El Dispositivo Populista: Pueblo, políticos de profesión y crisis de la representación

Tras la caída de las grandes ideologías del Novecientos y con la imposición hegemónica del neoliberalismo, como ha señalado Ernesto Laclau, la literatura populista ha caído en un impasse analítico, un estancamiento que el mismo filósofo argentino ha afrontado y superado dando nueva vida al debate y abriendo nuevos horizontes teórico. No es de hecho posible pensar hoy las razones del populismo descontextualizando el concepto desde la dimensión gubernamental y postfundacional o ignorando las transformaciones profundas de la lógica del poder soberano que ha entrado en el marco de la gobernanza y de la globalización. Precisamente de esta discontinuidad y de tal contexto se mueve nuestro ensayo sobre el populismo. El populismo es hoy un poder, muy a menudo no sólo político, que impregna numerosos campos discursivos de amplio espectro que determinan una densa serie de relaciones de poder en todos los niveles de la sociedad: en otras palabras, hoy en día existe un dispositivo populista, operativo y fuertemente diseminado en todo el campo social. En tal sentido, el dispositivo populista connota, tanto en la derecha como en la izquierda, en manera fluctuante, el espacio dialógico de la democracia actual, dictando el tiempo y las modalidades expresivas, alternando indiscriminadamente argumentos xenófobos, retórica neoliberal de la austeridad o meras inventivas antipolíticas.