EL DRAMA DEL PARO

October 16, 2017 | Autor: B. Sta-Cruz Hellín | Categoría: Political Economy
Share Embed


Descripción

EL DRAMA DEL PARO
Enric Sanchís

Actualmente una de las grandes enfermedades que afecta a España es el paro. No es sólo un gran mal sino que mirando hacia el pasado, podemos observar como se ha ido convirtiendo en algo crónico, sobrellevado constantemente como una característica más de la economía de nuestro país. Esto es debido a que no se ha establecido aún ninguna medida duradera ni eficaz, ya que no se ha considerado como un problema real admisible en la agenda política. Y como toda enfermedad mal combatida, este es el resultado, un paro con cifras paradójicamente reales e increíbles.
La falta de solidaridad entre las generaciones, es decir, las protestas y las demandas de medidas para lo que sería beneficioso únicamente para su sector de edad, la división entre jóvenes, adultos y ancianos, la expansión de un perfil psicológico negativo entre las distintas capas de la sociedad, la ausencia de políticas verdaderamente sociales y eficaces; todo esto, acumulado en el tiempo, da como resultado una situación sin salida, un callejón que no se puede reestructurar. Otras causas que han disparado el paro español son, la disminución del mercado laboral agrario, un Estado de Bienestar, o mejor dicho, un "proyecto de" que todavía no se ha consolidado, la práctica de una política económica desinteresada del espectro social, dirigida hacia la creación de una imagen de competencia de cara al exterior, que en su interior carece de sustento ni si quiera para tener un carácter competitivo. Es menester citar el evidenciado y tan temido envejecimiento de la población, acrecentado por el baby boom de los años 70 y la baja tasa de natalidad actual y con vistas de aumentar en el futuro próximo, fomentada por un cambio cultural respecto al rol de la mujer en la sociedad, retrasando la edad de concebir hijos y disminuyendo la cantidad de los mismos; se trata de nuevas generaciones de féminas cada vez mucho más formadas que los hombres, es un fenómeno plenamente constatado hoy en día y observable en sus cifras de actividad respecto a las del empleo.

Hemos escuchado a diversas personalidades hablar de forma generalizada y extrapolada al exterior de España sobre el paro, sin embargo, ¿es esto cierto? El paro en España ha sido siempre mucho mayor respecto al resto de Europa pues si de algo se caracteriza el sistema económico poseyente es de inmaduro e incompetente. Hemos asistido a diversas caídas en el empleo a lo largo del tiempo, contentándonos con la mejora y no con lo que debería ser el objetivo principal, el PLENO EMPLEO. Hoy por hoy asistimos a una tasa de paro del 25,93% mientras que la media Europea se encuentra alrededor del 10.6% de población desempleada. Esta situación comenzó con la bonanza vivida entre los años 1994 y 2007 que en realidad camuflaba una burbuja especulativa donde las haya, primero se dispararon los empleos, finalmente, este es el resultado.
Respecto a los síntomas que han patentado el desempleo actual, aquellos que se encargan de encauzar España, añadiendo un mayor grado de culpabilidad a aquellos que en voz alta nombran el socialismo, se encuentran plenamente convencidos del modelo anglosajón liberal económico en vez de aplaudir la senda que aboga por los vulnerables, el modelo socialdemócrata escandinavo. Nos encontramos ante un panorama de egoísmo y sinrazón donde precede la ley del más fuerte (el más rico), sobre la del más débil (el más pobre).
Es quizás por estas políticas dirigidas a grupos minoritarios, en vez de realizar una política consensuada adaptable a todos, lo que pone aun mas de manifiesto estas diferencias sociales evitando una acción común de los afectados que acaba desembocando en tragedias como el incremento de la tasa de suicidios. Se trata de reivindicaciones y protestas sin consenso ni solidaridad entre ellas lo que nos muestra la necesidad de una identidad puesta en común, capacitada para que dé lugar a una confrontación que llegue a ser considerada como grave y primordial para la clase política.

Hemos criticado fuertemente el sistema político como el causante del contexto actual, pero no hemos de olvidarnos que la culpa es nuestra también. El desempleo se encuentra influenciado por diferentes sesgos sociales, en primer lugar, la eterna lucha entre el desempleado español exquisito con recursos y capacidad para sobrellevar la falta de ingresos y el extranjero totalmente dejado de condiciones laborales. Otro término de diferenciación del paro es la edad anteriormente citada en la falta de solidaridad entre generaciones, jóvenes reivindicativos acomodados en el hogar paterno y adultos ultimando sus años como población activa resignados ante la llegada de su ansiada jubilación que deciden aceptar y adaptarse a su nueva condición como anciano antes que fortalecerse con el rechazo de su situación.
Acordémonos de los años donde los pilares de un país, competencia económica, cohesión social y respeto medioambiental, se encontraban equilibrados con responsabilidades y funciones repartidas y compenetradas las unas con las otras en pro del beneficio nacional y no del propio. Es quizás por realizar una excesiva presión sobre los sindicatos y la cercanía con lo que ahora la sociedad entiende como enemigo, lo que produce que su reacción no se produzca con la tan necesitada y extrema eficacia. Se evidencia la falta de conciencia y educación política de la población, que se muestra desinteresada de aquello que no sólo gobierna un territorio y sus instituciones, sino su propia vida. La ley del ciudadano actual no es una solución, pues ante un mal gobierno responden con una abstención o con el voto al oponente, deben mentalizarse dejando de lado la frustración de que se necesita un voto adecuado que de cómo resultado un gobierno que cumpla las prioridades ciudadanas, en este caso el paro.
En conclusión, es necesario un buen pueblo y un buen gobierno. En primer lugar, caracterizado por su homogeneidad lo que les otorgara fuerza y voz para demandar y de forma extrema, obligar a que se lleven a cabo las ideas esenciales para la vida o mejor dicho, buena vida de un país, donde lo esencial este garantizado; y un buen gobierno que no protagonice egoísmos, dejándose de lado los intereses del partido y poniendo de manifiesto tal fortaleza y sintonía social que nos convirtamos en un ejemplo a seguir y no unos meros imitadores. Un país donde el gasto público no signifique un hándicap, pues una ciudadanía abastecida y educada combatirá mucho mejor una crisis antes que una ciudadanía desprovista de aquello que es vital; y donde el ciudadano deje de representar para el gobierno un mero voto pasando a ser su gran causa política .
















1º Ciencias políticas y de la Administración pública.
Gr.PA
Belén Santa-Cruz Hellín.

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.