El edificio singular del Vial Norte del Plan Parcial Renfe. Estudio arquitectónico

July 12, 2017 | Autor: Felix Arnold | Categoría: Al-Andalus, Islamic art and architecture, Islamic art and archaeology
Share Embed


Descripción

anejos de anales de

arqueología

cordobesa AnAAC [ 2 ] 2009-2010

Córdoba, 2010

Revista publicada por el Grupo de Investigación Sísifo (P.A.I., HUM-236), de la Universidad de Córdoba, y la Gerencia Municipal de Urbanismo de Córdoba, en el marco de su convenio de colaboración para la realización de actividades arqueológicas en Córdoba, entendida como yacimiento único. www.arqueocordoba.com

comité de redacción Directores

Desiderio VAQUERIZO GIL (Universidad de Córdoba) Juan Fco. MURILLO REDONDO (GMU, Ayto. de Córdoba) Secretarios

José A. Garriguet Mata (Universidad de Córdoba) Alberto León Muñoz (Universidad de Córdoba) Vocales

Alicia ARÉVALO JIMÉNEZ (Universidad de Cádiz) Silvia CARMONA BERENGUER (Convenio GMU-UCO) Isabel FERNÁNDEZ GARCÍA (Universidad de Granada) Eduardo FERRER ALBELDA (Universidad de Sevilla) Bartolomé MORA SERRANO (Universidad de Málaga) Dolores RUIZ LARA (GMU, Ayto. de Córdoba) Nuria de la O VIDAL TERUEL (Universidad de Huelva)

Evaluadores Externos Agustín AZKÁRATE GARAI-OLAÚN (Universidad del País Vasco) Julia BELTRÁN DE HEREDIA BERCERO (Museu d'Historia de la Ciutat, Barcelona) Gian Pietro BROGIOLO (Università di Padova) Juan M. CAMPOS CARRASCO (Universidad de Huelva) Teresa CHAPA BRUNET (Universidad Complutense de Madrid) Patrice CRESSIER (CRNS, Université Lyon 2) Simon KEAY (University of Southampton) Paolo LIVERANI (Università di Firenze) Francisco REYES TÉLLEZ (Universidad Rey Juan Carlos, Madrid) Joaquín RUIZ DE ARBULO BAYONA (Universitat de Lleida)

Correspondencia e intercambios Área de Arqueología, Facultad de Filosofía y Letras Plaza de Cardenal Salazar, 3. 14003 CÓRDOBA Tel.: 957 218 804 - Fax: 957 218 366 E-mail: [email protected] www.arqueocordoba.com

Foto de portada: Triclinio, zona media de la pared de la domus del parque infantil de tráfico de Córdoba, decoración figurada, sátiro (Fotog. Á. Cánovas, © Convenio GMU-UCO). D. L. CO: 857/2010 I.S.S.N.: 1888-7449 Confección e impresión:

Imprenta San Pablo, S. L. - Córdoba www.imprentasanpablo.com

La dirección de AnAAC no se hace responsable de las opiniones o contenidos recogidos en los textos, que competen en todo caso a sus autores

AnAAC

N.º 2

Córdoba

2009-2010

issn 1888-7449

ÍNDICE Pág. 11 / 18 Garriguet Mata, José Antonio: “Samuel de los Santos Gener y los inicios de la Arqueología Urbana en Córdoba”.

Arqueología Clásica Pág. 21 / 44 Rodríguez, M.ª Carmen: “El poblamiento rural del Ager Cordubensis: Patrones de asentamiento y evolución diacrónica”. Pág. 45 / 72 León Pastor, Enrique: “Portus Cordubensis”. Pág. 73 / 86 Cánovas Ubera, Álvaro; Castro del Río, Elena; Vargas Cantos, Sonia: “Intervención arqueológica preventiva en la nueva sede de EMACSA (Avda. Llanos del Pretorio, Córdoba)”. Pág. 87 / 102 Gutiérrez, M.ª Isabel; Mañas Romera, Irene: “Los pavimentos del Convento de Jesús Crucificado, Córdoba”. Pág. 103 / 120 García, Begoña; Pizarro, Guadalupe; Vargas, Sonia: “Evolución del trazado urbanístico de Córdoba en torno al Eje Tendillas-Mezquita. Hallazgo de una cisterna romana de abastecimiento de agua”. Pág. 121 / 140 Castro, Elena; Cánovas, Álvaro: “La domus del Parque infantil de Tráfico (Córdoba)”.

Arqueología Medieval Pág. 143 / 182 Casal, M.ª Teresa; Martínez, Rafael; Araque, M.ª del Mar: “Estudio de los vertederos domésticos del arrabal de Šaqunda: Ganadería, alimentación y usos derivados” (750 - 818 d.C.) (Córdoba). Pág. 183 / 230 Murillo, Juan F.; Ruiz, Dolores; Carmona, Silvia; León, Alberto; Rodríguez, M.ª Carmen; León, Enrique; Pizarro, Guadalupe: “Investigaciones Arqueológicas en la Muralla de la Huerta del Alcázar (Córdoba)”. Pág. 231 / 246 Pizarro, Guadalupe: “El alcantarillado árabe de Córdoba II. Evidencia arqueológica del testimonio historiográfico”. Pág. 247 / 274 Arnold, Felix: “El edificio singular del Vial Norte del Plan Parcial RENFE. Estudio arquitectónico”. Pág. 275 / 288 León Pastor, Enrique; Dortez, Teresa; Salinas, Elena: “Las áreas industriales en los arrabales de al-Yanib al Garbi de Qurtuba. El alfar del Cortijo del Cura”. [ 9 ]

Pág. 289 / 302 Salinas, Elena; Vargas, Sonia: “Un pozo tardoalmohade en el Hospital de Santa María de los Huérfanos de Córdoba”. Pág. 303 / 326 Martagón, María: “Qurtuba y su territorio: una aproximación al entorno rural de la ciudad islámica”. Pág. 327 / 342 Larrea Castillo, Isabel; Hiedra Rodríguez, Enrique: “La lápida hebrea de época emiral del Zumbacón. Apuntes sobre arqueología funeraria judía en Córdoba”. Pág. 343 / 362 Cánovas, Álvaro; Salinas, Elena: “Excavaciones Arqueológicas en el entorno de la Iglesia de Santa Marina de Córdoba”.

Publicaciones Pág. 365 / 382 Convenio GMU-UCO. Publicaciones y actividades 2008-2010.

Normas de redacción y presentación de originales Pág. 383 / 386 Normas de redacción y presentación de originales.

[ 10 ]

N.º 2

Córdoba

2009-2010

Pág. 247 / 274

El edificio singular del Vial norte del Plan Parcial RENFE. Estudio arquitectónico Felix Arnold Instituto Arqueológico Alemán, Madrid ✉✉ [email protected]

Resumen En el marco de una excavación de urgencia, en la zona norte del extrarradio de la Córdoba islámica, se descubrió un extenso conjunto de edificios que probablemente haya sido la residencia de un alto funcionario de la segunda mitad del siglo X. Basándose en lo que se ha conservado de los cimientos es posible reconstruir la planta del complejo palatino, además de permitir algunas reflexiones sobre la estructura, el aspecto original y la utilización del edificio. Siguiendo en esta línea, el conjunto comprendía cinco patios residenciales –dos de los cuales estaban ajardinados– y otros dos de servicio. El trazado de los cimientos es estrictamente geométrico y se basa en un ana de 47 cm. La distribución del edificio principal sigue modelos orientales y muestra un estrecho paralelismo con el palacio de Ašı–r, en la actual Argelia. Palabras clave: complejo palatino, califal, análisis arquitectónico, modulación.

A b s t ra c t During a salvage excavation in the northern suburb of Islamic Córdoba a large building complex was discovered which may be interpreted as the residence of a high functionary of the caliph dating to the late 10th century a.D. Based on the foundation remains, the article proposes a reconstruction of the ground plan of the building and suggests an analysis of its structure, original appearance and function. The palace seems to have comprised a core building with five courtyards –two of which were designed as gardens– as well as two courtyards used as service areas. The ground plan follows a simple geometric scheme based on cubit measurements of 47 cm. The disposition of the core building may be compared to oriental prototypes. A very close parallel seems to be the palace of Ašı–r in present day Algeria. Keywords: palatine complex, caliphal, architectural analysis, modulation.

Introducción La remodelación urbanística de la zona ferroviaria situada al norte del casco antiguo de Córdoba (Plan Parcial de RENFE), como consecuencia de la construcción del trayecto del AVE Madrid-Sevilla, hizo necesario llevar a cabo numerosas excavaciones arqueológicas de urgencia. En el año 1997, durante estas excava-

issn 1888-7449

anejos de anales de arqueología cordobesa

AnAAC

[ 247 ]

Felix Arnold

Fig. 1. Situación del edificio singular en el área urbana. © Convenio GMU-UCO.

[ 248 ]

ciones, en el Corte 4 se descubrió una amplia superficie ocupada por un conjunto palaciego islámico de finales del siglo X (Fig. 1). En el marco del Convenio entre la Gerencia Municipal de Urbanismo y la Universidad de Córdoba se llevaron a cabo dos campañas de excavación durante las cuales se descubrieron grandes áreas del conjunto. La dirección estuvo a cargo de Juan Murillo Redondo, Rafael Hidalgo Prieto y Ángel Ventura. Básicamente se excavaron dos grandes superficies. Las dimensiones del área Sur se establecieron tomando como referencia el tamaño y orientación de una calle proyectada y construida en esta zona, la actual Avenida de la Libertad. Una vez finalizada la campaña de excavación de 1998 se publicaron dos informes (MURILLO et al., 2003; VENTURA et al., 2003), así como una monografía sobre la necrópolis tardoantigua hallada bajo el conjunto palaciego islámico (SÁNCHEZ, 2003). Recientemente se ha publicado un artículo sobre los hallazgos cerámicos de la referida excavación (SALINAS PLEGUEZUELO, 2008).

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

El edificio singular del Vial norte del Plan Parcial RENFE. Estudio arquitectónico

Hay que agradecer su generosidad a D. Juan Murillo, director de la excavación, gracias al cual el autor ha podido hacerse cargo del análisis arquitectónico de este conjunto residencial islámico, cuyos resultados se exponen a continuación.1

Fig. 2. Plano de los restos documentados. © Convenio GMU-UCO.

1. Arquitectura 1.1. Estructura Del gran complejo residencial que se descubrió 1997 en el Vial norte del Plan Parcial de RENFE sólo se conservan algunos restos (Fig. 2), es decir, en general sólo la parte más profunda de los cimientos, formados por sillares de piedra arenisca, e incluso en algunos cortes sólo las zanjas de cimentación. Todo ello dificulta mucho la investigación del edificio, dado que el hallazgo mismo prácticamente no facilita información directa sobre cómo se planificaron los espacios, cómo estaban comunicados entre sí y cómo se dispusieron los vanos. Sin embargo, el análisis del tamaño de las habitaciones y de su respectiva ubicación hasta cierto punto permite reducir las posibilidades sobre cómo pudo estar estructurado el complejo.

1 

Traducción de María Díaz Teijeiro. Una versión en alemán está publicada como Arnold

2010.

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

[ 249 ]

Felix Arnold

Fig. 3. Identificación de las unidades espaciales.

Fig. 4. Las unidades espaciales y su demarcación.

[ 250 ]

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

El edificio singular del Vial norte del Plan Parcial RENFE. Estudio arquitectónico

Los patios (Figs. 3, 4 y 5) Los espacios A y B se pueden identificar con seguridad como patios ajardinados basándose en las albercas y andenes que contienen. Otra alberca de un tamaño extraordinariamente grande se encuentra en el espacio C (es decir, X y AB), que por su amplitud también tuvo que ser un patio. Su tamaño, así como la marcada desviación de su planta con respecto al ángulo recto apuntan a que tampoco D y BH habían sido planificados. La identificación de otros patios dentro del complejo resulta más difícil. Para la iluminación y ventilación de todas las habitaciones serían necesarios como mínimo dos patios más, tratándose probablemente de los espacios Ñ y AN. Por un lado, ambos espacios, situados directamente frente a las alcobas, llaman la atención por su amplitud. Por otro lado, su situación es tan estratégica que por medio del espacio Ñ se podría ventilar y dar luces a las habitaciones H-J, L, N, O y R-T, y por medio del espacio AN a las habitaciones AD, AE, AÑ, AM, AR, AS, AV-AX y BM. Así, el conjunto edificado dispondría en total de un mínimo de siete patios. En el centro estaba el patio ajardinado A, flanqueado al oeste por los pequeños patios D y Ñ, y al este por los patios, también pequeños, B y AN. A este cuerpo central se le añadieron por el norte y el Este los patios C y BH, de planta irregular. Si otros espacios fueron patios improvisados no se puede afirmar con certeza. Concretamente sobre el espacio BC caben dudas, aunque también sobre los grandes espacios M, AQ y AT.

Las unidades Una comparación con otros palacios islámicos sugiere que en el conjunto edificado las habitaciones previstas estaban ordenadas en torno a alguno de los patios, y junto con su correspondiente patio formaban una unidad espacial dentro del complejo (ver Almagro 2004). En algunos casos la ordenación de las habitaciones alrededor de patios aislados se aprecia con claridad. Así, las habitaciones W, Y, Z, AC, BK y BN sin duda estaban articuladas en torno al patio ajardinado A, las habitaciones AP y AY al patio B, las habitaciones K y P al patio D, las habitaciones H, I, N y BJ al patio Ñ, las habitaciones AM, AR, AS, AÑ, AV-AX y BM al patio AN, las habitaciones F, G, M, Q, X, AB, AL, AQ, AT, AU y BI al patio C y las habitaciones BD-BG al patio BH. En los otros casos sería posible adjudicarlas a dos patios distintos. Una comparación con la disposición de las unidades domésticas de Madı–nat al-Zahra–’ permite suponer que el espacio AO fuera una sala que, junto con el pórtico AP, estuviera subordinada al pequeño patio ajardinado B (Almagro, 2004, 123 s., fig. 5). Más difícil de aclarar es la ordenación de las tres habitaciones contiguas J, L y O, R-V, así como de AD-AJ. El sistema de medidas del complejo, con un mó-

Fig. 5. Representación esquemática de la división del edificio en unidades en torno a su respectivo patio.

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

[ 251 ]

Felix Arnold

dulo base de 40 x 40 codos, sugiere que las habitaciones J, L, O, R y S estaban ordenadas en torno al patio Ñ, las habitaciones T-V al patio D, las habitaciones AD y AE al patio AN y las habitaciones AF-AJ al patio B (ver abajo). Esta ordenación se ve confirmada por la situación de la habitación R, ya que ésta sólo puede haber estado abierta a la sala N del patio Ñ, pero no a la sala Z del patio A, dado que la sala Z tiene un espacio anejo por el lado oeste –el espacio Y–. El complejo residencial pudo estar articulado en siete unidades espaciales, comprendiendo cada una de ellas un patio y –según como se haga el recuento– entre 4 y 11 habitaciones. No está clara la función del espacio BC, otra razón más para pensar que quizás pudo haber sido un patio independiente.

Comunicación entre espacios La división del complejo residencial en unidades espaciales también determina, sin ninguna duda, su sistema de comunicaciones. La mayor parte de las habitaciones eran accesibles directamente desde el patio al que estaban asociadas. Sólo en algunos casos hay espacios a los que se debió de acceder indirectamente a través de otras estancias. Una comparación con otras residencias de la época sugiere que especialmente los salones más grandes estaban flanqueados por pequeñas alcobas que sólo eran accesibles desde el salón, pero no desde el patio. Como posibles ejemplos de ello cabría nombrar los espacios H y R junto al salón N, los espacios Y y AC junto al salón Z, el espacio W junto al salón BN, los espacios AF y AG junto al salón AO y su pórtico AP, así como el espacio AE junto al salón AÑ. También se tuvo que acceder indirectamente a algunos espacios situados en las esquinas de las unidades, en torno a los patios, como los espacios G, J y quizás también AU. Más difícil de determinar es el modo en que las unidades, con su correspondiente patio, estaban comunicadas entre sí. Cabría pensar en alguna forma de jerarquía con respecto a los accesos, de modo que, por ejemplo, los pequeños núcleos de los patios B, D, Ñ y AN, separados entre sí, estarían conectados con el gran patio A, pero no se comunicarían entre ellos. Como caminos de paso podrían considerarse los pasillos AI, BJ y BL en las esquinas del patio A. También se podría reconstruir otro corredor en el extremo sur de la habitación U. Pero la planta también permite reconstruir zonas de paso entre los núcleos más pequeños, como la comunicación de los patios D y Ñ a través del pequeño espacio L. Aún menos clara sería la conexión entre los patios C y BH. La conexión del patio C con el patio AN a través de un estrecho paso situado en el extremo Este de la estancia AC y la conexión del patio BH a través del espacio BC sólo son especulaciones. Tampoco está claro el papel del largo corredor E. Se podría considerar que por un lado tuviera la función de acceso principal a todo el complejo residencial, y que por otro lado fuera un pasillo de rango superior, para comunicar los patios C, D y Ñ. Su anchura de sólo 1,9 m y la ubicación de un pozo de aguas residuales en su centro permiten suponer que fue un camino de acceso situado en la parte posterior del edificio y utilizado por el personal de servicio para atender las necesidades de la residencia. La entrada principal del complejo residencial probablemente estaba situada en el lado opuesto, en la cara Este. A lo largo de este lateral pasaba una de las vías de salida de la ciudad de Córdoba, que seguro fue un factor importante para la orientación del edificio (ver arriba). Como zona de la entrada principal del edificio podría suponerse el espacio BC. Por una parte, desde aquí se puede conectar sin problema con los patios C y BH más o menos directamente, por otra parte, desde este punto nace un camino axial que recorre todo el edificio pasando por las habitaciones AW, BM, BL, BK y BJ, y que ya durante las excavaciones se consideró como la columna vertebral de las conexiones de todo el complejo. Por medio de este corredor se consigue comunicar entre sí las unidades formadas en torno a los patios AN, A y Ñ, y se conecta con el corredor de servicio E. Es poco habitual la visión ininterrumpida de los más diversos espacios del edificio que facilitaría este eje de conexión, como postulan los excavadores. Para proteger de miradas la esfera privada probablemente no se situó la entrada desde la calle directamente sobre el eje, sino que es posible que se desplazara un poco hacia el norte, frente al espacio AV. [ 252 ]

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

El edificio singular del Vial norte del Plan Parcial RENFE. Estudio arquitectónico

Puertas y arcadas Mientras que la reconstrucción del sistema de conexiones presenta algunas dudas, la configuración de los vanos en los muros –puertas, portales y arcadas– es casi pura especulación (Fig. 6). El único indicio relativamente seguro del trazado de un vano es la cimentación de la fachada norte del patio ajardinado A. Aquí se ha podido documentar una cimentación en cuatro tramos y destinados a pilares o columnas, lo que permite hacer la reconstrucción de una arcada con tres arcos. El arco central era considerablemente más ancho que los otros dos y en consecuencia probablemente más alto. Se puede suponer la existencia de otra arcada en la fachada norte del segundo patio ajardinado (B). En todo caso aquí se realizó una franja de cimentación, no unos cimientos en tramos. Esto podría ser un indicio de que la arcada, en este caso, descansaba sobre columnas, al igual que en algunas habitaciones de Madı–nat al-Zahra–’ (Almagro, 2004). Mientras que la situación de otros vanos es posible reconstruirla partiendo del sistema de conexiones, sobre la forma de estos no se puede saber nada. Quizás se establecieron diferencias entre vanos de diversos tamaños. Alguna de las salas más grandes pudo tener su acceso a través de puertas de doble hoja. La ubicación y aspecto de las ventanas es totalmente incierto. Al igual que en otros edificios de su tiempo probablemente se limitaban a pequeñas aberturas en las zonas altas de las paredes.

Fig. 6. Reconstrucción de la planta del edificio.

Tabla 1. Categorías de las habitaciones y sus dimensiones. Ancho m Codos (1 codo = 47 cm)

Patio

A C B Ñ + BJ D BC BH Ñ, AN

Salones

Altura estimada m

17,9 9,4 8,9 7,5 6,5-7,8 4,3-6,8 3,3-10,8 4,7

38 20 19 16 (15) – – 10

– – – – – – – –

N, Z BN, P AO

4,7 4,2 3,5

10 9 7,5

6,7; 8,6 6,2; 6,7 6,7

Pórticos

AP, BK

3,5

7,5

6,2; 8,6

Estancias anejas

M, X, AB, AQ, AZ

5,2

11

3,8

AC Q-W AÑ Y, AD-AH, AJ, AX-AY

4,7 4,2 3,8 3,5

10 9 8 7,5

8,6 3,6; 5,5; 6,2; 6,7 6,2 5,5; 6,7; 8,6

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

[ 253 ]

Felix Arnold

Ancho m Codos (1 codo = 47 cm)

F-L, O, AT, AV, AW, BI BD-BG AL, AM, AU AS

3,3 2,8 2,4 2,1

Altura estimada m

7 6 5 4,5

3,8; 5,5; 6,2; 6,7 3,8 3,8; 6,7 6,7

Corredores E, BJ, BL, AI

1,9

4

5,5

Escaleras

0,9

2



AR

1.2. Construcción Materiales Los cimientos del edificio se han construido con grandes sillares de piedra arenisca local, predominando los bloques de 25/40-50/100 cm. Sólo en los cimientos del muro norte de D y del muro sur de BC los sillares son un poco más grandes, de 28/40-50/120, aunque podría tratarse de una irregularidad involuntaria. Los sillares, en conjunto, son similares a los utilizados habitualmente en la Córdoba del siglo X, que es aproximadamente cuando se erigió la ciudad palatina de Madı–nat al-Zahra–’ (López, 1983, 53; Vallejo, 2004, 83), la almunia de ar-Rumanı–ya (Velázquez, 1912, 23-33; ARNOLD, CANTO, VALLEJO, 2009, 510), la Mida’a de la Gran Mezquita (Montejo, 1999, 212), y la mezquita de Santa Clara (Escribano, 1964-65, 97, 99). La medida standard en estos edificios es de aproximadamente 20-25/35-44/70-120 cm2. Según sabemos actualmente, se introduce el uso de sillares más grandes, de 40-48/60-76/106-175 cm, básicamente sólo para la construcción de la Gran Mezquita (Hernández, 1975, 44).

Fig. 7. Reconstrucción de una sección del edificio en dirección Este – Oeste.

Tabla 2. Medidas de los sillares.

Alcazaba de Almería, Puerta Madı–nat al-Zahra–’ Almunia ar-Rumanı–ya Mida’a, Córdoba Santa Clara, Córdoba San Juan, Almería Córdoba, San Juan Gran Mezquita, Fases emirales Gran Mezquita, Fases califales

Alto cm

Ancho cm

29-33 35-44 38-40 36-42 35-40 36 47-56 53-60 60-76

7-16 20-25 18-24 18-22 20-25 17 36-57 40-48 47

Largo cm

Altura en codos

38-77 90-120 20 F = 39,2 116-124 96-120 90-104 95 91-163 1 a. = 47 106-115 145-175 1,5 a. = 70,5

Alto/Ancho

1:2 1:2

3:4 3:4 3:4

2  Lo mismo en la Mezquita de San Juan en Almería (López, 1996, 228-229). En la Alcazaba de Almería básicamente se utilizaron sillares más pequeños (Arnold, 2008, 87).

[ 254 ]

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

El edificio singular del Vial norte del Plan Parcial RENFE. Estudio arquitectónico

Grueso de los muros El grueso de los cimientos de sillares es, en conjunto, relativamente uniforme. La medida standard parece haber sido 95-105 cm. Sólo aisladamente se aprecian cimientos más estrechos, de alrededor de 80 cm, como es el caso de los muros Este de J y Ñ, y de los muros sur de BE y BF. Algunos tramos de la cimentación tienen un grosor mayor, de alrededor de 120 cm por término medio. En algunos casos podría tratarse de irregularidades sin intención, como en el caso del muro sur de AI. En su mayoría se trata de tramos del muro exterior y de paredes limitadoras de los patios, para las que un refuerzo de sus cimientos pudo haber sido intencionado, entre otros, en el lado Este del muro exterior a la altura de los patios BC y BH, en el lado sur del muro exterior a la altura de la sala P y en el lado oeste del muro exterior a la altura de las habitaciones H e I, así como los muros oeste y sur del patio A, el muro norte del patio D y el muro sur del patio BC. También se engrosaron algunos muros limitadores de las unidades espaciales, como el muro entre M y N, así como entre E y G. Especialmente gruesos eran los cimientos de la sala Z, sus dos habitaciones contiguas Y y AC, y su fachada al patio A. Así, cada uno de los muros oeste de R y AC tenían 120 cm de espesor y cada uno de los muros sur de Z y AC 140 cm. También el pórtico BK tenía unos gruesos cimientos de 140 cm en sus dos fases. Comparando con muros de Madı–nat al-Zahra–’ tenemos que los cimientos, en general, eran más gruesos que el recrecido de los muros (Vallejo et al., 2004, fig. 4). De aquí cabe deducir que a los cimientos de 80, 100, 120 y 140 cm de espesor les corresponde un grosor de muros de alrededor de 60, 80, 100 y 120 cm. Una comparación con los muros de otras construcciones realizadas en Córdoba durante el siglo X muestra, sin embargo, que la calidad de la obra de albañilería era relativa. Así, lo habitual en las viviendas normales de Córdoba eran los muros de sólo 30-50 cm de grueso. Muros con las dimensiones del edificio del Plan Parcial de RENFE únicamente se pueden encontrar en la ciudad palatina de Madı–nat al-Zahra–’, donde sólo el Salón Rico tiene muros aún más gruesos (Ewert, 1996, Fig. 1). Los muros de la Gran Mezquita son de una categoría distinta, con gruesos de 141-168 cm. Por lo demás, es interesante que también en los palacios de los reyes de taifas el grosor de los muros sea comparable al de estos, como los muros de la Aljafería y la Fase III del palacio de la Alcazaba de Almería, que también tenían alrededor de 90-95 cm de grueso (Arnold, 2008, 77 Tab. 2). El palacio de la Fase II de la Alcazaba de Almería y el palacio de la Alcazaba de Málaga tenían, por el contrario, un grosor de muros de tan sólo unos 50 cm (Ewert, 1966, fig. 2; Arnold, 2008, 77, Tab. 2).

Fig. 8. Reconstrucción de una sección del edificio en dirección Norte - Sur.

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

[ 255 ]

Felix Arnold

Tabla 3. Grueso de los muros en diversos edificios de Córdoba (en cm). Viviendas

RENFE

Madı–nat al-Zahra–’

Gran Mezquita

30: tabiques 50: Muros de carga 80: Tabiques 60-80: Tabiques 90: Muros de carga 90-95: Muros de carga 94: almenas escalonadas 100-108: Salón Rico 107: Arcadas 110: Muros exteriores, fachadas de patios 114, 141-152, 168: Muros exteriores

Construcción de los cimientos (Fig. 9)

Fig. 9. Esquema de la construción de muros y suelos.

[ 256 ]

Se desconoce si el terreno se allanó al comienzo de la obra. Las sepulturas tardoantiguas de la zona permanecieron intactas hasta una cota de +120,76 m de altitud (Sánchez, 2003). El nivel del terreno tuvo que estar más elevado cuando empezaron los trabajos. Para la colocación de los cimientos primero se abrieron zanjas de cimentación de alrededor de 100-160 cm de ancho. En general, la solera de la zanja está a +120,10 m, es decir, unos 70 cm por debajo del antiguo nivel del terreno. Ocasionalmente los cimientos alcanzaron una mayor profundidad, como en la esquina noroeste de BM, que están por debajo de +119,25 m. En las zanjas se realizaron los cimientos a base de sillares de piedra, colocados todos a tizón, quedando situados respectivamente sobre su lado estrecho, a modo de hiladas de ladrillos puestos de canto. Sin embargo, en muchos casos los sillares eran más cortos que la anchura prevista para los cimientos. Para equilibrar este déficit se utilizaron o bien dos sillares a tizón del mismo largo, o bien uno largo y uno corto alternativamente. En casos aislados también se aumentó el grosor de los cimientos por medio de una fila adicional de sillares a soga, como en el caso de los muros Este de G y W. En general, dentro de las zanjas de cimentación sólo tenía cabida la hilada más profunda del cimiento de sillares. El canto superior de esta primera hilada de sillares tenía una altura media de alrededor de +120,60 m. La siguiente sobre esta, la segunda hilada, alcanzaba un nivel de hasta unos +121,10 m, alrededor de 30 cm sobre el nivel del terreno. La cota +121,10 m podría ser el nivel de uso previsto. Esta suposición se ve reforzada por la boca del canal de desagüe en el extremo suroeste del patio A, como también por el fragmento conservado del solado perteneciente al gran estanque del patio C. En el interior de las habitaciones parece que la diferencia de nivel entre la considerada como cota inicial, a +120,80 m, y la de uso, a +121,10 m, se igualó con una capa de grava, cuyos restos aún se pueden apreciar aisladamente en las habitaciones H, N, R y AG. Otra indicación de que la cota +121,10 m fue la del nivel de uso previsto es que el aparejo del muro parece haber cambiado a partir de esta altura. Por encima de los 120,10 m sólo se conservan restos de la hilada de sillares en los

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

El edificio singular del Vial norte del Plan Parcial RENFE. Estudio arquitectónico

muros sur de A, Z y AC. Aquí se puede observar un intercambio entre soga y tizón, con lo que a cada grupo de cuatro sillares paralelos a soga le siguen dos sillares a tizón. Este aparejo, en la Córdoba califal, era típico para el recrecido de los muros.

Fig. 10. Restos del sistema hidráulico del edificio.

1.3. Sistema hidráulico (Fig. 10) Aguas pluviales La cantidad de lluvia en la región de Córdoba, por un lado, hace necesario tomar medidas para la canalización de las aguas pluviales, y, por otro, ofrece la posibilidad de recoger las aguas para uso doméstico. Por ello cabe suponer que el drenaje de los tejados estuviera organizado con un sistema escalonado descendente. Los tejados de los módulos más altos desaguaban sobre los tejados de los módulos más bajos y estos, a su vez, en los patios. Para ello se distinguen dos formas de drenaje por medio de canalones: o bien el tejado sobrepasaba la junta con el muro y el agua resbalaba por toda la superficie del tejado, cayendo sobre otra situada a un nivel inferior, o bien el muro era más alto que el canalón, ocultándolo y formando un goterón. Partiendo de este modelo tenemos que la primera variante se utilizaría preferentemente en los salones altos, situados en las cabeceras de los patios, y la segunda en las estancias anejas y más bajas, a los lados de los mismos.

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

[ 257 ]

Felix Arnold

De este modo desaguarían en los patios grandes zonas de los tejados. Una excepción serían sólo las superficies de los tejados situadas a lo largo de los muros exteriores del complejo residencial, aunque comparando con otros casos, probablemente estos estuvieran rematados por almenillas. Detrás de estas almenillas se pudo haber colocado goterones que desviaran y condujeran el agua a la calle o de vuelta a los patios, a través de gárgolas. En los patios se pueden observar dos tipos de drenaje. Los patios A y B estaban ajardinados y su suelo era permeable. Aquí el agua servía para el riego de las plantas o la absorbía la tierra. En el patio A el agua sobrante se desvió hacia la calle por un conducto en la esquina suroeste. Por el contrario, los patios D, Ñ y AN no estaban ajardinados y su suelo probablemente era impermeable, por lo que el agua de lluvia acumulada en estos tuvo que desviarse por medio de desagües. De hecho se conservan dos conductos que nacen en el entorno del patio Ñ y siguen en dirección norte hasta el patio C, donde desaguan en un pozo negro. Otro conducto que también desagua en este pozo podría tratarse del drenaje del patio AN. El desagüe del patio D no se ha localizado. Posiblemente se dirigía hacia la calle, situada al sur, a través de la esquina sureste que no se ha excavado. No está claro si los patios C y BH estaban enlosados o no. Un conducto demuestra que al menos una parte de la zona Este del patio C desaguaba en un sumidero.

Abastecimiento y evacuación de aguas residuales Para el abastecimiento del complejo residencial era necesaria una considerable cantidad de agua. No se han podido identificar con claridad los baños y cocinas del complejo, pero seguro que existían ambos y que requerían un abastecimiento adecuado. Además había que asegurar el riego de los jardines. Las albercas de los jardines pudieron servir para regular el riego, pero eran demasiado pequeñas para asegurar el abastecimiento a lo largo de todo el año. Un pozo en el patio C contribuye al abastecimiento, dado que en él se acumula toda el agua procedente de los patios Ñ y AN y de los tejados limítrofes. No está claro si el pozo también sirvió como fuente y con ello posibilitó un acceso a las aguas subterráneas. En cualquier caso no parece que haya existido una conexión con la red de abastecimiento de aguas de la ciudad. Tampoco está claro el sistema de conducción de aguas residuales. En el corredor E se conserva un pozo de drenaje con una entrada y podría haber dado servicio a una letrina vecina situada en la habitación J, sin embargo era demasiado pequeño para servir como cloaca de todo el complejo. Posiblemente se encuentre una cloaca mayor en la zona sur del complejo, todavía sin excavar.

1.4. Diseño y medidas Dimensiones y orientación de la parcela El complejo residencial se levantó sobre una gran superficie de alrededor de 4.090 m². Mientras que los muros exteriores norte y sur se dispusieron en paralelo, el muro exterior oeste tiene una desviación con respecto al ángulo recto de 5,4º y el muro exterior Este de 15,4º. El corte irregular de la alineación exterior del edificio hay que atribuírsela a los límites de la parcela sobre la que se construyó. La irregular orientación de la parcela se debe a que, por una parte, originalmente pudo estar destinada a uso agrícola, o se utilizó como tal, y por otra parte a que el complejo residencial ocupó toda la superficie disponible. Sólo el terreno que limita por el lado norte pudo formar parte de la misma parcela, teniendo la opción de elegir la orientación del muro norte. El límite Este de la misma está condicionado por la presencia de una calzada que llevaba hacia el norte desde la ciudad de Córdoba. La situación de los límites sur y oeste de la parcela probablemente viene determinada por los terrenos contiguos, dedicados a labores agrícolas. El muro exterior norte tenía alrededor de 62,6 m de largo, el del sur 73,5 m, el del oeste 60,4 m y el del este 62,4 m. Ninguna de estas medidas parece corresponderse con la del codo normal del siglo X, otra indicación de que a la hora de construir el complejo las medidas no se establecieron libremente. Cabría pensar que los límites del terreno se debieran a una parcelación tardoantigua y [ 258 ]

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

El edificio singular del Vial norte del Plan Parcial RENFE. Estudio arquitectónico

que el terreno, originalmente, midiera 100 x 100 codos bizantinos, siendo éste equivalente a 62,46 cm de largo (62,46 m x 62, 46 m) (Schilbach, 1970, 20-21). En época islámica el codo habitual, ar-rašša–ši, parece haber medido sólo 58-59 cm (Vallvé, 1976). A diferencia de los muros exteriores del edificio, los interiores se dispusieron ortogonalmente. El factor determinante para su orientación fue la situación del muro exterior sur. Sólo el corredor E y las habitaciones F-K, directamente unidas a él, siguen en parte o por completo la orientación del muro exterior oeste. Debido a las diversas orientaciones de los muros exteriores hay algunas habitaciones cuyas esquinas se desvían considerablemente del ángulo recto. Especialmente relevantes son las desviaciones en los patios D, BC y BH, así como en las habitaciones AT y AZ. La orientación del muro exterior sur y la de la construcción de los interiores del complejo residencial tiene una desviación de 1,1º con respecto al norte geográfico. Semejante precisión en la orientación de un edificio, siguiendo los puntos cardinales, no se había observado hasta ahora en la ciudad de Córdoba. Si no se debiera a la casualidad, entonces podría explicarse por la proximidad del terreno a una iglesia cristiana, aunque las iglesias paleocristianas raramente estaban orientadas con exactitud según los puntos cardinales. Más creíble sería que por deseo del propietario sus jardines estuvieran orientados exactamente según el curso del sol.

Módulo del proyecto (Fig. 11-12) Dado que no se conserva el alzado de los muros, y con ello la posición exacta de las líneas de fuga de los mismos, el sistema de medidas del edificio sólo se puede reconstruir a grandes rasgos. Sin embargo, el recorrido de los cimientos conservado se corresponde en gran parte con una retícula de codo pequeño, el de 47 cm, que no sólo parece justificar la aceptación de que la planificación de la obra esté basada en este codo, sino que también se puede llegar ciertas conclusiones sobre el plano del proyecto (ver Arnold, 2008, 77-80). El plano del proyecto se basa en un módulo de 40 x 40 codos (Fig. 11). El gran patio ajardinado A, junto con las salas anejas Y-Z-AC y W-BN, ocupa exactamente dos módulos (40 x 40 codos = 18,8 x 37,6 m). Las cuatro unidades espaciales de su entorno, agrupadas alrededor de los patios B, D, Ñ y AN, ocupa cada una de ellas exactamente un módulo (40 x 40 codos = 18,8 x 18,8 m). La retícula de planificación modular parece coincidir justo con la distribución

Fig. 11. El plano del edificio sobre una retícula de 10 codos = 4,7 m.

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

[ 259 ]

Felix Arnold

Fig. 12. El plano del edificio sobre una retícula de 1 codo = 0,47 m.

[ 260 ]

funcional del núcleo del edificio, el cual agrupa cinco patios, ocupando todo el conjunto seis módulos (80 x 120 codos = 37,6 x 56,40 m). El núcleo del edificio presenta una proporción de 2:3, la unidad espacial grande de 1:2 y las unidades espaciales pequeñas de 1:1. Los patios C y BH, así como el corredor E están fuera de esta retícula y sus dimensiones no se pueden explicar por medio del módulo de 40 codos. Sus dimensiones posiblemente vengan determinadas por los límites preestablecidos de la parcela. Al determinar la dimensión de una construcción, a menudo no son las líneas de fuga de los muros, sino el centro del muro el factor determinante. Dado que los muros mismos, en general, se planificaron con un grueso de 2 codos (94 cm), las medidas exteriores del edificio eran con frecuencia 1 ó 2 codos mayores que la medida de la retícula, y las medidas interiores 1 ó 2 codos menores (Fig. 12). Por eso el patio grande en vez de tener 40 codos de ancho, tenía sólo 38 (17,86 m, la medida de los cimientos 17,4 m), las unidades espaciales pertenecientes al mismo, por la parte interior, en vez de 80 codos de largo, sólo 79 (37,13 m, la medida de los cimientos 37,0 m). Se observa una desviación de la medida de la retícula en el muro situado entre las unidades D y Ñ. La línea de fuga del muro sur, en dirección norte, sobrepasa la medida de la retícula en 1 codo. Cada patio, con sus habitaciones anejas, se ha construido según las medidas determinadas por el módulo. Por ello las habitaciones de la unidad espacial A están situadas a ambos lados del patio, las de los patios B y D en tres de sus lados, y en los patios Ñ y AN en los cuatro lados. La mayoría de las veces se han colocado simples filas de habitaciones con un fondo de 7, 7½, 8, 9 ó 10 codos. Sólo en algunos casos el fondo de las filas de habitaciones se ve duplicado por la instalación de pórticos adicionales, como en el caso de los pórticos AP, BK y BM. La dimensión de los patios interiores es sólo el resultado de la reducción de la superficie del módulo base de 40 x 80, es decir, 40 x 40 codos, repartida en la anchura de las habitaciones alineadas en torno a los patios. Por ello ninguno de los patios se planificó estrictamente según unas proporciones previas. Así, las medidas del patio grande A no muestran ninguna proporción clara (38 x 45½ codos, aproximadamente 5:6). Con el patio B y quizás también con el Ñ posiblemente se intentó obtener una superficie cuadrada (19 x 20 y 18 x 16 codos), en el patio D la proporción es de 2:3 (proyectado 18 x 18 codos) y en el patio AN la proporción es de 1:2 (10 x 19 codos), por lo que las dimensiones de los patios D y Ñ en su ejecución se adaptaron al desarrollo del muro exterior oeste. Tampoco con las dimensiones de los distintos espacios interiores se aprecian unas proporciones claras, excepto en algunos casos. La mayoría de las habitaciones pequeñas se aproximan a la planta cuadrada, siendo las habitaciones AF y AG exactamente cuadradas. Con las habitaciones un poco más grandes a

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

El edificio singular del Vial norte del Plan Parcial RENFE. Estudio arquitectónico

veces se podría suponer que la proporción de 3:4 era intencionada, como en las habitaciones Y, AD y AX (7½ x 10 codos), y en la habitación W (9 x 12 codos). Las salas grandes crecen a lo largo, pero tampoco presentan unas proporciones claras. La sala Z medía 10 x 20½ codos, y por lo tanto casi el doble de largo que de ancho, las salas AO y BN miden 7½ x 19 y 9 x 24 codos respectivamente, es decir, más de 2½ veces de largo que de ancho.

1.5. Reconstrucción (Fig. 7-8; 13-14) El estado del edificio sólo permite hacer afirmaciones muy condicionadas sobre el aspecto original del complejo residencial. Dado que el análisis de su concepción, función y significado presupone una cierta idea de su apariencia, se debe intentar mostrar las posibilidades y limitaciones de una reconstrucción del edificio. El resultado de este intento es una maqueta que constituye una propuesta de cómo pudo haber sido su aspecto. Muchos interrogantes sobre los detalles permanecen abiertos o admiten diversas posibilidades de reconstrucción e interpretación.

Gradación de la altura de los techos Con respecto al conjunto de espacios del complejo residencial cabe partir de un escalonamiento de sus alturas, por un lado, según el tamaño de las habitaciones y, por otro, según su posible importancia. Entre los espacios de menor tamaño e importancia, los salones N, P, Z, AÑ, AO y BN con sus habitaciones contiguas y sus pórticos destacan especialmente por sus dimensiones y su función como espacios comunes. Dentro de este grupo de estancias, la sala Z juega un papel superior, ya que con su fachada sin duda domina espacialmente el patio A, el patio más grande de todo el complejo. La sala Z y sus habitaciones anejas Y, AC y BK probablemente tuvieron la mayor altura de techos de todo el complejo. Entre las restantes salas, P y AÑ pudieron ser un poco más bajas que N, AO y BN, ya que con respecto a los patios donde están situadas tienen claramente un menor dominio espacial.

Altura absoluta de los techos Más difícil de precisar es la altura absoluta de cada espacio. Dado el estado del propio edificio no se ha conservado en ningún punto la altura de los techos ni tampoco indicaciones directas de ello. Para su hipotética reconstrucción sólo queda establecer una comparación con otros edificios con la misma función y de la misma época. Referencias sobre la altura de los espacios en viviendas y palacios del siglo X se encuentran principalmente en Madı–nat al-Zahra–’. Aquí, por ejemplo, por medio de la decoración de las paredes se puede reconstruir con cierta seguridad la altura del Salón Rico en unos 9,3 m, con lo que la nave central presenta una proporción entre la crujía y la altura de 1:1,4, las naves laterales de 1:1,6 y el pórtico del Salón de 1:1,3 (Vallejo, 1995). Unas proporciones parecidas presenta la Mezquita de Córdoba, cuya altura de los techos, de 9,8 m, todavía se conserva (Ewert, 1968, fig. 7). En la arquitectura palatina del siglo XI, por el contrario, parece que habitualmente las proporciones hubieran sido más esbeltas. En la Aljafería, aunque también en la Alcazaba de Almería, los salones son alrededor de 1,8 veces tan altos como anchos (Ewert, 1978, 19; Arnold, 2008, 55-56). Dado que el pórtico de la Casa de Y fla’far, en Madı–nat al-Zahra–’, tenía aproximadamente el doble de altura que de anchura (Vallejo, 1990, fig. 5), hay que deducir que también unas proporciones más esbeltas fueran habituales en la arquitectura palatina del siglo X. Mediante esta comparación el salón Z podría reconstruirse con una proporción de 1:1,4, como la nave central del Salón Rico, o bien como el salón norte de la Aljafería, con una proporción de 1:1,8 y por lo tanto podría haber tenido una anchura de 4,7 m y una altura de 6,6 ó de 8,6 m. A favor de esta última variante –una proporción de 1:1,8 y una altura de 8,6 m– hablaría lo observado en otros edificios en cuanto a espacios contiguos, es decir, hacer que la gradación de las distintas alturas de los techos del complejo residencial se aprecien claramente. Teniendo en cuenta que incluso estancias de un rango inferior con frecuencia eran más altas que anchas, habría que reconstruirlas con una altura de más de 4 m. Entre

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

[ 261 ]

Felix Arnold

Fig. 13. Reconstrucción virtual del aspecto original del complejo residencial (Maqueta de F. Arnold y Ch. Kirzinger).

4 y 8,6 m permite diferenciar con más claridad las distintas categorías de altura de techos que entre 4 y 6,6 m. Para la realización de la maqueta (Fig. 13) se partió de que los espacios de rango inferior, situados en las unidades espaciales del núcleo del edificio, tenían 5,5 m de altura, y los pertenecientes a los patios de servicio C y BH sólo 3,8 m. Los salones P y AÑ se reconstruyeron con una altura de 6,2 m, los salones N, BN y AO con 6,7 m de alto y el salón Z con una altura de 8,6 m. Basándose en sus respectivas y diversas anchuras los salones Z y AO tendrían una proporción de 1:1,4-1,6. Tabla 4. Edificios de los siglos X y XI con la altura de techos conservada. Espacio

Madın– at al-Zahra–’, Salón Rico Córdoba, Gran Mezquita Madı–nat al-Zahra–’, Salón Rico Córdoba, Gran Mezquita, al-Mansur Madı–nat al-Zahra–’, Casa de Yfla’far Alcazaba de Málaga Aljafería Aljafería Alcazaba de Almería, Fase III Alcazaba de Málaga Madı–nat al-Zahra–’, Casa de Yfla’far Aljafería Alcazaba de Almería, Fase III

Crujía (m)

Pórtico 7,1 Sala de oración 7,8 / 6,9 Salón 6,5 / 5,9 Sala de oración 6,1 Salón 4,7 Salón 3,6 Pórtico 4,7 Salón 5,3 Salón 4,8 Pabellón 2,4 Pórtico 3,7 Anejo 3,7 Pórtico 3,5

Altura de techos (m)

Proporción

9,3 9,8 9,3 9,8 7,3 5,7 ? 7,3 9,5 8,6 4,5 7,3 7,3 8,7

1:1,3 1:1,3 / 1:1,4 1:1,4 / 1,6 1:1,6 1:1,6 1:1,6 1:1,6 1:1,8 1:1,8 1:1,9 1:2,0 1:2,0 1:2,5

Número de plantas Otra cuestión dudosa a la hora de reconstruir el aspecto original del complejo residencial es el número de plantas del edificio. La mayoría de los edificios de [ 262 ]

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

El edificio singular del Vial norte del Plan Parcial RENFE. Estudio arquitectónico

Madı–nat al-Zahra–’ parecen haber tenido una sola planta, aunque allí tampoco se ha demostrado que realmente no existiera ninguna planta superior (ver Vallejo, 1990, fig. 3). El grueso de los muros, de cerca de 1 m, del complejo residencial del Plan Parcial de RENFE hubiera permitido sin problemas la existencia de una segunda planta, e incluso de una tercera. Otra indicación de la existencia de una segunda planta podría ser la presencia de escaleras, como de hecho se han conservado en Madı–nat al-Zahra–’. El complejo residencial del Plan Parcial de RENFE se ha conservado en tan malas condiciones, que ni siquiera es posible comprobar o deducir claramente la existencia de escaleras. Para la ubicación de escaleras cabría considerar las pequeñas cámaras AJ, AR y AY, ya que apenas se podrían haber utilizado para otra cosa. Si estos espacios realmente hubieran sido escaleras, podría considerarse que sobre todo el espacio correspondiente a las unidades espaciales B y AN habría una segunda planta. En este caso las habitaciones del piso superior, situadas sobre los pórticos AP y BM, podrían haber servido como distribuidores, posiblemente como galerías abiertas al patio. Entonces se podría plantear la posibilidad de que la altura de ambas plantas se hubiera correspondido con la de la fachada del salón Z, y en consecuencia el patio A estaría limitado por cuerpos edificados con esa misma altura en sus caras norte y este.

Construcción de las cubiertas Tampoco se han conservado indicios directos sobre las cubiertas de los distintos espacios del complejo residencial. Especialmente las habitaciones contiguas del edificio podrían estar cubiertas por un tejado plano. Según lo que sabemos de aquella época, la mayoría de las viviendas y palacios de Córdoba se inclinaban por el uso de la teja. A excepción de los de la Mezquita de Córdoba, hasta ahora no se conoce ninguna techumbre del siglo X (Cabañero, Herrera, 2001). Ejemplos de época más temprana sugieren que en las viviendas de la Península Ibérica eran habituales los tejados a cuatro aguas. Por ello, los espacios colindantes o los salones flanqueados por alcobas se agrupaban bajo un mismo tejado de este tipo. Las habitaciones de las diferentes caras de un patio generalmente estaban techadas por separado. Junto a los tejados a cuatro aguas también se conocen los tejados a un agua, sobre todo para pórticos y galerías (Almagro, 2000, planos 10-13). En la maqueta, para la reconstrucción del núcleo del conjunto de edificios, se ha prescindido de los tejados a un agua, ya que ni reducen significativamente la altura de la fachada, ni precisan de una pared de fondo más alta (Fig. 13). A favor de la existencia de los tejados a cuatro aguas en las viviendas de Córdoba hablan los angostos conductos situados entre edificios colindantes, evidentemente para conducir las aguas pluviales entre tejados contiguos (información J. Murillo).

Fig. 14. Reconstrucción virtual del patio A y la fachada del pórtico BK.

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

[ 263 ]

Felix Arnold

2. Interpretación 2.1. Posición dentro de la historia de la arquitecura palaciega (Fig. 15-17) Distribución en bandas La planta del complejo residencial está estructurada en bandas, ordenadas unas junto a otras. En la banda oeste están los patios D y Ñ, en la del centro el patio A, en la del este los patios B y AN. Los salones más importantes están situados, respectivamente, en los extremos de los planos de estas bandas o las distribuyen en segmentos independientes; las habitaciones contiguas, por el contrario, están situadas en su mayoría a ambos lados de las bandas. Para prolongar la continuidad del espacio de cada una de ellas se ha tendido a configurar los salones diáfanos, mientras que las habitaciones anejas lo son menos para mantener la separación entre bandas. Esta distribución de las plantas en bandas independientes se puede observar una y otra vez en la arquitectura palatina de la Península Ibérica, siendo especialmente evidente en la Aljafería (Ewert, 1978, 24-26; ARNOLD, 2009, 394). El origen de este esquema de planta hay que buscarlo en Oriente. Ya los palacios sasánidas se erigieron según este principio, entre otros el de Qasr-i Širı–n, del siglo VII (Fig. 15; Reuther, 1938, 539-543, fig. 153-154). Un ejemplo temprano de la arquitectura islámica es el palacio de Mšatta– (Creswell, 1969, 581 s., fig. 635). En los conjuntos palatinos abasíes se encuentran con mucha frecuencia distribuciones de planta de este tipo, entre otros en Ujaidir (Fig. 16a; Reuther, 1912) y Samarra, ciudad palatina del siglo IX (Northedge, 1999; Leisten, 2003). Geográfica y cronológicamente cercano está el palacio zı–rí de A—šir, del año 935/36, que igualmente estaba distribuido en tres bandas (Fig. 16b; Golvin, 1966). Estrechamente relacionado con la distribución en bandas está el modelo de los cuatro patios agrupados en torno a uno más grande. Como en el complejo residencial del Plan Parcial de RENFE, el patio grande se ubica en la banda central y está flanqueada por otras dos en las que se sitúan dos pequeños patios en cada una de ellas. Hasta ahora, en la Península Ibérica, este modelo no se había constatado con certeza. Un ejemplo es, posiblemente, la Aljafería, cuyo patio grande, conservado hoy en día, originalmente parece haber estado rodeado de otros patios3. En Oriente se conocen varios ejemplos de este modelo, como el palacio de Ujaidir (Fig. 16a; Reuther, 1912). También para este modelo el palacio de A—šir, geográfica y cronológicamente, es un paralelo muy cercano del recién descubierto complejo residencial de Córdoba (Fig. 16b; Golvin, 1966). Fig. 15. Plano del palacio sasánida de Qasr-i Širı–n, c. 620 AD (Reuther 1938, fig. 153).

Configuración de los jardines En el complejo se han conservado dos instalaciones ajardinadas, una grande en el patio A y otra más pequeña en el patio B. Ambos jardines estaban bordeados 3  Sobre los resultados de las investigaciones arqueológicas en las zonas anejas de la Aljafería, ver Martín y Sáenz 1998.

[ 264 ]

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

El edificio singular del Vial norte del Plan Parcial RENFE. Estudio arquitectónico

por una galería ligeramente más elevada y en el centro de un lateral tenían una alberca. Los jardines de este tipo aparecen con frecuencia en la arquitectura de las viviendas de la Córdoba del siglo X. Ejemplos de ello se encuentran, entre otros, en el gran complejo residencial de Fontanar (Murillo et al., 2004, nota 4, fig. 7), en la Casa 12 de Cercadilla (Castro, 2005, 50-51, 108-112, fig. 5, 25-26), en una casa que está debajo de la actual Estación de Autobuses de Córdoba y en la Casa de la Alberca de Madı–nat al-Zahra–’ (Vallejo, 2004, 145147). La descripción de un jardín de este tipo (busta–n) nos ha llegado a través de la obra de agronomía de Ibn Luyu–n, de finales del siglo X (Eguaras Ibáñez, 1975, 254 s.). Según el texto, en general había árboles en los laterales del jardín, arbustos alrededor de la alberca y en el centro macizos de flores. En la Península Ibérica se han conservado ejemplos de jardines de este tipo de entre los siglos IX hasta el s. XV (Orihuela, 1996, 19, 24 s., 35). El origen de esta forma de estructura hasta ahora no está claro. Algunos ejemplos como los Jardines del Califa, de Madı–nat al-Zahra–’ (López, 1983, fig. 76-79, 108 s.; Vallejo, 2004, 113) y el patio ajardinado de Castillejo de Monteagudo tienen, además, caminos que se cruzan en el centro del jardín. Este ordenamiento, con certeza, tiene raíces orientales (Torres Balbás, 1958; Ruggles, 1995). Como modelos disponemos, entre otros, de los jardines de los palacios califales de Samarra (Leisten, 2003, 88, fig. 50). En cuanto a la colocación de las albercas a los lados de los patios, y la acentuación del eje central que ello implica, no hay ningún precedente claro en Oriente, cuando menos habría que buscar los modelos en la arquitectura de las villas romanas.

Fig. 16. Planos de los palacios de Ujaidir en Irak, c. 770 AD (Reuther 1912, fig. 3), de A—šir en Agelia, 935 AD (Golvin 1966, lám. 5) y del edificio singular del Plan de RENFE de Córdoba, finales del siglo X.

Estructuración de los salones Si no se puede demostrar con seguridad que la estructura de los jardines tenga su origen fuera de la Península Ibérica, más rápidamente se puede excluir un origen

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

[ 265 ]

Felix Arnold

semejante en lo que se refiere a la estructuración de las estancias. Desde el siglo IX, en Oriente eran habituales los espacios conformados como ı–wane o derivados de ı–wan, así el bait al-hı–rı– utilizado como salón. Los salones abiertos a los patios por su lado más ancho son muy raros en la arquitectura islámica oriental. Salones parecidos sólo se conocen en el Norte de África, pero éstos, por lo general, estaban cubiertos por una bóveda de cañón. La estancia puesta a lo ancho y con el tejado a cuatro aguas, como era costumbre en la Córdoba del siglo X, ya en época preislámica parece haber sido característica de las viviendas en la Península Ibérica, procediendo los ejemplos más tempranos de la época romana tardía. En la estructuración de los salones se pueden observar considerables cambios a lo largo de las diversas épocas, cambios que afectan principalmente al tipo de entrada, a su abertura a los patios, y a la configuración y construcción de las cubiertas. Sobre el desarrollo concreto de estos elementos en el complejo residencial del Plan Parcial de RENFE apenas se conservan indicios. Especialmente difícil es la ordenación de sus salones en el desarrollo de este modelo espacial. Las proporciones del pórtico AP, contiguo al salón AO, llevan a pensar en ejemplos de Madı–nat al-Zahra–’, sin que por ello se pueda demostrar la existencia de características comunes en la disposición de los vanos. Llaman la atención las amplias arcadas del patio grande, situadas delante del salón Z. Semejante disposición de los arcos no se ha documentado en Madı–nat al-Zahra–’ y además son más bien característicos del siglo XI (ver Arnold, 2008, 108, fig. 39-40). El paralelo más cercano es el palacio de Belyuneš (Ceuta), erigido en torno al cambio de milenio (Terrasse, 2001, 95, fig. 12), y que posiblemente sirva como indicativo para una datación relativamente tardía del edificio del Plan Parcial de RENFE. Resumiendo, se puede asegurar que la estructuración del complejo residencial se basó en modelos orientales. El Palacio de A—šir posiblemente sea el eslabón a través del cual se produce la transmisión, desde Oriente hacia Occidente, de esta configuración de planta. Por el contrario, la disposición de los salones y quizás también de los jardines se debe a la arquitectura tradicional de la Península Ibérica.

2.2. Utilización y significado Utilización de los espacios Durante las excavaciones en el complejo apenas se han descubierto huellas directas que indiquen el uso al que estaban destinados los diversos patios y estancias. Sin embargo el tamaño y las proporciones de los espacios permiten ciertas conclusiones sobre su posible uso. En cuanto a los espacios interiores se pueden distinguir cuatro categorías. Los espacios más pequeños, de 2,5-9 m², que sólo pudieron servir como corredores o para almacenaje. Algunos de ellos podrían haber sido huecos de escaleras. Los espacios de 11-31 m² son más flexibles, pudiendo utilizarse como pequeñas salas, dormitorios y almacenes, aunque sólo para un máximo de cinco personas respectivamente. Las estancias de este tamaño con frecuencia eran anejas a los espacios de las dos categorías superiores en tamaño, es decir, a los salones grandes o pequeños. Ejemplos de salas pequeñas, de 32-34 m², son las estancias AÑ y AO, ésta con su correspondiente pórtico AP. En estos salones podían reunirse de 20 a 30 personas y ser atendidos a la hora de sentarse a la mesa. En los salones más grandes del complejo residencial, los espacios N, Z y BN, con unos 44-48 m² se podía dar servicio a unas 40 personas máximo. Salones más grandes, de hasta 110 m², como se conocen en viviendas privadas de Madı–nat al-Zahra–’, no los hay en este edificio. Y ya muy alejados de los salones más grandes del complejo, en Madı–nat al-Zahra–’ estaban los dos grandes salones del califa, con varias naves y una superficie de 360 m² y 470 m² respectivamente, donde se podía recibir a más de 100 invitados (cf. Barceló, 1995). Los patios del complejo, atendiendo a su tamaño y forma, son muy diferentes entre sí. Los patios C y BH, que son amplios y de planta irregular, pudieron utilizarse para diversas tareas domésticas y sus quehaceres. Los patios D, Ñ y AN en parte son también de planta irregular, pero basándose [ 266 ]

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

El edificio singular del Vial norte del Plan Parcial RENFE. Estudio arquitectónico

en su ubicación podrían considerarse como patios privados. Su pequeño tamaño lleva a pensar que su uso primordial fuera el de paso y comunicación entre espacios. El patio B, con sus 88 m², no era más grande, pero sí de proporciones mucho más regulares. La mayor parte de su superficie estaba ocupada por un jardín y una alberca. Su pequeña superficie ajardinada sólo permitía la presencia de hasta cuatro árboles o de un macizo de flores. Una estrecha galería servía como zona de paso, pero no como lugar para estar en el jardín. El patio A tenía una disposición parecida, pero era mucho más grande. Con una superficie de 442 m² se trata de uno de los mayores patios privados de Córdoba, sólo ampliamente superado por los del califa, en Madı–nat al-Zahra–’, con unas superficies de 2.800 y 21.000 m² (Vallejo, 2004, 98, 113). La superficie ajardinada, relativamente grande, permitía la presencia de ocho a diez árboles alineados a ambos lados y un amplio macizo central con flores.

Organización de las unidades residenciales El complejo residencial estaba distribuido en torno a siete patios, cinco de los cuales se pueden interpretar como patios de uso privado y de representación, y los otros dos como áreas de servicio. La distribución de viviendas y palacios en unidades independientes en torno a un patio se encuentra con frecuencia en la arquitectura islámica (Wirth, 2001, 359-376). En los barrios residenciales de la misma Córdoba se sabe de edificios que tienen hasta cinco patios. En Murcia se ha descubierto un palacio con cuatro patios (Fig. 17b). En Belyuneš (Ceuta) se ha excavado un palacio del siglo X con dos patios (Fig. 17a; Terrasse, 2001, 95, fig. 12). Queda por aclarar el significado de cada uno de los patios, es decir, qué es lo que diferencia a unos de otros. Parece haber dos posibles interpretaciones: o bien los patios pudieron servir para usos totalmente diferenciados, es decir, un patio para dormir, otro para comer, otro para cocinar, etc., o bien los patios pueden reflejar una zonificación de la casa en dos áreas: la pública –el salamlik–, y la privada, –el haramlik–. En el segundo caso la distribución podría responder al uso dado por los diversos grupos de habitantes de la casa, es decir, los miembros masculinos y femeninos de la familia (ver Nippa, 1991, 122-132). En contra de esta interpretación de la distribución del edificio está la falta de diferencias claras en la configuración de los patios. Con respecto a uno de los paralelos más cercanos al complejo residencial de Córdoba, el Palacio de A—šir, la interpretación funcional resulta ser especialmente problemática (Fig. 16b; Golvin, 1966), dado que la configuración de los cinco patios es exactamente igual –cada uno tiene el mismo número de habitaciones anejas y su correspondiente letrina–. Sólo el patio central tiene unas dimensiones mayores que las de los otros cuatro. Apenas cabe plantear un uso diferenciado de los patios.

Fig. 17. Planos de los palacios de Belyuneš en Ceuta, c. 1000 AD (Terrasse 2001, fig. 12) y de Fuensanta en Murcia, estado en el siglo X (Bernabé y Domingo 1993, fig. 5).

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

[ 267 ]

Felix Arnold

Concretamente en A—šir cabría suponer que la distribución en diversos patios responde a la estructura de la familia del propietario. El patio más grande pertenecería al cabeza de familia o al clan, y los patios más pequeños a sus descendientes casados o a sus hermanos. En Córdoba, el patio A podría ser el del señor de la casa, el patio B el de su primogénito y los patios D, Ñ y AN de parientes más lejanos. En Córdoba, en cualquier caso, las diferencias entre los patios son algo mayores que en A—šir, y cabría pensar en una diferenciación funcional adicional, como sería el caso del patio AN como recibidor, el patio A como el lugar de representación del jefe de la casa, el patio B como su patio privado y los patios D y Ñ como patios de los miembros emparentados con la familia.

Tipo de edificio Al menos los patios A y B, por su configuración ajardinada, son ejemplos de patios propios de un standard elevado. En muchas otras viviendas y palacios de Córdoba, aunque también de otras ciudades y de épocas posteriores, se conocen patios ajardinados comparables a estos. Sin embargo, estableciendo una comparación con ejemplos conocidos, se pueden apreciar algunas diferencias en la configuración de los mismos. La variaciones en la proporción de los patios pueden estar condicionadas por la cronología –proporciones de 1:2 se conocen sólo a partir del siglo XIII y de 1:4 a partir del siglo XIV–. Por el contrario, las diferencias entre las superficies edificadas –espacios habitables– y las no edificadas –el jardín– llevan a la conclusión de que más bien se deben a los diversos tipos de vivienda, es decir, desde palacios urbanos con grandes salones y pequeños jardines, hasta villas rústicas con pequeños salones y grandes jardines. Si se hace una escala de la edificación más o menos compacta de las unidades habitables –desde palacios urbanos hasta cortijos rurales– se pueden distinguir tres categorías. Un ejemplo de edificación compacta de una unidad habitable perteneciente a un palacio urbano es el gran patio del Palacio de Fuensanta, en Murcia (Fig. 17b; Bernabé, Domingo, 1993). En este caso el patio sólo ocupa unas tres veces la misma superficie que la estancia aneja. En el otro extremo está la almunia ar-Rumanı–ya, en Córdoba, cuyo jardín es más de 125 veces mayor que su correspondiente salón (Velázquez, 1912, 23-33; ARNOLD, CANTO, VALLEJO, 2009, 503-522). Sólo cabe compararlo con el jardín del califa de Madı–nat al-Zahra–’, cuyo salón –el llamado Salón Rico– es alrededor de 60 veces más pequeño que el jardín (Vallejo, 2004, 113). Entre ambos extremos hay un grupo de casos cuyos patios ajardinados son unas 12 veces más grandes que sus respectivos salones. Entre ellos se encuentra el patio de la Aljafería (Ewert, 1978, 17, anejo 1-2), el gran patio del palacio de la Alcazaba de Almería (Arnold, 2008, 61 s., 95-99, en prensa), el Patio de Crucero y el Patio de Contratación del Alcázar de Sevilla (Manzano, 1997) y el patio de la Alhambra, que más tarde fue convento de San Francisco (Orihuela, 1996, 75 s.). A la vista de estos ejemplos parece que se trate de una síntesis consciente entre las diferentes formas de vivir en la ciudad y en el campo. Proporcionalmente algo más pequeños son los jardines del complejo residencial de Fontanar, en Córdoba fl (Murillo et al., 2004, nota 4, fig. 7), el llamado Da–r al-Yund y la Casa de la Alberca, de Madı–nat al-Zahra–’ (Vallejo, 2004, 98, 145), el Palacio de Belyuneš (Terrasse, 2001, 95, fig. 12), así como el Patio de los Leones y el Palacio de Comares en la Alhambra de Granada (Orihuela, 1996, 84-91, 106-111). En este caso se trata evidentemente de modelos de palacios urbanos. Desde el punto de vista de las proporciones son un poco más grandes los jardines del Generalife, en Granada (Orihuela, 1996, 202-212), del Palacio de Santa Clara de Murcia (Navarro, 1995) y del Castillejo de Monteagudo (Navarro, Jiménez, 1995). Esta vez se trata más bien de cortijos. Con una proporción de 1:8 entre el salón y el patio ajardinado, según esta escala el complejo residencial del Plan Parcial de RENFE se sitúa entre los modelos de palacios urbanos.

[ 268 ]

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

El edificio singular del Vial norte del Plan Parcial RENFE. Estudio arquitectónico

Tabla 5. Categorías de palacios según su correspondiente zona ajardinada. Fecha de construcción

Salón m2

Jardín m2

Patio Proporción

Salón:Jardín

Categoría I. Palacios urbanos (Patio ajardinado menor de 5 veces el tamaño del salón) Casa de la Fuensanta, Murcia

s. X

44

Categoría II. Con tendencias propias de palacios urbanos (Patio fl 950-960 Dar– al-Yund, Madı–nat al-Zahra–’ – at al-Zahra–’ 940-950 Casa de la Alberca, Madın Patio de los Leones, Alhambra 1354-1391 Palacio de Comares, Alhambra 1314-1325 Fontanar, Córdoba s. IX-X RENFE, Córdoba en torno a 970 Belyuneš en torno a 1000

125

3:4

1:3

ajardinado de 6-8 veces el tamaño del salón) 460 66 65 125 88 45 30

2.800 360 470 840 675 440 160

1:1 1:1 2:1 2:3 1:1 5:6 2:3

1:6 1:5 1:7 1:7 1:8 1:8 1:8

Categoría III. Síntesis entre palacios urbanos y rústicos (Patio ajardinado de 12 veces el tamaño del salón) Aljafería Alcazaba de Almería, Fase III Patio de Contratación, Sevilla Patio de Crucero, Sevilla San Francisco, Alhambra

1046-1082 1054-1091 1163-1184 1163-1184 1302-1309

78 79 60 118 25

950 920 690 1.400 310

2:3 3:4 3:4 2:3 1:4

1:12 1:12 1:12 1:12 1:12

Categoría IV. Con tendencias propias de cortijos rurales (Patio ajardinado de 13-20 veces el tamaño del salón) Castillejo de Monteagudo Santa Clara la Real, Murcia Generalife, Granada

1147-1172 1228-1238 1302-1309

46+8 68 31+13

720 1.300 630

1:2 3:4 1:4

Categoría V. Cortijos rurales (Patio ajardinado de más de 50 veces el tamaño del salón) – at al-Zahra–’ 950-960 356 21.000 1:1 Salón Rico, Madın Ar-Rumaniya, Córdoba 973? 57 7.250 3:1

1:16 / 13 1:19 1:20 / 14 1:59 1:127

Denominación Las fuentes históricas nos han transmitido diversas palabras para denominar las edificaciones palatinas de la ciudad de Córdoba y sus alrededores, entre otros da–r, qasr, bala–t, munya y hair (Arjona, 1982; Ruggles, 2000, 35-52). La utilización de cada una de estas palabras permite deducir que cada uno de ellas se utilizaba para designar un tipo de palacio diferente. Pero una correlación entre las distintas palabras y las características registradas por la arqueología rara vez es posible. Según las descripciones que nos han llegado sólo se pueden confirmar características aisladas en cada uno de los tipos de palacio. Así, un bala–t parece haber tenido un origen romano o visigodo y una munya estaba situada a extramuros de la ciudad. Que los límites entre los distintos conceptos de ningún modo estaban claros, lo demuestran aquellos casos en los que para designar un mismo edificio se utilizan diferentes palabras indistintamente. Este es el caso de la residencia rural an-Na–’u–ra, unas veces citada como munya (Arjona, 1982, 63, 84, 92, 99, 165) y otras como qasr (ARJONA, 1982, 99, 155, 182). Por esta razón también resulta problemático determinar la denominación original del palacio del Plan Parcial de RENFE. Su ubicación, extramuros de la ciudad, permitiría suponer que se trataba de una al-munya. Pero hasta ahora se ha partido de que una al-munya, al igual que un hair, poseía una zona ajardinada considerable. Sin embargo, tomando los casos aisladamente, no está claro si realmente el tamaño de la zona ajardinada era un criterio diferenciador para la denominación de un palacio. Al menos la Aljafería, a pesar de su edificación relativamente compacta, nos ha llegado bajo el nombre de al-munya, posiblemente debido sólo a su localización fuera de la ciudad (Ewert, 1978, 4). Probablemente la calificación de los diversos tipos de palacios tenga menos que ver con las diferencias de sus características arquitectónicas y urbanísticas que con su uso y significado. Así, ge-

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

[ 269 ]

Felix Arnold

neralmente un da–r servía como residencia permanente, una al-munya, por el contrario, parece haber sido una residencia para estancias temporales, sobre todo para descanso de la vida urbana o militar.

Rango social de la propiedad A diferencia de las viviendas habituales de la ciudad de Córdoba, el complejo residencial del Plan Parcial de RENFE destaca sobre todo por sus dimensiones. En los barrios residenciales excavados hasta ahora, se observa una amplia gama de casas de diversos tamaños. En el Plan Parcial E-1.1, por ejemplo, hay casas que van desde 30 hasta 450 m², de las cuales más de la mitad son de 40-90 m², y sólo un 10% tienen más de 165 m² (Murillo et al., 2004, fig. 9-10). Con una superficie de 4.200 m², el complejo residencial es aproximadamente diez veces mayor que la casa más grande de un barrio normal. Esta diferencia de tamaño extrema indica la elevada posición social de su propietario y deja claras las grandes diferencias sociales que tuvo que haber dentro de la sociedad de al-Andalus. Una comparación entre el complejo residencial y los edificios de Madı–nat al-Zahra–’ permite precisar un poco más la posición social de su propietario y su posible identidad. Está bastante clara la categoría del palacio en relación con el tamaño de su patio y de su jardín. Por ejemplo, la zona de recepción del califa era más de siete veces mayor que la del complejo residencial del Plan Parcial de RENFE, y el jardín del Salón Rico incluso más de 55 veces mayor que el patio A (Vallejo, 2004, 113). A las estancias de uso privado del califa parece haberles correspondido una ordenación de tamaños muy diferente a las del edificio del Plan Parcial de RENFE. La vivienda del funcionario de máxima categoría de Madı–nat al-Zahra–’ –tal vez la Casa de la Alberca (Vallejo, 2004, 145-147)– por el contrario, tenía patios de sólo 300-400 m², lo que acaso se corresponda con el del Plan Parcial de RENFE. Es interesante observar que los patios de los palacios señoriales de los siglos XI-XV –como por ejemplo la Aljafería (Ewert, 1978, 17, anejo 1-2), el Palacio de la Alcazaba de Almería (Arnold, 2008, 61, 95-98, Tab. 7) y el conjunto palatino de la Alhambra (Orihuela, 1996, 84-91, 106-111)– en general están entre los dos extremos. Por las fuentes históricas se sabe que también los altos funcionarios tenían grandes residencias fuera de la ciudad de Córdoba (Arjona, 1982; 1997; 2001). De las más de veinte almunias explícitamente citadas que conocemos, sólo diez estaban en posesión del rango soberano (Munyat cAbdAllah, Arha–’ Na–sih, al-Buntı–, al-Yanna Rabanališ, al-Kintuš, al-Muntalı–, Nasr o bien arha–’ al-hinna–’, an-Nac– u–ra, ar-Ramla o bien an-Na–sir y ar-Rusa–fa). Cinco de ellos eran miembros directos de su famifl Ibn al-Qurašı–ya o bien aš-Šama– lia –una concubina, un hijo, un hermano o un tío– (Munyat cAyab, c c fl o bien al-Aqra , Abd-Allah) y diez tenían el rango de altos funcionarios –un (ma–)t, al-Mugı–ra, Nayda fl un wazir o un fata– (Munyat al-cAmirı–ya, az-Zubayr, Ibn cAbd al-cAzı–z, al-Mushafı–ya, Nasr, hayib, fl –ya). Por lo demás as-Suru–r, ad-Durrı– / ar-Rumanı–ya y ar-Ramla, así como Hair az-Zay flyafl –lı– y Ha–yibı sólo nos ha llegado información sobre un poeta como propietario, el cual, no obstante, posiblemente tuviera también el rango de un alto funcionario de la corte (Arjona, 2001, 240). Por el contrario, no se nombra como propietarios de una al-munya a funcionarios de menor categoría, como jueces, eruditos o ciudadanos adinerados. Como propietario del complejo residencial del Plan Parcial cabe preguntarse por un alto funcionario, un ministro o un cortesano de alto rango, aunque no es posible una identificación precisa. Por un lado, es problemática la localización de muchas de las edificaciones de las que nos ha llegado noticia; por otro lado, muchos de los edificios de esta categoría pueden no haber sido citados en absoluto en las fuentes. En el siglo X, por ejemplo, había en la administración hasta 13 ministros (wuzara) al mismo tiempo, los cuales probablemente tenían derecho a una propiedad de esta categoría. Entre los edificios conocidos sólo algunos vienen al caso para una identificación. En las cercafl –, la residencia runías del Plan Parcial, “cerca de Ba–b al-Yahı–d”, tuvo que encontrarse Hair az-Zay flyalı fl – (Pérès, 1953, 128-130). Después de la muerte de ral del visir Abdallah b. Muhammad az-Zay flyalı su propietario en el año 914, se dio acceso público a las instalaciones, famosas por sus jardines. Es casi imposible que se tratara del complejo del Plan Parcial de RENFE, tanto por su fecha de construc[ 270 ]

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

El edificio singular del Vial norte del Plan Parcial RENFE. Estudio arquitectónico

ción, comienzos del siglo X, como por la gran zona ajardinada. Más aceptable sería su identificación fl con Munyat al-Mushafı–, también llamada al-Mushafı–ya, la almunia del visir Abu ‘Utma–n Ya’far b. 4 – – ‘Utman al- Mushafı (Arjona, 1982, 229; Pérès, 1953, 132) . Se desconoce la ubicación exacta fl de esta almunia, pero se supone que estaba cerca de ar-Rusa–fa. El propietario, Ya’far al-Mushafı–, fue fl en el 961 por Hakam II, y a la muerte de éste, en el año 976, permaneció en la nombrado hayib administración, pero entonces, a instancias de Abu– ‘A—mir, posteriormente Al-Mansu–r, en el 978 cayó en desgracia, fue desposeído y en el 983 ejecutado. Un periodo de uso relativamente corto, durante la segunda mitad del siglo X, encajaría bien con nuestros datos (Salinas Pleguezuelo, 2008, 247-264). Tabla 6. Jerarquía de los patios privados y de representación en el siglo X.

Patios grandes (más de 2.000 m ) Jardín del Salón Rico, Madı–nat al-Zahra–’ Jardín de ar-Rumanı–ya, Córdoba Patio del Califa, Madı–nat al-Zahra–’ Patios medianos (150-700 m2) Patio I de Fontanar, Córdoba Casa superior, Madı–nat al-Zahra–’ Casa de pilares, Madı–nat al-Zahra–’ RENFE 1, Córdoba Casa de la Alberca, Madı–nat al-Zahra–’ Casa superior, Madı–nat al-Zahra–’ Belyuneš, Ceuta RENFE 2 fl Casa de Ya’far, Madı–nat al-Zahra–’ Patios superiores (menos de 150 m2) Estación de Autobuses, Córdoba Casa de la Fuensanta, Murcia Casa 2 in Cercadilla, Córdoba Vivienda normal de Córdoba

Propietario

Ancho m

Fondo m

Superficie m2

Proporción

Califa ¿Ministro? Califa

157 145 54,5

135 97 51

21.000 14.000 2.800

1:0,9 1:0,7 1:0,9

25 20 20,5 17,9 18,5 18,5-20 12 8,5 12,6

27 20 19,7 21,4 19,7 18,5 19 21,5 12,9

675 400 400 380 360 360 228 180 160

1:1,1 1:1,0 1:1,0 1:1,2 1:1,1 1:1,0 1:1,4 1:2,5 1:1,0

11,7-14,2 9,3-11,3 9,7-10,1 12,7 11 7

134 125 75 20-60

1:0,8 1:1,3 1:0,6

2

? funcionario funcionario ? funcionario funcionario ¿Gobernador? ? Ministro Ciudadano Ciudadano Ciudadano

Bibliografía Almagro Gorbea, A. (2000): Planimetría del Alcázar de Sevilla. Granada. –––– (2004), “Análisis tipológico de la arquitectura residencial de Madı–nat al-Zahra–’”, en Müller-Wiener, M. et alii (Ed.) Al-Andalus und Europa zwischen Orient und Okzident, Petersberg, pp. 117-124. Arjona Castro, A. (1982): Anales de Córdoba Musulmana (711-1008). Córdoba.

–––– (2010): “Eine islamische Palastanlage am Stadtrand von Córdoba. Bauanalyse und Rekonstruktion”, Madrider Mitteilungen 52, en prensa. Arnold, F.; Canto García, A.; VALLEJO TRIANO, A. (2009): “Das islamische Landgut ar-Rumanı–ya bei Córdoba. Vorbericht einer Bauaufnahme”, Madrider Mitteilungen 50, pp. 503-523.

–––– (2001), Córdoba en la Historia de al-Andalus. Desarrollo, apogeo y ruina de la Córdoba Omeya. Córdoba.

Barceló, M. (1995): “El Califa patente. El ceremonial omeya de Córdoba o la escenificación del poder”, en Vallejo Triano, A. (Ed.) Madı–nat al-Zahra–’. El Salón de cAbd al-Rahma–n III, Córdoba, pp. 153-175.

Arnold, F. (2008): Der islamische Palast auf der Alcazaba von Almería, Madrider Beiträge 30. Wiesbaden.

Bernabé Guillamón, M.; Domingo López, J. (1993): El palacio islámico de la calle Fuensanta, Murcia. Murcia.

–––– (2009): “Einführung”, Mitteilungen 50, pp. 387-398.

Cabañero Subiza, B.; Herrera Ontañón, V. (2001): “Nuevos datos para el estudio de la techum-

4 

Quizás la misma que aparece citada como al-Yafl cfarı–ya por Ibn Zaidu–n en el siglo XI (Pérès 1953: 130-131).

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

[ 271 ]

Felix Arnold

bre de la ampliación de al-Hakam II de la mezquita aljama de Córdoba. Cuestiones constructivas”, Artigrama 16, pp. 257-283. Castro del Río, E. (2005): El arrabal de época califal de la zona arqueológica de Cercadilla. La arquitectura doméstica, Arqueología Cordobesa 12. Córdoba. Creswell, K. A. C. (1969): Early Muslim Architecture, Tomo I, Parte 2, segunda edición. Oxford. Eguaras Ibáñez, J. (1975): Ibn Luyu–n. Tratado de agricultura. Granada.

Murillo Redondo, J. F.; Casal García, M. T.; – at Qurtuba. Castro del Río, E. (2004): “Madın Aproximación al proceso de formación de la ciudad emiral y califal a partir de la información arqueológica”, – at al-Zahra’– 5, pp. 257-290. Cuadernos de Madın

Escribano Ucelay, V. (1964-1965): “Mezquita de la calle Rey Heredia”, al-Mulk 4, pp. 83-101.

Navarro Palazón, J. (1995): “Un Palacio protonazarí en la Murcia del Siglo XIII: al-Qasr al-Sag˘ı–r ”, en Navarro Palazón, J. (Ed.) Casas y palacios de al-Andalus, Sevilla, pp. 177-205.

Ewert, Ch. (1966): Spanisch-islamische Systeme sich kreuzender Bögen II: Die Arkaturen eines offenen Pavillions auf der Alcazaba von Málaga, Madrider Mitteilungen 7, 232-254.

Navarro Palazón, J.; Jiménez Castillo, P. (1995): “El Castillejo de Monteagudo: Qasr Ibn Sacd”, en Navarro Palazón, J. (Ed.) Casas y palacios de al-Andalus, Sevilla, pp. 63-103.

–––– (1968): Spanisch-islamische Systeme sich kreuzender Bögen I. Die senkrechten ebenen Systeme sich kreuzender Bögen als Stützkonstruktion der vier Rippenkuppeln in der ehemaligen Hauptmoschee von Córdoba, Madrider Forschungen 2. Berlin.

Nippa, A. (1991): Haus und Familie in arabischen Ländern. Vom Mittelalter bis zur Gegenwart. Munich.

–––– (1978): Spanisch-Islamische Systeme sich kreuzender Bögen III. Die Aljafería in Zaragoza, Madrider Forschungen 12, Parte 1. Berlin. –––– (1996): Die Dekorelemente der Wandfelder im reichen Saal von Madı–nat al-Zahra–’, Madrider Beiträge 23. Maguncia. Golvin, L. (1966): “Le palais de Zı–rı– à Achîr (dixième siècle J.C.)”, Ars Orientalia 6, pp. 47-76.

Nothedge, A. (1999): “The Jacfarı– Palace of alMutawakkil”, Damaszener Mitteilungen 11, pp. 345363. Orihuela Uzal, A. (1996): Casas y palacios nazaríes: siglos XIII-XV. Sevilla. PÉrÈs, H. (1953): La poésie andalouse en arabe classique au Xie siècle: Ses aspects généraux, ses principaux thèmes et sa valeur documentaire, segunda edición. Paris. Reuther, O. (1912): Ocheïdir. Leipzig.

Hernández Giménez, F. (1975): El Alminar de ‘Abd al-Rahman III en la mezquita mayor de Córdoba. Génesis y repercusiones. Granada.

–––– (1938): “Sa–sa–nian Architecture”, en Pope, A. U. (Ed.), A survey of Persian art from the prehistoric to the present, Tomo I, London y New York, pp. 493-578.

Leisten, Th. (2003): Excavation of Samarra I. Architecture. Final Report of the First Campaign 19101912, Baghdader Forschungen 20, Maguncia, pp. 81-114.

Ruggles, D. F. (1995): “Der als Achsenkreuz angelegte islamische Garten des Mittelmeerraums und seine Bedeutung”, en Petruccioli, A. (Ed.) Der islamische Garten, Stuttgart, pp. 143-154.

López-Cuerro, S. (1983): Medina al-Zahra. Ingeniería y formas. Madrid.

–––– (2000): Gardens, Landscape, and Vision in the Palaces of Islamic Spain. University Park, Pennsylvania.

Martín, M.; Sáenz Preciado, J. C. (1998): “La actuación arqueológica”, en Martínez, A. B. (Ed.) La Aljafería, Tomo II, Zaragoza, pp. 147-250. Manzano Martos, R. (1995): “El Alcázar de Sevilla: Los palacios almohades”, en Valor Piechotta, M. (Ed.) El último siglo de la Sevilla Islámica (1147– 1248), Salamanca, pp. 101-124. Montejo Córdoba, A. J. (1999): “El pabellón de abluciones oriental de la mezquita aljama de Córdoba correspondiente a la ampliación de Almanzor”, Cuadernos de Madı–nat al-Zahra–’ 4, pp. 209-231.

[ 272 ]

MURILLO REDONDO, J. F. et alii (2003): “Informememoria de la intevención arqueológica de urgencia en el aparcamiento bajo el Via Norte del Plan Parcial Renfe (Segunda fase), en Anuario Arqueológico de Andalucía, 2000, tomo III, vol. 1, pp. 356-369.

Salinas Pleguezuelo, E. (2008): “Materiales cerámicas de las intervenciones arqueológicas en el vial norte del Plan Parcial RENFE de Córdoba”, Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa 1, pp. 247-264. Sánchez Ramos, I. (2003): Un sector tardorromano de la necrópolis septentrional de Corduba, Arqueología Cordobesa 7. Córdoba. Schilbach, E. (1970): Byzantinische Metrologie, Handbuch der Altertumswissenschaften, Tomo XII, Parte 4. Munich.

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

El edificio singular del Vial norte del Plan Parcial RENFE. Estudio arquitectónico

Terrasse, M. (2001): Islam et Occident Méditerranéen de la conquête aux Ottomans. Paris. Torres Balbás, L. (1958): “Patios de crucero”, alAndalus 23, pp. 171–192. Vallejo Triano, A. (1990): “La vivienda de servicios y la llamada casa de Yafl cfar”, en Bermúdez López, J. y Bazzana, A. (Ed.) La casa hispano-musulmana. Aportaciones de la arqueología, Granada, pp. 129-145. – III. Proble–––– (1995): “El Salón de cAbd al-Rahman mática de una restauración”, en Vallejo Triano, A. (Ed.) Madı–nat al-Zahra–’. El Salón de cAbd al-Rahma–n III. Córdoba. –––– (2004): Madinat al-Zahra. Guía oficial del conjunto arqueológico. Sevilla.

Vallejo Triano, A.; Montejo Córdoba, A.; García Cortés, A. (2004): “Resultados preliminares de la intervención arqueológica en la “Casa de fl Ya’far” y en el edificio de “Patio de los Pilares” de Madinat al-Zahra”, Cuadernos de Madı–nat al-Zahra–’ 5, pp. 199-239. Vallvé Bermejo, J. (1976): “Notas de metrología Hispano-Árabe. El codo en la España Musulmana”, Al-Andalus 41, pp. 339-354. Velázquez Bosco, R. (1912): Medina Azzahra y Alamiriya. Madrid. VENTURA, A. et alii (20003): “Informe-Memoria de la Intervención arqueológica de Urgencia en el aparcamiento bajo el Vial Norte del Plan Parcial Renfe (Primera parte)”, en Anuario Arqueológico de Andalucía, 2000, tomo III, vol. 1, pp. 322-342.

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa [ AnAAC ] 2 / 2009-2010

[ 273 ]

2 [ 2009-2010 ]

Garriguet Mata, José Antonio: “Samuel de los Santos Gener y los inicios de la Arqueología Urbana en Córdoba”.

Arqueología Clásica Pág. 21 / 44

Rodríguez, M.ª Carmen: “El poblamiento rural del Ager Cordubensis: Patrones de asentamiento y evolución diacrónica”.

Pág. 45 / 72

León Pastor, Enrique: “Portus Cordubensis”.

Pág. 73 / 86

Cánovas Ubera, Álvaro; Castro del Río, Elena; Vargas Cantos, Sonia: “Intervención arqueológica preventiva en la nueva sede de EMACSA (Avda. Llanos del Pretorio, Córdoba)”.

Pág. 87 / 102

Pág. 103 / 120

Pág. 121 / 140

Gutiérrez, M.ª Isabel; Mañas Romera, Irene: “Los pavimentos del Convento de Jesús Crucificado, Córdoba”. García, Begoña; Pizarro, Guadalupe; Vargas, Sonia: “Evolución del trazado urbanístico de Córdoba en torno al Eje Tendillas-Mezquita. Hallazgo de una cisterna romana de abastecimiento de agua”. Castro, Elena; Cánovas, Álvaro: “La domus del Parque infantil de Tráfico (Córdoba)”.

Arqueología Medieval Pág. 143 / 182

Casal, M.ª Teresa; Martínez, Rafael; Araque, M.ª del Mar: “Estudio de los vertederos domésticos del arrabal de Šaqunda: Ganadería, alimentación y usos derivados” (750 - 818 d.C.) (Córdoba).

Pág. 183 / 230

Murillo, Juan F.; Ruiz, Dolores; Carmona, Silvia; León, Alberto; Rodríguez, M.ª Carmen; León, Enrique; Pizarro, Guadalupe: “Investigaciones Arqueológicas en la Muralla de la Huerta del Alcázar (Córdoba)”.

Pág. 231 / 246

Pizarro, Guadalupe: “El alcantarillado árabe de Córdoba II. Evidencia arqueológica del testimonio historiográfico”.

Pág. 247 / 274

Arnold, Felix: “El edificio singular del Vial Norte del Plan Parcial RENFE. Estudio arquitectónico”.

Pág. 275 / 288

León Pastor, Enrique; Dortez, Teresa; Salinas, Elena: “Las áreas industriales en los arrabales de al-Yanib al Garbi de Qurtuba. El alfar del Cortijo del Cura”.

Pág. 289 / 302

Salinas, Elena; Vargas, Sonia: “Un pozo tardoalmohade en el Hospital de Santa María de los Huérfanos de Córdoba”.

Pág. 303 / 326

Martagón, María: “Qurtuba y su territorio: una aproximación al entorno rural de la ciudad islámica”.

Pág. 327 / 342

Larrea Castillo, Isabel; Hiedra Rodríguez, Enrique: “La lápida hebrea de época emiral del Zumbacón. Apuntes sobre arqueología funeraria judía en Córdoba”.

Pág. 343 / 362

Cánovas, Álvaro; Salinas, Elena: “Excavaciones Arqueológicas en el entorno de la Iglesia de Santa Marina de Córdoba”.

Gerencia Municipal de Urbanismo

Área de Arqueología

anejos de anales de

arqueología

cordobesa

del Convenio de Colaboración entre el Área de Arqueología de la Universidad de Córdoba y el Ayuntamiento de la ciudad, que coordinan desde 2001 el

2

Convenio GMU-UCO. Publicaciones y actividades 2008-2010.

Murillo (GMU), y sostiene el Grupo de Investigación del PAI HUM-236, dirigido también por D. Vaquerizo. AnAAC surge como instrumento para dar a conocer a la opinión pública, sometiéndolas de paso al juicio crítico de la comunidad científica internacional, las novedades que generan a diario nuestras intervenciones arqueológicas de carácter urbano o en el territorio, sin descartar colaboraciones de profesionales cordobeses o de otras procedencias que compartan el interés por la investigación arqueológica sobre Córdoba, entendida como ciudad histórica y yacimiento único.

Imagen de portada:

Publicaciones Pág. 365 / 382

Prof. Dr. Desiderio Vaquerizo (UCO) y el Dr. Juan Fco.

[ anejos de anales de arqueología cordobesa ]

Pág. 11 / 18

Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa emana

[ 2009-2010 ]

ÍNDICE

Convenio de colaboración

UCO-GMU

Triclinio, zona media de la pared de la domus del parque infantil de tráfico de Córdoba, decoración figurada, sátiro (Fotog. Á. Cánovas, © Convenio GMU-UCO).

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.