El descubrimiento y la excavación arqueológica de los mosaicos de Aguilafuente en 1868 a través de la documentación de la época

September 3, 2017 | Autor: J. Esteban Molina | Categoría: Late Antique Archaeology, Roman Pottery, Late Antiquity, Visigothic Spain, Samian Ware, Roman Archaeology
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SUMARIO

LII

DIRECTOR: Excmo. Sr. D. José Antonio Ruiz Hernando.

DEL

CURSO ACADÉMICO 2008-2009. Pág. 5

García Hourcade, Juan Luis MELITÓN MARTÍN, UN FAMOSO DESCONOCIDO LECCIÓN INAUGURAL DEL CURSO ACADÉMICO 2009-2010. Pág 19 García Hourcade, Juan Luis

ARTÍCULOS NOTAS GENEALÓGICAS DE UN LINAJE LOS DÍAZ DE GAMONES. Pág. 61

DE

ARQUITECTOS

DEL

REY:

Ceballos-Escalera y Gila, Alfonso EL DESCUBRIMIENTO Y LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA MOSAICOS DE AGUILAFUENTE EN 1868 A TRAVÉS DE LA DOCUMENTACIÓN DE LA ÉPOCA. Pág. 85

DE LOS

Esteban Molina, Jorge EL PROGRAMA ICONOGRÁFICO EN LA PINTURA MURAL DE LA ERMITA DE LA VERA CRUZ DE MADERUELO. Pág. 151 Gómez Redondo, Carmen RIOFRÍO,

DE

SITIO REAL

A

ALBERGUE

DE LA

SECCIÓN FEMENINA. Pág 195

Hernando Cordero, Juan Francisco SEPÚLVEDA

EN EL

SIGLO XX HASTA

EL

DIRECTORIO (I). Pág. 233

Linage Conde, José Antonio IS

TO R IA Y

LA VILLA DE SANTA MARÍA LA REAL DE NIEVA (SEGOVIA) EN LA ÉPOCA DE CARLOS I. Pág. 293 Molinero Rodríguez, Felipe LA COLECCIÓN DE PLATERÍA DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE SAN BARTOLOMÉ DE SANGARCÍA. Pág. 353

IR

AL

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D EMI A D E

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RT

ACADÉMICOS SUPERNUMERARIOS: Ilmo. Sr. D. José Montero Padilla. Ilmo. Sr. D. Ángel García Sanz. Ilmo. Sr. D. José María Martín Rodríguez. Ilmo. Sr. D. José Miguel Merino de Cáceres.

DE HISTORIA Y ARTE DE SAN QUIRCE

A

ACADÉMICOS NUMERARIOS: Ilmo. Sr. D. Francisco de Paula Rodríguez Martín. Ilmo. Sr. D. Carlos Muñoz de Pablos. Ilmo. Sr. D. Alonso Zamora Canellada. Ilmo. Sr. D. Juan Manuel Santamaría López. Ilmo. Sr. D. José María García Moro. Ilmo. Sr. D. Rafael Cantalejo San Frutos. Excma. Sra. D.ª Dominica de Contreras y López de Ayala. Ilmo. Sr. D. Juan Luis García Hourcade. Ilmo. Sr. D. Bonifacio Bartolomé Herrero. Ilma. Sra. D.ª M.ª Jesús Callejo Delgado. Ilmo. Sr. D. Juan Manuel Moreno Yuste. Ilma. Sra. D.ª M.ª Teresa Cortón de las Heras. Ilmo. Sr. D. Rafael Ruiz Alonso.

BOLETIN DE LA REAL ACADEMIA

E S T UD I OS SEGOVIANO S

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ESTUDIOS SEGOVIANOS

RE

SEGOVIA

MEMORIA

CE

REAL ACADEMIA DE H IS TOR I A Y ART E D E SAN QUI R CE

Montalvo Martín, Francisco Javier CUATRO INCUNABLES INÉDITOS EN LA BIBLIOTECA SEMINARIO DE SEGOVIA. Pág. 391

DEL

Peñas Barroso, María Del Mar LAS VIDRIERAS

DE LA

CATEDRAL

DE

SEGOVIA. II. NAVE CENTRAL. Pág. 429

Ruiz Hernando, J. Antonio LA EXPOSICIÓN

DE

1921

Y EL

MUSEO DIOCESANO

DE

SEGOVIA. Pág. 455

Sánchez Díez, Carlos

ESTUDIOS SEGOVIANOS REAL ACADEMIA DE HISTORIA Y ARTE DE SAN QUIRCE Calle de Capuchinos Alta, núms 4 y 6 - 40001 SEGOVIA Teléfono 921 46 00 87 [email protected] • www.academiadesanquirce.org

CONSIDERACIONES

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EN TORNO AL

CURSO

DE

PINTORES

DE

SEGOVIA. Pág. 481

Santamaría López, Juan Manuel 1789, SEPÚLVEDA: TENSIONES EN LOS FASTOS CREPUSCULARES DEL ANTIGUO RÉGIMEN. Pág. 523 Tarifa Fernández, Adela

SEGOVIA

2010

TOMO LII

NÚM.

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INFORMACIÓN

Y

NORMAS

PARA

AUTORES. Pág. 565

JORGE ESTEBAN MOLINA Arqueólogo

EL DESCUBRIMIENTO Y LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE EN 1868 A TRAVÉS DE LA DOCUMENTACIÓN DE LA ÉPOCA

Resumen: El descubrimiento fortuito de unos mosaicos en marzo de 1868 en el paraje de Santa Lucía (Aguilafuente, Segovia) así como su rápida y urgente excavación constituyen, pese a dar a conocer a este importante yacimiento tardoantiguo, una de las páginas más desconocidas de su historiografía. La intervención arqueológica efectuada justo cien años más tarde por R. Lucas y V. Viñas, con un marcado carácter científico, eclipsó sin duda a aquella otra realizada con precarios medios, desviando la atención de cualquier investigador con ganas de profundizar en aquellos legendarios trabajos del siglo XIX, por otra parte siempre despachados con la lacónica referencia a su repentina interrupción como consecuencia de los efectos de la Revolución de 1868. En el presente artículo presentamos un novedoso y nutrido conjunto documental de la época que, además de arrojar mucha luz sobre los pormenores y las circunstancias que rodearon la excavación, permite matizar ciertas ideas preconcebidas en torno a esta notable página de la arqueología segoviana. Palabras clave: Ermita de Santa Lucía, mosaicos, villa romana, siglo XIX, Revolución de 1868, Real Academia de la Historia Abstract: The fortuitous discovery of a few mosaics as his rapid and urgent excavation in March of 1868 in the place of Santa Lucia (Aguilafuente, Segovia) they constitute, despite annuoucing to this important archaeological site from the Late Antiquity, one of the most unknown pages of his historiography. The archaeological intervention carried out just hundred years later by R. Lucas and V. Viñas, with a pronounced scientific character, it eclipsed undoubtedly that other one realized with precarious means, turning the attention of any investigator away with desire to study in depth those legendary works of XIXth century, on the other hand always finished with the laconic reference to his sudden interruption as consequence of the effects of the Revolution of 1868. In the present article we displayed a novel and dense documentary set of the epoch that, in addition to showing great light on the particulars and the circumstances that surrounded the excavation, allows to clarify certain preconceived ideas concerning this notable page of Segovian archaeology. Key words: Hermitage of Santa Lucia, mosaics, Roman villa, XIXth century, Revolution of 1868, Spanish Royal Academy of History. Recibido el 28 de octubre de 2009 Aceptado el 16 de abril de 2010

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JORGE ESTEBAN MOLINA Las excavaciones de 1868: estado de la cuestión En el paraje de Santa Lucía, situado al sudeste del término municipal de Aguilafuente, se halla uno de los yacimientos arqueológicos más interesantes de la provincia de Segovia (Láms. 1 y 2). Ello es así debido a que su registro arqueológico ha proporcionado significativas secuencias de ocupación del periodo romano y visigodo, representadas respectivamente por la conocida villa, que alcanza su momento de esplendor durante el siglo IV de nuestra era, y por la posterior necrópolis de época visigoda que aprovecha desde el siglo VI el ya arruinado recinto habitacional romano. A estas dos evidencias de la Antigüedad Tardía se suma la posterior edificación de la ermita de Santa Lucía, la cual da nombre al paraje, una construcción probablemente bajomedieval que perpetuó la sacralización de este lugar hasta finales del siglo XVIII o principios del XIX. La mayor parte del conocimiento científico que tenemos hoy día sobre estas evidencias arqueológicas proviene fundamentalmente de la excavación llevada a cabo en el año 1968 por R. Lucas y V. Viñas1, una intervención que no forjó precisamente un sólido corpus científico, ya que años después de su repentina finalización tan solo fue saliendo a la luz un pequeño ramillete de publicaciones que no llegó a cumplir con el volumen de información arqueológica exigido para este yacimiento, máxime si tenemos en cuenta las prometedoras perspectivas que se habían abierto a raíz de su descubrimiento y excavación, alimentadas además por la repercusión mediática que se generó desde el primer momento. En cualquier caso, para bien o para mal, estos han sido los mimbres sobre los que se ha tenido que erigir en los últimos cuarenta años, y con bastantes altibajos, la comprensión científica de este emplazamiento arqueológico.

1 LUCAS, Mª R. y VIÑAS, V. (1977a): “La villa romana de Aguilafuente (Segovia)”. Symposium Internacional “Segovia y la Arqueología Romana”. Universidad de Barcelona, Instituto de Arqueología y Prehistoria, pp. 239-255.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE

Lámina 1 - Fotografía aérea mostrando el paraje de Santa Lucía (Aguilafuente) en el año 2006. En el centro de la imagen se observa claramente la parcela donde se ubica el yacimiento arqueológico, en la margen derecha del arroyo Malucas. Fuente: Plan Nacional de Ortofoto Aérea. ITACYL.

Lámina 2 - Fotografía aérea de Santa Lucía obtenida del vuelo americano de 1956. Al tratarse de una imagen anterior a la excavación arqueológica de 1968 y al proceso de concentración parcelaria nos ofrece seguramente un aspecto bastante aproximado de lo que sería este paraje en 1868. Fuente: Departamento de Geografía de la Universidad de Valladolid.

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JORGE ESTEBAN MOLINA Sin embargo, las primeras noticias sobre Santa Lucía se remontan a cien años atrás, tal como los propios arqueólogos se encargan de recordar en una reseña historiográfica contenida en su primera publicación sobre el yacimiento2. En efecto, tanto la búsqueda y el posterior descubrimiento de los mosaicos en el año 1968 por parte del Grupo Escolar nº 349 de Aguilafuente (participante en el programa de TVE y RNE Misión Rescate), como la consiguiente intervención arqueológica a la que dio paso, tuvieron como referencia fundamental un informe redactado por Carlos de Lecea y García3 acerca de las excavaciones llevadas a cabo en 1868 en el mismo lugar. Aquel informe relataba de un modo sucinto, aunque sumamente efectivo, el descubrimiento y la rápida exhumación del mismo pavimento musivo, siendo enviado ese escrito a la sede de la R.A.H. en Madrid, donde fue noticiado meses más tarde por su secretario, Pedro Sabau, en la sesión celebrada el 7 de junio de 18684. Muchos años después, en 1915, transcurridas casi cinco décadas desde la redacción original de este manuscrito, un Lecea ya anciano publicó finalmente el texto completo, evitando así que aquella trascendente información quedara en el olvido. Pese a no representar un trabajo de gran extensión, este valioso testimonio es prácticamente el único que nos aproximado retrospectivamente a lo acaecido en el año 1868, convirtiéndose en una fuente esencial de la historiografía del yacimiento y, por ende, en una referencia obligada en los trabajos de todos aquellos autores que han querido profundizar en el estudio de la villa romana y la necrópolis visigoda de Aguilafuente, desde los pro2 Ibidem, p. 240 y nota 1. 3 En aquel entonces un joven erudito con rango de correspondiente de la Real Academia de la Historia en Segovia. LECEA Y GARCÍA, C. (de) (1915): “Los mosaicos de Aguilafuente”. Miscelánea Biográfico-Literaria y Variedades Segovianas. Segovia, pp. 23-26. 4 Ibidem, p. 23, nota 1. ESTEBAN MOLINA, J. (2007): La villa romana y la necrópolis visigoda de Santa Lucía, Aguilafuente (Segovia). Nuevas aportaciones para su estudio. Ayuntamiento de Aguilafuente, Segovia, p. 33, nota 42.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE pios Lucas y Viñas5, pasando por Díez Sanz6 y Sastre de Diego7, hasta llegar a nosotros mismos, con la publicación más reciente elaborada hasta la fecha. Precisamente en ella ya incluimos un exhaustivo análisis del contenido del informe de Lecea8, centrándonos especialmente en el estudio de las diversas hipótesis que en su día propugnó el erudito segoviano con el objeto de buscar el posible origen de aquellos restos arqueológicos hallados en pleno siglo XIX. Junto con este informe, tan sólo se tenía constancia de otro escueto testimonio de carácter gráfico, como era el dibujo del emblema central del mosaico del oecus de la villa, realizado por el arquitecto provincial de aquel entonces y enviado a Madrid, al igual que el informe de Lecea. Ese boceto se reprodujo en el trabajo monográfico que R. Lucas llevó a cabo sobre el programa decorativo de la villa romana de Aguilafuente9, pudiéndose vislumbrar en él las figuras fragmentarias de los cuatro caballos del centro del mosaico, dos de ellos con sus nombres TAGVS y EVFRATA al completo (Lám. 3). No obstante, hay que apuntar en ningún caso se hizo alusión a la autoría del mismo con nombre y apellidos. 5 LUCAS, Mª R. y VIÑAS, V. (1977a), op. cit. Vid. nota 2. 6 DÍEZ SANZ, J. J. (2003): Historia de Aguilafuente (Segovia). Causa de la imprenta española. Alcalá de Henares, p. 60. 7 SASTRE DE DIEGO, I. (2001): “La villa romana de Santa Lucía (Aguilafuente, Segovia). Aproximación a su estudio treinta años después de su excavación”. Espacio, Tiempo y Forma, Serie I, Prehistoria y Arqueología, 14, pp. 287-289. 8 ESTEBAN MOLINA, J. (2007), op. cit., pp. 33-41. 9 LUCAS, Mª R. (1986-1987): “La influencia africana en la iconografía equina de la villa de Aguilafuente”. Cuadernos de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, 13-14, p. 223, fig. 1. Ese mismo dibujo también ha sido utilizado para uno de los paneles expositivos de la sala 5 del Aula Arqueológica de Aguilafuente. La documentación gráfica que aportamos en este trabajo nos permitirá descubrir que, en realidad, este dibujo representa tan solo una pequeña parte de una composición de mayor tamaño y calidad: la planta completa del mosaico del oecus.

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JORGE ESTEBAN MOLINA En definitiva, lo hasta aquí expuesto resume por completo el estado de la cuestión sobre aquellos pioneros trabajos arqueológicos desarrollados en Santa Lucía, conformando un escenario aparentemente finiquitado y sin perspectiva alguna para la investigación a tenor de la exasperante parquedad documental. La posterior intervención arqueológica del matrimonio Lucas-Viñas también contribuyó a este olvido, al tratarse de una excavación reciente, con mayor dotación de más medios y con una supuesta vitola de profesionalidad, eclipsando así cualquier intento de indagar en aquella otra realizada en el siglo XIX, mucho más lejana en el tiempo y desarrollada con medios precarios. Sin embargo, hemos podido comprobar que en el Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia existe un expediente10 que recopila de modo monográfico toda una variada y valiosa documentación relacionada con el descubrimiento y la excavación del mosaico de Aguilafuente en 1868, conjunto que nos aproxima de un modo mucho más pormenorizado a todos los hechos ocurridos y que amplía, en consecuencia, nuestra perspectiva global de la excavación, lo que en definitiva, nos ha inducido a la realización del presente trabajo, con la pretensión última de reverdecer estos primeros compases de la historiografía del yacimiento. Hemos de señalar también que los documentos que lo integran aparecen referenciados, que no transcritos ni estudiados, en un catálogo recientemente publicado por la R.A.H. con los fondos documentales de la Comisión de Antigüedades correspondientes a Castilla y León11. Y por si fuera poco, toda esta compilación ha podido ser consultada a través de Internet, ya que se encuentra alojada íntegramente en la web www.cervantesvirtual.com12, un 10 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H. Expediente CASG/9/7969/3. 11 ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000): Comisión de Antigüedades de la Real Academia de la Historia. Castilla y León. Catálogo e índices. R.A.H., Madrid, pp. 251-255. 12 La creación de dicha web ha sido promovida desde la Fundación Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, una entidad integrada por la Universidad de Alicante, el Grupo Santander y la Fundación Marcelino Botín.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE

Lámina 3 – Emblema central de los cuatro caballos del mosaico del oecus de la villa romana de Aguilafuente. Reproducido en 1977 por R. Lucas.

portal donde se ha almacenado al completo todo el importante fondo con que cuenta el Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia, tras una ingente tarea previa de catalogación, indexación y clasificación. Gracias a las nuevas tecnologías y, en concreto, a este fantástico sitio web, se ha facilitado sobremanera la labor de investigación, al permitirnos la realización de innumerables consultas y lecturas online de los distintos manuscritos escaneados, así como una minuciosa transcripción y un estudio pausado de los mismos, y todo ello desde nuestro ordenador

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JORGE ESTEBAN MOLINA personal, evitando así el desplazamiento al lugar donde se hayan actualmente depositados: la sede de la R.A.H. en Madrid. El expediente en cuestión contiene 22 documentos desglosados del siguiente modo: siete oficios, nueve minutas de oficio, tres memorias o informes y tres láminas de material gráfico. Entre esta compilación se encuentran los oficios y los borradores integrantes de la correspondencia que mantuvieron en aquellos meses el entonces Gobernador Provincial de Segovia, el Marqués de Casa-Pizarro, con la Real Academia de la Historia, el texto original manuscrito del informe de Carlos de Lecea, una memoria descriptiva de los trabajos de excavación, elaborada por el que fue su responsable directo, el arquitecto provincial José Asensio, la cual incluye además diversa documentación planimétrica, también prácticamente desconocida hasta la fecha13; y finalmente el borrador de un informe que elaboró José Amador de los Ríos, en calidad de presidente de la Comisión de Antigüedades de la R.A.H. Al margen de esta vital fuente de información, también hemos consultado las actas de las sesiones celebradas en aquel año en la Diputación Provincial de Segovia, de entre las que se han podido entresacar algunos valiosos fragmentos relacionados con las excavaciones de Aguilafuente, material que ya formó parte de nuestra anterior publicación sobre el yacimiento14. En definitiva, hablamos de una documentación de sumo interés que al no haber sido nunca, inexplicablemente, objeto de estudio, nos proporcionará una visión retrospectiva de los he13 Como ya señalamos en la nota 9, Rosario Lucas conoció, al menos en parte, esta documentación gráfica. 14 ESTEBAN MOLINA, J. (2007), op. cit., p. 33, nota 41. Reiteramos el agradecimiento a nuestro amigo Fermín de los Reyes, profesor titular de la Facultad de Ciencias de la Documentación de la Universidad Complutense de Madrid, al proporcionarnos una copia de estas actas, cuyo contenido fue descubierto por Susana Vilches.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE chos más nítida, sin que en esta tarea se pretenda en modo alguno poner en tela de juicio el armazón teórico sobre el que se ha sustentado desde 1968 el conocimiento científico de la villa romana y la necrópolis visigoda de Santa Lucía, y ello a pesar de la insuficiente difusión arqueológica de la que hemos hablado. En este sentido, parece evidente que la información generada por una excavación ejecutada en un momento histórico en el que la arqueología aún no estaba desarrollada como disciplina científica tampoco iba a proporcionarnos datos concluyentes con los que cambiar el actual discurso. Así pues, hay que insistir en que la intención y la finalidad del presente artículo es la de llevar a cabo un estudio con el objeto de conocer con mayor precisión la sucesión de acontecimientos relacionados con el descubrimiento y la excavación del yacimiento, haciendo especial hincapié en los escritos que amplían, aunque sea tenuemente, la información arqueológica y en aquellos que notifican las decisiones más importantes que se tomaron a todos los niveles entre marzo y noviembre de 1868. No queremos adentrarnos en los detalles de la excavación de 1868 sin manifestar antes el estimulante privilegio que ha supuesto el hecho de poder trabajar, una vez traspasado el umbral del siglo XXI, con este sorprendente e inesperado material, que además de corresponder a una intervención que casi nos atreveríamos a tildar de legendaria, también renueva y amplía su supuestamente liquidado escenario historiográfico. Del mismo modo, también queremos elogiar la inestimable ayuda que nos han proporcionado las nuevas tecnologías en la elaboración de este trabajo de investigación, en especial Internet, siendo de justicia reconocer que éste es hijo de la época en que ha sido realizado. Crónica retrospectiva de los hechos a través de la documentación de la época El año 1868 resulta crucial en la historia contemporánea de España, entre otras cosas por motivos de índole política. El 19 de septiembre de aquel año estalla una sublevación militar en 95

JORGE ESTEBAN MOLINA Cádiz que en pocos días se hará extensible al resto del país, provocando finalmente el derrocamiento de la reina Isabel II. Al triunfo de esta Revolución, también conocida en nuestra historiografía como La Gloriosa o La Septembrina, le seguirá la rápida instauración de juntas revolucionarias en todas las provincias del estado, entre ellas Segovia, las cuales se ocuparán, antes de nada, del progresivo desmantelamiento del régimen monárquico, comenzando por la sustitución de todos aquellos cargos políticos heredados del mismo, inclusive los de carácter local y provincial. Iniciamos el relato de los hechos con esta breve incursión en la historia nacional debido a que precisamente las convulsas circunstancias políticas nacionales resultarán determinantes, tal como ya conocíamos15, en el desenlace final de la intervención arqueológica objeto de este estudio. Pero comencemos por el principio. Unos seis meses antes del estallido de La Gloriosa se produce un suceso que a pesar de no tener la misma repercusión, gozó, en cambio, de cierto eco en la provincia de Segovia. A principios del mes de marzo de 186816 Bartolomé Ballesteros, vecino de Aguilafuente, descubre un pavimento de mosaico mientras llevaba a cabo la extracción de piedra en un terreno agrícola de su propiedad en el paraje de Santa Lucía, cercano a dicha localidad. La comunicación de este hecho a las autoridades locales y provinciales dará pie a la rápida y urgente decisión de excavar en el lugar. Durante las cuatro semanas inmediatamente posteriores al descubrimiento se sucederán de manera vertiginosa las decisiones tomadas por políticos y eruditos, los hallazgos, y, por ende, las noticias relacionadas con el yacimiento arqueológico, forjándose en un breve lapso de tiempo el grueso de la información relacionada con las excavaciones, tanto

15 LECEA Y GARCÍA, C. (de) (1915), op. cit., p. 23, nota 2. 16 LECEA Y GARCÍA, C. (de) (1915), op. cit., p. 23. En este sentido, algunos autores, sin ningún fundamento, han señalado que el descubrimiento se produce en el verano de 1868.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE en cantidad como en calidad, a tenor de lo que ha quedado reflejado en el terreno documental. Antes de comenzar a exponer paso a paso, y de un modo cronológico, la sucesión de acontecimientos debemos advertir que, dada la índole de este artículo, se ha considerado fundamental e imprescindible la inserción íntegra de aquellos documentos del expediente que aportan información ciertamente relevante, todo ello con el objeto de servir de apoyo al discurso y facilitar una mejor comprensión de los hechos. De este modo de proceder hemos excluido tan solo a algunos textos que por su carácter intrínseco resultan prácticamente aleatorios para nuestro cometido, como pueden ser las misivas enviadas a modo de acuse de recibo por cualquiera de los organismos implicados en estos trabajos17. Una vez expuestas estas aclaraciones preliminares, el primer escrito que habla sobre el mosaico y que traemos a colación para ilustrarnos es el acta de la sesión celebrada el 4 de marzo de 186818 en la Diputación Provincial de Segovia. Entre los temas tratados aquel día queda registrado el del descubrimiento de un mosaico en la localidad de Aguilafuente: “Los señores Diputados del Partido de Cuéllar manifestaron que en Aguilafuente, pueblo de dicho distrito, se ha encontrado un Mosaico que, por la muestra que presentaron, es de esperar merezca la consideración del Excmo. Sr. Gobernador y, no estando organizada la Comisión de Monumentos Artísticos, propusieron a la Corporación la conveniencia de rogar a S. E. se sirva nombrar al Sr. Jefe de Fomento vocal nato de dicha comisión para que pase a Aguilafuente, y con la detención y cuidado que exige, recoja y remita a esta ca-

17 En cualquier caso, todas las fuentes documentales aportadas tendrán su consabida referencia. 18 Archivo de la Diputación Provincial de Segovia. Acta de la Sesión del 04/03/1868.

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JORGE ESTEBAN MOLINA pital el referido Mosaico y cualquiera otro objeto que en su ilustración le parezca digno de conservarse; y habiendo la Diputación acordado de conformidad, dispone se comunique a dicho Excmo. Sr. a los efectos consiguientes.” Este fragmento, además de constituir el primer testimonio escrito sobre el hallazgo del mosaico, nos revela, de paso, algunos interesantes detalles, como que éste se produce en un momento en el que la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Segovia no está constituida, razón por la que las competencias de ese órgano pasan de un modo interino al propio gobernador, el Marqués de Casa-Pizarro. Ante esta situación, se solicita a éste la orden de enviar al Jefe Provincial de Fomento a Aguilafuente con el objeto de proceder con criterio y urgencia a la exhumación y el traslado del mosaico desde dicha localidad hasta la capital. Los sucesos se van desarrollando con total celeridad, de manera que el siguiente escrito relacionado con este asunto es redactado tan solo dos días después19, aportándonos de paso más detalles al respecto. Se trata del oficio enviado por el Gobernador de Segovia al Presidente de la Real Academia de la Historia [sic]20 con el objeto de informar por primera vez del hallazgo y de comunicar las disposiciones adoptadas, perteneciendo, éste sí, al expediente del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H. Sello del Gobierno de Provincia Segovia Sección de Fomento Negociado 3º. Monumentos Num. 205 Excmo. Señor 19 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., documento CASG/9/7969/3(1). Referencia en ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., p. 251. La consulta y transcripción de dicho documento, al igual que se ha hecho con todos los que integran el expediente, se realizó a través de Internet en la dirección http://www.cervantesvirtual.com/FichaObra.html?Ref=311878&portal=111.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE En la sesión celebrada por la Diputación provincial el día 4 del corriente, los Diputados del partido de Cuéllar han hecho presente que en el pueblo de Aguilafuente se había encontrado un particular hacía dos días un mosaico a un metro de profundidad, que por la muestra merece alguna consideración; en cuya virtud, y conformándome con lo propuesto por la misma Diputación, deseando reunir cuantos objetos puedan contribuir al esclarecimiento de la historia de nuestra patria y al fomento de las artes, he dispuesto que el Jefe de la Sección de Fomento pase a dicho pueblo, recoja el mosaico de que se trata y cualquier otro objeto que merezca conservarse y los conduzca a esta capital, puesto que la Comisión de Monumentos históricos y artísticos de esta provincia no se halla organizada, habiendo salido hoy dicho funcionario para aquel pueblo. Tengo la honra de ponerlo en conocimiento de V.E., quedando en noticiarle oportunamente el resultado de las investigaciones. Dios que a V.E. m. a. Segovia 6 de Marzo de 1868 El M. de Casa-Pizarro (Firma legible) Excmo. Sr. Presidente de la Academia de la Historia. Esta circunstancia nos obliga, antes de nada, a rectificar una información contenida en nuestro anterior trabajo, en donde señalábamos a Lecea como el primer informante de este descubrimiento21. Una vez hecha esta precisión, podemos obser-

20 Al parecer, las autoridades de Segovia debieron pensar que la R.A.H. estaba regida por un Presidente en vez de un Director. En aquel momento ese cargo era desempañado por Antonio Benavides, ya que fue su director entre los años 1864-1881. 21 ESTEBAN MOLINA, J. (2007), op. cit., p. 33.

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JORGE ESTEBAN MOLINA var en este oficio algunos datos que concuerdan perfectamente con lo reflejado en el acta de la sesión celebrada en la Diputación Provincial dos días antes, como la propia fecha de la sesión en la que los diputados del Partido Judicial de Cuéllar dan la noticia o el hecho de que se comisione al Jefe de Fomento para que acuda a Aguilafuente a recoger el mosaico. Al margen de ello, también proporciona importantes referencias relacionadas directamente con el mosaico, como la indicación precisa de la profundidad a la que fue encontrado, aproximadamente un metro22, y por supuesto, aunque sea de un modo indirecto, la revelación de la fecha exacta de su descubrimiento, el día 2 de marzo de 1868, ya que en la misiva se expresa literalmente que el hallazgo se produce dos días antes de la sesión de la corporación provincial del día 4. También debemos aludir a algún aspecto que, visto desde una óptica actual, puede resultar insólito e incluso chocante, como es la orden de que el Jefe de Fomento “traslade” el mosaico desde Aguilafuente a Segovia. Es evidente que tal cometido tendría una gran complejidad logística dadas las características intrínsecas de este tipo de pavimento, compuesto de miles de minúsculas teselas, circunstancia que no le convierte precisamente en un artefacto arqueológico fácilmente manejable y transportable, y menos si tenemos en cuenta que en 1868 las comunicaciones terrestres en la provincia serían precarias y además realizadas con vehículos de tracción animal. En cualquier caso, enseguida se tuvo constancia de la imposibilidad de llevar a cabo tal acción, ya que en un segundo oficio enviado por el gobernador provincial al director de la R.A.H., con fecha 8 de marzo de 186823, se informa de la magnitud que van cobrando los trabajos de excavación en virtud de la extensión que

22 LECEA Y GARCÍA, C. (de) (1915), op. cit., p. 23. 23 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., documento CASG/9/7969/3(2). ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., p. 251.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE manifiesta progresivamente el mosaico. No en vano, la superficie excavada ya se aproxima a los 40 m2 y el Jefe de Fomento aún no ve indicios de poder vislumbrar los límites del pavimento, informando además de la presencia en el mismo de inscripciones latinas, síntoma inequívoco de que la excavación ha llegado a la zona central del mosaico, donde se ubica el emblema de los cuatro caballos. Como se puede advertir, el área excavada es ya muy amplia para tan solo dos días de trabajo, lo cual da una idea del escaso rigor y minuciosidad con que se está interviniendo. A la vista de este indefinido panorama se toma la determinación de enviar al arquitecto provincial, José Asensio, con el objeto de sustituir al Jefe de Fomento y continuar con los trabajos. Sello del Gobierno de Provincia Segovia Sección de Fomento Negociado 3º. Monumentos Num. 438 Excmo. Señor En la comunicación que tuve la honra de dirigir a V.E. con fecha de antes de ayer; participaba haberse hallado en término de Aguilafuente un mosaico, y que había comisionado al Jefe de Fomento para recogerlo y conducirlo a esta capital. Hoy recibo aviso de dicho funcionario en que manifiesta que hecha excavación del terreno en una extensión de trece metros de largo por tres de ancho, continúa el pavimento, descubriéndose un hermoso mosaico, de labores variadas y con diferentes inscripciones latinas. A vista de esto, y considerando la importancia de aquella obra, he dispuesto que el Arquitecto provincial D. José Asensio salga inmediatamente para dicho puesto a dirigir los trabajos, con el fin de que no sufra desperfecto alguno el referido mosaico, no obstante de los urgentes trabajos en que se ocupa desde su ve-

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JORGE ESTEBAN MOLINA nida de la Corte en uso de Real licencia, y teniendo en cuenta las proporciones que adquiere el descubrimiento de que se trata. Dios guarde a V.E. muchos años. Segovia 8 de Marzo de 1868 El M. de Casa-Pizarro (Firma legible) Excmo. Sr. Presidente de la Real Academia de la Historia. La persona designada para continuar la excavación, José Asensio, tenía ya cierta experiencia en trabajos de índole arqueológica, pues solamente dos años antes, en mayo de 1866, se encontró con una situación similar en la propia ciudad de Segovia, cuando se hallaron unos restos arquitectónicos de considerable antigüedad mientras se llevaba a cabo la ejecución de unas obras de reforma en el acceso a la iglesia de San Martín desde la calle Real24. En aquella ocasión el arquitecto redactó un breve informe para la Comisión de Monumentos de Segovia, levantando además un plano de las estructuras descubiertas que fue enviado a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Volviendo a la correspondencia existente entre Segovia y Madrid, la Real Academia de la Historia envía al Marqués de Casa-Pizarro un acuse de recibo de estas dos primeras informaciones mediante un oficio con fecha de 14 de marzo, agradeciendo la información sobre el hallazgo y, lo que es más importante, solicitando un dibujo preciso del mosaico por parte del arquitecto provincial25. También tenemos noticia de la recepción en Segovia de este oficio proveniente de la Academia gracias a que se dejó constancia del hecho en el acta de una de 24 ZAMORA CANELLADA, A. (1996): “Las termas romanas de San Martín”. Estudios Segovianos, T. XXXVII, 94, pp. 777-802. 25 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., documento CASG/9/7969/3(3). ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., p. 251.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE las primeras sesiones que celebró la Diputación Provincial en el mes de abril26: “La Diputación quedó enterada de la atenta comunicación dirigida al Excmo. Sr. Gobernador por S. E. el Sr. Secretario de la Real Academia de la Historia fecha 14 de Marzo último dando gracias a Dicho Sr. Gobernador y Diputación por las noticias comunicadas a la misma acerca del hallazgo y descubrimiento de un Mosaico en la Villa de Aguilafuente.” Pocos días después de esta petición comienzan a llegar a la capital de reino los primeros datos del interés sobre el mosaico de Aguilafuente. Por un lado, con fecha de 17 de marzo de 1868, el correspondiente de la Academia en Segovia, Carlos de Lecea, remite un oficio acompañado de un informe sobre el descubrimiento, sus circunstancias y algunas hipótesis sobre la filiación histórica de los restos encontrados27. Excmo. Sr. En el día de ayer pase a la villa de Aguilafuente a examinar los mosaicos allí descubiertos, de que habrá dado conocimiento a V.E. el Gobernador de la Provincia. Aun cuando las Comisiones de Monumentos son inmediatas representantes de las Reales Academias, como quiera que la de esta Provincia haya sido disuelta, he creído oportuno, en mi cualidad de Correspondiente de la que tan dignamente preside V.E., a pesar de no haber pertenecido a la Comisión provincial, redactar las adjuntas observaciones que someto al superior criterio de V.E. por si cree conve-

26 Archivo de la Diputación Provincial de Segovia. Acta de la Sesión del 08/04/1868. 27 Vid. nota 3.

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JORGE ESTEBAN MOLINA niente comunicarlas a la Academia, advirtiendo que sería muy poco costoso continuar la excavación por lo franco del terreno y poca profundidad de los mosaicos; y que si bien el Gobernador civil ha nombrado un guarda que los custodie, es de temer que la aglomeración continua de gentes y sobre todo las lluvias, si llegan a infiltrarse, como es fácil por la parte destruida, deshagan los pavimentos, sin que se pueda evitar. Dios que a V.E. m. a. Segovia 17 de Marzo de 1868 Carlos de Lecea y García (Firma legible) Excmo. Sr. Director de la R. Academia de la Historia El contenido de este oficio nos obliga a realizar otra precisión respecto a nuestro anterior trabajo28, pues de él se desprende que, tanto la presencia de Lecea en Aguilafuente con el objeto de documentarse al respecto, como la redacción de su informe, no fueron debidas a un encargo o mandato de la R.A.H., sino que más bien parecen ser fruto de la improvisada iniciativa personal del propio correspondiente, alimentada por el impacto que supuso en Segovia la noticia del descubrimiento del mosaico29. Junto a ello, resulta interesante la información que nos proporciona en relación con la protección del yacimiento, pues ya advierte del peligro que pueden correr los pavimentos recién exhumados a pesar del nombramiento de un guarda por parte del gobernador provincial. A tenor de la información que nos transmite la documentación posterior, parece ser que este puesto de vigilancia no solo fue desempeñado durante los trabajos de excavación, sino también en el transcurso de los meses siguientes.

28 ESTEBAN MOLINA, J. (2007), op. cit., p. 33. 29 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., el oficio tiene signatura CASG/9/7969/3(4) y el informe CASG/9/7969/3(5). ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., p. 251.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE Con fecha de 23 de marzo el Gobernador de Segovia remite un nuevo oficio30 a la R.A.H., esta vez de suma importancia, pues va acompañado de la memoria descriptiva de los trabajos de excavación redactada por el responsable de los mismos, memoria con la que se adjuntan además un croquis topográfico y dos planos. SECCIÓN DE FOMENTO NEGOCIADO 3º MONUMENTOS NUM. 475 Excmo. Señor Según tuve la honra de ofrecer a V.E. en comunicación fecha 6 del actual, al darle noticia del descubrimiento de un mosaico en término de Aguilafuente de esta provincia, me cabe ahora la satisfacción de pasar a sus manos la memoria descriptiva de aquel y excavaciones verificadas, así como el plano, dibujo y detalles del mismo, formados por el Arquitecto provincial D. José Asensio, conforme a los deseos de esa Academia expresados en comunicación del 14 del corriente. La Diputación provincial no tiene inconveniente en continuar los trabajos para el completo descubrimiento del pavimento que contiene el mosaico, satisfaciendo con los fondos de la provincia los gastos que ocasione, previa la venia de esa ilustre Corporación. Al mismo tiempo ruego a V.E. se sirva manifestarme con la mayor urgencia lo que deba hacerse con el pavimento descubierto, pues de continuar así mucho tiempo, podría suce-

30 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., el oficio tiene signatura CASG/9/7969/3(7), la memoria CASG/9/7969/3(8), y los tres dibujos tienen respectivamente las signaturas CASG/9/7969/3(9), CASG/9/7969/3(10) y CASG/9/7969/3(11). ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., p. 252.

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JORGE ESTEBAN MOLINA der que bien por las aguas o por una mano airada se destruya el mosaico, perdiéndose de este modo los trabajos y gastos empleados en su descubrimiento. También acompaño al mismo tiempo un trazo original de dicho mosaico para que esa Academia pueda apreciar con más seguridad el mérito del hallazgo. Dios guarde a V.E. muchos años. Segovia 23 de marzo de 1868 El M. de Casa-Pizarro (Firma legible) Excmo. Sr. Presidente de la Real Academia de la Historia. La memoria que se adjunta con este oficio, con fecha de 21 de marzo de 1868, es posiblemente el documento más revelador de cuantos componen el expediente relacionado con el mosaico de Aguilafuente, fundamentalmente por su carácter inédito, ya que no se tenía constancia alguna de que el arquitecto provincial hubiera redactado un documento de este tipo. Gracias a ello la historiografía del yacimiento cuenta ahora con una fuente de primera mano elaborada por el que fuera responsable máximo de los trabajos, aportando detalles novedosos en relación con los hallazgos y la evolución de la intervención, sin olvidar su interesante acompañamiento gráfico. En definitiva se trata de una fuente de suma importancia, razón por la cual su contenido será analizado posteriormente en otra sección de este artículo de manera pormenorizada. Volviendo a la misiva del Marqués de Casa-Pizarro, en ella también se hace alusión a algunos aspectos derivados de los trabajos de excavación cuya solución condicionará el derrotero de los acontecimientos en los meses siguientes. Así, una vez descubierto y excavado el mosaico y enviada a Madrid toda la información relativa al mismo, resulta notorio que la diputación provincial, por boca del Gobernador de Segovia, aboga por la continuación de la intervención arqueológica, al considerarla de gran interés y perma-

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE necer aún inconclusa, para lo cual argumenta que el área excavada representa tan solo una parte de lo que queda por descubrir, ofreciéndose incluso a costear la reanudación de la misma a través de los fondos de la propia corporación. Del mismo modo, también solicita a la R.A.H. un dictamen y un protocolo de actuación con respecto a los restos hallados en esta primera intervención, ya que, tal como adelantaba Lecea en su oficio, se encuentran a la intemperie y, por tanto, expuestos a múltiples peligros derivados de las inclemencias climatológicas y de la mano del hombre. Es esencialmente la resolución de este trámite administrativo la que retrasará, o mejor, entorpecerá el reinicio de los trabajos en los meses siguientes. Y es que la Academia, una vez recibida la carta del gobernador y la memoria de José Asensio, trasladará toda la documentación a José Amador de los Ríos31, en aquel momento presidente de su Comisión de Antigüedades, con el objeto de que emitiera un informe preceptivo en el que se especificaran las acciones a desarrollar en el futuro con respecto al mosaico y el yacimiento descubierto, aunque, como tendremos ocasión de comprobar, este informe se demorará más de la cuenta y no será redactado hasta mediados de junio. Precisamente la minuta de este oficio enviado por la Academia a su Comisión es el último de los documentos fechados en marzo de 1868 en relación con el yacimiento, un intenso mes en el que, tal como hemos tenido ocasión de comprobar, se desarrolla una urgente y acelerada excavación que se prolongará hasta los últimos días de su primera quincena, quizá algo más, trabajos que se verán sucedidos, sin solución de continuidad, por los de redacción y envío del grueso de la información generada por la propia intervención. Esta primera fase, muy activa, dará paso a otra de un acusado impasse que perdurará prácticamente hasta finales de mayo. En

31 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., documento CASG/9/7969/3(12). ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., p. 252.

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JORGE ESTEBAN MOLINA este periodo la inactividad es la tónica general, con una completa ausencia de hechos y documentación, todo ello debido a la demora en la redacción del informe preceptivo por parte de la Comisión de Antigüedades. Ante ese estado de calma total, tendrá que ser la Comisión de Monumentos Históricos de Segovia, por fin constituida aunque de manera provisional, la que insista y haga nuevamente un llamamiento para que se proceda a la redacción y remisión del dictámen, acción que queda instrumentada mediante un oficio enviado a la R.A.H. con fecha 28 de mayo de 186832. COMISION DE MONUMENTOS HISTORICOS Y ARTISTICOS DE SEGOVIA Excmo. Señor Descubierto en Marzo del presente año en la Villa de Aguilafuente un mosaico, del cual tuve el honor de remitir el plano, detalle y Memoria descriptiva a esa Real Academia, que V.E. tan dignamente preside, sin que hasta el presente haya recibido contestación alguna acerca de este asunto. Constituida la Comisión provisional de Monumentos de esta Provincia se dio cuenta de este particular manifestando al propio tiempo que el dueño de la tierra en que se halla situado dicho mosaico se había presentado repetidas veces a mi Autoridad, pidiendo instrucciones acerca de lo que había que hacer en dicho punto interceptado, no solo por la superficie de su tierra, sino también por la parte ocupada con las tierras extraídas de ella, reclamando además los daños y perjuicios que se le irrogaban de no poder labrar ni sembrar en aquella tierra; no pudiendo darle contestación alguna decisiva por no haber obtenido resolución alguna de esa Ilustrada Corporación.

32 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., documento CASG/9/7969/3(13). ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., p. 254.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE En su consecuencia esta Comisión provisional que presido, en sesión de 9 del que rige acordó dirigirse a V.E. a fin de que se digne ilustrarnos en este asunto, manifestando además su resolución y cuanto estime oportuno respecto del particular. Dios que V.E. m.a. Segovia 28 de Mayo de 1868 Excmo. Señor El Presidente El M. de Casa-Pizarro (Firma legible) Acordado El Secretario Nicomedes [.....] (Firma parcialmente legible) Excmo. Sr. Presidente de la Real Academia de la Historia. La recepción de este oficio surte un efecto inmediato puesto que la Academia nuevamente solicita a José Amador de los Ríos la elaboración del informe33, el cual es finalmente presentado en forma de borrador, con fecha de 12 de junio de 186834. La mayor parte de su contenido, que será analizado más adelante, se destina a realizar un repaso de los datos de toda índole ya proporcionados por Lecea y Asensio, aunque en sus dos últimos párrafos sí establece una serie de medidas de protección y conservación para el mosaico y el yacimiento. Sin embargo, este informe pasa por alto un importante detalle: no se hace alusión alguna a la continuación o no de las excavaciones en Aguilafuente.

33 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., documento CASG/9/7969/3(14). ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., p. 254. 34 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., documento CASG/9/7969/3(15). ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., p. 254.

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JORGE ESTEBAN MOLINA “Lo más urgente por ahora es procurar que no se malogre el descubrimiento hecho; y entiende la Comisión que suscribe, que dada la necesidad de dejar en su sitio el mosaico hasta que se proporcione el modo conveniente de transportarlo a Segovia a un local adecuado a su magnitud, lo que conviene hacer es defenderlo con una valla y un cobertizo del vandalismo de los ignorantes y de las inclemencias del tiempo. Conviene en segundo lugar indemnizar al dueño del terreno del daño y perjuicio de que se le haya causado y se le hubiera de causar todo el tiempo que el mosaico permanezca donde está hoy; para lo cual deberá instruirse el oportuno expediente procediendo a la valuación del gravamen por peritos que nombren los costes y tercero en caso de discordia, dado que el propietario no se preste de grado a la regulación que la Admon. hiciere. Últimamente, habiéndose la Diputación provincial brindado con tanta generosidad a costear los trabajos de excavación según se desprende del oficio del Gobernador de Segovia del 23 de Marzo último, por lo cual debe la Real Academia dar a aquella Corporación por medio de la referida autoridad muy expresivas gracias, es de suponer que la misma Diputación se preste gustosa a sufragar el pequeño gasto que el cerramiento del mosaico ha de ocasionar; encargándose por su parte la Real Academia de elevar la oportuna petición al Gobierno a fin de que se sirva disponer el pago de los daños y perjuicios que fuere en justicia satisfacer al dueño del terreno.” Con el oficio que comunica sucintamente las disposiciones de este informe, con fecha 18 de junio de 186835, la correspondencia entre Madrid y Segovia vuelve a reactivarse, siendo ahora el in-

35 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., documento CASG/9/7969/3(16). ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., p. 254.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE terlocutor válido de la R.A.H. la ya constituida Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Segovia. Real Academia de la Historia Excmo. Señor: Esta Real Academia recibió a su tiempo con mucho aprecio la Memoria y los dibujos que V.E. remitió con comunicación de 23 de Marzo último de mosaico descubierto en el término de Aguilafuente, y dispuso que se pasaran a examen de la Comisión de Antigüedades. Conformándose ahora con lo propuesto por dicha comisión ha acordado que se ponga, según lo ejecuto, en conocimiento de V.E. y de la Comisión de monumentos que tan dignamente preside; 1º que lo más urgente es procurar que no se malogre el descubrimiento hecho y mientras el mosaico no se pueda trasladar a esa capital, sea defendido donde está con una valla y un cobertizo contra el vandalismo de los ignorantes y de las inclemencias del tiempo. 2º que conviene indemnizar al dueño del terreno, del daño y perjuicio que se le haya causado y se le hubiere de causar todo el tiempo que el mosaico permanezca donde está hoy; instruyendo al efecto el oportuno expediente, y solicitando si fuese preciso del Gobierno de S.M. los fondos necesarios; y últimamente que deben darse por V.E. y a nombre de esta Academia, las gracias más expresivas a esa Diputación provincial por haberse brindado generosamente a costear los trabajos de excavación y haber tenido además las disposiciones oportunas para la conservación del mosaico y de cuantos objetos puedan contribuir al esclarecimiento de la historia patria. Todo lo que tengo la honra de comunicar a V.E. por acuerdo de la Academia. Dios & c. Madrid 18 de junio de 1868

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JORGE ESTEBAN MOLINA La Comisión de Monumentos de Segovia contesta a la R.A.H. mediante otro oficio, de fecha 11 de julio de 186836, en el que informa sobre la recepción de las disposiciones de la Comisión de Antigüedades relativas a la protección del yacimiento. No obstante, también notifica el acuerdo tomado en su sesión del 30 de junio, en el que se establece, con carácter previo a la puesta en marcha de estas medidas de protección, la conveniencia de solicitar la continuación de las excavaciones en Aguilafuente, con el objeto de conocer más y mejor los detalles y la extensión total del yacimiento. MEMBRETE DE LA COMISION DE MONUMENTOS HISTORICOS Y ARTISTICOS DE SEGOVIA Excmo. Señor Enterada esta Comisión que presido de su atenta comunicación del 18 de junio último, respetando sus acertadas disposiciones, acordó sin embargo en sesión de 30 de dicho mes manifestar a V.E. que creía muy conveniente, antes de proceder a la ejecución de las obras necesarias para defender el Mosaico encontrado en el término de la Villa de Aguilafuente, continuar las exploraciones a fin de determinar la importancia de su extensión o superficie que pueda ocupar este o cualquier resto que pudiera encontrarse y pueda contribuir al esclarecimiento de la historia patria, para después y con mayor acierto y copia de datos poder proceder a lo que haya lugar. Al propio tiempo acordó también manifestar a V.E. el placer con que versa la opinión respetable, bajo todos los conceptos, de esa Real Academia que V.E. tan dignamente preside, respecto del mérito artístico del Mosaico descubierto, 36 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., documento CASG/9/7969/3(17). ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., p. 254.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE su época y cuanto creyera oportuno manifestarse acerca del mismo, tanto para mayor ilustración y caminar con datos ciertos y seguros emanados de un centro compuesto de personas tan idóneas y competentes en el caso de instruir el expediente en solicitud de fondos al Gobierno de S.M. como por el placer que esta Comisión recibirá de instruirse con datos tan apreciables y exactos cuales serían los emanados de esa respetable y científica Real Academia. Todo lo que tengo la satisfacción de comunicar a V.E. suplicándole al propio tiempo se digne darnos una pronta contestación. Dios que a V.E. m. a. Segovia 11 de Julio de 1868 Excmo. Señor El Presidente El M. de Casa-Pizarro (Firma legible) Por acuerdo Nicomedes [.....] Sect. (Firma parcialmente legible) Excmo. Sr. Director de la Real Academia de la Historia. Sabemos además que en el mismo día en que se redacta este oficio la propia Comisión solicita la concesión de doscientos o trescientos escudos a la Diputación Provincial de Segovia, con objeto de hacer excavaciones contiguas al sitio donde se hallaron los mosaicos. En definitiva, lo que se desprende de esta correspondencia es que, ante el silencio existente al respecto en el dictamen de José Amador de los Ríos, la Comisión de Monumentos decide tomar la iniciativa, para lo que no duda en condicionar la ejecución de las medidas de protección indicadas desde Madrid a la reanudación, con carácter previo, de la intervención arqueológica. El contenido de este comunicado proveniente de Segovia en el que se aboga por la continuación de las excavaciones, lo que 113

JORGE ESTEBAN MOLINA en la práctica significaba solicitar el permiso para reanudar los trabajos, es trasladado nuevamente a José Amador de los Ríos por orden del director accidental de la academia, Valentín Cardedera, para lo cual se redacta un nuevo oficio, firmado por Pedro Sabau y fechado el 16 de julio37. Precisamente una anotación efectuada ocho días después en dicho oficio, ocupando el margen izquierdo de sus tres primeras páginas, y rubricada por De los Ríos, autoriza la continuación de las excavaciones arqueológicas38: La comisión entiende que, sin perjuicio de lo acordado por la Academia, puede decirse a la provincial de Segovia que puede proseguir la exploración arqueológica del terreno contiguo a lo descubierto del mosaico en la forma y para los fines que la misma indica; y respecto de los deseos que manifiesta de conocer la opinión de la Academia sobre el mérito y significación del mosaico referido, si bien no hay dificultad en que se le comunique el dictamen anterior, aprobado por la Academia, convendría decir a la Comisión de Segovia que el resultado de las nuevas exploraciones que propone, puede influir decisivamente en el juicio que deba formarse, por lo cual parece oportuno remitir a dicho momento el juicio, que ahora solicita. Madrid 24 de Julio de 1868 El Presidente A. de los Ríos (Firma Legible) Y junto a ello, también en la tercera página de este oficio reutilizado, con la misma fecha de 24 de julio, e inmediatamente debajo de la autorización, se incluye otra apostilla con la orden del 37 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., la minuta del oficio lleva signatura CASG/9/7969/3(18) y el oficio CASG/9/7969/3(19). ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., pp. 254-255. 38 Ibidem.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE director accidental de la Academia de comunicar esta disposición a la Comisión de Monumentos de Segovia39: Madrid 24 de Julio de 1868. Comuníquese a la Comisión de monumentos de Segovia el precedente informe de la de Antigüedades. El Sr. Carderera, por ser el más antiguo en ausencia del Sr. Director y en vacaciones de la Academia. Firma no legible Tras estos trámites internos, el oficio con el permiso para reanudar los trabajos de excavación en el yacimiento finalmente es enviado a Segovia con fecha 28 de julio de 1868, cuya minuta se encuentra en el expediente40, por lo que parece probable que el escrito fuera recibido en Segovia a finales de julio o principios de agosto. Real Academia de la Historia Sres. Presidente y Secretario de la Comisión de monumentos históricos y artísticos de la provincia de Segovia. En vista del acuerdo tomado por la Comisión de monumentos de esa provincia en 30 de Junio último acerca del mosaico descubierto en término de la villa de Aguilafuente, y que comunicaron VV.SS. a esta Real Academia en oficio de 11 del corriente; ha acordado el Sr. Académico más antiguo en ausencia del Sr. Director y en vacaciones de la Academia que se diga a VV.SS., según lo ejecuto, que sin perjuicio de lo acordado por este Cuerpo literario, puede esa Comisión provincial proseguir, en la forma y para los fines que la misma indica, la exploración arqueológica del te-

39 Ibidem. 40 Archivo del Gabinetede Antigüedades de la R.A.H., documento CASG/9/7969/3(20). ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., p. 255.

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JORGE ESTEBAN MOLINA rreno contiguo a lo descubierto del mosaico, comunicando los resultados que obtenga a esta Academia, para que en vista de ello y de los antecedentes que ya tiene pueda formar un juicio exacto del mosaico y remitir a esa Comisión las noticias que desea. Dios & c. Madrid 28 de Julio de 1868 Este anhelado oficio, conteniendo la autorización para reanudar las excavaciones tras permanecer más de cuatro meses interrumpidas, constituye, sin embargo, el último escrito correspondiente a 1868 contenido en la carpeta monográfica del mosaico de Aguilafuente. En esas fechas, además, la cuestión aún no tenía visos de solucionarse porque, a pesar de disponer ya del permiso, todavía no estaba resuelto el aspecto relativo a la financiación de los trabajos, solicitada a la Diputación Provincial de Segovia. En este punto, el hecho de encontrarse el organismo provincial en pleno periodo vacacional, no permitirá solventar esta segunda traba hasta el pleno del 23 de septiembre de 186841, cuando ya ha estallado La Gloriosa y la reina Isabel II ha declarado el estado de guerra en toda la provincia42. Pese a todo, en dicho pleno la Diputación asignará 200 escudos con el objeto de continuar los trabajos de excavación en la localidad de Aguilafuente, respondiendo así a la petición de fondos solicitada por la Comisión Provincial de Monumentos con fecha de 11 de julio. “Dado cuenta igualmente del oficio dirigido a esta Diputación por la Comisión de Monumentos Históricos y Artís-

41 Archivo de la Diputación Provincial de Segovia. Acta de la Sesión del 23/09/1868. 42 OTONES GIL, C. (1990): “El impacto revolucionario en la Segovia de 1868”. Estudios Segovianos, T. XXXI, 87, p. 33.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE ticos de esta Capital fecha 11 de Julio de este año suplicando la concesión de doscientos o trescientos escudos, con objeto de hacer excavaciones contiguas al sitio donde se hallaron los mosaicos de Aguilafuente, y poder deducir qué fue lo que existió en dicho punto, la Diputación a pesar de la escasez de fondos con que cuenta para atender a sus precisas y perentorias obligaciones, acuerda destinar doscientos escudos más al objeto indicado lo que se hará saber a la Contaduría para que al tiempo de formar el presupuesto incluya este gasto en el capítulo y artículo correspondiente. El Sr. Bartolomé disintió de esta opinión, manifestando que la suya era que no debían gravarse más los fondos de esta provincia con nuevos gastos para proseguir las excavaciones, sino que debían abandonarse y volver a cubrir lo descubierto.” Un detalle importante que aparece al final de este fragmento es la opinión, y probable presencia en la sesión, de un tal señor Bartolomé, posiblemente el dueño del terreno donde se encontró el mosaico, Bartolomé Ballesteros, al que se alude en el acta exclusivamente mediante su nombre de pila, el cual aboga evidentemente por la cubrición de los restos tras los quebraderos de cabeza generados por el descubrimiento del mosaico. Los convulsos últimos días del mes de septiembre representan el principio de la fase terminal de todo este proceso. Una semana más tarde de la consignación de los fondos con destino a la excavación en Aguilafuente, en concreto el 30 de septiembre, una Junta Revolucionaria toma el poder en Segovia al calor de La Gloriosa43, produciéndose, en los días siguientes, la destitución de los miembros del ayuntamiento de la capital y de la Diputación Provincial y la parálisis de ambas administraciones. La sesión celebrada el 18 de noviembre de 186844 por la nueva corporación

43 OTONES GIL, C. (1990), op. cit., p. 33. 44 Archivo de la Diputación Provincial de Segovia. Acta de la Sesión del 18/11/1868.

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JORGE ESTEBAN MOLINA provincial surgida de la Revolución45 certifica el fin de la historia, al autorizarse el pago, exclusivamente y por última vez, de los jornales devengados por el guardia del mosaico, sin indicar en ningún caso gasto alguno derivado de una excavación o de una indemnización al dueño. De esta acción puede colegirse, sin temor a equivocarnos, que la cantidad destinada a la reanudación de la excavación no llegó a ser utilizada, al menos en su totalidad y para la finalidad prevista, o lo que es lo mismo, que los trabajos en el yacimiento nunca llegaron a reanudarse desde su suspensión previa en marzo. “El Alcalde remite la cuenta de los jornales devengados en Octubre y Noviembre por el guarda del Mosaico de Aguilafuente y la Diputación acordó satisfacerla y manifestar a la Comisión de Monumentos Artísticos, que habiendo transcurrido bastante tiempo desde que se descubrió el Mosaico para apreciar lo que vale y no habiéndose dispuesto nada de él, ha resuelto suprimir este gasto, atendiendo a la escasez de recursos con que cuenta para satisfacerle.” Este breve fragmento además constituye la última referencia escrita del año 1868 en relación con el mosaico y las excavaciones desarrolladas en Aguilafuente. Parece ser que el descubridor del mosaico y dueño del terreno donde se produjo el hallazgo, Bartolomé Ballesteros, algún tiempo después procedió a la cubrición de los restos y volvió a labrar la tierra46, cerrándose en falso el trabajo realizado y dejando prácticamente en el olvido una brillante página de la arqueología segoviana. Pese a todo, no acaba aquí la información relativa al tema que nos ocupa, ya que el expediente del Gabinete de Antigüedades contiene, siguiendo un orden cronológico, otros dos documentos, correspondientes éstos ya a finales del siglo XIX, informándonos de un intento de estimular el retorno a los trabajos de excavación, 45 OTONES GIL, C. (1990), op. cit., pp. 42-43. 46 LECEA Y GARCÍA, C. (de) (1915), op. cit., p. 23, nota 2.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE casi treinta años después de su finalización, circunstancia ésta casi desconocida hasta la fecha. El primero de ellos es un borrador que lleva fecha de 21 de mayo de 189747, en el que se da cuenta de una carta enviada nueve días antes al director de la R.A.H. por uno de los personajes más influyentes de Aguilafuente en el tránsito del siglo XIX al XX, el maestro don Francisco Gómez Braña48, solicitando la atención de la institución sobre el mosaico descubierto años atrás en la localidad y la reanudación de las excavaciones49.

47 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., documento CASG/9/7969/3(21). ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., p. 255. En esta última publicación y en la web www.cervantesvirtual.com la referencia a la data del documento es errónea, ya que en ambas se consigna 1867/05/21, sin embargo en la anotación que aparece en la parte inferior izquierda del manuscrito es perfectamente legible la fecha 21 mayo 1897. 48 Además de ser Profesor de Instrucción Pública, este personaje fue clave en la fundación de una sociedad por acciones en 1904 cuyo objeto era la construcción y explotación de un ingenio hidráulico en el río Cega para la producción de energía eléctrica y molturación de cereales: DIEZ SANZ, op. cit., p. 188. También parece ser un importante propietario agrícola, ya que desarrolló un activo papel en el emergente mundo del asociacionismo agrario de principios del siglo XX, del que son buena muestra su cargo directivo en la Sociedad de Labradores de Aguilafuente, además de ser en 1901 vocal de la recién constituida Federación Agrícola de Castilla la Vieja: PLANAS I MARESMA, J. (2006): Els propietaris i l´associacionisme agrari a Catalunya (1890-1936). Documenta Universitaria. Barcelona, p. 120, nota 27. 49 También se hace alusión a este escrito de Gómez Braña y las excavaciones de Aguilafuente en ABASCAL PALAZON, J. M. y GIMENO, H. (2000): Epigrafía Hispánica. R.A.H. Catálogo del Gabinete de Antigüedades, p. 220. Hemos advertido que en este trabajo, pese a haber utilizado de un modo evidente el material del expediente CASG9/9/7969/3, existen varios desaciertos. Así, se hace alusión incorrectamente al descubrimiento de otro mosaico en 1897 cuando en el borrador de la R.A.H. se lee perfectamente 1867. En segundo lugar se indica que el día 28 de mayo se solicita al propio Gómez Braña un informe sobre ese nuevo hallazgo, cuando en realidad en ese día lo que se redacta es la minuta con destino a Fidel Fita con el objeto de informar al respecto. Finalmente, se afirma que el dibujo anexado, el mismo que reprodujo Lucas en 1977, es la más completa representación del mosaico, cuando ya hemos podido comprobar en este trabajo que no es así.

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JORGE ESTEBAN MOLINA Antigüedades Segovia El Señor D. Francisco Gómez Braña, Profesor de Instrucción pública y titular de la Escuela de niños de Aguilafuente (Segovia) en atenta exposición del 12 del corriente dirigida al Sr. Director de nuestra Academia, da cuenta a la misma de haberse descubierto en aquella villa y en el sitio llamado Sta. Lucía en los últimos meses del año 1867 un hermoso pavimento de 30 metros de superficie acerca del cual expresa en su referida exposición las dimensiones, figuras e inscripciones del mismo y ruega a la Academia se digne fijar su ilustrada atención acerca del referido mosaico procurando, si es posible, sea de nuevo descubierto del sitio donde se encuentra. En la parte inferior izquierda del folio aparece la siguiente anotación: Academia 21 de Mayo de 1897. A examen del Sr. Fita. Llegados a este punto, resulta llamativo comprobar en este escrito que, tres décadas después su excavación, la información oral relacionada con el mosaico ha perdido rigor y claridad entre las gentes de Aguilafuente, del que son buena prueba la inexactitud en la indicación de la fecha del descubrimiento, los primeros meses de 1867, o la inconsistencia de las dimensiones aportadas sobre el mismo, unos 30 metros, y ello pese a que el informante es una persona de reconocido nivel cultural. El segundo de los escritos, y éste sí, último documento del expediente del Gabinete de Antigüedades, es una minuta de oficio que confirma el trámite ya establecido en la anotación hecha al final de la carta anterior, que no es otro que dar contestación a aquella petición delegando en el académico Fidel Fita50 con el ob50 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., documento CASG/9/7969/3(22). ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., p. 255. Al igual que ocurría en la anterior nota, en esta publicación y en la

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE jeto de que informe debidamente sobre el tema al solicitante Gómez Braña. Sin embargo, la ausencia de documentación posterior al respecto en el expediente del Gabinete de Antigüedades parece indicar la inexistencia de una respuesta por parte de Fita y, por tanto, lo baldío del intento de Gómez Braña en su empeño por retomar los trabajos de excavación en Santa Lucía. Real Academia de la Historia Sr. D. Fidel Fita, individuo de número de la Real Academia de la Historia. El Señor Director accidental de nuestra R. Academia, con acuerdo de la misma y en uso de la facultad que le conceden los Estatutos del Cuerpo ha designado a V.S. para que se sirva informar lo que se le ofrece acerca de la adjunta exposición del Sr. D. Francisco Gómez Braña en que da cuenta a este Cuerpo literario de haberse descubierto en Aguila Fuente (Segovia) un pavimento de 30 metros de superficie con figuras e inscripciones acerca del cual llama la atención de esta Academia. Dios que a. Madrid 28 de Mayo de 1897 El Secretario accid. Aportaciones arqueológicas de las excavaciones de 1868. La memoria de José Asensio y el informe de la Comisión de Antigüedades. En el expediente del Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia sobresalen tres manuscritos por su carácter in-

web www.cervantesvirtual.com las referencias a la data del documento son erróneas. En este caso la fecha consignada es 1867/05/28, mientras que en el manuscrito es perfectamente legible la fecha de 28 de mayo de 1897. Vid. nota 47.

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JORGE ESTEBAN MOLINA trínseco, por su extensión y por la información aportada, sin perjuicio del interés que tiene el fructífero correo existente entre el Gobernador de Segovia y/o la Comisión Provincial de Monumentos y la R.A.H. Uno de ellos es el ya conocido informe que Carlos de Lecea redactó en 1868 y publicó en 1915, una fuente de sobra conocida y sobre el que ya se ha realizado un profundo análisis en otro trabajo, por lo que en el presente artículo nos vamos a centrar en las conclusiones que se pueden extraer de los otros dos informes contenidos, especialmente en la memoria descriptiva de la excavación, redactada por el que fuera su responsable principal, el arquitecto provincial José Asensio. El otro testimonio documental, que no es otro que el borrador del informe que elaboró la Comisión de Antigüedades de la R.A.H., por medio de José Amador de los Ríos, estableciendo las medidas de protección del mosaico de Aguilafuente, aunque también es interesante, aporta novedades menos significativas para nuestra labor de investigación. Ahora bien, como se puede presumir, si nos ceñimos a un criterio estrictamente arqueológico, la contribución científica de estos escritos es muy relativa, a la vista del estado de la arqueología en la segunda mitad del siglo XIX en nuestro país y, en particular, del nivel de conocimientos arqueológicos, que no históricos, de sus redactores. A pesar de todo, estas disertaciones se caracterizan por mantener para el lector un cierto atractivo, al incluir múltiples detalles antes ignorados sobre el proceso de excavación y lanzar algunas propuestas, cuando menos, llamativas. La memoria descriptiva de José Asensio Por la información que aporta y por su inesperada existencia en sí, debemos comenzar por esta memoria, que lleva fecha de 21 de marzo de 1868, la cual posee una extensión de cinco páginas manuscritas51. La primera y rápida conclusión que se obtiene tras una

51 Vid. nota 30.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE lectura completa de la misma es que ésta tiene muchas, quizás demasiadas, similitudes con el informe de Lecea, de lo que se deduce que Asensio y el correspondiente de la R.A.H. llevaron a cabo un indudable intercambio de impresiones durante la estancia de ambos en Aguilafuente. Deben existir, obviamente, aspectos que de un modo u otro tenían que ser tratados en una memoria de estas características, del que pueden ser buena muestra las breves líneas destinadas a señalar la localización del yacimiento, o la descripción más o menos pormenorizada de los dos pavimentos de mosaico. Pero al margen de estos criterios razonablemente obligados, podemos observar la existencia de otros muchos detalles que delatan descaradamente este comentado intercambio de reflexiones entre Asensio y Lecea. Así, los dos hablan de la existencia del topónimo Cerco de Roma, de la posible existencia en ese mismo lugar de una morada de templarios, de la hipotética vinculación de los restos encontrados con la Salcedón citada por el historiador Colmenares52, incluyendo ambos el fragmento escrito en latín medieval que éste incluyo en su obra; también es muy similar la enumeración de los hallazgos materiales o la alusión de ambos a la dificultad que han tenido para establecer más conjeturas al respecto debido a la ausencia de documentación en los archivos de la localidad, tanto en el parroquial como en el municipal. Una vez hecha esta precisión, podemos entrar en el análisis de la memoria, compuesta de tres partes bien diferenciadas. En la primera de ellas, muy breve, se indican las disposiciones adoptadas por el arquitecto para la continuación de los trabajos de excavación, tras su llegada a Aguilafuente el 8 de marzo por mandato del Gobernador Civil de Segovia y la puesta al frente de los mismos sustituyendo al Jefe Provincial de Fomento, Cipriano Rodríguez del Castillo, todo ello con el objeto de proceder a la pronta y eficaz extracción del mosaico.

52 COLMENARES, D. (1637): Historia de la insigne ciudad de Segovia y compendio de las historias de Castilla. Edición de 1982. Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, Segovia, T. I, p. 251.

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JORGE ESTEBAN MOLINA En la segunda parte, mucho más amplia, Asensio destina unas líneas iniciales, al igual que hizo Lecea en su informe, para llevar a cabo una breve descripción del lugar donde descubrió el mosaico dentro del término municipal de Aguilafuente, resultando llamativo la no utilización aquí, ni en ninguna otra parte de la memoria, del topónimo Santa Lucía. No obstante, a diferencia del correspondiente, sí que adjuntó un útil croquis topográfico a color53 con la localización exacta del sitio de las excavaciones dentro del ámbito comarcal circundante (Lám. 5). Otro dato de suma importancia aportado en esta parte de la memoria es el referido a la propia fecha del hallazgo. Como se recordará, ya hemos prefijado en uno de los anteriores apartados de este trabajo que, en base al primer documento contenido por orden cronológico en el expediente de la Comisión de Antigüedades54, se podía considerar al 2 de marzo de 1868 como la fecha en la que se descubre el mosaico. Sin embargo, Asensio, tomando como referencia algunas informaciones orales, hace alusión a la exhumación, doce años atrás y en el mismo lugar, de otros restos de mosaico55, informando incluso de la extracción de fragmentos del mismo en aquel momento, aunque indicando que con posterioridad se procedió a su total cubrición. Toda esta información permite así adelantar la fecha del primer descubrimiento de los restos, de un modo no oficial, al año 1856, aproximadamente unos cincuenta años después del desmantelamiento de la arruinada ermita56. En este sentido, parece claro que, una vez se abandonó el edificio de culto a finales del siglo XVIII o principios del XIX, el que se

53 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., documento CASG/9/7969/3(9). ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., p. 252. Asensio lo denomina Dibujo nº 1. 54 Vid. nota 19. 55 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., documento CASG/9/7969/3(8), fol. 1. 56 ESTEBAN MOLINA, J. (2007), op. cit., p. 41, nota 59.

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Lámina 5 - Croquis topográfico de José Asensio realizado en marzo de 1868 (designado por él como dibujo nº 1). Representa el contorno de Aguilafuente, incluyendo la indicación exacta del lugar de donde se desarrollaron las excavaciones.

localizaran restos constructivos en sus capas subyacentes (tanto de época romana como visigoda) era tan sólo una cuestión de tiempo. No debemos olvidar que, si bien el paraje de Santa Lucía constituye un solar intensamente ocupado entre los siglos II y VII de nuestra era, tal como queda reflejado en su nutrido registro arqueológico, la posterior construcción de la ermita de Santa Lucía en la Edad Media y su consecuente función cultual probablemente otorgó al lugar una cierta estabilidad, al menos “arqueológica”, desde el medievo hasta el momento de su abandono. A partir de ese momento, según los datos sobre el estado de ruina del edificio que aporta el archivo parroquial de Aguilafuente, la parroquia de Santa María ordena el desmantelamiento del edificio y procede a la venta del solar que ocupaba la ermita, siendo entonces cuando el terreno entra en una

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JORGE ESTEBAN MOLINA nueva dinámica, que desde el punto de vista arqueológico se puede considerar como de progresivo deterioro. Lo más probable es que, por una parte, el espacio inmediatamente circundante a la ermita iniciara una fulminante conversión en tierra de labor, lo que implica una intensa remoción agrícola y, como consecuencia de ello, una rápida alteración de las capas mas superficiales del yacimiento, con posible afección de las estructuras arqueológicas tardoantiguas. Por otra, el espacio propiamente ocupado por la fábrica del edificio religioso posiblemente se transformó en una improvisada cantera, dada su elevada concentración de materiales constructivos, tanto en superficie como en cimientos, convirtiéndose seguramente en un punto de frecuentes saqueos y sondeos en busca de piedra y material latericio, acciones éstas que contribuyeron insospechadamente al descubrimiento del mosaico y que, poco después del abandono de las excavaciones, probablemente volvieron a acelerar su proceso de devastación, por lo que en poco tiempo la ermita dejaría de ser un importante obstáculo para las labores agrícolas. Siguiendo con el contenido de la memoria, sin apenas solución de continuidad se pasa en esta segunda parte a una descripción de los dos mosaicos encontrados, mucho más detallada en el caso de los pavimentos con escenas animadas que decoran el espacio que un siglo después fue considerado por Lucas y Viñas como el oecus de la villa (espacio 0). Hay que recordar que estas cuestiones ya fueron abordadas por Lecea con mayor o menor fortuna57, si bien en la memoria de Asensio reciben un tratamiento más extenso y pormenorizado, ya que se tienen en cuenta aspectos como la ejecución técnica y artística de los mismos o el origen de los materiales. Resulta curioso que en el caso de las medidas, cada autor utilice un sistema diferente, de manera que Lecea expresa en su informe las dimensiones de los mosaicos en pies58, estableciendo 36 x 30 pies para el 57 LECEA Y GARCÍA, C. (de) (1915), op. cit., pp. 24-25. 58 Debemos suponer que la unidad de medida a la que se refiere Lecea sería el pie castellano, equivalente a 0,276 m., aunque en ese caso las dimensiones resultantes serían mayores que las que proporciona Asensio mediante el sistema métrico decimal.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE mosaico del oecus y 9 de ancho x 42 pies de largo (hasta ese momento excavados) para el situado en el corredor norte del peristilo; mientras que Asensio, por su parte, emplea el sistema métrico decimal, resultando unas medidas de 10,30 x 8,43 m. para la primera estancia59 y 3,40 m. de ancho para el espacio 10, no incluyendo ninguna medida del largo de este corredor60, ya que, según nos expone, no se llega a excavar por completo al considerar que lo descubierto del mismo resulta suficiente para emitir un juicio descriptivo61. Asensio, en base a estas mediciones, considera a la primera estancia como rectangular, que no cuadrangular, y formada por un mosaico diseñado y distribuido en múltiples casetones. Con el propósito de ilustrar mejor a la R.A.H. en esta descripción, el arquitecto tuvo a bien adjuntar dos pliegos con diversos dibujos. El primero de dichos pliegos contiene tres dibujos delineados a pluma (Láms. 6 y 7), cada uno de ellos con una sorprendente disparidad de tamaño y calidad de ejecución62. Así, los designados como dibujos nº 2 y nº 4, no son más que pequeños, apresurados y esquemáticos bocetos que representan respectivamente las dos estancias donde se hallaron los mosaicos y uno de los motivos decorativos del peristilo. En cambio, el dibujo que ocupa la mayor parte de este pliego, denominado por Asensio como nº 3, es una de las grandes apor59 Lucas y Viñas establecieron unas medidas de 9,80 x 8,40 para esta estancia en las excavaciones de 1968. Vid. LUCAS, Mª R. y VIÑAS, V. (1977a), op. cit., p. 241. Como ya advertimos en nuestro anterior trabajo, en la actualidad resulta imposible llevar a cabo medición alguna de la estancia 0 debido al total arrasamiento de sus muros o de cualquier impronta de los mismos, a lo que se une el traslado y la actual ubicación de los mosaicos en distintas secciones del Aula Arqueológica de Aguilafuente. Vid. ESTEBAN MOLINA, J. (2007), op. cit., pp. 54-55. 60 Recordemos que la medida que establece Lecea en pies es provisional. 61 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., documento CASG/9/7969/3(8), fol. 1vo. 62 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., documento CASG/9/7969/3(10). ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., p. 252.

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Lámina 6 – Pliego con diversos planos diseñados por José Asensio en marzo de 1868. En este caso se reproduce la parte inferior y media de dicho pliego, con una representación esquemática de los dos recintos donde fueron hallados los mosaicos de Aguilafuente (dibujo nº 2) y una parte de la planta general del mosaico del oecus (dibujo nº 3).

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Lámina 7 – Detalle de la parte media y superior del mismo pliego con la planta completa del mosaico del oecus (dibujo nº 3) y uno de los motivos decorativos del mosaico del corredor norte (dibujo nº 4). El emblema central de los cuatro caballos es el que ya reprodujo R. Lucas en 1977.

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JORGE ESTEBAN MOLINA taciones gráficas de la memoria y el expediente, ya que, además de constituir el plano general del principal mosaico exhumado, presenta también un innegable interés arqueológico, puesto que nunca había sido reproducido ni publicado al completo en los más de 140 años transcurridos desde su ejecución, privándonos así de una visión global de este hermoso conjunto musivo, y ello pese a que ese dibujo, sin duda, era conocido por Lucas y Viñas, tal como ya hemos señalado con anterioridad63. Obviamente, queda fuera de esta consideración la única reproducción que se ha hecho hasta ahora de los restos conservados del pavimento del oecus, publicada en fechas mucho más recientes64, y tomando como referencia la superficie de mosaico exhumada en 1968 (Lám. 4). Una observación general de este plano permite ver claramente la entidad del pavimento sacado a la luz en 1868 y su estado de conservación, siendo apreciable que en algo más de un tercio de su superficie, ocupando fundamentalmente la zona norte, es donde aparecen representados minuciosamente los motivos decorativos de los distintos casetones, muestra inequívoca de un aceptable estado de conservación. Por el contrario, en casi dos tercios de su extensión la superficie musiva se presenta, al parecer, notablemente deteriorada, cuando no arrasada por completo. A pesar del nivel de desmantelamiento mostrado, el plano nos sirve para realizar una proyección ideal del mosaico con la disposición y distribución original de los casetones en la sala. Así,

63 Vid. notas 9 y 13. 64 BLAZQUEZ, J. Mª., LOPEZ MONTEAGUDO, G., NEIRA, Mª L. y SAN NICOLAS, P. (1993): “Hallazgos de mosaicos romanos en Hispania (19771987)”. Espacio, tiempo y forma. Serie II. Historia Antigua, pp. 258-260, fig. 28. También ha aparecido recientemente en BERMEJO TIRADO, J. (2008): “Análisis preliminar de los hallazgos de la villa de Carracalleja (Escarabajosa de Cabezas, Segovia)”, en GUERRA GARCÍA, P. (Ed.) El yacimiento tardoantiguo de Carracalleja (Escarabajosa de Cabezas, Segovia). Contexto y primeros resultados arqueológicos, p. 89, fig. 19. Hemos de precisar que en ambos casos el pavimento aparece representado del revés, con una orientación inversa a la original.

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Lámina 4 – Reproducción del mosaico del oecus de la villa romana de Aguilafuente según las excavaciones de Lucas en 1868. Tomado de Blázquez et alii (1993). El mosaico se ha representado en su posición original.

el pavimento se distribuía a modo de damero, con 10 filas de casetones en vertical por 12 en horizontal (13 si tenemos en cuenta los rectángulos del borde norte), generando una trama ortogonal tan solo interrumpida por el motivo central de los cuatro caballos, que ocuparía el espacio equivalente a 9 casetones, lo que da como resultado un total de 111 casetones cuadrados y 10 rectangulares, además del consabido emblema central del mosaico del oecus de la villa. En este gran cuadro central se identifican perfectamente las conocidas cartelas con los nombres completos de dos de los caballos situados en la mitad occidental (TAGVS y EVFRATA), así como los fragmentos de los otros dos dispuestos en la zona oriental, tanto el nombre que comienza por NO- como el que muestra la terminación en -ENS. En lo referente a estas frag131

JORGE ESTEBAN MOLINA mentadas figuras animadas representadas en el pavimento, Asensio, a diferencia de Lecea, califica en su informe a uno de los animales como un cérvido, lo que da una idea de la escasa pericia mostrada en su día por el operario que ejecutó ese diseño mediante teselas. El segundo de los pliegos (Lám. 8), designado por el arquitecto provincial como dibujo nº 565, contiene un bellísimo dibujo a todo color en el que se reproduce, con todo lujo de detalles y gran realismo, un fragmento de la parte noroccidental del pavimento musivo del oecus. En él podemos apreciar cada una de las teselas de colores, formando los dobles sogueados, casetones, motivos vegetales variados y nudos de salomón que caracterizan el programa decorativo de este mosaico. Tras la descripción del mosaico, apoyada en este importante aparato gráfico, Asensio se aventura a establecer la procedencia de los materiales utilizados como teselas, no dudando en asignarles un origen netamente provincial, hipótesis que consideramos muy sugerente a la par que arriesgada. Incluso tratando de afinar más en esta conjetura indica como lugar de extracción más probable las canteras de la relativamente cercana localidad de Caballar. La elección de ésta por el arquitecto no parece responder a un criterio meramente aleatorio ya que allí se localizan desde antiguo diversas canteras y existe una larga tradición en la extracción de piedra, fruto de la notable complejidad geomorfológica que caracteriza a su término municipal, con una significativa presencia en superficie y subsuelo de materiales geológicos de diversa composición y cronología. En efecto, el término de Caballar se encuentra situado geológicamente en medio de una alargada franja que discurre paralela a la sierra segoviana, con

65 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., documento CASG/9/7969/3(11). ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., p. 252 y p. 253, fig. 53.

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Lámina 8 – Dibujo realizado en color por José Asensio en marzo de 1868 (dibujo nº 5). Representa la esquina noroccidental del mosaico del oecus a escala 1:10.

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JORGE ESTEBAN MOLINA una orientación SO-NE, en la que se produce el contacto entre los materiales sedimentarios del Terciario que conforman las llanuras del Duero, y por ende la campiña segoviana (arenas, arcillas y limos), y el piedemonte serrano, caracterizado por la presencia de ortogneises y esquistos prehercínicos. Entre ambos tipos de materiales se interpone además una banda de materiales sedimentarios mesozoicos (arenas silíceas, calizas y dolomías), correspondientes al Cretácico superior. En definitiva todo un muestrario de materiales geológicos susceptibles de ser utilizados por el hombre para múltiples utilidades. Sin embargo, a pesar de toda esta variada litología, no creemos que los materiales utilizados en los mosaicos de Aguilafuente procedan en exclusiva de esta zona de Segovia ya que buena parte de ellos, que no todos, se caracterizan por un indudable metamorfismo que denota un claro origen alóctono. También contribuye a mantener nuestra aseveración el propio carácter itinerante de los talleres musivos encargados de estas creaciones artísticas. Entrando en un análisis somero de las teselas (de cuatro colores) empleadas en la ejecución del mosaico, podemos atestiguar para el color blanco (o pajizo según la denominación de Asensio) el empleo de cuarcita y, a veces, un tipo de caliza muy compacto, posiblemente caliza de páramo, corneana para el negro (o color pizarra siguiendo la terminología del arquitecto), arcilla muy compacta y de notable cocción así como otro tipo de roca metamórfica para el rojo, y en último lugar un tipo de caliza ocre, también de notable compactación y muy frecuente en la provincia de Segovia, para el amarillo. Volviendo a la memoria, en su tercera parte, la más extensa de todas, se exponen una serie de interesantes consideraciones generales que sirven para ofrecernos una interpretación general de los restos constructivos exhumados, además de facilitar una filiación histórica y una adscripción cultural de los mismos. Para ello, Asensio se apoya inicialmente en una evidencia arqueológica, del que este fragmento que reproducimos de puño y letra del arquitecto es notablemente esclarecedor:

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE “…habiendo observado en todo aquel terreno restos de construcciones aunque modernas, como son fragmentos de ladrillo, teja y piedra, y habiendo notado en la parte Sur y como a distancia de 35 metros del indicado mosaico, restos de un muro de mampostería, dispuse que se franquease y apareció el cimiento de un ábside de Iglesia con enterramientos en el suelo…” Estos interesantes restos, unidos a la cercanía del paraje denominado Cerco de Roma66, le llevan a pensar, tal como hizo Lecea, en la posibilidad de que en Santa Lucía se ubicara la antigua Salcedón de la que habla Colmenares en su Historia de la Insigne Ciudad de Segovia, hipótesis a todas luces insostenible hoy día, ya que este despoblado medieval parece localizarse más bien al otro lado del río Cega, en el entorno de la actual ermita de Nuestra Señora de Salcedón67, término municipal de Lastras de Cuéllar.

66 Este sugerente topónimo, muy cercano al de Santa Lucía, ha estimulado desde el siglo XIX la creencia de que pudiera albergar un emplazamiento arqueológico de gran magnitud. Sin embargo, tras realizar intensas prospecciones en ese paraje no hemos encontrado hasta la fecha evidencia arqueológica alguna, razón por la que en nuestros trabajos apenas hemos tratado esta cuestión. El propio I.A.P. corrobora nuestra impresión general sobre el yacimiento ya que no registra ninguna información relevante acerca del mismo. En dicho inventario, el yacimiento denominado Cerco de Roma, con código 40-004-001-03 y una extensión aproximada de 1,76 Has., tiene una atribución cronológica indeterminada, en él no se hace referencia a ninguna estructura visible y en cuanto a la tipología es considerado como un yacimiento sin diferenciar. En esa misma línea se pronuncia el Informe Arqueológico elaborado recientemente para formar parte de las Normas Urbanísticas Municipales de Aguilafuente, ya que mantiene todas estas consideraciones. Vid. PALOMINO LAZARO, A. L. y GONZALEZ DIEZ, O. (2009): Prospección y estudio arqueológico para las Normas Urbanísticas del término municipal de Aguilafuente (Segovia). Catálogo Arqueológico, pp. 31 y 33, ficha nº 3. 67 DÍEZ SANZ, J. J. (2003), op. cit, p. 78. ESTEBAN MOLINA, J. (2007), op. cit., pp. 35-38.

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JORGE ESTEBAN MOLINA Sin embargo, en toda esta conjetura de Asensio el dato de mayor valor es el relativo a la presencia de los muros de mampostería que hubo que franquear, bajo los cuales se halló un ábside. Esta noticia nos ilustra, en primer lugar, sobre la extensión que cobraron las excavaciones, ya que, hasta la fecha, todo parecía indicar que la intervención se había centrado exclusivamente en las dos estancias con mosaicos, y por tanto en un área más reducida localizada en la zona norte de la villa; sin embargo este nuevo testimonio nos indica que la intervención de marzo de 1868 tuvo una extensión mucho mayor de lo que se presuponía, pues parece incluso tocar zonas puntuales de lo que hoy día conocemos como la parte sur de la residencia romana. La interpretación que podemos dar sobre las estructuras y los enterramientos referidos en este pasaje de la memoria se torna compleja debido a lo escueto de la noticia, aunque si nos atenemos al estado actual del conocimiento arqueológico del yacimiento, ello no es óbice para que se pueda emitir alguna hipótesis al respecto. En este sentido, el relato sobre el franqueo de estas “construcciones modernas” en 1868 prácticamente coincide con la estrategia de exhumación que hubo de practicarse en esa misma zona del yacimiento por parte de Lucas y Viñas cien años después68, cuando, con el objeto de seguir el desarrollo en horizontal de otras estructuras de la villa bajoimperial ya excavadas más al norte, hubo que levantar previamente un paramento en forma de L con una orientación diferente a la de la villa69. Es de suponer que dichos paramentos, superpuestos, y por tanto posteriores a los del edificio romano, deben ser seguramente similares, cuando no coetáneos, a los franqueados en el siglo XIX, pudiendo haber formado parte, en todo caso, de un conjunto arquitectónico de cronología posterior, probablemente medieval, y quien sabe si incluso visigoda. En cuanto al ábside rodeado de enterramientos, que podemos considerar como estructura infrayacente al muro de mam-

68 LUCAS, Mª R. y VIÑAS, V. (1977a), op. cit., p. 242, fig. 1 y p. 252. 69 ESTEBAN MOLINA, J. (2007), op. cit., p. 77.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE postería, éste bien pudiera ser identificable con cualquiera de los tres ábsides presentes en la zona sur de la villa romana bajoimperial. Uno de ellos es el ubicado en la estancia número 26, la cual se cierra hacia al sur mediante este tipo de solución arquitectónica, siendo además perfectamente visible hoy día en el yacimiento. La otra posibilidad es que sea alguno de los dos ábsides simétricos en forma de herradura con que cuenta la estancia de planta cruciforme número 3270, orientados respectivamente al este y al oeste, conformando un espacio que, a pesar de ser excavado parcialmente, fue interpretado como integrante de un ámbito termal. Al margen de este criterio estratigráfico, también contribuye a reforzar nuestro aserto el propio dato que proporciona Asensio sobre la distancia, ya que los 35 metros que separan la zona donde se concentraron los trabajos de excavación de 1868 y la parte sur de la villa coinciden prácticamente con la distancia existente entre la entrada al oecus (y el corredor norte del peristilo) y la fachada meridional de la misma, exhumada durante la intervención de Lucas, con gran parte de sus paramentos visibles en la actualidad. En cuanto a los enterramientos hallados en sus inmediaciones, las excavaciones de 1968 ya proporcionaron en la misma zona sepulturas con ajuares funerarios, todas ellas de cronología visigoda, algunas de las cuales ubicadas incluso dentro de las propias estancias absidadas de época romana. Así, en el espacio 32 se halló un enterramiento con ajuar, otro más en el 29 y en el cercano espacio 24 fueron encontrados hasta cinco enterramientos, de los que, al menos uno, contenía ajuar funerario. En definitiva, todo ello nos lleva pensar que los enterramientos exhumados en una y otra excavación, independientemente de los cien años transcurridos entre ambas, deben haber pertenecido al mismo contexto estratigráfico: la necrópolis visigoda que desde el segundo tercio del siglo VI aprovecha el arruinado recinto romano como lugar de enterramiento. Precisamente, al hilo de esta

70 Lucas y Viñas designan esta estancia como nº 33, sin embargo en nuestro anterior trabajo decidimos denominarla con el número 32, con el objeto de seguir un orden de las estancias más racional.

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JORGE ESTEBAN MOLINA cuestión, ya hemos comentado que Asensio (al igual que Lecea) enumeró una serie de hallazgos materiales, al parecer encontrados en la zona norte del yacimiento, los cuales sabemos que son bastante comunes en contextos funerarios, incluyendo tanto restos óseos como hebillas, fíbulas y un arete con dos cuentas, aunque siendo todos ellos calificados erróneamente por el arquitecto como romanos71. A modo de corolario, y a la luz de todos los datos, descripciones y conjeturas aportadas, José Asensio modestamente trata de establecer la cronología del mosaico, estimando de un modo algo aproximado que en ningún caso puede sobrepasar los siglos V o VI. También el arquitecto provincial hace alusión a la dificultad que ha tenido para establecer más consideraciones históricas debido a la ausencia de documentación tanto en el archivo parroquial como en el municipal de Aguilafuente: “A fin de poder mejor informar en este asunto trate de averiguar si existían archivos de donde poder tomar datos que ilustrasen en el asunto habiéndoseme manifestado que tanto el del Municipio como el de la Iglesia Parroquial habían sido presa de las llamas y solo se conservan documentos de tiempos modernos que no proporcionan datos seguros para el objeto.” A nuestro modo de entender, esta carencia de datos resulta un tanto enigmática ya que el archivo parroquial de Aguilafuente, tal como hemos podido constatar personalmente a la hora de realizar investigaciones para otros trabajos, cuenta con una abundante y completa documentación, remontable incluso hasta mediados del siglo XVI. Entre ella se encuentran los libros de fábrica de la parroquia de Santa Maria, a la cual estaba vinculada la ermita donde se ubica el yacimiento arqueológico; en 71 A tenor de las características del hallazgo y de los tipos de materiales enumerados, éstos parecen haber formado parte de alguno de los ajuares de la posterior necrópolis de época visigoda.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE tres de esos libros, correspondientes a los siglos XVIII y XIX, no resulta raro encontrar anotaciones y referencias relativas a la ermita72. Es más, incluso existe un Libro de Cuentas de los años 1549 a 1592, perteneciente a la propia ermita de San Mamés, nombre por el que era conocida hasta el siglo XVIII la ermita de Santa Lucía. En el caso del archivo municipal poco podemos decir sobre la entidad que podía presentar en el año 1868, ya que éste sí fue presa de un importante incendio, aunque a principios del siglo XX, siendo también víctima de una inundación en los años 40 debido a una rotura de tuberías en la planta baja de la Casa Consistorial, de manera que hoy día contiene, salvo alguna rara excepción, documentación de los últimos cien años, y con grandes lagunas en lo que se refiere a la primera mitad del siglo XX73. A la vista de estos datos resulta obvio que, por la razón que fuere, el cura párroco de Aguilafuente en 186874, y posiblemente las autoridades municipales, ocultaron descaradamente la existencia de estos archivos a Lecea y a Asensio, esgrimiendo como excusa (tal como nos relata Asensio) la destrucción de ambos por el fuego. Otra posibilidad que cabe, aunque menos probable, es que ninguno de los dos eruditos hubiera procurado indagar en exceso en busca de documentación referente a la ermita, zanjándose la cuestión en ambos casos con el argumento de la ausencia de datos, y en el caso del arquitecto añadiendo el porqué de esa desaparición.

72 Archivo Parroquial de Aguilafuente. Libros de Fábrica de la Parroquia de Santa María: 1728-1767, 1768-1802 y 1803-1839. Inéditos. Vid. ESTEBAN MOLINA, J. (2007), op. cit., pp. 40-41. 73 Información proporcionada por Josefina Aragón, interventora del Ayuntamiento de Aguilafuente. 74 En aquel momento el titular de la parroquia de Santa María era Martín Delgado, puesto que ocuparía entre 1858 y 1875. Archivo Parroquial de Aguilafuente. Libro de Bautismos de la Parroquia de Santa María: 1861-1868.

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JORGE ESTEBAN MOLINA El borrador del informe de la Comisión de Antigüedades redactado por José Amador de los Ríos Con un retraso de casi tres meses desde la fecha en que fue solicitado por la R.A.H.75, el académico de número José Amador de los Ríos, en esta ocasión en calidad de presidente de la Comisión de Antigüedades, redacta y firma un borrador de diez páginas de extensión, con fecha de 12 de junio de 1868, del que existe una copia en el Gabinete de Antigüedades76. En él se analizan los hallazgos de Aguilafuente y, de paso, se establece el protocolo de actuación demandado por la R.A.H. a petición de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Segovia. Una anotación posterior consignada al final de este informe manuscrito, fechada y firmada en ese mismo día por el académico Pedro de Madrazo, indica la aprobación del mismo por parte de la Real Academia, instando además a la comunicación de sus disposiciones al Gobernador de Segovia. En relación al contenido de este borrador, éste realmente se hace interesante para nuestra labor retrospectiva en sus párrafos finales, puesto que en buena parte del texto redactado por De los Ríos no se hace sino parafrasear a Asensio y Lecea, redundando en aspectos ya tratados por ambos en sus respectivas memorias. Así, a modo de introducción se indica la llegada de la noticia del descubrimiento a Madrid y se alude a la posterior recepción de la memoria y los dibujos elaborados por el arquitecto provincial, para a continuación ir reproduciendo en los párrafos siguientes otros múltiples aspectos

75 Debemos recordar que la Comisión de Monumentos de Segovia solicita a la R.A.H. una solución con respecto a la continuación o no de los trabajos y la conservación de los restos arqueológicos exhumados, todo ello a través del mismo oficio en el que se adjunta la memoria y los dibujos de José Asensio, con fecha 23 de marzo de 1868. Cinco días más tarde la R.A.H. traslada ese requerimiento a su Comisión de Antigüedades. Sin embargo tras múltiples vicisitudes la respuesta no verá la luz hasta el 12 de junio. 76 Archivo del Gabinete de Antigüedades de la R.A.H., documento CASG/9/7969/3(15). ÁLVAREZ SANCHÍS, J. R. y CARDITO, L. M. (2000), op. cit., p. 254.

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE tratados por Asensio, como la localización del mosaico, la interpretación que hace éste de los hallazgos, en función de la tipología de las estructuras arquitectónicas halladas, de la toponimia y de la escasas fuentes documentales de las que pudo echar mano, sin olvidar la inclusión de una descripción en detalle de los dos mosaicos, especialmente extensa en el caso del ubicado en el oecus. Es la segunda mitad del borrador, y en concreto sus últimos cuatro párrafos, la que ya contiene aportaciones personales de su redactor, por otra parte un erudito con una amplia formación literaria e histórica. Es aquí donde el académico echa mano de sus conocimientos, efectuando un encuadramiento geográfico del lugar de los hallazgos dentro de la Hispania romana, en la provincia Tarraconense y formando parte del Conventus Cluniensis, resultándole llamativo el hecho de que el paraje donde se encontraron los mosaicos no aparezca en las fuentes clásicas, constituyendo un lugar teóricamente despoblado en época romana, lejos de vías o calzadas conocidas y teniendo como núcleo urbano más cercano a Cauca77. Todo ello le lleva, en definitiva, a identificar los restos como los de una posible granja de recreo, una interpretación que desde la perspectiva actual del conocimiento arqueológico del yacimiento ha resultado ser bastante acertada, aunque eso sí, vinculándola en este caso, y con todas las reservas del mundo, a un rico propietario de Colenda, sobre cuya identificación con la actual Cuéllar, algo más cercana a Aguilafuente, no se muestra nada convencido78.

77 La actual Coca se sitúa a una distancia de 37 km. en línea recta del yacimiento de Santa Lucía. 78 Al margen de la posible identificación de Colenda con Cuéllar, propuesta hecha por Colmenares en el siglo XVII ateniéndose simplemente a la semejanza de los vocablos y hoy día ampliamente rechazada, ni que decir tiene que, en el estado actual del conocimiento sobre esta cuestión, la ciudad vaccea de Colenda, donde quiera que se ubicase, es saqueada y destruida por los ejércitos de Tito Didio, desapareciendo como tal a comienzos del siglo I a.C., no llegando nunca a convertirse en una ciudad romana. Así lo señalan las fuentes, en particular Apiano (Iber. 100). Por su parte, la arqueología tampoco ha detectado en la actual Cuéllar evidencia alguna de época romana.

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JORGE ESTEBAN MOLINA “Hállase el terreno desenvuelto entre los dos ríos Eresma y Cega, fuera de toda calzada o vía romana, y la mansión más próxima a él era la de Cauca, que aún distaba cinco leguas. Si no fuese una fábula que Cuéllar, ocupa el asiento de la antigua Colenda, todavía sería posible suponer, dejando volar la imaginación más de lo que comporta una arqueología de buena ley, que algún opulento propietario de aquella población, epicúreo como el cordobés Scapula, tuviera a dos leguas de distancia de su casa alguna soberbia granja de recreo a la cual perteneciese el mosaico que nos ocupa.” A modo de conclusión, tras esa disertación histórica y geográfica pasa a indicar en el último párrafo del informe, y de un modo muy expeditivo, las medidas que se deben adoptar con respecto a los restos exhumados, especialmente el pavimento de mosaico. Convencido de que éste hallazgo y cuantos otros surjan a raíz de la intervención deben ser conservados y estudiados, José Amador de los Ríos establece únicamente dos disposiciones. La primera consiste en proteger el terreno donde se ha llevado a cabo la excavación con un vallado y el pavimento de mosaico con una cubierta, instando a la Diputación de Segovia a costearlo. La segunda disposición es la relativa a la indemnización al dueño del terreno por los daños y perjuicios causados por la excavación arqueológica, para lo cual establece que la R.A.H. debe ser el organismo que eleve una petición al Gobierno de la nación con el objeto de sufragar dicho gasto. En cualquier caso, no tenemos constancia de que cualquiera de estas dos disposiciones fuera llevada a término en los meses siguientes. Y por supuesto, tal como hemos reflejado en otra parte de este trabajo, en ningún caso se hace mención en el borrador a la continuación de las excavaciones, cuestión ésta que, junto con las medidas a adoptar respecto a los restos, también había sido solicitada por la corporación provincial de Segovia en el oficio del 23 de marzo de 1868. Conclusiones La documentación que hemos examinado y analizado amplía notablemente nuestro conocimiento sobre el descubrimiento de 142

DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE los mosaicos y la excavación de 1868 en el paraje de Santa Lucía. Por encima de todo, este conjunto de información es sumamente útil para disponer de un relato de los hechos mucho más completo, a la par que minucioso y ordenado cronológicamente. De ese modo, hemos podido comprobar que el grueso del trabajo se desarrolla aceleradamente en marzo de ese año, que tras este increíble impulso inicial a todos los niveles el asunto se detiene bruscamente, como si todos los implicados se preguntaran a la vez ¿y a partir de ahora qué?, siendo desde ese momento cuando la desidia y la burocracia paralizan la reanudación de las excavaciones de un modo continuado, y hasta cierto punto inexplicable, hasta que los efectos de la revolución de 1868 en la capital segoviana anulan por completo cualquier intento de recuperación de la iniciativa. En este punto, podemos decir que si bien la historiografía ya revelaba que el hecho revolucionario fue, en última instancia, el causante del final de esta historia, los datos aportados en este artículo nos permiten matizar ese planteamiento, ya que, como hemos podido comprobar, las excavaciones finalizan como mucho, y en principio de un modo parcial, antes del 21 de marzo (fecha de la memoria monográfica), transcurriendo más de seis meses hasta la instauración completa del nuevo régimen surgido en Segovia a raíz de la revolución, a finales de septiembre, por lo que estamos hablando de un largo periodo de tiempo en el que perfectamente se podía haber retornado a los trabajos. Sin embargo, la inicialmente expeditiva actividad burocrática se ralentiza por completo, cuyo caso más sangrante es el del dictamen de la Comisión de Antigüedades, no enviado a Segovia hasta el 18 de junio, y no incluyéndose en él de un modo inexplicable el permiso para reanudar las excavaciones, aspecto éste que no estará concretado hasta finales de julio. La financiación de los trabajos, en un principio nada problemática, también pasa posteriormente a convertirse en un trámite con demasiada demora, tal como se refleja en la petición de fondos solicitada el 11 de julio por parte de la Comisión de Monumentos a la corporación pro-

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JORGE ESTEBAN MOLINA vincial, no aprobada hasta el 23 de septiembre, una vez ya ha estallado la Gloriosa. En definitiva, todo parece indicar que la excavación del mosaico de Aguilafuente, si bien tras el impacto inicial de su descubrimiento, supuso una cuestión de primordial importancia para la que no se reparó en gastos y medios, del que es buena muestra su espectacular y acelerada fase inicial, fue poco a poco convirtiéndose en un tema embarazoso y difícil de abordar debido a la entidad que fue cobrando. No en vano, lo que en un principio parecía limitarse a un simple y urgente trabajo de exhumación con el objeto de extraer un mosaico y trasladarlo a Segovia se fue transformando en cuestión de pocos días, según nos desgrana la documentación de la época, en una remoción de tierras a gran escala, en virtud de la superficie que progresivamente fue manifestando tanto el pavimento musivo como las consiguientes estructuras arquitectónicas. Ante esta situación, no es de extrañar que para la R.A.H., para su Comisión de Antigüedades e incluso, una vez restablecida la Comisión de Monumentos de Segovia, para la propia Diputación Provincial, los restos exhumados pasaran a convertirse en un asunto muy incomodo, por lo que la inesperada irrupción del proceso revolucionario vino a constituir una excelente cortina de humo con la que dar por zanjado (más bien cerrado en falso) el tema. La prueba evidente de esta aseveración es que una vez se superaron los meses convulsos del periodo revolucionario nadie volvió a tratar de retomar el asunto, siendo ésta la tónica general que caracterizará a los años siguientes, hasta que en 1897 el voluntarismo de Gómez Braña trate de resucitar aquellos trabajos, aunque como hemos visto, también de un modo infructuoso. Al margen de todas estas disquisiciones, la carpeta monográfica de esta excavación nos deja algunas interesantes aportaciones de índole arqueológica, en buena medida gracias a la absolutamente inédita memoria de José Asensio, fiel reflejo de la celeridad con la que se llevó a cabo el trabajo (desarrollado entre el 6 y el

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DESCUBRIMIENTO Y EXCAVACIÓN DE LOS MOSAICOS DE AGUILAFUENTE 21 de marzo a lo sumo) y reveladora de la insospechada extensión que llegó a tomar la intervención, pues parece que llegó a afectar incluso a lo que hoy conocemos como la parte sur de la villa romana. Y junto a ello, debemos hacer nuevamente alusión a los tres dibujos realizados por el arquitecto, uno de ellos incluso realizado a todo color, que suponen un valioso testigo visual de aquella legendaria intervención. No queríamos finalizar sin dedicar unas últimas líneas para reconocer, una vez más, la labor de Carlos de Lecea. En nuestro anterior trabajo sobre el yacimiento de Santa Lucía79 ya era considerado como el autor indiscutible del informe sobre el mosaico de Aguilafuente, al margen de ser su publicador en 1915, afirmación fundamentada entonces en los indicios inequívocos que proporcionaba una correcta interpretación de dicho texto. Este artículo, o mejor dicho, algunos de los documentos aportados en el mismo, como son el oficio enviado por el propio Lecea a Madrid, o el manuscrito original del informe que le acompañaba, ambos redactados de su puño y letra, han servido para refrendar aún más esta tesis, de modo y manera que el único mérito de Pedro Sabau, en aquel entonces secretario de la R.A.H., y considerado por algunos como el autor80, consistió exclusivamente en hacer una breve alusión a este informe en una de las sesiones celebradas por este organismo en 1868.

79 Vid. notas 3 y 4. 80 La primera interpretación incorrecta sobre la autoría del informe es la de Lucas (vid. nota 2). Según la arqueóloga Sabau lee el informe en la R.A.H. el 7 de junio de 1868 y Lecea recoge esta lectura años más tarde en su Miscelánea de 1915. A partir de entonces los demás autores, seguramente por inercia y, sobre todo, por la ausencia de una lectura correcta del texto, mantienen la misma consideración.

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JORGE ESTEBAN MOLINA FUENTES DOCUMENTALES ARCHIVO DE LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE SEGOVIA: Actas de Sesiones: 04/03/1868, 08/04/1868, 23/09/1868 y 18/11/1868. ARCHIVO DEL GABINETE DE ANTIGÜEDADES DE LA R.A.H.: Expediente CASG/9/7969/3 ARCHIVO PARROQUIAL DE AGUILAFUENTE: Libros de Fábrica de la Parroquia de Santa María: 1728-1767, 1768-1802 y 1803-1839 Libro de Bautismos de la Parroquia de Santa María: 1861-1868

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SUMARIO

LII

DIRECTOR: Excmo. Sr. D. José Antonio Ruiz Hernando.

DEL

CURSO ACADÉMICO 2008-2009. Pág. 5

García Hourcade, Juan Luis MELITÓN MARTÍN, UN FAMOSO DESCONOCIDO LECCIÓN INAUGURAL DEL CURSO ACADÉMICO 2009-2010. Pág 19 García Hourcade, Juan Luis

ARTÍCULOS NOTAS GENEALÓGICAS DE UN LINAJE LOS DÍAZ DE GAMONES. Pág. 61

DE

ARQUITECTOS

DEL

REY:

Ceballos-Escalera y Gila, Alfonso EL DESCUBRIMIENTO Y LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA MOSAICOS DE AGUILAFUENTE EN 1868 A TRAVÉS DE LA DOCUMENTACIÓN DE LA ÉPOCA. Pág. 85

DE LOS

Esteban Molina, Jorge EL PROGRAMA ICONOGRÁFICO EN LA PINTURA MURAL DE LA ERMITA DE LA VERA CRUZ DE MADERUELO. Pág. 151 Gómez Redondo, Carmen RIOFRÍO,

DE

SITIO REAL

A

ALBERGUE

DE LA

SECCIÓN FEMENINA. Pág 195

Hernando Cordero, Juan Francisco SEPÚLVEDA

EN EL

SIGLO XX HASTA

EL

DIRECTORIO (I). Pág. 233

Linage Conde, José Antonio IS

TO R IA Y

LA VILLA DE SANTA MARÍA LA REAL DE NIEVA (SEGOVIA) EN LA ÉPOCA DE CARLOS I. Pág. 293 Molinero Rodríguez, Felipe LA COLECCIÓN DE PLATERÍA DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE SAN BARTOLOMÉ DE SANGARCÍA. Pág. 353

IR

AL

ACA

E SAN Q E D U

D EMI A D E

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RT

ACADÉMICOS SUPERNUMERARIOS: Ilmo. Sr. D. José Montero Padilla. Ilmo. Sr. D. Ángel García Sanz. Ilmo. Sr. D. José María Martín Rodríguez. Ilmo. Sr. D. José Miguel Merino de Cáceres.

DE HISTORIA Y ARTE DE SAN QUIRCE

A

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BOLETIN DE LA REAL ACADEMIA

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ESTUDIOS SEGOVIANOS

RE

SEGOVIA

MEMORIA

CE

REAL ACADEMIA DE H IS TOR I A Y ART E D E SAN QUI R CE

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DEL

Peñas Barroso, María Del Mar LAS VIDRIERAS

DE LA

CATEDRAL

DE

SEGOVIA. II. NAVE CENTRAL. Pág. 429

Ruiz Hernando, J. Antonio LA EXPOSICIÓN

DE

1921

Y EL

MUSEO DIOCESANO

DE

SEGOVIA. Pág. 455

Sánchez Díez, Carlos

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CONSIDERACIONES

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DE

PINTORES

DE

SEGOVIA. Pág. 481

Santamaría López, Juan Manuel 1789, SEPÚLVEDA: TENSIONES EN LOS FASTOS CREPUSCULARES DEL ANTIGUO RÉGIMEN. Pág. 523 Tarifa Fernández, Adela

SEGOVIA

2010

TOMO LII

NÚM.

109

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AUTORES. Pág. 565

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