EL DISCURSO MÍTICO DE \"LAS MEDIAS DE LOS FLAMENCOS\", DE HORACIO QUIROGA

June 8, 2017 | Autor: E. Avalos Florez | Categoría: Horacio Quiroga
Share Embed


Descripción

EL DISCURSO MÍTICO DE “LAS MEDIAS DE LOS FLAMENCOS”, DE HORACIO QUIROGA ÉDISON DUVÁN ÁVALOS FLOREZ1 [email protected]

E

l mundo presentado por Horacio Quiroga en el cuento “Las medias de los flamencos” tiene un aire mítico. Así como algunos pueblos ancestrales recurrían a narraciones sagradas para explicar el origen de algunos fenómenos naturales y para recoger simbólicamente su cosmovisión, del mismo modo Quiroga concibe un cuento en el que explica el comportamiento de los flamencos y la razón por la cual tienen las patas coloradas. Los mitos de las antiguas civilizaciones, según lo explica Levi Strauss, ocurrían en un tiempo sin tiempo, en un tiempo que parece no tener un espacio en la historia de la humanidad, en un tiempo que más se parece al devenir de lo sagrado. Pues bien, en el cuento “Las medias de los flamencos” sucede algo muy parecido. De entrada, el autor nos sitúa en ese tiempo sin tiempo, en ese devenir de lo sagrado, y lo hace con la siguiente expresión: Cierta vez. Esto quiere decir que el relato no tiene una época o un momento histórico en el cual se lo pueda representar, sino que sucede en un limbo sin historia. Luego, a medida que el relato avanza, esta sensación se afianza con las siguientes expresiones: Sólo los flamencos, que entonces tenían las patas blancas, y tienen ahora como antes, la nariz muy gruesa y torcida, solo los flamencos estaban tristes. Hace de esto muchísimo tiempo.

¿Dónde está ubicado ese “entonces” que referencia al tiempo? ¿A qué época o momento se refiere el “antes”? Definitivamente, ese acertado manejo del tiempo demuestra la maestría de Quiroga en el género del cuento, porque impregna el relato de la magia del mito y se transforma en un fenómeno lingüístico que garantiza la verosimilitud de la historia. Además del tiempo, la verosimilitud también está garantizada por la actitud del narrador. La historia que él cuenta, aunque se encuentra en el terreno de lo fantástico, es presentada como por un testigo que con total naturalidad relata los hechos que está 1

Estudiante de la Universidad Andina Simón Bolívar.

presenciando. Es tal su naturalidad que en ningún momento duda acerca de que los hechos han sucedido tal como los está narrando. Por el contrario, en algunos momentos aclara cómo sucedieron los hechos para que no quepan dudas de que relata todo apegado a la verdad: Los peces, como no caminan, no pudieron bailar, pero siendo el baile a la orilla del río, los peces estaban asomados a la arena y aplaudían con la cola”. “Y las yararás, una pollerita de tul gris pintada con rayas de polvo de ladrillo y ceniza, porque así es el color de las yararás. Pero los flamencos, como son tan tontos, no comprendían bien qué gran peligro había para ellos en eso.

Además de esto, el universo que se configura dentro del relato está cargado de un aire mágico. Los seres humanos entablan comunicación con los animales, quienes, además de estar espléndidamente caracterizados, han sido personificados. Muchos de los términos empleados pertenecen a palabras de origen indígena, tal como yarará, yacarés, pollerita y tatú. Todo esto, sumado a un permanente tono de relato oral que se hace evidente en las onomatopeyas al momento de los flamencos tocar la puerta, crean en el lector una atmósfera, un clima de cercanía al leer el texto. Por otra parte, el cuento emplea de manera magistral algunos recursos literarios. En primer lugar, hay que resaltar la cohesión que tienen los personajes, el dibujo tan armónico que el escritor ha realizado de ellos, pues todos tienen unos rasgos de personalidad muy bien definida. Los peces son mofadores, los flamencos tontos, las víboras elegantes, las ranas vanidosas, el tatú maldadoso y los hombres un tanto gruñones. Y lo más interesante es que los personajes entran en acción en momentos claves que no solo contribuyen al desarrollo de la trama sino que les permiten edificar su personalidad. Así, por citar tan solo un ejemplo, sucede cuando los peces de burlan de los flamencos por lo que les hicieron las víboras, un hecho que resalta el carácter de los peces, pero que a la vez le permite al autor explicar que esa es la razón por la cual los flamencos comen peces. En segundo lugar, otro recurso literario empleado de manera magistral es la tensión. Poco a poco los sucesos van desenvolviéndose hasta atrapar totalmente la concentración del lector, quien se ve obligado a llegar al final para saber cómo termina la historia. Este efecto es logrado de la siguiente manera. El cuento empieza describiendo el ambiente y los personajes, con una gracia particular que a partir de la comicidad captura la atención del lector. Luego se presenta el conflicto con los flamencos, la ausencia de un atuendo que les permita estar a la altura de los demás invitados. Salen, entonces, en busca de este elemento, que son las medias coloradas, blancas y negras. En esta

búsqueda llegan a donde los hombres, son tres partes las que visitan, con diálogos muy parecidos, lo cual nos remite a los cuentos de hadas, donde tantas veces hemos visto que en tres ocasiones se repite el mismo efecto, la misma petición, la misma canción, como un número simbólico cargado de sacralidad. La tensión aquí se mantiene porque existe la incertidumbre de que puedan o no encontrar lo que buscan. Después, al encontrar el elemento que han salido a buscar, la tensión surge aquí al esperar qué reacción tendrán las víboras al descubrir que las medias de los flamencos es la piel de sus hermanas. Y por último, después del conflicto con las víboras, la tensión recae sobre la espera para saber qué sucederá con los flamencos, vivirán o morirán. Para concluir, este cuento de Quiroga es una pieza maestra donde el escritor demuestra su potencial como cuentista. Todo el relato, a partir del manejo del tiempo, el uso del lenguaje, la naturalidad del narrador, la presencia de elementos simbólicos y, sobre todo, el desarrollo de la trama, presenta un aire mítico, una especie de concepción sagrada que remite al lector a los relatos de las civilizaciones antiguas. Pero, además de eso, el relato también muestra elementos literarios manejados con mucha inteligencia. Uno de ellos es la caracterización de los personajes, que con sus acciones no solo responden a sus modos particulares de ser, sino que abren el camino para el desarrollo de las acciones. Otro es el manejo de la tensión, que dosifica la información de tal manera que el lector se ve arrastrado hasta el final del texto como si hubiese caído a un torrente de aguas incontenibles.

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.