de transparencia? De entrada, la respuesta es negativa en relación a los proyectos de ley concretos, lo cual ya supondrían un espejismo inicial. Es decir, a pesar de haberse criticado las insuficiencias e incumplimientos de las leyes de transparencia, esto no supone sino la primera cortina de humo para desviar la atención. Es así porque estas críticas no contradicen en absoluto sino que presuponen tal principio normativo ideal. En segundo lugar, sí hay críticas contra el principio como tal. Pero se centran en el «exceso» de información que puede suponer la mayor transparencia política, ya que con ello —nos dicen— se puede poner en peligro la seguridad nacional por el terrorismo. Es decir, la razón de estado está en juego. Mi conclusión al respecto es contundente: tanto los elogios como «la crítica» reproducen el espejismo de la transparencia. A continuación ofreceré otra alternativa de análisis y de evaluación de este principio normativo. AJUSTANDO CUENTAS MEDIANTE LA DEMOCRACIA DELIBERATIVA

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De hecho, cuando el señor Griñán hablaba de «generar un diálogo entre la Administración y los ciudadanos», iba en esta línea de mejorar la representatividad.

9

Lo que quiere un auténtico demócrata es romper ese laberinto de espejos para que la construcción social de la realidad permita la participación de las personas reales. Y para poder entender mejor estos espejismos y su causa, que es el dominio hegemónico de una concepción liberal de la democracia, quisiera hacer un breve resumen del pensamiento deliberativo de Jürgen Habermas, principal representante de la segunda generación de la Escuela de Frankfurt. Gracias a su concepción política se puede, en primer lugar, entender la importancia de «hacer las cuentas»; en segundo lugar, también se puede criticar el espejismo de la transparencia mencionado. Desde el principio, la teoría democrática de Habermas busca una noción de «opinión pública» que se diferencie de las definiciones dominantes hasta entonces: la publicidad burguesa, la liberal y la de masas. Su principal propósito es establecer criterios normativos para determinar si la opinión pública es legítima o no. Obviamente, lo hace desde una Teoría Crítica que se basa en las relaciones sociales vigentes, en un pensamiento inmanente. Habermas diagnostica que está en crisis total cualquier modelo de opinión pública crítica, la cual opondría ley-razón-publicidad versus dominio-voluntadsecreto.17 Los motivos son diversos: la economía capitalista manipula el Estado para invadir los espacios de intimidad; los mass media despolitizan; los partidos políticos reducen el ciudadano a consumidor pasivo; y, el modelo de derechos existente no permite una esfera pública democrática y activa. Para Habermas, la ciudadanía es hoy simplemente «invitada» a legitimar las decisiones políticas que los partidos políticos o gobiernos toman, sin poder participar en su elaboración. Por eso reivindica la formación activa de la voluntad colectiva, «más acá» de la aprobación individual y pasiva del poder y del derecho. Y este objetivo desborda el marco jurídico liberal, definido por los clásicos «derechos subjetivos», negativos e individualistas. La libertad de opinión y de prensa no es suficiente porque el «público» no es un conjunto de individuos en igualdad de condiciones —básicamente debido a su formación educativa y sus recursos económicos asimétricos. Por ello, el filósofo alemán afirma que necesitamos derechos sociales, prestaciones y ayudas públicas que 17

HABERMAS, Jürgen. Historia y crítica de la opinión pública. La transformación estructural de la vida pública, México: Ediciones G. Gili, 1986.

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fomenten y garanticen el acceso universal y la participación efectiva en la esfera público-política. Es más, su ausencia objetiva deslegitimará la opinión mayoritaria. Porque los individuos no nacen siendo ciudadanos, sino que devienen sujetos públicos íntegros y capaces de «deliberar» gracias a procesos sociales de aprendizaje colectivo que son institucionalmente garantizados. La construcción de los criterios para distinguir entre una opinión pública legítima y otra inválida se logra mediante la teoría de la «razón dialógica» o comunicativa, iniciada por Habermas en su ética discursiva. Esta ética se fundamenta en la comunicación libre. Tanto la «corrección» como la «verdad» dependen de un reconocimiento intersubjetivo. Es decir, sólo si los hablantes involucrados en un «discurso» se entienden y se ponen de acuerdo en sus pretensiones, se puede afirmar que el consenso logrado es una «verdad» o una «norma» válida. Con ello, Habermas consuma un claro abandono del platonismo, mencionado antes y entendido como la creencia en la existencia de principios objetivos, metafísicos, eternos y universales que definan verdad, bien, belleza o justicia. Así, «todo» depende de la capacidad humana de llegar a acuerdos entre sujetos reales. Precisamente por esto último, es vital distinguir entre acuerdos justos e inválidos, algo posible gracias a las «condiciones ideales del habla»: la distribución simétrica de oportunidades y roles en el habla, y la existencia de un discurso «sin límites en la participación o en los temas, y sin ninguna otra coacción excepto la del mejor argumento». De estas «metanormas» surge el llamado Principio del Discurso: «La validez de toda norma tiene que presuponer la posible inclusión de todos los afectados por ella en su deliberación práctica».18 En definitiva, la democracia habermasiana se basa en la discusión de cualquier cuestión en un espacio público abierto. Y si esta condición empíricamente observable se incumple, se deslegitima todo acuerdo u opinión dominante. En otras palabras, ninguna ley ni práctica social puede presumirse justa. Así, el poder político legítimo sólo será aquel que cumpla satisfactoriamente con el deber de justificarse públicamente mediante razones intersubjetivamente aceptadas. 18

HABERMAS, Jürgen. Facticidad y validez. Sobre el derecho y el Estado democrático de derecho en términos de teoría del discurso, Madrid: Editorial Trotta, 1998.

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Sin

embargo,

el

«Sistema»

busca

legitimarse

estratégicamente

transformando «lo público» de modo que la publicidad degenere en una simple estructura

de

captación

de

la

atención

ciudadana

en

cuestiones

preseleccionadas, de cara a censurar y/o destacar ciertos hechos o acontecimientos que les son beneficiosos. Habermas identifica explícitamente la democracia formal representativa como el dispositivo ideológico que «reasegura el modo de producción capitalista», puesto que persigue y consigue una lealtad difusa de la población, en la cual la ciudadanía tan sólo disfruta del derecho pasivo de aprobar o rechazar en bloque los hechos ya consumados. Así se confirma que son los déficits de participación los que permiten «legitimar» y reproducir el capitalismo. Para Habermas, el Estado sólo es democrático si las relaciones de poder y las leyes respetan los principios de justicia que la sociedad se ha otorgado a sí misma. Además, eso es posible mediante un proceso abierto de autolegislación ciudadana llamado «deliberación», que se da en el espacio público y tiene que ser el máximo posible de inclusivo. Por tanto, Habermas reivindica inequívocamente un papel activo de la ciudadanía, para participar políticamente y para denunciar cualquier exclusión social que se produzca en el espacio público, ya que esto hará que la deliberación y las leyes derivadas sean ilegítimas. En este modelo, el plus de participación define el deliberacionismo, que pretende sintetizar los núcleos compatibles de la teoría liberal y la teoría republicana de la democracia: derechos individuales y soberanía popular. Además, el principio de transparencia es fundamental, un requisito sine qua non y/o una condición de posibilidad de la democracia plena que demanda Habermas. Lo es porque la deliberación ciudadana es imposible sin toda la información veraz y necesaria para discutir públicamente. La transparencia permite «hacer las cuentas» a los mayores, meterse allá donde no te llaman, opinar o simplemente hablar en una conversación ajena. Es un acto casi impertinente y de rebeldía juvenil de una sociedad que está harta de ser considerada menor de edad. Este vicio o mala costumbre es clave para la democracia. Literalmente, hay que hacer las cuentas, es decir, calcular lo que los otros han hecho, ver si han sumado bien o si se han beneficiado ilícitamente. Tal atrevimiento supone romper la relación heterónoma y desigual 12

en la que hay una autoridad superior a ti que te excluye y te niega la capacidad o el derecho de juzgar su comportamiento, puesto que supuestamente tú eres ignorante o incapaz. La mayoría de edad política de la ciudadanía es el derecho de conocer en detalle la actuación de todos los responsables de la gestión de lo colectivo —cargos, empresarios, padres, líderes espirituales, etc.—, y tener el derecho sancionar a esta persona, en el supuesto de que las cuentas no cuadren. El término técnico en inglés para demandar «el derecho a hacer las cuentas» es accountability, traducido normalmente por «rendición de cuentas». Un sujeto, físico o jurídico, es accountable cuando permite que otros lo examinen, lo observen y sancionen. Esto implica el derecho de saber el funcionamiento interno de una institución, el derecho al acceso a toda su información relevante. Además, también incluye el derecho de la ciudadanía en general, y de los afectados en especial, de exigir responsabilidades a tal institución en el caso de observarse irregularidades en su comportamiento. Y ser responsable significa poder, deber y saber responder por aquello que se ha hecho. Sin embargo, en todo este modelo, la transparencia es sólo uno de los dos pilares del proyecto democrático deliberativo, el liberal. Con ella sólo se puede aspirar a un modelo censor de espacio público. Habermas propone que la opinión pública configure activamente el poder político, no que lo controle a posteriori. Por ello, mi crítica al dogma de la transparencia se fundamenta en la democracia deliberativa de Jürgen Habermas porque, en cualquiera de los casos analizados, la transparencia en los procesos de toma de decisiones sustituye la previamente necesaria inclusión de todos sus afectados en esos mismos procesos de decisión. Y el motivo ya lo hemos comentado antes: el dominio hegemónico del ideal liberal de democracia, que nos hace creer que «legitimar» las instituciones sólo supone reducir y/o eliminar su opacidad. En contra de tal idea, aunque las instituciones fueran totalmente diáfanas, cristalinas y nítidas, tendríamos que denunciar que esto no las hace democráticas. La accountability es insuficiente. La rendición de cuentas no hace democrática a una institución. INSIGHT FINAL 13

Mi análisis se basa en el mismo núcleo normativo o principios de justicia de la democracia deliberativa: la participación ciudadana. Porque más transparencia e información no suponen más derechos de participación política. La transparencia sólo aumenta la capacidad y la información de la sociedad para censurar decisiones o acciones ya consumadas por los poderosos. Y con ello se configura una esfera pública más bien «reactiva, sancionadora o censora». Es por todo ello que confundir y considerar sinónimos «transparencia» y «democracia» es caer en el espejismo de la transparencia. Este nuevo mal se caracteriza por lo siguiente: deslumbrarse por la nueva luz que aparece en lugares previamente opacos y oscuros; ver procesos, derechos y prácticas justas allá donde no las hay en absoluto, como un oasis en el desierto político que supone la democracia actual; y sobrevalorar lo que es la simple iluminación de los asuntos políticamente relevantes, cuando en el fondo esto sólo supone una mejor visibilidad de lo que es el escenario de las relaciones de poder, previamente a oscuras, mientras la ciudadanía permanece pasiva y espectadora en las butacas. En conclusión y para mantener la retórica, el espejismo de la transparencia provoca el eclipse de la democracia.19 No obstante, quisiera hacer una advertencia y repetición final: ¡esta crítica no supone el desprecio ni el rechazo de la transparencia! La democracia deliberativa combina los derechos individuales de raíz liberal con la soberanía pública de cuño republicano. Y por eso critico toda forma de legitimación que sólo incluya una de las dos vertientes.20 La información y la transparencia son 19

Al respecto, cabe recordar lo que dijo George Grosz sobre su obra Eclipse de sol (1926): «Como los políticos parecen haber perdido la cabeza, el ejército y los capitalistas dictan lo que se tiene que hacer. El pueblo, representado por un burro ciego, simplemente come lo que le ponen delante». Curiosamente el inventor de la bombilla, Thomas A. Edison, afirmó lo siguiente: «Vision without execution is hallucination». 20 Dejo en manos del lector juzgar si esta declaración de Pablo Iglesias, líder del nuevo partido político español Podemos, podría ajustarse a mi reivindicación: «Nosotros hicimos unas primarias ciudadanas para elegir candidatos al Parlamento Europeo en las que se podía presentar cualquiera y en las que podía votar cualquiera. Nosotros, en todas nuestras reuniones, permitimos que entren los periodistas, a diferencia de los consejos de administración de las grandes empresas o de las reuniones de los grandes partidos. Nosotros presentamos un equipo que tiene que coordinar los trabajos hasta una gran asamblea y lo presentamos a votación popular y puede votar cualquier ciudadano y cualquiera puede votar un equipo alternativo. A nosotros se nos podrán criticar muchas cosas pero nuestros debates, igual que nuestros bolsillos, son de cristal. De cristal. […] Las listas abiertas son una cosa que sirve para presentarse a las elecciones y nosotros las practicamos. […] Para presentarse a las elecciones, incluso para elegir la dirección de una formación política hay muchas fórmulas, y entre ellas están las listas abiertas. Pero para hacer un equipo de trabajo nosotros planteamos que cada cual presente un equipo de trabajo. Y si esto genera alguna duda, todo el mundo los puede presentar. Es más, ¿y esto quién lo tiene que avalar? ¿Los militantes de la organización? ¡No! Todo el mundo. Cualquier persona. Y hoy es un día,

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condiciones de posibilidad de la deliberación pública posterior. Pero son una condición necesaria, no suficiente, como querrían hacer creer el neoliberalismo, las teorías de la gobernanza global, el pluralismo jurídico o incluso el mismísimo Habermas en sus últimos textos —algo que dejaremos para otra ocasión.

de verdad, de fiesta. Han estado todas las cámaras de todos los medios de comunicación en un encuentro en el que han participado cientos de personas discutiendo de absolutamente todo. Y a veces no estamos de acuerdo con algunas cosas y discutimos entre nosotros, con los periodistas de todos los medios, incluidos del tuyo [se refiere a Eduardo Inda]. Allí participando como uno más. Fíjate que se pueden discutir de cosas, pero plantear que con Podemos hay un problema de democracia… […] A mí las listas abiertas me encantan, pero tú imagínate: ¿la dirección de El Mundo se elige por listas abiertas? […] Una cosa es cuando te presentas a las elecciones, una cosa es cuando eliges una dirección política, pero cuando haces un equipo de trabajo, alguien podrá presentar un equipo de trabajo. Y luego, problemas internos tiene el PP, que algunos tienen cuentas en Suiza; problemas internas tiene el PSOE, que algunos están en consejos de administración; problemas internos tienen muchos; nosotros tenemos otra cosa que se llama debates. Y esos debates que tenemos, no tenemos ningún inconveniente en tenerlos con luz y taquígrafo delante de cualquiera. Porque la democracia es eso. Algunos se creen que la democracia es aceptar lo que diga el señor Rajoy. Alguno dicen que la democracia es, si la ley permite que el rey abdique, no consultamos a nadie. Nosotros decimos que la democracia es debatir, con cualquiera de cualquier tema, y eso es lo que estamos practicando» (La Sexta Noche T1, C73 [en línea]. En: La Sexta.com [Consultado 28/06/2014]. Disponible en: http://www.atresplayer.com/television/programas/lasexta-noche/temporada-1/capitulo-73-pedro-zerolo-lexiglesia_2014061300344.html, la cursiva es mía).

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