el difícl encaje monetario de Estados Unidos

July 24, 2017 | Autor: J. Marín Arrese | Categoría: Finance
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Descripción

58 Expansión Jueves 26 marzo 2015

Opinión

El difícil encaje monetario en Estados Unidos cuándo iniciar el endurecimiento de la política monetaria, los mercados de cambio han anticipado este efecto, reduciendo así el margen de maniobra de la Reserva Federal. Un dólar tan súbitamente reajustado supone un freno a las exportaciones, amén de afectar a los ingresos del exterior de buena parte de las principales empresas estadounidenses. Por ello, Janet Yellen se ha apresurado a lanzar una advertencia sobre los riesgos de una divisa sobrevaluada, reflejada casi inmediatamente en un descenso de su cotización. Un

EN PRIMER PLANO Juan Pedro Marín Arrese

La Reserva Federal se juega su autoridad y prestigio con la subida de los tipos de interés

su anunciada intención de subir tipos. Todo un golpe a su credibilidad, pues dejar de moverse equivaldría a una renuncia en toda regla a su propósito de reducir paulatinamente el exceso de liquidez acumulado. Irreversible Por ello, pese a las dudas, la decisión de subir tipos parece irreversible al jugarse en este envite la Reserva Federal su autoridad y prestigio. Un cambio de rumbo ampliamente anticipado por los mercados que se está traduciendo en dificultades aña-

Bloomberg News

N

o hacía falta ser adivino para presagiar que la vuelta a la normalidad monetaria en Estados Unidos, tras seis largos años de dinero barato, no resultaría empresa fácil. Las rebuscadas menciones a la paciencia emitidas por Janet Yellen, que más de un analista erigió en quintaesencia de una política de guiños y advertencias al mercado, esconden una realidad más prosaica. Todo se reduce a una elevada incertidumbre en torno a los efectos de una elevación de tipos en estos momentos. Por mucho que la Reserva Federal quiera convencerse a sí misma del carácter irreversible del giro en el signo de la política monetaria, persisten no pocas dudas en su seno. Se teme que un paso en falso provoque el efecto indeseado de frenar la favorable coyuntura de una economía que todavía no ha consolidado plenamente su expansión. Los precios, bajo el influjo del bajo coste del petróleo y la apreciación del dólar, muestran un perfil todavía muy alejado de un objetivo a medio plazo que resulta día a día menos verosímil. El comportamiento del dólar constituye, sin duda, el elemento más desconcertante. Se descontaba su elevación desde que se cerró paulatinamente el grifo de inyección de liquidez a través del QE. Lo que pocos esperaban era una subida tan en tromba al anunciarse el plan de compra de activos del BCE. Más allá de la desestabilización que esta volatilidad imprime en la economía mundial, su impacto inmediato equivale a una subida significativa de tipos en Estados Unidos. Antes de que empiece a deshojarse la margarita de

respiro momentáneo, pues la tendencia alcista de fondo se mantiene inalterada. Que el dólar se aprecie no constituye per se un problema. Sí lo es la velocidad que ha imprimido a este movimiento. Existe el riesgo serio de un overshooting que sitúe a la Reserva Federal en posición desairada, obligándole a dejar en dique seco

Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal de EEUU, durante la última rueda de prensa posterior a la reunión de su consejo.

didas para buen número de países emergentes. Las salidas de dinero caliente en busca de las mayores rentabilidades esperadas en Estados Unidos están gravitando sobre sus tipos de cambio. Por su parte, la menor propensión al riesgo limita seriamente el atractivo para invertir en economías tan necesitadas de recursos para afianzar su desarrollo. Factores que se ven exponencialmente incrementados en los exportadores de petróleo, cuyos ingresos caen a plomo al compás de unos precios que se han reducido a la mitad en poco tiempo. El comercio mundial comienza a resentirse de la contracción experimentada por actores que hasta fecha bien reciente jugaron un papel de motor en los intercambios. Europa se ve así confrontada a un panorama de paulatino enfriamiento global, justo cuando más contaba con un impulso de las exportaciones, propulsadas por el marcado debilitamiento del euro, para facilitar su salida de la crisis. Tanto más cuando podrían exacerbarse las presiones proteccionistas en Estados Unidos de mantener el dólar su actual escalada. Es hora pues de que nuestro continente empiece a arbitrar una política económica mínimamente armonizada, en lugar de fiarlo todo a la expansión de la demanda externa y a la avalancha de liquidez proporcionada por el BCE. No puede reducir su estrategia a domeñar los déficits en un contexto como el actual, donde el insuficiente crecimiento constituye el principal riesgo para su estabilidad. Urge arbitrar de forma perentoria un firme compromiso colectivo de aprovechar los márgenes existentes, allí donde existen, para impulsar con mayor decisión la demanda interna. Sin una mínima expansión fiscal, el QE podría resultar inoperante. Economista

Invertir en 2015: más allá del 0% VISIÓN PERSONAL Luis Martín Jadraque

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n los últimos años, los inversores conservadores han obtenido de sus inversiones una rentabilidad muy positiva. Paradójicamente, los años de crisis han sido una fantástica oportunidad para el inversor que no quiere asumir riesgos, que ha podido invertir en depósitos muy rentables o comprar deuda de muy buena calidad, con rentabilidades superiores al 3%. Lamentablemente, esta situación ha cambiado. Con unos tipos oficiales del BCE en el 0,05%, y superados los problemas del sector bancario, los depósitos ofrecen una ínfima parte de lo que solían, con intereses a

un año que casi no superan el 0%. Y en renta fija se generan fenómenos curiosos como que por primera vez un bono corporativo europeo diera rentabilidad negativa: Nestlé emitió bonos con vencimiento en octubre de 2016 con una rentabilidad negativa de 0,002%. Es más, mantenerse hoy en renta fija, sobre todo a largo plazo, tiene cierto peligro, pues existe el riesgo potencial de incurrir en pérdidas en caso de subida de los tipos de interés. Otros activos, como las divisas, pueden dar mucho juego este año (sobre todo las inversiones en dólares). Y otras, como las materias primas, muy poco. En ambos casos, son inversiones complicadas para el ahorrador medio, con una alta probabilidad de disgusto más pronto que tarde. Esto deja a la renta variable como el activo que más promete en 2015.

Nuestra apuesta es la bolsa de países desarrollados y, en Europa, la de países periféricos, sobre todo la de España. Pero si la inversión directa en bolsa ya de por sí resulta arriesgada, ¿quién recomienda a un ahorrador conservador que tome posiciones cuando se espera un alto nivel de volatilidad? Riesgos geopolíticos en el Este de Europa, incertidumbre por Grecia, elecciones en varios países de la Unión Europea, un crecimiento mundial que puede ser menor de lo previsto… todos los indicios apuntan a que no será un año tranquilo. Teniendo en cuenta este posible

Al ahorrador medio le espera un año no tan fácil como los anteriores, pero muy prometedor

escenario, la recomendación para un perfil conservador, que busca rentabilidad a medio o largo plazo, sería tomar posiciones en bolsa de forma controlada. Fondos Para ello, el mejor instrumento es un fondo de inversión. Como producto tiene varias ventajas claras. Entre otras: fiscalidad diferida, diversificación, liquidez y transparencia. De entre todas las categorías de fondos, los fondos multiactivos flexibles son la mejor opción en estos momentos. El gestor del fondo tiene mayor libertad que en el caso de los fondos mixtos tradicionales para invertir en cualquier activo (renta variable, renta fija, divisas, commodities, etc). En ocasiones, puede emplear derivados como cobertura y como forma de reducir la volatilidad y controlar el

riesgo. Existen fondos gestionados por profesionales de alto prestigio, que ya han demostrado que saben hacer su trabajo muy bien, y de forma consistente en el tiempo. El abanico de fondos flexibles es muy amplio; un buen número de gestoras tanto nacionales como internacionales los ofrecen: el cliente debe preguntar y comparar opciones. Hay que tener claro que no todos los fondos son iguales y que la diferencia entre un buen fondo y otro normal puede ser el doble de rentabilidad. Es cierto, al ahorrador medio español le espera un 2015 no tan fácil como los últimos años, pero muy prometedor: la renta variable (con una exposición controlada y protegida) puede dar alegrías importantes a su cartera. Director del Centro de Inversiones de Deutsche Bank España

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