El español en el Caribe colombiano: Identidades y variación lingüística en la periferia de la nación

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Revista Literaria

EL ESPAÑOL EN EL CARIBE COLOMBIANO: IDENTIDADES Y VARIACIÓN LINGÜÍSTICA EN LA PERIFERIA DE LA NACIÓN por

Kevin Sedeño Guillén a región del Caribe colombiano ha ido configurando una identidad cultural particular, que destaca en el ya de por sí multicultural contexto de la nación colombiana. Como en todo proceso de este tipo, se necesita siempre del "otro" ante el cual confrontarse, el costeño se ha pensado por oposición al discurso discriminador que sobre él han elaborado las élites andinas desde Bogotá, En este caso el proceso de constitución de la identidad nacional desde el centro andino se sirvió de una concepción racista, que aplicó a las costas del país los mismos criterios desvalorizadores que han usado las élites eurocentristas para interpretar la cultura tercermundista. Esto resultó en una dinámica que además de negar la cultura costeña, invisibi1izó su aporte al discurso nacional. En la actual circunstancia global tienden ha producirse reconfiguraciones que buscan reinsertar al Caribe colombiano en lo que es su contexto natural: el gran Caribe, con las consecuencias de revaloración de la cultura local y de recuperación del aporte afrocolombiano al discurso regional y nacional, En ella el hombre y la mujer del Caribe colombiano se repiensan a sí mismos, preocupados por asumir una decisión de identidad, en un universo de imaginarios fragmentados y contradictorios. En el presente trabajo nos proponemos un primer acercamiento teórico al problema de la variación lingüística, en el uso que se hace del español en el Caribe colombiano, viendo al lenguaje como espacio para la construcción de opciones de identidad, de relectura de las construcciones culturales y de diálogo con formas de uso del español en Colombia, consideradas como más prestigiosas.

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Precisando términos La noción de identidad es nuclear en la concepción de este ensayo, pero

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Ensayo el discurso de la identidad sigue estando en el centro del d b . 1 b e ate de 1 saeta es, en usca de una reconfiguración conceptual Coh as con el nuevo mapa cultural de la humanidad en tránsito h . erente ac1a un nue.vo ' mode1o g1obal que ahora sólo somos capaces de vislurnb autores _latinoamericanos coinciden en la vigencia de los pro~~~~arws han temdo los conceptos de identidades culturáles y colectivas que · · sociales (Mo m~~ Par a ser aceptados en e1 corpus de las crencms · 57); en que "las nociones (... ) de 'sociedad' e 'identidad' shonyrt' 1994: as a ahora .l. d ut1 tza as, no se adaptan a las nuevas situaciones" (Agudo Gu 177); en la necesidad de responder sobre cómo se articulan lasevlaral,.d2000: 1 . ~~~ Y as regwnes a este mundo globaJizante y cómo se forman y 'd 'd construyen 1as nuevas _r enti ades (Sotornayor, 1998: 9); en lo poco que se ha valorado teoncarnente a los circuitos populares "como foros d d desarrollan redes de intercambio de información y aprendi onde se . d d , zaJe e la cm a ama en relación con el consumo de los mect1·0 s · ' " (G , masrvos con temporaneos .. . arcra Canclini 1995 · 22) y en que "estam , ' · os ante . d + cambws e 10ndo en. los. modos de estar ]·untos' • esto · . . es , de exp enmentar 1a pertenencia al terntono y de vivir la identidad" (Martín-Barb 20 55) ill S· . ero, 00: . m e~bargo, aJ no ser el objeto de este trabajo entrar a desarrollar estas ?roblematicas, partiremos de una noción de identidad que creemos neg?cia . sobre la base de estas preocupaciones contemporán , la Identidad cultural sería un proceso compleJo de identifi e~s. difi . " cacwn e~enc_1~cwn, por e1 cual se construye un sentido cultural en cornumcacwn con el otro y dentro de determinadas condiciones -Iírn·t 1 es o referentes. . . Ctenctas

La introducción de _la noción de referente identitario tjene valor ~onc~ptual en, ~uanto ~ende a la relativización y a la eclosión de rd?nhdades rnulhples y simultáneas, las cuaJes no habían sido vistas antes ~as qu~ co~o t~1but~ws del Estado - nación, invisibilizadas en esa rmagmada de la que hablara Benedict Anderson en rcomurudad . d' su ya e asiCo estu 10 so~r~ los nacionalismos. Los referentes pueden variar de n~turaleza, son m~~pl~s: una cultura, la nación, una etnia, el color 0 el gene:o. Nuestra h1~otes1s acá es que las variantes regionales del uso del espanol, han funcwnado e? Colombia corno uno de los principales referen~e~ para~ la construcc1~n de las respectivas identidades regionales. A ~sto qms1era solo agregar la Importancia de considerar que las identidades pueden ,ser a ~a vez. cons~uidas (social, lingüística, teóricamente, entre otras) Y reale_s ~ mtsrno tiempo. Esta realidad consiste en su referencia externa, a s1gmficantes características casuales del mundo social" (Mohanty, 2000) 111 Por otro lado, seguimos a Francis en su concepción sobre la variación

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Revista Literaria ¡:mgilfstlca" .. corno una característica universal del lenguaje, más que como una ocaswnaJ configuración acCidental"Jll (Francis, 1987 11). De modo que "La variacrón se puede encontrar en todas las partes del lenguaje· en el léxico, la fonología, la g;arnáuca, y superfictalmente en últimas, en la semántica. Todas ellas estan sujetas al cambiO y en todas puede ser recibido diferencialmente, c?n la resultante variación" (19). Para este mismo autor cuando la var1acwn llega hasta el punto en que sus hablantes no pueden comunicarse, reconocemos que las variantes han devenido actualmente lenguas separadas (16). Montes Giralda, aunque concibe el cambio lingüístico como inevitable en el tiempo, cree que este no tiene por qué significar necesariamente diferenciación en el plano sincrónico, debido a la posibilidad de que las innovaciones o cambios se comuniquen más o menos al tiempo a toda la comunidad hablante: ... "por más que la lengua cambie de una época a otra, si cambia en toda la extensión de su dominio mantiene su unidad" (Montes Giralda, 1995: 33). Esta premisa lo lleva a afirmar que el surgimiento de dialectos no sería tanto producto del cambio en sí, sino de la incomunicación entre los hablantes de una u otra región, o de uno u otro estrato sociaL La precisión sobre la variación lingüística remite directamente a la demarcación de dialectos; según Akmajian, Demers y Harnish: "Cuando diversos grupos de hablantes difieren de manera notoria en su uso de la lengua se dice a menudo que hablan diferentes dialectos de dicha lengua. Es enormemente difícil, sin embargo, definir con alguna precisión qué es exactamente un dialecto" ... (1984: 217). Para Francis, los dialectos ... " son variedades del lenguaje usadas por grupos más pequeños que la comunidad total de hablantes de la lengua( ... ) las cuaJes pueden diferir de uno a otra a lo largo de las distintas dimensiones de contenido, estructura Y función de la lengua: vocabulario, pronunciación, gramática, uso, funci~n social, y expresión artistica y literaria" (Francis, 1987: l)I:fl El propiO Francis se refiere a la dificultad práctica para fijar con algún grado de objetividad las fronteras dialectales, las que considera más un invento que resulta de la coincidencia de factores políticos y sociales, que de la existencia de barreras geográficas en sí mismasJ.il. El malestar en algunos dialectólogos, como Gastan Paris, llega hasta considerar que las fronteras dialectales son un mito: "¿Y si no hay fronteras dialectales, cómo podemos decir que existen diaJectos 0 "I§l (Cit. en Francis, 1987: 6). López Morales señala que un dialecto es un sistema comunicativo virtual, pero realizable, en lo que se diferencia del concepto de lengua: "Los dialectos son 'sistemas' y no conjuntos de fenómenos peculiares, y se oponen a la lengua en varios puntos: en primer lugar, tienen hablantes, de ahí que sean

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realizables. Luego todo hablante es un hablante dialectal; la lengua

h abla nadie, (L'opez Morales, 1998; 144). En todo caso y como afi no 1a D rrman Akm ..

UJran,

emers y Harnish:

En términos lingüísticos, ningún dialecto de una lengua es más correcto, mejor o más lógico que cualquier otro dialecto de la misma. Todos los dialectos son formas igualmente eficaces de una lengua en el sentido de que cualquier idea que se exprese en uno de ellos podrá expresarse con la misma facilidad en el otro. La idea de que el inglés estándar, o una determinada realización del castellano, sean las formas correctas de sus respectivas lenguas es una actitud social - más precisamente, un

prejuicio lingüístico- que es tan irracional como los prejnicios sociales contra la raza o el sexo (1984: 22). Lengua legítima, variación lingüística y construcción de la periferia

F~anci_s establece por lo menos cuatro tipos de motivación en los estudios ~alectológicos, es decir, en la investigación sobre la variación en e~ lenguaje: la que él define como la curiosidad, la antropológica (el ternuno cubre aquellos estudios que tratan del lenguaje como parte de la cult~a. humana, lo que incluye la perspectiva sociolingüística), la lmgmsl.!ca (mteresada en la ,estructura sistemática de la lengua) y la pracl.!ca (1987. 7). Lo que el denomma como perspectiva "práctica" cmncrde con nuestro interés en denotar la relación entre las formas en que se produce la variación lingüística y el impacto ordenador en lo cultural y socral que de este marco lingüístico se deriva: ... en aquellos países donde la educación es mucho más

que el privilegio de un grupo de élite y donde es accesible a las masas, los maestros hacen muchas frente a pupilos o a

clases enteras cuya habla es un dialecto diferente en muchas formas del que usa el profesor o del sistema educacional, político, económico y social. Esto supone un problema para el maestro, para el sistema educativo y para la socredad como un todo" (Francis, 1987: lO).ffi Dentro de esta perspectiva identifica la existencia de al menos dos posiciones extremas:

l. El viejo punto de vista, "de que un dialecto no estándar es una versión corrupta y degenerada de la estándar (. .. ) Esto impone la difícil tarea de enseñar la estándar y tratar de erradicar la no estándar ( ... ) En casos extremos, esta actitud puede romper la relación de cooperación entre el

maestro y los pupilos, la cual es esencial para el éxito del programa escolar." J..lli 2. Por otra parte, "la escuela puede adoptar la posición de que el habla de una persona es una parte íntima de su personalidad y de que cualqniera que procure cambiarla sin la participación voluntaria y entusiasta de la persona misma se verá constreñido a ser resistido como un ataque personal. Por lo tanto cualquier versión del lenguaje que los pupilos usen debe ser aceptada y estimulada'' (Francis, 1987: 10).[21 Sin embargo, Francis reconoce que la dialectología no puede en últimas resolver este dilema, pero puede aportar los datos sobre los dialectos y hacerlos disponibles, para superar la ignorancia y los prejuicios que rodean el tema (10-11). Las lenguas como instrumentos generadores de comunidades imaginadas a través del efecto de "solidaridades particulares"JJ..Ql han emprendido también un viaje de regreso de lo nacional a lo regional y lo étnico (Anderson, 1997: 189). En América Latina tras los movimientos de independencia "... todo intento por dar una profundidad histórica a la nacionalidad por medios lingüísticos se enfrentó a obstáculos insuperables" (273). Segón Eric Hobsbawm la mayoría de los estudiosos están hoy de acuerdo sobre que las lenguas nacionales estandarizadas no pudieron emerger como tales antes de la difusión de la imprenta, la alfabetización masiva y por tanto de la escolarización masiva (Hobsbawm, 1990)illl Es nuestra percepción, que en Colombia este proceso no puede analizarse desde el momento mismo de la introducción de la imprenta, que fue controlada por las élites metropolitanas y censurada por la Iglesia, sino desde el proceso de alfabetización masiva y de crecimiento de una industria editorial nacional que se produce a partir de la década del 60 del siglo XX. Pierre Bourdieu en ¿Qué significa hablar? (1985) analiza la relación entre el establecimiento de una lengua standard u oficial y el propósito de establecer la unidad política en un territorio delimitado: Para que se comprenda hasta que punto los lingüistas no

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Ensayo hacen ~ás que incorpora: a la teoría un objeto preconstrmdo cuyas leyes soctales de construcción olvidan y e~ ya génesis socia: en todo caso enmascaran, no hay mejor ejemplo que los parrafos del Curso de lingüística general en qu_e Saussure discute las relaciones entre la lengua y el espacw ( ... ) Esta filosofía de la historia que hace de la dinámica interna de la lengua el único principio de los límites de su difusión, oculta el proceso propiamente político de unificación al término del cual un determinado conjunto de "sujetos parlantes" está obligado prácticaruente a aceptar la lengua oficial. La ~engua sau_ssuriana, ese código a la vez legislativo y comunicativo que eXIste y subsrste al margen de sus utilizadores ("sujetos parlantes") de sus utrlizacwnes ("palabras"), tiene de hecho todas las propiedad y ' ·d es comunmente reconocr as a la lengua oficial (Bourdieu, 1999: 18-19). En la larga Cita antenor Bourd1eu se remite a la perspectiva de Sauss sob;e la "Lingüística geo¡;ráfica",, para emplazar la complicidad que u~: algun modo asume la lmgmstrca mas ortodoxa, al restringir el estudio de la lengua a este e~te abstracto, que se semeja tanto a la lengua oficial 0 stan~d Y alejarla del habitus lingüístico, es decir, de la práctica lmgmstlca concreta de los sujetos hablantes. En el ntismo libro citad Bourdieu_~elata como la lengua standard es un resultado de la constitució~ ?-e, 1~ nacwn, momento en que ese grupo abstracto requiere de unos usos meditas de la lengua y de la normalización de los productos lingüísticos, proceso qu~ se resume en la labor de construcción de un diccionario de la l~ngua nacwnal y en cu.ya elaboración, legitimación e imposición el srst~ma escolar es determmante, al "fabricar las similitudes de donde se der~~a ..esa comunidad de co~ciencia que constituye el cemento de la nacwn (22). Sobre este papelrmpuesto a la escuela añade que: ¡

El sistema de enseñanza, cuya acción va ganando en extensión e. intensidad a todo lo largo del siglo XIX, contnbuye sm duda directamente a la devaluación de Jos modos de expresión populares, rechazados al estado de "jerga" Y '1eringonza" (como dicen las anotaciones marginales de los maestros), y a la imposición del reconocintiento de la lengua legítima. No obstante el papel más importante en la devaluación de los dialect~s y la Implantacw~ de la nueva jerarquía de usos lingüísticos, corresponde sm duda a la relación dialéctica entre la

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Revista Literaria escuela y el mercado de trabajo o, más precisamente, entre la unificación del mercado escolar (y lingüístico), vinculado a la institución de títulos académicos con valor nacional e independiente ~ al menos oficialmente - de las propiedades sociales o regionales de sus portadores, y la unificación del mercado de trabajo (que conlleva, entre otras cosas, el desarrollo de la adininistración y de los cuerpos de funcionarios) (23-24). Este proceso de apropiación de la lengua legítima se vincula, según Bourdieu, al interés de los hablantes de valorizar sus productos lingüísticas en el mercado del trabajo, de adaptar sus prácticas lingüísticas a las reglas de este mercado, lo que ejemplifica citando las investigaciones de Labov sobre la corrección en el uso de las 'r' en hablantes de clases medias y bajas: Pero nunca se manifiesta tan claramente como en las correcciones -coyunturales o constantes- que los dominados, por un desesperado esfuerzo hacia la corrección, llevan a cabo, consciente o inconscientemente, sobre los aspectos estigmatizados de su pronunciación, de su léxico -con todas las formas de eufemismo - y de su sintaxis; o en la angustia que les hace "perder los nervios" incapacitándolos para "encontrar las palabras" como si súbitamente si vieran desposeidos de su propia lengua (26). En el terreno de lo regional o étnico, Bourdieu cree pertinente delimitar que en la práctica social, criterios corno el de lengua, dialecto o a.c__ento, se constituyen como representaciones mentales, actos de percepcwn y de apreciación que actúan como estrategias de manipulación simbólica: Las luchas sobre la identidad étnica o regional, es decir, respecto a propiedades (estigmas o emblemas) vinculadas en su origen al lugar de origen y sus señales correlativas, como el acento, constituyen un caso particular de las luchas de clases, luchas por el monopolio respecto al poder de hacer ver y hacer creer, hacer conocer y hacer reconocer, imponer la definición legitima de las divisiones del mundo social a través de principios de división que, cuando se imponen al conjunto de un grupo, constituyen el sentido y el consenso sobre el sentido y, en particular, sobre la

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aunque por ellas pasaran los más altos administradores de

identidad y la unidad que hace efectiva la realidad de la unidad e identidad de ese grupo (88). Como hemos sostenido antes y como quedó establecido en la Cátedr UNESCO-Mons-Hainaut, que promociona las ventajas que ofrece u a mundo multilingüe donde se respeten las diferencias y los derechos de~ otro:

la Corona en América y todo lo que ello traía aparejado, sus destinos eran otros: los centros del poder virreinal, que en general se mantenían relativamente fieles a la norma lingüística madrileña (López Morales, 1998: 57). Uno de los rasgos definitorios de lo nacional en Colombia sería el aislamiento geográfico. Aunque este confinamiento afectaba más que todo

a Bogotá, "al creerse representante de toda Colombia, la capital acabó imponiendo la estrechez de su propia vida cultural a todo el país" (Martín _ Barbero, 2000). Los letrados identifican cultura de élite y cultura bogotana, y excluyen muchas de las manifestaciones populares y letradas de las regiones, a pesar de la fortaleza de las manifestaciones culturales regionales en Colombia (Walde, 1998). El Caribe colombiano es un proyecto de cultura. A los ojos del centro andino ha sido sólo la costa atlántica, los bordes, la frontera, lo lejano, lo inhóspito y como tal víctima

Ninguna lengua tiene un monopolio de lo universal o de la modernidad. Todas son iguales en dignidad. Su preservación, su valoración, el diálogo de las culturas, enriquece el patrimonio de la humanidad. La primera iniciación del niño en el mundo de la escuela y sus primeros aprendizajes cognoscitivos deben hacerse en la lengua familiar de su medio de origen. El aprendizaje de las lenguas contribuye al progreso intelectual, moral y afectivo de los que la hablan. Este aprendizaje es portador de tolerancia y factor de paz. Toda política lingüística debe basarse en un amplio consenso popular y desterrar de la mente la noción misma de la lengua dominante o dominada. (cit. en Trillos, 2001 ).

El Caribe y la nación colombiana: "tropicalización del altiplano"

del

borramiento a

de una serie de teorías y políticas que pueden resumirse en la despectiva expresión: "Costeño tenía que ser".

El historiador cartagenero Alfonso Múnera, ha evidenciado que en la colonia lo único común a las élites de Cartagena de Indias y de Santafé de

la

Lo que hoy llamarnos Caribe colombiano comenzó a gestarse entre 1550 y 1560, fecha en que las entonces Provincias de Cartagena y Santa 1t!arta completarían la primera delimitación formal de sus territorios

(Alvarez Marín, 2000). Superado el período inicial de penetración hacia el continente, la región devino marginal, en Jos bordes de un Estado - nación

distinto, y como tal ha sido supeditada a una lógica cultural "otra". Su pertenencia geográfica al entorno de la cultura caribeña y su dependencia de unos centros de poder político y cultural andinos, han hecho de su cultura un proceso contradictorio. Humberto López Morales en su libro La

Bogotá, fue el pertenecer a la misma estructura administrativa imperial; así como una constante rivalidad fundada en el interés de las primeras en mantener su autonomía y preponderancia regional. Yendo a la raíz del

desacuerdo, Múnera analiza como la estabilidad política lograda en los siglos XVI y XVII encubría la existencia al interior de las colonias, de espacios autónomos e identidades regionales mediadas por una geografía fragmentada y un estado precario de las comunicaciones: ''Probablemente en ninguna otra parte de Latinoamérica esta autonomía regional exhibió manifestaciones más extremas que en lo que es ahora el territorio de

Colombia o la vieja Nueva Granada'' (Múnera Cavadía, 1996). También ha demostrado que en el interior de Colombia la independencia de España resultó en "la derrota del proyecto de autonomia política del Caribe colombiano, la creación de un Estado andino y la consolidación de un discurso nacional que tenía corno uno de sus ejes una imagen negativa de

La Habana, junto con Veracruz y Cartagena, puntos

lo caribe" (ídem.). La nueva república hizo de la costa caribeña y su gente la imagen del "otro", como parte de la construcción de la identidad andina, asumida como la de la nación "colombiana"J.l2l Se había producido un

finales de la trayectoria transatlántica, se convirtieron en ciudades mercantiles o burguesas, conservadoras de la

borramiento de lo caribe, como "necesidad" de la construcción de una nación andinizada, a tal punto que la costa comenzó a ser "atlántica". El

variedad idiomática nacida en Las Antillas, igual que otras zonas alejadas de la Corte y de las cortes virreinales; pero

proceso "antropofágico" de lo caribe, por medio del cual las élites

aventura del español en América (1998), señala como:

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políticas e intelectuales andinas se "inventaron" la nación colombiana,

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x¡ Ensayo continuó durante los siglos XIX y XX. La poderosa figura literaria de Luis Carlos López -con quien por prime:a vez: la provincia. emerge en la lírica colombiana, de manera muy especral el htoral del Canbe y Cartagena misma (Holguín, 1989: 27)- y la

presencia de Jorge Arte!, con su reivindicación de la identidad negra

contribuyeron por oposición a promover una nueva imagen de lo costeñ~

en la vida cultural de la nación. Según Arte!: "El costeño es un complejo de contemplación y de acción, de rebelión y de romanticismo, de espiritualidad y de pragmatismo, como si la eterna visión del mar le diera todo ese conjunto de disposiciones temperamentales contradictorios que hacen de él un hombre un poco raro, pero en todo caso atrayente y muy

humano" (sic.), le dice el poeta a Lácides Moreno Blanco en una entrevista (Arte!, 1944). Tanto en la prosa de ficción, como en sus ensayos, es evrdente la preocupación de Arte! por "realzar el folklore costeño restablecer los nexos africanos y conseguir una integración de lo costeño'

lo africano y lo indígena dentro del panorama cultural y social del país': (Prescott, 1996: 58). Pero es sólo con el reconocimiento internacional de la obra de Gabriel

García Márquez -la cual se enfrentó a todos los prejuicios culturales y buscó hacer entrar la cultrna costeña en el panorama de la cultura dominante- que se abrió el proceso que Jacques Gilard llama "tropicalización del altiplano" (Gilard, 1986: 41 - 46). La nueva idea de

Revista Literaria sentido, los primeros estudios lingüísticos estaban orientados con una

visión que apuntaba a reducir la diversidad. El proyecto lingüístico liderado por Miguel Antonio Caro y Rufino José Cuervo, era parte de un proyecto político conservador que tenía como banderas la discriminación

racial de la población no blanca, la imposición de la fe católica y la promoción del uso de un español castizo. Este proyecto lingüístico conservador ha seguido teniendo seguidores hasta el presente y una de sus más nefastas consecuencias ha sido que, según los expertos en planeación

lingüística, en Colombia hasta la década de los 80 proporcionalmente venía desapareciendo una lengua cada diez años (6-7). La Constitución Política de Colombia de 1991 ha reconocido, por lo menos en el papel, el carácter multicultural y plurilingüe de la uación colombiana, lo que ha penuitido que la Guajira establezca el wayúu como lengua oficial, y San Andrés y Providencia su lengua criolla local de origen afroinglés (Pineda Camacho, 1997: 131). Particular carisma ofrece en la región, el difundido estudio de la variante dialectal conocida como "el 'costeño!' o 'español costeño' del litoral Caribe de Colombia, [que] incorpora una gran variedad de modalidades fácihnente diferenciables para un observador atento, en los departamentos colombianos de Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, Cesar y Guajira''lJJ.l (Cury, s. f.). Es nuestro parecer, que cualquier análisis sobre la variante caribeña del

nación que imponen los medios tiene su mejor expresión en éL García Márquez rompe con el nacionalismo estrecho de las élites andinas al hacer de su obra el reflejo doble de la "particularidad costeña y la

español usado en Colombia, debe realizarse desde la concepción de su pertenencia al contexto cultrnal y lingüístico del Gran Caribe. Al cubano Juan Ignacio de Armas, en su libro Orígenes del lenguaje criollo (1882) corresponde la primera propuesta para establecer las zonas dialectales en

supranacionalidad caribeña" a un tiempo (Gilard, 1985).

Hispanoamérica. De las cuatro zonas que propone, la primera es el Caribe,

Corresponde entonces reubicar esas "naciones prohibidas", que han resultado de un Estado y nación presentados "como ficciones jurídicas, como órdenes del discurso, negadores de las diferencias regionales y la diversidad política, social y cultural- acción social que se realizó en contra de la existencia en el territorio de diversos pueblos históricos que se identifican con su región geográfica, que están separados por relaciones

que abarca Las Antillas, Venezuela y Colombia, que en esa época comprendía la actual Panamá (López Morales, 1992: 32). Dice Juan Ignacio de Artnas en su libro citado que:

de poder y prácticas sociales distintas y por historias particularmente vividas" (Borja, 2000: 184). Zonas dialectales del español y hablas del Caribe colombiano

Llamo lenguaje criollol.Hl, a falta de mejor nombre, al conjunto de voces y construcciones peculiares, de uso

corriente y general en las islas de Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico, en las repúblicas de Venezuela y Colombia, y en alguna parte de Centro América... Hoy constituye un cuasi dialecto castellano, que comprende el litoral del mar Caribe, y que será sin duda, para una época aún remota, la

La profesora María Trillos Amaya en su libro Ayer y hoy del Caribe colombiano en sus lenguas (2001), señala la existencia en Colombia de políticas lingüísticas discriminatorias que privilegian la imposición del español en todo el territorio nacional (Trillos, 2001: 6-7). En este mismo

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base de un idioma, hijo del que trajeron los descubridores y colonizadores de América (cit. en López Morales, 1998: 105-106).

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Ensayo En las primeras décadas del siglo XX, Pedro Henríquez Ureña, en su libro Observaciones sobre el español en América (1922) establece cinco zonas, de las cuales la segunda vuelve a ser el Caribe, entendido ahora como Las Antillas, las costas y los llanos de Venezuela y probablemente el norte de Colombia. Esta división dialectal ya había sido comunicada por Henríquez Ureña a Alfonso Reyes en carta que le enviara en 1919 ' refiriéndose al segundo como el "Grupo del mar Caribe": ... es el grupo donde se habla el castellano más castizo de toda América. Sus subgrupos: a) Las Antillas: Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico ( ... ) b) Venezuela y parte de Colombia; e) La otra parte de Colombia; no sé dónde puede trazarse la línea divisoria, pero sé que en Colombia hay por lo menos dos tipos de lenguaje; la gente de la costa del Caribe habla más como la gente de Venezuela que como la del Caribe (cit. en Lebrón Saviñón, 1992: 133). José Pedro Rona en el texto "El problema de la división del español americano en zonas dialectales", incluido en su libro Presente y futuro de la lengua española (1964), se apoya en las isoglosas de las que surgen 16 zonas dialectales, de las cuales la primera aparece integrada por México, salvo el interior de Yucatán y regiones fronterizas de Guatemala, Las Antillas, las costas de Venezuela y Colombia y la mitad oriental de Panamá (215-226). Por último presentamos la propuesta de clasificación dialectal de Juan Clemente Zamora y Jorge Guitart en su Dialectología hispanoamericana (1982), quienes señalan nueve zonas (Ver tabla 1). Lingüísticamente, el español americano se puede caracterizar a partir de tres rasgos principales: la pronunciación de la /s/ posnuc1ear, la existencia de /x/ Uota velar) pronunciada mayoritariamente como laríngea /h!, y el voseo (Trillos, 2001: 100). Por otro lado el español colombiano puede subdasificarse, visto hacia adentro, en tres áreas dialectales: Caribe, por el debilitamiento de !si implosiva (zona 1); Pacifico, por el debilitamiento de !si implosiva más el uso del voseo (zona 5); Andino, por el mantenimiento de /s/ implosiva (zona 4). Los rasgos principales del dialecto caribe, objeto de nuestro interés, serían: la aspiración y pérdida de !si, la presencia de un fonema faríngeo !ji en vez de /x/, el uso generalizado del tuteo, el uso localizado del ustedeo para casos de extremo respeto o mostración de disgusto y la presencia de un voseo muy particular en zonas muy restringidas del Cesar y la ribera del río Magdalena, en la Depresión Mompoxina (Trillos Ama ya, 2001: 101). La presencia o ausencia relativa de estos rasgos, permite establecer

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Jos siguientes subdialectos del dialecto Caribe: Habla vallenata con dispersión hacia la Guajira: voseo +[tarde] [altar]. Habla safiUlria con dispersión hacia Cesar y Atlántico: escaso debilitamiento de-s [tarde] [altar]. Habla cartagenera con dispersión hacia las sabanas y el Atlántico: pérdida de-s+ [tadde] [attar]. Habla mompoxina con dispersión hacia la Mojarra: pérdida de-s+ [taide] [aitar]. Habla insular: epicentro de San Andrés: presencia de todos los rasgos anteriores + no-debilitamiento de -s. Habla barranquillera: confluencia de todos los rasgos.

Zonas limiliísticas Zona 1

Procesos lingüísticos

Regiones geográficas

Aspiración o pérdida de-s Articulación glotal de j Presencia de tuteo

Antillas Costa oriental de México :Mitad oriental de Panamá Costa caribe colombiana Venemela (menos la cordillera)

Zona2

Conservación de s J velar Ausencia de voseo

México (sin la costa oriental) Zona limítrofe de Guatemala con México

Zona3

Aspiración y pérdida de s Glotalización de j Presencia de voseo Conservación de-s Glotalización de j Presencia de tuteo y voseo Aspiración o pérdida de-s J glotal Presencia de tuteo y voseo Debilitamiento y pérdida de -

Centroamérica y áreas de México colindantes

Zona4

ZonaS

Zona6

Colombia sin las costas Cordillera venezolana Costa pacifica colombiana Ecuador Cosa del Perú (sin el extremo sur)

S

J glotal Zona 7

Zona 8 Zona9

Ausencia de voseo Conservación de-s y J velar

Aspiración y pérdida de -s J velar/ voseo v tuteo Pérdida y aspiración de-s Presencia de voseo

Ecuador y Perú (menos las áreas Presencia de voseo y tuteo anotadas antes) Chile Oriente de Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina (excepto el noroeste)

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Ensayo Tabla 1: Zonas dialectales de Hispanoamérica (Zamora y Gruta t,

1982)

r

Otra particularidad del español usado en el Caribe está, según varios autores, en el aporte africano. López Morales considera que:

estos rasgos, como la sustitución de 'r' en vocal 'i', son aún observables en

el habla popular de Cartagena de Indias, aunque López Morales refiere que la vocalización de 'r' y '1': "Se da en Colombia (pueico, eimana, ei marido, Delfina, en los departamentos de Nariño y Cauca) ... " (1998: 95) Así hemos escuchado a un amplio número de cartageneros pronunciar: Caitagena, ceiveza, etc.

La presencia lingüística negra en el Caribe ha arrojado tres situaciones diversas: los palenques y otros casos de supuesta creación de lenguas crioiias afrohispanas, la pervivencia de lenguas africanas en rituales religiosos y en cantos populares y su influjo en el español general de la zona, y el vocabulario de origen africano que ha pasado a formar parte del habla común en la región (1998: 82-83). Autores corno Germán de Granda han ido más lejos, siendo consecuentes con el aporte lingüístico africano al español de América al sustentar la existencia de una lengua criolla de origen africano:' el palenquerol.l21 y dejar abierta la posibilidad para la aparición de otros criollos, preferentemente en la costa pacifica colombiana. Sin embargo de Granda es pesimista con respecto al estudio de aportes no léxicos de los africanos al español hablado actualmente en zonas urbanas del Caribe colombiano, los que considera ocultados por el continuo contacto lingüístico. Esta ocultación del aporte negro a la cultrna y al uso del esp~ol e~ Colombia, se hace evidente si se comparan las profusas mamfestacwnes de las culturas de origen africano en Cuba y Brasil con la "palidez" de estas en el Caribe colombiano, por ejemplo, en Cartagena de Indias. Este blanqueamiento del aporte africano estaría motivado por la terminación relativamente temprana de la importación de esclavizados africanos, que continuó en Cuba, así como al intenso proceso de aculturación y represión desarroiiado por instituciones coloniales corno el Tribunal de la Inquisición en Cartagena de Indias y continuado durante la República. Las novelas costumbristas caribeñas del siglo XIX presentan: "El habla de los primeros [los negros de África] está caracterizada en su pronunciación por la pérdida de la 's' final -apena(s), atrá(s), misijo(s) 'mis hijos', cru(z)-, por el trueque de 'r' en '1' o en vocal 'i' -talde polque, tabelnero, peidona, poique, tabaina, faitaba- y, viceversa, 1~ pronunciación 'ñ' e lugar de '11' -ñamen, ñamao -, la pérdida de 'd' intervocálica -perdía, toos, desplumao, mieo, gobemao -. La pérdida de la 'r' final-po, mata, sabe- y la aspiración de la 'h' inicial-josiquisto,jará -. Entre otros menos sistemáticos" (López Morales, 1998: 93). Algunos de

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López Morales indica que la influencia de las capitales en aquellos territorios en que conviven varias normasll.Ql, como en México, Colombia, Ecuador y Venezuela, en los que se manifiestan las llamadas "tierras altas" y "tierras bajas", se da por la imposición del "modelo de corrección y buen decir'' de las ciudades capitales como México, Santafé de Bogotá, Qnito y Caracas: "La ciudad terminó triunfando sobre los inmigrantes rurales: no solo ha conservado su personalidad y su poder

lingüístico, sino que discrimina a quienes no se integran a sus normas" (1998: 211).

Variación y políticas lingüísticas hacia el Caribe colombiano: de las gramáticas a la exclusión

En este apartado seguiremos ampliamente el artículo: "Cartografía de la sociedad disciplinaria: antesala de la sociedad de control en Venezuela" (2000), de la profesora venezolana Beatriz González Stephan, quien expone de manera muy coherente el entrelazamiento que se produce entre los distintos mecanismos de control social para construir al ciudadano y a la nación, en el proceso de advenimiento de la modernidad en América Latina: ... el ejercicio del poder en las sociedades modernizadas- o al menos que se abocaban a serlo - se vehiculizaba a través de la proliferación de una serie de instituciones (taiieres, escuelas, correccionales, hospicios, manicomios, cárceles) y de prácticas discursivas (constituciones, registros, censos, mapas, gramáticas, diccionarios, manuales de urbanidad y tratados de higiene) que conformaban todo un conjunto de "tecnologías especializadas" e instituciones del orden público que coercionaban, controlaban, sujetaban y regulaban con docilidad el movimiento de los cuerpos para hacer de ellos subjetividades domesticadas (sujetos del Estado) y para poder neutralizar los peligros de agentes descentrados (González Stephan,2000:7 -8)

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Ensayo . Con anterioridad hemos ya abordado el papel de las prácticas d1scurs~vas como tecnologías de control, dirigidas hacia la uniformación de los mtegrantes de la nación; acá nos interesa enfocar el papel de los diccionarios y gramáticas en el establecimiento de políticas lingüísticas. Al respecto refiere González Stephan que: "Constituciones, gramáticas manuales, corno géneros_ ~iscursivo_s, _constituyeron a través de sus leyes ~ normas . un campo pohctal de vtg¡lancia y ortopedia que captaba e namovthzaba al cwdadano ( ... ) En estos casos la identificación entre escritura/disciplina/poder y vigilancia corre paralela con el acto fundacional de la ciudadarúa (9)". Alvin Kernan coincide con Stephan en que productos lingüísticos como los diccionarios implican una intensa lucha por el poder lingüístico: "Como resultado de esta confianza dictada por el sentido común en el lenguaje y su verdad, aquellos que pueden dar forma al lenguaje pueden también determinar qué es la realidad y qué es la verdad. Un diccionario es uno de los medios primordiales de reclamar y ejercer este tipo de poder lingüístico" (Kerrnan, 1993: 155). También hemos abordado desde una perspectiva histórica como el proceso de construcción de la idea de la nación colombiana implicó la negación de grupos humanos ubicados en zonas fronterizas, privilegiando el centralismo político y cultural. Para González Stephan: ... es un hecho que el proyecto de nación y ciudadanía fue un imaginario de minorías que se postuló como expansivo, y que efectivamente tuvo la capacidad de englobardomesticar a comunidades diferenciales que ofrecían resistencia a costa de no fáciles negociaciones. En una doble dirección (centrípeta y centrífuga), el cuerpo escnturado de disciplinas -incluyendo las constitucionestuvo como tarea incorporar y modelar a los grupos sociales y,. contrariamente, expulsar a aquellos que no lograban numellzarse con las normas (9-10). Este proceso se hace más evidente en sociedades multiétnicas como la colombiana, donde un alto porcentaje de los nuevos sectores medios no er~ totalmente blancos. En estos casos: " ... extremar la limpieza o cuidar meticulosamente los movimientos del cuerpo y educar la dicción no era un asunto de estricta higiene corporal o lingüística, sino un problema de Estas serán las marcas de su distinción social ( ... ) diferenciación/distinción con los de abajo, con los negros, mestizos, pardos, zambos, indios, rotos, serranos, llaneros, costeños y gauchos (11)".

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Revista Literaria Pineda Camacho - siguiendo a Malean Deasilll - insiste que en el caso colombiano, la hostilidad hacia la diferencia cultural y lingüística, fue una de las banderas políticas de una élite política y social que buscaba la legitimación de su poder en el dontinio de la gramática española. Lengua y poder llegaron a estar tan relacionadas" ... que por lo menos tres o cuatro presidentes de finales del siglo [XIX] escribieron textos de gramática y ortografía; o algunos fueron expertos latinistas en un ambiente de preocupación por la pureza del idioma, del buen hablar y de una correcta escritura, compartida tanto por políticos conservadores como liberales" (Pineda Carnacho, 2000: 14 ). La Constitución de 1886 -redactada por un liberal, Rafael Núñez, y un conservador, Miguel Antonio Caro-, que rigió en Colombia hasta finales del siglo XX, significa la asunción oficial por el Estado de una política discrintinatoria y de persecución de la diferencia cultural y lingüística. En ella no se hace mención de las comunidades indígenas y afrocolornbianas, cuya incorporación a la nación se reglamenta poco después en LUla ley en que se refería a ellas como "tribus bárbaras" o "salvajes". Esta reglamentación condujo a la castellanización voluntaria o forzada de estas comunidades. No olvidemos que este mismo Caro que participa en la redacción de la carta magna, es a un tiempo uno de los fundadores de la Academia Colombiana de la Lengua y autor de: Gramática de la lengua latina (1867) y Tratado del participio (1870), entre otras obras de erudición latina y gramatical. Con respecto a Núñez, el más renombrado de los pensadores y políticos costeños del siglo XIX, condujo, ... "en alianza con la más aristocrática de las elites santafereñas, la más férrea centralización andina del poder en Colombia" (Múnera, 1996). Al respecto señala González Stephan que: Constituciones, gramáticas y manuales comparten en su espíritu nuclear el ser discursos que en su forma de leyes, reglamentos y normas no sólo previenen de la infracción o error, del castigo o culpa, sino que asumidos sistemáticamente a través del ejercicio continuo van formando un cuerpo policial subjetivado, una represión interiorizada en cada individuo. No persiguen el castigo sino la prevención. Se mueven en el campo de las prohibiciones y de las amenazas sistemáticas para infundar la adecuada dosis de temor en cada individuo ante su posible exclusión o marginamiento de los escenarios legitimados por la autoridad estatal (2000: 12).

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Ensayo En esto coinciden Bourdieu y Francis, como hemos visto, al referirse a que el hablante, al verse compugnado a vender sus productos lingüísticos en el mercado de trabajo, opta por adecuar su habitus lingüístico a las prácticas tenidas por prestigiosas en el contexto social y cultural en que se desenvuelven. Miguel Antonio Caro y Rufino José Cuervo, continuaron la labor adelantada por Audrés Bello con su Gramática de la lengua española (1847), en una labor que era a la vez lingüística y política. Según González Stephan: Aunque en la configuración de la ciudadanía intervienen numerosos y complejos factores, uno decisivo fue la gramática, en el sentido - y así lo pensaba Audrés Bello de ser una de las instancias éticas, jurídicas y políticas con mayor poder de intervención para la constitución de la ciudadanía y como discurso fundacional del Estado moderno. La imposición (a través de una pedagogía obligatoria) de una estructura normatizadora de la lengua erradicaría no sólo los 111 hábitos viciosos", "defectos" y "barbarismos groseros" de ''las gentes de poca instrucción", sino también impedáría la proliferación de "multitud de dialectos irregulares, licenciosos y bárbaros" en el continente hispanoamericano, "oponiendo estorbos a la difusión de las luces, a la ejecución de las leyes, a la administración del Estado, a la unidad nacional (2000: l314)ill!l

Las Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano (1867-1872), de Rufino José Cuervo, es consideraba la obra fundacional de la dialectología hispanoamericana, aunque fue concebida originalmente como un libro de correcciones idiomáticas (Montes Giralda, 1995: 124). Las ideas de Cuervo apuntaban hacia la conservación del castellano peninsular, a la destrucción de las diferencias dialectales y a una concepción prescriptiva y elitista de la lengua, como muestran los siguientes apartes tomadas de la obra mencionada: . . .nadie hace tanto por el hermanamiento de las naciones hispano-americanas, corno los fomentadores de aquellos estudios que tienden a conservar la pureza de su idioma, destruyendo las barreras que las diferencias dialectales oponen al comercio de las ideas ( ... ) el día que se presumiese componer gramáticas y diccionarios

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exclusivamente americanos, se carecería para ello casi absolutamente del ejemplo de los más acreditados hablistas y, en general, de las personas cultas (Cuervo, 1955: 67).Jl2l Es necesario continuar estudiando como la obra de Caro y Cuervo contribuyó a la construcción de una idea de la nación colombiana que excluía a amplios sectores de la población, que habitaban en regiones marginales con respecto al centro andino, sin embargo, podernos concluir preliminarmente que sus gramáticas y diccionarios constituían "discursos fundacionales de fronteras", al decir de González Stephan, pues: "Su propio lenguaje está forjado a partir de la prohibición. Una cadena de compuertas que permiten y prohíben el ser o no ser ciudadano, el tener un cuerpo y ocultarlo, el tener una lengua para modificarla o silenciarla" (2000: 18). Por supuesto que, en el caso de la nación colombiana, aquellos que quedaron cultural, social, política y lingüísticamente "prohibidos" en su condición de ciudadanos, fueron Jos habitantes de las regiones costeras del país, en especial los del Caribe colombiano, que opusieron distintas formas de resistencia lingüística y cultural, contra la exclusión de que fueron objeto. Por eso coincidimos con González Stephan cuando concluye con la suposición de que: .... "aquello que se ficcionalizó como "barbarie" cuerpos 1'ilegales", atrapados en sus "pasiones'~, y en el ,mal decir" de sus lenguas- fue la forma de culturas que se resistieron a la modernización y a su cosificación occidentalizada. Las prácticas efectivamente no legales (porque las rige otra lógica moral) de estos sectores sociales y culturas son negatividades que se resisten a entrar en una economía del control para el mercadeo" (2000: 25).

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Revista Literaria Ensayo 4 l l ... "which

are varieties of a language used by groups smaller than the total community of of the language (. .. ) which may differ _from one another alon_g .all the many dimenswns oflanguage content, structure, and functwn: vocabulary, pronunCiation, grammar ' usage, social fimction, artistic and literary expression". 151 "There are, of coursc, geographical barriers here as well, but the major influence is that of political and social alleglance. In fact, political and social, and to sorne degree literacy affiliation may create supposed Ianguage boundaries where no real ones exisf' (Francis' 1987; 2). •• 161 "This has led sorne dialectologists to conclude, with Gaston Paris, that dialect boundaries are a myth. And ifthere are no dialects boundaries, how can we say that there are dialects?" 7 l ... "in those countries where education is no longer the privilege of an elite group but is available to the masses, teachers are afien faccd with pupils or even whole classes whose speech is a dialect different in many ways from that the teacher himself or that of the educational, po!itical, economic, and social establishment. This poses a problem for the teacher, for the school system, and for society as a whole." 18 l .. "that non-standard dialect is a cmrupt and degenerate version of the standard, may be maintained and enforced. This imposes the difficult task of teaching the standard and attempting to eradicate the non-standard. ( ... )In extreme cases, this attitude may break down the cooperative relation between teacher and pupils which is essential for a successful school wogram. 9 l... "the school may adopt the position that since a person's speech js an intimate part ofhis personality, any attempt to change it without the voluntary and enthusiastic parti.cipation of the person himself is bound to be resisted as a personal attack. Hence whatever version ofthe language the pupils use is to be accepted and encouraged". 110lEl resaltado en el original. l1ilTraducción personal a partir de; "Most students today will agree that standard national languages, spoken or written, cannot emerge as such befare printing, mass literacy and henc~e, mass schooling" [llJVéase: Múnera, Alfonso. "El ilustrado Francisco José de Caldas y la creación de una imagen de la nación". Cuadernos de Literatura. (Bogotá) 4 (7- 8), en.- dic., 1998. [JJJCury se propone demostrar que el "costeño{" es "un dialecto y que posee sus variedades diatópicas y diastráticas: el "costeño! indiano", el "afrocosteñol", el "castellano" y el "corronchol". Véase además: Cury Lambraña, José Elías. El costeño!: "un dialecto con toda la barba". Sincelejo, Sucre: Ediciones CECAR, 2000. r147 Debe aclararse terminológicamente que para este autor "criollo" se refiere a la variante regional de uso del español y no a la acepción que este término adquiere en el campo de la etnolingüística. llSJ La hipótesis criolla, a la que se opone López Morales, sustenta que: "Entre el núcleo lingüístico africano (yoruba, bantú, etc.) y la adquisición del dialecto hispánico de cada región seria necesario intercalar otra etapa en la que los hablantes negros utilizarían una variedad criolla, emparentada con la que todavía hoy se maneja como lengua de relación en algunas zonas africanas: lenguas criollas de base léxica portuguesa. De esta manera el proceso de castellanizadón no se iniciaría a partir de la lengua materna africana, sino desde un criollo aportuguesado" (López Morales, 1998: 85). 1161 "Norma prescríptiva: Es la explícitamente formulada y programada por instituciones que mediante ella pretenden mantener la unidad del idioma. Aunque esta norma coincide en lo fundamental con la norma consuetudinaria real de un dialecto (por ejemplo el español con la norma castellana), es de ordinario un modelo abstracto que se busca realizar en las formas más exigentes de la comunicación. pero que casi nunca tiene vigencia en el habla corriente" (Montes Giralda, 1995: 28). speak~s

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er de la gramática y otros ensayos sobre historia, política y p7lyéase· Malcon D eas. D e l P Od · ¡ h" Bogotá· Tercer Mundo 1993. literaturas ca om ranas. d. millas' han sido tomadas por Gonz.ález Stephan de: [18lLas citas de Bello pres_enta as ente co d 1 1 a castellana" y "Prólogo a la Gramática Andrés Bello. "Advertencl~S s~br~l~s~soe ¿~~;americanos", recogidos en Antología de de la ~Leng¡¡ua RCa~tleSll~n: c:~tr~a(ed.). Santiago de Chile: Edit. Zig-Zag, pp. 184-206 y 207Andres Be o, au v Zl6, respectivamente. f19l Las negrillas son nuestras.

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