El discurso occidental como legitimador de la guerra contra el terrorismo: un análisis de las estrategias y el calado del odio al “enemigo islámico”

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Descripción

Universidad Complutense de Madrid Facultad

de

Ciencias

Políticas

y

Sociología

El discurso occidental como legitimador de la guerra contra el terrorismo: un análisis de las estrategias y el calado del odio al “enemigo islámico”

Génesis Alejandra Machado Romero Berta Rodríguez Vellosillo María Orbe Murias

Grado Ciencias Políticas – Grupo 4.9 Psicosociología Política Curso académico 2014/2015

Madrid, febrero de 2015 1

ÍNDICE Página

 RESUMEN…………………………………………………………………. 3  MARCO TEÓRICO……………………………………………………….. 3  EL DISCURSO……………………………………………………………… 8  EL DISCURSO HOY EN DÍA……………………………………… 9  ANÁLISIS EMPÍRICO…………………………………………………… 11  PRESTANDO ATENCION AL PROTAGONISTA…………. 12  PRESTANDO ATENCION AL ANTAGONISTA…………… 17  RESPONSABILIDAD DE LOS MASS MEDIA……………… 19  CONCLUSIONES……………………………………………………...... 26  BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………… 30

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RESUMEN Los atentados a las Torres Gemelas y al Pentágono del 11 de septiembre de 2001 supusieron un antes y un después en la política internacional. Provocando un cambio de ciclo histórico, el centro del mundo occidental comienza a girar en torno a la lucha antiterrorista y, sobretodo, anti-islámica, cuya consolidación llega pocos años después con los ataques del 11M en Madrid y del 7 de Julio de 2005 en Londres. Recientemente encontramos un nuevo foco de atención en los atentados del 7 de Enero de 2015 contra la revista francesa Charlie Hebdo. Ante este panorama, el objetivo de esta investigación es analizar las dinámicas discursivas de los líderes, las consecuencias sociales, y la responsabilidad de los mass-media en este vuelco político en el que Occidente pone en su punto de mira al enemigo islámico. Así bien, nuestra hipótesis a verificar parte de la premisa de que el discurso del ‘terrorismo islámico’ utilizado es parte responsable de la connotación negativa sistemáticamente ligada al mundo árabe, la cual que lleva a intensificar los ciclos de violencia entre estos ‘dos mundos’, contando con un trasfondo de objetivos políticos de las fuerzas occidentales.

MARCO TEÓRICO La indiscutible fuerza con la que el discurso anti-islam irrumpe en Occidente a partir de 2001 se constituye como uno de los fenómenos psicosociales más extendidos de los últimos 15 años, estando de por sí cargado de aspectos teóricos del ámbito de la psicología social y política. De tal forma que, en lo tocante a nuestra investigación, serán varios los conceptos y teorías a partir de los cuales estructuremos el análisis de los marcos discursivos de los principales líderes mundiales, del discurso patológico extendido por los medios de comunicación y de los datos empíricos facilitados por agencias de investigación social sobre la percepción ciudadana antes y después de las masacres. Como cimiento estructural del análisis están las emociones más extremas de los individuos, dentro de las cuales la ansiedad o el miedo son las comúnmente

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identificadas en casos de terrorismo. Según Wievorka (1992)1 el terrorismo es “utilizado por un actor político que, por debilidad o por calculo, se mantiene dentro de un espacio político determinado, o busca penetrar en él a través del terror”. Partiendo de la certeza de que la vida humana no es eterna y esto causa gran ansiedad entre los individuos, la Teoría del Manejo del Terror (TMT) de Greenberg, Pyszczynski y Solomon (1997), sostiene que cuando un grupo percibe una amenaza externa, la cohesión del endogrupo se intensifica aferrándose a sus símbolos culturales para defender y restablecer su seguridad. Ante el pánico provocado por la muerte, la reacción de estos se traduce en una mayor adhesión al grupo de referencia de tal forma que puede desarrollarse intolerancia hacia los sistemas culturales u otras ópticas divergentes. De esta manera, la TMT explica la gran lealtad al grupo que se dio tras el 11S y posteriormente en los atentados de España, Gran Bretaña y Francia, donde se vivió además de un aumento del sentimiento patriótico, una conformidad no crítica con las normas impuestas por los líderes y las políticas represivas. Según explica esta teoría, para amortiguar su miedo a la muerte, los individuos llegan a estar dispuestos a poner en jaque sus principios, desarrollando una gran intolerancia con la que se termina apoyando el castigo desmesurado al exogrupo.2 El factor miedo –cuyo efecto se remarca continuamente a través de los mass-media– se convierte en el pivote esencial de la construcción social a través de la cual los individuos buscan comprender el mundo. El ser humano, sesgado por las propias limitaciones del aparato cognitivo, hace uso del proceso de la categorización, con el que simplifica su visión de la realidad a través de la agrupación del entramado social en categorías. De aquí es de dónde nacen el endogrupo y el exogrupo, es decir, la visión del nosotros (occidentales) vs. Ellos (mundo islámico), siendo la saliencia el sentimiento “occidental” del individuo. Así, según enuncia la Teoría de la Categorización del Yo de Turner (1982), estas categorías van a estar predeterminadas por las reflexiones que derivan del contexto social, siendo un reflejo de la realidad que

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Citado en Jackson R. “Constructing Enemies: ‘Islamic Terrorisim’ in Political and Academic Discourse. Un primer estudio sobre los atentados del 11 de septiembre, realizado tan solo 16 días después de la tragedia por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), revelaba que ya a esas alturas, un 34,1% de los españoles se mostraba a favor de recortar las libertades de las que gozamos si ello servía de apoyo en la lucha contra el nuevo tipo de terrorismo internacional. Consultado en: Estudio nº 2436 http://www.analisis.cis.es/cisdb.jsp 2

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nace a partir de nuestro propio contexto, cargada asimismo de estereotipos – implícitos desde el momento en el que establecemos “como somos nosotros” y “como son ellos”– e imágenes. Dentro de esto, los estudios de Reicher vienen a demostrar la importancia del liderazgo dentro de este procesar de información, de manera que el líder centrará sus esfuerzos en acotar su discurso al público al que se dirige haciendo uso de las características de la categoría dentro de la cual éste se inscribe. No por casualidad, este líder buscará posicionarse como ser prototípico dentro del endogrupo, en un intento de mostrarse como el mejor representante de las creencias y valores adscritos al grupo que quiere encabezar. No resulta complicado, por tanto, entender cómo las personas pueden adoptar una actitud defensiva con su sistema cultural, desarrollando a través de la TMT y la categorización un marco viable con cual permitirse estructurar el mundo y todo lo que en éste sucede. Estableciendo por ende en sus preconcepciones lo “bueno” y lo “malo”, el “enemigo” y sus “aliados”. Pero esto, que como se cita anteriormente en su máxima expresión lleva a la legitimación de determinadas políticas agresivas contra el exogrupo e incluso mutiladoras de derechos del propio endogrupo, viene acompañado de una enorme carga de estereotipos y prejuicios que afianzan la identidad de cada cual. Es entonces cuando el peso de la conformidad y la adhesión al endogrupo para enfrentarse a la amenaza aumenta desproporcionadamente, llevando al límite las emociones contra el exogrupo que arrastran a la violencia de tal forma que lo que en un primer momento eran sólo estereotipos, acaba por convertirse en odio e ira hacia el otro, y en consecuencia, la intensidad del conflicto se magnifica (Cottam, 2004).

Empezando por el pilar de la identidad colectiva, una auto-interpretación centrada en el aspecto del Yo compartido socialmente bajo cierto contexto social de relevancia, entendemos la identidad social según Tajfel (1981) como un tipo específico de identidad derivado del auto-concepto del individuo que surge a partir del conocimiento de pertenencia a un grupo social que a su vez aglutina determinados aspectos emocionales y valorativos en ella. Estas definiciones, presentes en el marco de la Teoría de la Identidad Social, obligan a tener en primer plano el papel de la identidad de los grupos en las relaciones intergrupales, puesto que explican el sesgo y 5

el favoritismo endogrupal –a través del que priorizamos una visión más positiva del endogrupo y dotamos de explicación las actitudes orientadas a premiar con mayores ventajas al endogrupo– y la derogación exogrupal, que llevan a la discriminación y a la consolidación de la creencia de que esos “otros” que vemos como distintos, serán diferentes siempre. Precisamente en el intento de mantener estas diferencias que guían al estallido de la violencia, la Teoría del Aprendizaje Social nos permite crear un índice con el que seguir el análisis de estos sentimientos de animadversión hacia el exogrupo, que en gran parte puede resultar ser profundamente desconocido y, por ende, incomprendido. Derivado del escaso contacto y la manipulada información que el endogrupo (en este caso los occidentales) tiene respecto del exogrupo y su cultura, los estereotipos negativos y prejuicios se activan con especial facilidad. La socialización a través de determinados comentarios o titulares de prensa, los refuerzos positivos ante comportamientos discriminatorios, la transmisión de éstos a través de los medios de comunicación y su exageración y manipulación por parte de los líderes políticos, mantiene vivas estas creencias personales y orientaciones negativas de aversión a los miembros del exogrupo a través de la atribución incorrecta de características negativas. Consecuencia de esto y en consonancia con la TMT, resulta más sencillo dejarse llevar por la influencia social hasta el punto de identificar en los individuos altos índices de conformidad y percepciones no críticas de los valores del endogrupo y las políticas más duras contra el exogrupo. Así bien, el poder de la situación encauza hacia dos razones principales para la conformidad ante la ansiedad del ser humano: la influencia informativa y la influencia normativa. La influencia informativa, es el deseo de estar en lo cierto que nos mueve a utilizar a otros como fuentes de información en situaciones ambiguas o de crisis; siendo en este punto donde otorgamos tal responsabilidad a los medios de comunicación, que actúan como expertos, y a las autoridades políticas, que no permitieron una evaluación más objetiva. Por otra parte, la influencia normativa, que responde a la necesidad de aceptación social dentro de los estándares y normas del grupo, derivado de la lealtad y el compromiso endogrupal, más allá de si interiormente estamos de acuerdo o no. 6

De igual forma, los rasgos de la personalidad autoritaria y sus dos vertientes, RWA Y SDO, también constituyen un factor a tener en cuenta en esta investigación. Siguiendo el artículo de Sam G. McFarland (2005), en una investigación elaborada por Altemeyer, en la que se estudió a través de una serie de encuestas la actitud con respecto a la invasión a Iraq de los estudiantes americanos después de los ataques del 11S, se analizó cómo la personalidad de Bush y de muchos otros aparatos y líderes dominantes calaron de forma significativa en las conductas de éstos, presentando altos niveles de RWA y SDO en sus posturas, y forjando un patriotismo exacerbado que contribuyó a deshumanizar a las futuras víctimas y así a apoyar un ataque indiscriminado sobre aquellos a los que el discurso occidental tachaba de demonios peligrosos. Como explica Adelheid A.M. Nicol (2009), la social dominance orientation es el grado en el que se desea que el endogrupo domine, superando a los exogrupos, a los cuales tiende a identificar como inferiores. Motivados por el poder y la superioridad, estos individuos aceptan y favorecen las desigualdades, puesto que consideran el mundo una jungla en la que domina el más fuerte. De la misma manera, los individuos con altos niveles right-wing authoritarianism, concepto acuñado por Bob Altemeyer, se guiarán por una visión no crítica y de doble estándar a través de la cual consiguen justificar sus contradicciones, contando además, con una gran voluntad para perseguir los chivos expiatorios que la autoridad identifique como foco del problema.

De esta forma, el conflicto social consecuencia del calado del discurso contra toda la comunidad árabe-musulmana contiene todas las características que conforman la base cognitivas del conflicto intergrupal3, contando al mismo tiempo con un papel activo de los líderes en la categorización y la activación de estereotipos manipulados y emociones extremas con las que buscan localizar en el mundo árabe al chivo expiatorio al que atacar. La reducción de la comunicación que impide el acceso a las opiniones del otro bando, en parte propulsada por los líderes, abre paso a la escalada de un conflicto que poco a poco se magnifica y polariza ante nosotros, dividiendo el mundo. 3

Nos referimos aquí a homogeneidad exogrupal, percepción simplista, atribuciones internas de conductas negativas al exogrupo y externas para conductas positivas, pensamiento de doble estándar, deshumanización del exogrupo, odio y emociones fuertes, etc.

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Así, veremos a continuación como todo el entramado político y comunicativo occidental se alió conjuntamente con las fuerzas políticas para orientar la concepción de su endogrupo de tal forma que bajo continuas estrategias para diabolizar, desindividualizar y desacreditar, se conformase una posición generalizada de lucha contra el desconocido mundo árabe, y que hoy en día, pasada ya una década, intenta ser reforzada tras los recientes atentados en París. Muestra de ello es la imagen difundida por el Gobierno francés acerca de las características de una persona quizás perteneciente a la Yihad. Facilitando un teléfono de contacto a la población para avisar en caso de percibir tales características en cualquier individuo, el gobierno de Hollande ha acotado y definido la “imagen” del terrorista islámico, lo que puede servirnos para aproximarnos a una generalización de la imagen de estos grupos ya que en la Teoría de las Imágenes (y las distintas consideraciones que ésta presenta) no se puede clasificar de forma clara. Este nuevo “enemigo” al que Occidente pretende enfrentarse no contiene los rasgos históricamente asociados a una imagen concreta, pero si podríamos hacernos una idea a partir de los patrones de la Teoría de las Imágenes y lo aquí descrito, a pesar de que esto supondría la formulación de una nueva imagen a incluir en dicha teoría.4

EL DISCURSO En el siglo XXI, el discurso sobre terrorismo ha surgido como uno de los discursos políticos más importantes de la era moderna. Para entender el significado y forma del discurso del terrorismo islámico de hoy en día es importante prestar atención a tres tradiciones: 1.

El concepto de terrorismo islámico nace de los estudios del terrorismo

religioso. Este discurso ha crecido enormemente y ganado autoridad desde los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001. 2.

El discurso ha sido generado en buena medida por estudiosos interesados en

Oriente Medio y la cultura y religión árabe.

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Para ver la imagen: El Universal. (2015) “Las nueve señales que según Francia te convierten en Yihadista”. Recuperado el 9 de febrero 2015 en : http://www.eluniversal.com.mx/elmundo/2015/seniales-segun-francia-convierten-yihadista-1073933.html

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3.

El discurso tiene una gran tradición de estereotipos culturales y de

representaciones hostiles hacia los musulmanes e islámicos por los medios de comunicación. Utilizándose menudo representaciones de éstos en marcos de violencia, amenaza, extremismo, fanatismo y terrorismo. El discurso islámico está formado por una serie de categorías analíticas profundamente engañosas y sobre simplificadoras (dadas la cantidad de vertientes dentro del mundo árabe) tales como: ‘el Mundo Islámico’, ‘islamismo’, ‘extremismo’, ‘radicalismo’, ‘fundamentalismo’, ‘terrorismo religioso’, ‘jihadismo’, ‘Al´Qaeda’, ‘terrorismo Islámico’, etc. Así, son presentadas en Occidente a través de contraposiciones: occidente versus el mundo islámico, extremismo versus moderados, violentos versus pacíficos, democráticos versus extremistas, salvajes versus civilizados, religiosos versus seculares, etc. Dichas categorías tienen un gran poder a la hora de construir el discurso para oscurecer y eliminar la existencia de las razones que llevan a determinados grupos o partidos políticos a cometer actos terroristas. Cabe también destacar la importancia de la existencia de toda una serie de calificaciones o categorías diseñadas para mitigar los daños que este discurso puede provocar en otras culturas o determinados contextos. Por ejemplo, es común que el discurso sobre el terrorismo islámico a menudo empiece con frases como: ‘la mayoría de los musulmanes prefieren una versión pacífica e inclusiva de su fe’ o ‘nosotros no actuamos en contra del islam. Los verdaderos seguidores del islam son nuestros hermanos y hermanas en esta batalla’. No obstante, este tipo de frases en contextos extremos son remplazados por otras mucho más hostiles hacia esta tradición.

 El discurso hoy en día Los discursos nunca son completamente uniformes, coherentes o consistentes. No son sólo relatos objetivos sobre hechos, sino también un conjunto de enunciados con propósitos prefijados y contextualizados5 que han de ser revisados dentro de su intencionalidad política.

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Leyton, T. (2013): “Continuidades y rupturas en los discursos de guerra de Afganistán: intelectuales, políticos y soldados”, Revista de Estudios Sociales, nº 47, septiembre-diciembre, p. 148

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Indagando entre los textos y autores del discurso del terrorismo islámico podemos encontrar, siguiendo el esquema de Jackson (2007), las siguientes pautas más o menos estables en todos ellos: La primera considerada como un elemento central, es la violencia inherente al Islam. Al contrario del cristianismo, éste no hace distinción entre Estado e Iglesia, ambos regulan la esfera pública y privada de los musulmanes, teniendo mucho que decir acerca de la vida política de las comunidades. Por ello, la violencia se supone culturalmente inmersa en el mundo Islámico, a pesar de que la religión sea utilizada como factor secundario para la consecución de logros políticos. Así, Barak Mendelsohn6 afirma ‘extremistas religiosos que quieren imponer la religión en el orden existente en todas las regiones, pero evidentemente el terrorismo religioso aparece mucho más en las sociedades musulmanas’. El uso del término ‘terrorismo Islámico’ une el Islam como religión, al terrorismo, formando una asociación inconsciente entre las dos. Evidentemente, esto conlleva la prenoción de que el Islam por sí mismo es una amenaza, al mismo tiempo que sobreentiende que los jihadistas se extienden por todas las comunidades musulmanas. Otra narrativa del discurso parte de que el ‘terrorismo Islámico’ está motivado por una causa sagrada en vez de por motivos políticos-ideológicos. Esto lleva a suponer que el ‘terrorismo Islámico’ es anti-modernidad, anti-democrático y anti-secular. También ha sido argumentado la fuerza motriz de estos terroristas es un profundo odio a América y a Occidente, achancado un supuesto sentimiento de impotencia por no haber logrado un proceso de desarrollo económico eficiente que les trajese la modernidad, derivado de sucesivos fracasos militares contra Israel y su incapacidad de detener el proceso de globalización y secularización. Quizás una de las pautas más importantes de éstos es que el ‘terrorismo Islámico’ es una amenaza para seguridad del mundo occidental en general, y para Estados Unidos en particular. El ‘terrorismo Islámico’ trata de destruir la democracia, la civilización y el estilo de vida de occidente7, todo esto ligado a la amenaza que la 6

Jackson, R. (2007) “Constructing enemies: ‘Islamic Terrorism’ in political and Academic Discourse”, Government and Opposition, Vol. 42, nº 3, p. 403 7 Todas estas afirmaciones son falsas si atendemos a resultados de encuestas sobre cómo los musulmanes y los occidentales se ven los unos a los otros. En The Pew Global Attitudes Project 2006 se

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religión supone, pues se cree la inspiradora de los terroristas para conseguir armas de destrucción masiva con las que causar daños o bajas entre la población civil. Así bien, estos patrones los podemos identificar en los diferentes discursos empleados por los máximos representantes de los países más afectados por este tipo de violencia. Dichas ideas avocan a una conexión en la que como el ‘terrorismo Islámico’ está religiosamente motivado desde una perspectiva fanática, irracional y asesina, no existe la posibilidad de negociación o apaciguamiento, sino que hay que derrocarlos, destruirlos y erradicarlos y la única manera de hacerlo es con el uso de la fuerza a través de medidas antiterroristas (counter-terrorism). Así, vemos en el discurso de Tony Blair en la PM’s conferencia emitida en 2005: “solo hay que leer las demandas de Al-Qaeda para darse cuenta de que no hay acuerdo posible con esa gente, o somos vencidos por ellos o los vencemos nosotros”8 .

ANÁLISIS EMPÍRICO Los presidentes tras los ataques terroristas: George Bush el 11 de Septiembre de 2001, Tony Blair el 7 de Julio de 2005 y Francois Hollande el 8 de Enero de 2015 9, en sus respectivos discursos siguieron una serie de estrategias discursivas que parten de la creación de imágenes, símbolos y metáforas para legitimar la Guerra contra el Terrorismo. Los discursos empleados en el marco de un problema político de tal magnitud son de especial importancia dado que constituyen un terreno privilegiado para el análisis de las identidades, pues en este campo un actor se define a sí mismo y a sus enemigos, habla de sus problemas y las metas planteadas para resolverlos, y se dirige a una audiencia atípica. En tiempos de crisis, se realiza un llamado a los sentimientos de los ve cómo los musulmanes consideran la democracia un sistema viable y deseable en la mayoría de los casos (excepto Turquía). De igual manera, de la misma fuente extraemos que la mayoría de los musulmanes encuestados –bien sea británicos, alemanes, franceses, españoles, indonesios, jordanos, turcos o egipcios– no consideran un conflicto el ser musulmán devoto y vivir en una sociedad moderna. La excepción de esto último, sería el caso de los pakistaníes, cuyo 47% de los encuestados sí lo consideran un conflicto. 8 Ibid., p. 409 9 Desescatimados el análisis del discurso del presidente Aznar, así como el del Rey Juan Carlos tras los atentados del 11M por considerar que habían sido perpetrados por ETA.

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ciudadanos con la finalidad de lograr ciertos objetivos políticos, a modo de estrategia de comunicación política en la que los líderes hacen uso de ciertas tácticas discursivas como recurso, en este caso, para llamar a la identidad nacional, la adhesión al endogrupo y la hostilidad hacia el exogrupo. El discurso se transmite a través de textos tanto orales como escritos y permiten construir cómo los individuos ven los acontecimientos, a ellos mismos, a otros y al mundo en general. Una situación de crisis o confrontación política funciona como mecanismo revelador de las contradicciones sociales hasta entonces latentes pero menos visibles. Por tanto, el discurso buscará derrotar al contrario, al enemigo, y ha de tener como aliado a la audiencia, a la cual se pretenderá socializar mediante estereotipos negativos y prejuicios. Siguiendo a Chihu (2006), a la hora de analizar el discurso podemos encontrar un campo de identidad donde se encuentran tres actores –protagonista, antagonista y audiencia–, constituyendo una teoría perfectamente aplicable a este tipo de discursos. El actor protagonista son los principales líderes, actores y simpatizantes del movimiento, a los que les son atribuidos los rasgos más positivos, mostrándose y definéndose ante la audiencia como el prototipo ideal que representa al grupo que defienden. El actor antagonista es el individuo o grupo que es considerado enemigo. Esta identidad es presentada como la personificación de los valores, creencias y objetivos opuestos al protagonista. Asimismo, la audiencia es al que se le atribuye una identidad para que puedan unirse al protagonista como aliados potenciales. Para movilizar a la audiencia y asegurar su lealtad, el paso más importante es dar una definición a una determinada situación como problemática. Esta movilización será todavía más efectiva si también se define a los agentes que causan el problema atribuyéndoles unos rasgos que aumenten su culpabilidad, definiéndoles como los otros, como el enemigo.

 Prestando atención al protagonista Tras los atentados, Bush construyó un discurso que enfatizaba continuamente la identidad norteamericana, un nosotros como “país fuerte”, de “acero”, “el faro más brillante de la libertad en el mundo”. El objetivo era exaltar el patriotismo, los valores 12

norteamericanos como el individualismo, la libertad y reafirmarse como el país más fuerte del mundo para promover la adhesión de los ciudadanos a los símbolos culturales propios ante la percepción de amenaza externa, logrando su confianza y apoyo: “Hoy, nuestros estimados ciudadanos, nuestro estilo de vida, nuestra misma Libertad fueron atacados en una serie de actos terroristas deliberados y mortales... Las imágenes de los aviones que volaban hacia los edificios, de los incendios que ardían, del colapso de inmensas estructuras, nos han llenado de incredulidad, de una tristeza terrible y de una ira callada e inquebrantable. Se pretendió que estos actos de asesinatos masivos asustaran a nuestra nación, llevándola hacia el caos y la retirada. Pero han fracasado; nuestro país es fuerte. Un gran pueblo ha sido llevado a defender a una gran nación. Los ataques terroristas pueden sacudir los cimientos de nuestros mayores edificios, pero no pueden tocar los cimientos de los Estados Unidos. Estos actos destrozaron acero, pero no pueden mellar el acero de la determinación estadounidense. Estados Unidos fue blanco de un ataque porque somos el faro más brillante de la libertad y oportunidad en el mundo. Y nadie hará que esa luz deje de brillar”.10

En el análisis del discurso del Primer Ministro Tony Blair después de los sucesos de Londres el 7 de Julio de 2005 en Downing Street, observamos cómo se apela a la identidad nacional, cómo hace un llamamiento a los sentimientos de los ciudadanos para mantener la unidad y lograr así objetivos políticos. “Es a través del terrorismo como los que ha cometido esta horrible acción expresan sus valores, y es en este momento cuando nosotros expresamos los nuestros. Creo que todos sabemos lo que están intentando hacer: están tratando de utilizar la masacre de inocentes para asustarnos, atemorizarnos para que no

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Miguel Colunga: “Discurso de George W. Bush el 11 de Septiembre de 2001”. Entrada publicada 11/9/2012 (21/12/14); disponible en: http://miguelcolunga.com.mx/2012/09/11/bush-911/. También disponible en Jackson (2007): “Constructing enemies: ‘Islamic Terrorism’ in political and Academic Discourse”, p. 167

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hagamos lo que queramos hacer, para que no sigamos con nuestras vidas con normalidad, como es nuestro derecho, y no deberían, y no deben, triunfar.

“Cuando ellos intenten intimidarnos, nosotros no seremos intimidados. Cuando ellos intenten cambiar nuestro país o nuestro modo de vida a través de estos métodos, nosotros no cambiaremos. Cuando intenten dividir nuestra gente y debilitar nuestra decisión, nosotros no nos dividiremos y nuestra resolución se mantendrá firme. Mostraremos, a través de nuestro espíritu y nuestra dignidad, y a través de la fuerza, silenciosa pero cierta, que hay en los británicos, que nuestros valores perdurarán sobre los suyos. El propósito del terrorismo es precisamente ése, aterrorizar a la gente, y nosotros no seremos aterrorizados.

Quiero expresar de nuevo mi simpatía y mis condolencias a las familias que están sufriendo, tan inesperada y trágicamente, esta noche. Este es un día muy triste para los británicos, pero nos mantendremos fieles al modo de vida británico”.11

Esta apreciación continúa en el discurso Hollande: “Hoy es toda la República que fue asaltado. La República es la libertad de expresión. La República es la cultura es la creación, el pluralismo, la democracia. Esto es lo que se pretendía por los asesinos. Este es el ideal de la justicia y la paz que Francia lleva por todas partes en la escena internacional y el mensaje de paz y tolerancia que también defendemos a través de nuestros soldados para luchar contra el terrorismo y el fundamentalismo. Por último, tenemos que ser nosotros mismos conscientes de que nuestra mejor arma es nuestra unidad, la unidad de todos nuestros ciudadanos frente a esta terrible experiencia. Nada nos puede dividir, nada debe oponerse, nada debe separar.

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Libertad Digital: “Discurso íntegro de Tony Blair desde Dowing Street”. Entrada publicada el 7/8/2005 (15/1/2015); Disponible en: http://www.libertaddigital.com/mundo/discurso-integro-de-tony-blairdesde-downing-street-1276255763/

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Beauteous enfrentan esta dura prueba. Vamos a ganar porque tenemos todas las capacidades para creer en nuestro destino y nada puede hacernos caer por la determinación de la nuestra”12.

La identidad nacional según Triandafyllidou (1998)13 es un proceso de comparación social que llevan a cabo los individuos de una comunidad nacional frente a los ‘otros’, los ‘extranjeros’. Los individuos de una comunidad poseen un mismo conjunto de categorías sociales –que son así mismo utilizadas por los líderes para inscribirse en el mismo como máximos representantes– las cuales sientan bases para interpretar el mundo, permiténdoles distinguir qué individuos forman parte del endogrupo y cuáles no. Para Smith, la identidad se define especialmente por similitud, es decir, el compartir un conjunto de rasgos comunes como el lenguaje o códigos de vestuario, rasgos que son percibidos a través de categorías sociales y facilitan sentimientos de pertenencia y discriminación. George Bush también apeló a lo que significa ser norteamericano, táctica que parte de la creación de la imagen perfecta de ciudadano, y que permite juzgarse a sí mismos y a sus vecinos: “Nuestra nación se construyó sobre la base de sólidos principios morales. Los héroes de la historia estadounidense respondieron a las amenazas contra su libertad cuando eligieron luchar por dichos principios perennes y asumieron responsabilidades que iban más allá de sus intereses personales. El carácter de los fundadores de Estados Unidos se pone de manifiesto en su disposición de arriesgar sus vidas en el combate contra la tiranía y para alcanzar la libertad e independencia. Desde el helado terreno de Valley Forge hasta las playas de Normandía y los desiertos de la región del Golfo Pérsico, los soldados estadounidenses han respondido al llamado del deber patriótico a un gran costo personal. 12

El discurso no lo hemos encontrado en Español así que lo hemos traducido del francés. Disculpa sus errores. 13 Citado en: Chihu Amparán, A. (2006): “el ‘análisis de los marcos’ en el discurso de Bush (septiembre 11 de 2001)” Revista Comunicación y Sociedad, nº 6, Julio-diciembre, p. 167. Enlace: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=34600608

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El carácter de nuestra Nación sigue definiendo la manera en la que respondemos ante aquéllos que amenazan los principios fundamentales de Estados Unidos de libertad, justicia e igualdad. Pudimos ver dicho carácter cuando, frente a los atroces ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, los bomberos, oficiales de policía y pasajeros de las aerolíneas, ciudadanos estadounidenses, sacrificaron sus vidas para salvar a otros. Lo vimos cuando la gente de todo el país donó su sangre para las víctimas. Y lo vemos cuando los niños de Estados Unidos donan dólares para ayudar a los niños afganos en sufrimiento. Estos actos revelan que un patriotismo y fe imperturbables son parte del entramado de Estados Unidos… Por lo tanto, yo, George W. Bush, presidente de Estados Unidos de América, en virtud de la autoridad en mí investida por la Constitución y las leyes de Estados Unidos proclamo la semana del 21 al 27 de octubre de 2001 como la Semana del Recuento del Carácter Nacional. Hago un llamado al pueblo El carácter nacional de un pueblo significa la imagen ideal de ciudadano, en virtud de la cual los ciudadanos se juzgan a sí mismos y a sus vecinos.14”

En los discursos de Blair y Hollande de igual forma se vislumbra una apelación oculta a lo que significa ser británico y francés respectivamente, presentándose esto como prototípico ideal de orgullo, estoicismo y valentía. “También me gustaría dar las gracias a los servicios de emergencia, cuya actuación ha sido magnífica en el día de hoy en todos los aspectos. Por supuesto a partir de ahora se desarrollarán las acciones policiales y de seguridad más intensas posibles, para asegurarnos la captura de los responsables. También deseo rendir homenaje al estoicismo y capacidad de resistencia de los londinenses, que han respondido de la forma que les caracteriza” […] “. Este es un día muy triste para los británicos, pero nos mantendremos fieles al modo de vida británico”15.

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Chihu Amparán, A. (2006): “el ‘análisis de los marcos’ en el discurso de Bush (septiembre 11 de 2001)” Revista Comunicación y Sociedad, nº 6, Julio-diciembre, p. 169-170. Enlace: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=34600608 15

Libertad Digital: “Discurso íntegro de Tony Blair desde Dowing Street”. Entrada publicada el 7/8/2005 (15/1/2015); Disponible en: http://www.libertaddigital.com/mundo/discurso-integro-de-tony-blairdesde-downing-street-1276255763/

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Según extraemos de Hollande, el prototipo ideal de francés se encuentra encarnado en los periodistas de la revista Charlie Hebdo: “Ellos estuvieron marcados por su influencia, su insolencia, su independencia durante generaciones y generaciones de franceses. Aquí quiero decirles que este mensaje de la libertad, que seguirá abogando en su nombre. Estos son nuestros héroes de hoy y es por eso que mañana será un día de luto nacional. He decretado. Habrá doce un momento de todos los servicios públicos, y los invito a todos a unirse. Las banderas estarán a media asta durante tres días”16.

 Prestando atención al antagonista. Bush describe al enemigo de forma estereotipada, como anti-democrático, fanático, extremista religioso y violento, con el objetivo de quitarles todo abismo de racionalidad y justificar así la alianza y lealtad de los países occidentales contra el enemigo islámico: “las naciones amantes de la libertad nos respaldan. Esta será una lucha monumental contra el mal. Pero el bien prevalecerá”. Definición de Bush del antagonista: “Los estadounidenses se están preguntando: ¿Quién atacó a nuestro país? Las pruebas que hemos reunido apuntan todas a una colección de organizaciones terroristas conocida como al Qaeda. ... Al Qaeda es al terror lo que la mafia es al crimen. Pero su objetivo no es ganar dinero; su objetivo es reformular el mundo e imponer sus creencias radicales en pueblos por todas partes… Las directivas de los terroristas les ordenan matar a cristianos y judíos, matar a todos los estadounidenses y no hacer distinción entre militares y civiles, incluyendo mujeres y niños. Este

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Discurso de François Hollande: (2015) Francia en Costa Rica. Embajada de Francia en San José. Recuperado el 9 de Febrero de 2015 en: http://www.ambafrance-cr.org/CHARLIE-HEBDO-2557

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grupo y su líder, una persona llamada Osama Bin Laden, están ligados a muchas otras organizaciones en diferentes países, incluyendo la Yihad Islámica egipcia, el Movimiento Islámico de Uzbekistán. Nuestro enemigo es una red radical de terroristas y cada gobierno que la respalda... Los estadounidenses se están preguntando: ¿Por qué nos odian? Ellos odian lo que ven aquí en esta cámara: un gobierno elegido democráticamente. Sus líderes son autodenominados. Odian nuestras libertades: nuestra libertad de religión, nuestra libertad de expresión, nuestra libertad de elección y asamblea y nuestro derecho a tener diferentes opiniones”17.

Blair en su primer discurso18 lo presenta mediante una distinción entre nosotros y ellos. El enemigo es caracterizado como “barbárico” aumentando su culpabilidad y despojándole así de cualquier sentido de racionalidad. El nosotros, víctima de la atrocidad y poseedor de los atributos más positivos posibles, es presentado como “civilizado”. “It is particularly barbaric that this has happened on a day when people are meeting to try to help the problems of poverty in Africa, and the long term problems

of

climate

change

and

the

environment.

[…]

It is important however that those engaged in terrorism realise that our determination to defend our values and our way of life is greater than their determination to cause death and destruction to innocent people in a desire to impose extremism on the world. Whatever they do, it is our determination that they will never succeed in destroying what we hold dear in this country and in other civilised nations throughout the world”19.

17

Chihu Amparán, A. (2006): “el ‘análisis de los marcos’ en el discurso de Bush (septiembre 11 de 2001)” Revista Comunicación y Sociedad, nº 6, Julio-diciembre, p. 170. Enlace: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=34600608 18

El primer discurso lanzado por el Primer Ministro Británico Toni Blair fue desde Escocia puesto que se encontraba en la reunión G8 celebrada allí. 19 Biogs: “Tony Blair statement in explosions in London on 7 July 2015”, (15/1/2015). Disponible en: http://www.biogs.com/blair/speechjuly2005

18

En el discurso de Hollande es subrayable que no se hace una mención explícita al “terrorismo islámico”. Sin embargo, cuando se refiere al enemigo se sobreentiende que es el terrorismo de Al-Qaeda: “defender a través de nuestros soldados para luchar contra el terrorismo y el fundamentalismo”. Más ejemplos de calificativos despectivos, prejuicios y estereotipos negativos para evitar que la población pueda llegar a identificarse o a entender sus razones son: “Debemos responder a la altura de la delincuencia que nos llama la atención en primer lugar la búsqueda de los autores de esta infamia y asegurar que puedan ser detenidos, a continuación, juzgados y castigados severamente. Todo se hará de aprehender. Hoy en día, el avance de la investigación bajo la autoridad de la justicia. La libertad siempre será más fuerte que la barbarie. Francia siempre ha derrotado a sus enemigos cuando sabía exactamente a reunirse alrededor de sus valores”20.

Mientras que el discurso contra el terrorismo islámico hace referencia a todas aquellas naciones islámicas, la mayoría de gobiernos árabes –Israel, Egipto, el Líbano, Siria, Turquía, Qatar entre ellos– condenaron los ataques del 11S. El único que celebró públicamente los atentados fue el gobierno Iraquí de Saddam Hussein21: “los cowboys estadounidenses cosechan el fruto de sus crímenes cometidos contra la humanidad [...] y los atentados son una dolorosa bofetada para los políticos estadounidenses”.

20

Discurso de François Hollande: (2015) Francia en Costa Rica. Embajada de Francia en San José. Recuperado el 9 de Febrero de 2015 en: http://www.ambafrance-cr.org/CHARLIE-HEBDO-2557 21

Chihu Amparán, A. (2006): “el ‘análisis de los marcos’ en el discurso de Bush (septiembre 11 de 2001)” Revista Comunicación y Sociedad, nº 6, Julio-diciembre, p. 174 Enlace: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=34600608

19

Este discurso que diferencia claramente entre un nosotros/ellos llegó a extenderse a nivel global confrontando al mundo: “Cada nación en cada región, ahora, tiene una decisión que tomar. O están con nosotros, o están con los terroristas”22

 Responsabilidad de los mass-media Tras el análisis de los discursos pronunciados por los poderes políticos compete explicar ahora el desarrollo discursivo generado en los medios de comunicación, como actores especialmente relevantes que al igual que los anteriores, ocupan un papel primordial en la configuración de la opinión pública y la percepción que tiene sobre el terrorismo el ciudadano medio. La significativa fuerza con la que cadenas de televisión, periódicos, revistas, y portales de internet van a definir las preconcepciones del mundo de los individuos forma parte, cuanto menos, de una realidad ineludible que se evidencia, por ejemplo, cuando sólo un mes después de los atentados terroristas en Estados Unidos del año 2001, el CIS publicaba un barómetro en el cual se podía ver cómo un 54,7% de los ciudadanos españoles encuestados habían seguido todos los acontecimientos con bastante interés a través principalmente de la televisión (97%), los periódicos (42,7%) y la radio (40,9%).

Ineludiblemente,

los

medios

han

contribuido

a

desarrollar

una

imagen

“espectacularizada” y ciertamente tergiversada de los actos terroristas. Así, promueven junto con los poderes políticos un sentimiento de pánico e inseguridad en la sociedad que a menudo se ha traducido en un rechazo al otro, que, lejos de identificarlo como un mero terrorista con objetivos específicos, lo simplifica de una forma tan representativamente occidental en la que todo aquel que no pertenece al nosotros –entendido como los individuos de rasgos prototípicamente occidentales, aunque, como no puede ser de otra forma, destacando únicamente los positivos– está con los terroristas y por ello carece de cualquier mínimo grado confianza o solidaridad societaria.

22

Ibid., p.178

20

Aquí, la amalgama de estereotipos, categorías y construcciones sobre el mundo musulmán han propiciado una incomunicación intercultural, que avivada con mensajes de equiparación de tales culturas con barbarie, se ha traducido en un aumento de sentimientos patrióticos, xenófobos y excluyentes que relucen en multitud de contextos, dentro de los cuales la asimilación o la identificación naturalizada de los inmigrantes con la violencia, y llevado al extremo con el terrorismo, ocupa un lugar significativo.

Además de esto, hemos considerado importante el estudio de los global media que como empresas multinacionales que son, ostentan hoy una influencia global que carece de contrapoder y que, estando liberados de las ataduras de lo público, han logrado que el derecho de información deje de ser un servicio público, sirviendo cada vez más a causas políticas y económicas representadas por las grandes corporaciones que a su vez, casi siempre coinciden con las élites gobernantes. Es de esta manera, que los poderes públicos encuentran en los medios de comunicación actuales una herramienta para difundir su mensaje bajo la premisa de objetividad e información real que, aún sin ser cierto, es la sociedad quién se lo, pues los medios reproducen las ideas que los políticos quieren propagar de forma “encubierta” o presentada como si fuera incuestionable y veraz. 23

Tanto las élites socio-políticas como los mass-media han desarrollado un tipo de discurso específico que a pesar de que se enmarca dentro de en cierta bipolaridad discursiva –por un lado “siembran” el miedo24 con la asociación que difunden, y por otro insisten en no pecar en la generalización de que todo inmigrante es terrorista– el tratamiento generalizado por parte de Occidente de estos temas lleva por bandera la Prevención, entendida como una forma de atender a la cuestión que pasa por una 23

Para profundizar en esta cuestión véase Camiñas, T. (2007)“ Valores en alza: guerras, propaganda mediática, cultura del medio y “hedocinismo”” en Revista latina de Comunicación Social, 62, pp. 160-169 24 En el Barómetro de Octubre de 2001 del CIS un 44,8% de los encuestados declaraba estar bastante preocupado por la posibilidad de que en España se produjera algo parecido a los atentados del 11 de septiembre. Junto a esto, ha de considerarse también que un 37,4% creía firmemente en la posibilidad de que se produjeran acciones terroristas en nuestro país (dejando de lado explícitamente las acciones de ETA). Consultado en: Estudio nº 2433 http://www.analisis.cis.es/cisdb.jsp

21

valoración no positiva del inmigrante y que a su vez muestra una inhibición a la hora de actuar o interesarse por el tema. Su contrario, una valoración positiva y además implicada en la temática y en su tratamiento, pasaría por un Compromiso e incluso una Reivindicación de las diferencias culturales en pro de un discurso fidedigno y no sesgado de dichos temas. Además, la prevención, a pesar de que aquellos que la desarrollan o manifiesten en su discurso la asocien a la prudencia, suele llevar ligado un sentimiento de recelo, que fácilmente denota cierta intención de ataque.

Sin embargo, a raíz de los atentados del 11-S de forma general, del 11-M en España y 7 de julio en Inglaterra, de forma particular, el tratamiento de la inmigración desde una visión preventiva supone un proceso subsidiario de cohabitación de grupos, culturas y etnias con un muy bajo grado de cohesión y permeabilidad entre los actores interconectados, que manifestarán un cierto rechazo a toda identidad dispar a la suya (la de los otros). Hecho que se ha incrementado con el reciente ataque a Charlie Hebdo en Francia y del que ya dejaba constancia una encuesta del GfK Custom Research de diciembre de 2004, donde se advertía que más del 50% de los europeos occidentales consideran que los musulmanes que en la actualidad residen en Europa son percibidos con desconfianza.25

Esta es una de las cuestiones que explica la legitimación que recibió el discurso de la guerra y de la asociación de inmigración y de terrorismo por parte de las autoridades políticas de Occidente, cuya construcción se basó, además de en la prevención (un término con una muy buena aceptación por parte de la sociedad), en el pánico, como método para amedrentar a la sociedad y conseguir que ésta fuera avaladora de sus políticas endurecidas hacia estos colectivos. De estas técnicas también se han valido los medios cuando, tras un ataque terrorista, en sus portadas y artículos propagan este pánico a la sociedad, presentando “El Estado de excepción a escala global” al cual 25

Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia. (2006). Musulmanes en la Unión Europea: discriminación e islamofobia. Voces de miembros de las comunidades musulmanas en la UE. Extractos de los informes del Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia (EUMC) Diciembre 2006. Madrid: Casa Árabe-Instituto Internacional de Estudios Árabes y del Mundo Musulmán (IEAM). Recuperado el 8 de Febrero del 2015 en: http://explotacion.mtin.gob.es/oberaxe/documentacion_descargaFichero?bibliotecaDatoId=20

22

aluden cuando el mundo Occidental es atacado. En referencia a esto, A.M. Bañón Hernández (2006) se pregunta:

“¿Es posible afirmar, entonces, con este cambio de orientación, que, merced a determinados malos hábitos comunicativos sí se esté generalizando una representación periodística inadecuada (por aumentada) del terrorismo exterior, especialmente mediante su injusta asociación con los procesos migratorios y con las personas que han migrado a los países ‘occidentales’?”

Da la sensación de que las élites-socio políticas tras los atentados, decidieron que “todo vale” en la lucha contra el terrorismo olvidándose de cuidar que sus prácticas comunicativas pudieran crear una percepción generalizada del terrorismo, traducida en una lucha de un Nosotros (Usa y Europa) contra un Ellos (individuos árabes y musulmanes). No sólo las élites políticas han obviado esto, sino que los mass-media, valiéndose de su poder para crear un consenso en la opinión pública o bien para generar dicha opinión directamente, han multiplicado sus esfuerzos comunicacionales para conseguir presentar al mundo Occidental como ejemplo a seguir en detrimento del mundo Oriental al que habría que evitar o al menos temer. Conviene destacar que las estrategias o técnicas discursivas utilizadas por parte de la prensa y de los medios en general para propagar esta idea, este miedo, y este posicionamiento de la sociedad ante la inmigración y a su asociación con el terrorismo son múltiples y contundentes, consiguiendo así su objetivo ya mencionado: crear una opinión pública determinada, apoyada en la desconfianza y el rechazo a la interculturalidad.26

Entre estas estrategias cabría destacar:  El cuadrado ideológico. El cual incluye cuatro movimientos que ofrecen un 26

En relación con ello, cabe atender a la consideración que hace Welch (2003) citado por A.M Bañon (2006) que afirma: “Como consecuencia del medio colectivo, la tradicional criminalización de los inmigrantes también aumentó considerablemente”

23

marco más que adecuado para describir procedimientos de legitimación y deslegitimación. Estos movimientos son: 

expresar o enfatizar información positiva

Fuente: ABC. 11 Septiembre 2001

sobre nosotros 

expresar o enfatizar información negativa sobre ellos



suprimir o atenuar información que es positiva sobre ellos



suprimir o atenuar información que es negativa sobre nosotros



La narrativa del terrorismo. Aquellas situaciones en

las

que

mediante

sobredimensionan

estrategias

conceptos

como

narrativas seguridad

se y

terrorismo, lo que fácilmente acaba afectando sobre la imagen que se tiene de los otros, que porque sí, son prejuiciosamente identificados como terroristas. Así como la permisividad discursiva que se da al hablar de terrorismo, dentro de la cual los portadores de información presentan a los ejecutores –o presuntos ejecutores– del acto con nombres y apellidos (no Fuente: ABC. 9 Enero 2015

explicitando estos datos sobre aquellos que cometan un

delito que no sea considerado terrorista)

 Manipulación

del

tempo

argumentativo.

Entendiendo este tempo como algo fundamental en una argumentación de cara a ratificar que tanto las premisas como las conclusiones son válidas. En el caso que nos compete analizar este tiempo es olvidado, y muchas veces se parte de premisas que se dan como ciertas, que más bien

24

Fuente: La Razón. 8 Enero 2015

suponen prejuicios que se aceptan y distorsionan las conclusiones. En este sentido, el esfuerzo demostrativo se olvida, dando por veraz toda información referente a los terroristas que provenga de un medio considerado legítimo.  La identificación de los actores de la noticia. Esto hace referencia a que en las noticias que se dan sobre un hecho llevado a cabo por una persona inmigrante, se especifica muchas veces en los titulares su nacionalidad, aún sin estar tener relevancia en el contenido de la noticia, o en la acción que ha llevado a cabo el actor en cuestión. Así, mientras que en otras muchas noticias aparecen

las iniciales de

los nombres de los actores, en aquellas en las que el protagonista es de otra nacionalidad, se resalta este hecho así como su nombre completo; fomentando una asimilación de inmigrante-delictivo-violento que cala en la sociedad. 

Contigüidad

visual

y

léxica:

cuando

un

tratamiento de diferentes temas aparece asociado de alguna manera. Esta contigüidad puede ser: 

Graméfico-textual: aprovechando el diseño de las

páginas de los diarios de forma que se produzca la asociación de ambos temas (visualmente pudiera traducirse en colocar una noticia de terrorismo al lado o cerca de una de inmigración)  Fuente: El País. 9 Septiembre 2007

Léxica: cuando la asociación entre ambos temas

se produce porque las palabras mediante las que son

representados, aparecen unidas en el transcurso discursivo.  Creaciones léxicas: esto hace referencia a la creciente creatividad que surge para ofrecer una mayor cohesión entre terrorismo e islam (aquí estarían comprendidas construcciones como: terrorismo

Fuente: ABC.es 28 Enero 2015

islámico; terrorismo islamista; 25

islamoterrorista)

 La fonoestesia, la grafoestesia y la cacofonía. En este sentido es importante la relevancia que cobran ciertos usos grafo- fónicos, que lejos no interferir en la problemática que nos confiere, contribuyen a que el calado del mensaje preponderante sea mayor. Es aquí donde se enmarca la elección de palabras como: terrorista islamista, yihadista, salafista, etc., que acabando todas igual, calan en la mente del ciudadano de forma asociada. También en este apartado considera el parecido entre las palabras: Yihad (guerra santa) y Hiyab (velo mujeres musulmanas) así como el sesgado y abundante uso aleatorio que hacen los medios de los términos fundamentalista y extremista (siendo el primero caracterizador de los valores y fundamentos de todo un colectivo, árabe en este caso. Y el segundo para absolver a la sociedad de cualquier culpa y tratar a los terroristas como excepciones). Todos estos usos repercuten también de forma significativa a la hora de percibir la información y sobre todo a la hora de comprenderla y trasmitirla.

CONCLUSIONES Estas lamentables masacres terroristas y el debate abierto sobre las caricaturas del profeta Mahoma han obligado a Occidente a poner atención en la situación en la que se encuentran las comunidades musulmanas, dado el notable aumento de generalizaciones estereotipadas, miedo y violencia discriminatoria, que en la mayor parte de los casos son injustificadas. Esto, como se ha venido adelantando, no ha llegado al mundo occidental por casualidad, el Barómetro del CIS de octubre de 2001 que preguntaba a los ciudadanos a cerca de sus simpatías por los diferentes países ya dejaba entrever la situación que se venía gestando desde los primeros atentados terroristas. Como era de esperar, en los resultados se ve claramente como los países occidentales “aliados” fueron aquellos premiados con una mejor simpatía frente a los de origen árabe-musulmán27. Así mismo, en este mismo

27

Como vemos en el Barómetro de Octubre 2001 CIS, la pregunta 19 sobre el grado de simpatía que el encuestado siente por una serie de países: EEUU 5,43%; Gran Bretaña 5,32%, Alemania 5,64%, Francia

26

estudio, un 40,3% de los encuestados españoles declaraban tener miedo ante la situación que se estaba dando, al tiempo que el sentimiento de una mayor unidad de los países occidentales empezaba a palpitar con un 58,7% de respuestas que lo confirman. Así, la brecha entre ‘los dos mundos’ cada vez se ha ido haciendo más y más grande. Esto ha ido incrementando poco a poco –sin dejar de lado sus excepciones– de tal forma que la concepción de los musulmanes como individuos fanáticos, violentos e intolerantes ha calado en Occidente. Al mismo tiempo que los occidentales han pasado a ser vistos por los musulmanes como egoístas, codiciosos, inmorales y violentos. En este caso, las encuestas consultadas confirman que un alarmante 83% de los españoles y un 78% de los alemanes consideran a los musulmanes fanáticos, al mismo tiempo que estos porcentajes son sorprendentemente menores en Francia (50%), Gran Bretaña (48%) y Estados Unidos (43%).28

Fuente: The Pew Global Attitudes Project 2006

5,63% frente a Irak 2,57%, Afganistán 2,54%. Consultado en: Estudio nº 2436 http://www.analisis.cis.es/cisdb.jsp 28 The Pew Global Attitudes Project 2006, refleja los rasgos sistemáticamente negativos asociados a los musulmanes.

27

Derivado de este estudio, encontramos una visión ciertamente controvertida de las relaciones entre musulmanes y occidentales, donde existe una diferencia importante entre las concepciones de los países occidentales, que ya era advertida en los datos citados anteriormente: a pesar de los atentados en EEUU y Londres, estos países mantienen opiniones favorables hacia la comunidad musulmana, pero sin embargo, en países como España o Alemania, estas opiniones han decaído considerablemente, pasándose de un 46% a un 29% en España y de un 72% a un 63% en el caso alemán. Así bien, vemos como el extendido discurso anti-islámico ha penetrado en las políticas y cultura de las sociedades occidentales con una connotación negativa hacia las personas del mundo árabe que ha traído consecuencias. Directamente relacionado con esta idea David Campbell29 ha demostrado que la elaboración de una amenaza como la del

‘terrorismo islámico’ es crucial para mantener las barreras de lo

interno/externo el nosotros/ellos y para la consistencia de la identidad nacional. Esta narrativa también ha servido establecer las condiciones necesarias a partir de las que legitimar o deslegitimar cierto tipo de acciones político-sociales. Por ejemplo, se desacreditan las demandas racionales de los grupos insurgentes, demonizándolos como fanáticos, violentos, irracionales y salvajes. El discurso del ‘terrorismo islámico’ normaliza y legitima una serie de medidas coercitivas y de medidas anti-terroristas que de otro modo no podrían ser llevadas a cabo –avalando una serie de proyectos políticos nacionales e internacionales como cambiar el régimen de países como Afganistán e Iraq, la expansión militar a nuevas zonas como Asia Central o adquirir control de recursos estratégicos como el petróleo–, al mismo tiempo que otras medidas no violentas como el diálogo o reformas parecen inconcebibles y sin sentido. De la misma manera, el discurso del ‘terrorismo islámico’ y la participación de los medios de comunicación en su difusión y calado son parte responsable de la intensificación de los ciclos de violencia e inestabilidad, ejemplificados en actuaciones que fomentan confrontaciones políticas al tiempo que sirve de justificación para posibles ataques terroristas, tales como: la invasión de Iraq o Guantánamo.

29

Jackson, R. (2007) “Constructing enemies: ‘Islamic Terrorism’ in political and Academic Discourse”, p. 420

28

Por tanto, no es descabellado señalar que este discurso está diseñado para no dejar ver que el ‘terrorismo islámico’, en vez de estar ligado a extremismos religiosos, tiene objetivos políticos y es, asimismo, fomentado por intereses político-económicos de Occidente. Por otro lado, como se menciona y justifica al inicio de este apartado, este discurso está afectando las relaciones de comunidades, la moral pública y la búsqueda de unas respuestas efectivas, legítimas y proporcionadas del terrorismo. Occidente, haciendo uso de una connotación claramente negativa en su discurso, se ha auto-construido como la oposición al Islamismo, haciendo que las tensiones dentro de comunidades locales, nacionales y globales hayan aumentado30, de tal forma que dentro de la Unión Europea y en Occidente en general se observan crecientes y preocupantes niveles de islamofobia, avalados por estudios del Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia (EUMC)31. No cabe más que reafirmar que las consecuencias de la terrible alianza anti-islámica entre los poderes políticos y comunicacionales han calado fuertemente en la población occidental abriendo un inmenso agujero negro entre las dos tradiciones que, aunque diferentes, no necesariamente incompatibles. Como última prueba de esto, para refutar lo anteriormente citado y dar coherencia a los argumentos que hasta aquí hemos venido desarrollando, presentamos un cuadro extraído de la Pew Global Attitude de 2010 en dónde observa cómo la visión de los musulmanes ha descendido 30

Así, ante el aumento de actitudes xenófobas contra personas árabe-musulmanas, los españoles encuestados en el barómetro del CIS dedicado al 11S en septiembre de 2001, declaraban en un 44,4% sí estar de acuerdo con que en España este incremento de prejuicios y predisposiciones estereotipadas negativas también se están produciendo. Consultado en: Estudio nº 2436 http://www.analisis.cis.es/cisdb.jsp 31

Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia (EUMC), cuya labor es la compilación de datos informaciones fiables, objetivos y comparables sobre el racismo y la xenofobia en los Estados, con motivo de los atentados del 11S reclamó a los Centros de Referencia Nacionales de la red RAXEN la realización de un análisis cuidadoso y exhaustivo a cerca de incidentes de que son víctimas los musulmanes en todos los Estados miembros. Poco después, según: el Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia. (2006). Musulmanes en la Unión Europea: discriminación e islamofobia. Voces de miembros de las comunidades musulmanas en la UE. Extractos de los informes del Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia (EUMC) Diciembre 2006. Madrid: Casa Árabe-Instituto Internacional de Estudios Árabes y del Mundo Musulmán (IEAM). Recuperado el 8 de Febrero del 2015 en: http://explotacion.mtin.gob.es/oberaxe/documentacion_descargaFichero?bibliotecaDatoId=20, el Observatorio estuvo en condiciones de declarar que las comunidades musulmanas eran objeto de manifestaciones de hostilidad cada vez más frecuentes en numerosos Estados miembros.

29

considerablemente desde que en 2001 se declarase la ‘guerra al terrorismo islámico’. Suponiendo así, una victoria para aquellos que ha sabido hacer uso de mecanismos los psicosociales basados en el terror, la identidad, el aprendizaje social, la influencia, la conformidad y las visiones estereotipadas negativas y prejuiciosas.

Fuente: The Pew Global Attitude 2010

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