El deslinde PPS y PPC en la tradición gramatical española del siglo XIX: cuestiones teóricas, descriptivas y normativas

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Descripción

Studi Interdisciplinari su Traduzione, Lingue e Culture

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Studi Interdisciplinari su Traduzione, Lingue e Culture Collana a cura del Dipartimento di Interpretazione e Traduzione (DIT) dell’Alma Mater Studiorum – Università di Bologna, sede di Forlì. La Collana, fondata nel 2004, raccoglie le pubblicazioni scientifiche dei suoi afferenti e degli studiosi che operano in ambiti affini a livello nazionale e internazionale. A partire da una riflessione generale sul tradurre come luogo di incontro e scontro tra lingue e culture, la Collana si propone di diffondere e rendere disponibili, a livello cartaceo e/o su supporto elettronico, i risultati della ricerca in molteplici aree, come la linguistica teorica e applicata, la linguistica dei corpora, la terminologia, la traduzione, l’interpretazione, gli studi letterari e di genere, il teatro, gli studi culturali e sull’umorismo. Le pubblicazioni della Collana sono approvate dal Dipartimento, sentito il motivato parere di almeno due esperti qualificati esterni. Il/la responsabile della Collana è il/la Direttore/rice del DIT, cui si affianca un comitato scientifico internazionale che varia in relazione alle tematiche trattate.

Perfiles para la historia y crítica de la gramática del español en Italia: siglos XIX y XX Confluencia y cruces de tradiciones gramaticográficas

Félix San Vicente Ana Lourdes de Hériz María Enriqueta Pérez Vázquez (eds.)

Bononia University Press

Bononia University Press Via Farini 37 – 40124 Bologna tel. (+39) 051 232 882 fax (+39) 051 221 019 www.buponline.com email: [email protected] © 2014 Bononia University Press I diritti di traduzione, di memorizzazione elettronica, di riproduzione e di adattamento totale o parziale, con qualsiasi mezzo (compresi i microfilm e le copie fotostatiche) sono riservati per tutti i Paesi. ISSN: 2283-8910 ISBN: 978-88-7395-967-0 Grafica: Alessio Bonizzato Stampa: Arti Grafiche Editoriali Prima edizione: ottobre 2014

Índice



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Introducción



Las categorías gramaticales y la norma del español

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La modalidad de los enunciados normativos: una comparación entre gramática y teoría del derecho Giovanni Garofalo

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La codificación de la modalidad en las gramáticas de la RAE (1771-2009) Anna Polo

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La sintaxis en gramáticas españolas de 1770 a 1854: tratamientos, modelos y ámbitos de estudio José J. Gómez Asencio

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El deslinde PPS y PPC en la tradición gramatical española del siglo XIX: cuestiones teóricas, descriptivas y normativas Carmen Quijada Van den Berghe

109

El asterisco y la bolaspa. Lo agramatical y lo incorrecto María Enriqueta Pérez Vázquez

129

La Ortografía de la lengua española (2010): análisis de estrategias de reorientación prescriptiva Ana Lourdes de Hériz



Estudios de gramáticas españolas

147

La Grammatica spagnola de Lucio Ambruzzi Felisa Bermejo Calleja

167

La enseñanza del español en la Italia del siglo XIX: la Nueva gramática castellana de E. Ovalle como ejemplo tardío de gramática filosófica María Luisa Calero Vaquera

181

La contrastividad como método de aprendizaje en La grammatica spagnola del XX secolo de Boselli María Cristina Bordonaba Zabalza

203

Per incominciare… lo studio della lingua spagnola nelle scuole medie inferiori (1937) de Juana Granados Luisa Chierichetti

223

Influencias de la Real Academia Española en tratados de enseñanza del español para italianos en el siglo XIX Victoriano Gaviño Rodríguez

241

Alfredo Giannini y sus manuales de gramática española Valentina Ripa

263

La gramaticografía de la lengua española, desde una perspectiva de la lingüística general: Bernard Pottier y la descripción gramatical del español Pierre Swiggers

Estudios de otras tradiciones gramaticales para italianos 281

Candido Ghiotti. L’insegnamento del francese nell’Italia post-unitaria Chiara Grenzi

301

Norma e uso nella grammaticografia italiana del XIX e del XX secolo Ilaria Bonomi

317

Los manuales escolares y la lengua italiana postunitaria: el programa didáctico de Pasquale Fornari María Teresa Sanmarco Bande

331

‘Back to the Future’. La grammatica pedagogica di riferimento della lingua inglese in Italia Andrea Nava

347

Coniugazione del giapponese insegnata in Italia: eventuali suoi cambiamenti nel tempo Toshiaki Takeshita

El papel del traductor (un capítulo por escribir) 365

Lo status del traduttore: prospettive evolutive e ricadute didattiche Gaia Ballerini

El deslinde PPS y PPC en la tradición gramatical española del siglo XIX: cuestiones teóricas, descriptivas y normativas Carmen Quijada Van den Berghe1 Universidad de Salamanca

Resumen Esta contribución pretende dar respuesta a las cuestiones siguientes: i) en qué consisten las diferencias entre el pretérito perfecto simple (PPS) y el pretérito perfecto compuesto (PPC) en una selección de gramáticas españolas del siglo XIX (según las categorías de temporalidad y aspectualidad); ii) cuál es la posición normativa de cada autor con respecto a las variedades lingüísticas (usos generales, excepcionales e incorrectos), y iii) qué valores del PPC van siendo reconocidos durante este periodo.

Summary This contribution intends to answer the following questions: i) what differentiates simple past (‘pretérito perfecto simple’, PPS) from present perfect (‘pretérito perfecto compuesto’, PPC) in a selection of Spanish grammars from the XIX century (according to the categories time and aspect); ii) what normative position is taken by each author with respect to the linguistic varieties (general, exceptional

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Este trabajo se enmarca en los proyectos de investigación Estudio de la variación “Antepresente por pretérito” en contextos aorísticos en el habla coloquial de la región de Salamanca en comparación con otras zonas hispanas (MCyT, ref. FFI2010-19881) e Historiografia Lingüística castellano-leonesa: aportaciones de Castilla y León a la historia de las ideas lingüísticas (siglos XVI-XIX) (JCyL, ref. SA343A11-1).

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and incorrect uses), and iii) what values of the PPC were being recognized along this period of time.

1. Introducción Dentro del amplio tratamiento que han recibido y reciben los pretéritos de perfecto (simple y compuesto) en las lenguas –con trabajos sobre morfosintaxis histórica, gramaticalización, contrastividad, estandarización y variación, entre otros–,2 una parcela importante la constituye el análisis historiográfico de los textos metalingüísticos. Así, el propósito de esta contribución es esbozar un breve recorrido sobre los principales hitos en la gramatización de ambos tiempos; en concreto, en este caso, revisar cómo describen o prescriben los usos de las formas canté/he cantado algunas gramáticas españolas del siglo XIX. En este trazado, se atenderá tanto la tradición académica –a través de las ediciones de 1796, 1854, 1858 y 1870, modelos a su vez de diferentes series textuales–,3 como la no académica –mediante una selección de textos insertos en corrientes gramaticales distintas: Calleja (1818), Pelegrín (18262), Saqueniza (1828), Alemany (1829), Muñoz Capilla (1831), Gómez Hermosilla (1835), Salvá (18352), Martínez López (18412 y 18564), Bello (1847), Mata y Araujo (1847 [1805]), Fernández Monje (1854) y Salleras (1876). A pesar de la no exhaustividad del corpus, se ha buscado en esta selección la mayor representatividad de la tradición española del XIX, lo que hasta cierto punto debería garantizar la validez de las conclusiones que se alleguen. Tras la separación teórica de ambos tiempos (sostenida principalmente a partir de las categorías de temporalidad y aspectualidad) –primer apartado–, se atenderán las cuestiones de norma y variación lingüísticas –segundo apartado–.

2. Diferencias entre el pretérito perfecto simple y el compuesto Para comprender el estado actual de la distribución, hay que partir de la evolución semántica de haber + participio desde su valor resultativo original latino hasta el valor de aoristo que alcanza, por ejemplo, en francés.4 Las lenguas romances y sus variedades se encuentran en distintas fases de dicha evolución: el PPC i) denota un estado presente, resultante de una acción anterior (latín vulgar); ii) expresa una acción anterior al momento de habla con efectos en el presente (portugués, gallego, siciliano, algunas variedades del español de América: México, Colombia o Argentina, y algunas variedades del español de España: Galicia, Asturias y

1 Como botón de muestra, cfr. para el español, los trabajos de Rojo y Veiga (1999), Cartagena (1999), Moreno de Alba (2006) y Veiga (2011). 3 Garrido Vílchez (2008) y Gómez Asencio (2008; 2011). 4 Cfr. la “deriva del aoristo” en Squartini y Bertinetto (2000) y Camus (2008).

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Canarias); iii) alude a una acción pasada relacionada con el momento de habla (español peninsular, catalán); y iv) se refiere a una acción pasada (francés, italiano, rumano, sardo, en todos los cuales el PPS queda limitado al registro formal escrito). Estas son las consignas que proponen algunos textos gramaticales españoles en el siglo XIX para diferenciar ambos tiempos:

2.1. Únicamente de orden temporal 2.1.1. Proximidad de la acción del verbo con respecto al momento de habla (próximo vs. remoto) Según el texto más antiguo del corpus, la GRAE5 de 1796 (la cual para este aspecto repite lo dicho en la primera edición de 1771), ambos son tiempos que marcan una acción concluida (“pretéritos perfectos”) y se diferencian tan solo por la proximidad o lejanía de tal acción. La denominación continúa el patrón tradicional ya conocido en España y en otros países: pretérito próximo (PPC) y remoto (PPS): El pretérito perfecto explica ya pasada la significacion del Verbo. V.g. Fuí, escribí y estuve. Dívidese [sic] este tiempo en pretérito proximo y remoto. Próximo es el que denota mayor proximidad de la accion, que significa ya pasada, y remoto es el que la denota menor, ó que ha mas tiempo que pasó la accion. V.g. Yo ví al Rey, denota que ha mas tiempo que le ví, que quando se dice: He visto al Rey (GRAE 1796: 92).6

Idéntica terminología y distribución cronológica de los tiempos se encuentra en Calleja (1818), que repite los tres ejemplos iniciales de la GRAE: El pretérito perfecto remoto simple manifiesta ya pasada la significación del verbo, v.g. fui, estuve, escribi. Se llama simple, por que su terminacion lo es, y remoto por que para usarle no basta que la cosa de que se habla haya pasado, sino que es menester que haya algun tiempo que pasó […] El pretérito próximo es tambien compuesto del romance he y del participio de pretérito del verbo que se conjuga, significa una cosa que acaba de pasar, ó que hace muy poco tiempo que ha pasado, y así para espresar por eg. que he asistido esta mañana al sermon, diré: he estado en el sermon, ó he oido el sermon (Calleja 1818: 26-27).

Calleja añade la regla hodiernal (acción vinculada al día de la enunciación) que no aparece en las obras académicas: “y no diria bien, habiendo ocurrido esto en el mismo dia en que se refiere: estuve en el sermon; oi el sermon”. Otros autores emplean también las etiquetas de próximo y remoto, confiriéndoles nuevos matices temporales inexistentes en estas dos primeras obras.

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De aquí en adelante se citarán con esta sigla las gramáticas de la RAE. De aquí en adelante, las cursivas o versalitas son las originales de cada gramática.

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2.1.2. Época concluida vs. época aún no concluida Junto a la información sobre la distancia temporal (mayor o menor) con respecto al momento de la enunciación, numerosos autores proponen el empleo del PPC para acciones pasadas pero efectuadas en un intervalo de tiempo que, comenzando en un momento pasado, aún no ha concluido (acción terminada pero no su época o periodo):7 esta mañana, este año, este siglo, etc. Los primeros testimonios en el corpus analizado datan de principios del siglo XIX (Pelegrín, Alemany, Gómez Hermosilla, etc.), aunque la compartimentación del tiempo en épocas ya había aparecido en el siglo anterior en España de la mano de Benito de San Pedro (1769). La huella de la gramática filosófica francesa también se detecta en Pelegrín: En el tiempo pasado se puede considerar una época enteramente pasada, ó una que dura aun. Por época entiendo las diferentes medidas del tiempo, como: la semana anterior no hice nada, esta semana he trabajado mucho […] El primero espresa una cosa hecha en una época pasada, de la cual no queda ya nada […] El segundo indica una cosa hecha en una época pasada, pero aun queda de ella alguna parte que pasar, ejemplo: he visto hoy á tu padre (Pelegrín 1826: 78-79).

Anotaciones semejantes se encuentran en Alemany, Gómez Hermosilla y Saqueniza: ALEMANY Los pretéritos simple y anterior cuando se habla de una época enteramente pasada [ayer hizo frio] […] El pretérito compuesto cuando se habla de una época que aún no ha pasado enteramente [esta semana ha llovido mucho] (1829: 117118).

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GÓMEZ HERMOSILLA El verdadero uso de los pretéritos próximos y remotos es el siguiente: el próximo se emplea cuando la época á que se refiere, aunque ya pasada en parte, dura todavía. v.g. “en este siglo ha habido en Europa grandes trastornos políticos” […] Al contrario, el remoto se usa cuando la época á que se refiere es ya pasada enteramente. Por ejemplo “en el siglo XVI hubo en España muchos Helenistas” […] Y, ¿por qué así en ambos casos? Porque este siglo es un período de tiempo que dura todavía, y el XVI una época completamente acabada (1835: 111-117).

SAQUENIZA R. Entre los dos pretéritos absolutos hay esta diferencia: el remoto debe emplearse cuando la época á que se refiere ha pasado enteramente, pudiendo ser esta época de siglos, de años, de dias, y aun de minutos. El próximo, cuando dura todavía la época. Ejemplos: En el siglo pasado se publicaron escelentes libros. En este siglo se han publicado pocos libros buenos. Ayer hablé á tu padre. Hoy he hablado á tu padre (1832: 52).

Así explica Muñoz Capilla la noción de época: “el momento en que hablamos es como un punto fijo, con respecto al cual dividimos el tiempo el tiempo en diferentes partes que llamaré épocas […] el pasado puede ser mas ó menos pasado, el futuro mas ó menos futuro; á medida que las épocas á que referimos las acciones del verbo, son mas ó menos anteriores, mas ó menos posteriores á la presente (1831: 111 y 118).

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Con claridad se expresa Muñoz Capilla al referirse al valor “simultáneo” de época pasada y presente en este año he sembrado muy poco; alude al concepto de época bien como unidad o bien como la sucesión de distintas subépocas:8 este año he sembrado muy poco: donde observarás, que la época á que se refiere he sembrado, es actual si se considera el año sin atender á sus partes ó estaciones; pero es época anterior, si atiendes á estas partes, pues la accion del verbo dice relacion á la estacion de la siembra ya pasada (Muñoz Capilla 1831: 114-115).

2.1.3. Acción determinada vs. acción indeterminada Es constante, prácticamente en casi todos los textos del corpus, aludir a la especificación del momento cuando ocurre la acción. Alguna mención aparece ya en los comienzos de la tradición gramatical española: recuérdese que el Anónimo de Lovaina de 1555 se había referido a las concomitancias del PPS español con el aoristo indeterminado griego. En las primeras descripciones de las lenguas romances (del francés o español, por ejemplo), algunos gramáticos vieron un paralelismo conceptual y aspectual entre el aoristo griego (tema verbal “no marcado” que expresa una acción puntual, el proceso en un momento dado, sin referencia a la duración o a su término) y el PPS vernáculo, de ahí que lo denominaran indefinido (resultado de traducir αόριστος): es el caso de Charpentier, Sanford o Lancelot. Sin embargo, no todos procedieron de esta manera; Oudin, Franciosini, Sobrino y muchos otros, inducidos por distintos motivos, emplearon el término indefinido para referirse al PPC.9 En el siglo XIX continúa sin haber uniformidad de opiniones acerca de qué marca cada tiempo con respecto a la concreción de la acción; y tal disparidad se ve reflejada tanto en la terminología como en los usos descritos. Para ciertos autores, la elección de PPS o PPC implica en sí misma determinación o indeterminación puesto que son valores que traen aparejados los propios tiempos. Para otros, en cambio, se trata de una cuestión ajena a sus características inherentes y habrá que recurrir a otro tipo de acotaciones temporales para indicar el tiempo (adverbios y otros modificadores temporales). Con las opiniones que los gramáticos muestran explícitamente sobre el asunto, se ha confeccionado la siguiente tabla:

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La misma idea, junto con un ejemplo del mismo tipo, se localiza más adelante en Bello: “La España ha producido grandes hombres; se habla de la España considerada como una en todas las épocas de su existencia” (1847: 436). 9 Cfr. Fournier (2013) y Quijada (2014).

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DETERMINACIÓN/INDETERMINACIÓN TEMPORAL Inherente a los tiempos verbales PPS y PPC determinados - Alemany - Martínez López 1856 - Salleras

PPS indeterminado y PPC determinado - Mata y Araujo

PPS determinado y PPC indeterminado - Muñoz Capilla - Martínez López 1841 - GRAE 1854, 1858 y 1870

Ajena a los tiempos verbales - Pelegrín

Tabla 1. La noción de determinación/indeterminación en los pretéritos perfectos

Algunas precisiones sobre esta tabla se hacen imprescindibles: a) Fernández Monje emplea el calificativo indeterminado para ciertos tiempos del modo subjuntivo; “Buen provecho le haga lo que haya comido” o “Quiero que corras” ejemplifican una acción pasada y otra futura, respectivamente, pero indeterminadas, vagas (próximas o remotas), en opinión del autor. De sus palabras se desprende que la acotación temporal puede ser explícita (mediante modificadores temporales) o no, pero en ambos casos PPS y PPC –de indicativo– se refieren a acciones concretas frente a la imprecisión del presente o del perfecto de subjuntivo. b) La teoría de Martínez López es claramente inconsistente y ambigua, no solo al contrastar la obra de 1841 con la de 1856, sino en el interior de cada texto. Grosso modo, el PPS y todos los tiempos simples, en su opinión de 1841, son determinados puesto que “indican tácita ó esplícitamente un intervalo fijo, exacto, determinado, no por sí mismos, sino porque no podemos usar de ellos sin determinar la época, ó sin un adverbio que la disigne [sic]; no es del caso que el adverbio esté espreso ó tácito, pues que el mismo tiempo del verbo le [sic] supone” (97). Por el contrario, el PPC es indefinido en he leido ese drama, “el tiempo es vago, indeterminado, es un pasado indefinido, porque nadie sabe cuanto tiempo hace que yo he leido” (36). En la obra de 1856 cambia de parecer: ambos son pasados definidos y determinados [No cesó de llover en toda la noche; Esta semana le he encontrado]; incluso formula un caso de PPS indeterminado: Quien no vió á Sevilla, no vió maravilla (245). c) Mata y Araujo, uno de los más conservadores del corpus para esta cuestión, tan solo se refiere a la indeterminación del PPS: “el pretérito remoto denota una accion pasada sin determinacion alguna” (1847: 36). d) Sin embargo, la tendencia más común es la contraria: considerar al PPC indeterminado. Así lo explica la Academia en el siglo XIX: el compuesto marca una época que bien “no se fija ni determina de modo alguno” [Pedro ha estado en Roma], bien “en caso de que se fije, no ha pasado todavía” [España ha producido grandes hombres en armas y en letras] (nótese la utilización académica del

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ejemplo de Bello, cfr. nota 7). El simple se refiere a un periodo de tiempo conocido y ya terminado (1854: 49).10 e) En el grupo de los que consideran que ninguno de los dos tiempos lleva consigo el valor de determinación/indeterminación, sino que esta depende de factores discursivos o sintácticos, puede incluirse también a Salvá y Bello, quienes, a pesar de no pronunciarse explícitamente, se adhieren a esta postura a tenor de sus ejemplos. Sobresalen, por su eficacia, las dos reglas de Pelegrín:11 Para poderlos emplear con exactitud, voy á fijar dos reglas generales. O se espresa en una proposicion la accion pasada con la época del tiempo ó sin ella. 1ª Sí [sic] se espresa la accion pasada con la época del tiempo, se empleará el pretérito próximo, sí [sic] dura aun la época. Ejemplo: este año he trabajado mucho. Se empleará el pretérito remoto, sí [sic] la época no dura ya. Ejemplo: el año pasado no hice nada. 2ª Sí [sic] se espresa una accion pasada sin época de tiempo, se empleará el pretérito próximo, sí [sic] hace muy poco tiempo que se ha hecho la accion. Ejemplo: he visto tu jardin, es decir, esta mañana, hoy, etc. Se empleará el pretérito remoto, sí [sic] hace mas tiempo; ejemplo: hablé al general, es decir, en un tiempo que dista cuando ménos 24 horas del momento en que hablo (Pelegrín 18262: 79-80).

f) En el caso de Muñoz Capilla, a la hora de caracterizar los tiempos, la determinación de la acción es una cuestión más decisiva que la distancia temporal de los hechos. De ahí que, tras indicar que el PPC alude a un momento menos distante que el PPS, invalida tal observación al anteponer su carácter inespecífico por encima de la proximidad o lejanía de la acción. Esta decisión le permite incluir junto a los valores hodiernales del PPC, los que hoy algunos denominan “experienciales” [He viajado mucho], que plantean serias dificultades descriptivas a la GRAE de 1796.12 Así lo formula Muñoz Capilla: 10

La caracterización del PPC por parte de la Academia como un tiempo que alude a una época indeterminada o aún no concluida, hace que sus reglas no expliquen los usos del compuesto que acercan el pasado al momento de habla: “El uso enseñará ademas lo que no bastaría á explicar un gran cúmulo de reglas, sobre esta distincion del pretérito más ó ménos remoto: así, por ejemplo, decimos: «Plegue á Dios que el año que hoy empieza sea más feliz que lo HA SIDO el pasado», sin embargo de referirnos á un periodo de tiempo determinado y terminado” (GRAE 1870: 54). 11 Este sigue conservando los términos pretérito definido para el PPS e indefinido para el PPC, aunque parece ser tan solo una herencia terminográfica puesto que no solo no justifica dicha designación, sino que formula con acierto las dos reglas que pueden leerse en la cita. 12 A quien no le queda más remedio que formular una excepción a su regla “próximoremoto”, aplicable en las “relaciones de sucesos o memorias de méritos propios” que acercan los hechos al momento de habla: “puede haber casos en que la segunda terminacion del pretérito se use por la mas remota no siéndolo, como sucede quando se hacen relaciones de sucesos, ó memoria de méritos propios, en que parece que se aproximan al tiempo mas cercano por la relacion. Así se dice bien: He viajado mucho, he asistido á tantas campañas, he

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Sin embargo, debes advertir, Plácido, que cuando no se determina de modo alguno el punto de tiempo pasado á que se refiere la accion del verbo, usamos de la forma he amado, sea aquel punto próximo ó remoto. He viajado mucho: he corrido las Américas. Por el contrario, cuando se determina el punto de tiempo nos valemos de la forma amé, sin atender á la mayor ó menor distancia de la época actual. Al punto bajó una criada. ¡Ay! dijo Teresa, en oyendo la carta (Muñoz Capilla 1831: 115).

Según el gramático, más que la distancia cronológica de la acción con respecto a la enunciación, lo que verdaderamente separa cada tiempo es la determinación exacta del momento de la acción (PPS) frente al valor impreciso del compuesto. A tenor de la variedad de propuestas, los metatérminos definido e indefinido aplicados a los tiempos verbales suelen aparecer, aunque no inequívocamente en el conjunto de textos: la disparidad de acepciones con que cargan cada término provoca un auténtico caos terminológico y terminográfico. Tan solo unos pocos evitan tales designaciones (Salvá o Bello) o proponen reglas bien formuladas (Pelegrín).

2.2. Inclusión de los matices aspectuales Salvá es el primer autor del corpus en extender algunos usos del PPC hasta el presente: acciones no perfectivas que aún duran en el momento de habla y pueden repetirse. Frente al PPS, que se refiere a un tiempo inmediato o remoto pero sin conexión alguna con el presente (concluido por tanto), describe el PPC como un tiempo íntimamente conectado con el presente: Con el presente de haber y el participio pasivo (he amado) manifestamos que ha sucedido ya la cosa; pero que ésta o la época a que aludimos todavía duran, o bien que no ha cesado la práctica, la esperanza o por lo menos la posibilidad de que vuelva a repetirse lo que la frase significa [He viajado por casi toda Europa = me refiero a mi vida, la que no ha llegado aún a su fin; He diferido hasta ahora responder su carta = todo el tiempo en que yo he estado difiriendo la respuesta tiene una íntima conexión con el presente; Cervantes ha escrito muchas obras ingeniosas = existen; Varias veces me ha recomendado don Pascual el mérito del pretendiente = si vive aquél todavía y no existe una imposibilidad de que repita sus recomendaciones; España ha tenido muchos y buenos poetas = continúa teniéndolos o suponemos que así pueda suceder] (Salvá 1835: 435-436).

Bello, a través de su Análisis ideológica de los tiempos de la conjugación castellana (1841) primero y en la síntesis que realiza en su gramática después (1847), ahonda en la distinción de ambos tiempos, sistematiza sus usos a través de una detallada casuística (según su significado “fundamental”, “secundario” o “metafórico”, y sus valores “excepcionales”) y concede a la categoría de aspecto el papel fundamental hecho estos y los otros méritos: y aunque hayan pasado muchos otros años desde que estas cosas se executaron, no estaria bien dicho viajé, asistí, hice, que es la terminacion mas remota por la razon insinuada” (GRAE 1796: 93-94).

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en el deslinde PPS-PPC. La revolucionaria nomenclatura pone de manifiesto la vinculación formal y semántica del perfecto compuesto con el presente (antepresente). El gramático venezolano ofrece ejemplos de distintos usos del PPC (en los que se percibe su lectura de Salvá) junto a sus explicaciones, logrando así la mayor finura descriptiva de los textos analizados: Comparando estas dos proposiciones: “Roma se hizo señora del mundo”, y “La Inglaterra se ha hecho señora del mar”, se percibe con claridad lo que distingue al pretérito del ante-presente. En la segunda se indica que aún dura el señorío del mar; en la primera, el señorío del mundo se representa como una cosa que ya pasó. La forma compuesta tiene pues una relación con algo que todavía existe. Se dirá propiamente “Él estuvo ayer en la ciudad, pero se ha vuelto hoy al campo”. Se dice que una persona ha muerto cuando aún tenemos delante vestigios recientes de la existencia difunta; cuando aquellos a quienes hablamos están creyendo que esa persona vive; en una palabra, siempre que va envuelta en el verbo alguna relación a lo presente […] “Cervantes ha sido universalmente admirado”; se trata del escritor, que vive y vivirá eternamente en sus obras; “He vivido muchos años en Inglaterra”, dirá propiamente el que todavía vive allí, o el que alude a este hecho como una circunstancia notable en su vida […] “La España ha producido grandes hombres”; se habla de la España considerada como una en todas las épocas pasadas de su existencia (Bello 1847: 436).

Prosigue y muestra un significado secundario para he cantado: ante-futuro (“Con este bálsamo no hay que temer a la muerte; y así cuando vieres que en alguna batalla me han partido por el medio del cuerpo…” Cervantes) (451). Y otro significado metafórico que consiste en actualizar y revitalizar los recuerdos: sustituye un ante-pretérito (había hecho) por ante-presente (ha hecho). Según sus palabras, lo utilizan los historiadores, novelistas y poetas para dar más animación y energía a las narraciones, para hacer más vivos los sucesos acercándolos al presente: “Al echar de ver que su fementido amante se había hecho a la vela, y la había dejado sola y desamparada en aquella playa desierta, no pudo la infeliz reprimir su dolor”. Dígase se ha hecho, la ha dejado, no puede; y la narración tomará otro color” (456). A pesar del rechazo general que provoca la terminología de Bello entre los gramáticos coetáneos, no son pocos los que atienden a sus propuestas y se sirven de sus ejemplos y usos excepcionales, aunque casi siempre sin declararlo explícitamente.13 Así, Salvá y Bello parecen ser las fuentes de las que se sirven las gramáticas académicas (de hecho, son citados en el prólogo de GRAE 1854, y solo ahí), cuando estas deciden incluir una distinción aspectual y el reconocimiento de usos con PPC que aluden a un hecho que continúa en el presente. La propuesta de la GRAE 1854 se perpetúa con ligerísimas modificaciones hasta 1917: canté/he cantado/hube cantado son “pretéritos perfectos”, los cuales, como indica su nombre, denotan todos ellos ya pasada la significación del tiempo. No obstante, a 13

Salleras (1876) es el único autor que sigue de cerca la nomenclatura de Bello.

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continuación se encuentran los siguientes ejemplos de PPC, en los que la acción puede volver a suceder: Pedro HA ESTADO en Roma = se da á entender que Pedro vive y puede volver a Roma; pues no siendo esto posible si hubiese muerto, estaría ya pasada, digámoslo así, la época de Pedro; España HA PRODUCIDO grandes hombres = España dura y puede producir otros; Este año HA HABIDO fuertes vendavales, pues aunque determinamos el año, éste no ha concluido aún, y pudieran aquellos repetirse (GRAE 1854: 49).

Fernández Monje se aleja de la nomenclatura de Bello para tomar como punto de referencia el momento en que se produjo la acción (no el acto de habla), de ahí que denomine pasado relativo posterior al PPC. Clasifica los usos de ese tiempo según: i) sea una acción que, empezando en el pasado, continúa en el presente [Ya me han salido canas, Siempre has dicho lo mismo]14, o ii) la época en que se ejecuta la acción no haya terminado todavía, aunque haya pasado en parte [Hoy he comido]. Junto a Salvá y Bello, es uno de los pocos en marcar una clara diferencia entre los usos del PPC con aspecto perfectivo y aquellos imperfectivos.

3. Cuestiones normativas en la distribución PPS-PPC Todos los textos revisados describen y/o prescriben la norma peninsular castellana que, en el reparto de ambos tiempos, coincide aparentemente con la actual.15 No se encuentra mención explícita a las variedades americanas y tan solo una de Salvá a los usos de gallegos y asturianos, quienes prácticamente no emplean el PPC (cfr. 3.2.1.)

3.1. Indicaciones generales sobre la selección de los tiempos Las gramáticas suelen ilustrar la separación PPS-PPC ya sea creando un ejemplo que contenga ambos tiempos,16 ya sea condenando un ejemplo con un tiempo intercambiado. El recurso a la contraejemplificación es habitual en las gramáticas más normativas (GRAE):

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Explica este valor con más ejemplos: “Si oigo decir: «Yo he pensado castigarle; Juan ha venido», colejiré que todavía piensa lo mismo; y que Juan no ha marchado aún” (1854: 223). 15 Se ha localizado un caso de PPS en contexto hodiernal sin ningún tipo de valoración o comentario en Martínez López: “Determinado y no pasado. Esta semana le he encontrado, esta semana le ENCONTRÉ, esta semana he viajado mucho” (1856: 244). 16 “Esta doctrina se hace más patente reuniendo las dos fórmulas en un solo ejemplo, como el que sigue: El jefe SE AUSENTÓ AYER, y HA VUELTO HOY” (GRAE 1858: 49). De nuevo, el ejemplo parece inspirado en otro de Bello: “Él estuvo ayer en la ciudad, pero se ha vuelto hoy al campo” (1847: 436). Y Martínez López: “cada uno ha de guardar su propia forma y especialidad. Ej.: Ayer ví á mi amigo bueno, y hoy le he hallado enfermo” (1856: 245).

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resultando mal uso de ellas [terminaciones de pretérito] quando se cambian ó truecan sin discernimiento, como si alguno dixera: Ayer he visto á mi amigo bueno y sano, y ahora le ví enfermo: en cuyo exemplo están trocadas (GRAE 1796: 93). he oido el sermon; y no diria bien, habiendo ocurrido esto en el mismo dia en que se refiere: estuve en el sermon; oí el sermon; por que esta terminacion simple denotaria que hacia mas tiempo que estuve (Calleja 1818: 27).

Una vez expuesto el deslinde de los pretéritos perfectos, muchos autores constatan que no es infrecuente su confusión en la lengua española (literaria y no literaria). Pelegrín anota que “en los autores españoles, y mas aun en la conversacion se usa algunas veces un tiempo por otro” (1826: 79) y Muñoz Capilla menciona que “alguna vez se encuentran escepciones de estas reglas en nuestros autores” (1831: 115).

3.2. PPS en lugar de PPC 3.2.1. Variedades diatópicas Como se ha indicado al comienzo de este análisis (cfr. 2), la oposición canté-he cantado no se distribuye homogéneamente por el territorio hispanohablante. A partir del estudio clásico de Alarcos (1947), se han ido sucediendo múltiples investigaciones que tratan de precisar la distribución geográfica, diafásica y diastrática de este desdoblamiento temporal todavía cambiante y desde luego no estable. Parece que el español moderno tiende a ampliar el uso del PPC más allá del límite de veinticuatro horas que define el pasado hodiernal. No así en determinadas regiones de América y España, donde su empleo es minoritario. Salvá constata casos de PPS en contextos existenciales en hablantes de Galicia y Asturias, y los condena (aunque esta nota no aparece en todas las reediciones): “Nótase por esta doctrina el desacierto con que algunos, señaladamente los naturales de Galicia y Asturias, usan del pretérito absoluto en lugar del próximo cuando dicen: Nunca bebí el marrasquino; Siento el frío de España, aunque estuve en países mucho más destemplados; ambas locuciones piden que se ponga he bebido, he estado” (1835: 437). Las GRAE de 1854 y 1858 prefieren la variedad castellana e invalidan otras: “así como en Castilla pocos se equivocan en el recto uso de dichos pretéritos, es muy frecuente lo contrario en otras provincias” (50).

3.2.2. Variedades estilísticas. La preferencia del género poético por el PPS En un claro afán descriptivo de la lengua literaria, Salvá y Bello aluden a la preferencia de la poesía por el perfecto simple (sin condena alguna, tan solo como excepción de las reglas que acaban de formular; Bello incluso se refiere a este rasgo

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como un arcaísmo procedente del latín y característico de la lengua española). El comentario aparece después muy adelgazado en las GRAE de 1854 y 1858: En poesía se usa, sin embargo, con frecuencia el pretérito absoluto, por ser más breve y dar de consiguiente más rapidez a la expresión, en lugar del próximo, que la hace floja y desmayada. En el Viaje al Parnaso dice Cervantes: Nunca voló la humilde pluma mía, y Meléndez en una de sus Anacreónticas, Ya de mis verdes años / Volaron diecinueve. En el primer caso debiera decirse por la regla general ha volado, y en el segundo han volado (Salvá 1835: 437). Algunas veces […] se usa el pretérito por el ante-presente, sobre todo en poesía. En estos versos, por ejemplo: “Más triunfos, más coronas dio al prudente / Que supo retirarse, la fortuna, / Que al que esperó obstinado y locamente” (Rioja) parecería más propio da o ha dado. Da presentaría esta máxima como una verdad moral de todos los tiempos; ha dado nos la haría ver como confirmada por una experiencia constante hasta ahora; dio es un elegante arcaísmo, en que la lengua castellana restablece el valor de la forma latina original dedit) que abrazaba los dos significados de pretérito y de ante-presente. Es particularmente apropiado al estilo poético: “¿Cuándo no fue inconstante la fortuna?” Sería más conforme a la propiedad de los tiempos el presente es o el ante-presente ha sido. Pero es más poético el latinismo fue (Bello 1847: 469-470). Esta regla no se sigue en rigor en la poesía; pues en ella se suele sustituir el simple al compuesto, por ser el primero de ménos letras y, en general, más sonoro y enérgico (GRAE 1854: 50).

3.3. PPC en lugar de PPS El estudio de la progresiva introducción del PPC en contextos aorísticos aún no está sistematizado para todo el territorio hispanohablante, aunque se cuenta con datos de la zona andina en América y de diversas regiones españolas. Mientras que unos investigadores hablan ya de una gramaticalización funcional (el tiempo compuesto adquiere valores del simple), otros, conscientes de la complejidad dialectal y diafásica del español, y de los déficits en la recogida de datos, opinan que el fenómeno aún no es lo suficientemente estable y más bien parece ser una ‘técnica narrativa’ de actualización de los eventos narrados (Azpiazu 2012). En la actualidad –y como sucedió al principio en otras lenguas– parece estar más asociado al discurso coloquial y poco elaborado. ¿Qué datos proporcionan los gramáticos decimonónicos al respecto? Muy pocos, pero el hecho de haber encontrado una mínima mención en Salvá y en las GRAE de 1854 y 1858, pone sobre la pista de que el fenómeno ya se da (y es condenado) en el siglo XIX. El valenciano alude a la lengua oral y la RAE se refiere a la escritura afrancesada de algunos escritores (aunque este dato es omitido a partir de su edición de 1870): y aunque algunos digan He visto ayer a Fulano, parece que sería más exacto, ya que no lo repugna el uso, Vi ayer a Fulano (Salvá 1835: 436).

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se advierte que algunos escritores del día emplean sin discernimiento el pretérito compuesto, imitando a los franceses, cuyo idioma no admite el simple sino en muy contadas ocasiones (GRAE 1854: 50, 1858: 49).

Conclusiones El análisis de esta selección de gramáticas ha pretendido mostrar los principales hitos en el procedimiento o procedimientos empleados para separar los usos de PPS y PPC durante el periodo decimonónico en la tradición española. Si se excluyen los textos de Martínez López del recuento (incompletos o inconsistentes para extraer una teoría gramatical al respecto), ocho de quince centran su división en cuestiones únicamente temporales y los siete restantes incorporan además matices aspectuales (e incluso modales en el caso de Bello). La conexión especial del PPC con el presente y sus valores imperfectivos vienen de la mano de Salvá y Bello; la aspectualidad constituirá el eje principal de la clasificación en épocas sucesivas, aunque todavía en el siglo XIX numerosos autores no la mencionen. De esta manera, el modelo i) Hoy he visto una gran película (PPC hodiernal) aparece tipificado en todos los textos del corpus; ii) He viajado mucho (PPC en contextos experienciales), en cambio, lo incluye solo la mitad de los autores (algunos, como la GRAE 1796, incluso a pesar de que contradiga sus propias reglas, cfr. nota 11); los tipos más vinculados al presente, como iii) Ya ha venido Silvia o (iv) Ha trabajado mucho desde que le dieron la noticia, son aún más minoritarios: solo Salvá, Bello y Fernández Monje los llevan a sus textos. Los gramáticos del corpus se centran casi exclusivamente en describir o prescribir la norma peninsular castellana en su variante escrita,17 por lo que pocos datos se han podido extraer en lo que al comportamiento variacional del fenómeno se refiere. Sí se confirma el intercambio de PPS-PPC en ambos sentidos: más condenado el uso de PPC por PPS y más aceptada la preferencia literaria por el PPS de los escritores españoles.

Bibliografía Fuentes primarias Alemany, Lorenzo (1829). Elementos de gramática castellana. Lyon: Juan Tibó. Bello, Andrés (1988 [1847]). Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos. Santiago de Chile: Imprenta del Progreso. Estudio y edición de R. Trujillo. Madrid: Arco Libros.

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Son prácticamente inexistentes en los fragmentos analizados los comentarios explícitos sobre la lengua oral; tan solo Salvá se refiere a lo que ciertos hablantes “dicen” (cfr. cita de 3.3.).

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Finito di stampare nel mese di ottobre 2014 presso le Arti Grafiche Editoriali s.r.l. – Urbino

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